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Narciso y los jueces

Plácido FERNANDEZ-VIAGAS BARTOLOME

Muy recientemente en entrevista concedida al fanática al éxito personal, al dinero y al consumo.


diario francés Le Fígaro, Dominique Commaret, La dolencia cultural que padecemos desde enton-
avocat général ala Cour de cassation, señalaba ces es el narcisismo"2 El mundo se ha llenado de
que "la crisis de legitimidad que atraviesa el Estado "Narcisos". Bien es verdad que en una sociedad di-
no excluye a la institución judicial. La opinión públi- rigida a la búsqueda del placer y de la felicidad per-
ca saluda el coraje y la acción de los magistrados sonal, como la nuestra, ese fenómeno afectará es-
para hacer desaparecer inmunidades y privilegios pecialmente a los individuos más expuestos a la
pero teme igualmente un "gobierno de los jueces". mirada del otro, "vedettes", protagonistas de un jue-
La justicia está en plena mutación y la acción de los go destinado a seducir y a ser seducido.
jueces alcanza todos los dominios. El desarrollo de La seducción es un fenómeno señaladamente co-
sus poderes exorbitantes no carece de riesgos, y yuntural. Cada momento histórico modifica sus mo-
de tentaciones entre los cuales el corporativismo, la delos. Lo que ayer resultó atractivo, no lo es hoy.
demagogia o el "vedettariat".' Peligrosa tentación Los titulares de poder, por ejemplo, poseyeron
esta última, ciertamente. Las "vedettes" resulta siempre el carisma necesario para ser admirados,
atractivas, excitantes incluso, pero también causan también temidos, por sus contemporáneos. Sin em-
problemas. Para conocer alguno de ellos, bastaría bargo, en el Occidente desarrollado, han dejado de
con aproximamos a la mitología. tenerlo, entre otras razones, porque han sido des-
Así, la griega nos cuenta que habiendo llegado un mitificados pues ya no hay espacios reservados al
día Narciso, célebre por su belleza, al borde de una secreto. Todo es público. Han perdido así todo el
fuente contempló su propia imagen y quedó pren- prestigio que proporcionaba la oscuridad. El juego
dado de sí mismo. Enloquecido, al no poder alcan- combinado de odio y atracción reforzaba los meca-
zar el objeto de su pasión, se fue consumiendo de nismos morbosos de la seducción. Ahora, sin em-
inanición y melancolía hasta quedar transformado bargo, el control de la ciudadanía les ha hecho de-
en la flor que en adelante se llamó narciso. De ahí masiado conocidos, vulgares incluso. Son iguales
ha permanecido, no sólo para la literatura sino tam- que nosotros, con los mismos defectos. No propor-
bién para la psicología y la ciencia en general, un ciona ninguna seguridad colocarse a su sombra.
nombre: el narcisismo. Como nos explicaría cual- Hay alguien, sin embargo, que ha adquirido una
quier enciclopedia, se trata de una canalización de sorprendente valoración: el juez. Es algo paradóji-
los afectos y emotividad hacia la propia persona. En co. El Poder Judicial nació para ser invisible y casi
el proceso sicoevolutivo del individuo, el narcisismo nulo. Era invisible porque era una simple máquina,
alcanza su máxima plenitud en la etapa infantil carente de rasgos. Lo que hacía era aplicar la
cuando el niño todavía no ha detectado el mundo norma al caso concreto, una función de mera eje-
exterior, y la preferencia por su yo es exclusiva. Con cución. Si cada supuesto de la realidad tenía su
el descubrimiento del otro, el individuo se abre a adecuada respuesta en la ley, bastaría con la es-
otras posibilidades afectivas y sexuales, madura. tructura matemática de un buen ordenador ... Es
Existe el riesgo, sin embargo, de que la tendencia cierto que pronto se puso de manifiesto que el
perviva como desviación patológica, y la sexualidad sistema jurídico era algo suficientemente complejo
del sujeto quede reducida a la propia persona. como para necesitar una ardua labor de interpre-
Es interesante tener en cuenta, además, que las tación. Aun así, el dueño de la norma seguía sien-
alteraciones de la vida del espíritu muchas veces do el legislador. La labor del juez consistía en es-
no son individuales. Pueden llegar a afectar en for- crutar sus designios. Es verdad también que, a lo
ma colectiva a generaciones enteras. Como ha ex- largo del tiempo, fue poniéndose de manifiesto la
puesto Luis Rojas Marcos, "cada era produce su importancia de la sabiduría, rectitud, y bondad de
forma única y peculiar de patología psicosocial. El los funcionarios judiciales, notas indudablemente
mal de una época suele manifestarse en la expre- personalizadoras. Pero se trataba simplemente de
sión exagerada de los rasgos del carácter de los méritos necesarios para acceder a la función y
hombres y mujeres que forman la sociedad del valorables por un mercado reducido de especia-
momento. A finales de los años sesenta comenzó a listas, o por los justiciables que querían indagar
brillar la generación del yo, la edad del culto al indi- los designios siempre inciertos de su suerte. Lo
viduo, a sus libertades y a su cuerpo; la devoción
2 Luis Rojas Marcos. "La era de la depresión". El País, miér-
coles 27 de enero de 1993. Con idéntica brillantez, continúa
1 "La crise de légitimité que traverse l'Etat n'epargne pas I'ins- añadiendo que es cierto, según dan a entender estudios recien-
titution judiciaire. Ainsi, I'opinion publique salue-t-elle le courage tes, que la comunidad de Occidente está siendo invadida ahora
et I'action des magistrats pour faire disparaitre imnunités et pri- por un nuevo mal colectivo: la depresión, Tendría su lógica, "la
vileges mais craint-elle également un "gouvemement des juges". caída del pedestal intocable de la prepotencia narcisista produce
La justice est en pleine mutation et I'action du juge porte sur tous salpicaduras depresivas y angustiantes ... Un estado de animo
les domaines. Le développement de ses pouvoirs "exorbitants" colectivo, cargado de dudas y desasosiegos, quizá sea el peaje
ne va pas sans risques. Et san s tentations parmi les quelles ce- obligatorio que tengamos que pagar por evolucionar, por cono-
lIes du corporatisme, du vedettariat ou de la démagogie". Le Fí- cemos mejor, por sentimos más humanos y, en definitiva, por
garo, 23 octobre 1989. ponemos al día",

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esencial era que la voluntad del juez no podía su- dividuales implícitos en el texto de la Constitución6 y
plantar la de la Ley, para evitarlo era mejor que no que protejan tales derechos, incluso contra la vo-
saliera a la luz. luntad de la mayoría, mediante el mecanismo del
Las cosas han cambiado completamente. Es control de la constitucionalidad"7. Realmente, este
cierto que de una manera paulatina. Y ello a virtud "higher law" , situado por encima del ordenamiento
de un proceso que encuentra su inicio en los Esta- positivo, fue históricamente utilizado por los colonos
dos Unidos de Norteamérica. Allí empezó a mani- norteamericanos para defender sus derechos indi-
festarse lo que ha sido dado en llamar "judiciocra- viduales "a la vida, libertad y a la búsqueda de la
cia" o gobierno de los jueces, hasta el punto de que felicidad" frente a la corona británica, preconizando
la "Supreme Court" llegó a considerarse como una la existencia de un derecho superior al establecido.
tercera cámara de legislación. Lo que, en su mo- y cuando triunfaron, lo positivaron colocándolo en
mento, no dejó de levantar suspicacias. Es conocida el propio texto constitucional. El Derecho Natural
la protesta de Jefferson contra Marshall: "el Tribunal dejó de estar situado "más allá de las estrellas".
como instancia suprema de todas las cuestiones Pues bien, y con independencia de las obvias dife-
constitucionales significa sometemos al despotismo rencias entre los sistemas de primacía legal y los del
de una oligarquía". No obstante los temores de Je- common law, lo cierto es que la influencia de la cultu-
fferson, las construcciones jurídicas del juez Mar- ra jurídica norteamericana sobre los países de la Eu-
shall no sólo se impusieron en los Estados Unidos ropa continental8 en este punto se va a hacer evi-
sino que también han ejercido una progresiva in- dente a partir de la segunda guerra mundial9• Y no va
fluencia en el continente europe03. a ser precisamente por casualidad que la Ley Fun-
La posición norteamericana configura el texto damental de Sonn de 1949 establezca en su artículo
constitucional como un parámetro normativo supe- 1.3, encabezando el apartado a ellos destinado, que:
rior, con arreglo al cual podrá enjuiciarse la validez "los siguientes derechos fundamentales vinculan a
de las leyes del Parlamento. Allí se van a incluir los poderes ejecutivo, legislativo y judicial a título de
los llamados derechos "inviolables" o fundamen- derecho directamente aplicable"10 También el Poder
tales de la persona que, como indica Ferrajoli, Judicial debe atenerse estrictamente, no de manera
constituyen la expresión de los valores de justicia teórica o abstracta, a la regulación de tales derechos
elaborados por el iusnaturalismo racionalista, "el por el constituyente. El problema es que los derechos
principio de igualdad, el valor de la persona hu- constitucionales están siempre cargados de ideolo-
mana, los derechos civiles y políticos, y además gía. Su interpretación, por tanto, no podrá realizarse
casi todas las garantías penales y procesales de con las técnicas hermenéuticas elaboradas desde
libertad y certeza enumerados en nuestro siste- siempre en el derecho privado. Todo texto constitu-
ma"4 Todo lo esencial para el mantenimiento de cional expresa un determinado sistema de valores
una cultura jurídica de libertad se incluye en la que no puede ser reducido a reglas precisamente
Constitución, evitando el peligro de que un irres- porque su finalidad, en los orígenes del constitucio-
ponsable legislador histórico pudiera eliminar lo nalismo, no era la de normar sino la de expresar los
garantizado en el "pacto social". Como diría Madi- principios del sistema.
son, si las garantías del sistema están incluidas en Una vinculación directa a la Constitución va a lle-
el propio texto constitucional "los tribunales de var consigo, paradójicamente, una importante des·
justicia se consideraran a sí mismos, en alguna vinculación judicial, pues, tantas veces como lo
forma, como sus guardianes5. considere pertinente, podrá eludir las exigencias
Como nos indica Surt Neuborne, el derecho concretas de la norma con sólo argumentar el ca·
constitucional norteamericano lo que intenta es rácter jerárquicamente superior de la "Carta Mag-
eludir el peligro de la tiranía, o la vulneración de los na". Al tratarse de un texto político, la redacción de
sagrados derechos del hombre, "permitiendo que sus precepto resulta, con frecuencia, imprecisa y
los jueces identifiquen la existencia de derechos in- ambigua. El juez es el único que puede establecer
sus límites. Entonces, y como se ha dicho, "el juez
dejará de estar sometido a la ley, para ser la ley la
3 El fundamento de todo ello se encuentra en la sentencia
dictada en 1803 en el asunto Marbury v. Madison según la cual:
"That the people have an original right to establish, for their futu- 6 Derechos individuales contenidos en las primeras enmien-
re government, such principies, as, in their opinion, shall most das a la Constitución ratificadas el 15 de diciembre de 1791,
conduce to their own happiness is the basis on wich the whole formando lo que es conocido como su Bill of rights.
American fabric has been erected. The exercise of this original 7 Burt Neuborne. "El papel de los juristas y el imperio de la ley
right is a very great exertion; nor can it, nor ought it, to be fre- en la sociedad americana". Civitas. 1995, pág. 10.
quently repeated. The principies, therefore, so established, are 8 Véase K. Loewenstein. "Teoría de la Constitución". Ariel
deemed fundamental. And as the authority from wich they pro- 1976, pág. 316, para quien en Europa "sólo en las recientes
ceed is supreme, and can seldom act, they are designed to be Constituciones, después de la segunda guerra mundial, y en
permanent...". (Cita recogida de "The Constitutional decision of virtud del creciente interés por el derecho constitucional ameri-
John Marshall". Edited with an introduction by Joseph P. Collon. cano, el control judicial ha empezado a gozar de gran populari-
New York da Capo Press. 1969). dad".
4 Luigi Ferrajoli, en su obra "Derecho y razón" repetidamente 9 Con independencia de las aportaciones anteriores de Kelsen
citada, indica: "En particular, los derechos inviolables de la per- y su influencia sobre el sistema austriaco de jurisdicción consti-
sona, derechos personalísimos e indisponibles no son sino la tucional concentrada.
forma jurídica positiva que los derechos naturales, teorizados 10 Y ello después de haber indicado en los apartados 1 y 2
como pre o meta o suprajurídicos en los orígenes del Estado del mismo precepto que: "1.La dignidad del hombre es intangi-
moderno, han asumido con su garantía en tanto que derechos ble. Respetarle y protegerle es obligación de todos los poderes
subjetivos en las Constituciones modernas". públicos. 2. El pueblo alemán se identifica, por lo tanto, con los
5 "If they are incorporated into the Constitution, independent inviolables e inalienables derechos del hombre como funda-
Tribunals of justice will consider themselves in a peculiar manner mento de toda comunidad humana, de la paz y de la justicia en
the guardians of those rights". el mundo".

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que esté sometida al juez". En consecuencia se selecciona desde el principio lo que merece ser ob-
convierte en una instancia creadora, sale a la luz. jeto de información. Según su grado de desarrollo
Mientras la interpretación, en su sentido clásico, cultural e idiosincrasia, los "medios" le proporciona-
suponía una labor inspirada en reglas dirigidas a rán uno u otro tipo de datos, con su correspondiente
conocer lo que quería el legislador u objetivamente tratamiento. Sin embargo, la fuerza de los instru-
la voluntad de la norma, ahora el pensamiento de mentos informativos, y su internacionalización, con-
su autor va a convertirse en un simple criterio a te- diciona los propios deseos de los grupos sociales, lo
ner en cuenta, y no el más importante. que permite simplificar el material a elegir. Por regla
Todo esto, sin embargo, ha tenido una importancia general, el interés del público se centrará en temas
determinante para la superación de arcaicas con- atinentes a ocio, guerra, crimen y escándalo (en
cepciones formalistas que tanto daño causaron en la cuanto comportamiento que rompa las reglas de la
mentalidad de los juristas continentales. Pero lo comunidad). Todo lo susceptible de sorprender, de
cierto es que, con este tipo de planteamiento, el juez provocar sensaciones inusuales. Su tratamiento, en
adquiere un inmenso poder, prácticamente es el úni- cuanto se dirige a una audiencia masiva ajena en
co Poder en un mundo en el que se encuentran en principio a las dudas intelectuales que plantea el ma-
crisis las instituciones políticas clásicas. En conse- tiz, tenderá a la generalización y a la búsqueda de
cuencia, va a tener enorme interés para los "medios". sus factores más espectaculares o morbosos. La no-
En la búsqueda de la información, su actividad va a ticia es sólo tal en cuanto interesa a quien la va a
proporcionar material de primer orden. La libertad del consumir, y éste, a su vez, acomodará sus deseos a
ciudadano frente al aparato del Estado se ha ido lo que le dicten unos "medios" que normalmente pri-
consolidando a través de un proceso dirigido a la re- marán el contenido rápido y superficial que es lo que
ducción de la arbitrariedad. Solamente la autoridad mejor, o más fácilmente, se acomoda a sus técnicas.
judicial ha quedado al margen, precisamente porque La civilización "mediática" no puede vivir sin el
ha sido instituida en garantía del pacto social, cons- espectáculo. La "prensa" deja de ser el reflejo de
tituyendo el símbolo de la lucha por la sumisión a la la sociedad en la que vive. Por el contrario, la
legalidad de todos los poderes del Estado. Puede, transforma de acuerdo con sus necesidades. Vi-
por tanto con plena legitimidad y en principio sin otro vimos todavía en un mundo conceptual según el
control que el representado por el instrumento pro- cual las libertades de expresión y de información
cesal de los recursos, investigar la vida privada, de- van dirigidas a la creación de "opinión pública",
cidir sobre culpabilidad o inocencia, acordar la priva- fomentando el debate y el intercambio de los da-
ción de libertad ... Y su actuación vendrá justificada tos necesarios para la autodeterminación social.
por la necesidad de mantener el pacífico y normal de- Los instrumentos informativos cumplirían la labor
senvolvimiento de cualquier comunidad. Lo que puede de un espejo destinado a mostrar la verdadera
ocurrir, sin embargo hoy día, es que la transcendencia imagen de los actores sociales, se movería en
social de esos poderes influya esencialmente en la consecuencia en el terreno estricto de la neutrali-
imagen de sus titulares y, en consecuencia, en su dad. Deberían ser invisibles para que su objeto
comportamiento. El juez debía operar con arreglo a la pudiera contemplarse con nitidez, sin interferen-
ley y según las exigencias de su conciencia. ¿Hasta cias. Todo esto deja de tener validez desde el
qué punto no estará ahora también condicionado por momento en que la comunicación se convierte en
la repercusión de los "medios"? Si la sociedad, mer- un negocio empresarial. Necesita, por tanto, con-
ced a ellos, se hubiese convertido en un gigantesco quistar un mercado y mantenerse. Ya no basta con
teatro, los poderes del juez permitirían considerarlo transmitir información, es necesario que sea ven-
una de sus mejores "estrellas". dible. Y si no lo es, habrá que transformarla.
El rigor, la seriedad, el estudio que constituían las El problema se planteará cuando lo que merezca
notas características de la función judicial tradicio- la pena transformar sea el propio papel del juez. El
nal se van a ver desplazadas en el interés del públi- "pacto social" sólo podía mantenerse estableciendo
co por los aspectos más espectaculares de su pa- una instancia encargada de dirimir los conflictos
pel: la lucha contra el crimen, la detención de los ciudadanos. Para ello, era necesario revestirla de
delincuentes, el "juicio", el ingreso en prisión ... Y si garantías suficientes de imparcialidad, sobre todo
esto es lo que interesa, como lógica consecuencia en materia penal donde los intereses a ventilar eran
se fomentarán los jueces que se adapten mejor a esenciales. Por eso era necesario que hubiera
dicho estilo. La racionalidad se verá sustituida por la siempre "jueces en Berlín". El delincuente era el
ilusión cinematográfica. Son los gestos los que van primero que los reclamaba puesto que frente a una
a tener importancia, teniendo en cuenta, además, acusación, por muy fundada que fuere, era impres-
que a la prensa se le vende mejor la información cindible desplegar sin interferencias su derecho a la
cuanto más estereotipada y simplificada aparezca. defensa. No es posible entender la civilización occi-
Por eso a los medios de comunicación les resulta dental sin constatar que ha sido construida a través
extraordinariamente atractivo el papel del Juez. Su de un largo proceso orientado hacia el reconoci-
figura representa la vuelta a lo oculto, a la decisión miento de la dignidad del ser individual. El hombre,
personal, las terribles consecuencias de la misma, incluso el delincuente, incluso el mayor de los ase-
el miedo a lo desconocido ... Es decir, todo lo que sinos, tiene unos "derechos sagrados e inviola-
refuerza los aspectos primarios de la relación de la bles"11. Y su tutela se atribuyó históricamente al
ciudadanía con el poder.
Por otra parte, la sociedad, o quienes la dirigen, 11 Sobre ellos se edificó la Revolución americana pues, se-
gún, su Declaración de Independencia, ''todos los hombre son

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juez. En consecuencia, el órgano judicial constituye imparcialidad y legalidad que era las realmente
esencialmente un instrumento garantizador. Debía importantes en un juez.
decidir sobre culpabilidad o inocencia, oyendo pre- El deseo de triunfo personal es evidente que
viamente a las partes y, sobre todo, al acusado. No constituye una tentación permanente del espíritu
existe "juicio" sin "audiencia". humano y, por tanto, también de los jueces. Sin em-
El juez no ha sido creado para eliminar a los cri- bargo, hasta ahora, cuando la vanidad de éstos
minales, por tanto. Esa es una tarea que incumbe a quería manifestarse al exterior lo hacía mediante la
la comunidad en su conjunto, mediante los distintos exhibición intelectual del producto de su trabajo: la
procesos de "socialización", y más específicamente calidad de sus resoluciones, su razonabilidad o
al aparato policial. Por el contrario, su misión es ga- sensatez. Y los destinatarios de ese juego eran ex-
rantizar que el proceso se desarrolle con arreglo a clusivamente sus compañeros o unos profesionales
reglas y dictar una sentencia justa. Si lo converti- del Derecho que podían verse influenciados por
mos en un órgano represor, dejará de ser juez. determinadas líneas doctrinales. El ego judicial sólo
Paradójicamente, sin embargo, en la sociedad ac- competía en un mercado de especialistas y lo único
tual, por lo menos en la de determinados países del que podía alcanzar era prestigio. Por el contrario,
Mediterráneo, puede observarse un peligroso desli- actualmente su vanidad puede manifestarse univer-
zamiento de la labor judicial hacia tareas represi- salmente, intentando mostrar los aspectos más fa-
vas. Incluso llega a hablarse de una "guerra" contra vorables de su ser personal. Un simple juego prima-
la delincuencia. En este sentido, es de reseñar el rio de exhibición de la imagen. Pero el problema
espíritu que resulta de las distintas declaraciones radica en que el juez atraído por los medios, o sim-
realizadas por jueces y magistrados, de prestigio plemente temeroso de los mismos, corre el serio
continental, en un libro de Denis Robert publicado riesgo de dejarse influir por sus planteamientos.
recientemente bajo el título "La justicia o el caos". Actuar con arreglo a ellos puede proporcionarle
En el mismo, se llega a decir "la guerra en la que prestigio social, o carencia de problemas al fallar
estamos comprometidos contra el crimen organiza- con arreglo a la opinión dominante, pero a costa de
do no es una guerra que pueda ser ganada única- la libre formación de su "fallo" con arreglo a con-
mente por los profesionales. No es el ejército profe- ciencia, es decir, de su imparcialidad14.
sional que somos el que permitirá resolver los Nuestra civilización ha pretendido caracterizarse
problemas. Se trata de una verdadera guerra civil"12 en los últimos siglos por la búsqueda de la raciona-
Por muy interesantes que sean dichas manifesta- lidad. La lógica cartesiana pretendía el dominio de
ciones, lo cierto es que un juez no puede participar la naturaleza mediante la razón y la experiencia. El
en ninguna guerra, ya fuere civil o de otra clase13. mundo podía transformarse conociendo con preci-
Dejaría de ser juez. sión sus reglas, bastaba con la observación siste-
Por otra parte, ya hemos indicado la importancia mática y la correcta aplicación de las técnicas de
de la imagen en una sociedad mediática. En con- inducción y deducción propias del comportamiento
secuencia, si la lucha contra la delincuencia cons- científico. Habían sido desterrados los hombres
tituye un importante objetivo social, como induda- providenciales, pues la misma providencia deja de
blemente lo es, las características del protagonista intervenir directamente en el universo. Sorpren-
de la misma van a ser esenciales en su propagan- dentemente, en estos momentos de "fin de la Histo-
da. De ahí, que el proceso se tienda a configurar ria" parece surgir un último taumaturgo, el juez. Es
como un espectáculo teatral en el que el magis- honesto, eficaz, terror de criminales, a veces, inclu-
trado se convertirá en su principal estrella. Lo que so, atractivo. En España, además, todo esto adquie-
será muy peligroso no sólo para las garantías re un relieve mucho mayor. Este país ha sido siem-
tradicionales de defensa sino incluso para la pro- pre muy partidario de los toreros, seres que
pia coherencia y lucidez intelectual de quienes arriesgan su vida y se la juegan. En una sociedad
intervienen. La exhibición continua de la propia tan amante de lo simple, jugársela es excitante. Por
imagen no sólo fomenta el narcisismo, ya de por tanto, parece normal que los jueces se dediquen al
sí bastante negativo, genera algo mucho más pe- espectáculo, a las buenas faenas, a capturar delin-
ligroso: la conversión del proceso en un escena- cuentes... Pero, con independencia de lo peligroso
rio del propio brillo personal con olvido de las ca- que resulta todo esto para la solidez y coherencia
racterísticas tradicionales de racionalidad, del sistema jurídico, ¿no será además muy ridículo?

iguales y poseen unos derechos sagrados e inviolables cuales


son la vida, libertad y la búsqueda de la felicidad".
12 Denis Robert. "La justicia o el caos". Muchnik. Editores.
1996, pág. 114. Ciertamente, Bernard Bertossa es el fiscal gene-
ral de Ginebra. Su posición, en consecuencia, no puede equipa-
rarse exactamente a la de un juez, pero es lo cierto que la in-
mensa mayoría de los magistrados que colaboran en dicho libro,
por lo demás indudablemente interesante, parecen compartir la
idea de "guerra contra la criminalidad". 14 Vide. Fernández-Viagas Bartolomé, Plácido."EI juez impar-
13 Fernández-Viagas Bartolomé. Plácido. "El juez imparcial".
Comares. 1997, pág. 108. cial". Comares, 1997, pág. 13

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