Está en la página 1de 77

B

RONALD HUAMÁN

LA FILOSOFÍA DEL
ESPECTÁCULO

ÍNDICE

1
PRÓLOGO 4
Notas del Caos 6
CAPÍTULO I 9
SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO 9
Lo objetivo: lo que salta al ojo humano 9
Breve bosquejo del espectáculo 12
¿Hay verdad? 19
La verdad mediática: monopolio 26
Hacia un sistema de libertad 32
Sujeto del espectáculo 36
El individuo frente al poder mediático 40
La realidad como construcción 44
La interpretación de los hechos 46
La selección mediática 50
El Dios mediático que nos vigila 52
Hiperrealidad 57
Nociones sobre el futuro 60
La batalla cultural 64
CAPÍTULO II 66
LA CULTURA DEL ESPECTÁCULO 66

2
Espectáculo 66
El homo espectáculo 71
La cultura del culo 73
El culo la mercancía del éxito 74
Bibliografía 75

A los que van contra la multitud,


a los individuos más individuos,
a los que ven el ejercicio de la “coacción”
3
como el enemigo real de la libertad.

PRÓLOGO
¿Existimos o, para hacerlo, tenemos que estar en las redes sociales?
¿Cuán libres somos? ¿Es mejor un Estado totalitario o uno
democrático? ¿Tenemos libre albedrío en estos tiempos o somos
direccionados por una mano que existe en la nube?

Después de ese libro tan interesante que fue La filosofía del caos,
Ronald Huamán nos entrega La filosofía del espectáculo donde
disecciona con bisturí y analiza el mundo en el que nos movemos (yo
no sé si también es el mundo en que vivimos), un mundo que le da
prioridad al entretenimiento, al espectáculo y, también, al espectá-culo,
mundo en que, gracias, o por desgracia, al internet, sus habitantes, en
lugar de seguir evolucionando, están involucionando, sobre todo
aquellos adictos a las redes sociales y a los medios de comunicación
visuales. Ahora, para tener la certeza de que algo realmente sucedió,
tenemos que verlo en la televisión. Si está en la televisión y, por ende,
en las redes sociales, sí ha sucedido, sí existe.

4
Es raro que una persona joven, como lo es el autor de este libro,
cuestione el mundo en el que vive pues otros, a su edad, todavía están
disfrutando de la vida, siguiendo, quizá sin quererlo, la “filosofía” de la
exvedete y ahora influencer Susy Chuchi Díaz: que te coman los
humanos antes que los gusanos. Desde mi punto de vista, es aquí
cuando empieza la banalización de la vida, de la cultura, de la
inteligencia pues le damos más importancia a los consejos de una
escasa de neuronas a los de los intelectuales pero, respetando el libre
albedrío, cada uno es libre de hacer lo que más le plazca, aunque esto,
al final, redunde en la desaparición del homo sapiens y dé paso al
homo influercer. La droga de hoy son las redes sociales y no el polvo
de las estrellas.

Leamos La filosofía del espectáculo para dejar de creer que los


chanchos vuelan, para dejar de estar postrados frente a un celular, el
nuevo representante de Dios en la tierra, y solo así podemos responder
las preguntas que abren este prólogo.

Harol Gastelú Palomino

5
Notas del Caos
La filosofía del espectáculo empecé a calcinar sus primeras páginas
siendo muy joven, en enero del año 2017, y cursaba tercer ciclo de
Derecho [tenía 18 años de edad]. El objetivo, sin éxito, siempre fue
publicarlo antes de egresar de la universidad, dos años después de
haber egresado de la universidad en un tiempo relativo del universo,
pues aquí les presento.

Existo y escribo -es lo más lógica y absurdo-, escribo para nadie, no


hay lector, no existe al momento de escribir. El Caos es quién escribe y
Ronald es un joven Abogado, demás datos desconozco de él, aún el
Gran Hermano (Google) no ha proporcionado. El día dos de julio de
2017, escribí La filosofía del caos, solo en una noche, así es, en una
noche de sonambulismo y cuando desperté era febrero de 2019, fecha
que se publicó. Empecemos.

El ser nace libre, es una afirmación metafísica innegable, rechaza la


coacción de su libertad, y muchos a su temprana edad no lo saben de

6
su libertad, buscan ser libres durante la adolescencia y la juventud. Fue
en ese trajín de recorrer de mi corta vida de adolescente, me di cuenta
que el principal enemigo de la libertad individual era el auténtico todo
poderoso llamado “Estado”, pues aún consideraba que el Estado me
diera libertad, cuando aquel valor es anterior al Estado, por tanto, el
Estado no podría darme más libertad, sino solo podría recortarla. Aún
durante mi formación de Derecho apelábamos a diversos tratadistas
para justificar aquel atropello de nuestra libertad, lo cual en mí solo
confirmó que algo estaba mal, que la teoría del Estado es la antípoda
de la libertad. A esa edad aún consideraba que los enemigos de la
libertad también eran los poderes fácticos –la era digital- y fue rápido
mi deliberación, sino constituían medios para la libertad. Así observé
las sociedades cerradas y las sociedades abiertas de nuestra
civilización actual. Y no he dejado de observar que los medios fácticos
mal empleados con la propaganda chatarra nos podrían dificultar en
hacer la interpretación de nuestra realidad, que nuestros sentidos
críticos sean desviados y frente a ello solo la variedad, la diversidad de
los medios podría abrir campos a la interpretación, a la lucidez, a más
variedad más próximo a la verdad.

La filosofía del espectáculo consta de dos capítulos. En el primer


capítulo desarrollo como los poderes mediáticos y el Estado afectan en
nuestra percepción de la realidad cuando nuestra libertad es débil –y
más aún cuando la colectividad desprecia la libertad-. Cuando aquella
libertad descansa en el Estado, pero este no es más que el monopolio
más grande de la humanidad. Una libertad individual fuerte es capaz

7
de tomar una acción en libertad y negarse a la coacción del Estado y
asociarme con otros hombres que entiendan la gran ventaja de la
libertad y desarrollar otra sociedad a espaldas del Estado: el mercado y
la sociedad negro. ¿Qué habría de malo? Pues nada.

En el segundo capítulo, no menos de estimación, el show del


espectáculo de la televisión, la adoración del hombre hacia el “espectá-
culo”. La parte íntima sexual del cuerpo humano como mercancía y
adoración de las masas: el culo.

El hombre es una cuerda tendida entre la libertad individual o la


esclavitud en masas: lo que diga la mayoría, sabotaje de masas. El
hombre para ser libre, además de encontrarse con el Estado y el poder
mediático, tiene como enemigo a la “colectividad” que parece negar la
libertad.

Tierra, abril de 2024.


Caos

CAPÍTULO I

SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO

Lo objetivo: lo que salta al ojo humano


8
Es lo objetivo, lo real, lo que salta al ojo humano a la simple mirada, lo
razonable lógico que podemos alcanzar a conocer de nuestro entorno,
de la realidad con el uso de la razón. Vivimos tiempos sorpresivos,
tiempos donde casi nadie ya se atreve a interrogarse sobre algo: el
enemigo real o sobre sí mismo. Tiempos donde casi nadie ya se atreve
a dudar del todo: del enemigo real, de lo constituido. Tiempos donde el
poder mediático parece ser totalizador. Tiempos donde nuestra
percepción parece equívoca donde el enemigo real se vuelve socio.
Tiempos donde es casi imposible imaginar una sociedad fuera del
Estado. Tiempos donde es imposible imaginar al individuo regulado por
la espontaneidad de su naturaleza humana: el mercado. Tiempos
caóticos, tiempos del exceso, tiempos del espectáculo, tiempos del
monopolio del Estado. Simplemente se hace difícil imaginar la
naturaleza, la interacción humana sin el Estado, somos incapaces de
imaginar otra sociedad sin la “coacción”, hemos sido, estamos
acostumbrados a vivir en una sociedad de la coacción, la ley pública es
coacción, el Estado es coacción. La política, la conducta de la coacción
del Estado se ha normalizado y está siendo normalizado. Vivimos
tiempo de la totalización del Estado. Tiempos donde el más grande
monopolio jamás visto son: los Estados.

Esta totalización de nuestra sociedad requiere del “poder político”, la


misma que su financiamiento deviene por el “crecimiento del Estado”,
que es financiado por los ciudadanos: pagadores de impuestos.

Las sociedades cerradas sostienen la planificación de la sociedad, que


toda coexistencia humana se proyecte dentro del Estado y no fuera del
9
Estado, como es el Fascismo, Nazismo y el Comunismo que en la
práctica acabaron regulando las libertades dentro del Estado: en la
esclavitud y el desprecio por la vida. Las evidencias sobran que solo
los intelectuales serios podrían negarlo. Vemos que estas sociedades
cerradas direccionan desde el aparato estatal los valores morales,
legales y económicas, que en la práctica lejos de liberar al hombre los
esclavizó y los esclaviza. Estas sociedades cerradas en su intento de
planificar la sociedad lo hicieron nada menos por medio de los aparatos
de comunicación, las radios y revistas que también lejos de ser
espacios de libertad fueron medios de adoctrinamiento de masas.

La totalización es inherente al Estado, no existe pues un Estado


privado. El estatismo siempre busca controlar vidas privadas.
Asimismo, vivimos tiempos de la revolución comunicacional. Era digital.
Medios públicos totalizantes que coactan la libertad de expresión:
Cuba, Corea del Norte, Venezuela, Nicaragua…. He aquí donde surge
las interrogantes: ¿qué sociedad restringe la libertad, la abierta o la
cerrada?, ¿todo lo que se ve y se oye en la pantalla del poder
mediático es verdad?

Vivimos tiempos idiotizantes para la humanidad, una locura de idiotez


de queja y de culpa de sí mismo y se responsabiliza a otros. Los otros
son el culpable menos yo. Vivimos en un mundo en el que la más
elevada actividad del poder mediático es hacer desaparecer la
realidad, la única verdad; tiempos donde si es posible crear otras
verdades y crear otras realidades, aun cuando la evidencia está más
presente. Vivimos momentos de la vigilancia, tanto fue el avance de la
10
tecnología que ahora el poder público emplea en su objetivo, su
conquista, en la totalización. Y la pregunta: ¿la verdad ha muerto?, ¿la
verdad y la realidad se crea?, ¿el individuo o el Estado?

Vivimos tiempo donde el enemigo es invisible y es legítimo, el enemigo


es legítimo con falsa moral. Vivimos tiempos de la “culocracia”. La
belleza se aprecia en lo físico, en lo íntimo del sexo: el culo. Tiempos
de la estética mediática. ¿Qué hay de malo? Pues nada, es rentable.
Vivimos tiempos de la adoración hacia el Estado: el espectáculo.

Breve bosquejo del espectáculo


Guy Debord (1931-1994), quien ideó quizá por primera vez la palabra
“espectáculo” en su obra más célebre La sociedad del espectáculo
publicado en el año 1967 y traducida íntegramente en castellano en el

11
año 1998 –año que caí a Tierra-, consta de nueve capítulos y
doscientos veintiuno proposiciones, algunas muy breves y otras
extensas y no muy claras y sin ejemplos sobre la realidad, lo cual se
hace metafísico en algunas partes. En Debord el “espectáculo” es la
“alienación” que llamó Marx. Debord un agitador heterodoxo,
promovedor de la Internacional Situacionista, sostiene dos tesis
fundamentales. En primer lugar, el espectáculo no persigue nada, dice:
“En el espectáculo, imagen de la economía reinante, el fin no existe, el
desarrollo lo es todo. El espectáculo no quiere llegar a nada más que a
sí mismo” (proposición n.° 14). Según Debord, dentro de estas
sociedades modernas del espectáculo no se persigue fines, es nada,
simplemente acaba en ser espectáculo, en sí mismo. No se acude al
espectáculo para transitar hacia algo distinto, sino para permanecer en
el espectáculo.

En segundo lugar, la existencia de una dualidad entre apariencia y


realidad, sostiene: “Toda la vida de las sociedades en las que domina
las condiciones modernas de producción se presenta como una
inmensa acumulación de espectáculos. Todo lo que era vivido
directamente se aparta en una representación” (proposición n.° 1). “La
realidad surge en el espectáculo, y el espectáculo es real. Esta
alienación recíproca es la esencia y el sostén de la sociedad existente”
(proposición n.° 8). “El espectáculo, como tendencia a hacer ver por
diferentes mediaciones especializadas el mundo que ya no es
directamente aprehensible, encuentra normalmente en la vista el
sentido humano privilegiado que fue en otras épocas el tacto; el

12
sentido más abstracto, y el más mistificable, corresponde a la
abstracción generalizada de la sociedad actual…” (proposición n.° 18).
Debord da por hecho la dualidad entre la apariencia –el espectáculo- y
la realidad. Como la alegoría de la caverna, el mundo sensible y el
mundo inteligible. Que presenta Platón en su obra La república, libro
VII. Aquella tan vieja idea de la cueva, que los hombres estás
encadenados los pies y el cuello, de modo que sólo ven delante de
ellos, que la sombra que dibuja el fuego es lo único que conocen. El
hombre tendría que salir de la cueva para conocer la realidad. La
metáfora de “la caverna” de Platón en Debord es el “espectáculo”.

Las dos tesis de Debord a la realidad de nuestro tiempo son falsas, no


por eso debemos desmerecer su brillante aporte al conocimiento de
nuestra realidad del espectáculo. Nuestro objetivo aquí no es pues
hacer un análisis crítico de la obra de Debord, que nos tomaría el
tiempo más de lo debido y páginas, sino simplemente podamos ver su
dimensión más allá de lo que ya Debord nos había señalaba en los
años sesenta. Primero, el espectáculo sí tiene fines y va más allá del
propio espectáculo, es la misma propaganda. Es un medio para un fin,
positivamente democratiza las ideas en todos los espacios de su
alcance, igualmente es un medio para un fin de libertad. Nunca antes
del espectáculo el conocimiento y la libertad se expandió tanto como
hoy y seguirá. Y negativamente el espectáculo reduce todo a
entretener. El espectáculo sí tiene fines y no como dice Debord.
Segundo, la dualidad de Debord es ontológico, sabe que de hecho hay
un mundo verdadero detrás del mundo de apariencias que nos

13
proporciona el espectáculo, y lo da por hecho. Sin embargo, la
epistemología no lo da por hecho, sino se interroga ¿cómo podemos
saber si existe tal dualidad entre apariencia y realidad? Algo que
Debord solo dio por hecho. Esto se entiende que los ciudadanos se
encuentran en la dualidad del mundo del aparente –el espectáculo- e
imposibilitados a salir a la realidad, por esa razón se encuentran es un
grado de alienación. Imposibilitados a salir y vivir sus vidas, y solo
viven el espectáculo. ¿Cómo sabe Debord? No lo sabemos. ¿Existe tal
dualidad? Para Debord sí, para nosotros no.

Nietzsche, el filósofo del martillo, rechaza la existencia de tal dualidad


entre un mundo real y un mundo de apariencias, que en Debord es el
de la realidad y el espectáculo. Nietzsche en su obra El Ocaso de los
Ídolos (o cómo se filosofa a martillazos), en su capítulo La “razón” en la
filosofía, en la proposición seis, resume en cuatro tesis, dice: Creo que
me agradecerá que condense una idea tan esencial y tan nueva. De
esta forma se me entenderá mejor y suscitará las contradicciones.
Primera tesis. Las razones por las que se ha considerado que “este”
mundo es aparente constituye más bien el fundamento de su realidad;
cualquier otra forma de realidad resulta totalmente indemostrable.
Segunda tesis. Las características que son atribuidas al “verdadero
ser” de las cosas que precisamente los rasgos distintivos del no ser, de
la nada; el “mundo verdadero” ha sido concebido a base de contradecir
el mundo real. Ese presunto “mundo verdadero”, que en realidad es un
mundo aparente por no ser más que una ilusión de óptica moral.
Tercera tesis. No se tiene sentido inventar fábulas respecto a “otro”

14
mundo distinto a éste, siempre y cuando no estemos movidos por un
impulso instintivo a calumniar, a empequeñecer, a recelar de la vida.
En ese caso nos vengamos de la vida imaginando en la fantasía “otra”
vida distinta y “mejor” que ésta. Cuarta tesis. Dividir el mundo en
“verdadero” y “aparente”, ya sea a la manera del cristianismo, ya sea al
modo de Kant (en último término, un cristiano perverso), no es más
que un índice de vida descendente. El hecho de que el artista valore
más la apariencia que la realidad no representa una objeción a esta
tesis, habida cuenta de que en este caso “la apariencia” equivale aquí
también a la realidad, solo que seleccionada, reforzada, corregida. El
artista trágico no es un pesimista; afirma todo lo problemático y terrible;
es dionisíaco…”. (pág. 14-15).

La dualidad entre apariencia y realidad apelado como fundamento al


espectáculo de Debord no tiene validez; lejos de aproximarse a
interpretar el espectáculo no es más que renunciar. Debord, como todo
un agitador, pretende en sus intentos introducir el espectáculo como
alienación, como Marx con el trabajador, aquella idea tan vieja, incierta
y superada, que el trabajador-tiempo como productor de valor, que no
es reconocido por el contratista, así se encuentra en la alienación, en la
cueva, en el espectáculo. La separación del trabajador del objeto que
está produciendo es la alienación. Es la separación del valor real del
objeto frente al trabajo-tiempo que tomó al trabajador emplearlo. Así el
valor real del objeto solo es determinable por el tiempo empleado del
trabajador. A más tiempo empleado mayor valor según Marx, ¿si el
consumidor no desea comprar? ¿Lo obligo? El valor real no se podría

15
determinar de otra forma que no sea la subjetiva. La valoración
subjetiva que hacen los consumidores. Tal como Carl Menger hace
énfasis sobre el carácter teoría del valor subjetivo que determina
precios y costos en su obra Principios de economía política, capítulo
III, la teoría del valor y dice: El valor de los bienes se fundamenta en la
relación de los bienes con nuestras necesidades, no en los bienes
mismos. Según varíen las circunstancias, puede modificarse también,
aparecer o desaparecer el valor […]. Así pues, el valor no es algo
inherente a los bienes, no es una cualidad intrínseca de los mismos, ni
menos aún una cosa autónoma, independiente, asentada en sí misma
[…] no existe fuera el ámbito de su conciencia […] lo único objetivo son
las cosas o, respectivamente, las cantidades de cosas, y su valor es
algo esencialmente distinto de ellas, es un juicio que se forman los
hombres […] la objetivación del valor de los bienes, que es por su
propia naturaleza totalmente subjetivo, ha contribuido en gran manera
a crear mucha confusión en torno a los fundamentos de nuestra
ciencia.” (pág. 86). El asunto entre la teoría valor trabajo y la teoría
subjetiva del valor está concluido hace más de un siglo, por Menger,
Mises, Hayek, Rothbard, Benegas Lynch, Milei, entre otros. No es
nuestro objetivo, por lo menos en este trabajo, hacer una crítica
económica, sino simplemente traer a la luz de los hechos aquellos
asuntos ya resueltos por los economistas y hacer lo posible en
adelante para hacerme entender lo que expondré –sigamos-. Así, la
alienación del trabajador, que en Debord es el espectáculo, no es
sostenible y cae en la metafísica, al igual que cae al abismo la teoría

16
valor trabajo de Marx. No se puede dar por hecho las cosas sin antes
acudir a la epistemología. Al espectáculo podemos alcanzar de forma
inmediata con el uso crítico de nuestros sentidos, nunca es una
apariencia, una caverna, una alienación o solo espectáculo sin fin
alguno. El espectáculo también es la realidad, es el mundo inteligible
en Platón, son las cuatro tesis en Nietzsche, es la teoría subjetiva del
valor en Menger.

Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, en su obra La


civilización del espectáculo (2012) y a diferencia de Debord, que se
sitúa desde una perspectiva política, económica e histórica y critica el
modo de producción capitalista donde la mercancía, el espectáculo es
el capital de un grado tal de acumulación que se transforma en imagen,
donde el valor y el precio de las cosas se invisibiliza, que hace que el
hombre distinga con dificultad. Espectáculo de mercado y consumo. “El
espectáculo es el dinero que solamente se contempla porque en él la
totalidad del uso ya se ha intercambiado con la totalidad de la
representación abstracta” (proposición 49).

Vargas Llosa desarrolla el análisis del espectáculo desde la cultura que


es toda la actividad que hace el hombre y dice: “La cultura de masas
nace con el predominio de la imagen y el sonido sobre la palabra, es
decir, con la pantalla […] este proceso se ha acelerado con la
revolución cibernética, la creación de las redes sociales y la
universalización del Internet. No sólo la información ha roto todas las
barreras y se ha puesto al alcance de todo el mundo, prácticamente
todos los dominios de la comunicación, del arte, de la política, del
17
deporte, de la religión, etcétera, han experimentado los efectos
reformadores de la pequeña pantalla (p. 14). Asimismo, el espectáculo
en la política, en el periodismo amarillista (chismografía), en la religión,
en la sexualidad, etcétera”.

Si nuestra sociedad es un espectáculo, aquel entretenimiento solo


basta llenar con goce a la masa para desarrollarse en su plenitud. Esta
sociedad busca entretener en todo, desarrollar en alegría, ser feliz ya
no es problema, porque te lo dan. Sin embargo, el espectáculo es
mucho más que eso, mucho más, hay uno en especial que nadie lo
está observando (nuestros autores antes citados no lo han visto, no lo
mencionan), o si lo observa no lo hace como espectáculo, como un
ardid, una trampa, por el contrario, lo elogia, lo adora, es así que aquel
espectáculo es invisible, porque nuestra imaginación, fuera de aquel
espectáculo, es también invisible. ¿Cuál es ese espectáculo que
invisibiliza nuestra imaginación? El mayor de todos los espectáculos
que no podemos identificar, pero ahora ya lo estamos identificando, ya
lo hemos identificado, ese espectáculo es el “Estado”. El Estado es
espectáculo.

Nuestro siglo se caracteriza por el espectáculo hacia los Estados, la


colectividad lo ve como un reino, la colectividad hace crecer y crecer,
su objetivo al parecer es hacer crecer al cien por ciento…, sin
embargo, debe ser reducido a su mínima expresión, reducir, reducir,
hasta dejar, en término matemático, en cero.

18
¿Hay verdad?
El individuo se pregunta sobre la verdad y los filósofos también, ¿hay
verdad? En términos de Heidegger diremos que esta pregunta existe
gracias al hombre, porque es el único que se pregunta por la verdad.
Hay algo que nadie puede negarlo, que estamos vivos, eso es real, es
verdad. Aquí hay dos cuestiones, una que es una verdad que necesita
del poder de la coacción (Estado) y la otra una verdad que se sostiene
sin la coacción del poder (Mercado). La realidad se sostiene así misma
y la verdad estatal requiere del poder.

En términos Kantianos diríamos que el conocimiento del mundo


exterior se inicia atravesando por los ojos. A modo de broma mi
profesor de Geometría nos decía “muevan la cabecita y piensen”. Y
eso hace falta, mover la cabeza y preguntarse ¿hay algo más? ¿Qué
es coacción? ¿Qué es libertad? ¿Qué es Estado? ¿Qué es mercado?
¿Qué es el espectáculo? El que está ahí como quien dice “el que mete
el dedo a donde no se debe”. Sea la incomodidad de los cómodos, de
los conformes, el inadaptado de los adaptados de esta sociedad de
Estados que cada vez avanza contra las libertades.

El ente antropológico, el hombre se cuestiona de su ser, es ahí donde


se da el inicio a la filosofía, eso que la filosofía llama autoconciencia. El
sujeto es el único ser que se pregunta por su ser, su realidad, de la
verdad, coacción, libertad, Estado, TV. A la vez este ser viene arrojado
al mundo –como dice Sartre-, a la tierra, llega a un mundo ya
establecido, constituido, interpretado… de Auschwitz. ¿Sin el hombre

19
existiría la realidad? Sí. Existiría la realidad ontológica, pero hoy la
realidad es mucho más compleja. ¿Qué es la realidad? ¿Es real todo lo
que se ve en la televisión? El ser debe preguntarse y repreguntarse del
todo, de la coacción, de la libertad, de la igualdad, la propiedad, el
derecho y, sobre todo, en nuestro siglo la pregunta primigenia es por el
Estado. ¿Cuál es el límite del Estado? ¿El Estado siempre es coactivo?
¿La coacción es legítima o criminal?

Uno de los tópicos más socorridos en el análisis del totalitarismo del


Estado es el de referirse a Auschwitz: campos de
concentración y exterminio de la Alemania Nazi, las fuerzas de
las SS que estaban a cargo del centro durante su periodo de
funcionamiento, desde su apertura el 20 de mayo de 1940 hasta el 27
de enero de 1945, cuando fue liberado por el ejército soviético. Esto es
una realidad, en tanto verdad. Se vivió y se vio. Considerando el
campo de concentración como un emblema siniestro de la modernidad
tecnológica. Así como diría en su indignación el italiano Primo Levi,
“Existe Auschwitz, no existe Dios” (1). Sabía bien lo que pensaba, lo
que decía, porque pasó por el infierno del Auschwitz y sobrevivió para
contarlo. No voy a entrar a la cuestión de que existe Dios o no. Solo
quiero que nadie me imponga contra mi voluntad, que mi creencia
brote en libertad de mí mismo. Los campos de concentración sí
existieron y negar el Holocausto es cosa de “miraculos”. Auschwitz fue
impuesto desde el Estado. Solo los Nazis podrían negarlo. Las
cámaras de gas de Auschwitz y los hornos crematorios de
Büchenwald. Pero “Auschwitz” se ha convertido para los críticos de la

20
modernidad en un concepto plenamente metahistórico: es el nombre
que damos a la tragedia de la modernidad y hace referencia
inseparablemente tanto un hecho histórico -metáfora de la brutalidad
en sí misma, desprecio por la vida- como a un diagnóstico sobre lo que
puede esperarse del futuro si no identificamos a los enemigos reales
de la vida, la libertad. Auschwitz no designa pues solamente un hecho
histórico sino en un diagnóstico moral, y simboliza el primer acto de la
propia autodestrucción de la humanidad. Aquella destrucción devenida
desde el poder político, del mismo Estado. Tengamos cuidado quién
esta en el poder, si es alguien que ama el Estado, podrá colonizar
nuestra libertad a punta de la coacción o si es alguien que repudia
porque sabe que podría ser el enemigo de nuestras libertades.
Décadas anteriores Hobbes ya afirmaba que el ser, el ente
antropológico era el lobo del propio hombre, por ello era necesario y
primordial que existiera un Estado, pero no cualquier estado, sino un
Estado de derecho democrático, soberano, puesto que esta sería una
de las formas de evitar la autodestrucción humana por el más fuerte.
¿Esto es real? Pues no, las guerras devinieron del Estado, son los que
hacen las guerras. Entre dos individuos no habría guerra, o entre
ciudades no habría, rápidamente podrían solucionarse el conflicto
mediante las aseguradoras de paz. También surge la pregunta ¿cómo
dos, tres o miles personas en estado natural de salvajismo pudieron
llegar a un acuerdo, a un contrato? Se cae el supuesto contrato del que
habla Hobbes. Si la humanidad sin el Estado es caos, una jungla,
entonces no habría forma de llegar a un acuerdo. Claramente la

21
justificación que hace para la existencia del Estado de Hobbes es falsa.
La humanidad es orden, sabe protegerse, crea aseguradoras, inventa
tecnología, busca formas de solución de conflictos, busca formas de
educarse, etc. Sigamos, hay una famosa frase de Theodor Adorno que
a veces se usa para ejemplificar esa nueva situación de la historia,
“escribir un poema después de Auschwitz es un acto de barbarie…
Después de Auschwitz el arte y la catástrofe van de la mano”. No se
puede pues hacer arte significativo, no se puede escribir una poesía
romántica sin tener presente la dimensión catastrófica en que ha
entrado la historia tras la experiencia del totalitarismo (todo dentro del
Estado). La piedad, el amor y la reconciliación a través de la belleza
dejan de tener sentido en la modernidad. Auschwitz se repite en el
Gulag soviético, en el genocidio de la lengua catalana a manos del
franquismo, en el imperialismo americano en Vietnam, en las repetidas
matanzas de palestinos, en la invasión del Líbano por parte de Israel,
en las guerras de Afganistán e Irak, etcétera. Y todos los experimentos
comunistas que mataron nada menos a 150 mil millones de vidas, eso
es la moral comunista, muerte y hambre...

Evitar el totalitarismo del Estado, la defensa de la libertad es un acto


individual, es una legítima defensa individual contra los tiranos que
actúan por medio del Estado. En legítima defensa de la libertad de los
individuos pueden iniciarse a derribar a los tiranos de turno que los
esclaviza, no les deja comerciar libremente, les sube los impuestos, es
un claro ejemplo de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Corea del Norte:

22
todo dentro de Estado es coacción, el individuo acabará colonizado su
libertad.

El totalitarismo es devenir si no identificamos a los enemigos de


nuestras libertades, estamos en un mundo globalizado, la globalización
implica la totalización. ¿Qué clase de totalización? Pues no puede
haber una totalización más grande que sea realizada por los Estados,
solo la totalización realizada por los Estados podría sostenerse a base
del empleo de la coacción. Cualquier otra totalización que no sea del
Estado fácilmente podría ser destotalizada, o derribada por
organizaciones civiles que reclaman su libertad. He aquí, queremos ser
claros para su buena interpretación, no estamos tratamos de decir que
Auschwitz es un devenir, no podemos conocer o decir eso, pero sí que
estamos a pasos de una totalización y un control absoluto. Esto es, el
crecimiento del Estado deviene a la totalización, a más Estado más
próximo a la totalización; el poder político busca controlar a los
individuos, quiénes sino los políticos fueron y son los tiranos y
dictadores. Un hombre de negocio jamás será un dictador o un tirano.
El sistema político reprime, controla y acumula poder. ¿Dónde estaba
Dios durante Auschwitz? Estamos en proceso de la globalización que
totaliza la realidad y recorta las libertades.

La verdad no puede ser un devenir desde el sistema político, porque


implica un sistema de coacción, el sistema político actúa en represión y
no en liberación, dejar libre al hombre, sino trata de imponer y guiar las
voluntades desde el aparato estatal. Los Estados pretenden planificar
las voluntades individuales, la justicia, la educación, el cambio de
23
títulos de propiedad, la seguridad, todo: es un monopolio, pues no
compite con otro Estado dentro de su jurisdicción. A menos que
existiera un Estado Privado, y que todos quienes quieran ser socio o
tener como garante se asocien libremente, pues si no tengo seguridad
(cuando sufra un robo) el Estado Privado me tendría que pagar el
seguro, por tanto su ganancia estaría en base a la eficacia, sino
quiebra y fracasa, creo no hay otra alternativa de eficacia y seguridad
que no sea eso. Pues el aparato público ya conocemos como funciona,
no pasa absolutamente nada si soy objeto de robo, solo la penalidad,
pero jamás existe la prevención y retribución. No hay un contrato
firmado por las partes. Falta entidades aseguradoras. Es esa verdad
que sostiene el Estado, con el ejercicio de la coacción, pues esa
verdad es una verdad con falsa legitimidad, si el Estado no ejerciera la
coacción, esa verdad con falsa legitimidad se caería como los naipes,
solo las mentiras se sostienen con la coacción. La verdad está fuera
del aparato estatal. La verdad se defiende sola, como la gravedad. La
verdad tiene un origen espontáneo entre los individuos, se origina en el
individuo y no en el Estado. ¿Por qué tendría que haber dos derechos
sobre la propiedad, libertad, vida? Cada Estado tiene diferente forma
de legislar, ¿por qué? Si la verdad es única, como la gravedad de
nuestra tierra es válido en cualquier Estado, esto se explica que las
leyes, la moral impuestas por el Estado no son la verdad, la verdad
está fuera del Estado. Esto explica si los Estado quisieran unificar sus
legislaciones, estarían unificando leyes falsas, morales falsas, una
mentira de gran tamaño, además estarían haciendo crecer el

24
monopolio de la fuerza estatal, enemigo de la libertad. Entonces
busquemos la verdad fuera del Estado, si el Estado fuera mínimo, más
próximos a la verdad. Es la guía a la libertad: a la verdad.

1. Primo Levi: no hay otro personaje que haya dado uno de los
testimonios más severos de los campos de concentración alemanes
como bien se puede leer en sus libros “Si esto es un hombre” y “Los
hundidos y los salvados”.

25
La verdad mediática: monopolio
Toda época tuvo una verdad a la medida de su pensamiento. A la
medida de su ignorancia. La existencia humana tuvo la necesidad de
explicar, de comprenderlo todo. He ahí el surgimiento de las mitologías
y las religiones. Nada mejor que aferrarse a una cosa y aquella lo sea
todo, un todo a través de ella que explique la vida, la muerte, el más
allá… lo todo, a la vez lo uno y a la medida del avance del
conocimiento hacia un otro lo uno. Las cosas por su propia naturaleza
y propio espacio suelen moverse en expansión y avance. Como
durante la Edad Media la verdad de nuestro tiempo era la misma, la
verdad de nuestro universo y nuestra naturaleza humana fue auténtica,
quiere decir que la naturaleza de las cosas era auténtica, sino que
nosotros los humanos tuvimos una interpretación a la medida de la
expansión de nuestro conocimiento. Las cosas de la naturaleza, que se
rigen por su propia ley natural, siempre estuvieron ahí, el centro de
nuestro universo siempre fue el sol, la gravedad, el día y la noche, la
rotación, la traslación, todas las leyes naturales que tienen su propio
orden aunque pareciera un caos, es un orden de leyes naturales y
siempre estuvieron ahí, sino que nuestras interpretaciones fueron
fallidas. Más aún cuando algunos pensadores rechazaron las leyes
naturales de las cosas y de la humanidad y pretendieron y pretenden
planificar a sus medidas ideológicas, por ejemplo como los Marxistas.

26
Pues el hombre tiene su propia naturaleza, el mercado, el lenguaje,
que otros niegan y pretenden controlar y planificar desde el aparato
político, o desde la religión, como fue durante la Edad Media, castigo y
recompensa. Un aparato de planificación de la vida humana, un
aparato de represión, contrario a la naturaleza humana. ¿Qué verdad
se nos había sido revelada durante la Edad Media?

La constitución del poder negativo por medio del terror y el miedo:


contra la voluntad. El espíritu débil por el sometimiento al miedo y terror
inició sus creencias y adorarlas. Miedo al castigo y por la esperanza del
más allá- recompensa- cree en él. Al otro lado del planeta los Aztecas
hacían sacrificios humanos, los Incas adoraban el sol.

Aquel desarrollo, cooperación de la humanidad por su naturaleza es la


paz, es la no agresión, la no intimidación, la no coacción hacia nadie.
La interacción humana durante la Edad Media en ese sentido fue
contrario sensu. Durante la edad media la verdad era Dios.

De aquí surge nuestro subtítulo: La verdad del poder mediático y los


Estados. En tanto que Dios revelaba la verdad al pastor, la iglesia era
la verdad. Todo lo que se diga en nombre de Dios y en nombre de la
Iglesia era la verdad, porque el pastor habla en nombre de Dios y de la
iglesia, sus expresiones eran la verdad revelada de Dios. Jesús rogó,
santifícalos en tu verdad: tu palabra es la verdad. La palabra de Dios
es la verdad. Esto era la verdad “única-totalitaria”, durante la Edad
Media.

27
Había una relación entre Dios-Verdad-Pastor. Se creía que la verdad
era única, la iglesia era la verdad, y todo lo que diga en nombre de la
iglesia el pueblo debía obedecer y aceptar porque se decía en nombre
de la iglesia, en tanto de Dios. Constitución de la verdad en la
colectividad. El pastor hizo o hace que la verdad se instaure en el seno
social. Es así, en la Edad Media la verdad fue del poder-pastoral.

Veamos nuestro universo extraño y a la vez maravilloso. Hace algunas


décadas, un célebre científico (algunos dicen que se trataba de
Bertrand Russell) dio una conferencia sobre astronomía. Describió
cómo la tierra gira alrededor del sol y cómo éste, a su vez, gira
alrededor de un inmenso conjunto de estrellas al que llamamos nuestra
galaxia. Al final de la conferencia, una vieja señora se levantó del fondo
de la sala y dijo: «Todo lo que nos ha contado son disparates. En
realidad, el mundo es una placa que se sostiene sobre el caparazón de
una tortuga gigante». El científico sonrió con suficiencia antes de
replicar: «¿Y sobre qué se sostiene la tortuga?». «Se cree usted muy
inteligente, joven, muy inteligente», dijo la anciana. «¡Pero hay tortugas
hasta el fondo!» (2). Ahora, con el avance de las tecnologías que se
conoce sobre nuestra galaxia, creer e imaginar el universo como una
torre infinita de tortugas solo sería un disparate. Sencillo, estaríamos
fuera del sentido común, del lenguaje común. Volvamos a la Edad
Media. Decir en aquella época algo que no se haya dicho primero por
la iglesia, en tanto que la iglesia no acepte de origen suyo solo eran
disparates. Si hubiera la máquina del tiempo y viajáramos hacia la
Edad Media, profesando que la tierra gira alrededor del sol y no al

28
revés, nos llamarían de disparate, de loco, llegando al extremo de
hereje, o bruja en caso de mujeres. Teoría geocéntrica: es una antigua
teoría que pone al centro del universo a la tierra, los astros incluido el
sol giran en torno de ella ―defendido la teoría geocéntrica de acuerdo
a su biblia por Martín Lutero, de la Iglesia y de Dios. Creer, pensar y
decir lo contario, era estar fuera del sentido común, del lenguaje
común. Ahora vemos que estar fuera del sentido común es bueno,
como no. La “verdad” que Dios revela, recibe la Iglesia y el que se
resiste a cumplir será castigado por la inquisición. Podemos decir que
el ideólogo de la Inquisición fue el Santo Aquino –Santo Tomás de
Aquino (3). Entonces, ha pensar en el menos común y no por el sentido
común, en aspectos políticos. Así como dijo Nietzsche “Dios ha
muerto”, el menos común. El sentido común es el menos común.

Y se infiere que el uso de la coacción es la forma más arbitraria de


imponer cualquier idea (verdad) sobre el individuo. ¿Qué era el Pastor
para ejercer la coacción sobre los individuos? El asunto gira en torno al
uso de la coacción, la intimidación, sino no hubiera triunfado el dogma
cristiano. En su momento la coacción y la verdad estuvieron juntos,
caminaron de la mano. El pastor gozaba de la legitimidad divina para
ejercer la coacción. ¿Existe legitimidad divina para ejercer la coacción?
Pues no, no existe legitimidad que provenga de la divinidad para
ejercer la coacción o la violencia, existe libertad de creencia, de culto,
pero no la legitimidad para imponer mi creencia. Todo ejercicio de la
coerción carece de legitimidad, es arbitrario.

29
Ahora en nuestra sociedad de la expectativa la pregunta es: ¿qué es el
Estado para ejercer la coacción? Sino la entidad pública que obtuvo la
legitimidad a costa de las libertades. El empleo de la coacción es
sencillamente inmoral, arbitrario y criminal y el Estado lo ejerce. En
este sentido la iglesia ha dejado de ejercer la coacción, la Santa
Inquisición y se proyecta a ser una institución libre que ha dejado de
ejercer el poder-castigo. Del totalitarismo del dogma cristiano, el
mercado (la interacción humana) dio alternativas de fe, diversificó.
Ahora es el Estado aquella institución que totaliza, quien ejerce
constantemente la coacción. No existe legitimidad divida para la
coacción entonces surge la pregunta, ¿existe la legitimidad del Estado
para ejercer la coacción? Pues no. Evidentemente hay relación de
Estado-Coacción. El punto de partida es no, no existe, que
simplemente toda coacción es mala, entonces también lo es la
coacción del Estado. La agresión solo es legítima en defensa propia,
de mi libertad, vida y propiedad. Aquella coacción del Estado fue
invisibilizado y legitimado, nadie lo sabe, nadie lo ve, no todos lo
pueden apreciar. El respeto a la libertad individual es la no agresión
hacia el otro individuo. Quien sino el Estado que adoctrina en masa a
los individuos para luego hacerlos adorar y hacer crecer más su
poderío, su espectáculo de adoración y coacción. Justamente singular
a la del dogma cristiano de la Edad Media, de la relación del miedo al
castigo y la adoración al divino, ahora hacia la nueva relación de la
coacción al individuo y la adoración del Estado. Constituye su creencia,
su fe, su realidad y su verdad. Una filosofía de lo espectáculo del

30
Estado que es, como apreciar un puente de una sola cuerda tendida,
así la masa por miedo al abismo y en busca del espectáculo llega a la
adoración. Acepta la coacción invisibilizado. ¿Es imposible imaginar
una sociedad sin la coacción? Justamente la imaginación ha sido
invisibilizado y legitimado, nada mejor que la ilegitimidad sea invisible,
para ser invisibilizado, se piensa lo legítimo, se sabe y lo ilegítimo se
invisibiliza, la coacción es legítimo en este Estado de Derecho y la
ilegitimidad simplemente no aparece, negación de la negación:
sociedad de la coacción; el mismo auténtico falso Estado de Derecho.

1. José Pablo Feinmann, Filosofía política del poder mediático.


2. Stephen Hawking, Brevísima historia del tiempo.
3. “La ciudad de Dios” –Santo Tomas de Aquino, este puede ser para
suponer que realmente el Santo Aquino fue el ideólogo de la
Inquisición, de tantas muertes. También es suponer que la Edad Media
fue una totalización del poder. Poder pastoral.

31
Hacia un sistema de libertad
El individuo transforma el mundo a la medida de su pensamiento,
talento y voluntad. Y creo que todo avance tecnológico eficiente,
científico, jurídico deviene de la interacción humana y no del poder. Las
verdades que surgen espontáneamente se sostiene así mismo y
surgieron en la interacción. La humanidad en su interacción avanza de
verdad en verdad, una verdad que no es totalizador, nunca lo será,
siempre será destotalizada, mejorada, superada; por el contrario, el
poder –claro está el poder político- se abstiene y pretende imponer
cierta verdad, una verdad coactiva deficiente. Es así en algún momento
de la historia, la verdad divina, la verdad revelada debía de ser
contrapuesta, puesta en duda, esto marcaría un cambio en la
estructura de lo ya establecido, un cambio para el ser y para el mundo.
La institución pastoral coactiva no podría seguir ejerciendo la coacción
por muchos siglos más, la coacción es enemigo de la libertad y la
libertad siempre será la vía para la humanidad: el mercado. Así como
las sociedades cerradas fracasaron, también lo sería la institución
pastoral. Y es Descartes quien viene a romper con todo. Viene a
romper con la duda. Si la verdad era la verdad revelada de Dios,

32
Descartes dirá aguarda un momentito, no creo que sea así, voy a
dudar primero. Vengo a dudar de todo; al decir eso también duda de
Dios. Es ahí, en ese instante donde Descartes, mejor dicho, el
Cartesianismo ya proclama, decreta que nadie reina en nombre de
Dios, por derecho divino. ¿Por qué? Claro está: ya no hay derecho
divino. Duda de todo, Dios era todo. Saca la historia de los claustros y
de la providencia y la deposita en manos de los hombres, los hombres
se ocuparán de hacer la historia. ¿Qué hombres? Claro está, ya no
serán más los pastores, en adelante serán –hoy- los hombres
gubernamentales –políticos-: el Estado. Descartes pone al centro de
toda la subjetividad, al hombre. El ser será el centro de todo, la medida
de todas las cosas. De ahí su frase tan popular: “Pienso y luego existo”
(1). Dio los primeros indicios para la revolución liberal francesa de
1789. Esto es el fin del poder pastoral divino y el inicio –hoy- del poder
político estatal.

La verdad que viene a instaurar Descartes es de la razón: ego cogito,


ergo sum. Así es, de la razón, he ahí, la verdad para el ser, al decir que
duda de todo, pero lo único que no puede dudar es de su duda, ahí se
establece su verdad. Y, ¿cómo probar la existencia de lo exterior? Kant
dirá: Todo conocimiento empieza por la experiencia, por lo empírico,
por los hechos. Nietzsche dice: No hay hechos, hay interpretaciones
(2). Foucault señala: la verdad como lucha de interpretaciones. Se
lucha por la verdad porque la verdad es la que establece el poder (3).

El hombre hace la historia, la historia es el mismo espacio y tiempo en


expansión, nunca se detiene, alguien dijo que la historia ha terminado.
33
Fue Hegel. También lo dijo Fukuyama, que la historia ha terminado.
Eso solo quiere decir una cosa, la evolución ideología de la humanidad
concluye, termina con sus ideales, como con la revolución francesa en
Hegel, y con la caída del muro de Berlín –fracaso comunista- en
Fukuyama. No, señores, la historia nunca termina. La historia es el
tiempo y el espacio, es guerra de Estados entre Estados. Si queremos
retraer, rehuir o eliminar en el futuro las guerras se tiene que reducir el
poder político. El sistema político separa la humanidad en países, en
clases, sexos y, por el contrario, el sistema del mercado unifica y
elimina clases, traspasa fronteras y comercia con todos. Solo los
criminales inician la agresión contra su prójimo: Estado. Y estamos en
contra de las guerras, los Marxistas claman guerra porque creen que
es mejor, entonces vivamos en constante guerra, que estupidez. El
hombre ha caracterizado el acto humano en algo como inhumano. Los
actos humanos en tiempo y espacio determinado son simples actos
humanos no hay actos inhumanos. Se inventó lo inhumano para
justificar los actos humanos, las dictaduras, los campos de
concentración, muerte y hambre Comunistas y Nazis. La violencia es
acto humano. En suma, el humanismo es todo lo que hace el hombre.
No hay justificación para un acto humano que agrede. Y todo ser es
responsable de sus actos. Así como todo ser es libre. ¿Pero para que
queremos libertad? La libertad tiene límites, muchos opinan que la
libertad alcanza hasta donde inicia la libertad de la otra persona,
nosotros decimos hasta donde se inicia la agresión, la violencia, eso
será el límite de la libertad, el inicio de la agresión es un acto criminal.

34
Queremos libertad para coexistir en plena voluntad con quienes
queramos intercambiar bienes, consumir, etcétera. Nuestra actual
sociedad es una sociedad disciplinaria –o de rendimiento como diría
alguien-, está estructura por órdenes normativas que provienen del
poder político, son coactivas, no deviene del mercado. El poder político
nos regula y nos disciplina a su medida con las normas coactivas, ¿es
imposible imaginar una sociedad disciplinaria –basado en normas y
principios del derecho individual- que no provenga del poder político? Y
reiteramos que nuestra imaginación ha sido legitimada y nos dice que
es imposible, es el espectáculo de no poder imaginar otra sociedad
regulado sin el poder político. ¿Quién pondría el orden? El mercado es
mágico, generaría un orden mucho más eficaz y basado en la voluntad.
El mercado es voluntario, si es coactivo no funciona, eso es la gran
ventaja del mercado, deja libre a la humanidad. En nuestra actualidad
las leyes son impuestas por el Estado y es para todos. En el mercado
habría muchas leyes que traten del mismo asunto, luego los que
carezcan de fundamento serían rápidamente eliminados, eso no pasa
en el sistema político, por eso hay leyes malas. Ahora el individuo no
elige la ley con que va a realizar un seguro, una transacción, etcétera,
porque el Estado se lo impuso. En el mercado el individuo elige la
legislación a su favor, la ley que proteja mejor su propiedad, libertad.
Las leyes malas no tendrían éxito en el mercado. Parece caótico, cierto
-nuestra imaginación es invisibilizado, es anulado en el Estado- pero
sería el orden más eficiente.

35
1. “Pienso, y luego existo”, además de poner a la medida de todas
las cosas la subjetividad, revolucionó el mundo medieval. El
discurso del Método.
2. Friedrich Nietzsche, La Genealogía de la Moral.
3. Michel Foucault, Poder y Verdad.

Sujeto del espectáculo


El hecho es la verdad, es la realidad. La única verdad es la realidad y
el hecho —en el derecho penal el hecho debe ser probado,
demostrado-. Hoy en nuestro siglo XXI, la era digital. Se incrementa el
Google, YouTube, Facebook, Twitter, WhatsApp. Y la pregunta ¿qué
pasa si el hecho (realidad) es falseado por el poder comunicacional?
Aquí y ahora. Con la virtualidad de los poderes mediáticos no solo
entrábamos a una nueva era. Era Digital. Si no que
también entrábamos en una era de la liquidación de la realidad. La
concentración del poder mediático sobre los hechos hace que el sujeto
espera, espera y espera que diga el poder. Espera que el poder
comunicación informe el hecho. ¿Cómo pasó?, ¿quién fue?, ¿cuándo?,
¿dónde? El hecho es presa del poder mediático. Somos presa del
poder mediático. Las provocaciones más obscenas, los psicosociales
que se crean como distractor, las insinuaciones, las mentiras, los
chantajes hacen que la realidad sea hija del poder mediático. La
realidad es una perra (1). Se dice que no existe crimen perfecto,

36
¿acaso el asesinato de la realidad fue un crimen perfecto?, ¿tal
magnitud es posible? Todo es posible con la virtualidad. Modificar,
eliminar una parte de la realidad. Nos referimos al poder mediático —
TV—. De paso ya revolucionó el poder mediático, virtual y que es la
clase más revolucionaria. La revolución comunicacional va por la
totalización de la realidad en digital. Tiene el afán de hacer la
totalización digital. Recordemos a Hegel: lo verdadero es lo todo, o
sea, la totalidad. Nosotros consideramos que la mentira busca totalizar
y la verdad destotaliza. Sí, solo la mentira totaliza. ¡La mentira totaliza y
la verdad siempre destotalizará! Por eso es que seguimos en este
planeta, si la mentira hubiera logrado su objetivo de totalizar (Nazis y
Comunistas) este paraíso ahora sería un infierno. Bueno, debemos
dejar bien en claro que cuando se refiere Hegel lo todo, no se refiere a
Dios sino a un tipo de sistema, obviamente político. También las
religiones son un tipo de sistemas. Debemos tener siempre presente la
frase de Ortega que dice: la claridad es la cortesía del filósofo. Claro
que nosotros no nos consideramos filósofo, no. El tipo de sistema en
tanto totalidad, en palabras sencillas, apropiación de lo todo, del mundo
y establezca una idea en tanto sea verdad por la totalidad. Un sistema
poderoso que establece una verdad en el mundo. En tanto no exista
resistencia al sistema, al poder. La obra 1984 nos muestra aquella
sociedad sucumbida en el totalitarismo comunista. En nuestro globo
terráqueo, en la realidad las experiencias comunistas fracasaron, la
verdad lo destotalizó. La mentira cae, pero insisten, son ciegos a la

37
realidad, a la experiencia y nuevamente cae, fracasa y vuelven a
insistir, cae…
¿El poder mediático es un sistema? Claro que sí, su único objetivo es
la totalidad, es un poder. Los sistemas son poderes. Los poderes
utilizan una técnica, una habilidad muy poderosa al alcance de pocos,
muy pocos. Solo algunos lo poseen, mientras que la mayoría, muchos
de los sujetos son guiados por las emociones, los impulsos y el
espectáculo. Este es un principio que está en constante utilidad y
aplicación por el poder mediático. El poder mediático tiene la facilidad
de falsear los hechos, de mentir la realidad, pero esta suposición solo
será válida si el sujeto, el receptor se guie de emociones, impulsos y el
espectáculo, en tanto como receptor acepta lo que acaba de oír por las
bocas del poder mediático. El sujeto del espectáculo no razona muchas
veces, no piensa muchas veces, le es dificultoso, así el ocio de razonar
es reemplazado por el espectáculo. Informa el poder y el sujeto ve,
escucha y acepta. Reiteramos que el poder mediático revolucionó y
tiene la capacidad de asesinar realidades, hechos, y de crear
realidades. El medio comunicacional es un sistema, un poder político
de dominación. La dominación hoy es a través del espectáculo, por la
sensación, comodidad y paz.
¿Qué pasa si el hecho –realidad- es falseado por el poder
comunicacional? Se estable la verdad del poder comunicacional, su
verdad que quiere imponer, pero sin coacción sino por medio del
espectáculo, placer, felicidad. El poder comunicacional le da un
contenido al sujeto, le da un sentido y le dice cual es la verdad. Para

38
eso el poder comunicacional debe dejarlo en libertad al sujeto. Aquella
fórmula tan vieja de sujeto-sujetado que es un término inventado por
Foucault ya fue reemplazo, ya no es necesario sujetar al sujeto, sino
dejarlo libre. Ahora es un sujeto del espectáculo, que se lo cree y
acepta como su única verdad. El sujeto del espectáculo es aquel que
vive frente a la televisión, acepta que todo lo que ve en la televisión es
la realidad. Su realidad. Es un sujeto que libremente a elegido estar
sentado frente a la pantalla —Tv, Facebook, Twitter, Whatsapp—, es
alguien libre. Aun cuando la pantalla es su único mundo. Sujeto-
videogame, adicto a los videos juegos. Sujeto-facebook, adicto al chat.
Aquella vieja fórmula de Foucault de sujeto-sujetado, en la era digital –
hoy- es desplazado hacia el sujeto-liberado, luego de los fracasos
comunistas la sociedad y la humanidad será siempre un hombre libre,
sujeto liberado. Definitivamente hay mucha más libertad. ¿Si los
medios virtuales no son espacios libertad que podrían ser? Claro que la
tecnología es libertad y pronto podremos colonizar otros planetas con
la tecnología.
En general a todos los sujetos adictos a la pantalla se les llamará
como: Sujetos del espectáculo. Este es el nuevo hombre, en libertad
definitivamente, es el peligro que hay que afrontar en libertad que vivir
en la esclavitud. O como dijo Sartori el Homo-Videns (2). Así se
alcanza y se constituye que para este sujeto la virtualidad es la nueva
realidad, la nueva realidad es lo virtual, es el futuro. Pues nuestro
futuro es virtual, los robots, colonización de planetas... ¿Qué hay de
malo? Al parecer nada, si el individuo es soberano de elegir y de

39
apagar. Mientras haya libertad de elegir, y dentro de ella el individuo
elige según su preferencia, la estupidez o la eficiencia, el resultado ya
recae en su libertad individual, porque es libre.

1. Jean Baudrillard, El crimen perfecto, editorial Anagrama,


Barcelona, p. 9.
2. Homo videns sociedad teledirigida, 1998, Aguilar, Altea, Taurus,
Alfaguara, S.A, Beazley 3860. (1437) Buenos Aires.

El individuo frente al poder mediático

Todo avance tecnológico ha sido fuertemente criticado en su momento,


no por el desarrollo que trae, no por su innovación sino por su
contenido. Toda innovación trae consigo avance y mano de obra. El
mayor avance tecnológico de nuestro siglo son las redes sociales. Esta
imagen de nuestro pequeño mundo, también constituye el sonido, el
silencio nos habla del más allá, la voz oscura de nuestra galaxia.
Nuestra pequeña realidad además de ser imágenes, también es lo
auditivo, como escuchar por la radio la noticia o una narración
deportiva, o un audiolibro. Y es aquí donde entra la radio emisora. Para

40
esta constitución de la realidad como auditiva, hay un magnífico libro
que nos ayudará a entender la magnitud que tiene la radio. La guerra
de dos mundos — de Orson Welles, que trata sobre la invasión
extraterrestre a la tierra. Esta invasión será transmitida por la radio, que
terminó causando suicidios y ataques de pánico, cuando en realidad el
locutor de la radio solo estaba dando lectura. Todo era una odisea
auditiva.
Durante la Segunda Guerra Mundial [1939 – 1945], la influencia de la
radio tuvo éxito y sigue teniendo hoy. En 1937 en Estados Unidos,
cuando hubo una importante huelga del sector del acero Johnstown, al
oeste de Pensilvania, los empresarios pusieron a prueba una técnica
de destrucción a las organizaciones obreras, que resultó ser muy
eficaz. Sembraron el terror hacia los trabajadores y, producto del terror
entre los trabajadores, por medio de instrumentos más sutiles y
eficaces de propaganda. Se creó una propaganda que sembrará el
terror. La cuestión estribaba en la idea de que había que enfrentar a la
gente contra los huelguistas, por los medios que fuera. Todo es muy
eficaz y hasta hoy ha funcionado perfectamente (1). O los medios de
masa de adoctrinamiento y el llamado a enfrentar una guerra de
clases, como fueron las radios de comunicación de masas en la Unión
Soviética, China Continental y Japón. La radio fue un medio de
persuasión en sociedades abiertas, y un medio de adoctrinamiento y
totalitarismo de las sociedades comunistas, pero también fue un medio
de liberación. El muro de Berlín y la cortina de hierro podían impedir la
huida de la miseria comunista a que estaban condenados los

41
individuos pero no podía impedir las ondas radiales y televisas de su
vecina Occidental Capitalista. Llegando a liberar a los individuos de la
miseria en el año 1989 [caída del mudo de Berlín, el fracaso
comunista].
Así como tenerlos entretenidos a los individuos hacia la televisión, que
esté apegado, que la televisión sea su realidad, lo que se ve en la
televisión sea su realidad. ¡Escuche con atención y religiosamente la
televisión le va a informar! Claro que le va a informar para eso sirve,
para informar, para decir cuál debe ser la verdad. Ahora el sujeto debe
conformarse con eso. Pensar que es verdad la información, hacer
creer, llegar a la cima que sea su realidad, su única verdad. Usted está
viendo tal hecho, tal suceso, ¡Y es en vivo y directo! También lo está
escuchando por la radio. En nuestro siglo XXI considero que hemos
llegado al extremo que sí veo en la televisión o escucho en la radio es
verdad, mientras no lo vea o escuche todo será falso.

Es la idealización, el espejismo de nuestra realidad, eso es la


televisión, un espejismo, es un espejo reflector de la realidad. ¿Esta
realidad puede ser alterada? Primer supuesto; es un supuesto que
digamos no es posible su alteración, quiere decir que el espejo reflector
(televisión) nos muestra tal y como es el hecho, la realidad. Segundo
supuesto, que es posible su alteración o engaño, quiere decir que el
espejo reflector que nos muestra en la televisión es una realidad falsa,
claro que no va ser la realidad, eso no es el problema, el problema es
que parece ser real, pero que no lo es, pero si lo es, lo es para el sujeto
atrapado por la televisión. En tanto, que es real. De todas formas,

42
triunfa el espejo reflector, cuando se vea un hecho real por la televisión
o cuando sea un hecho no real, inventado o interpretado. ¡Lo estamos
viendo en la televisión idiota! Estamos en la era digital, en la era de la
liberación del sujeto. Si veo en la televisión es real, mientras no lo vea
no lo será, aunque sea real. En términos de Heidegger y tratando de
interpretar su libro La Época de la Imagen del Mundo podríamos decir,
esto que se ve en la televisión es el mundo-Imagen. Nosotros diremos
Mundo-Imagen-Auditiva. El perezoso ya no lee, solo ve imágenes, la
imagen no tiene idioma solo es imagen. Y de nuevo, ¿qué hay de
malo?, ¿qué estaríamos mejor sin las tecnologías? Son riesgos de la
libertad.

La alternativa –solución- frente a esto pareciera difícil, pero es más


sencillo. A más diversidad y múltiples medios televisados y radios es
menos la probabilidad de desinformación y más próximo a la verdad.
Más libertad, menos desinformación. El triunfo será del que diga la
verdad y el medio que mienta estará condenado al fracaso, es la ley
del mercado, del consumidor que lo somos todos. ¿Por qué los
burócratas pretender controlar los medios de comunicación? He ahí el
enemigo de la libertad. Y lo más absurdo dice el político controlar en
defensa de la libertad. Ahora ya lo sabe que no defienden nada de
nuestra libertad. Los individuos no necesitamos del poder político,
regulación para crear un espacio de libertad, con más facilidad y
eficacia podríamos crear más espacios de libertad, cualquiera podría
hacerlo. ¿Por qué tengo que pagar la licencia de funcionamiento al
poder político? Siempre opera contra la libertad. Si maximizamos los

43
pagos que tiene que hacer el individuo al poder político son múltiples,
todo está sujeto a impuestos y cuotas, ¿para ejercer mi libertad debo
pagar al poder político? Ahora ya vemos quienes defienden la libertad,
iniciativa, social, económica... Así ahora el individuo para poder hacer
la pelea informativa a los monopolios ya constituidos tiene como
barrera principal el poder político [pagos de impuestos, favores,
licencias…], sin embargo el político quiere aun más legislar, hacer
burocrático, cuando el camino es: des-legislar aquellas normas que
mutilan la iniciativa de la libertad.

La realidad como construcción


La realidad en construcción es: “La televisión”. Es la realidad no es un
espejismo de Debord. Así es, nos vamos enfocando en la televisión. Y
no olvidemos las radios. Estos son los poderes mediáticos. La
conspiración no depende del tamaño, así como los poderes fácticos,
son eso, medios. Todos los poderes fácticos, independiente de sus
inmensidad y llegada, imponen una determinada realidad sobre el

44
sujeto. El poder mediático establece verdades e imágenes que ellos
consideran. La imagen como la nueva literatura. La imagen es esa,
imagen, lo reiteramos. La imagen como el sustituto de la realidad, la
imagen en construcción, lo auditivo en construcción. Nuestra realidad
en construcción, es real. Jean Baudrillard en su libro El crimen
perfecto, inicia de esta forma: Esto es la historia de un crimen, del
asesinato de la realidad. La imagen es la virtualidad, la virtualidad es la
imagen, van juntos, es real. La virtualidad lo que muestra son
imágenes, algo tan sencillo como eso. La imagen y la virtualidad
requiere tiempo, sentarse y disfrutar a ver la televisión. Es esto el poder
de los medios, que era una fórmula de Foucault ―Sujeto Sujetado―.
Nuestra realidad es eso, construcción de deconstrucción. La verdad de
la Edad Media, ahora es la verdad del poder fáctico, ya lo estamos
aprendiendo, y la verdad del poder fáctico será en el futuro la verdad
del individuo. Con el avance de la tecnología podremos tener accesos
directos a los hechos y no esperar de los medios, ojalá. Alcanzar la
verdad es el mayor propósito de la humanidad, en eso avanza la
tecnología. ¿Qué nos impide? ¿Los Estados? ¿El mercado? ¿Por qué
la realidad en construcción si la realidad es única? Solo basta observar
la realidad entre las sociedades cerradas y abiertas.

45
La interpretación de los hechos
El poder mediático interpreta los hechos cuando logra interpretar el
hecho único y en tanto da a conocer a la masa; es ahí donde logra
establecer su verdad. Es ahí donde ha triunfado su verdad, la verdad
interpretada, no la verdad del hecho único sino –reiteramos- la verdad
interpretada a sus intereses. La interpretación que hizo el poder
mediático sobre la realidad. Los hechos son únicos, los hechos son la
verdad, la interpretación falsea el hecho, a la vez se establece la

46
verdad (del poder). ¿Qué verdad impone el poder? La verdad
interpretada a su medida.
El hecho es interpretado por el poder mediático, luego existe. ¿Qué
son los hechos? Son todos los actos humanos que ocurren en el
mundo, en tiempo y espacio determinado de lo real. El mundo está
compuesto de hechos. El hecho es el atentado de las torres gemelas,
una protesta popular, un accidente de tránsito, la guerra del Golfo… Y
reiteramos que los hechos son únicos, si es único es la verdad. Ludwig
Wittgenstein dirá: “el mundo es todo lo que acaece” (1). Considero que
esta afirmación es plausible. Si el mundo es la totalidad de los
acontecimientos, de los hechos que acaece y también de los que no
acaece, porque la totalidad es lo que acaece y lo que no acaece. Eso
es una totalidad. ¿Por qué decimos que lo que no acaece, también es
la totalidad? Porque todos lo vieron, saben que ocurrió. Todo el mundo
sabe que pasó tal acontecimiento, tal hecho. Negarles que eso que vio
sus dulces ojos, sería muy difícil. Nos diría: pero si todo el mundo lo
sabe, todos lo han visto, todos dicen lo mismo, en última instancia
todos lo vieron por la televisión. En esta situación alguien que
cuestione, discuta lo contrario, se encuentra contra la pared, contra el
mundo, la afirmación sería inválida. Todos contra uno. Pero no
imposible. Mientras más sujetos opinen, piensen el mismo parecer de
los hechos, se mantendrá libre de cuestionamiento lo que sus dulces
ojos vieron, es ahí donde se empieza a establecer la “otra verdad”.
En esencia es una verdad de “se dice”. Se “dice” que el sujeto X mató
al sujeto Y. Se “dice” que el hombre llegó a la luna, se dice que... y

47
podemos seguir “se dice”. Es un mundo de “se dice”. Cuando un sujeto
cuestiona a otro “sujeto-dice” pierde. Eso que “dice” no es como dice
usted, usted miente. Uno sale perdiendo en un mundo de “se dice”. Es
muy peligroso. Me apena decir que estamos en un mundo de “se dice”.
No hay hechos, hay interpretaciones -Nietzsche. Eso no es tanto así.
Nietzsche de plano elimina los hechos, no hay hechos. No. Si hay
hechos. Si no habría hechos de qué partiremos para las
interpretaciones. La cuestión está que la verdad se establece por
medio de la interpretación. Sin hechos no hay interpretaciones, no hay
interpretación sin hechos, acontecimientos. Foucault en Poder y
verdad, dirá: se lucha por la verdad porque la verdad es la que
establece el poder. De aquí que todas las interpretaciones de los
hechos van a triunfar aquellas que acumulen más poder. Aquí estriba
otra cuestión, los monopolios, hay monopolios estatales y monopolios
del mercado, ¿cuál hace más daño? Los monopolios del mercado
compiten para existir, su éxito depende de su eficiencia y servicio al
consumidor, y el monopolio estatal muchas veces no compite, su
financiamiento deviene de los impuestos, su éxito no depende
necesariamente de su eficiencia y los costos del fracaso lo asume por
contribuyentes. Los poderes mediáticos en su mayoría son financiados
por el Estado, por el concepto de “publicidad”, eso se llama
mercantilismo. Se debe anular. Su éxito debería depender de lo veras
que es, y no del Estado. Ahora son aquellos monopolios
“mercantilistas” que acumulan más poder. Defienden los intereses de
los políticos de turno. En tanto que tienen una boca inmensa a

48
comparación de un sujeto, logra convencer a más sujetos eso que
interpreta. Esto no quiere decir que no haya verdades alternativas, sino
que son débiles en un mercado mercantilista. Como los pequeños
medios locales que son el mercado, porque su éxito depende del
consumidor y de lo verás que resulte. Los medios de comunicación
ajeno de su tamaño deben competir en el mercado. Sigamos. En la
boca del periodista se distorsiona el hecho. Los poderes mediáticos
distorsionan los hechos, la interpretan a su medida. Sin embargo, el
Derecho penal vuelve a reconstruir los hechos, claro, solo los que son
de carácter justiciable.
Durante la Inquisición el poder pastoral interpretó el mundo a su
medida, ahora el poder mediático lo interpreta y estable la verdad a su
medida en gran parte. Y como dijimos en un mercado “mercantilista”
como la nuestra, los poderes mediáticos muchas veces sirven al
gobierno de turno, y el Estado los financia. ¿Qué hacer? Frente a ello
el camino es la libre competencia. El mercado y el Estado son aspectos
separados. Cuando el mercado interviene en el Estado se produce el
monopolio estatal “mercantilismo”, y cuando el Estado interviene en el
mercado se dan todos los males económicos, inflación, escases, etc.
¿El Estado y el mercado deberían separarse? Está claro que el Estado
administrado por políticos no está siendo una solución eficiente…

1. Ludwig W. Tractatus lógico-philosophicus, Escuela de Filosofía


Universidad ARCIS, p. 16.

49
La selección mediática
La selección natural de Darwin, ahora es la selección mediática, es ahí
donde se da el origen de la verdad mediática. El medio comunicacional
hace la selección, filtros necesarios previo al acontecimiento de
informar algo. El sujeto que ve la televisión, que lee el periódico es un

50
receptor mediático. Desconoce el origen de lo real, de los hechos, los
personajes, etcétera. Por ello acude a los medios, además es también
ya parte de ella. Los medios informan sobre el hecho, los personajes y
demás. El poder mediático hace la deconstrucción de lo real. A la vez
el receptor hace la de-deconstrucción de lo real. Esto hace desde la
deconstrucción que hizo el poder mediático.

La información es seleccionada, el periodista dice lo que tiene que


decir el poder. Asistimos al triunfo del periodismo de la especulación y
del espectáculo, en detrimento del periodismo de información. El
periodismo es una técnica de distorsión, desinformación de las
realidades muchas veces. Claro que hay muy buenos periodistas, pero
el poder es grande, es un monstruo, gigante y pisa fuerte donde la
información alternativa se pierde, queda devorado por el gigante
comunicacional. Como decía Joseph Goebbels, quien fue Ministro de
Hitler (1): “Para convencer hay que afirmar, repetir y dar ejemplos”. La
propaganda es el arte de la repetición. Y nuevamente, para no ser
sometidos a un solo mensaje la solución es más libertad, que existan
miles de espacios de libertad, que francamente los Estados no quieren
eso, por el contrario pretender totalizar con una sola idea: que todo sea
dentro del Estado. Y nuevamente llegamos que eso no es la solución,
sino el camino de la libertad.

¡Ya podemos gritar, más libertad…!

51
1. Durante la Segunda Guerra Mundial la Alemana Nazi puso en uso la
propaganda de Goebbels. El mensaje era claro: “Los judíos son más
inteligentes, nos harán sus esclavos”. Este tuvo resultados
excepcionales haciendo que todo alemán fuese a la guerra y asesinar
a los judíos.

El Dios mediático que nos vigila


Si hay Dios estamos siendo vigilados ahora y por la eternidad. La
vigilancia siempre se ha ejercido, la vigilancia es el arma de los que no
desean más libertad. Alguna vez pensó estar en constante vigilancia o
una sociedad de vigilancia, ser vigilado en tiempo y espacio. Hay un

52
libro que no podemos dejar pasar sin antes citar y que el autor se ha
imaginado muy bien de una sociedad de vigilancia. Nos ayudará mejor
a entender la realidad de los Estados que acrecientan su poder.
¿Quién sino el Estado puede vigilar sin ser castigado? El autor imagina
una sociedad totalitaria encarnada en un momento por el comunismo.
Creo que el autor no fue ingenio en su imaginación que ahora
engendra el Estado del mercantilismo. Pero algo le llevó a suponer que
latía entre sus extrañas el Big Brother (El Gran Hermano), o que ya
estaba actuando. Señala una sociedad autoritaria del Big Brother, una
sociedad del sometimiento de la libertad, de la muerte del individuo.
¿Por qué? El Estado está en todas partes, les observa, en la calle, en
el Bart, en el dormitorio, en el servicio, etcétera. Una sociedad sin
propiedad privada, sin libertad, es una sociedad esclava. El autor
imagina una sociedad comunista, donde el Estado es el supremo que
atraviesa y está en todas partes, vigila y castiga. No hay propiedad
privada. La evidencia nos lleva a que los comunistas adoran el Estado
totalitario, es falso que pretendan abolir el Estado, veamos nada más a
Cuba, Corea del Norte o Venezuela, Nicaragua son dictaduras, son
como los feudales que perduraron en el poder por décadas. Eso es la
evidencia empírica. Los cristianos viven bajo de vigilancia de lo divino,
recompensa y pecado. Dios está en todas partes, el Estado está en
todas partes. ¿Sino quién solo el Estado puede eliminar la propiedad y
la libertad? ¿Acaso no es eso lo que viene acaeciendo con los
Estados? Los Estados avanzan contra la propiedad, la libertad y la
vida, por medio de los que exclaman más Estado. Ahora el espionaje

53
contra la propiedad no solo proviene del Estado, sino también del
mercado, pero la solución es simple si el espionaje se da en el
mercado que en el Estado. El asunto es la propiedad. En el mercado
los individuos actúan por medio de contratos voluntarios, en la
sociedad planificada los Estados actúan con la coacción. ¿Qué es
Estado para ejercer el espionaje? Si nosotros los individuos
espiáramos al vecino de la quinta seríamos criminales y nada le
diferencia si lo hace el Estado. En ese orden del razonamiento
restringir la libertad o despojar de su propiedad al otro seríamos
criminales y tampoco hay diferencia si lo hace el Estado. En la
sociedad planificada el Estado se convierte en un ser supremo, es la
adoración hacia el Estado, regular todo dentro del Estado. Eso es solo
posible restringiendo las libertades: comunismo.

¿Cómo nos vigilan? No hay sujeto sin una cuenta de Meta y otros
similares. En nuestro tiempo de la globalización estatal, el Facebook es
un arma poderosa. Y no hay sujeto que no esté bajo la vigilancia.
Michel Foucault en su libro Vigilar y castigar, nos habla del panóptico.
¿Qué es el panóptico? Una celda, una cárcel construido en media luna
y ubicada al centro una torre de vigilancia, el panóptico. El lugar desde
donde se observa, se vigila a los presos. Mirar a todos sin que nadie lo
mirara a él, sin ser visto. Vigilar sin ser visto. Esta forma de espionaje
es magnífico, además el que vigila conoce más del otro. Sobre todo, el
poder busca conocer, estudiar la vida del sujeto a través de la
vigilancia, del panóptico. Hoy el poder mediático y el Estado busca
controlar la vida del sujeto, conocer sus preferencias, gustos. El

54
Facebook que mucha gente la utiliza o casi todos. Y las estupideces
que se publican y si “uno” es diferente, es tomado como sujeto aislado,
marginado, o simplemente como un loco, ya lo dijimos estamos en un
mundo de lo “uno”, pensar diferente, opinar diferente en el mundo de lo
“uno” es peligroso, serán absorbidos por la colectividad, pierde. Dentro
de una estructura colectivista el individuo pierde. El lenguaje del
Estado, las enseñanzas en los centros de educación son para validar
leyes y reglas morales que dicta el Estado y su cumplimiento es
coactivo, así en las sociedades comunistas justificaron los crímenes.
Bueno, la historia nos demuestra que el sentido común no es tan
común, sino el menos común. Lo sé. Estamos volviendo a repetir, lo
hacemos para aproximarnos hacia la verdad. Sigamos. ¿Qué hay
detrás del Facebook? Si hemos hablado del panóptico de Foucault, es
para responder qué es lo que se esconde detrás del Facebook. ¿Usted
sabía que Google y Facebook es una agencia de espionaje? El
fundador de WikiLeaks, Julián Assange, quien trabajó en la inteligencia
de los Estados Unidos y reveló sobre el Facebook, quien se
encontraba refugiado en la embajada de Ecuador, dice: “Facebook es
la máquina espía más atroz jamás inventada” y añade que “la red
social es una de las herramientas principales de la inteligencia
estadounidense para saber qué hacen los ciudadanos”, “aquí tenemos
la base de datos más completa del mundo sobre la gente, sus
relaciones, sus nombres, sus direcciones, sus ubicaciones, sus
comunicaciones con otras personas y sus parientes. Y todo está
situado en los Estados Unidos, y todo es accesible para la Inteligencia

55
estadounidense”. Sin duda, el Facebook es el nuevo panóptico. El
sujeto centralizado, eso que Descartes había puesto al centro de todo,
ahora ese sujeto es el Facebook y también los Estados. Vigilar y
conocer, controlar nuestras conciencias. ¿Y quién puede dudar que no
nos están espiando las llamadas telefónicas? El levantamiento de las
llamadas telefónicas lo evidencia, claro que las llamadas telefónicas
son grabadas. En los Estados cerrados como Cuba, Corea del Norte,
China, el espionaje es más malvado. Castigo y muerte.

Frente a ello la solución parece compleja, pero es sencilla. La solución


va por la propiedad. Si cada individuo al asociarse a Facebook, acepta
determinadas condiciones, es que tiene un contrato voluntario. Nada
menos está adquiriendo un título de propiedad para su uso individual.
El incumplimiento acarrea responsabilidades. Creo esta es la manera
de evitar el espionaje malvado, porque es agresión hacía la privacidad
y la libertad. El Estado para esto se debería alejar lo más lejos posible,
su intervención solo acarrearía en agresión a la propiedad y dejar a los
individuos libremente celebrar contratos, así cada individuo sería
propietario de su espacio en la red. Como también si alguien agrede el
espacio virtual de otro, quiere decir a la propiedad de otro, podría
fácilmente iniciar una acción legal de usurpación a la propiedad. Y
además que la subjetividad puesta al centro de todo, la propiedad
igualmente debe ser puesta al centro de la subjetividad. Así frente a la
mirada del Estado de vigilancia la batalla es en espacios de libertad y
propiedad.

56
Hiperrealidad
El 17 de abril del año 2019, el expresidente peruano Alan Gabriel
Ludwing García Pérez (1949 - 2019) se suicidó de un disparo en la
cabeza. ¿Por qué traemos a colación este hecho del suicidio?

57
Simplemente porque vivió luego de su muerte. ¿Cómo? Podríamos
hablar del suicidio o de la muerte como un problema filosófico, pero
aquí hablaremos de la hiperrealidad que causó la muerte de Alan.

Sin antes volver a recordarle que nuestro objetivo es dar aquel salto
cualitativo hacia la verdad del poder mediático y la verdad de los
Estados como una evidencia que afectan nuestra percepción de la
realidad y como poderes que construyen nuestra verdad y nuestra
realidad.

Como dice Baudrillard: “Los medios son los que construyen el mundo
en que vivimos y eso no es la realidad, sino la hiperrealidad”. La
muerte del expresidente constituye un hecho que creó la ficción y
desplazó la realidad hacia la hiperrealidad, ¿cómo? Vayamos al grano.

¿Qué es un hecho? El hecho es un acontecimiento en un tiempo


determinado en el tiempo infinito, pero al acontecer se determina, como
se determinó el suicidio de Alan García, 17 de abril de 2019. ¿Qué es
crear ficción? Es entrar al mundo de la imaginación, simulación, la
odisea de la realidad como el suicidio de Alan García entra a la
simulación de la realidad, la creación de la realidad. ¿Qué es desplazar
la realidad? Es la negación de los hechos reales –la realidad-, como
negar el suicidio de Alan García. Y la pregunta ¿es posible que un
hecho real entre a la ficción y se apodere de la realidad o la desplace?,
¿es posible que un hecho real sea negado y sobre ella se construya la
hiperreralidad –una realidad de ficción? Sí.

58
Existe casos en que la ficción superó a la “realidad”, como también
pues durante el transcurso de la historia existieron hechos reales que
entraron a la ficción y se apoderaron de la realidad, estamos ante este
segundo caso. La muerte de Alan García creó otra realidad ficticia y
desplazó el hecho real. Es así que el hecho real es increíble, no
creíble, y contrario sensu, es creíble la ficción, el espectáculo, así
muere la verdad y la hiperrealidad triunfa. Triunfa la construcción
ficticia –hiperrealidad- y muere el hecho real. Como ejemplo tenemos,
dentro de la ficción el libro El crimen perfecto de J. Baudillard. La
guerra de dos mundos de O. Welles. Dentro de los hechos reales, la
muerte de Michael Jackson, 25 de junio del año 2009 o de Juan
Gabriel, 26 de agosto del año 2016, entre otros.

Es posible que Facebook contribuya en la creación de la hiperrealidad


y triunfe en el mundo del espectáculo. El suicidio de Alan García causó
especulaciones, suposiciones, como la creación de una realidad
ficticia: Alan estaría vivo. Y lo hizo y lo viene haciendo. A dos años
luego de su suicidio la opinión mayoritaria aún seguía creyendo que
estaría vivo en el extranjero, en Francia. Solo los especiales son
capaces de eso, de crear una realidad y apoderarse de la ficción. La
muerte del exmandatario construyó la hiperrealidad y triunfó en una
sociedad del espectáculo, de la era digital.
Los Sujetos del Espectáculo [que es propiamente ya de la era digital]
sostuvieron y lo siguen haciendo al parecer que estaría vivo, fuera del
país y refugiado del coronavirus. ¿Qué pasó? Dentro de las
interacciones sociales –Facebook- se conspiró contra la realidad y se

59
creó la otra verdad sublime –hiperrealidad- y se lo creyeron, que
hiciera de su existencia y su verdad. En la interacción social -en el
Facebook- Alan García no ha muerto. Fueron objeto de creación de la
hiperrealidad. El sujeto del espectáculo muchas veces o es carente de
duda y razonamiento, no piensa sino que solo acepta, acepta la opinión
de su entorno, del colectivismo por lo general. Lamento por la juventud.
Dejemos descansar en paz a un difunto que un día menos esperado
nos cae a todos el fiambre. ¡Si está vivo demuéstrenlo pues, imbéciles!
Esto fue el triunfo del muerto vivo: realidad informática. Señores,
estamos en el mundo virtual donde la realidad desaparece y triunfa lo
que quiere que sea nuestra realidad. En el mundo virtual triunfa la
construcción real que hace el colectivismo, que conspira con la
tecnología que tanto critica. Esto es el poder y la consecuencia de la
era digital y del colectivismo. En el “colectivismo digital” triunfa la
hiperrealidad. ¡Bienvenidos al espectáculo, ya estamos a la vuelta, no
para cualquiera…!

Nociones sobre el futuro

60
Qué podemos esperar del futuro, la abolición del Estado o la abolición
del mercado libre. No se puede augurar el futuro, quien augura pierde,
al menos en la filosofía es así, el profeta comunista perdió. Ya no es
posible seguir esperando la profecía de Marx, que el comunismo
enterraría al capitalismo. Basta, seamos realista y objetivista, toda
sociedad cerrada fue y es un fracaso, Cuba, Corea del Sur, Venezuela,
y toda África gobernado por el comunismo.

El historicismo de Hegel afirmaba que la historia tenía un desarrollo


dialéctico interno y necesario, que el sujeto tomaba conciencia hasta
llegar a tomar una conciencia de sí, auto-conciencia total, que en el
sujeto absoluto tendría una continuidad sustancial. Esto sería un
devenir continuo de la historia, lineal y racional. Es como imaginar una
cuerda tendida al infinito donde la historia se desarrollaría de
contradicción en contradicción, pues es un llamado a una guerra
constante, eso es el comunismo asesinato y desprecio por la vida.
Foucault se opone a Hegel, y dice que esta es una metafísica de la
historia, que la historia no tiene un devenir necesario, ni lineal, sino que
la historia es una discontinuidad permanente y esto le permite decir
que él no hace una metafísica de la historia. Foucault, basándose en
Nietzsche, dirá: “pero ¿qué es esto de una historia que es lineal,
racional, que marcha alegremente hacia el futuro en medio de
contradicciones y contradicciones, pero siempre linealmente?” dice, “es
un dinosaurio, no es la historia, esto es materia bastarda para los
historiadores idiotas”. Algo así. Foucault plantea hacer un diagnóstico,
“yo trato en efecto de diagnosticar y de diagnosticar el presente: es

61
decir aquello que somos hoy, qué es lo que significa, actualmente,
decir aquello que decimos”. De todos modos, la historia seguirá
avanzando, aunque no de forma lineal, sino en espiral. Y la historia no
es más que acaecimientos en tiempo presente. Aquel tiempo relativo
en términos cuánticos es nada. El pasado y el presente en términos
subatómicos se reduce en nada. La nada en ese sentido es el
presente, no hay pues pasado ni futuro solo presente. No es posible
planificar el horizonte de la historia como pretenden los socialistas, los
comunistas, es como pretender de momento cambiar de rumbo la
rotación de los planetas pues contrarias a las leyes naturales, y los
socialistas al pretender planificar la sociedad van contrarias a la propia
naturaleza humana, a la interacción libre y voluntaria que se desarrolla
en la sociedad, no es posible planificar la acción humana, todo intento
siempre fue y será un fracaso, la humanidad es finito, implanificable de
sus acciones. La interacción humana se desarrolla en su propia
naturaleza y en su propio orden natural, basado en principios morales y
leyes naturales que le corresponde por su propia naturaleza de ser
humano como el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad.

La historia nunca termina. Los cristianos manifiestan que el fin de la


historia sería con la venida de Cristo como la “última palabra de Dios”,
no sabemos a ciencia cierta. Los marxistas afirman que el fin de la
historia será con la llegada del comunismo, que significaría fraternidad
universal, el fin de la miseria, extinción, abolición de la propiedad
privada, pues parece un chiste de mal gusto de pensadores idiotas.

62
Hegel en el año 1806 posterior a la revolución francesa, proclamó que
la historia había llegado a su fin. La batalla de Jena marcaba el fin de la
historia porque en ese punto de la “vanguardia” es que se llevó a la
práctica, se puso en práctica los principios de la Revolución Francesa.
Se habrían resuelto las anteriores contradicciones y todas las
necesidades humanas, ya no hay lucha y conflicto. La historia había
terminado. Hegel había alcanzado el conocimiento absoluto. Claro está
en su pequeño mundo. En el año 1992 aparece un ensayo sobre el fin
de la historia, era Fukuyama. Tras la caída del muro de Berlín el 9 de
noviembre de 1989 y la caída del comunismo y el triunfo del liberalismo
político y económico, afirmaba que la historia ha terminado, puesto ya
no había otras alternativas ideológicas, batallas ideológicas. Pone en
línea con una profecía vieja como el mundo. La historia nunca termina
es el mismo espacio en expansión. El fin de la historia que tanto
proclamaba Fukuyama podemos desmentir sencillamente con el 11-S,
el atentado terrorista a las torres gemelas. Fukuyama cree que todas
las civilizaciones acabarán por seguir el modelo que ha tenido éxito, el
liberalismo americano. Y ahí aparece, Huntington, dice: “el mundo se
ordenará sobre las civilizaciones o no se ordena en absoluto”. Los
intentos de ordenar siempre fracasan, pues van contra su naturaleza
propia. Todos los entes tienen una naturaleza propia, en donde se
desarrollan en su mismo orden, los animales, los vegetales, los
astros…, a diferencia los humanos somos racionales, nuestra
interacción humana es proveniente de la razón, de la deliberación de lo
bueno y lo malo. Fuimos capaces de crear el lenguaje para nuestra

63
comunicación, el intercambio de títulos de propiedad para satisfacer
nuestras necesidades, la tecnología, los oficios y las profesiones…,
son acciones que por nuestra naturaleza lo desarrollamos, no fue
necesario la intervención de entidades gubernamentales o Estados
coactivos, son actividades anteriores. Las ferroviarias, la justicia, la
educación, los medios de comunicación y demás, son acciones que se
desarrollan por sí mismas, no es necesario los organismos coactivos.
Los Estados son un monopolio que, para preservar su falsa legitimidad,
emplean la coacción.

64
La batalla cultural
La batalla cultural es fundamental, seguir difundiendo la verdad.
Determinar los límites del Estado o simplemente determinar su
existencia como nada. Esto podría sonar descabellado para los
socialistas, pero jamás para un liberal. La abolición del Estado por los
socialistas es fallida como todas las teorías de la planificación social, si
fuera cierto la abolición del Estado por los socialistas Cuba sería libre,
Corea del Norte sería libre, Venezuela, Nicaragua…, es teoría fallida,
por el contrario crece el Estado, y anula la libertad, por tanto, genera la
hambruna y la miseria. A diferencia los liberales sí podrían abolir el
Estado y luego regirse en el mercado libre y en la propiedad privada,
mediante contratos y entidades privadas que fácilmente podrían brindar
educación, salud, seguridad, justicia y todo lo demás es mercado puro.
Los informales de hoy son la señal del mercado puro, su elección es
contra el Estado, porque le roba la plata y prefiere el mercado negro.
Los individuos comerciarían libremente, habría división de trabajo,
ingreso, ahorro y capital. La batalla cultural es contra el enemigo de la
libertad, del mercado, de la vida y de la propiedad: el Estado. El Estado
se financia robando, si los impuestos fueran voluntarios nadie pagaría,
pero se pagarían por una aseguradora privada o colectiva sin fines de
lucro.

Por tanto, la batalla cultural es contra los políticos, son quienes


defienden el Estado, el hombre del mercado no necesita del político. El

65
político no genera puestos de trabajo, el hombre del mercado sí lo
hace. El político no genera capital, solo roba con las tasas impositivas y
cada vez más, el hombre del mercado genera capital con bienes de
mejor calidad. El sistema político no genera capital, solo realiza gastos.
Los hombres del mercado –que somos todos- generan capital y los
políticos los roba y los gasta. Por tanto, es tan absurdo la existencia de
políticos, está claro que el sistema político debe acabar…

66
CAPÍTULO II

LA CULTURA DEL ESPECTÁCULO

Espectáculo
Nuestro siglo se caracteriza por el sometimiento del sujeto al mediático
y al Estado. ¿El poder castiga? Establece relaciones de orden coactiva
para ser cumplida. Los positivistas jurídicos y constitucionalistas llaman
como “Estado de Derecho”. Un Estado que legitima la violencia, el
robo, ¿que los impuestos no son robos, la prisión preventiva no es
agresión a la libertad? Son mentiras jurídicas legitimados que solo un
Estado basado en la coacción lo sostiene.

Los poderes mediáticos estatales son medios de unificación, de


simplificación: adoctrinamiento. Busca que todos piensen igual, la
unificación de la enseñanza reduce a nada al hombre, cuando todos
reciben la misma lección. En ese sistema no hay un hombre nuevo,
sino iguales. Pero esta enseñanza muchas veces es guiada de
emociones o los métodos de estímulo-acción: el espectáculo. La nueva
enseñanza (adoctrinamiento) es por medio del espectáculo. El medio
más eficaz, más grande y monopólico que existe es el Estado, ya lo
sabemos. Este Estado malvado se refugia en la religión de la multitud,
67
donde sus acciones que van contra la libertad que de por sí es
insostenible sino requiere de la multitud. La multitud invisibiliza las
acciones criminales, el individuo lo visibiliza. Los poderes mediáticos
que actúan fuera del sistema estatal son visibles, porque dependen del
consumidor o del oyente, y dejan libre a su elección, contrario sensu, el
poder estatal es invisible y no deja alternativa, ¿que no buscan un
único sistema educativo? Vemos que el informal depende de la
eficiencia y productividad, y el formal no necesariamente.

Foucault en El sujeto y el poder, dice: el poder no solo reprime, sino


también induce, dificulta, amplia, limita, facilita. Eso fue en su segunda
etapa. Ahora el poder no solo induce, dificulta, amplia, limita, facilita
como decía Foucault, sino que también “entretiene” algo muy sencillo
como eso, genera espectá-culo. El poder trabajó en esto, encontró
quizá la formula muy sencilla de cosificar al sujeto, entretener. Mario
Vargas Llosa en Civilización del espectáculo hace una crítica a la
cultura de la modernidad y dice: La cultura es diversión y lo que no es
divertido no es cultura.
Nuestra mirada sea dirigida hacia la televisión. ¡Vaya, vaya pero que
son esos, se ven en la televisión! ¿Y qué vemos en la TV? Culo.

Nada mejor que entretener con el “Culo”. Es un “Sujeto mira culo”, si


cabe la denominación. Ve culos y pechos, y no solo ve en la TV, sino
que también voltea la mirada en la acera. La TV basura, ¿el culo
también incluye las mierdas? Las mierdas que salen del ojo del culo,
que es mejor llamarlas así, a las heces como mierda. El término ojo del
culo que mejor lo emplea fue Francisco de Quevedo en su libro
68
“Gracias y desgracias del ojo del culo”, allí encontramos frases como:
“No hay contento en esta vida que se pueda comparar al contento que
es cagar”, “No hay gusto más descansado que después de haber
cagado”, “Más te quiero que a unas buenas ganas de cagar”....

Creo que en nuestro siglo la parte más importante del cuerpo humano
es el: culo. ¿Qué diría Marx? Nunca imaginó. ¿En qué momento el culo
pasó a la adoración? Desde que se convirtió en espectáculo. El
espectáculo del culo avanzó de la mano con la televisión, van juntos.
“TV-Culo”. Este avance en su primigenia fue una selección de la
especie, selección natural, ahora la selección es mediática y va por el
culo más grande. ¿Qué diría Darwin? Tampoco imaginó, no sabemos
con exactitud. No se preocupe sino es parte de esta selección de la
especie mediática, yo tengo la solución, bueno, el doctor. Dos, tres,
cuatro kilos, ¿cuántos quiere? Al gusto del cliente, es un oficio
modesto. Claramente es la evidencia de la evolución de lo natural
hacia lo espectáculo del culo, fábrica de culos.

El culo pierde su naturaleza, nunca más será natural, ahora es un


engaño, es fabricado en los establecimientos, en el gimnasio. Todo
para mostrar un buen culo al sujeto, el sujeto queda anonadado, está
sometido. Como desearía tenerla ahí, salir un rato de la televisión. No.
Olvídese nunca lo tendrá usted. Quédese con las ganas, ve lo
espectacular que está en las pantallas. He aquí surge otro problema
filosófico, que sobre ello se preguntarían solo los idiotas que quieran
perder el tiempo en cosas no tan productivos, cierto. Surge la
masturbación. ¿Qué tiene de malo masturbarse? Woody Allen dice que
69
tiene de bueno: “No es más que hacer el amor con una persona que
uno conoce bien, desde hace mucho tiempo”, el sexo que uno tiene
consigo mismo es el más seguro, es más controlable. Darío
Sztajnszrajber dice: “Yo afirmo que la paja termina siendo un acto
revolucionario porque cuestiona el imperativo de productividad utilitaria
del capitalismo. A veces se la crítica como un acto de
ensimismamiento, pero tener sexo con otra persona también puede ser
un acto parecido a la paja". Si fuera cierto lo que dice Sztajnsrajber,
que la masturbación acaba con el capitalismo, no se diga más,
proletarios del mundo hay un método maravilloso de acabar con el
capitalismo, pues a sudarla.
Diógenes, el provocador de la sociedad griega, tenía la manía de
masturbarse en público. Un día, mientras lo hacía en mitad del ágora
rodeado de gente, unos hombres le recriminaron su actitud, a lo que él
respondió sin reparo alguno: “¡Ojalá pudiera matar también el hambre
frotándome el vientre!”. Diógenes no veía nada malo en su actitud. Más
aún, se enorgullecía que no necesitaba a nadie para calmar sus ansias
sexuales. Era el campeón de la autarquía. Sigamos.
Esto es el poder del culo, bienvenidos al espectá-culo. De allí una parte
del título de nuestro libro. Pues la comida está servida a espectar el
culo. ¿Qué obsesión con el culo? Nada, lo que dijimos en pocas líneas
es la realidad, duela a quien le duela la realidad se defiende, la mentira
requiere del poder. El triunfo del espectá-culo, creo es la evidencia de
la enseñanza del desprecio de la libertad que se imparte en centros
educativos. Hace falta abrirse al camino de la libertad, donde el hombre

70
tome la libertad de cambiar de canal, de ser dueño de su destino, ser
auténtico. Aquí otra paradoja, muchos creen acabar con la mala
programación con la regulación estatal, pues es un grave atentado a la
libertad de expresión, sino que solo dando más libertad a los
individuos, libertad de asociación y cooperación donde se originan más
espacios de libertad para la competencia, donde el consumidor es el
soberano de su acción. La competencia resuelve la mala
programación, la mala economía, la mala educación, la mala justicia,
no la regulación, la regulación solo puede regular la libertad, entonces
acaba con la libertad. La competencia individual o corporativa depende
del consumidor que casi siempre elige lo mejor para sí, y a menor
precio. La mala programación tiene éxito por el monopolio paralelo
horizontal, y no vertical y por falta de la soberanía de la libertad
individual.

71
El homo espectáculo
El sujeto que ve la televisión, a la que está sometido su poca libertad,
es incapaz de sustituir, desprecia su libertad, pero es justamente su
libre acción. El detalle es si tiene libertad de elegir entre la diversidad o
es un único monopolio. Será mejor siempre la diversidad entre la
unidad, la libertad frente a la esclavitud. Le es imposible dejar de estar
frente a la pantalla. ¿Sustituir con qué? Con un libro, debe ser una
broma. El Facebook además de vigilarnos es un espacio de libertad,
como también es una droga, muerte lenta de la libertad, y nunca se
sabe cuándo será el final. Se apodera del sujeto que desprecia la
libertad. Los niños crecen frente a la pantalla. G. Sartori denomina
como “Niño Videns” y el “Homo-Videns”. Esta es la rutina diaria al más
infinito. El sujeto es afectado, es modelado, es cambiado, en otras
palabras evoluciona. Aquel “Niño Videns” de adulto pasará a ser un
“Viejo-Videns. El sujeto viene evolucionando esto no quiere decir que le
salga, o le crezca un cerebro más, o unas cuantas neuronas, esto es
una evolución regresiva de sí mismo, pero a la vez es una evolución
digital positivo. El sujeto poco a poco desaparece, así como Fukuyama
dice, “la abolición del hombre”, esto es solo posible si el hombre en sí
mismo desprecia su libertad, y actúa desde el Estado para controlar y
72
regular la libertad individual. Foucault dijo: “el hombre ha muerto” y
nosotros citamos para volver a recordarla y gritarla, en el sentido que
dentro de la realidad paralela del Poder Mediático y del monopolio de
los Estados el hombre muere, solo el Estado puede privarle la libertad
sin ser castigado, y sin libertad el individuo es nada. ¿Quién es el
enemigo? El individuo contra el poder mediático mercantilista y el
poder político.

73
La cultura del culo
No podemos aguantarnos de expresar que la televisión peruana es un
vómito. Las cámaras están ahí, donde tienen que estar, ponchando
hacia la parte íntima de las protagonistas. América Tv, ATV y Latina,
entre otros, son programas del pan del día, programas como “esto es
mierda”. Son programas para que usted vea culos y tetas, la estética
mediática. La estética no es nada sino es mediática sino aparece en la
pantalla.

La “televisión culo” es un proyecto para entretener con el espectáculo a


los sujetos en una sociedad que desprecia la libertad. Tiene éxito
porque el receptor desprecia la grandiosa libertad que tiene de decir
no. Hace falta tallar en la mente humana lo que es la libertad. Solo es
posible el éxito de la degradación humana en una sociedad que carece
de libertad, esto es el asunto, el despreció a la libertad, ser
responsables de nuestra existencia sin excusas, para ello hace falta
apoderarnos de la libertad y abolir toda institución coactiva.

Y la cultura es: “cultura del culo” y es un éxito. Culos y tetas, ¿luego


que viene?

74
El culo la mercancía del éxito
La publicidad es la simbolización del mundo, el mundo también es
símbolo, así llegamos a un mundo simbolizado, un mundo de
imágenes. Publicidad. Las calles son espacios de simbolización, letras,
números y culos. El culo es mercancía, da lucro, no hay mejor
publicidad que un buen culo. Cultura del exceso del culo, al parecer.
Un culo natural es súper mejor, pero no, no hay culo natural. En la
televisión no hay lo natural, solo simbolización. El culo es falso, no hay
culo grande, no hay mamas grandes. Mejor dicho, no hay nada natural
en una mujer en la TV–culo. Bueno, reitero que no tengo ninguna
obsesión con los traseros. Esto es una sociedad de culos, del exceso
del culo, quién iba pensar que el culo expresara la nueva mercancía. El
culo expresa el nuevo mercado hegemónico. La publicidad, tanto que
en la Filosofía del caos el niño y la niña que escuchan por el teléfono la
muerte de su abuelo y dice:

—Papá aún no lo hemos visto en la televisión.

Para ser real hay que verlo en la TV, sino es nada, somos puro
espectáculo.

Es todo por ahora, ya estaremos de vuelta…

75
Bibliografía

- Assange, Julián, Cuando Google encontró a WikiLeaks. -1a ed.


– Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Capital Intelectual, 2014.
- Baudrillard, Jean, El crimen perfecto, Editorial Anagrama, S.A.,
Barcelona, 1996.
- Camilo Valqui Cachi, Pastor Bazán, Cutberto, Poder y medios
de comunicación: una crítica epistémica, Editorial: Universidad
Privada Antonio Guillermo Urrelo, Junio, 2009.
- Chomsky, Noam, Hegemonía o supervivencia. Bogotá: Grupo
Editorial Norma, 2004.
- Foucault, Michel, Vigilar y castigar: Nacimiento de la prisión.-
1a, ed.-Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina, 2002.
- Fukuyama, Francis, Y el fin de la historia investigación y
análisis crítico, editorial, davinci, primera edición: octubre 2010.
- Francisco de Quevedo, Gracias y desgracias del ojo del culo,
Livros gratis, http://www. libros gra tis.com.br.
- Freud, Sigmund, El malestar de la cultura, Biblioteca Libre,
Omegalfa.
- Hawking, Stephen, Historia del tiempo: Del Big Bang a los
Agujeros Negros.
- Heidegger, Martin, La época de la imagen del mundo.
- Hernández G. Javier y Salgado G. Sebastián, El racionalismo
de Descartes, Duererías – Cuadernos de Filosofía, 2010-2013.

76
- Horkheimer, Max y Theodor Adorno, La industria cultural.
Iluminismo como mistificación de masas, Buenos Aires, 1988.
- Huntington, Samuel P. El choque de civilizaciones y la
reconciliación del orden mundial.- 1ª ed. 4 ª reimp.- Buenos
Aires: Paidós, 2001, 432 p.; 24 x 16 cm.- (Estado y Sociedad)
Traducción de: José Pedro Tosaus Abadía
- Levi, Primo, Si esto es un hombre, Muchnik Editores, S.A.
Barcelona.
- Orwell, George, 1984: El gran hermano te vigila.
- Sartori, Giovanni, Homo videns sociedad teledirigida, 1998,
Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A, Beazley 3860. (1437)
Buenos Aires.
- Theodor, Adorno, La crítica de adorno a la cultura de masas,
resumen, 2013.
- Wittgenstein, Ludwig, Tractatus logico-philosophicus, Escuela
de Filosofía Universidad ARCIS.
- (…)

77

También podría gustarte