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REVISTA DE

DERECHO PENAL
Y CRIMINOLOGÍA
DELITOS ECONÓMICOS • CONTRAVENCIONAL •
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES • PROCESAL PENAL •
EJECUCIÓN DE LA PENA
DIRECTOR
EUGENIO RAÚL ZAFFARONI

ÁREA PROCESAL
MIGUEL Á. ALMEYRA

COMITÉ ACADÉMICO
EDUARDO AGUIRRE OBARRIO (ARGENTINA 1923-2011)
CARLOS JULIO LASCANO (ARGENTINA)
LOLA ANIYAR DE CASTRO (VENEZUELA)
LUIS ARROYO ZAPATERO (ESPAÑA)
DAVID BAIGÚN (ARGENTINA)
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GLADYS ROMERO (ARGENTINA)
NORBERTO SPOLANSKY (ARGENTINA)
JUAREZ TAVARES (BRASIL)
JOHN VERVAELE (HOLANDA)

COORDINADORES
MATÍAS BAILONE
RODRIGO CODINO
DPyC POLÍTICA CRIMINAL DOCTRINA

El caso “Blumberg” como un proceso de securitización


—más de diez años después—
POR RODRIGO M. RASKOVSKY (*)

Sumario: I. Introducción. — II. Contexto histórico. — III. La teoría de la


securitización. — IV. Análisis del caso Blumberg como un caso de secu-
ritización exitoso. — V. Consecuencias. — VI. Conclusión. — VII. Biblio-
grafía, jurisprudencia y otras publicaciones.

I. Introducción trabajo, y conforme a su limitada extensión, nos


proponemos analizar brevemente aquel episo-
Hace poco más de 10 años (1) se sucedió en
dio a in de demostrar que constituyó un caso
la sociedad argentina, con epicentro en la clase
exitoso de securitización (3) y asimismo abor-
media de la Ciudad de Buenos Aires y el conur-
dar, sobre sus aspectos concretos, cuáles fueron
bano bonaerense, un reclamo de reformas legis-
las medidas excepcionales adoptadas y cuál ha
lativas y nuevas leyes en materia penal y en otras
sido la suerte corrida por ellas con el pasar de los
ramas del derecho vinculadas, unido a cambios
años.
en las formas de aplicar esas leyes, como —su-
puesta— respuesta a una serie de hechos delic- II. Contexto histórico
tivos que lo precedieron, el cual fue encabezado
Resulta fundamental para comprender el fenó-
públicamente por el Sr. Juan Carlos Blumberg,
meno realizar un bosquejo del contexto históri-
quien contó con masivo apoyo popular, a través
co en el cual se desarrolló. Sin embargo, razones
de repetidas apariciones mediáticas y manifesta-
de espacio nos obligan a concentrarnos sólo en
ciones en lugares públicos.
los hechos que rodearon la concreta movida se-
Este proceso recibe indistintamente el nombre curitizante de Blumberg: se trató de un contexto
de “caso Blumberg” cuando se alude a él en su general en el que, con relativa frecuencia, se su-
conjunto o “leyes Blumberg” cuando se alude a cedieron diversos hechos delictivos de secuestro
su resultado y en la doctrina penal local se lo ha extorsivo, algunos bajo la modalidad denomina-
llamado Blumbergstrafrecht (2). En el presente da express y otros bajo una modalidad más clá-
sica. Dentro de este panorama, a inales del mes
de marzo de 2004 fue secuestrado Axel Blum-
(*) Agradezco los aportes de la Dra. María Laura Böhm, berg, único hijo de Juan Carlos Blumberg y pro-
quien desinteresadamente corrigió este trabajo e impulsó veniente de una familia de clase media-alta de
su publicación.
la localidad de Vicente López de la provincia de
(1) Entre Abril y Agosto de 2004, aunque con prolonga-
ciones hasta inales de ese año y réplicas posteriores. Buenos Aires. El secuestro duró prácticamente
una semana sin que fuera conocido, siendo que
(2) La expresión corresponde al título de un artículo de
Julio B. J. Maier, “Blumbergstrafrecht” (2004) en Nueva
Doctrina Penal, Vol. 2004/B, Editores del Puerto, Bs. As.,
págs. 1 y sgtes. donde realiza un juicio crítico a lo que en Luis mayo 2012”, disponible en www.rubenigari.com.
aquel entonces era un movimiento actual. El autor reco- ar/2012/10/ (estado al 11/09/2014), entre otros y también
noce la inexactitud gramatical de la expresión sin embar- en la jurisprudencia, vid: CFCP, Sala II, C. 10.004, “Judiche,
go la reputación del mismo unida a la fuerza expresiva Ricardo M. y otro s/ Recurso de inconstitucionalidad”, del
de la construcción ha perpetuado su uso para referirse a 27/03/2012, reg. 19.763).
aquel fenómeno, así aluden al mismo: Castex, Francisco, (3) Para profundizar sobre este concepto, más allá de lo
“Reforma penal y delitos de corrupción”, en www.dere- que se desarrolla en el presente, puede consultarse: Barry
chopublicointegral.com/wp-content/uploads/2014/06/ Buzan, Ole Weaver y Jaap de Wilde, “Security a New Fra-
doctrina6.6.14.pdf. (estado al 11/09/2014), Figari, Rubén, mework of Analysis”, Boulder, CO: Lynne Riener, 1998, pág.
“Derecho penal simbólico: ley antiterrorista”, Ponen- 21 y ss.; y en castellano: Böhm, María Laura, “Securitiza-
cia expuesta en el “V Encuentro Académico Cuyano San ción”, Revista Penal Nº 32 (julio) 2013, págs. 72-90.

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la noticia tomó estado público recién cuando la Una segunda marcha, de menor magnitud,
víctima del secuestro apareció muerta luego del tuvo lugar el 22 de abril de 2004 frente al palacio
pago del rescate y de un frustrado operativo poli- de Tribunales en el que Blumberg fue recibido
cial (4). Fue a partir de allí que Juan Carlos Blum- por autoridades de la Corte Suprema de Justicia
berg comenzó a circular exponiendo su caso por de la Nación a in de entregar su petitorio. La ter-
programas de radio y televisión y por la prensa cera marcha, que logró convocar entre 17.000 y
escrita encaramando un reclamo de seguridad y 70.000 personas (según estimaciones fuertemen-
justicia en nombre de su difunto hijo. te divergentes e ideológicamente diferentes) fue
realizada el 26 de agosto de 2004 y en el marco de
En poco tiempo la cuestión tomó estado ella Blumberg entregó su petitorio a los presiden-
público y su voz se replicó ininitas veces con tes de ambas Cámaras del Honorable Congreso
creciente repercusión; fue con ese marco que de la Nación y al gobernador de la provincia de
Blumberg comenzó a realizar una serie de mar- Buenos Aires. Luego de ello una cuarta y quinta
chas exigiendo cambios legislativos y la aplica- marcha tuvieron lugar el 2 de mayo de 2005 y el
ción de las leyes penales. La primera marcha 31 de agosto de 2006 con una imagen de Blum-
tuvo lugar el 1 de abril de 2004 y su consigna fue berg mucho más deteriorara y cuestionada (7).
concurrir con velas en la oscuridad de la noche,
a la Plaza de Los Dos Congresos donde Blum- El petitorio de Blumberg fue luego convertido,
berg se dirigió a una multitud (convocada desde en su mayor parte, en las leyes números 25.882,
los medios masivos de comunicación) esbozan- 25.886, 25.891, 25.892, 25.893, 25.928 (8), 25.938
do un discurso de “mano dura” que estaba resu-
mido en un petitorio que se hizo circular para
recolectar irmas de adhesión y llegó tiempo (7) Vid. sobre el caso Blumberg y sus antecedentes Ce-
después a reunir más de 5 millones de ellas. Esa saroni, Claudia; Feldman, Denise e Irrazábal, Gabriela,
primera marcha resultó la de mayor convoca- “Relexiones en Torno a Los Diez Años de las Leyes Blum-
berg”. CEPOC, Documento de Trabajo Nº 1 Año 2004, en
toria, aunque la cifra exacta no fue establecida
http://cepoc-cepoc.blogspot.com.ar/2014/04/a-10-anos-
en tanto que hubo estimaciones de alrededor de-las-leyes-blumberg.html (estado al 11/09/2014).
de 150.000 a 200.000 personas (5) (6). Por ese
(8) “Síntesis de las Reformas Blumberg. Ley 25.882
entonces, Blumberg logró recabar un amplio (7/4/2004) Agravamiento de las Penas para los Delitos de
apoyo popular, casi total en la clase media y alta robo: se agravó las penas para los robos cometidos con ar-
e inclusive en algunos sectores de clases bajas. mas de fuego en un tercio. Ley 25.886 (14/4/2004) Repri-
Su discurso de aumento de penas, negativa a ex- mir con penas de prisión no excarcelable a la portación de
carcelaciones, baja de la edad de imputabilidad, armas; Ley 25890 (21/4/2004) Agravamiento de las penas
para los delitos de hurto y robo de cabezas de ganado;
unido a su reclamo de purga policial y control
Ley 25.891 (28/4/2004) Registro público de telefonía mó-
a los jueces convocaba, por diversos motivos, vil Ley 25.892 (5/5/2204): aumento de las penas mínimas
a sectores opuestos, siendo dable señalar que, y máximas para los delitos de homicidio, secuestro, viola-
luego de la todavía por aquel entonces recien- ción y establecer un régimen especial de severidad. Acceso
te reacción popular de diciembre de 2001 bajo a libertad condicional conminados con prisión perpetua
el lema de “que se vayan todos”, el reclamo de luego de 35 años de cumplimiento efectivo. Prohibición de
libertad condicional para delitos “aberrantes”. Ley 25.893
seguridad se destacaba por presentarse como
(5/5/2004) Prisión perpetua para delitos de abuso sexual
neutral y apolítico e incluso enfrentado con seguidos de muerte. Ley 23.077, Art.10: Agregase como
todo el sector de la política al que se considera- Artículo 227 ter del Código Penal, el siguiente: Artículo 227
ba cómplice de la inseguridad. ter. El máximo de la pena establecida para cualquier delito
será aumentado en un medio, cuando la acción contribuya
a poner en peligro la vigencia de la Constitución Nacional.
(4) El mismo Juan Carlos Blumberg oportunamente co- Esta disposición no será aplicable cuando las circunstan-
mentó que el pago fue hecho, siguiendo directivas de la cias mencionadas en ella se encuentren contempladas
policía de la provincia de Buenos Aires que intervenía en como elemento constitutivo o caliicante del delito de que
la investigación del caso. se trate. Ley 25.928 (18/10/2004) Se ija el tope de 50 años
de reclusión o prisión para los responsables de delitos con-
(5) Diario Clarín online http://edant.clar.com/diario/ currentes” (Cesaroni, Feldman e Irrazábal, “Relexiones en
2004/04/01/um/m-734923.htm (estado al 12/02/2015). torno a los diez años de las leyes Blumberg”, Op. Cit. que lo
(6) Diario La Nación online http://www.lanacion.com. cita como perteneciente a Cesaroni, Claudia (2010), “La
ar/588493-multitudinaria-marcha-contra-la-inseguridad vida como castigo. Los casos de adolescentes condenados
(estado al 11/09/2014). a prisión perpetua en la Argentina”. Buenos Aires: Norma).

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y 25.948 (9). Resulta interesante observar que en vado al carácter de referente, y que al adquirir
el Congreso de la Nación, durante el año 2004, legitimación por parte de una audiencia rele-
sólo se llevaron a cabo 22 sesiones para tratar vante habilitará la implementación de medidas
cuestiones penales, 11 por cada cámara. Así, 7 de de emergencia que desbordan los caminos tra-
las 11 sesiones de las Cámara de Diputados y 8 dicionales de acción estatal (13). Böhm explica
de las 11 sesiones de la Cámara de Senadores se claramente la securitización del siguiente modo
realizaron en torno a las marchas de Blumberg, y “La idea central de la securitización, consiste en
de las 10 normas penales sancionadas durante el identiicar una causa plausible, real o construida,
2004, ocho correspondieron a las propuestas de de amenaza, de manera que ésta pueda ser pre-
Blumberg y fueron dictadas en torno a las mar- sentada públicamente como objeto a combatir,
chas promovidas por él (10). quedando habilitados los medios legales, e inclu-
so los medios hasta el momento no legales, para
III. La teoría de la securitización la neutralización de la amenazas en cuestión. La
El concepto securitización fue desarrollado esencia de los procesos de securitización reside
por Barry Buzan, Ole Weaver y Jaap de Wilde en precisamente en que no sólo los medios legales,
su obra: Security a New Framework of Analy- sino incluso aquellos que estaban considerados
sis (11). Esta teoría presenta una perspectiva ilegales, pasan a ser habilitados como válidos y
de la seguridad de tipo constructivista en la legítimos por la (presunta, supuesta) absoluta
cual, según uno de sus mejores exponentes, necesidad generada por la amenaza existencial...
las estructuras de la sociedad están compuestas De esta manera, mediante medidas de excepción
de diversos elementos: recursos materiales, co- lo ilegal deviene legal” (14).
nocimientos y prácticas usuales. Siendo por ello Así las cosas, aun cuando los procesos de se-
que dichas estructuras pueden deinirse como curitización pueden tener diversos objetos de re-
expectativas, entendimientos o conocimientos ferencia, e incluso “cualquier tema puede verse
compartidos (12). Bajo esta óptica, la seguridad securitizado” (15) sólo si la demanda de medidas
es deinida como una estructura social, o una si- excepcionales es aceptada por una audiencia re-
tuación, integrada por entendimientos intersub- levante —social y políticamente atendible— la
jetivos de un determinado grupo. “movida securitizante”, o sea el mero reclamo,
La securitización en esencia puede ser deinida se convierte en una securitización exitosa en el
como un posicionamiento discursivo, a través de sentido de que las medidas excepcionales serán
“actos de habla” (en general proferidos por quien efectivamente habilitadas (16). Se sostiene que la
se encuentra en una situación de poder), de una securitización de una actuación o un agente con-
determinada situación o agente particular como creto no es un estado normal de las cosas, sien-
amenaza para la sobrevivencia de un objeto ele- do que una securitización efectiva debe ser vista
como negativa pues signiica un fracaso para los

(9) Éstas se reieren, respectivamente a la creación de


un Registro Nacional de Armas decomisadas y secuestra- (13) Conf. con el sentido del texto: McDonald, Matt,
das y la otra modiicatoria de la Ley de Ejecución Penal en “Securitization and the construction of security”, en Euro-
consonancia con la Ley 25.892. pean Journal of International Relations, Vol.14, Nº 4, 2008,
(10) Se exceptuaron las leyes 25.890 (modiicatoria del pág. 567, disponible en http://wrap.warwick.ac.uk/1232.
Código Penal en materia de abigeato) y 25.990 (modiicatoria También en el mismo sentido: Williams, Michael, “Moder-
del Código Penal en materia de prescripción). En torno a la nity, Identity and Security: A commento on the ´Copen-
primera marcha se dictaron dos leyes ley 25.882 el 07/04/04 hagen controversy´ en Review of international studies 23
y ley 25.886 el 14/04/04, en torno a la segunda marcha cuatro 435-440, citado por Böhm, María Laura, “Securitización”,
leyes ley 25.890 el 21/04/04, ley 25.891 el 28/04/04, ley 25.892 Manuscrito aprobado para su publicación en Revista Pe-
y 25.893 el 05/05/04 y en torno a la tercera marcha dos leyes nal Nº 32 (julio) 2013, entregado por la autora en el marco
más ley 25.928 el 18/08/04 y ley 25.938 el 22/09/04. del curso dentro del cual se presenta este trabajo.
(11) Buzan, Weaver y De Wilde, op. cit. (14) Böhm, op. cit., pág. 75.
(12) Wendt, Alexander, “Anarchy is what State Makes (15) Buzan, Waever y De Wilde, op. cit., pág. 23.
of it: he Social Construction of Power Politics” en Inter- (16) Böhm, op. cit., pág. 76, con cita a Buzan, Waever y
national Organization, MIT Press, Vol. 46, Nº 2, 1992, pág. De Wilde, op. cit., pág. 23 y a C.A.S.E. Collective, “Critical
397, online en ic.ucsc.edu/~rlipsch/Pol272/Wendt.An- Approaches to Security in Europe: A Networked Maniies-
arch.pdf (estado al 11/09/2014). to”, en Security Dialogue, vol. 37 , pág. 448.

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sistemas políticos tradicionales que buscan ha- En la vida real, el acto discursivo no es único
cer frente a tales tipos de situación de una ma- sino que se repite en múltiples formas y variadas
nera ordinaria (17). Seguidamente analizaremos ocasiones. Sin embargo, el contenido de esos múl-
los componentes de un proceso de securitiza- tiples actos discursivos puede ser estudiado como
ción con referencia al caso Blumberg propuesto un único y colectivo acto de habla dada la unifor-
como objeto de estudio. midad de las consignas principales del discurso
cada vez que éste es repetido de modo tal que
IV. Análisis del caso Blumberg como un caso contribuya al proceso de securitización. Mediante
de securitización exitoso ese mensaje, el actor securitizador, señala a la au-
IV.1. Acto de habla diencia aquello que, a su modo de ver, representa
una amenaza existencial sobre un objeto referente
Los procesos de securitización se basan en ac- que se considera digno de protección.
tos discursivos concebidos, según Buzan, Waever
y de Wilde, como la combinación “del lenguaje En el caso en estudio, el mensaje puede ser re-
y la sociedad”(18). El acto discursivo se realiza sumido en el petitorio que Juan Carlos Blumberg
principalmente mediante el lenguaje (escri- presentó ante las autoridades del Congreso, el
to, oral o incluso representado por imágenes), Ejecutivo y el Poder Judicial en sus distintas mar-
siendo ese lenguaje el que posibilita el posicio- chas, y cuyo texto completo era el siguiente:
namiento de ciertos agentes o situaciones como “1- Impulsar la sanción en la Honorable Cá-
amenazas existenciales a la comunidad y de tal mara a vuestro cargo, de la legislación penal que
modo habilita su securitización. contemple los siguiente puntos. Una ley que re-
El concepto de acto de habla es explicado por prima la portación de armas con pena de prisión
Böhm, en criterio que compartimos, dicien- no excarcelable. 2- Una ley que obligue a la regis-
do que “La teoría de la securitización se basa tración pública de la telefonía celular móvil con
en el concepto de acto de habla y entiende que indicaciones de los datos personales del titular y
los temas de seguridad son el resultado político su documentación. Asimismo, se registren quié-
del poder o fuerza ilocutoria de los agentes de nes venden o alquilen dichos aparatos. Prohibi-
seguridad”(19). Añadiendo luego que “Los actos ción de venta a quienes registren antecedentes
ilocutivos... son aquellos que ‘hacen cosas’ me- penales. Regular la facultad de las fuerzas de se-
diante palabras... Se trata de actos de habla por- guridad a veriicar la titularidad en la vía pública
que en sí mismos constituyen un acto y generan y al secuestro de la tenencia irregular. 3- Adoptar
una transformación en las interrelaciones de los un sistema de documentación personal (DNI)
hablantes y del entorno”(20). Así, al expresar que que impida su falsiicación o adulteración, simi-
determinado tema constituye una cuestión de lar a lo implementado en los pasaportes. 4- Le-
seguridad, o está relacionado con ella, se pone en gislar un sensible aumento en las penas mínimas
marcha un desarrollo particular hacia ese área y y máximas para los delitos de homicidio, secues-
es desde ahí que comienza el reclamo del dere- tro y violación (mínimo 20 años). Establecer un
cho a utilizar cualquier medio necesario para régimen de especial severidad cuando en el de-
solucionar el asunto (21). Para esto, el lenguaje lito participen o estén involucrados funcionarios
debe permitir la identiicación social del actor o miembros de fuerzas de seguridad. Las penas
securitizador con su audiencia de modo que se sean siempre de cumplimiento efectivo y total
veriique una efectiva comunicación entre ellos sin salidas anticipadas en ningún caso. Modii-
pues de lo contrario, si tal vínculo falla, habrá fra- cación del régimen de imputabilidad penal de
casado el proceso de securitización. los menores. 5- Modiicar la pena en condena
por dos o más hechos. Las penas deben sumarse
sin límites máximos. 6- Que la pena perpetua sea
(17) Buzan, Waever y De Wilde, op. cit. pág. 29. perpetua. No más 25 años de máximo. 7- Legislar
(18) Buzan, Waever y De Wilde, op. cit. pág. 32. imponiendo para los excarcelados, sean procesa-
(19) Böhm, op. cit., pág. 76 con cita a Bouzan, Waever y dos o condenados, una reeducación a través del
De Wilde, op. cit. y a C.A.S.E. Collective, op. cit., pág. 448. trabajo. Establecer un mínimo de 8 horas diarias
(20) Böhm, op. cit., loc. cit., con cita a Austin, “Como de trabajo para la comunidad, obras públicas na-
Hacer Cosas Con Palabras”, Barcelona, Paidos, 1982. cionales, provinciales o municipales. Asimismo
(21) Conf. McDonald, op. cit., pág. 568. cárceles para el trabajo y el aprendizaje de artes y

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oicios. El trabajo digniica tanto al hombre libre construido socialmente de tipo intersubjetivo, es
como al detenido. Todas las medidas requieren por ello que los autores sostienen que no existen
también una verdadera reforma del sistema ju- amenazas objetivas a la seguridad sino que ellas
dicial a los efectos de obtener una Justicia rápida, son construidas desde el punto de vista subjetivo
efectiva y con jueces idóneos para garantizar la del ser humano (27).
plena vigencia del Estado de Derecho. Por todo
Bajo esta perspectiva se ha considerado que
lo expuesto, le solicito inste a la pronta sanción
“Incluso si uno quisiera adoptar un enfoque más
de las leyes solicitadas que acompañará a la
objetivista, no está claro cómo podría hacerse ex-
brevedad la irma de quienes adhieran a esta
cepto en los casos en los cuales la amenaza fuera
solicitud en ejercicio del derecho a peticionar y
inequívoca e inmediata” y ni siquiera en esos ca-
establecer la Constitución Nacional. Finalmente
sos tal enfoque resultaría del todo correcto (28).
les recuerdo que todos merecemos vivir seguros
Por ello, desde nuestro punto de vista, lo relevante
dentro del marco de la ley, que la ley se cumpla
es comprender los procesos y las dinámicas de la
hoy y siempre. Saludo a vuestra excelencia con
construcción social de tipo intersubjetivo detrás
nuestra mayor consideración”(22).
del concepto de amenaza para entender cómo y
Como se ve el actor securitizador inicial (23) cuándo una persona puede securitizar un tema.
(Blumberg) utiliza argumentos relativos a la ur- Es por intermedio del acto del habla que se
gencia del caso e inminencia de la amenaza exis- construye el concepto de amenaza a la seguri-
tencial para intentar apartarse de los procedi- dad. De hecho, un agente o situación particular
mientos normales a los que está sujeto el proceso no son considerados amenaza sino a partir del
político regular (v.gr. falta de iniciativa legislativa momento en que un actor securitizador realiza
popular en materia penal por expresa veda cons- una denuncia al respecto, toda vez que, es el se-
titucional (24) e inmediato tratamiento) (25) lo ñalamiento de una supuesta situación que afecta
que constituye una “movida” securitizante (26) la continuidad del objeto referente lo que cons-
que, como veremos, resultó exitosa. truye la amenaza (29).
IV.2. Construcción de la amenaza existencial En el caso Blumberg la construcción de la
Una amenaza a la seguridad, según lo explican amenaza resulta clara. Los secuestros, las porta-
Buzan, Weaver y De Wilde, no existe como un ciones de armas, los delitos en general, existían
hecho objetivo, ni es posible que sea reconocida en el país desde hacía tiempo. También existían
por todos los involucrados, siendo que la ame- desde hace tiempo los documentos con deicien-
naza surge recién como resultado de un proceso tes medidas de seguridad, las salidas anticipa-
das de las penas de encierro e incluso, aunque
por supuesto más recientemente, la venta poco
(22) Un facsímil del petitorio original con la irma de documentada de aparatos y líneas de telefonía
Blumberg puede ser consultado en http://www.patago- celular. Nada de esto era una amenaza por sí
niaaustral.com.ar/sitio/Imagenes/InformacionGeneral/ sola o en su conjunto hasta que fue señalado por
PA_InfoGral_DerechoAVivirConSeguridad.htm (estado al
10/02/2015) o también su reproducción en la prensa es-
crita en: Diario La Nación online en http://www.lanacion.
com.ar/588575-el-texto-completo-del-petitorio-de-juan- (27) Conf. Buzan, Waever y De Wilde, op. cit. pág. 29/30.
carlos-blumberg (estado al 11/09/2014). (28) Conf. Buzan, Waever y De Wilde, op. cit. pág. 30
(23) Hubo también actores securitizadores posteriores quienes sostienen que aun cuando un “tanque hostil cru-
que contribuyeron con el desarrollo del proceso de securi- ce la frontera” por más que pueda parecer un caso de una
tización desde distintos roles. amenaza clara y objetivamente reconocible, el carácter
hostil no es un atributo del vehículo sino de la construcción
(24) El Art. 39 de la Constitución nacional expresamen- social a su alrededor. Por demás, según los autores citados,
te dice: “...No serán objeto de iniciativa popular los proyec- ninguna teoría ha podido establecer aún un estándar para
tos referidos a reforma constitucional, tratados internacio- determinar los supuestos en que, objetivamente, existen
nales, presupuesto y materia penal”. amenazas a la seguridad.
(25) Sobre esto se dijo que “La movilización encabezada (29) Hayes, Jarrod, “Boundary Conditions: Identity and
por Blumberg implicó reformas penales profundas que se Securitization”, Working draft, ISA Montreal 2011, Georgia
sancionaron con una velocidad inédita para los tiempos par- Institute of Technology, en www.academia.edu/469014/
lamentarios” (Cesaroni, Feldman e Irrazábal, op. cit., pág. 6). Boundary_Conditions_Identity_and_Securitization (estado
(26) Buzan, Waever y De Wilde, op. cit. pág. 25. al 12/09/2014).

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Blumberg como causante de la muerte de su hijo nemos que, aun cuando lo más común sea que el
y como probable causa de la muerte de muchas actor securitizante sea quien ya se encuentra en
personas más. Fue ese discurso lo que convirtió el poder, nada impide que el proceso de securi-
aquello en algo perceptible como una amenaza a tización sea realizado por quien accede al poder
la vida y bienes de los ciudadanos. a través del reclamo mismo de seguridad. La de-
tentación del poder sí nos parece, sin embargo,
IV.3. Actor securitizador y objeto referente
un factor relevante para el éxito del proceso se-
Elegimos tratar ambos conceptos juntos pues curitizador.
consideramos que están íntimamente vinculados
En cuanto al objeto referente, éste debe ser un
en la medida en que el objeto referente debe ser
bien (en el sentido más amplio del término) que
valioso para el actor securitizador. La denuncia
goce de lo que se denomina “legitimidad de se-
involucra necesariamente a un agente (actor se-
guridad”, es decir del reconocimiento por parte
curitizador) que reconoce la existencia presente
de la audiencia de que se trata de algo valioso
de una amenaza a un objeto que busca proteger y
cuya preservación a largo plazo indiscutible-
la realiza frente a una audiencia relevante que con-
mente debe ser protegida y asegurada (33). En el
sidera que comparte su inquietud. Si bien es cierto
caso en cuestión, es evidente que el Sr. Blumberg
que en líneas generales el actor securitizador, para
eligió los bienes más básicos, y por ello los de
lograr una actuación efectiva, debe contar con un
más fácil reconocimiento por la sociedad occi-
capital social importante a in que la audiencia re-
dental, para su reclamo: la vida y la propiedad.
levante logre considerar seriamente el acto discur-
Blumberg, dentro del marco de su reclamo, creó
sivo, no debe por ello pensarse que sólo pueden
incluso una fundación llamada “Fundación Axel
securitizar un asunto “aquellos que ya cuentan con
Blumberg. Por la vida de nuestros hijos”(34) cuyo
un acceso privilegiado al ejercicio del discurso, es
elocuente nombre ilustra claramente el punto
decir de reconocida autoridad” (30), pues el caso
que comentamos, lo mismo que sus eslóganes:
en estudio demuestra lo contrario.
“Vos podés ser la siguiente víctima” y “Seguridad
En efecto Blumberg era un ignoto empresario y justicia para todos”.
textil hasta que la muerte de su hijo atravesó su
IV.4. Audiencia relevante
vida y luego de ello se convirtió en el adalid de un
reclamo de seguridad basado en la “mano dura”. La audiencia tiene un lugar sumamente im-
Aquí puede verse que lo realmente relevante portante en el marco de la teoría de la securi-
para la audiencia fue la legitimación social que tización en la medida que ella no responde al
aquél adquirió como “víctima de una tragedia” señalamiento de la existencia de una amenaza
para hablar sobre ella y reclamar respecto de ese existencial sobre el objeto referente la securitiza-
hecho medidas excepcionales para evitar otros ción no se completará (35). La denuncia del actor
hechos similares (31) (32). Es por esto que soste- securitizador está dirigida a captar la atención y
convencer a la audiencia pues es ella la que le-
gitima la amenaza y justiica la posterior habi-
(30) Sostiene esa idea Böhm, op. cit., págs. 76/77. litación de medidas excepcionales, es así claro
(31) No debe menospreciarse, no obstante, el accionar su papel crítico en el proceso de securitización.
de los llamados “hombres de atrás” ni la manipulación del Böhm explica la cuestión del siguiente modo,
actor securitizante por otros actores políticos con otros in-
tereses, así por ejemplo es signiicativa la denuncia hecha
que compartimos: “Únicamente si la deman-
por Cesaroni, Feldman e Irrazábal sobre que “Las refor-
mas propuestas por Blumberg tuvieron como ideólogo al
abogado Roberto Durrieu que fue subsecretario de justicia (33) Conf. Hayes, op. cit., pág. 5.
en la dictadura militar... bajo la conducción de Jorge Ra- (34) Puede visitarse su página Web en: http://www.par.
fael Videla” (en op. cit., pág. 7). org.ar/Miembros/blumberg.htm (estado al 12/09/2014).
(32) Respecto de la legitimación social dada a Blumberg (35) Buzan, Waever y De Wilde, op. cit., págs. 27/28 alu-
en el momento, puede leerse que al respecto se ha dicho den a la existencia de procesos de securitización donde
que “Como el petitorio fue acompañado con la irma de las amenazas son frecuentemente institucionalizadas y
miles de ciudadanos, se interpretó que las reformas solici- que no dependen de la aceptación de la audiencia, como
tadas por el Sr. Blumberg eran un reclamo de la sociedad por ejemplo en los contextos militares. Sin embargo tal
en su conjunto” (Cesaroni, Feldman e Irrazábal, op. cit. esquema no es plenamente trasladable a los procesos de
pág. 7). securitización de la sociedad civil.

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da de tratar algo con medidas excepcionales es es el de trasladar, ampliicar y multiplicar el men-


aceptada por una audiencia relevante —social saje securitizador permitiendo su instalación en
y políticamente atendible—, la movida securiti- el público. El caso Blumberg es un claro ejemplo
zante, o sea, el mero reclamo, va a convertirse en de esto que comentamos, en donde debemos
una securitización exitosa en el sentido de que tomar en cuenta que antes de su tragedia perso-
las medidas excepcionales serán efectivamente nal el Sr. Blumberg no tuvo jamás ningún acceso
habilitadas”(36). Cuando la audiencia acepta y personal a los medios masivos de comunicación,
acompaña el reclamo, éste se aparta del proceso pero luego de ella su historia y su reclamo secu-
político normal e ingresa en el ámbito de la segu- ritizante se esparció por ellos en proporciones
ridad (en el caso contrario, es decir sin la acep- épicas (40) en tanto que es fácil advertir que sin
tación de la audiencia, el proceso securitizante el apoyo que signiicó la constante presencia me-
habrá fracasado), es por ello que señalamos que diática la movida securitizante de Blumberg ja-
es la audiencia quien tácitamente dará autoriza- más habría triunfado, máxime en la medida en
ción al actor securitizante para la utilización de que fue esa exposición mediática la que catapul-
medidas excepcionales para combatir la amena- tó a Blumberg a la posición de líder o referente
za (37). del reclamo de seguridad.
En el caso Blumberg el acompañamiento po- IV.5. Medidas excepcionales
pular del reclamo fue sin dudas muy fuerte y fue
la clave de su éxito. En una sociedad descreída de Según hemos expuesto, el etiquetamiento de
la política, el reclamo securitizante presentado una situación como asunto de “seguridad” ha-
como apolítico logró conmover la sensibilidad bilita al actor securitizante a reclamar, como una
de una masa adormecida que se volcó a las ca- necesidad, el derecho de abordar el caso median-
lles en actos multitudinarios para apoyarlo, sien- te la aplicación de medidas excepcionales (41) y
do que incluso el Sr. Blumberg llegó a jactarse su aceptación por la audiencia es lo que legitima
de que su petitorio había obtenido la friolera de la adopción de esas medidas. Esto es explicado
5.125.000 irmas (38). por Böhm del siguiente modo: “El proceso secu-
ritizante resulta inalmente concluido cuando se
Consideramos que dentro de la audiencia, y reclama por parte de los agentes... el combate de
con el papel fundamental de articuladores entre la amenaza existencial mediante la implementa-
el actor securitizante y el público receptor del ción de medidas excepcionales dentro del ámbi-
mensaje, se encuentran los medios masivos de to penal. Estas medidas excepcionales pueden
comunicación que son un eslabón irremplazable consistir en una nueva legislación penal o proce-
en los procesos de securitización (39). Su rol vital sal penal, en nuevas prácticas institucionales, en
la ampliación de facultades policiales, en una re-
forma constitucional, etc. Se tratará en todos los
(36) Böhm, op. cit., pág.76, con cita al respecto a C.A.S.E.
Collective, op. cit., pág. 453.
casos de medidas que habilitan una actuación
(37) Son de esta idea Buzan, Waever y De Wilde, op. cit.,
págs. 31 quienes dicen: “Una securitización exitosa no es php?script=sci_arttext&pid=S0798-11712009000200005&ln
decidida por el securitizador sino por la audiencia del acto g=es&nrm=iso> (estado al 12/09/2014).
de habla securitizante...”. (40) Sólo como ejemplo: entre la primera y la quinta
(38) Diario Clarín del 10/11/2014, “La fundación Axel marcha (es decir entre el 23/03/2004 y el 03/09/2004) el
Blumberg ya es legal y tiene sede propia”, online en http:// diario Clarín publicó la asombrosa cantidad de 843 notas
edant.clarin.com/diario/2004/11/10/policiales/g-04101. directa o indirectamente vinculadas con el asunto (ver
htm. (estado al 12/09/2014). mi búsqueda en http://buscador.clarin.com/blumberg?
(39) Comparte esta idea Böhm, op. cit., pág. 80. También order=0and;from=20/03/2004and;to=03/09/2006and;p
McDonald, op. cit. pág. 11. Vide al respecto: Salazar Echea- age=85 (estado al 12/09/2014) mientras que el diario La
garay, Melissa, “La dimensión mediática de la estrategia de Nación, en el mismo periodo publicó la friolera de 1380
miedo y securitización en América Latina”, el Cotidiano Nº notas en relación con el caso (mi búsqueda en: http://
170, 2011, págs. 101-110 disponible en: http://www.redalyc. buscar.lanacion.com.ar/blumberg?ilter=modiied:[2004-
org/articulo.oa?id=32520935011 (estado al 12/09/2014) 03-22T00:00:00Z ;2006-0903T23:59:00Z ]_sitioid:
y también: Salazar Pérez, Robinson, “América Latina: se- 1&sort=default). Ello sin perjuicio de no poder plasmar la
curitización de la política y guerra contra la ciudadanía y cantidad de apariciones radiales y televisivas del caso, sea
los movimientos populares”, Revista de Filosofía, Nro 62, en la voz del actor securitizador o sus repetidores.
2009, pp. 139-162, online en www.scielo.org.ve/scielo. (41) Conf. Buzan, Waever y De Wilde, op. cit. pág. 26.

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más agresiva del sistema punitivo, generalmen- armas (45). Este nuevo delito, que consagró una
te mediante la violación de derechos y garantías maniiesta inversión del principio in dubio pro
reconocidos en procesos penales regulares, con reo, no encontró, sin embargo, mayor resistencia
miras a la neutralización de la amenaza existen- en los tribunales (46) y ha sido convalidado ree-
cial, y que cuentan con generalizado apoyo de la ditas veces por la jurisprudencia (47) y quedó así
sociedad” (42). deinitivamente incorporado al elenco represivo.
Consideramos relevante destacar que las me- 2. La inclusión, mediante ley 25.886, del últi-
didas deben ser realmente excepcionales y no mo párrafo al parágrafo 8 del Ap. 2 del art. 189
sólo la utilización de medidas legales tradicio- bis del Código Penal, el cual agrava el delito de
nales (del tipo aumento de penas) en contextos portación de armas por el hecho de que el agente
de reclamo popular, pues consideramos que en registrare antecedentes penales por delitos dolo-
esos casos no ha existido una verdadera securiti- sos contra las personas o con el uso de armas, o si
zación pues nada se ha salido del curso ordinario se encontrare gozando de excarcelación o exen-
de las cosas (43). ción de prisión. Esta reforma implicó consagrar
un derecho penal de autor prohibido constitu-
En el caso en análisis, consideramos que exis- cionalmente que reprime no sólo por el hecho
tió una verdadera adopción de medidas excep- sino por el modo de conducir la vida, violando
cionales, mezclada con la adopción de muchas lagrantemente el principio ne bis in ídem al ge-
medidas ordinarias en el contexto del reclamo nerar un segundo castigo por el primer hecho
que no serán abordadas en ese trabajo ya que (el del antecedente). A diferencia de la anterior,
no pueden ser explicadas como ejemplo de se- esta reforma no fue acogida favorablemente por
curitización. Dejando de lado aquellas medidas los tribunales que han declarado su inconstitu-
ordinarias, nos concentraremos en las medidas cional en reiteradas ocasiones (48). Sin embargo
que podemos considerar excepcionales y en la
suerte de ellas:
(45) Núñez, Ricardo, “Tratado de Derecho Penal”, t. IV,
1. La inclusión, mediante ley 25.882, del último Ed. Lerner, Córdoba, 1989, p. 240; Soler, Sebastián, “Dere-
párrafo del inc. 2 del art. 166 del Código Penal cho Penal Argentino”, t. IV, Ed. Tea, Buenos Aires, 1970, p.
que agrava el robo cometido con un arma cuya 267; Fontán Balestra, Carlos, “Tratado de Derecho Penal”,
aptitud para el disparo no pudiera ser tenida por t. V, Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1992, p. 559; Don-
acreditada o un objeto de utilería que imite un na, Edgardo, “Derecho Penal. Parte especial”, t. II B, Ed.
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2001, p. 160.
arma (44). Esta modiicación implicó contradecir
una pacíica doctrina que había interpretado que (46) Salvo alguna disidencia que postuló su correcta
inconstitucionalidad, v.gr. Garrigós de Rebori en CNCrim
se requería la demostración de la aptitud de dis- y Correc. Sala IV, C. 24.781, “Escudero, Javier Alejandro”,
paro para agravar el delito de robo por el uso de Rta. 22/09/2004; Ibíd. C. 25.999, “Manrique, Roberto N.”,
Rta. 25/02/2005.
(47) La constitucionalidad de la norma fue, casi, uná-
nimemente aceptada y la discusión se centró en si incluía
(42) Böhm, op. cit., págs. 80/81. Asimismo pueden verse armas descargadas pero aptas, armas de juguete, armas
múltiples referencias a la exigencia de medidas excepcio- que no funcionan por delagración de pólvora sino por
nales efectivamente concretadas a lo largo de todo el texto otros mecanismos, etc. Un resumen de jurisprudencia
en cita. a este respecto puede verse un boletín publicado por la
(43) Esto siempre que se den dos condiciones: 1) que Secretaría de Jurisprudencia de la CNCrim y Correc, bajo
el aumento relativo de las penas cada cierto tiempo sea el título de “Primera entrega temática de Jurisprudencia y
un proceso normal en la sociedad explicable por otras bibliografía de interés para la práctica judicial: Tema: Los
construcciones (v.gr. neopunitivismo) y 2) que el aumento Problemas generados a partir del artículo 166 inc. 2 párra-
de penas no sea exagerado al punto de tornar la pena en fo tercero del C.P...” online en http://www.pjn.gov.ar/Pu-
inhumana pues ello sería un caso de medida excepcional blicaciones/00009/00009242.Pdf (estado al 12/09/2014).
(v.gr. reprimir el hurto con prisión perpetua o el robo con Véase también al respecto: D’Alessio, Andrés -director-
pena de muerte, por la desigualdad de los bienes jurídicos Divito, Mauro -coordinador-, “Código Penal Comentado y
en juego que violaría el principio de proporcionalidad de Anotado”, Buenos Aires, La Ley, 2004, págs. 419/422.
la pena). (48) Se han pronunciado por la inconstitucionalidad,
(44) Hablar de “arma de utilería” como lo hace la ley es entre otros: CNCrim y Correc, Sala de Feria B, C. 21, “E.,
no sólo una impropiedad sino también un error intencio- A. A.”, Rta. 24/07/2009; Íd. Sala V, C. 29.061, “Ramírez, Lu-
nal. ciano”, rta. 16/03/2006, Íd. Sala VI, C.31.991, “Gil, Omar

118 • Derecho Penal y Criminología - AÑO v • Nº 07 • AGOSTO 2015


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esta modiicación continúa vigente en el Código con línea incorporada a los celulares con chip)
Penal y existe el riesgo de que sea aplicada (49). unida a la falta de reglamentación (que nunca
fue dictada). Sin embargo, aún se encuentra vi-
3. La ley 25.891 constituyó una de las más gran- gente.
des excepciones en la medida en que vino a im-
plementar un excesivamente riguroso sistema de 4. La creación, mediante ley 25.893 y ratiicada
registro para la comercialización y transferencia por ley 25.948, de la categoría de delitos insuscep-
de equipos de telefonía celular que contiene la tibles de gozar de libertad condicional ni otros
previsión de tipos penales en sus arts. 10 a 14 institutos como la semi-detención o la libertad
para supuestos vinculados a la adquisición, uso, asistida (v.gr. los de los arts. 80. Inc., 7º, 124, 142
transferencia y tenencia de aparatos de telefó- bis anteúlt. párr., 165 y 170 anteúlt. párr.). Es que
nica celular o sus líneas. La excepcionalidad es si bien la imposibilidad de otorgar libertad con-
evidente en la medida en que se piense que no dicional a los reincidentes (condición personal)
sólo nada autorizaba dicha regulación inaudita ya era conocida por nuestro derecho, no lo era la
y rigurosa sino también que ella resultaba una categoría de delitos insusceptibles de gozar de
regulación inadecuada para la materia de telefo- estos derechos (condición objetiva). Asimismo
nía móvil atento al necesario carácter “móvil” de la prohibición jamás alcanzó a los otros institu-
ella. Esta ley nunca fue totalmente implementa- tos como la semi-detención y la libertad asisti-
da (50), ni siquiera en medida signiicante, por el da. La división de los condenados entre quienes
cambio de tecnología (de los antiguos celulares pueden gozar de tales derechos y quienes no
consagró en tales casos para la prisión perpetua
una verdadera prisión de por vida (o condena a
Alberto”, Rta. 25/04/2007; Íd. Sala VII, C. 36.126, “Villa, muerte en la cárcel) y sin ningún tipo de posibi-
Diego”, Rta. 18/02/2009; CFCP, Sala II, C. 9583, “Garaza lidad de regresar a la sociedad (51). Esta norma
Pereira, Rodolfo S/ Recurso de Casación”, reg. 14331.2, rta.
22/04/2009; CFCP, Sala I, C. 15949, “Amato, Diego Marcos en principio no recibió mayor atención por su
S/ Recurso de Revisión”, reg. 21.199.1, rta. 12/06/2013; en- lejanía en el tiempo y recién hace poco han co-
tre muchos más. menzado a referirse a ella los pronunciamientos
(49) Y de hecho lo ha sido, por ejemplo por el Trib. Cas. declarando su inconstitucionalidad, la cual aún
Penal Bs. As., Sala III, C. 8250, “P.B., C.D. S/ Recurso de Ca- no es generalizada (52). A pesar de ello su vigen-
sación”, rta. 01/12/2009 bajo el insostenible argumento del cia también se mantiene.
Juez Ricardo Borinsky: “La ley dispone consecuencias más
gravosas para quien porta ilegalmente armas de fuego, tras
ser condenado por un hecho en el que se emplearon armas. (51) Recordemos que este había sido uno de los puntos
Esto no signiica, como se sostiene en el recurso, aplicar pena del reclamo de Blumberg en su petitorio, cuando exigía
por el hecho ya juzgado o violar el principio de culpabilidad que “la pena perpetua sea perpetua. No más 25 años de
por el mismo, sino tomar en consideración la condena prece- máximo”, aun cuando la pena de prisión perpetua, desde
dente. Entonces, si P. registra condenas anteriores por delitos la sanción del Código Penal jamás tuvo un máximo de 25
perpetrados con el uso de armas conforme surge de la quinta años sino que recién cumplido ese lapso surgía la posibi-
cuestión del veredicto, se trata de una portación de arma de lidad de acceder a la libertad condicional, la cual no era
guerra agravada por registrar una condena por delito doloso automática.
contra las personas, en el que además se emplearon armas. (52) Al respecto puede leerse, en palabras que compar-
Es decir, la punición en el caso del artículo 189 bis último timos: “Debe advertirse que no es posible encontrar aún
párrafo del inciso 2° del Código Penal, no se relaciona con la demasiada jurisprudencia nacional sobre la constitucio-
personalidad del autor ni comporta un nuevo castigo por el nalidad de las Leyes N° 25.948 y N° 25.892, principalmen-
hecho anterior, sino un mayor reproche dirigido al sujeto en te desde que se ha remarcado en forma contundente la
función de su grado de culpabilidad por la comisión de un imposibilidad de aplicarla en forma retroactiva. De este
nuevo hecho delictivo que posee, como particularidad, una modo, únicamente comenzará a apreciarse cuando quie-
especial relación con la naturaleza del delito por el que fue nes cometieron un delito de los allí catalogados, a partir
condenado anteriormente, por lo que tal caliicación no re- de 2004, se encuentren en condiciones temporales de
sulta violatoria de los principios de culpabilidad ni supone solicitar salidas transitorias u otros beneicios peniten-
un doble enjuiciamiento”. ciarios. Sin embargo, pueden verse algunos precedentes,
(50) Sin embargo, sí lo fue parcialmente la parte penal, en el orden provincial -en donde el catálogo de delitos
persiguiendo y penalizando, V.gr. en los recientes casos de es más amplio y mayor también la vigencia de las nor-
CNCrim y Correc. Fed., Sala I, “R., D S/ Sobreseimiento” mas locales-, que han tenido ya oportunidad de expedir-
Rta. 21/02/2013: íd. Sala II, C.32.346, “Mazabel Birot, Jorge se sobre la legitimidad de las normas y han declarado la
A. S/ Ampliación procesamiento” rta. 23/10/2012, entre inconstitucionalidad de las reformas, considerando que
muchos casos más. la restricción de beneicios penitenciarios, en función del

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DPyC POLÍTICA CRIMINAL DOCTRINA

V. Consecuencias Sin embargo, poco ha cambiado luego de 10


años con esas leyes (salvo por el endurecimiento
Una acertada frase de Böhm ilustra el tema en del sistema penal), en la medida en que ellas no
palabras claras y precisas a las que sólo podemos han servido, tal como propugnaba su impulsor,
adherir; la autora sostiene que “Criminalizar es para disminuir la criminalidad ni para evitar que
simple y rápido. El gran problema reside en que se repitan episodios delictivos, siendo que lo úni-
luego de cada nuevo securitization move el siste- co que se ha favorecido con ellas es una mayor
ma penal se deforma un poco más y el derecho tasa de encarcelamiento preventivo y una mayor
penal debilita sus principios, redibuja los límites duración de las condenas. Así se puso en prácti-
que impone al poder estatal. Se desigura. Las ca una vez más la ilusión de que el aumento de
movidas securitizantes acarrean visibles conse- la acción punitiva estatal es eicaz para el control
cuencias negativas”(53). del delito (55).
En el caso en estudio el accionar de Blumberg VI. Conclusión
(y de quienes lo impulsaron y lo siguieron) y las
reformas que propugnó fueron el comienzo de Consideramos que el proceso que se inició en
un continuo reclamo de seguridad que no se ha abril de 2004 con la primera marcha de Blum-
detenido hasta la fecha (con contadas excepcio- berg (o incluso antes), que recibió una masiva
nes en los momentos donde la crisis económica difusión por parte de los medios de comunica-
ha desplazado el problema) al que han segui- ción y el apoyo popular materializado en la sus-
do una profundización de la política de “mano cripción de su petitorio, y que fue el indudable
dura” y del reclamo de medidas excepcionales detonante de la sanción de una multiplicidad de
que abrieron la puerta a incluso peores leyes pe- leyes penales, muchas de las cuales incluyeron
nales (54). medidas excepcionales, constituyó un efectivo y
exitoso proceso de securitización en la sociedad
argentina.
delito cometido, violaba la constitución nacional, en tanto
ésta determina que la ejecución de la pena debe tender a Consideramos también que las medidas ex-
la resocialización del condenado” (Seitún, Diego, “Ejecu-
ciones penales diferenciadas. Comentario a las Leyes Nº
cepcionales producto de la “reforma Blumberg”
25.892, Nº 25.948 y Nº 26.813 de reformas a la ejecución han proyectado consecuencias desiguales, ya
penal en función del delito cometido”, Revista Argentina que mientras algunas han sido pacíicamente
de Derecho Penal y Procesal Penal, en www.ijeditores. aceptadas, otras han caído en desuso y otras han
com.ar/articulos.php?idarticulo=65571&print=1 [estado sido, y todavía son, resistidas en el ámbito judi-
al 12/09/2014] con citas respecto de la irretroactividad de cial por repugnantes a la Constitución Nacional.
las normas a: CNCP, Sala I, causa 12.551, de 14/04/2010,
“Vega, Heriberto s/ rec. de casación”; Sala II, causa 11.846,
Sin embargo, estas modiicaciones que sin duda
“Cuello, Walter s/ rec. de casación”, de 09/06/2011 (voto han deformado un poco más el sistema penal ar-
del Dr. Yacobucci); y Sala III, causa 13.833, de 30/09/2011, gentino, se han vuelto permanentes al perdurar
“Leites, Roberto s/ rec de casación”. Véase también Tribu- en el tiempo más allá de la contingencia en que
nal de Casación Penal de la Prov. de Bs. As., Sala I, causa surgieron y aun cuando han resultado ser noto-
23.055, de 26/09/2006 y de su inconstitucionalidad a Juz- riamente inútiles para los satisfacer los ines para
gado de Ejecución Penal n° 2 de La Plata, causa 2835, de
26/08/2010, “F., Carlos Alberto s/ Legajo de Ejecución”;
los que fueron propuestas.
Tribunal de Casación Penal de la Prov. De Bs. As., Sala I,
causa 43.933, de 15/07/2011 y Sala III, causa 15.324 de
13/09/2012; y Cámara de Apelación y Garantías en lo Pe- incorporó la iguras de femicidio y delitos relacionados a
nal de Mar del Plata, Sala I, de 08/08/2012, causa 21.805. la llamada violencia de género, ley 26.879 de creación del
Véase también: Mora, Emanuel G., “El inconstitucional registro de datos genéticos vinculados a delitos contra la
carácter retributivo de la pena”, online en www.derecho- integridad sexual y la ley 26.904 que incorporó el “groo-
penalonline.com/derecho.php?id=13,775,0,0,1,0 (estado ming” como delito, entre otras.
al 12/09/2014) y CFCP, Sala IV, C. 675/2013, “Soto Trini-
dad, Rodolfo S/ Recurso de Casación” Reg. 2557.13.4, rta. (55) Respecto del “control del delito” y el “mito del Es-
20/12/2013. tado soberano”, véase Garland, David, “he Limits of the
Sovereign State: Strategies of Crime Control in Contempo-
(53) Böhm, op. cit., pág.78. rary Society” (Los límites del estado soberano. Estrategias
(54) V.gr. incorporación del Art. 193 bis. al Cód. Penal, de control del Delito en la Sociedad Contemporánea),
modiicación del Art. 63 del Cód. Penal que aplaza la pres- “he British Journal of Criminology”, Vol. 36, 1996, págs.
cripción de delitos contra menores de edad, ley 26.791 que 445/471.

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Este es el peligro último de los procesos de lo son la mayoría de las veces), existe un te-
securitización: la instalación permanente de rreno fértil para que una nueva movida se-
medidas excepcionales y su normalización, curitizante exija medidas aún más excepcio-
pues cuando esto sucede, y se evidencia que nales sobre el mismo, deformado, sistema
esas medidas son en realidad inútiles (como penal. u

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