Dentro de un mercado de trabajo se transa el más importante y valioso recurso,
el recurso humano, el cual representa unas de las características más peculiares e interesantes las cuales son estudiadas por la economía Laboral. En Venezuela el mercado laboral ha sido poco abordado, debido a que otros temas económicos (inflación, tipo de cambio y otros) han ocupado las reflexiones económicas y primeras páginas de libros, revistas y documentos; sin embargo, el desempleo en los últimos años ha alcanzado cifras muy elevadas. Se ha convertido así, en el problema social más grave del venezolano común, por tanto, el desenvolvimiento del mercado laboral merece especial atención por parte de los entes encargados de dirigir y administrar los recursos económicos del país. Como un espacio a la reflexión en el presente ensayo analizaremos el panorama venezolano el cual ha sido dominado en gran parte por el gran debate del salario mínimo y su diminuto poder de compra. No obstante a ciencia cierta se desconoce cuán representativo es el salario mínimo como indicador de las remuneraciones promedio de la economía, las cuáles son las diferencias salariales entre distintos sectores productivos o cuánto varían los salarios de distintas ocupaciones. Es por ello que el propósito de este ensayo es justamente analizar los niveles de empleo en Venezuela y observar las principales carencias y necesidades de un sector en específico con el fin de explicar y resumir algunas alternativas viables en torno a los desequilibrios evidenciados en dicho mercado. De acuerdo con McConnell y Brue (1997), los mercados de trabajo de cualquier país tienen características muy en particulares; por ejemplo en cada mercado hay variedades de empleos que son el principal medio para la distribución de rentas o beneficios del desarrollo, lo cual hace del trabajo el recurso económico más importante en la economía capitalista. En Venezuela los problemas de la economía laboral no han sido atendidos acordemente sino que más bien las entidades a cargo le han dado mayor importancia a los problemas de la política monetaria y fiscal, partiendo de la premisa de que a través de la estabilización macroeconómica y el crecimiento económico sostenido, se mejoraría la situación laboral del venezolano (nivel de rentas) y se reduciría considerablemente el desempleo. Lamentablemente los elevados niveles de desempleo como un fenómeno relativamente nuevo, han llamado la atención de la sociedad venezolana, pues pese a que un número apreciable de economías latinoamericanas —incluyendo Venezuela— han registrado incrementos en la tasa de producción, el nivel de vida de sus habitantes no ha mejorado. La problemática venezolana y sus altos niveles de desempleo provienen también en gran parte del mal manejo de la economía, ya que esta siempre ha sido muy dependiente de los precios del petróleo. Esta excesiva vinculación se evidencia en los niveles de las exportaciones petroleras y los ingresos que generan para el Gobierno Central. Esta dependencia se termino traduciendo en una constante inestabilidad macroeconómica que provoco que los niveles de empleo en Venezuela de desplomaran. Igualmente los altos índices de crisis, han provocado que el empleo en Venezuela enfrente demasiados desafíos; entre ellos la falta de inversión, la disminución de la producción nacional y la hiperinflación han afectado negativamente a las empresas, lo que ha llevado a la reducción de empleos y al cierre de muchas de ellas. Las empresas han tenido dificultades para mantener sus operaciones y han enfrentado problemas de acceso a materias primas y suministros. La falta de estabilidad económica y las políticas poco favorables han generado un clima de incertidumbre para los inversores y empresarios, lo que ha limitado las oportunidades de empleo. La reducción de la actividad económica en varios sectores ha contribuido a la escasez de empleo y a la disminución de los salarios reales. Del mismo modo la migración masiva de venezolanos también ha impactado el mercado laboral interno. Muchas personas han emigrado en busca de mejores oportunidades laborales y condiciones económicas más estables en otros países, lo que ha generado una disminución en la oferta de trabajo en Venezuela. A ciencia cierta no hay estadísticas completas que revelen actualmente cuales son las tasas y niveles de empleo y desempleo que hay en nuestra nación, pero según cifras oficiales en Venezuela tanto el desempleo como el PIB muestran una tendencia decreciente, lo cual lleva a preguntarse qué explica tal contradicción. La caída del desempleo en medio de un periodo de recesión económica solo es posible si los individuos emprenden actividades informales que los alejan del desempleo sin reportar su actividad, o si abandonan la búsqueda de empleo ante la imposibilidad de conseguir trabajo. En resultado a esto el INE ha reportado que el desempleo en Venezuela ha mostrado una marcada tendencia a disminuir desde que en los años 2002 y 2003 mostrase sus valores más altos (16,2 % en 2002-II y 19,2 % en 2003-I). Extrañamente, esta aparente reducción del desempleo viene acompañada de una apreciable desaceleración de la economía, según el Banco Central de Venezuela (BCV). En efecto, a raíz del paro petrolero y el despido masivo de trabajadores de la estatal Petróleos de Venezuela, la actividad económica se contrajo a una tasa promedio del 8,4 % semestral durante los años 2002 y 2003. A esta caída del producto interno bruto (PIB) le siguió un repunte de la actividad económica y posterior desaceleración sostenida, alcanzando valores incluso negativos, en medio del mayor y más largo auge de los precios del petróleo que la historia registra. Tal como la teoría económica y la lógica sugieren, la respuesta ante el problema del desempleo pasa por la generación de producto, por lo que una caída simultánea de las tasas de desempleo y del PIB puede ser explicada desde dos puntos de vista, o incluso, la combinación de ambos. El primero, que exista un alto componente de trabajadores desanimados que abandonen la fuerza de trabajo tras una infructuosa búsqueda, situación que se conoce como desempleo oculto. El segundo, que los desempleados recurran al sector informal para resolver su necesidad de ingresos, con lo que pasan a ser clasificados como ocupados. Consecuentemente todos estos factores han ocasionado que en el mercado laboral venezolano se presente un desplome abismal y una contradicción significativa, con una reducción en la creación de empleo formal. En el contexto de la crisis todos estos resultados han contribuido al desempleo en Venezuela, como se puede observar de acuerdo a las cifras establecidas por la Encuesta de Condiciones de Vida(Encovi) la tasa de desempleo en Venezuela durante el año 2017, se ubicó en 9,0%, equivalente a 1 millón 177 mil 852 personas sin trabajo, reflejando un incremento de 1,6% en comparación con el año 2016, cuando esta variable se ubicó en 7.4%, equivalente a 957.175 personas desocupadas. Todo esto nos deja como resultado que el mercado laboral venezolano está altamente intervenido por el Estado, mantiene excesivas restricciones a la libertad empresarial, presenta una gran inseguridad jurídica y evidente desestímulo a la inversión, hay evidentes presiones contra la autonomía sindical, presenta distorsiones agudas en las relaciones laborales y está fuertemente impactado por la Depresión Económica y por la Hiperinflación. La falta de estabilidad económica y las políticas poco favorables han generado un clima de incertidumbre para los inversores y empresarios, lo que ha limitado las oportunidades de empleo. Esta reducción de la actividad económica ha hecho que múltiples sectores del país se vean seriamente afectados, dentro de ellos podemos encontrar al sector salud. Si bien es cierto que diferentes sectores se ven afectados por la crisis para nadie es un gran secreto que desde hace varios años atrás el sector salud en Venezuela ha sufrido un enorme deterioro, cada vez más la crisis sanitaria se agudizan, puesto que en la mayoría de los centros de salud falta el agua y no hay comida, medicinas, e instrumentos básicos como catéteres, para atender a los pacientes. El sistema de salud de Venezuela a pesar de las fallas que presenta se podría decir que está bien dotado puesto que cuenta con 5 089 establecimientos de salud públicos de los cuales 4 793 son ambulatorios y 296 son hospitales. El 96% de las unidades de atención ambulatoria pertenecen al MS (4 605) y el resto al IVSS (79), el IPASME (56) y el Ministerio de la Defensa (21), entre otros. Pero la interrogante correcta es ¿Funciona realmente el Sistema de Salud en Venezuela? En general, el principal problema del sector salud proviene de su financiamiento el cual resultó ser primordialmente privado, con un elevado y creciente componente de gasto de bolsillo que se coloca entre los mayores del mundo. Asimismo, el sector salud mostró una baja prioridad fiscal, con un gasto público reducido y vulnerable ante las oscilaciones de los precios del petróleo. Por otro lado, la prestación y el acceso efectivo a los servicios de salud se ha visto comprometido en años recientes, debido -entre otros factores- a la disminución en la disponibilidad de médicos, particularmente para algunas especialidades; fallas en la dotación y equipos médicos de los centros de salud; escasez de insumos médicos, medicamentos y vacunas, afectando la salud de la población que registra algunos retrocesos. Igualmente otro factor que recae sobre la moneda son los salarios de las personas en el sector de la salud; en Venezuela los salarios del personal del Ministerio para la Salud son muy bajos. La mayoría de las veces, los salarios son más bajos que la línea de la pobreza y no dan abasto para tener una vida digna. Hay muchos problemas con el salario y los convenios colectivos. Sin embargo cabe resaltar que durante el mandato del ex presidente Hugo Chávez se creó un proyecto llamado Barrio adentro, esto con las intenciones e ideales de mejorar y propiciar atenciones de mejor calidad al sector sanitario y así mermar la crisis ya estallada. A pesar de las buenas ideas e intenciones ya desde 2007 el difunto Chávez reconoció el fracaso de este sistema, inicialmente diseñado como Atención Primaria de Salud y el cual se fue haciendo cada vez más complejo, para justificar cuantiosas inversiones que nunca cumplieron los fines para los cuales fueron hechas, como es el caso de la remodelación y construcción de nuevos establecimientos de salud (Barrio Adentro III y IV). Ya varias investigaciones han mostrado la gran ineficiencia y corrupción que impera en la Misión Barrio Adentro y cómo ella ha sido simplemente un mecanismo de control político y social de la población más depauperada con el objeto de pacificarla, haciéndole creer que el gobierno se ocupa de ella. Es indispensable que los ciudadanos reaccionen frente a esta estafa, así como está ocurriendo con el chantaje de los alimentos. Ahora bien podemos apreciar que la crisis en Venezuela ha ocasionado y dado como respuesta múltiples consecuencias, debido a que la crisis económica ha sido gran causante también de las fallas del sector sanitario. Cada Estado del país ha mostrado altos índices de colapso en su sector sanitario, como consecuencia de prácticas corruptas e ineficientes, que han comprometido la vida de quienes requieren atención médica oportuna y de calidad. Ahora bien si nos situamos en el Estado Nueva Esparta debemos resaltar que el colapso sanitario no ha cedido y las crecientes deficiencias comprometen cada día más la salud y la vida de los ciudadanos. El deterioro de las infraestructuras hospitalarias, falta de mantenimiento a equipos médicos, mal estado de los servicios públicos y la deficitaria dotación de medicamentos e insumos son parte de la cotidianidad de quienes cumplen su jornada laboral pese a las condiciones adversas y a la insuficiente remuneración que reciben. Esta realidad es consecuencia de numerosas irregularidades asociadas a la corrupción debido a que las entidades a cargo de los recursos e insumos destinados para los hospitales no administraron bien los materiales. No obstante la mayor emergencia sanitaria del Estado Nueva Esparta no solo se encuentra en los barrio adentro, sino mas bien en el Hospital Luis Ortega, el cual se dice que esta mas enfermo que sus propios pacientes ya que carece personal, insalubridad, escasez de medicamentos e insumos, faltas de implementos de bioseguridad para el personal, entre muchas otras deficiencias que son las que se viven a diario en el principal centro de salud de Nueva Esparta. De modo accesorio debemos agregar que en el Estado Nueva Esparta la atención médica ha sido limitada. Y es que en el Estado no son solo problemas de infraestructuras lo que ha afectado a la población, sino también la escasez de suministros, recursos y vacunas suficientes para poder combatir las enfermedades. En consecuencia los salarios bajos y las condiciones laborales difíciles no ocasionado más que la fuga de talento de médicos y profesionales de la salud, lo cual ha sido un enorme problema tanto en Nueva Esparta, como en el resto del país, lo que limita fuertemente la disponibilidad y calidad de la atención médica para la población. Así mismo muchos ciudadanos de Nueva Esparta tienen dificultades para acceder a la atención médica debido a la falta de profesionales de la salud. Todo esto entre aspectos han dejado más que claro que para mejorar la situación del sector salud en Nueva Esparta, es necesario abordar los problemas económicos y políticos que afectan al estado y al país en general. Además, se requiere invertir en infraestructura de salud, garantizar el abastecimiento de medicamentos y suministros médicos, y ofrecer condiciones laborales dignas a los profesionales de la salud para atraer y retener talento en la región. Evidentemente es muy notorio que tanto en el Estado Nueva Esparta como en el país no hay un Sistema Publico Nacional de Salud (SPNS) que función acorde y correctamente; sino que más bien hay un conjunto de establecimientos, de propiedad privada unos y de propiedad pública la mayoría. Aunque visto desde otra perspectiva los establecimientos de propiedad pública están disfrazados bajo el manto de la propiedad privada, ya que en realidad cuando estos funcionan lo hacen, dentro de la lógica de lo privado, según la cual los gastos (comida, lencería, limpieza y otros) corren por cuenta del usuario, sin que el Estado sienta ni reconozca compromiso alguno con los ciudadanos que se ven forzados a la utilización de estos establecimientos.Esto nos ha dejado como resultado que la situación laboral del venezolano se sigue deteriorando y todos los indicadores generales dan cuenta de ello; los patrones estructurales del mercado laboral no se modifican sustancialmente: genero, edad, ocupación, actividad económica; el trabajo formal asalariado pierde importancia como principal fuente de ingresos, asimismo, los beneficios laborales pierden sentido y atractivo; la depresión económica impulsa al venezolano a sobrevivir de diferentes formas(informalidad) y, el trabajo productivo y eficientemente pierde significado y valor social, por lo que se requiere a mediano plazo luego de un programa de ajustes, un plan de reinserción de cara al mercado laboral. Si bien nos ha quedado claro que el mercado laboral en Venezuela no funciona correctamente es muy notorio que la crisis venezolana tiene múltiples dimensiones, pero probablemente, es la crisis e la salud la que tiene más consecuencias dramáticas. La atención internacional, en la medida en que ha sido permitida por el Gobierno de Venezuela, se ha centrado con buenas razones en la ayuda humanitaria; por ejemplo, en la atención a la falta de comida en las comunidades más pobres. Sin embargo además de la coyuntura actual, el sistema de salud en Venezuela tiene problemas estructurales que deben analizarse con el fin de encontrar soluciones definitivas para su mayoría su mejoría. Bachilleres: