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GPD
HD
9084
.P5
M27
1908

PERU

MINISTERIO DE FOMENTO

PRODUCCION DEL

ALGODON EN EL PERU
DOCUM
ENTS DEPT .

"
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MINISTERIO DE FOMENTO
DIRECCION DEL RAMO

PRODUCCIÓN DEL ALGODÓN EN EL PERÚ

POR

VICTOR MARIE
Ingeniero Agrónomo

Ex-profesor de Agricultura en la Escuela Nacional de Agricultura de Lima

2ª EDICION

GPD

HD

9084

-P5

-M27

1968

LIMA
OFICINA TIPOGRAFICA DE “LA OPINION NACIONAL”
Gremios, 441
1908
Hda. Samán (Paita-Perú) , 20 de diciembre de 1907.

Señor doctor Carlos Larrabure y Correa, Director de Fomento .

Lima.

Muy señor mío y estimado amigo:

Como me expresó U. el deseo de hacer publicar una segunda


edición del estudio que presenté en 1904 sobre la producción del
algodón en el Perú , he revisado ligeramente este estudio y se lo pre-
sento solicitando antes de todo su completa indulgencia. La pri-
mera redacción de estas memorias fué hecha apuradamente después
de un viaje muy rápido en los principales valles algodoneros de la
costa. Para completar este estudio y corresponder á su deseo de
formar un conjunto de datos verdaderamente interesantes y úti-
les á los agricultores, hubiera debido volver á estudiar los valles
y completar mis observaciones. Mis ocupaciones actuales, y la
vida algo retirada que llevo en la hacienda de Samán me lo han
impedido . Siento particularmente que este estudio no diga nada
del interesante valle algodonero de Cañete que no tuve ocasión
de visitar. Lamento también no poder ocuparme debidamente de
la introducción del cultivo del algodón en Lambayeque.
Solicitando otra vez su indulgencia por este muy modesto tra-
bajo, le reitero la expresión de mi alta consideración y adictos
sentimientos.

De Ud. señor Director, muy atento S. S. y amigo.

V. MARIE .
La producción de algodón en el Perú

Las condiciones generales de producción de algodón en la


costa del Perú son realmente ventajosas y aseguran una larga
prosperidad á este ramo de la agricultura .
Como se verá en seguida , la manera de trabajar difiere en ca-
da valle, y aunque los procedimientos en uso tienen muchas con-
diciones semejantes, existen siempre circunstancias locales que ha-
cen que cada localidad tenga su agricultura propia . Por consi
guiente, un estudio comparativo de estos diversos sistemas po-
drá ser útil á los agricultores de cada uno de los valles á que voy
á referirme.
Intervienen como factores de esta producción, el terreno , el
agua de irrigación, el clima , los trabajadores y las condiciones
propias de cada localidad . Dos palabras bastarán para llamar
la atención sobre cada uno de los puntos mencionados, antes de
entrar en materia.
Los terrenos de la costa son inmensos , y sin embargo, sólo
una fracción muy reducida de ellos interviene en la producción
agrícola, fracción señalada por cada río que baja de la cordillera ,
formando especies de oasis regados, separados por médanos y ce-
rros. Los terrenos cultivables de cada valle están formados por
numerosas capas superspuestas de aluviones fluviales deposita-
dos con más o menos regularidad . Proceden de sedimentos arras
trados por las aguas de lluvias que caen en la cordillera durante
los meses de verano en la costa .
El modo como estos sedimentos se depositan obece á la ley
corriente de los depósitos en las deltas torrenciales : los elementos
más gruesos son los primeros que se detienen; son piedras gran-
des que se encuentran en la parte superior de los valles; después
vienen elementos de más en más finos , del cascajo á la arena y de
la arena á la arcilla. Sin embargo , parece que este proceso gene-
ral fué álterado alguna vez por las fuertes crecientes que lleva-
ron piedras grandes hacia las partes inferiores de los valles, ha-
biendo sucedido también el caso contrario , es decir, que la poca
- 6 -

corriente de las aguas, debida ya sea á su pequeña cantidad ó á


obstáculos naturales , ocasionó el depósito de elementos finos en
lugares situados arriba de los valles. Esta hipótesis explica la
superposición en capas de elementos distintos , en un punto deter-
minado y la existencia de terrenos de todos los tipos en los di-
versos sitios de un valle. No obstante esto, lo general es encon-
trar terrenos más pedregosos y delgados en la parte alta de las
quebradas, mientras que hacia el mar son más profundos y com-
pactos .
Estando formados los terrenos de un valle por el trasporte y
la mezcla de elementos que proceden de la desagregación de las
más diversas rocas , resultan generalmente de composición rica .
Diversos analisis hechos por el señor Van Hoorde , en la Escuela
Nacional de Agricultura , han hecho conocer la excelente composi-
ción de las tierras de la costa .
En general , un valle se presenta como una larga cinta, primi-
tivamente torcida y encajonada entre enormes peñas y que vá en-
sanchándose después conforme se aproxima al mar.
Aunque teniendo el mismo modo de formación , como acaba de
verse, todos los terrenos de un va le y aún los de un mismo potre-
ro no son iguales en composición y valor agrícola; para apreciar
su feracidad, hay que recorrerlos con cuidado . Entonces se en-
cuentran terrenos de todas categorías, arcillosos , arenosos , casca-
josos , puquiosos y lo que los agricultores llaman " hojos de tie-
rra."
En Lambayeque y Piura , el mar está más retirado de la cor-
dillera y los sedimentos han formado grandes llanuras compues-
tas generalmente de elementos finos y profundos . Más al sur, los
contrafuertes de los Andes avanzan hasta el mar y la costa es
más quebrada.
En general, los terrenos se presentan con una inclinación re-
gular al mar, lo que facilita notablemente la distribución del
agua entre los fundos y la irrigación misma.
Las aguas son abundantes en los ríos durante los meses de
verano , es decir, cuando la vegetación es vigorosa y requiere mu-
cha agua . En esta época las lluvias son copiosas en la sierra , y
las aguas no sólo llegan á la costa en abundacia , sino tam-
bién arrastran fuertes cantidades de sedimentos, que podrían ser
aprovechados por una buena irrigación haciéndolos depositar en
los terrenos de manera que el riego de verano abonara , como su-
cede generalmente en Ica.
El defecto que anotamos en algunas localidades, consiste en
hacer correr las aguas con demasiada velocidad sobre la superfi-
cie del terreno . Eso trae por consecuencia que estas aguas en lu-
gar de depositar sedimentos, arrastran partículas delgadas , des-
truyendo el terreno en lugar de beneficiarlo.
En los meses de invierno , las aguas disminuyen en cantidad
y, procediendo de filtración y no de arroyos superficiales, se lim-
pian y llegan claras á la costa . Sucede, á veces, que en esta esta-
ción las aguas escasean mucho , á tal punto que el río se seca
completamente, como pasa con los ríos Piura, Chincha é Ica.
- 7 -

El algodonero , que exige relativamente poca agua para su


desarrollo , se acomoda muy bien á este riego intermitente, lo que
implica una ventaja sobre la caña de azúcar, que necesita agua
todo el año . Sin embargo , los cultivadores de caña han imagina-
do sistemas que le permiten lograr buenas cosechas en condicio
nes de aguas desventajosas.
Un punto al que se concede gran importancia es al de tener el
agua del río con la mayor anticipación posible, á fin de poder
barbechar y sembrar en buena época; así vemos que el deseo de
muchos agricultores es disponer de bastante agua desde los me-
ses de setiembre y obtubre. No obstante, se verá, en seguida, que
Ica y Chincha trabajan con aguas enero y febrero .
Algunos agricultores de Pacasmayo á quienes preguntamos
porqué no semb : aban algodón, nos contestaron que las aguas
venían casi siempre demasiado tarde para hacer este sembrío en
buen tiempo, inconveniente que quizás lograrían salvar con éxito
empleando el sistema de barbechos de Chincha.
Por lo que hace al clima , las condiciones especialísimas de to-
da la costa son demasiado conocidas para insistir sobre las ven-
tajas que este elemento ofrece á la agricultura: la ausencia de llu-
vias y de granizos facilita todas las operaciones de la agricultu
ra, asegurando las cosechas y procurando al agricultor una li-
bertad de acción que no conocen los que tienen que luchar con cli-
mas menos clementes .
La temperatura varía muy poco de una estación á la otra y
del día á la noche, permitiendo tanto los cultivos de la zona tórri-
da como los de las comarcas templadas.
Sin embargo, y á pesar de esta gran regularidad , la vegeta-
ción padece á veces de accidentes debidos á causas meteorológi-
cas; tal es lo que se llama impropiamente "hielo. " Estos hielos
de los que nos ocuparemos más adelante , son más frecuentes cer-
ca del mar y mucho menos temibles en las quebradas.
Por la naturaleza de sus terrenos, de su irrigación , de su cli-
ma, por la antigüedad de su agricultura , muchos valles de la cos
ta, sobre todos los de Piura, Lambayeque é Ica , tienen condicio
nes de producción muy semejantes á los de Egipto . Si éstos tie-
nen la ventaja de la pequeña distancia que los separa de Europa ,
lo que disminuye el importe de sus fletes, en cambio ofrecen in-
convenientes de los que los dos principales son los siguientes:
1' Lacarestía de la tierra . En Egipto , el acre de un terreno
bajo dique ( 1 acre = 0hect. 49 ) bueno para algodón ó caña, vale 40 ,
50 6 60 libras esterlinas , sea , por término medio, 50 £ ; en una
fanegada entran más ó menos 7 acres, de modo que una fanegada
de tierra , en Egipto , vale 350 £ , lo que significa que los terrenos
valen allá en libras lo que aquí valen en soles. La consecuencia
directa es que una empresa agrícola en Egipto necesita invertir,
en terrenos, un capital mucho más fuerte. Los terrenos que no
están bajo dique sólo valen la mitad de estos precios.
2? Otro inconveniente es el que resulta de las leyes vigentes
en Egipto , que prohiben sacar de un terreno más de dos cosechas
sucesivas de algodón ó de caña . Esta disposición obliga á los
C de A. - 2
agricultores á adoptar una rotación de cultivos y á defender la
fertilidad de los terrenos , impidiendo las repeticiones sucesivas
de la misma planta , lo que agotaría al fin las tierras. Estas me-
didas, restrictivas de la libertad , molestarían mucho á los agri-
cultores peruanos, acostumbrados á repetir indefinidamente las
mismas sementeras en los mismos terrenos .
Los Estados Unidos, que producen más del 75 % del algodón
cosechado en el mundo , no tienen un clima tan regular y constan-
te como el de la costa del Perú ; el clima , allá, produce alternati-
vas de cosechas enormes que hacen variar la producción en fuer-
tes proporciones, lo que conduce á grandes variaciones de precios .
El mismo clima es la causa directa de formidables especu-
laciones y juegos de bolsa que contribuyen á hacer el alza y baja
de los precios mucho más sensibles y violentas que si fueran el re-
sultado de las observaciones exactas y de las previsiones de cose-
cha simplemente. Por otra parte, los rendimientos logrados aquí
permiten producir el algodón al mismo precio que en los Estados
Unidos, pero como estos tratan de manufacturar ellos mismos to-
da su formidable producción y como existen en Europa intereses
inmensos invertidos en telares que necesitan materia prima, es de
presumir que Europa seguirá constituyendo , por largo tiempo
aún , un gran mercado algodonero . Es un hecho que los estados
de Europa están fomentando el cultivo del algodón en sus colo-
nias y que en grandes extensiones , como en el sur de Africa y la
Argentina , se hacen ensayos en este sentido. Pero en pocos luga-
res se encontrará un conjunto de circuustancias que fovorezcan
tanto la agricultura como en la costa del Perú . Se sabe que mu
chos ensayos de Sur- Africa han fracasado por completo y que las
grandes esperanzas que se habían cifrado y robustecido en la Ar
gentina han sido seguidos de desergaños.
Dícese que las condiciones de mano de obra son defectuosas
en la costa del Perú y muchos agricultores se quejan de ellas; sin
embargo , en haciendas de importancia media, en las cuales los
peones son tratados con humanidad, raras veces faltan brazos .
Cuando los peones de la localidad escasean , existe el recurso de
los de la sierra, donde un reclutamiento bien organizado da siem-
pre éxito satisfactorio. Este sistema, hasta ahora, ha dado me-
jores resultados que los ensayos de inmigraciónjaponesa. ¡ Cuán
to ganaría el país con la instrucción y la educación de estos fuer-
tes hijos de la sierra, raza robusta, dócil y laboriosa, que none.
cesita mas que organización y medidas contra el alcohol smo des-
tructor! Que se les proporcione hogares sanos; que se les dé un
pedazo de tierra en las haciendas de la costa; que se les haga la
vida algo agradable, y veremos que muchas familias dejarán sus
peñas agrestes para establecerse en la costa.
Cierto es que no todos los puntos de la costa son igualmente
ventajosos ni permiten una producción idéntica con los mismos
gastos: en tal punto, una fábrica de tejidos vecina comprará la
cosecha á medida que se rocoja, sin que haya que pagar flete de
ferrocarril ni de mar; en tal otro, los productos tendrán que lle-
varse primero á bestia y después por ferrocarril ; aquí, el algodón
- 9 ―

no dará sino una cosecha; allá, se podrá de un sólo sembrío cose-


char tres ó cuatro años seguidos; aquí podrá producirse sin la-
branza, mientras que allá serán precisas cuatro ó cinco labores y
costosas aplicaciones de abonos ; aquí los peones se conseguirán
á 40 , 50 ó 60 centavos , mientras que en otra parte, será necesa-
rio pagarles más de un sol , etc.; todo esto constituye condiciones
de localidad que son muy dignas de tomarse en cuenta. - En re-
sumen, puede considerarse la costa peruana como privilegiada
por la naturaleza para todo lo referente á la agricultura, con
múltiples ventajas sobre otros países agrícolas.

El algodonero es una planta de la familia de las Malváceas,


conocido en botánica con el nombre de "Gossypium".
Las plantas de este género han sido clasificadas por diversos
autores, pero muy pocos están de acuerdo á este respecto .
En el Perú se cultivan principalmente los algodoneros siguien-
tes:
1- El gossypium herbaceum L. , llamado aquí vulgarmente
"egipto" á pesar de que tiene un origen asiático y que ha sido in-
-
troducido de Norte América . — ( Es el " Upland" de las norteame-
ricanos ).
Es generalmente de tamaño más redue do que otras varieda-
des, pero puede ofrecer también un cierto desarrollo leñoso y al-
canzar, en ciertas condiciones, la altura de dos metros; su tallo
es más blando en la edad tierna . Por lo general vive dos años ,
pero puede vivir cuatro y cinco cultivado en buenas condiciones .
Sus hojas, abundantes, son anchas, lobuladas poco profundamen-
te y de lóbulos obtusos . La flor nace de color amarillo pálido ,
vuélvese colorada después y se marchita con este color. La cáp-
sula está formada generalmente de más de tres carpelos , casi
siempre cinco . La semilla, después de ser separada de las hebras
largas que constituyen la cosecha, queda peluda y de color ceniza ;
esta semilla es relativamente abultada .
2- El gossypium peruvianum Cav. , adquiere un fuerte de-
sarrollo leñoso y se encuentra en las regiones más cálidas de la
costa: Piura é Íca ; á cada una estas comarcas corresponde una
sub variedad. Es perenne: puede vivir hasta más de veinte años .
Las hojas tienen sus lóbulos con ángulos agudos. Su flor es de
color amarillo vivo y vira al colorado antes de la caída de la co-
rola. Las cápsulas son generalmente de tres ó cuatro carpelos
que se abren á la madurez del fruto . Las hebras tienen la propie-
dad especial de ser muy ásperas y largas, sobre todo las de Piu-
ra, lo que permite emplearlas para la falsificación de los tejidos
de lana. La semilla, pequeña , se limpia perfectamente al desmo-
te y queda lisa, negra y con una punta o pico característico . El
desarrollo de este algodón , conocido generalmente con el nom.
bie " algodón del país", es más lento que el del precedente.
- 10

39 El gossypium barbadense L., que se encuentra en las ha-


ciendas del Perú , es también leñcso , pero no alcanza nunca el ta-
maño ni el vigor del gossypium peruvianum. Sus hojas se pre-
sentan con lóbulos lanceolados y son más hendidas que las de la
variedad anterior. Las flores grandes nacen de color amarillo
vivo , y las manchas purpurinas de la base de los pétalos se ensan
chan é invaden casi toda la corola cuando ésta se marchita. La
cápsula se compone generalmente de tres carpelos. Las hebras
son muy largas, finas y muy sedosas. La semilla sale sin pelusa
adherente y es negra.
De esta variedad dependen las sub variedades Sea Island, Mit
afifa y Ianovich.
En fir , existe en varios puntos de la costa y de la montaña,
una variedad silvestre que corresponde á las descripciones del
gossypium religiosum L.: desarrollo fuerte y leñoso , aspecto se-
mejante al del gossypium peruvianum Cav. , flores amarillas vi-
vas y semillas fuertemente aglomeradas en riñones, lo que hace
difícil el desmote . Esta variedad no se cultiva .

El algodón en los valles de Piura y de La Chira

El departamento de Piura se distingue por su clima, que es


notablemente más cálido que el de las otras comarcas de la cos-
ta. El calor es más contínuo y la estación de fríos y neblinas se
nota menos . Además , las diferencias de temperatura entre el día
y la noche son muy pequeñas, lo que hace que los rocíos sean ra-
ros y de menor importancia . La agricultura está principiando á
organizarse y los terrenos presentan una gran feracidad debido á
su composición y profundidad y á que no están gastados como
los de otros valles .
En el departamento de Piura se produce el fenómeno curioso
de las lluvias periódicas que caen solamente cada 6, 7 10 6 12
años; si llueve en los intermedios es excepcionalmente , en cuyo
caso la lluvia no tiene importancia bajo el punto de vista de
la producción del algodon . En los "años buenos" la lluvia sigue
cayendo abundantemente durante varios días, de manera que el
suelo se humedece profundamente y acumula grandes reservas de
agua. Este fenómeno tiene lugar generalmente en febrero y mar-
zo, circunstancia que se aprovecha para sembrar el algodón del
país (gossypium peruvianum Cav. ) ; á estos sembríos sigue una
fuerte cosecha y las exportaciones por el puerto de Paita se mul-
tiplican. Los terrenos bajos y sueltos dan el mejor resultado .
El algodonero puede vivir dos ó tres años sin otra humedad
que la de las lluvias que han originado su sembrío; pero, aunque
es muy sobrio , pierde poco á poco su vigor, las cosechas disminu-
yen en cantidad y calidad y los algodoneros mueren uno por uno .
-- 11

En los últimos tiempos las lluvias periódicas á que nos refe-


rimos, parecen haber perdido mucho de su importancia : desde
1891 no ha habido " año bueno " y la producción de los algodo-
nes de lluvia ha disminuido enormemente.
Haciendas enteras, que antes eran de buena producción , gra-
cias á la fecundidad debida á las lluvias periódicas, no dan ahora
sino cantidades insignificantes de algodón .
Los buenos algodones de Piura se producen en los terrenos
irrigados con gran previsión de agua, sobre todo en la campiña
de Catacaos y Sechura y en el valle del Chira.
En el valle de Piura algunos fundos son regados con bombas
á vapor, sistema que generalmente es caro , mientras que las irri-
gaciones por acequias, que han dado mejores resultados, son de
menor costo .
Actualmente la casa Duncan Fox está instalando fuertes bom-
bas movidas por un motor de 125 caballos para proceder á la
irrigación de su hacienda de Chofaira. Muchos hacendados están
ansiosos de ver los resultados de este importante ensayo que
puede traer como consecuencia una cierta generalización de este
sistema de irrigación.
Próximos al río , existen también ciertos terrenos bajos , cier-
tas vegas que se humedecen á cada creciente del río, sea por inun-
dación, sea por infiltraciones y que tiene rozos de algodón del
país.
El río Piura es de aguas temporales , pues corren sólo unos
tres ó cuatro meses al año . Frecuentemente las aguas de este río
llegan á la ciudad de Piura á fines de enero ó febrero y continuan
corriendo hasta mayo ó julio .
Más abajo de Piura, se extiende la bella campiña de Cata-
caos y Sechura. Está regada por numerosos canales que toman
sus aguas del río y cada día se abren canales nuevos, dedicándo .
se á la agricultura nuevas extensiones de terrenos, de manera
que de año en año va aumentando la importancia de esta cam-
piña .
En general, la formación de la red de canales de irrigación de
Catacaos ha sido creada sin muchos estudios; se nota en todas
partes los resultados de una gran iniciativa personal de los agri-
cultores, pero ha faltado una idea directriz general que hubiera
dado lugar á grandes economías y á una organización más com-
pleta, rápida y sistemada.
A más de los canales, existen en esta campiña numerosos re-
presas importantes, que mantienen las aguas de inundación á
alto nivel. impidiendo bajar rápidamente por lechos antiguos, lo
que no reportaría provecho á la agricultura .
Cada año, las aguas sobrantes del río Piura se pierden en el
mar no sin inundar grandes extensiones de terrenos, comprome-
tiendo la salubridad de estos lugares. El gobierno mandó este
año al distinguido ingeniero señor Mendiola con instrucciones
para encausar lo que llaman el río loco y dirigir estas aguas ha
cia el canal de la comunidad de la Muñuela y San Andrés .
Aplaudimos esta iniciativa administrativa y esperamos de
-- 12 --

ella los más fecundos resultados . Es deseable que esta interven


ción se generalice de un modo durable.
Todo el terreno de la campiña de Catacaos y de Sechura es-
tá formado por aluviones fluviales muy espesos que llevaron nu-
meros años selvas de algarrobos (prosopis dulcis) . Estos mon-
tes han mejorado muchísimo la composición de los aluviones, por
causa del abandono de sus hojas y ramitas, formándoles una buena
base de humus, pues todos son terrenos de desmonte reciente y de
gran feracidad ; además , casi todos son muy esponjosos y detienen
la humedad mucho tiempo . Pertenecieron durante largo tiempo
á los indios de Catacaos y Sechura; pero , últimamente , éstos han
vendido numerosos lotes, lo que ha dado lugar á la formación de
chácaras importantes como las de Monte Viejo , de los dos Altos,
Cumbivira, Chato, Casa grande, Monte negro, de Juan Vilchez ,
de León, de Gálvez Mata, etc. , etc.
La agricultura de Catacaos y Sechura es absolutamente típi-
ca por su sistema de irrigación y porque los terrenos no se aran.
El agua se distribuye por surcos profundos y anchos ( 1 vara × 1
vara) ( 1 ) hechos á lampa, los que se llenan de agua de modo que
esta penetra en la tierra por filtración lenta . Estos surcos son
paralelos y cavados á una distancia , uno de otro , de 7, 8 , 9, 10 ú
11 varas, variando generalmente en relación con la feracidad del
terreno . Cuando hay agua en cantidad suficiente , el riego se
mantiene 6 7 y 8 días, de manera que la humedad de dos surcos
vecinos se junta y todo el lomo queda suficientemente húmedo
para que germine cualquiera sementera .
Este modo de regar requiere naturalmente mucha agua , pero
tiene varias ventajas, de las que la principal es la de fomentar
muy poco la distribución de las malas hierbas y, por consiguien-
te, disminuir la importancia de los deshierbos. Otra ventaja es
la de no apretar los terrenos como lo hace el riego practicado por
la superficie.
El algodón se siembra después de regar el terreno y no recibe
otro riego hasta el año siguiente, lo que basta para obtener una
buena cosecha; sin embargo, á veces se le da varios riegos . Con-
viene hacer notar que el exceso del agua causa grandes daños al
algodón del país. Las hojas pierden su color verde oscuro y se
ponen amarillas; las ramas se dirigen verticalmente , se encarrizan
y la producción disminuye mucho.
És de notar que los algodones viejos requieren riegos muy li
geros y que sufren mucho con las irrigaciones pesadas.
El algodón se siembra en pequeños huecos practicados á am-
bos lados del surco , á una distancia uno de otro , de 6 , 7 y 8 va-
ras. Generalmente , el primer año se siembra algodón en ambos
lados del surco , teniendo cuidado de alternar las plantas de ma-
nera que una se coloca frente al vacío que existe entre dos del la-
do opuesto . Estas grandes distancias que se guardan entre las
matas de algodón del pais , tienen por origen el gran desarrollo

(1 ) 1 vara = 0 m. 836.
13

que esta planta alcanza en el segundo y tercer año de vegetación .


Es preciso examinar el terreno y prever el desarrollo probable
de las plantas de algodón antes de determinar la distancia entre
las matas. El algodón del país debe estar bien ventilado para
producir.
Es costumbre general utilizar el terreno libre que queda entre
las plantas sembradas el primer año , cultivando otras semente-
ras, como zapallos, melones, frejoles, maíz , y aún otra variedad
de algodón , como el egipto ; de manera que entre la vegetación
vigorosa y oscura del algodón del país se ven á veces matas es .
parcidas de algodón egipto , de un verde más claro . El producto
de estas sementeras paga frecuentemente el precio de la surquería
del algodonal .
Cuando el algodón del país tiene ya cierta altura , se entresa-
can las plantas en exceso , de manera de dejar solamente 1 , 2 ó 3
plantas por hoyo.
Una vez que las plantas han alcanzado el tamaño de un metro
y medio se les despunta , á fin de provocar el desarrollo de ramas
laterales y de evitar la producción de ramas demasiado altas , cu-
yas bellotas serían de difícil cosecha.
Los deshierbos que necesita el algodonal son de poca impor-
tancia, sobre todo cuando los surcos han sido bien nivelados y
no se han formado anegos que favorecen tanto el desarrollo de
las malas hierbas y que , adémás , endurecen mucho el terreno .
Bien pronto el algodón se guarnece de botones, y después, de
flores amarillas.
A los ocho meses del sembrío blanquea la primera cosecha ,
que es generalmente pequeña: una ó dos cargas ( 1 ) por cuadra
cuadrada (2 ) .
Las fuertes cosechas vienen en los años siguientes, en los cua-
les se recogen 3 , 4 y hasta 6 cargas por cuadra cuadrada , de ma-
nera que una chácara de algodón tiene, por término medio , entre
todos sus rozos , una cosecha que no baja generalmente de tres
cargas por cuadra .
La cosecha se hace por mujeres, niños y hombres. El produc-
to se desprende con gran facilidad de los carpelos, que quedan se-
cos en las ramas. Por eso mismo, se cuida mucho la limpieza de

(1) y (2 ) La carga, para el peso, y la cuadra cuadrada, para las superficies,


son antiguas medidas locales de uso corriente; he aquí sus valores respectivos : la
carga vale 14 arrobas 14 libras; una arroba es de 25 libras, de manera que la car-
ga pesa 364 libras, siendo la libra igual á 0'460 kilógramos.
La cuadra cuadrada es una superficie igual á la de un cuadrado de 100 varas
de lado; son pues 10 000 varas cuadradas, siendo la vara, igual á 0'836 metros.
La fanegada es una superficie igual á la de un rectángulo de 144 varas por
288 varas 41.472 varas cuadradas; la fancgada vale, pues, 120.384 metros
por 240.768 , ó lo que es lo mismo 2Ha. 89.84. Prácticamente, la cuadra vale
poco más o menos la cuarta parte de una fanegada. Por lo que hace á la hectá-
rea, todos sabemos que es una superficie de 100 m. × 100 m. 10.000 metros cua-
drados. Hemos aproximado aquí el valor de la cuadra, de la fanegada y de la
hectárea, para permitir comparación entre el trabajo y de rendimiento de los
diversos valles.
- 14

los rozos de algodón fino, quemando las basuras y hojerazas;


precaución sin la cual el algodón maduro cae , se empaja y se en
sucia mucho.
Es preciso , pues, que la cosecha se haga á su debido tiempo ,
para que no pierda de su valor el producto .
El algodón del país es un hermoso arbusto que puede alcan-
zar tres y cuatro metros de altura ; no obstante, los agricultores
tratan de mantenerlo á dos metros y medio á lo más . És perenne
y puede vivir veinte años ; sin embargo, conviene renovarlo á
los 4, 5 6 6 años procediendo á sembríos nuevos , porque las plan-
tas viejas son poco productivas y están más expuestas á todos
los enemigos del algodón , tales como el hielo, el arrebiatado y
plantas parásitas. Lo mejor es resembrar cada tres años .
El algodón producido por esta variedad de gossypium, es de
hebra larga, muchas veces de más de 5 mm . Además, esta hebra
es sumamente áspera, lo que la asemeja, al tacto , á la de la lana.
Tan preciosa cualidad ha colocado este producto peruano en el
segundo rango , entre todos los algodones del mundo , en el mer-
cado de Liverpool . Sólo el algodón " Sea Island" consigue coti-
zación superior.
En los mercados ingleses es conocido con el nombre de " Rough
peruvian".
Esta propiedad del algodón del país está más desarrollada
cuando ha crecido cerca del mar y en terrenos algo salitrosos :
los mejores algodones se cosechan en los rozos de la parte baja
del Piura (por Sechura ) , en la parte baja de La Chira, (por Vi-
chayal y Colán) y también en algunas quebradas de la hacienda
de Máncora .
La mayor parte de la cosecha es de color blanco ; sin embargo,
en un mismo rozo de algodón nacen siempre algunas matas que
producen un algodón de color; uno es pardo más ó menos claro
ú oscuro; otro es "catil" , es decir moreno oscuro; otro morado ,
etc.
No se puede decir que los algodoneros que producen el algo-
dón pardo sean una variedad botánica, porque habiéndose sem-
brado varias veces semilla de algodón pardo , el producto ha sido
blanco . Además, hemos observado en la misma planta bellotas
conteniendo algodón blanco y algodón pardo y hasta en la misma
bellota existen á veces hebras blancas y hebras pardas. (Hemos
depositado una muestra semejante en las colecciones de la Escue-
la Nacional de Agricultura de Lima ) .
Se ha notado también que en los años poco favorables al de-
sarrollo del algodón se producía una mayor proporción de algo.
dón pardo ; lo que tiende á probar que éste es una variación mo-
mentánea de la planta y no una variedad botánica.
En ciertos años, este asunto ha tenido alguna importancia
porque los algodones pardos se vendían á precio más alto que los
blancos; pero, actualmente, la exportación no presenta nunca
gran demanda de algodón pardo y la mayor parte de este pro-
ducto es comprado por los indígenas, que tejen con él ponchos,
alforjas y hamacas .
-- 15 ―

Hoy les agricultores prefieren rozos que les produzcan unifor-


memente algodón blanco .

-Las plagas del algodón son dos principalmente: el hielo y


la producida por el arrebiatado ; ambas atacan al fruto ya cons-
tituído, cuando está en forma de botón aún verde.
La mejor manera de dar una idea del fenómeno conocido con
el nombre de hielo del algodón , nos parece ser la exposición de las
transformaciones que las distintas partes de la planta experimen-
tan bajo su acción destructora. Así diremos que cuando este fe-
nómeno se realiza, el algodón que la vispera estaba en buen esta-
do , con los frutos en botones ya formados y del grueso de una
nuez, se presenta con los botones endurecidos y de color moreno
en lugar del verde que tenía el día anterior; las hebras, en vez de
continuar su desarrollo, permanecen estacionarias y acumuladas.
formando una masa dura. Es una completa desorganización , se
puede decir, la muerte de los tejidos del botón . Cuando esto su-
cede, los botones se abren á veces y se puede cosechar lo que se
llama el algodón duro ó helado, el que se guarda aparte para
venderlo con la consiguiente rebaja .
Las causas del hielo son poco aparentes . Es casi seguro , sin
embargo, que procede de un cambio brusco de temperatura . Cier-
tos agricultores dicen que cuando se ha depositado rocío de noche
y el sol amanece fuerte muy de mañana, los rayos solares atrave
sando las gotitas del agua del rocío , tendrían por efecto la que-
madura, el "hielo " del botón. Pero lo más probable es que este
sol madrugador , ocasionando una evaporación brusca del rocío ,
produzca , según las leyes físicas, un descenso de la temperatura y
por consiguiente un frío relativamente fuerte que mata los tejidos
delicados y turgescentes del botón de algodón.
Otros atribuyen los efectos del hielo á vientos fríos ; en ciertas
situaciones, han observado un hielo de mar y un hielo de sierra;
las plantas presentaban unas veces los botones helados del lado
del mar y otras veces del lado de la cordillera , según la dirección
que había tenido el viento . Si este caso estuviera realmente com-
probado, el remedio consistiría en establecer hileras de árboles
altos que cortarían los vientos peligrosos .
Cuando los algodoneros han sufrido de sequedad y la ve-
getación se ha sentado algo principiando á secarse y madurar el
Botón, se nota que un riego abundante, provocando bruscamen-
te un despertar de la vegetación , produce casi seguramente el
"hielo" del botón en formación.
Se nota también que los algodoneros viejos están más expues-
tos que los nuevos á los efectos del hielo , lo que sería una razón
más para no dejar envejecer demasiado los algodonales.
En general, las plantas jóvenes, robustas, en buenas condicio
nes de vegetación , ofrecen mucho menos casos de hielo .
Este año ha sido particularmente notable por los estragos
del "hielo". Para dar una idea de la importancia de esta plaga,
diré que la cosecha de "San Juan" de este año , que se calculaba en
C. de A. - 3
16

25,000 pacas para Piura, ha sido reducida á 6,000 , sea una pér-
dida para el departamento de más ó menos un millón y medio de
soles.
-Otra plaga, que á veces se vuelve muy amenazante, es la
ocasionada por el chinche colorado, vulgarmente llamado arre-
biatado , que es un hemiptero del género geocoris.
Los tejidos epitaliales de la mayor parte de los órganos del
algodonero de Piura llevan numerosas glándulas que segregan
un líquido que contiene materias colorantes inde'ebles; estas glán-
dulas superficiales , ó más ó menos hundidas en los tejidos , se en-
cuentran en las ramas, en el peciolo , en la cara inferior del limbo
de la hoja, en el pedúnculo , en el fruto verde; las más grandes se
encuentran en la parte superior del pericarpio de las cápsulas ,
aún al estado de botón verde . Presionando éste con la uña , se
escapa de todas las glándulas un líquido colorante que mancha
lo que toca.
El insecto, para chupar el jugo que existe en gran cantidad
en las semillas en formación, atraviesa el pericarpio con su trom-
pa, aprovechando del conducto de las glándulas; lo que natural-
mente, ocasiona el derrame del líquido colorante en el interior del
botón y su difusión sobre las fibras blandas. Ademas, la semilla
se seca y deja de alimentar las fibras en formación , las que se
secan y mueren .
A menudo un mismo botón recibe varias picaduras semejan-
tes .
La consecuencia direeta es que todas las fibras se tiñen y to-
man un color amarillento sucio; y lo que es más grave aún , se
produce la dehiscencia prematura del botón deteniéndose el desa-
rrollo del fruto . Así, pues, no sólo se daña el producto perdiendo
su color blanco y las cualidades de la hebra, sino que también
disminuye el rendimiento.
Esta plaga se produce por épocas y á reces reviste cierta im-
portancia.
Los medios empleados para combatirla han sido inútiles has-
ta ahora. Se ha imaginado suspender durante la noche platos
llenos de miel debajo de linternas encendidas, que sirven para
atraer los insectos; pero este procedimiento no ha tenido resulta-
do práctico, como tampoco el de encender fuegos de noche con el
objeto de atraer y quemar el arrebiatado .
A nuestro modo de ver, el mejor medio consistiría en comba .
tir el insecto cuando está en el estado de larva, época en la que,
como se sabe, vive en la capa superficial del suelo . Bastaría, pues ,
remover el terreno , para destruír una gran cantidad de larvas .
Pero , hasta ahora, los agricultores piuranos no se han convenci-
do de las ventajas de remover el terreno y no han podido apre-
ciar aún las utilidades directas ó indirectas que produce esta
práctica y las favorables modificaciones que ella provoca en los
terrenos.
Se ha experimeutado la gran importancia de tener los rozos
limpios, deshierbàndolos y quemando con cuidado las hojas y
hierbas secas; se ha verificado también la utilidad de quemar es-
-- 17 -

tos desperdicios de vegetación por montoncitos y al pié mismo


de los algodoneros.
A veces también la oruga hace estragos en los algodonales,
comiéndose el limbo de las hojas y convirtiéndolas en encajes.
Esta larva es la de la mariposa " Aletia" que es más temible toda-
vía para el algodón " Egipto ".
Muchos agricultores no se preocupan al ver sus algodonales
invadidos por este gusano; dicen que su presencia no causa más
daño que un atrazo de quince días para la cosecha, pero que des-
pués de esta poda forzosa, los arbustos vuelven á brotar hojas
vigorosas . Esta invasión presenta un peligro mucho mayor
cuando el suelo está seco y no se puede regar para favorecer el
brote nuevo .
-Es de observar que los algodoneros viejos son atacados por
plantas parásitas que desecan las ramas y disminuyen considera-
blemente los rendimientos.
-Los terrenos de nuevo desmonte, sobre todo cuando son de
naturaleza arenosa , contienen á veces insectos, tales como las
hormigas, el comejein y otros , que obligan al agricultor á efectuar
resiembros.
En fin , hay que notar que las plantas de algodón egipto sem-
bradas entre las del país, han sufrido mucho por los ataques del
grillo, que come las hojas y rompe el tallo y las ramas jóvenes , de-
bido á que los brotes del "Egipto " son más suaves que los del país .
El remedio contra el grillo consiste en abrir uno ó dos hoyos
por cuadra y llenar el fondo con paja , suspendiendo en la boca de
cada hoyo una linterna que se enciende durante la noch . Median-
te esta disposición todos los grillos se acumulan en la paja y es
fácil matarlos en la madrugada .
-La época de la cosecha no es fija; la mayor parte del año
hay algodón que recojer. Sin embargo , se acostumbra decir que
hay dos cosechas al año: la de San Juan , que dura desde junio
hasta setiembre y octubre, y la de Navidad , que comprende de di-
ciembre á febrero y marzo .
Antiguamente , la más importante de estas cosechas era la
última nombrada; pero se ha producido un cambio en estos últi-
mos años , habiendo agricultores que son partidarios de sacrificar
la cosecha de Navidad y que pretenden que se gana más favore-
ciendo una sola cosecha- La de San Juan. Sucede, en efecto , que
en noviembre, y diciembre los arbustos se guarnecen de flores y
botones; para lograrlos, es preciso dejar de podar y de regar cuan-
do vienen las aguas, y en este caso, querer lograr la segunda co-
secha es comprometer seriamente la principal del año siguiente.
Sin embargo , con bastante actividad en los momentos de poda, se
pueden lograr muchas veces las dos cosechas .
Por lo que hace á las cantidades cosechadas, ya se ha dicho
que el primer año la cosecha es pequeña, pero que se vuelve más
abundante el segundo , tercero y cuarto años. El término medio
de las cosechas es de más de tres cargas or cuadra, cosechándo-
se á veces 4, 5 y 6 cargas .
-Este algodón se despepita muy fácil y rápidamente; la semi-
--- 18 ―

lla es negra, relativamente pequeña y sin pelos adherentes, al con-


trario del "Egipto " .
-El rendimiento de la transformación del algodón en rama
en algodón en lara, es punto importante, y varía según el lugar
de producción. Así vemos que:
La carga de algodón cosechado en Sechura da 135 á 139 li-
bras de algodón en lana.
La carga de algodón cosechado en Piura da 127 á 130 libras
de algodón en lana.
La carga de algodón cosechado en La Chira da 120 á 127 li-
bras de algodón en lana .
Hasta ahora, las chácaras de algodón en Catacaos y Sechura
no tienen importancia suficiente para instalar prensas propias;
pero las casas compradoras, que tienen pequeñas agencias de
compra en cada caserío de la campiña, han establecido desmota-
doras y prensos en Catacaos y Piura , lo mismo que en varios
pueblos de Chira. Utilizan desmotadoras de la marca "Aguila" y
tienen prensas á mano, ó hidráulicas que producen pequeñas pacas
de 160 y 170 libras. La casa Duncan Fox y Cia. , hace pacas más
grandes, del peso de 340 , 350 y hasta 400 libras.
La razón que existe para confeccio
nar pacas de peso reducido
es que son trasportadas por burros , los que no pueden cargar
más de dos pacas de 160 á 180 libras cada una .
El algodón de Piura es objeto , antes de despepitarse , de una
manipulación muy minuciosa: todo el algodón es escogido á ma-
no y se separa en las clases de blanco , mestizo , amarillo y pardo.
Las casas compradoras adquieren el algodón pagando un
cierto precio por carga; precio que sigue más o menos las fluctua
ciones del de la lana , pero que participa también de las variacio-
nes de precio del algodón en general.
Se ha vendido algodón á cuatro libras la carga en 1904 ; en
años anteriores se vendia mucho más barato : 20 soles y aún me-
nos. Actualmente se compra la carga de algodón Catacaos á 45
y hasta 48 soles .
El algodón de Piura se ha h cho apreciar últimamente en el
mercado de New York; las demandas de esta plaza han sido muy
importantes y han contribuido á aumentar el precio de esta clase
de algodón, aumentando al mismo tiempo las garantías de alta
cotización estable.
La pepita de algodón se exporta casi toda á Inglaterra , donde
obtiene un precio de £ 4 á £ 6 por tonelada.

Pasemos del valle de Piura al de la Chira.


Este valle es muy largo y de anchura variable. Sus terrenos
cultivables están constituidos por aluviones fluviales muy profun-
dos y de muy buena calidad . Se calcula en más ó menos 35,500
hectáreas los terrenos regables en la márgen derecha y en 15,000
los de la márgen izquierda .
Gran parte de estos terrenos están formados por selvas de al-
garrobo .
- 19 -

Anteriormente, solo se cultivaban las orillas con la humedad


de las inundaciones; algunos fundos también regaban ciertas ex-
tensiones con bombas á vapor.
Como el río corre muy encajonado , es difícil organizar irriga-
ciones pequeñas como en Catacaos, y el Gobierno hizo estudiar
por los ingenieros Duval , Enrique Coronel Zegarra y Viñas, pro-
yectos de irrigación general del valle.
Basada sobre los estudios del ingeniero Viñas, se acordó una
concesión para regar la márgen derecha del Chira al señor don
Miguel Checa.
Las obligaciones del concesionario eran abrir en cinco años
un canal capaz de dar un litro de agua por hectárea y segundo
á 30 hectáreas de la márgen derecha. En compensación, los agri-
cultores debían pagar un canon de agua de $ 10 por año y por
hectárea, más el 3 % del producto .
Más tarde se convino en reemplazar este 3 % por una suma
redonda de $ 3 , de manera que el agua debía costar $ 13 por hec-
tárea .
Con un valor y una perseverancia dignos de elogios, el señor
Checa empezó la excavación de la primera sección del canal y se
asoció para realizar esta obra á dos casas inglesas : Duncan Fox
y C. y la Peruvian Corporation .
Para que este canal proyectado por el ingeniero Viñas sea ca-
paz de regar las 30,000 hectáreas que se propone regar, era pre-
ciso que la primera sección del canal tuviera dimensiones permi-
tiendo el pasaje de un mínimum de 30,000 litros por segundo, sea
30 metros cúbicos . Pero , por varias razones , se cavó un canal
mucho más reducido , cuyo caudal máximum posible era de más ó
menos 3 metros cúbicos por segundo .
Aún así, la obra fué de ejecución muy penosa en razón de las
dificultades del terreno , de las peñas á faldear y de las quebra-
das. En los primeros tiempos de su funcionamiento se produje-
ron numerosas interrupciones de riego debidas á roturas del ca-
nal; las causas de los accidentes eran las filtraciones , daños de la
boca-toma del río , derrumbes , roturas de colochos por las que-
bradas , etc.
Aunque aplaudiendo la tenacidad de los primeros organiza-
dores de la irrigación del Chira , debemos á la verdad reconocer
que esta empresa no ha correspondido á los grandes esfuerzos
que fundaban en ella tanto los empresarios como los agricultores.
Vamos á ver rápidamente la situación de ambos .
Los agricultores han regado más ó menos 3,000 hectáreas, sea
la décima parte del valle. Muchos no han regado todavía y se
quejan naturalmente del no cumplimiento de la concesión. Por lo
que hace á los que han formado chácara , están sujetos á un canal
que dá el agua con gran irregularidad y han visto varias veces
sus entables en vísperas de una ruina completa por falta de agua
como sucedió en 1905 , durante el cual el canal quedó sin agua
más de 5 meses!
Sin embargo , las filtraciones y roturas del canal se hacen más
excepcionales y se nota más constancia en el riego, aunque casi
- 20 -

todos los agricultores se quejan de las cantidades de agua recibi-


das que no corresponden , casi en ningún caso, á las cantidades
cobradas por la empresa.
Si examinamos las condiciones en que se encuentra la Empre-
sa irrigadora (que ha quedado completamente en poder de la Pe-
ruvian Corporation ) vemos que la situación no es muy halaga-
dora: se ha gastado más de un millón de soles y existen entradas
anuales de más ó menos $ 35,000 que apenas bastan para el man-
tenimiento de la obra y de la administración .
Por otra parte, grandes extensiones de terrenos que deberían
estar en poder de la Empresa , han sido tomados por los vivien-
tes de Querecotillo y Salitral que disfrutan hoy la posesión de di-
chos terrenos . El valor de estas tierras es de más o menos
$ 200,000.
Se proyectaba ensanchar el canal actual y prolongarlo para
regar la parte inferior del valle. Pero hemos pensado desde va-
rios años que el ensanche del canal actual es obra muy difícil y
co stosa y hemos propuesto la idea de dejar el canal actual para
la zona superior del valle; para la parte baja, hemos propuesto
la construcción de un segundo canal con boca- toma en Sullana,
sea más ó menos 30 km. más abajo de la primera . Estableciendo
la irrigación partiendo de esta idea, se realiza una economía con-
siderable por la reducción de las excavaciones y por la naturale-
za del terreno atravesado . Además, se evitan para la zona ya or-
ganizada las interrupciones de riego que sucederían fatalmente si
se procediera á un ensanche del canal superior . Otra ventaja no-
table es la de que toda la agricultura del valle no quedaría pen-
diente de un solo canal muy largo y muy peligroso.
El señor ingeniero Laurent , actual gerente de la Empresa
Irrigadora, ha comprobado , por estudios relativamente comple-
tos, la practicabilidad de ejecución del segundo canal.
En vista de la importancia primordial de las irrigaciones re-
lativamente á la organización de este valle y de sus futuras con-
diciones de prosperidad, es de desear que no se vuelva á empren
der importantes trabajos de canales sin previo estudio completo ,
examinando bien todos los detalles .
Bien regado , el valle del Chira será un centro agrícola de la
extensión é importancia del de Chicama; pero la falta de precau
ción en su organización podría pecipitar todo á la ruina, tanto
á la empresa irrigadora como á los agricultores .
Es de toda necesidad que el cumplimiento de concesiones co-
me la que nos ocupa, sea vigilado por un alto funcionario del
Ministerio de Fomento .
Los terrenos de la Chira , de varios metros de profundidad ,
son de aluviones finos, los unos más ligeros, los otros más fuer-
tes, sin piedras y mejorados por los desperdicios de la vegetación
de selvas secularres de algarrobos.
El sistema de irrigación es idéntico al de Catacaos, y el modo
de cultivar, exactamente lo mismo.
Se ha ensayado también el sistema de irrigación de Ica , por
pozos bordeados de lomos altos , el que requiriendo más agua que
Irrigaciones de La Chira. - Ramal de la hacienda " Mallares"
Arriba de la cascada se ha utilizado una antigui acequia de los indígenas

Irrigaciones de La Chira
Parte superior del canal nuevo faldeando los cerros
21 -

el de surcos profundos de infiltración, ha mostrado su inferiori-


dad relativamente al segundo procedimiento , es decir, al de Ca-
tacaos.
La gran ventaja que presenta y que presentará siempre el
valle de la Chira sobre el de Piura consiste en la gran cantidad
de agua disponible, lo que permite regar y sembrar todo el año .
Además, y aunque esto no concierne al asunto que estamos tra-
tando, habrá más libertad para escoger las sementeras .
En algunas chácaras se nota todavía un poco de inexperien-
cia de parte de los agricultores: así vemos que algunos de ellos ,
creyendo que el secreto de la agricultura consiste en dar agua á
la tierra, exageran la dosis, mojan demasiado y tienen como re-
sultado algodones encarnados y de hojas amarillas. Otros siem-
bran en el mismo terreno plantas que no tienen entre sí la menor
semejanza, tales como el algodón del pais y el plátano, obtenien-
do con este sistema malos resultados, de los que no puede culpar-
se al terreno, ni al agua, ni al clima, ni á las semillas, sino al po
co sentido práctico de los que tal hacen.
Gracias á las irrigaciones nuevas, se han formado grandes cul-
tivos enteramente nuevos , de los que los principales son los de San
Francisco , Chocan, la Peña, la Horca, Pueblo Nuevo , Mallares
y Samán . Notables son también las campiñas de Querecotillo y de
Sullana.
-He aquí los gastos de cultivo para el algodón del país :
La surquería de una cuadra cuadrada con su acequia regado-
ra y sus cruceros , representa un valor de 25 á 30 soles.
Los gastos anuales de terreno y agua podrán ser de 15 soles
cuadra .
Dos raspas cada año, 5 soles.
En el 2º, 3º y 4º años , hay que limpiar los surcos , es decir,
que hay que hacer un gasto anual de 10 soles.
La poda y otros pequeños gastos pueden válorizarse en 5 so-
les al año .

Si calculamos, pues los gastos de una plantación que durara


por ejemplo, 4 años , tendríamos :

6 años de terreno y agua.... $ 60


Surquería ........ 30
3 años de limpia de surquería .. 30
Raspas en 4 años.... 20
Poda, etc ..…………. 20
Si la primera cosecha ha sido una carga, y la del
2º año 4, la del 3er. año 4 , y la del 4º año 3 y si se
gasta 3 soles por carga para la paña, tendremos un
gasto de cosecha de 12 X 3 = 36

Total de gastos $ 196

Suponiendo ahora que la carga se venda á $ 30 , las 12 car-


― 22 -

gas habrán producido $ 360 ; pero al precio actual, de $ 40 , el


producto valdría $ 480.
Las cifras que anteceden prueban que el negocio de algodón
del país es excelente en la actualidad y que produce muy buenas
entradas á los agricultores . Sería posible obtener un rendimien-
to más fuerte todavía, como lo vamos á probar á continuación ,
mandando los productos á Liverpool.
Hemos admitido una cosecha media de cargas por cuadra
cuadrada; supongamos que cada cuadra dé 125 b algodón en
lana: las 3 cargas producirán 125 X 3 = 375 b . El producto
por fanegada sería muy aproximadamente de 375 lb X 4 = 1500
ib ó sea 15 quintales.
Este algodón vale en Liverpool 11 peniques la libra ; pero
como hay un gasto entre flete y comisión de venta , de más ó
menos un penique, el precio por libra es, más ó menos, de 10 pe-
niques y los 15 quintales valen 15,000 peniques, lo que al cam-
bio de 24 peniques por so ' , equivale á $ 625. La semilla paga sim
plemente el desmote ( 1 )
En 1904, escribíamos: -" Sembrando algodón egipto en estos
" mismos terrenos , se puede calcular que con un buen método y
" teniendo presentes las condiciones de terreno y clima y las
"muestras de algodoneros egipto, la cosecha podría alcanzar,
"cuando menos, á 35 qq por fanegada. Este algodón se vende
" en Liverpool mas ó menos á 8 peniques la libra, ó sea aquí 7 pe-
"niques; por consiguiente, los 35 qq. valen 3,500 X 724,500
"peniques ó sea $ 1,020.83.
"Conviene hacer notar otras ventajas del algodón egipto :
64
el fruto verde no se hiela casi nunca y en todo caso es mucho
"más resistente á esta plaga; el pericarpio verde también presen-
"ta á veces la misma secreción de materia colorante que el del al-
"godón del país , pero mucho menos abundante; el arrebiatado
"no produce el mismo efecto desastroso que en el algodón del
"país, á tal punto que en el mercado indígena no se menciona si-
66
quiera el algodón egipto manchado ; en fin , otra ventaja im-
"portante del algodonero egipto , consiste en que dá su cosecha á
"los seis meses del sembrío, de manera que el crédito requerido.
para este cultivo es de corto plazo.
"Hemos tenido el agrado de ver que mediante nuestras reco-
"mendaciones, varios agricu'tores han resuelto emprender ensa
"yos de algodón egipto tanto en el valle de la Chira como en el
" de Piura .
"Sin embargo, no hay que olvidar que los precios del algo-
" dón del país son más fijos, más seguros que los del algodón
"egipto. No se debe, pues, abandonar del todo un negocio segu
" ro por otro momentaneamente más brillante, pero más expues
"to á los sobresaltos del mercado extranjero".

(1) Sin embargo, debemos decir que estos datos no se realizan siempre en la
práctica; las plagas á veces disminuyen el producto ó lo dañan y lo hacen bajar
de clase y precio.
- 23

Desde el tiempo que escribimos estas líneas se han hecho im-


portantes sembríos de algodón egipto en los terrenos de Mallares
y Samán .
Se observó que el algodón tenía un desarrollo excelente y se
carga de estuches. Las cosechas han sido abundantes y han da-
do un algodón muy fino que recibió un premio de 2 peniques en
Liverpool sobre los algodones procedentes del sur.
En contra , se ha notado la gran delicadeza del algodón egip-
to con las plagas de gusanos. Uno, el aletia, comió totalmente y
tres ó cuatro veces seguidas las hojas y las flores de los algo-
doneros; ningún método empleado para combatirlo dió resultado
práctico; se empleó la pulverización de solución de sulfato de co-
bre, se empleó la cal y los riegos de noche. Esta plaga da lugar
á atrazos en la vegetación , pero no hace peligrar la vida de la
planta . No se puede decir la misma cosa de otro gusanito blan-
co , de cabeza negra, largo de 2 ó 3 mm. y que se introducen en-
tre la corteza y la madera de las plantas á la altura del cuello ;
el gusano perfora la planta . Si eso sucede cuando el botón ya es
grande, la cosecha sale bien blanca y solo hay reducción de peso ;
pero cuando la plaga ataca con fuerza plantas tiernas, hace des-
trozos importantes en las plantaciones .

Los ensayos de algodón mitafifi han demostrado la gra.. re-


sistencia de este algodón á las plagas que azotan tanto el "egip-
to " . Los rendimientos han sido de 36 quintales limpios por fa-
negada y el precio en Liverpool , de 12 peniques libra , sea un pre-
mio de 4 peniques sobre los mismos algodones del su .
Como lo hemos indicado ya , existen en la Chira varios fun-
dos que riegan rozos de algodón con bombas á vapor, utilizan-
do como combustible la madera de algarrobo , sistema que resul-
ta tan caro, á pesar de tener tan à la mano este producto , que
todos los agricultores están deseosos de regar por medio de ace-
quias. En este valle, como el de Piura , existen tambien terre-
nos bajos que tienen humedad de filtraciones del río y que son
sembrados de algodón del país.
Se ha hablado de la apertura de un canal de irrigación en la
faja izquierda de La Chira , canal que tomaría sus aguas en un
punto llamado Madre de Dios; pero parece que no se cuenta con
los recursos necesarios para llevarlo á la práctica.
Se ha propuesto igualmente utilizar fuerzas hidráulicas del
río Quiroz para mover bombas de irrigación esparcidas en todo
el valle á lo largo del río Chira.
De desear sería que no se acordasen concesiones sin asegurar-
se previamente de la practicabilidad de los proyectos y de la com-
petencia técnica y económica de los solicitantes de la concesión ;
pues de otro modo habría el peligro de ver suprimirse todo es-
fuerzo aislado y personal de irrigación en toda una comarca .
Actualmente, dos canales son proyectados en la margen iz-
C. de A. - 4
24 V

quierda del Chira : uno , regando los terrenos de Suilana por arri-
ba, y otro, ya principiado por el señor Checa , regando las hacien-
das de Sojo y Macacara .
Por otra parte, el señor ingeniero Denegri, distinguido je-
fe del cuerpo de ingenieros de minas , mandó hacer varios otros
estudios de alto interés y cuya publicación se está haciendo ac-
tualmente.
Algunos agricultores piensan principiar á emplear los arados ;
y no hay duda de que eso será el punto de partida de un gran
progreso en la agricultura del valle de la Chira.

CUADRO DE LAS EXPORTACIONES DE ALGODÓN EN PIURA

Años Quintales
1862 3 360
1863 11.500
1864 41.455
1865 40.840
1883 37.743
1884 (lluvias) 27.320
1885 61.250
1886 .... 80.500
1887 49.000
1888 73.500
1889 63.306
1890 61.508
1891 (lluvias) 16.953
1892 150.880
1893 102.290
1894 58.738
1895 44.698
1896 34.470
1897 24.574
1898 37.800

( El complemento de este cuadro se encontrará al fin del pre-


sente informe ) .

El algodón del país tiene un mercado establecido en la plaza


de Liverpool , donde ha obtenido los siguientes precios , por libra ,
en diversas épocas.

Calidad 8 julio 1903 6 enero 1904 21 shre. 1906 21 dbre. 1906 28 junio 1907 4 obre, 1907
Good fair.. 8.50d 9.50 8.00 8.75 11.00 11.50
Buena....... 8.75 9.75 8.40 9.20 11.25 12.00
Fina ...... 9.00 10.00 9.45 10.50 11.60 12.75
Canal de irrigación en la faja derecha de La Chira

! Irrigaciones de La Chira. - Canal nuevo


25

Para dar una idea de los gastos de venta en New-York, ad-


juntamos la siguiente copia:

Cuenta de venta de 22 fardos de algodón recibidos de los señores


X de Lima, por vapor Y en el puerto de New- York, y vendidos
por Z, de New- York, por cuentayriesgo de quien corresponda.

XYZ
22 Fardos algodón blanco :
377 b 376 378
373 387 390
372 377 375
380 384 365
369 387 380
385 283 372
364 401 395
388
[8 lbs. c/u]
bruto tara neto
2620 + 3083 + 2655 = 8358 ― 176 8182 fb . á
173/16 c /u .... 1406.28 .

Gastos

Flete..... $ 62.75
Gastos de aduana …... 3.50
Trabajadores . 4.50
Pesada ........ 2.20
Corretaje sobre $ 140628 á 1 P. 14.06
Comisión sobre $ 140628 á 2 12 P... 35.16 122.17

$ 1284.11
S. E. ú O.

Al crédito de los señores X de Lima.

New-York, octubre 12 de 1903.


2.

11 1284.11
Si 4,9 dollars 1 £ , los 1284S valen 262.063 £.
100 49
Si una carga de 364 libras en bruto , da 125 libras algodón
8358
en lana , las 8358 libras proceden de 66,8 cargas; de
125
donde sacamos el precio conseguido en octubre de 1903 por una
264 £ 063 23
carga: 39 soles .
66.8 100
26 -

Hé aquí otra cuenta interesante estableciendo los gastos de


embarque de algodón desde la estación del ferrocarril en Paita:

Gastos de embarque en 300 pacas ( de 170 lbs . c/u )

Pólizas, portes y conocimientos ...... $ 2.44


Factura consular (1 ) .. 5.40
Bote para el empleado ...... 0.40
Pesada en la estación ( 2 ) . 12.00
Agencia ... 60.00

Pagado al ferrocarril ( propietario del muelle


y lanchas ) :

Lanchonaje ..... 18.00


Muellaje... 23.74

$ 121.98

Sea un gasto de 40,66 centavos por paca .


He aquí un extracto de la tarifa del ferrocarril de Paita á
Piura para los trasportes de algodón :

De Piura á Paita ...... $ 9.70 por tonelada de 1000 kgr.


Sullana á Paita . 19 6.20 19 99 ""
Sojo á Paita ... 4.64 "" 21 17

Desde algunos años se viene haciendo ensayos del cultivo del


algodón del país en el departamento de Lambayeque, sobre todo
por el lado de Muchumí y Motupe , y aunque este negocio no ha
tomado extensión todavía , presenta , sin embargo , un vasto cam-
po de acción en las inmensas llanuras del departamento de Lam-
bayeque.
Es verdad que existen dificultades , tales como las cuestiones
de agua y de brazos ; pero se puede vencerlas estudiando detenida .
mente los recursos de la localidad y aprovechando de lo experi-
mentado en otras comarcas de condiciones semejantes : las de
Ica , Sechura , Chincha, por ejemplo .
Se nota que el algodón del país se hiela algo en Lambayeque y
dá un producto inferior en calidad al de Piura .
En vista de los malos resultados obtenidos el año pasado en
el cultivo de arroz , muchos agricultores han pensado en hacer
sembríos de algodón egipto. El gobierno ha hecho grandes es-

(1) La factura con: u'ar no es obligatoria sino para los Estados Unidos.
(2) Este gasto es facultativo .
- 27 -

fuerzos para facilitar la implantación de estos nuevos cultivos ,


mandando semilla de algodón é ingenieros agrónomos con ins-
trucciones de difundir los conocimientos necesarios .
Conociendo poco las condiciones locales de Lambayeyue, diré
solamente lo siguiente:
Los terrenas son buenos en general y la dificultad resu! ta del
agua. Es recomendable adelantar los sembríos lo más posible ,
sembrando con las primeras aguas de octubre; el sistema de bar-
bechos de Chincha será aplicable útilmente en los casos de terre-
nos que reciben el agua tarde . En fin , tendrán excelente resulta .
do las labranzas profundas aumentando considerablemente el po
der absorbente del terreno por el agua.

El algodón en los valles vecinos de Lima

La variedad casi exclusivamente cultivada en los valles del


centro , es decir los del Rimac, Chillón , Chancay, Huacho, Pati-
vilca, Santa , Lurín, Mala, Cañete, Chincha, Pisco, es una varie
dad denominada generalmente " egipto ," denominación cuyo orí
gen no se explica , pues las primeras semillas de esta variedad de
algodón vinieron de Estados Unidos.
Es la variedad conocida en botánica bajo el nombre de Gossy-
pium herbaceum L. originaria de Asia.
El de arrollo de este vegetal es más herbáceo que el de otras
variedades de Gossypium , sin embargo , en buenas condiciones de
suelo, agua y clima, ofrece el aspecto de arbusto vigoroso y le-
ñoso. Aunque esta planta es vivaz , los terrenos cansados de Li-
ma, Chillón, Chancay; no la mantienen con provecho sino dos
años , es decir, que el agricultor saca dos cosechas de un sembrío .
Más adelante se verá que el mismo algodonero se cultiva por
mayor tiempo en ciertos valles del sur.
Este algodonero crece en las orillas mismas del mar, lo mis-
mo que en las quebradas retiradas hasta una distancia de más
ó ménos 100 kilómetros del océano .
-La preparación de un potrero destinado al sembrío de al
godón debe hacerse con mucho cuidado .
Ella requiere varias labranzas y conviene no proceder con
precipitación y no hacer seguir, inmediatamente, un arado de otro;
al contrario, es menester principiar temprano los remojos y bar-
bechos, á fin de dejar un cierto espacio de tiempo entre cada dos
labranzas . Esta es la mejor manera de lograr una tierra bien mu
llida , privada de semillas, hierbas, larvas é insectos , que son tan
dañinos para un recio sembrío de algodón . Por eso , muchos agri-
cultores principia á barbechar desde abril y mayo.
Para romper, es preciso que la tierra esté en buen estado de
C. de A. - 5
28 -

humedad ; la rastra debe seguir inmediatamente, para evitar la


formación y endurecimiento de terrenos . Según lo necesite la tie
rra, se le då , en seguida, 3 , 4 ó 5 labranzas cruzadas, seguidas de
una rastra y se quita con cuidado las hierbas y raíces; por últi-
mo, se repara las irregularidades del nivel y se surca el terreno .
Un gran progreso en el cultivo del algodón ha sido alcanza-
do en estos últimos años por el empleo de los arados á vapor que
hacen un trabajo más completo, más hondo y permiten ahorrar
mucho tiempo.
El sentido en el cual se traza el camellón, así como el largo de
éste son puntos de consideración importantes . Muy á menudo se
comete el error de cavar los camellones en el sentido de la mayor
pendiente, con el propósito de facilitar el riego y ver correr el
agua sin dificultad ; pero esto es de todo punto inconveniente ,
pues si es cierto que se logra el objeto deseado, también lo es que
el agua corre tanto que, en lugar de depositar su lama fina que
tiene en suspensión y que sirve de abono al terreno, deteriora los
bordes del camellón y se lleva una gran cantidad de tierra fina.
Hay que tener presente que una irrigación como ésta, mal com-
binada, gasta más los terrenos que dos cosechas; después de al
gunos años, los terrenos están absolutamente adelgazados . -De
modo, pues, que la pendiente que se dé á los surcos debe ser tan
pequeña que no produzca los perjuicios anotados.
Otro punto importante es el de la longitud que debe darse al
surco . Sucede con frecuencia que para facilitar también el riego,
como en el caso anterior, se hacen surcos demasiado largos que
no pueden permitir un riego 1egular, porque el agua tarda dema-
siado para llegar al fin de los camellones. Convendría, pués, no
hacer surcos de más de 120 á 150 metros , lo que ya es mucho .
La distancia dejada entre los surcos depende de la feracidad ó
desgaste de las tierras: en tierras buenas se surca á distancia de
1.25 m., mientras que esta operación se hace de 0.90 m. , á 1 m.
en las tierras más débiles .
Generalmente se trata de tener los terrenos así preparados
para sembrar en octubre ó noviembre y aún en diciembre , aunque
este mes no es tan conveniente, porque se ha perdido para las
plantas una buena época de calor y agua, muy favorable á la ve-
getación , y porque la cosecha se atrasa y pierde en cantidad .
Como las plantas jóvenes de algodón egipto están muy ex-
puestas a la acción de ciertos gusanos y las aguas de irrigación
son culpables de traer estos gusanos , es preciso tratar de tener
un terreno en condiciones tales de humedad, que permita á las
pepueñas plantas de algodón lograr cierto desarrollo sin riego .
En este sentido interviene mucho la práctica del agricultor en ma-
teria de remojos y trabajo mecánico del terreno . Además, es re-
comendable dar un buen rigeo al terreno antes de sembrar, por-
que este primer riego , además de proveer de agua á la tierra, in-
dicará también la calidad ó desperfectos de la surquería: es pre-
ciso que solo el surco sea mojado y que el camellón ó lomo quede
con su superficie intacta , pues los anegos dañan el terreno , lo en-
durecen y facilitan el crecimiento de las malas hierbas ; por eso es
Campos de experimentación de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria

Cultivos de algodón " Egipto " Mitafifi " " Sea Island " con abono y sin él
Campos de experimentación de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria
-- 29 ―

nccesario cuidar que los desagües funcionen bien y sean bien e a-


vados.
-En cuanto á la elección de la semilla debemos hacer notar
que no es indiferente sembrarla de una calidad cualquiera. Al-
gunos agricultores se limitan á pedir simplemente semillas á las
oficinas de prensa de algodón y siembran lo que reciben , sin más
preocupación, lo que constituye un grave descuido. Debe prefe.
rirse la semilla procedente de la cosecha de plantas y no de cha-
podos, y en todo caso, merece preferencia la de la primera paña
á la de segunda , Demás nos parece insistir sobre la convenien-
cia de emplear, como la mejor, semilla de algodoneros bien de-
sarrollados y que hayan producido una buena clase de algodón,
con las que se lograrán plantas fuertes, precoces y muy produc
tivas.
Los resultados que se pueden alcanzar mediante una buena
selección, van más allá todavía. En efecto , en un potrero de al
godón un agricultor experimentado distingue á primera vista
tal ó cual planta más robusta, de mejor porte, cuyas ramas la-
terales están más cargadas de bellotas y que dá un algodón de
primera, desde el punto de vista de su blancura, finura y longitud
de sus fibras. Cosechando por separado las mejores bellotas de
las ramas medias de estos arbustos, se podría sembrar aparte.
esta semilla y seleccionar nuevamente el producto de este sem-
brío. Después de pocas generaciones de plantas, se lograría va-
riedades superiores á la corriente. Tales fueron los procedimien-
tos utilizados en Egipto para la producción de las variedades fa-
mosas que se cultivan actualmente en el valle del Nilo .
Hechas estas ind'caciones, volvamos á nuestro sembrío . Las
semillas se mojan durante 24 horas más ó menos . Siendo relati-
vamente ligeras , una gran parte de ellas flota, aunque conser-
vando todas sus facultades germinativas ; este fenómeno se debe
á la composición de la almendra, que contiene mucho aceite, y á
los pelos adheridos á los tegumentos que retienen siempre burbu
jas de aire.
Una vez remojadas, las semillas se entierran con lampa en un
lado del surco . La mayor parte de los agricultores ponen más ó
menos 12 á 20 semillas en los huecos cavados con la lampa á una
distancia, uno del otro , de 50 , 60 y 70 centímetros; otros , como
el señor don Grimaldo Solar, esparcen las semillas en unas rayas,
tambien abiertas con lampa al lado del surco y seguidas unas de
otras . Pronto veremos el objeto del gran número de semillas, así
como el de esta última disposición .
Hay agricultores que siembran también con arado del país ,
provisto de aletas de madera ( siembran " á cola de bueyes " ) lo
que constituye una gran economía, pues de este modo se puede
sembrar una fanegada por tres soles.
Cuando se colocan las semillas acumuladas en un hoyo , se
las emplea aún bien mojadas , mientras que cuando se sigue el
sistema del señor Solar, que esparce las semillas en rayas, se les
deseca con cenizas ó arena, á fin de independizar unas de otras .
30 -

Es menester sembrar con gran cuidado : enterrando demasia-


do la semilla, sobre todo en tierra arcillosa, los cotiledones no
tienen la fuerza necesaria para atravesar la capa de tierra que tie-
nen encima y entonces se presentan espacios vacíos en los enta-
bles ó cuando menos una germinación irregular. Por eso basta
una capa de tierra de dos ó tres centimetros para cubrir la semi-
lla sin peligro ninguno .
Otra precaución necesaria es la de sembrar en el lado del
surco en un sitio que quede más ó menos á diez centímetros por
encima de la parte más baja, y no en el fondo, lo que permite dar
los primeros riegos á la planta joven sin que el agua alcance á
las matas, pues esto podría destrozarlas ó á lo menos quitarles
la tierra que protege y sostiene el pie.
Cuando la planta despliega sus primeras hojas , v el tallo ju-
goso y débil no ofrece la menor resistencia, se presenta muchas
veces una plaga conocida con el nombre de chupadera. " Es un
pequeño gusano blanco, de 1 mm. de largo , más ó menos , que
penetra en el tallo un poco arriba del cuello y lo corta irremedia-
blemente en dos partes lo que determina la muerte de la planti-
ta . Por lo general son atacadas varias plantas vecinas. Es por
esta razón que los agricultores siembran hasta veinte semillas en
cada hoyo ; así es casi seguro que quedarán bastantes plantas vi-
vas y que no habrá que proceder á resiembros de importancia.
Es también con el objeto de luchar contra la misma chupsdera
que el señor Solar, en lugar de poner las 20 semillas en un hoyo,
las sparce en una raya de más de un pie .
Si los estragos producidos por dicha plaga han sido impor
tantes, se resiembra una ó dos veces ; habiendo ocasiones en que
los surcos están tan infestados de estos pequeños gusanos que es
preciso surcar de nuevo , teniendo cuidado de hacerlo en el came-
ilón dejado entre dos surcos , con el objeto de buscar tierra fresca.
Pero felizmente estos casos desgraciados no son frecuentes, y
cuando se presentan, todo se reduce á gastar un poco más y re-
signarse al atraso consiguiente del cultivo .
Se debe tratar, pues , de dejar crecer el algodón lo más posible
sin riego, puesto que parece comprobado que éste provoca y fa-
vorece el desarrollo de la chupadera.
Los primeros riegos deben darse con prudencia : una corriente
muy fuerte destrozaría la tierra, que no está asentada todavía .
En terrenos arenosos ó cascajosos, los riegos deben ser muy repe-
tidos , porque la planta joven no resiste mucho en tierra seca.
Cuand la planta tiene cierto desarrollo y ha desaparecido
el pe igro de la chupadera se entresaca las matas de manera de
dejar solo 3 6 4 plantas en cada hueco .
Pero mientras tanto la planta tiene á veces que luchar en su
desarrollo con diversas clases de gusanos y de orugas, lo que se
remedia aplicando un riego de noche: las aguas recogen todos es-
tos parásitos y los llevan á los desagües, donde se les encuentra
muertos á la mañana siguiente.
Al mismo tiempo que el algodón, van también desarrollándo-
se las malas hierbas, que se extirpan con lampa , cuidando de no
31 -

herir los algodoncros . A veces es necesario repetir esta operación.


dos, tres y hasta cuatro veces, pues si no se tiene el cuidado de
destruirlas , el algodonero se debilita y el cultivo se atrasa , sobre
todo si el descuido llega hasta el punto de dejar que las hierbas
sobrepason á las plantas .
El algodón debe aporcarse 6 cusparse cuando tiene más ó
menos cuarenta centímetros ; si se retarda demasiado esta ope-
ración , se expone á las plantas grandes á sufrir maltratos perjudi
ciales con el pasaje de los bueyes y del instrumento . A veces tam-
bién el aporque se hace con lampa, formando un pequeño
lomo redondo al rededor de las matas; procedimiento que debe
ser preferido cuando se ha dejado crecer mucho á los arbustos.
Sin embargo , no hay que olvidar que el aporque por arado y
bueyes es mucho más económico .
Al aporcar, naturalmente se llena el surco por el que se rega-
ba al principio, y entonces queda un nuevo surco más distante de
las plantas que el primero , á menos que los terrenos sean ligeros
y filtrantes , en cuyo caso este último queda bastante cerca de las
matas; pero en terrenos profundos y de buen poder absorbente
para el agua, el surco nuevo puede colocarse en el medio entre
dos líneas de plantas .
El número de riegos que puede darse está en relación con las
necesidades de la planta y con la cantidad de agua disponible.
Un exceso de agua produce la clorosis de las hojas y debilita con-
siderablemente las plantas, que se vuelven entonces muy ramo-
sas y dan pocas flores; al contrario, una sequía prolongada trae
como consecuencia una floración y madurez prematuras, que dis-
minuyen el producto .
En un terreno mal preparado, á la ligera, cuya tierra haya
quedado dura, poco absorbente para el agua y casi impermeable
á las raíces , estas últimas se doblan y las plantas presentan un
aspecto poco vigoroso. Sin embargo, los viejos prácticos salvan
estos sembríos mediante lo que llaman un " riego dormido " que
se mantiene cosa de 24 horas . Este prolongado contacto del
agua con la tierra la ablanda y pocos días después la planta-
ción adquiere mejor aspecto y principia á desarrollarse .
Cuando la planta está floreciendo y los frutos han cuajado y
están desarrollándose, es precisamente el momento en que requie-
re calor y agua en abundancia : estos son los factores que contri-
buyen á la formación de las bellotas de gran tamaño y de buen
producto .
Según la clase de terrenos , se suspenden los riegos tres sema
nas, quince días ú ocho días antes de la paña.
Acontece á veces que cuando el algodón está creciendo y
abriendo sus flores , se realizan ciertos fenómenos de naturaleza
climatérica, que los agricultores llaman "hielos" y que determi
nan la caída de las flores y de los frutos ya formados, llegando
hasta quemar, en ocasiones, los brotes recién crecidos . Estos fe-
nómenos, mucho más frecuentes á orillas del mar, son provo.
cados, según parece, por los fríos de las mañana de fines de mar-
zo y abril.
- 32 -

Cuando las flores se desarrollan normalmente, ostentan al


principio un color amarillo claro , que poco á poco va cambiando
al rojo, color que perdura hasta que la corola se marchita . La
cápsula está formada de 3 , y más generalmente, de 4 ó 5 carpelos
que se abren separadamente en el momento de la dehiscencia.
Abonos. -Muchos terrenos, cansados por una antigua explo
tación agrícola que ha empobrecido los elementos de la tierra sin
restitución ninguna, dañados por una irrigación mal entendida,
que lava los terrenos en lugar de enriquecerlos por depósito de li-
mo , necesitan la ayuda de abonos para continuar dando cosechas
satisfactorias .
Los abonos generalmente empleados proporcionan á la tierra
cal, potasa, ácido fosfórico y ázoe; algunos también le ofrecen
materias orgánicas. Pero no basta introducir en la tierra estos
elementos como quiera: conviene, en primer lugar, conseguirlos
al precio más bajo posible y en una forma fácilmente asimilable
por las plantas, y en segundo lugar, colocarlos de tal modo que
Las raíces de las plantas pueden utilizarlos , sacando el mayor
provecho de ellos,
La 1ª cuestión, ó sea la del precio, es capital; la agricultura
es, más que un arte, un negocio . No se puede pensar, pues, en ha-
cer uso de la larga lista de abonos utilizados por la agricultura
europea, porque el valor de los fletes no lo permite; hay que limi
tarse al empleo de los recursos loca es que, por lo demás, bastan
perfectamente para satisfacer las necesidades del país .
Entre estos abonos , la cal, aunque generalmente cara, pue-
de emplearse con éxito en determinados puntos, en la proporción
de dos ó tres toneladas por hectárea en las tierras ligeras y de
cinco á seis en las arcillosas .
Para el efecto , se la distribuye en el terreno en montones
equidistantes , de 150 kilógramos más ó menos, habiendo tenido
antes el cuidado de mojarla y mezclarla con tierra, para derra-
marla sin demora . Es indispensable hacer seguir de varias la
branzas la aplicación de la cal, á fin de facilitar una co venien.
te mezcla.
Además de constituir un alimento para las plantas, la cal es
un factor útil de desagregación que contribuye especialmente á
poner en libertad la potasa y atenuar los defectos de los terrenos
demasiado arcillosos , así como los que son muy arenosos .
Mejor todavía que las aplicaciones directas de cal, sería la
formacion de " compost" : las hierbas y desperdicios de la vegeta-
ción del cultivo anterior y de la limpia dela acequia, se disponen
en capas alternadas con otras de cal, formando así varios mon-
tones en las esquinas y contornos de los potreros . Hay que mo
ver el " compost" dos ó tres veces, cambiándolo de sitio á fin de
trasformar todo el volumen, obteniéndose de este modo la mez-
cla íntima de las hierbas y sus semillas destruídas . Estos " com-
post" b'ea esparcidos y mezclados á la tierra por labranzas, han
dado siempre buenos resultados.
Aplicando cal , sobre todo en fuertes cantidades , no se debi
abonar al mismo tiempo con otros abonos de naturaleza orgáne
33

ca, porque se perderían fuertes cantidades de humus y ázoe . El


guano, por ejemplo, no debe emplearse el mismo año que la cal,
sino uno ó dos años después.
El abono por excelencia , el que la naturaleza había acumula-
do con tanta abundancia en las islas peruanas del Pacífico y que
sigue formándose actualmente, es el guano de las islas. Es de de-
sear que los gobiernos del Perú tengan la previsión de reservar
para la propia agricultura del país cantidades suficientes de este
poderoso elemento de producción , no celebrando ningún contra-
to nuevo que permita la exportación de cantidades mayores que
las que autorizan los que actualmente están en vigencia. Y con
tanta mayor razón se debe prestar atención á este punto , cuanto
que va aumentando el número de terrenos que ya no producen
bastante con sus propias fuerzas y que necesitan abonos .
Distintos análisis establecen que la composición del guano de
las islas es muy variado ; generalmente, el guano contiene una
buena cantidad de ácido fosfórico ( 6 á 15 % ) , potasa (5 á 10 ) y
ázoe ( 5 á 15 ) bajo forma nítrica y amonical; pero también se ha
analizado muestras de guanos muy pobres, que contienen propor-
ciones insignificantes de materias útiles y que eran más bien tie-
rra de las islas que guano . Es de toda necesidad exigir de los que
van á traer el guano , que llenen los sacos de buen guano y no de
lastre inútil. Sería conveniente mandar un empleado de confianza
con los que van á sacar dicho abono , con el fin de verificar su ca-
lidad .
Convendría tratar de introducir en los contratos que estable-
cen la compra de fuertes cantidades de este producto , una cláusu-
la prescribiendo el análsis quimico y exigiendo una dosis mínima
de los elementos nutritivos de las plantas, á imitación del sistema
.
empleado en Europa, donde se compra todos los abonos según
análisis.
Como hemos dicho antes , se puede emplear 2 , 3, 4, 5 y hasta
6 toneladas de guano por fanegada, usando para los terrenos
muy cansados mayor cantidad que para los que se conservan en
regular estado y más aún para los terrenos fuertes y profundos ,
que retienen bien las materias fertilizantes.
La mejor manera de aplicar el abono consiste en derramarlo
en la superficie del suelo después de la primera reja, de manera
que las labranzas posteriores lo mezclen íntimamente con todo el
volumen de la tierra labrada.
Como la planta absorbe sus alimentos por las partes más jó-
venes de sus raíces, por los pelos absorbentes que se encuentran
en las extremidades delgadas de éstas , mientras que las raíces
viejas, de cierto tamaño , se envuelven de una capa impermeable
que no interviene en la nutrición de la planta, es preciso depositar
el guano allí donde lo encontrarán las raicillas y evitar que se
acumule en cantidad tal que pueda ser cáustico para los tejidos
jóvenes y tiernos de estas raicillas . Para conseguir este resultado
lo mejor es esparcir el guano en todo el suelo y mezclarlo median-
te varias labranzas sucesivas . Es preciso hacer una distribución
1 34 -

muy regular, cuidando de que no queden claros ni tampoco sitios


en que el abono esté en exceso .
Por eso es recomendable dividir la superficie del terreno en
cuarteles iguales, marcados por una raya de arado, y colocar en
cada cuartel el número de sacos de guano que le corresponde .
Esta recomendación debe también tenerse presente cuando se
trata de abonar las plantas en el momento de aporcarlas, en cu-
yo caso tampoco convendrá acumular grandes cantidades de
guano al pié de la planta , sino derramarlas en toda la extensión
del camellón ; el aporque mezclará entonces el guano á la tierra y
las raíces lo aprovecharán mejor .
Hemos visto en la hacienda de Huando , en Chancay, terrenos
delgados y cansados que producían fuertes algodoneros consecu .
tivamente á la aplicación de 3 toneladas de guano por fanega-
da . La tonelada costaba 18 soles puesta en en el campo y el de-
rrame de tres toneladas importaba 3 soles , de modo que toda la
operación se reducía á un gasto de 57 soles por fanegada .
-Los chapodos ó socas se abonan del siguiente modo: se des
aporca las matas ya podadas, se derrama el guano en la tierra .
recién movida y se vuelve á aporcar.
Además de la que nos ocupa, existen otras materias fertili-
zantes de importancia , tales como el guano de corral , por ejem-
plo, que, por su cantidad y su composición , representa en cada
hacienda un medio importante de restituir á los terrenos las ma-
terias útiles sustraídas por las cosechas. Es de sentir que , hasta
ahora los agricultores hayan hecho poco caso de este gran recur-
so. Es preciso convenir en que, empleando el guano seco y no
preparado, como acostumbramos verlo en los corrales de hacien
da, no se puede esperar de su aplicación resultado inmediato y
notorio; pero esto no quiere decir que para emplearlo sea necesa-
rio esperar que se haya descompuesto en el suelo y que sus ele-
mentos útiles hayan tomado la forma química con que son absor-
bibles por las raíces de las plantas . Hay que tener en cuenta que
las fermentaciones que producen estos cambios químicos son
lentas en el suelo , de modo que los elementos útiles del guano de
corral no son aprovechables por las plantas sino poco a poco, y
este fenómeno dura varios años .
La agricultura europea ha ideado el modo de activar estas
transformaciones lentas por un tratamiento racional del guano.
No expondremos aquí el procedimiento en todo su detalle y nos
limitaremos á sintetizarlo. Se recoje el guano una ó varias veces
al día y se acumula en fosa ó en montón ; se le mantiene á un cier-
to grado de humedad , hechándole agua cuando se se deseca;
pronto se determina en la masa una fermentación que eleva lá
temperatura y transforma la naturaleza de la materia orgánica,
sobre todo de la celulosa ; en esta fermentación se forman varios
cuerpos que constituirán más tarde humus en la tierra, especial-
mente los ácidos húmicos y úlmicos .
Así preparado y bien incorporado en la tierra, el guano de
corral es más pronto asimilable y no deja de producir sus efectos
Campos de experimentación de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria

Algodón " Sea Island " de cuatro meses


Campos de experimentación de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria
- 35 -

durante varios años seguidos . Además, su materia orgánica


formando humus en la tierra, transforma favorablemente las
propiedades físicas y químicas del terreno .
La agricultura europea emplea de 20,000 á 40,000 kilógra-
mos de guano así preparado, por hectárea , repitiendo su aplica-
ción cada cuatro ó seis años . Aquí, como no se emplea pajaza ,
el guano sería más concentrado , más rico en materias útiles, de
manera que dosis mucho más pequeñas producirían buenos efec-
tos .
-Otros abonos importantes son las cenizas de bagazo y las
cenizas que se encuentran á veces en las haciendas , procedentes
de antiguas acumulaciones de guano de corral ( 1 ) .
Estas cenizas son á veces muy ricas, especialmente en potasa
y ácido fosfórico . Se le emplea del mismo modo que el guano de
las islas, pero en menor cantidad : tonelada y media ó dos tone-
ladas por fanegada.
Cuando se emplea á la vez guano y cenizas, no conviene mez-
clarlos de antemano , porque los álcalis de las cenizas determina-
rían pérdidas de ázoe amonical del guano . Por este motivo más
vale esparcirlos separadamente, de manera que la mezcla íntima
se realice en la tierra misma, en la que ya no presenta los incon-
venientes mencionados .
También se podrá proporcionar ázoe á las plantas por medio
del nitrato de soda ó salitre de Tarapacá . Este abono contiene
generalmente de 14 á 15 % de ázoe nítrico , es decir, la forma quí-
mica directamente absorbible por las plantas, lo que explica su
rápido efecto sobre la vegetación : produce una gran exhuberan-
cia, pero no favorece mucho la producción de flores y frutos .
Conviene no emplearlo sólo sino con otro abono que propor-
cione también ácido fosfórico . Sin embargo, una aplicación de
media tonelada ó hasta una tonelada por fanegada, no podría
menos que ser benéfica en terrenos pobres .
Siendo tan soluble y poco retenido por el poder absorbente
del suelo, no conviene aplicarlo en el momento de la preparación
del terreno , sino al aporcar las plantas; después de esta aplicación
de nitrato , los riegos no deben ser pesados, pues disolverían y
arrastrarían el abono .
Sólo su precio, que es algo subido, ha mantenido este excelen-
te abono, hasta hoy, apartado del uso general .

Las cápsulas de algodón principian á abrirse en mayo, aun-


que en los terrenos secos, cascajosos, la cosecha se presenta con
un poco de adelanto .

(1 ) Naturalmente si existen aún de estos antiguos guanos de corral, no se


debe quemarlos para convertirl s en cenizas, sino emplearlos tal como están.
Quemarlos sería perder todo el ázoe y las materias orgánicas que contienen.
36 -

La cosecha se hace, generalmente, en dos pañas, á veces en


tres , y dura de mayo á setiembre . Se hace por tarea y se paga
de 20 á 25 centavos arroba de 25 libras . Es en este momento
que el agricultor necesita muchos brazos, porque si la cosecha se
demora demasiado , el algodón cae al suelo y se ensucia.
La paña debería hacerse con más cuidado de lo que general-
mente se hace, evitando la introducción de cuerpos extraños , ta-
les como pedazos de hojas, de cápsulas , etc. , con lo que el produc
to resultaría de trabajo más cómodo en las filaturas y consegui-
ría mejor cotización en el mercado .
Después de la primera paña quedan muchos frutos en boto-
nes y aún á veces flores, cuyo desarrollo se facilita por un riego .
El producto bruto pesa de 60 á 180 quintales más ó menos.
Después de la cosecha, se agosta algún tiempo el algodón,
admitiendo á veces ganado en los potreros , el que come los bro-
tes aún verdes, los desperdicios de la cosecha y las hierbas.
De setiembre á noviembre se poda los algodoneros con ma-
chetes, lo más cerea posible del cuello. Generalmente, después de
esta operación se da una raspa con lampa, se desaporca, se abona
á veces y se vuelve á aporcar. No conviene adelantar demasiado
el primer riego , á fin dè que los rebrotes crezcan en la buena esta-
ción y no queden expuestos á los " hielos" de la primavera.
Las socas llegan á la madurez más pronto que las plantas y
generalmente su producto es inferior al de éstas en cantidad y ca-
lidad: la hebra de algodón de planta mide frecuentemente 30 mm . ,
mientras que la de la soca no pasa de 25 á 26 mm . Sin embargo,
el comercio local no hace diferencia entre las dos.
Sobre todo en estos últimos años , se ha notado que los algo .
dones de soca rinden menos y son más expuestos á las plagas.
Muchos agricultores aceptan ya la opinión predominante en los
Estados Unidos y Egipto , en favor de abandonar la soca y más
bien sembrar de nuevo cada año .
La semilla de algodón Epigto queda vellosa y aparece con un
color prieto por debajo de estos pelos . Su decorticación en las
fábricas de aceite es más fácil y más completa que la del algodón
del país; por esto las pastas parecen más homogéneas y son más
estimadas como alimento para el ganado en Europa .
Muchos agricultores producen algodón en pequeña escala y
no tienen el material necesario para despepitar y empacar su pro-
ducto , vendiendo entonces el algodón en rama á las fábricas de
tocuyo ó haciéndolo despepitar en oficinas centrales.
La cosecha de 1903 , se vendió, en rama, á un precio de $ 6 á
6.20 el quintal . En 1904 subió el precio y se pagó $ 7% y 8 el
quintal, en rama.
El cultivo del algodón, tal como acabamos de describirlo ,
cuesta , más ó menos . $ 300 á 400 la fanegada de planta , y la mi-
tad de esta suma la fanegada de soca, habiendo aún agricultores
que trabajan con más economía . Por estos datos , se ve, clara-
mente, que el cultivo de algodón es actualmente muy prove-
Oso.
-
- 37 -

Hay oficinas centrales que despepitan y empacan el algodón ,


tomando, como pago , la semilla y una suma, variable, por quin-
tal, en lana. 25 á 30 centavos .
En muchas haciendas existen máquinas despepitadores y
prensas de mano ó hidráulicas . En la hacienda de Esquivel
(Chancay) , por ejemplo, el señor Solar instaló en 1904 una ofici
na modelo con alimentador neumático dos desmotadoras Brown
de 60 serruchos cada una, condensador y prensa hidráulica rota-
tiva . Esta instalación podía empacar 100 quintales al día.
Desde esta época , la prensa Solar ha duplicado su importancia y
se ha agregado una fábrica de aceite.
Las marcas de despepitadoras generalmente empleadas son
el "Aguila" y la "Brown" . Existen máquinas de 40, 60 y 80 se-
rruchos . Veremos luego los gastos que tiene una de estas ofi-
cinas.
Los agricultores que venden su algodón despepitado , valori-
zan generalmente su cosecha por fanegada en quintales de algo-
dón en lana, listos para la venta. Cotecha 25 , 30, 40 50 , y á ve .
ces 60 quintales por fanegada. Los más fuertes rendimientos
corresponden generalmente á los terrenes nuevos de reciente des .
monte, sobre todo , cuando el monte estaba compuesto de arbus .
tos de la familia de las leguminosas.
He aquí los gastos diarios de una oficina de despepitar algo .
đón, con una máquina despepitadora de 60 serruchos y una pren.
sa de mano : el promedio del trabajo es de 33 quintales de algo .
dón puesto en 15 pacas:

1 mecánico .... S. 3.33


1 hombre en la desmotadora. 1.30
1 hombre para cargar pepitas y marcar las pacas .... 1.40
2 aprensadores ...... 3.60
2 cargadores de algodón . 2.00
1 fogonero .... 0.60
Leña ...... 3.00
Crudo para 15 pacas.. 10.50
Alambres 3.00
Piola y pez..... 0.50
Aceito y sebo .. 1.00
Extraordinarios .. 1.00

Valor del desmote ..... S. 31.43

Conducción al puerto y embarque ..... 8.91

Total de gastos. S. 40.34

Valor de la pepita ..... S. 48.24

Utilidad diaria del desmote S. 7.90


38 -

(N. B. Sin tomar en cuenta el servicio y amortización de la


maquinaria. )
-Una gran parte del algodón en lana se vende á las fábricas
de tejidos del país, á precios que varían: así, en 1902 se vendió á
15 soles, á 20 soles en 1903 y en 1904 las compras se hacían
á 27 y 28 soles. Se puede conseguir precios más altos todavía
vendiendo en consignación á Liverpool, donde este algodón se
vende con la mayor facilidad . Se ha vendido también directamen-
te en Francia, Alemania, España é Italia. En el año 1901 las fá-
bricas nacionales consumieron 1,600 toneladas métricas, cerca
de 35,000 quintales.
A continuación pueden verse los precios alcanzados por la li-
bra de este algodón en el mercado de Liverpool .

1993 1924 1996 1907 1907


Julio 8 Dbre. 22 Enero 6 Fin de fbro. Otbre 5 Enero 18 Otbre. 4

Fair......... 6.224 7.20 7.25 6.33 6.30 7.00


Good fair. 6.38 7.41 7.41 9.00 6.53 6.70 7.20
Buena.. 6.50 7.51 7.51 6.63 6.90 7.50
7.10 8.00

Aunque hubiera una baja que llegara hasta 6 , este precio


todavía sería bastante satisfactorio .
El valor del flete y las diversas comisiones de venta absorben ,
más o menos , 1 penique por libra; de modo que los precios seña-
lados en el cuadro que antecede, disminuidos en 1 penique, repre-
sentan el valor del algodón puesto á bordo.
Para dar una idea de los gastos de venta en Liverpool , repro-
ducimos en seguida la copia de una cuenta de venta en esta plaza.

Factura Nº……...

Cuenta de venta de 13 fardos algodón vendidos de Cerro Azul á


Liverpool (vía Magallanes) por el vapor "Victoria ex Loa"
y vendidos por los que suscriben de orden y por cuenta del
señor don X. X.

XX 24/36 13 fardos algodón egipto

Bruto T & D Neto

6288 S2 /26 lb 6180 c. 64,83 por lb ...... £ 175.17 . 5


- 39

Gastos

T C

Flete S. 2.17.2.25 e £ 4 por ton .......... £ 11.10.11


Declaración y derechos municipales.... 5. 8
Descarga, acarreo , almacenaje, extrac-
ción de muestras, pesada, compos
tura y entrega ........ 19. 1
Almacenaje ........ 1.10
Gastos de venta pública ..
Seguro contra incendio .. 4. 6
Seguro marítimos , £ 160 c¹g...£ 1.8.00
Póliza y tasa sobre el premio ... 1.10 1. 9.10

6875
52976
Intereses sobre flete y gaste
Porte de cartas y gastos menudos ......
Comisión de banco 14's £ 175.17 d . S.
Corretaje de venta 12s £ 175.17 d . 17. 7
Comisión y garantía 3 % s, £ 175.17 d . 5. 5. 6 21. 9. 6

Valor 24 de setiembre de 1993 ...... 134. 7.11

S. E. ú O.

2 de octubre de 1993

Peso al embarcar . 6362 lb bruto


Peso al entregar.. 6201

Déficit .............. 161

S. 683
El precio de 6'83 equivale á ó sea S. 28.46 el quintal
24
en lana, y como los gastos son de , más ó menos , £ 22 por 6.288 th
ó sea S. 3.49 , resulta como precio del quintal de algodón puesto
á bordo S. 28.46 - — S. 3.49 S. 24.97.
Supongamos ahora , que 30 libras algodón en lana , proceden
de 100 libras algodón en rama; una libra será entonces el pro
100
ducto de libras en rama, y 6.288 libras (de la factura) pro-
30
100 <6288
cederán de 20.960 libras en rama. - La suma d
30
- 40 -

S. 37,055
154 £ 7 ch 11 d = 37,055 d = S. 1,513.96 . De
24
donde sacamos como precio pagado por quintal en ama
1543.96 X 100
= S. 7.36 .
20.960
-Un estudio del señor Lecomte estable que el precio de costo
de la libra de algodón en lana , en Estados Unidos , es de 5,88 cen-
tavos de dollar en el este , y 5,68 centavos de dollar en el oeste .
Como se ve, los precios de producción en el Perú son generaimen-
te próximos á éstos ; sin embargo varían mucho de hacienda en
hacienda y alcanzan á veces un tipo muy bajo, dejando , por con-
siguiente, mayor lugar para ganancias.
Una gran parte del algodón egipto producido en el Perú es
comprada por las fábricas nacionales de tejidos . En 1901 , éstas
consumieron 1,600 toneladas métricas, cerca de 35,000 quinta-
les . Actualmente los telares nacionales necesitan más de 2000
toneladas.
Tendremos ocasión de volver á hablar del algodón egipto
cuando tratemos de los valles de Chincha , Pisco é Ica.

Algunos agricultores han ensayado con éxito la producción


del algodón Mitafifi, llamado aquí Mitafifa, de cuyo cultivo cree-
mos dar una idea exacta reproduciendo aquí un memorandum
que sobre el particular nos dirigió el señor don Alejandro Saco,
hacendado del valle de Pativilca.
"El algodón Mitafifia lo cultivo desde hace cinco ó seis años
y lo considero muy aparente para el clima de nuestra costa .
"La mejor época para su sembrío son los meses de setiembre
y octubre. También se puede sembrar en noviembre, pero la pro-
ducción disminuye.
"El ancho de los surcos, ó camellones , depende de la fecundi-
dad de la tierra . Debiendo esperarse mayor crecimiento en el te-
rreno que se considere mejor, la distancia entre los surcos debe
hacerse mayor; y al contrario , debe ser menor en el terreno de
menos esperanza . En la siembra que estoy haciendo actualmen-
te en terreno que considero bueno, pero no sobresaliente, estoy
dando á los surcos una distancia de 132 centímetros .

" No le doy mucha importancia á la distancia entre planta y


planta . Acostumbro la de un metro más ó menos.
" La tierra debe ser fresca , es decir, húmeda, cuando se siem-
bra.
- 41

" A la profundidad de 8 6 10 centímetros , se entierran los


granos, moviéndose bien la tierra.
" Cuando hay abundancia de semilla se pone en la siembra
bastante grano , pero cuando la semilla está escasa, con 8 10
granos puede bastar.
" Cuando las plantitas havan cambiado de hoja y que ten-
gan unos 15 centímetros de alto , se deben arrancar las que exce-
dan de tres, dejando solo este número de plantas en cada mata
(se extirpan las más débiles ) .
" Después del primer riego , deben sembrarse de nuevo las
plantitas que hayan muerto y lo mismo debe hacerse después del
segundo riego , el cual no debe darse sino cuando hayan nacido
las plantas del primer resiembro . Para estos resiembros debe
reservadrse una cantidad de semilla, pues el algodón es una plan
ta muy delicada, que por cualquier accidente muere en su primer
período .
"No he hecho uso, hasta ahora, de abonos; pero pienso em-
plear este año el guano de pájaros para mejorar unas podas cu-
yas plantas me dieron mal resultado el año pasado , por lo gas-
tado de las tierras . Creo que se deben abonar sólo aquellas plan-
tas que se advierta que no llevan un desarrollo vigoroso .
" No digo nada de los riegos por ser este capítulo demasiado
largo y complicado. Me limitaré á indicar que en el mes de mar-
zo ó en el de abril, según la madurez de la planta y la fuerza de
sus tallos , se le debe quitar completamente el agua, por la siguien
te razón: ei algodón mientras se riega echa nuevas hojas y nuevas
flores y cuando lo toma verde el invierno las bellotas ya logra
das se pudren y se aprietan y no abren . Lo que se debe procu-
rar es que en el mes de junio, los algodonales estén desprovistos
de hojas y solo cubiertos de bellotas, lo que únicamente se logra
con un agosto riguroso .
" El algodón Mitafifa es un poco más susceptible á la acción
del hielo que los demás algodones en la época de su crecimiento ;
pero llegado ú su completo desarrollo es lo mismo que todos .
" En cuanto al producto , varía mucho según el terreno y la
localidad . Tengo dos fundos , uno á orillas del mar y otro en el
interior á 5 ó 6 leguas de distancia. En el primero la cosecha que
he obtenido en terrenos que han sido de alfalfa y de buena clase,
es de cuarenta quintales desmotados por fanegada. En el segun
do , en iguales condiciones, he obtenido sesenta quintales por fa-
negada, desmotado .
" El rendimiento, al desmotarse, es de 35 á 36 de materia
textil y 65 6 64 % de pepita.
El producto de la soca se puede calcular en un 25 por ciento
menos que el de la planta, más ó menos .
" Este algo lón se despepita en pequeñas máquinas de cuchi-
llos de la fábrica de Platt Brothers y C° en Oldham, Inglaterra.
Cada maquinita puede hacer de 300 á 400 libras en 10 horas.
" La comparación que hago entre el algodón Mitafifa y el
egipto da por resultado que ambos producen lo mismo en luga
- 42 -

res apartados del mar, que cerca del mar. E! Mitafifa produce al-
go más que el egipto , y éste se cotiza á menor precio que aquel.
En cambio las operaciones de cosechar y despepitar son más cos-
tosas para el Mitafifa que para el egipto .
" Por lo que respecta al precio , es bastante variado el del Mi-
tafifa, como el de todos sus congéneres. Las cuentas de venta de
la cosecha del año pasado me han dado un promedio de $ 22.87-
á bordo del vapor, en Supe, por quintal de cien libras. Este año
se cotiza en Liverpool á 9 peniques por libra. Calculando un pe-
nique por todo gasto , quedan 8 peniques , que al cambio de 24"
por sol , son $ 32. Como el cambio es hoy de 24 15/16 resulta un
poco menos .
" El mercado de más consumo y donde mando mis algodones
es el de Liverpool .
66
Galpón, 3 de octubre de 1903."

Este algodón es de muy buena venta en Liverpool y los car-


gamentos son vendidos inmediatamente que llegan.
Las hebras del Mitafifa son muy finas, largas y sedosas; el
color no es bien blanco sino nanquín.
En Huacho y Lima, hemos observado que el desarrollo del
algodón es grande y por consiguiente algo lento , por lo que es
preciso sembrar temprano, siendo la mejor época là comprendida
entre la mitad de setiembre y la mitad de octubre .
En fin, notamos que este algodonero se poda al pié, como el
algodón egipto . Cuidándolo bien, puede dar tres años sucesivos.
En los campos de experimentos , que establecimos enla Escue-
la de Agricultura, el Mitafifi presentó un enorme desarrollo y dió
muy buenos rendimientos, lo mismo como el Sea Island , del que
nos ocuparemos más abajo . El mitafifl dió un producto de 55
quintales limpios por fanegada .

Varios agricultores, tales como el señor Laos en Huacho y el


señor Saco en Pativilca, cultivan, desde hace algunos años, el fa-
moso olgodón " Sea Island" . Esta variedad de algodón se culti
va del mismo modo que el Mitafiti, y el producto es de muy bue-
na calidad y tiene muy buena cotización en Liverpool. La “ Li-
verpool Cotton Association" da los siguientes datos sobre la he-
bra del "Peruvian Sea Island' :
- 43 -

Longitud: 40 mm 6 . - Diámetro: 17,6 mm 100 .


Cuociente de la longitud por el diámetro: 2.300 .
Número posible de filatura (numeración francesa ) ; hasta
120.
Este algodón, como el Mitafifi, presenta el inconveniente de
su desmote, que debe hacerse lentamente con máquinas Platt
Brothers & Co. En el siguiente capítulo , que se refiere á Chincha
volveremos á ocuparnos de esta misma cuestión .
A pesar de que la venta del Sea Island no es siempre tan có-
moda como la de Mitafifi y del Egipto, es de todos modos un al-
godón que merece toda la atención de los productores peruanos.
- El 22 de julio de 1903 se vendía el algodón Mitafifi en Li-
verpool á 9 peniques la libra; en octubre, se vendió una partida
de Sea Island en Liverpool á 9 % d la libra, y en diciembre se
vendieron varias partidas del mismo algodón á precios que va.
riaron entre 8 4 y 10 d la libra.
En 1906 el mitafifi cosechado en Samán , valle de la Chira, se
vendió á 12 d . Este último mitafifi se sembró de semilla cosecha-
da en los campos ya referidos de experiencia de la Escuela de
Agricultura de Lima.

El algodón en Chincha

Chincha es uno de los valles del Perú que está formado de los
mejores terrenos. No hablaremos aquí de la preciosa campiña
de Chincha Alta , que á pesar de ser tan interesante, por lo menos,
como las de Huacho y Arequipa , se ha dedicado especialmente á
la producción de la viña, y por consiguiente no puede figurar en
el cuerpo de este estudio.
Los terrenos de Chincha se presentan como una mesa , regu-
larmente inclinados hacia el mar; han sido formados por aluvio-
nes del río y son de un gran espesor. Su composición física es la
mejor que se puede desear: una mezcla de arcilla , arena y mate-
rias orgánicas. Fuera de la caja del río los terrenos presentan
esta composición homogénea sobre varios metros de espesor.
De Larán y San Jose para abajo, no hay piedras en los terrenos.
Esta gran profundidad del suelo y subsuelo explican no solo la
feracidad de Chincha, sino también el gran poder absorbente de
las tierras para el agua , circustancia esta última de la mayor im-
portancia para Chincha , puesto que las aguas del río no son per-
manentes. Tales condiciones de agua y de terrenos asemejan al-
go el valle de Chincha á los de Ica y Piura; pero como aquí se
trata de una campiña abierta á la orilla del mar, su clima es me-
nos caliente y menos seco ; el algodón del país ya no crece en bue-
nas condiciones y tampoco no se cultiva; las frutas en general
- 44 -

son menos dulces y el jugo de la uva no alcanza las densidades


extraordinarias de las de Ica.
En la parte baja del valle existen aguas de filtración que son
utilizadas para la irrigación de los terrenos aún más bajos. La-
rán tiene agua de Puquio constante para regar una sección de
más de cien fanegadas; Lurín-Chincha, con su lujuriosa vegeta-
ción, se riega casi completamente con las aguas de puquio.
Las aguas del río vienen en abundancia, generalmente en fe.
brero y marzo; después van disminuyendo y escasean mucho en
el invierno y á principios del verano. A pesar de esta mala dis-
tribución del agua entre las estaciones del año; á pesar de que ella
viene demasiado tarde para sembrar el algodón á buen tiempo,
que es octubre y noviembre, todo el valle de Chincha está cubier-
to de algodonales en muy buen estado. Sin contar con un ensa-
yo de algodón Sea Island , del que hablaremos más luego , la úni-
ca variedad de algodón sembrado es el egipto.
Lo que permite á muchas haciendas producir algodón , es el
modo de sembrar, que llaman "en barbecho". He aquí como se
practica:
En diciembre 6 enero, se raya el terreno con arado del país
que deja pequeños surcos derechos, distantes de 30 á 50 cm . y di
rigidos en el sentido de la pendiente . Cuando viene la creciente y
hay agua disponible, se remoja el terreno en un riego dormido,
que lo empapa profundamente; tan pronto como la superficie se
haya secado un poco y pueda penetrar el arado , se da una raya
que interrumpe superficialmente los espacios capilares del suelo y
le impide desecarse . Se dan en seguida una ó dos labores más y
se siembra á fines de mayo y en junio, como se hace en " Hoja Re-
donda” , ó en junio como en "SanJosé", " San Rejis ", " Larán", etc.
En los sembríos de barbecho , se acostumbra sembrar una ra-
ya de algodón y otra de frejoles, alternativamente. Por lo gene-
ral los frejoles dan 25, 35 ó 50 fanegas de 182 libras cada una-
cuyo precio es de 5 á 6 soles en el momento de la coseha y des-
pués sube á 7 y 8 soles.
Mientras el frejol ha crecido y su cosecha ha producido apro.
ximadamente el valor de los gastos de sembrío del algodón , este
último se ha desarrollado , pero no con toda la fuerza que lo hu-
biera hecho si hubiera sido sembrado solo. Su aspecto es algo des-
igual: unas plantas han sufrido por falta de luz, otras han muer-
to. Con las primeras aguas se siembran semillas nuevameute en
los sitios donde ha fallado el algodón . A veces , en lugar de em-
plear semilla nueva se utilizan plantas jóvenes, que no dejan de
desarrollarse, pero que no ofrecen gran ventaja ni adelanto sobre
las matas nacidas de semilla.
En el mes de mayo , es decir, un poco antes de un año de sem-
brado, el algodón de barbecho da su cosecha.
El sistema de sembrío de algodón , que acabamos de describir,
podría probarse y quizás generalizarse en muchos valles del norte
en que no siembran esta sementera porque el agua del río llega
demasiado tarde. Es posible que dé muy buenos resultados en
los valles de Jequetepeque y Lambayeque, sobre todo en los te-
Casa de la Hacienda "Larán " -Chincha

Hacienda "Larán " -Chincha


- 45 --

rrenos profundos y bajos que se asemejan á los de Chincha por


su propiedad de retener el agua mucho tiempo .
Pero en las partes altas del valle, en las haciendas de la que-
brada y en algunos potreros de Larán y San José, que son los.
primeros en recibir las aguas del río , lo mismo que en los terrenos
dotados de agua perenne de puquio , se pueden alistar los tèrre-
nos de manera de sembrar en octubre. Estos sembríos se hacen
generalmente de algodón solo , sin frejoles; presentan una vegeta-
ción perfectamente regular y son los que más producen , á tal
punto que en las haciendas de yanaconas, el propietario se reser-
va para sí estos sembríos porque son siempre seguros y de alto
rendimiento .
En Chincha se siembra también algodón con las primeras
aguas del verano , prolongándose el sembrío hasta los meses de
diciembre y enero , el que, á pesar de ser sembrado tan tarde, da
regular cosecha en julio y agosto .
Los cuidados que requiere el algodón , se reducen á dos ó tres
cuspas practicadas con lampa , á quitar las plantas que sobran ,
dejando 4 6 5 algodones en cada mata y por último á aporcar.
Todos los algodones de Chincha se presentan vigorosos y de
mucha apariencia ; no obstante, sufren á veces, corno en otros va-
lles, del gusano conocido con el nombre vulgar de "chupadera"
cuyos estragos se aminoran sembrando bastante semilla para
cada mata, de manera que queden siempre suficientes plantas .
En este valle también se practica el riego de noche . Unos pocos
potreros se presentan con vegetación amarilla , lo que sucede por
efecto de falta de agua, lo mismo que por exceso de riegos. Se
puede decir que los únicos algodones malos son aquellos á los
cuales han faltado los cuidados y sobre todo los deshierbos.
El algodón egipto, aquí como en Pisco, da generalmente
planta y primero, segundo y tercer chapodo .
La cosecha principia en mayo y se prolonga hasta junio y ju-
lio. El término medio de la cosecha es de 400 á 500 arrobas de
25 libras, lo que equivale á más de 30 qq . listos y limpios para
la exportación ó venta en Lima . Además, hay 70 qq . de pepitas
que también representan cierto valor. Pero muchas veces , la co-
secha llega hasta 40 qq. y, excepcionalmente, hasta el doble:
80 qq .
Existen desmotadoras en las haciendas de importancia , tales
como San José, en la que se desmota tanto el algodón de los
"compañeros" como el que se compra fuera de la hacienda . En es-
ta hacienda se recibe y se pesa el algodón en el techo de la oficina ,
al que se suben los sacos por una cómoda escalera . La oficina es-
tá provista de dos despepitadores Brown que trabajan 70 quin-
tales de algodón limpio cada día. El combustible empleado para
su funcionamiento es la misma pepita , en lo que se consumen 20
quintales, quedando 120 6 130 para vender á las fábricas de
aceite.
En dicha hacienda hemos visto, en febrero de 1904 un algo.
donal de Sea Island que ostentaba una exhuberante vegetación
con abundancia de flores, no obstante haber sido sembrado en
46 --

diciembre de 1903 , es decir, en un año que fué relativamente frío


y de poca agua . Pues bien, este algodón que, como decimos , fué
sembrado tarde, con las primeras aguas, ha producido 22 quin.
tales de lana por fanegada.
Aunque generalmente este algodón se despepita en la máqui-
na Platt, se probó de desmotarlo en la Brown que trabaja con
una rapidez mucho mayor. Las hebras salieron en perfecto esta
do, sin romperse, y el algodón se vendió á la casa Beausire á $ 30
el quintal , mientras que el egipto se vendía á $ 20; es decir, que
en la plaza de Lima había una diferencia de precio de 50 P entre
las dos variedades mencionadas. Este año el mismo algodón es-
tá muy vigoroso y puede esperarse una cosecha de 40 quintales.
Es de descar que estos ensayos se repitan lo mismo que para
el algodón Mitafifi, cuya demanda va aumentando y cuya pro-
ducción solo es posible en Egipto y en el Perú.
La mano de obra escasea algo en este valle. Sin embargo,
ciertas haciendas tienen el número de peones necesario y aún se
puede conseguir refuerzos en Ica Huancavelica y Ayacucho . La
época más difícil , desde este punto de vista, es el mes de marzo ,
que corresponde á la época de vendimia en Chincha Alta , á la
cual concurren peones de todas partes, y es este momento preci-
samente el del regadío y de las cuspas.
Para asegurarse los peones necesarios y salvar las dificulta .
des consiguientes, una gran parte de los hacendados recurren al
sistema de "compañeros " , que consiste en dar á varios individuos
una, dos ó tres fanegadas de terreno, agua, semilla y las yuntas
de bueyes necesarias; en cambio, el compañero proporciona todo
el trabajo, y los gastos de cosecha son comunes . El producto se
parte por mitad .
El señor Leguía , hacendado de San José, trabaja de este mo
do la mayor parte de sus algodonales, y obtiene un beneficio de
$ 200 á $ 300 por fanegada. Una cierta extensión de terrenos de
compañeros es cuidada por un mayordomo de agua . Igual siste
ma de explotación se emplea en "Hoja redonda " . "San Regis ",
desde el a¹za del algodón , trabaja , en cuanto es posible , por cuen-
ta propia .
La producción de Chincha en el año en curso será, más ó me-
nos, 35,000 quintales de algodón limpio . ( 1 )

El algodón en Ica

Por efecto de los grandes arenales vecinos y de la distancia al


mar, el clima de Ica es relativamente caliente y seco , de manera
que se aproxima en sus c. ndiciones al de Piura.

(1) Véase al fin del inform , el cuadro de exportaciones y cabotaje de algodón


para los últimos años y téngase presente que el puerto de Chincha es Tambo de
Mora.
--- 47

El valle de Ica es muy extenso y en su parte alta los terrenos


son algo cascajosos y de pequeña profundidad; éstos se secan re-
lativamente pronto y por consiguiente necesitan más agua de
riego . Por el lado de Ica, los terrenos son ligeros , constituídos
por aluviones arenosos, pero fines y muy profundos, lo que les
permite retener el agua mucho tiempo . En fin, bajando hacia
Ocucaje, se observa que la composición de los terrenos varía in-
sensiblemente y que la proporción de arcilla va aumentando . En
esta última región se encuentran los mejores terrenos desde el
punto de vista de la profundidad , de las propiedades físicas y quí-
micas, especialmente de su gran poder absorbente para el agua.
El modo de repartición de las aguas entre las haciendas com-
pensa algo las ventajas y desventajas debidas á la composición
del terreno: el agua de riego va disminuyendo rápidamente en su
descenso , al punto que ciertas haciendas de la parte baja , tales
como la de Ocucaje pasan á veces años sin recibir agua del río ,
En este valle se observa generalmente lo que se llama el de-
recho de cabecera : una hacienda tiene el derecho de tomar la can-
tidad de agua del río que baste para satisfacer á todas sus nece-
sidades, y sólo después, permitir que las aguas sigan hacia abajo .
De este modo sucede que ciertas haciendas pueden dar uno , dos y
tres riegos , mientras que otras, situadas más abajo , permanecen
todavía en seco . Indudablemente que un buen reglamento po-
dría asegurar una repartición más equitativa de las aguas y au-
mentar, por consiguiente, la producción general de este valle. Se
podría, perfectamente, sujetar las haciendas "á mitas" , como se.
hace en otros valles. Sin embargo , esta cuestión no deja de ser
de muy difícil resolución , pues el derecho de propiedad sobre un
fundo se ejerce no solo sobre sus terrenos , sino también sobre
los derechos de agua actuales ; de manera que reducir éstos sería
tocar algo el principio de la propiedad .
La hidrología subterránea de este valle es también interesan-
te: existen en muchas partes capas de agua subterráneas que
son á veces aprovechables para la agricultura por medio de po-
zos y de bombas. Estas capas son poco profundas y principian
á veces á tres metros de profundidad . Sin embargo , á la altura
de Ica, es precis ir más abajo para encontrar capas acuíferas
relativamente abundantes. Además , en este lugar, los pozos ar-
tesianos presentan una gran dificultad de ejecución : se encuentran
capas de arena movibles que hacen embarazoso el hundimiento
del tubo .
Mejores resultados han dado estos ensayos en la hacienda
Macacona, del señor Boza , en la que al lado de un pozo corriente ,
se han colocado dos pozos tubulares; la extracción del agua se
hace por sólo una bomba y la cantidad extraída de ese modo bas-
ta para la irrigación de 6 fanegadas de algodón .
Más abajo del valle , en ciertos sitios de la hacienda Ocucaje ,
las aguas subterráneas se acercan más á la superficie y surgen en
forma de puquios . Estas aguas han permitido el riego de los vi-
ñedos de Ocucaje y los han salvado de una sequía completa.
7
-- 48

Para aprovechar mejor de las filtraciones subterráneas, el doc-


tor Mazzei, escogió una parte estrecha del valle, en la que los ce-
rros que delimitan la llanura . distan más o menos setenta me-
tros, y allí cavó los aluviones hasta encontrar la base de roca ;
cortó la mitad del valle por un muro impermeable y colocó com-
puertas que permitieran el escape del agua en exceso . Esta obra ,
relativamente costosa , no ha sido concluída sino en la mitad de
su extensión , y sin embargo , ya han aumentado bastante las
aguas disponibles en el fundo .
Como consecuencia del derecho de cabecera y por la ventaja
misma de su situación geográfica, las haciendas de la parte supe-
rior del río tienen más agua que las de abajo; los riegos son en
aquellas más repetidos y se dan por acequias, contra-acéquias,
tomas y surcos, como en el valle de Lima.
También se emplea frecuenteinente el sistema de "cachaye"
que consiste en conducir el agua de arriba abajo no en surcos de-
rechos sino en zig-zag, lo que disminuye la velocidad del agua y
aumenta la imbibición de la tierra .
En esta zona, la poca profundidad del terreno y su subsuelo
cascajoso no permiten el empleo del sistema de pozas , generaliza-
do en la parte más baja del valle y que tiene su origen en la nece-
sidad de hacer absorber al terreno una gran cantidad de agua en
muy poco tiempo lo que no po Iría hacerse con las crecientes del
río , que aunque son rápidas y á veces violentas, duran poco
tiempo .
Estas pozas son iguales á las utilizadas en Lambayeque pa-
ra el cultivo del arroz . Para formarlas se divide el terreno en pe-
queñas extensiones, de nivel más ó menos igual, y se las delimita
por un bordo alto que tiene generalmente un poco más de un me-
tro .
-- Naturalmente, el tamaño de cada poza depende de la regu-
laridad del terreno : si éste es algo accidentado , las pozas se redu-
cen , al paso que se hacen bastante extensas si los terrenos son
llanos .
En ciertas haciendas bien cuidadas, el agua se distribuye en
tre las pozas por medio de acequias bien hechas y de buenas to
mas de mampostería y cemento; las compuertas son de algarro-
bo , madera que no se altera en el agua ; su manejo es cómodo de
manera que cuando el agua viene, se quede regar una gran ex-
tensión en muy corto tiempo y con poco gasto . Si no fuera por
esta disposición habría el peligro de no poder aprovechar de las
crecientes y dejarlas correr inutilmente hasta el mar.
Las aguas que entran en la poza alcanzan muchas veces la
altura de una vara, y como aquellas no tienen otro escape que la
filtración en el terreno mismo , las capas hondas de la tierra las
absorben en gran cantidad ; se produce así depósito de abundan-
tes sedimentos ó lama. Las capas anuales de lama, depositadas
sucesivamente, son á veces tan espesas que además de constituir
un verdadero abono para las plantas, han dado por resultado
que ciertos terrenos bajos y húmedos hayan sido considerable.
mente alzados .
49 -

Desde luego, el sistema de pozas es el que mejor aprovecha


los sedimentos de las aguas de irrigación y el que permite acumu
lar en la tierra una gran cantidad de agua en poco tiempo ; pero
tiene el inconveniente de hacer los terrenos demasiado húmedos
en el momento del riego y después de él, lo que puede ser perjudi-
cial al cultivo de algunas plantas. La viña, por ejemplo , adquie-
re las enfermedades características de los terrenos húmedos, co-
mo la anguilula. Los árboles frutales son más productivos en los
bordes que en el interior de la poza. Los algodoneros también
son más vigorosos en los bordos .
-En Ica se cultiva dos variedades de algodón : el del país, va-
riedad muy semejante á la de Piura, y el algodón egipto .
Haciendo, desde el punto de vista local, una comparación en-
tre estos dos algodoneros, vemos que cada uno presenta venta.
jas propias: el algodón del país resiste más á la falta de agua que
el algodón egipto , á tal punto que en buenos terrenos, un sólo
riego al año es bastante para asegurar una buena cosecha, mien
tras que la variedad egipto dá mejor con riegos repetidos . Enlas
haciendas de la parte baja del valle existen algodonales que han
pasado dos y tres años sin riegos , en los que se vé que si es cierto
que la planta resiste, tambien lo es que su producción disminuye
considerablemente . La otra superioridad del algodón del país
consiste en el alto precio que consigue en los mercados europeos;
sin embargo, cuando las condiciones de agua lo premiten , se pre.
fiere cultivar el algodón egipto , que presenta la gran ventaja de
dar una buena cosecha el primer año de su cultivo , mientras que
la del algodón del país no principia á ser abundante sino el
segundo año ,
Puede decirse que, como regla general, el algodón egipto es
mucho más productivo ; pero la escasez de agua en Ica ha hecho
que la mayoría de los algodonales sean plantados de la variedad
del país. Al respecto conviene hacer notar que en estos mismos
algodonales del país se encuentran matas del egipto y matas de
una variación de éste, de porte alto , de hojas con lóbulos lanceo .
lados, y de semilla verde y peluda. La presencia en un mismo al-
godonal de estas tres variedades, contribuye á que el producto
de Ica sea " semi áspero" y no " aspero " como el de Piura; tam
biện hay que tener presente que el algodón del país dá una hebra
menos áspera en Ica que en Piura . Sin embargo , las mezclas que
se producen tanto en la cosecha como en los almacenes de las ca-
sas exportadoras contribuyen también á desmejorar la calidad
del algodón .
La variedad de semilla verde que acabamos de mencionar pro .
duce una hebra de calidad superior á la del egipto , pero la mata
neces ta mucha agua para desarrollarse en buenas condiciones ,
exigencia que hace que su cultivo sea menor todavía que el del egip
to corriente. Las cualidades especiales de este algodón de semilla
verde , deberían inducir á los agricultores á seleccionarla y á ha-
cer ensayos en otros valles mejor dotados de agua que Ica : Pis-
co, Lima, Chancay, Huacho, Pativilca , Santa, por ejemplo . En
Ica lo llaman " algodón Elías ."
50 --

Esta variedad es exactamente la misma que la que habíamos


encontrado en nuestros campos de experimentos de Santa Bea-
triz y de la cual hemos hablado en nuestro informe sobre dichos
campos .
El algodón del país se siembra en barbecho y en seco .
Para sembrar en barbecho, se llena la poza con agua en el
momento de las crecientes, generalmente en febrero y marzo .
Cuando se ha desecado la superficie del terreno , se le trabaja
con arado del país ó , raras veces , con arado Collins. Esta ope-
ración, interrumpiendo los espacios capilares del suelo, impide
que é te se deseque. Después, en mayo ó junio , se siembra el algo-
dón por medio de lampa, en cuadrado y guardando generalmen-
te una distancia de seis varas de mata á mata , depositando diez
á doce granos de semilla en cada uno de los huecos . Muchas ve-
ces se planta en los bordes una rama de "egipto ."
Para lograr buenas matas de algodón, hay que lampearlo
cuando se necesite á fin de impedir la invasión de las malas hier-
bes , aerear el suelo y mantenerlo en buenas condiciones de fres
cura, operaciones que se efectúan una , dos ó tres veces .
El primer año las plantas quedan pequeñas, de tal modo que
permiten sembrar, y se siembra generalmente otra sementera en-
tre las matas de algodón : frejoles , sandías , menestras. En la par-
te superior del valle , donde hay bastante agua, se siembra tam-
bien pallares. Estas menestras dan frecuentemente un producto
que paga todos las gastos del establecimiento del algodonal.
La otra manera de sembrar el algodón consiste en depositar
la semilla en la tierra poco antes del momento de la creciente ; se
recibe el agua en las pozas y después de la filtración del líquido ,
las semillas germinan y el tallito de las plantas atraviesa la lama
arenosa depositada por el agua.
El arraigamiento de las plantas sembradas de este modo es
más superficial y por consiguiente no es tan bueno como el del
algodón sembrado en barbecho , cuyas raíces se hunden directa
mente para ir á buscar la humedad. Además, este algodón está
también más expuesto á lo que se llama vulgarmente la "chupa-
dera, " pequeño gusano blanco que , como lo hemos dicho antes ,
ataca las plantas jóvenes en su cue lo y las mata cortándolas en
dos partes .
Hay que tener presente que las hojas del algodón son á veces
atacadas por orugas, lo que es muy peligroso en terrenos secos.
-El primer año , la cosecha es casi siempre insignificante, pe
ro en el segundo ésta es mayor y entonces es preciso lampear el
algodón después del riego . Un peón lampea, por término medio,
45 plantas al día , de manera que para lampear una fanegada se
gasta, más ó menos , 25 jornales .
Un gran progreso realizado en Ica es el empleo del arado pa-
ra esta operación , en reemplazo de la lampa, con la que se hace
generalmente dicho trabajo . Para efectuarla, se hace uso á veces
de bueyes; per tienen el inconveniente de que las yuntas andan
muy despacio y de que con ellas es difícil aproximarse mucho á
las matas sin peligro de dañarlas, sea con el yugo, sea con el pié
Prensa para extraer el aceite de pepita de algodón
Hacienda " Macacona " - Ica

Trabajos hidráulicos para represar las aguas de filtración de la hacienda " Ocucaje " - Ica
51 .-

de los bueyes, por lo que mucho más conveniente es el trabajo de


la mula; de este modo la labranza superficial se hace rápidamente
y el arado puede pasar al pié mismo de la mata de algodón sin
dañarla. Las mulas tienen además la ventaja de ser muy poco
exigentes para su alimentación .
Se ha calculado que un hombre, conduciendo un arado movi.
do por una mula , puede cultivar 150 plantas por día, hacer un
trabajo más profundo y más conveniente que los lampeadores y
concluir una fanegada en menos de ocho días .
La cosecha del algodón se hace generalmente en mayo y ju
nio . Cuando el algodón ha crecido en condiciones favorables ,
puede dar 350, 400 , 500 (y á veces más ) arrobas de 25 libras al-
godón en rama por fanegada. Son estos los rendimientos obteni-
dos en la hacienda "Galagarza," del señor Picaso ; en la hacienda.
"Tacaraca , " del señor Vargas, la cosecha media es de 220 á 250
arrobas; en la hacienda " Macacona. " el señor Boza cosecha gene-
ralmente las cantidades siguientes: nada el primer año y 200
arrobas el segundo , tercero y cuarto años.
El trabajo de los algodonales en los años que siguen al pri-
mero , consiste en regar una , dos ó tres veces en la época de las
crecientes y lampear ó arar el suelo . El algodón del país no se
poda nunca en Ica.
Generalmente no se conservan los algodonales más de 5 años .
El algodón egipto produce más que el del país: cada año se
cosecha 400 á 500 arrobas por fanegada.
Las grandes haciendas de algodón tienen maquinaria propia
para despepitarlo . Las máquinas que usan son las de las marcas
"G. Wathmey, " "The gardner gin , " " The Brown Cotton gin Co"
etc.
Las desmotadoras funcionan mucho más fácilmente traba-
jando el algodón del país que el egipto : una máquina "The gard-
ner gin, " de 60 serrachos , labra 80 quintales de algodón del país
en diez horas de trabajo , mientras que la " G. Wothmey," de 80
serruchos, trabajando algodón egipto , alista solo 48 6 50 quin-
tales en el mismo tiempo.
En Ica se calcula generalmente que 13 arrobas de algodón
egipto dan un quintal de algodón limpio y 9 arrobas de semilla ;
es un rendimiento de 32,5 P. En la variedad del país la propor-
ción de fibras es mucho mayor-40 á 43 : 10 arrcbas de algo-
dón en lana bastan siempre para lograr un quintal de algodón
limpio.
-La semilla se beneficia en la extracción del aceite que con-
tiene, y las tortas ó pastas que quedan son remitidas á Europa ,
donde se utilizan como alimento para el ganado.
Para extraer el aceite, las semillas de las variedades egipto y
de grano verde son primeramente trabajadas por un "Linter."
máquina que les quita la mayor cantidad posible de pequeñas fi-
bras, aún adherentes, formando con estos desperdicios una cla-
se de algodón llamado " Lint" que representa , más ó menos , 0.40
del peso de las semillas . El algodón del país, que produce una
- 52

semilla limpia y negra , sin pelusa , no es trabajado , por supuesto ,


99
en la "Linter.'
Después de esta operación pasan las semillas á una descasca-
radora , que les quita los tegumentos y deja la almendra blanca y
desnuda, lo que se efectúa perfectamente con las variedades egip
to y de semilla verde , pero que ofrece algunas dificultades cuando
se trata de la del país , en cuyo caso los cuchillos de la máquina
tienen menor velocidad , y la pasta, conservando una pequeña
proporción de cáscara, tiene menos valor como alimento . En
efecto, se ha comprobado en Europa que la cáscara del grano de
algodón es susceptible de enfermar al ganado.
Las almendras blancas pasan en seguida por otro aparato
que las tritura y las convierte en partículas pequeñas , de donde
se llevan á una especie de paila de doble fondo, esta última recibe
vapor que calienta la pasta, la que se remueve constantemente
por aletas de movimiento mecánico.
En fin, la última operación consiste en prensar la pasta así
obtenida, entre los platillos de una prensa hidráulica .
Los rendimientos en aceite son de 12 , 14 y hasta 16 y el
precio de este producto en Lima varía entre 10 , 14 , 16 y 18 soles
por quintal de 100 libras. En la fábrica de los señores Malates
ta, en Ica, las semillas de algodón dán 12P de aceite, 20 de
cáscara y 60 de pasta.
El precio que la pasta consigue en Europa está en razón di-
recta de la cantidad de aceite que contiene y fluctúa casi siempre
entre 5 y 7 £ por tonelada.
Las cáscaras y á veces las mismas semillas son empleadas co-
mo combustible .
-Queda algo que decir todavía sobre la organización general
del trabajo en las haciendas . El algodón se cultiva á veces por
cuenta del hacendado , quien recluta sus peones y organiza todo
el trabajo por sí mismo; pero como este modo de explotación no
puede ser general en todo el valle de Ica, pues faltarían brazos y
el propietario de varios fundos, distantes uno del otro, no podría
atender á todas las exigencias del cultivo en su debido tiempo , se
ha adoptado una organización tal que el obrero quede interesado
en los resultados del cultivo , de este modo , resulta convertido en
"compañero", lo que en otros valles se llama "yanacón" ó "colo-
no" . El sistema consiste en dar á cada uno de estos compañeros
una extensión de 2 ó 3 fanegadas, proporcionándo'e tierra, agua
y las yuntas de bueyes que necesita para el beneficio de su terre-
no. La cosecha se reparte por mitad entre el hacendado y el com-
pañero .
En "Ocucaje" ciertos terrenos son alquilados á peones que cul-
tivan ellos mismos con algodón , pagando al hacendado S. 12 por
fanegada y comprometiéndose, además, á trabajar 3 días por se-
mana mediante un jornal de 40 centavos . Los peones libres son
pagados á razón de 60 cts . Si el arrendatario no trabaja los
días debidos , su cuenta se carga con 1 sol por cada día de ausen-
cia. Además el arrendatario tiene la obligación de vender su al-
godón al hacendado á un precio un poco inferior al corriente.
53

"Galagarza, " hacienda del Sr. Picaso , ha sido alquilada á di·


versos arrendatarios, que pagan 40 arrobas de algodón del país
por fanegada. El contrato fué hecho cuando el algodón valía
S. 1.60 arroba y ahora vale S. 2.80 , de manera que el arrenda .
miento viene á sr S. 112 por fanegada. Además, el arrendata-
rio se compromete, por cada fanegada y por cada año , á traba
jar veinte días en otra hacienda de viña del Sr. Picaso , á razón
de 40 ct. por jornal , más 12 jornales para la limpia de la acequia.
Un mayordomo atiende los asuntos de agua y vigila que todo
el algodón sea entregado al hacendado , quien lo compra á precio
un poco inferior al corriente .
-Ica no es la única región del sur donde se produce algodón
del país; un poco más al sur, hay otros valles que dan un algo-
dón semi- áspero , quizás superior al de Ica: es el algodón de Pal-
pa y Nazca , que se embarca por los puertos de Lomas y Chala .
No hemos tenido oportunidad de visitar esta última comarca .
Se calcula la producción anual de Ica ( con Palpa y Nazca ) en
35.000 qq . más ó menos .
-En la población de Ica , los señores Malatesta han estableci-
do una importante fábrica de tejidos, en la cual emplean algodón
egipto y semi-áspero ; 85 telares trabajan todo el día y producen
tocuyos corrientes que se venden en Ica , en el interior y aún se ex-
portan á Bolivia.
Una gran parte del algodón de Ica se vende en Liverpool ba
jo la denominación de " semi - áspero" ó " Moderate Roug" .
He aquí algunas cotizaciones que ha obtenido en ese mercado.
(por libra) :

Jul. 8 de Ener. 6 de Agost. 24 de Ener. 18 de Octubr. 4 de


1903 Stbre. 16 Dbre. 22 1904 1906 1007 1907

Fair ........ 6.10 6.20 7.55 8.00d 7.50 9.50


Good fair. 6.90 7.15 8.50 9.00 6.45 8.50 10.50
Bueno ..... 7.60 7.90 9.00 9.40 8.35 9.00 11.00

El algodón en el valle de Pisco

El valle de Pisco tiene una extensión total inferior á la de Ica ,


y sin embargo, su producción supera á la de este último valle ,
considerado aisladamente , sin Palpa ni Nazca. Este hecho se de-
be á que el río de Pisco es de aguas permanentes, lo que permite
regar todos los terrenos y hacer cada operación cultural en su de-
bido tiempo, punto capital, especialmente en el cultivo del algodón
egipto . Las aguas son abundantes en el río desde el mes de octu-
bre, de tal manera que durante todo el verano , cada hacienda to-
54

ma la cantidad de agua que necesita, yendo después á perderse en


el mar una gran cantidad de agua excedente . Sólo después de
mayo y junio disminuyen las aguas y entonces se restringen las
haciendas á "mitad", es decir que las tomas de agua de cada fun-
do se verifican de modo que tomen , más ó menos , la cantidad de
agua determinada en los títulos y reglamentos .
En este valle se encuentran terrenos de diversas clases : cerca
de Pisco son cascajosos; más arriba existen grandes extensiones
salitrosos , conteniendo sobre todo cloruro de sodio; en otros si-
tios, Zárate Mencillo , Urrutia, los terrenos son muy profundos y
formados por una capa vegetal expléndida para el cultivo del al-
godón , no faltando tampoco algunos terrenos húmedos y pu
quiosos.
Para sembrar, se preparan los terrenos en el invierno . reciben
3 6 4 rejas de arado Collins, dejando la tierra limpia y surcada
en octubre , noviembre ó diciembre ( hasta el 15 ) , que son los me-
ses preferidos para los sembríos, porque sembrando en setiem-
bre, las flores y los botones son susceptibles de caerse bajo la
influencia de los fuertes calores de febrero y las hojas se vuelven
amarillas, presentando los caracteres de lo que los agricultores
llaman "melaza amarilla " que se revela bajo forma de una mar-
chitez de las hojas y de las flores . Si el sembrío se hace en diciem-
bre, la planta se desarrolla pronto , pero no llega á tapar comple-
tamente el suelo á consecuencia de los grandes calores; el suelo y
el agua de irrigación se calientan demasiado y determinan la cai-
da de numerosas flores, lo que disminuye mucho la cosecha .
Es preciso observar que los algodones sembrados en buen
tiempo se desarrollan perfectamente en Pisco, ostentando una ve
getación vigorosa; se encuentran numerosas ramas laterales que
llevan á veces hasta diez bellotas cada una. Hay muchos terre-
nos en los que es preciso sembrar á distancia de 1.40 á 1.50
para permitir al algodón desarrollarse . En ciertos terrenos algo
humedos, en los que las plantas presentan tendencia á levantarse
demasiado, es menester despuntar cada planta á 1.60 más ó me-
nos ; de esta manera, las ramas laterales toman mayor vigor y se
favorece la producción de flores. Esta operación sería dañina en
terrenos muy fértiles , porque las ramas laterales , desarrollándo-
se demasiado , se enredarían y ocasionarían dificultades á la cose-
cha. Así, pues, la operación de despuntar ó no, debe ser basada
en observaciones prácticas.
Los agricultores, en general , encuentran muchas ventajas al
riego de noche , y lo reservan generalmente para los plantíos dé-
biles, para las atrasadas , para las que padecen de lo que hemos
llamado más arriba la "melaza amarilla . " Estos algodones,
después de un riego nocturno , toman más fuerza , brotan nuevas
hojas y la vegetación en general adquiere un color verde más os-
curo , denotando mayor vigor. El riego de noche es también un
modo eficaz de combatir la "chupadera" y toda clase de gusanos
Canal de irrigación de la Chira y campiña de Catacaos, de reciente formación

Hacienda "Zárate".- Pisco


55 -

ó insectos , pues como se ha dicho ya , después de uno de estos rie-


gos se encuentra, á la mañana siguiente, en el desagüe de los sur-
cos, una gran cantidad de cadáveres de insectos y gusanos.
El algodón egipto, que en Lima es bienal, vive en este valle
varios años dando buena cosecha ; así vemos que mnchos po-
treros tienen algodones de 3, 4 y hasta 5 años.
El primer añc el algodón suele sembrarse con menestras, y se
acostumbra aporcar cuando la planta tiene un poco más de un
pié de altura, empleándose para este trabajo á los bueyes, sin que
se haya pensado todavía en utilizar mulas.
Llámase planta en este valle, como en muchos otros, al algo-
dón del primer año ; primer chapodo al de dos años ; segundo cha-
podo al de tres y tercer chapodo al de cuatro años; á veces hay
algodones de cuarto chapodo .
Mientras el algodón del país dá su cosecha cada año en las
mismas ramas , el algodón egipto se poda anualmente lo más cer-
ca posible del suelo , de manera que la vegetación de cada año
procede de un brote nuevo. El surco se trabaja con arado, se qui-
ta las malas hierbas y se vuelve á aporcar, anualmente también .
Aparte de la "melaza amarilla . " de la que nos hemos ocupa-
do antes, el algodón padece tambien de la "melaza negra, " que se
manifiesta por manchas, y se desarrolla particularmente en los
contornos de los potreros y cerca de las acequias. Esta melaza
negra no es otra cosa que una "fumagina" debida á un pulgón,
que según hemos observado, se desarrolla en gran número en los
carrizos y cañas que crecen á lo largo de las acequias .
Estas plantas son , pues, las atacadas directamente por la fu-
magina y las que sirven de intermediarias para el desarrollo de di-
cha enfermedad en el algodón ; de modo que si los estragos de la
"melaza negra" adquiriesen mayor importancia, sería preciso
destruir la vegetación que abriga el pulgón mencionado.
A pesar de haber constatado estas dos enfermedades, debemos
decir que el estado general de los algodoneros que hemos visitado
en el valle de Pisco es completamente satisfactorio y permite es-
perar fuertes cosechas .

Entre todos los algodonales de una hacienda , es decir entre


los de 1 , 2 , 3 y 4 años , la cosecha es frecuentemente de 500 arro .
bas de 25 libras de algodón con pepita; pues aunque á veces la
cosecha del primer año llega hasta 800 y 1,000 arrobas, el tér-
mino medio se rebaja por la cosecha de los años siguientes : 300 á
400 arrobas en el segundo año ; 250 á 300 en el tercero y cuarto
años.

500 arrobas representan 125 qq . de algodón en lana ; pero co-


mo este da sólo 30 % de fibras, aproximadamente , la cosecha me-
dia equivale á 37 ½ qq . de algodón por fanegada .
Hasta ahora en el valle de Pisco no se ha empleado los gua-
nos ni ninguna otra clase de abonos , salvo uno que otro ensayo,
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- 56

como los hechos en la hacienda "Zárate" por el señor Barrene-


chea, quien nos mostró pequeñas extensiones de terreno abona-
das y vecinas á otras no abonadas que nos sirvieron de punto de
comparación para comprobar que no había ninguna diferencia en
la vegetación . Y la razón es clara: abandonado durante mucho
tiempo, este valle cuenta todavía con terrenos descansados y ri-
cos, para los que no ha llegado todavía la necesidad de los abo-
nos.
La producción anual del valle de Pisco es actualmente de
25.000 qq . de algodón egipto , cantidad que es todavía suscepti
ble de aumento considerable.
Existen varias oficinas para desmotar algodón, unas por
cuenta de las haciendas y otras por cuenta de diversas casas
compradoras. Hemos visitado tambien dos fábricas de aceite de
pepita .
!
H
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1
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CABOTAJE (NATOS DE LAS ADUANAS ) -EMBARQUE DE ALGODÓN POR


LOS PUERTOS Y AÑOS QUE SE INDICAN

AÑOS

PUERTOS
1900 1903

Kilos Kilos

Tumbes... 2,804
Paita ..... 15,421 8,775
Eten ..... 24 3,513
Pacasmayo.. 140
Salaverry 4,913
Santa ..... 21,506
Huacho .... 66,119 55,390
Chancay... 171,207 54,466
Cerro Azul .. 111,279 403,335
Tambo de Mora .... 271,954 687,750
Pisco ........ 462,752 144,959
Lomas... 31,920 1,390
Buena Vista .. 1.794 460

Kilos ........ 1.135,174 1.386,593

(No hay datos por 1901 y 1902. )


-Para dar una idea de la importancia de la industria de te-
jidos de algodón en el país, vamos á consignar algunos datos to-
mados de la Reseña Industrial publicada por el Ministerio de Fo-
mento en 1902 ,
Las fábricas de tejidos de algodón son las siguientes :
La Peruvian Cotton M. C. "Vitarte" (cerca de Li
ma) con ............ 290 telares
La fábrica nacional de tejidos " La Victoria" ( Lima ) 205
La fábrica de tejidos " La Providencia". 120
"" "El Progreso " . 80
99 99 "San Jacinto". 60
"" 99 de Andrés Malatesta ... ( Ica) 84 99
"" de Forga é hijos ....... ( Arequipa ) 176
-En 1902 , la cantidad de algodón trabajada en estas fábri-
cas fué de 1.600,000 kgrs; en 1903 de 2.000,000 , en 1904 de
2.350,000, en 1905 1.204,278 y en 1906 2.191,977.
Actualmente, el valor de la cosecha anual del Perú pasa de
£ 600,000.
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3 0000 067 632 475

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