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INTRODUCCION

Es una colección de escritos antiguos que contienen registros de los tratos y


las instrucciones de Dios para con Sus hijos. La palabra Biblia es de origen
griego y significa “los libros”. Aunque a menudo pensamos en la Santa Biblia
como un solo libro, en realidad es una biblioteca divina encuadernada en un
solo volumen.
La Biblia se erige como testigo del amor eterno de Dios por Sus hijos y como
testimonio de que Jesucristo es el Salvador del mundo; de hecho, Él es el único
medio por el que se logra la vida eterna y la salvación.
La Biblia se compone de 66 libros y se divide en dos partes: el Antiguo
Testamento (39 libros) y el Nuevo Testamento (27 libros). Sus autores
provienen de una variedad de orígenes, pero todos deseaban compartir el plan
de Dios para la redención de Sus hijos. Ese plan se centra en Jesucristo, el
Mesías, de quien tanto los escritores del Antiguo como del Nuevo Testamento
testificaron.
El Antiguo Testamento fue escrito casi en su totalidad en hebreo y se compone
de los libros que fueron aceptados como Escritura por los judíos en la Tierra
Santa en la época del ministerio terrenal de Cristo. Esos escritos inspirados
incluyen una historia del pueblo escogido de Dios, desde Adán hasta
aproximadamente 400 años antes del nacimiento del Mesías en Belén. El
Nuevo Testamento fue escrito en su mayoría en griego y se compone de
escritos que establecen un registro de la vida de Jesucristo y Sus enseñanzas.
También contiene instrucciones de los profetas y apóstoles a los miembros de
la Iglesia después de la resurrección del Salvador.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días afirma: “Creemos
que la Biblia es la palabra de Dios hasta donde esté traducida correctamente”
(AdeF 1:8). En esta edición especial se encuentran ayudas para el estudio
inspiradas, como notas al pie de página, encabezamientos de capítulos,
pasajes correlacionados con la Guía para el Estudio de las Escrituras,
selecciones de la Traducción de José Smith de la Biblia en inglés, así como
mapas y fotografías de lugares de las Escrituras.
Estas ayudas para el estudio de las Escrituras le serán útiles para obtener una
mayor comprensión de la plenitud del evangelio sempiterno de Jesucristo. Las
notas al pie de página le indican las referencias a pasajes de las Escrituras en
la Biblia, el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio,
que constituyen los libros canónicos de la Iglesia. La Biblia y las Escrituras de
los últimos días “crecerán juntamente” (2 Ne. 3:12) y “serán uno solo en tu
mano” (Ezeq. 37:17) para declarar al unísono la realidad viviente de Dios, el
Padre Eterno y de Su Hijo Jesucristo.
EL PADRE NUESTRO
Se dirige a Dios con alabanza y adoración. Comenzar con la alabanza y
proclamar la verdad de quién es Dios antes que cualquier otra cosa pone de
relieve la importancia de quién es Dios. Bíblicamente, suele ser cierto que lo
que va primero es lo más importante. Antes de hablar de nosotros mismos y de
nuestras necesidades, alabamos a Dios, y lo hacemos con reverencia. La
forma en que nombramos y honramos a Dios en el Padrenuestro nos dice
cuatro cosas importantes sobre Dios.
Nuestro
La primera palabra del Padre Nuestro nos recuerda que no somos individuos
que rezan solos, como si pretendieran que Dios sea único para nosotros.
Formamos parte de una comunidad mayor, el cuerpo de Cristo, que se dirige al
Dios que primero nos alcanzó, al Dios que nos hizo pueblo (1 Pedro 2:10).
Padre
Nombramos a Dios como Padre porque también conocemos a Jesucristo como
Hijo. Al nombrar a Dios como su padre, Jesús revela la relación familiar y la
intimidad que forma parte de la propia vida de Dios (Padre, Hijo, Espíritu), que
es trinitaria y relacional. Dirigirse a Dios como Padre no es decir que Dios sea
inherente o exclusivamente masculino. Los cristianos siempre han creído que
Dios es más grande que cualquier concepción humana de género. Dios Padre
es Dios Creador, que dio origen al mundo. Dios Padre es Dios Creador.
En el cielo
¿Dónde está Dios? El Padre Nuestro sitúa a Dios en el cielo, un reino que está
más allá de la tierra y sus fronteras, más allá de nuestros países y nuestros
santuarios. Nombramos adecuadamente que Dios no es de esta tierra, porque
el mundo no puede contener a Dios. A Dios no se le puede hacer pequeño, ni
domesticar, ni domesticar.
Santificado sea tu nombre
Santificado no es una palabra que usemos muy a menudo. Significa santo,
honrado, muy venerado. Así que si quieres decir: "Santo es tu nombre", eso
también sería aceptable. Dios es santo y está por encima de todos los demás
nombres o seres. Nombrar a Dios como santo lo aparta de nosotros y nos
humilla.

ARMADURA DE DIOS
Las Escrituras enseñan que debemos ponernos “toda la armadura” de Dios
(véanse Efesios 6:11–18 y D. y C. 27:15–18). Estudiar las Escrituras y orar es
como ponernos una armadura que nos mantiene a salvo.
¿Qué puedes hacer cada día para mantener tu espíritu a salvo y feliz?
El yelmo de la salvación
El yelmo protege la cabeza. Mantenemos nuestra mente a salvo cuando
seguimos a Jesús y hacemos lo que Él desea que hagamos.
El escudo de la fe
La fe en Jesucristo es como un escudo de protección. Cuando creemos en
Jesús y tratamos de ser como Él, podemos tomar buenas decisiones, aunque
las cosas sean difíciles.
El cinturón de la verdad
Un ceñidor es un cinturón que se usa para proteger el cuerpo del soldado.
Saber la verdad nos protege. El Evangelio es verdadero, y vivir el Evangelio
nos hace fuertes.
La coraza de la rectitud
La coraza protege el corazón. Cuando amamos a Dios con todo el corazón,
procuramos guardar Sus mandamientos. Cuando hacemos lo correcto, somos
bendecidos.
El calzado de la preparación de la paz
El calzado protege los pies. Tratamos de seguir los pasos de Jesucristo para
poder vivir con Él algún día.
La espada del Espíritu
La espada ayuda a luchar contra el mal. El Espíritu nos ayuda cuando nos
enfrentamos a cosas malas o difíciles. Escuchar al Espíritu nos ayuda a
mantenernos a salvo.
JUAN (3)
Jesús dice a Nicodemo que los hombres deben nacer de nuevo — De tal
manera amó Dios al mundo que dio a Su Hijo Unigénito para salvar a los
hombres — Juan el Bautista testifica que todo aquel que cree en el Hijo tiene
vida eterna.
1 Y había un hombre de los fariseos que se llamaba a Nicodemo, un principal
entre los judíos.
2 Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que eres maestro que ha
venido de Dios, porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces si no
está a Dios con él.
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo que el que no a naciere
de nuevo no puede ver el reino de Dios.
4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿Acaso
puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no a naciere de agua
y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,
espíritu es.
7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
8 El aviento sopla por donde quiere, y oyes su sonido; pero no sabes de dónde
viene ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?
10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel y no sabes esto?
11 De cierto, de cierto te digo que de lo que sabemos, hablamos, y de lo que
hemos visto, testificamos; pero no recibís nuestro testimonio.
12 Si os he dicho cosas terrenales y no creéis, ¿cómo creeréis si os digo las
celestiales?
13 Y nadie ha subido al cielo sino el que descendió del cielo, el hijo del Hombre
que está en el cielo.
14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el
Hijo del Hombre sea levantado,
15 para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.
16 Porque de tal manera amó a Dios al mundo que ha dado a su Hijo
Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida
eterna.
17 Porque no a envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por él.
18 El que en él cree no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido
condenado, porque no ha creído en el a nombre del unigénito Hijo de Dios.
19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, pero los hombres
amaron más las tinieblas que la luz, porque sus cobras eran malas.
20 Pues todo aquel que hace lo malo aborrece la luz y no viene a la luz, para
que sus obras no sean reprendidas.
21 Pero el que vive conforme a la verdad viene a la luz, para que se ponga de
manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
22 Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea; y
estaba allí con ellos y a bautizaba.
23 Y Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas
aguas; y venían y eran bautizados,
24 porque Juan aún no había sido puesto en la cárcel.
25 Entonces hubo una discusión entre los discípulos de Juan y los judíos
acerca de la purificación.
26 Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, el que estaba contigo al otro lado del
Jordán, del que tú diste testimonio, he aquí bautiza, ay todos van a él.
27 Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada si no le fuere dado
del cielo.
28 Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que
he sido enviado delante de él.
29 El que tiene a la novia es el novio; mas el amigo del novio, que está de pie y
le oye, se goza grandemente de la voz del novio; así pues, este, mi gozo, ha
sido cumplido.
30 Es necesario que él crezca, y que yo mengüe.
31 El que viene de arriba está sobre todos; el que es de la tierra es terrenal y
habla cosas terrenales; el que viene del cielo está sobre todos.
32 Y testifica de lo que vio y oyó, pero nadie recibe su testimonio.
33 El que ha recibido su testimonio atestigua que Dios es veraz.
34 Porque el que Dios envió habla las palabras de Dios, pues Dios no da el
Espíritu por medida.
35 El Padre ama al Hijo y ha puesto todas las cosas en sus manos.
36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no cree en el Hijo no
verá la vida, sino que la dirá de Dios está sobre él.
HISTORIA DE LA MUJER SAMARITANA
JESÚS se ha detenido a descansar cerca de un pozo en Samaria. Sus
discípulos se han ido al pueblo a comprar alimentos. La mujer con quien Jesús
habla ha venido a sacar agua. Él le dice: ‘Dame de beber.’
Esto sorprende mucho a la mujer. ¿Sabes por qué? Jesús es judío, y ella es
samaritana. Y a la mayoría de los judíos les desagradan los samaritanos. ¡Ni
les hablan! Pero Jesús ama a gente de toda clase. Él le dice: ‘Si supieras quién
te pide de beber, tú le pedirías, y él te daría agua que da vida.’
‘Señor,’ dice la mujer, ‘¡dame esta agua! Entonces no tendré sed nunca más. Y
jamás tendré que venir aquí para conseguir agua.’
La mujer cree que Jesús está hablando de agua verdadera. Pero él está
hablando sobre la verdad acerca de Dios y su reino, que es como agua que da
vida. Puede dar vida eterna.
Jesús ahora le dice a la mujer: ‘Ve y llama a tu esposo y vuelve acá.’
‘Yo no tengo esposo,’ dice ella.
‘Contestaste bien,’ dice Jesús, ‘Pero has tenido cinco esposos, y el hombre con
el cual estás viviendo ahora no es tu esposo.’
La mujer se sorprende, porque todo esto es verdad. ¿Cómo sabía estas cosas
Jesús? Sí, es porque Jesús es el Prometido dado por Dios, enviado por él, y
Dios le da esta información. Ahora los discípulos de Jesús regresan, y les
sorprende que él esté hablando con una samaritana.
¿Qué aprendemos de todo esto? Que Jesús es bondadoso con gente de toda
raza. Nosotros debemos ser así; no debemos pensar que alguien sea malo
solo por su raza. Jesús quiere que toda la gente conozca la verdad que lleva a
vida eterna. Y nosotros debemos querer ayudar a la gente a aprenderla.
LA DIVISION DEL REINO
Recordemos que el Reino fue iniciado con Saúl, quien unificó el Reino; luego
vino David, quien lo expandió a través de conquistas.
Luego vino Salomón, que construyó cosas muy importantes, principalmente el
Templo. Pero las construcciones las hizo financiándolas con impuestos al
pueblo, tomó sus tierras y usó a sus hijos.
¿A qué recuerda este problema que se presenta con Salomón?
Esto fue lo que profetizó Samuel cuando Israel pidió un rey:
1ª Sam 8, 11-18
"11. Les dijo: «Miren lo que les va a exigir su rey: les tomará a sus hijos y los
destinará a su carro y a sus caballos, o también los hará correr delante de su
propio carro;
12. los empleará como jefes de mil y como jefes de cincuenta; los hará labrar y
cosechar sus tierras; los hará fabricar sus armas y los aperos de sus caballos;
13. les tomará sus hijas para peluqueras, cocineras y panaderas;
14. a ustedes les tomará sus campos, sus viñas y sus mejores olivares y se los
dará a sus oficiales;
15. les tomará la décima parte de sus sembrados y de sus viñas para sus
funcionarios y servidores;
16. les tomará sus sirvientes, sus mejores bueyes y burros y los hará trabajar
para él,
17. a ustedes les sacará la décima parte de sus rebaños y ustedes mismos
serán sus esclavos.
18. Ese día se lamentarán del rey que hayan elegido, pero Yavé ya no les
responderá.»"
Salomón termina su reinado muy mal, pues, aunque fue un hombre de
sabiduría excepcional, hacia el final se convirtió en idólatra.
¿Qué hace Yavé con Salomón?
Entonces Yavé dijo a Salomón: «No has guardado mi Alianza, ni los preceptos
que te había ordenado. Por esto te quitaré una parte de tu reino y se la daré a
un servidor tuyo. Sólo que, en atención a David, tu padre, no te lo quitaré
mientras tú vivas, sino que lo arrancaré de manos de tu hijo. Además no le
quitaré todo el reino, sino que le dejaré una tribu en atención a David, mi siervo,
y a Jerusalén, la ciudad que elegí para mí.» (1ª Rey 11, 11-13)
4. ¿Cómo leer este período de la Biblia que trata de la División del Reino?
Este es el período más oscuro de la historia de Israel, por lo que significa que
el Reino se divida, pero también se torna oscuro y confuso para el lector de la
Biblia.
Hasta ahora la narración de la historia ha sido directa en una sola línea. Pero a
partir de este momento se divide la narración y hay una doble narración. La
Biblia comienza a hablarnos del Reino del Norte y del Reino del Sur.
CONCLUSION

 Dios es ciertamente nuestro Creador Muchos piensan que el “nuestro”


se refiere a que es Padre de todos nosotros. Y eso es cierto, pero lo más
importante es que Jesucristo, sin nosotros merecerlo, comparte SU
PADRE con todos nosotros. El hubiera podido componer esa oración
para que la oráramos así: Padre de Jesús, que estás en el Cielo. Pero
no, El quiso darnos a Su Padre para que fuera Padre Nuestro también.
 Me parece que el pasaje transmite una idea que es clave, y que como
cristianos muchas veces olvidamos o dejamos guardado en el cajón, tal
vez por miedo, tal vez por dudas, o por el motivo que sea. Dice el
versículo 12 que "nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra
poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este
mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones
celestiales". El texto habla por sí mismo, pero vamos a verlo un poco
más de cerca. Dice que "nuestra lucha no es contra seres humanos".
Primer punto: dice que hay una lucha. Nosotros peleamos. Y podríamos
decir bueno, por supuesto, de vez en cuando peleamos, nos enojamos
con gente, y todo eso. Pero Pablo está yendo un poco más allá. El ser
humano está separado de Dios desde que nace. Ahora, tanto esta
separación como la reunión con él al recibir a Cristo tienen lugar en un
nivel de la vida que no llegamos a ver. Podríamos decir que es algo
espiritual. O sea que existe un mundo espiritual, digamos, la parte
invisible de la creación.
 Asimismo también hemos visto en cuento al REINO DE DIOS llegue la
conclusión que en el mundo existen gran cantidad de seres vivos,
algunos que ni siquiera conocemos, pero gracias a que han sido
clasificados en sus diferentes reinos biologicos, se nos hace posible
identificar nuevas especies, y catalogar sus características. Es
importante reconocer cada uno de los cinco reinos biologicos y si
es posible observar detenidamente las grandes maravillas que nos
rodean. Muchas veces, las personas se centran únicamente en dos
reinos, el plantea y el animalia, y cometen el error de creer que todos
los seres vivos se encuentran agrupados en alguno de estos dos, por
eso es de gran relevancia aprender y reconocer toda la clasificación de
las especies vivas del planeta.

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