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01 - Fury - Laurann Dhoner
01 - Fury - Laurann Dhoner
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TRADUCCIÓN y CORRECCIÓN LECTURA FINAL
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Sinopsis
Fury no puede resistirse a Ellie. . . el toque de sus manos, su boca sobre su piel,
su cuerpo envuelto alrededor de él. Él está obsesionado con el olor de su mujer.
Por su parte Ellie desea a Fury, siempre se ha sentido así por él y en verdad
anhela disfrutar de ese cuerpo grande y poderoso; pero también quiere sanar el
desolado corazón de ese desafortunado macho.
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Prólogo
“Mierda”, murmuró Ellie en voz baja, mirando hacia el hombre que permanecía
retenido contra la pared dentro de la habitación de al lado. Cada vez que ella se
colaba dentro de la sala de visualización se sentía deprimida, no obstante, no
Ella sabía que él no podía verla a través del cristal de doble vista y sin embargo,
parecía estar mirándola directamente. Ella paseó su mirada casi acariciando el
pecho desnudo de aquel hombre que poseía un físico bien definido con músculos
firmes. Ellie observó cómo aquellos grandes bíceps se tensaban mientras tiraba
de las cadenas, la rabia era evidente en sus rasgos mientras luchaba contra
ellas.
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Los moretones aún ensombrecían el rostro de Jacob mientras éste le dedicaba
una sonrisa maligna a la víctima que tenía prevista, estaba claro que planeaba
infligirle más pruebas dolorosas.
“Hola, 416”. Jacob se rió entre dientes con un sonido desagradable. “Escuché
que enfureciste al doctor Trent. Sabes lo que eso significa, ¿verdad?”
Jacob colocó una caja color canela en la parte superior de la mesa de examen
“Significa que puedo hacer algo que he querido hacerte durante mucho tiempo,
así que hoy vas a sufrir”. A continuación, el técnico miró hacia la cámara de
seguridad colocada en una de las esquinas superiores del cuarto y pasó su mano
sobre la garganta con el dedo índice estirado, como simulando un cuchillo y
haciendo un movimiento de cortar.
Jacob ladeó la cabeza y siguió mirando hacia arriba, hacia la esquina donde
estaba la cámara, luego sonrió y se giró para mirar hacia el 416. “Ahora la
cámara está apagada, por lo que no quedará ningún registro de lo que suceda
aquí, y lo que el doctor Trent no sabe es que vas a tener un horrible accidente.
Eres un bicho raro y no deberías haberte metido conmigo, te advertí que te
sacaría de mí camino”. Agarró la bolsa que había llevado a la habitación y
continuó amenazando. “Nadie me rompe la nariz y vive para contarlo. Sabía que
solo sería una cuestión de tiempo antes de que te tocara ser castigado. Acaba de
terminar mi tiempo de espera”. Dijo mientras sacaba una jeringa. “Te vas a
morir, ¡bastardo!”
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Esto no puede estar pasando, pensó Ellie. Cada día había luchado por
sobrevivir la pesadilla en la que se había convertido su vida en los últimos dos
meses y después de tanto esfuerzo no estaba dispuesta a perder en ese momento
al 416. Durante todo ese tiempo, ella había soportado el miedo constante de ser
descubierta como espía, pero el observar la determinación y el valor del 416 le
había dado la fuerza para enfrentar cada día. Por él, ella había corrido riesgos
muy peligrosos, pero necesarios para juntar pruebas suficientes para lograr la
libertad tanto de él como de los demás presos.
Su mirada quedó fija en el 416, de todos los prisioneros que estaban en esas
instalaciones, él era a quién ella más quería liberar, él era quién había ocupado
sus pensamientos y la había mantenido despierta por todas las noches desde
que había sido transferida al área de investigación de medicamentos ilegales
que las Industrias Mercile tenían en ese lugar. La imagen del 416 se había
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convertido en la última imagen que cada noche ocupaba su mente antes de
quedarse dormida. Ella tenía que admitir que incluso en algunas ocasiones él
había protagonizado sus sueños. De repente una decisión ocupó su mente,
quedarse sin hacer nada y ver morir al 416 era inaceptable, no solo se le
rompería el corazón, sino que no podría vivir con la culpa si ni siquiera intentaba
salvarlo.
Sin ningún plan en mente, Ellie se dio la vuelta para salir de la habitación,
estaba desesperada por llegar a tiempo para salvar al 416 pero, una vez que
estuvo fuera de la sala de visualización, el conocimiento de la existencia de
cámaras de seguridad en los pasillos la hizo obligarse a moverse con calma.
Entrar a una celda sin una razón válida podría levantar sospechas, así que se
detuvo un momento en la sala de suministros para tomar un kit de prueba.
Encontrándolos almacenados en un gabinete, jaló un contenedor de plástico que
tenía la forma y el tamaño de una caja de pesca, y cargando el kit salió
nuevamente al pasillo intentando no parecer tan frenética como se sentía, sabía
que tenía que apresurarse para llegar a la celda de detención del 416 antes de
que Jacob tuviera tiempo de hacer algo horrible.
“¡Ellie!”
Ella se congeló al escuchar su nombre, sus ojos se abrieron como platos y luego
se giró lentamente. El doctor Brennor, un hombre alto y pelirrojo, salió de una
de las habitaciones sosteniendo un gráfico.
“¿Sí?”
“Lo hice.” Contestó ella mientras se quedaba quieta a pesar de que quería girar
y huir
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“Bien. ¿Lo dejaste en el laboratorio?”
“Por supuesto.”
Cállate, para que pueda irme pensó Ellie silenciosamente deseando poder
“Sí. Por supuesto.” Dijo el doctor mientras deslizaba su mirada por el cuerpo de
Ellie. “¿Te gustaría salir a cenar conmigo mañana por la noche?
Por una fracción de segundo le sorprendió que él le solicitara una cita “Tengo
novio”, dijo mintiendo con facilidad, después de todo la idea de salir con
cualquier persona que trabajara para Mercile la hacía sentir nauseas. “Pero
gracias por preguntar”.
La boca del doctor Brennor se tensó y la luz amistosa que había estado en sus
ojos verdes se enfrió. “Ya veo, bien, puedes irte, yo tengo que actualizar unos
informes”. Él se dio la vuelta para dirigirse en la dirección opuesta y se alejó
quejándose; Ellie le escuchó decir: “Hago demasiado maldito papeleo en mi
trabajo”, antes de verlo desaparecer tras una esquina.
A Ellie le tomó solo unos segundos darse cuenta de qué cosa horrible había
interrumpido. Jacob se sentó sobre sus talones congelado y también aturdido
por la repentina aparición de ella, pero él se recuperó más rápido de lo que ella
pudo hacer. Dejó caer al piso de concreto el instrumento de tortura que había
estado usando, algo que terminó siendo uno de los bastones de los guardias,
luego trató de levantarse mientras agarraba sus pantalones desabrochados y
trataba de cerrarlos mientras maldecía.
Ella sujetaba el mango de la caja de plástico con tanta fuerza que sentía el objeto
clavarse dolorosamente en la palma de su mano, y tras reaccionar a la escena,
entró en acción antes de pensar. En un instante balanceó la caja con todas las
fuerzas que pudo reunir y la estrelló contra la cara de Jacob.
El impacto hizo que el técnico gritara mientras se tambaleara hacia atrás y caía
golpeándose en el suelo, pero Ellie no se detuvo, se dejó caer y se sentó a
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horcajadas sobre el vientre del hombre de forma que el cuerpo de ella lo
mantuviera en el piso, luego agarrando el kit con ambas manos se dedicó a
golpearlo liberando toda la rabia que sentía; al principio Jacob intentó defender
su rostro, pero después de algunos golpes, sus manos se desplomaron cayendo
sobre el piso.
“Oh, Dios”, jadeó ella mientras con la mano palpaba la garganta del hombre,
emitió un gemido desgarrador cuando no encontró evidencia de respiración o
latidos y frenéticamente buscó alguna señal de pulso en las muñecas de Jacob,
pero no pudo encontrar nada
“Oh Dios, oh Dios, oh Dios”, repitió las palabras casi como en una oración,
segura de que ella lo había matado.
Ellie miró de nuevo lo que había hecho y sintió como le temblaban las manos,
dirigió su mirada hacia las mismas mientras su cerebro conectaba con la
realidad. Acabo de matar a Jacob. Nuevamente su mirada se desvió hacia la
horrible vista del monstruo al que había abatido en un ataque de pura rabia. Él
se lo tenía merecido. Pensó en un intento de calmar su mente y el pánico que
sentía. ¡Piensa!, van a venir aquí y encontrar el cuerpo. Ellos sabrán que
yo lo maté, me arrastrarán lejos para torturarme y descubrir porqué
interferí, luego me matarán y la evidencia nunca llegará a mi contacto.
¡Piensa Ellie, maldita sea!
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Miró hacia la cámara, por lo general una luz roja parpadeaba cuando estaba
funcionando, pero en ese momento no estaba encendida, lo que significaba que
el guardia había seguido las instrucciones de Jacob y nadie, excepto el 416,
había sido testigo de lo que realmente había sucedido en ese lugar.
Ella no tenía idea de cuánto tiempo las cámaras permanecerían apagadas, pero
supuso que se mantendrían así hasta que Jacob ordenara que comenzaran a
monitorear al prisionero otra vez. Tragó saliva y se puso de rodillas. Toda su
Sabía que los sujetos de prueba eran peligrosos, cientos de veces le habían
advertido que ellos a veces lograban romper las cadenas que los restringían.
Después de todo ellos no eran 100% humanos. De alguna manera Industrias
Mercile había logrado mezclar la genética humana con genética animal
alterando ilegalmente a humanos. El resultado había sido seres con genética
animal la cual, de alguna manera, los hizo más fuertes que los humanos
normales, e incluso sus apariencias habían sido cambiadas, ya que sus rasgos
no eran del todo normales.
Ellie observó al 416 con cautela mientras se permitía recorrer con su mirada el
cuerpo desnudo de aquel hombre. Su espalda subía y bajaba con el movimiento
propio de su respiración, pero además de parpadear, él no se movió. Luego ella
notó una marca roja en su costado, como él tenía los brazos estirados hacia
arriba podía verla claramente. Ellie vaciló, él podría matarla si rompía una
cadena.
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Vale la pena salvarlo. Ella se repitió ese canto silencioso unas pocas veces
mientras se armaba de valor para acercarse un poco más al cuerpo derribado de
aquel hombre peligroso. Sabía que su vida estaba en riesgo, pero también era
cierto que ella ya había decidido ponerla en la línea de fuego cuando había
aceptado trabajar encubierta, entendiendo que existía una posibilidad real de
que no sobreviviera. Pero ella sabía que a esa compañía solo le importaba el
dinero y que necesitaban ser detenidos porque a menudo habían tomado muchas
vidas en nombre de la ciencia.
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La ira se apoderó nuevamente de ella mientras le lanzaba una mirada asesina
al hombre muerto. Sus pantalones aún estaban abiertos y su pene sobresalía
flácido y cubierto con un condón. Ella no vio sangre en esa parte del cuerpo
inerte, lo que le significó un pequeño alivio, al menos ella había llegado antes
de que Jacob lo violara, ese conocimiento la ayudó un poco.
“Lamento mucho lo que él te hizo, no parece que haya logrado...” Su voz murió,
decir que Jacob no lo había violado mucho o que parecía que no había logrado
penetrarlo profundamente sonaba demasiado horroroso como para mencionarlo,
después de todo eso no debería haber sucedido en absoluto.
Querido Dios, tiene colmillos caninos. A esa distancia, ella podía ver
nítidamente los filosos dientes, eran colmillos como los de un perro o tal vez los
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de un vampiro. Supuso que su ADN debió haber sido mezclado con algún tipo
de canino ya que ello podría explicar el aterrador gruñido que surgió desde la
parte posterior de su garganta, sonido que inquietantemente se parecía al que
habría hecho un perro cruel y furioso. Ella vaciló temerosa de que él la quebrara
con esos afilados dientes si se acercaba demasiado.
“Tranquilo”, instó ella de nuevo. “No te voy a lastimar.” El mirarlo a los ojos le
dio algunas pistas, sus pupilas estaban inusualmente distendidas y parecía un
El 416 dejó de gruñir, pero no dijo nada, eso la hizo preguntarse si él podría
hablar. La droga podía estar impidiéndole hacer algo más que ruidos en la
garganta. Ellie sabía que tendría que revisarlo, hacerlo rápido y pensar en una
forma de salir del lío que había creado al apresurarse a entrar en la celda del
416. Las cámaras de seguridad la habrían grabado entrando a la habitación.
Abrió el seguro de metal cementado en el suelo para soltar las cadenas que tenía
en los brazos y que lo sujetaban al suelo, luego procuró voltear al hombre y
emitió un quejido ante el esfuerzo que tuvo que hacer para empujar al gran
macho sobre su espalda. Él era muy alto y tenía que pesar por lo menos unos
120 kilos o algo así. Se esforzó por no quedar boquiabierta por mirar aquel
amplio pecho, o por el hecho de que él no tenía ropa puesta.
Ellie tomó nota de lo bronceado que parecía y determinó que tenía que ser su
tono de piel natural ya que lo mantenían en una celda bajo tierra, además de
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que su color nunca había cambiado desde que lo había visto por primera vez. Él
tenía un cabello color castaño obscuro y unos ojos color chocolate, lo que la hizo
pensar que su parte humana debía incluir una buena parte del ADN de los
nativos americanos. Por supuesto que ella no pasó por alto el hecho de que él
era mucho más grande que cualquiera de los nativos americanos que había visto
alguna vez, así que supuso que él tendría además alguna otra ascendencia que
incluyera el ser fornido y alto, tal vez tenía una parte alemana o algo así
Ella supuso que los cambios en la estructura de sus huesos podrían deberse a la
alteración genética que se le había hecho, parecía humano, pero no del todo,
además de que, con su mirada llena de odio y la mandíbula tensa, tenía la
apariencia de ser un gruñón, y de hecho en ese momento volvió a emitir un
profundo gruñido, Ellie se estaba acercando más cuando el sonido la hizo
detenerse mientras su corazón latía rápidamente y el miedo la invadía. Él se
veía muy masculino y rudo además de que de alguna forma proyectaba lo
peligroso que podía ser, y ella se sintió inquieta al darse cuenta de que lo
encontraba extremadamente atractivo y que no podía negar que el magnetismo
masculino de aquel hombre, dueño de un enorme cuerpo musculoso, la atraía
fuertemente.
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necesitaban de una extremidad libre para poder matar a cualquiera que se
acercara lo suficiente, esa distancia era la que la línea de la muerte delimitaba.
Y en ese momento ella estaba sentada dentro de la zona de la muerte al lado de
un enorme y enfurecido hombre cuyos brazos estaban encadenados, pero no
sujetos a nada más. Darse cuenta de esa realidad la hizo querer gatear lejos de
él, pero resistió el impulso pensando una vez más vale la pena salvarlo.
Asintió para sí misma comprendiendo que el necesitaba ayuda y continuó
diciéndose a sí misma: revísalo completamente, has todo lo que puedas
Aparte de eso, solo podía mantener la esperanza de que la droga que le habían
aplicado no desapareciera inmediatamente, porque si eso sucedía,
probablemente él le rompería el cuello antes de que ella tuviera tiempo de
suplicar por su vida. Después de todo, los sujetos de prueba tenían una muy
buena razón para odiar a todas las personas que trabajaban para Mercile.
A pesar de que se esforzaba por mantener una actitud profesional, las yemas de
sus dedos permanecían un poco más del tiempo estrictamente necesario para la
revisión que estaba haciendo, y con cuidadosa lentitud trazó un patrón que
delineaba los grupos de músculos de aquel hermoso abdomen. Era innegable
que tocarlo la afectaba como mujer, pero al mismo tiempo sabía que él le estaba
prohibido, que era peligroso, pero también muy sexy.
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Su mirada bajó hacia su área pélvica, incapaz de no mirar hacia las partes
íntimas del hombre al que encontraba tan atractivo, pero jadeó asustada cuando
vio que Jacob le había atado con fuerza una gruesa banda elástica en la base del
pene, la banda había sido colocada dándole varias vueltas y tenía un aspecto
doloroso. Sin pensarlo, Ellie agarró el ligeramente hinchado pene y se ocupó en
quitar la banda de la forma más amable posible, luego lanzó lejos la ofensiva
liga; a continuación, sus dedos masajearon suavemente la piel enrojecida antes
de darse cuenta de lo inapropiado que era esa acción. Su mirada se mantuvo en
“Ese hijo de puta” ella murmuró, maldiciendo a Jacob por haber hecho una cosa
tan horrible y viciosa. Sus mejillas se calentaron cuando se dio cuenta de la
forma en la que estaba tocando al 416 y más vergüenza le dio cuando se dio
cuenta de cómo su propio cuerpo respondía al tocarlo, incluso si solo lo había
hecho para quitar el ofensivo implemento de tortura, había estado manejando
su pene. Lo escuchó gruñirle nuevamente y dirigió su mirada al masculino
rostro, él la miraba con ojos obscuros y furiosos. En ese momento ella se hizo
consciente de que aún acunaba su miembro en la palma de su mano y lo soltó
rápidamente. “¡Lo siento! Tenía que quitártelo”.
Ella miró nuevamente hacia abajo, hacia aquel apéndice y vio la línea donde la
banda de goma lo había lastimado, todavía se veía rojo y herido. “Estoy segura
que estarás bien.” Al menos era lo que ella esperaba, Jacob obviamente se lo
había hecho para causarle dolor y si su pene se hubiera mantenido con esa falta
de suministro de sangre, hubiera sufrido un daño severo, pero por supuesto que
eso no le había importado al bastardo del técnico, éste había planeado matar al
416. Hubiera sido un horrible crimen el desfigurar a un tipo tan sexy.
Ese pensamiento la hizo querer gemir y ser más consciente de la forma en la
que su cuerpo respondía ante el hombre que desnudo, permanecía tendido frente
a ella. Sacudió mentalmente esa línea de pensamiento, no podía permitirse el
lujo de divagar de esa manera y en verdad necesitaba dejar de admirar aquel
cuerpo desnudo.
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Se mordió el labio mientras pensaba insistentemente en cual podía ser la
manera de que ambos salieran del lío en el que estaban metidos. Ella sabía que
necesitaba poder terminar su turno y estar libre para irse y llevar la
información que había robado hasta su contacto. Su mirada se dirigió hacia el
tipo muerto una vez más, él yacía allí ensangrentado y tirado sobre el cemento,
exactamente donde ella lo había dejado. Era obvio que la causa de su muerte
había sido el trauma causado por la fuerza contundente con la que su nariz
había sido golpeada y aunque el daño había sido causado con el maletín de
Hasta ese momento, el 416 había estado seguro de que Ellie nunca le haría daño,
pero el pánico lo sacudió de pies a cabeza cuando ella se disculpó con él por su
intención. Intentó moverse, pero su cuerpo aún se negaba a hacerlo, podía mover
los ojos, parpadear y tragar, además de que había logrado emitir algunos
gruñidos, pero todavía no podía hablar. ¿Acaso ella planea matarme ahora?
Si esa es su idea ¿para qué mató al técnico que me estaba atacando?
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ansias aquellos momentos en los que ella entraba en su dominio. Había confiado
en que ella no lo lastimaría y era la única persona que podía caminar dentro de
su celda sin que él se sintiera tenso ante la expectativa de ser lastimado o
humillado.
Pero en ese momento sintió que se le partía un poco el corazón al ver el miedo
que asechaba en la hermosa mirada azul que ella le daba. Él deliberadamente
nunca la había amenazado o le había gruñido como lo hacía con los otros técnicos
Ellie le había hecho cosas que le habían provocado el anhelo de poder tocar su
rubio cabello y presionar su nariz contra su garganta para inhalar su
maravilloso aroma. A veces soñaba que él estaba libre de sus cadenas y que ella
se encontraba desnuda debajo de él. Ansiaba tocar y saborear cada centímetro
de su cuerpo, escuchar su voz y aprender todo sobre la mujer que lo fascinaba
en todos los niveles.
El sonido de su voz siempre había sido música para sus oídos. Quería verla
sonreír, poder memorizar el sonido de su risa y hacerle las más de cien
preguntas que llenaban su cabeza, quería saber más sobre la mujer que había
capturado su alma. Su piel parecía increíblemente suave y olía muy bien, de
hecho, olía demasiado bien. Pero en ese momento le había advertido que
pensaba dañarlo y eso era el peor tipo de crueldad.
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El dolor de la traición rugió a través de él. También sintió vergüenza por lo que
ella había presenciado, ella lo había salvado de ser violado por aquel hombre
que yacía muerto, pero se había enterado del sufrimiento que le había causado
y de las otras cosas crueles e indignas que le había hecho. Le dolió saber que
ella nunca lo miraría de nuevo sin recordar aquella imagen y eso lo lastimaba a
muchos niveles y lo enfurecía. Aquellos que lo crearon y lo habían maltratado
tanto, incluso habían logrado quitarle la fantasía de pensar que ella alguna vez
podría considerarlo como un hombre sexual.
“Eres un bastardo sin valor, te odio y quiero que lo sepas” siseó Ellie.
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El dolor se apoderó de él cuando su mente aceptó esas palabras, pero no estaba
sorprendido por lo que había escuchado. Conocía a todos los que trabajaban
dentro de la instalación de prueba y sabía que todos consideraban a sus
prisioneros como nada más que carne que respiraba y que servía para ser
abusada. Pensar que ella sería diferente había sido un gran error de su parte.
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“Eres un bastardo sin valor, te odio y quiero que lo sepas” Ellie solo esperaba
que dondequiera que Jacob hubiera ido después de la muerte, todavía pudiera
escucharla, ella quería que él supiera lo que pensaba de él y que no se arrepentía
de haberlo matado; y aunque el hecho inquietaba su mente, estaba segura que
lo superaría pronto, después de todo él no se merecía que ella tuviera
sentimientos de culpa por él.
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la intención no era eliminarlos; por el contrario, Jacob había planeado matar al
416 en contra de las instrucciones del Doctor Trent.
Él estará bien. Tengo que creer en eso. Sacó otro pañuelo del kit y limpió un
poco de la sangre que aún estaba fresca en el suelo. Ella se volvió hacia la cara
del 416. ¿Me odiará por hacer esto? Probablemente. Pero ella no tenía
ninguna otra opción. Nunca le permitirían salir de la instalación subterránea si
sospechaban que ella tuvo algo que ver con la muerte de Jacob. Ni siquiera se
Encontró la aguja que había usado Jacob para drogar al 416, afortunadamente
la había tapado de nuevo después de usarla, ella hubiera odiado que por usarla
sucia el 416 terminara contrayendo una infección, no obstante, tendría que
reutilizar esa aguja, así que esperaba que Jacob no la hubiera contaminado
antes de volver a taparla. Ellie vaciló por un momento, una vez que iniciara su
plan no habría vuelta atrás.
Era necesario que hubiera un culpable por la muerte de Jacob y no podía ser
ella, era la única forma de asegurarse de que lograría entregar los datos que
había conseguido a su contacto. Una vez que recibieran esas pruebas, serían
suficientes para que un juez emitiría órdenes de allanamiento, la instalación de
prueba sería registrada y los sujetos de prueba serían descubiertos. De esa
Ella se agachó sobre 416. Su hermosa pero enojada mirada estaba fija en ella,
la rabia ardía en su intensa mirada. Ella tragó la bilis que sintió subir por su
garganta al pensar en lo que le tenía que hacer a continuación. “De verdad lo
siento, pero tengo que hacerte esto”.
“Te voy a matar”, dijo él con voz áspera. Una mano se dejó caer en el suelo al
lado de ella. “¡Lo juro!” Su garganta estaba funcionando. “Yo te mataré con mis
propias manos.”
Ella jaló su equipo y corrió hacia la pared que estaba al lado de la puerta, en el
último segundo antes de golpearse giró la cara y sintió como el dolor explotaba
en su mejilla, sus rodillas amenazaron con doblarse y el sabor de la sangre le
llenó la boca. Aunque en ese momento no tenía un espejo para ver cómo había
quedado, el pensamiento sobre espejos le hizo recordar la sala de observación y
preguntarse si alguien podría haber entrado a la misma y haber sido testigo de
lo sucedido, pero descartó esa posibilidad pensando que, si ese hubiera sido el
caso, el personal de seguridad ya hubiera entrado en la celda dónde ella se
encontraba y ya la hubieran arrestado.
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Esperaba que su cara se viera tan mal como se sentía, sus dedos temblaron
mientras marcaba el código para abrir de la puerta, ésta emitió un pitido y las
varillas de acero dentro de la misma se deslizaron, la puerta se abrió mientras
ella la jalaba desesperadamente. Luego salió tropezando de la habitación, en
ese momento la puerta se cerró automáticamente detrás de ella y un agudo
zumbido confirmó que estaba asegurada.
Pasaron los segundos y parecieron crecer hasta por lo menos un minuto antes
de que el sonido de pies corriendo y el calzado con botas llegara a sus oídos.
Cuatro guardias de seguridad dieron vuelta y entraron en el corredor, llegando
al final donde ella se encontraba. Los hombres aminoraron la marcha y
jadeando por el esfuerzo la miraron con confusión.
“Entré en la habitación para tomar una muestra de sangre”, dijo ella sollozando.
“Jacob estaba agrediendo sexualmente al sujeto de prueba. Él me atacó.” Se
llevó la mano a la cara, donde palpitaba. “Creo que me desmayé y cuando volví
en mí, vi al 416 romper las cadenas y uno de sus brazos quedó libre. Jacob lo
inyectó con una jeringa, pero lo que sea que le aplicó no surtió efecto lo
suficientemente rápido, creo que esa cosa lo mató antes de que se derrumbara
en el suelo”.
Dios perdóname, ella oró en silencio mientras cerraba la boca. Los guardias
de seguridad desenfundaron sus pistolas Taser, y uno de ellos marcó el código
para abrir la puerta, luego todos se precipitaron dentro de la celda del 416.
La puerta se selló tras la entrada del último hombre y otro equipo de seguridad
llegó hasta Ellie junto con algunos miembros del personal médico. Fue el doctor
Brennor quien la atendió en una de las habitaciones de los empleados. Parecía
sombrío mientras le limpiaba la herida de la boca. “Estarás bien.”
Ella asintió. “¿Qué le harán al 416? no puedo creer lo que Jacob le estaba
haciendo, eso es incorrecto.”
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La ira apretó la boca del doctor pelirrojo cuando frunció el ceño y contestó: “Lo
sé, hicimos a esas cosas para encontrar curas para enfermedades a las que los
animales son naturalmente inmunes o resistentes. Y para evitar que nunca más
las enfermedades pasen de los animales a los humanos. ¿Sabes cuánto maldito
dinero nos costó crearlos? El personal debería usar prostitutas si quieren
desahogar sus impulsos sexuales y no usar a los costosísimos sujetos de prueba”.
Ellie cerró sus ojos para ocultar sus lágrimas de alivio, ellos no iban a matar al
416 lo que significaba que ella había tomado la decisión correcta. Pudiera ser
que él la odiara por haberlo incriminado en un asesinato, pero él viviría. Ahora
solo necesitaba salir después de su turno, entregar la evidencia que había
robado y salvarlo de la única manera que podía. Ella ayudaría a llevar a las
industrias Mercile ante la justicia.
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“Oye”, suspiró el doctor Brennor. “Lo siento, yo estoy hablando de dinero y tú
acabas de sobrevivir a una experiencia traumática. ¿Por qué no vas a casa?
Deberías tomarte el resto del día libre. Demonios, incluso llama mañana para
decir que estás enferma y descansa”.
Ella abrió los ojos y se encontró con la mirada del doctor, escondiendo lo
desesperadamente que ella lo odiaba logró decir: “Gracias.” Su voz temblaba
“Estaba asustada.”
Él la soltó. “Bien, vete, le diré a los de seguridad que te estoy enviando temprano
a casa.” Ellie lo observó mientras él dio media vuelta y caminó hacia el teléfono;
ella esperaba que cuando los juzgaran obtuviera cadena perpetua, sería justo lo
que le debería corresponder a ese médico.
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Capítulo Uno
El Sureste de California
Once meses después
Se acercó a las puertas del balcón, que solía dejar abiertas, y salió para disfrutar
de la agradable brisa esperando la ayudara a enfriar su sobrecalentado cuerpo.
Bebió agua fría de una pequeña botella de plástico que había agarrado de la
mini-nevera cuando había entrado en su apartamento y se apoyó contra el
barandal para observar Homeland desde su posición en el tercer piso. Acababa
1 Los pantalones tipo Capri, también conocidos como pantalones pirata, pantalones corsarios
o pesqueros, son un tipo de pantalón que se lleva durante el verano, llegan apenas por debajo
de la rodilla.
2 El heavy metal (literalmente en español metal pesado) es un género musical que tiene
elementos del rock and roll, blues y música clásica. Se caracteriza principalmente por
sus guitarras eléctricas de sonidos fuertes y distorsionados, ritmos enfáticos, los sonidos
del bajo y la batería son más densos de lo habitual y la voz es generalmente aguda o gutural.
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de terminar su entrenamiento nocturno y la brisa se sentía celestial sobre su
piel.
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Ellie se obligó a abrir los ojos y recordó cómo hacía dos años, el oficial Víctor
Helio se le había acercado cuando ella trabajaba en el edificio administrativo de
Mercile, le había explicado que habían rumores acerca de una instalación de
investigación secreta que usaba a seres humanos como sujetos de prueba para
drogas y medicamentos ilegales; le comentó que la policía había intentado
infiltrar a agentes encubiertos para llevar a cabo una investigación, pero
Mercile se había negado a contratar para esas instalaciones a personal que
fuera nuevo y ajeno a la empresa.
Ellie estaba orgullosa de sí misma por haber ayudado a cerrar las instalaciones
de prueba originales; había arriesgado su vida cuando sacó archivos de
contrabando, pero gracias a esa información se lograron recabar suficientes
pruebas como para que un juez concediera órdenes de allanamiento con las
cuales los policías irrumpieron y verificaron toda la instalación.
Ella suspiró, cada vez que había preguntado por el 416 le habían contestado que
esa era información clasificada por las políticas de protección de víctimas. Sabía
que algunos de los sujetos no habían sobrevivido durante el rescate en el centro
de pruebas donde ella había trabajado. Cuando se dio la intervención, los
trabajadores de Mercile habían asesinado a muchas de las víctimas antes de
que la policía lograra llegar a la parte de seguridad que se encontraba en los
niveles más bajos, que era donde mantenían a la mayoría de los sujetos. Por lo
que sabía, lo más probable era que el 416 hubiera muerto varios pisos debajo de
la superficie, encerrado dentro de su celda y sin saber que la ayuda había
tratado de llegar a tiempo. El considerar esa posibilidad le rompía el corazón.
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Ellie se quitó los auriculares de los oídos, apagó su reproductor de MP3 y lo dejó
caer sobre el escritorio, mientras luchaba por recuperarse de la angustia que
sufría cada vez que pensaba en el 416.
Ella había querido estar presente cuando se ejecutaron las órdenes de arresto,
quería haber podido hacer guardia fuera de la puerta de su celda para
protegerlo, sentía que le debía eso y mucho más, así que le había rogado al oficial
Helio para que le permitieran estar ahí, pero él se había negado, ella no era un
No podía olvidar esos oscuros ojos y la mirada en el rostro del 416 cuando ella
lo había abandonado aquel día dentro de su celda, o la forma en que él le había
gruñido. Ella sólo había querido salvarle la vida, pero él no tenía forma de saber
por qué ella había permitido que todos asumieran que él tenía la culpa de la
muerte de ese técnico. Él debía haber considerado que ella era un ser
monstruoso y cruel. Lágrimas calientes la cegaron pero ella parpadeó
rápidamente para controlarlas, ya había llorado suficiente como para llenar
varios cubos desde ese horrible día, en que ella lo había dejado ahí solo en el
suelo.
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para corregir un mal le daba valor y sentido a su vida y eso es lo que más
necesitaba. Contestó el teléfono al segundo timbre.
“Ellie Brower”.
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Cody Parks, era el hombre a quien acudir en temas seguridad, la saludó con una
sonrisa. “Buenas noches, señorita Brower. Lo siento por la llegada tan tarde de
nuestras residentes más nuevas”.
“Bienvenidas a su nuevo hogar.” Ellie habló en voz baja. “Sé que han pasado por
mucho, pero ahora están aquí y están a salvo. Yo soy Ellie, su madre de la casa”.
Dos de las mujeres fruncieron el ceño, otra de ellas, la más alta y con el aspecto
de ser la mejor en patear traseros del grupo, la fulminó con su mirada; la cuarta
era una rubia que fue la que habló “¿Nuestra qué?”
“Es la médico en jefe”, dijo estallando la mujer más pequeña y de cabello oscuro
mientras le mostraba sus afilados dientes a Ellie.
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Ellie volvió su atención hacia él mientras las mujeres caminaban a través de las
puertas y miraban alrededor de la gran entrada hacia la zona de estar, Ellie
sabía que ellas necesitarían de algunos minutos para orientarse.
“¿Sí?”
“Ha sido convocada una reunión en veinte minutos. Se ha solicitado que usted
asista ya que está a cargo de la vivienda femenina. El jefe del nuevo consejo de
“Lo entiendo, pero se presentó el jefe del consejo con sus concejales y han dicho
que esto es muy importante”. La mirada del hombre sostuvo la de Ellie. “Es
imperativo que sepan que estamos con ellos en todo esto, que no los
abandonaremos, que nos aseguraremos que la transición a su nueva vida será
suave y agradable y que ayudaremos a que todos se ajusten a una vida normal,
él en verdad está preocupado.”
Ella vaciló, los Nuevas Especies habían sido liberados, pero luego fueron
separados y enviados a diferentes lugares donde los pudieran mantener
seguros, finalmente Homeland había sido acondicionado para recibirlos a todos
y darles alojamiento suficiente para un solo grupo grande. Ahora ese sería su
nuevo hogar y sería permanente en lo que a un futuro previsible se refería, por
lo que el líder de las Nuevas Especies tenía razones válidas para preocuparse
por la seguridad y el bienestar de su pueblo.
“Por supuesto, permíteme encargarme de las recién llegadas y luego ahí estaré.
¿La reunión se celebrará en la sala de conferencias de las oficinas principales?”
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El asintió y Ellie cerró la puerta entre ellos. Un breve pitido de alarma sonó
instantáneamente confirmando que las cerraduras automáticas se habían
asegurado adecuadamente. La seguridad en el lugar era estricta, pero nunca
podría ser considerada lo suficientemente estricta, después de la forma en la
que los medios de comunicación habían convergido sobre los supervivientes de
las instalaciones de prueba. Los periodistas y comunicadores se mantenían
tratando constantemente de romper el perímetro de seguridad para obtener
fotografías de las víctimas, después de todo ahora había un lugar fijo donde
El gobierno había iniciado un proceso para implementar una ley que prohibiera
a los medios de comunicación publicar fotografías de los Nuevas Especies, ellos
eran víctimas y tenían el derecho a ser protegidos de la prensa.
Ellie dio un paso adelante y entrando en piloto automático, les dio a las recién
llegadas un breve recorrido por la planta baja del edificio dormitorio. Había una
sala de conferencias para reuniones, dos amplias salas de estar, una cocina
espaciosa con todo lo necesario para cocinar, un comedor que podría albergar a
cincuenta personas, un baño grande con cuatro cabinas con inodoros y una
biblioteca completa. El segundo y el tercer piso albergaban mini apartamentos,
en ellos había un pequeño dormitorio, una sala de estar, un baño completo y
una cocineta.
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una vez liberadas, se enfrentaban a otro horror completamente diferente, algo
que les sería totalmente extraño, después de todo, la libertad podía ser un
experiencia aterradora considerando que toda su vida la habían pasado siendo
especímenes de prueba.
“Si les da hambre, dentro de esa caja de metal plateado que está junto al
fregadero hay bebidas frías y comida”, ella no los llamo refrigeradores porque
había aprendido que ellas no sabían que eran esos. “Hay otras diez mujeres aquí
Las cuatro mujeres no hablaron. Luego la más alta giró sobre sus talones y entró
a una de las habitaciones que Ellie les acababa de mostrar, las otras tres la
siguieron y la puerta se cerró firmemente dejando a Ellie afuera. Parecía que
ninguna de las mujeres quería tener nada que ver con ella, pero esperaba que
con el tiempo eso cambiaría.
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aseguró que no tenía suficiente tiempo, de hecho, tenía que correr para llegar a
la reunión, así que sin pensarlo se lanzó corriendo hacia las escaleras.
Ella corrió hacia el frente del edificio donde habían unas puertas dobles, pero
redujo su velocidad hasta un paso normal cuando vio a un guardia de seguridad
armado que estaba apostado en el edificio, era alguien a quién ella todavía no
había conocido.
“Hola. Soy Ellie Brower y soy la Madre en el dormitorio femenino. Cody Parks
me dijo que hay una reunión a la que se supone debo asistir.”
Ellie rodeó al hombre y entró en la oficina principal, corrió por el largo pasillo y
se dirigió a otro conjunto de puertas dobles donde no había guardias apostados.
Ella agarró una de las manijas y le dio un tirón firme para abrir la pesada
puerta, luego entró.
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La oscuridad de la habitación la sorprendió, las luces superiores de la sala
estaban apagadas y solo algunos focos secundarios que iluminaban tenuemente
las paredes estaban prendidos. Ella no podía ver bien pero el suave retumbar
de muchas voces le aseguró que la habitación se había llenado de gente.
“Soy Ellie Brower, Madre de casa del dormitorio femenino y vengo en son de
paz.”
Ninguno de los guardias sonrió ante su intento de broma, uno de los guardias
mantuvo su mano en el arma de su cintura mientras el otro hombre se adelantó
para arrancarle la tarjeta de la mano. Ella no se movió mientras él la examinaba
y luego asintió.
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Las líneas tensas alrededor de la boca del director Boris se suavizaron. “Bien
Ellie, no hay problema, pero la próxima vez vístete apropiadamente, te ves como
si acabas de salir del gimnasio.”
“Casi, casi”, admitió ella. “¿Quiere que encienda las luces? Se ve muy obscuro
aquí adentro.”
“No.” El director Boris suspiró. “Algunos de los miembros del consejo lo prefieren
Ellie entendió al instante, porque ya había sido informada de que algunos de los
sobrevivientes habían pasado años encerrados dentro celdas oscurecidas, lo que
les había causado una hipersensibilidad a la luz brillante, de hecho, ella había
equipado algunos de los apartamentos con ese tipo de mujeres sobrevivientes
en su mente, incluso había salido a comprar gafas de sol para poner dentro de
sus habitaciones para que pudieran usarlas dentro de las áreas comunes del
dormitorio, y además tenía en algunas habitaciones interruptores que
permitían ajustar la iluminación a niveles más tenues. Había pasado mucho
tiempo considerando los sentimientos y necesidades de las Nuevas Especies,
ella quería ser buena en su trabajo, al grado que se había convertido en una casi
obsesión.
Reconoció algunas caras más cerca de ella mientras miraba a su alrededor. Ella
le sonrió a Mike Torres cuando él le guiñó un ojo, era el Padre del dormitorio
masculino; parecía ser un buen tipo, le calculaba unos treinta y tantos años y
había coqueteado con ella durante la primera reunión de trabajo, el día que Ellie
había llegado a Homeland, en ese entonces él le había dado un resumen de sus
deberes como madre del dormitorio. Al lado de él estaba Dominic Zort quién
asintió brevemente; en general su trabajo parecía estar enfocado en mantener
a todos los departamentos cooperando, además de que era él quién hacía la
mayor parte de las contrataciones.
Un movimiento por el rabillo del ojo atrapó su atención y ella se giró para notar
que alguien se movía en su dirección desde el otro lado de la habitación, pero
siendo ella la persona más baja en la sala y estando rodeada por un grupo de
hombres más altos que ella, no logró identificar quién se acercaba.
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“¿Ellie?” El director Boris le habló y ella volvió a centrar su atención en él. “Nos
sentaremos allí”.
“Por supuesto.” Dijo ella y dio un paso para seguir al director Boris.
Ellie intentó darse la vuelta para ver a quién pertenecía aquella voz que daba
miedo, pero alguien la agarró sorpresivamente haciendo que ella exclamara un
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Capítulo Dos
Mientras el 416 le gruñía revelando sus afilados dientes caninos, Ellie se dio
cuenta de que le dolían los brazos donde él se los agarraba, por encima de sus
codos. Él la había hecho caer y golpearse de espaldas sobre una de las mesas de
El más puro terror inundó a Ellie, abrió la boca pero ninguna palabra logró salió
de ella, solo pudo jalar aire. Él gruñó más fuerte y, la sujetó con más fuerza.
“Déjala ir”, exigió una voz masculina con firmeza en un tono acerado.
“¿Qué diablos está pasando?” Eso vino de otro hombre que sonaba sorprendido
y quejumbroso.
“Fury, déjala ir”, ordenó otro hombre que tenía una voz con un tono
inusualmente profundo.
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“No. Esto es entre ella y yo, retrocedan.”
Ellie se pasó la lengua por los labios secos, aliviada al sentir que podía respirar
de nuevo. Las manos que la sujetaban por sus brazos la estaban magullando y
le dolía tanto que las lágrimas inundaron sus ojos.
Fury frunció el ceño a alguien que estaba detrás de él por lo que mantuvo su
atención fuera de ella. A pesar de estar en una habitación llena de hombres,
“Déjala ir, Fury”. La voz masculina se hizo más profunda, hasta convertirse en
un gruñido amenazador. “Por favor.”
“Ella es una de ellos”, gruñó Fury. “Ella trabajaba como técnica dentro de las
instalaciones de prueba, retrocede ahora, es mi derecho tomar venganza.”
“Está bien.” Ella habló tan fuerte como pudo, su voz se rompió, pero ella
consiguió decir las palabras. “No lo lastimen, por favor que nadie le dispare.”
Ellie se quedó sin aliento cuando su torturador giró la cabeza para mirarla de
nuevo. Un escalofrío le recorrió la espalda al ver aquella mirada fría e intensa
y al comprender que él definitivamente llevaría a cabo su amenaza, no tenía
ninguna duda de que él la mataría mientras yacía encima de la mesa frente a
todos los presentes.
“¿Ellie?” Dominic Zort sonaba cercano. “Tú eras una informante, ¿verdad?”
Fury. Sí, el nuevo nombre encaja con la mirada en sus ojos. Pensó Ellie.
“Ella ya era parte del personal médico de Mercile cuando surgieron los rumores
sobre las instalaciones originales de prueba, tratamos de enviar agentes
especializados encubiertos, pero Mercile nunca contrató a ninguno de ellos así
que ella fue enviada de encubierto para averiguar si los rumores eran ciertos.
Ella trabajaba como enfermera en las oficinas corporativas y tomó mucho
tiempo y esfuerzo lograr que la transfirieran a ese infernal lugar, luego ella
logró pasar de contrabando suficientes pruebas como para que se pudieran
emitir las órdenes de allanamiento y arresto que se usaron en las primeras
instalaciones de prueba”
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Dominic Zort continuó hablando rápidamente. “Justice, yo no sabía que ella
había conocido a alguien de tu gente, yo no fui su contacto y Víctor Helio no
escribió en el expediente nada que indicara que ella había dañado a ningún
Nueva Especie o que había interactuado con alguno de ustedes, nunca la
hubiera contratado para trabajar con tu gente si hubiera pensado que alguno
de ellos la conoció personalmente.”
Maldición Ellie tragó saliva, observó cómo los ojos de Fury se oscurecían aún
más, pasando de un marrón chocolate a casi negro. “Solo ayudé cuando era
necesario”, explicó en voz baja. “Estaba a cargo de actualizar muchos de los
gráficos con los resultados de las pruebas de la sangre y muestras de saliva que
me hicieron sacar.”
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Ellie miró el rostro tenso y arrugado de Fury, si ella hubiera sido agredida
sexualmente, no querría que alguien alardeara de ello. Él había sido un hombre
orgulloso y probablemente lo sucedido no era algo que quisiera compartir con
toda la habitación y ella tendría que decirle a todos por qué había matado al
técnico si admitía qué era lo que había hecho para enfadar tanto a Fury. Ella
vaciló mientras los ojos de él se entrecerraron hasta convertirse en rendijas
mientras el gruñido que retumbaba en su pecho se hizo más fuerte.
“¿Fury?” Justice fue quien habló, el hombre tenía una voz inusualmente
profunda “¿Qué te hizo ella para que quieras lastimarla tanto? ¿Te obligó a
tomar sus drogas?”
“Tuve que hacer pruebas”, ella mintió. “Tuve que infligirle dolor.” Esa parte era
verdad, ella sabía que lo que había hecho tuvo que haberle causado angustia
emocional, además de lo que Jacob le había hecho mientras yacía indefenso en
el piso de su celda. “Tampoco le gustaba que le tomara muestras.”
Él le gruñó en respuesta.
Fury tenía a la mujer que lo había traicionado en sus manos, no podía creer que
había encontrado de nuevo a Ellie, ahora ella trabajaba en Homeland y sus
manos estaban realmente sobre ella. Ahora él era libre, ya no estaba amarrado
e indefenso y luchaba contra sí mismo debatiéndose acerca de lo que debería
hacer con ella. Una pequeña parte de él quería partirle el cuello, mientras el
resto de él quería jalarla para pegarla contra su cuerpo y sostenerla ahí. De
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cualquier manera, él no quería liberarla. El conflicto entre sus emociones hizo
que brotara en él un disgusto por sí mismo, cómo podía dudar después de todo
lo que ella le había hecho dentro de su celda, nunca pudo olvidar ese día o el día
siguiente.
Fury admiró su mirada azul pálido, en ese momento le parecía más hermosa de
lo que él recordaba y se estremeció por dentro mientras miraba como las
lágrimas se acumulaban dentro de sus bellos ojos y se deslizaban por los lados
de su cara, él sabía que la había lastimado. Dentro de él había una lucha, se
debatía entre la certeza de que tenía el derecho a vengarse y lo mucho que
odiaba causarle dolor, además se sentía realmente confundido por el hecho de
que cuando ella habló, lo hizo para decirle a todos que no le hicieran daño; si
Ellie era su enemiga ¿por qué intentaba protegerlo?
Nadie necesitaba decirle de que sexo era Ellie, su dulce aroma a fresas y vainilla
le daban ganas de gemir, quería enterrar su nariz contra su piel e investigar
exactamente de dónde se originaba tan dulce olor. Se preguntó si serían sus
productos para el cabello o su gel de baño lo que desprendía esos tentadores
olores. Pero lo que le enojaba más era el querer averiguarlo.
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¿Es que acaso ella no se dio cuenta de lo que había hecho o de cómo él había sido
lastimado por ello? Lo que sí tenía claro era que no quería que ella dijera la
verdad sobre lo que le había hecho para enojarlo tanto. Eso causaría que
surgieran demasiadas preguntas y ya sentía suficiente vergüenza al respecto
como para contestarlas; en verdad él no quería que nadie supiera cuán
profundamente había sido humillado durante todos esos años que estuvo
encerrado e impotente ante los abusos que había sufrido a lo largo de su vida.
El dolor que revelaban las facciones de Ellie hicieron que Fury finalmente
comprendiera con cuanta fuerza la estaba agarrando por los brazos y le
horrorizó darse cuenta de que había magullado su tierna piel. Él debería querer
matarla, pero en cambio deseaba masajearla para aliviarle el dolor, incluso
quería disculparse y eso le disgustaba. Él se había ganado el honor de ser
designado como el segundo al mando de su raza, por lo que debía ser un ejemplo
para todas las Nuevas Especies de cómo podían vivir en paz con los humanos y,
sin embargo, él había terminado sobre una pequeña y aterrorizada mujer cuyo
recuerdo lo había perseguido desde que había sido liberado.
Siempre se había preguntado qué había sido de ella, incluso había usado su
recién ganada autoridad para leer la lista de los empleados de Mercile que
habían sido arrestados. Había fantaseado con caminar dentro de su celda y.…
mirarla, él sólo quería poder verla de nuevo. Un gruñido desgarró desde su
garganta y en ese momento supo que necesitaba alejarse de ella antes de que
perdiera el poco control que había recuperado.
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Necesitaba pensar y controlar lo que fuera que funcionara mal dentro de su
mente cuando se trataba de Ellie. Él usualmente mantenía la razón y la calma
independientemente de las circunstancias y otros lo consideraban un ser
bondadoso. Sabía que su pueblo dependía de él y que necesitaban que
permaneciera así, eso era lo que lo había hecho escoger su nombre, porque
representaba aquello que guardaba en su corazón, pero que mantenía oculto y
que escondía muy bien para que nadie lo notara en su exterior, eso era algo que
hacía bien. . . al menos usualmente.
Ellie permaneció inmóvil acostada encima de la mesa hasta que alguien tocó su
pierna, estaba sorprendida de que Fury le hubiera permitido seguir viviendo.
Darren Artino se movió junto a ella y tomándola con cuidado la empujó
suavemente hasta una posición sentada. Ellie miró a su alrededor, observando
los rostros atónitos de todos los hombres que la rodeaban, rápidamente se secó
las lágrimas, asombrada de estar viva y buscó a Fury con la mirada, pero él
había desaparecido.
“¿Señorita Brower?” El hombre que le habló era tan alto como Fury, tenía los
hombros anchos y su largo cabello estaba recogido hacia atrás en una cola de
caballo, sus ojos eran de un atractivo color negro azulado oscuro, pero tenían
una forma extraña, similares a los de un gato; vestía con un traje hecho a la
medida, pero nada de lo que traía puesto lograba ocultar las peligrosas
vibraciones que proyectaba mientras permanecía a unos metros de ella.
“Me disculpo por el ataque de...” Hizo una pausa. “Fury, soy Justice North y me
aseguraré de que Fury sea castigado por lo que ha hecho aquí. ¿Le hizo daño?”
Su exótica y desconcertante mirada la recorrió lentamente barriendo todo su
cuerpo.
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Su corazón se rompió en pedazos cuando se dio cuenta que el hombre con el que
se había obsesionado acababa de alejarse de ella y resistió el impulso de correr
tras él para rogarle que la escuchara y para disculparse de nuevo por lo que ella
le había hecho aquella vez; era tanto lo que necesitaba estar bien con Fury que
le dolía, pero mientras miraba fijamente al enorme macho que bloqueaba su
camino, se dio cuenta de que le sería imposible hacer lo que deseaba, la situación
en ese momento representaba una amenaza para el bienestar de Fury y ella
necesitaba manejar y calmar la situación antes de que se intensificara. Así que
Ella estaba dispuesta a rogar si eso era lo que necesitaba hacer para asegurarse
de que Fury no se metiera en ningún tipo de problema, era lo mínimo que podía
hacer por él. “Su ira está justificada, confía en mí, yo no lo hubiera culpado si
me hubiera matado”.
El temor se extendió por Ellie, se había mudado a un nuevo estado para ser
parte del proyecto que ayudaría a que las Nuevas Especies se establecieran
dentro de una forma de vida normal, pero ahora iba a perder su trabajo, aunque,
considerando las circunstancias, sabía que no podía culpar al director Boris por
despedirla. Homeland había sido dado a los Nuevas Especies para ser un refugio
seguro, lejos del abuso que habían sufrido y tener caminando dentro de las
instalaciones a alguien que era un recordatorio de su pasado, violaba ese
concepto.
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Justice frunció el ceño mientras miraba al director Boris. “No será necesario
despedirla, ella salvó a nuestra gente de las instalaciones de prueba y no le
agradeceremos su sacrificio alejándola de algo que ella ayudó a que fuera
posible, esa no es la manera en la que nosotros hacemos las cosas. Este es
nuestro hogar, Homeland es nuestro ¿no es así?”
La boca del director Boris se abrió de golpe por la sorpresa. “Pero Fury la odia
y él es tu segundo al mando.”
Justice miró hacia Ellie, la expresión dura se alivió de sus rasgos y con una voz
suave le dijo: “Vaya a descansar señorita Brower su trabajo está asegurado,
usted puede seguir dirigiendo el dormitorio de las mujeres. Su falta total de
malicia y de hipocresía, así como su franqueza han sido muy refrescantes y de
verdad aprecio su comprensión sobre el comportamiento de Fury.”
Finalmente se movió y dejando caer sus manos a los costados salió por la puerta
exterior. El 416 había sobrevivido, había tomado el nombre de Fury pero lo peor
era su cargo, era el segundo al mando, era el brazo derecho de Justice North.
Cuando Ellie salió del edificio sintió como todo su cuerpo se estremecía, el
guardia armado apostado en la entrada frunció el ceño, pero no le dijo nada
mientras ella avanzaba hasta su carrito de golf.
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de cada una de las cuatro instalaciones de pruebas, estos concejales ayudaban
a Justice a hacer su nuevo trabajo.
Ellie estacionó el carrito de golf frente al dormitorio y salió del mismo, se frotó
los adoloridos brazos y se apresuró hacia las puertas delanteras; casi había
llegado a ellas cuando sintió como se le erizaba el cabello en la nuca. Se quedó
quieta por un momento y luego sacó su tarjeta de identificación para abrir la
puerta mientras miraba lentamente por encima de su hombro.
Ella no sabía si él la dejaría ir o no, pero ahora él sabía dónde ella vivía, además
de que él también trabajaba en Homeland lo que significaba que probablemente
vivía en algunas de las unidades habitacionales que habían sido construidas a
unas pocas cuadras de distancia de los dormitorios, eran viviendas asignadas al
consejo y a los miembros de alto rango de las Nuevas Especies.
Se recordó a sí misma que el edificio era seguro y que solo las mujeres que vivían
ahí tenían acceso, junto con los guardias de seguridad que estaban asignados
para vigilar el edificio. Eso significaba que nadie no autorizado podía entrar, ni
siquiera un miembro del consejo tenía acceso, es decir, ni Fury podría entrar.
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Abrió la puerta de su pequeño departamento y entró en él, había dejado las luces
encendidas y las puertas del balcón abiertas de par en par, con rapidez se movió
hasta ellas y las cerró con firmeza, bloqueándolas por primera vez desde que
empezó a vivir ahí. Sabía que nadie podía llegar hasta su balcón, pero en esos
momentos no le importaba la lógica de tales análisis.
Se desnudó y estudió sus brazos, ambos estaban rojos y magullados con las
marcas de las manos de Fury, luego se dirigió al baño para tomar una ducha.
Ellie se secó las lágrimas, lo que le había hecho a Fury era algo que no habría
podido ser evitado, así que solo podía esperar a que algún día él la perdonara
por dejarlo solo dentro de su celda, asumiendo las consecuencias de un crimen
que ella había cometido. Entonces tal vez…
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Capítulo Tres
Ellie miró a las mujeres de las Nuevas Especies con frustración, sabía que
hacerse amiga de ellas sería una tarea difícil, pero no tenía idea de por cuanto
tiempo planeaban hacerla pasar momentos difíciles. Las mujeres formaban un
Nadie habló mientras tres docenas de pares de ojos la observaban, Ellie suspiró.
“Se los juro, no soy el enemigo, estoy aquí para ayudarlas a aprender las
habilidades que necesitan para su nueva vida y para ayudarlas a integrarse en
la sociedad. Quiero ayudarlas en todo lo que necesiten y realmente desearía que
me permitieran hacerlo.”
Su silencio se alargó hasta que fue algo incómodo, los hombros de Ellie se
hundieron en una derrota momentánea. “Bien, quizás necesiten más tiempo
para conocerme, pero si necesitan cualquier cosa, por favor háganmelo saber, es
por eso que esto aquí. Por cierto, les hornee unos pasteles y los puse dentro del
refrigerador, así que por favor cómanselos.”
Ellie huyó de la habitación antes de que ellas pudieran notar lo deprimida que
se sentía y tan pronto como se perdió de su vista escuchó las voces femeninas,
lo que reforzó su deseo de llorar. Todo el mundo había quedado en silencio
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cuando ella entró a la habitación, pero en el momento en el que ella se fue la
conversación volvió a fluir, ella no pudo ignorar la posibilidad de que la odiaran,
después de todo se negaban a hablar con ella excepto cuando les era
indispensable hacerlo y no parecían querer su ayuda.
El problema había llegado al grado de que había tenido que marcar como
obligatorias algunas sesiones de clases para poder enseñarles conceptos básicos
de cómo usar los electrodomésticos de la casa, en esas ocasiones las preguntas
Había considerado renunciar, pero uno de los miembros del consejo le había
asegurado que no era personal y que sus mujeres evitarían a cualquiera persona
que ocupara ese puesto, después de todo ella era una extraña y el hecho de que
fuera simplemente una completa humana, hacía que las Nuevas Especies no
confiaran en ella. El concejal le había recomendado que les diera tiempo y le
recordó que apenas habían transcurrido dos semanas.
Aunque sus padres vivían separados, se la pasaban discutiendo por todo y luego
le pedían a ella que les sirviera de árbitro durante sus estúpidas peleas. En lo
único que sus padres habían estado de acuerdo era en oponerse amargamente a
que Ellie se divorciara, ambos mantenían contacto con su ex marido y si ella
vivía con alguno de ellos, la obligarían a pasar tiempo con su ex en una serie de
desacertados y molestos intentos de volver a juntarlos, a ese respecto, ella
preferiría meterse en un nido de serpientes antes que tener que volver a la vida
que alguna vez tuvo con ese hombre o con sus padres. Esa era la razón por la
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que nunca los llamaba y es que en verdad no quería volver a lo mismo, eso había
hecho que sus dos padres se enojaran con ella y el resultado había sido que
finalmente la dejaron en paz, algo que ella no había tenido desde que la pareja
se había divorciado cuando ella tenía diez años.
Ellie miró su reloj cuando salió del edifico del dormitorio y tomó nota de que el
cielo ya se había obscurecido y que solo había unas pocas estrellas brillando. Se
dio la vuelta y quedó de frente a los grandes ventanales, ahí vio como las
mujeres estaban adentro, sentadas en los sofás de la sala de estar, se estaban
riendo juntas y aunque Ellie no podía escuchar su plática, la docena de mujeres
a las que observaba parecían felices.
Felices de que yo no esté ahí con ellas. Pensó sombríamente, luego murmuro
una maldición y le dio la espalda a aquella vista que le incomodaba. Ella nunca
había sido una corredora hasta que se mudó a Homeland, el motivo era que la
actividad física le ayudaba a combatir el aburrimiento. Inició una lenta carrera
por la acera, el área que era similar a un parque se extendía una gran distancia
a lo largo de los muros que protegían el área. Ellie introdujo su mano en el
Ellie negó con la cabeza y descartó el pensamiento, supuso que el viento había
movido las copas de los árboles y que eso era lo que había llamado su atención.
Estiró sus brazos hacia arriba y torció su cuerpo en varias posiciones para
relajar sus músculos. Su cuerpo le dolía cuando trotaba, pero quería ponerse en
forma. Sus veintinueve años le parecían un buen momento para hacerlo. Sonrió
pensando que si su ex esposo la viera en ese momento, le daría un ataque al
corazón. En el pasado ella había tenido algo de sobrepeso, pero se había
convertido en una persona totalmente diferente después de haberse divorciado
amargamente de un hombre infiel, un estúpido que la abusaba verbalmente y
que creía que ella era lo suficientemente patética como para aguantarle
cualquier cosa con la que él le saliera. Su ex se había equivocado, ella no era un
felpudo y nunca aceptaría permanecer al lado de un hombre que no sabía cómo
amar y por eso había terminado su matrimonio a pesar de las protestas de Jeff.
Luego su vida había cambiado por completo después de que hubiera sido testigo,
de primera mano, del sufrimiento de aquellos sujetos de prueba mientras
trabajada en las instalaciones de Mercile. Con 18 kilos menos y libre de su ex,
su vida tenía una perspectiva mucho más feliz. El pensamiento la hizo reír,
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porque en realidad había perdido 109 kilogramos de peso no deseado, 18 eran
de ella, los otros 91 de Jeff.
El corte final a su pasado lo dio escapando de sus padres después de que ellos
intentaron hacerla sentir culpable para que aceptara de vuelta a Jeff. El
infierno aún no se ha congelado, pensó con una sonrisa.
Estudió la oscuridad una vez más y creció en ella la sensación de estar siendo
observada. Alcanzó la parte delantera de su camisa para agarrar su reproductor
de MP3 y pulsar el botón de “apagado” mientras se lo quitaba de los oídos, prestó
atención buscando cualquier ruido, pero no escuchó nada fuera de lugar, así que
decidió prender de nuevo la música, pero en ese momento un suave gruñido la
hizo saltar, ¿acaso había un perro? Miró por encima de su hombro para revisar
de nuevo su entorno.
Sabía que había algunos perros guardianes patrullando Homeland pero sus
manejadores siempre los mantenían atados. Si alguna unidad canina estuviera
cerca los guardias de seguridad estarían a la vista. Un impulso repentino de
regresar al dormitorio se apoderó de ella.
Ellie dio unos pasos, pero escuchó otro gruñido, esta vez más cerca y su cuerpo
se tensó alarmado; escaneó de nuevo el área buscando la fuente del gruñido
mientras bajaba sus auriculares hasta su cuello y sostenía su reproductor de
música en su puño firmemente apretado. Esperaba que uno de los perros no se
hubiera desatado porque eran animales grandes, malos y estaban entrenados
para defender la propiedad, por lo que podrían tratarla como si fuera una
intrusa.
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“¿Hola?” Su voz se elevó. Ella esperaba que algún guardia de seguridad le
respondería. “¿Hay alguien ahí?”
Fury había estado observando el dormitorio de mujeres donde Ellie vivía y había
captado muchos atisbos de ella a través de las ventanas de vidrio del primer
piso. Ella trabajaba con sus mujeres y se había sentido orgulloso cuando vio que
ellas le daban un trato frío e indiferente a la humana, hasta que vio la tristeza
en el rostro de Ellie. Le partía presenciar su dolor y aunque sabía que no debería
Él entrenaba a sus machos para que mantuvieran sus instintos animales atados
con un apretado control y en ese momento él necesitaba poder hacer eso, dar el
ejemplo y mantener el control; sabía que tenía responsabilidades para con las
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Nuevas Especies y que tenía que demostrarles que podían tener una vida fuera
de las instalaciones de prueba, comprobarles que no eran solo animales creados
por Mercile y que no eran ciertos los insultos con los que perforaron sus cabezas
durante toda su vida. Sin embargo, Ellie era la prueba viviente de que él tenía
una debilidad: ella misma.
Una vez más, un movimiento llamó la atención de Ellie y jadeó cuando Fury
salió de detrás de un árbol a unos seis metros de distancia. Todo su cuerpo
reaccionó ante la vista del alto y atractivo macho y ante la sensación de peligro
que él irradiaba. Tragó saliva, su respiración aumentó y el miedo se sacudió a
través de ella cuando pasó el primer momento de shock. Ella no había escuchado
a un perro, el gruñido había venido de Fury, era él quién había hecho ese sonido
aterrador.
Su cabello largo y sedoso caía como cascada sobre sus hombros y su pecho, se
veía tan libre y desenfrenado como parecía estar él en ese momento. La ropa
negra que vestía abrazaba sus amplios hombros, sus impresionantes y
musculosos brazos y delineaba su delgada cintura. Un aire de peligro emanó de
él cuando su oscura mirada pareció fijarse en ella, barrió todo su cuerpo
lentamente y un suave gruñido brotó de lo profundo de su garganta. Ella vio
como él apretó la mandíbula, y a pesar de la tenue luz, fue evidente que sus
músculos se tensaron.
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Fury dio un paso hacia adelante con un movimiento más parecido al de un
depredador que al de un hombre normal, avanzaba hacia ella lentamente. Ella
bajó su mirada y observó unos musculosos muslos, delineados por unos
apretados pantalones negros que finalizaban en unos zapatos negros también.
Él irradiaba fuerza y atractivo sexual, ella tragó saliva y sintió como su corazón
y su respiración se aceleraron mientras su cuerpo se volvía consciente de él,
como un ser puramente masculino.
“Oh, mierda”, ella susurró, pero luego habló más fuerte. “eh. . Hola Fury, es una
buena noche para correr ¿verdad?”
Él no dijo nada, pero dio otro paso más cerca de ella antes de detenerse. El terror
creció en ella, estaban solos, él había jurado matarla y ella no podía llamar a los
guardias de la patrulla para pedir ayuda, porque no había ninguno a la vista.
Un gruñido grave pasó a través de sus labios entreabiertos mientras dio otro
paso en su dirección. El impulso de huir aumentó en Ellie, pero se quedó quieta;
después de haber leído los informes de las Nuevas Especies, sabía que eran
realmente rápidos gracias a su ADN alterado, el cual había sido combinado con
el de algunos animales y dependiendo de qué animal se había utilizado, eran
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las características que sobresalían en ellos. Obviamente Fury había sido
mezclado con ADN canino y ciertamente podría alcanzarla y abatirla si ella
intentaba huir, así que no estaba segura de sí debería gritar, intentar dialogar
con él para salir de aquella aterradora situación, o simplemente mantener la
esperanza de que él no quisiera hacerle daño.
Ellie tuvo que aclararse la garganta, la cual parecía querer cerrarse por el miedo
“Realmente no lo sé, la mayoría de los archivos fueron destruidos cuando las
instalaciones de prueba en Industrias Mercile fueron allanadas, y a mí no se me
permitía accesar esa clase de información cuando trabajaba en ese lugar.”
“Nos entrenaron para cazar”, gruñó Fury. “Me destaqué en ese entrenamiento,
era el mejor de los prototipos. Ellos nos enseñaron como hacer cosas que les
permitieran vender sus medicamentos, querían mostrar a sus compradores
ejemplos vivos de en lo que los humanos podrían convertirse si compraban sus
estúpidas inyecciones y sus pastillas.”
En ese momento Ellie se dio cuenta de que su futuro parecía cuestionable. Fury
la odiaba y le estaba hablando de una manera que la dejaba saber que él podría
volverse mortal en cualquier momento y ella no lograba encontrar las palabras
correctas, no sabía que decir para calmar la situación. Él dio otro paso hacia
ella. Mierda, doble mierda, pensó frenéticamente. Él llegaría hasta ella con
tan sólo unos pocos pasos más.
“No tuve elección ese día”, le soltó de golpe. “Yo maté a Jacob para protegerte,
pero si los de Mercile hubieran sabido que lo hice no me hubieran permitido
irme. Yo solo quería salvarte, ni siquiera quise matarlo.”
“¿Le dijiste a alguien lo que él me hizo o cómo tú permitiste que yo sufriera por
lo que tú habías hecho?”
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“No.” Ella sacudió su cabeza, había tenido demasiado miedo para decirle a su
contacto que había interferido, estaba segura de que él se habría enojado porque
había ido en contra de las órdenes directas de no hacer nada para no levantar
las sospechas de nadie en Mercile. Matar a un técnico para proteger una Nueva
Especie definitivamente habría levantado sospechas. Pero las palabras de Fury
penetraron en su mente ¿Él sufrió?
“Le dijiste a los guardias que yo lo maté”, dijo con un gruñido interrumpiendo
lo que ella iba a decir “Me untaste su sangre en las manos, no te molestes en
negarlo.”
“No fue porque sufriste o porque planeé pincharte con esa aguja, tenía que hacer
que pareciera que él había muerto mientras intentaba inyectarte para que la
historia fuera creíble, de verdad lo siento mucho.”
La mandíbula de Fury se tensó ahora que solo unos pocos pasos los separaban
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El calor floreció en sus mejillas. “¿De verdad quieres saber?”
“Quiero.” gruñó.
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no funcionara, tenían miedo de que mis ácidos estomacales dañaría la cosa si
pasaba mucho tiempo.”
“No quería lastimarte de ninguna manera”. Ella hizo una pausa. “Pero te diré
una cosa, te salvé el trasero Fury. Aún estás vivo por lo que yo hice. Estarías
muerto si yo no hubiera entrado a tu celda y hubiera detenido a ese imbécil,
habrías muerto encadenado al piso mientras eras abusado por ese hijo de puta
y eso habría sucedido solo unos pocos días antes de que hubieras podido ser
puesto en libertad. Si eso es imperdonable para ti entonces que mala suerte,
mantenerte vivo se convirtió en mi principal prioridad.”
“Me quedé ahí boca arriba indefenso y te alejaste de mí para tomar sangre del
técnico para untar en mi nudillos Me susurraste esas odiosas palabras.”
“El macho estaba muerto, no me mientas, tú dijiste esas palabras de odio para
mí.”
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“No.” Ella negó frenéticamente con la cabeza, pero mantuvo su mirada fija en la
de él. “Lo juro, estaba hablando con él, esperaba que él pudiera oírme desde el
infierno, porque estoy segura de que ahí es donde fue por todas sus malas
acciones, quería que supiera lo que sentía por él.”
“Esa es la verdad.”
Ella simplemente negó con la cabeza y su miedo volvió al ver como la rabia
emanaba de sus ojos. Parecían más oscuros de lo que ella recordaba, pero estaba
más oscuro en el parque de lo que había estado dentro de la sala de conferencias
semanas antes.
“Lo siento mucho, no pasa un solo día sin que la culpa por lo que te hice me
persiga.” Ella hizo una pausa. “Lo hice para salvar tu vida, sabes lo que Jacob
planeó hacerte, pero yo lo detuve y tuve que encontrar una manera de pasar de
contrabando esa evidencia. Lo siento mucho. Lo último que quería hacer era
lastimarte más, yo no quería incriminarte por su asesinato o pincharte con esa
aguja, pero tenía que hacer que pareciera lo suficientemente convincente para
que me dejaran salir de allí.”
Él dio otro paso. “Nada de eso importa”, gruñó. “Todo lo que recuerdo es lo que
hiciste, es todo a lo que me aferro y juré que, si te volvía a ver, te mataría con
mis propias manos.” Él casi la tocó cuando se detuvo a centímetros de distancia.
“Deberías correr si tienes un cerebro en la cabeza. Estoy luchando para
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mantenerme en control y no tengo idea de qué lado de mí ganará. Nunca olvides
que en parte soy animal.”
Fury esperaba que ella siguiera su consejo. Él podía ver el miedo en los rasgos
expresivos y delicados de Ellie y odiaba notar esas pequeñas líneas en su boca
que revelaban que ella sonreía a menudo. Se preguntó cómo sería escuchar su
risa. Él nunca había tenido una razón para sonreír hasta que obtuvo su libertad.
Luego notó como ella hizo un pequeño puchero con su labio inferior demostrando
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Fury trató de concentrarse en el presente, en ese momento tenía a uno de sus
enemigos dentro de su visión y al fin tenía la oportunidad de vengarse con al
menos una persona del daño que le habían hecho. Hasta el momento no había
tenido la ocasión de desquitarse porque a los peores delincuentes los habían
arrestado para que enfrentaran su castigo por lo que habían hecho, mientras
que otras personas involucradas habían huido y se mantenían ocultas. Eso
dejaba a la mujer que estaba parada frente a él como su única oportunidad de
desquite.
Ella era el enemigo y sin embargo él tenía el impulso desesperado por tocarla.
En el momento en que ella se dio la vuelta y salió corriendo, él se abalanzó hacia
delante precipitándose tras la mujer que deseaba más que a cualquier otra cosa
que jamás hubiera deseado en su vida. En ese momento no había algo que él
hubiera podido hacer para evitar que su animal se hiciera cargo.
La cara de Fury reflejaba emociones crudas, básicas y Ellie sintió como su cara
perdía el flujo de la sangre quedando pálida. Las buenas intenciones que la
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habían mantenido quieta en su lugar se dispersaron cuando vio aquella mirada
feroz y escuchó un dolorido gruñido animal. Presa del pánico, giró y salió
corriendo, pero Fury la persiguió cerrando la distancia entre ellos con rapidez.
El terror la instó a correr más rápido, mientras su equipo reproductor de MP3
se deslizaba entre sus aterrorizados dedos y se estrellaba contra la acera, un
segundo después él la alcanzó, la agarró por detrás y se abalanzó sobre ella.
Ellie abrió la boca para gritar, pero antes de que pudiera emitir algún sonido,
Fury suavizó la fuerza de sus manos cuando agarró los brazos de Ellie
obligándola a extenderlos hacia arriba, por encima de su cabeza, luego con tan
solo una de sus manos Fury rodeo sus muñecas inmovilizando sus brazos en esa
posición, y aunque apretó los dientes, aquellos caninos con colmillos seguían
visibles en la boca de Fury mientras gruñía profundamente haciendo que su
pecho vibrara en contra del cuerpo de Ellie mientras ella escuchaba aquel sonido
aterrador.
Fury elevó ligeramente su pecho para apartarlo de ella lo suficiente como para
dejarla respirar. Ellie tomó más aire. Los ojos de él buscaron dentro de los de
ella y Ellie se preguntó qué es lo que él quería ver, pero lo que fuera que él
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descubrió lo hizo maldecir suavemente. Él liberó sus muñecas y rodó de repente
poniéndose de pie de un salto. Ellie permaneció tirada en la hierba mirándolo
en estado de shock, mientras sentía como su corazón se aceleraba; no esperaba
que él la dejaría ir y le dolía que la hubiera tratado en forma tan ruda.
Ellie tuvo que luchar para lograr ponerse de pie, sus movimientos
“Te dije que lo siento. ¿Qué más quieres de mí?” Ella se acercó un poco más para
ver dentro de la mirada entrecerrada de Fury. “Lo que sea necesario para
compensarte, solo di las palabras y lo haré. Haré cualquier cosa para lograr que
las cosas estén bien entre nosotros, solo di lo que quieres.”
Las rodillas de Ellie colapsaron, pero Fury no permitió que ella cayera, el agarre
que tenía sobre su garganta fue suficiente para sostenerla. Ella intentó gritar,
pero ningún sonido salió de su boca, no pudo sino quedarse mirándolo fijamente
a los ojos, mientras ella le rogaba en silencio que se detuviera.
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¿Qué no me resista? su mente gritaba llena de terror, sabía que tenía que estar
poniéndose azul, su visión se volvió irregular y la voz de Fury le sonaba muy
lejos. Ellie se sacudió dentro de aquel firme agarre, pero Fury nunca apartó la
mirada de sus ojos asustados. La negrura amenazaba con apoderarse de ella,
pero ella no quería darse por vencida, quería seguir viviendo.
Un perro ladró a lo lejos y Fury levantó la cabeza para ver alrededor del parque,
en un instante sus instintos entraron en alerta; dado que vigilaba de cerca a los
humanos, sabía las rutinas de las patrullas, por lo que sabía que los guardias
llegarían pronto hasta ese lugar. Los humanos pensaban que tenían el control
total de Homeland y que los Nuevas Especies necesitarían mucho más tiempo
para aprender a cómo ser independientes; no tenían ni idea de lo equivocados
que estaban y tampoco sabían que Fury y Justice se habían confabulado en
secreto para acelerar el proceso de tomar el mando de sus propias vidas y que
por ello estaban entrenando a su propia gente para hacer el trabajo de los
humanos.
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llevarla a su casa pasando desapercibido, pero él era lo suficientemente sigiloso
como para lograrlo.
También podía ser un asesino muy efectivo, Industrias Mercile los había
entrenado para pelear y ser letales, ya que quería tener evidencias registradas
de sus habilidades a fin de usarlas como prueba de lo que sus drogas podían
hacer para mejorar las habilidades de quienes las consumieran. Pero a pesar de
sus esfuerzos nunca habían sido capaces de controlarlos, los Nuevas Especies
Las Industrias Mercile habían hecho experimentos para mezclar ADN animal
dentro de sus genes humanos, luego les habían dado una cantidad incontable
de medicamentos. Todo esto había cambiado algo más que solo su apariencia
externa, a medida que había ido creciendo, su sentido del olfato se había
agudizado, también se había vuelto más fuerte, sus reflejos eran más rápidos
que los de un hombre típico y sus instintos a veces dominaban su mente.
Había sido difícil controlar la rabia que a veces experimentaba, pero había
aprendido a ser paciente a lo largo de los años. También había aprendido como
controlarse y lo hacía la mayor parte del tiempo. Miró hacia abajo para ver a
Ellie y frunció el ceño. Él había estado pendiente y había escuchado cada
palabra que habían usado los humanos en sus conversaciones entre los médicos
y el personal mientras le realizaban pruebas. Todo lo que había oído le había
enseñado las diferencias entre los humanos y los Nuevas Especies.
Los humanos no tenían los sentidos que poseían las Nuevas Especies, ellos no
podían verlos en la oscuridad, ni olerlos aún si estaban contra el viento, tampoco
tenían su excepcional audición o su velocidad o fuerza y estas habilidades eran
permanentes en todos los Nuevas Especies. Por otra parte, si los humanos
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querían igualarlos en sus capacidades, tenían que estar bajo la influencia de las
medicinas que fabricaba Mercile, pero estas habilidades solo duraban mientras
duraba el efecto del medicamento, por lo que no se mantenían como algo
permanente; y a largo plazo, habían demostrado tener efectos nocivos en los
humanos, al grado de que a veces las drogas llegaron a matar a los voluntarios.
Esto significaba que, accidentalmente, los experimentos que hicieron con los
Nuevas Especies habían tenido como resultado seres superiores a todos los
humanos, pero los habían tratado como inferiores.
Después de que sonara un breve chorro de agua corriente, se abrió una puerta
que estaba en uno de los lados de la habitación y Fury salió del baño, la luz
detrás de él le permitió a Ellie mirar su pecho desnudo y pudo estudiar
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cuidadosamente su constitución muscular, también se percató que tenía puestos
unos pantalones tipo pants de color negro; el verlo desnudo de la cintura para
arriba aumentó el miedo que ya sentía.
Fury apagó la luz del baño haciendo que la habitación se oscureciera de nuevo,
lo que ocultó todos los pequeños detalles de su cuerpo.
Él se había detenido al borde de la cama “Te quité la ropa” hizo una pausa y
agregó “toda tu ropa”.
“¿Por qué?” Preguntó Ellie, su voz salió ronca, tenía la garganta seca y su nivel
de miedo aumentó aún más. ¿Por qué la traería a su casa y para qué la ataría
desnuda a su cama? Tenía un verdadero mal presentimiento y en verdad no
quería saber la respuesta a esas preguntas porque sabía con certeza que eso la
aterrorizaría aún más.
“Tú sabes por qué.” Le dijo mientras se acercaba a la mesita de noche “¿Tienes
sed?”
“Pensé largo y tendido sobre qué hacer contigo” le informó suavemente. “Una
vez quise matarte directamente, pero eso fue antes de saber que eras un espía,
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no entendí que estabas dentro de ese lugar infernal para salvar a mi gente.” Él
hizo una pausa mientras ajustaba su posición para sentarse de lado para mira
fijamente a Ellie, “Ahora que lo entiendo, he decidido que puedes vivir.”
El ritmo cardíaco de Ellie se hizo más lento y algo de su terror se alivió. “¿Por
qué estoy aquí? ¿Por qué me sacaste del parque?”
Los ojos de Fury se entrecerraron. “Dijiste qué harías cualquier cosa para
Ella lo miró boquiabierta. “¿Qué?” Oh, no. Su mente se tambaleó ante lo que
estaba escuchando y el dolor oprimió su corazón.
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Capítulo Cuatro
Ellie vio la verdad en su expresión sombría, había confiado en que no castigarían
a Fury por la muerte de Jacob, después de todo el técnico lo había agredido,
había planeado violarlo y lo habría matado. Las lágrimas llenaron sus ojos y
Un suave gruñido pasó por sus labios entreabiertos. “¿Quieres oír los detalles
para disfrutar del sufrimiento que me causaste?”
“¡No!” Le horrorizaba que él la acusara de eso. “Yo no pensé que te harían algo
que realmente te dañara, te lo juro Fury. Lo que yo sabía era que ellos te
consideraban demasiado valioso como para matarte, habían invertido mucho
dinero en ti y honestamente nunca cruzó por mi mente que alguien se
preocuparía por la muerte de Jacob después de lo que ese hijo de puta trató de
hacerte.”
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encubierta para el gobierno. Este agente me compartió información acerca de
los rumores que circulaban sobre una instalación de prueba secreta con sujetos
vivos, humanos y me indignó que una empresa pudiera hacer eso”.
“Una cosa es que algunas personas se ofrezcan como voluntarios para permitir
que un compañía de investigación pruebe medicamentos experimentales en
Ellie debatió cuidadosamente sus palabras. “Pocos días después de que comencé
a trabajar en las instalaciones de prueba descubrí accidentalmente una sala de
observación, todas las puertas eran tan parecidas que yo creí que estaba
entrando a una de las salas de suministros. El espejo que estaba en tu
habitación era bidireccional, ahí fue donde te vi la primera vez y desde entonces
a veces me colaba a esa sala para ver cómo estabas.” Ella no mencionó que
había sido todos los días, no queriendo que él supiera que había estado casi
obsesionada con asegurarse de que él estaba bien. “Respeté tu coraje y el hecho
de que nunca permitiste que ellos rompieran tu espíritu. Lo que ellos hacían era
un crimen. Ese día sucedió que estaba yo en esa sala, tomando un descanso,
cuando Jacob entró a tu celda y lo escuché decir que planeaba matarte, yo
simplemente no podía quedarme sin hacer algo”.
Fury pareció reflexionar sobre su explicación. “Tú nunca hiciste nada para
detener cualquiera de las otras cosas que me hicieron. ¿Acaso tú mirabas desde
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esa sala las veces en que forzaron a hembras a entrar en mi celda y las golpearon
para obligarnos a tener sexo juntos? ¿Disfrutaste viendo eso?”
El horror mantuvo a Ellie en silencio, ella no tenía idea de que los doctores había
estado haciendo ese tipo de cosas. Tal vez porque ella era personal
recientemente transferido es que la habían mantenido deliberadamente
inconsciente de toda esa información. Eso significaba que Jacob no había sido el
único en agredir sexualmente a Fury. La información la hizo sentirse enferma
Tenía tantas razones para sentir odio, su rabia, dirigida a ella, era aún más
comprensible. “Yo no sabía de nada de eso, ni siquiera vi a ninguna de tus
mujeres. Yo estaba ahí en calidad de técnico de nivel más bajo con movimientos
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muy limitados dentro de las instalaciones. Para mí fue todo un shock cuando
más tarde escuché que en ese lugar también fueron rescatadas hembras. Solo
vi machos, Fury.”
“No preguntaste. Las hembras a veces eran violadas por los técnicos, me da
rabia pensar que interviniste por mí, pero no por ellas.”
Ellie parpadeó con fuerza para contener las lágrimas. Sabía que se habían
cometido horrores en nombre de la ciencia, pero las cosas que le habían hecho a
Fury y a los de su clase, la dejaban atónita. Los habían tratado como si fueran
conejillos de Indias, herramientas y nada más. Tomar muestras de sangre,
forzar drogas en sus sistemas y mantenerlos encerrados había sido horrible,
pero escuchar que habían sido forzados a tener relaciones sexuales, utilizados
como reproductores, la enfermó.
Las lágrimas se deslizaron por los lados del rostro de Ellie. “Lo siento. Yo…”
Ella sabía que nada de lo que dijera borraría su odio hacia ella, pero tenía que
intentarlo.
“Lo siento mucho. No sabía que harían eso. Pensé que solo Jacob tenía algo
contra de ti después de que le rompiste la nariz. Sabía que te valoraban
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demasiado como para matarte. Nunca pensé que estuvieran haciendo
experimentos de reproducción tampoco. Pensé que estarías a salvo el tiempo
suficiente para que sacara de contrabando la evidencia que tenía y que la ayuda
pudiera llegar a ti. No les habría dicho que lo habías matado si hubiera sabido
que pagarías por lo que yo hice”.
Sus colmillos brillaron cuando sus labios se separaron. “Gracias. ¿Es eso lo que
esperas escuchar? Le impediste violarme y matarme. ¿Debería estar agradecido
Fury agonizó por lo estúpido que había sido al confiar en Ellie. Los guardias
incluso se habían burlado de él antes de ese incidente por no gruñirle cuando
ella entraba en su celda.
Los humanos eran criaturas engañosas y crueles. Ya había juzgado mal a Ellie
una vez. El doloroso recuerdo de sus acciones le desgarró el corazón. Nunca
permitiría que ella lo engañara de nuevo arrullándolo con una falsa sensación
de confianza.
Había sido una mentira para manipularlo y lograr que él cumpliera. Cuando
vinieron a llevárselo a otra instalación, ella se rió de él por lo increíblemente
ingenuo y estúpido que había sido.
También había estado una guardia femenina que prometió ayudarlo a escapar.
Él había sido un joven dominado por la lujuria, y todavía experimentaba
vergüenza por lo mucho que deseaba montar a la mujer. Su nombre le dejó un
sabor amargo en la boca. Mary había desbloqueado sus cadenas y él la había
seguido fuera de su celda, por un largo pasillo, y directamente hacia la trampa
que le habían tendido para probar sus habilidades de lucha contra una docena
de luchadores fuertemente armados.
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Lo habían golpeado con garrotes y le habían disparado con pistolas Taser 4.
Mientras tanto, Mary había animado a los guardias desde la banca mientras él
luchaba por sobrevivir. Después ella se agachó junto a su cuerpo ensangrentado,
sacudiendo la cabeza. Sus palabras habían matado algo vital dentro de él.
“Realmente no pensaste que querría que me tocaras, ¿verdad? No eres más que
un animal, 416”.
La ira surgió, caliente y feroz, en todo el cuerpo de Fury. Pensó que si ella
realmente se arrepintiera de sus acciones, aceptaría cualquier castigo que él le
diera para compensarlas. Eso es lo que hacía la gente honorable. Ella le había
4 Un Taser es un arma de electrochoque, que al ser usada sobre el cuerpo de una persona la
incapacita temporalmente. Dispara dardos electrificados y también puede ser presionada
directamente contra una persona para inmovilizarla.
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dicho que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para arreglar las cosas entre
ellos, pero ahora pedía clemencia. Un gruñido salió de su garganta.
Ellie observó cómo la expresión de Fury se torcía con la ira que ardía dentro de
su mirada. Se dio cuenta de que pedirle que la liberara de alguna manera lo
había hecho enojar. Ella se tensó.
“Debes entender cómo se siente estar desnudo, sin poder moverte, mientras
alguien más tiene control sobre lo que te hacen. Eso es parte de lo que me hiciste.
Viste cada centímetro de mí expuesto. ¿Cómo se siente estar indefenso, Ellie?”
La vergüenza calentó sus mejillas e intentó girarse, rodar sobre su costado, pero
él la había atado con demasiada fuerza. Solo podía doblar sus piernas para
protegerse mientras trataba de usarlas para cubrir sus senos. Ella entendía
sobre la humillación sin que él le hiciera esto, pero no lo dijo en voz alta.
“En ese entonces, hubo contacto físico involucrado, así que también te lo haré a
ti. Eso es justo, ¿no? ¿Sabes lo que es tener las manos de alguien deslizándose
por tu piel? ¿Tocar tu sexo? Entiendo que necesitabas quitarme la cosa dolorosa
y restrictiva que Jacob me puso, pero tu toque se extendió más de lo necesario.
No creas que no me di cuenta”.
Ellie se puso rígida por la conmoción y el miedo, pero luego respiró hondo. No le
fue fácil, pero luchó contra el pánico que intentaba apoderarse de ella, después
de todo, entendía que él necesitaba venganza. No podía vengarse de Jacob
porque ella lo había matado y había dejado que Fury sufriera por ello. También
era cierto que ella lo había tocado y había contemplado boquiabierta su cuerpo
desnudo, embelesada en admirar cada centímetro. Así que supuso que se lo
merecía. Él le dijo que no la iba a matar, podía soportarlo si humillarla era lo
peor que planeaba. Había sido golpeado y torturado. Padecer cierta vergüenza
parecía algo manso en comparación con lo que él sufrió.
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“Adelante, mira todo lo que quieras, lo entiendo.” Apoyó las piernas sobre el
colchón y se quedó quieta. “Solo por favor no me lastimes”.
Una mirada confundida estropeó sus rasgos cuando sus miradas se encontraron.
Él la miró mientras se subía a la cama para agacharse sobre su cuerpo a cuatro
patas.
Apretó los dientes, pero luego bajó su cuerpo sobre el de ella hasta que la enjauló
debajo de él. Si aterrorizarla había sido su plan, lo había logrado. El silencio se
extendió entre ellos. Su ritmo cardíaco se desaceleró.
“La psicología inversa no funciona conmigo, pero quiero que sepas que no te
haré daño”, susurró. “Nunca te haría sufrir lo que yo sufrí, nunca me atrevería
a golpearte o hacerte sangrar. Pero creo que se me ha ocurrido algo apropiado,
te voy a tocar ¿Sabes qué es peor que ser torturado con dolor?”
Ella no quería saber la respuesta. Hasta ahora, todas las respuestas que Fury
le había dado no auguraban nada bueno para ella. Sin embargo, él estaba
esperando una respuesta y ella no quería que volviera su ira. Ella tenía que
decirle algo.
“Lo peor es cuando tu propio cuerpo te traiciona al querer algo que sabes que no
deberías querer. Aprendes a esperar que los demás te decepcionen, pero nunca
esperas decepcionarte a ti mismo. Es una gran y humilde lección para aprender.
También nos dará a ambos la respuesta a una pregunta que tengo en mente en
este momento”.
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cosquillas. Su palma se deslizó más arriba hasta que ahuecó uno de sus pechos
con una mano caliente y grande. La alarma se disparó a través de Ellie cuando
él la apretó suavemente.
“Eres suave. Para una mujer de tu talla, estos son más grandes de lo que
esperaba. Bajó la cabeza cuando la soltó”.
Ellie jadeó cuando su cálido aliento acarició su pecho un segundo antes de que
Él chupó con más fuerza, los fuertes tirones de su boca enviaron sacudidas a
través de todo el cuerpo de Ellie. Él no la lastimó, pero ella sabía que podría
haberlo hecho. El calor líquido humedeció sus muslos y los apretó bajo su
cuerpo, prueba de lo excitada que se había puesto.
Fury retiró su boca tensando su pezón hasta que lo soltó. Ellie tragó saliva
mientras miraba un par de intensos ojos marrones. Un gruñido suave salió de
la parte posterior de su garganta. Él apartó su mirada de la de ella para bajar
su atención por su cuerpo una vez más.
“¿Ves, Ellie?” Habló con una voz áspera y sexy. “Tengo el control de tu cuerpo.
No puedes evitar que te haga responder esta vez”. Levantó la vista para fijar
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miradas en ella. “A pesar de lo que Jacob me había hecho ese día, te deseaba, y
esta es la venganza perfecta. Hiciste que mi polla se endureciera después de
tocarme y tu olor a excitación llenó mi celda. Me dolió más que tu abandono.
Ahora tienes el gusto de conocer el deseo insatisfecho puesto allí por alguien a
quien trataste de resistir”.
Los oscuros ojos de Fury se levantaron para encontrarse con los de ella. “¿A
mano? Aún no. Dije que tenía la venganza perfecta.
Ellie lo miró boquiabierta. Se deslizó más abajo y sus manos rodearon sus
muslos para empujarlos bien separados. Sus brazos se deslizaron debajo de sus
piernas y se envolvieron alrededor de ellas para abrirlas con sus hombros
presionados contra el interior de sus muslos.
Ellie trató de juntar las rodillas de golpe después de la conmoción inicial, pero
el cuerpo de él estaba en el camino. Él desvió su atención de su rostro hacia
donde tenía su coño expuesto abiertamente debajo de su barbilla, pareció
estudiarla y luego bajó la cabeza. La conmoción, la consternación y la sorpresa
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se apoderaron de ella. Podía sentir su cálido aliento tocando sus pliegues
internos expuestos y su clítoris.
Cuando él giró la cara para lamerle el interior del muslo. Ella se sacudió en la
cama y trató de zafarse, pero él se negó a soltarla. Mostró su fuerza cuando la
sujetó más firmemente, hasta que no pudo moverse en absoluto. Su mandíbula
“¿Mantendrás tus piernas abiertas para que pueda tocarte con mis manos? Te
soltaré las muñecas de la cabecera si haces lo que te digo”.
“No hago esto en una primera cita o incluso en una quinta. No me siento cómoda
con que nadie me mire ahí abajo”. Tiró frenéticamente del material que le ataba
las muñecas. Ella corcoveó sus caderas, pero no pudo liberarse de su poderoso
abrazo.
“No pensé que estarías de acuerdo en esto, así que usaré mis manos para
mantenerte quieta”.
“Oh, Ellie”, dijo con voz áspera. “Te deseo. ¿No sabes eso? Esto va mucho más
allá de algo tan simple como la venganza. Dime que sí para que pueda darnos a
los dos lo que ambos necesitamos”.
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Ellie vio la pasión ardiendo en sus hermosos ojos marrones. Se veía
increíblemente sexy y su cuerpo dolía de necesidad al ver su hermoso rostro
entre sus muslos, tan cerca de donde más le dolía, así que se relajó y asintió. Se
dio cuenta de que probablemente había perdido la cabeza, pero la expresión de
alivio de Fury validó su acuerdo.
Ellie jadeó cuando su lengua parpadeó sobre el punto más sensible de su cuerpo.
Sus labios sellaron el pequeño manojo de nervios y su lengua aplicó presión,
Su lengua tenía una textura inusual y la respuesta que sacaba de ella con cada
lametón, cada succión, casi dolía, pero de la mejor manera posible.
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Ellie tuvo que recuperar el aliento. Su cuerpo hipersensible se estremeció
cuando las manos de Fury soltaron sus piernas suavemente y la piel caliente
rozó su montículo, la parte inferior de su estómago y luego sus senos mientras
subía por su cuerpo hasta que estuvieron cara a cara.
Era tan dulce, tan receptiva, y ya no quería pensar lo peor de ella mientras
miraba sus hermosos ojos. Quería creer, incluso por tan solo el tiempo que
durara su encuentro con ella, que cada palabra que pronunciara sería la verdad
absoluta.
No solo había perdido los estribos, sino también el control estricto de sus
impulsos animales y de su mente. Él también había perdido su corazón por ella.
Ella era humana, no se podía confiar en ella, pero aún así la deseaba. ¿Cuándo
me volví masoquista?
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Capítulo Cinco
Ellie abrió la boca para hablar, pero no había palabras para quitar la amarga
expresión de su hermoso rostro. Ella había ayudado a ponerla allí y ninguna
excusa podía cambiar el pasado.
“Te deseo. Lo odio pero me duele por estar dentro de ti, saber lo que se sentiría
tenerte envuelta a mi alrededor, y el placer que creo que podría encontrar
contigo. Nunca he deseado más a una mujer. Dime que puedo tenerte o ayúdame
a recordar que nunca podré perdonar lo que me hiciste. Di algo, lo que sea, para
recordarme por qué no debería dolerme tanto la necesidad de estar contigo,
tanto que hace que me cueste respirar”.
La mirada en sus ojos, mientras se miraban, casi detuvo el corazón de Ellie. Vio
tantas emociones allí: deseo, anhelo, un poco de miedo y pasión pura. Su lengua
salió para humedecer sus labios. Fury emitió un suave gruñido, pero no era un
sonido de enfado, sino más bien un gemido. Ella lo entendió. Él la deseaba.
“Dilo”, él la instó.
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Sus ojos se cerraron durante largos segundos antes de volver a mirarla.
“Envuélvete a mi alrededor”.
Ella vaciló por sólo un segundo antes de mover las piernas y sus talones rozaron
la piel desnuda y cálida en la parte posterior de sus muslos. Él se levantó un
poco más, posicionándose sobre ella, hasta que la gruesa punta de su polla
presionó contra su coño. Su cuerpo ya estaba mojado por la necesidad cuando él
empujó contra su entrada para penetrarla. Se deslizó fácilmente a través de sus
“Eres mucho más pequeña que nuestras mujeres. Trataré de no hacerte daño”.
Los ojos de Ellie se abrieron con sorpresa cuando la corona gruesa y roma de su
polla presionó con fuerza contra ella, abrió su canal y obligó a su cuerpo a
estirarse para tomarlo. El pánico se convirtió en la siguiente emoción en saltar
cuando empujó más profundamente dentro de su coño.
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Bajó más sobre su cuerpo, hundiéndose más profundamente en ella. Sus
músculos se estiraron para acomodar su grueso eje mientras él continuaba
penetrándola, no dándole a su cuerpo otra opción que tomarlo.
No tenía nada que temer de Fury. Su cuerpo disfrutó el ajuste apretado de ellos
juntos. Se tensó y un suave gemido salió de sus labios entreabiertos, mientras
sus miradas permanecían la una en la del otro.
“Sabía que sería así de increíble”, afirmó Fury con voz áspera. “Es demasiado
bueno.” La ira tensó sus facciones durante unos segundos. “Maldita seas por
afectarme tan fuertemente, Ellie”.
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Fury se movió más rápido, el intenso placer aumentó hasta que Ellie supo que
no podía soportarlo más. Sus paredes vaginales se sujetaron con fuerza
alrededor del eje que la penetraba, ella juró que su polla se volvió aún más dura
dentro de ella y gritó, su cuerpo se convulsionó cuando el clímax se apoderó de
ella en sofocos calientes de placer. Sus músculos se contrajeron y lo ordeñaron
mientras él continuaba moviéndose dentro de ella.
Él salió de ella y giró sus caderas hacia un lado mientras bajaba un buen pie
Ellie admitió estar un poco decepcionada cuando pudo pensar de nuevo después
de que pasó la neblina dichosa. Que Fury no se hubiera venido dentro de ella la
había dejado con una sensación de vacío, era como si él no quisiera compartir
ese tipo de intimidad con ella. Abrió los ojos para mirar en la parte superior de
su cabeza oscura, su rostro aún presionado contra sus pechos, y su respiración
caliente y pesada abanicando su piel. Ella deseaba poder envolver sus brazos
alrededor de sus hombros y abrazarlo con fuerza.
Tocarla, hacerle el amor y saborearla había sido mucho mejor de lo que podía
haber imaginado. Demonios, podría volverse adicto a ella.
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Ella era humana, no era verdaderamente suya y necesitaba recordar eso. Por
mucho que deseara poder mantenerla atada a su cama, hacerle el amor hasta
que estuviera demasiado cansada para intentar irse, sabía que no podía hacerlo.
En algún momento, alguien la buscaría cuando se dieran cuenta de que había
desaparecido.
Además de que a ella le molestaría estar cautiva sin importar cuánto placer le
diera. Sabía todo acerca de estar encerrado y ser restringido. Es posible que él
Luchó contra eso y mantuvo su rostro contra su piel para ocultar su expresión.
La rabia comenzó a disminuir y luego olió su sangre. Sus ojos se abrieron de
golpe y se lamió los labios, saboreándola allí. Con horror se dio cuenta de lo que
había hecho. “Joder”, gruñó con saña.
Eso es exactamente lo que cree que acabamos de hacer, pensó Ellie. Pero
para mí significó algo más que solo sexo.
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Fury se empujó hacia arriba con las manos para levantar sus caderas y se
agachó sobre ella, manteniendo su cuerpo sujeto entre sus brazos y piernas
mientras él flotaba allí.
Él abrió la boca, pero no salió nada. Apretó los labios, con una expresión furiosa
grabada en su rostro, y luego casi saltó de la cama para irrumpir en el baño.
Ella quedó momentáneamente cegada por la luz brillante cuando él accionó un
interruptor, pero lo vio desaparecer dentro de la otra habitación.
Cerró cuidadosamente las piernas. Sí, voy a estar sensible por un tiempo,
admitió en silencio, sintiendo su sexo un poco hinchado y sensible a cualquier
movimiento. Él era más grande que el promedio de los hombres y ella no había
tenido sexo desde su divorcio, habiendo renunciado a una pareja después de esa
pesadilla.
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Fury reapareció en segundos y ella se sintió orgullosa de haber permanecido tan
tranquila bajo las extrañas y estresantes circunstancias. Él se negó a mirarla a
la cara y se concentró en su pecho. Sostenía una toalla de mano mojada cuando
se sentó en el borde de la cama.
“No estoy herida”. Ella habló en voz baja, pero sabía que él la escuchaba. “Solo
“Te voy a limpiar”. Él suspiró. “Estas sangrando. Te corté con mis dientes, pero
no te mordí. Es solo un rasguño, pero lo suficientemente profundo como para
hacerte sangrar”.
“No.” Con cuidado, limpió la piel justo debajo de su seno derecho, frotando
suavemente allí. Dudó y luego limpió su muslo donde había dejado su marca
sexual, lavando su semen.
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Ella se lo siguió repitiendo eso unas cuantas veces. Sus emociones estaban
demasiado cerca de la superficie y se sentía vulnerable. Tampoco quería que él
se sintiera peor por el rasguño que le había hecho. Podía confundir sus lágrimas
con dolor físico. Una expresión de remordimiento estropeó sus rasgos sombríos.
Ya habían tenido suficientes malentendidos entre ellos como para toda una
vida. Ella no quería agregar más.
Él ya había pagado caro por un crimen que no cometió, mientras que ella nunca
había sufrido ni por un momento por matar a Jacob, así que permaneció en
silencio para que, quienquiera que hubiera ido a esa casa, no la escuchara.
Preferiría correr el riesgo de enfrentarse a cualquier otra cosa que Fury quisiera
ofrecerle, antes que meterlo en cualquier tipo de problema.
99
Ahora ya tenemos que estar a mano, razonó, me liberará después de que su
compañía se vaya.
Justice agarró la manta y la arrancó del cuerpo de Elli, mientras ella emitió un
sonido de horror, sorprendida por tener su cuerpo totalmente expuesto a un
extraño.
Otro gruñido brotó de la garganta de Justice. Arrojó la manta sobre Ellie para
proteger su desnudez antes de dejarse caer para sentarse en el borde de la cama.
Su mirada indignada se fijó en Fury mientras la tomaba del brazo. Él tiró de las
ataduras de su muñeca, liberándola cuando rompió el material atado a la
cabecera.
“¿Como pudiste hacer esto?” Justice gruñó con una voz muy dura.
Se levantó, rodeó la cama y liberó el otro brazo de Ellie. Puso su cuerpo entre
ella y Fury, de espaldas a ella. Ellie se incorporó, se frotó las muñecas y mantuvo
cuidadosamente la manta protegiendo su cuerpo. No podía ver a Fury en
absoluto con el otro gran macho entre ellos.
“¿Cómo pudiste hacer esto, Fury? ¿Cómo? Ella nos salvó. Ella arriesgó su vida
para ayudarnos. Estás vivo independientemente de lo que ella te haya hecho.
¡Estás respirando! Estamos tratando de demostrarle a los humanos que somos
100
más que animales ¿y tú la tomas por la fuerza? ¿La violaste en tu cama como si
fueras un perro rabioso? ¡Maldita sea! Te van a encerrar por esto. No creo que
pueda protegerte y no sé si quiero hacerlo en este momento. ¿Como pudiste
hacer esto? Sabes lo que está en juego. ¡Nuestro pueblo necesita orientación y
protección! Eres mi segundo al mando. Si yo caigo, tú eres quién tomará el
liderazgo”.
Justice gruñó suavemente. “¿Qué te pasa? ¿Lo has perdido? ¿Algo te hizo
estallar? No puedo y no permitiré que te salgas con la tuya. Debes ser
severamente disciplinado para dar un ejemplo”.
Fury respiró hondo. Sabía que sería castigado antes de tocar a Ellie, y aceptaría
cualquier consecuencia que se le presentara. Había querido a Ellie más que lo
más importante en su vida: su gente.
Cuando se liberó a las Nuevas Especies, muchos de ellos querían librar una
guerra contra todos los humanos, pero Justice había sido la voz tranquila de la
razón. Para sobrevivir necesitaban trabajar con los humanos que los habían
liberado. Cuando les dijeron que les darían Homeland, un lugar para vivir en
101
paz, un lugar donde podrían reconstruir sus vidas, Justice acudió a Fury y le
pidió que lo ayudara a guiarlos hacia su nueva forma de vida. Fury había
accedido rápidamente, dispuesto a asumir cualquier carga que se le presentara
mientras pudiera ser útil.
Se había hecho cargo de entrenar a sus equipos de seguridad y les mostró cómo
controlar a sus bestias internas. La ironía no se le pasó por alto. No había
practicado lo que predicaba. Había ido tras algo que sabía que no podía tener:
“No puedo hacer esto solo, Fury”, le informó Justice en voz baja, con una mirada
de dolor en su rostro. “Necesitaba que te mantuvieras unido por todos nosotros.
El director Boris ha luchado conmigo en cada paso del camino para que tomemos
el control de Homeland. Está tratando de decirle al presidente que no somos
102
capaces de dirigir nuestras propias vidas. Honestamente cree que somos más
animales que humanos, poco más que entrenados para hablar e imitarlos. No
ha sido directo al decirlo, pero su desprecio es tan fuerte que es imposible
ignorarlo”.
“Lo lamento.”
“Esto solo va a justificar sus acusaciones. Tendremos que trabajar el doble para
La atención de Fury se desvió hacia la cama, pero aún no podía ver a Ellie
alrededor del gran cuerpo de Justice. Se encontró con la mirada curiosa de su
amigo.
“Creo que sabes por qué. Hay algo en ella que no puedo ignorar. No es solo ira.
Hay más que eso”.
Sin embargo, eran conscientes del problema. Solo había sucedido unas pocas
veces dentro de las instalaciones de prueba, pero habían discutido el problema
Todavía no se arrepentía, incluso sabiendo cuán profundo era el hoyo que había
cavado. Levantó la vista para tratar de ver a Ellie de nuevo, pero Justice
continuaba bloqueándole la visión. La había tenido una vez. Nunca sería
suficiente, pero al menos tendría la memoria de ella para saborear.
Ellie vio su ropa en el suelo junto a la cama. Fury debió haberla desnudado y la
dejó allí. Su tarjeta de identificación y sus zapatos también estaban allí. Se
movió lentamente, definitivamente sensible entre sus muslos por el sexo
caliente, y deslizó su trasero hasta el borde de la cama. Mantuvo la manta a su
alrededor. Agarró su ropa y comenzó a ponérsela frenéticamente. Los hombres
parecían estar teniendo un concurso de miradas.
104
“No lucharé”, juró Fury en voz baja.
Justice volvió la cabeza para encontrarse con su mirada, un ceño sombrío torcía
sus labios carnosos.
Ellie no miró a Fury. “Voy a regresar al dormitorio ahora, así que por favor no
llames a nadie. Les diré que he estado visitando a un amigo. No involucres a la
seguridad en esto. Ahora Fury y yo estamos a mano. No habrá más problemas
entre nosotros”.
Ella se tambaleó sobre sus pies por el shock. Sus rodillas colapsaron, pero
Justice la atrapó antes de que se cayera al suelo. Sus fuertes manos agarraron
su cintura para estabilizarla hasta que recuperó el control y se enderezó. Él la
soltó instantáneamente cuando ella empujó sus manos mientras miraba
boquiabierta a Fury.
“¿No? ¿Qué más quieres de mí?” Las lágrimas corrían libremente por sus
mejillas. Ya no pudo contenerlas. “¡Lo lamento! Pensé que estarías a salvo,
maldita sea. Te estoy diciendo la verdad. No tenía otra opción. Hice todo lo que
pude por ti. No podía decirte lo que tenía que hacer porque no pensé que
confiarías en mí. No podía arriesgarme a que repitieras nada de lo que te dijera”.
105
Fury parpadeó. La mirada en sus ojos definitivamente parecía dolorida. “Ni
siquiera lo estamos porque ahora soy yo quién está en deuda contigo. No quise
lastimarte con mis dientes”.
Ellie usó el dorso de sus manos para secarse las lágrimas. Tenía su tarjeta de
acceso en un puño en la palma de su mano. Fury nunca dejaba de asombrarla.
Miró hacia donde debería haber estado su reloj para ver cuánto tiempo había
transcurrido. Su muñeca desnuda la hizo estremecerse. No iba a volver a la
habitación de Fury para buscarlo. No había manera en el infierno que ella
hiciera eso.
De repente, una mano agarró su hombro y la hizo girar. Ellie miró a Justice
North con miedo. Él la había seguido desde la casa.
“¿Por qué no quieres que lo arresten? ¿Qué diablos hay entre ustedes dos?” El
agarre de Justice se suavizó, pero su confusión era evidente por la forma en que
la miraba.
Ellie estudió sus bonitos ojos de gato. Su estructura facial no era completamente
humana, los huesos de su rostro eran demasiado pronunciados con pómulos
musculosos y su nariz era más ancha y plana que la nariz humana. Sus rasgos
106
eran... diferentes, como los de Fury, excepto que sus rasgos eran felinos. Ella
dio un paso atrás fuera de su agarre. La mano de Justice cayó a su costado.
“Necesito regresar al dormitorio y dejar que la seguridad sepa que estoy bien
para que cancelen la búsqueda. Lo que pasó allí no es lo que piensas. No me
violó ni me lastimó de ninguna manera”.
“¿Qué pasó entre tú y Fury en las instalaciones de prueba? Dímelo ahora” exigió.
Ellie parpadeó para contener las lágrimas, odiaba la idea de que Fury sufriría
si no admitía su crimen. “Es su historia para contar, no la mía”.
“No lo hará, soy su mejor amigo y te digo que está actuando como un loco. Hazme
entender o tendré que encerrarlo, hacerlo evaluar y obligarlo a que me cuente
lo que ha sucedido. No se lo tomará bien estar enjaulado. Si te importa en algo,
me dirás lo que él no dice”.
Dudó, odiaba que la pusieran en medio, pero no quería que Fury sufriera más
por lo que había sucedido el último día que lo había visto dentro de su celda.
Miró la camisa de Justice. “¿No lo usarás contra él?” Su mirada se levantó.
“Júramelo”.
“Lo amo como a un hermano, la familia es todo para mí, prefiero cortarme la
mano que hacerle daño”.
107
fue tras Fury el último día que trabajé en Mercile. Acababa de robar algunos
archivos descargados de la computadora de un médico y me los tragué para
tratar de pasarlos de contrabando por seguridad. Solía ver a Fury, um… había
una sala de observación, y escuché a Jacob decir que lo iba a matar. Tenía la
cámara dentro de la celda apagada. Llegué allí lo más rápido que pude”. Ella
vaciló.
“Sigue.”
“Fury debería estar agradecido por esto”. Justice extendió la mano y agarró su
barbilla, obligándola a levantarla hasta que tuvo que encontrarse con su
mirada. “¿Qué no me estás diciendo? ¿Por qué siente que le hiciste mal si lo
salvaste de ese destino?”
Esperó a que el macho se enojara mientras la miraba con sus ojos entrecerrados
e inteligentes.
“Hay más que no me estás diciendo. A menudo asumíamos la culpa de las cosas.
Esto es muy personal para Fury”.
108
Ella apretó los dientes. “Entré para encontrar a ese hijo de puta golpeándolo y
a punto de violar a Fury, ¿de acuerdo?” Parpadeó para contener las lágrimas y
bajó los ojos hacia su camisa de nuevo. “Él ya le había hecho cosas horribles,
comenzó a violarlo con un bastón y, um, fue traumático, ¿de acuerdo? Fury
pensó que nunca lo lastimaría, pero en cambio lo incriminé por asesinato. Me
dijo que lo torturaron después de que yo le atribuyera el asesinato. Lo golpearon
y lo lastimaron por lo que yo hice. Tiene razones para estar enojado conmigo.
Solo quería algo de venganza y la consiguió”.
“Me sacó del parque para darme una idea de lo que había experimentado: estar
restringido, indefenso, mientras alguien le hacía lo que quería a su cuerpo.
Sufrió eso y más por la muerte de ese técnico”. Ella hizo una pausa. “Él no me
obligó a tener sexo con él. No me pegó ni nada. Decidió que seducirme sería más
adecuado para transmitir su punto de vista y yo consentí. Ahora Fury y yo
estamos a mano, él tiene su venganza y yo necesito irme”.
Justice suspiró ruidosamente. “Ya veo.” Le soltó la cara y dio un paso atrás.
Ellie dio media vuelta y huyó por la acera. No se atrevió a mirar por encima del
hombro para comprobar si Justice volvería a perseguirla. No se detuvo hasta
que un guardia de seguridad se topó con ella unas cuadras más adelante.
Inventó una mentira, juró que había visitado a alguien y le aseguró que no le
había pasado nada malo. Ella se negó a darle un nombre, pero insinuó que era
de naturaleza sexual para explicar su estado desordenado, el cual él no podía
pasar por alto.
No se perdió la sonrisa satisfecha del guardia y la forma en que miró sus pechos
con lascivia cuando llamó para informar que la habían encontrado a salvo.
109
Cuando entró en el edificio de dormitorios, quería colapsar por el infierno
emocional que había sufrido.
Miró hacia las puertas del ascensor para romper el contacto visual.
El ascensor tardó mucho en llegar a la planta baja. Ellie cerró los ojos y abrazó
su pecho. Trató de ignorar la sensibilidad donde sus pantalones rozaban su sexo
y donde la parte inferior de su pecho ardía ligeramente. Necesitaba un baño, un
trago fuerte y tal vez un buen llanto a la antigua.
El ascensor sonó cuando las puertas se abrieron. Ellie abrió los ojos y cuando
entró, se giró para presionar el botón de su piso, al instante jadeó. Cuatro
mujeres de las Nuevas Especies entraron en el pequeño espacio con ella y los
cuatro pares de ojos se entrecerraron sobre ella. Olfatearon ruidosamente, sus
miradas recorrieron su cuerpo de arriba abajo y se acercaron poco a poco. Ellie
retrocedió hacia la esquina.
Se separaron para dejarla salir del pequeño espacio. Ellie se metió entre las
mujeres, con cuidado de no tocarlas, y huyó por el pasillo. La habían asustado.
Ella no sabía que su sentido del olfato era lo suficientemente fuerte como para
captar tanto o que podían oler las emociones. Corrió los últimos pasos hasta su
habitación y sacó su tarjeta de acceso. La luz cambió a verde y ella tiró con
fuerza de la manija de la puerta, empujándola para abrirla. Entró e intentó
cerrar la puerta, pero en lugar de cerrarse, alguien empujó y las cuatro mujeres
entraron en el apartamento de Ellie.
“Kit, por favor ve a preparar un baño”. La mujer más alta y de cabello oscuro se
hizo cargo. Kit se dirigió al baño sin decir una palabra.
111
“Soy Breeze”, le informó suavemente la más alta. “Somos muchas y no sé si
sabes nuestros nombres. Kit está en el baño”. Luego asintió hacia la pelirroja.
“Esta es Rusty y la silenciosa es Sunshine. Sunshine, ve a buscarle algo cómodo
para usar después del baño”.
Ella hizo una pausa. “Fuimos castigadas u obligadas a ver cómo penalizaban a
otro si no cumplíamos cuando querían que tuviéramos sexo. Nuestros hombres
son incapaces de obligar a una mujer y hacerla tener dolor, pero uno de ellos te
detuvo y te lastimó. ¿Por qué?”
Breeze gruñó, mostrando sus rasgos caninos. “No mientas. ¿Quién te hizo esto?
Veremos que sufra mucho por ello. No hay razón para que un macho obligue a
una mujer a cruzarse con él. Somos libres ahora. Quien te hizo esto debe pagar.
Te lastimó y eso es imperdonable”.
Sunshine colocó ropa sobre la cama y se colocó detrás de Ellie. Ellie giró la
cabeza a tiempo para ver cómo la mujer se inclinaba para olerle la espalda.
Sunshine de repente agarró la camisa de Ellie y la levantó. Ellie permaneció
congelada en un silencio atónito mientras la nariz de la mujer rozaba su espalda
desnuda mientras inhalaba profundamente. La camisa cayó cuando la mujer se
enderezó en toda su altura, con más de un metro ochenta.
112
“No reconozco su olor. Es lo suficientemente débil en su espalda, lo que me hace
creer que no la tomó montándola. Debe haberla tomado de la manera humana”.
Ellie trató de salir poco a poco de entre las dos mujeres, se sintió atrapada entre
ellas, pero Breeze de repente la agarró por la parte delantera de la camisa. Se
agachó sobre sus rodillas y tiró de la camisa de Ellie hasta justo debajo de sus
senos. Breeze empujó su rostro contra el estómago de Ellie para olfatear antes
de que pudiera protestar. La otra mujer levantó la cabeza con una expresión
Kit se encogió de hombros. “Pero ella lo es, es tan pequeña y linda. Ella ladra
tratando de complacernos como... ¿cómo se llaman? ¿Un Yorkie?”
Rusty suspiró. “Decidimos que se parece más a un lindo caniche con su largo
cabello rubio”. Le dedicó una sonrisa a Ellie. “No lo tomes a la ofensiva, por
favor. Nos gusta tenerte cerca y nos diviertes un montón. Sabemos que te
preocupas por nosotras por la forma en que tratas de complacernos”.
“Lo siento”, dijo Kit al instante. “Te lo decimos con cariño, nos gustas, lo
Ellie abrió los ojos y forzó una sonrisa. “Bueno, toma algo de tiempo
acostumbrarse, pero gracias. Me alegro de que les guste. Esa es la parte
importante”.
“Nos gustas”, le aseguró Rusty. “Ahora dinos cuál de nuestros machos te lastimó
y le daremos una paliza. Podemos identificar la diferencia entre macho y
hembra con nuestras narices, incluso si son primates, felinos o caninos, pero es
más difícil determinar la diferencia entre individuos. Tienes que decirnos todo
lo que puedas sobre el hombre que te lastimó para que podamos averiguar quién
fue”.
Breeze hizo crujir los nudillos. “Te permitiremos mirar. Te hará sentir mejor
verlo sangrar”. Miró a las demás. “Sin embargo, no podemos matarlo.
Simplemente lo golpearemos severamente para asegurarnos de que tenga dolor
durante una buena semana”.
Ellie miró a cada una de las mujeres. No estaba segura de si debería estar
agradecida de que hicieran eso para obtener justicia para ella, o estar
profundamente perturbada por la misma razón.
114
“¿Explica por qué la seguridad llegó aquí revisando las habitaciones después de
que nos informaron que no estabas? Dijeron que había signos de lucha en el
parque”.
Breeze estudió a Ellie con una mirada calculada. “Somos inteligentes, así que
por favor no nos insultes. Entraste oliendo a sexo, miedo y sangre. Tus muñecas
están rojas, lo que nos dice que estabas atada. Sé que es algo humano y
pervertido sobre lo que hemos leído, pero tuviste sexo con un hombre de la
Sin lugar a dudas, esta tenía que ser la conversación más extraña que Ellie
había tenido jamás. La consideraban la mascota de la casa, un caniche, no la
madre de la casa. Ella se resistió a estremecerse. Siempre había odiado su
cabello salvaje y rizado, pero los caniches tenían horribles problemas de frizz.
Tal vez algún champú antifrizz podría incluirse en su lista de compras.
Estaban siendo protectoras y eso significaba el mundo para ella. Estaba segura
de que todas las mujeres que vivían dentro del dormitorio la odiaban. Este
podría ser el primer paso para conocerlas y tal vez enseñarles lo que pudiera.
Tenía que ser algo bueno, en su opinión.
“Fury”, jadeó ella. Ella se tambaleó hacia atrás. “No Fury. Él… Ella” se quedó
en silencio.
115
Rusty pronunció una maldición. Se abalanzó sobre Ellie, la agarró y la empujó
sobre la cama. El miedo golpeó a Ellie con tanta fuerza como un ladrillo cuando
la mujer corpulenta le subió la camisa con saña hasta los pechos y le apretó la
nariz contra la piel. Los sonidos de olfateo fueron seguidos por un gruñido.
Rusty se sacudió hacia atrás y se alejó. Caminó hacia la esquina y sus manos
golpearon la pared lo suficientemente fuerte como para hacer que Ellie se
estremeciera.
Breeze parecía ser la única que mantuvo la calma. Miró a Rusty y Kit con
gravedad. “¿Pensé que dijiste que es un protector? ¿No dijiste que, de todos tus
hombres, él recibió el mayor castigo para protegerte contra el dolor y el
sufrimiento? ¿Estás segura de que es su olor?”
Rusty asintió mientras sollozaba. Se volvió de repente para revelar las lágrimas
que corrían por su rostro mientras miraba a Ellie con confusión.
Ellie se abrió paso a garras para ponerse de pie aferrándose a la cama para
levantarse. “Por favor, no es lo que nadie piensa. Sé que no fue su intención
lastimarme y es solo un rasguño. Es un asunto privado. Nosotros, eh... maldita
sea. No sé cómo explicar esto. No quiere que nadie lo sepa y ya tuve que decírselo
a Justice North esta noche cuando me encontró en la casa de Fury. ¿Les hicieron
eso en las instalaciones de pruebas? Dios.” Ellie volvió a sentarse, olvidó su
sensibilidad e hizo una mueca.
116
“No saldrá de esta habitación”, juró Breeze en voz baja. “Tienes nuestra palabra,
nunca repetiremos lo que nos digas. Están molestas por pensar que este hombre
te lastimó cuando significa tanto para ellas. Tienes que decirnos lo que pasó. Te
protegeremos de él”.
Ellie gimió. Estudió a cada mujer, notó que Breeze la miraba severamente, con
los brazos cruzados, esperando que le contara toda la historia. Kit y Rusty
estaban pálidas, conmocionadas y parecían a punto de llorar. Doloridas. Esa
“Solo quiero darme un baño, irme a la cama y nunca volver a hablar de esto, ¿de
acuerdo? No me obligó y no tuvo la intención de morderme”.
Breeze asintió, dándole a Ellie una sonrisa triste. “Eres una mujer generosa,
Ellie. La mayoría de las mujeres no entenderían su necesidad de venganza
tomándote esta noche. Habrían…” Ella suspiró. “Habrían mentido, diciendo que
les hizo daño sin consentimiento. No merecías su ira. Lo sabes, ¿no? Le salvaste
la vida. Es masculino de su parte querer venganza. Él está equivocado. Siento
tu vergüenza por lo que tuviste que hacer al permitir que Mercile creyera que
mató a ese técnico, pero entiendo el motivo. Yo hubiera hecho lo mismo.” Ella
respiró hondo. “Él no volverá a acercarse a ti. Nos turnaremos para protegerte”.
117
“Eso no será necesario. Estamos a mano ahora y él no volverá a acercarse a mí”.
Ellie se levantó. “Gracias por cuidarme y por entender. Temía que me odiaran
por lo que tuve que hacer. Solo quería salvarlo de Jacob y necesitaba llevarle la
evidencia a mi controlador. Nunca pensé que lo golpearían por eso. Realmente
estoy bien y me sentiré mil veces mejor mañana. Solo quiero dejar esto atrás”.
“Sé que no significa mucho, pero Fury es un buen hombre”. Kit le dirigió una
sonrisa triste. “Sé que él no tuvo la intención de lastimarte de ninguna manera.
Siempre fue muy cuidadoso con nosotras”.
Ellie asintió, confirmando su suposición sobre la historia sexual de Fury con las
dos mujeres, y trató de no dejar que los celos la devoraran. Entró al baño, pero
dejó la puerta entreabierta. La tina llena de agua tibia esperaba. Se desvistió,
entregó su ropa a través de la puerta y se metió en el baño. Hizo una mueca
cuando se acomodó y el agua la hizo consciente de la parte inferior de su pecho.
Ella lo levantó, inclinando la cabeza, y vio dos rasguños de sus afilados dientes.
Maldición.
Cerró los ojos, relajada. Al menos ya no tendría que temer a Fury conspirando
para ponerle las manos encima. Por supuesto, ahora tenía recuerdos sexys y
eróticos de ellos juntos para revivir. Dudaba que alguna vez lo superara.
118
Fury le importaba más que su exmarido. Había estado segura una vez que había
conocido el amor, y estaba segura de que nada podría lastimarla de nuevo de la
forma en que la lastimó su matrimonio destruido, cuando supo que se había
casado con un bastardo infiel, pero se había equivocado. Sus sentimientos por
su ex no eran nada comparados con cómo la hacía sentir Fury.
“Maldita sea”, murmuró Ellie en voz alta. “Desearía poder lograr que las cosas
fueran diferentes, pero simplemente esto no está destinado a ser”.
****
“¿Fury?”
“¿Qué?”
“Tienes que dejarla ir. Nos dijeron por qué trabajaba para Mercile. Entiendo tu
necesidad de buscar venganza, pero ella no es nuestra enemiga”.
Fury se mordió la lengua. Era mejor si su amigo creía que esa era la razón por
la que se escondía detrás de un árbol al otro lado de la calle observando a la
119
mujer que lo fascinaba y que se negaba a salir de sus pensamientos. No podía
pensar en nada más que en ella. Los sonidos de sus gemidos, el dulce sabor de
su deseo y el recuerdo de su apretado y celestial cuerpo mientras él la tomaba
se reprodujeron en su mente.
“Sí”, estuvo de acuerdo Fury, esperando que la intención fuera lo mismo que
decir la verdad.
120
“Te dejaré con eso entonces”. Slade giró sobre sus talones y se retiró en la
oscuridad.
Cerró los ojos y respiró hondo. Daría cualquier cosa por abrazarla, por inhalar
su aroma femenino y tocarla. Un suave gruñido se desgarró de sus labios
entreabiertos, su pene dolía más, y supo que sería otra noche dura en la cual
solo lograría dar vueltas y vueltas.
121
Capítulo Seis
Ellie se rió. “Vamos, Monarch. Con toda seguridad tú puedes hacer esto”.
Monarch, una mujer rubia de poco menos de 1.80 metros de altura, examinó la
“¿Ellie?”
Ellie se giró para mirar a Breeze con una sonrisa. La alta mujer de la Nueva
Especie había sido realmente útil para Ellie ayudándola a acercarse a las otras
mujeres. Breeze había sido nombrada la líder dentro del dormitorio de las
hembras. Ella y algunas de las otras mujeres iban a clases durante el día para
obtener la educación básica que les habían negado. Breeze y sus acompañantes
acababan de llegar al dormitorio.
122
“Oh.” Ellie sufrió un momento de confusión. “Por supuesto.”
Sabía que algo tenía que estar mal. Breeze la condujo hacia el baño, lo que la
dejó más perpleja. Rusty y Kit esperaban junto a la puerta. Breeze la abrió y
Ellie la siguió al interior. Sunshine revisó los puestos para asegurarse de que
no estuvieran en uso.
Breeze suspiró. “No puedes salir del dormitorio sin una de nosotras contigo.
Quiero que duermas en mi habitación o una de nosotras se quedará en la tuya.
Nunca estarás sin una de nosotras cerca de ti.
“Eh... ¿por qué?” Ellie arqueó las cejas mientras miraba a cada mujer.
Breeze captó su atención con el ceño fruncido. “Fury está afuera otra vez. No
queríamos asustarte, pero lo hemos visto examinando el edificio en muchas
ocasiones. Anoche se acercó y sospechamos que está probando la seguridad para
encontrar una forma de entrar”.
123
Ellie se apresuró y agarró el teléfono de emergencia de la pared. Sonó una vez
antes de que alguien en el edificio de seguridad respondiera.
“Tenemos una brecha”, gritó el guardia de seguridad por teléfono, su miedo era
evidente. “Uno de esos grupos de activistas han atravesado la puerta principal.
“Hijos de puta” gruñó Ellie. Colgó el teléfono y se dio la vuelta para descubrir
que algunas de las mujeres todavía estaban allí.
“Son esos idiotas locos que han estado protestando fuera de las puertas por…”
Ella apretó los labios, sin encontrar una forma educada de terminar esa frase.
“Vayan a encerrarse dentro de sus habitaciones por favor. La puerta principal
ha sido violada pero los elementos de seguridad están en camino. Estaremos
absolutamente seguras adentro”.
Breeze maldijo. “Son esos humanos que piensan que deberíamos ser asesinadas,
¿no es así?”
Ellie no podía negarlo, así que no lo intentó. “Son estúpidos. Deberían irse a
casa y esperar a que sus naves extraterrestres vengan a buscar sus traseros
locos, porque no los cuento como humanos. Deberían volver a su propio planeta
y dejar el nuestro en paz”.
124
y podrían tener armas. Las quiero a salvo. Mi trabajo es quedarme aquí y el de
ustedes es subir”.
Breeze vaciló.
Breeze sacudió la cabeza hacia las mujeres que aún estaban allí, indicando que
deberían irse. Ellie resopló profundamente, aliviada, mientras las observaba
Ellie se tensó cuando escuchó un motor correr por la calle. Vio que uno de los
coches de seguridad daba la vuelta a una esquina demasiado rápido, seguido de
otro vehículo: una gran camioneta tipo Pick Up, que parecía haber sido
convertida en un aspirante a tanque.
Las llantas del vehículo más pequeño chocaron contra la acera, se detuvieron
abruptamente frente al edificio y la camioneta se quedó bloqueada detrás del
coche. Ellie se quedó boquiabierta al ver las armas cuando dos hombres, vestidos
con jeans, saltaron de la parte trasera de la camioneta. Peor aún, vio que se
125
abría la puerta trasera del vehículo de seguridad y dos mujeres corrían hacia
ella.
Los dos guardias de seguridad que salieron del auto sacaron sus armas y
estallaron los disparos. Los hombres de la camioneta se lanzaron detrás y
devolvieron el fuego, dando tiempo a las mujeres para correr al dormitorio. Las
manos de Ellie temblaban mucho mientras agarraba la puerta y rezaba
constantemente para que las hermanas, Blue y Sky, la alcanzaran a salvo. Ellie
“Vayan a sus habitaciones,” les ordenó Ellie. Cerró la puerta de golpe y tiró de
ella para asegurarse de que las cerraduras automáticas se engancharan.
Cuando la puerta no se movió, la soltó y se abalanzó sobre el teléfono en la
pared. Estaba muerto, sin señal.
Mierda.
Más disparos afuera llamaron la atención de Ellie. Con horror, vio cómo uno de
los guardias de seguridad era alcanzado por una bala. Voló hacia atrás, cayendo
sobre el capó del coche de seguridad y luego su cuerpo se desplomó en la calle.
No se levantó ni se volvió a mover.
Ellie se tambaleó, horrorizada. Los intrusos se rieron y dos de ellos chocaron los
cinco. Se volvieron hacia el edificio y se acercaron, viniendo directamente hacia
ella. Mierda. Ellie agarró la barra de emergencia y la tiró hacia abajo. Se había
agregado como un bloqueo adicional en caso de que se robaran las tarjetas de
seguridad o alguien lograra conseguir el código torturando a algún guardia. Se
necesitaban ambas cosas, tarjeta y código, para desactivar las medidas de
seguridad de bloqueo y para poder entrar.
126
“Ella no se parece a ningún animal”, dijo uno de los hombres en voz alta,
mirándola.
Otro hombre, el más grande de los cuatro, apuntó con su arma directamente a
Ellie y le gritó: “Abre”.
Ellie sabía que el cristal de la puerta aguantaría. El edificio había sido diseñado
para resistir un asalto. Levantó el dedo medio mientras presionaba el botón de
“Maldito animal”, gritó uno de ellos. Sacó una pistola, apuntó a la cara de Ellie
y disparó.
Sabía que los estaba empujando, pero mientras se quedaran dónde estaban,
haciendo amenazas, no podrían lastimar a alguien más que fuera atrapado
afuera de los edificios. Esperaba que el personal de seguridad apareciera pronto
para arrestarlos antes de que se dieran cuenta de que ella solo quería
distraerlos.
Los hombres volvieron a abrir fuego contra las ventanas, esta vez al unísono,
tal vez pensando que un ataque con múltiples armas lo rompería. Ellie se tapó
los oídos para protegerlos de los ruidos fuertes. Se alejó más de las ventanas y
volvió a intentar transmitir a la cámara lo que estaban haciendo los intrusos.
Los disparos cesaron de repente. Ellie giró la cabeza y observó a los hombres
formar un corrillo para hablar. Uno de ellos se escapó para correr hacia los
vehículos. Se preguntó por qué fue al auto de los guardias de seguridad y se
subió al asiento del conductor. Si pensaba que robar una de las tarjetas de
identificación de los empleados les ayudaría a entrar, se sentiría decepcionado.
Ellie tuvo un mal presentimiento cuando las sonrisas dividieron los rostros de
los hombres. Parecían francamente alegres cuando se apartaron del camino. El
hombre detrás del volante del auto de seguridad lo puso en marcha y colocó el
auto en la calle para señalar el dormitorio. Se le revolvió el estómago, una
sensación de malestar latía allí. Ella sabía lo que él planeaba hacer en ese
momento. El conductor pisó el acelerador. El coche dio una sacudida hacia
delante, saltó el bordillo y subió por la acera que conducía directamente a las
puertas dobles de cristal.
“¡Mierda!” Ellie gritó cuando el auto se estrelló contra las puertas, mientras ella
tropezaba hacia atrás y el sonido lastimaba sus oídos. Terminó cayendo de
sentón en el suelo. Observó cómo salía humo de la parte delantera dañada del
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automóvil cuando el motor se apagó. Las puertas de vidrio aguantaron, pero
cuando alzó la vista hacia arriba, para su consternación, se dio cuenta de que el
impacto había creado un buen espacio de cinco pulgadas en el marco de la puerta
torcido en la parte superior.
Las ventanas no se habían roto, pero el edificio que las sostenía en su lugar sí.
Soltó el botón y abrió la caja del panel de emergencia debajo del sistema de
comunicación. En el segundo y tercer piso había puertas de acero para las
escaleras, para el ascensor y también persianas de acero que cubrían las
ventanas. Era un último recurso de emergencia en caso de que se rompiera el
piso inferior después del cierre. Las puertas interiores que dividían los niveles
tenían diez pulgadas de espesor, pesaban miles de libras y las contraventanas
exteriores eran a prueba de bombas. También sellarían los pisos dentro del
hueco del ascensor.
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Ellie giró el cuerpo lo suficiente como para ver la sección dañada de la pared
sobre las puertas delanteras, pero aún podía alcanzar el panel. Uno de los
hombres subió a la gran camioneta, confirmando su peor temor. Los hombres se
reían mientras hablaban, pasando un buen rato tramando cómo matarla. Hizo
una mueca y esperó que siguieran haciendo tonterías por un poco más de
tiempo, mientras sus mujeres se trasladaban a un piso más alto. Sabía que se
había acabado el tiempo cuando la puerta del conductor se cerró, el motor del
camión rugió y pasó justo por encima del cuerpo de un guardia de seguridad
“¿Ellie?” La voz de Breeze provino del altavoz del comunicador. “Estamos todas
contabilizadas y en el tercer piso. Sube aquí ahora”.
“Están aquí”, le aseguró Breeze. “Sube aquí con nosotros o bajaré a buscarte”.
Deseaba poder subir allí con Breeze, pero alguien tenía que activar las puertas
de emergencia desde el panel donde ella estaba parada. Quienquiera que
hubiera diseñado el edificio, no había considerado ese defecto, o al menos lo era
en su opinión, ya que la dejaba allí completamente vulnerable. Deberían haber
instalado paneles de activación para las puertas blindadas en todos los pisos.
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Ellie cerró de golpe el panel de emergencia. Sabía que el centro de seguridad ya
debía estar recibiendo la señal de lo que había hecho. Ese sistema funcionaba
con una conexión inalámbrica con las cámaras. Era un respaldo de seguridad
en caso de que los teléfonos no funcionaran y se cortara la electricidad para que
aún pudieran monitorear los sistemas de emergencia.
****
“Cálmate”, le exigió Darren Artino. “El equipo SWAT y la policía local están en
camino. Los edificios han sido cerrados, todos saben que hay un problema y tus
consejeros han sido asegurados dentro de un búnker seguro. Has estado
observando todo tal como lo hemos hecho nosotros. Solo es el personal de mi
fuerza de seguridad los que están siendo asesinados allí afuera. Tu gente está a
salvo”.
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“¿El qué?” Justice gruñó las palabras. Se preguntó si saldría vapor de sus oídos.
Nunca había querido volver a sentirse impotente después de comenzar su nueva
vida, pero lo estaba sintiendo en ese momento y eso lo enfureció.
“Ponme las cámaras de ese edificio”, gritó Darren Artino. “La mujer está
demasiado verde y apuesto a que solo está entrando en pánico. Voy a despedirla
cuando esto termine”.
“¿Qué son las puertas Ave María?” Justice agarró a Darren por el brazo y lo hizo
girar.
Darren respiró hondo cuando se encontró con un par de ojos de gato cabreados.
“El Ave María es una oración. Para nosotros significa: ‘oh diablos, esto es malo’.
Se activaron puertas reforzadas dentro del dormitorio y cortaron secciones
enteras del edificio”. Sacudió su brazo para liberarse del agarre de Justice. “Pon
en pantalla todas las cámaras que tenemos dentro del dormitorio y quiero que
se rastreen las firmas de calor en cada piso, ¡ahora mismo! Prioridad uno a todas
las pantallas frontales”.
Justice tomó su teléfono celular para hacer una llamada. “El dormitorio de
mujeres está bajo un fuerte ataque”. Colgó.
“Treinta y cuatro firmas de calor están en el tercer piso. Las puertas del Ave
María están cerradas y seguras”, gritó una mujer. “Una firma de calor está en
el primer piso y se mueve rápido”.
“Hay treinta y cinco mujeres viviendo dentro de los dormitorios, según nuestros
registros”, gritó un hombre. “Todo contabilizado”.
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Las cámaras normalmente inactivas dentro del dormitorio se encendieron. Una
pantalla mostraba a las mujeres sentadas o apoyadas contra las paredes dentro
del pasillo del tercer piso.
“Esas son mis mujeres”. Justice se puso tenso. “¿Están a salvo dónde están?”
Darren asintió. “Muy a salvo. Nada puede llegar a ellas. Las puertas de acero
tienen casi 30 centímetros de espesor. Ni siquiera una bomba podría abollarlas.
“¡Hijos de puta! El vidrio aguantó, pero el edificio no”. Alguien dijo lo obvio.
“Tenemos movimiento con cuatro nuevas firmas de calor”, gritó una mujer.
“Estamos rastreando la firma de calor única original. Está dentro de la cocina.
Ahora tengo todas las cámaras en línea”.
*****
Ellie corrió a la cocina. Había oído las puertas quebrarse con un fuerte estrépito
y sabía que estaba atrapada. Podía esconderse mientras rezaba para que la
ayudaran antes de que esos hombres la encontraran o podía luchar. Sus
probabilidades de enfrentarse y ganar contra los cuatro hombres armados no
eran buenas. Su principal preocupación habían sido las mujeres de la Nueva
Especie y la consolaba saber que estaban a salvo. Ella entendió que sería un
trabajo peligroso cuando lo tomó, pero nunca pensó que algo tan malo podría
pasar.
Abrió de un tirón el cajón de los cuchillos y agarró el más grande que pudo
encontrar mientras miraba la puerta abierta por encima del hombro. Trató de
sofocar su pánico, sabiendo que necesitaba una mente despejada. Necesito un
lugar para esconderme.
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Su enfoque aterrizó inmediatamente en la isla central de la cocina y se movió
hacia ella, se agachó y se perdió de vista. Abrió uno de los gabinetes y comenzó
a mover artículos dentro, haciéndolo de la manera más silenciosa posible.
¿Me estás tomando el pelo? Ellie negó con la cabeza. Ni siquiera podían notar
la diferencia entre una humana y una mujer de las Nuevas Especies. Los idiotas
Ellie apretó los dientes. El tipo obviamente creía que ella era una completa
idiota si pensaba que le creería por un segundo. No había forma de que ella
intentara hablar con esos idiotas locos sin un vidrio a prueba de balas
separándolos. Permitirles acercarse a ella sería la forma más rápida de morir y
ella quería vivir.
****
Darren Artino se giró para fruncir el ceño a Justice. “¿Con quién hablabas?”
“‘Casi’ no salvará a esa mujer”. Justice señaló con la barbilla hacia la pantalla
que mostraba la cocina, luego maldijo en voz baja, uno de los intrusos acababa
de entrar en la cocina.
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Capítulo Siete
“Gatita, gatita, gatita”, gritó una voz masculina, como si ella fuera un gato.
Empezó a abrir armarios del otro lado de la cocina.
Su suerte se acabó cuando la puerta del armario se abrió de golpe junto a ella.
El hombre metió la mano dentro y agarró su brazo izquierdo. Con un agarre
brutal la arrastró fuera de su escondite con un fuerte tirón.
“No soy una gata”, le informó con voz temblorosa. “Soy tan humana como tú”.
“No me importa lo que seas, perra. Ahora estás muerta. Este es nuestro país y
ustedes, malditos animales de dos patas, deben morir”. Extendió la mano detrás
de él hasta la cintura de sus jeans para sacar una pistola.
Ellie vio el arma y entendió que planeaba simplemente dispararle. Puro terror
la atravesó cuando por defenderse, hundió el cuchillo en el pecho de su atacante.
Ella lo miró a los ojos cuando la hoja lo golpeó, se deslizó a través de la camisa,
de la piel y vio que su mirada verde se abría con sorpresa.
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Él se tambaleó hacia atrás, la arrastró por el brazo y ella soltó el mango del
cuchillo incrustado profundamente en su pecho. La sangre se derramó por
delante de él y sobre ella. Su brazo con el arma se levantó mientras trataba de
hacer un último esfuerzo para dispararle. Ellie agarró su muñeca con ambas
manos y luchó para evitar que él le apuntara.
Su agarre en su brazo se hizo más fuerte y le causó dolor, pero luego se alivió
cuando él se debilitó. Sus rodillas cedieron y se desplomó sobre ellas en el suelo
Ellie lo miró en silencio. Estaba tumbado boca arriba con las pantorrillas
torcidas bajo los muslos en esa incómoda posición doblada. Tenía los ojos bien
abiertos, la sangre se acumulaba en el azulejo blanco y tomó unos cuantos jadeos
irregulares más. Un ligero ruido burbujeante llegó a sus oídos. Sus manos se
sacudieron, se retorcieron y parpadeó antes de tomar su último aliento. El
mango del cuchillo sobresalía de su pecho por el lado del corazón, donde ella lo
había apuñalado. Tragó la bilis que se elevó por su garganta, justo cuando
escuchó que un vidrio se rompía cerca. El sonido procedía de otra habitación,
obligándola a quitar su atención del hombre muerto a sus pies.
No tuvo que esperar mucho antes de que alguien hiciera un ruido desde el
comedor cuando derribaron una silla. Apuntó el arma en esa dirección, se
aseguró de que su cuerpo permaneciera detrás de la isla y usó la parte superior
137
del mostrador para mantener sus manos firmes en el doble agarre que tenía en
el arma. Temblaba, asustada, acababa de matar a un hombre apuñalándolo.
Apartó esos hechos de su mente, sabiendo que se derrumbaría si insistía en
pensar en ello. No tenía tiempo para pensar en las repercusiones de lo que había
tenido que hacer para sobrevivir.
No estaba segura de si le había atinado al bastardo o no, pero esperaba que sí.
Se dio cuenta de que no debía haberlo lastimado cuando el cañón de la escopeta
volvió a extenderse. Apuntó ciegamente en su dirección mientras apretaba el
gatillo. El gabinete cerca de Ellie voló en pedazos. Ella se arrojó al suelo, casi
encima del tipo muerto.
Vio movimiento por el rabillo del ojo y se giró hacia el movimiento. El tipo con
la escopeta se abalanzó sobre ella, corriendo directo hacia la isla. Ella le apuntó
con el arma y le disparó mientras estaba acostada de lado. Él se agachó detrás
del otro lado del mostrador y se estrelló contra los gabinetes con un fuerte
crujido cuando la delgada madera recibió el impacto de su cuerpo.
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“Suelta el arma, perra”, exigió. “Y no te torturaré antes de volarte la maldita
cabeza”.
“¿Ellie?” El hombre se rió detrás de la isla pero con eso, había revelado su
ubicación. “¿Qué clase de nombre estúpido es ese para un animal?”
Ellie abrió la puerta del armario. Tenía que estar justo detrás, al otro lado. Miró
dentro y apuntó.
Ellie apretó el gatillo y disparó en su dirección general hasta que el arma hizo
clic, vacía después de que algunas balas atravesaran la madera. Ellie se dio la
vuelta por si él devolvía el fuego y se arrastró hacia el extremo izquierdo. El
arma sería inútil excepto como algo para lanzarle.
El silencio llegó a sus oídos mientras se esforzaba por escuchar algo. Con el
corazón latiéndole con fuerza, dudó en la esquina sin saber si mirar alrededor
de la isla. Un gemido sonó desde el otro lado del mueble.
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¿Lo había herido? Ella no podía tener tanta suerte. Se arrastró hacia adelante
sobre sus manos y rodillas. La sangre pegajosa del muerto cubrió sus manos,
haciendo que el arrastrarse fuera una acción resbaladiza. Avanzó poco a poco,
aterrorizada, pero sabía que había otros dos hombres que podían aparecer en
cualquier momento, atraídos por los disparos. Si se quedaba quieta,
definitivamente la matarían.
El tipo con la escopeta tenía que estar jugando con ella, tal vez haciéndose al
“¿Eddie?”
Se puso en pie de un salto y corrió hacia el comedor. Si Buck era el tipo con la
escopeta, rezó para que no tuviera el tiempo o la capacidad, con sus heridas, de
agarrar su arma y dispararle mientras ella se alejaba corriendo. Logró salir de
la cocina sin recibir un disparo en la espalda.
El lugar más seguro sería la biblioteca. Si pudiera llegar allí sin que la
atraparan, tendría la oportunidad de atrincherarse adentro. Mobiliario pesado
llenaba la gran sala. Podría empujarlo de su lugar para bloquear las puertas
dobles. Con ese nuevo plan en mente, hizo una carrera loca hacia el lugar. Un
hombre soltó una maldición cuando pasó corriendo por una puerta abierta a una
de las habitaciones. Sabía que él la había visto y corrió más rápido. Todas las
demás habitaciones de la planta baja estaban demasiado abiertas o tenían
formas limitadas de sellar secciones.
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Ellie llegó a la biblioteca y cerró la puerta de golpe. Se apoyó contra la madera,
escuchó al chico siguiéndola justo sobre sus talones. Después de todo, no tuvo
tiempo de agarrar muebles. Jadeó, totalmente sin aliento, miró hacia abajo e
hizo una mueca al ver sus manos, brazos y su camisa cubiertos de sangre.
“Buck y Eddie están muertos”, gritó otro hombre. “Ella los mató. Esa perra
Uno de los hombres trató de abrir la puerta. Ellie gritó y empujó hacia atrás con
toda la fuerza que tenía. Escuchó una maldición cruel y luego alguien golpeó
con tanta fuerza que el impacto la empujó a unos centímetros de la dura
superficie que su espalda presionaba con tanta fuerza. Buscó frenéticamente
algo que pudiera alcanzar con el pie para arrastrar y ayudar a bloquear la
puerta, pero no tuvo tanta suerte.
Necesito un arma. Pensó, la gran sala contenía algunos sofás, algunas mesas
y sillas cómodas. La chimenea estaba al otro lado de la habitación. Los libros se
alineaban en todos los estantes que rodeaban la habitación. Su atención
desesperada voló de nuevo a la chimenea y la herramienta junto a ella. Su
atención se centró en el atizador.
Ellie agarró el atizador de fuego y giró para enfrentarse a sus atacantes. Golpeó
al hombre más cercano a ella usando la barra de metal como si fuera un bate de
béisbol. El dolor atravesó las manos de Ellie por el fuerte impacto cuando hizo
contacto con el cuerpo del hombre. Él aulló de dolor y saltó hacia atrás, pero se
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quedó mirando su camisa desgarrada donde aparecía sangre en el material
dañado.
El hombre miró a Ellie. “Vas a pagar por eso”, dijo entre dientes.
“Perra”, rugió el hombre al que ella había golpeado. “Creo que me rompió la
maldita mano. ¿La tienes, Roy?”
El hombre encima de ella la agarró del cabello por la base del cuello y la aplastó
boca abajo contra la alfombra. Ella trató de luchar, pero no pudo alejarse de él.
Él la empujó con más fuerza contra la alfombra y una rodilla se clavó
dolorosamente en la parte posterior de su pierna.
Se ajustó lo suficiente para que ella volviera la cabeza. Ellie inhaló aire y al
instante se arrepintió. El hombre tenía el aliento pútrido. Él la mantuvo
inmovilizada y mantuvo su cabeza en su lugar con su puño en el pelo. No podía
salir de debajo del pesado hombre. Debía estar cerca de unos 140 kilogramos.
Roy gruñó. Él se movió y Ellie gritó de dolor cuando su cuerpo presionó contra
el de ella, empujó más fuerte contra ella hasta que sus costillas amenazaron con
romperse. Algo se apretó contra la mejilla de su culo. El otro tipo le arrancó el
atizador de fuego de la mano.
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“Ayúdame a levantarla”, dijo Roy con voz áspera. “Sé cómo mostrarle a esta
perra su lugar en la sociedad y luego dejaré que le cortes la maldita garganta
como si fuera un conejo. La veremos contraerse hasta que toda la sangre se
drene”.
Unas manos agarraron sus tobillos y un segundo después, Roy le quitó su peso
de encima y soltó su cabello para agarrar su otra muñeca. La levantaron por los
brazos y las piernas, la cargaron entre ellos, con la espalda a centímetros del
suelo. Ellie gritó y luchó, trató de patear al hombre que sujetaba sus piernas,
pero no la dejaron ir. Era seguro que Chuck parecía no tener problemas para
sostener sus tobillos en un agarre aplastante para un tipo con una mano
sospechosamente rota.
“Tírala sobre el sofá. Luego muévete al otro lado para agarrar su cabello”. Roy
jadeó, sin aliento por contenerla mientras ella forcejeaba.
Balancearon el cuerpo de Ellie y ella golpeó una mesa de café. Un dolor agudo
explotó en su costado. Se preguntó si le habrían roto una costilla cuando sintió
que le dolía jadear aire en sus pulmones. Los hombres la balancearon de nuevo,
esta vez ella golpeó el sofá y retorcieron su cuerpo con manos brutales. Roy tenía
sus brazos y Chuck dejó caer sus piernas.
Intentó patear a Roy cuando la inclinaron sobre el respaldo del sofá. En su lugar,
Roy golpeó su cuerpo contra el de ella, la aplastó debajo de él otra vez y la
inmovilizó con fuerza contra el sofá. Ella gritó en el cojín cuando las manos
agarraron su cabello y presionaron su rostro con más fuerza contra el material.
Puro pánico la atravesó cuando se dio cuenta de que no podía respirar. La
estaban asfixiando.
143
Una de las manos dejó el cabello de Ellie. Ella torció la cara, jadeó aire en sus
pulmones hambrientos y gritó cuando exhaló. Roy agarró la parte de atrás de
su camisa y el cuchillo se deslizó a lo largo de su columna. Entumecida por el
terror, no supo si él también la cortó. Trató de patearlo, pero no pudo obtener
ninguna fuerza real detrás del movimiento.
Le bajaron los pantalones por las piernas, sin dejar dudas de que planeaban
violarla. Ellie luchó con más fuerza, gritó y luego, de repente, el peso se alejó de
ella. Tiró su cuerpo lejos del sofá en el segundo en que el cuerpo de Roy se movió.
Tropezó y se derrumbó en el suelo sobre su trasero. Aspiró el precioso aire
mientras miraba boquiabierta a los hombres que la rodeaban. Ella
instintivamente se subió los pantalones.
Roy yacía boca abajo en el suelo con una pistola apuntándole a la nuca. Chuck
tenía las manos en alto y parecía absolutamente aterrorizado. Cuatro hombres
vestidos con trajes negros estilo SWAT, pero con un impreso en sus chalecos que
decía ONE en letras blancas, la miraban. Sus rostros no eran totalmente
humanos y los identificó de inmediato como Nuevas Especies. Llevaban armas
y grandes cuchillos atados a los muslos. Escuchó un movimiento detrás de ella
y sacudió la cabeza hacia el ruido. Fury estaba allí, erizado con una rabia mucho
más oscura que el traje negro que usaban él y los otros hombres.
Algo feo se retorció dentro de Fury. Había presionado a sus hombres para que
llegaran al dormitorio de mujeres en el segundo momento en que Justice llamó
al equipo y dijo que Ellie estaba en peligro. Había estado aterrorizado de llegar
demasiado tarde y casi lo había hecho. Cuando se apresuró a entrar en la
habitación para ver la escena ante él, esos hombres listos para hacerle cosas
horribles a su Ellie, un impulso asesino lo golpeó. Necesitó todo lo que tenía
para no rugir de ira y matarlos. Su animal quería verlos sangrar y morir.
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Respiró con dificultad, con la mirada fija en su rostro mientras ella jadeaba por
aire mientras intentaba ajustarse los pantalones. Su cabello caía alrededor de
su rostro magullado, su camisa estaba cortada en la parte de atrás, y pudo ver
moretones formándose en su piel pálida y delicada. El olor de su terror flotaba
en el aire, haciéndole más difícil controlar sus impulsos de destrozar a sus
atacantes con sus propias manos.
Dio un paso amenazante hacia uno de los hombres, pero luego Ellie gimió
suavemente. Su mirada se centró en ella al instante y eso lo obligó a
reconsiderar su decisión. Cuidarla se convirtió en su primera prioridad. Podría
matar a esos bastardos después de asegurarse de que ella no estuviera
gravemente herida.
Respiró por la boca para ayudar a diluir su olor aterrado y luchó contra su
animal por el control. Miró a cada uno de sus hombres, reconociendo también
en ellos su ira y supo que lo estaban observando en busca de orientación sobre
cómo manejar la situación. Eso también lo ayudó a calmarse mientras forzaba
sus puños a aflojarse. Hizo señales con la mano a sus hombres para asegurar a
los pendejos responsables del ataque. No confiaba en su voz.
Fury trató con gran dificultad de parecer sereno, algo que definitivamente no
estaba, mientras se acercaba a Ellie. Quería tirarse al suelo y acunarla en sus
brazos y consolarla. Eso le haría sentir que la había alcanzado a tiempo, pero
luego los olores humanos masculinos se mezclaron con los de ella.
Olerlos sobre ella lo enfureció. Ella era suya, maldita sea, y había luchado
mucho para mantenerse alejado de ella después de la advertencia de Justice. Lo
había hecho, excepto por unos pocos viajes nocturnos para vislumbrarla desde
lejos, y ahora casi había muerto. Al diablo con las órdenes, él la tocaría ahora.
Se movió con cuidado de no asustarla. Necesitaba asegurarse de que ella estaba
145
realmente bien, incluso si tenía que desnudarla para inspeccionar cada
centímetro. No se conformaría con menos.
Fury sabía que tenía que mantener la cabeza fría. Ellie tenía que desconfiar de
él después del incidente en su casa y él no quería mostrarle cuánto significaba
ella para él. Lo último que necesitaba sería que Ellie comprendiera cuánto daño
podía hacerle.
Necesitaba estar con ella ahora mismo, hablar con ella, permanecer cerca de
ella hasta que no tuviera ninguna duda de que estaría bien. De lo contrario,
estaría al borde de la locura sabiendo lo cerca que había estado ella de la muerte
y cómo podría haberla perdido para siempre.
Ellie miró la intensa y oscura mirada de Fury cuando él se agachó frente a ella.
Dudó un segundo antes de que su dedo se curvara bajo su barbilla. Llevaba
guantes negros, de cuero al tacto, y su tacto se suavizó mientras la examinaba.
Volvió su cabeza para estudiar su cuello y rostro. Él soltó su barbilla. Sin
ninguna advertencia ni palabra, agarró los brazos de Ellie por debajo de los
codos y la levantó suavemente para que se pusiera de pie.
“La limpiaré y buscaré heridas. Manténganse alerta con ellos afuera”. Fury
gruñó las palabras. “Nadie entra al dormitorio”.
Ellie abrió los ojos cuando él se detuvo y pateó algo. Abrió la puerta para llevarla
al interior del baño de mujeres. Frunció el ceño, miró a su alrededor y luego se
dirigió a la larga encimera de los lavabos. Él la bajó suavemente para que ella
se sentara en el borde, frente a él. Tuvo que dejarlo ir cuando él retrocedió
lentamente.
Fury se giró y miró alrededor de la habitación. Ella siguió con la mirada por
donde él buscaba y se dio cuenta de que miraba hacia los rincones.
Inmediatamente supo lo que estaba buscando.
Fury asintió y dirigió su atención al lavabo junto a ella. Se quitó los guantes y
los arrojó sobre el mostrador. Agitó las manos debajo del grifo, activándolo para
que se encendiera. Cuando el agua comenzó a fluir, se lavó las manos y luego se
alejó hacia un dispensador de servilletas de papel. Ellie lo miró con las cejas
levantadas mientras sacaba puñados de toallas de papel marrón y las apilaba
junto a ella en el mostrador. Vació completamente el dispensador y pasó al
siguiente.
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“Creo que eso es suficiente”.
Fury frunció el ceño. Dejó el resto de las servilletas y caminó hacia ella con una
gracia que le recordó a un gato a punto de saltar.
Un grito ahogado salió de sus labios y tuvo que cerrar la boca abierta por el
impacto de su demanda. “No lo haré”.
Ellie se relajó, entendiendo por qué él estaba haciendo demandas locas en ese
momento. “¿Quieres limpiarme para tratar mis heridas? ¿Eso es todo?”
Sus ojos se entrecerraron. “¿Preferirías que envíe a uno de mis machos aquí
adentro para que te desnude? La seguridad humana todavía está tratando de
mantener el orden”. Él resopló. “Podríamos estar aquí por un tiempo. Uno de
nosotros te quitará la ropa y te limpiará para ver si estás herida y cuánto.
Decide ahora si seré yo o uno de mis hombres. No quiero perder el tiempo y eso
es lo que estás haciendo”.
Ellie apretó los dientes. A veces, él podía ser un bastardo muy grosero. Acababa
de pasar por el peor trauma de su vida y él no necesitaba ser tan brusco. “Creo
que puedo arreglármelas”.
“Acabo de matar a dos hombres, podría haber sido brutalmente violada e iban a
asesinarme. Discúlpeme por ser un poco cobarde”.
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“No tropezaron y se mataron entre ellos”. Ella temblaba todavía. La realidad de
lo que había hecho para sobrevivir se hundió. La sangre se escurrió de su rostro
y una ola de mareo la hizo tambalearse donde estaba sentada. “Yo los maté.
Realmente los maté”.
Fury gruñó una suave maldición. “Fue en defensa propia. No vayas ahí, dulzura.
No tenías otra opción y ellos se lo merecían. Le hiciste un favor al mundo
eliminándolos. Te habrían matado sin pensarlo dos veces”. Cerró la distancia
Ella parpadeó para contener las lágrimas, él estaba siendo amable y eso solo
sirvió para acercar sus emociones a la superficie. Tenía los ojos más hermosos
del mundo. El impulso de arrojarse a sus brazos y aferrarse a él se volvió casi
abrumador. Apartó la mirada de la de ella antes de que pudiera actuar en
consecuencia.
“Bueno.” Ella asintió. “Por mucho que no protestaría por alguien que le hiciera
eso a esos idiotas, no quiero que seas tú. Te meterías en problemas”.
Ellie se dio cuenta de que le habían cortado el sostén junto con la parte de atrás
de la camisa y se agarró con ambas manos para ahuecar y cubrir sus senos
desnudos. Fury agarró sus muñecas antes de que pudiera esconderlas de él y le
abrió los brazos de un tirón. No miró su pecho, sino que inspeccionó sus manos
ensangrentadas.
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“No te toques con su sangre. Agáchate y ponte de cara al fregadero. Yo te
limpiaré”.
El tono suave y ronco de Fury la hizo relajarse y no pelear con él cuando sus
miradas se encontraron de nuevo. Ella se alejó del borde del mostrador, no
queriendo discutir con él. Trató de distraerla del dolor de la realidad y se dio
cuenta de que era casi dulce. Tampoco había pasado por alto el hecho de que él
había usado un apodo de cariño al llamarla ‘dulzura’. La calentó un poco por el
Sus pies tocaron el suelo y sus piernas temblaron. Fury la giró hasta que se
cernió sobre su espalda y le soltó los brazos. Llegó alrededor de su cintura y
agitó sus manos debajo del grifo, activándolo para que se encendiera de nuevo.
Él agarró sus muñecas suavemente y las empujó bajo el agua fría. Ellie miró
hacia abajo para ver cómo el agua cambiaba de color mientras la sangre se
lavaba de sus muñecas y manos. Cerró los ojos con fuerza para luchar contra la
sensación de malestar que se apoderó de ella al ver el agua ponerse roja.
Él suspiró. “Bueno, necesitas una ahora y todo lo que tengo son estos lavabos”.
Ellie obedeció, quitándose los zapatos sin cordones que una vez habían sido
blancos, pero ahora estaban manchados de sangre. Se resbaló en la sangre de la
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cocina, se arrastró por ella y supo que sus zapatos estaban destrozados. Se
obligó a alejar esos pensamientos. Las manos de Fury le bajaron unos
centímetros los pantalones de algodón, pero luego vacilaron.
“Solo te estoy limpiando. Sé fuerte por un tiempo más. Estás a salvo y nadie te
hará daño, Ellie, no lo permitiré, tendrían que pasar por mí para llegar a ti y
eso no sucedería.
Mantuvo los ojos cerrados para evitar ver si Fury miraba su cuerpo. Sus manos
fueron suaves cuando tiró de sus pantalones el resto del camino hacia abajo y
enganchó sus bragas con los pulgares para quitárselas también. Levantó una
pierna y luego la otra para ayudarlo cuando se dio cuenta de que él las quería
totalmente fuera de su cuerpo hasta quedar completamente desnuda. Fury
volvió a abrir el agua y vertió agua sobre su cuerpo con las manos ahuecadas.
Cuando cada centímetro de ella, desde el cuello hacia abajo, goteaba agua, usó
toallas de papel húmedas para frotar suavemente su piel mientras Ellie
permanecía extrañamente quieta.
“Eso es lo mejor que puedo hacer”, dijo Fury con voz profunda y tensa.
“Necesitarás una ducha, pero no puedo ver más sangre. Te las arreglaste para
que no te entre en el cabello por lo que puedo ver y oler”.
Ellie finalmente abrió los ojos cuando él no volvió a tocarla de ninguna manera.
Su mirada instantáneamente encontró su imagen reflejada en el espejo y su
boca se abrió en estado de shock. Fury estaba de espaldas a ella mientras él se
quitaba el chaleco y se desabrochaba la camisa para sacarla de sus anchos
hombros.
151
“No lo permitiré, así que ni siquiera lo pienses. Si me hubieras dicho que enviara
a otro hombre para que te ayudara a desvestirte, eso tampoco habría sucedido”.
Ella negó con la cabeza y cruzó los brazos sobre los pechos para ocultarlos de su
vista. “Por favor, préstame la camisa y tus calzoncillos. Lo agradeceré.”
Ellie abrió los ojos para encontrar a Fury más cerca, casi tocándole la espalda.
Él miró hacia otro lado y sostuvo su camisa y un par de calzoncillos azules sobre
su hombro hacia ella. Ellie se dio la vuelta y se estiró para tomarlos. Se dio
cuenta de nuevo cuánto más alto era él que ella.
“Gracias.”
La ira estalló por su brusca burla sobre su relación tensa. Apretó los dientes
para evitar soltar una respuesta grosera. No necesitaba que le recordaran eso
ahora. En su lugar, se vistió rápidamente. Los calzoncillos bóxer eran de
algodón suave, aún calientes por su cuerpo, y colgaban holgados, bajos en sus
caderas. Ya puedo volar ahora. Ella sonrió ante ese pensamiento mientras se
ponía la camisa. Olía a él, retenía su calor, y estaba feliz de estar tapada de
nuevo.
Lentamente la encaró. Se veía sexy con solo el chaleco puesto con sus pantalones
ajustados. Sus brazos estaban totalmente expuestos, grandes y gruesos
152
músculos resaltados por el ajustado chaleco que parecía demasiado pequeño
para su impresionante figura. Apartó la mirada de esos bíceps y se subió las
mangas de la camisa hasta que no se le taparon las manos. Fury se adelantó
para ayudarla apartando sus dedos para hacer la tarea. Se quedó mirando su
chaleco donde las letras ONE había sido impresas en letras grandes a través de
él.
“¿El padre del dormitorio?” Fury negó con la cabeza. “Él bebe alcohol maloliente
todas las noches. Después de las nueve, una bomba podría estallar dentro de su
apartamento y él no se movería. No tiene idea de lo que hacemos por la noche”.
“Lamento que tengan que hacer eso”. Ella no sabía qué más decir. “Si sus
mujeres quieren entrenar aquí, no las delataré. No tendrán que ocultármelo”.
153
Se encogió de hombros. “Trabajamos alrededor de los obstáculos que ponen en
nuestro camino, pero gracias por la oferta hacia las mujeres. Lo pasaré, de una
forma u otra, nos volveremos autosuficientes”.
Sus ojos oscuros eran hermosos y una emoción desconocida parpadeó dentro de
ellos por un instante. “Te dije que ya no te quiero muerta”. Él acarició su rostro.
“Estaba preocupado por ti”.
Ella vaciló. “Algunas de tus mujeres me han dicho que te han visto afuera
vigilando el dormitorio. ¿Por qué estás ahí afuera?”
“No. Tienen sangre en ellos y acabo de limpiarte. No puedo hacer eso de nuevo.
No soy tan fuerte” murmuró.
154
¿Qué significa eso? Ellie no estaba segura mientras caminaba hacia la puerta
del baño. Fury se quedó a su lado, pero no la tocó mientras se volvía a poner los
guantes mientras cruzaban la habitación. Abrió la puerta del baño para ella y
luego se alejó, dejando que ella lo siguiera. Miró la parte de atrás de su cabeza,
preguntándose cuáles eran sus pensamientos. Él había sido amable con ella
hasta el comentario del enemigo.
Fury esbozó una sonrisa que no llegó a sus ojos. Mostró sus afilados colmillos
caninos. “Puedes entrar ahora”.
Artino pronunció una grosera maldición e hizo señas a sus hombres para que
entraran en el dormitorio. Su mirada enojada viajó por el cuerpo de Ellie y se
tensó visiblemente. Su enfoque se centró en los calzoncillos de hombre que ella
usaba, solo unos centímetros de ellos expuestos en la parte inferior de la camisa,
y su boca se quedó boquiabierta. Se giró para mirar a Fury.
Ellie se tapó la boca con la mano para ocultar una sonrisa. El rostro de Artino
se enrojeció cuando asimiló las palabras de Fury. El jefe de seguridad podía ser
a veces, un verdadero idiota farisaico y ella disfrutaba que él recibiera una
buena patada verbal. Dejó caer la mano mientras observaba a Fury asentir a
sus hombres. Salieron del dormitorio de mujeres sin mirar atrás.
Artino la miró. “¿Puedes creer que me dijo eso?” Miró a Ellie con indignación.
155
Ella vaciló, eligiendo sus palabras con cuidado. Ella no estaba en condiciones de
decirle que su seguridad había fallado a lo grande. “Realmente deberías poner
al menos una ducha y toallas de verdad en el baño del primer piso. Habría sido
útil”.
Ellie apartó la mirada de su expresión atónita para dirigirse a uno de los sofás.
Se derrumbó sobre el material blando. El agotamiento y la necesidad de un buen
llanto comenzaron. O un trago fuerte. Tal vez todo lo anterior.
Fury se detuvo en la acera para mirar a sus hombres y mirar por encima del
hombro a Ellie. Ella se sentó en el sofá luciendo cansada y pálida por su terrible
experiencia traumática. Le había tomado cada gramo de su fuerza de voluntad
dejarla cuando realmente quería envolver sus brazos alrededor de ella para
consolarla. Si ella se echaba a llorar, él sabía que volvería adentro sin importar
lo estúpido que sería abrazarla hasta que su miedo se calmara.
“¿Qué hiciste con la hembra humana mientras estabas dentro del baño? Las
cámaras te siguieron cuando la llevaste allí, pero no hay imágenes dentro.
¿Están bien las cosas?”
“Bien.” Justice hizo una pausa. “Hiciste un muy buen trabajo, Fury. Estoy
orgulloso de ti. Los humanos están un poco molestos porque nuestro equipo
salvó a la mujer. No estaban contentos cuando se dieron cuenta de que ahora
tenemos nuestra propia seguridad”.
156
“Homeland es nuestra patria. El presidente de los Estados Unidos nos dijo que
esta es nuestra casa y, que en cuando podamos, tendremos el permiso de
administrarla nosotros mismos”.
“Lo sé. Se sienten culpables por financiar a las Industrias Mercile sin saber
exactamente que era por lo que pagaron. Quieren arreglar las cosas con nosotros
y sería una muy mala publicidad en todo el mundo si los señaláramos con el
dedo. Necesitamos andar con cuidado hasta que estemos en condiciones de
“No estaba feliz de que tuviéramos éxito donde falló su seguridad. Le disgustó
que ordené a mi equipo que no permitiera el acceso de nadie al dormitorio hasta
que me asegurara de la seguridad y el bienestar de Ellie”.
“No tienes nada de qué preocuparte”, juró Fury, con la mirada fija en Ellie. “Sé
que no puedo tenerla”.
157
Capítulo Ocho
El director Boris frunció el ceño a Ellie. “Quiero una explicación por tu negativa
ahora mismo”.
“Él te tocó de manera inapropiada y quiero que se presente una denuncia formal
hoy a las seis en punto. Tenemos que demostrarles que no pueden hacer lo que
se les dé la gana. No tenían la autorización para hacer lo que hicieron”.
158
Él ignoró su comentario sarcástico. “Ese hombre te llevó a un baño donde
obviamente te desnudaste frente a él y él se desnudó frente a ti, para darte sus
malditos bóxers. Eso es totalmente inaceptable. Escriba ese informe ahora. Esa
es una orden”.
“No hay cámaras dentro de ese baño. ¡No sabe lo que pasó allí!” Ellie gritó, más
que furiosa.
Ella dio un paso atrás y sus manos se cerraron en puños. Tenía tantas ganas de
tirarlo al piso, que tuvo que luchar para controlar su temperamento. Aún así
ella no logró controlarse del todo, él había ido demasiado lejos.
159
Ella asintió. “Eres un idiota cobarde”. Se dio la vuelta y salió corriendo de su
oficina.
Ellie se atragantó con las lágrimas mientras se dirigía a la puerta exterior. Solo
tenía una hora para reunir todo lo que poseía y dejar el único hogar que tenía.
Tendría que llamar a seguridad para pedirles que llevaran su coche al
dormitorio para cargar sus pertenencias. Todos los vehículos personales se
almacenaban dentro de un estacionamiento seguro en la parte trasera de
160
“Puedo caminar sola, gracias”. Ella tiró para romper su agarre, pero él no la
soltó.
Ella no luchó, pero quería hacerlo. Ella levantó la barbilla en su lugar. Luchó
por contener más lágrimas cuando el hombre tiró de su brazo bruscamente y la
Ellie se congeló. “Estoy esperando mi auto. No les gusto”. Ella sacudió la cabeza
hacia las personas detrás de ella. “¿No puedo esperar aquí para estar a salvo
hasta que llegue mi auto? ¿Es mucho pedir?”
161
Parecía totalmente sincero. Dio media vuelta y retrocedió tres metros hasta la
línea pintada en el suelo. Algunos de los manifestantes estaban a un metro de
ella ahora. Uno de los hombres la miró y se acercó. Era una especie de matón
fornido y parecía ser un rechazado de la prisión con tatuajes mal entintados en
sus brazos desnudos.
“¿Quién eres? Viniste desde adentro. ¿Eres una de esas amantes de los animales
con el corazón sangrante?”
Una mujer manifestante la fulminó con la mirada y se volvió hacia uno de los
guardias. “¿Quién es esta mujer?”
El guardia ni siquiera miró a Ellie. “Ella trabajó adentro, pero acaba de ser
despedida”.
“Sí”, le gritó uno de los manifestantes a Ellie. “¿Por qué no vienes aquí, perra?
Nos encantaría tener una charla contigo”.
Ellie estudió a la multitud. Ya no andaban por ahí con sus carteles de odio. La
observaron y se acercaron más, al estilo de la mafia. Sus letreros fueron
agarrados como si fueran bates de béisbol y el terror llenó a Ellie. Volvió a mirar
hacia las puertas y se agarró a los barrotes.
“Pues entonces vete”, le resopló uno de los guardias de seguridad. “No pueden
atacarte si no estás aquí”.
162
“No puedo. Mi coche y mis pertenencias personales están siendo traídos a esta
puerta. Ni siquiera tengo mi bolso”.
Ellie miró hacia arriba. No conocía a las Nuevas Especies ni por su nombre ni
por su rostro. Sin embargo, sus características revelaron que era uno y también
vestía un traje negro tipo SWAT con las letras ONE en el pecho.
“Me han despedido”. Ellie miró por encima del hombro a la multitud detrás de
ella. “Tengo que esperar a que me traigan mi auto antes de poder irme. Los de
seguridad se niegan a permitirme esperar adentro y realmente estoy en un
aprieto aquí”. Ella volvió a mirarlo. “Realmente me gustaría estar a salvo
mientras espero”.
Alguien arrojó algo y golpeó a Ellie en el costado del brazo. Hizo una mueca y se
dio la vuelta para ver qué la había lastimado. Una lata de refresco yacía en el
suelo y un líquido oscuro salpicó de donde se había roto. Ellie se alejó de los
manifestantes, avanzó poco a poco a lo largo de la puerta mientras alguien más
arrojaba algo. Apenas se apartó del camino cuando una botella de agua llena
rebotó en la barra de metal junto a su cabeza.
163
“Ella ha sido despedida”, explicó el guardia de seguridad. “Ella no es nuestro
maldito problema”.
“Te estoy ordenando que lo hagas ahora”, gruñó el oficial de NSO. “Asegúrala a
un lugar a salvo. No me hagas decirlo de nuevo”.
El alivio inundó a Ellie cuando uno de los guardias de seguridad la miró, pero
señaló la sección de entrada de la puerta. Algo más voló y golpeó su hombro. No
“Señorita Brower?”
Ellie abrió los ojos y se sorprendió al ver que Fury se acercaba con el oficial de
la ONE que había ordenado a los guardias de seguridad que le permitieran
volver a entrar por la puerta. Fury vestía jeans, una camisa negra de manga
larga y un par de botas. Su cabello había sido recogido en una cola de caballo y
se veía furioso. Su corazón inmediatamente comenzó a acelerarse con solo verlo.
A pesar de su expresión tensa y enojada, se veía sexy en su atuendo informal
que mostraba sus hombros anchos y su cintura estilizada. Se detuvo a unos
cuatro pies frente a ella con el oficial de ONE a su derecha inmediata.
“¿Qué está pasando? Slade aquí me informó lo que sucedió afuera”. Su mirada
recorrió arriba y abajo su cuerpo, examinándola. “¿Te dolió algo que te
arrojaron?”
164
Ella negó con la cabeza, decidiendo no mencionar su hombro palpitante. Se
obligó a apartar la mirada de Fury para mirar a Slade. El oficial de la ONE que
la había salvado la miró con curiosidad.
“Gracias por hacer que me permitieran esperar aquí por mi auto. Se estaba
poniendo feo ahí afuera”.
Fury frunció el ceño pero asintió. “¿Es este un asunto privado entre tú y yo o
podemos incluir a Slade?”
Ellie le sonrió a Slade. “Él es más que bienvenido a ser parte de esta
conversación”.
Fury se dio la vuelta. “Quítale la mano de encima”. Fury gruñó las palabras
mostrando su irritación. “Yo doy las órdenes por encima de su director. La mujer
camina con nosotros y tú te quedas quieto. ¿Entiendes? No la vuelvas a tocar”.
El guardia de seguridad pareció atónito, pero soltó a Ellie para que retrocediera.
Fury le indicó que caminara frente a él y a Slade. Dio unos veinte pasos antes
de enfrentarse a los dos hombres que estaban justo detrás de ella. Lanzó una
mirada alrededor del área para asegurarse de que no había guardias lo
suficientemente cerca como para escuchar a escondidas.
165
“¿Qué es lo que querías decir en privado?” La mirada de Fury se encontró con la
de ella, se suavizó, y sus rasgos tensos y enojados se relajaron.
“Quería advertirles que el director Boris tiene algo en contra de sus nuevos
equipos de seguridad. Trató de obligarme a presentar hoy una denuncia falsa
contra ti y contra tus hombres. Estoy segura de que si hizo eso conmigo,
intentará hacerlo con otras personas. Está realmente enojado porque estás
tomando el control de tu propia comunidad. Sólo quiero hacértelo saber.” Ella
De repente, el suelo se volvió muy interesante para Ellie. Ella era incapaz de
mirarlo. “Él trató de hacer una gran cosa acerca de que me ayudaras a
limpiarme dentro del baño del dormitorio. Insinuó algunas cosas bastante
sucias”. Ella lo miró antes de concentrarse de nuevo en el suelo. “Me negué a
escribir la denuncia y le dije que no podía obligarme a cometer perjurio. Solo
quería advertirte lo que intentó”.
Seguro que los chismes viajaban rápido. “Eso y puede haber tenido algo que ver
con que yo lo llamara con algunos nombres no tan agradables cuando se enojó
mucho por mi negativa”. Ella sonrió con tristeza. “Probablemente me habría
dejado al menos empacar mis propias pertenencias antes de que le dijera
algunos insultos”.
166
Los labios de Fury se torcieron, pero no sonrió. “Ya veo.” El hiso una pausa.
“Necesito tu dirección y el número de teléfono de tu casa en caso de que Justice
quiera hablar contigo. Solo dímelo y recordaré la información”.
Los hombros de Ellie se hundieron, odiando admitir su situación ante él. “Voy a
conseguir una habitación de algún motel en la ciudad y luego iré a buscar
trabajo. Me mudé de otro estado cuando llegué aquí para trabajar. Estoy sin
hogar en este momento. Sin embargo, puedo darte mi número de teléfono celular
Los ojos oscuros parpadearon y la boca de Fury se apretó en una línea firme. Él
la miró fijamente, parecía estar estudiándola por alguna razón que ella no podía
comprender. Se obligó a apartar la mirada de Fury cuando Slade habló.
“Estoy seguro de que estará bien, Señorita Brower. No olvide llamar a la oficina
con su información de contacto”.
Ellie asintió. “Bueno, de nuevo, gracias por hacer que me dejaran entrar”. Su
mirada volvió a Fury. Se dio cuenta de que sería la última vez que hablaría con
él y la tristeza la llenó por ese hecho. Él la miró en silencio. Quería decirle tanto,
pero solo podía pensar en una cosa que lo resumiera todo.
“Por favor, sé feliz y gracias por decidir que no debo morir”. Ella le dio una
sonrisa triste antes de regresar con el guardia de seguridad que esperaba junto
a la puerta. Sintió su mirada en ella durante todo el camino, pero se mantuvo
de espaldas. No quería verlo alejarse por última vez. Ahora tenía su libertad y
estaban a mano.
Media hora más tarde su coche llegó a la puerta. Tomó las llaves, notó que
habían puesto su bolso en el asiento delantero y se subió. La depresión la golpeó
con fuerza. Nunca volvería a Homeland o a Fury. No tenía idea de adónde ir o
qué hacer con su vida en ese momento.
167
Los guardias abrieron las puertas y empujaron a los manifestantes para darle
acceso a la calle. Alguien arrojó algo y golpeó el costado de su auto. Ella se
estremeció, pero se alejó sin comprobar si habían causado algún daño. Ese era
el menor de sus problemas.
****
Fury luchó contra sus emociones, algo complejo de hacer, y se encontró con la
mirada preocupada de su amigo cuando giró la cabeza para terminar su
vigilancia. “Hice lo que me pediste cuando me informaste que había sido
despedida. Le permití alejarse. Estará más segura ahora que no está en
Homeland, en caso de que nos ataquen más imbéciles”.
“Nuestros enemigos podrían haberla matado”, le recordó Justice. “Sé que esto
es difícil para ti”.
“No puedo imaginar no volver a verla nunca más”, admitió Fury. “Siento dolor.”
“Lo es.”
“Lo lamento.”
“Me doy cuenta de que está mejor en su mundo que aquí. Sin embargo, dijo que
no tiene hogar. ¿Qué hará ella? Tal vez debería haberle pedido que se quedara.
Podríamos haber obligado al director a mantenerla en el dormitorio”.
“No podemos hacer olas en este momento, Fury. Hay un tiempo y un lugar para
todo. Hiciste lo mejor para nuestra gente. Lamento que tenga ese precio, ya que
ella significa mucho para ti. Lo único que puedo decirte es que puedes ofrecerle
168
un trabajo nuevamente cuando estemos listos para tomar el control total de
Homeland”.
Parte del dolor se alivió dentro del pecho de Fury. “Quiero que vuelva”.
“Entonces definitivamente ofrécele el trabajo que tenía tan pronto como puedas.
No será mucho más tiempo. Solo necesitamos aprender lo suficiente para hacer
las cosas bien. Sin embargo, hay tanto que aún no sabemos. Cada día nos acerca
un paso más a controlar nuestro propio destino”.
“¿Qué pasa si ella no quiere el trabajo? ¿Qué pasa si ella nunca desea volver?
Podría encontrar otro trabajo en su mundo”. Un destello de dolor atravesó a
Fury. “Quizás nunca la vuelva a ver”.
“Ven”, instó Justice en voz baja. “Demos un paseo juntos. No deberías estar solo
en este momento”.
Fury dudó, miró hacia la puerta, pero sabía que ella no regresaría. El asintió.
“Gracias.”
****
169
Ellie maldijo con saña mientras miraba el trabajo de pintura en aerosol en su
auto, sabiendo que uno de los manifestantes debió haberla seguido hasta el
motel. Había verificado si alguien la seguía, pero no le había parecido que nadie
lo hiciera después de haber dejado Homeland, cuatro horas antes. Esos idiotas
son astutos, maldita sea. Y esos idiotas estaban obsesionados, sabían en qué
motel se había registrado y habían dañado su automóvil debido a su asociación
con la ONE. Realmente odiaba a los idiotas intolerantes. Ellie se dirigió a su
170
“¿Cuál diablos es tu problema?” Ellie se aferró a la barandilla con ambas manos
mientras el pánico se apoderaba de ella con tanta fuerza como las crueles manos
en sus caderas. “¡Déjame ir!”
“Maldita sea”, gritó un hombre desde la habitación de al lado. “¡La gente está
viendo!” Sonaba presa del pánico. “A correr.”
El brazo que rodeaba a Ellie de repente soltó su cintura. Los tres salieron
disparados en sentido contrario. Jadeó, dolida por la lucha, y se dejó caer contra
la barandilla. El gran idiota loco que la había asaltado había sido fuerte. Giró
la cabeza y observó cómo los tres hombres llegaban al corredor más alejado, casi
se caían por las escaleras en su prisa y huían del estacionamiento para
desaparecer alrededor del edificio. Casi se derrumbó en la pasarela, pero logró
bloquear las rodillas para mantenerse erguida, todo su cuerpo estaba
temblando. Se abrió una puerta y ella se giró hacia el ruido, esperando otra
amenaza. Una mujer que sostenía a un bebé estaba allí de pie, pálida.
“¿Eran asaltantes?”
“Hola”, dijo Ellie después de que finalmente la transfirieran a una mujer que
decía ser la secretaria de Justice. “Creo que hablamos antes. Soy Ellie Brower.
Dejé la información de mi motel en caso de que el Sr. North quisiera
contactarme, pero me temo que esa información ya no sirve. Tengo que cambiar
de motel. Supongo que te llamaré mañana por la mañana con la nueva
información. Tienes mi número de celular para que puedas localizarme todavía,
¿verdad?”
La mujer al otro lado de la línea se quedó en silencio por un momento. “¿Por qué
cambiarías de motel?”
172
rápidamente para conseguir una escolta segura fuera de aquí cuando me vaya.
Te hablaré mañana.” Ellie colgó.
****
Fury paseaba por su oficina. Ellie nunca volvería, nunca la volvería a ver, y
necesitaba controlar esa parte dolorosa de la realidad. Un golpe sonó en su
“Pasa.”
Brass, su amigo, y el hombre que había puesto a cargo de programar clases para
que los Nuevas Especies aprendiera diferentes habilidades, entró. Cerró la
puerta detrás de él y se apoyó contra la madera. “Tenemos un problema.”
“El coqueteo típico, pero nuestros hombres pueden comenzar peleas por eso.
Ninguna de las mujeres se siente amenazada ni ha presentado denuncia. Deseo
evitar conflictos entre los humanos y nosotros. Si nuestros machos comienzan a
reventar las cabezas de los humanos que guiñan el ojo a nuestras mujeres,
puede causar mucha tensión”.
Hablaré con ellos. Convoca una reunión.” Echó un vistazo a su reloj. “¿Digamos
en dos horas?”
“Suena bien.” Brass esbozó una sonrisa. “Te das cuenta de que te has convertido
en una figura paterna para todos. Das consejos y lanzas duras amenazas cuando
173
nos portamos mal. Justice es nuestra figura materna: es el protector, el que nos
da el nutrimento y nos anida para hacer de Homeland un hogar”.
Un ladrido de risas llenó la habitación. “Lo rechazo si esa es una oferta. No eres
mi tipo”.
Brass se apartó de la pared y dio unos pasos más cerca, su sonrisa se desvaneció.
Sus ojos se entrecerraron mientras estudiaba a Fury.
Todo el humor huyó. Fury asintió. “El director la despidió y Justice me pidió que
no me involucrara. Quería sobrepasar la autoridad del director, devolverle el
trabajo y mantenerla aquí. Pero vi el peligro en el que la ponía al asociarse con
nosotros después del ataque que sufrimos. Justice me hizo comprender que
tendría una vida mejor sin mí”.
“Si hubieras tirado del rango de ese idiota pomposo, se habría dado cuenta de
que somos conscientes del poder que tenemos”.
“Eso es lo que dijo Justice. Me sentí en conflicto, Brass. No quería que se fuera,
pero también tengo responsabilidades con nuestra gente. Estoy partido por la
mitad. La única forma de que se quedara era enfrentarse al director. Esa acción
habría socavado nuestro plan para nuestra comunidad”.
174
“Y ella es humana”. Brass frunció el ceño. “Ella también trabajó para Mercile.
Sé por qué lo hizo, todos han sido informados de que trabajó allí de manera
encubierta para reunir pruebas, pero también escuché que tenías un problema
personal con ella. Estuve en esa sala de conferencias, Fury. Temí que la mataras
frente a una habitación llena de humanos”.
Fury se sentó con fuerza en el borde de su escritorio, cruzó los brazos sobre el
pecho y suspiró ruidosamente. “Algo pasó entre nosotros y me sentí traicionado
“Sin mierda. Nunca te había visto tan salvaje. ¿Qué te hizo ella?”
“Nunca he reaccionado con nadie tan fuerte como lo hago con ella, estoy…”
Buscó una manera de expresar sus emociones. “Estoy obsesionado con ella. Ella
sonríe y me derrito. Yo quiero escuchar su voz y estar cerca de ella”.
“La quiero de vuelta. No podía estar con ella, pero conducía por los dormitorios
todas las noches y al menos podía verla interactuar con nuestras mujeres desde
la distancia. Ahora ni siquiera tengo eso y me duele mucho”.
“No lo sé”, admitió. “Solo la quiero de vuelta. La quiero cerca de mí”. El pauso.
“La necesito cerca incluso si realmente no puedo estar con ella. Todo lo que
puedo pensar es en lo que está haciendo en este momento, adónde irá, y…” Su
175
voz se profundizó hasta convertirse en un gruñido. “Si los machos humanos
intentan tocar lo que es mío”.
176
Capítulo Nueve
Ellie terminó de empacar su bolso después de que el empleado del motel abrió
la puerta para permitirle recuperar sus cosas. Estaba agradecida de no haber
desempacado todavía. Estudió al policía en su puerta, observando cada uno de
Hizo una mueca ante las palabras en su coche. La policía había hecho un
informe de los daños, había tomado fotos y le había dado una tarjeta con el
número de informe policial. El policía abrió su baúl mientras ella levantaba su
maleta. Ella lo cerró y forzó una sonrisa cuando él le devolvió las llaves.
Miró al coche y luego a ella. “Ve a buscar un coche de alquiler y deja este dentro
del estacionamiento de la empresa de alquiler. Este es un pueblo pequeño. Si
estos imbéciles están listos para acosarte, todo lo que tienen que hacer es
conducir hasta los moteles y hoteles en busca de esto. Sería bastante fácil de
encontrar hasta que tu compañía de seguros lo haya pintado de nuevo”.
177
Genial, pensó Ellie. Sus finanzas iban a estar ajustadas hasta que encontrara
otro trabajo. Casi podía ver el dinero quemándose mentalmente, pero él hizo un
punto válido. “Gracias. Creo que es un gran plan y lo haré”.
“No puedo esperar a que estos imbéciles abandonen esta área. Desde que
aparecieron los manifestantes ha sido así. Los lugareños estaban contentos de
aceptar Homeland, en su mayor parte, y damos la bienvenida a esa pobre gente
a nuestra comunidad. Era mejor que tener una base militar como vecinos. Viví
“Gracias.”
La puerta del conductor se abrió y Ellie miró con cautela al hombre que rodeaba
la parte delantera de la camioneta. Llevaba un traje de negocios y gafas oscuras.
6Las siglas SUV son un acrónimo que hace referencia a Sport Utility Vehicle. (Vehículo Utilitario
Deportivo) y es usado en los automóviles, tipo carronetas, que combinan elementos propios de
un todoterreno y de un turismo convencional, pero que por sus cualidades está más orientado
al asfalto.
178
Se detuvo, su cabeza se volvió hacia el policía, y luego pareció estar mirando a
Ellie por la forma en que bajó la cara en su dirección. Tenía las manos abiertas
a los costados y separó los dedos, apartando las manos de su cuerpo para
mostrarle al policía que no estaba armado.
“¿Señorita Brower? Soy Dean Hoskins. El Sr. Fury me envió. Usted llamó a la
oficina del Sr. North y él se dio cuenta de que estaba usted teniendo algún tipo
de situación”.
Dean Hoskins dejó caer las manos en cuanto el policía soltó la culata de su arma.
Levantó la mano, se quitó las gafas de sol y reveló que tenía ojos verdes en una
cara agradable.
“El Señor Fury me pidió que le recogiera a usted y a sus cosas. Me han pedido
que le dé un mensaje. No estoy seguro de lo que significa, pero el Sr. Fury me
aseguró que lo entendería. Me dijo que le dijera que después de salvarle la vida,
usted le debe esta vez. Pide que me siga de vuelta a Homeland para hablar con
él en persona. Habría venido él mismo, pero lamentablemente, debido a la
situación fuera de Homeland, no sería aconsejable que él saliera”.
No jodas, pensó Ellie. Fury quería hablar con ella. Se preguntó de qué quería
hablar. Era posible que se hubiera arrepentido de no haberse despedido
realmente de ella. Incluso podría querer decir que la había perdonado por lo que
le había hecho. Por supuesto, él podría solo querer saber qué había sucedido. No
quería hacerse ilusiones sobre él queriendo volver a verla. Pero se dio cuenta de
que nunca lo sabría a menos que hablara con él. Le molestaría por siempre el
estarse preguntando al respecto, si no iba.
Ella asintió hacia Hoskins. “Está bien”. No tenía dudas de que él había sido
enviado por Fury ya que solo Fury hablaría de quién le debía a quién.
Volvió a colocarse las gafas de sol en la cara. Ellie se volvió hacia el policía.
“Muchas gracias por todo. Iré al lugar de alquiler de autos tan pronto como
termine mi reunión con el Sr. Fury”.
179
Ellie se subió a su auto y esperó mientras Hoskins hacía girar el gran SUV
dentro del estacionamiento. Ellie salió en reversa del espacio para seguir el SUV
de regreso a Homeland. Odiaba las miradas que recibía de otros conductores y
temió cuando los manifestantes repitieron lo que habían pintado con aerosol en
su automóvil.
Ellie agarró su bolso mientras salía del auto. No estaba dispuesta a dejar su
billetera fuera de su vista después de haber sido expulsada de Homeland.
Necesitaba tener opciones si la echaban de nuevo sin coche. Dean Hoskins
estudió su vehículo con el ceño fruncido.
****
180
“No estoy discutiendo tu razonamiento. Creía que estaría más segura en su
mundo, pero admito libremente cuando me equivoco, y lo hice si ella ha tenido
problemas tan pronto. Me pregunto si vas a explotar cuando ella llegue. Pareces
listo para perder totalmente el control de nuevo”.
“Es bueno saberlo”. Justice se acercó más. “Si significa tanto, puedes
mantenerla aquí. Arreglaré las cosas de alguna manera con el director y si eso
no funciona, le ordenaré directamente que le permita quedarse. Dadas las
circunstancias, puede que el hecho de que yo pase por encima de su autoridad,
no le despierte demasiadas sospechas. Está muy paranoico acerca de cuánto
poder ejercemos y está intentando retener el control absoluto de Homeland.
Está siendo un idiota al tratarnos como si fuéramos niños, pero la conclusión es
que trabaja para nosotros. Estoy seguro de que hay viviendas disponibles en la
sección de visitantes humanos. Haré algunas llamadas”.
Los ojos de Fury se entrecerraron. “¿Y hacer que el director vaya a por ella a
nuestras espaldas otra vez? Me pusiste a cargo de la seguridad. No permitiré
que se pierda de mi vista”.
“Tengo dos dormitorios. Ella estará a salvo dentro de mi casa. Nadie sería tan
estúpido como para ir tras ella allí, y yo puedo custodiarla”.
“Es lo mismo.”
“Es una mala idea.” Justice se encogió de hombros. “Pero tú estás a cargo. Tengo
suficientes dolores de cabeza tratando de descubrir el lado comercial de
Homeland, cómo pagar todo y dónde encontrar más fondos para que los usemos
después de que comencemos a administrarlo nosotros mismos. Si bien el
181
presidente es generoso, estamos gastando mucho dinero con los costos de
construcción para todas las medidas preventivas adicionales que necesitamos
después del ataque. No olvides que tienes una reunión por la mañana con el
arquitecto. Quiero que repases los planes cuidadosamente y es tu decisión si lo
que han ideado evitará otra brecha en nuestras puertas delanteras”.
“Estaré allí.”
“Puedo separar mis responsabilidades para con nuestra gente de mis asuntos
personales”.
“Sé que puedes.” Justice lo liberó. “Buena suerte con tu humana”. Una sonrisa
partió sus labios. “No te envidio. Por supuesto, tienen que ser más fáciles que
tratar de manejar a nuestras mujeres”.
Fury gruñó suavemente. Trataría de escuchar lo que le pasó a Ellie sin dejar
que su ira se mostrara. Dean lo había llamado para decirle que ahora lo estaba
siguiendo a Homeland, pero se negó a contarle lo que había sucedido. Ellie no
había sufrido ningún daño si podía conducir y eso era todo lo que importaba.
Caminó desde la oficina hacia el estacionamiento donde ella llegaría. Había
querido estar allí esperando, pero Justice lo retrasó.
****
182
“¿Ellos qué?”
La voz profunda detrás de Ellie la sobresaltó. Giró y dejó caer su bolso. Fury
había acechado justo detrás de ella sin que ella lo supiera. Se había movido tan
sigilosamente que no había hecho un sonido para advertirla de su aproximación.
Se agarró el pecho mientras lo enfrentaba.
“¿Qué hice? Lo que pasó no fue mi culpa”. Parecía como si él quisiera arrancarle
la garganta de nuevo.
“No estás a salvo ahí fuera”, afirmó en un tono duro. “A partir de ahora te
quedas aquí. No discutas conmigo”.
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“Cuelga”, exigió Fury. “Ella se queda conmigo”.
Dio un paso más cerca. “Pareces saber cómo encontrar problemas, dulzura. O
tal vez solo sea que los problemas saben cómo encontrarte a ti. Tengo una
habitación de invitados y tú te quedas conmigo. De esa manera puedo vigilarte”.
“Vamos. Mi casa no está lejos, así que caminaremos hasta allí. Haré que alguien
saque tus cosas del vehículo y que arreglen lo que le hicieron”.
Acercó a Ellie a su lado, sin darle otra opción que acompañarlo. Ella notó la
expresión alarmada de Dean Hoskins. No quería causar una escena o que Fury
se metiera en ningún tipo de problema. Sabía que él la estaba protegiendo por
alguna razón y odiaba la idea de dejar Homeland más que vivir dentro de su
casa.
Ellie miró el atractivo, pero sombrío perfil de Fury mientras casi trotaba a su
lado mientras sus largas piernas devoraban el suelo. Todavía agarraba su bolso
en un puño. Ella le dio a su bolso una mirada preocupada y esperó que nada
dentro fuera aplastado por el agarre que tenía los nudillos de Fury blancos.
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Ellie no protestó mientras Fury seguía caminando hasta que llegaron a su casa.
La soltó en la puerta principal, metió la mano en su bolsillo trasero y usó su
tarjeta de acceso para abrirla. Su mirada oscura se fijó en ella.
“Adentro, ahora”.
“Para alguien que no está enojado conmigo”, dijo en voz baja, “estás haciendo
una gran impresión de eso ¿Podrías, por favor, al menos”, señaló a su propia
boca, “Esconder los colmillos?”
Él gruñó.
Ella retrocedió unos metros. “Bien. No lo hagas, es solo que cuando muestras
los colmillos y tienes esa mirada de enojo, tiendes a dar a la gente la impresión,
bueno, al menos a mí, de que estás enojado con ellos”. Ella tomó aire. “Y los
gruñidos…” Ella se encogió de hombros. “Es algo que implica que estás enojado”.
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“Bueno”, ella se relajó, secretamente emocionada de no haberlo molestado.
“Trabajé en Homeland y sabía que no me haría amiga de personas tontas
cuando acepté el trabajo. Si estuviera de acuerdo con esos imbéciles, no habría
estado aquí y saben que estoy a favor de los Nuevas Especies. Es solo un hecho
de la vida que son idiotas. Todo el mundo tiene grupos de odio”.
Se apartó de la puerta y dio un paso hacia Ellie. El pauso. “¿Has oído las últimas
protestas contra nosotros? Tienen miedo de que empecemos a querer salir con
humanas. ¿Qué piensas sobre eso?”
“¿No me escuchaste cuando dije que creo que ustedes son solo personas? Tienes
tanto derecho a salir o estar con quien quieras estar, tanto como yo”.
El asintió. “¿Estarías con uno de mis machos? Slade está muy enamorado de ti”.
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“Lo conociste esta mañana”.
Observó a Fury con la suficiente atención como para detectar su ira. Ella no
podía entender al hombre. “Seguro. Supongo. No veo por qué no. Realmente no
“Nuestras especies no son totalmente compatibles”. Fury dio otro paso más
cerca.
“¿Por qué me empujas contra la pared?” Ella miró por encima del hombro. Solo
tenía unos pocos centímetros más de espacio y luego no tenía a dónde ir. Giró la
cabeza y miró a Fury. “¿Podrías parar por favor? Estás empezando a
asustarme.”
“¿Me tendrías miedo si yo fuera Darren Artino o un hombre como él? ¿Humano?”
Ella frunció. “Si alguien estuviera enojado y viniera hacia mí, sí, tendría miedo.
¿Te detendrás?”
Ellie dio otro paso atrás y chocó contra la pared. Se había quedado sin espacio
para poner entre ellos. “¿Qué quieres que te diga? Ni siquiera sé qué decirte. Sé
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que estás formado en tu mayoría por ADN humano y no entiendo tu punto.
Ambos somos personas”.
Ellie lo miró con curiosidad. “¿Qué tipo de rasgos animales escondes?” Seguro
que no escondía los gruñidos, él los hacía a menudo o ¿tal vez sólo los hacía para
ella?
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Su mandíbula se apretó. “Recuerdo tener miedo y estar encerrado. Recuerdo la
oscuridad que me aterrorizaba y luego el dolor. Me ataban y me inyectaban con
todas esas malditas agujas. Recuerdo” siseó “que el dolor y el terror fueron mis
únicos compañeros de infancia”.
Las lágrimas llenaron los ojos de Ellie. Levantó la mano sin pensar y puso su
palma abierta sobre su brazo. “Lo siento mucho.” Ella quería consolarlo.
“Lo siento mucho, Fury”. Ella arrastró su mano un poco más arriba y luego más
abajo, frotándolo. “Estuvieron tan equivocados al hacerte eso”.
“Yo se eso. Es poco consuelo que me digan que parte de la investigación que
hicieron creó medicamentos para ayudar a los humanos enfermos cuando me
persigue toda una vida de recuerdos dolorosos. Ahora hay grupos de personas,
miles de ellos, que me desean la muerte solo porque alguien me arrojó al infierno
cuando era niño y me obligó a soportar esa pesadilla. Sufrimos por el beneficio
de los humanos y para que Mercile ganara dinero”. Se aclaró la garganta. “Estoy
cansado de sentirme siempre fuera de la vida mirando hacia adentro, de ser
diferente”, dijo con voz áspera. “Sabía que algo me hacía único desde que tengo
memoria. Los miraba, sentía mis dientes y mi cara, notaba las diferencias de mi
cuerpo y luego comencé a prestar atención a lo que decían. Con el tiempo pude
aprender lo suficiente para averiguar qué nos habían hecho y por qué. Me sentí
tan solo y solo vi humanos hasta que…” Cerró la boca con fuerza.
“No te culpo por odiar a todos en Mercile. ¿No ayuda en absoluto escuchar que
algo bueno salió de eso?”
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“No”, gruñó suavemente. “Tal vez. No lo sé. Odio lo que nos hicieron”.
“Yo también. ¿Qué ibas a decir sobre que solo viste humanos hasta? Dejaste de
hablar.”
Ellie se mordió el labio y su mano se detuvo. “Escuché algo sobre eso de las
mujeres”, admitió. “No es justo lo que te hicieron. Estaban equivocados y
simplemente eran unos malvados al hacer eso, Fury. A las personas así las
llamo imbéciles totales sin una pizca de inteligencia o compasión”.
Fury buscó sus ojos, mirándolos profundamente. “¿Me tienes miedo, Ellie?”
Ella vaciló. “Lo tengo cuando estás enojado, aunque para ser honesta, me
asustarías tanto si tienes ADN animal o no. Eres un hombre grande”.
Ella no había esperado que él dijera eso. Sopló el aire que había jadeado. Su
corazón se aceleró y luego se obligó a calmarse. Fury la observó en silencio.
“Te creo.”
“No creo que te hubiera lastimado si no fuera por lo que me hicieron. No tendría
dientes afilados”.
Ellie no sabía qué decir. Ella solo tragó el nudo que se formó dentro de su
garganta. La atracción que sentía por Fury era fuerte, admitió que siempre la
había tenido, desde el día en que lo vio. Había pensado en lo que él le había
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hecho en su cama muchas noches, su mente llena de recuerdos eróticos mientras
soñaba. Había sido fantástico hasta la última parte, cuando de repente se retiró
de ella y llegó Justice.
“Solo agradezco a tu Dios que no hice las cosas que quería hacerte”.
Ellie se calentó de repente. “Qué…?” Ella tuvo que tragar. Su voz se había roto.
“¿Qué querías hacerme?” La pregunta salió como un susurro.
Ellie lo miró fijamente. Abrió la boca para preguntarle qué quería decir con eso.
Fury de repente se apartó de la pared y le dio la espalda. Se alejó hasta que los
separó unos buenos dos metros y medio.
“Tu habitación será la primera puerta a la derecha al final del pasillo. Siéntete
como en casa. Pasaré corriendo por la oficina de seguridad y haré un pase
temporal para ti, pero por ahora debes quedarte adentro. Me aseguraré de que
las cosas de tu auto estén en camino. Hay mucha comida para comer en la cocina
si tienes hambre”. Salió de la casa y cerró la puerta.
Ellie se apoyó contra la pared durante mucho tiempo mirando la puerta por la
que Fury había desaparecido. ¿Qué es lo que me quería hacer esa noche?
Cerró los ojos, abrazando su cuerpo.
****
Eso había sido lo primero que había ordenado cambiar. Los humanos habían
estropeado ese diseño al no instalar muros forzados para cerrar de golpe en el
primer piso y en los pisos superiores. El panel de control principal también
debería haberse instalado donde ella también habría estado protegida.
Sus ojos lo perseguían, tan azules y bonitos que podía mirarlos todo el día y
nunca cansarse de verlos. Le dolían los dedos por tocar su suave y pálida piel y
recorrer sus suaves cabellos rubios. Su voz sonaba tan dulce como la miel pura
para él, suave y ligeramente ronca. Si hubiera sabido que podía controlar su
deseo de tocarla, se habría quedado y la habría interrogado para obtener más
información personal. Necesitaba saber todo sobre ella, pero la necesidad de
estar más cerca de ella se había vuelto demasiado fuerte.
Ahora que ella había regresado y viviría bajo su techo, no estaba dispuesto a
dejarla ir. Podía quedarse con ella y cuidar a su gente al mismo tiempo. No
decepcionaría a Justice por no hacer su trabajo, pero Ellie estaría allí cuando
regresara a casa. Una pequeña sonrisa curvó sus labios.
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Capítulo Diez
Ellie le sonrió a Breeze. “Estoy tan contenta de que hayas venido a visitarme.
Realmente las extraño a todas. Quería visitar el dormitorio, pero Fury me dijo
que no era una buena idea”. Miró alrededor de la sala de estar. “Estoy un poco
Breeze le devolvió la sonrisa. “Piensa en el momento tan difícil que pasé para
convencerle de que me permitiera verte. Quería traer a más mujeres conmigo,
pero él se negó a dar el permiso para que viniera alguien más”. Estudió a Ellie
y ladeó la cabeza. “Realmente debe estar preocupado por tu seguridad”.
Ellie se encogió de hombros. “¿Por qué? Esos idiotas locos afuera de la puerta
con carteles no pueden lastimarme mientras estoy a salvo dentro de Homeland”.
Una mirada extraña pasó por el rostro de Breeze, pero Ellie la captó. Se recostó
en el sofá y cruzó los brazos sobre el pecho. “¿De qué me estoy perdiendo?”
“Sé que no es cierto. No puedo oler Fury en ti, aparte del olor débil y persistente
que viene de vivir dentro de la misma casa con alguien. Es solo que desde que
te trajo a su casa, algunos han asumido que tú y Fury se están reproduciendo”.
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“Pero no lo estamos, quiero decir, hablamos, pero luego se la ha pasado
evitándome si yo fuera la peste”.
“Oh.” Breeze sonrió. “Todavía estamos aprendiendo algo del inglés al que no
estuvimos expuestos dentro de las instalaciones de prueba. Todavía no había
¡Oh mierda! Los hombros de Ellie se hundieron. “No es de extrañar que se haya
negado a dejarme salir de la casa cuando mencioné dejar Homeland para ir a
buscar trabajo. Quiero decir, ¿cuánto tiempo puedo vivir en la habitación de
invitados del chico y vivir de gorra?
Ellie sonrió. “Es un término que aplicas cuando vives con alguien y tomas o
consumes libremente cosas por las que la persona tiene que trabajar. No es algo
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bueno. Es algo difícil de explicar. Supongo que podría describirlo como que soy
una carga para él”.
Ellie luchó con sus pensamientos. Algunas palabras eran difíciles de explicar.
“Sí, la tenía, pero por lo general no vives con alguien a menos que seas su pareja.
Entonces es aceptable si compartes la comida y un hogar. Si no es así, se supone
“Creo entender.” Breeze sonrió. “Pero tú no eres una gorrona. Él no sabe lo que
es una, por lo tanto, no puedes ser lo que él no sabe que existe.”
“Deberías hacerlo con él, así te sentirás mejor. Le darás algo a cambio para
evitar ser una gorrona”.
Ellie se alegró de no haber tomado un sorbo del refresco que tenía en la mano o
se habría ahogado. Miró boquiabierta a Breeze. “Uh, no deberías hacerlo con
alguien a menos que estés en una relación y te preocupes por ellos de una
manera especial. Si lo haces con alguien por comida, dinero o un techo sobre tu
cabeza, eso se llama prostitución. Eso es malo.”
“Todavía deberías hacerlo con él. Le gustas y creo que a ti te gusta. Es muy
varonil y sexualmente atractivo. Todos pensamos que deberíamos hacerlo entre
nosotros si nos atraemos mutuamente. Tuvimos reuniones al respecto”.
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“Por supuesto. Antes no teníamos opciones. Teníamos que hacerlo con
quienquiera que nos obligaran a estar. Realizamos todo tipo de reuniones donde
discutimos cosas. Hacerlo era uno de esos temas. Podemos hacerlo con
cualquiera con quien deseemos hacerlo si quieren hacerlo de vuelta”.
Ellie se pasó la mano por la boca, tratando de ocultar su sonrisa. “Eso también
es aceptable”.
“¿Fury y yo fuimos el tema de una reunión?” Sorprendida, Ellie supo que había
alzado la voz. Un rubor calentó sus mejillas. ¿La ONE discutió que Fury y yo
tuviéramos sexo? ¡Querido Dios!
Ellie trató de no reírse. Tuvo que componer sus rasgos para ocultar su diversión.
“¿Vieron programas porno? ¿Es eso lo que estás diciendo? Los videos porno
muestran a mi gente teniendo sexo juntos”.
“Uh…” Ellie miró a Breeze. “Esos videos son como…” Estaba perdida. “Bueno,
en realidad no, bueno, en realidad no son...” Ella suspiró. “No tengo sexo de esa
manera”.
¿Dónde empiezo? Esto puede ser vergonzoso, pero estoy aquí para
ayudar a estas mujeres. Ellie se quitó los zapatos para sentarse con las
196
piernas cruzadas en el sofá. “La forma en que hablan para empezar. Nunca
hablo de esa manera y si un hombre me hablara como lo hacen en esas películas,
probablemente me molestaría mucho”.
“¿Llamar a las mujeres con malas palabras que son ofensivas y exigirles que
realicen actos sexuales a pesar de que no parecen tan placenteros para las
mujeres?”
“Sí, bueno, si un tipo le dijera algunas líneas en esas películas a una mujer en
la vida real, bueno, terminaría siendo abofeteado o algo peor”.
Ellie se encogió de hombros. “No sé lo que has visto. Para empezar, la mayoría
de las personas no tienen relaciones sexuales con múltiples parejas. Somos
monógamos en general”.
“¿Entonces no tengo que invitar a una amiga a nuestra cama si quiero hacerlo
con un hombre completamente humano o dormir con dos de ellos a la vez? Había
decidido nunca tocar a un humano por eso. No nos compartimos bien y me
imagino que un hombre capaz debería poder complacer a una mujer sin
necesitar la ayuda de un amigo”.
“¡No!” Ellie cerró la boca, que se había abierto. “Dejen de mirar esos videos. Vean
historias de amor. Las películas porno son... bueno, simplemente...” Maldijo en
voz baja. “Diles que dejen de mirarlas y que olviden lo que han visto, por favor.
Esos son actores y actrices a los que se les paga para tener sexo en una película.
Se les da un guión que alguien escribió. ¿Lo entiendes? Están hechos para ser
un entretenimiento, pero no una guía práctica sobre sexo, a menos que quieras
ver cómo se hace algo sin hacerlo realmente”.
“Bueno.”
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“¿Cuál es tu versión del sexo? Quizás podamos empezar por ahí. Podría ser que
acostumbremos lo mismo”.
“Luchamos por el dominio y quien sea más fuerte decide la posición en la que
tenemos sexo. El macho generalmente gana a menos que esté cansado o débil
por una lesión”.
Ellie se encogió de hombros. “Bueno eso puede estar bien, pero por lo general no
disfrutamos del dolor durante el sexo. ¿saben eso verdad?”
“Me saltaría esa parte. Estoy segura de que a algunas personas les gustaría,
pero no es algo que quieras asumir que en general es aceptable”.
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“¿Combinar? Explícate.”
Ellie vaciló. “Bueno, digamos que estoy en la parte superior a horcajadas sobre
un hombre y luego, después de un tiempo, podría voltearme para estar él encima
de mí. Combinando posiciones ¿Está lo suficientemente claro?”
Breeze asintió. “Sí entiendo, nosotros no hacemos eso. Nos ponemos en una
posición y nos quedamos con ella hasta el final”. Ella vaciló. “¿Por qué estarías
Ellie sabía que sus ojos se agrandaron. “Es…” Maldita sea. Estoy tan
contenta de no haber tenido hijos si este es el tipo de discusión que
tendría que enfrentar. Se quedó sin palabras una vez más, pero Breeze
esperaba una respuesta. “Para nosotros, no se trata de dominación, se trata de
darnos placer ¿Alguna vez has estado arriba durante el sexo?”
“Oh vaya, los humanos no piensan de esa manera. Un hombre estaría encantado
de que una mujer le hiciera eso”.
Ella no tenía nada que decir sobre eso. Ellie solo asintió. “Yo no se lo pediría a
él”, finalmente soltó.
“Bien. Se sentiría muy insultado. Nuestros machos preferirían morir antes que
ser sumisos. Es por eso que, dentro de las instalaciones de prueba, recibí una
paliza antes de hacer lo que querían cuando ataron a uno de los nuestros”.
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Una imagen de Fury retenido contra el suelo mientras Jacob lo lastimaba brilló
en la memoria de Ellie. Nunca olvidaría haber tenido esa vista o el horror que
experimentó al saber en qué tipo de pesadilla infernal se había metido. Dios,
pensó, abrazándose el pecho con fuerza con ambos brazos.
Una imagen de eso pasó por la mente de Ellie. Fury desnudo, enjaulándola bajo
su cuerpo grande y sexy, y tal vez su brazo envuelto alrededor de su cintura
mientras entraba en su cuerpo por detrás. Montaje. Guau. Ella se mordió el
labio. “¿Y si una mujer no quiere ser montada?”
“Nuestros hombres no nos tocan a menos que estemos dispuestas a hacerlo con
ellos”.
“Quiero decir, ¿qué sucede si quieres tener sexo pero no en esa posición?”
Ellie no preguntó. Ella solo asintió. “Bueno, eso aclara algunas cosas, ¿no?”
Breeze se rió. “Sí, entiendo, tu cara esta rosa, eso significa que eres tímida
acerca del sexo”. Breeze se puso de pie. “Tengo que irme. La nueva madre del
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dormitorio”, escupió esa palabra como si fuera una maldición, “ha exigido que
estemos dentro para tomar asistencia cuatro veces al día. Ella es una perra”.
“Lo lamento.”
“Si ella no hace algo para caernos bien pronto, lo cual desde ahorita puedo
decirte que no lo hará, nos ocuparemos de que se vaya. Tenemos una reunión
planeada en unos días para hablar sobre ella”. Breeze sonrió. “Tenemos la
Ellie acompañó a Breeze hasta la puerta principal y abrazó a la mujer más alta.
Breeze se rió mientras se iba. Ellie suspiró ruidosamente cuando se quedó sola.
Se estaban difundiendo rumores de que una pareja se estaban acostando juntos.
Maldición. Si revelaran el nombre de Ellie a la prensa, nunca podría salir de
Homeland sin temor a que algún imbécil la acosara o, peor aún, la convirtiera
en blanco de violencia.
Se dirigió a la cocina después de una rápida mirada a su reloj. Había notado que
Fury solía volver a casa para cambiarse el uniforme alrededor de las seis de la
tarde. Solía ponerse ropa cómoda, hacerle preguntas sobre su día y luego
desaparecer por la puerta lo más rápido posible.
****
El olor a comida hizo que el estómago de Fury rugiera cuando entró por la
puerta principal. Se había perdido el almuerzo debido a que sus reuniones,
habían durado demasiado. Ellie sabía cocinar, obviamente, y él siguió el
tentador olor hasta el pequeño comedor para encontrar una buena cena para
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dos en la mesa. Se dio la vuelta y se congeló frente al arco cuando ella salió de
la cocina.
Quería gemir al ver la sonrisa de ella dirigida hacia él. Parecía genuinamente
feliz de verlo. Su hambre de comida se transformó instantáneamente en un
deseo de tocarla. Su aroma lo tentó aún más que el olor a la comida, llamó a su
lado animal, y el impulso de tomarla entre sus brazos casi lo venció, debilitando
su voluntad de resistir. La lujuria rugía viva dentro de todo su cuerpo.
Si alguna vez conociera a Jeff, vencería al estúpido humano. Ellie había evitado
su mirada cuando él le había hecho preguntas sobre su matrimonio. La idea de
que otro hombre la tocara casi lo enfureció, pero mantuvo la calma. La
conversación permaneció dentro de sus pensamientos…
~~~~~~~~~~
“¿Aventuras?” Fury había fruncido el ceño, sin entender. “¿Él fue a tener
aventuras? ¿De qué tipo?”
202
Una sonrisa se había extendido por sus hermosos y tentadores labios y se había
vuelto para mirarlo en el sofá. “La aventura a la que fue, era pasar tiempo con
otras mujeres”. Su sonrisa se desvaneció y la ira brilló, cambiando sus ojos a un
azul más oscuro. “Me dijo que era mi culpa cuando me enteré de que me engañaba
con otras mujeres”. Su barbilla se elevó, mostrándole la vena obstinada que
admiraba. “Qué mierda. Puede que tuviera sobrepeso, pero él tampoco era
delgado”.
Ella se acercó para colocar su mano sobre la de él, recompensándolo con una
sonrisa. “Gracias. Perdí peso.”
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Él se había reído. “¿Todavía no has aprendido que no digo cosas solo para calmar
a alguien?”
Su hermosa Ellie se había reído con él. “Eso es muy cierto. Eres franco. Todas
las Nuevas Especies lo son”.
“¿Me llamarás primero si él aparece aquí? Quiero ver si lo golpeas”. Ellie le soltó,
entonces se puso de pie y le dedicó una cálida sonrisa. “Buenas noches, Fury.
Dulces sueños.”
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Atrajo sus pensamientos al presente cuando ella colocó más comida en la mesa.
Sus dedos ansiaban tocarla. Inhaló cuando ella se acercó más a él y tuvo que
obligar a su cuerpo a no moverse en absoluto o cerraría la distancia y haría
exactamente eso.
Solo dame una pista de que estás lista, rogó en silencio. Había hablado con
algunos de los guardias de seguridad humanos de los que se había hecho amigo.
Le dijeron que algunas mujeres necesitaban que fuera el hombre quién diera el
primer paso y que algunas mujeres disfrutaban de un hombre fuerte que se
hiciera cargo, y si Ellie fuera de ese tipo, Fury sería ese hombre para ella.
Miró ambos platos llenos y pensó, que el hecho de que ella preparara una comida
para los dos, podría ser su sutil forma de insinuarle que estaba lista para
profundizar su relación.
Por supuesto que él también pensó, dado que le había dado permiso a Breeze
para visitar a Ellie, que quizás ese segundo plato de comida no estaba destinado
para él, así que intentó no hacerse ilusiones. Pero, si ella planeaba compartir la
cena con él, Fury lo tomaría como una señal.
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Si pudiera llevar a Ellie a su cama, podría seducirla para que se quedara allí.
Las hembras de las Nuevas Especies eran hembras con voluntad fuerte y tenían
preferencia por mantener a los machos a distancia, excepto durante las
relaciones sexuales. Necesitaba encontrar una manera de suavizar las defensas
de Ellie y presionar por más, algo más profundo que solo sexo. Él le mostraría
que todo podría ser genial entre ellos y que también podrían tener esa
genialidad fuera de la cama.
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Capítulo Once
Fury estudió la mesa. “¿Es eso para mí?”
Ellie sonrió. “Sí. Juro que soy una buena cocinera. Es seguro para comer”.
“No hay una, solo quería hacer algo bueno para ti, me encanta cocinar y
recibimos una remesa de comestibles ayer. Cociné anoche pero no apareciste
hasta tarde. Esta noche llegaste a tiempo”.
“Sí.”
“¿Por qué?”
“Quería hacer algo especial para ti. Me has traído a tu casa y tú...”
207
Alcanzó su cinturón mientras se quitaba las botas. “No te haré daño esta vez.
Lo tengo resuelto”.
Fury abrió la parte delantera de sus pantalones y arrojó el cinturón que arrancó
de los bucles detrás de él. El sonido de eso golpeando la alfombra desvió su
atención de sus abdominales apretados y sus sexys calzoncillos bóxer negros que
se asomaban por la uve de los pantalones que abrazaban las delgadas caderas.
Su mirada se elevó hacia la de él, lo vio inclinarse más cerca para empujar sus
Ellie volvió a jadear cuando él se inclinó sobre ella, sus manos agarraron ambos
lados de su camisa y la tela se desgarró. El aire se encontró con su piel. La
sorpresa la mantuvo inmóvil mientras lo miraba a los ojos. Él le gruñó
suavemente, su mirada oscura absorbiendo la vista que había descubierto: su
estómago y su sostén.
“¿Fury?”
Le empujó la camisa para dejársela más abierta y sus manos la soltaron para
agarrar su falda. No se molestó en resbalarla por su cuerpo. En lugar de eso,
agarró la cintura de la prenda, sus bíceps se tensaron y el material se desgarró.
Lo rasgó por el centro para extender la prenda completamente abierta. Ellie no
podía moverse, ni siquiera respirar, hasta que jadeó cuando sus dedos se
deslizaron por la parte delantera de sus bragas. El dorso de su mano estaba
caliente en la parte baja de su estómago. Un buen tirón y arrojó el material
sedoso destruido sobre su hombro.
“¡Fury!” Ella se volteó sobre la cama y gateó trató de alejarse de él. Casi la había
desnudado. Solo le quedaba su sostén. “Qué. . .”
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“No te haré daño esta vez. Estaré más pendiente de mis dientes”.
“Basta”, jadeó Ellie. Su corazón latía con fuerza, pero no tenía miedo, solo estaba
sorprendida y confundida. Respiraba como si acabara de correr una milla.
Su mirada oscura se cruzó con la de ella. “Disfrutaste esta parte”. Sus palmas,
que se sentían ásperas, mientras acariciaban la parte interna de sus muslos,
haciéndola separarlos más, luego él se lamió los labios carnosos. “Te di placer
Ella tragó con dificultad. Su mirada bajó a sus manos que sostenían sus muslos
firmemente separados. Ellie recordó y se estremeció. Sí, una vez que superó el
impacto de lo que él le estaba haciendo, a ella realmente le había encantado la
primera parte de lo que hicieron la última vez. La tentación de animarlo se
apoderó de ella, pero trató de ser razonable.
Su mirada se alzó bruscamente para enfocarse sobre la de ella. “¿Por qué no?
Deseo tu sabor y me encantan los sonidos que haces mientras mi lengua juega
con tu pequeño capullo y se hincha de placer”.
Ella lo miró a los ojos. Sí. Ellie, se preguntó a sí misma, ¿por qué no? Su vientre
se estremeció. No quería pensar en cómo su cuerpo respondía a lo que él quería
hacerle, pero supuso que no tendría que persuadirla con la boca para mojarla.
Sólo mirarlo le hacía eso. Ella abrió la boca.
Se mordió el labio con fuerza. Fury la excitaba. Ella no podía mentir sobre eso.
Incluso tenerlo tan cerca de repetir lo que le había hecho la última vez, hizo que
se le encogiera el estómago y un dolor comenzó justo encima de donde las manos
de él jugaban en la parte interna de sus muslos. Sus pezones se arrugaron.
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Le encantaba cuando usaba palabras cariñosas con ese tono suave y gruñón
suyo. “Esperas que te desee” lo corrigió ella.
Él gruñó. “Sí. He vivido con ese aroma burlándose de mí. Solo he estado
esperando que dejes de ocultarlo y me des alguna señal de que estabas lista para
estar conmigo”.
“Pero…”
“No tendré una aventura contigo. No soy el estúpido hombre que una vez
elegiste mal y al que le permitiste el honor de estar contigo”.
Ellie sonrió, divertida a pesar del tenso momento. “Elegir mal es un eufemismo”.
Sus manos soltaron sus muslos para agarrar sus caderas. Volvió a gruñir,
suavemente, mientras tiraba de su culo por la cama hasta el borde. Ellie jadeó
cuando él dejó que sus manos se deslizaran desde sus caderas hasta sus muslos.
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Los empujó más separados. Bajó la cabeza y en el siguiente latido la lamió. Su
lengua caliente y húmeda se acercó directamente a su clítoris.
Él gruñó de nuevo cuando su boca se presionó con más fuerza contra su coño.
Lamió el capullo sensible rápidamente casi con frenesí. El placer se disparó
directamente a su cerebro y la hizo abrir más los muslos para darle un mejor
“Dios mío”, jadeó. “Eres como un vibrador con lengua cuando haces eso”.
Él se rió entre dientes contra ella y luego gruñó más fuerte pegado a ella,
extrayendo las vibraciones que creaba mientras su lengua aplicaba presión y se
deslizaba a lo largo de su sensible manojo de nervios. Jugueteó con ella sin
piedad. Ella gimió y sacudió la cabeza.
A Ellie le preocupaba que la matara con puro placer. Ella no podía soportar las
intensas sensaciones que él creaba. Eran demasiado fuertes para resistirlas. El
hombre sabía cómo presionar su ‘interruptor de encendido’ con tanta fuerza, que
no pensó que nada pudiera apagarla. Sabía que sus dedos rasgaron la colcha de
él y que sus uñas se clavaron en la tela. Necesitó todo lo que tenía para no
aferrarse a él, demasiado asustada de arañarle la piel.
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Ella se quedó allí, jadeando, mientras trataba de ordenar sus pensamientos,
pero no podía. La había hecho sentir como si le hubiera volado la cabeza. La
cama se movió. Sus ojos se abrieron para ver a Fury trepar al borde de la cama
para agacharse sobre sus manos y rodillas. Cuando estuvieron cara a cara, se
detuvo para flotar sobre ella. Sus miradas se encontraron.
“No perderé el control esta vez y me aseguraré de no sacarte sangre con mis
besos. Sube más”.
Los recuerdos fueron instantáneos de la última vez que lo había visto desnudo.
No era monstruosamente grande pero definitivamente impresionante y le había
dado mucho placer con su tamaño. Su mirada se elevó hacia la de él mientras
tragaba. Sus manos bajaron sus calzoncillos por sus muslos mientras él
maniobró lo suficiente como para patearlos.
“Eres más grande que nadie...” Ella selló sus labios cuando vio su ira
instantánea.
“No quiero oír hablar de alguien más que te haya tocado”, gruñó.
Ella asintió. Honestamente podría decir que tampoco querría escuchar acerca
de ninguna mujer con la que Fury hubiera estado antes. Su intención había sido
darle un cumplido, pero él no era un tipo humano, no del todo, y ella necesitaba
recordar eso, ella se lamió los labios secos.
Fury gruñó suavemente y le dijo: “Date la vuelta para mí. Ponte sobre tus manos
y rodillas, tal como yo estoy.”
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Ella vaciló, pero rodó debajo de su cuerpo, sobre su estómago. Él la ayudó a tirar
los restos de su falda rota por debajo de ella y a quitarse el sostén. Ella no quería
nada entre ellos. Se agachó sobre ella. Una de sus manos se deslizó bajo sus
caderas para levantarlas. Bajó las manos para sujetar su peso superior. Tenía
una buena idea de que él quería montarla. Ese término encajaba. Recordó todo
lo que Breeze había compartido sobre los hombres de la Nueva Especie. Cuando
ella se colocó sobre sus manos y rodillas, su cuerpo presionado contra el de él,
notó su temperatura corporal caliente. Ella inhaló ese suave y maravilloso
Ella giró la cabeza para mirar sus increíbles ojos. La boca de él se movió junto
a la de ella, a solo un suspiro de distancia. El impulso de besarlo se hizo más
fuerte. Ella empujó su espalda contra su pecho. Dudó y luego se movió. Dejó que
ella se acercara poco a poco a él, moviéndose hacia atrás como ella lo hizo hasta
que él se sentó y ella se apoyó contra su pecho, casi sentándose en su regazo.
Fury colocó una de sus manos sobre el estómago de ella, luego su mano se abrió
de par en par y deslizó la palma por su estómago y luego más abajo, entre sus
muslos ligeramente separados. Sus dedos jugaron con su clítoris, frotándola, y
ella gimió. Su boca se abrió y los labios de Fury cubrieron los suyos. Su otra
mano ahuecó uno de sus pechos con firmeza. Sus lenguas se encontraron
suavemente y luego se entrelazaron.
Ellie gimió en su boca mientras las yemas de los masculinos dedos trazaban la
línea de su sexo, provocándola, cuando su dedo estuvo cerca de entrar en su
coño. Ella empujó más contra su cuerpo, inclinando sus caderas para instarlo a
hacer precisamente eso. Fury gruñó en su boca en respuesta. Sus dientes
caninos se deslizaron suavemente contra su lengua, pero Fury interrumpió el
beso. Respiró con más fuerza cuando sus miradas se encontraron.
213
“Voy a perder el control pronto”. Él levantó sus caderas contra las de ella. Se
había puesto tan duro que su erección se frotaba contra Ellie, donde sus dedos
estaban trazando la costura de sus labios.
Gruñó más profundo, casi con saña. “¿Estoy haciendo esto adecuado para ti, de
la manera que quieres?”
Ella asintió.
“Tú también lo eres” susurró ella. Para ella él era como la perfección.
Él gruñó dando un sonido aterrador y ella lo miró para ver su ceño fruncido.
“¿Qué?”
Su ceño se profundizó.
214
Se mordió el labio para evitar reírse de nuevo. “Breeze y yo hablamos. Mencionó
algo sobre el montaje”. Ella dejó caer sus manos para inclinarse frente a él y
giró la cabeza para darle una mirada sexy por encima del hombro. Abrió las
piernas, arqueó la espalda y empujó el trasero hacia arriba. “¿Esta es la posición
correcta?”
“Eso espero, eres bastante grande, ve despacio para darme tiempo de adaptarme
a ti”.
Alcanzó entre ellos. Ellie cerró los ojos para concentrarse en la maravillosa
sensación de la corona de su polla deslizándose, jugando a lo largo de sus
resbaladizos pliegues. Rozó su clítoris hinchado, le sacó un gemido y luego
presionó contra la entrada de su vagina. Estaba mojada y lista para él,
empapada de deseo. Gruñó profundamente. Su pecho contra su espalda retumbó
por el sonido cuando comenzó a presionar dentro.
“Relájate.”
Él se mordió el labio. “Dime que no te haga daño, dime que no pierda el control
y que no entre por la fuerza en ti con tanta fuerza y profundidad que te haga
gritar. Estás tan apretada que tengo miedo de destrozarte por ser demasiado
brusco. Quiero follarte duro y rápido”.
Él gruñó.
“¿Por favor?”
Ellie se echó hacia atrás y curvó los dedos alrededor de su polla. Él cerró los
ojos, gimió y su corpulencia se estremeció. La sorprendió que solo su toque
creara una reacción tan fuerte en su cuerpo. Ella se movió más cerca de él y
colocó sus caderas sobre su polla con sus piernas dobladas entre las de él, de
espaldas a él, casi sentada en su regazo. Sus miradas se encontraron cuando
sus ojos se abrieron de golpe. “¿Puedes mantenerte realmente quieto?”
Ellie bajó las caderas hasta que la cabeza de su polla volvió a presionar contra
su entrada. Ella se movió hasta que su polla se deslizó dentro de su coño con
216
menos resistencia, pero él todavía se sentía demasiado grande, el ajuste era
demasiado apretado. La sensación se volvió casi dolorosa pero también
placentera. Ella se levantó y se bajó. Siguió haciéndolo, cada vez que presionaba,
la polla de Fury la llenaba más. Ruidos suaves retumbaron de él cuando una
fina capa de sudor brotó sobre su piel por la forma en que luchaba por controlar
ese gran cuerpo suyo.
Mantuvo las manos en los muslos. Ellie gimió, se movió contra él un poco más
La sensación era asombrosamente buena con él enterrado allí, una parte de ella
ya amaba esa sensación de conexión que experimentaba. Cada centímetro de
acero de él dentro de su coño le acariciaba los nervios sensibles.
217
sentir su polla temblar profundamente dentro de su coño, pequeños temblores
que la provocaban.
Él también se rió entre dientes mientras obligaba a su cuerpo a bajar hasta que
se aplastó contra su estómago. Su pene permaneció dentro de ella, su pecho y
“Um, ¿Fury?”
Abrió los ojos y giró la cabeza lo suficiente para verlo. “¿Lo que acaba de
suceder?”
Ellie asintió con la cabeza. “El mejor, pero estaba hablando de la presión al final.
Se sentía como si…” No tenía palabras para describirlo.
218
“Sí. Estás tan apretada que casi me causa dolor. Podría haberme hinchado más
pero tu cuerpo no me lo permitió. También es por eso que no me retiré justo
después de venirme. Me encanta estar donde estoy, pero creo que te lastimaría
si tratara de dejar tu cuerpo. Dame un minuto o dos más antes de que trate de
salir de ti”.
Ella parpadeó hacia él. “¿Eres más ancho ahora de lo que eras al principio?”
“Para.”
Él la miró atentamente cuando usó sus brazos para empujar hacia atrás en un
intento de retirarse lentamente.
“¡Détente!”
Ella vaciló, pero sonrió. “Supongo que esto significa que, si hacemos esto de
nuevo, puedo convertirte en un abrazador”.
219
“¿Un qué?” Una mirada confusa transformó sus hermosos rasgos.
Ella rió. “Ya sabes, un abrazo. Tendrás que mantenerme abrazada y hablar
conmigo después del sexo”.
Miró sus hermosos ojos y luchó contra las ganas de llorar. Realmente él quería
decir lo que dijo. Decidió cambiar de tema antes de convertirse en un desastre
lloriqueante. Ningún chico quería que una mujer se emocionara después de
tener sexo caliente. Le haría arrepentirse de lo que habían hecho y ella no
estaba dispuesta a arriesgarse a eso.
Otra parte no mencionada de ellos teniendo sexo juntos de repente entró en sus
pensamientos. “No usamos condón. No tengo ninguna enfermedad, pero no tomo
nada. La píldora o cualquier anticonceptivo”, aclaró. “Necesito ver a un médico
si vamos a empezar a tener relaciones sexuales. Corrimos un gran riesgo”.
Ella buscó en sus ojos. Su voz tenía un tono triste pero esa emoción no se
mostraba en su rostro. “¿Por qué no?”
220
“Ellie, dentro de las instalaciones de prueba pasaron años haciendo
experimentos de reproducción para hacer más de nosotros, pero nunca sucedió.
Siguieron inventando nuevos medicamentos para que pudiéramos ser fértiles,
pero siempre fallaban. Cuando creyeron que habían encontrado una forma de
evitar todos los cambios que habían hecho en nuestros cuerpos con el ADN que
agregaron, fuimos rescatados antes de que pudieran probarlos. Las drogas que
nos dieron han desaparecido. Nos extinguiremos como raza cuando la vejez
reclame a la última Nueva Especie que creó Mercile”.
Fury entró al baño y dejó la puerta abierta. Ellie maldijo suavemente. Ella le
había recordado su tiempo en el centro de pruebas. Tal vez le recordó lo que ella
le había hecho, cómo debería odiarla y eso le hizo arrepentirse de lo que
acababan de compartir. Eso la dejó fría por dentro. El agua se abrió y sonó
dentro del baño.
Ella se bajó de la cama para seguirlo al baño. Fury se paró sosteniendo la puerta
de la ducha abierta. Sus ojos oscuros se encontraron con los de ella y sonrió.
221
****
Fury entró en la habitación unos minutos después. Ella giró la cabeza para darle
una sonrisa tentativa. Él no le devolvió la sonrisa, sino que lucía sombrío.
“Tengo que salir. Hay algunos asuntos que mi gente necesita que atienda”.
Fury se movió de repente, se abalanzó hacia ella, agarró sus brazos y tiró de ella
para que se pusiera de pie. “Tienes un rostro expresivo. Quise decir que no
quiero que te quedes en esta habitación. Perteneces a mi habitación donde te
quiero de ahora en adelante. ¿De verdad crees que te pediría que te fueras de
222
nuestra casa? Quise decir que no quiero que duermas lejos de mí. Perteneces a
mi cama, durmiendo en mi habitación, conmigo”.
“Fallo de comunicación”.
El agarre de Fury sobre sus brazos se alivió y su mirada se suavizó. “Tú piensas
que soy hermoso”.
“Sí.”
223
Capítulo Doce
“No”, rugió Fury.
Justice cruzó los brazos sobre el pecho. Llevaba vaqueros y una camiseta. Su
mirada oscura se deslizó hacia Ellie. La expresión de enojo en su rostro la
sorprendió. Sus rasgos estaban tensos y sus labios apretados para formar una
línea sombría.
“Dije que no.” Fury gruñó profundamente. Retrocedió hacia Ellie, pero no miró
en su dirección. “Ellie, ven aquí ahora y ponte detrás de mí”.
Fury curvó uno de sus brazos hacia atrás y la atrajo cómodamente contra su
espalda hasta que ella casi lo abrazó por detrás. Su cuerpo se sentía rígido. Ellie
no sabía qué lo había enojado, pero cuando movió la cabeza lo suficiente como
para mirar alrededor del cuerpo de Fury, el miedo aumentó. Los oficiales de la
ONE tenían sus armas Taser en sus manos.
224
“Fury,” gruñó Justice. “Su gente está preocupada. Solo digo que necesitan verla
y hablar con ella. La traeremos de vuelta. Nadie le hará daño”.
“Yo voy con ella o ella no va”. Fury gruñó profundamente dentro de su pecho.
Justice gruñó de vuelta. “Los humanos no están siendo razonables, pero una vez
que la vean y estén seguros de que no la has lastimado, dejarán el asunto”.
“¡No!”
“No te irás con ellos”, ordenó Fury con dureza mientras la miraba por encima
del hombro. “No me permitirán ir con ellos para protegerte y no dejaré que te
alejen de mí”.
Justice mostró sus afilados dientes mientras su labio superior se curvaba con
repugnancia y luego sus hombros se enderezaban. Respiró hondo cuando se
encontró con la mirada inquisitiva de Ellie.
“Algunos de los tuyos piensan que Fury te está obligando a quedarte aquí como
una especie de…” Se encogió de hombros. “Tienen miedo de que te esté violando,
golpeando y cualquier otra cosa que se les ocurra que sea monstruosa”.
“Eso no es cierto.” Ellie resopló indignada. “¿Quién está diciendo esa mierda?”
225
Justice gruñó. “Tu jefe hizo esos cargos. El director Boris tiene a todos
alborotados por un supuesto maltrato”.
“No te alejarán de mí”, gruñó Fury. Retrocedió más, empujando a Ellie hacia la
“Ella tiene que venir con nosotros,” gruñó Justice. “Mira cómo estás actuando.
¿Qué te pasa? Ella no es un juguete para masticar Fury. Te estás comportando
de la forma en que nos acusan de ser. Cálmate.”
“¿Tu Ellie? Estás teniendo sexo con ella, ¿no?” Su voz se suavizó. “No dejarás
que nos acerquemos a ella lo suficiente como para poder olerla. ¿Es esa la
razón?”
“Estoy genial excepto por estar acorralada en una esquina. Fury, me estás
aplastando. ¿Podrías por favor dejar de empujar hacia atrás? Esta no es una
buena manera de inmovilizarme contra la pared”.
Se relajó cuando él le dio unos centímetros de espacio para respirar. Ella clavó
su mirada en la sorprendida de Justice. “Fury no me ha obligado a hacer nada,
nunca lo ha hecho. Estamos estupendamente. Estamos bien.”
226
“Él no solo tuvo sexo contigo. Él te emparejó”. Fue una declaración sombría que
hizo Justice.
Ellie vaciló. “Sí, estamos durmiendo juntos si eso es lo que quieres decir,
estamos estupendamente bien, todo está bien y yo quiero estar aquí. Fury no
me haría daño. Lo conoces, así que deberías saber eso”.
Los ojos de Justice se entrecerraron. “¿Qué hay de la última vez? Lo que hizo no
Un rubor calentó las mejillas de Ellie. “Estábamos resolviendo las cosas. No fue
su intención lastimarme. Accidentalmente me arañó con los dientes”.
“Esa parte no fue un accidente, pero lo sabes. Te dije por qué me sacó del
parque”.
Fury se puso rígido contra ella y volvió la cabeza para mirarla con sorpresa. Ella
lo miró, hizo una mueca por dentro y volvió toda su atención a Justice. Tenía el
presentimiento de que ella y Fury iban a tener una conversación tensa en un
futuro muy cercano.
Ellie se negó a notar la presencia de los dos oficiales de la ONE. Deseaba que se
abriera un agujero debajo de ella. No quería hablar de esto, pero sabía que
Justice estaba preocupada por su seguridad. Había traído hombres con él que
parecían listos para posiblemente lastimar a Fury para lograr alejarla de él.
227
Ella respiró hondo. “Siempre me ha atraído mucho Fury. No tuvo que esforzarse
mucho. ¿Podemos dejar esto ahora? Estoy aquí con Fury porque realmente
quiero estar con él”.
Justice se dirigió a los dos oficiales de la ONE. “Salgan afuera y vigila la puerta”.
Los dos hombres cerraron la puerta detrás de ellos cuando se fueron. Justice se
pasó los dedos por el pelo y dejó caer las manos a los costados. Un pulgar
Fury odiaba sentir miedo, pero ahora lo estaba experimentando. Sabía que
alarmó a Justice con su comportamiento brusco y su posesividad hacia Ellie. El
pánico todavía corría a través de él tan solo de pensar que, de alguna manera,
los humanos la alejarían de Homeland, y la mandarían fuera de su alcance. No
confiaba en el director Boris. El humano tenía ojos brillantes y no podía ocultar
su aversión por los Nuevas Especies.
Algunos de los empleados humanos no estaban contentos con que Ellie viviera
con él y les molestaba la unión de un ser humano con su especie. Ellie se había
convertido en suya y en su opinión eso la convertía en una Nueva Especie, por
lo que los humanos ya no tenían ningún derecho sobre ella. Era así de simple.
Si se le permitiera ir con ella a ver al director Boris, se sentiría más seguro de
que no pasaría nada, pero se negaron a permitirle estar presente y eso disparó
todas las alarmas dentro de él.
Había asignado un guardia de las Nuevas Especies afuera para proteger a Ellie
de ser secuestrada mientras él trabajaba. Haría todo lo posible para mantenerla
a salvo.
Los dos hombres se estudiaron mutuamente. Justice habló primero. “Me están
presionando para que la traiga a verlos, para comprobar que está bien. No tengo
Era difícil ser razonable cuando se trataba de Ellie, pero sabía que Justice tenía
un buen punto. Los humanos aún desconfiaban de las Nuevas Especies y tenían
que preocuparse por su bienestar. Para ser honesto, si fuera cualquier otro
macho de la Nueva Especie con una hembra humana, él también estaría
monitoreando de cerca la situación. Fury suspiró, se calmó y supo que Ellie no
lo dejaría voluntariamente. Necesitaba permitir que los humanos la vieran.
“Yo no la muerdo”.
Fury la miró y mostró sus colmillos por una fracción de segundo cuando levantó
el labio superior. “No creo que lo disfrutes”.
229
Estudió sus dientes caninos. “Probablemente no.”
“Entiendo, pero el director Boris insiste en que no estés presente. Tiene miedo
“Me importa un carajo lo que quiera Boris”, gruñó Fury. “Ella es mía y no de él.
Ella ya no es de su incumbencia”.
Justice los observó con interés. “¿La apareaste el primer día que la trajiste a tu
casa?”
“Nunca le haría daño”, juró Justice en voz baja. “Te doy mi palabra de que no le
pasará nada y de que la defenderé con mi vida. Necesito llevarla conmigo a ver
al director. Estamos cerca de tomar el control y él se irá pronto, pero por ahora
debemos trabajar con él. La traeré de regreso. Quieren que un médico la
examine primero, pero no me apartaré de su lado. Necesitamos tranquilizarlos,
Fury. Les preocupa que nuestros hábitos de reproducción se combinen con los
suyos. Están seguros de que te apareaste con ella y no dejarán pasar esto”.
230
“No saben con certeza si Fury y yo hemos tenido intimidad, ¿verdad?” Ellie
habló.
Justice asintió. “Todo lo que se necesita es una bocanada de aire para saber la
verdad. Ahora que estás cerca de mí, puedo oler el aroma de Fury. Estás
cubierta de él”.
Ellie vaciló. “¿Adivina qué? Los humanos no podemos oler tan bien como
Ella asintió. “Solo pueden formular hipótesis sobre lo que Fury y yo hemos hecho
juntos”.
“Ella es mía”, dijo Fury suavemente con un tono amenazante. “Ella seguirá
viviendo conmigo. Eso no está en discusión”.
Justice estudió a Fury muy de cerca. “¿Estás bien? Estás siendo muy posesivo”.
“Estoy bien. Admito que me siento posesivo. Ella es mía y es así de simple”.
Justice vaciló. “Definitivamente te apareaste con ella. Esto va mucho más allá
de criar con una hembra. La llevaré a ver a Boris y luego te la traeré de vuelta.
No me apartaré de su lado”.
Justice asintió. “Ella es tuya y eso significa que es una de las nuestras”.
231
A Ellie la sorprendió lo feroz que sonaba, pero asintió. “Estaré en casa muy
pronto. Yo…” Ella quería decir que lo amaba, pero se resistió. El nivel de
emoción que sintió hacia él no era una sorpresa para ella. “Te extrañaré”,
finalmente se decidió decir.
Fury tomó su rostro con ambas manos y se inclinó hasta que sus narices casi se
tocaron. “También se te extrañará”. Su mirada apasionada se levantó de la de
ella para mirar deliberadamente por encima de su cabeza. “Tráela de vuelta
“Lo haré”, juró Justice. “Con mi propia vida si es necesario. Vamos, Ellie.
Querrás ponerte los zapatos”.
*****
Ellie lanzó miradas a los intimidantes y muy grandes hombres que la rodeaban,
luchó contra un sentimiento claustrofóbico por haber demasiados cuerpos
apretados. Nadie la tocaba, pero sabía que si levantaba el brazo rozaría a un
oficial de la ONE. Justice actuó como si su vida estuviera en peligro extremo.
Estuvo más que un poco aterrorizada hasta que entraron en la sala de
conferencias. El impacto de ver la sala abarrotada al máximo superó el miedo.
Apretó los dientes para evitar que su mandíbula se abriera mientras su mirada
recorría la habitación llena de al menos más de sesenta personas. Eso tenía que
establecer un nuevo récord de asistencia a una reunión.
232
“Aquí está Ellie Brower y pueden ver que está bien”. La irritación de Justice
sonaba en su voz.
Ellie cruzó los brazos sobre el pecho y levantó la barbilla, realmente incómoda
Una mujer rubia con el pelo recogido en un moño apretado se puso de pie.
Llevaba un elegante traje de negocios negro. “Soy la doctora Trisha Norbit”.
La mujer parecía demasiado joven para ser doctora, pero Ellie no compartió su
opinión en voz alta. “Encantada de conocerte.” No estaba segura de qué más
decir.
“Nos dijeron que usted y el señor Fury se han vuelto muy cercanos. Me gustaría
examinarte para asegurarme de que gozas de buena salud y podríamos discutir
algunas cosas”. La mujer miró alrededor de la habitación y luego le dio a Ellie
una mirada significativa. “En privado, por supuesto”.
“No hay nada de qué hablar y no necesito un examen médico”. Ellie suspiró en
voz alta, no queriendo pasar el día allí. “Mira, voy a ir al grano. Escuché los
informes en las noticias. Sé qué crees que el señor Fury me ha lastimado o
alguna otra mierda, pero eso no es cierto”.
Lanzó otra mirada sucia al director Boris y luego dirigió su atención a la médico.
“Soy su invitada, la que duerme en el dormitorio de invitados. Apenas lo veo y
no pasa nada sucio. Ni siquiera sé por qué estoy aquí, pero el señor North dijo
233
que tenía que aparecer para que todos pudieran ver que estoy bien. Mi día iba
muy bien hasta que tuve que venir aquí para que todos me miraran
boquiabiertos, imaginando lo peor”.
Ellie lo miró fijamente. “Es de muy mala educación preguntarle a una persona
“Pero estás viviendo con él”. El hombre miró a Ellie con clara hostilidad.
“Sabemos que ambos son sexualmente activos juntos”.
Ellie perdió los estribos. Dio un paso hacia el hombre grosero, pero se detuvo.
“Somos compañeros de casa. ¿Te perdiste esa parte? ¿Eres una de esas personas
estúpidas que creen que un hombre y una mujer no pueden compartir un hogar
sin saltar juntos a la cama?”
Ellie frunció el ceño. “Entiendo lo que estás diciendo, pero entiendan esto: No
estoy con el señor Fury de la forma en la que están insinuando. No estamos
teniendo relaciones sexuales, como dicen. Es un tipo muy agradable que me
permite vivir con él hasta que pueda encontrar otro trabajo. Salí por las puertas
de este lugar y mi asociación con las Nuevas Especies hizo que casi me
secuestraran unos monstruos fanáticos. Estoy más segura aquí, viviendo en
Homeland”.
234
“Bien.” El director Boris suspiró ruidosamente. “Puedes recuperar tu trabajo en
el dormitorio de mujeres inmediatamente. Enviaremos a seguridad contigo a la
casa del señor Fury para recoger tus pertenencias”.
Era posible que el piso se hubiera abierto debajo de Ellie. Miró boquiabierta al
director Boris. Ese bastardo malvado. Tuvo que calmarse antes de responder
negando con la cabeza, negándose a permitir que él la obligara a alejarse de
Fury.
“Me encantaría recuperar mi antiguo trabajo, créame, pero la razón por la que
lo perdí en primer lugar es porque usted estaba tratando de obligarme a cometer
perjurio. No le gustó el nuevo equipo de seguridad de la ONE que me rescató
cuando los guardias de Homeland no pudieron manejar el ataque. Usted me
ordenó presentar una denuncia falsa diciendo cosas horribles contra ellos, cosas
que no eran ciertas. Ellos me salvaron la vida mientras sus guardias de
seguridad ni siquiera pudieron llegar a mí”.
“No trabajo para personas que me dicen que invente acusaciones falsas y
desagradables, y que luego me despiden porque no lo hice. Habría renunciado
si usted no me hubiera corrido. Me niego a trabajar para usted, Director Boris.
Encontraré mi propio trabajo donde no me ordenen mentir”.
Justice miró a uno de los guardias de seguridad que se acercó a Ellie. Ella
intentó retroceder y estuvo a punto de chocar contra un oficial de la ONE que
235
se había acercado poco a poco a ella. Se dio cuenta de que todos los oficiales de
la ONE la habían rodeado de nuevo de manera protectora. Ellie se congeló en
su lugar y también lo hizo el guardia de seguridad que intentaba sacarla de la
habitación.
“Ese es un buen punto”, declaró fríamente Justice. “¿Tiene algún problema con
mis equipos, Director? A menos que alguien me haya mentido, este lugar ha sido
creado para que podamos estructurar nuestra propia comunidad, crear un
“No es cierto”, balbuceó el director Boris. “Uno de sus hombres, ese Fury con el
que vive ahora, llevó a la señorita Brower al baño y la desnudó. Él le dio su ropa
interior para que se pusiera. Ella se lavó en los lavabos y él tuvo que haberla
visto desnudarse y bañarse. Solo traté de proteger a la mujer haciéndola decir
la verdad y denunciar el abuso que sufrió. No podemos permitir que la seguridad
obligue a las mujeres a entrar en los baños para aprovecharse de ellas”.
El hombre mayor arqueó una ceja hacia Ellie. “¿Es eso cierto?”
“No”, ella gruñó. “Sí es verdad que Fury me llevó al baño, ya que la sangre me
cubría. Él entró en uno de los cubículos, se quitó la ropa interior para prestarme
algo que ponerme, mientras yo me lavaba en privado. Tenía sangre apelmazada
en mi piel. La única otra opción consistía en caminar desnuda o volver a
ponerme la ropa mojada y ensangrentada. Estábamos encerrados y no había
otra ropa disponible. Le dije esto claramente al director, pero en lugar de
entender eso, hizo horribles acusaciones de que había sido abusada sexualmente
236
o que era una especie de mega zorra que se lo haría a un tipo dentro de un baño
después de la experiencia más traumática de mi vida. El director Boris me
ordenó que escribiera el informe acusando al señor Fury de cosas horribles, pero
eso no fue lo que sucedió. Me negué a inventar cosas enfermizas como esa, solo
porque lo que realmente le enojó, fue que el equipo de seguridad de la ONE me
salvó la vida”.
El hombre mayor estudió a Ellie en silencio con ojos azules helados. Finalmente
Justice asintió. “Bien, Tom. Tengo una conferencia telefónica con el presidente
en diez minutos. Me iré ahora”. Justice asintió a sus hombres y le tendió el brazo
a Ellie. “¿Vamos, señorita Brower?”
Ella lo miró. “Eso no se trataba de estar enojada. Admito que estuve un poco
enojada, pero sobre todo estaba asustada”.
Ella no dijo una palabra. No podía estar segura de si podía confiar en él.
Fury había sido una parte tan importante de su vida desde que lo vio por
primera vez. Habría hecho cualquier cosa por él. Ella había soñado con él, siguió
trabajando encubierta en Mercile a pesar de su terror de ser asesinada, e incluso
Habían dado unos pocos pasos cuando un gruñido de advertencia sonó detrás de
ellos. Justice giró, agarró a Ellie y la puso fuera de peligro. Ella miró la amplia
espalda de Justice cuando él la protegió con su cuerpo, luego miró a su
alrededor.
Ellie reconoció a Slade, el oficial de la ONE, quien con los brazos extendidos y
acorralándola, le impedía a la doctora que había conocido en el interior que se
acercara más. La doctora tenía una expresión de miedo en su rostro pálido
debido a que le gruñían. Slade parecía tenso y un gruñido más suave retumbó
de sus labios.
Justice asintió. “Slade, está bien. Déjala pasar. Ella no es una amenaza”.
Trisha Norbit rodeó a Slade cuando sus brazos cayeron. Su mirada se clavó en
Ellie. “Solo quería hablar en privado con la señorita Brower”.
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Justice metió los pulgares en los bolsillos delanteros de sus vaqueros. “¿Qué es
lo que quería decirle, doctora?”
La médico todavía parecía asustada. “Quería darle mi tarjeta”. Sacó una del
bolsillo de su falda para ofrecérsela con una mano temblorosa.
“En caso de que me necesites. Tienes que saber lo importante que es esto. Yo
“¿Que eres una entrometida? Eso es lo que significaría”. Slade resopló. “Déjala
en paz doctora, ella lo habría mencionado adentro si quisiera tu ayuda”.
Trisha Norbit ignoró a Slade y mantuvo su atención en Ellie. “He visto los
informes médicos sobre su fisiología y son ligeramente diferentes a nosotros.
Hay tanto que se desconoce”.
“¿Que es diferente?” Slade frunció el ceño, pero luego una sonrisa partió sus
labios carnosos. “Quieres decir que somos más grandes que tus hombres”.
Justice frunció el ceño. “He tenido muchas conversaciones con los médicos y han
asumido que no es posible. Somos incapaces de procrear niños”.
La doctora Norbit ladeó la cabeza hacia Justice. “No sabemos nada con certeza,
porque nunca hemos tenido una pareja de especies mixtas para hacer un estudio
del caso sobre ninguno de los dos. Si esta mujer y uno de sus hombres tienen
relaciones sexuales, ¿no cree que sería una buena idea ver qué podría resultar
de ello? No es solo el embarazo lo que me preocupa. Piénselo, Señor North. Más
de su gente podría querer involucrarse con la mía. ¿No le gustaría saber si hay
239
efectos adversos? Sus hombres no pudieron dejar embarazadas a sus mujeres,
pero ella es totalmente humana”.
“¿Qué tipo de efectos adversos? ¿Envidia del pene?” Slade se rió entre dientes.
“He estado en el baño de hombres con humanos, doc. Lo único que deberían
temer sus mujeres es darse cuenta de lo pequeñas que son las pollas de sus
hombres en comparación con las nuestras”.
“Es un término de argot, no una llamada de especie”, logró decir Ellie sin reírse.
“Ella piensa que lo que dijiste es sucio y ofensivo”.
“Por favor”, suplicó la doctor Norbit en voz baja. “Señorita Brower, Ellie, por
favor toma mi tarjeta. Soy la médico de las Nuevas Especies. Entiendo la
necesidad de discreción y puedo visitar la casa del señor Fury en privado. Nadie
necesita saberlo. Solo considera dejarme entrar en esto. No tienes idea de lo
importante que es para nosotros entender cómo nos relacionamos sexualmente”.
Ellie debatió, pero tomó la tarjeta y la metió en el bolsillo de sus jeans. “No voy
a tener sexo con el señor Fury. Dije eso adentro y sé que si lo hiciera se
convertiría en un circo”.
Las fosas nasales de Slade se ensancharon y desvió la mirada hacia Ellie. Ella
lo miró, inhaló lentamente y le sonrió, luego apartó su mirada, él sabía que ella
mentía, podía oler el aroma de Fury en ella, pero se sintió aliviada cuando él no
dijo nada.
240
“Es imperativo que sepa cómo interactúa nuestra especie durante el sexo”,
explicó la doctora Norbit en voz baja. “Estoy a cargo de la salud y el bienestar
no solo de las Nuevas Especies sino también de los humanos. Entre las Nuevas
Especies y los empleados humanos, realmente tengo que saber con qué estoy
tratando. Es solo cuestión de tiempo antes de que esto se convierta en un tema
importante”.
“Te diré algo”, mintió Ellie. “Si alguna vez considero tener sexo con el señor
“Lo manejaste muy bien”. Le dijo, luego dudó y agregó: “Tal vez quieras llamarla
mañana. Según los archivos que revisé, es una de las mejores doctoras del país.
La escogí personalmente. Es joven pero brillante y es amiga de las Nuevas
Especies. Si ella dice que mantendrá todo en privado, tendería a creerle”.
241
Capítulo Trece
Fury caminó de un lado a otro durante todo el tiempo que Ellie estuvo fuera, se
sentía seguro de que algo saldría mal. Se había abstenido de correr a la sala de
Dormir con Ellie, sentir su piel contra la de él, mientras hablaban hasta altas
horas de la noche, antes de quedarse dormidos, había sido maravilloso. Quería
hacerlo todas las noches y escuchar cada detalle de su vida, menos cualquier
mención de los hombres que había conocido. No quería imaginarse a nadie
tocando a su Ellie. Tendría que rastrearlos y eliminarlos. Si su esposo alguna
vez aparecía en Homeland queriendo que Ellie volviera a ser su esposa, no había
estado bromeando sobre golpear al hombre hasta que cambiara de opinión. Ella
era suya, ahora y para siempre.
242
entre ellos, para que no se hiciera nada contra ella cuando se tratara de su
gente. Ella debería ser considerada parte de las Nuevas Especies.
Él asintió, decidiendo proponer e impulsar esa nueva ley con Justice, mientras
ellos hacían otras nuevas para gobernar a su gente. Pronto administrarían por
si mismos todo Homeland y él hablaría con Ellie para que su relación fuera
permanente. Ya lo era, al menos para él. Ella solo necesitaba volver a casa.
Nadie había intentado llevarse a Ellie ya que no parecía asustada. Justice y los
miembros del equipo parecían completamente tranquilos. Abrió de golpe la
puerta principal.
Ellie siguió caminando. Quería tocar a Fury cuando pasaron, pero se las arregló
para no hacerlo, se negó incluso a mirarlo hasta que entró en la casa. Cerró la
puerta, se quitó los zapatos y caminó por la habitación. Un minuto después,
Fury entró en la habitación y cerró la puerta detrás de él. Sus miradas se
encontraron por una fracción de segundo antes de que ella se abalanzara sobre
él. Fuertes brazos la agarraron y la abrazaron con fuerza.
Los pies de Ellie no tocaron el suelo cuando encontró su rostro enterrado contra
el cuello de Fury. Él la agarró con tanta fuerza que casi le dolía. “No puedo
respirar”, jadeó.
243
El control de Fury sobre ella se alivió. “Estás de vuelta.”
“Cuando llegaste a casa anoche, pensaste que estaría demasiado sensible como
Fury se quitó los zapatos y se bajó los pantalones. Su mirada oscura y sexy se
fijó en la de ella. “Eso fue antes de que te apartaran de mí. Tengo que tenerte
ahora”.
“¿Fury?”
“Eres mía.”
Un poco del miedo se alivió en Ellie. “Me estás asustando. Mi cuerpo no está
listo para ti”.
244
“No es mi intención”. Le mordisqueó el lóbulo de la oreja. “Solo te quiero a ti.
Paseé todo el tiempo que te fuiste, imaginando lo peor. Solo quiero estar dentro
de ti. Quiero que grites mi nombre y que tu olor llene mi cabeza. Necesito sentir
tu calor húmedo, enterrarme profundamente en ti y mantenerte allí todo el
tiempo que pueda mantenernos conectados”.
“Olvídate de los juegos previos”, dijo Ellie con voz temblorosa, excitada por sus
palabras.
Ellie se inclinó entre sus cuerpos hasta que sus palmas descansaron sobre sus
muslos. Ella vaciló por solo unos segundos antes de moverlas y ahuecar sus
nalgas firmes. Ella lo atrajo más contra su cuerpo y movió frenéticamente su
trasero contra su rígida polla.
Ellie soltó su culo y retorció su mano entre sus cuerpos hasta que sus dedos se
cerraron alrededor de la carne caliente y dura de su grueso eje.
Fury se movió contra sus dedos, permitiéndole acariciarlo. Ellie movió las
caderas y bajó el pecho hasta el colchón. Ella lo colocó hasta que la cabeza de su
polla estuvo justo donde quería y luego él empujó hacia adelante. Estaba mojada
y lista para él cuando lentamente comenzó a presionar su coño. Un fuerte
gemido de ella le dio la bienvenida, mientras el llenaba la dolorosa necesidad
que ella sufría. Su cuerpo se estiró para acomodar su amplia erección. Se sintió
maravilloso. Ella gimió, moviendo sus caderas para empujar contra él.
Fury se retiró un poco y luego sus manos soltaron sus pechos para deslizarse
por su piel hasta sus caderas. Manos firmes se curvaron alrededor de ella allí,
consiguieron un buen agarre, y él empujó dentro de ella más rápido, más
profundo. Ellie gimió más fuerte ante el maravilloso placer de su polla
golpeando.
245
“Estás tan apretada y caliente. Tan húmeda para mí” gruñó. “Pero no quiero
lastimarte”.
“No puedes”, jadeó ella. “Dios. Se siente como si solo estuvieras tú. Cuando te
mueves dentro de mí, es todo lo que existe”.
Fury se retiró y luego empujó dentro de ella fuerte y rápido. Ellie gimió. Fury
se congeló, sus caderas encajando en su lugar, su polla enterrada
Fury se movió y penetró en ella una y otra vez en un nuevo ángulo, golpeando
el lugar que la llevó a una súbita salpicadura de éxtasis apasionante. Su cuerpo
se apretó alrededor de Fury. Ella tembló cuando llegó al clímax.
El cuerpo de Fury casi la aplastó contra la cama cuando él liberó su hombro del
agarre de sus dientes. Echó la cabeza hacia atrás y un fuerte sonido salió de sus
labios cuando comenzó a hincharse dentro de ella.
246
Ellie echó la cabeza hacia atrás contra su hombro cuando más oleadas de placer
la golpearon. Volvió a gritar el nombre de Fury.
Ambos estaban sin aliento y acostados en la cama con Ellie atrapada debajo de
él cuando la calma se apoderó de ellos después del sexo.
Me encanta Fury. Nunca supe que algo tan fuerte podría existir entre
dos personas. Nunca quiero dejarlo y nunca quiero estar sin él.
Fury se recuperó más rápido que Ellie. Él levantó parte de su peso de su espalda
y se rió entre dientes. “Realmente te extrañé.”
Ella abrió los ojos y estiró el cuello para mirarlo por encima del hombro. “Solo
me he ido por una hora.”
Ellie se rió. “Recuérdame salir más seguido de la casa si esto es lo que me espera
a mi regreso”.
Sus cuerpos estaban relajados y parecían haberse derretido. Para Ellie, fue un
sentimiento celestial. Fury la tocó, sus manos acariciándola donde podía
alcanzar. Ellie hizo pequeños sonidos suaves de placer. Sus palmas se sentían
increíbles en su piel. Fury suavemente sacó su polla de ella después de que la
presión de la hinchazón creada por su liberación se alivió.
Fury se levantó. Ellie se dio la vuelta para ponerse de pie, pero Fury de repente
se inclinó para tomarla en sus brazos. Él sonrió mientras rodeaba la cama para
247
apoyar suavemente la cabeza de ella sobre la almohada en la parte superior de
la cama y la colocó cómodamente hasta que estuvo estirada sobre su espalda.
“No eres lo suficientemente pesada como para lastimarme. Soy muchísimo más
fuerte que tú. Podría cargarte durante horas y no sudar”.
Ellie soltó su pezón y dejó que sus manos navegaran sobre sus costillas hasta
su espalda. Sus uñas rasparon su piel ligeramente desde los omóplatos hasta la
columna. Fury se arqueó contra su pecho, recordándole a un gatito realmente
grande. Ella sonrió y lamió la piel entre sus pezones. Ella deseaba tener miel.
Le encantaría gotearlo sobre su piel y lamerlo. Sus uñas recorrieron su espalda
arriba y abajo desde los hombros hasta la curva de su trasero esculpido de
nuevo, amando la forma en que se arqueaba y temblaba.
248
“Estás sudando.”
Fury sonrió. “Dije que no eras lo suficientemente pesada como para hacerme
sudar al cargarte, pero definitivamente eres lo suficientemente sexy como para
hacerme sudar de necesidad”.
La boca de Fury bajó y Ellie levantó la suya para encontrarse con la de él. Ella
Fury finalmente rompió el beso. Abrió los ojos y Ellie los miró fijamente. “No
apartes la mirada de mí, dulzura. Tus ojos son lo más asombroso para mí y ver
cómo respondes cuando te toco es lo más hermoso que he visto en mi vida”.
Ellie dejó de pensar, solo pudo sentir y hacer lo que le ordenaba. Se volvió casi
una tortura cuando Fury entraba y salía lentamente de ella. La sensación se
“Mírame.”
“Más rápido”, rogó ella. “No puedo aguantar esto, se siente demasiado bien,
tengo una gran necesidad, necesito…”
Fury empujó dentro de ella más rápido, mantuvo el contacto visual con ella todo
el tiempo, y Ellie lo agarró con más fuerza mientras él la embestía. Se tensó,
sintiendo algo parecido al dolor deslizarse por su abdomen antes de que el
éxtasis explotara cuando llegó el clímax. Ella nunca apartó la mirada de sus
hermosos ojos.
Se dio cuenta de que sus uñas se habían clavado en sus hombros. Horrorizada,
ella lo soltó. Había muescas donde habían estado sus uñas y la sangre brotó
dentro de las pequeñas marcas en el segundo en que sus uñas desaparecieron.
“Espera hasta que veas la parte de atrás de tu hombro. Ahora no me siento tan
culpable”.
Intentó mirarse los hombros, pero Fury se derrumbó sobre ella. No la aplastó,
pero definitivamente la inmovilizó. La besó rápidamente y luego levantó la
cabeza para sonreírle.
¿De verdad me mordió? Ellie sabía que probablemente debería estar molesta,
tal vez horrorizada, pero no se sentía así en absoluto. No le dolió cuando él la
agarró con los dientes, pensando en ese momento que eso era todo lo que había
hecho, por lo que no tenía quejas si le había sacado sangre. Ella sonrió en su
lugar. Si no hay daño, no hay falta, decidió. No puede ser peor que las
marcas de mis uñas.
251
Capítulo Catorce
Ellie estudió al director Tom Quish con suspicacia. El hombre de ojos azules
tenía un rostro atractivo para alguien de su edad. Supuso que tendría sesenta
Ellie salió de la casa y salió al porche junto a él. Vio a dos oficiales de las Nuevas
Especies al otro lado de la calle, sabía que Fury los tenía vigilando la casa, pero
cuando los miró a los ojos, no vio alarma en ellos. Obviamente no creían que el
nuevo director fuera una amenaza para su seguridad. De lo contrario, le habrían
impedido llegar a la puerta principal. Ella se relajó un poco.
Ellie trató de ocultar la consternación que le causó esa declaración. Los ojos del
hombre eran fríos y azules, recordándole a trozos de hielo. Sin embargo, tenía
líneas de risa alrededor de la boca, lo que desviaba su mirada fría y
desconcertante. Parecía lo suficientemente amable y ella creía que sus motivos
eran honestos, pero no sabía cómo responder. Si aceptaba el trabajo, tendría que
mudarse de la casa de Fury y no quería hacer eso.
252
“¿Puedo pensar en ello?” Contrólate, se ordenó a sí misma. “Fue bastante
traumático para mí cuando me despidieron. Me dejó sin hogar y sin trabajo al
mismo tiempo”.
Él la barrió con su mirada de arriba hacia abajo. Sus ojos eran inteligentes, tal
vez demasiado. “Por supuesto que puede pensar en ello. El trabajo es suyo si lo
quiere. Sólo le pido que se decida pronto. Necesitamos una nueva madre de la
casa dentro del dormitorio lo antes posible. Como sabe, tenemos más mujeres
“No sabía eso”, admitió Ellie. “Pensé que solo iban a enviar a unas pocas docenas
de mujeres al principio para asegurarse de que sería un buen ambiente”.
“Han decidido que lo es”. Él sonrió. “Usted los ayudó a tomar esa decisión. Todas
las mujeres en el dormitorio la respaldaron como un modelo positivo a seguir.
Escuché que sus clases de cocina eran las favoritas”.
El interés se encendió en su mirada. “¿Le hablaron sobre sus vidas antes de ser
liberadas?”
253
Ellie estudió al hombre con cautela. Se negó a compartir detalles privados que
le habían confiado por amistad. “Algunas lo hicieron. ¿Por qué?”
Una sonrisa curvó sus labios. “Es mi trabajo. ¿De qué otra manera cree que he
podido obtener todos los fondos para organizar Homeland tan rápido y
convencer a los militares para que abandonaran estas instalaciones? La razón
por la que está casi completamente construido y pudimos mudarnos tan rápido
es porque el lugar había sido programado para una nueva base del Ejército. El
encanto y los buenos amigos en las altas esferas tienen sus ventajas. ¿Aceptará
el trabajo, señorita Brower?”
“Parece como si le hubiera ofrecido dulces que realmente desea, pero tiene miedo
de tomarlos porque se le enseñó a nunca confiar en los extraños”.
“¿Qué está pasando?” Fury irrumpió en la acera mirando con furia al nuevo
director de Homeland. Se movió al lado de Ellie, tenso y enojado.
254
Ellie lo miró y quiso estremecerse. Parecía como si fuera un novio celoso, y ella
supuso que lo era. Si no controlaba sus emociones, el director sería un idiota si
no se daba cuenta de que estaban involucrados. Ella lo miró y le lanzó una
mirada de advertencia, pero él se negó a mirarla. Estaba demasiado ocupado
mirando amenazadoramente al director.
Tom Quish retrocedió unos pasos. “Acabo de hablar con la señoita Brower. Es
bueno verlo de nuevo, señor Fury”.
La mirada de Quish pasó de Fury a Ellie y de regreso. Ellie casi podía ver la
mente del hombre asimilando la escena, sus pensamientos yendo a donde ella
temía que irían, y lo confirmó cuando dio otro paso atrás. Una expresión
cautelosa de ‘oh mierda’ palideció sus rasgos bronceados.
255
La asombró que él hubiera pensado en pedirle su opinión después de cómo había
reaccionado por primera vez al rechazar su oferta de trabajo. Ella asintió. Sabía
que Tom Quish los observaba a ambos con fascinación.
Fury asintió de vuelta. Su atención volvió a Tom Quish. “Ella aceptará el trabajo
con la condición de que siga viviendo conmigo”.
“Sí”, respondió ella antes de que Fury pudiera abrir la boca y hablar por ella de
nuevo.
“Maldita sea. Deberías haber mantenido la calma. Él sabe que somos una
pareja. Actuaste como mi novio”.
La mirada de Fury se oscureció cuando su boca se tensó en una línea. “Lo soy.”
“Bueno, se supone que nadie debería saber eso. ¿Recuerdas? Y gracias por
dejarme tomar una decisión finalmente”. Ella irrumpió dentro de la casa.
Ellie se dio la vuelta y se puso las manos en las caderas. “Se supone que debemos
ocultar nuestra relación, ¿recuerdas? ¿Quieres que esos médicos nos molesten
para que nos hagamos pruebas y que nos pongan gente en la cara exigiendo que
les digamos cómo tenemos sexo? Porque yo no lo quiero. ¿Y si quieren grabarlo
en vídeo? Y además le dijiste que no quería el trabajo sin ni siquiera
preguntarme primero. Extraño el dormitorio, pero también quiero vivir aquí
contigo”.
256
Fury sabía que se había equivocado. Se alarmó instantáneamente cuando sus
hombres le dijeron que Tom Quish, el nuevo director, había llamado a su puerta.
No podía haber ninguna razón para que un humano estuviera en esa sección de
Homeland excepto Ellie. Había acelerado el paso sabiendo que todos en el lado
humano preferían que Ellie no viviera con él. Había escuchado sus
preocupaciones e ignoró cada una.
Se había retractado cuando recibió la seguridad de que Ellie podía vivir con él
y que el trabajo no era un soborno para que ella se fuera de su casa. Se había
relajado cuando el nuevo director se alejó, pero la ira de Ellie permaneció.
Estudió sus rasgos y supo que todavía estaba enfadada con él. Había
reaccionado exageradamente, pero solo quería protegerla y mantenerla con él.
Sabía que necesitaba calmar la ira de Ellie. Tenía un ingenio rápido, un gran
sentido del humor y no guardaba rencores por mucho tiempo. Todas las cosas
que había aprendido sobre ella. El sexo también funcionaba para ablandarla y
lograr que lo perdonara.
257
Una sonrisa curvó los labios de Fury. “¿Sabes lo atractiva que eres para mí
cuando estás enojada? Vídeos, ¿eh? Podría comprar una cámara y grabarnos
teniendo sexo”.
“¡No!” Ellie lo miró fijamente. “Será mejor que estés bromeando sobre esa última
parte”.
Él rió. “Lo estoy. No quiero grabar nuestro sexo. Solo quiero tenerlo”.
Ellie retrocedió y dejó caer las manos de sus caderas. “Estoy enojada contigo.
No me digas dulzura Fury, quiero gritarte. No ocultaste el hecho de que estamos
juntos y le dijiste a ese hombre que no recuperaría mi trabajo. Esa era mi
elección”.
“Sí.” Guiñó un ojo. “Ahora tengamos sexo”. Él se abalanzó, abrió los brazos y
trató de agarrarla.
258
Ellie negó con la cabeza y se movió para mantenerlo al otro lado de la isla.
“Maldita sea, Fury. Estoy tratando de estar enojada contigo. Borra esa sonrisa
de tu cara”.
“No puedes andar tomando decisiones por mí y sabes que se supone que debemos
ocultar que somos una pareja”.
Ellie se miró la camisa, pero vio movimiento por el rabillo del ojo cuando lo hizo.
Su cabeza se sacudió demasiado tarde. Fury la agarró. Sus brazos se envolvieron
alrededor de su cintura y la balancearon hasta que ella se sentó en la isla,
poniendo sus rostros casi al mismo nivel. Fury abrió las piernas y se interpuso
entre sus muslos separados. Sus brazos se envolvieron con más fuerza alrededor
de su cintura, tirando de ella contra su cuerpo en un fuerte abrazo.
“Lamento haberte hecho enojar”. Él le dirigió una mirada sincera. “Ahora vamos
a tener sexo de reconciliación. Escuché que es el mejor”.
Ellie le tomó la cara con las palmas de las manos y sonrió. “Eres malo. ¿Lo
sabes?”
259
Fury enderezó la cabeza y su voz se profundizó. “Aquí.”
Él elevó sus cejas cuando la soltó y retrocedió poco a poco, luego le agarró la
blusa y se la desabrochó. Ellie contuvo el aliento cuando Fury abrió su ropa y se
la arrancó. A continuación, él le desabrochó los pantalones y movió su cuerpo
fuera del camino, para luego jalarla hacia abajo de la isla hasta que sus pies
Ellie sonrió y se apartó de su pecho. “Quiero la miel del armario detrás de ti.
Está arriba a la izquierda. Mi izquierda.”
260
Ella sonrió. “Quiero lamerla de ti”.
Ellie se había dado cuenta de que cuando él se excitaba mucho, sus ojos se
oscurecían, amaba eso y a él también. Ella avanzó y comenzó a ir por las gotas
de miel que habían llovido sobre su estómago. Una por una las encontró y las
lamió. Se detuvo en la cintura de sus calzoncillos cuando se dio cuenta de que
se había quedado sin gotas. Ella le sonrió y luego deslizó sus dedos en la banda
para tirar de ellos hacia abajo. La polla de Fury se había endurecido tanto que
tuvo que poner a prueba el elástico de sus calzoncillos para liberarla.
261
Fury emitió un gemido cuando ella besó su cadera y giró la cara, estudiando de
cerca su impresionante erección. Ella no pudo evitar admirar la excitación de
Fury, sonrió y le pasó la lengua por el lado de la carne dura y caliente que estaba
en plena atención para ella, subiendo por su eje hasta la cabeza.
“No puedo dejar que hagas eso. Estoy frustrado como el infierno, pero no enojado
contigo”.
“Mi polla se hincha. ¿Recuerdas? Estoy tan condenadamente listo para correrme
ahora mismo que no duraría ni un minuto. ¿Te imaginas si me hinchara dentro
de tu boca?”
262
Sus rasgos se relajaron cuando parte de la tensión se desvaneció. “Sí. Me
encantaría que hicieras eso, pero no me excites tanto la próxima ocasión que
intentemos algo por primera vez. Soy un verdadero disparador, Ellie. Puedes
sentirme dentro de ti cuando mi semen se libera, ¿no? Te dispararía tan fuerte
y tanto que te ahogaría. Puedes hacerme eso más tarde si estás lista para una
segunda ronda. Ahora necesito calmarme o no será bueno para ti”.
“¿Por qué?”
Ella vaciló, pero confiaba lo suficiente en él como para levantar los brazos. Fury
sonrió y envolvió el paño de cocina alrededor de ellos y luego usó sus dientes
para sacar la cinta del rollo. Ellie se quedó atónita cuando él enrolló la cinta
sobre el paño de cocina y le ató las muñecas. Ella se quedó allí y lo vio sacar más
cinta, dejándola aún conectada al rollo y a sus muñecas.
Dio la vuelta a la isla para pararse a la cabeza. Ella lo miró hasta que él se puso
en cuclillas fuera de su línea de visión. Escuchó que tiraba de más cinta y luego
jaló lentamente de sus muñecas por encima de su cabeza con la cinta hasta que
sus brazos se estiraron. Ella lo escuchó haciendo algo al costado de la isla antes
de que se pusiera de pie. Se había deshecho del rollo.
Ellie jaló de sus muñecas, pero no pudo bajarlas. Su mirada voló hacia Fury.
Parecía jodidamente divertido. “¿Qué estás haciendo?”
Levantó la miel y movió sus piernas, se inclinó sobre la isla hasta que sus
caderas encajaron entre sus muslos. “Yo también quiero comer un poco de miel”.
Él gruñó. Ellie abrió los ojos y se encontró con los de él. Él se levantó y agarró
la parte interna de sus muslos, acercando sus caderas a las de ella. Ellie envolvió
sus piernas alrededor de su cintura mientras él se empujaba unos centímetros
acercándose hasta el borde de la isla, tan solo un latido antes de que él entrara
en su cuerpo. Ellie echó la cabeza hacia atrás y gritó de placer.
“Libérame”, gimió. “Quiero tocarte.” Jaló sus muñecas, pero la cinta adhesiva y
el paño de cocina no se rompieron. Había atado la cinta con demasiada fuerza
alrededor del material.
264
cuerpo temblando mientras disparaba su semen caliente y se corría duro dentro
de ella.
Ellie gritó de miedo y conmoción por lo que sucedió cuando Justice y Fury se
enfrentaron en una batalla en la esquina de la cocina. Justice golpeó a Fury y
Fury trató de sacar al otro hombre del camino para llegar a ella. Los dos oficiales
de la ONE se apresuraron a ayudar a Justice a contener a Fury, lo agarraron
de los brazos y lo arrojaron contra el mostrador. Fury rugió, arrojó a uno de los
hombres con fuerza contra el mostrador cercano y el vidrio se rompió.
Ellie se giró con fuerza hacia un lado, tratando de rodar fuera de la encimera
donde yacía desnuda, con las muñecas aún sujetas por encima de la cabeza, pero
demasiado alterada, demasiado conmocionada y demasiado llena de adrenalina
para mostrarse elegante.
****
265
Cuando se despertó en la oficina de seguridad, Fury odió estar retenido dentro
de una celda. Justice se paseaba por el frente de la jaula. La memoria de Fury
regresó en ese momento.
“¿Dónde está Ellie? ¿Está ella bien?” Se había puesto de pie de un salto para
agarrarse a las barras que lo contenían.
“Yo no la obligué”.
266
Justice soltó las barras y retrocedió. “Quiero confiar en ti, pero…” Negó con la
cabeza. “Eres el primero de nosotros en tomar una pareja. Has permitido que
tus instintos animales te gobiernen lo suficiente como para llevarlo a ese nivel.
No somos completamente humanos, no importa cuánto pretendamos serlo por
el bien de la paz entre ellos y nosotros. No hay cámaras aquí, así que puedes ser
sincero. ¿Es tan malo, Fury? ¿La necesidad de tomarla es tan fuerte que la
obligarías?”
“Necesito escucharlo de ella. Hasta que veamos cómo se lleva este apareamiento
y qué efectos secundarios sufres, lo siento, pero no puedo permitir que hables
con ella”.
Fury avanzó rápidamente, agarró la puerta de la celda, tiró de ella, pero estaba
cerrada con llave. “Déjame salir. ¿Está herida? Necesito llegar a ella”.
“No irás a ninguna parte hasta que hable con ella. Asegurar a una mujer y
atarla es fuerza. ¿Has perdido la cabeza?” Justice gruñó suavemente. “Estás
loco cuando se trata de humanos, maldita sea. Estoy aturdido y...” se aclaró la
garganta. “¿Como pudiste hacerle esto?”
“Yo no la estaba lastimando. Ya sabes como soy, sabes que ella lo es todo para
mí, yo nunca le haría daño. Estábamos haciendo el amor”.
“Los años dentro del centro de pruebas te han vuelto loco si crees que obligar a
una mujer atándola y dejándola gritar de dolor es hacer el amor. Te has
retorcido dentro de tu mente, Fury. Tengo que irme. Mi corazón se está
rompiendo”.
267
“¿Justice? ¡Regresa! Libérame. No es lo que piensas. No estoy loco y nunca
lastimaría a mi Ellie”. Sacudió violentamente los barrotes de la celda, pero
aguantaron.
Giró y aulló de rabia. Ellie se había lastimado y él no podía ir con ella, además
de que su mejor amigo creía que se había vuelto loco por el apareamiento.
268
Capítulo Quince
Ellie supo que algo andaba mal incluso antes de despertarse por completo. Su
cabeza latía con un dolor sordo. Abrió los ojos solo para mirar una luz y estudiar
Ellie reconoció a la doctora Trisha Norbit al instante y frunció el ceño. ¿Por qué
esa mujer está de pie sobre mí? El cabello de la Doctora había sido recogido
en una cola de caballo desordenada y su aspecto pulcro había desaparecido.
Parecía preocupada mientras sus ojos azules parpadeaban hacia Ellie.
“¿Por qué?”
“Déjalo ir ahora”. La voz de Ellie temblaba de ira y horror. “Él no me hizo daño.
Tú lo hiciste. ¡Deja salir a Fury ahora mismo, maldita sea!” Empezó a gritar,
pero no le importó. “¿Qué diablos les pasa a todos? ¡Fury no me estaba violando!”
Ellie agarró las mantas que la cubrían, las tiró hacia atrás y se sintió agradecida
de no estar desnuda. No había estado segura hasta que pasó las piernas por el
borde de la cama.
Ellie abofeteó las manos de la mujer y volvió su ira hacia Justice. Logró dar un
paso antes de que le fallaran las rodillas. La médico la agarró, pero ambas se
Las lágrimas se derramaron por sus mejillas. “Estábamos teniendo sexo y fue
genial hasta que lo abordaste y lo tiraste lejos de mí, hijo de puta. Estábamos
divirtiéndonos, riéndonos y luego…” Su voz se quebró mientras lo miraba
fijamente. “Tú me lastimaste a mí, no él. Tú lo hiciste. Todo hubiera estado bien
si no hubieras corrido allí, atacado a Fury, y yo no hubiera tenido que
levantarme fuera de esa isla”.
Ellie miró a la médico. “¿Sus mujeres no se ponen ruidosas a veces al final del
sexo?”
271
“No lo fue. ¿Eres sordo? Estábamos jugando y pasándolo muy bien. ¿No notaste
que puso un paño de cocina alrededor de mis muñecas para evitar que la cinta
toque mi piel? ¿Crees que si él hubiera estado tratando de lastimarme, le
hubiera importado que me quedaran marcas rojas con la cinta?” Más lágrimas
calientes rodaron por el rostro de Ellie. “¿Dónde está? ¿Le hiciste daño? Déjalo
libre. Quiero a Fury ahora mismo”.
Justice se dio la vuelta. “Lo liberaré.” Salió del dormitorio y cerró la puerta
“¿Lastimaron a Fury?”
“No lo sé”, admitió Trisha. “Traté a uno de los oficiales que vino contigo. Fury le
hizo algo de daño antes de que lo derribaran”.
“¡Dios!” Ellie dijo con voz áspera. “¿Por qué demonios sucedió esto? Nos reíamos
y hacíamos el amor. Luego esto.” Sacudió la cabeza y se arrepintió al instante
cuando se mareó por el movimiento. “¿Por qué no nos pueden dejar todos en
paz?”
La mirada de Trisha se suavizó. “Nadie sabe qué esperar. Estoy segura de que
el señor North y esos dos oficiales pensaron que te estaban salvando”.
“¿De Fury?” Ellie ignoró las muchas más lágrimas que se deslizaban por sus
mejillas. “Fury no me haría daño”.
272
Trisha se acercó y tomó la mano de Ellie. “Lo lamento.”
La puerta del dormitorio casi explota hacia adentro, Ellie y Trisha saltaron
cuando Tom Quish entró en el dormitorio. Su mirada se movió entre Ellie y la
médico.
“¿Qué diablos pasó? Acabo de recibir la noticia de que hay un gran problema
aquí. Seguridad me informó que un macho de las Nuevas Especies está
Trisha enderezó los hombros y miró al director. “Lo que sucedió es que alguien
pasó su seguridad y asustó a la señorita Brower. Ella gritó. El Sr. Fury, el Sr.
North y los oficiales de seguridad estaban en la casa”, mintió la médico. “Te dije
que hoy vi a un idiota con una cámara merodeando por la clínica. Podría haber
sido el mismo tipo”.
Giró la cabeza para mirar a Ellie con los ojos muy abiertos. “¿El tipo que viste
mirando por la ventana era un hombre bajo y rubio que vestía jeans y una
camisa verde?”
273
Un ceño fruncido estropeó el rostro del director. “Entonces, ¿por qué el Sr. Fury
está encerrado?”
“Eso es cierto”, asintió Slade desde la puerta en la que se apoyaba. Esta vez no
vestía el uniforme de la ONE, sino que vestía jeans y una camiseta negra sin
mangas. “Vine aquí para tomar declaración a la señorita Brower sobre el
hombre que vio en la ventana. Si nos disculpa, director, estoy fuera de servicio,
pero me gustaría obtener su declaración lo más rápido posible. ¿Tal vez podrías
hacer que tus guardias de seguridad busquen a este tipo antes de que cause más
problemas?”
Ellie observó el rostro de Tom Quish y vio ira en él. “Bien. Si esa es la historia
que quieren contar, la seguiré”. Le dio a Ellie un ceño sombrío. “¿Se encuentra
bien, señorita Brower? ¿Hay algo que pueda hacer por usted?”
“Estoy bien ahora”, prometió en voz baja. “Pero gracias por preocuparse”.
Giró sobre sus talones para salir de la habitación. Ellie miró fijamente a la
doctora, todavía sorprendida de que la mujer la ayudara mintiendo. La médico
se encogió de hombros.
Slade resopló pesadamente. “Creo que me sentaré en la sala de estar para evitar
que alguien más entre”. Su mirada se deslizó hacia Ellie. “Te están trayendo a
274
Fury, debería llegar muy pronto. Está cabreado como el demonio, pero está
bien”. Su mirada se dirigió a la médico y sonrió. “Mientes bien, Doc”. Slade le
guiñó un ojo y cerró suavemente la puerta detrás de él.
Los hombros de Trisha se hundieron. Se sentó junto a Ellie en la cama. “No soy
la mejor mentirosa. ¿Eso fue al menos pasablemente bueno?”
“Excelente.” Ellie no pudo ocultar la ira que estalló o su sarcasmo ante esa
noticia.
“¿Cómo cuáles?”
“No”, Ellie negó con la cabeza. “No puedo creer que esto haya sucedido”.
“¿Cuánto tiempo tiene que esperar normalmente hasta que baje la hinchazón?”
275
“¿Para que puedas ayudar a otras personas si una mujer decide acostarse con
uno de ellos?”
Ellie se relajó. “Oh. Bueno, en ese caso, no es doloroso. La hinchazón solo dura
unos minutos. Tal vez tres”.
Trisha se puso de pie. “Puedes irte a casa con él esta noche. Solo recuerda lo que
te advertí sobre tu cabeza y el señor Fury necesitará despertarte cada pocas
horas para asegurarse de que estés bien. Si tiene algún problema para
despertarte, debe llamarme inmediatamente. Te daré analgésicos para
ayudarte con el dolor de cabeza que vas a tener después de que desaparezca el
efecto del medicamento”.
Ellie escuchó voces unos minutos después. La puerta del dormitorio se abrió y
Fury entró. Ellie jadeó. Tenía moretones en la cara y alguien le había dado una
camisa que parecía haber sido destrozada en algunos lugares. Cruzó la
habitación en unos pocos pasos, dejando la puerta del dormitorio entreabierta.
Se sentó con cuidado y la alcanzó, sus brazos envolviéndose suavemente
alrededor de ella. Él la levantó y la colocó con cuidado sobre su regazo para
abrazarla con fuerza contra su pecho.
“¿Estás bien?”
Ella pasó su brazo alrededor de su cuello. Tenía un ojo morado, pero no estaba
cerrado por la hinchazón. Ella estudió el daño en él. Una de sus manos temblaba
cuando tocó su rostro, presionando su palma en la única área de su piel que no
parecía herida.
276
“Necesité algunos puntos en mi cabeza. ¿Estás bien? ¿Qué te pasó?”
“Sólo algunos. Aunque estoy bien. Su mano dejó su rostro y alcanzó la camisa
que llevaba. Apartó el cuello de su piel y miró hacia abajo, detectando marcas
rojas en su pecho. Su mirada horrorizada voló hacia arriba para mirarlo a los
Fury la abrazó un poco más fuerte. “Sí, pero ya está aclarado. He aprendido una
lección importante de esto”.
“¿Qué aprendiste?”
Una sonrisa tiró de los labios de Ellie por su bien, apreciando su intento de
humor. “Quiero ir a casa. Trisha dijo que puedo irme. Me va a dar unas pastillas
para el dolor. Tenemos prohibido tener relaciones sexuales durante una semana
y se supone que debes despertarme cada pocas horas para asegurarte de que
estoy bien.
Fury se estremeció. “Una semana, ¿eh?” Sus ojos marrones se suavizaron. “Me
alegro de que estés bien. Te escuché gritar. Me aterrorizó cuando te caíste, no
te movías y olí tu sangre”.
“Estoy bien.”
Fury se puso de pie, moviendo a Ellie dentro de la cuna de sus brazos. “Vamos
a casa.”
277
Ellie apoyó la mejilla en su hombro y le rodeó el cuello con el otro brazo. Se fue
con un pijama prestado, pero no le importaba quién la viera. Fury caminó hacia
la puerta del dormitorio, usando su pie para abrirla completamente.
“Lo siento”, se disculpó Justice en voz baja. “No lo sabía o nunca me habría
precipitado a esa cocina”. Se encontró con la mirada de Fury. “No pensé que la
Ellie suspiró. “Es solo otra confusión, Trisha. Te lo contaré en otro momento”.
“Yo llevaré las pastillas”, ofreció Slade, quitándole el frasco de la mano. “Los
llevaré a casa en un vehículo. Se vería extraño que Fury vaya por la calle
cargando a una mujer vestida con ropa de dormir.”
“Simplemente toma una pastilla según sea necesario para el dolor”, instruyó
Trisha.
Slade vaciló en la puerta. “¿Quieres que la cargue por ti, Fury? Esas pistolas
Taser duelen como un hijo de puta”.
Slade abrió la puerta y se hizo a un lado. Fury llevó a Ellie fuera de la casa
hasta el coche que esperaba junto a la acera. Slade les abrió la puerta trasera.
Fury movió a Ellie dentro de su agarre y subió al auto con ella en su regazo. Se
sentó lo suficientemente fuerte como para sacudirla e hizo que el dolor le
atravesara la cabeza. Ella gimió suavemente.
Fury gruñó.
Ellie lo frotó donde sus manos lo tocaban. “Estoy bien. Es solo un dolor de
cabeza”.
278
Fury la abrazó con más fuerza, obviamente molesto. Ellie se sorprendió de lo
mal que había resultado la noche. Tuvo que parpadear para contener las
lágrimas por temor a que Fury se enfadara aún más si las veía.
****
Ellie sonrió a las mujeres que compartían la cocina del dormitorio con ella. Las
Ellie la miró. “Asumí que todas ustedes eran altas, ya que hasta ahora eso es
todo lo que he visto”.
279
Las nuevas mujeres variaban desde alrededor de un metro con cincuenta
centímetros hasta alrededor un metro con sesenta y cinco centímetros. Tenían
estructuras corporales más pequeñas, similares a las humanas frágiles, excepto
que sus rasgos faciales las revelaban como Nuevas Especies. También parecían
tímidas y asustadizas, a diferencia de las mujeres más grandes de las Nuevas
Especies. Ellie sonrió en un intento de tranquilizarlas.
“Sé que todo esto parece mucho, pero créanme, al final de la semana estarán
Ellie miró a Breeze. Se había mantenido cerca del grupo de mujeres como si
fuera su sombra desde que entraron al dormitorio unas horas antes.
“Ella es humana pura, pero es buena”, aseguró Breeze en voz baja. “Ella es
nuestra mascota de la casa”. Breeze le guiñó un ojo a Ellie. “La llamamos
caniche. Porque es como esos lindos perros que son pequeños y tienen el pelo
alborotado”.
Ellie se rió entre dientes. “Sé que lo hacen con cariño. ¿Cómo te llamas?”
7 Half Pint se traduce como Media Pinta, considerando que una pinta es una medida de
líquido, usualmente cerveza, de aproximadamente 236 mililitros, el nombre hace alusión a
que era una Nueva Especie muy pequeña.
280
Ellie miró a Breeze y ésta se encogió de hombros. Ellie tenía un montón de
preguntas sin respuesta, pero retrasó la que realmente quería preguntar para
más tarde. “Bueno, ¿tienes alguna otra pregunta?”
Breeze suspiró. “Ya no necesitas pedir permiso. Eres libre, aquí no hay por qué
tener miedo, Halfpint. Puedes preguntar lo que quieras”.
“No”, espetó Breeze. “Eso está hecho y terminado. Eres libre. ¿Lo entiendes?
Estás aquí para que puedas aprender a administrar tu hogar como cualquier
otro ser humano. Todos aprenden a cocinar y a operar electrodomésticos”.
Confundida, Ellie se quedó allí. Ella no sabía lo que estaba pasando. Los ojos
grises de Halfpint se llenaron de lágrimas. Ellie se movió para pararse frente a
ella.
Ellie miró hacia la puerta vacía sabiendo que no podía estar en desacuerdo con
eso. “¿Qué quisiste decir con volver a ser lo que eras antes?”
Halfpint parecía aún más temerosa. Se dio la vuelta de repente y se arrojó a los
brazos de otra mujer, abrazándola con fuerza. Ellie se dio cuenta de que todas
tenían miedo de repente por alguna razón. Ninguna otra mujer de la Nueva
Especie le había tenido miedo. Ellie dio un paso atrás, con la esperanza de que
eso aliviaría su miedo.
281
“¿Por qué no vas y desempacas tu ropa? Nos tomaremos el día de hoy muy
despacio y podrás conocer a las otras mujeres. Pongo notas en la parte trasera
de sus puertas para avisarles cuando se sirven las comidas. Si tienes alguna
pregunta, estaré aquí hasta las cinco. Las otras mujeres te ayudarán si no estoy
cerca.
Ellie vio huir a las mujeres y luego fue en busca de Breeze. La vio a través de la
ventana de la sala y salió del edificio. Breeze se había sentado en un banco
Breeze usó su pie para frotar la hierba. “Lo que les hicieron me cabrea. Los
médicos los crearon débiles a propósito. Esas mujeres tienen miedo incluso de
hacerte una pregunta y ¿escuchaste ese comentario antes? No importa cuántas
veces les digan que la mierda ha terminado, todavía están aterrorizados de que
les mientan y los envíen de regreso”.
“No entiendo.”
Breeze levantó la cabeza y reveló las lágrimas en sus ojos. “Combinaron su ADN
con animales domésticos para hacerlas débiles y pequeñas. No las crearon para
realizar pruebas. No se combinaron con diferentes especies para la investigación
médica. Los hicieron para ser usadas y abusadas”.
Breeze se secó una lágrima que se deslizó por una de sus mejillas y dejó caer la
cabeza. “Regalos. Los médicos las convirtieron en esclavas sexuales de los
bastardos que financiaron las instalaciones de prueba. Fueron dadas a
cualquier idiota que tuviera suficiente dinero y fuera lo suficientemente
pervertido como para querer follar a un animal que era lo suficientemente
humana como para ser atractiva. Las hicieron lo suficientemente pequeñas
como para estar indefensas y ser incapaces de defenderse”.
“Oh Dios.” Ellie sabía que la sangre se había drenado de su rostro. “Por favor,
dime que estás bromeando”.
282
Breeze negó con la cabeza. “Encontramos algunas de ellas, pero Justice todavía
está buscando con la ayuda de tu gobierno. Hasta ahora, hemos llegado
demasiado tarde para salvar a la mayoría de las que localizamos mediante
transacciones de dinero que hemos rastreado. Los hombres que fueron
arrestados confesaron haber abusado de ellas hasta la muerte. Estas fueron las
que eran más duras y más grandes, las que sobrevivieron a lo peor”.
Breeze asintió. “No debería haber perdido los estribos, pero me enfurezco. Lo
pasé mal, Ellie. Confía en mí. Todas tuvimos una vida infernal, pero ellas la
pasaron mucho peor. Algunos guardias intentaron agredirme sexualmente. Me
defendí e incluso maté a uno de ellos. La mayor parte del personal dentro de las
instalaciones de prueba, estaba dispuesto a protegernos contra eso y no sucedía
con frecuencia. Dijeron que éramos demasiado caras como para dañarnos. El
centro de pruebas solo nos hizo tener relaciones sexuales con nuestra propia
gente, pero no nos hicimos daño. Compartimos dignidad, respeto y amabilidad.
Ellas no tenían eso cuando los hombres que las poseían las tocaban”.
Ellie se puso de pie con piernas inestables. “Supongo que tendré que acercarme
realmente a ellas y espero que puedan aprender a confiar en nosotras”.
283
Breeze se puso de pie y sonrió a Ellie con tristeza. “Eres pequeña como ellas y
tal vez eso las ayude. Halfpint pensó que eras una de ellas”.
*****
“Eres de buen corazón”. Fury le frotó la mejilla con el pulgar. “Están libres
ahora. Pronto encontraremos más de ellas”.
“¿Qué tienes en mente?” Fury empujó a Ellie hacia el sofá para que se sentara
a su lado.
Ellie se acurrucó contra su costado, amando abrazarlo. “No sé. Breeze mencionó
que las mantuvieron alejadas de todos, excepto de sus abusadores”.
“Sí. Nos llaman animales, pero esos hombres eran verdaderamente las bestias.
Algunas de esas mujeres fueron encontradas encerradas en sótanos. Las
mantuvieron alejadas de cualquier otra persona para evitar que se descubriera
su presencia, nunca fueron llevadas a ninguna parte y en algunos casos ni
siquiera poseían ropa”.
Ellie se estremeció por las horribles imágenes que esa información creó dentro
de su mente. “Pensaron que había tratado de enseñarles cómo usar la cocina
para que tuvieran nuevas habilidades para llevarlas a sus antiguos dueños”.
284
Fury se estremeció. “Escuché que fue malo. Justice las mantiene alejadas de
todos los hombres. Quiere que se hagan más fuertes emocionalmente antes de
que nos las presenten”.
“Sí, pero ellas nunca tuvieron eso, Ellie. Han sido lastimadas y abusadas por los
hombres. Es todo lo que saben”.
“No. Justice contactó a una iglesia. Tienen algunos retiros aislados sin machos.
Recibieron a las mujeres con los brazos abiertos para darles un poco de tiempo
y paz para recuperarse de lo que habían pasado. Deben ser enviadas aquí
cuando los terapeutas crean que son lo suficientemente fuertes. La primera
tanda es una prueba para ver cómo les va. Ojalá puedan superar su pasado y
encontrar un futuro”.
“¿Y si no lo hacen?”
“Justice ha pensado en crear nuestra propia comunidad solo para mujeres para
protegerlas”.
“Esas pobres mujeres”. Ellie se acurrucó más contra el costado de Fury y miró
la televisión. Fury disfrutaba viendo béisbol y pronto comenzaría un juego.
“Desearía que yo pudiera pensar en algo que hacer para ayudarlas”. Agregó
Ellie
285
Especies. Mostraron una imagen de Fury llevando a Ellie a un automóvil.
Parecía furioso en la foto y Ellie parecía estar sufriendo.
El público ahora sabía sobre ella y Fury. El reportero dijo que ella y Fury eran
la primera pareja entre un nueva especie y una humana. Habían mencionado
los nombres de ambos y de alguna manera habían insinuado que Ellie había
resultado herida. El reportero afirmó que pudo haber sido Fury quien la lastimó.
Cerró los ojos y luchó contra las lágrimas de ira. Peor aún, le dolía por Fury.
¿Por qué la gente automáticamente pensaba que él la lastimaría solo porque
resultó ser una Nueva Especie? Incluso sabían que había sido mezclado con
ADN canino, lo habían mencionado durante el informe. Era obvio que alguien
dentro de Homeland había filtrado esa información a la prensa.
Ellie todavía temblaba cuando se puso de pie. Encontró a Fury paseando dentro
de la cocina, hablando por teléfono. Sus miradas se encontraron. Fury hizo una
pausa, luciendo furioso y pálido. Ellie caminó directamente hacia él. Uno de sus
brazos rodeó su cintura y apoyó la barbilla en la parte superior de su cabeza.
Ellie solo sostuvo a Fury hasta que terminó su llamada. Colgó el teléfono y lo
arrojó de golpe sobre el mostrador. Su otro brazo se envolvió alrededor de su
cintura, sosteniéndola, mientras le frotaba la espalda.
286
“Justice está en ello. Tiene que llamar a una conferencia de prensa, Ellie. No
tiene elección. Estaban insinuando que yo te estaba lastimando y necesitamos
el apoyo del público”.
“Tiene que haber una fuga en alguna parte. Sabían que soy canino y eso no se
sabe públicamente, además de que citaron nuestros nombres”.
“No lo sé, pero lo averiguaremos. Odio decirlo, pero apuesto a que fue ella o
alguien dentro de la fuerza de seguridad humana. Ellos también tienen acceso
a nuestros archivos. Alguien me informó que Tom apareció en la casa de la
doctora. La seguridad humana lo alertó y eso significa que sabían que algo había
sucedido”.
Parte de la ira se alivió de sus rasgos. “No es tu culpa. La gente siempre asume
lo peor. Demonios, mi propia gente me creía capaz de hacerlo”.
Sus labios se torcieron y le dio una leve sonrisa. “Mirar el lado bueno. Ya no
tenemos que ocultar nuestra relación”.
La sonrisa de Fury murió. “¿Qué pasa si están molestos porque estás conmigo?”
Su mirada buscó la de ella. “¿Me dejarás?”
El corazón de Ellie se disparó. “No. No lo has hecho ¿Me lo estás diciendo ahora?”
“Yo también te amo.” Las lágrimas la cegaron hasta que parpadeó para
alejarlas. “Te he amado por un tiempo, pero me abstuve de decírtelo”.
“¿Por qué?”
Ella se encogió de hombros. “Supongo que estaba siendo estúpida. Los hombres
humanos tienden a asustarse un poco cuando una mujer declara que se ha
enamorado rápidamente”.
Sus cejas se arquearon. “No soy uno de ellos, no del todo, y estoy lleno de alegría
porque me amas. Nunca vuelvas a decir que eres estúpida. Eres cautelosa
porque un hombre te lastimó en el pasado. Eso nunca pasará con nosotros
porque esta vez elegiste bien”. Una sonrisa curvó sus labios, un brillo burlón en
sus hermosos ojos.
Ellie tuvo que luchar contra sus emociones para no sentirse abrumada. Ella se
rió de su broma. ¡El me ama! Más lágrimas la cegaron. Tuvo que parpadear
para devolverlas. No era solo sexo para él, él compartía sus sentimientos. De
repente, sus problemas parecían irrelevantes. ¡El me ama!
“Bien. Te amo más de lo que las palabras pueden decir y estoy tan feliz de que
tú también me ames”.
Fury se rió entre dientes. “Revisé las reglas para el matrimonio”. Su sonrisa
murió. “No tienen una cláusula de matrimonio especial para nosotros, pero
288
tampoco es exactamente en contra la ley, ya que no hay nada con respecto a las
Nuevas Especies”.
¿Casamiento? Ellie lo miró en estado de shock. Nunca había esperado que Fury
pensara en ese tipo de compromiso, pero obviamente lo había hecho. ¿Quería
casarse con él? Ella lo miró a los ojos. Se había convertido en una gran parte
de su alma desde ese primer día inquietante que lo había visto dentro de su
celda estéril.
Ellie se rió. “Lo haría, pero se supone que no debes preguntar si lo consideraré.
Solo pregúntame si me casaría contigo.”
289
pero tampoco hay nada en contra de que nos casemos. Somos lo que llamaron
un caso histórico. Suena como si fuéramos bienes raíces”.
“Creen que no debería ser un problema. Esperaba que nadie se enterara hasta
después de que nos casáramos, si aceptabas ser mi esposa. Ahora tengo miedo
de que alguien lo piense y trate de protestar por nuestro derecho a hacer eso”.
****
“Las llamadas ya están llegando, Fury”. Justice maldijo en voz baja. “Acabo de
hablar por teléfono con el presidente. Nos respalda por completo, pero escucho
la preocupación en su voz. Le aseguré que todo estaba bien y que las noticias
eran sombrías a propósito”.
“Bien. Llamé a nuestros equipos y están listos para ayudar a las fuerzas
humanas en las puertas en caso de que tengamos una afluencia de
manifestantes. Estoy esperando que eso suceda. Va a desquiciar a esos locos el
hecho de que su peor temor se haya convertido en realidad y que uno de las
Nuevas Especies viva oficialmente con una mujer humana”. Fury hizo una
pausa. “Lamento las molestias, pero no lo cambiaría. Ella lo vale para mí,
Justice”.
290
“Lo has dejado muy en claro y como te dije, nos alegramos por los dos y te
respaldamos.” Justice hizo una pausa. “Sé que tenemos que abordar este tema
con la prensa. Se están imaginando lo peor, creen que ella fue herida por el
abuso de uno de los nuestros y tenemos que aclarar este asunto”.
“De acuerdo, pero me niego a poner a Ellie frente a ellos para responder
preguntas. La atacarán verbalmente y le dirán cosas malas que herirán sus
sentimientos. No permitiré eso. Es mi trabajo protegerla. Necesitamos permitir
“Puedo hacer mi trabajo y Ellie es ahora parte de las Nuevas Especies. Ella es
mía para protegerla también. No arriesgaré a la una por el otro porque no
llegará hasta eso”.
“Yo también lo deseo, pero somos libres y este parece ser el precio de la libertad.
Nos dimos cuenta de que no sería fácil desde el principio. Superaremos esto,
nuestros equipos de seguridad están preparados para lo peor y tú te encargarás
de los humanos; eres mucho mejor lidiando con ellos que yo”. Una risita escapó
de Fury. “En este momento, no envidio tu trabajo”.
291
“No. Ella está esperando que termine esta llamada y cuando acabemos iré a
ocuparme de ella. Ella está preocupada, necesito calmarla”.
“¿Calmarla?”
****
Los ojos oscuros se entrecerraron. “No voy a exhibirte y permitir que los
humanos te digan palabras hirientes”.
292
camino o simplemente aceptar que él era propenso a ese comportamiento. Sabía
que él la amaba tan profundamente como ella lo amaba a él. Ella asintió y su
ira se alivió.
“Lo sé, Fury. Es solo me gusta que me pregunten mí opinión. ¿Está bien?”
“Lo intentaré. ¿Quieres que vuelva a llamar a Justice y le diga que estaremos
Ella lo amaba aún más por decir eso. “No le devuelvas la llamada. De ninguna
manera quiero estar allí”.
“Sí quiero.”
“No me importa si están o no contentos con nosotros. Ahora eres mi vida, Fury.
Eres todo lo que me importa. Sin embargo, debería llamarlos para que lo
escuchen de mí”.
293
Ellie estuvo tentada de dejarlo, pero luego se dio cuenta de la realidad.
“Buen punto.”
294
Capítulo Dieciséis
“Realmente lamento haber tenido que obligarles a estar aquí”. El director Tom
Quish parecía sincero mientras miraba tanto a Ellie como Fury. “Justice está
“¿Queremos saber cuáles son esos rumores?” Fury arqueó una ceja.
Tom negó con la cabeza. “No realmente, a menos que de verdad tengas a Ellie
encerrada, viviendo dentro de una caseta de perro y encadenada con un collar,
solo para vengarte de los humanos por lo que te hicieron. Es una mierda así”.
Ellie giró la cabeza para sonreírle a Fury. “Eso suena un poco pervertido”.
“Eso es lo que necesito”, los animó Tom. “Ambos están tomando todo esto muy
bien”.
Fury se encogió de hombros. “Me enojé, pero Ellie me dijo que solo empeoré las
cosas. Ella lloró cuando juré que los mataría a todos”.
“No lloré cuando dijo eso. Le dije que no me gustaba ver sangre”.
295
Tom gimió. “Ustedes dos me van a matar si actúan de esta manera. La gente no
sabrá qué pensar de ti. Espero que haya sido una broma”.
“Piensan que soy un animal salvaje que obliga a Ellie a ser mi esclava sexual”.
Fury sonrió lo suficiente como para mostrar sus dientes caninos. “Eso no evitará
que me enfade. Eso hará que quiera llevarte a casa”.
“Una hora, Fury. Eso es todo el tiempo que tienes que mantener la calma.
Puedes controlar tu temperamento. Tienes que hacer esto” le aseguró Ellie.
“Puedes gritar más tarde y enojarte si se pone peliagudo”.
Él ahuecó su rostro. “Prometo intentarlo, Ellie. Haría cualquier cosa por ti.”
“Gracias.”
“Pero si te insultan, podría enfadarme. Sabes que tengo mal genio cuando se
trata de que alguien te haga daño o diga cosas malas sobre ti”.
Ellie gimió. “Me insultarán, estoy bastante segura de eso, pero puedo manejarlo,
así que mantén la calma”.
“¿Qué tipo de hombre sería si me quedo sentado allí mientras dicen cosas malas
sobre ti?”
“Uno inteligente”, espetó Tom. “El mundo va a estar viendo esto, Fury. Ustedes
dos son grandes noticias en todo el mundo. No tienes idea de cuánta cobertura
habrá por ahí, si encantan a la prensa, los amarán y los apoyarán totalmente
296
en tener una relación. Si esto sale mal, entonces podría ponerse feo. Realmente
necesitamos el dinero entrante, Fury. Piensa en todas las Nuevas Especies e
incluso en Ellie. ¿Qué pasaría si se retirara el apoyo y dejaran de llegar los
fondos que mantienen abierto a Homeland? Se cerraría este lugar y luego
¿dónde irían todos? Nuestro personal legal está trabajando arduamente en esas
demandas para obtener una entrada de efectivo, y me han asegurado que no
pasará mucho tiempo antes de que Industrias Mercile pague por lo que han
hecho, pero necesitamos tiempo”.
“Gracias.” Tom suspiró. Le lanzó a Ellie una mirada sombría y cruzó los dedos.
El hombre rodeó su escritorio y se puso la chaqueta. “Vamos.”
Ella trató de luchar contra su nerviosismo. Nunca antes había tenido que hablar
frente a un montón de cámaras y reporteros. Por razones de seguridad, la
conferencia de prensa se llevaría a cabo frente a las puertas principales. De esa
manera se mantenía a todos los asistentes fuera de Homeland pero junto a los
muros de seguridad para ayudarlos a controlar el área.
“Estoy aquí”, le aseguró Fury. “No permitiré que nadie te haga daño”.
Ellie le dedicó una débil sonrisa. “Simplemente odio estar cerca de un montón
de gente, pero voy a estar bien contigo a mi lado”.
Tom se puso de pie y trató de calmar a la prensa. Buena suerte, pensó Ellie.
Un manicomio de gritos había estallado. Tom pudo silenciar a la multitud
“Los rumores que circulan sobre que el señor Fury dañó a Ellie Brower no son
ciertos”. Su voz sonó claramente. “Son una pareja y viven juntos dentro de
Homeland. El video que vieron en la televisión sucedió después de que Ellie
tuviera un accidente simple. Fue atendida por nuestra médico. Esta es la
doctora Trisha Norbit. Ella lo verificará para ustedes”.
“Por supuesto que los rumores no son ciertos”, Trisha negó con la cabeza y
parecía enojada mientras miraba a los reporteros. “Fue un simple accidente
mientras Ellie limpiaba la cocina”, mintió. “Se golpeó la cabeza con el borde de
la isla de la cocina cuando se levantó de barrer el piso. Tenía un golpe en la
cabeza. El Sr. Fury ni siquiera estaba en casa en el momento del incidente. Llegó
a casa y encontró a Ellie. Todo lo que ustedes vieron fue a él llevando a Ellie al
auto después de que la traté. Fue así de simple”.
“Señorita Brower”, uno de los reporteros se puso de pie. “¿Es eso cierto?”
Ellie forzó una sonrisa y trató de disminuir su ritmo cardíaco errático, causado
por estar en el centro de atención. “Desafortunadamente sí, créeme”. Sólo
sonríe y miente, se dijo a sí misma. Puedo hacer esto. “Imagina lo mortificada
que estoy. Me golpeé la cabeza y sale en las noticias de las once”.
298
“¿Usted y el señor Fury están teniendo sexo?” Alguien más se levantó y
preguntó.
Ellie vaciló. “¿Están teniendo sexo? Esa es una especie de pregunta personal,
¿no cree?”
Ellie apretó la mano de Fury para asegurarle que estaba bien cuando él se puso
tenso. “Mi vida sexual no está en discusión pública, pero diré que Fury y yo
estamos viviendo juntos, como Tom ya les hizo saber, y estamos involucrados en
una relación seria”.
El hombre asintió y se sentó. Apareció otro hombre. “Señor Fury, ¿muerde usted
a la señorita Brower? Escuchamos rumores de que hay mordidas durante el
sexo”.
El control de Fury sobre ella se volvió tan intenso que tuvo que ocultar un
estremecimiento. Ellie usó su pulgar para frotar el dorso de su mano. Fury se
relajó y sacudió la cabeza.
“Nunca lastimaría a Ellie”. De repente tiró hacia atrás su labio superior para
mostrar sus dientes rápidamente. “Le dolería si la muerdo”.
Las preguntas comenzaron a volar. Ellie reprimió una risa ante lo absurdo de
algunas de ellos. Tom gritó pidiendo orden. Repitió sus instrucciones de una
pregunta a la vez o la entrevista terminaría. El silencio volvió a reinar y una
persona se puso de pie.
Fury abrió la boca. Ellie lo golpeó con el hombro y respondió. “¿Cómo besas a
alguien con una sobremordida? ¿O alguien con dientes de conejo? ¿O alguien a
quien le faltan dientes? solo lo haces, esa es una pregunta tonta”.
299
“¿Así que ustedes dos se besan?”
“Por supuesto que lo beso. Míralo.” Ellie giró la cabeza y le sonrió a Fury. Volvió
a mirar al reportero. “Los dientes no son un problema”.
“¿Cómo te sientes acerca de estar con alguien con quien quizás nunca puedas
tener hijos, Ellie?”
Ellie miró fijamente a la misma reportera que volvió a preguntar por los niños.
Ella vaciló. “Nunca hay una garantía de que puedas tener hijos, sin importar
con quién estés. Hay muchas parejas en este mundo que están juntas y luego
descubren que por alguna razón no pueden tenerlos. Es por eso que tenemos
madres sustitutas, bancos de esperma y la adopción como opciones disponibles
para esas parejas. No creo que nadie conozca a alguien y juzgue si le gusta o no
en función de lo bien que funciona su sistema reproductivo y cuántos hijos puede
sacar de esa persona. Eso es irrazonable y estúpido. No me preocupa en lo más
mínimo eso. Ni siquiera pienso en eso”.
Sus brazos se hundieron debajo de ella y luego la levantó, empujó sus rodillas
contra su pecho para obligarla a convertirse en una bola apretada dentro de sus
brazos, y se tambaleó sobre sus pies. Corrió hacia las puertas con Ellie en sus
brazos, encorvado sobre ella, todavía protegiendo su cuerpo con el suyo.
Fury se sacudió con fuerza, su agarre sobre ella se aflojó, pero luego volvió a
apretarlo. Él siguió moviéndose y gritó palabras que ella no entendió. Ellie
estaba demasiado sorprendida para entenderlo y no podía respirar. La tenía
aplastada entre sus brazos y sus rodillas y piernas empujadas contra su pecho,
comprimiendo sus pulmones. El fuerte impacto de su cuerpo mientras corría
tampoco ayudó. Ellie no podía ver mucho con él envuelto alrededor de ella y la
forma en que la sostenía con tanta fuerza.
Sabía que habían despejado la puerta, vio una sección de la pared pasar
rápidamente junto a ellos justo cuando Fury colapsaba sobre sus rodillas. Él
gimió en voz alta, pero de alguna manera la mantuvo dentro de la cuna de sus
brazos. Entonces su agarre se aflojó. Ellie se movió en sus brazos, levantó la
cabeza y vio que el dolor se retorcía en sus hermosos rasgos.
“¿Fury?”
301
La movió y la puso en el suelo frente a él. Ella lo miró y vio que sus ojos se
ponían en blanco. Él simplemente se derrumbó de lado, estrellándose contra la
hierba junto a ella. Ellie ignoró los gritos, los alaridos y todos los demás sonidos
que se escuchaban a su alrededor. Ella se arrastró frenéticamente para
acurrucarse sobre su forma inmóvil. Fue entonces cuando vio la sangre.
Trisha Norbit de repente cayó de rodillas al otro lado del cuerpo de Fury. Trisha
apartó las manos de Ellie y tiró de la camisa de Fury para ver la herida. Ellie
ignoró sus manos, cubiertas con la sangre de Fury. Ella se acercó a su cara
mientras la médico y algunas otras personas comenzaban a trabajar en él.
Ellie tembló. “¿Fury?” Le tocó la cara, sin importarle que las yemas de sus dedos
al rozar su piel estuvieran ensangrentadas. Las lágrimas corrían por su rostro.
“¿Fury? Por favor despierta.” Su voz se quebró con un sollozo.
Trisha miró a Ellie a los ojos y luego apartó la cabeza. “Tenemos que llevarlo al
hospital inmediatamente. Llama al centro de traumatología y diles que
necesitamos un quirófano preparado y...” Maldijo. “¿Justice? Necesito que
algunos de tus caninos vengan con nosotros. Necesitará sangre y, con suerte,
alguno de ellos se acercará lo suficiente al tipo de la de él”.
302
“¿Trisha?” Ellie siguió temblando.
Ellie se vino abajo por completo en ese instante. Ella sabía que él no lo lograría.
Vio toda la sangre empapando sus manos, su ropa y las manos de Trisha. Ella
Slade giró con ella, todavía la sujetaba bien en caso de que tratara de correr
detrás de Fury, y rápidamente caminó hacia el estacionamiento. Él la asentó
suavemente en el asiento trasero de una de las SUV cuando llegó allí y agarró
su radio.
303
que había sucedido. Era obvio por su expresión sombría y la mirada de dolor en
sus ojos mientras se miraban el uno al otro.
****
Ellie paseaba y seguía mirando a los hombres que la rodeaban. Había al menos
siete oficiales de la ONE custodiando la sala de espera privada. El hospital les
había ofrecido una tan pronto como se dieron cuenta de que los oficiales de la
304
ONE estaban armados y decididos a proteger a Ellie. Más oficiales estaban
fuera de la sala de operaciones donde Fury luchaba por su vida.
Ella asintió, sabiendo que Justice estaba hablando por su teléfono celular con
uno de los oficiales de la ONE que custodiaban la sala de operaciones. El oficial
podía ver el interior para dar información detallada. Ellie estaba agradecida por
“Es café helado”. Slade sonrió. “Estás temblando. No quería darte algo caliente
que pudiera derramarse. Fury me patearía el trasero si permitiera que te
quemaras”.
Las lágrimas llenaron los ojos de Ellie y ella le sonrió de verdad. “Gracias.”
8 En algunos países se le llama popote, bombilla, pitillo, etc. Es un pequeño tubo plástico que
sirve para sorber líquidos, especialmente refrescos.
305
Justice resopló. “Se supone que no debemos llamarlos terroristas, pero
continúa”.
Ellie tomó un sorbo de su café helado mientras los escuchaba. Tenía que admitir
que todo el mundo había sido realmente genial con ella. La estaban protegiendo
a ella y a Fury. Las Nueva Especies se habían asegurado de que muchos de sus
hombres fueran al hospital para ser donantes de sangre para Fury. Solo la
sangre humana normal podría haber funcionado, pero combinar su química
alterada funcionaba mejor. Justice se lo había explicado.
Ellie recordó cuando llegaron al hospital. Justice la había llevado a uno de los
baños, le habló con calma y le prometió que haría todo por Fury. Él la había
llevado a un fregadero mientras hablaba. Todavía estaba en estado de shock
cuando él le lavó las manos ensangrentadas como si fuera una niña y luego le
entregó la ropa que alguien le había traído con las etiquetas aún adheridas.
Volvió a llevarse el teléfono a la boca. “Sí. Todavía estoy aquí. ¿Qué está
pasando?”
306
El corazón de Ellie se aceleró cuando vio a Justice cerrar los ojos. El miedo se
apoderó de ella con fuerza cuando Justice cerró su teléfono. Ellie siguió
mirándolo hasta que él abrió los ojos. Su mirada se volvió hacia ella.
Pasaron horas antes de que llevaran a Fury del área de recuperación a una
habitación privada en la UCI 9.
La situación le trajo recuerdos de las otras veces en que había mirado a Fury a
través del cristal cuando aún estaba encerrado dentro de las instalaciones de
prueba. Le dio ganas de llorar una vez más. Le partía el corazón ver indefenso
a un hombre tan fuerte y vital.
Justice dio una pequeña sonrisa. “Va a estar bien. Te dije que Trisha ordenó que
permaneciera sedado. A las Nuevas Especies no nos va bien el estar acostados
en una cama porque no nos gusta estar inmóviles. Es mejor mantenerlo al
margen mientras sana más o intentará levantarse sin importar cuánto le duela.
Desafortunadamente, somos molestamente tercos a ese respecto”.
“No tenías que decirme eso. Lo veo cada vez que lo miras”. El pauso. “Nunca
tuvimos nada que nos perteneciera mientras crecíamos. ¿Él te dijo eso? Nunca
nos atrevimos a preocuparnos por mucho tampoco. El personal y los médicos
siempre nos lo quitaban o usaban cualquier debilidad percibida en nuestra
contra como castigo. El matrimonio significa seguridad para él, significa que
puede tenerte hasta que muera. Significa que le perteneces a él y que nunca te
lo quitarán. Quería que lo tuvieras claro. Si te casas con él, esperará que eso
signifique para siempre. No estés de acuerdo a menos que estés segura”.
“Lo estoy”.
Sus ojos se entrecerraron. “Él no dejará que te divorcies de él. Eso es lo que te
estoy diciendo. Eso lo mataría. El matrimonio es permanente para él. Es jurar
que nunca tendrá que temer perderte. Morirá o matará para protegerte y te
amará con todo lo que tiene para dar. He oído hablar de vuestros matrimonios
humanos. No somos similares a los humanos en absoluto en este asunto. Será
leal y Fury mataría a otro hombre si permitieras que te tocara. Somos posesivos
308
como el infierno. Ha sido forzado en nosotros junto con el ADN que pusieron en
nuestras células. No solo nos cambió físicamente, sino que llevamos algunas de
las características animales. Somos protectores y agresivos. Somos posesivos
con lo nuestro. No sé si Fury te explicó eso, pero sé que quería hacerlo. Lo
llamamos apareamiento y es para toda la vida. Él ya se ha apareado contigo,
pero una parte de él se ha contenido porque tuvo que aceptar que podrías
dejarlo. Pero él ya está comprometido contigo”.
Ellie no se ofendió. Sabía que Justice solo quería asegurarse de que entendiera
a lo que se enfrentaba como esposa de Fury. “Tengo muchas ganas de pasar el
resto de mi vida con él. Cada segundo de ella”.
“¿Como cuando rechazó un trabajo para mí sin preguntar?” Ellie sonrió ante el
recuerdo.
Una sonrisa cruzó la boca de Justice. “Estoy seguro de que lo hizo. Sin embargo,
él solo quería cuidarte”.
“Lo sé.”
309
“Así que ya eres consciente de las diferencias”.
“Sí.”
“Seguro. Adelante.”
“Sí.”
“Se sobreexcitó un poco y quería calmarse. Me ató las manos para que no
pudiera tocarlo”.
Ellie negó con la cabeza, sonrojándose más. “Se excitó demasiado sexualmente.
Quería que fuera bueno para los dos y quería tocarme hasta que me excitara
tanto como él. Me encanta tocarlo, así que me ató las manos”.
Los ojos de Justice brillaron con diversión. “Entiendo ahora. ¿No te importa
estar atada? Nuestra gente odia ser restringida. Lo tememos”.
310
“Él realmente quería matarme ese día”. Ellie se rió entre dientes. “Me alegro de
que haya cambiado de opinión”.
“Pues algo bueno ha salido de todo esto”. Justice señaló a Fury. “Acabo de
“Está bien”, dijo Justice, para tranquilizarla. “En realidad parece que fue algo
bueno. La buena opinión de las Nuevas Especies ha saltado fenomenalmente.
¿Cuánto recuerdas de lo que pasó? Sé que no estás capacitada para volver a
recordar los detalles o reaccionar con calma en condiciones extremas como
nosotros”.
“Cuando los hombres abrieron fuego”, le informó Justice con calma, “Fury
reaccionó. Pateó la mesa para proteger a todos los que estaban sentados allí de
las balas entrantes. Se arrojó sobre tu cuerpo para asegurarse de que las balas
lo golpearan a él y no a ti. Le dispararon una vez y debe haberse dado cuenta de
que la mesa no era lo suficientemente gruesa para detener las balas. En ese
momento te levantó y corrió para ponerte a salvo. Recibió otra bala mientras
corría”. Justice hizo una pausa. “Tú eras el objetivo. Querían matarte. Te puso
a salvo antes de que nadie lograra lastimarte”.
311
Las lágrimas cegaron a Ellie y tuvo que secarlas. Fury la había salvado. Sabía
que lo había hecho, pero escuchar exactamente lo que había hecho para
protegerla le rompió el corazón. Había recibido dos balas por ella.
“Lo sé. La buena noticia es que nuestro director de relaciones públicas cree que
el consenso general es que todos los padres desean en este momento que su hija
Ellie no pudo evitarlo. Ella rió. “Es bueno que las mujeres tiendan a sentirse
muy atraídas por ese tipo de hombres”.
“Ya veo. Gracias.” Él le guiñó un ojo. “Se supone que debo saber estas cosas,
pero la verdad es que todavía estoy aprendiendo sobre los humanos”.
“Me alegro de que la respuesta haya sido favorable hacia las Nuevas Especies”.
El asintió. “La conclusión es que esto resultó ser algo positivo para nosotros.
Fury arriesgó su vida para salvarte y eso parece haberle caído muy bien al
público en general. Incluso nos enteramos de que mucha de tu gente está
presionando al gobierno y a las autoridades legales locales para que hagan algo
contra los grupos extremistas que nos han atacado. Están presionando a
cualquiera que haya apoyado a los manifestantes para que sea detenido. Esto
realmente podría ser lo mejor que haya pasado, por horrible que suene. Le dio
al mundo una visión real de nuestra situación y nos hizo un poco más humanos
para ellos”.
El dolor atravesó a Fury cuando se despertó, pero primero pensó en Ellie. Luchó
por sentarse, por encontrarla. Manos fuertes lo sujetaron.
“Estoy aquí.”
Fury giró la cabeza para mirar a su mejor amigo. “Protege a mi Ellie mientras
yo no pueda. Quiero un equipo completo protegiéndola. Sólo Nuevas Especies.
Solo confío en nuestra gente para asegurarnos de que nadie la lastime. Ella es
prioridad, Justice. Júramelo.”
“Sabes que ya se está haciendo sin que tengas que pedirlo. Ocúpate en sanar y
no pienses en nada más que en mejorar. Ella tendrá oficiales de las Nuevas
Especies que la protejan durante las 24 horas del día y nadie se le acercará. Te
doy mi palabra.”
313
La mirada de Fury se desvió hacia Ellie y movió su brazo, alcanzando para
acariciar su mejilla. Su pulgar rozó las lágrimas que se deslizaban por su rostro.
“Te amo.”
“Te amo. ¿Te dije eso?” Su voz balbuceó y luchó por mantener los ojos abiertos.
314
Capítulo Diecisiete
Ellie observó a Tiny, la pequeña morena, fregar el suelo del pasillo mientras se
reía. Ellie tuvo que ocultar su propia sonrisa. Miró a Breeze.
Breeze se rió entre dientes. “Deberías ver la alegría que sienten algunas de ellos
fregando un inodoro. Algo loco. Odio limpiarlos. Los químicos huelen mal”.
“Excelente. Está enojado porque lo mantienen tan drogado. Pero tuvieron que
hacerlo, seguía tratando de levantarse de la cama, exigiendo su ropa. Deberías
haber visto a la pobre enfermera que entró cuando sucedió eso. Imagina a Fury
con el trasero desnudo y gruñendo por su ropa. Ella gritó cuando se enfrentó a
eso. Creo que finalmente lograron que dejara de correr cuando llegó al
estacionamiento”.
“¿Por qué eso haría que una mujer gritara?” Breeze parecía confundida.
Ellie se rió entre dientes. “Es un tipo grande, Breeze. Estaba enojado y toda esa
sangre suya bombeaba por todas partes. Me refiero a todas partes. Ahora
imagina ser una mujer tímida que entra en una habitación y se encuentra con
un tipo desnudo, grande y musculoso que además tiene una gran erección y te
está gruñendo”.
315
“¿Ella no quedó excitada?”
“Qué idiota.”
“He estado viendo más televisión. He estado algo decaída estos días: Qué idiota,
Riendo más fuerte, Ellie negó con la cabeza. Todavía necesitas trabajar en eso.
Lo estabas haciendo bien hasta que la llamaste zorra sin cerebro. Una zorra es
una mujer que se acuesta con muchos hombres. Esta mujer vio a uno desnudo
y salió disparado del terror”.
“Si entendí.” Ellie trató de ocultar su diversión. “Estoy segura de que podrías
lastimarme si lo hicieras. Mi pregunta es, ¿de dónde sacan ustedes sus nombres?
Son geniales, pero ¿qué tienes en contra de los nombres habituales como María
o Tina?
316
tratando a las Nuevas Especies, uno de los médicos me miró directamente y dijo
que de las otras mujeres podían sacar dos como yo. Comenzaron a llamarme
Halfpint mientras me recuperaba y se me quedó”.
“Los médicos que nos atendieron solo habían visto a nuestras hembras prototipo
experimentales. Halfpint fue una de las primeras de su tipo en ser tratada”,
“Tiny es más pequeña que yo, así que cuando la trajeron, los médicos la llamaron
así”. Halfpint sonrió.
10En ingles Norte se dice North, de ahí que el nombre del líder de las Nuevas Especies sea Justice North, o
Justicia del Norte, pero por ser un nombre se ha optado por dejarlo sin traducir.
317
“Sé que lo es”, estuvo de acuerdo Ellie. La imagen de Justice y Breeze juntos la
conmocionó. No podía imaginárselos teniendo intimidad.
Breeze se acercó para palmear a Halfpint en el brazo. “Lo siento. Ellos siempre
fueron amables y gentiles con nosotras. Compartimos respeto y dignidad. Ojalá
lo hubieras experimentado también, pero si alguna vez estás lista, lo sabrás
algún día”.
Halfpint miró a Ellie. “He sido una de las más afortunadas. Solo me dieron a un
hombre mayor que no me compartía. Tiny…” Halfpint parpadeó para contener
las lágrimas. “El hombre al que se la entregaron resultó ser joven, fuerte y le
hizo más daño. También la puso a disposición de algunos de sus amigos. El que
me tenía a mí era más frágil y sus golpes no eran muy dolorosos. Los últimos
años no pudo usar su parte masculina. Fracasó con la edad. Se enojó y trató de
golpearme, pero no me lastimó mucho. Ya cerca del final mayormente solo me
gritaba”.
“Lo siento mucho.” Ellie resistió el impulso de intentar abrazar a la otra mujer,
para consolarla. “¿Sabes cómo te encontraron?”
318
“Fue aterrador”, susurró Halfpint, casi temiendo que alguien escuchara.
“Escuché ruidos fuertes y luego todos estos hombres con armas derribaron la
puerta. Pensé que venían a matarme. Fue entonces cuando vi a una mujer
detrás de ellos y les dijo a los hombres que nos dejaran en paz. Me habló
mientras me quitaba las cadenas y me conducía a salvo fuera de donde me
habían retenido. Me prometió llevarme a algún lugar donde no me lastimarían
más”.
“No”, Breeze negó con la cabeza. “Ella es una humana completa. Olvidé su
nombre, pero participa en todas las redadas cuando se emite una nueva orden.
Ella es quien se hace cargo de nuestras hembras cuando son encontradas y nos
las trae para su cuidado y tratamiento”.
“Su nombre es Jessie”. Halfpint sonrió. “Ella tiene el cabello color rojo fuego y
sus ojos son realmente azules. Ella es pequeña como nosotras. Tiene una voz
muy suave”.
“Tal vez quieras irte a casa. Acabo de recibir una llamada en el teléfono del
dormitorio diciendo que Fury salió del hospital. Se dirige hacia allí”.
“Oh diablos”, suspiró Ellie. “Las veré mañana. Espero que no le haya hecho daño
a nadie” murmuró en voz baja.
*****
319
Ellie empujó y jaló de Fury hacia la cama a pesar de que él no quería ir allí. Le
lanzó una mirada sucia a Tiger, el oficial de la ONE que sonrió, muy divertido
por la situación. Sus brazos se cruzaron sobre su pecho y se negó a ayudar a
Ellie a hacer que Fury se metiera en la cama. Retrocedió, dejando clara su
intención de irse.
“No quiero acostarme. He estado haciendo eso durante una semana”, gruñó
Fury.
Fury le gruñó con saña y sus ojos oscuros se entrecerraron. Ellie le gruñó de
vuelta y lo jaló con más fuerza. “No me gruñas o yo te lo haré de vuelta. Ahora
vamos a desvestirte”. Ella lo miró. “Se supone que todavía debes estar en el
hospital. No me vengas con esa mierda Fury. Te amo hasta la muerte, pero si
no te acuestas, tomaré prestada su pistola Taser. Lo digo en serio.”
Fury dejó de luchar. De repente mostró sus afilados dientes mientras sonreía.
“Si me meto en la cama desnudo, ¿te quitarás la ropa conmigo?”
Ellie jadeó hacia él. “No habrá nada de eso. Acaban de someterte a una cirugía
hace una semana, estuviste al borde de la muerte y aún no estás autorizado
para eso. Ahora compórtate”.
Ellie se giró para ver salir al oficial de seguridad. Su mirada volvió a Fury.
“Sabías que no se había ido y lo dijiste a propósito”.
“No sabía que tocar piel con piel ayudaba a tu proceso de curación”.
320
Ellie se rió. “Haré un trato contigo. Te desnudas de buena gana, te metes en la
cama y te preparo el almuerzo. Después de que comas, me acostaré contigo”.
“¿Desnuda?”
“No. Se supone que debes estar descansando, pero podría rascarte la espalda y
jugar con tu cabello. Lo disfrutarás”.
Ellie se lamió los labios, pensando, y decidió que tal vez no le haría daño si
simplemente lo frotaba con loción si se mantenía muy quieto. Fury gruñó,
presionando su cuerpo más cerca del de ella. Ella asintió.
“¿Apurado?”
Ellie abrió la puerta del dormitorio riéndose y casi chocó con Tiger. El hombre
retrocedió un poco, sonriendo. Parecía muy divertido.
“Lo protegeré desde la sala de estar. De esa manera, tengo suficiente espacio
entre nosotros para no escuchar con qué quiere que juegues”.
La sábana formaba una tienda de campaña sobre su regazo. Ellie vio eso y se
rió. “¿Un poco emocionado de verme con el almuerzo?” Ella bromeó. “Sé que te
gusta el pavo, pero caray, Fury”.
“Te pondría esto en el regazo pero no hay espacio”. Ella se rió entre dientes.
“Come, cariño”.
Ellie abrió el armario dentro del baño y encontró una loción en crema. Cogió
una toalla de mano. Regresó al dormitorio blandiendo ambos para que él los
viera. “¿Qué te parece un masaje?”
322
“No te burles de mí. Ha sido una semana larga y solitaria”.
Fury gruñó y creció hasta alcanzar un tamaño sustancial. Ella miró hacia abajo.
Esta vez quería verlo venirse.
Recordó la afirmación que él hizo sobre ser un eyaculador fuerte. Ella curvó una
de sus manos sobre la parte superior de la cabeza de su pene mientras
acariciaba su eje más rápido, apretándolo un poco más. Chorros calientes de su
semen blanco explotaron con fuerza contra su palma y se dio cuenta de que él
no había estado bromeando acerca de que podía llegar a asfixiarla si se
encontraba realmente excitado. Ella levantó la mirada para observar su rostro.
Él echó la cabeza hacia atrás y gritó su nombre mientras ella le ordeñaba hasta
la última gota de semen. Ellie sonrió mientras seguía tocando su piel
hipersensible hasta que Fury agarró sus manos para detenerla.
323
Luego ella besó a Fury en los labios. Su lengua jugueteó con su labio inferior. Él
gimió su nombre mientras sus manos alcanzaban sus pechos.
Él gruñó en respuesta.
Ellie se apartó de sus manos exploradoras para limpiarlo con la toalla y la arrojó
hacia el baño. Puso un poco de distancia entre ellos. La mirada de Fury se cruzó
Ellie chilló sorprendida cuando Fury se abalanzó de repente, la agarró del brazo
y le dio un fuerte tirón que la envió sobre la cama. Su espalda golpeó el colchón
y Fury bajó sobre ella para enjaularla en la cama debajo de él. Ellie lo miró
fijamente.
“No lo haré”. Se agachó para agarrar la falda de Ellie y la apretó con la mano,
luego la jaló con fuerza para subir la tela por el cuerpo de Ellie hasta su cintura.
“Fury, detente”.
“Debería decir que no, pero no puedo”, dijo Ellie con voz áspera, todo su cuerpo
cobrando vida con la promesa de lo que él quería hacerle.
324
Ella se presionó contra la mano de Fury mientras él movía sus dedos en el borde
de sus bragas. Enganchó la sección central de ellas y jaló con fuerza. La tela se
rompió y la tiró lejos de la cama.
“Bueno.”
Él se movió más abajo sobre su cuerpo. Ella abrió más los muslos para que él
pudiera acomodarse entre ellos. “Las quemaré todas si eso te hace feliz, siempre
y cuando no dejes de tocarme”.
“Quémalas”, instó suavemente, deslizándose por la cama aún más abajo sobre
Ellie. Usó su mano libre y le subió la camisa hasta los pechos. Su boca rozó la
parte inferior de su estómago y su lengua trazó su ombligo. “Quema los
sujetadores también”.
“Lo que sea”, gimió Ellie, ardiendo de pasión. Ella había extrañado tanto su
toque que ya le dolía la necesidad de correrse, aunque él apenas había
comenzado. Ella gimió. “Amo tu pulgar y la forma en que me atormentas”.
Fury avanzó poco a poco, su boca recorrió la tela amontonada sobre sus caderas
para encontrar piel nuevamente. Le separó más los muslos. Fury gruñó y luego
bajó la cara.
325
Su lengua se movió, encontró el punto exacto que la volvía loca y ella gimió para
hacerle saber lo increíble que se sentía. Presionó más fuerte contra ella,
manteniendo la parte plana de su lengua allí para frotar su clítoris de un lado
a otro.
“Traté de detenerla”. Tiger se rió entre dientes. “Lo siento, Fury. Lo siento, Ellie.
Esta es la enfermera de atención médica domiciliaria”.
Fury gruñó. Ellie empujó frenéticamente su falda para bajarla más por sus
piernas, pero el cuerpo de Fury le impedía lograrlo. Como pudo se alejó de los
masculinos hombros hasta que pudo sentarse por completo.
La enfermera cerró la boca de golpe, pero luego la abrió de nuevo con la misma
rapidez.
“No deberían estar haciendo eso”, predicó la mujer. “Señor. Fury, se va a abrir
las heridas. ¡Señorita Brower, la culpa es suya!”
326
“Fuera”, gruñó Fury. Agarró el tobillo de Ellie cuando ella intentó bajarse de la
cama. “Ahora.”
La enfermera tenía una cara bonita pero su expresión era severa en ese
momento. “No lo haré. Es bueno haber llegado aquí cuando lo hice”.
“No creo que estén de acuerdo contigo”, resopló Tiger riendo. “Creo que
realmente llegaste en un mal momento ¿Verdad Fury? ¿Ellie?”
La enfermera negó con la cabeza. “Sabe que le dispararon dos veces para
protegerla. ¿No fue eso suficiente para usted, señorita Brower? Él necesita
dormir y no moverse”.
Tiger se apoyó contra la pared, se llevó las manos al estómago y empezó a reír
de nuevo. Ellie sabía que su cara debía estar roja brillante mientras Fury
parecía listo para matar algo. La enfermera arrojó las bragas rotas de Ellie al
cesto de basura junto a la puerta.
“Todos menos el señor Fury deben salir de esta habitación ahora mismo.
Necesito asegurarme de que no se hayan roto los puntos y necesita su
analgésico”.
“Cállate”, gruñó Fury. “No vuelvas a entrar a nuestra habitación cuando esa
puerta esté cerrada, ni una sola vez.”
Ellie volvió a salir ya con las bragas puestas. Regresó a la cómoda y abrió otro
“Yo le daré el baño de esponja, tú puedes darle sus pastillas. Ahora tienes que
salir para que él pueda ponerse esto”.
La boca de Ellie se apretó. “Es mi trabajo cuidar de él y resulta que también soy
enfermera”.
Lo único en lo que había pensado era en llegar a casa con ella para poder estar
solos sin las miradas vigilantes de la seguridad y del personal del hospital.
Había echado de menos tenerla en sus brazos, oírla reír y hablar con ella hasta
altas horas de la noche mientras se abrazaban. También extrañaba su sabor y
tener sus manos en su cuerpo. Se había recuperado lo suficientemente bien como
para hacerle el amor.
328
La enfermera no debería haber llegado hasta mucho más tarde y no estaba
contento con la que le habían enviado. Había mirado a Ellie de una manera que
le hizo contener un gruñido. Nadie debería mirar a su mujer con ira, y si no
hubiera prometido permitir la entrada de una enfermera a su casa, haría que
Tiger la acompañara hasta la puerta principal de inmediato.
De ninguna manera permitiría que su mujer peleara con otra. Ellie podría
resultar herida. Se obligó a relajarse, esperando que su calma también la
calmara a ella y le mostrara que debía sentirse segura siendo su mujer, ya que
la otra no representaba ninguna amenaza para ella.
Nunca permitiría que ninguna mujer excepto Ellie lo tocara. Dejaría claro quién
lo bañaría, quién lo vestiría si necesitaba ayuda y que la enfermera seguiría las
órdenes de Ellie. Tomó un respiro profundo.
“Me importa un comino”, gruñó Fury, con su mal humor aumentando hacia esa
humana grosera. “Ellie es la única mujer que quiero que me toque. ¿Ellie?”
“No le arranques la garganta”. Dijo Fury decidiendo usar el humor para captar
la atención de Ellie y, si eso asustaba a la enfermera, que así fuera. Ocultó su
risa. “No importa cuánto se lo merezca por sorprendernos”.
La enfermera jadeó y saltó lejos de Ellie. “Me dijeron que eras humana. ¿Eres
una nueva especie?” El pánico se apoderó de su voz.
Ellie suspiró. “Soy tan humana como tú. En mi opinión, no es exactamente una
gran cosa”. Le dijo a la enfermera, luego se acercó a Fury. “No iba a arrancarle
la garganta, es solo que simplemente no me gusta la idea de que ella te toque
por todas partes”.
Él sonrió. “¿Celosa?”
Ella asintió levemente. Su ira desapareció por completo ante su expresión. “Yo
soy la que da los baños de esponja”.
Fury extendió la mano para tomar la de Ellie. “Sólo tu. Ahora, ¿puedo comer
otro sándwich? Todavía tengo hambre”. Luchó contra la frustración. “Mi comida
fue interrumpida”.
Una sonrisa asomó a los labios de Ellie. Dejó caer los pantalones de chándal
doblados sobre su regazo cubierto con la sábana. “Ya que no estamos solos,
póntelos”.
Luego le lanzó a Tiger una mirada asesina. “Tú… deja de sonreír. No es gracioso.
¿Puedes quedarte un minuto y asegurarte de que no se caiga cuando se los
ponga?”
330
“Con seguridad.” Tiger se rió entre dientes. “Definitivamente esta no es una
asignación aburrida”.
****
“¿Fury?”
Belinda se sobresaltó con sorpresa, le lanzó a Ellie una mirada hostil mientras
se enderezaba y apagaba la aspiradora. “Hoy llegas temprano del trabajo a
casa”. Sonaba casi como una acusación.
Ellie asintió. “¿Es ese el nuevo traje de enfermería? Alguien debería hablar con
tu jefe”.
331
La ira brilló en los ojos de la enfermera. “Hace calor y no estoy obligada a usar
un traje de enfermera mientras hago cuidados en el hogar”.
“Bueno, deberías estarlo. Ayer aspiré este piso. No era necesario que lo volvieras
a hacer”.
Las cejas oscuras de la mala mujer se arquearon. “Tal vez deberías aprender a
pasar la aspiradora mejor”, respondió con altivez. “Hago muchas cosas muy
Ellie caminó hacia Fury en lugar de atacar a la perra enfermera como ella
quería. Su ira permaneció mientras se sentaba en la cama. Fury tuvo el descaro
de parecer divertido y eso la enojó aún más.
Él parecía disfrutar de sus celos y ella se sentía verde por ellos. Belinda Thomas
llevaba días coqueteando escandalosamente con él.
“No tengo nada más que hacer. Tomó mi control remoto y dijo que la televisión
era mala para mi recuperación. Quería obligarla a devolvérmelo, pero Tiger dijo
que no puedo torturarla para averiguar dónde lo escondió”.
Ellie lo miró fijamente. “No puedo vivir así. Ella está coqueteando contigo.
Quizás no lo sepas pero ella sí. Ella me está volviendo loca. Soy una enfermera.
“Estás celosa.”
Fury sonrió. “Yo también te amo. No te sientas así. Eres la única a la que quiero.
No dejes que ella te afecte. Sé que está coqueteando. Puede hacer todo lo que
quiera, pero no importa. No siento nada por ella”. Colocó a Ellie en su regazo.
“Tú eres por quien me pongo duro. ¿Sientes eso? Es todo por ti y solo para ti.”
Ellie cerró los ojos. Fury la abrazó con más fuerza hasta que su cabeza descansó
sobre su hombro bueno.
333
Los oídos de Ellie resonaron. Escuchó a Belinda jadear y luego la puerta se cerró
de golpe detrás de ella. Las manos de Fury frotaron su espalda.
“Ella se ha ido.”
Ellie levantó la cabeza. “Gracias. Confío en ti, de verdad, lo hago, es sólo que…”
Ella negó con la cabeza. “Sé que todo estará mejor una vez que estés curado y
esa perra se haya ido”.
“Lo sé Fury, es solo que ella presiona todos mis botones; honestamente no puedo
pensar en nadie que me desagrade más y lo peor es que ella simplemente se
lanza hacia ti. ¿Te imaginas cómo te sentirías si yo tuviera un enfermero que
me coqueteara tan fuerte como ella te lo hace a ti?”
Ella rió. “Oh, no me des ideas sobre qué hacer con esa mujer. No puedo esperar
hasta que ella se vaya. Gracias a Dios será pronto”.
Él rió. “Sí. Gracias a tu Dios por eso”. Sus ojos brillaron. “Me han prometido un
masaje con aceite caliente. ¿Quieres darme uno?”
“Me encantaría.”
334
se alejó unos pasos de la cama. Se desabrochó los vaqueros y los abrió. “Pero no
los usaré de todos modos”.
La mirada de Fury se fijó en la piel que ella expuso. Él gruñó y agarró la ropa
de cama, empujándola. Se puso de pie rápidamente. Ellie se lamió los labios
mientras miraba nerviosamente hacia la entrada del cuarto.
Ellie levantó un dedo y le dijo: “Mantén ese pensamiento.” Se giró y corrió hacia
el pequeño escritorio. Agarró la silla y la llevó hasta la puerta para colocarla
debajo del pomo. Se giró y agarró su camisa, se la sacó por la cabeza y la arrojó
al suelo.
“Tenía que trabajar. No quieres que mis pechos salten delante de otros hombres,
¿verdad?”
“No. Yo termine primero la última vez. Acuéstate para mí, Ellie, me debes una
comida”.
Ellie se soltó de sus brazos y se subió a la cama. Se giró boca arriba y le sonrió
a Fury mientras él la seguía. “Si alguien interrumpe esta vez, tendré que matar
a alguien”.
335
Fury gruñó cuando sus manos agarraron sus muslos y acariciaron su piel.
“Tengo un arma dentro del cajón de la mesita de noche”.
Ellie se rió. “No deberías haberme dicho eso. Podría usarla contra esa
enfermera”.
336
Capítulo Dieciocho
“No.” Fury gruñó las palabras. Sus ojos oscuros brillaron de rabia.
Ellie lo miró con gravedad. “Justice afirmó que era importante. El público quiere
Ellie quitó la mano de la parte inferior del teléfono. “Él no lo permitirá, Justice.
Lo lamento.”
“No me importa lo que diga. Vuelve a llamarlo y dile que diga lo que crea
necesario decir. Confío en su criterio”.
“Bien.” Ellie vaciló. “¿Por qué no quieres que hable con los periodistas?”
“No irás a ninguna parte ahí fuera. Alguien te disparó. No voy a permitir que
vuelvas a ser un objetivo”.
“Bueno.”
337
“¿Bueno? ¿Estás aceptando mí palabra? ¿No tienes ningún argumento?” No
parecía completamente convencido. “No irás a mis espaldas a hablar con los
periodistas, ¿verdad?”
“Ya le dije a Justice que no, de todos modos, nunca te haría eso”. Ellie le frunció
el ceño.
“Es hora de cambiarte las vendas y darte tus medicamentos”, dijo Belinda
mientras entraba al dormitorio con su maletín médico.
La molestia invadió a Ellie. Ella hizo una mueca hacia Fury para mostrarle sus
pensamientos, pero luego se puso de pie. “Creo que iré a darme una ducha”.
Un fuerte suspiro pasó por sus labios cuando se metió bajo el chorro de agua
caliente. Cerró los ojos y trató de relajarse para simplemente disfrutar el
momento.
338
Ellie tardó una hora en calmar a la mujer. Después, Ellie tuvo que hacer
llamadas telefónicas a la oficina de seguridad, para hablar con Darren Artino y
con Justice. Ella les había solicitado que no se permitieran guardias de
seguridad masculinos en los dormitorios de las hembras, a menos que ocurriera
una emergencia, hasta que el nuevo grupo de mujeres se adaptara a estar
rodeado de hombres. Había sido una dura prueba lograr que los de seguridad
estuvieran de acuerdo, pero Ellie había ganado esa batalla con la ayuda de
Justice. Para empeorar las cosas, había regresado a casa para enfrentarse a la
La puerta del baño se abrió de repente. La puerta golpeó la pared con tanta
fuerza que Ellie saltó. Agarró la puerta de la ducha y la abrió de golpe. Fury
estaba dentro de la habitación, la ira oscureciendo sus rasgos. Ellie agarró una
toalla y luego se estremeció, el dolor le atravesó la mano y miró hacia abajo. Vio
un rasguño y se dio cuenta de que, al agarrar la parte superior de la esquina del
metal, ésta le había cortado ligeramente la palma. La sangre brotó pero ella la
ignoró. Era una pequeña herida y su preocupación se centraba en Fury.
Fury cerró de golpe la puerta del baño, sellándolos dentro juntos. “¡Esa mujer
tiene que irse!”
Ellie se envolvió el cuerpo con la toalla y salió de la ducha. El agua goteaba por
todas partes pero ella la ignoró. “¿La perra de la enfermera? Le estás predicando
al coro”.
“¡Esa, sí!” Fury tembló y palideció mientras miraba a Ellie. “No la besé. Ella me
agarró y puso sus labios sobre los míos. Intentó meter su lengua dentro de mi
boca”. Él gruñó. “La aparté de mí y ella comenzó a desvestirse”. Él gruñó,
enfurecido. “Entré aquí. La quiero fuera de mi casa”.
339
“Haz fila para eso.”
Ellie dejó caer la toalla y sacó el camisón del gancho junto a la puerta. No quería
tomarse el tiempo para ir a la otra habitación a buscar ropa limpia y no quería
volver a ponerse la sucia. Estudió a Fury, tomando nota de sus rasgos tensos.
Él la miró en silencio.
Fury de repente agarró a Ellie mientras intentaba pasar junto a él. La tomó
entre sus brazos y le tomó la cara. “Bésame.”
La comprensión surgió. Sabía lo sensible que podía ser el sentido del olfato de
Fury y a él le gustaba muchísimo su olor, siempre estaba frotándose contra ella
sólo para impregnar su ropa. Era un poco extraño pero genial saber que quería
olerla donde quiera que fuera.
Ella se giró hacia sus brazos y lo besó. Ella frotó su cuerpo contra el de él. A él
no parecía importarle que ella estuviera húmeda y que la humedad se filtrara a
través del camisón hasta su ropa. Ella pasó sus manos por su cara y cuello. Se
aseguró de frotar cualquier lugar donde pensó que Belinda podría haberlo
agarrado.
De repente, sus pies dejaron el suelo y la pared presionó contra su espalda. Las
manos de Fury se deslizaron hasta sus caderas. La levantó más alto, abriendole
las piernas, hasta que estuvieron envueltas alrededor de su cintura. La realidad
irrumpió y Ellie luchó dentro de los brazos de Fury. Ella le soltó la cara y dejó
caer las piernas.
340
Ella separó su boca de la de él. Instantáneamente vio una mancha de sangre en
su mandíbula y mejilla debido a su herida olvidada. “Déjame ir, te manché con
mi sangre”.
Algo en los ojos de Fury cambió. Fury inhaló. “No huelo que sea tu momento”.
“Eso es tan extraño. Breeze me advirtió que ustedes pueden oler a una mujer
en su período a media milla de distancia. Ella me explicó cómo lidiar con eso
cuando me suceda”.
“Ella dijo que, de lo contrario, nunca llegaría a casa sin que me olfatearan”. Ellie
sonrió de repente. “Ella estaba bromeando, ¿verdad?”
“¿Por qué?”
341
“Estás más caliente y más húmeda por dentro”. Se acercó a Ellie, presionándola
con más fuerza contra la pared. “¿Mencioné que es excitante?” Él le gruñó y
luego de nuevo la inmovilizó firmemente contra la pared.
“Fury, retrocede”. Ellie se rió y empujó suavemente sus hombros para dejar algo
de espacio entre ellos. “Aún no me ha empezado. Todavía me sangra la palma y
necesito ir a hablar con esa enfermera. Mantén ese pensamiento. No debería
llevarme mucho tiempo terminar esos pendientes y podemos reanudar esto”.
Retrocedió pero parecía que no quería hacerlo. Ellie movió poco a poco su cuerpo
entre el de él y la pared hasta que se liberó.
Ellie negó con la cabeza. “Retrocede, grandullón. Lo digo en serio. Tengo que
echar a un culo de enfermera de esta casa y luego te llevaremos de nuevo a la
cama”. Ella lo frotó. “Yo me ocuparé de ti entonces. Todavía no estás
completamente curado. Ya escuchaste a Trisha. Si me tomaras de pie, podrías
abrirte los puntos. Sólo unos días más y podremos tener relaciones sexuales
como queramos, pero por ahora todavía tenemos que tomárnoslo con mucha
calma, y hacerlo sobre una cama”.
342
¿Qué demonios es lo que me pasa? Ninguna respuesta le llegó mientras
inhalaba y exhalaba. El sofoco se hizo más fuerte y mientras inhalaba el aroma
de Ellie, su polla se endureció hasta palpitar dolorosamente.
Tiene que ser una reacción porque esa mujer se me acercó y me tocó.
Sabía que se había vuelto seriamente adicto al aroma de Ellie, que lo necesitaba
a su alrededor o lo anhelaba. Simplemente no se dio cuenta de cuán fuerte se
había vuelto esa compulsión hasta que otra mujer lo tocó.
Los impulsos aumentaron hasta que ya no pudo contenerlos más. Fury se giró
de repente y golpeó la pared. La agonía del dolor que le subía por el brazo ayudó.
La ira disminuyó lo suficiente como para pensar de nuevo.
Se giró y sacudió la mano que acababa de golpear contra el panel de yeso. “No.
Estoy enojado porque no puedo tocarte como quiero”.
“Lo sé, pero no queremos que tengas que volver al hospital, Fury. Ahora vuelve
a la cama y yo me ocuparé de la enfermera ‘Besos a la Fuerza’. Después
tendremos sexo sobre la cama y muy despacio para que no te fuerces en nada”.
343
Se puso una vendita adhesiva en la palma de la mano. “Me desharé de ella de
una vez por todas”.
Fury resopló y luego abrió la puerta del baño. Ellie lo siguió al dormitorio, lo
dejó allí y fue en busca de la enfermera. No se tomó el tiempo de ponerse las
bragas ya que el camisón le caía hasta las rodillas. No le llevaría mucho tiempo
decirle a Belinda Thomas que hiciera las maletas y se largara. Nunca había
visto a Fury tan agitado.
“Un poco temprano para acostarse, ¿no?” Tiger miró su reloj. “Son sólo las
cuatro”.
“No puedes decirme qué hacer”. Belinda miró a Ellie. “Justice North me contrató
para encargarme de Fury. Él es el único que puede despedirme”.
“Belinda Thomas simplemente se arrojó sobre Fury. Él está que mata de furioso
y yo estoy peor. Solo le dije que empacara sus cosas y se fuera, pero ella me
informó que tú eres el único que puede despedirla”.
344
“Ella se arrojó sobre Fury. Yo me estaba duchando y ella aprovechó para
atacarlo en la cama, entonces Fury entró furioso al baño. Tengo suerte de que
no me aplastó tratando de quitarse su olor. Está más que enojado, Justice.
Nunca lo había visto tan enojado. Ambos queremos que se vaya y ya no la
necesitamos. Me tomaré los próximos días libres para cuidarlo yo misma. Por
favor, sácala de aquí”.
Ellie le pasó el teléfono a Tiger. Pareció alarmado cuando lo aceptó. Ellie miró
a Belinda. Las llamas deberían haber salido disparadas de sus fosas nasales por
el nivel de furia ardiente que estaba experimentando”.
Los ojos verdes brillaron de ira. “Vas a conseguir tu merecido”. Belinda corrió
por el pasillo.
345
Ellie intentó controlar su temperamento. Miró a Tiger. Se apoyó contra la
puerta principal, lejos de ella, y la expresión tensa de su rostro la hizo fruncir
el ceño. Ella lo miró fijamente mientras él colgaba.
“¿Estás bien?” Ellie estaba preocupada ya que Tiger parecía un poco pálido.
Ella miró hacia abajo a sí misma. “No voy a salir en camisón. ¿Por qué querrías
Ellie retrocedió unos metros. Tiger se detuvo y la olfateó con el ceño fruncido.
“Huelo sangre en ti. Le dijiste a Justice que Fury no te hizo daño”.
“No lo hizo”. Levantó la palma para mostrar el vendaje rosa que rodeaba la
curva de su mano. “Me corté un poco al salir de la ducha. Fury nunca me haría
daño”.
Ella retrocedió más. “No voy a ir a ninguna parte contigo. Ni siquiera estoy
vestida y si crees que dejaré a la perra de la enfermera sola con Fury, piénsalo
de nuevo”.
346
Ellie lo fulminó con la mirada. “Belinda me dijo que le daría sus medicamentos
cuando me dirigí a la ducha. Fury me dijo que ella le puso una inyección. ¿Por
qué estaría en peligro?”
Ellie estaba furiosa, no asustada, cuando asintió contra su mano. El cuerpo que
sostenía el de ella se relajó cuando él la bajó al suelo y la soltó. Su mano
abandonó su boca. Ellie se giró para mirarlo.
“¿No te das cuenta de lo herido que estaba Fury?” Tiger frunció el ceño. “Un
humano habría muerto. Ha pasado poco más de una semana pero está
caminando. Ha estado sanando muy rápido. ¿No te preguntaste sobre eso?”
“Ustedes simplemente se curan más rápido. Fury me dijo que es normal para
las Nuevas Especies”.
“Lo hacemos hasta cierto punto, pero no tan rápido como lo ha hecho Fury, no
sin ayuda. Esto está clasificado, pero como compañera de Fury, se te considera
una Nueva Especie y puedes saberlo, de hecho necesitas que te lo digan. No
todos los registros fueron destruidos cuando nos descubrieron. Algunos de los
médicos no habían guardado todas sus notas e investigaciones en los sistemas
informáticos que destruyeron cuando las instalaciones de pruebas fueron
violadas. En algunos casos incluso pudimos obtener las fórmulas y
composiciones químicas exactas de algunas de las medicinas que usaron con
nosotros”.
“Por supuesto que son estadounidenses. Nacieron aquí. Es justo que se les
brinde un lugar seguro para vivir. Hay tantos grupos de odio por ahí que no
sería seguro para ninguno de ustedes intentar fusionarse con la sociedad normal
desde el principio”.
“Mercile prometió crear medicamentos que harían a las fuerzas armadas más
fuertes, que sus soldados serían mejores combatientes, que sanarían más
rápido después de la batalla e incluso que aumentarían sus sentidos. Una
ventaja farmacéutica que otros países no tendrían. Esto también incluía
vacunar a nuestras fuerzas de combate para evitar que se contagien de
enfermedades cuando las envían a otros países. Imagínate si pudieran darles
una medicamento que los haría más fuertes, más rápidos y más difíciles de
matar en situaciones de batalla. Ganarían guerras más fácilmente, más rápido
y con muchas menos bajas. Nadie sabía que Mercile había cruzado límites
morales y legales para lograr los avances que prometían desarrollar. Cada dólar
348
que les dieron ayudó a esclavizarnos y pagó por nuestra sangre, nuestro sudor
y la tortura que sufrimos”.
Su mente hizo clic. “¿Te preocupa que Fury se haya vuelto loco?”
“Dijiste que estaba enfurecido y muy agresivo, que te inmovilizó contra la pared
cuando te olió, Ellie. Dime la verdad. ¿Está actuando dentro de lo que es normal
para él? Tú lo conoces bien”.
349
Dudó, recordando la escena dentro del baño. “No me hizo daño y no creo que lo
haga. Tal vez simplemente esté enojado porque esa enfermera podría enojar a
cualquiera. Yo no estoy tomando drogas experimentales y aún así siento el
impulso de estrangularla”.
“Es mejor prevenir que lamentar. Debes alejarte de él hasta que estemos
seguros de que no representa un peligro. El lado humano de las especies parece
desvanecerse durante la reacción y nuestros instintos animales toman el control
“No seas ridículo”, farfulló Ellie. “Fury me ama. Simplemente estaba molesto
porque la perra de la enfermera se arrojó sobre él. No me hizo daño y no lo
haría”.
Ella dudó. “Lo entiendo pero no lo dejaré. Vayamos a hablar con él y verás que
está bien”.
Un coche se detuvo frente a la casa. Ellie se giró cuando Slade abrió la puerta
del conductor del auto y Justice salió del lado del pasajero. Trisha y un extraño
salieron de atrás.
Trisha le tendió sus llaves al alto Nueva Especie. “Estas son las de mi casa,
tengo una habitación de invitados”. Escaneó visualmente a Ellie de pies a
cabeza. “Sírvete de mi ropa y cualquier otra cosa que necesites, mi armario es
tu armario”.
350
“Maldita sea”, gruñó Justice. “Él podría atacarla. Ella empezó todo esto. Saca a
Ellie de aquí”.
Slade abrió la puerta principal y entró furioso en la casa, con Justice justo detrás
de él. Trisha y el extraño estaban afuera. Ellie estudió al hombre con curiosidad.
Trisha corrió hacia el coche. Ellie luchó y arañó los brazos de Tiger, pero él no
la soltó y ella no pudo hacer más que emitir suaves sonidos con la palma de su
mano firmemente sobre su boca. Ella le pateó las piernas, pero no importó
cuántas veces lo golpeó con los pies descalzos, eso no lo detuvo. La cajuela del
vehículo se abrió y Tiger arrojó a Ellie dentro.
“No lo hagas”, gritó Ellie. Pero la puerta del maletero se cerró de golpe,
dejándola a oscuras. Ellie le dio una patada y gritó. “¡Déjame salir!”
El auto arrancó. Ellie volvió a patear, pero la tapa del maletero que estaba
encima de ella no se abrió. Ella gritó, todavía sorprendida de que Tiger la
hubiera encerrado dentro de la cajuela de un auto. Ella había confiado en él.
Dejó de gritar cuando el coche se alejó a toda velocidad.
Odiaba los lugares pequeños y estrechos. Ella luchó contra un ataque de pánico.
El auto giró repentinamente y Ellie rodó para chocar contra algo duro, el dolor
golpeó en su rodilla y gritó de nuevo dándose cuenta de que, si él seguía haciendo
muchos giros bruscos a esa velocidad, ella se llevaría una verdadera paliza
dentro de ese baúl al ser arrojada hacia los lados.
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El coche volvió a girar bruscamente y Ellie se estrelló contra la parte trasera
del maletero del lado del habitáculo. El dolor subió por su brazo.
Ellie se hizo un ovillo y luchó por respirar normalmente hasta que el auto
finalmente se detuvo. Sabía que había mucho aire pero eso no le impedía sufrir.
Su claustrofobia nunca había sido tan grave. El baúl se abrió y Ellie intentó
Ellie le golpeó las manos y él saltó hacia atrás cuando Ellie prácticamente
aventó su cuerpo fuera del baúl. Ella lo miró frenéticamente y Tiger frunció el
ceño. “¿Qué te pasa? estamos en la casa de la doctora”.
Sus palabras fueron asimiladas, ella se dio cuenta de que estaba casi desnuda
y quería ropa para vestirse de inmediato.
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Ellie asintió y siguió a Tiger hasta la puerta principal. Él abrió la puerta, Ellie
entró y luego se giró, pateando a Tiger en la espinilla con tanta fuerza que le
lastimó el pie.
Ellie tomó el teléfono de la mesita de noche y llamó a casa, queriendo hablar con
Fury. Lanzó una mirada nerviosa a la puerta, temiendo que Tiger entrara en la
habitación y la detuviera.
“Solo quería que supiera que estoy a salvo y preguntarle cómo está. Ustedes
están exagerando si creen que Fury es un peligro para mí”.
353
Tiger arqueó una ceja. “¿De verdad?” Él cogió el teléfono. “Veamos qué tan
equivocados estamos”.
“A Justice.”
“Él siempre responde”. Tiger marcó otro número. Escuchó y su rostro palideció
antes de colgar. “Slade tampoco contestó y siempre responde al tercer timbre.
Ambos entraron a la casa y no contestan sus teléfonos. Mierda.” Marcó otro
número. Maldijo después de un minuto y colgó. Le agitó el teléfono a Ellie. “La
doctora Norbit tampoco responde”.
“Tal vez estén hablando con él en este momento y no quieran ser groseros
contestando sus celulares”.
“Llama a casa, habla con él unos minutos para ver cómo está, pero no le digas
dónde estás. ¿Puedes hacer eso?”
“Claro”, murmuró, contenta de hablar con Fury. Tiger estaba siendo paranoico.
354
Fury respondió al primer tono gruñendo su nombre. Sonaba tan enojado que
ella apenas reconoció su propio nombre saliendo de sus labios.
“¿Dónde estás?”
“¿Dónde estás?” Pronunció las palabras con dureza. “Dímelo ahora mismo,
Ellie”.
Ellie se encontró con la mirada preocupada de Tiger y tuvo que admitir que Fury
estaba actuando raro. “Estaré en casa pronto. ¿Siguen ahí Justice y Slade?”
“Están afuera”, gruñó Fury. “Iré a buscarte si no me dices dónde estás. Vuelve
a casa ahora mismo conmigo. No quieres que tenga que ir a buscarte”.
“¿Fury?” Ella sacudió la cabeza, atónita. “Está realmente enojado. Dijo que
vendría por mí y colgó. Sonó como… una amenaza”.
“Maldita sea”, gimió Tiger. “Está en modo de caza total, tal como temía.
Tenemos que sacarte de aquí”. Colgó el teléfono y luego sacó el celular del
bolsillo trasero y marcó un número.
“Habla Tiger. Justice y Slade han perdido contacto, estaban en casa de Fury. Se
ha vuelto salvaje por la medicación y está cazando a su pareja. Estoy en la casa
de la Doctora Norbit con Ellie. Necesito que envíen un equipo a casa de Fury
ahora y necesito que envíen un segundo equipo aquí para sacarla de la zona de
la muerte”. Colgó.
355
“¿Zona de la muerte?” Ellie jadeó. “¿Se han vuelto locos todos? Si Fury está
enojado es porque me sacaste de la casa y está preocupado”.
“Él podría matarte. Imagínate cómo se sentirá cuando las drogas desaparezcan
de su sistema y tenga que vivir con la culpa de haber hecho algo sobre lo que no
tenía control. Tendrá que soportar el doloroso conocimiento de que mató a lo
único que ama. Ahora, si él te importa un carajo, mueve el trasero, Ellie. Déjame
llevarte a un lugar seguro para asegurarme de que no haga algo que los
destruya a ambos”.
Ellie miró fijamente a Tiger. Había muchas cosas sobre Nuevas Especies que no
se sabían. ¿Era posible que él tuviera razón? Fury actuó un poco loco desde el
momento en que irrumpió en el baño, por supuesto, pero dejarlo no era una
opción para ella si él la necesitaba.
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Ellie entró al baño y abrió los armarios, buscando aspirinas, sintiendo que le
venía un dolor de cabeza por el estrés. La doctora no parecía tener ningún
medicamento dentro de su baño. Ellie se giró, un poco sorprendida al ver a Tiger
rondando la puerta.
****
Breeze salió del coche y evaluó sombríamente a ambos machos. Justice y Slade
esperaban afuera de la casa de Fury. Había esperado lo peor cuando recibió la
llamada, pero Fury no los había lastimado a ninguno de los dos. Ella había sido
informada de la situación y de su único plan para salvar al macho de la Nueva
Especie. Ella estuvo de acuerdo pero se acercó a ellos con temor.
Justice habló primero. “Breeze, lamento pedirte esto”. Su mirada cayó hasta sus
pies, donde permaneció. “Realmente podría lastimar a su hembra. Ella es
mucho más frágil que nuestras mujeres. Podría romperle los huesos con solo
abrazarla y probablemente moriría si él es tan agresivo como tememos”.
Breeze hizo una mueca de dolor por dentro. “Entiendo. Puede que me odie por
esto más tarde, pero no permitiré que la maten. Entraré y me ocuparé de la
situación”.
Breeze asintió. “Le tengo mucho cariño a Ellie. Haría esto por ti porque me lo
pediste, pero necesito hacer esto por ella”.
“¿Por qué?”
“Solo hemos estado aquí yo, Tiger, Slade, Fury, Ellie y la enfermera. ¿Por qué?”
Breeze lo fulminó con la mirada. “¿La enfermera es una mujer de baja estatura
con ojos verdes?”
358
Breeze mostró su propia ira al mostrar sus dientes. “Nunca olvidaría el hedor
de alguien tan malvado. ¿Ella se hizo cargo de Fury?”
Breeze gruñó más profundamente. “Ella era una de las más crueles. Esto no es
una coincidencia. Ella estaba a cargo de las medicinas de prueba que nos
dieron”.
****
“Ya voy”, espetó Ellie, mirando a Tiger, quien le hizo señas para que se dirigiera
hacia la puerta principal. “Pero primero déjame ponerme los calcetines. No
quiero andar descalza por donde quiera que vayamos”.
359
“Apresúrate. El equipo estará aquí en cualquier momento y quiero que estemos
listos para cuando lleguen”. Caminó hacia la puerta principal. “Sólo espero que
Breeze pueda detenerlo antes de que salga de la casa en busca de ti”.
Ellie escuchó lo que dijo y dio un paso hacia él. “¿Breeze? ¿Por qué Breeze iría a
la casa de Fury?”
Tiger se volvió. “Ella intentará que él la huela. Ella sabe que él te mataría en el
“¿Ella va a permitir que él la huela? ¿Por qué eso sería arriesgar su vida?”
Ellie sintió un fuerte puñetazo en el estómago. “Quieres decir que ella va a...
que él va a... que ellos...”
“Se reduciría a algo básico, sexo animal y violencia, Ellie. Ahora haz lo que
tengas que hacer y vámonos de aquí. No se sabe si la aceptará o no. Él podría
simplemente matarla y ella sólo podría frenarlo por un corto tiempo. Piensan
que si intentan drogarlo más después de lo que le han dado, podrían matarlo
directamente. Estamos tratando de salvarlos a ambos”. Tiger le dio la espalda
para mirar por una ventana, esperando que llegara su equipo.
Su corazón latía con fuerza. Cerró los ojos y dejó que toda esa información la
golpeara. Hijo de puta.
361
Capítulo Diecinueve
Ellie había tenido suerte. Tiger había dejado las llaves del coche en el contacto
cuando la llevó hasta la casa de Trisha. Probablemente había asumido que ella
permanecía dentro del baño hasta que la vio cruzar el patio corriendo hacia la
Fury giró la cabeza en su dirección. La mirada fría en sus ojos hizo que Ellie
diera un paso atrás. Él le gruñó, un sonido profundo y cruel, y le enseñó los
dientes afilados.
Ellie miró a Breeze y volvió a notar sus heridas. Eso significaba que Fury lo
había hecho. A Ellie le sorprendió que en realidad hubiera golpeado a una
mujer. Su miedo aumentó al saber que él realmente había perdido el control. El
hombre que conocía y amaba nunca habría golpeado a Breeze. Su mirada volvió
a Fury, sin estar segura de si él la reconocería en el estado en el que se
encontraba. Él gruñó de nuevo y se enderezó, dando un paso en su dirección.
Ellie se tensó pero no rompió el contacto visual con él. “¿Fury? ¿Puedes oírme?”
Fury arrojó a Breeze lejos de él y ella se estrelló contra la pared cercana. Ellie
escuchó el golpe cuando Breeze golpeó el yeso. Los cristales rotos del espejo
crujieron bajo el cuerpo de Breeze cuando aterrizó. Fury se puso en cuclillas y
363
sus ojos salvajes se fijaron en Ellie. Gruñó de nuevo con saña, desde lo más
profundo de su garganta. Vio a un extraño mirándola, alguien que no estaba del
todo allí, alguien totalmente loco. Ella dio un paso atrás y luego otro mientras
Fury se elevaba en toda su altura.
Ellie levantó la cabeza y abrió los ojos. Breeze se había rasgado la camisa para
dejar al descubierto sus pechos. Se frotó la mano por algunos de los cortes que
tenía en el brazo debido a los cristales rotos en los que se había caído y se untó
la sangre de los pechos. Le tendió las manos a Fury lentamente, como para
asegurarse de que la sangre llamara su atención. Él olfateó, gruñó y se alejó de
Ellie para mirar a Breeze.
Fury dio unos pasos vacilantes hacia ella. Empezó a gruñir de nuevo. Breeze
tembló de miedo y palideció aún más, pero no retrocedió. Ella dejó caer
lentamente la mano que le ofrecía a su costado donde la cerró en un puño.
Ellie sabía que Breeze le hablaba mientras luchaba por ponerse de pie. “¿Qué
es lo que está mal con él?”
“Esa enfermera trabajaba para Mercile. Creo que ella le dio algo que lo volvió
totalmente violento”, susurró Breeze mientras lentamente retrocedió hacia la
364
esquina, hasta que su espalda se presionó contra la pared y giró la cabeza con
cautela hasta que pudo mirar a Ellie. “Sal de aquí mientras él está concentrado
en mí y en la sangre. No sé si me violará o me matará”.
Ellie le dio a Fury una mirada preocupada. ¿Violarla? Ellie negó con la cabeza.
“Voy a distraerlo. Sal de aquí, Breeze. Diles a todos que se queden afuera. No
me matará”.
“¡Tú vete!” Ellie rápidamente se quitó la ropa. Si Fury quería una mujer, la
conseguiría, pero sería ella. “Vete, Breeze. Él no me matará. Diles que se queden
fuera de casa. ¿Fury?”
Ellie caminó lentamente hacia él. Ella levantó la voz. “¡Fury! ¡Deja ir a esa
mujer, maldita sea!”
“Oye, grandullón. ¿Te acuerdas de mí? Soy Ellie. Yo te amo y tú me amas. Déjala
ir y ven hacia mi si quieres tocar a una mujer”.
“Eso es todo, Fury; vamos, grandullón, soy Ellie, entremos al baño donde
tendremos más privacidad”. Ellie miró y vio a Breeze arrodillada, levantándose.
“Breeze”, instó Ellie suavemente. “Vete y diles a los demás que se queden fuera
pase lo que pase”.
“Vamos, cariño”, le canturreó Ellie. “Ven con Ellie vamos a jugar juntos y
pasarla bien los dos”.
“Basta, Breeze. Mantente al margen de esto”, exigió Ellie. “No la mires, Fury,
concéntrate en mí, estoy aquí.”
366
Bajó la mirada y la lujuria pura lo golpeó. Quería agarrarla, tirarla al suelo y
tomarla. Aunque dudó, sabía que si lo hiciera la lastimaría y por alguna razón
le importaba no hacer eso, no debería querer eso. Ella era importante para él de
alguna manera. Luchó por hacer retroceder la neblina que oscurecía su
capacidad de pensar. Luchó por recordar quién era ella, por qué una humana
significaría tanto para él, ya que todos eran sus enemigos.
Ellie sonrió. “Soy yo, Fury, ven a mí, despacio, yo sé que no quieres hacerme
daño”.
Dio grandes pasos hacia adelante y de repente se detuvo frente a ella. Ella lo
alcanzó lentamente, quiso consolarlo y luego él la tuvo. Sus brazos rodearon su
cintura y su espalda se estrelló contra la pared con tanta fuerza que le dejó sin
aliento. Fury empujó su rostro contra su hombro y su cuello para respirar contra
su piel. Ellie aspiró aire. Breeze estaba en medio de la habitación mirándolos
con expresión preocupada.
367
“Ellie”, gruñó Fury.
Ellie le rodeó el cuello con los brazos con fuerza y lo abrazó. “Sí bebé. Soy yo.”
“Estoy aquí.”
“¿Fury?”
Se movió de repente, giró su cuerpo grande y fuerte y envió a Ellie desde una
posición inclinada hasta aterrizar sobre su trasero sentada en la alfombra. Fury
368
terminó presionado contra ella en un instante. Se acurrucó de costado frente a
ella, usando sus muslos como almohada, y curvó las piernas alrededor de su
espalda. Envolvió sus brazos con fuerza alrededor de su cintura y se aferró a
ella. Su cara presionó su estómago y un suave gemido salió de su garganta.
Ellie miró hacia abajo y verlo de esa manera la desgarró, las lágrimas llenaron
sus ojos y ella parpadeó para contenerlas. La expresión de miedo y confusión en
el rostro de Fury le rompió el corazón. Ella tembló levemente mientras le pasaba
“Creen que una de las drogas curativas que te dieron te está volviendo un poco
loco. Todo estará bien”.
“Todo va a estar bien”, prometió Ellie en voz baja. “Estamos juntos y me sentaré
aquí contigo durante el tiempo que sea necesario hasta que te sientas mejor. No
vas a hacerme daño. Sé que no lo harás porque me amas tanto como yo a ti”.
“Eso da cosquillas.”
“Estás desnuda”.
“Siempre la tienes”.
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La mirada de Ellie recorrió el cuerpo de Fury y notó que había rasgado la parte
delantera de sus jeans, esa fue la fuente del sonido de desgarro que ella escuchó
cuando la inmovilizó contra la pared. Ella se estremeció, comprendió que si no
lo hubiera calmado, si no lo hubiera alcanzado emocionalmente, él la habría
tomado agresivamente contra la pared sin importarle su dolor o sus heridas.
Ellie continuó frotándolo mientras sus dedos acariciaban su cabello.
“Háblame. Estoy luchando por quedarme contigo, pero la oscuridad está muy
“Estoy aquí, Fury”. Ella forzó una sonrisa, tratando de ocultar su alarma y
preocupación. “Voy a abrazarte hasta que te sientas como tú mismo otra vez”.
“Todo el mundo está bien.” Esperaba que Breeze no estuviera demasiado herida,
pero no sacaría el tema.
“No. Me hice algunos cortes y rasguños al trepar la valla trasera para llegar
hasta ti. Giró el pie hasta que pudo verlo más fácilmente. El corte parecía más
grande de lo que pensaba y vio una mancha de sangre en la alfombra. “Mi pie
está sangrando. Si te mueves un poco creo que puedo alcanzar algo para poner
debajo. De lo contrario, mancharé la alfombra de sangre”.
370
Ellie se rió. “Dices eso ahora porque no te sientes como tú mismo, pero espera
hasta mañana cuando estemos tratando de encontrar un mueble para cubrir la
mancha y ocultarla”.
“No creo que pueda dejarte ir. ¿Estás segura de que no te lastimé?”
La puerta del dormitorio se abrió. Ellie miró hacia la puerta. Fury se tensó y
gruñó.
Ellie habló en voz alta para que todos afuera pudieran escucharla, esperando
que fuera cierto. Su voz se suavizó. “Relájate, Fury. Es sólo la doctora Trisha”.
Ellie no estaba segura de que Fury pudiera soportar que otras personas
estuvieran cerca de él mientras la doctora lo examinaba. “Solo abrázame, Fury.
Trisha realmente necesita examinarte para poder ayudarte”.
“No voy a ir ninguna parte. No me moveré, ¿vale? Por favor, deja que la doctora
te revise. Nos quedaremos así abrazados mientras ella lo hace”.
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Fury respiró temblorosamente y parpadeó hacia Ellie, entonces asintió con la
cabeza y giró la cara hacia su estómago. Ellie miró a Trisha.
Ellie hizo una mueca por su estado de desnudez. “¿Podrías darme algo para
Trisha pasó por encima de los escombros para llegar a la cama. Quitó la sábana
del colchón y, vacilante, se acercó a ellos. Trató de envolver a Ellie con la tela
con cuidado, asegurándose de no tocar a Fury. Ellie vaciló, se dio cuenta de que
para cubrirse a sí misma, la sábana tendría que cubrir también a Fury, ya que
él se amoldaba a su cuerpo y la envolvía firmemente.
“Eso no va a funcionar. ¿Qué tal si me das una de las camisas que hay en la
cómoda?” De repente recordó que la cómoda estaba boca abajo. Ella suspiró.
“¿Qué tal la que él se quitó? ¿La ves en alguna parte?”
“Estoy aquí”, susurró Ellie con seguridad. “Solo abrázame. Los médicos
encontrarán lo que está mal y te harán sentir mejor”. Ellie miró a Trisha. “Creo
que puedes traerlo ahora. Mis pechos están cubiertos y no puedes ver el resto
de mí con Fury envolviéndome, ¿verdad?”
Trish negó con la cabeza. “Somos médicos de todos modos. ¿No te hizo daño?”
372
“Estoy bien. Te lo dije, Fury nunca me haría daño”.
Fury gruñó en respuesta. Ellie lo abrazó con más fuerza, masajeándolo con su
mano en la espalda y sus dedos acariciando su cabello con la otra. “Silencio,
Fury. Está bien. Sólo agárrate a mí”.
“Él no me hizo daño. Si hueles a sangre es porque salté la pared del fondo y me
lastimé un poco”.
“Yo sé eso. Hemos estado escuchando tras la puerta y hemos escuchado todo lo
que le has dicho. Estoy tratando de olerlo”. Justice se quedó en la puerta
mientras estudiaba cuidadosamente a Fury. “Esto no está bien, Ted. Huele mal,
no huele como lo hacía antes con los medicamentos que ha estado tomando
durante días”.
El médico asintió. “Lo sé. Estos síntomas no se deben a lo que le hemos estado
dando”.
Fury se tensó y gruñó, pero Ellie lo abrazó con más fuerza. “¿Fury? Escúchame.
Yo te tengo a ti y tú me tienes a mí. Ellos te van a ayudar, ¿vale? Sólo relájate
para mí”. Él asintió contra su estómago.
Justice se giró y habló en voz baja con alguien que no estaba a la vista en el
pasillo. “Ve a revisar las cosas de la enfermera y toda la casa. Tráenos todos los
medicamentos que encuentres”. Justice se enfrentó a Ellie. “¿Cómo está?”
373
“Lo está haciendo bien. ¿Cómo está Breeze?”
“Estoy bien.”
Ellie observó a Ted y Trisha mientras examinaban a Fury. Ella lo frotó, hizo
sonidos suaves y tranquilizadores con frecuencia y lo convenció de que se
quedara muy quieto mientras Trisha le sacaba la sangre del brazo. Se tensó y
El miedo se apoderó de Ellie. “¡No! Tiger dijo algo acerca de que darle más
medicamentos podría matarlo”.
El médico la miró a los ojos con gravedad. “Esa fue la preocupación que tuvimos
pero porque consideramos otro medicamento, ahora sabemos que lo que usaron
374
para drogarlo no es lo que originalmente pensamos. Estoy bastante seguro de
que puede tomar un sedante. De todas formas, estamos aquí disponibles por si
nos equivocamos”. Levantó una segunda jeringa. “Esto es para el caso de que su
corazón se detenga. Estamos preparados para cualquier eventualidad, pero de
momento él está sufriendo y necesita que lo seden”.
Fury se tensó mucho pero luego se relajó. “Hazlo”, gruñó. “No me dejes, Ellie”.
Él la abrazó con más fuerza.
Ted le dio la inyección a Fury y luego asintió con la cabeza hacia Ellie. “Sólo
tomará unos minutos. Se relajará y se dormirá”.
“Estoy aquí, Fury”, le susurró Ellie. “No me iré de tu lado. Cuando despiertes
las cosas estarán mejor, ¿de acuerdo? Seré lo primero que veas”.
“Está fuera”.
“Lo haremos de una manera que no quedes expuesta a los muchachos”. Dijo
Trisha poniéndose de pie. “Ted, tú y Justice tomen sus brazos. Cierren los ojos
cuando lo levanten. Le daré a Ellie una toalla para que se la envuelva. Después
de que la saquemos de debajo de él, ella puede entrar al baño y vestirse mientras
lo levantan y lo acomodan sobre la cama. Es el único lugar aquí que no ha sido
destruido”.
375
Maniobraron cuidadosamente a Fury con los ojos cerrados y Ellie cubrió su
cuerpo desnudo con la toalla que Trisha le trajo, luego la doctora la ayudó a
ponerse de pie y Ellie huyó al baño. Cerró la puerta y se apresuró a ponerse la
ropa sucia, todavía esparcida por el suelo donde la había dejado. Cuando regresó
al dormitorio, la habitación se había llenado con algunas personas más. Fury
yacía tendido de espaldas, inconsciente. Ellie se acercó a él y se sentó en el borde
del colchón. Ella le agarró su mano fláccida.
“Mira esto”, dijo Trisha levantando un frasco de color marrón oscuro del maletín
médico de Belinda que habían llevado al dormitorio. “Es Freltridontomez”.
“Es una sustancia química que ataca la mente. Envía señales falsas al cerebro
de que se tiene un dolor cegador sin que el malestar físico realmente exista. Por
lo general, lleva al paciente a la ira, la confusión y destruye el pensamiento
racional. Explicaría todos los síntomas de Fury. Él habría empeorado
progresivamente en el lapso una hora”.
“Lo hicieron”, gruñó Tiger desde la puerta. “Me han dado esa mierda antes. Ni
siquiera podía recordar mi nombre. Sólo quería matar algo y cualquier cosa que
se moviera me habría provocado. Cuando salí de eso, apenas podía recordar lo
que pasó y, a veces, no podía recordar nada en absoluto”.
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Ellie miró fijamente a Tiger mientras él entraba al dormitorio y se preguntó si
estaba enojado porque ella lo había abandonado en la casa de Trisha.
“No vuelvas a ser tan estúpido como para dejar las llaves dentro del contacto.
Te dije que no me haría daño”, respondió Ellie, enojada por la forma en la que
“Tomé esa decisión”, suspiró Justice. “Temía que tu vida estuviera en peligro,
Ellie”.
“Tuviste suerte”, intervino Trisha. “He leído los informes sobre un puñado de
sujetos en los que Mercile probó este medicamento”. Trisha negó con la cabeza.
“El resultado suele ser una ira brutal, demencial y asesina. Por otra parte, dudo
que alguna vez hayan intentado enfrentar a un hombre contra la mujer de la
que está enamorado”.
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“Él te quería a ti y se enojó mucho porque me tenía aquí en tu lugar. Lo descubrí
bastante rápido. Podría haberme lastimado mucho peor, pero no lo hizo”. Breeze
lanzó una mirada a Fury. “Elegiste bien, Ellie. Es un macho increíble con un
control extremadamente bueno”.
“¿Cómo puedes decir eso después de que te golpeó? Deberías estar bastante
enojada con él”. Ellie no entendió la reacción de Breeze.
“Esto es una festival del amor”. Tiger gimió. “Por favor deténganse”.
Slade se rió. “¿No iba a decirlo pero que tal un abrazo grupal?”
Justice lo estudió con sospecha. “Pasaste tiempo con esa mujer. ¿Sientes algo
por ella?
“No, solo estoy enojado, ella hizo esto justo delante de mis narices; si Slade tiene
problemas para sacarle algunas respuestas, yo no. No la mataré, pero tal vez
ella desee que lo haga”.
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“Bien.” Justice hizo una pausa. “Estate atento a las cámaras de seguridad y
toma en cuenta que los humanos los estarán observando, puede que no
aprueben sus métodos”.
“Creo que es más que eso”, declaró Trisha. “Nada le encantaría más a Industrias
Mercile que la noticia de que Fury se volvió loco y mató a Ellie. Seamos sinceros,
ellos parecen una mierda por haber mantenido a personas encerradas dentro de
sus instalaciones de investigación y haber realizado experimentos ilegales con
ellas. Siguen afirmando que las Nuevas Especies son más animales que
humanos, intentando desensibilizar a los medios y a la parte del público en
general que todavía los apoyan. Si un macho de las Nuevas Especies se volviera
un asesino y matara a su novia humana, se vería realmente mal. Ellie y Fury
son los objetivos perfectos ya que el mundo los observa muy de cerca”.
“No. Ella debe haber trabajado solo en el lado femenino del centro de pruebas”.
“Uno pensaría que habría tenido miedo de que alguno de ustedes pudiera
reconocerla”, especuló Ted.
“Tal vez pensó que estaría a salvo ya que solo estuvo trabajando con mujeres de
“No es lo que estás pensando”. Justice frunció el ceño al médico. “Ella trabajaba
para Víctor Helio. Lo has conocido. Se acercó a Ellie cuando ella tenía un trabajo
en Industrias Mercile, en sus oficinas corporativas, sin saber lo que realmente
hacían. Se acercó a ella, le contó lo que sospechaban y le pidió ayuda para
descubrir la verdad. Ella es quién sacó las pruebas de contrabando, arriesgó su
vida para hacerlo y les dio lo suficiente para obtener órdenes de registro.
Algunos de los informes médicos y de pruebas que has leído son los que ella
robó”.
“Oh.” Ted se relajó. “Fuiste valiente. Qué te hizo hacerlo? ¿Siempre quisiste ser
un espía secreto o trabajar para una agencia policial?”
“Tú eres una buena persona.” Ted habló a continuación con Trisha. “Si están
usando drogas para atacar a las Nuevas Especies, debemos ser conscientes de
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ello. Necesitamos bloquear todos los productos entrantes que puedan verse
afectados”.
Ted se encogió de hombros. “Claro, pero apuesto a que no les importa. Están
siendo procesados por lo que te hicieron y su única defensa es afirmar que no
eres humano. ¿Qué dañaría más a las Nuevas Especies que hacer que al menos
una buena parte de ustedes se volvieran lo suficientemente locos como para
convertirlo todo en un baño de sangre, y que la prensa publicara esa historia?”
“Ni siquiera sabemos si la trama es tan grande”, gruñó Justice. “No quiero
asustar a nadie”.
Trisha se levantó. “¿Crees que podremos encontrar algo para ello? Tendremos
que trabajar rápido, Ted. También deberíamos ordenar pruebas aleatorias al
agua y a los alimentos que se reciban”
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“Vamos.” Trisha agarró el suyo. Al salir se detuvo para sonreírle a Ellie.
“Cuando Fury se despierte, puede que tenga dolor de cabeza y molestias en el
cuerpo, pero debería estar bien. Si no, llámanos. Estaremos en el centro médico”.
“Wow”, murmuró Ellie cuando la pareja se fue. Ella arqueó las cejas hacia
Justice. “Creo que mi cabeza simplemente dio vueltas. ¿Son así todo el tiempo?”
“Para mí Mercile tiene más sentido. Es como matar dos pájaros con una sola
piedra.”
“¿Dos pájaros?”
Su ceja se arqueó. “Tú los derribaste, Ellie. ¿Qué mejor venganza que hacer que
el hombre por el que arriesgaste tu vida se convierta en el hombre que causó tu
muerte? Fury podría haberte matado. La mala publicidad nos habría aplastado
en la prensa. Ted tiene razón. La única defensa que tienen para sus crímenes
es convencer a la gente de que no somos humanos y que, por lo tanto, es
imposible abusar de nosotros. Se enfrentan a cargos penales, pero también los
demandamos civilmente por dinero”.
Ella dejó que la información se le asimilara. “Mi voto también está por Mercile”.
Ella revisó a Fury, quién dormía tranquilamente.
“No tienes que quedarte; por cierto, gracias por todo lo que hiciste el día de hoy.
Bueno, excepto hacer que Tiger me arrojara dentro del baúl de un auto y me
secuestrara”.
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Él hizo una mueca. “Estaré en la otra habitación. Necesitamos permanecer
cerca para asegurarnos de que Fury esté realmente bien cuando despierte”.
Justice señaló con la cabeza a sus hombres para que lo siguieran. Breeze se puso
de pie. “Me voy a casa.”
Ellie le dio a Breeze una mirada sincera para transmitirle su gratitud. “Eres
realmente una buena amiga por haber venido hoy y no lo olvidaré. Gracias desde
“Te veré cuando vuelvas al trabajo. Tómate unos días. Estaremos bien en el
dormitorio. No te preocupes por nosotras”.
“Gracias.”
Ellie observó a todos salir del dormitorio. Estaba otra vez a solas con Fury. Ella
se giró de lado y se acurrucó contra su cálido cuerpo.
Luego ella simplemente lo abrazó, sabiendo que uno de ellos podría haber
muerto y eso la asustó muchísimo.
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Capítulo Veinte
Ellie quería ir al centro de detención y golpear a Beatrice Thorton, también
conocida como la perra de la enfermera Belinda Thomas.
Fury se había recuperado por completo, pero estaba realmente molesto por
haber perdido el control de la forma en la que lo había hecho. La culpa recayó
estrictamente sobre los hombros de la perra de la enfermera por no tener moral.
La ONE entregó a la mujer a las autoridades para que la procesaran por una
larga lista de delitos, pero eso apenas consoló a Ellie o a Fury.
Esa perra casi había destruido sus vidas. Había elegido a Fury porque era
fácilmente accesible después del tiroteo. Ella simplemente tuvo que postularse
para trabajar en el cuidado de enfermos a domicilio, luego solo tuvo que
sobornar a algunas personas de la lista para que se negaran a trabajar para las
Nuevas Especies y así ganó la oportunidad.
Beatrice Thorton había admitido tener curiosidad sobre cómo sería tener sexo
con Fury. Por eso había coqueteado con él y le había hecho la vida imposible a
Ellie. Cuando finalmente se dio cuenta de que Fury no aceptaría tener nada que
ver con ella, decidió implementar su plan mientras Ellie se duchaba, esperando
que, con suerte, él se volviera loco y mataría a la mujer que amaba.
Era un plan cruel y podría haber funcionado a favor de la mujer, pero ella no
había contado con lo profundamente que Fury amaba a Ellie.
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Justice miró fijamente a Ellie y Fury con gravedad. “Lo juro, ella va a cumplir
una muy larga condena; me prometieron que ella sería un ejemplo. Por lo
pronto, vamos a tener que cambiar totalmente nuestros protocolos de seguridad.
Hemos decidido empezar a impartir formación en enfermería a parte de nuestra
gente. De esa manera, si necesitamos ayuda en el futuro, no dependeremos
totalmente de los humanos para recibir los cuidados de enfermería”.
“Te dejaré a cargo de eso”. Justice parecía cansado. “Siempre será una batalla
para nosotros, amigo mío. Siempre habrá enemigos con los que tendremos que
lidiar. Ojalá Mercile quede completamente destruida por los juicios y la mala
publicidad. Un día espero que ya no existan. Entonces lo único que tendremos
que afrontar serán los humanos que piensan que somos una abominación contra
la humanidad”.
Fury suspiró. “No olvidemos que los empleados de Mercile que fueron arrestados
se enfrentan a muchos años de prisión. Estoy seguro de que sus familiares y
amigos sienten rabia hacia nosotros. También están los otros trabajadores que
todavía están ahí y evitaron ser arrestados. Necesitamos tener cuidado con
ellos. Nuestra gente puede identificarlos y este incidente me ha hecho darme
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cuenta del peligro que representamos para ellos. Esa mujer podría haber ido
tras aquellas de nuestras mujeres que sabían cómo se veía y que podrían
haberla identificado en una alineación de sospechosas. Tuvimos suerte de que
no intentara atacarlas también”.
“Ese es sólo otro miedo con el que lucharemos”. Justice se pasó los dedos por el
pelo.
Ellie se puso de pie y se inclinó para tomarle la cara entre las manos. “Sí,
tendremos regalos, un pastel, adornos y todo lo que lleva una gran fiesta, será
divertido.”
“Sí, me verás”, gruñó. “Tú y yo tenemos planes ahora que me han declarado
completamente curado”.
El calor subió a las mejillas de Ellie cuando Justice se rió. ¿Acaso había alguien
que no sabía que Fury fue autorizado a tener relaciones sexuales desde esa
mañana? Probablemente no.
Salió del edificio para acomodarse en su carrito de golf, el cual había extrañado,
sacó su llave y condujo hasta el dormitorio de las mujeres.
Por dentro, todas estaban llenas de emoción. Estaban organizando una fiesta de
cumpleaños para una de las mujeres, preparando y decorando todo mientras
ella tomaba su clase en la escuela de las Nuevas Especies. Ellie se hizo cargo.
Las mujeres se habían asegurado de estar en casa para gritarle a la
cumpleañera en cuanto entró a la biblioteca.
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La pobre mujer, atónita, saltó un buen metro, parecía muy confundida, pero
sonrió cuando se dio cuenta de lo que habían hecho por ella. Era lo más feliz que
Ellie había visto a la mujer, por lo que valió la pena cada gramo del esfuerzo
invertido en planear la fiesta sorpresa.
A las seis en punto, Ellie abrió la puerta principal de su casa y la de Fury. Ella
llegó antes que él y corrió hacia la cocina.
Diez minutos más tarde, la puerta principal se cerró de golpe. Ellie saltó de la
cama y corrió hacia el armario. Ella se reía mientras se escondía dentro y
esperaba.
Ellie intentó no reírse cuando la puerta del armario se abrió de golpe. Fury
frunció el ceño hasta que su mirada recorrió lentamente su cuerpo desnudo. Ella
sonrió.
Ellie dio un paso hacia él. “Pensé que al menos debería hacerte trabajar un
poco”.
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Fury la ayudó para quitarse el chaleco, la camisa y luego se quitó los zapatos.
“Me gusta lo fácil”.
Ella se rió entre dientes. “¿Viste el picnic que preparé? Pensé que podríamos
desnudarnos, cenar juntos y luego quizás ver algo de televisión. Suena como una
excelente manera de pasar la noche”, bromeó.
Ellie lo siguió. Ella se sentó al otro lado del colchón con las piernas cruzadas,
frente a él, mostrando su coño. La oscura mirada de Fury se fijó en su regazo.
Respiró larga y profundamente varias veces y gruñó desde lo más profundo de
su garganta.
“¿Qué fue eso, Fury? No entendí muy bien lo que dijiste”. Ellie permitió que su
diversión se reflejara en sus ojos cuando él levantó la vista.
“Traté de poner en la cama todo lo que amas”. Ellie se lamió los labios y dejó
que su lengua recorriera lentamente primero el labio inferior y luego el superior.
Cuando Fury la derribó, Ellie, riéndose, quedó tendida en la cama boca arriba,
mientras Fury la inmovilizaba debajo de él. “Lo único que realmente quiero
comer es a ti”.
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Le acarició el cuello y le rozó el hombro con los labios. “Lo único que me interesa
ver es a ti”. Le tomó el pecho y le frotó el pezón con el pulgar. “Estoy
completamente curado y planeo hacer todo lo que quiero contigo”.
“¿Confías en mí?”
Ella lo jaló hacia abajo. “Nunca pesas demasiado. Amo tu piel tocando la mía y
amo estar debajo de ti. Sólo quiero montarte a horcajadas”. Su mirada lo estudió
intensamente. “Breeze mencionó que tus hombres no permiten que las mujeres
estén arriba, pero yo quiero estarlo. ¿Al menos lo intentarías por mí?
Ella sonrió. “No. Quiero que confíes en mí y me dejes estar arriba, creo que lo
disfrutarás”.
Fury los hizo rodar de repente hasta que ella se sentó a horcajadas sobre él, pero
no parecía feliz por hacerlo. “Te amo, así que si esto es importante para ti, lo
haré, voy a demostrarte que haría cualquier cosa por ti, incluso esto”.
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La sonrisa de Ellie desapareció. Él no parecía feliz ni excitado, en realidad
parecía un poco miserable. Maldición. No había sido su intención molestarlo o
hacer que reaccionara mal. Ella se enderezó y se sentó a horcajadas sobre su
estómago. Se mordió el labio, tentada a pedirle que la volviera a rodar debajo
de él, pero en lugar de eso examinó cuidadosamente su cuerpo estirado debajo
del de ella.
Ellie se deslizó hacia atrás sobre su tensa erección, feliz de ver que su solicitud
Fury se tensó debajo de ella y gruñó. Ellie usó sus dientes para jugar con su
pezón y lo chupó. Las manos de Fury agarraron sus caderas firmemente pero él
no se movió. No podía perderse la forma en que su polla se endurecía aún más
contra su estómago.
“Ellie”, gruñó. “Ha pasado demasiado tiempo desde que estuve dentro de ti. No
puedo esperar más. Estoy tratando de someterme por ti, pero no soy uno de tus
varones humanos. No tengo esa paciencia que sigues esperando de mí”.
Él arqueó una ceja y luego bajó la mirada hacia la carne que sobresalía frente
al estómago de Ellie. Sus ojos se encontraron con los de ella. “¿Te parezco
relajado?”
Ellie levantó las caderas y le agarró la polla enroscando su mano alrededor del
rígido eje, luego pasó las puntas de sus dedos por la parte inferior, trazándolo
ligeramente con sus uñas.
Fury soltó un gruñido gutural soltó las caderas de Elli y subió las manos para
aferrarse a la cabecera de la cama. La madera crujió en protesta cuando sus
manos la apretaron con fuerza.
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Ellie llevó su atención hacia las manos de Fury notando que sus nudillos
estaban blancos y sus músculos se pusieron rígidos en todo su cuerpo. Ella lo
miró fijamente, pensando en lo hermoso que le parecía; luego se elevó hasta que
su coño estuvo colocado sobre la polla de Fury y se dejó caer lentamente,
ajustándose a él hasta que sus cuerpos estuvieron perfectamente alineados.
Experimentó un placer intenso. Ansiaba tenerlo enterrado profundamente
dentro de ella y sentir lo que sus cuerpos hacían juntos. Estaba mojada y más
que lista para montarlo y mostrarle lo bien que podía sentirse que ella estuviera
Ella comenzó a moverse sobre él. “Si esto es morir, estoy casi lista”, gimió Ellie
antes de bajar de golpe, levantarse, girar las caderas y volver a bajar con fuerza.
Fury soltó la cabecera y la alcanzó, usando una de sus manos para ahuecar su
pecho, mientras deslizaba la otra entre sus cuerpos en movimiento. Ellie echó
la cabeza hacia atrás y gimió más fuerte cuando Fury frotó su clítoris con el
pulgar. Frenética, se abalanzó sobre él aún más rápido, montándolo con rudeza.
Fury gruñó, sus caderas empujando hacia ella, usando sus talones en la cama
como palanca, para empujarse más profundamente.
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Fury maldijo brutalmente cuando su polla comenzó a hincharse, sus bolas se
tensaron y supo que no podía contenerse más. El placer que experimentaba cada
vez que ella empujaba su cuerpo hacia él, combinado con el apriete de sus
músculos íntimos alrededor de su polla y el creciente clímax provocado por su
pulgar masajeándole el clítoris, era puro paraíso. Él gruñó, tratando de
resistirse, y logró contenerse hasta que ella gritó su nombre mientras él la
mandaba al límite.
Sus brazos la rodearon y la pura alegría lo hizo sonreír. Ellie era el paraíso para
él. Ella había llegado a su vida cuando él estaba en el infierno, había sido un
ángel de luz y esperanza, incluso si en ese momento no se había dado cuenta de
por qué su atracción por ella había sido tan intensa. En algún lugar muy dentro
de él debía haber sabido que ella era la otra mitad de su alma.
Todos los pensamientos oscuros desaparecieron. Fury se rió entre dientes. “Me
someteré para que hagas esto en cualquier momento”.
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Ellie lo miró fijamente mientras sus piernas se envolvían alrededor de la parte
posterior de las piernas de él y sus brazos le rodeaban el cuello.
“Puedes hacer eso, pero no es por eso que no quiero que te levantes todavía”.
“¿Solo quieres abrazarme? Eso es tan dulce.” Ella le besó la barbilla. “Me
encanta cuando lo haces”.
Él se rió entre dientes. “Tampoco es por eso, pero disfruto que estemos
conectados y abrazarte es mi segunda cosa favorita. Lo que sucede es que tengo
que recuperar el tiempo perdido”. Se movió dentro de ella, empujando
suavemente. “Esto es lo que más me gusta hacer contigo”.
Él asintió y bajó la cabeza hasta que sus labios rozaron su garganta. “De nuevo.”
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Capítulo Veintiuno
“Siempre sucede algo terrible”. Él suspiró pero le rodeó la cintura con los brazos
mientras su intensa mirada le estudiaba el rostro. “¿Estás segura de que no te
importa hacerlo de esta manera? Breeze y algunas de las hembras me han
informado que estoy cometiendo un error. Creen que te resentirás más tarde.
Creo que han estado viendo demasiadas películas. Breeze me recordó como son
las familias humanas y ellas creen que deberíamos tener más gente tuya aquí”.
Fury se mordió el labio inferior. “¿Qué pasa con los hijos? Ojalá pudiera dártelos,
pero no puedo”. La tristeza acechaba en sus ojos. “Lo siento mucho.”
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“Me gustaría.” Dijo Fury mientras la apretaba más contra su pecho. “Pero sobre
todo solo te quiero a ti. Lo único que importa es que estamos juntos y estoy muy
agradecido de tenerte, Ellie. Siempre serás más que suficiente para hacerme
feliz”.
El asintió. “Al menos podemos hablar con los médicos. Sería la primera vez en
mi vida que no me importaría que me hicieran pruebas y me pincharan. Nunca
creí que diría esas palabras después de todo lo que me hicieron dentro de mi
celda”.
“Oye”, susurró Ellie. “No parezcas triste. Estar contigo me hace más feliz de lo
que nunca he estado en toda mi vida. ¿Cuántas veces tengo que seguir diciendo
eso antes de que me creas? Te amo. Si tuvieras alguna idea de lo feliz que esto
me hace, ni siquiera se te ocurriría preguntarme. Estoy segura de que esto es
exactamente lo que quiero, de esta manera, porque lo estoy haciendo contigo”.
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La puerta de la sala de conferencias se abrió y Ellie giró la cabeza para mirar
hacia atrás. Justice entró y un grupo de personas lo siguió. Ellie sonrió ante los
rostros familiares.
“¿Estás segura, Ellie? Podríamos esperar y planificar algo mejor, algo más
tradicional”.
“No quiero que nada salga mal”, gruñó Fury. “Espero que sea sin
francotiradores y sin enfermeras locas”.
Ellie se mordió el labio con fuerza, no quería reírse de él, pero parecía tan seguro
de que algo saldría mal. “Es por eso que decidimos hacer esto hoy con solo unas
pocas personas enteradas de lo que estamos a punto de hacer. Nadie puede
estropear algo que no espera”.
Ellie se acercó y se puso de puntillas para rozarle la oreja con los labios. “Me
encanta tu trasero y el hecho de que estés totalmente curado. No puedo esperar
para tenerte a solas”.
Sonrojándose, Ellie lo miró fijamente. “¿Qué pasa con ustedes chicos? Y tú, ¿No
podrías al menos fingir que no escuchaste eso?”
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Fury gruñó, lanzando a su amigo una mirada de advertencia, y Slade se movió
para tomar asiento. Ellie negó con la cabeza mientras Fury se encogía de
hombros.
El último en entrar por la puerta, fue un hombre de pelo blanco, vestía una
túnica negra y sostenía una Biblia en la mano. Ocupó su lugar frente a Ellie y
Fury. Su mirada seria recorrió la habitación.
“Hoy, estamos aquí reunidos”, declaró el hombre de pelo blanco en voz alta,
“para unir a Fury North y Ellie Brower en matrimonio”. Respiró hondo.
“No lo digas”. Fury le dio al ministro una mirada aterradora. “No te atrevas a
preguntar si alguien tiene alguna objeción. Hemos hablado de esto.”
“Sí, la acepto.”
El ministro abrió la boca pero Fury volvió a gruñir. Las cejas blancas se alzaron
y bajó la voz. “¿Cuánto quieres que acorte aquí?”
“Sí, lo acepto”
397
“Los declaro marido y mujer”. Miró a Fury con recelo. “¿Fue eso lo
suficientemente rápido para ti? Puedes besar a tu novia. Estás legalmente
casado”.
Una amplia sonrisa dividió las facciones de Fury. “Nadie nos detuvo”.
“Alguien tendría que haber podido protestar a alta velocidad para poder decir
algo”. Ellie se inclinó hacia él y se rió entre dientes. “Ahora Bésame.”
“Oh, intercambiarán mucho”. Slade se rió entre dientes. “Creo que ponerle algo
más encima es lo último que Fury quiere en este momento”.
Breeze se rió. “Um, tal vez deberíamos separarlos o salir de la habitación porque
parece que él está a punto de quitar de ambos, todo lo que traen encima. Están
muy emocionados de haberse casado”.
Una mano tocó su hombro y se obligó a apartar la mirada de Ellie y Fury para
encontrarse con la mirada de Tiger.
“Se están marchando”, susurró Tiger. “Ordenaré a uno de nuestros hombres que
se quede afuera para evitar que alguien los moleste. Slade está escoltando al
ministro a la salida”. El pauso. “Están tan envueltos el uno en el otro que la
habitación podría incendiarse y ellos no se darían cuenta”.
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Justice miró hacia el frente de la sala y luego sonrió. “Vamos.” Cerró las puertas
de la sala de conferencias y cuando llegaron al pasillo admitió. “Quiero
encontrar eso algún día”.
Tiger hizo una pausa, inclinó ligeramente la cabeza y observó a Justice por un
largo momento. “Yo tendría demasiado miedo de encontrar y luego perder ese
tipo de amor”.
Slade se acercó. “¿Ya están desnudos y teniendo sexo encima de una de las
mesas?”
Slade tuvo una imagen mental de Doc Trisha y su sonrisa apareció en sus
pensamientos. “Estoy indeciso, pero quién sabe lo que me depara el futuro”.
Fin
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