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Catedra Minuto de Dios

Curso: Catedra Minuto de Dios


Actividad 4. El Humanismo Cristiano a través del Storytelling

Presenta
Ramiro José Muñoz
ID 858731

Docente

Ing. Helio Alexander


Hernández

NRC 40-61682

Ingeniería Industrial

Colombia _ Bogotá 18 de febrero de 2024


Catedra Minuto de Dios

Humanismo cristiano
Identidad misional de uniminuto
El respeto a la dignidad de toda persona: El humanismo cristiano reconoce la dignidad
intrínseca de cada ser humano, independientemente de su origen, raza, género, orientación
sexual, religión o cualquier otra característica.
La solidaridad y justicia social: El humanismo cristiano promueve la solidaridad con los
más vulnerables y marginados de la sociedad, y aboga por la justicia social como un medio
para construir una sociedad más equitativa y justa.
La Compasión y empatía: El humanismo cristiano fomenta la compasión y la empatía hacia
los demás, especialmente hacia aquellos que sufren o están en situación de necesidad.
Promoción de la paz y el diálogo: El humanismo cristiano aboga por la promoción de la paz
y el diálogo como medios para resolver conflictos, tanto a nivel individual como a nivel
colectivo.
Defensa de los derechos humanos: El humanismo cristiano defiende los derechos humanos
universales y trabaja por su protección y promoción en todas las esferas de la vida.
Cuidado del medio ambiente: El humanismo cristiano reconoce la importancia de cuidar y
preservar el medio ambiente como una responsabilidad moral y ética hacia las generaciones
futuras.
Educación y formación integral: El humanismo cristiano promueve una educación y
formación integral que tenga en cuenta el desarrollo de la persona en todas sus
dimensiones: física, emocional, intelectual y espiritual.
Ética y valores: El humanismo cristiano se fundamenta en principios éticos y valores
universales que guían la conducta de las personas hacia el bien común y el respeto mutuo.

Storytelling
Catedra Minuto de Dios

Érase una vez un niño llamado Mateo, que vivía en las calles de Bogotá. Mateo era un niño
muy talentoso, ya que había aprendido a tocar el acordeón de forma autodidacta. A pesar de
su corta edad, su música tenía el poder de conmover los corazones de aquellos que lo
escuchaban.
Un día, Mateo se encontraba en una esquina, tocando su acordeón con destreza y pasión. La
gente pasaba a su lado sin siquiera detenerse a escucharlo, ignorando por completo su
talento. Mateo sentía en su corazón una profunda tristeza al ver cómo pasaban de largo sin
siquiera mirarlo. Sin embargo, un anciano con una mirada compasiva se detuvo frente a él y
comenzó a escuchar su música con atención. El anciano se conmovió con la melodía que
salía del acordeón de Mateo y se acercó para dejarle una moneda en su sombrero. Mateo
levantó la vista y vio los ojos bondadosos del anciano, que le sonreía con ternura.

. Desde ese día, el anciano se convirtió en el único espectador fiel de Mateo. Cada vez que el niño
tocaba su acordeón en la calle, el anciano estaba allí para escucharlo y apoyarlo con sus monedas. A
través de la música, Mateo y el anciano forjaron un vínculo especial que trascendía las barreras del
tiempo y el espacio
Catedra Minuto de Dios

La música de Mateo, que una vez había sido ignorada por la multitud, ahora resonaba en el
corazón de aquel anciano que había encontrado en él un rayo de luz en medio de la
oscuridad de la calle. Y juntos, compartían la magia de la música que unía sus almas en una
hermosa sinfonía de esperanza y amor.
A partir de esos momentos, la vida del niño cambió por completo. Su música empezó a
llegar a más personas y poco a poco se convirtió en un pequeño héroe de la calle, llevando
alegría y esperanza a quienes más lo necesitaban. La bondad y el talento del niño
trascendieron las barreras de la pobreza y la adversidad, demostrando que el arte y la
música son capaces de unir a las personas y sanar corazones heridos.
Y así, el niño siguió tocando su acordeón en medio de la bulliciosa ciudad, con la esperanza
de que su música pudiera tocar el alma de quienes la escuchaban y hacer del mundo un
lugar un poco más amable y lleno de amor. Porque, al final, no importa la situación en la
que te encuentres, siempre habrá una melodía que te haga sentir vivo y en paz.

Advocación al hombre del padre Rafael García Herreros


Catedra Minuto de Dios

Para el padre Rafael García Herreros, el ser humano era una creación divina, única e
irrepetible. Era un ser lleno de potencialidades, capaz de amar, de perdonar, de crear, de
trascender. Era un ser vulnerable, pero también fuerte y valiente. Era un ser en constante
crecimiento y aprendizaje, siempre en busca de la verdad y de la belleza.
El ser humano era para el padre Rafael el centro de su misión, su razón de ser. Por eso,
dedicó su vida a servir, a cuidar, a proteger a los más necesitados y vulnerables. Creía en la
dignidad de cada persona, en su capacidad de superar las adversidades y de construir un
mundo mejor.
El ser humano era para el padre Rafael un misterio, un enigma que debía ser descifrado con
amor y comprensión. Creía en la bondad intrínseca de cada persona, en su capacidad de
redención y de transformación. Creía en la importancia de la solidaridad, de la justicia, de
la paz.
En resumen, para el padre Rafael García Herreros, el ser humano era sagrado, era divino,
era la imagen misma de Dios en la tierra. Y por eso, dedicó su vida a amarlo, a servirlo, a
protegerlo, a acompañarlo en su camino hacia la plenitud y la felicidad. ¡Que su legado
perdure en cada uno de nosotros, recordándonos la importancia de valorar y respetar la vida
humana en todas sus formas!

"Les pido que nunca pierdan de vista estos valores, que siempre luchen por lo que es justo
y bueno, y que se comprometan a construir un mundo mejor para todos. La verdadera
grandeza de un ser humano radica en su capacidad para amar y comprender a los demás,
y en su deseo de trabajar juntos por un bien común".

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