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Cita y Una Cancion
Cita y Una Cancion
Temática: cita
IG: sunako_bgirl801
Ese día había parecido uno de los mejores para Tara: había visitado un
museo que exhibía instrumentos de tortura utilizados por la Santa
Inquisición, había ido a comer a un restaurante que se encontraba sobre
la calle de Tacuba, después fue a comer un helado cerca de Bellas Artes
y finalmente a comprar un Bubble Tea a una plaza muy conocida sobre
el Eje Central Lázaro Cárdenas.
Ella siempre estaba muy atenta a cada movimiento que hacía Tara, y
cómo no hacerlo si era la chica de la cual estaba enamorada.
- Oye Emma. Hay algo… que quiero darte… ¿podrías darme unos
minutos más antes de irte?
- Sí… es algo sencillo, pero quiero dártelo hoy pase lo que pase.
- Me dices si está muy apretado – Tara iba poco a poco jalando los
extremos del trozo de tela, pero parecía que hacía lo posible por no
tocar el cabello de Emma, estaba tan nerviosa que las manos le
temblaban y empezó a sentir una gota de sudor que recorría un lado de
su rostro, específicamente cerca de su oreja izquierda.
- Ah, ok. Ahora te voy a poner mis audífonos porque quiero que
escuches una canción, es una canción que quiero dedicarte y aunque no
le vas a entender nada porque la canción está en chino, no es la
intención ahorita jeje, solo escúchala y cuando termine me avisas, ¿está
bien?
- Está bien jeje, me intriga mucho saber qué tipo de canción es…
Tara sacó su celular junto con sus audífonos y se los dio a Emma para
que se los colocara en cada oreja, la chica rubia se recargó en la pared
de las escaleras y le dio la señal de que estaba preparada y entonces
Tara buscó la canción, sonrió nerviosamente y picó el botón de
‘reproducir’. Pensándolo cuidadosamente pudo haber planeado mejor
esa sorpresa, pero después de esa cita iba a pasar un tiempo, unas
cuantas semanas para que pudieran verse otra vez, ella no iba a poder
con esa ansiedad porque era la primera vez que tomaba la iniciativa
para darle un regalo a Emma, hasta el momento la chica rubia era la
única que le había estado dando regalos y eso había motivado a Tara
para demostrarle sus sentimientos de la misma manera.
- Me alegra que te haya gustado, ahora viene la parte 2 y... – Tara sacó
de su mochila un sobre blanco con corazones verdes – es la traducción
de la canción, pero quiero pedirte que la leas cuando ya estés en casa,
después de regalarte el cuadro en tu cumpleaños no me animé a darte
otro regalo hasta ahora. Estoy que muero de los nervios.
- De acuerdo. He disfrutado tanto esta cita que puedo esperar dos horas
para emocionarme sin que el sonido de las puertas del metro me
distraiga. Muchas gracias, Tara. – Emma la tomó de las manos y la
miró.
Continuará…