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Amparo Berenice Guevara
Amparo Berenice Guevara
POR MEDIO DEL PRESENTE OCURSO Y CON FUNDAMENTO EN LO PRECEPTUADO POR LOS
ARTÍCULOS 1, 14, 16 Y 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, 1
FRACCIONES I Y II, 2, 3, 5, FRACCIONES I, II, III, 6, 17, 18, 33, FRACCIÓN II, 34, 170, FRACCIÓN I, 171,
174, 175 FRACCIONES I, II, III, IV, V, VI Y VII, 176, 179 Y DEMÁS RELATIVOS Y APLICABLES DE LA LEY
DE AMPARO EN VIGOR; VENGO EN TIEMPO Y FORMA, A PROMOVER DEMANDA DE AMPARO DIRECTO,
SOLICITANDO EL AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL, EN CONTRA DE LOS ACTOS Y
AUTORIDADES QUE SEÑALO COMO RESPONSABLES, Y QUE TALES ACTOS SE SEÑALAN COMO
RECLAMADOS EN EL ESCRITO ANEXO, CONSISTENTE EN LA RESOLUCIÓN DE FECHA TREINTA DE JUNIO
DE DOS MIL QUINCE, PUBLICADA EN FECHA __________________ DEL AÑO EN CURSO, NOTIFICADA A
LA SUSCRITA EN LA MISMA FECHA, SITUACIÓN QUE SE DESPRENDE DE AUTOS; POR CONSIDERAR QUE
VIOLA EN PERJUICIO DE LA SUSCRITA, MIS DERECHOS HUMANOS CONSAGRADOS EN LOS ARTÍCULOS 1,
14, 16 Y 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. Y A EFECTO DE
CUMPLIMENTAR LO DISPUESTO POR EL ARTÍCULO 175 DE LA LEY DE AMPARO EN VIGOR, EL ACTO
RECLAMADO Y LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN, SE ANEXAN A ESTE ESCRITO. SOLICITANDO SE ENVÍEN
LOS AUTOS ORIGINALES DEL PRESENTE JUICIO, AL H. TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL, DEL
PRIMER CIRCUITO EN TURNO, CON RESIDENCIA EN EL DISTRITO FEDERAL, PARA PROSEGUIR CON ESTE
RECURSO DE AMPARO. LO ANTERIOR POR SER PROCEDENTE CONFORME A DERECHO. SOLICITANDO SE
CONCEDA LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO RECLAMADO, PARA EL SÓLO EFECTO DE QUE LAS
COSAS SE MANTENGAN EN EL ESTADO EN QUE SE ENCUENTRAN.
PROTESTO LO NECESARIO.
BERENICE GUEVARA MÉNDEZ, POR MI PROPIO DERECHO, SEÑALANDO COMO DOMICILIO PARA
OIR Y RECIBIR TODO TIPO DE NOTIFICACIONES Y DOCUMENTOS, LA LISTA DE PUBLICACION DE
ACUERDOS Y/O LOS ESTRADOS DE ESTE H. TRIBUNAL, Y AUTORIZANDO EN TÉRMINOS AMPLIOS DEL
ARTÍCULO 12 DE LA LEY DE AMPARO EN VIGOR, A LOS C.C. LICENCIADOS EN DERECHO BENJAMÍN
REFUGIO VEGA URBÁN, CON CÉDULA PROFESIONAL NÚMERO 6516437, EXPEDIDA POR LA DIRECCIÓN
GENERAL DE PROFESIONES DE LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA; ELÍ NAHUÁCATL ROSAS, CON
CÉDULA PROFESIONAL NÚMERO: 5473017, EXPEDIDA POR LA DIRECCIÓN GENERAL DE PROFESIONES DE
LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA; ASÍ COMO PARA OÍR Y RECIBIR NOTIFICACIONES Y
DOCUMENTOS, E IMPONERSE DE LOS AUTOS, A LOS C.C. _______________________________;
INDISTINTAMENTE; ANTE USTEDES Y CON EL DEBIDO RESPETO, COMPAREZCO PARA EXPONER:
POR MEDIO DEL PRESENTE ESCRITO Y CON FUNDAMENTO EN LO PRECEPTUADO POR LOS
ARTÍCULOS 1, 14, 16 Y 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, 1
FRACCIONES I Y II, 2, 3, 5, FRACCIONES I, II, III, 6, 17, 18, 33, FRACCIÓN II, 34, 170, FRACCIÓN I, 171,
174, 175 FRACCIONES I, II, III, IV, V, VI Y VII, 176, 179 Y DEMÁS RELATIVOS Y APLICABLES DE LA LEY
DE AMPARO EN VIGOR; VENGO A DEMANDAR EL AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA DE LA UNIÓN,
EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN DE FECHA TREINTA DE JUNIO DE DOS MIL QUINCE, PUBLICADA Y
NOTIFICADA A LA SUSCRITA EN FECHA ___________________________ DEL AÑO EN CURSO, DICTADA
POR EL C. JUEZ DÉCIMO SEGUNDO CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL, EN EL JUICIO EJECUTIVO
MERCANTIL, PROMOVIDO POR NR FINANCE MÉXICO, S.A. DE C.V. SOCIEDAD FINANCIERA DE OBJETO
MÚLTIPLE, ENTIDAD NO REGULADA; EN CONTRA DE LA SUSCRITA, EN EL EXPEDIENTE NÚMERO:
1986/2014.
II.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO INTERESADO.- NR FINANCE MÉXICO, S.A. DE C.V. SOCIEDAD
FINANCIERA DE OBJETO MÚLTIPLE, ENTIDAD NO REGULADA. CON DOMICILIO EN: AV. INSURGENTES
SUR NÚMERO 1958 PISO 4, COLONIA FLORIDA, DELEGACIÓN ÁLVARO OBREGÓN, MÉXICO, DISTRITO
FEDERAL.
A).- AUTORIDAD ORDENADORA.- C. JUEZ DÉCIMO SEGUNDO CIVIL DE CUANTÍA MENOR DEL DISTRITO
FEDERAL. CON DOMICILIO EN: AV. FRAY SERVANDO TERESA DE MIER NÚMERO 32, PISO 8, COLONIA
CENTRO, DELEGACIÓN CUAUHTÉMOC, MÉXICO, DISTRITO FEDERAL.
VI.- BAJO PROTESTA DE DECIR VERDAD.- A CONTINUACIÓN EXPRESO LOS HECHOS Y ABSTENCIONES
QUE ME CONSTAN Y QUE CONSTITUYEN LOS ANTECEDENTES Y FUNDAMENTOS DE LOS CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN.
FUENTE DEL AGRAVIO.- LOS RESOLUTIVOS SEGUNDO Y TERCERO, EN RELACIÓN CON LOS
CONSIDERANDOS IV.- Y V.- DE LA SENTENCIA DICTADA EN EL JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL,
PROMOVIDO POR NR FINANCE MÉXICO, S.A. DE C.V. SOCIEDAD FINANCIERA DE OBJETO MÚLTIPLE,
ENTIDAD NO REGULADA, EN CONTRA DE LA SUSCRITA, EN EL EXPEDIENTE NÚMERO: 1986/2014, DEL
ÍNDICE DEL JUZGADO DÉCIMO SEGUNDO CIVIL DE CUANTÍA MENOR DEL DISTRITO FEDERAL.
Novena Época
Registro: 168546
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Jurisprudencias
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Común
Tesis: VI.2o.C. J/296
Página: 2293
SENTENCIAS. SU CONGRUENCIA.
Es requisito de toda sentencia la congruencia entre los considerandos y los puntos resolutivos, en
tanto que ésta constituye una unidad y los razonamientos contenidos en los primeros son elementos
fundamentales para determinar el alcance preciso de la decisión, pues es en ellos en donde el
juzgador hace los razonamientos adecuados para llegar a una determinación, la cual debe ser clara y
fundada, características que dejan de cumplirse cuando existe entre ellos una incompatibilidad en
su sentido o son incongruentes con las consideraciones expresadas en la sentencia, pues si existe
incompatibilidad entre el contenido de los puntos resolutivos de la sentencia se provoca
incertidumbre respecto a su sentido y alcances.
Amparo en revisión 127/89. Rafael Teyssier Flores y otro. 23 de mayo de 1989. Unanimidad de
votos. Ponente: José Galván Rojas. Secretario: Armando Cortés Galván.
Amparo directo 539/91. Alfonso Hernández Valdez. 7 de enero de 1992. Unanimidad de votos.
Ponente: José Galván Rojas. Secretario: Armando Cortés Galván.
Amparo en revisión 520/2000. Asesoría y Servicios Ecológicos de Puebla, S.A. de C.V. 18 de enero de
2001. Unanimidad de votos. Ponente: Ma. Elisa Tejada Hernández. Secretario: Enrique Baigts
Muñoz.
Amparo en revisión 395/2007. 25 de julio de 2008. Unanimidad de votos. Ponente: Ma. Elisa Tejada
Hernández. Secretario: Crispín Sánchez Zepeda.
Novena Época
Registro: 200151
Instancia: Pleno
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo III, Abril de 1996
Materia(s): Constitucional, Civil
Tesis: P. XLVII/96
Página: 125
El Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal, al hablar de la valoración de pruebas, sigue
un sistema de libre apreciación en materia de valoración probatoria estableciendo, de manera
expresa, en su artículo 402, que los medios de prueba aportados y admitidos serán valorados en su
conjunto por el juzgador, atendiendo a las reglas de la lógica y de la experiencia; y si bien es cierto
que la garantía de legalidad prevista en el artículo 14 constitucional, preceptúa que las sentencias
deben dictarse conforme a la letra de la ley o a su interpretación jurídica, y a falta de ésta se
fundarán en los principios generales del derecho, no se viola esta garantía porque el juzgador valore
las pruebas que le sean aportadas atendiendo a las reglas de la lógica y de la experiencia, pues el
propio precepto procesal le obliga a exponer los fundamentos de la valoración jurídica realizada y de
su decisión.
Amparo directo en revisión 565/95. Javier Soto González. 10 de octubre de 1995. Unanimidad de
once votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Luz Cueto Martínez.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el diecinueve de marzo en curso, aprobó, con el
número XLVII/1996, la tesis que antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis
de jurisprudencia. México, Distrito Federal, a diecinueve de marzo de mil novecientos noventa y
seis.
Novena Época
Registro: 175082
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Jurisprudencias
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXIII, Mayo de 2006
Materia(s): Común
Tesis: I.4o.A. J/43
Página: 1531
Amparo directo 447/2005. Bruno López Castro. 1o. de febrero de 2006. Unanimidad de votos.
Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Claudia Patricia Peraza Espinoza.
Amparo en revisión 631/2005. Jesús Guillermo Mosqueda Martínez. 1o. de febrero de 2006.
Unanimidad de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Alma Margarita Flores
Rodríguez.
Amparo directo 27/2006. Arturo Alarcón Carrillo. 15 de febrero de 2006. Unanimidad de votos.
Ponente: Hilario Bárcenas Chávez. Secretaria: Karla Mariana Márquez Velasco.
Amparo en revisión 78/2006. Juan Alcántara Gutiérrez. 1o. de marzo de 2006. Unanimidad de votos.
Ponente: Hilario Bárcenas Chávez. Secretaria: Mariza Arellano Pompa.
Novena Época
Registro: 172040
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Jurisprudencias
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXVI, Julio de 2007
Materia(s): Común
Tesis: I.11o.C. J/8
Página: 2281
Las documentales privadas provenientes de terceros carecen de valor probatorio pleno cuando son
objetadas por la parte contraria de la oferente y ésta no ofrece su perfeccionamiento mediante el
reconocimiento a cargo de su suscriptor.
Amparo directo 154/2002. Impulsora de Avalúos, S.A. de C.V. 22 de abril de 2002. Unanimidad de
votos. Ponente: María del Carmen Sánchez Hidalgo. Secretario: Fidel Quiñones Rodríguez.
Amparo directo 722/2005. Aerococina, S.A. de C.V. 18 de noviembre de 2005. Unanimidad de votos.
Ponente: María del Carmen Sánchez Hidalgo viuda de Magaña Cárdenas. Secretario: Fidel Quiñones
Rodríguez.
Amparo directo 327/2006. Felipe de Jesús Orozco Téllez. 15 de junio de 2006. Unanimidad de votos.
Ponente: María del Carmen Sánchez Hidalgo viuda de Magaña Cárdenas. Secretario: Fidel Quiñones
Rodríguez.
Amparo directo 193/2007. 13 de abril de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: María Concepción
Alonso Flores. Secretaria: Susana Teresa Sánchez González.
Novena Época
Registro: 181969
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XIX, Marzo de 2004
Materia(s): Civil
Tesis: XX.2o.19 C
Página: 1552
De la recta interpretación de los artículos 342 y 401 del Código de Procedimientos Civiles del Estado,
se desprende que los documentos privados y la correspondencia procedente de uno de los
interesados, harán prueba plena, y contra su autor, sólo si son reconocidos por éstos de manera
expresa o tácita, derivada de su no objeción. Por consiguiente, tales documentos son pruebas
imperfectas que llegan a juicio sin que la ley les reconozca que por sí mismos demuestran su
autenticidad, por tanto, para que adquieran el rango de prueba plena requieren que sean
reconocidos por su suscriptor o suscriptores, bien en forma expresa o tácita. La situación contraria
acontece tratándose de los documentos públicos que se presentan a juicio, pues de conformidad con
lo que establece el numeral 398 del código adjetivo antes invocado, éstos tienen la calidad de
pruebas perfectas y, por ende, para que tengan pleno valor probatorio, no requieren del
reconocimiento de las personas a quienes se les atribuye su autoría. En esta última hipótesis, si la
documental pública es objetada, quien realiza dicha objeción tiene la obligación de demostrar sus
afirmaciones, precisamente, para desvirtuar el valor convictivo del que por disposición legal gozan
dichas documentales. En cambio, cuando un documento privado es objetado en cuanto a su
autenticidad por la parte contra la cual se exhibió en el juicio, ésta no tiene la obligación de
acreditar las causas en que basa su objeción, ya que ésta es suficiente para que el documento tenga
únicamente valor de indicio. En consecuencia, es el oferente de la prueba quien se encuentra
obligado a demostrar su autenticidad. Lo anterior es así, ya que los documentos privados son
pruebas que no gozan, por sí mismas, de la presunción de autenticidad, por ende, en el supuesto de
que fueren objetados, quien los exhibe debe perfeccionarlos mediante los diversos medios de
convicción que establece la ley, para así demostrar su validez y, por ende, adquieran pleno valor
probatorio.
Amparo directo 171/2003. Armando Pérez Aguilar. 20 de agosto de 2003. Unanimidad de votos.
Ponente: Carlos Arteaga Álvarez. Secretaria: Xóchitl Yolanda Burguete López.
Notas:
El criterio contenido en esta tesis contendió en la contradicción de tesis 117/2003-PS, resuelta por
la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en su sesión celebrada el veinticuatro
de noviembre de dos mil cuatro, en la cual se determinó que no existe la contradicción de criterios
sustentados, por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito y los entonces
Primer y Tercer Tribunales Colegiados del Sexto Circuito, actualmente en Materia Civil y, por la
otra, el Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, por el contrario que sí existe
contradicción de tesis entre los criterios sustentados por el Primer y Tercer Tribunales Colegiados
del Sexto Circuito, actualmente en Materia Civil, y por la otra, por el Segundo Tribunal Colegiado
del Vigésimo Circuito. De esta contradicción de tesis derivó la tesis 1a./J. 4/2005, que aparece
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXI, abril de
2005, página 266, con el rubro: "DOCUMENTOS PRIVADOS PROVENIENTES DE LAS PARTES. LA CARGA
PROBATORIA DE LA OBJECIÓN DE FIRMA CORRESPONDE A QUIEN LA PLANTEA (LEGISLACIONES DE
CHIAPAS Y PUEBLA, ESTA ÚLTIMA ANTES DE LA REFORMA PUBLICADA EL 14 DE SEPTIEMBRE DE 1998)."
Esta tesis aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XIX, enero de 2004, página 1521; se publica nuevamente con el texto corregido.
Novena Época
Registro: 184901
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XVII, Febrero de 2003
Materia(s): Común
Tesis: I.14o.C.6 K
Página: 1055
El documento privado auténtico es aquel cuya certeza sobre si realmente fue otorgado por quien lo
suscribe, ha quedado establecida desde el comienzo del procedimiento o ha sido ratificado por su
firmante; este tipo de documentos no obliga a terceros, pero éstos no pueden desconocerlo a partir
de su fecha cierta y, por tanto, las situaciones jurídicas que de él se deriven sí son oponibles a los
terceros en determinadas circunstancias. En cambio, si el documento es suscrito o proviene de la
parte que pretende beneficiarse de él, carece de valor probatorio al igual que la confesión en favor
de quien la emite, por ser claro que de aceptarse esa situación, cualquiera podría confeccionar su
propia prueba. En tanto, el documento privado no auténtico es aquel que no ha sido reconocido
expresa o tácitamente por su suscriptor. Se trata de una prueba imperfecta que carece de valor
probatorio contra terceros y aun entre las partes, pues no se tiene certeza sobre si fue realmente
otorgado por quien lo suscribe y la sola existencia del documento no es razón jurídica para
presumirlo. Cabe señalar que los documentos privados pueden autentificarse a través de la
ratificación de contenido y firma, o bien, por falta de objeción o, incluso, en caso de existir esta
última, a través de la prueba de peritos o testimonial.
Amparo directo 767/2002. Octavio Martínez Zárate. 21 de noviembre de 2002. Unanimidad de votos.
Ponente: Francisco Javier Sandoval López. Secretario: Francisco Juri Madrigal Paniagua.
Novena Época
Registro: 168680
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Civil
Tesis: I.4o.C.146 C
Página: 2358
La objeción y la impugnación de falsedad de documentos previstas en los artículos 335 y 386 del
Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, respectivamente, son instituciones
diferentes, en razón a su naturaleza, finalidad, materia, plazo y sustanciación. En conformidad con
el primero de los preceptos, la objeción es el medio dado por la ley para evitar que se produzca el
reconocimiento tácito del documento privado y para conseguir de esa manera, que el valor
probatorio del propio instrumento permanezca incompleto. En cambio, la impugnación de falsedad,
prevista en el artículo 386 del citado ordenamiento, constituye un acto jurídico distinto que opera
en diferentes circunstancias a las de la objeción de un documento privado, puesto que esta
impugnación se ejercita para evidenciar la falsedad de un documento, ya sea público o privado. En
atención a la naturaleza de las citadas instituciones, la diferencia radica en que, la objeción es un
acto jurídico, esto es, una expresión de voluntad tendente a poner de manifiesto, que quien la
produce no está dispuesto a someterse al documento privado contra el cual se formula ni a pasar por
él. De manera que la actitud de quien opone tal reparo evita incurrir en el no hacer o en la
pasividad ante el instrumento y, por ende, dicha conducta activa consigue que no se produzca el
reconocimiento tácito del documento privado. Por cuanto hace a la impugnación de falsedad se
encuentra que, aunque implica también una manifestación de voluntad, la característica que la
distingue es que está dotada de un propósito más enérgico, porque a diferencia de la objeción, en la
que sólo se busca no incurrir en la impasibilidad para que un documento privado no quede
perfeccionado, en la impugnación de falsedad, la voluntad está encaminada a privar de efectos al
documento que, por alguna razón, ya tiene pleno valor probatorio, como por ejemplo: un
documento público, o bien, un documento privado atribuido a la contraparte del oferente de la
prueba, cuya firma ha sido reconocida por su autor, etcétera. De esta manera, para que quede
patentizado el sentido hacia el cual se orienta la voluntad del promovente del incidente de
impugnación de falsedad, al plantearse, deben exponerse claramente los motivos específicos por los
cuales se redarguye de falso el documento, así como las pruebas con las que éstos se pretendan
demostrar, las cuales deben ofrecerse en términos del artículo 386 del Código de Procedimientos
Civiles. Esto se logra a través de la formulación de una demanda incidental, en la cual esté indicada
la petición y la causa de pedir, así como las pruebas aptas para demostrar esta última. Otra de las
diferencias que existe entre las instituciones en estudio es la atinente a su finalidad, pues la
objeción tiene como presupuesto la aportación al juicio de un documento privado. Esta clase de
instrumentos son imperfectos y necesitan de otro medio probatorio para poder completarse. Uno de
los medios que da la ley para perfeccionar al documento privado es el reconocimiento tácito, que
surge de la impasibilidad de la contraparte del oferente frente a tal instrumento, en el tiempo
previsto en la ley. Por tanto, la finalidad de la objeción consiste en evitar que se produzca el
reconocimiento tácito, con lo cual se logra que el valor probatorio del documento privado
permanezca imperfecto. En cambio, en la impugnación de falsedad, el presupuesto consiste en que
uno de los contendientes aporte un documento público al juicio, o bien, uno privado, pero ya
perfeccionado, por ejemplo, porque el oferente ya ha obtenido su perfeccionamiento con algún
medio previsto por la ley, por ejemplo, el reconocimiento expreso de la firma. Con la objeción se
evita completar una prueba que por sí misma es imperfecta. En tanto que, con la impugnación de
falsedad, a un medio de prueba que en principio tiene plena fuerza de convicción, quien hace valer
el incidente respectivo pretende disminuir o anular esos efectos probatorios plenos. Por cuanto hace
a la materia de las instituciones citadas, la objeción (artículo 335 del Código de Procedimientos
Civiles) recae sobre documentos privados y la impugnación de falsedad se dirige, indistintamente,
contra documentos públicos y privados (artículo 386, primer párrafo). Otra distinción de ambas
instituciones se encuentra en el factor temporal, esto es, en el plazo otorgado por la ley para
plantear una u otra. En la objeción se cuenta con tres días para formularla, lo que indica un tiempo
breve. En cambio, en el incidente de falsedad de documento no se cuenta con un plazo específico;
sin embargo, se prevé un tiempo acotado claramente para que se presente el incidente respectivo,
que va desde la contestación de la demanda, hasta seis días antes de la celebración de la audiencia
de pruebas y alegatos, lo que implica que se tiene un periodo más amplio que en la objeción. Por
cuanto hace a la sustanciación, la ley prevé detalladas formalidades para que la autoridad pueda
conocer de la impugnación de falsedad, formalidades que corresponden a la naturaleza, finalidad,
materia, plazo, etcétera, de la institución. Esto contrasta con el escaso formalismo previsto en la
ley para la objeción, puesto que, la ley sólo menciona el breve plazo de tres días que se tiene para
hacerla valer. De ahí que, las diferencias apuntadas permitan concluir que la objeción e
impugnación de falsedad de documentos constituyen actos jurídicos distintos que no deben
confundirse.
Amparo directo 47/2008. Félix Carlos Gustavo Niño de Rivera Olea. 31 de enero de 2008.
Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata. Secretaria: Leticia Araceli López
Espíndola.
El sistema probatorio dispuesto en el Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal acoge
los principios lógico y ontológico que la teoría establece en torno a la dinámica de la carga de la
prueba, cuyos entendimiento y aplicación facilitan la tarea del juzgador, pues permite conocer de
qué forma se desplazan dichas cargas, en función de las posiciones que van tomando las partes de
acuerdo a las aseveraciones que formulan durante el juicio. Ahora bien, el principio ontológico parte
de la siguiente premisa: lo ordinario se presume, lo extraordinario se prueba, y se funda, en que el
enunciado que trata sobre lo ordinario se presenta, desde luego, por sí mismo, con un elemento de
prueba que se apoya en la experiencia común; en tanto que el aserto que versa sobre lo
extraordinario se manifiesta, por el contrario, destituido de todo principio de prueba; así, tener ese
sustento o carecer de él, es lo que provoca que la carga de la prueba se desplace hacia la parte que
formula enunciados sobre hechos extraordinarios, cuando la oposición expresada por su contraria la
constituye una aseveración sobre un acontecimiento ordinario. Por su parte, en subordinación al
principio ontológico, se encuentra el lógico, aplicable en los casos en que debe dilucidarse a quién
corresponde la carga probatoria cuando existen dos asertos: uno positivo y otro negativo; y en
atención a este principio, por la facilidad que existe en demostrar el aserto positivo, éste queda a
cargo de quien lo formula y libera de ese peso al que expone una negación, por la dificultad para
demostrarla. Así, el principio lógico tiene su fundamento en que en los enunciados positivos hay más
facilidad en su demostración, pues es admisible acreditarlos con pruebas directas e indirectas; en
tanto que un aserto negativo sólo puede justificarse con pruebas indirectas; asimismo, el principio
en cuestión toma en cuenta las verdaderas negaciones (las sustanciales) y no aquellas que sólo
tienen de negativo la forma en que se expone el aserto (negaciones formales). De ahí que, para
establecer la distribución de la carga probatoria, debe considerarse también si el contenido de la
negación es concreto (por ejemplo, "no soy la persona que intervino en el acto jurídico") o indefinido
(verbigracia, "nunca he estado en cierto lugar") pues en el primer caso, la dificultad de la prueba
deriva de una negación de imposible demostración, que traslada la carga de la prueba a la parte que
afirma la identidad; mientras que la segunda es una negación sustancial, cuya dificultad probatoria
proviene, no de la forma negativa, sino de la indefinición de su contenido, en cuyo caso corresponde
a quien sostiene lo contrario (que el sujeto sí estuvo en cierto lugar en determinada fecha)
demostrar su aserto, ante la indefinición de la negación formulada. Finalmente, en el caso de las
afirmaciones indeterminadas, si bien se presenta un inconveniente similar, existe una distinción,
pues en éstas se advierte un elemento positivo, susceptible de probarse, que permite presumir otro
de igual naturaleza.
Amparo directo 55/2013. 21 de mayo de 2014. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García
Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo, por lo que hace a la concesión del amparo. El Ministro Jorge
Mario Pardo Rebolledo formuló voto concurrente en el que manifestó apartarse de las
consideraciones relativas al tema contenido en la presente tesis. La Ministra Olga Sánchez Cordero
de García Villegas manifestó que si bien vota por conceder el amparo, no comparte las
consideraciones ni los efectos, y formuló voto concurrente. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretaria: Mireya Meléndez Almaraz.
Esta tesis se publicó el viernes 21 de noviembre de 2014 a las 09:20 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
Novena Época
Registro: 187931
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Jurisprudencias
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XV, Enero de 2002
Materia(s): Común
Tesis: VI.2o.C. J/217
Página: 1205
Los tribunales, según la naturaleza de los hechos, la prueba de ellos y el enlace más o menos
necesario que exista entre la verdad conocida y la que se busca, apreciarán en conciencia el valor de
las presunciones, hasta el grado de poder considerar que su conjunto forma prueba plena.
Amparo directo 131/95. Octavio Augusto Curro Castillo. 3 de mayo de 1995. Unanimidad de votos.
Ponente: María Eugenia Estela Martínez Cardiel. Secretario: Enrique Baigts Muñoz.
Amparo directo 344/96. Alejandro Rueda Tototzintle. 3 de julio de 1996. Unanimidad de votos.
Ponente: José Mario Machorro Castillo, secretario de tribunal en funciones de Magistrado por
ministerio de ley, en términos del artículo 36 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación. Secretario: Enrique Baigts Muñoz.
Amparo directo 140/97. Gabino Morales Ramírez y otra. 12 de marzo de 1997. Unanimidad de votos.
Ponente: Antonio Meza Alarcón. Secretario: Enrique Baigts Muñoz.
Amparo directo 393/2001. María del Pilar Leticia Rivera Rodríguez. 31 de octubre de 2001.
Unanimidad de votos. Ponente: Raúl Armando Pallares Valdez. Secretario: Eduardo Iván Ortiz
Gorbea.
Sexta Época
Registro: 261251
Instancia: Primera Sala
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Volumen XLII, Segunda Parte
Materia(s): Penal
Página: 221
PRESUNCIONES.
Cada indicio en particular, por sí mismo, es ineficaz para establecer la verdad última. La prueba
presuntiva es una prueba de conjunto, y se produce por la concurrencia de una serie de indicios
tendientes todos ellos a probar el hecho desconocido.
Amparo directo 1029/58. Ana María Miranda viuda de Suck y coagraviado. 4 de marzo de 1959.
Mayoría de cuatro votos. Disidente: Luis Chico Goerne. Ponente: Rodolfo Chávez Sánchez.
Octava Época
Registro: 211792
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo XIV, Julio de 1994
Materia(s): Común
Página: 739
Resulta legal la valoración que el juzgador haga de la prueba pericial, en atención a que los
tribunales tienen facultades amplias para apreciar los dictámenes periciales, y si se razonaron las
causas por las cuales merecen eficacia probatoria y no se violaron los principios de la lógica, es
indudable que la autoridad de ninguna manera infringió las normas de apreciación de dicha prueba.
Amparo directo 3/88. Mario Muñoz Limón. 17 de marzo de 1988. Unanimidad de votos. Ponente:
José Galván Rojas. Secretario: Vicente Martínez Sánchez.
Novena Época
Registro: 203639
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo II, Diciembre de 1995
Materia(s): Común
Tesis: II.1o.C.T.16 K
Página: 556
Si bien es cierto que en términos del artículo 410 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de
México, el dictamen de peritos será valorizado según el prudente arbitrio del juez, ello de ninguna
manera lo exime de la obligación de expresar claramente los motivos que determinan cada
apreciación, puesto que la facultad de libre valoración en materia probatoria no implica su
arbitrario ejercicio sino que es una facultad discrecional, cuya aplicación tendrá, en todo caso, que
justificarse a través del respectivo razonamiento lógico-jurídico. Así pues, teniendo la prueba
pericial el carácter de colegiado es incorrecta su valoración si se hace en forma aislada, tomando en
cuenta sólo aquel o aquellos dictámenes que favorecen a alguna de las partes, omitiendo el estudio
de aquel que determinó lo contrario sólo por ser minoría.
Amparo directo 122/95. Operadora Varsovia, S.A. de C.V. 16 de marzo de 1995. Unanimidad de
votos. Ponente: Fernando Narváez Barker. Secretaria: Gloria Burgos Ortega.
Novena Época
Registro: 176546
Instancia: Primera Sala
Jurisprudencias
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXII, Diciembre de 2005
Materia(s): Común
Tesis: 1a./J. 139/2005
Página: 162
Entre las diversas garantías contenidas en el segundo párrafo del artículo 14 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, sustento de la garantía de audiencia, está la relativa al
respeto de las formalidades esenciales del procedimiento, también conocida como de debido
proceso legal, la cual se refiere al cumplimiento de las condiciones fundamentales que deben
satisfacerse en el procedimiento jurisdiccional que concluye con el dictado de una resolución que
dirime las cuestiones debatidas. Esta garantía obliga al juzgador a decidir las controversias
sometidas a su conocimiento, considerando todos y cada uno de los argumentos aducidos en la
demanda, en su contestación, así como las demás pretensiones deducidas oportunamente en el
pleito, de tal forma que se condene o absuelva al demandado, resolviendo sobre todos los puntos
litigiosos materia del debate. Sin embargo, esta determinación del juzgador no debe desvincularse
de lo dispuesto por el primer párrafo del artículo 16 constitucional, que impone a las autoridades la
obligación de fundar y motivar debidamente los actos que emitan, esto es, que se expresen las
razones de derecho y los motivos de hecho considerados para su dictado, los cuales deberán ser
reales, ciertos e investidos de la fuerza legal suficiente para provocar el acto de autoridad. Ahora
bien, como a las garantías individuales previstas en la Carta Magna les son aplicables las
consideraciones sobre la supremacía constitucional en términos de su artículo 133, es indudable que
las resoluciones que emitan deben cumplir con las garantías de debido proceso legal y de legalidad
contenidas en los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Así,
la fundamentación y motivación de una resolución jurisdiccional se encuentra en el análisis
exhaustivo de los puntos que integran la litis, es decir, en el estudio de las acciones y excepciones
del debate, apoyándose en el o los preceptos jurídicos que permiten expedirla y que establezcan la
hipótesis que genere su emisión, así como en la exposición concreta de las circunstancias especiales,
razones particulares o causas inmediatas tomadas en consideración para la emisión del acto, siendo
necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables al
caso.
Contradicción de tesis 133/2004-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito. 31 de agosto
de 2005. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Beatriz
Joaquina Jaimes Ramos.
Tesis de jurisprudencia 139/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha veintiocho de septiembre de dos mil cinco.
Novena Época
Registro: 169881
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXVII, Abril de 2008
Materia(s): Penal
Tesis: I.6o.P.109 P
Página: 2370
FRAUDE PROCESAL, DELITO, PREVISTO EN EL ARTÍCULO 310 DEL CÓDIGO PENAL PARA EL
DISTRITO FEDERAL. CUÁNDO SE CONSUMA.
El delito de fraude procesal en la hipótesis de cuando el sujeto activo realiza cualquier acto procesal
con el objeto de lograr una resolución judicial de la que derive un beneficio indebido para sí, se
configura sin que necesariamente exista una resolución judicial, incluso que efectivamente se
obtenga un beneficio indebido, pues basta con que el acuerdo emitido dentro del proceso tenga
como propósito otorgarle dicho beneficio de manera indebida. Ciertamente, se advierte que en el
tipo penal en estudio, la intención del legislador fue la de proteger el buen desarrollo de la
administración de justicia; por lo que se exige que las actuaciones derivadas del procedimiento
judicial estén apegadas a las leyes y se resuelva a favor de quien legalmente tiene la razón, por
ende, si el activo realiza actos tendientes a inducir a error a la autoridad judicial para que se
pronuncie de determinada forma, de la que puede derivarse un beneficio indebido para sí, entonces,
tales actos procesales son por sí mismos suficientes para que se configure el delito de fraude
procesal, porque, como ya se afirmó, no es necesario que exista una sentencia que resuelva el fondo
del asunto, ya que ni siquiera es necesario que se dicte una sentencia para que el delito se consume,
sino que es suficiente con que el sujeto activo obtenga cualquier acuerdo dentro del proceso y que
de ello se pueda derivar un beneficio indebido para sí, con la consiguiente afectación de la
contraparte.
Amparo directo 335/2007. 21 de febrero de 2008. Unanimidad de votos. Ponente: María Elena
Leguízamo Ferrer. Secretaria: María Elvira Valladares Martínez.
Décima Época
Registro: 160309
Instancia: Primera Sala
Jurisprudencias
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro V, Febrero de 2012, Tomo 1
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a./J. 1/2012 (9a.)
Página: 460
Amparo directo en revisión 944/2005. Distribuidora Malsa, S.A. de C.V. 13 de julio de 2005.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Olga Sánchez Cordero
de García Villegas. Secretaria: Mariana Mureddu Gilabert.
Amparo en revisión 337/2009. Jorge Morales Blázquez. 13 de mayo de 2009. Cinco votos. Ponente:
José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Jorge Luis Revilla de la Torre.
Amparo directo en revisión 1449/2009. Pompeyo Cruz González. 25 de mayo de 2011. Mayoría de
cuatro votos. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Secretario: Jorge Antonio Medina Gaona.
Amparo directo en revisión 1450/2009. Sabino Flores Cruz. 25 de mayo de 2011. Mayoría de cuatro
votos. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Jorge
Antonio Medina Gaona.
Amparo en revisión 131/2011. Joel Piñón Jiménez. 1o. de junio de 2011. Mayoría de cuatro votos.
Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Jorge
Antonio Medina Gaona.
Tesis de jurisprudencia 1/2012 (9a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada de ocho de febrero de dos mil doce.
Novena Época
Registro: 178560
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXI, Mayo de 2005
Materia(s): Común
Tesis: VIII.4o.16 K
Página: 1397
Amparo en revisión 390/2004. Gerardo Osio Gaitán. 10 de marzo de 2005. Unanimidad de votos.
Ponente: Víctor Antonio Pescador Cano. Secretario: Gerardo Octavio García Ramos.
Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XV, marzo de 2002,
página 1187, tesis VI.3o.A. J/13, de rubro: "GARANTÍA DE DEFENSA Y PRINCIPIO DE EXHAUSTIVIDAD Y
CONGRUENCIA. ALCANCES."
Novena Época
Registro: 166586
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Jurisprudencias
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXX, Agosto de 2009
Materia(s): Penal, Común
Tesis: I.2o.P. J/30
Página: 1381
La valoración probatoria constituye una formalidad que atañe a los aspectos sustanciales de la
decisión judicial y no del procedimiento, en razón de que mientras las formalidades esenciales de
éste salvaguardan las garantías de adecuada y oportuna defensa previa al acto privativo, en términos
de la jurisprudencia 218 establecida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
visible en la página doscientos sesenta, Tomo I, Materia Constitucional, Novena Época, del Apéndice
al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, de rubro "FORMALIDADES ESENCIALES DEL
PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO
PRIVATIVO.", la valoración probatoria exige atender la estructura formal, secuencial, argumentativa
y justificatoria de la resolución misma, al tenor de los principios elementales de orden lógico de
congruencia, consistencia y no contradicción, aplicados de manera directa en la exposición de los
argumentos que soportan la decisión y, en lo relevante, la justifican con una finalidad persuasiva.
Amparo directo 113/2009. 24 de abril de 2009. Unanimidad de votos. Ponente: Irma Rivero Ortiz de
Alcántara. Secretario: Jorge Vázquez Aguilera.
Amparo directo 160/2009. 28 de mayo de 2009. Unanimidad de votos. Ponente: Irma Rivero Ortiz de
Alcántara. Secretario: Raúl García Chávez.
Amparo directo 147/2009. 18 de junio de 2009. Unanimidad de votos. Ponente: Irma Rivero Ortiz de
Alcántara. Secretario: Raúl García Chávez.
Amparo directo 176/2009. 18 de junio de 2009. Unanimidad de votos. Ponente: Irma Rivero Ortiz de
Alcántara. Secretario: Jorge Vázquez Aguilera.
Amparo directo 179/2009. 18 de junio de 2009. Unanimidad de votos. Ponente: Irma Rivero Ortiz de
Alcántara. Secretaria: Laura Olivia Sánchez Aguirre.
Amparo en revisión 159/2013. 16 de octubre de 2013. Mayoría de cuatro votos. Disidente: José
Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho a formular voto particular; Olga Sánchez Cordero de
García Villegas reservó su derecho a formular voto concurrente. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.
Esta tesis se publicó el viernes 13 de diciembre de 2013 a las 13:20 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
A partir de la reforma de diez de junio de dos mil once al artículo 1o., en relación con el 133 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se estableció la obligación de toda autoridad
de promover, respetar y garantizar los derechos humanos, de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, quedando así establecidas las
premisas de interpretación y salvaguarda de los derechos consagrados en la Constitución, que se
entiende deben respetarse en beneficio de todo ser humano, sin distinción de edad, género, raza,
religión, ideas, condición económica, de vida, salud, nacionalidad o preferencias (universalidad);
asumiendo tales derechos como relacionados, de forma que no es posible distinguirlos en orden de
importancia o como prerrogativas independientes, prescindibles o excluyentes unas ante otras
(indivisibilidad e interdependencia); además, cada uno de esos derechos o todos en su conjunto,
obedecen a un contexto de necesidades pasadas y actuales, y no niegan la posibilidad de su
expansión, siendo que crecen por adecuación a nuevas condiciones sociales que determinen la
vigencia de otras prerrogativas que deban reconocerse a favor del individuo (progresividad). Al
positivarse tales principios interpretativos en la Constitución, trascienden al juicio de amparo y por
virtud de ellos los tribunales han de resolver con una tendencia interpretativa más favorable al
derecho humano que se advierta conflagrado y con una imposición constitucional de proceder a su
restauración y protección en el futuro, debiendo por ello quedar superados todos los obstáculos
técnicos que impidan el estudio de fondo de la violación, fundados en una apreciación rigorista de la
causa de pedir, o la forma y oportunidad en que se plantea. En ese sentido, la suplencia de la queja
deficiente encuentra fortalecimiento dentro del juicio de garantías, pues a través de ella el Juez
puede analizar por sí una violación no aducida y conceder el amparo, librando en ese proceder los
obstáculos derivados de las omisiones, imprecisiones e, incluso, inoportunidades en que haya
incurrido quien resulta afectado por el acto inconstitucional, de manera que es la suplencia el
instrumento que mejor revela la naturaleza proteccionista del amparo, y su importancia, como
mecanismo de aseguramiento del principio de supremacía constitucional, mediante la expulsión de
aquellos actos o disposiciones que resulten contrarios al Ordenamiento Jurídico Máximo. Así, las
reformas comentadas posibilitan ampliar su ejercicio, por lo que cuando en el conocimiento de un
juicio de amparo la autoridad advierta la presencia de un acto que afecta los derechos
fundamentales del quejoso, podrá favorecer el estudio de la violación y la restauración de los
derechos conflagrados, por encima de obstáculos derivados de criterios o interpretaciones sobre las
exigencias técnicas del amparo de estricto derecho, como la no impugnación o la impugnación
inoportuna del acto inconstitucional, su consentimiento presuntivo, entre otros, pues estos
rigorismos, a la luz de los actuales lineamientos de interpretación constitucional, no podrían
anteponerse válidamente a la presencia de una manifiesta conflagración de derechos
fundamentales, ni serían suficientes para liberar al tribunal de procurar la restauración de dicha
violación, del aseguramiento de los derechos fundamentales del individuo y del principio de primacía
constitucional en la forma más amplia. Además, tal proceder es congruente con la intención inicial
reconocida a la suplencia de la queja, pues ante la presencia de un acto inconstitucional, se torna
en salvaguarda del ordenamiento jurídico en general y del principio de supremacía constitucional,
consagrado en el artículo 133 constitucional, en tanto que las deficiencias en que incurra el
agraviado, relacionadas con la falta de impugnación o la impugnación inoportuna, pueden
entenderse como una confirmación del estado de indefensión en que se encuentra y del cual debe
ser liberado.
Amparo directo 319/2011. Joaquín del Bosque Martínez. 24 de mayo de 2012. Unanimidad de votos.
Ponente: José Carlos Rodríguez Navarro. Secretario: Eucario Adame Pérez.
Amparo directo 100/2012. Olga Canavati Fraige viuda de Tafich y otro. 30 de agosto de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: José Elías Gallegos Benítez. Secretario: Mario Enrique Guerra Garza.
Amparo directo 296/2012. Rodolfo Guadalupe González Aldape. 17 de enero de 2013. Unanimidad de
votos. Ponente: José Carlos Rodríguez Navarro. Secretario: Eucario Adame Pérez.
Amparo directo 13/2013. 18 de abril de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Hugo Alejandro
Bermúdez Manrique. Secretario: Víctor Hugo Alejo Guerrero.
PROTESTO LO NECESARIO.