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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES


CURSO DE TEORÍA GENERAL DEL PROCESO
DOCENTE HÉCTOR QUIROGA CUBILLOS
PRIMER TRABAJO DE EVALUACIÓN2022-2

Estudiante: Patricia Elena Martínez Alarcón

EL EXCESO DE FORMALISMO LLEVA A EL EXCESO RITUAL MANIFIESTO, QUE


PONE EN RIESGO EL ACCESO EFECTIVO A LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

El acceso efectivo a la administración de justicia visto desde la Constitución política, articulo


229, es un derecho fundamental y un derecho de garantía en sí mismo, pero el exceso de
formalismo lo pone en riesgo, es por ello que mediante este escrito lo que se busca es poner de
presente como es que esto sucede y por qué ello es tan preocupante para el proceso judicial. Para
ello es importante exponer el concepto del exceso ritual manifiesto y cuando se configura, la
importancia del acceso efectivo a la justicia sobre todo de la importancia de la preponderancia de
la justicia material sobre la formal y el gran papel que juegan los jueces en todo esto.

Ahora bien, iniciando con el desarrollo del texto el primer paso es poner de presente cual es el
concepto de exceso ritual manifiesto, para ello acudo a el concepto dado por la Corte
Constitucional sobre el mimo, la corte ha señalado que este es el excesivo apago a las reglas
procesales, es decir al derecho procesal, por parte del funcionario judicial que genera que se
obstaculice la materialización de derechos sustanciales y de esta manera se adoptan decisiones
desproporcionadas las cuales que a su vez son manifiestamente incompatibles con el
ordenamiento jurídico (Corte Constitucional, Sentencia SU-061 de 2018). Lo anterior se traduce
en que el defecto procedimental por exceso ritual manifiesto se configura cuando las normas
procedimentales se fundan en miras de obstaculizar la protección del derecho sustancial y no un
medio para lograr dicha protección, lo cual se presenta debido al extremo rigor en la aplicación
de las normas procesales y la renuncia a la verdad jurídica que se puede evidenciar a partir de los
hechos y las pruebas (Corte Constitucional, Sentencia SU-573 de 2017).

Habiendo poniendo de presente lo anterior, es preciso hablar ahora sobre el acceso efectivo a la
justicia con un poco más de profundidad que lo señalado en las primeras líneas del presente
texto, más exactamente sobre la importancia del mismo, y es que Colombia al estar organizada
bajo la forma de Estado Social de Derecho tiene que el acceso a la justicia es un principio básico,
además de estar consagrado expresamente en la Constitución política, y es que sin el acceso a la
administración de justica las personas no podrían hacer oír su voz, ejercer sus derechos,
reclamarlos y hacerlos valer de forma justa y equitativa frente a la ley o hacer que los encargados
de tomar decisiones rindan cuentas sobre las mismas, entre otros.

A lo anterior se puede agregar que, siendo el acceso a la justica un derecho fundamental se debe
poner de presente que este debe estar orientado hacia la búsqueda de la justicia material, en
donde desde lo consagrado en el artículo 228 de la Constitución Política, debe prevalecer el
derecho sustancial, con lo cual se busca que a cusa del exceso de formalismo el juez no emita
decisiones contrarias a la realidad frente a asuntos de su competencia.

Pero aun con todo lo anterior hay ocasiones en que los jueces se pasan por alto o le restan
importancia a la garantía de los derechos de las partes en los procesos juridiciales poniendo por
encima de estos las normas procedimentales, en donde se sacrifica la justicia material en razón
de preponderar un formalismo no esencial, configurando un exceso de ritual manifiesto, puesto
que lo que estaría haciendo el juez es una aplicación mecánica de las normas procedimentales
alejándose y desconociendo la realidad tanto material como la verdad judicial.

Ya teniendo de presente que la justicia material debe prevalecer sobre la formal, es decir que se
debe privilegiar la búsqueda de la verdad y los derechos sustanciales. Hay que agregar que la
justicia material en estricto sentido hace referencia a que el operador jurídico vaya más hay de la
simple aplicación mecánica del derecho procesal, puesto que lo que se busca es que el juez
aplique justicia basada y fundamentada en los principios y valores constitucionales y legales, es
por ello que se puede decir que el exceso ritual manifiesto genera que en la resolución de los
procesos el juez prefiera la aplicación rigurosa o exegética de la norma procesal y termine por
reconocer la aplicación del derecho y la justicia en el contexto real del proceso.

Y es que desde todo lo señalado anteriormente se puede apreciar a que todo depende en gran
parte de que es lo que el juez quiere, ya que el juez al ser una persona no puede ser
completamente objetivo sobre los casos que falla, y justamente su interpretación y aplicación e
interpretación de las normas en general, pero en este caso las procesales se verán de cierta forma
viciadas por cual es la intención del juez, ya que es posible de que este con este actuar lo que
busque es beneficiar a alguna de las partes.

Debido en parte a lo anterior es que la Corte Constitucional al referirse a la justicia material ha


señalado que no se puede considerar como válida la aplicación el derecho procesal, cuando al
hacerlo este a su vez resulta en un obstáculo para el reconocimiento de un derecho sustancial, lo
cual se traduce en la aplicación del principio de prevalencia de la justicia material (Acosta,
2020).

Siguiendo la línea del exceso ritual manifiesto que hay que tener presente la sentencia T-428 de
2012, la cual precisa los casos en los cuales el juez puede caer en un exceso ritual manifiesto
dentro del proceso judicial, aterrizando esto al tema probatorio, que es el escenario en donde el
juez puede tener cierta preponderancia a incurrir en exceso ritual manifiesto, y desde lo señalado
es esta sentencia se tiene que en la valoración de las pruebas el juez no puede incurrir en exceso
ritual manifiesto.

Lo que se señala anteriormente evidencia de que efectivamente las altas cortes han notado lo
contraproducente del exceso ritual manifiesto

Apuntes varios:
El exceso ritual manifiesto en procesos judiciales desde la perspectiva de la jurisprudencia de la Corte
Constitucional.

Ahora bien, teniendo en cuenta que la justicia material debe prevalecer sobre la formal, esto quiere

decir que la correcta administración de justicia debe privilegiar los derechos sustanciales y la

búsqueda de la verdad en el proceso (Botero, 2002). En ese sentido, al momento de valorar las

pruebas no les es permitido a los jueces incurrir en exceso ritual manifiesto, o en una falta de

valoración de las pruebas de acuerdo a la Sentencia T-428 de 2012, En esa medida y considerando

la importancia de la Sentencia en la que se expone una línea jurisprudencial precisa sobre los casos

en los cuales el Juez puede caer en un exceso ritual manifiesto dentro de un proceso judicial.

, que la justicia material se refiere en estricto sentido a que el operador jurídico vaya más allá de la
aplicación mecánica de los procedimientos, y que más allá de lo anterior, el juez realice una aplicación
de justicia fundamentada en los principios y valores constitucionales y legales. Por lo tanto, como lo
indica Higuera (2019) el exceso ritual manifiesto, trae como consecuencia que dentro de la resolución de
los hechos objeto de controversia el juez privilegie la aplicación de la justicia formal sobre la justicia
material, lo que quiere decir que se aplica de forma tan rigurosa la norma procedimental que se termina
desconociendo la aplicación del derecho y la justicia en el contexto real del proceso.

Frente al concepto del exceso ritual manifiesto, la Corte Constitucional ha definido el mismo de la
siguiente manera: El apego estricto a las reglas procesales que obstaculizan la materialización de los
derechos sustanciales, la búsqueda de la verdad y la adopción de decisiones judiciales justas. En otras
palabras, por la ciega obediencia al derecho procesal, el funcionario judicial abandona su rol como
garante de la normatividad sustancial, para adoptar decisiones desproporcionadas y manifiestamente
incompatibles con el ordenamiento jurídico. Bajo este supuesto, la validez de la decisión adoptada
judicialmente no solo se determina por el cumplimiento estricto de las reglas procesales, sino que
además depende de la protección de los derechos sustanciales (Corte Constitucional, Sentencia SU-061
de 2018).

La Corte Constitucional, al referirse a la Justicia formal ha indicado que no puede considerarse como
válida la aplicación del derecho procesal, cuando el mismo resulte un obstáculo para el reconocimiento
de un derecho sustancial, esto es concretamente la aplicación del principio de prevalencia de justicia
material,

Sentencia SU573/17

El defecto procedimental por exceso ritual manifiesto se genera cuando las normas procedimentales se
erigen como un obstáculo para la protección del derecho sustancial y no en un medio para lograrlo.
Puede presentarse por extremo rigor en la aplicación de las normas procesales y la renuncia consciente
a la verdad jurídica objetiva evidente en los hechos. Los lineamientos de la ley no eximen la
responsabilidad de valorar los elementos probatorios en conjunto, en procura de lograr la verdad
material, lo contrario puede implicar fallos desproporcionados e incompatibles con los postulados
constitucionales e, incluso, legales.

A la vez que se incurre en un exceso ritual manifiesto, se puede incurrir en un defecto sustantivo y
fáctico cuando, por ejemplo, por la imposición de requisitos adicionales a los señalados en la ley o la
sujeción arbitraria y caprichosa del juez al procedimiento, en contravía del derecho sustancial, se
desconocen los elementos probatorios aportados al proceso, a pesar de que estos tengan la entidad
suficiente para acreditar los hechos objeto de controversia. Las reglas procesales no pueden leerse con
tal rigor que se sacrifique la garantía y protección de los derechos fundamentales.

El defecto sustantivo se configura cuando el juez “en ejercicio de su autonomía e independencia,


desborda la Constitución o la ley en desconocimiento de los principios, derechos y deberes superiores”.
Lo cual puede ocurrir, entre otros, por la errónea interpretación o aplicación de la norma. Como puede
suceder, por ejemplo, cuando se desborda el contenido de la norma y se imponen mayores barreras a
las exigidas por el legislador para conceder el derecho o se desconocen normas que debían aplicarse.

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