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REPORTE DE LECTURA: “EVALUACIÓN EDUCATIVA: UNA APROXIMACIÓN

CONCEPTUAL”

Evaluación Educativa: una aproximación conceptual.

En el documento, las autoras Elola y Toranzos, abordan el tema de la evaluación, dan un esbozo

general sobre el concepto, sus componentes, elementos principales; así como aquellos

conceptos vinculados con los procesos de evaluación. En un primer momento, las autoras relatan

una anécdota sobre las conversaciones entabladas entre docentes respecto a la evaluación, la

problemática que representa para ellos puesto que se observa a ésta como un requisito

engorroso, obligatorio y que consume tiempo.

A. Significados de la evaluación

A lo largo del tiempo y con base en la experiencia de los docentes, se han formulado

diversos significados del concepto “evaluación”. No obstante, ha pesar de existir distintas

definiciones, algunas de ella se encuentran formuladas con base en críticas, poniendo especial

atención a sus aspectos más objetables. Entre los significados atribuidos a la evaluación,

destacan aquellos que la vinculan con un examen (escrito, primordialmente), el cual refleja un

estilo de enseñanza inflexible, autoritario, conservador, que lejos de contribuir al desarrollo de las

habilidades de los alumnos, resulta en secuelas negativas en el mismo.

Otro significado atribuido a la evaluación, se vincula con los juicios de valor que se

adjudican a los alumnos como resultado de los productos y actividades que se desarrollan en el

aula, los cuales en realidad ofrecen información muy elemental. Es recurrente también otorgarle

a la calificación asignada una cualidad de “premio” o “castigo”, contribuyendo con esto en un

instrumento de control disciplinario o algo similar. En ocasiones, bajo el efecto de cuestiones

burocráticas, administrativas o de temporalidad, la evaluación pierde su sentido original.


En muchas ocasiones, se entiende a la evaluación como sinónimo de calificación,

resumido a una cifra que pretende cuantificar el desempeño del alumno y en otras, los

instrumentos que se eligen para realizar la evaluación, se concretan en denostar las habilidades

de los alumnos para memorizar datos, dejando de lado el desarrollo de sus procesos y

competencias. De esta forma, se han ido formulando estereotipos con respecto a la evaluación,

de modo tal que el sentido propio, el objetivo primordial de ésta, se pierde completamente.

A manera de resumen de este primer apartado, las autoras mencionan que la mayoría de

las definiciones al respecto del concepto “evaluación”, generalmente se enmarcan en un plano

normativo, en otras palabras, en el “deber ser”. De este modo, la evaluación se concreta a

expresar una probabilidad de determinar en qué medida las acciones emprendidas se ajustan o

no a esa normatividad, dejando de lado la posibilidad de replantear normas nuevas o reestructurar

las existentes.

B. Una definición más amena

En el siguiente apartado, Elola y Toranzos intentan establecer una definición más

comprensiva del término evaluación. En esta sección, las autoras definen el concepto como un

proceso que genera información; esta última, proporciona datos que pueden emplearse con

carácter de retroalimentación, pues permite observar el progreso cognitivo sobre los aspectos

evaluados. Es también importante mencionar que, en todo proceso de evaluación, se reconoce

la presencia de ciertos elementos:

1. Búsqueda de indicios: Es posible tomar nota a través de la observación o de otras formas

de medición, indicios visibles de procesos o elementos complejos que son parte de la

evaluación. Estos indicios proporcionan información sobre el avance en los procesos

cognitivos de los alumnos; no obstante, es importante considerar que se tratan solo de

pistas que permitan valorar la existencia o ausencia de las competencias en el estudiante.


2. Forma de registro y análisis: es recomendable echar mano de diferentes instrumentos de

evaluación para poder recolectar indicios varios, de modo tal que realizar una valoración

sobre el proceso de aprendizaje, sea más concreto y contemple tantos datos como sea

posible.

3. Criterios: establecer lineamientos que permitan delimitar las metas cognitivas que se

plantearon; así como las habilidades que deben desarrollarse. Los criterios permiten

también establecer una comparación entre los parámetros establecidos y la cognición

consolidada.

4. Juicio de valor: este parámetro se establece a partir de las conjeturas que se realizan con

respecto a los resultados que arrojan los instrumentos implementados en la evaluación.

Recopila datos de el análisis, la construcción de criterios, así como las formas de registros

empleadas en el proceso evaluativo.

5. Toma de decisiones: este es un rubro importante en el proceso evaluativo dado que

permite observar posibilidades y considerar la más adecuada dependiendo el tipo de

información recolectada durante el proceso. De esta forma es posible determinar cuál será

el siguiente paso en el esquema trazado o el reajuste que debe realizarse en el proceso

establecido.

C. Funciones de la evaluación

Es relevante mencionar que la evaluación también considera en sus características las

funciones que debe desarrollar. El texto enuncia cinco funciones, la primera de ellas es

denominada como simbólica. Ésta se refiere concretamente a la implementación de un

instrumento de evaluación al término de una etapa o ciclo, a manera de conclusión. La función

política puede entenderse como la retroalimentación de los procesos que involucran a la

planificación y la toma de decisiones sobre el cómo llevar a cabo los proyectos y contenidos del

programa de estudios.
La función de conocimiento permite reconocer a la evaluación como una herramienta

aplicada para reconocer indicios del proceso cognitivo y la comprensión de los objetos de

evaluación. Otra función mencionada en el texto se denomina como función de mejoramiento.

Ésta, establece que una evaluación es una herramienta que permite tomar decisiones en pro de

la mejora de los procesos que la conforman; así como mejorar la efectividad, la eficiencia,

eficacia, pertinencia o determinar también, la viabilidad de las acciones propuestas.

La función de desarrollo de capacidades establece que uno de los beneficios colaterales

de la evaluación se centra en el desarrollo de habilidades, destrezas y competencias.

D. Finalidad de la evaluación

En otra sección, las autoras resumen la finalidad de cada una de las evaluaciones

enunciadas al inicio del documento. De esta forma, cuando se habla acerca de una evaluación

diagnóstica, se hace un énfasis en la búsqueda de información que permita establecer una toma

de decisiones sobre los contenidos a abordar y como gestionarlos. Una evaluación cuya finalidad

sea el pronóstico, permite generar predicciones sobre los fenómenos o procesos objetos de

evaluación.

Una de las finalidades mencionadas es la de selección, ésta permite elegir la información

proporcionada por la evaluación que contribuya al establecimiento e implementación de alguna

estrategia, la cual de continuidad a los contenidos abordados en el aula. Por último, se menciona

la finalidad de acreditación, la cual establece las secuelas que el proceso de evaluación arroja.

Estas secuelas permitirán establecer si habrá continuidad con el proceso educativo del estudiante

o su interrupción parcial o total.

E. Herramientas de evaluación
Las herramientas de evaluación son a su vez, un aspecto esencial de este proceso.

Algunos aspectos fundamentales que deben considerarse al elegir los instrumentos de

evaluación se resumen en los siguientes puntos:

1. Deben ser elaborados por el evaluador.

2. Se sugiere que, al realizarse una evaluación, se consideren diferentes instrumentos,

los cuáles permitan tener un panorama más amplio respecto al desarrollo cognitivo y

de habilidades de los estudiantes

3. Ante la diversidad de instrumentos de evaluación, se sugiere considerar las ventajas

y desventajas que la implementación de cada uno conlleva, así como su apertura para

complementarse entre ellos para obtener una mayor cantidad de información.

Las autoras anexan al final de este apartado un cuadro con información sobre los tipos de

técnicas de evaluación y el tipo de instrumento que se sugiere en cada uno. Por mencionar

algunos, para la observación pueden implementarse registros, listas de cotejo o escalas. También

se menciona el uso de portafolios de evidencias y análisis de contenido como herramientas del

proceso evaluativo independientes.

La evaluación educativa siempre ha sido un tema polémico tanto en el ámbito docente

como en la sociedad en general. A pesar de la diversidad de instrumentos de evaluación, de la

apertura que los nuevos planes y programas de estudio ofrecen para evaluar, de los diferentes

cursos y talleres de capacitación que se establecen para conocer e implementar estas

herramientas, existe aún resistencia ante el cambio. Además, la burocracia y los trámites

administrativos aportan al panorama el agotamiento docente antes de analizar y reajustar su

proceso de evaluación.

En este sentido, la reformulación de las prioridades en el proceso cognitivo, así como el

establecimiento de objetivos permitirán al docente elegir los instrumentos de evaluación


pertinentes a su labor. Es primordial también que el docente conserve siempre la apertura de

conocer nuevas técnicas, implementarlas y estar abierto a retroalimentar a sus estudiantes, pero

también a sí mismo. De este modo, se puede establecer a la evaluación como una oportunidad

para reformularse el planteamiento de contenidos y objetivos desarrollados, su comprensión, el

desarrollo cognitivo, pero también de habilidades de los alumnos, así como la implementación en

el contexto real del estudiante de lo estudiado en el aula.

Si la evaluación es tratada como un instrumento que provee información real, directa y

objetiva del grupo social con el cual se trabaja, en lugar de ser vista como un proceso obligatorio,

limitado, normado y única fuente de datos, estaríamos resignificando el concepto y realizando

cambios en la actitud también del cuerpo magisterial ante este proceso que, más que un desafío,

es un complemento, una extensión de la labor docente.

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