Está en la página 1de 46

Procuradora de los Tribunales Mónica Pucci Rey

Doctora en Derecho Procesal (Acreditada ANECA como Contratada Doctora)


Colaboradora docente externa (mpucci@invi.uned.es)

MÁSTER ACCESO A LAS PROFESIONES DE ABOGACÍA Y PROCURA UNED

ASIGNATURA: PRÁCTICA PROCESAL II PENAL

ÍNDICE

I. Introducción explicativa a la temática ………………………………………. 02

II. Normativa de especial relevancia ……………………………………………. 24

III. Jurisprudencia de especial relevancia ……………………………………….. 27

IV. Obras doctrinales para ampliar conocimientos …………………………….. 31


V. Formularios y modelos de escritos profesionales y procesales …………….. 33

VI. Casos prácticos ………………………………………………………………... 41

VII. Cuestionario tipo test …………………………………………………………..46


I. INTRODUCCIÓN EXPLICATIVA A LA TEMÁTICA

Intervención del profesional de la Procura en el proceso penal.

1. Proceso penal.
2. Los distintos procedimientos penales.
2.1. Procedimientos ordinarios.
2.1.1. Procedimiento sumario ordinario.
2.1.2. Procedimiento abreviado.
2.1.3. Procedimiento por delitos leves.
2.2. Procedimientos penales especiales.
2.2.1. Procedimiento para el enjuiciamiento rápido de determinados
delitos.
2.2.2. Tribunal del Jurado.
2.2.3. Proceso penal de menores.
2.2.4. Proceso penal por violencia de género.
2.3.5. Otros procesos especiales.
3. Recursos en el orden penal
4. Ejecución de sentencias.

INTERVENCIÓN DEL PROFESIONAL DE LA PROCURA EN EL PROCESO PENAL

En el desarrollo de este documento nos vamos a centrar en la intervención del


profesional de la Procura haciendo hincapié en el aspecto de su participación directa en
el proceso como representante de la parte y como cooperador necesario con la
Administración de Justicia.

Es cierto que las funciones del Procurador de los Tribunales en su trabajo diario
en los distintos órdenes jurisdiccionales es común a todos ellos y, por eso, intentaremos
no reiterar dichas actuaciones.

Es de observar que el camino a la digitalización de la justicia, a través de las


distintas plataformas digitales en continua evolución y la llegada del expediente digital,
ha exigido la renovación y la formación constante del procurador, que se ha convertido
en pionero en la utilización de las distintas herramientas. Es cierto también que dicha
digitalización ha operado con mayor fuerza en unas “jurisdicciones” frente a otras, siendo
el ejemplo más palmario el orden jurisdiccional civil, pero, en el resto, el camino hacia
las nuevas tecnologías ha supuesto un avance más que considerable. Valga como ejemplo
la presentación telemática que ha establecido el Tribunal Constitucional para el recurso
de amparo, al que luego haremos referencia.

Procedamos ya a examinar la actuación del profesional de la Procura en los


distintos procesos penales, haciendo un breve resumen de ellos, jalonados con las
actuaciones más importantes de los procuradores en ellos.
1. PROCESO PENAL

El proceso penal se encuentra regulado en la Ley de Enjuiciamiento Criminal1, en


cuyas normas se abarca una amplia gama de aspectos destinados a investigar hechos con
apariencia delictiva, es decir, infracciones recogidas en el Código Penal, desde la
detección del delito y la recolección de pruebas, hasta la identificación de sus autores y
su grado de responsabilidad, así como el juicio y la posible ejecución de sentencias.

El proceso penal es esencial para que el Estado, a través del ius puniendi, ejerza
la aplicación del Derecho penal, persiguiendo y reprimiendo los delitos cometidos. Al
igual que en otras áreas del Derecho, en la “jurisdicción” penal es necesario contar con la
intervención de un abogado y un procurador; mientras el abogado defiende a sus clientes,
el procurador actúa como su representante procesal ante los órganos judiciales.

Aunque las funciones del procurador se mantienen constantes en las distintas


“jurisdicciones”, en los procesos penales son variadas y de gran importancia para
garantizar los derechos de las partes y el correcto desarrollo del procedimiento.

En primer lugar, el procurador es el encargado de recibir todas las notificaciones,


citaciones y emplazamientos dirigidos a la parte que representa, según establece el
artículo 182 LECrim: “Las notificaciones, citaciones y emplazamientos podrán hacerse
a los Procuradores de las partes.”

Otra función esencial es la presentación de escritos ante el juzgado en nombre de


su representado. El procurador se encarga de la correcta y diligente presentación tanto de
escritos de trámite como de escritos sustanciales donde se realizan alegaciones y
proposición de prueba. También se encarga del traslado previo de escritos entre las partes
del procedimiento y está facultado para hacer citaciones a la parte que representa cuando
sea necesario; así como puede realizar actos de comunicación a terceros no personados,
si el tribunal se lo solicita. Su presencia en la vista oral no suele ser necesaria si su cliente
está presente.

Además, el procurador debe realizar cualquier actividad que contribuya al buen


desarrollo del proceso, como el cómputo de plazos procesales o la colaboración estrecha
con el abogado de la parte para preparar la estrategia de defensa.

Por último, tiene la función de notificar al abogado y al propio cliente las


sentencias y autos que resuelvan incidentes, según prevé el artículo 160 de la Ley procesal
penal. La notificación al procurador tiene los mismos efectos que si se hubiera hecho
directamente a la parte. El artículo 160 LECrim dispone que “Las sentencias definitivas
se leerán y notificarán a las partes y a sus Procuradores en todo juicio oral el mismo día
en que se firmen, o a lo más en el siguiente.

1
Real Decreto de 14 de septiembre de 1882 por el que se aprueba la Ley de Enjuiciamiento Criminal
(Gaceta de Madrid núm. 260, de 17 de septiembre de 1882).
2. LOS DISTINTOS PROCEDIMIENTOS PENALES

La Ley de Enjuiciamiento Criminal estructura meticulosamente diversos


procedimientos penales adaptados a la naturaleza y gravedad de los delitos. El
Procedimiento Ordinario o Sumario es adecuado para delitos que pueden conllevar una
pena superior a nueve años de prisión. Por otro lado, el Procedimiento Abreviado es
utilizado para casos de menor gravedad, agilizando el proceso judicial. El procedimiento
de Enjuiciamiento Rápido se aplica en situaciones de delitos flagrantes, garantizando un
juicio expedito. El procedimiento de Delitos Leves aborda delitos con consecuencias
penales menores. Por último, el Procedimiento del Tribunal del Jurado se reserva para
ciertos delitos específicos, donde el veredicto es determinado por un jurado popular.

Estos procesos penales pueden iniciarse de oficio o a instancia de parte. Cuando


son iniciados a instancia de parte, ésta puede formular la acción penal mediante denuncia
o querella.

El Código Penal2 clasifica los delitos en públicos, semipúblicos y privados. La


iniciación de oficio del proceso penal sólo procede en los delitos de carácter público, es
decir, cuando se tiene conocimiento de la posible comisión de un delito público (notitia
criminis) el juez tiene la obligación de iniciar una investigación penal sobre los hechos,
según lo establecido en el artículo 303 LECrim. En cambio, en los delitos semipúblicos
y privados, la iniciación del proceso requiere querella o denuncia del ofendido.

Veamos a continuación cómo se inician habitualmente las causas penales:

Por atestado policial. Cuando la policía, en sus labores de investigación, tiene


conocimiento de la presunta comisión de un delito, levanta un atestado que remite al
juzgado de instrucción correspondiente. Este atestado da lugar a la apertura de diligencias
previas y el inicio del procedimiento de oficio.

Por denuncia (arts. 259 y 264 LECrim). Cualquier ciudadano que tenga
conocimiento de un delito público debe ponerlo en conocimiento de la policía, el
Ministerio Fiscal o el Juzgado de Guardia, sin que ello le convierta en parte acusadora.
Dicha obligación no comprende a los abogados ni procuradores que tuvieran
conocimiento de ellos a través de sus clientes (art. 263 LECrim).

Esta denuncia da lugar a la apertura de diligencias y al inicio del proceso penal a


instancia de parte. En este caso, la persona que pone los hechos en conocimiento de las
autoridades no adquiere la condición de parte acusadora, simplemente colabora con la
administración de justicia poniendo en su conocimiento la presunta comisión de un delito.
El procedimiento se seguirá (de oficio) por el Ministerio Fiscal o el juez instructor.

En la denuncia no es necesaria la actuación del procurador, salvo que quiera


personarse como parte acusadora, en cuyo caso deberá hacerla en forma y con los
requisitos previstos para la querella (arts. 270-281 LECrim).

2
Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal (BOE núm. 281, de 24 de noviembre de
1995).
Por querella. La querella es un documento presentado ante un juez de instrucción
en el que se comunican hechos que podrían ser delictivos, solicitando la apertura de un
proceso penal en el que el querellante se convierte en parte acusadora. Cualquier
ciudadano, independientemente de si han sido afectados por el delito o no, puede
interponer una querella utilizando la acción popular definida en el artículo 101 LECrim.
Los extranjeros también pueden presentar querellas por delitos contra ellos o sus bienes,
prestando fianza, salvo que estén exentos en virtud de tratados internacionales o por el
principio de reciprocidad (arts. 270 y 281 LECrim).

Además, la querella debe cumplir con algunos requisitos formales para ser
admitida: relatar los hechos, identificar al querellante y al querellado, y solicitar la
apertura de investigaciones. Asimismo, para presentar una querella, es esencial la
intervención de un procurador con un poder especial y la firma de letrado. El procurador
debe poseer un poder específico para formular la querella, y, en caso de no tenerlo, es
necesaria la firma del querellante o de un tercero en su nombre si el querellante no puede
o no sabe firmar (art. 277.7º LECrim). Asimismo, merece una mención especial la
querella por injurias o calumnias, pues, para que sea admitida, el querellante debe
acreditar haber intentado una conciliación con el querellado.

Art. 627 LECrim (traslado de la causa al querellante a través de su procurador):


“Transcurrido dicho término, el secretario judicial pasará los autos para instrucción por
otro, que no bajará de tres días ni excederá de diez, según el volumen del proceso, al
Ministerio Fiscal, si la causa versa sobre delito en que deba tener intervención, después
al Procurador del querellante, si se hubiere personado, y por último a la defensa del
procesado o procesados.”

En comparación con la denuncia, la querella presenta notables diferencias.


◌ Primero, la querella implica la voluntad de ser parte en el proceso penal, a
diferencia de la denuncia que constituye un acto de mera notificación. Además,
mientras presentar una denuncia es una obligación ciudadana, la interposición
de una querella es una elección.
◌ Otra diferencia es que la querella es válida tanto para delitos públicos como
para delitos privados, en contraste con la denuncia que solo aplica a delitos
públicos que son perseguibles de oficio, y a delitos semipúblicos.
◌ En cuanto a las formalidades, la denuncia no requiere cumplir con requisitos
específicos, mientras que la querella debe seguir ciertos criterios formales para
su admisión.
◌ Respecto a su presentación, la querella se interpone ante el juzgado
competente, mientras que la denuncia puede ser presentada ante la autoridad
judicial, el Ministerio Fiscal o la policía, ampliando las opciones disponibles
para su notificación.
◌ Por último, con relación a la postulación, para presentar una querella se
requiere la asistencia de un abogado y un procurador (con poder especial, salvo
ratificación expresa posterior del cliente), a diferencia de la denuncia que puede
ser presentada por cualquier persona sin necesidad de representación legal.

Una forma singular de denuncia, poco común, es la deducción de testimonio por


algún delito realizada desde el propio órgano jurisdiccional, al amparo del artículo 262
LECrim. Se trata de cuando el juez, durante unas actuaciones judiciales, señala que
existen indicios suficientes de la comisión de un delito distinto al objeto de esa actuación
judicial (que puede ser por falso testimonio -de testigos, peritos, intérpretes-, por
desobediencia, denuncia falsa, etc). Es una medida excepcional que se adopta en casos
muy evidentes y palmarios. En el caso de falso testimonio, suele darse cuando algún
testigo propuesto por la defensa, en su declaración como prueba de descargo, afirma de
forma contundente lo contrario de lo que ha quedado acreditado por las pruebas de la
acusación.

Veamos el argumento realizado por la STS 576/2017, de 19 de julio3:


FJ 1. “El primer motivo se articula por los cauces de la vulneración constitucional
que autoriza el art. 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial , considerando
infringido el art. 24 de la Constitución española en su vertiente de "proceso
debido con todas las garantías", y entre ellas la imparcialidad del juzgador,
estimando concurre la causa de abstención (y de recusación) prevista en el art.
219 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en su número sexto, esto es, "ser o
haber sido denunciante o acusador de cualquiera de las partes". Cierto es que la
propia Sala sentenciadora fue la que con anterioridad dedujo testimonio de la
incomparecencia del Letrado, originadora de la suspensión, y tras la oportuna
instrucción sumarial, el asunto fue visto por la misma Sala que había ordenado
tal deducción de testimonio, de conformidad con lo dispuesto en el art. 262 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal. Tal actuación se integra como un acto de
denuncia, no solamente por estar incluido tal precepto dentro de la ubicación
sistemática del Título I del Libro II de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, bajo la
rúbrica "De la denuncia", sino porque no debe exigirse en el concepto de
denuncia ningún componente subjetivo (animus persecutionis), aunque
ordinariamente acompañará a su formulación, en razón de que quien realiza tal
acto de impulso procesal habitualmente será el perjudicado por el delito, pero tal
denuncia es un mero acto de traslado de la "notitia criminis" al órgano encargado
de su persecución (véase el art. 259 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que
únicamente exige la mera presencia de la perpetración de cualquier delito
público)”.

2.1. Procedimientos ordinarios

La Ley de Enjuiciamiento Criminal regula los diferentes procedimientos penales


existentes en España, estableciendo las normas procesales para la investigación y
enjuiciamiento de los delitos.

Según la gravedad del delito y las circunstancias del caso, la Ley prevé distintos
tipos de procedimientos como el ordinario o sumario, el abreviado, el de enjuiciamiento
rápido, el de delitos leves y el del Tribunal del Jurado. Cada uno tiene sus propias
características y normas en cuanto a la intervención de las partes, las fases del proceso,
los plazos, los órganos competentes, etc.

3
STS 576/2017, de 19 de julio; Sala de lo Penal; Sección 1ª; Nº de Recurso: 36/2017; Nº de Resolución:
576/2017; ECLI:ES:TS:2017:3111.
Cuando un proceso es iniciado, su curso dependerá del tipo de procedimiento
aplicable. Si el caso no está contemplado en los supuestos del procedimiento abreviado
penal, se seguirá el procedimiento ordinario, evitando retroceder a menos que sea
necesario. Si se inició bajo el procedimiento sumario ordinario y el hecho enjuiciado
corresponde a los supuestos del procedimiento abreviado, según el artículo 760 LECrim,
se continuará siguiendo los trámites de este último. En el caso de que el hecho pueda ser
considerado un delito competente para el Tribunal del Jurado, se seguirán los trámites
establecidos en la Ley Orgánica 5/1995, de 22 de mayo, del Tribunal del Jurado4.

A continuación, se analizarán con más detalle los distintos procedimientos penales


ordinarios previstos en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, especificando en cada uno de
ellos el papel y funciones que desempeña el procurador según las normas procesales
vigentes. Y, aunque en la doctrina científica no suele existir unanimidad a la hora de
clasificar determinados procesos como ordinarios o especiales, vamos a analizar aquí, a
continuación, como procesos ordinarios: el procedimiento ordinario por delitos graves
(sumario), el procedimiento abreviado, y el procedimiento por delitos leves.

2.1.1. Procedimiento sumario ordinario

En el momento de la creación de la Ley, el procedimiento Sumario Ordinario


estaba establecido como el procedimiento habitual para el enjuiciamiento penal. Sin
embargo, en la actualidad el procedimiento que se considera como habitual es el
Procedimiento Abreviado. En este sentido, el Sumario Ordinario, que en su momento era
el enfoque estándar para llevar a cabo procesos judiciales, ha sido relegado a un
procedimiento especializado.

En la actualidad, el Sumario Ordinario se reserva específicamente para casos de


delitos graves que conllevan penas privativas de libertad superiores a nueve años. Se
encuentra regulado en los artículos 299 a 749 LECrim. Su finalidad es la de instruir y
juzgar delitos castigados con pena en abstracto de más de nueve años de prisión. La
instrucción le corresponderá al Juzgado de Instrucción competente. El enjuiciamiento
corresponderá a la Audiencia Provincial.

La fase de instrucción del procedimiento ordinario se llama sumario, que implica


reunir pruebas y documentar la comisión de delitos como preparación para el juicio. Estas
diligencias permiten calificar el delito y la culpabilidad de los delincuentes, y los delitos
conexos se tratan en un solo proceso. Las partes personadas pueden intervenir y conocer
las actuaciones en todo momento. En casos de delito público, el Juez de instrucción puede,
a solicitud del Ministerio Fiscal o partes acusadoras, declarar el sumario total o
parcialmente secreto por hasta un mes.

Los Jueces de Instrucción son responsables de formar el sumario. Se recogen


vestigios, armas o efectos relacionados con el delito, y se practica la inspección ocular
(arts. 326 y ss. LECrim). Si el delito involucra lesiones, los médicos deben informar. La
identidad y circunstancias personales del delincuente se establecen mediante
reconocimiento judicial. Los antecedentes penales se incluyen en la causa. Cuando hay
indicios de criminalidad, se emite un auto de procesamiento, que puede ser apelado. Un

4
BOE núm. 122, de 23 de mayo de 1995.
auto de procesamiento firme y la prisión provisional pueden resultar en la suspensión de
cargos públicos del procesado.

La fase de instrucción del procedimiento sumario concluye con resoluciones


según los resultados de la investigación. Si el Juez considera delito leve el hecho, lo remite
al Juzgado competente, convocando a las partes.

Si la instrucción ha concluido, se declara el fin del sumario y los autos se envían


al Tribunal para enjuiciar. El auto de conclusión se notifica al Ministerio Fiscal,
querellante particular, procesado y responsables civiles.

La fase intermedia evalúa si la instrucción es correcta o si más diligencias son


necesarias. En el Tribunal de enjuiciamiento, los autos y pruebas se reciben y un
Magistrado Ponente se designa. Se abren los pliegos y se verifica el estado. Los escritos
de conformidad o nuevas diligencias se presentan ante el Tribunal. Si el auto del Juez de
instrucción es confirmado, se resuelve la apertura del juicio o el sobreseimiento.

El juicio oral comienza con la apertura de la causa, la calificación de los hechos


por el Ministerio Fiscal, seguido por las acusaciones particulares y el actor civil. Los
procesados y terceras personas civiles responsables también califican los hechos. Tras
esto, el letrado de la Administración de Justicia establece el inicio de las sesiones del
juicio oral.

De esta manera, devuelta la causa por el Fiscal, el letrado de la Administración de


Justicia “pasará por igual término y con el mismo objeto al acusador particular, si lo
hubiere, quien presentará el escrito de calificación firmado por su Abogado y
Procurador en la forma anteriormente indicada” (art. 651 LECrim).

A continuación, el letrado de la Administración de Justicia “comunicará la causa


a los procesados y a las terceras personas civilmente responsables, para que en igual
término y por su orden manifiesten también, por conclusiones numeradas y correlativas
a las de la calificación que a ellos se refiera, si están o no conformes con cada una, o en
otro caso consignen los puntos de divergencia. Por el Letrado de la Administración de
Justicia se interesará la designación al efecto de Abogado y Procurador, si no los
tuviesen.” (art. 652 LECrim).
A continuación, el Tribunal emitirá un auto para decidir si admite o no las pruebas
que han sido propuestas por las partes, el cual no es susceptible de recurso. A raíz de este
auto, el letrado de la Administración de Justicia fijará la fecha y la hora exacta en la cual
deben dar inicio las sesiones del juicio oral.

El juicio oral representa el punto culminante del proceso, donde se practicarán las
pruebas (arts. 701-731 bis LECrim: examen de los testigos, periciales, pruebas
documentales, inspección ocular...) que determinarán la culpabilidad o inocencia del
acusado.

Durante este período, las partes presentarán sus argumentos y evidencias ante el
Tribunal, buscando establecer su posición y sustentar sus alegaciones. Es en este
escenario donde se garantiza el derecho a la defensa y a la confrontación de pruebas,
permitiendo que ambas partes expongan sus versiones y se demuestre la verdad material.
La decisión sobre la admisión de las pruebas es una etapa fundamental, ya que determina
los límites y la estructura del juicio.

Una vez practicadas todas las pruebas, las partes tienen la oportunidad de
modificar las conclusiones presentadas en los escritos de calificación (art. 732 LECrim).
Es posible que estas conclusiones sean formuladas en forma alternativa, “para que si no
resultare del juicio la procedencia de la primera, pueda estimarse cualquiera de las
demás en la sentencia” (art. 653 LECrim).

Cuando llegue el momento de presentar informes, el Presidente concederá la


palabra al Fiscal y, posteriormente, al defensor del acusador particular si lo hubiere. En
sus informes, las partes presentarán los hechos probados en el juicio, su calificación legal,
la participación de los procesados y la responsabilidad civil que hayan asumido. El
Presidente dará la palabra al defensor del actor civil, si existe, para tratar puntos
relacionados con la responsabilidad civil. Luego, se otorgará la palabra a los defensores
de los procesados y, si corresponde, a los de las personas civilmente responsables. Estos
informes se ajustarán a las conclusiones formuladas (arts. 734-735 LECrim).

Una vez concluidos los informes de las partes, solo se permitirá la rectificación de
hechos y conceptos. Posteriormente, el Presidente preguntará a los procesados si desean
manifestar algo al Tribunal, otorgándoles la palabra si responden afirmativamente (art.
739 LECrim). Finalmente, el Presidente declarará el juicio concluido para sentencia.
El Tribunal, “apreciando según su conciencia las pruebas practicadas en el
juicio, las razones expuestas por la acusación y la defensa y lo manifestado por los
mismos procesados”, dictará sentencia. “Siempre que el Tribunal haga uso del libre
arbitrio que para la calificación del delito o para la imposición de la pena le otorga el
Código Penal, deberá consignar si ha tomado en consideración los elementos de juicio
que el precepto aplicable de aquél obligue a tener en cuenta” (art. 741 LECrim). El
Tribunal no podrá usar la fórmula de sobreseimiento respecto a acusados a quienes no
crea que debe condenar.

La sentencia resolverá todas las cuestiones debatidas en el juicio, condenando o


absolviendo a los procesados no solo por el delito principal y sus conexos, sino también
por las “faltas” incidentales (art. 742 LECrim). Además, la sentencia abordará las
cuestiones relacionadas con la responsabilidad civil discutidas en el juicio.

Dictada la sentencia, el letrado de la Administración de Justicia notificará por


escrito a los perjudicados por el delito, incluso si no han sido parte en el caso.

En el procedimiento sumario ordinario es necesaria la presencia del procurador en


la fase de instrucción, la fase intermedia y durante la fase del juicio oral. Como dijimos,
la actuación del procurador es preceptiva desde el inicio de este procedimiento,
cumpliendo las funciones de notificación y presentación de escritos, así como de
colaboración con su representado y los órganos judiciales. La obligación de estar
comparecido con abogado y procurador se desprende de los artículos 109 bis.2, 113 y 301
LECrim5.

5
ASO ROCA / FERNÁNDEZ LÓPEZ, El procurador de los tribunales como eficaz colaborador de la
Administración de Justicia, Ed. Juruá, 2022, pág. 71.
Mención especial merece el traslado de la causa para la práctica de los escritos de
acusación particular y defensa que veremos, principalmente, en el procedimiento
abreviado. Dado el enfoque más garantista de este procedimiento, el papel del procurador
se extiende a las tres fases del sumario: investigación o instrucción, fase intermedia con
remisión de la causa a la Audiencia Provincial donde se presentarán los escritos de
acusación y defensa, y fase de juicio oral.

2.1.2. Procedimiento abreviado

El Procedimiento Abreviado o Diligencias Previas, regulado en los artículos. 757


y ss. LECrim, se utiliza para la instrucción y enjuiciamiento de las causas por delito que
lleve aparejada una pena de prisión no superior a nueve años, o pena de distinta
naturaleza, ya sea única, conjunta o alternativa, cualquiera que sea su cuantía o duración.

La instrucción del mismo corresponderá al Juzgado de Instrucción competente. El


enjuiciamiento, a los Juzgados de lo Penal si la pena en abstracto (pena asociada al delito
por el que se acusa) no supera los cinco años de prisión o diez de otro tipo, y a la Audiencia
Provincial, cuando supera esos cinco años o diez si no es de prisión.

Podemos afirmar que este es el procedimiento estrella en los tribunales españoles,


atendiendo a la gran cantidad de infracciones penales que absorbe, que determinará que
estadísticamente sea el más presente en nuestros juzgados.

Este proceso se desglosa en tres fases bien definidas. En la primera fase, conocida
como instrucción o diligencias previas, se inicia por denuncia, querella o atestado policial,
cobrando protagonismo la Policía Judicial y otras fuerzas de seguridad para averiguar el
delito, asegurar al delincuente y recopilar información crucial para fundamentar la
acusación que realizará el Ministerio Fiscal y/o otras partes acusadoras. La instrucción
debe dirigirse a determinar la naturaleza y circunstancias del hecho, así como las personas
involucradas.
Tras la práctica de las diligencias, el Juez deberá decidir si existen indicios de la
comisión de algún delito. En caso afirmativo, dictará auto de procedimiento abreviado;
por el contrario, si no los hay, dictará auto acordando el sobreseimiento. Ambos autos son
recurribles.

Una vez dictado el auto de procedimiento abreviado se abrirá la fase intermedia,


que será tramitada por el mismo Juzgado de Instrucción. Durante esta fase, las partes
personadas, el Ministerio Fiscal y, en caso de existir, la acusación particular, deberán
formular el escrito de acusación.

Si se formula escrito de acusación, el Juzgado de Instrucción dictará auto de


apertura de juicio oral por el delito por el que se formula acusación, que será notificado a
la defensa del investigado, para que presente su escrito de defensa.

Es a partir del auto de apertura de juicio oral cuando la postulación por procurador
es preceptiva, aunque su personación puede haber existido desde el principio del
procedimiento.
Es en ese momento cuando, calificado por el Ministerio fiscal y la acusación
particular el presunto delito, se da traslado de la causa, a través del procurador, para
realizar el escrito de conclusiones provisionales o escrito de defensa. Efectivamente, el
procurador se personará en dependencias judiciales para retirar la causa y dar traslado al
letrado para la elaboración del escrito de defensa dentro del plazo legal (diez días). Una
vez realizado tal escrito, se procederá a su presentación vía Lexnet con traslado a las
demás partes personadas.

Hoy día, con la implantación de las nuevas tecnologías, el traslado de la causa


penal puede realizarse por medios informáticos tales como la plataforma ACCEDA o la
equivalente según el territorio.

Acto seguido, se remitirá al Juzgado de lo Penal competente (o Audiencia


provincial, dependiendo de la pena en abstracto) el expediente a fin de proceder a su
enjuiciamiento.

Una vez recibido el expediente por el Juzgado de lo Penal, éste, mediante auto,
admitirá o inadmitirá las pruebas propuestas por las partes, y señalará día para la
celebración del acto del juicio. No es preceptiva la presencia del procurador en el acto de
la vista.

La celebración del juicio oral requiere la presencia del acusado y su abogado


defensor. Sin embargo, si hay múltiples acusados y uno de ellos falta sin motivo legítimo,
el Juez o Tribunal, tras oír a las partes, puede decidir continuar el juicio para los demás.
Tampoco se suspenderá el juicio por inasistencia del acusado cuando la pena pedida no
exceda dos años de privación de libertad o, si es diferente, su duración no supere seis
años, si el Juez o Tribunal, tras solicitud del Ministerio Fiscal o la parte acusadora y
escuchando a la defensa, considera que existen pruebas suficientes para enjuiciar, siempre
que el acusado haya sido citado personalmente o en el domicilio indicado en el artículo
775 LECrim. La ausencia injustificada del tercero responsable civil citado de manera
adecuada tampoco suspende el juicio (art. 786 LECrim).

En el acto de juicio, el Juez puede emitir una sentencia oral registrada en el acta
con el fallo y una breve motivación, sin perjuicio de la ulterior redacción de aquélla. Si
no hay apelaciones por parte del Fiscal y las partes al conocer el fallo, el Juez declarará
la sentencia firme en ese momento y decidirá sobre la suspensión o sustitución de la pena
impuesta.

Tras el juicio se dictará sentencia: en caso de ser condenatoria y una vez adquiera
firmeza, se deberá proceder a ejecutar su fallo. Si fuera condenatoria, una vez ejecutada,
se procederá a su archivo.

La sentencia no puede ser más gravosa que la solicitada por las acusaciones ni
condenar por un delito diferente que implique cambios sustanciales, a menos que alguna
acusación haya aceptado previamente la propuesta del Juez o Tribunal según el artículo
788.4 LECrim (requerimiento para modificar las conclusiones definitivas, una vez
terminada la práctica de la prueba, solicitando al Ministerio Fiscal y a los letrados un
mayor esclarecimiento de hechos concretos de la prueba y la valoración jurídica de los
hechos, sometiéndoles a debate una o varias preguntas sobre puntos determinados).
Además, el letrado de la Administración de Justicia notificará por escrito la
sentencia a las víctimas y perjudicados por el delito, incluso si no formaron parte en el
proceso. Si la instrucción del caso fue realizada por un Juzgado de Violencia sobre la
Mujer, se remitirá la sentencia inmediatamente a dicho juzgado, así como la declaración
de firmeza y la sentencia de segunda instancia en caso de revocación parcial o total de la
sentencia previa.

En relación a las sentencias dictadas en ausencia del acusado, podrá ser recurrida
en anulación por el condenado, en el mismo plazo y con iguales requisitos y efectos que
los establecidos en el recurso de apelación. El plazo se contará desde el momento en que
se acredite que el condenado tuvo conocimiento de la sentencia (art. 793 LECrim).

Es pertinente destacar que, en el procedimiento abreviado, quien quiera


comparecer como acusación durante la instrucción, deberá hacerlo en forma y requisitos
previstos para la querella (arts. 270-281 LECrim). Con relación al momento, las personas
perjudicadas pueden ejercer la acción penal hasta el comienzo del juicio oral, uniendo su
caso al del Ministerio Fiscal u otras acusaciones (art. 110 LECrim). Es importante resaltar
también que, si no participan activamente en el caso, esto no significa que renuncien a
sus derechos de obtener restitución, reparación o indemnización que pueda ser
determinada en una sentencia. Para renunciar a estos derechos, deben hacerlo de manera
explícita y definitiva.
En relación al acusado, hay que destacar que cualquier persona a la que se le
impute un delito, desde el mismo momento de la detención, tiene garantizado el derecho
de defensa así como otros derechos incluido en el artículo 118 LECrim -los cuales tienen
que serles instruidos sin demora justificada-, por lo que el abogado designado libremente
o el de oficio, tendrá la habilitación legal para la representación de su defendido, mientras
no sea necesaria la intervención de procurador, que es en la apertura del juicio oral (art.
768 LECrim). Aún no siendo necesaria, no es infrecuente la designación del procurador
ya en la fase de instrucción. Si no se ha designado procurador, una vez dictado el Auto
de apertura del juicio oral, se deberá designar, o se le será designado, un procurador que
le represente a partir de ese momento y para el resto de las fases del proceso penal; tal y
como establece el artículo 118.3 LECrim:

Art. 118.3 LECrim: “Para actuar en el proceso, las personas investigadas


deberán ser representadas por procurador y defendidas por abogado, designándoseles
de oficio cuando no los hubiesen nombrado por sí mismos y lo solicitaren, y en todo caso,
cuando no tuvieran aptitud legal para hacerlo.
Si no hubiesen designado procurador o abogado, se les requerirá para que lo
hagan o se les nombrará de oficio si, requeridos, no los nombrasen, cuando la causa
llegue a estado en que se necesite el consejo de aquéllos o haya de intentar algún recurso
que hiciese indispensable su actuación”.

La intervención del procurador en este momento, al igual que ocurre con otros
procedimientos, se centra en la notificación de la sentencia recaída, así como en la
presentación, si procede, de los correspondientes y sucesivos recursos de apelación y
casación, en caso de ser aplicables, mediante la plataforma Lexnet o a través de la
respectiva plataforma judicial, con el preceptivo traslado de copias a las demás partes
personadas.
2.1.3. Procedimiento por delitos leves

Para el enjuiciamiento de los delitos leves será competente el Juzgado de


Instrucción. El artículo 962 LECrim establece que la Policía Judicial, al tener
conocimiento de un hecho que se asemeje a un delito leve de lesiones, maltrato de obra,
hurto flagrante, amenazas, coacciones o injurias, deberá citar de inmediato al Ministerio
Fiscal, a los ofendidos, perjudicados, denunciantes, denunciados y testigos ante el
Juzgado de Guardia. Se les informará sobre las consecuencias de no comparecer y de la
posibilidad de realizar el juicio de manera inmediata en el Juzgado de Guardia, incluso
en su ausencia. Además, se les proporcionará la información sobre sus derechos.

En los casos en que no se pueda celebrar el juicio durante el servicio de guardia,


se establecen procedimientos para su realización posterior, ya sea dentro del mismo
juzgado o remitiendo el caso a otro juzgado competente.

La sentencia deberá ser dictada por el Juez, tomando en cuenta las pruebas
presentadas y expresando si ha considerado los elementos de juicio requeridos por el
Código Penal. La sentencia será notificada a los ofendidos y perjudicados por el delito
leve, incluso si no han participado en el procedimiento.
El plazo para interponer el recurso de apelación contra sentencia es más breve,
con cinco días para presentar el recurso (art. 976 LECrim) y diez días para impugnar
(artículo 976.2).

En este tipo de procedimientos (los antiguos juicios de faltas) no es preceptiva la


intervención de abogado ni de procurador, aunque sea aconsejable en beneficio del
justiciable.
Sin embargo, dentro de este contexto, el artículo 967 LECrim establece una
excepción que merece ser señalada. En el caso de delitos leves sancionados con una multa
que tenga una duración máxima de al menos seis meses, se hace obligatoria la
intervención de un abogado y un procurador.

Art. 967.2 LECrim: “sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo anterior, para el


enjuiciamiento de los delitos leves que lleven aparejada pena de multa cuyo límite
máximo sea al menos de seis meses, se aplicaran las reglas generales de defensa y
representación”.

En relación con la ejecución de las sentencias en casos de delitos leves, el artículo


984 LECrim establece que será el órgano que conoció del juicio quien se encargue de la
ejecución. Si no puede llevar a cabo todas las diligencias necesarias, puede dirigirse al
órgano judicial de la circunscripción donde deben ocurrir para que las practique.

2.2. Especialidades procesales y procesos especiales

BARONA VILAR diferencia entre especialidades procedimentales, presitas para


todo tipo de hechos punibles, salvo que se determine lo contrario, donde el criterio que
permite la diversidad es la gravedad del hecho delictivo y la pena que lleva aparejada,
situando en este ámbito: el proceso por aceptación del decreto, los delitos de violencia de
género, los procesos contra diputados y senadores, o los de calumnia e injuria, entre otros.
Mientras que, para la autora, los procedimientos especiales son privilegios que se prevén
para determinados delitos concretos o con determinadas circunstancias objetivas o
personales, entre los que se encontrarían, el proceso ante el Tribunal del Jurado, el de
menores o el militar.

Por su parte, CORTÉS DOMÍNGUEZ y MORENO CATENA sitúan entre los


procesos penales especiales y con especialidades al Jurado, los Juicios Rápidos, las
injurias y calumnias, los delitos cometidos por medios o soportes de comunicación, los
delitos de violencia contra la mujer, etc. En línea, más o menos coincidente se sitúan
también GIMENO SENDRA y DÍAZ MARTÍNEZ.

Por tanto, sin pretensiones de rigor científico propio de la doctrina procesal penal
más autorizada, abordaremos a continuación los siguientes procedimientos:

2.2.1. Procedimiento para el enjuiciamiento rápido de determinados delitos

Los llamados Juicios Rápidos, o Diligencias Urgentes, son procedimientos legales


diseñados para agilizar el enjuiciamiento de ciertos delitos. Estos casos deben cumplir
una serie de requisitos establecidos en el artículo 795 LECrim. Entre estos requisitos se
encuentran: que el procedimiento sea iniciado mediante un atestado policial; que el delito
sea flagrante y que esté castigado con una pena privativa de libertad que no supere ciertos
límites (delitos que lleve aparejada pena de prisión no superior a cinco años, o diez si es
de otra naturaleza); además, la persona involucrada debe haber sido detenida o citada en
calidad de denunciado; y los hechos deben ser relativamente sencillos de instruir. Sin
embargo, no puede tratarse de casos en los que se deba acordar el secreto de las
actuaciones.

Los delitos que pueden ser enjuiciados mediante el proceso de juicio rápido
incluyen: lesiones, coacciones, amenazas, hurto, robo, delitos contra la seguridad del
tráfico, daños, delitos contra la salud pública y delitos flagrantes relacionados con
propiedad intelectual e industrial, según lo establecido en el art. 795 LECrim.

El objetivo principal de los juicios rápidos es acelerar la justicia en casos con


pruebas claras y hechos simples. Además, en estos procedimientos existe la posibilidad
de que el acusado preste conformidad con la acusación presentada por el Ministerio
Fiscal, lo que puede resultar en una reducción de la pena propuesta. Sin embargo, esta
conformidad implica admitir la culpabilidad.

En el Juicio Rápido se podrá interponer recurso de apelación contra la sentencia


del Juzgado de lo Penal en un plazo de cinco días, con un plazo adicional de cinco días
para impugnar. La tramitación de estos recursos tendrá carácter preferente.

En este tipo de procedimientos la actuación del procurador se produce con la


notificación del Auto de señalamiento de juicio y la posterior sentencia. Hasta ese
momento, el artículo 797.3 LECrim permite que el abogado designado para la defensa
tenga habilitación legal para la representación de su defendido en todas las actuaciones
que se verifiquen ante el Juez de Guardia.
2.2.2 Tribunal del Jurado

La Ley Orgánica 5/1995, de 22 de mayo, del Tribunal del Jurado (LOTJ) se utiliza
en procedimientos penales limitados a ciertos delitos, como homicidios (que no sean ni
imprudentes ni en grado de tentativa), amenazas, omisión de socorro, allanamiento de
morada, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, entre otros.

Su fundamento, como derecho subjetivo de los ciudadanos, se encuentra en el


artículo 125 CE: “Los ciudadanos podrán ejercer la acción popular y participar en la
Administración de Justicia mediante la institución del Jurado, en la forma y con respecto
a aquellos procesos penales que la ley determine, así como en los Tribunales
consuetudinarios y tradicionales.”

La singularidad del proceso de Jurado va más allá de la fase de juicio oral, también
afecta a la etapa de instrucción. En esta fase, se establece una regulación diferenciada del
Sumario ordinario y del Abreviado, inspirada en el sistema acusatorio. Esto limita las
facultades del Juez de Instrucción en ciertos aspectos, ya que su decisión se condiciona a
las posturas de las partes en los diversos trámites.

A pesar de estas particularidades normativas, es importante tener en cuenta que lo


no regulado expresamente en la Ley del Jurado se regirá supletoriamente por las
disposiciones de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Dado que no se hace mención
específica, esta referencia se entenderá aplicable al procedimiento ordinario establecido
en la Ley procesal penal. Esto tendrá especial relevancia en lo que respecta a los recursos
contra resoluciones interlocutorias.

En la práctica, se busca eficiencia en la tramitación al iniciar mediante diligencias


previas y luego, una vez que esté todo instruido, transformar el caso en un proceso del
Jurado. Esto evita un proceso de instrucción larga bajo los cauces del sumario ordinario
o de la instrucción del proceso del Tribunal del Jurado.
Una vez incoado el procedimiento del Tribunal del Jurado, se convocará una
comparecencia a la que asistirán los acusados, perjudicados, Ministerio Fiscal y
acusaciones. El Juez de Instrucción comenzará por escuchar al Ministerio Fiscal y,
posteriormente, a los acusadores personados, quienes concretarán la imputación. Luego,
escuchará al letrado del imputado, quien expondrá su defensa y podrá solicitar el
sobreseimiento si existen fundamentos según los artículos 637 o 641 LECrim. Durante
estas intervenciones, las partes tendrán la posibilidad de solicitar las diligencias de
investigación que consideren pertinentes (art. 25 LOTJ).

El juez decidirá continuar o sobreseer el procedimiento y resolverá sobre las


diligencias solicitadas que afecten la apertura del juicio oral. Las partes tendrán cinco días
para presentar escritos de conclusiones provisionales y expresar si se debe abrir juicio
oral. Luego, la defensa presentará su calificación y todas las partes podrán pedir
diligencias complementarias.

El escrito para solicitar la apertura del juicio oral contendrá los elementos del
artículo 650 LECrim. Este escrito será trasladado a la representación del acusado, quien
presentará su calificación de acuerdo al artículo 652 LECrim. Tanto la acusación como la
defensa podrán proponer diligencias adicionales para la audiencia preliminar en sus
respectivos escritos, pero no podrán repetir aquellas que ya se hayan realizado con
anterioridad.

Si alguna de las partes considera que no todos los hechos delictivos son
competencia del Tribunal del Jurado, podrán solicitar la adecuación del procedimiento en
sus escritos de solicitud de juicio oral, para que sean remitidos al órgano jurisdiccional
competente para el seguimiento de la causa correspondiente.

En la etapa del Tribunal del Jurado, se programa una Audiencia Preliminar para
evaluar la apertura del juicio oral. En esta audiencia, se practicarán las diligencias
propuestas y se podrán proponer más en el momento. Las acusaciones pueden ajustar su
solicitud de apertura sin modificar los hechos.
Si se decide la apertura del juicio oral, se especificarán los hechos, personas
acusadas, fundamentación, órgano competente y se emplazará a las partes para
presentarse ante el Tribunal. Las partes pueden plantear cuestiones previas que serán
resueltas en vista. El Magistrado-Presidente emitirá un auto de hechos justiciables que
detallará los hechos enjuiciables, su ejecución, participación del acusado, delito y medios
de prueba, además de fijar la fecha del juicio oral.

La selección de jurados se realiza por sorteo público, y los seleccionados forman


una lista de candidatos que es válida durante dos años. El Tribunal de Jurado se forma
específicamente para cada causa, treinta días antes del juicio oral, y los miembros
participan solo en esta fase.

En el juicio oral, se realiza el juramento de los jurados, se leen los escritos de


acusación y defensa, y se presentan los argumentos de ambas partes.

El veredicto del jurado consta de tres partes: la declaración de prueba del delito,
la declaración de otros hechos probados y la declaración de culpabilidad o inocencia del
acusado. Para un veredicto, se requiere una mayoría de votos: siete de nueve para
culpabilidad y cinco de nueve para no culpabilidad.

Los principios de justicia para el Jurado son independencia, responsabilidad y


sumisión a la ley. El veredicto es su responsabilidad exclusiva y no deben recibir
influencias externas. Basado en el veredicto, el Magistrado-Presidente dicta la sentencia,
incluyendo la pena o absolución y complementando las razones dadas por el jurado.

En estos procedimientos, la intervención del procurador es obligatoria desde el


auto de juicio oral, tal como se especifica en el artículo 29 LOTJ: 1 .El escrito solicitando
la apertura del juicio oral tendrá el contenido a que se refiere el artículo 650 de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal. 2. De dicho escrito se dará traslado a la representación del
acusado, quien formulará escrito en los términos del artículo 652 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal. 3. En ambos casos, se podrá hacer uso de las alternativas
previstas en el artículo 653 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
2.2.3. Proceso penal de menores

El proceso penal de menores, el cual se rige por la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de


enero, reguladora de la responsabilidad penal de los menores6 (LORPM), se aplica a
individuos entre catorce y dieciocho años que han cometido actos tipificados como
delitos. En este proceso, la instrucción está a cargo del Fiscal de Menores, que puede
comenzar de oficio o tras una denuncia (art. 16 LORPM), mientras que el juicio oral es
responsabilidad del Juez de Menores.

El proceso penal para menores se estructura en tres fases esenciales: fase


preliminar, fase de instrucción y fase de enjuiciamiento o audiencia, seguida de la fase de
ejecución.

Durante la fase preliminar (arts. 16 a 27 LORPM), el Ministerio Fiscal realiza las


diligencias pertinentes para verificar si los hechos son constitutivos de delito y, de ser así,
se inicia un expediente de reforma. La fase de instrucción está a cargo del Ministerio
Fiscal, quien investiga los hechos y circunstancias del menor, pudiendo solicitar medidas
cautelares. El papel del equipo técnico es crucial, ya que analiza la situación del menor y
propone medidas adecuadas para su bienestar. Al concluir esta fase, el Fiscal decide si
procede a sobreseer el caso o elaborar un escrito de alegaciones para avanzar al
enjuiciamiento.

Durante la fase de enjuiciamiento o audiencia (arts. 31-37 LORPM), el Juez inicia


el trámite de audiencia, en el cual deben estar presentes el Ministerio Fiscal, el equipo
técnico, el menor, su abogado y representante legal. Tras la presentación de pruebas y la
escucha de todas las partes, el caso se declara visto para dictar sentencia (arts. 36, 38 y
39 LORPM). Finalmente, el Juez de Menores emite la sentencia, que puede ser apelada
ante la Audiencia Provincial.

En cuanto a las medidas o sanciones que puede imponer el Juez de Menores, éstas
varían según la gravedad del delito y las circunstancias del menor. Las medidas privativas
de libertad incluyen el internamiento en diferentes regímenes, ya sea cerrado, semi-
abierto, abierto o permanencia durante fines de semana. Las medidas no privativas de
libertad abarcan opciones como: asistencia a un centro de día, libertad vigilada,
prohibiciones específicas, convivencia con otras familias, prestaciones comunitarias,
privación de licencias y medidas terapéuticas, entre otras.

En este tipo de procesos, dado su fundamento en la reorientación y reeducación


que prioriza el interés del menor, la representación del procurador es opcional; como
podemos observar de lo indicado por el AAP de Las Palmas de Gran Canaria 597/2020,
de 30 de julio7:

FJ 1. “En el proceso de menores, dada sus peculiaridades en torno a su


manifestado fundamento de reorientación y reeducación, prevaleciendo el interés del
menor, si bien se reconoce capacidad de actuación y postulación a los perjudicados, la
Ley reguladora de la responsabilidad penal de menores contempla ciertas

6
BOE núm. 11, de 13 de enero de 2000.
7
AAP de Las Palmas de Gran Canaria 597/2020, de 30 de julio; Sección 1ª; Nº de Recurso: 500/2020; Nº
de Resolución: 597/2020; ECLI:ES:APGC:2020:469A
pecualiaridades. En palabras de la STC 23/2016, de 15 de febrero "De ahí que, aun
cuando la Ley Orgánica reguladora de la responsabilidad penal de los menores reconoce
el derecho de las personas directamente ofendidas por el delito o de sus representantes,
a ejercitar la acusación particular (art. 25), se consagran amplias facultades, fundadas
en este interés prevalente y atribuidas a la decisión del Ministerio Fiscal y del Juez de
Menores, sobre la no iniciación del proceso (desistimiento de la incoación del expediente
ex art. 18), la no prosecución del mismo (sobreseimiento por conciliación o reparación
entre el menor y la víctima ex art. 19 o, en interés del menor, por haber sido expresado
suficientemente el reproche al mismo a través de los trámites ya practicados, o por
considerar inadecuada para el interés del menor cualquier intervención, dado el tiempo
transcurrido desde la comisión de los hechos ex art. 27.4 y la imposición y ejecución de
las medidas (circunstancias a valorar en la imposición ex art. 39, suspensión condicional
de la medida impuesta ex art 40, de sustitución de la misma o de dejarla sin efecto durante
su ejecución, ex art. 50.2 y 51)”.

2.2.4. Proceso penal por violencia de género

El procedimiento judicial en casos de violencia de género se inicia cuando una


mujer denuncia malos tratos, ya sean físicos o psicológicos, por parte de su pareja o ex-
pareja hombre. En realidad, no es un proceso especial como tal, sino que por razón de los
sujetos, se otorgan unas especialidades al proceso ordinario.

Después de presentar la denuncia por violencia de género, la policía procede a la


detención del denunciado, el cual permanece en los calabozos durante uno o dos días y
luego es llevado al juzgado. En el juzgado, el juez toma decisiones sobre su liberación o
prisión provisional, así como sobre la imposición de una orden de alejamiento.

En relación a la denuncia efectuada por la víctima, aprovechamos para mencionar


la SAP de Zamora, de 22 de marzo de 20228, que recopila jurisprudencia en la materia:

FJ 3. “Hemos de recordar en este punto la doctrina del Tribunal Supremo, entre


ellas la sentencia nº 725/2007, de 13 de septiembre, que considera que la declaración de
la víctima tiene valor inculpatorio aun cuando sea la única prueba de la que intente
valerse la acusación, ya que "nadie debe padecer el perjuicio de que el suceso que motiva
el procedimiento penal se desarrolle en la intimidad de la víctima y del inculpado, so
pena de propiciar situaciones de incuestionable impunidad"(sic), por lo que la sola
declaración de la víctima tiene aptitud para provocar el decaimiento de la presunción de
inocencia (SSTS 434/99, 486/99, 862/2000, 104/2002, 470/2003, 593/2006, entre otras;
así como del Tribunal Constitucional, SSTC 201/89, 160/90, 229/91, 64/94, 16/2000,
entre otras muchas). En efecto, ha señalado el Tribunal Supremo (por todas, sentencia
de 16 de mayo de 2007) que la declaración de la víctima, sobre todo en los delitos
cometidos en la intimidad, puede integrar la prueba de cargo necesaria para provocar
el decaimiento de la presunción de inocencia, pues de otra manera se crearían espacios
de impunidad inaceptables con relación a aquellos ilícitos penales, por lo general de
extrema gravedad, que precisamente por serlo imponen prácticamente para su posible

8
SAP de Zamora 20/2022, 22 de marzo; Sección 1ª; Nº de Recurso: 11/2022; Nº de Resolución:
20/2022;ECLI:ES:APZA:2022:148
comisión que la misma tenga lugar en circunstancias que impiden o dificultan en extremo
la presencia de testigos directos”.

El juez instructor competente es el de violencia sobre la mujer, que es quien evalúa


si hay indicios de delito. Este proceso se refiere a situaciones donde el agresor haya
mantenido una relación con la víctima definida por el art. 173.2 del Código Penal.

Generalmente, la instrucción de estos procesos seguirá los cauces de los juicios


rápidos, aplicándose a delitos como lesiones, coacciones, amenazas y violencia física o
psicológica habitual. Pero, como hemos visto, dependerá si se cumple el artículo 795
LECrim para seguir los cauces del Juicio Rápido o bien se instruirá como Diligecias
Previas del Procedimiento Abreviado.

La duración de la fase de investigación varía según el tipo de procedimiento. En


los procedimientos de juicio rápido, las diligencias urgentes se completan en una mañana
y el juicio oral se celebra semanas después. En otros procedimientos penales, como las
diligencias previas, la investigación puede durar al menos un año y, dependiendo de la
complejidad y la carga de trabajo, se puede extender incluso durante varios años.

En los procedimientos penales por violencia de género, la actuación del


procurador presenta algunas especialidades, aunque en lo sustancial es similar a la de
cualquier proceso penal ordinario.

Sin embargo, la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la


Violencia de Género, le otorga nuevas funciones relevantes. En concreto, el artículo 20
establece el derecho de las víctimas a recibir asesoramiento jurídico y a la defensa y
representación gratuitas de abogado y procurador en todos los procesos y procedimientos
relacionados con la violencia sufrida.

Además, los Colegios de Procuradores deben adoptar medidas para la designación


urgente de procurador cuando la víctima desee personarse como acusación particular.

Con estas previsiones se refuerza la protección y el apoyo jurídico a las víctimas,


garantizando la rapidez en la personación del procurador y, con ello, el ejercicio de la
acusación particular.

Pero, más allá del ámbito estrictamente jurídico, la ley también contempla que el
procurador pueda proporcionar apoyo psicológico a la víctima, ante las graves
consecuencias emocionales de la violencia de género. Se trata de una nueva función de
gran relevancia social.

Así, el artículo 20.1 de la Ley Orgánica 1/2004 dispone que “Las víctimas de
violencia de género tienen derecho a recibir asesoramiento jurídico gratuito en el
momento inmediatamente previo a la interposición de la denuncia, y a la defensa y
representación gratuitas por abogado y procurador en todos los procesos y
procedimientos administrativos que tengan causa directa o indirecta en la violencia
padecida”.

Y el artículo 20.5 señala que “Los Colegios de Procuradores adoptarán las


medidas necesarias para la designación urgente de procurador o procuradora en los
procedimientos que se sigan por violencia de género cuando la víctima desee personarse
como acusación particular.”

2.2.5. Otros procesos especiales

Por, último, haremos unas breves menciones a otros procedimientos especiales a


los meros efectos ilustrativos.

En primer lugar, el proceso por aceptación de decreto. Regido por el artículo


803 bis LECrim, es una vía de resolución anticipada para delitos leves o menos graves.
Establece ciertos criterios, como que el delito sea sancionado con multa, trabajos
comunitarios o prisión no mayor a un año, y que no existan acusaciones particulares o
populares.

El contenido del decreto debe especificar aspectos como la identificación del


investigado, la descripción del delito, y la propuesta de penas. Una vez redactado, el
decreto se presenta al Juzgado de Instrucción para su aprobación y notificación.

Si el investigado aprueba el decreto, este puede convertirse en una sentencia


condenatoria. Sin embargo, si el proceso no llega a término por cualquier motivo, el
Ministerio Fiscal no queda vinculado a dicha propuesta en futuras etapas del
procedimiento.

Otro proceso especial acomete los delitos cometidos por Senadores o


Diputados. Establecido en el artículo 750 LECrim, donde se subraya que el juicio
requiere la correspondiente autorización del Cuerpo Colegislador al que se pertenezca.

Por otro lado, los delitos relacionados con la imprenta o medios mecánicos de
publicación se rigen por los artículos 816 a 823 LECrim, y uno de los puntos clave es el
secuestro de ejemplares del material en cuestión.

El procedimiento para castigar los delitos de injurias y calumnias ser regula en


los artículos 804 a 815 LECrim. Si las calumnias o injurias son escritas, es esencial
presentar el documento que las contiene. Para injurias o calumnias verbales, se convocará
a un juicio verbal.

Además, la Ley también contempla un proceso especial para casos de


extradición, detallado en los artículos 824 a 833 LECrim.

Dentro de los procedimientos penales especiales, el Habeas Corpus destaca por


su rapidez y sencillez. Es un mecanismo que protege el derecho de una persona detenida
a verificar la legalidad de su arresto ante un juez en un plazo no mayor a 24 horas. El
proceso comienza con una solicitud escrita que puede ser presentada por el detenido, su
cónyuge o familiares, y debe ser dirigida al juez de instrucción correspondiente al lugar
de la detención.

Finalmente, el Proceso Penal Militar se encuentra regulado bajo la Ley Orgánica


2/1989, de 13 de abril, conocida como la Ley Procesal Militar, que establece los
procedimientos para los delitos de naturaleza militar.
3. RECURSOS EN EL ORDEN PENAL

La Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone en su artículo 216 LECrim que


“contra las resoluciones del Juez de Instrucción podrán ejercitarse los recursos de
reforma, apelación y queja.”

Los recursos en el orden penal se pueden clasificar en devolutivos, como los


recursos de apelación, casación y queja; y no devolutivos, como los de reforma, súplica,
revisión (contra resoluciones del letrado de la Administración de Justicia).

Vamos a examinar detalladamente los plazos de presentación y el procedimiento


de tramitación de cada uno de estos recursos, considerando las excepciones en el caso de
aquéllos regulados por las disposiciones generales y los que presentan peculiaridades.

El recurso de apelación y otros recursos en el proceso penal se rigen por distintas


normas y plazos. En el caso del recurso de reforma, que apunta a impugnar las decisiones
del Juez de Instrucción, el plazo para presentarlo es de los tres días siguientes a su
notificación (art. 211 LECrim), dando vista de mismo para impugnarlo en dos días, según
el artículo 222 LECrim.

El recurso de apelación, por su parte, puede ser presentado en cinco días según el
artículo 212 LECrim, en casos específicos y solo cuando sea expresamente dispuesto en
la Ley, admitiéndose en ambos efectos solo si así se establece en el artículo 217 LECrim.

Según las disposiciones generales, es decir para casi todos los procedimientos
penales, el recurso de apelación no se podrá interponer sin haber interpuesto previamente
el recurso de reforma, pero podrán interponerse en un mismo escrito de forma subsidiaria
(art. 222 LECrim). Se exceptúa para el procedimiento abreviado, que se regula lo
contrario:

Art. 766.2 LECrim: “El recurso de apelación podrá interponerse


subsidiariamente con el de reforma o por separado. En ningún caso será necesario
interponer previamente el de reforma para presentar la apelación”.

Artículo 222-I LECrim: “El recurso de apelación no podrá interponerse sino


después de haberse ejercitado el de reforma; pero podrán interponerse ambos en un
mismo escrito, en cuyo caso el de apelación se propondrá subsidiariamente, por si fuere
desestimado el de reforma”.

Según el artículo 224 LECrim, si el recurso de apelación se admite en ambos


efectos, se emplaza a las partes por quince días ante el Tribunal Supremo o por diez días
si es ante el Tribunal Superior de Justicia o ante la Audiencia, mientras que, si se admite
en un solo efecto, se conceden dos días para designar los particulares que deben ser
testimoniados, que será lo que se envíe, y luego se emplaza al órgano competente, con
vista en la Audiencia (art. 225 LECrim).

Si el apelante no se presenta en el Tribunal superior dentro del plazo establecido


en el emplazamiento (art. 224 LECrim), el letrado de la Administración de Justicia
declarará desierto el recurso y, si el recurso se admitió en ambos efectos, se devolverán
los autos originales. Contra esta decisión, es posible interponer un recurso de revisión.

El recurso de queja, que se interpone contra autos no apelables del Juez y


negaciones de recursos de apelación, no tiene plazo establecido en el artículo 213
LECrim, pero debe presentarse mientras la causa esté abierta, aunque para efectos
devolutivos, debe ser presentado en el plazo ordinario de las apelaciones según el artículo
235 LECrim. Este recurso se interpone ante el Tribunal jerárquicamente superior, quien
pedirá informe al Juez de instrucción y se resuelve sin vista.

Finalmente, el recurso de súplica, igual al de reforma, se presenta ante el Tribunal,


con plazo de tres días para su presentación y dos días para su impugnación (art. 238
LECrim).

En el proceso, ciertos autos no admiten recurso de apelación, como el Auto de


Incoación de Sumario, que solo permite el recurso de reforma y, si es desestimado, el
recurso de queja. En el caso del Auto que rechaza la solicitud de pruebas (art. 311
LECrim), se puede presentar recurso de apelación en un solo efecto. Cuando el Auto
desestima una querella (art. 313 LECrim), se puede apelar en ambos efectos. También el
Auto decretando el procesamiento (art. 384 LECrim) permite la apelación en un solo
efecto. Sin embargo, contra el Auto que niega el procesamiento solo se puede interponer
recurso de reforma, no siendo posible presentar recurso de apelación, aunque se puede
repetir la solicitud ante la Audiencia.

Antes del auto de apertura de juicio oral no es preceptiva la intervención de


procurador, pero sí a partir de ese momento. Desde ese instante se despliega la función
del procurador en la preparación y presentación de los correspondientes recursos a través
de las distintas plataformas, con los preceptivos traslados y posteriores notificaciones de
los escritos de trámite y resoluciones que dicten los respectivos tribunales que conozcan
de los meritados recursos.

4. EJECUCIÓN DE SENTENCIAS

Una vez que la sentencia haya alcanzado firmeza, su ejecución será


responsabilidad del Juez o la Audiencia que la haya pronunciado, siguiendo las
disposiciones generales de la Ley.

Durante esta fase, se aplicarán las siguientes directrices:


◌ Cuando la sentencia no haya especificado la cuantía indemnizatoria, una de las
partes podrá solicitar la práctica de pruebas para determinar con precisión esta
cantidad durante la ejecución de la sentencia. El letrado de la Administración
de Justicia comunicará esta solicitud a las demás partes, y éstas tendrán un
plazo común de diez días para presentar sus argumentos por escrito. Practicada
la prueba se dará un plazo común de cinco días para alegaciones, para que,
posteriormente, el Juez resuelva por auto fijando la cuantía de la
responsabilidad civil. En el caso de autos dictados por un Juez de lo Penal, el
auto es apelable ante la Audiencia correspondiente.
◌ En los casos en que se haya impuesto la pena de privación del derecho a
conducir vehículos motorizados, el letrado de la Administración de Justicia
llevará a cabo la retirada inmediata del permiso y la licencia, si no se había
ejecutado previamente. El documento se unirá a los expedientes y se enviará
un mandamiento a la Jefatura Central de Tráfico para dejar sin efecto el
permiso y evitar que se expida otro nuevo hasta que la condena quede
extinguida (art. 794 LECrim).
II. NORMATIVA DE ESPECIAL RELEVANCIA

1. Constitución Española
Arts. 161 y 162 Tribunal Constitucional como supremo intérprete de la CE.

2. Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral


Contra la Violencia de Género
Art. 20 Derecho a recibir asesoramiento jurídico gratuito.
Art. 81 Preceptiva intervención de procurador.

3. Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad


penal de los menores
Art. 16 Inicio de la instrucción.
Art. 18 Desistimiento de la incoación del expediente.
Art. 19 Sobreseimiento por conciliación o reparación.
Art. 25 Derecho a ejercitar la acusación particular.
Art. 27 Consideraciones para el no seguimiento del proceso.
Arts. 31-37 Trámite de audiencia.
Art. 39 Circunstancias a valorar en la imposición de medidas.
Art. 40 Suspensión condicional de la medida impuesta.
Art. 50 Sustitución de la medida

4. Ley Orgánica 5/1995, de 22 de mayo, del Tribunal del Jurado


Art. 25 Solicitud de diligencias de investigación.
Art. 29 Intervención de procurador en estos procedimientos.

5. Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial


Art. 5.4 Vulneración constitucional.
Art. 219 Causa de abstención y de recusación.
Art. 543 Funciones del procurador.
Art. 553 Responsabilidad disciplinaria abogado y procurador.

6. Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre, del Tribunal Constitucional.


Art. 81 Preceptiva intervención de procurador.

7. Código Civil
Arts. 1718 a 1726 De las obligaciones del mandatario.

8. Ley de Enjuiciamiento Criminal


Art. 101 Acción popular en la querella
Art. 110 Acción penal de las personas perjudicadas.
Art. 118 Derecho de defensa e Intervención de procurador.
Art. 160 Notificación de sentencias y resoluciones.
Art. 182 Notificaciones, Citaciones y Emplazamientos.
Art. 211 Establece el plazo para presentar el recurso de reforma.
Art. 212 Plazo para presentar el recurso de apelación.
Art. 213 Regulación del recurso de queja.
Art. 216 Recursos contra las resoluciones del Juez de Instrucción.
Art. 217 Admisión del recurso de apelación en ambos efectos.
Art. 222 Regula el proceso del recurso de reforma y apelación.
Art. 224 Procedimiento tras la admisión del recurso de apelación.
Art. 225 Admisión del recurso de apelación en un solo efecto.
Art. 235 Plazos para el recurso de queja
Art. 259 Denuncia
Art. 262 Deber de comunicar delito público
Art. 263 Excepción para abogados y procuradores
Art. 270 Querella
Art. 277 Requisitos formales de la querella
Art. 299 Regulan el Procedimiento Sumario Ordinario.
Art. 303 Iniciación de oficio del proceso penal
Arts. 326 y ss Inspección ocular
Art. 651 Traslado de la causa para acusación.
Art. 652 Traslado para escrito de defensa.
Art. 653 Formulación de conclusiones en forma alternativa.
Art. 627 Traslado de la causa al querellante a través de su procurador
Arts. 701-731 bis Práctica de pruebas durante el juicio oral.
Art. 732 Oportunidad de modificar las conclusiones
Arts. 734-735 Presentación de informes durante el juicio oral.
Art. 739 Manifestación de los procesados al Tribunal.
Arts. 750 y ss. Delitos cometidos por diputados y senadores.
Art. 760 Procedimiento abreviado penal si corresponde.
Art. 766 Recurso de apelación en el procedimiento abreviado.
Art. 775 Citación del acusado en el domicilio indicado.
Art. 786 Postulación preceptiva en el juicio oral.
Art. 788.4 Requerimiento para modificar las conclusiones
Art. 793 Sentencias dictadas en ausencia del acusado.
Art. 795 Enjuiciamiento rápido de determinados delitos.
Art. 797.3 Habilitación legal del abogado para la representación
Arts. 803 bis Proceso por aceptación de decreto para delitos menos graves.
Arts. 804 a 815 Regulación de los delitos de injurias y calumnias.
Arts. 816 y ss. Delitos perpetrados mediante imprenta o medios mecánicos.
Arts. 824 a 833 Proceso especial para casos de extradición.
Art. 962 Competencias de la Policía Judicial en casos de delitos leves.
Art. 967 Obligatoriedad de intervención de abogado y procurador.
Art. 984 Ejecución de sentencias en delitos leves.

9. Ley de Enjuiciamiento Civil


Art. 23 Intervención del Procurador.
Art. 25 Poder general y poder especial.
Art. 31 Intervención del abogado.
Art. 247 De la buena fe procesal.

10. Estatuto General de la Procuradores de los Tribunales de España


Art. 5 Preceptividad de la intervención profesional.
Art. 29 Sustitución del procurador en determinadas actuaciones.
Art. 58 Firma al sólo efecto de representación.

11. Código Deontológico de los Procuradores


Art. 58 Relación con los abogados
III. JURISPRUDENCIA DE ESPECIAL RELEVANCIA

1. Tribunal Constitucional

01. STC 89/2023, de 18 de julio ● Pleno


Nº de Recurso: 140/2021 ● Nª de Resolución: 86/2023 ● ECLI:ES:TC:2023:89
FJ 2. “En segundo lugar, cuestiona el proceder del Tribunal Supremo, a quien le
reprocha que ha contradicho sus propios pronunciamientos. Pero plantea dicho
reproche en la demanda de amparo sin haber interpuesto el incidente de nulidad
de actuaciones, por lo que no se ha dado la oportunidad al órgano judicial de
repararla. Tal omisión vulnera el carácter subsidiario del recurso de amparo,
impidiendo también que nos pronunciemos sobre este aspecto de la referida
vulneración, al no haberse agotado por la parte recurrente el remedio procesal
legalmente previsto para tratar de obtener ante la jurisdicción ordinaria la
reparación de las lesiones presuntamente sufridas [art. 44.1 a) LOTC y, por
todas, STC 104/2011, de 20 de junio, FJ 4]”.

2. Tribunal Supremo

01. STS 576/2017, de 19 de julio ● Sala de lo Penal ● Sección 1ª


Nº de Recurso: 36/2017 ● Nº de Resolución: 576/2017 ● ECLI:ES:TS:2017:3111
FJ 1: “El primer motivo se articula por los cauces de la vulneración constitucional
que autoriza el art. 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial , considerando
infringido el art. 24 de la Constitución española en su vertiente de "proceso
debido con todas las garantías", y entre ellas la imparcialidad del juzgador,
estimando concurre la causa de abstención (y de recusación) prevista en el art.
219 de la Ley Orgánica del Poder Judicial , en su número sexto, esto es, "ser o
haber sido denunciante o acusador de cualquiera de las partes". Cierto es que la
propia Sala sentenciadora fue la que con anterioridad dedujo testimonio de la
incomparecencia del Letrado, originadora de la suspensión, y tras la oportuna
instrucción sumarial, el asunto fue visto por la misma Sala que había ordenado
tal deducción de testimonio , de conformidad con lo dispuesto en el art. 262 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal . Tal actuación se integra como un acto de
denuncia , no solamente por estar incluido tal precepto dentro de la ubicación
sistemática del Título I del Libro II de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, bajo la
rúbrica "De la denuncia", sino porque no debe exigirse en el concepto de
denuncia ningún componente subjetivo (animus persecutionis), aunque
ordinariamente acompañará a su formulación, en razón de que quien realiza tal
acto de impulso procesal habitualmente será el perjudicado por el delito, pero tal
denuncia es un mero acto de traslado de la "notitia criminis" al órgano encargado
de su persecución (véase el art. 259 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que
únicamente exige la mera presencia de la perpetración de cualquier delito
público)”.

3. Audiencias Provinciales

01. SAP de Zamora, de 22 de marzo de 2022 ● Sección 1ª


Nº de Recurso: 11/2022 ● Nº de Resolución: 20/2022 ●
ECLI:ES:APZA:2022:148
FJ 3. “Hemos de recordar en este punto la doctrina del Tribunal Supremo, entre
ellas la sentencia nº 725/2007, de 13 de septiembre, que considera que la
declaración de la víctima tiene valor inculpatorio aun cuando sea la única prueba
de la que intente valerse la acusación, ya que " nadie debe padecer el perjuicio
de que el suceso que motiva el procedimiento penal se desarrolle en la intimidad
de la víctima y del inculpado, so pena de propiciar situaciones de incuestionable
impunidad"(sic), por lo que la sola declaración de la víctima tiene aptitud para
provocar el decaimiento de la presunción de inocencia (SSTS 434/99, 486/99,
862/2000, 104/2002, 470/2003, 593/2006, entre otras; así como del Tribunal
Constitucional, SSTC 201/89, 160/90, 229/91, 64/94 , 16/2000 , entre otras
muchas). En efecto, ha señalado el Tribunal Supremo (por todas, sentencia de 16
de mayo de 2007) que la declaración de la víctima, sobre todo en los delitos
cometidos en la intimidad, puede integrar la prueba de cargo necesaria para
provocar el decaimiento de la presunción de inocencia, pues de otra manera se
crearían espacios de impunidad inaceptables con relación a aquellos ilícitos
penales, por lo general de extrema gravedad, que precisamente por serlo imponen
prácticamente para su posible comisión que la misma tenga lugar en
circunstancias que impiden o dificultan en extremo la presencia de testigos
directos”.

02. SAP de Madrid 115/2018, de 19 de marzo ● Sección 14


Nº de Recurso: 566/2017 ● Nº de Resolución 115/2018 ●
ECLI:ES:APM:2018:6250
FJ 2. “De todo lo que antecede se deriva que se produce un incumplimiento de las
obligaciones de los profesionales cuando, con su actuación, se impide al
perjudicado la obtención de un derecho.
Y, a las precisiones anteriores, el TS vierte una consideración esencial y concreta
en las tareas del Procurador en el proceso, con relación a un mero escrito de
personación ante el T.S.: "Conforme el artículo 10, segundo párrafo, cuarta
excepción, de la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881, no precisan dirección
técnica ni, en consecuencia firma del Abogado, los escritos de personación. En
éstos, el Abogado no tiene el deber profesional de hacer el escrito, ni dar
instrucciones, ni ordenar que se presente. Todo ello hasta el punto de que no es
minutable y si el Letrado lo incluye en sus honorarios, se declaran indebidos (lo
que ocurre con cierta frecuencia). Es decir, es un escrito que debe hacer el
Procurador (lo que hace normalmente y se conoce en el argot forense coma un
«escrito de cajón»). STS de 11 de mayo de 2006.
No concurre, en consecuencia, en el caso enjuiciado situación de incertidumbre
alguna acerca de la obligación por parte del Procurador de cumplir con el deber
de personación que le impone la Ley.
Para el TS, en aplicación de estos principios, la omisión por parte del
Procurador, cuando conlleva una interrupción o abandono del curso procesal o
de algún trámite que causa perjuicios a su poderdante, integra un incumplimiento
contractual.
Para el TS la obligación por parte del Procurador, que ejerce la representación
de oficio, de personarse en la segunda instancia o de procurar lo necesario para
que no se perjudique la acción una vez entablada el recurso de apelación, tiene
carácter inequívoco y no puede entenderse que la ausencia de instrucciones
precisas por parte de los Abogados origine incertidumbre alguna sobre la
absoluta necesidad de mantener la apelación.
El actual art. 26 de la L.E.C. transcribe en su párr. 2.2 la competencia del
Procurador en elegir la mejor solución que requiera la naturaleza o índole del
asunto, competencia que se traduce en responsabilidad…”.

03. AAP de Barcelona 371/2022, de 16 de mayo ● Sección 7ª


Nº de Recurso: 249/22 ● Nº de Resolución: 371/22 ● ECLI:ES:APB:2022:6534A
H 1. “Por providencia de fecha 3 de agosto de 2021 el Juzgado de Instrucción nº
2 de Berga acordó elevar las actuaciones al Juzgado de lo Penal competente para
el enjuiciamiento, pese a que la defensa no presentó en tiempo el correspondiente
escrito y pese a que no pudo ser notificado personalmente el auto de apertura de
juicio oral a la acusada Dña. Marta.”
FJ 2. “…Para la resolución del presente recurso, conviene distinguir la situación
procesal de ambas acusadas, pues examinada la causa remitida se advierte que
en el caso de Natividad , el auto de apertura de juicio oral le fue notificado
personalmente el 4 de febrero de 2022 (folio 155 de la causa), indicando la misma
que ya tenía designado abogado y procurador; no obstante, en ningún momento
anterior había designado letrado de su elección, por lo que debemos entender que
aquella hacía referencia al letrado designado de oficio en su primera declaración.
Trascurrido sobradamente el plazo indicado en el art. 784.1 de la LECrim sin que
por la Sra. Natividad designara abogado o procurador particular, el Juzgado de
Instrucción acordó la designación de un procurador de oficio en los términos que
prevé el precepto legal citado. Por lo demás, designado Procurador de oficio,
previa información del letrado de oficio designado desde el inicio de la
instrucción, se le dio traslado de la causa a fin de presentar escrito de defensa
(folio 181 a 184), requerimiento que no fue cumplimentado en plazo, por lo que
se dictó la providencia de fecha 26 de julio de 2021 acordando la continuación
del procedimiento en los términos previstos en el apartado segundo del art. 784.1
de la LECrim, sin advertir infracción procesa l alguna, y menos aún que hubiere
podido causar indefensión a la apelante Sra. Natividad , por lo que el motivo del
recurso debe ser desestimado.
Distinto resultado debe llevar el análisis de la situación de la acusada Sra. Marta.
En este supuesto, el auto de apertura de juicio oral no pudo ser notificado
personalmente a la acusada al no hallarse en el domicilio facilitado en fase de
instrucción. Cierto es que, en aplicación del acuerdo de esta Audiencia Provincial
y de la STS de 11 de febrero de 2014 antes citados, sería posible continuar la
tramitación, siempre que el auto de apertura de juicio oral hubiere sido notificado
al Procurador por ella designado durante la instrucción de la causa. Sin
embargo, examinadas las actuaciones se advierte que en ningún momento
anterior al dictado del auto de apertura de juicio oral, la apelante designó
procurador ni en la información de derechos efectuada en su primera declaración
conforme el art. 118 de la LECrim, si bien solicitó la designa de oficio de un
letrado ,no así en relación al Procurador (a los folio 121 y 122 de la causa consta
la información de derechos en su condición de investigada sin que se hubiere
marcado la casilla correspondiente a la designa de Procurador de oficio como sí
consta respecto del letrado) por lo que no podemos presumir que hubiere
autorizado al Procurador designado de oficio con posterioridad al Auto de
Apertura de Juicio Oral para que pudiera recibir en su nombre todo tipo de
notificaciones, y en este caso, para la notificación del auto de apertura de juicio
oral, por lo que en este extremo el recurso será estimado, debiendo realizar el
Juzgado de Instrucción aquellas diligencias necesarias para notificar
personalmente a la Sra. Marta el auto de apertura de juicio oral en los términos
indicados en el art. 784.1 de la LECrim”.

04. AAP de Las Palmas de Gran Canaria de 30 de julio de 2020 ● Sección 1ª


Nº de Recurso: 500/2020 ● Nº de Resolución: 597/2020 ●
ECLI:ES:APGC:2020:469A
FJ 1. “En el proceso de menores, dada sus peculiaridades en torno a su
manifestado fundamento de reorientación y reeducación, prevaleciendo el interés
del menor, si bien se reconoce capacidad de actuación y postulación a los
perjudicados, la Ley reguladora de la responsabilidad penal de menores
contempla ciertas pecualiaridades. En palabras de la STC 23/2016, de 15 de
febrero "De ahí que, aun cuando la Ley Orgánica reguladora de la
responsabilidad penal de los menores reconoce el derecho de las personas
directamente ofendidas por el delito o de sus representantes, a ejercitar la
acusación particular (art. 25), se consagran amplias facultades, fundadas en este
interés prevalente y atribuidas a la decisión del Ministerio Fiscal y del Juez de
Menores, sobre la no iniciación del proceso (desistimiento de la incoación del
expediente ex art. 18), la no prosecución del mismo (sobreseimiento por
conciliación o reparación entre el menor y la víctima ex art. 19 o, en interés del
menor, por haber sido expresado suficientemente el reproche al mismo a través
de los trámites ya practicados, o por considerar inadecuada para el interés del
menor cualquier intervención, dado el tiempo transcurrido desde la comisión de
los hechos ex art. 27.4 y la imposición y ejecución de las medidas (circunstancias
a valorar en la imposición ex art. 39, suspensión condicional de la medida
impuesta ex art 40, de sustitución de la misma o de dejarla sin efecto durante su
ejecución, ex art. 50.2 y 51)”.
IV. OBRAS DOCTRINALES PARA AMPLIAR CONOCIMIENTOS

ASO ROCA / FERNÁNDEZ LÓPEZ, El procurador de los tribunales como eficaz


colaborador de la Administración de Justicia, Ed. Juruá, 2022.

ARNALDO ALCUBILLA, E. (director), Prácticum para Procuradores, 2023, Ed.


Aranzadi, 2023.

CALDERON CEREZO / CHOCLAN MONTALVO, Derecho procesal penal. Adaptado


al programa de las pruebas selectivas para ingreso en las carreras judicial y fiscal,
Dykinson, Madrid, 2005

COQUILLAT VICENTE, Á., Proceso penal de menores. Esquemas y formularios, Ed.


Tirant lo Blanch, 2022.

CORTÉS DOMÍNGUEZ / MORENO CATENA, Derecho Procesal Civil. Parte General,


Ed. Tirant lo Blanch, 2021
Derecho Procesal Civil. Parte Especial, Ed. Tirant lo Blanch, 2021.
Derecho Procesal Penal, Ed. Tirant lo Blanch, 2021.

GARRIDO CARRILLO, F.J., El proceso penal de menores, Ed. Técnica Avicam-


Fleming, 2021.

GARROTE DE MARCOS / VILA RAMOS, Jurisdicción constitucional y el


procedimiento de defensa de los derechos, Dykinson, 2015

GASCÓN INCHAUSTI, F. Derecho Procesal Penal (2022). Materiales para el estudio.


Ed. Docta Complutense, Madrid, 2022.
Disponible en:
https://docta.ucm.es/entities/publication/c564948e-8f2f-4bf2-b8d9-03034ae0ea7c

GIMENO SENDRA / DÍAZ MARTÍNEZ / CALAZA LÓPEZ, Derecho Procesal Civil.


Parte General, Ed. Tirant lo Blanch, 2021.
Derecho Procesal Civil. Parte Especial, Ed. Tirant lo Blanch, 2023.
Derecho Procesal Penal, Ed. Tirant lo Blanch, 2021.
Introducción al Derecho Procesal, Ed. Tirant lo Blanch, 2020.

GÓMEZ COLOMER / BARONA VILAR (coordinadores), Proceso Penal. Derecho


Procesal III, Ed. Tirant lo Blanch, 2021.

GONZÁLEZ PILLADO, E. (coordinadora), Proceso penal de menores, Ed. Tirant lo


Blanch, 2009.

NARANJO ROMÁN, R., El recurso de amparo. La especial trascendencia


constitucional en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, Ed. Tirant lo Blanch,
2020.
PÉREZ TREMPS, P., El recurso de amparo, Ed. Tirant lo Blanch, 2015.

RIFÁ SOLER / RICHARD GONZALEZ, El proceso penal práctico, Ed. La Ley, Las
Rozas, 2017.
RIFÁ SOLER / RICHARD GONZALEZ / RIAÑO BRUN, Derecho procesal penal. Ed.
Instituto Navarro de Administración Pública, 2006.
Disponible en:
https://www.navarra.es/NR/rdonlyres/913EC53B-45CB-471D-9142-
9B186D079240/305602/PL13.pdf
V. FORMULARIOS Y MODELOS DE ESCRITOS
PROFESIONALES Y PROCESALES

01. ESCRITO DE PERSONACIÓN EN LA AUDIENCIA PROVINCIAL

A LA SALA

D. ________________________________ Procurador de los Tribunales,


actuando en nombre y representación de ___________________________________,
según tengo debidamente acreditado en rollo de apelación dimanante de los autos de
_________ núm. __________ seguidos en el ________________________ siendo el
contrario ___________________________, ante la Sala comparezco y como mejor en
derecho proceda, D I G O:

Que, mediante el presente escrito, y siguiendo instrucciones concretas de mi


representado, me persono ante esa, a virtud del recurso de apelación interpuesto por esta
parte contra la sentencia dictada en los autos antes indicados, haciéndolo bajo la dirección
del letrado ___________________________ y solicitando se entiendan conmigo las
sucesivas actuaciones.

En su virtud,

SUPLICO A LA SALA: Que, admitiendo el presente escrito, tenga por personada


en tiempo y forma a esta parte en el recurso de apelación interpuesto contra la Sentencia
dictada en autos núm. ______________del Juzgado antes referido, acordando se
entiendan conmigo las sucesivas actuaciones.

En______, a _________________

Firmas: _______________________
02. SOLICITANDO ACCESO A GRABACIÓN VISTA

AL JUZGADO de ________________________________

D. ________________________________ Procurador de los Tribunales,


actuando en nombre y representación de D. _____________________________ según
tengo debidamente acreditado en los autos de ______________________ núm.
______________ ante el Juzgado comparezco y como mejor proceda en derecho y
respetuosamente, D I G O:

Que al no estar publicada en la plataforma Arconte la vista celebrada con fecha


_____________________________ mediante el presente escrito, intereso de ese Juzgado
acuerde dar acceso a la misma a esta representación procesal.

En su virtud,

SUPLICO AL JUZGADO: Que tenga por presentado este escrito, lo admita, y se


digne acordar de conformidad con lo solicitado.

En______, a _________________

Firmas: _________________________
03. ESCRITO DE DEFENSA

AL JUZGADO DE INSTRUCCIÓN NÚMERO ___ DE _____________

Doña _______________________________, Procuradora de los Tribunales y de


Don _______________________________, en las Diligencias Previas _____/202__
instruidas en este Juzgado contra mi representado por supuesto delito de
_______________, comparezco y como mejor proceda D I G O:

Que devuelvo las expresadas Diligencias Previas y evacuando el trámite de


calificación provisional, formulo con dicho carácter las siguientes,

CONCLUSIONES PROVISIONALES

PRIMERA.- Niego la correlativa del Ministerio Fiscal y de la Acusación Particular dado


que mi representado no ha llevado a cabo la conducta que en aquella se relata, no habiendo
realizado acto alguno de carácter ilícito desde el punto de vista penal.

SEGUNDA.- En consecuencia no puede hablarse de la existencia de delito.

TERCERA.- Ni de participación alguna.

CUARTA.- Ni de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal.

QUINTA.- Procede por consiguiente la libre absolución de mi principal con todos los
pronunciamientos favorables.

En su virtud,

AL JUZGADO SUPLICO: Tenga por devueltas las expresadas Diligencias Previas y por
evacuado el trámite de calificación provisional conferido a esta representación, dando a
la causa el curso legal pertinente.

OTROSÍ DIGO: Para el Acto de la Vista del Juicio Oral, esta parte hace suyas las pruebas
propuestas por el Ministerio Fiscal y la Acusación Particular, en cuya práctica se reserva
el derecho a intervenir, intentando, valerse además de los siguientes medios de prueba:
I.- INTERROGATORIO DEL INCULPADO.
II.- DOCUMENTAL: De todos los folios de las Diligencias Previas.

III.- TESTIFICAL: A fin de que, en el acto de la Vista del Juicio Oral, sean oídos
los testigos que a continuación se relacionan, los cuales habrán de ser
judicialmente citados:
– Don __________________________________________
– Don __________________________________________
IV.- PERICIAL: A fin de que sea citado para el Acto de la Vista del Juicio Oral la
perito ____________________________________, para que se ratifique,
amplíe o modifique su informe contenido en los folios ________ y siguientes.

En su virtud,

AL JUZGADO SUPLICO: Tenga a bien declarar pertinentes los medios de prueba


propuestos, acordando para su práctica lo procedente.

En______, a ____________________________________

Firmas: _____________________
04. MODELO DE RECURSO DE AMPARO

AL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Don/Doña [NOMBRE_PROCURADOR_CLIENTE], Procurador de los Tribunales y de


Don/Doña [NOMBRE_CLIENTE], cuya representación acredito mediante la copia de los
poderes notariales que acompaño a este escrito, ante el Tribunal Constitucional
comparezco, y como mejor proceda en Derecho, DIGO:

Que en nombre de mi representado interpongo RECURSO DE AMPARO


CONSTITUCIONAL conforme al art. 53.2 de la Constitución Española y el art. 44 de la
Ley Orgánica 2/1979 de 3 de octubre del Tribunal Constitucional, por entender que la
Sentencia n.º [SENTENCIA_NÚMERO] de fecha [FECHA] de la Sala Segunda del
Tribunal Supremo (Recurso n.º [NÚMERO]/ [NÚMERO]) notificada a esta parte el día
[FECHA] y su antecedente, la Sentencia de de la Audiencia Provincial de [LUGAR] de
fecha [FECHA], han vulnerado los derechos fundamentales de mi representado a
[DESCRIPCIÓN] y a [DESCRIPCIÓN] (arts. [NÚM_ARTÍCULO] y
[NÚM_ARTÍCULO] de la Constitución Española).

ANTECEDENTES

PRIMERO.- Con fecha [FECHA], la Audiencia Provincial de [LUGAR] dictó sentencia


por la que se condenaba a mi poderdante como autor de un delito de [DESCRIPCIÓN] a
la pena de [CONCEPTO].

En la referida sentencia, entre otros, se declaraban como probados los siguientes hechos
[DESCRIPCIÓN].

Se acompaña copia de la meritada sentencia como DOC. [NÚMERO]

SEGUNDO.- Notificada la anterior sentencia, en fecha [FECHA] se presentó escrito por


el que se anunciaba la interposición del recurso de casación que, tras ser oportunamente
emplazados por el Tribunal Supremo, fue formalizado con fecha de [FECHA]. Se
acompaña copia del escrito de preparación y del de interposición como DOC. [NÚMERO]
y DOC. [NÚMERO].

TERCERO.- En fecha [FECHA], la Sala Segunda del Tribunal Supremo dictó sentencia
declarando no haber lugar al recurso de casación que habíamos interpuesto, confirmando
la sentencia de la Audiencia Provincial. Se acompaña la antedicha sentencia como DOC.
[NÚMERO].

FUNDAMENTOS JURÍDICO-PROCESALES

PRIMERO.- Interponemos el presente recurso de amparo de conformidad con lo


dispuesto en el art. 161.1.b) de la Constitución Española y el art. 41 de la Ley Orgánica
2/1979, de 3 de octubre, del Tribunal Constitucional, en tanto el derecho lesionado en
este recurso es de los comprendidos en los arts. 14 a 29 de la Constitución.

SEGUNDO.- De conformidad con lo dispuesto en el art. 46.1.b) de la Ley Orgánica del


Tribunal Constitucional, está legitimado para interponer el presente recurso de amparo
mi representado, Don/Doña [NOMBRE_CLIENTE], al ser parte en el proceso judicial
correspondiente.

TERCERO.- La violación de los derechos y libertades de mi mandante es imputable a las


sentencias de la Audiencia Provincial y de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, por las
que se condenó a éste como autor de un delito de [DESCRIPCIÓN].

CUARTO.- Ha sido agotada la vía judicial previa, al no caber recurso alguno contra la
Sentencia del Tribunal Supremo que declaró no haber lugar al recurso de casación que
habíamos intentado contra la de la Audiencia Provincial.

QUINTO.- En su momento, se invocó formalmente el derecho constitucional vulnerado,


tan pronto como, una vez conocida la violación, hubo lugar para ello, cumpliéndose la
exigencia de art. 44.1 c) de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.

Respecto a la posible vulneración del derecho a [DESCRIPCIÓN] por parte de la


Audiencia Provincial de [LUGAR], fue puesta de manifiesto precisamente a través del
recurso de casación interpuesto contra la misma.

En lo relativo a la lesión de los derechos a [DESCRIPCIÓN] y a [DESCRIPCIÓN], se


cumple igualmente el requisito previsto en el art. 44.1.c) de la Ley Orgánica de ese
Tribunal Constitucional, al producirse la lesión de tales derechos, por primera y exclusiva
vez, en la misma resolución que se recurre en amparo.

SEXTO.- En cumplimiento de lo que dispone el art. 49 de la reiterada Ley Orgánica


2/1979, se acompañan al presente escrito, junto al resto de documentación referida en el
apartado antecedentes:
a) El poder para pleitos otorgado por mi representado Don/Doña
[NOMBRE_CLIENTE].
b) Copias de las resoluciones recurridas en amparo.
c) Dos copias del presente recurso y del resto de los documentos para su entrega
al Ministerio Fiscal y al Abogado del Estado.

MOTIVOS EN LOS QUE SE FUNDAMENTA EL RECURSO DE AMPARO

PRIMER MOTIVO.- VULNERACIÓN DEL DERECHO A [DESCRIPCIÓN] (ART.


[NÚM_ARTÍCULO] DE LA CONSTITUCIÓN) EN RELACIÓN CON EL DERECHO
A [DESCRIPCIÓN] (ART. [NÚM_ARTÍCULO] DE LA CONSTITUCIÓN)
Breve extracto del motivo [DESCRIPCIÓN].

La Sentencia que ahora recurrimos ha vulnerado el derecho de mi mandante a


[DESCRIPCIÓN], ya que [DESCRIPCIÓN].

SEGUNDO MOTIVO.- VULNERACIÓN DEL DERECHO A [DESCRIPCIÓN] (ART.


[NÚM_ARTÍCULO] DE LA CONSTITUCIÓN)

Breve extracto del motivo [DESCRIPCIÓN].

Tanto la Audiencia Provincial como el Tribunal Supremo han lesionado igualmente el


derecho de mi patrocinado a [DESCRIPCIÓN], en su vertiente de [CONCEPTO].

FUNDAMENTACIÓN

Efectivamente, las resoluciones judiciales contra las que ahora nos alzamos
[DESCRIPCIÓN].

En conclusión, solicitamos de este alto Tribunal Constitucional que se reintegre al


Don/Doña [NOMBRE_CLIENTE] en sus derechos fundamentales vulnerados por las
sentencias recurridas en amparo.

Por todo lo expuesto,

AL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL SUPLICO: Que teniendo por presentado este


escrito, con los documentos que se acompañan y sus copias, se sirva admitirlos y, en su
virtud, tener por formulado RECURSO DE AMPARO CONSTITUCIONAL en nombre
de mi patrocinado, Don/Doña [NOMBRE_CLIENTE], contra la sentencia dictada por la
Sala Segunda del Tribunal Supremo el pasado [FECHA], así como contra la dictada en
fecha [FECHA] por la Audiencia Provincial de , y, previos los trámites pertinentes, dictar
en su día Sentencia por la que estimando el presente recurso, otorgue a mi patrocinado el
amparo solicitado y le reintegre en sus derechos fundamentales vulnerados, anulando en
consecuencia las resoluciones contra las que se recurre.

Todo ello por ser Justicia que pido, en______, a ________________________________

Firmas: ____________________________________

OTROSÍ DIGO: Que al amparo del art. 56 de la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional, entendemos procede, con carácter inmediato, a SUSPENDER LAS
SENTENCIAS DE ORIGEN DEL PRESENTE RECURSO, ordenando a estos efectos
que [DESCRIPCIÓN].

La suspensión solicitada entendemos es imprescindible, por cuanto, de lo contrario, la


ejecución de las penas establecidas en las referidas sentencias haría perder al presente
recurso de amparo su finalidad, máxime teniendo en cuenta que [DESCRIPCIÓN].

Por todo ello,

AL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL SUPLICO: Se sirva suspender la ejecución de las


sentencias recurridas.

Es Justicia que reitero en lugar y fecha indicados ut supra.

Firmas: ____________________________________
VI. CASOS PRÁCTICOS

A) PLANTEAMIENTO DE LOS CASOS PRÁCTICOS

C.P. nº 1. ACTUACIÓN DEL PROCURADOR FRENTE A ESCRITO DE


LETRADO DIRECTOR DEL PROCEDIMIENTO
En el marco de un procedimiento penal, la procuradora María recibe de su abogada
un escrito interponiendo recurso de reforma, para presentar en procedimiento en el
que actúa. Sin embargo, al revisar el contenido del escrito, María observa que la
letrada ha incluido una serie de manifestaciones que resultan ofensivas tanto para el
Juez encargado de instruir la causa como para el resto del personal de la Oficina
judicial. Dichas manifestaciones, además de ser inapropiadas, podrían tener un
impacto negativo en el desarrollo de la función diaria de la procuradora en el juzgado
y en las relaciones profesionales entre las partes involucradas.
Ante esta situación, María se plantea la pregunta qué medidas debe tomar el
procurador para abordar este comportamiento inapropiado por parte del
letrado y asegurar que el proceso legal continúe de manera profesional y ética.
Recomendad a María qué puede hacer.

C.P. nº 2. ESCRITO DE SUSPENSIÓN DEL PLAZO HASTA ENTREGA


EFECTIVA DE LA CAUSA
D. Alberto, procurador de los tribunales, ha recibido la notificación del auto de
apertura del Juicio Oral penal, dando un plazo de 10 días para presentar el escrito de
defensa en representación de uno de los acusados. La abogada Carmen, encargada de
la defensa, le ha solicitado el expediente judicial para poder reseñar los folios que
desea hacer constar en el escrito de defensa. Sin embargo, cuando D. Alberto se
presenta en el Juzgado con la intención de obtener la causa, le informan que la
representación de otro de los acusados la retiró el día anterior. Ante esta situación,
D. Alberto se encuentra en un dilema sobre cómo proceder, puesto que deben
presentar el escrito de defensa en diez días.
Ayudar a D. Alberto a redactar un escrito que pueda salvar el plazo.

C.P. nº 3. REDACCIÓN DE UN ESCRITO DE DEFENSA


Los estudiantes, actuando como abogados/procuradores de la defensa, deben
presentar un escrito de defensa en el plazo de 10 días hábiles en interés de su cliente,
Juan Pérez, un joven de 25 años, que ha sido acusado de robo con fuerza en una
vivienda en la localidad de Villa Esperanza.
La acusación sostiene que Juan ingresó a la vivienda y sustrajo objetos de valor. La
acusación basa su argumentación en unos testigos que vieron de lejos los hechos.
Tras su detención, el juez instructor ha decidido abrir juicio oral y lo remitirá al
Juzgado Penal de la misma localidad transcurrido el plazo, se presente o no el escrito,
puesto que, de acuerdo con el art. 785.3 LECrim, si la defensa no presenta su escrito
en el plazo señalado, se entenderá que se opone a las acusaciones y el proceso judicial
seguirá su curso.
Los estudiantes deben redactar un escrito de defensa, más o menos genérico, en
el que se rebatan las acusaciones presentadas por la acusación en contra de Juan
Pérez. En este escrito, deben detallar a modo de ejemplo las pruebas que se
solicitarían para respaldar la versión de su cliente. Además, deben explicar
someramente el motivo por el cual consideran que las pruebas presentadas por
la acusación no son suficientes para demostrar su culpabilidad.
B) SOLUCIONES A LOS CASOS PRÁCTICOS

C.P. nº 1

Nos encontramos ante una situación anómala pero no imposible y el procurador


enfrenta un delicado dilema ético y profesional. Una primera opción es hablar
discretamente con la letrada que quiere presentar el recurso con contenido inapropiado.
Esta conversación podría aclarar si las manifestaciones ofensivas fueron resultado de un
malentendido, una falta de comunicación o si hubo otros factores que influyen en el tono
del escrito. En ocasiones, las tensiones o el estrés pueden afectar la redacción de los
escritos -aunque eso hay que evitarlo siempre-.
A raíz de esta conversación, se podría considerar la posibilidad de que la
procuradora haga una gestión personal al juzgado para abordar la situación de manera
directa y constructiva. Una función básica de la Procura es la de colaboración con la
Administración de Justicia, la comunicación es esencial en cualquier proceso y tener una
actitud colaborativa con el juzgado puede contribuir a que los asuntos puedan discurrir
fluidamente. En definitiva, los escritos frutos de pataletas pueden obstaculizar
innecesariamente aún más el buen -o mal- funcionamiento de un juzgado. En algunos
casos, todo el personal del juzgado puede estar dispuesto a encontrar soluciones para
asuntos enquistados.
En caso de que no pueda resolverse con una gestión, la procuradora en ningún
caso ha de olvidar su función, esto es, su obligación para con el cliente, pero también su
deber de respeto y colaboración con los órganos judiciales. Lo que puede es eximirse de
toda responsabilidad presentando el escrito "a los solos efectos de representación", lo que
se denomina "salvar la firma" conforme al artículo 58 del Estatuto General de los
Procuradores de los Tribunales y al artículo 32 del Código Deontológico de los
Procuradores de los Tribunales. Esto implica presentar el escrito, pero dejando constancia
de que no avala ni comparte el contenido ofensivo. Además, es fundamental recordar que,
en última instancia, el procurador debe siempre actuar en beneficio de la justicia y la
integridad del proceso legal, manteniendo su compromiso con la ética y el respeto en
todas sus actuaciones.

C.P. nº 2

AL JUZGADO DE INSTRUCCIÓN NÚMERO ___ DE ____________

D. [Nombre del Procurador], Procurador de los Tribunales y de [Nombre del Acusado],


en el procedimiento de Procedimiento Abreviado núm. [Número de Expediente],
comparezco y como mejor proceda,

EXPONGO:

Que, en relación al plazo establecido por el art. 784 LECrim, mediante el cual se otorga
un término de diez días a los acusados y terceros responsables para presentar su escrito
de defensa frente a las acusaciones formuladas, y que, toda vez que aún no se ha realizado
la entrega de las actuaciones originales, ni tampoco se ha entregado copia de los escritos
de acusación a las partes, por medio del presente escrito solicito la suspensión de dicho
plazo hasta tanto se realice la entrega efectiva de la causa a esta parte.

Por lo expuesto,

AL JUZGADO SUPLICO: Que teniendo por presentado el presente escrito, se una a su


razón y se acuerde la suspensión del plazo para presentar escrito de defensa hasta que se
efectúe la entrega efectiva de la causa a esta parte, de conformidad con lo solicitado.

En ____________, a _________________________________

Firmas: ______________________

C.P. nº 3

AL JUZGADO DE INSTRUCCIÓN NÚMERO____ DE _______________

DOÑA [Nombre de la Procuradora], Procuradora de los Tribunales y de DON JUAN


PÉREZ, en las Diligencias Previas ____________, instruidas en este Juzgado contra mi
representado por supuesto delito de ROBO CON FUERZA, comparezco y como mejor
proceda D I G O:

Que devuelvo las expresadas Diligencias Previas y evacuando el trámite de calificación


provisional, formulo con dicho carácter las siguientes,

CONCLUSIONES PROVISIONALES

PRIMERA.- Niego la correlativa del Ministerio Fiscal y de la Acusación Particular, dado


que mi representado, Juan Pérez, no ha llevado a cabo la conducta que en aquella se relata.
Se alega que Juan ingresó a la vivienda y sustrajo objetos de valor. Sin embargo, no
existen pruebas contundentes que demuestren su participación en el supuesto robo con
fuerza.

SEGUNDA.- Consideramos que las pruebas presentadas por la acusación no son


suficientes para demostrar la culpabilidad de Juan Pérez. La acusación basa su acusación
en testimonios de testigos que vieron los hechos de lejos. Esta versión es poco confiable,
ya que las circunstancias de distancia y visibilidad podrían haber afectado la precisión de
sus observaciones.

TERCERA.- Proponemos la realización de pruebas que respalden la versión de nuestro


cliente y que permitan esclarecer los hechos de manera objetiva. Entre las pruebas que
solicitamos se encuentran:
I.- INTERROGATORIO DEL ACUSADO, Juan Pérez, para que pueda brindar
su versión de los acontecimientos y aclarar cualquier duda que pueda existir
sobre su participación en el supuesto robo.
II.- TESTIFICAL: Señalamos la importancia de contar con el testimonio de
vecinos cercanos a la vivienda en cuestión, quienes podrían ofrecer
información detallada sobre la actividad en el área durante el momento del
supuesto robo y descartar la presencia de nuestro representado.
III.- PERICIAL: Solicitamos que se realice un peritaje técnico en el lugar del
supuesto robo, a cargo de un especialista en criminalística. Esto podría aportar
información valiosa sobre las circunstancias del robo y ayudar a determinar si
la versión de la acusación es congruente con las pruebas físicas en la escena
del delito.

En su virtud,

AL JUZGADO SUPLICO: Tenga por devueltas las expresadas Diligencias Previas y por
evacuado el trámite de calificación provisional conferido a esta representación, dando a
la causa el curso legal pertinente.

OTROSÍ DIGO: Para el Acto de la Vista del Juicio Oral, esta parte hace suyas las pruebas
propuestas por la Acusación Particular, en cuya práctica se reserva el derecho a intervenir,
intentando, valerse además de los medios de prueba detallados anteriormente para
respaldar la versión de su cliente.

En ______________________

Firmas: _____________________________
VII. CUESTIONARIO TIPO TEST

01. Pedro, procurador de los tribunales, recibe un escrito de alegaciones del letrado
compañero en un procedimiento. En dicho escrito el letrado vierte
manifestaciones ofensivas contra el juez que conoce del asunto. No estando
Pedro de acuerdo estas manifestaciones del letrado ¿Está Pedro obligado a
presentar dicho escrito?
a) Debe presentarlo firmándolo al sólo efecto de la representación.
b) Sí, ha de presentarlo y si no está de acuerdo ha de presentar su renuncia a seguir
con la representación.
c) Debe consultarlo con el órgano judicial.
d) No, al no tratarse de un recurso.

02. Rafael, procurador, recibe indicaciones del letrado, contraviniendo las


instrucciones del cliente, de no presentar escrito de apelación, alegando que aún
no le ha abonado sus honorarios, ¿Cuál ha de ser la actuación de José Ramón?
a) Ha de seguir las instrucciones del letrado en todo caso.
b) Presentar el escrito salvaguardando los intereses de su mandante.
c) Solicitar al Juzgado ampliación de plazo para interposición de recurso.
d) Informar y solicitar instrucciones al Colegio de Abogados.

03. Damián, quiere presentar denuncia frente a Antonio por una serie de hechos
acaecidos durante el fin de semana. Dado que está muy interesado en el buen
funcionamiento de la denuncia, en la Comisaría le han comentado que es
preceptiva la intervención de procurador, ¿Es cierta dicha información policial?
a) La intervención del procurador es totalmente necesaria.
b) No es necesaria en ningún momento.
c) Es necesaria a partir de su admisión a trámite.
d) Solo después de que, en su caso, se dicte Auto de apertura de Juicio oral en el
proceso abreviado.

04. A Damián le han aconsejado que es mejor que la denuncia adopte la forma de
querella. En tal caso ¿Es necesaria aquí, para la querella, la intervención de
procurador?
a) Sólo con carácter voluntario.
b) Desde el inicio, pues la querella ha de ir firmada por procurador.
c) Sólo desde la apertura de juicio oral.
d) Ni siquiera con carácter voluntario.

05. Luisa considera que han sido vulnerados sus derechos constitucionales como
consecuencia de las malas decisiones adoptadas por los tribunales en un
procedimiento penal. Por eso quiere interponer un recurso de amparo. De nuevo
se le plantea la misma cuestión ¿Debe designar procurador?
a) No, porque la Constitución facilita a todos el acceso a la jurisdicción
constitucional.
b) Es obligatorio, y si no se subsana el defecto, se archivará.
c) No es necesario, pero sí la firma de abogado.
d) Solo es obligatorio si la infracción se deriva de un proceso que no se requiera
abogado y procurador.

También podría gustarte