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LIRBO TERCERO

DE LA SUSCESION HEREDITARIA

TITULO I

CAPÍTULO I

SUCESIÓN HEREDITARIA.

Jurisprudencia:

Gaceta de la Corte Suprema de Justicia | Civil | 380-2006 15/07/2008. Parte


conducente del Recurso de Casación: " ... Al hacer el estudio correspondiente se aprecia que la
Sala sentenciadora omitió analizar la escritura pública número dos, autorizada por el notario
Victor Manuel Ferrigno García, el veintisiete de enero de mil novecientos ochenta y uno, que
contiene el testamento otorgado por María José Emilia Raskin Eichhoff viuda de Pinol; y los
Estatutos del Instituto Filosófico Manuel Enrique Pinol autorizados mediante Acuerdo
Gubernativo número 57 8-83, por medio del cual se le reconoce como persona jurídica , con
personalidad propia a dicho instituto. En el presente caso, la Sala sentenciadora no advirtió que
el Instituto Manuel Enrique Pinol podía impugnar la capacidad legal de algún heredero o
legatario en juicio ordinario, y que, además, los inmuebles objeto de controversia fueron sujetos
de anotación de demanda en el Registro General de la Propiedad, por lo que el auto de
declaratoria de herederos no ha sido ejecutado ni ha pasado por autoridad de cosa juzgada, en
consecuencia, se omitió injustificadamente analizar los medios de prueba que denunció el
recurrente, los cuales son decisivos para resolver la controversia, ya que con el Acuerdo
Gubernativo 578-83, se demuestra inequívocamente que el Instituto Filosófico Manuel Enrique
Pínol, es una persona jurídica, con personalidad propia, con pleno reconocimiento para el
ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones por sí misma, a través de su
representante legal. Además, con el otro documento omitido que consiste en la escritura pública
número dos autorizada por el notario Víctor Manuel Ferrigno García, el veintisiete de enero de
mil novecientos ochenta y uno, que contiene el testamento otorgado por María Emilia Raskin
Eichhoff viuda de Pinol, se demuestra contundentemente la última voluntad de la testadora que
era instituir como heredero universal en todos sus bienes al Instituto Filosófico Manuel Enrique
Pinol, el cual como se mencionó, se encuentra facultado jurídicamente por el reconocimiento que
el Estado le otorgó, para ejercitar sus derechos por sí misma, pues de conformidad con el artículo
917 del Código Civil: "La sucesión por causa de muerte se realiza por la voluntad de la persona,
manifestada en testamento y, a falta de éste, por disposición de la ley". En tal virtud mientras el
testamento abierto otorgado por la señora María Emilia Raskin Eichhoff viuda de Pinol a favor
del Instituto Filosófico Manuel Enrique Pinol no haya sido declarado nulo, por falsedad o
nulidad, la sucesión intestada no tenía lugar, conforme lo regula el artículo 1068 de la ley
referida, salvo que el testador haya dejado de disponer de alguno o algunos de sus bienes,
entonces el intestado solo procedería respecto de los bienes de que no dispuso el testador. Esto,
porque mientras el testamento abierto, otorgado por la señora María José Emilia Raskin Eichhoff
viuda de Pinol a favor del Instituto Filosófico Manuel Enrique Pinol no haya sido revocado,
anulado, demostrada su falsedad y caducidad de las disposiciones testamentarias, el heredero de
los bienes de la causante es el Instituto Filosófico Manuel Enrique Pinol, y no la Asociación
Salesiana de Don Bosco, toda vez que la señora viuda de Pinol, por ser persona civilmente capaz,
podía disponer de sus bienes por medio de testamento a favor de cualquiera que no tuviera
incapacidad o prohibición legal para heredar, pues el único límite que existe es el derecho que
algunas personas tienen a ser alimentadas, y además, toda disposición testamentaria deberá
entenderse en el sentido literal de sus palabras, a no ser que aparezca claramente que fue otra la
voluntad del testador, conforme lo estipulado en los artículos 934, 936 y 940 del Código Civil.
Además, si la Asociación Salesiana de Don Bosco considera que ellos son los herederos de la
causante, deben demostrar la invalidez del testamento de la señora viuda de Pinol, para probar
que a ellos les asiste el derecho de suceder a la causante. De ahí que al no analizar la Sala de
Apelaciones los citados documentos, su omisión influyó en el resultado de la sentencia,
perjudicando los intereses del Instituto Filosófico Manuel Enrique Pinol. En virtud de lo
anteriormente analizado, es evidente el error de hecho en que incurrió la Sala por lo que debe
acogerse el recurso de casación, y como consecuencia, casarse el auto impugnado, y al resolver
conforme a derecho, encontrándose demostrada con absoluta certeza la verdad formal sobre los
hechos controvertidos, en relación a que el legítimo heredero universal en los bienes de la
causante María José Emilia Raskin Eichhoff viuda de Pinol, es el Instituto Filosófico Manuel
Enrique Pinol, y así debe declararse, efectuándose las demás declaraciones que en derecho
correspondan..." (JUSTICA, s.f.)
DOCTRINA:

Exposición de motivos del Código Civil el libro III de es te Código adquiere el nombre
de sucesión hereditaria, que es el nombre exacto que corresponde a la adquisición de bienes por
muerte del causante. Además, agrega que "nuestro sistema hereditario es romanista y sus
principios fundamentales son los siguientes:

a) La sucesión se produce inmediatamente desde el momento de la muerte del causante,


sin necesidad de que el heredero manifieste su voluntad, presumiéndose su aceptación mientras
no exprese lo contrario;

b) No se reconocen más que dos formas de sucesión: la testamentaria y la intestada. La


sucesión contractual está prohibida;

c) Se da preferencia a la sucesión testamentaria, teniéndose como supletoria la intestada;


y

d) Se admite compatibilidad de las dos formas de sucesión: la herencia puede ser en parte
testada y en parte intestada."

Sucesión en sentido jurídico: es la transmisión de los bienes derechos y obligaciones que


componen la herencia de una persona fallecida, a la persona que sobrevive, a la cual la ley o el
testador llama para recibirla. (Sigüenza Sigüenza, Gustavo Adolfo, 2010)

Puig Peña, integra la sucesión hereditaria que se puede definir como la subrogación que,
a consecuencia de la muerte de una persona, se produce en otra de los derechos y acciones
transmisibles de las que aquélla era titular. A esta sucesión mortis causa es la que se llama por
excelencia en la doctrina civil sucesión. (Puig Peña, Federico, 1974)

TRANSMISIÓN DE LA HERENCIA.

JURISPRUDENCIA:

Gaceta de la Corte Suprema de Justicia | Civil | 289-2018, 314-2018 y 316-2018 18/03/2019.


La Sala declaró sin lugar los recursos de apelación interpuestos y en consecuencia, confirmó la
sentencia apelada. Para el efecto, consideró: «… A) Del Recurso de Apelación interpuesto por
LORENA LEON LU. Al analizar la sentencia recurrida, constancias procesales y del agravio
respecto a que el Juez a quo refutó que existen causas internas y externas al negocio jurídico
impugnado que por sí mismas provocan la nulidad, este Tribunal estima que no le asiste la razón
a la apelante, pues en cuanto a las causas internas o externas de la ausencia o no concurrencia de
los requisitos esenciales para su existencia, se establece que en el presente caso se cumplen con
los requisitos establecidos en el artículo 1251 del Código Civil, en virtud que la señora Ana Lú
de León o Ana Lú Mack de León fue instituida como heredera de acuerdo con el Testamento
Común Abierto contenido en la escritura pública trece, autorizada en la ciudad de
Quetzaltenango el siete de febrero de mil novecientos noventa y cinco, por el notario Isaí
Cabrera Gutiérrez, siendo que en la fecha del negocio jurídico impugnado, el veinte de enero de
dos mil once, el causante José Vicente León Lau ya había fallecido, por lo que para los efectos de
la sucesión hereditaria es de tomar en consideración que de conformidad con el artículo 918 del
Código Civil los derechos de la persona se transmiten desde el momento de su muerte, de esa
cuenta el negocio jurídico cumple con los requisitos de validez, pues el artículo 1806 del Código
Civil establece que se puede vender un derecho hereditario; y en tal caso, el vendedor sólo
responderá de su calidad de heredero. No obstante lo anterior, que el testador en la cláusula
tercera haya condicionado que la esposa del causante instituida como heredera llegare a fallecer
antes de haber aceptado la herencia, en forma automática deberá ser sustituida por los cuatro
herederos, se estima que no concurren los presupuestos de esa cláusula, pues al haber vendido
sus derechos hereditarios, constituye una aceptación de la herencia, ya que dispuso de ellos en
calidad de heredera, circunstancia que no conlleva que el negocio jurídico carezca de requisitos
esenciales para su validez ni que haya sido celebrado en contravención a las normas prohibitivas
expresas. De los agravios en cuanto a los motivos de forma de que el Juez a quo al redactar la
sentencia no se ajustó a lo dispuesto en el artículo 147 de la Ley del Organismo Judicial y que
haya declarado con lugar las excepciones perentorias interpuestas por el demandado, este
Tribunal estima que la sentencia no adolece de vicios, al haber resuelto el Juzgador conforme a
las constancias procesales, habiendo aplicado e interpretado las normas sustantivas y adjetivas
del caso. En cuanto a que no consignó en el texto de la sentencia los hechos que se sujetaron a
prueba, no se causa agravio al haberse declarado con lugar la Aclaración y Ampliación
solicitadas en su oportunidad, ampliándose la sentencia de mérito en auto de catorce de junio de
dos mil diecisiete, en el sentido de haberse adicionado el apartado de: “RESUMEN DE LOS
HECHOS SUJETOS A PRUEBA”, por lo que no tienen sustento alguno los argumentos
expresados por la recurrente. La apelante también señala como agravio la infracción a la literal d)
del artículo 147 de la Ley del Organismo Judicial en que el Juez a quo haya determinado que el
negocio cumple con los requisitos del artículo 31 del Código de Notariado, ya que no puede
alegarse que la compraventa impugnada fuera realizada en fraude de testamento y en fraude a la
voluntad del testador, siendo que el juzgador infringió los artículos 25, 26 y 27 del Código
Procesal Civil y Mercantil; al respecto este Tribunal estima que no le asiste la razón a la apelante,
ya que el Juez a quo resolvió de acuerdo a las constancias procesales, pues los motivos de la
nulidad del negocio jurídico que se impugna no se encuadran dentro de los presupuestos del
artículo 1301 del Código Civil, y de acuerdo al artículo 1806 puede venderse un derecho
hereditario; además, la inobservancia del artículo 515 del Código Procesal Civil y Mercantil, no
tiene prevista legalmente como consecuencia jurídica la nulidad absoluta del negocio jurídico.
Tampoco le causa agravio por lo considerado por el Juez a quo respecto a la disposición
instituida por el testador en la cláusula tercera, pues este Tribunal comparte lo resuelto, ya que al
haber fallecido el testador, a partir de ese momento es que se transfieren los derechos
hereditarios; en tal sentido, la cláusula testamentaria no puede catalogarse como una norma
prohibitiva expresa, por lo que la otorgante vendedora podía disponer de su derecho. Como
consecuencia, el Juzgador no vulneró el artículo 940 del Código Civil, pues la compraventa no se
hizo en fraude de la cláusula testamentaria, en virtud que la heredera dispuso de su derecho
haciendo uso de su calidad en instrumento público, lo que constituye una aceptación expresa de
la herencia, de conformidad con el artículo 1027 del Código Civil. De esa cuenta, se estima que
el Juez de Primera Instancia no incurrió en confusión de la transmisión de la herencia con su
aceptación, y como consecuencia de ello tampoco en fraude a la voluntad del testador, pues el
hecho de que el demandado haya sido desheredado, de la lectura e interpretación testamentaria se
establece que no existe condición o limitación del derecho de la señora Ana Lu Mack de León
para que venda los derechos hereditarios ni tampoco que no lo pueda hacer a favor de Vicente
León Lu, por lo que con la compraventa realizada no se contravienen las normas que rigen la
sucesión hereditaria, pues se estima que la heredera Ana Lu Mack de León tenía la libertad de
disponer de sus derechos. De esa cuenta, la nulidad invocada con base en el artículo 4 de la Ley
del Organismo Judicial no constituye un factor extrínseco contra dicho negocio jurídico como
pretende la recurrente, pues el hecho que la heredera haya vendido sus derechos hereditarios no
implica que se haya vulnerado la voluntad del testador. En relación a lo argumentado por la
recurrente del derecho de tanteo del artículo 515 del Código Procesal Civil y Mercantil y los
artículos 491, 492, 638, 641 y 1025 del Código Civil, este Tribunal estima que con el hecho de
haberse realizado la compraventa no se vulneraron tales normas, además en el supuesto que se
hubiere obviado tal derecho, ello no provoca la nulidad del negocio jurídico al ser claro el
artículo 1301 del Código Civil que “Hay nulidad absoluta en un negocio jurídico, cuando su
objeto sea contrario al orden público o contrario a leyes prohibitivas expresas, y por la ausencia o
no concurrencia de los requisitos esenciales para su existencia. …”, supuestos que no concurren
en el presente caso. En cuanto a que el Juez a quo haya violado el artículo 130 del Código
Procesal Civil y Mercantil, por el hecho de no haberle otorgado valor probatorio a la declaración
de parte del demandado, este Tribunal estima que no le asiste la razón a la apelante, pues con tal
medio de prueba no se acreditaron hechos al proceso. Respecto a los motivos de inconformidad
de fondo que se denuncian, este Tribunal estima no le asiste la razón a la apelante respecto que
faltó al negocio jurídico el requisito esencial de validez siendo el objeto lícito, tomando en
consideración que de acuerdo al artículo 1806 del Código Civil es válida la compraventa de un
derecho hereditario y respecto al derecho de tanteo que se denuncia, como ya se consideró, tal
circunstancia no invalida el negocio jurídico, además por el hecho que tanto en el testamento
como en las normas sustantivas, no existe prohibición expresa de realizar una compraventa a una
tercera persona extraña para la comunidad hereditaria, por lo que se estima que el Juez a quo no
realizó interpretación errónea del artículo 515 del Código Procesal Civil y Mercantil ni vulneró
el artículo 948 del Código Civil, pues existe libertad de disponer de los derechos hereditarios.
Tampoco se configura el error de hecho en la apreciación de la prueba de declaración de parte
prestada por el demandado el doce de octubre de dos mil dieciséis, pues el hecho que el
demandado haya tenido conocimiento de la existencia de otros herederos no provoca la nulidad
del negocio jurídico. En cuanto al error de derecho al valorarse la razón registral de la
inscripción del testimonio del testamento común abierto, no se incurrió en tal error pues de la
misma únicamente se establece que se otorgó testamento y el fallecimiento del testador. Como
consecuencia, los argumentos expuestos por la recurrente no son suficientes para que pueda
acogerse su pretensión, al establecerse que los hechos en que se sustenta la demanda no
encuadran dentro de los presupuestos de nulidad absoluta contemplados en el artículo 1301 del
Código Civil, por lo que el Recurso de Apelación interpuesto por LORENA LEON LU debe
declararse sin lugar y confirmarse la sentencia apelada por estar ajustada a derecho. (JUSTICIA,
s.f.)

DOCTRINA:

Exposición de motivos del Código Civil, el código "acepta el principio de la


transmisibilidad de la herencia sin que sea necesaria la aceptación expresa del heredero, pero la
aceptación de éste es voluntaria, bien puede renunciar a la herencia y en tal supuesto, desaparece
la presunción de aceptación." (Sigüenza Sigüenza, Gustavo Adolfo, 2010)

La transmisión de la herencia se presenta cuando al fallecer el causante le sobrevive una


persona que de forma primigenia adquiere la calidad de heredero, esta fallece antes de que acepte
o repudie la herencia y, al momento de su muerte, cuenta con otros herederos. Así lo explicó la
Corte Suprema de Justicia al resaltar que para que el heredero o legatario pueda transmitir sus
derechos hereditarios es necesario que esté con vida al momento de la muerte del causante.
También es fundamental que los herederos subsiguientes o transmitidos se encuentren vivos para
el instante en que fallece el heredero transmitente. Con estos argumentos, concluyó que si el hijo
premuerto nunca adquirió la condición de heredero de su padre, ni siquiera por un instante podía
haber transmitido a su heredera universal el derecho a repudiar o aceptar el legado. (Edgardo
Villamil Portilla, s.f.)

El tratadista Puig Peña “la aceptación de la herencia hace desaparecer la situación de


herencia yacente e inviste al sucesor de la misma personalidad que el causante tenía en sus actos
de la vida de la relación jurídica pura, jurídico-social y jurídico administrativa.” La aceptación de
la herencia acarrea, por otro lado, la pérdida de la facultad de renunciar, es decir, queda fija la
propiedad de la misma en el aceptante. (Puig Peña, Federico, 1974)
CAPITULO II

DE LAS INCAPACIDADES PARA SUCEDER

JURISPRUDENCIA:

Gaceta de la Corte Suprema de Justicia: 289-2018 y 314-2018 18/03/2019 Lorena León Lu y


compañeros. CIVIL

Recursos de casación interpuestos por Lorena León Lu en nombre propio y en calidad de


Albacea Judicial de la Mortual de José Vicente León Lau, José Francisco León Liu en nombre
propio y como heredero ab intestato de Guillermo León Lu y Regina Patricia Liu Yee de León
como representante de la Mortual de Ana Lu Mack de León o Ana Lu de León, contra la
sentencia dictada el catorce de febrero de dos mil dieciocho, por la Sala Cuarta de la Corte de
Apelaciones del Ramo Civil, Mercantil y Familia del departamento de Quetzaltenango

DOCTRINA

 “incapacidad de una persona para suceder por testamento por haber cometido
malos tratos contra el causante de la herencia o por haber coaccionado en el otorgamiento del
testamento” -Diccionario Panhispánico del Español Jurídico

 “La indignidad se refiere a ciertos actos o comportamientos graves y moralmente


inaceptables por parte del heredero que pueden dar lugar a la exclusión de su derecho a heredar”

DOCTRINA

LA INDIGNIDAD DE LOS ASCENDIENTES NO DAÑA A SUS DESCENDIENTES

Establece el principio fundamental de que la indignidad de los ascendientes no perjudica


a sus descendientes. Es decir, si un padre o una madre han incurrido en algún acto o
comportamiento que los hace indignos de heredar, esto no afecta la capacidad de sus hijos o
descendientes para recibir su parte legítima de la herencia. Esta regla se aplica tanto si los
descendientes heredan por derecho propio, es decir, como herederos legítimos, o si lo hacen por
representación, en nombre de un ascendiente fallecido.
Una consecuencia importante de esta disposición es que, en el caso de que los hijos
hereden la parte de la herencia que les corresponde de sus padres indignos, los padres no tienen
los derechos de administración que la ley otorga a los padres sobre la herencia de sus hijos. Esto
significa que los padres indignos no pueden ejercer el control sobre la parte de la herencia que
pasa a sus hijos, ya que han perdido ese derecho debido a su indignidad.

CAPÍTULO III

REPRESENTACIÓN HEREDITARIA

JURISPRUDENCIA

Civil 01/10/2012 Expediente 325-2011Sala Regional Mixta de la Corte de


Apelaciones de Antigua Guatemala

Recurso de casación interpuesto por MAXIMILIANO MARROQUÍN GUERRA contra la


sentencia dictada por la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones de Antigua Guatemala,
el dieciocho de marzo de dos mil once.

Maximiliano M.G. promovió juicio ordinario de oposición a la capacidad para suceder de


las señoras María Piedad y L.J., ambas de apellidos A. Álvarez, argumentando que ellas carecen
de parentesco con las causantes María Piedad Medina Álvarez e Y.M. Álvarez, por lo que no
debieron ser declaradas herederas de ellas.

II. El Juzgado de Primera Instancia Civil y Económico Coactivo del Departamento de


Chimaltenango, declaró con lugar las excepciones previas de caducidad y prescripción
interpuestas por las demandadas.

III. Contra esa sentencia las partes interpusieron recurso de apelación.

Con respecto a este sub motivo, el recurrente expuso: Si a violación de Ley, nos avocamos, el
auto con carácter Definitivo, dictado por el Honorable Tribunal Colegiado de Segunda Instancia,
viola el artículo NOVECIENTOS VEINTINUEVE del CÓDIGO CIVIL, porque alude por
Derecho de Representación Hereditaria: ES EL QUE TIENEN LOS DESCENDIENTES DE
UNA PERSONA PARA HEREDAR EN LUGAR DE ELLA, SI HUBIERE MUERTO ANTES
QUE SU CAUSANTE, y si bien, en el caso correspondiente, posiblemente corresponda ser así,
al gestionar las señoras MARÍA PIEDAD y L.J. ambas de apellidos ALVARADO ALVAREZ,
heredar por Derecho de Representación Hereditaria, de su señora madre M.D.C.A.M., y al no
estar integrada la Identificación de Persona, a modo de estar incluida PIEDAD MEDINA, no
pueden estar declaradas herederas de ésta persona, dentro de los siete autores de la Herencia,
debiéndose entonces mi Acción Personal, carente de CADUCIDAD y PRESCRIPCIÓN
alguna. Asimismo, son violados los artículos MIL SETENTA y MIL SETENTA Y CUATRO,
del CÓDIGO CIVIL, porque la Ley considera, en cuanto al primer artículo citado: “PARA
REGLAR LA SUCESIÓN INTESTADA, LA LEY SÓLO CONSIDERA LOS VÍNCULOS DE
PARENTESCO…”, y siendo así, no está definido el Parentesco, entre la señora M.P. y L.J.
ambas de apellidos A.A., con su señora madre y abuela biológica, por lo que, hay ausencia de
CADUCIDAD y PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PERSONAL ESTABLECIDA EN MI
DEMANDA, de la cual ya hice alusión. Ahora bien, en cuanto al segundo artículo indicando:
“EL PARIENTE MÁS PRÓXIMO EN GRADO EXCLUYE AL MÁS REMOTO, SALVO EL
DERECHO DE REPRESENTACIÓN DE LOS CASOS EN QUE DEBA TENER LUGAR”,
definitivamente con el auto recurrido, se da (sic) violación al artículo citado (mil setenta y cuatro
del Código Civil), al declarar de la causante Y.M.A., conocida legalmente también como
ISAVEL MEDINA ALVAREZ e I.M.A., herederas a las señoras M.P. y L.J. AMBAS DE
APELLIDOS A.A., quienes no son ni hijas biológicos (sic) ni nietas biológicas, de donde
deviene de poder yo demandarlas, por no encontrar CADUCIDAD y PRESCRIPCIÓN
ALGUNA, porque al hacer la primera gestión, se pretendió heredar por Derecho de
Representación Hereditaria, el señor C.H.G.M., hijo de M.L.M.D.G., y éstos extremos están
definitivamente demostrados, al contestar en calidad de articulantes, las citadas señoras, según
audiencia desarrollada en el Tribunal Colegiado de Segunda Instancia, en fecha DIECISIETE DE
FEBRERO DEL AÑO DOS MIL ONCE, SIENDO LAS DIEZ HORAS…».

DOCTRINA

Artículo 929. Casos en que hay representación: Es el que tienen los descendientes de
una persona para heredar en lugar de ella, si hubiere muerto antes que su causante.

El derecho de representación hereditaria dentro del Derecho Civil data de tiempos


remotos, la misma busca garantizar el derecho que ampara a los herederos de un causante a que
puedan acceder a la herencia en los casos en los que la ley lo determina.
Los descendientes gozan del derecho de representación en los siguientes casos:
Premoriencia: cuando el representado muere antes que el causante; Ausencia con presunción de
fallecimiento: cuando el representado fuese declarado ausente con presunción de fallecimiento.

TITULO II

CAPÍTULO I

SUCESIÓN TESTAMENTARIA

JURISPRUDENCIA:

Expediente 40-2007SALA PRIMERA DE LA CORTE DE APELACIONES DEL


RAMO CIVIL Y MERCANTIL: Guatemala, quince de mayo de dos mil siete.

La Juzgadora de Primer grado no realizo un análisis preciso de cada una de las


excepciones perentorias interpuestas, lo que obliga a ese Tribunal a realizarlo haciéndolo de la
manera siguiente: A). INCONGRUENCIA ENTRE LAS AFIRMACIONES DE LA
DEMANDA QUE ESTABLECE LA FALTA DE FUNDAMENTACION REAL DE LA
PRETENCION DE LA DEMANDANTE Y POR LO TANTO SU IMPROCEDENCIA. Los
argumentos de ésta radican en que: la actora reconoce que las demandadas viven desde hace
años en el inmueble de litis y que también manifiesta que ello no les da derecho para continuar
viviendo en el mismo, que las demandadas no son inquilinas y que la vida se las hecho imposible
tanto a ella como a su esposo. Efectivamente como se ha hecho alusión en el Considerando II
de éste fallo, con los argumentos de la demanda ya referidos, con los cuales se pretende la tutela
jurídica y que la misma se haga efectiva mediante lo que se declare en sentencia, aplicando un
razonamiento lógico, se deduce que no es posible que sin ser inquilinas, sin habérseles dado
algún derecho por la propietaria del inmueble, como se ha permitido que por años las
demandadas tengan en posesión parte del inmueble, tanto tiempo que se deduce por cuanto le
han hecho imposible toda una vida a la actora y a su esposo. Es por ello que
efectivamente la Fundamentación real de la pretensión no se concretiza, por lo que considera el
Tribunal acoger esta excepción. B). POSESION LEGITIMA DE BUENA FE DE NUESTRA
PARTE SOBRE LAS FRACCIONES QUE OCUPAMOS EN EL INMUEBLE A QUE SE
REFIERE LA DEMANDA. Con los medios de prueba aportados por las demandadas
consistentes en prueba documental y en declaración de parte no puede determinarse la posesión
legitima y de Buena fe de las mismas sobre el inmueble del cual se les pretende desalojar, ello
porque los documentos no son idóneos para el efecto y en la prueba de declaración de parte de la
actora no hay ninguna posición aceptada que hubiese reconocido la articulante tal extremo C).
FALTA DE DERECHO DE PROPIEDAD AFIRMADO POR LA ACTORA POR LA
INEXISTENCIA DE DONACION ALGUNA A SU FAVOR DEL INMUEBLE
IDENTIFICADO EN LA DEMANDA. Determinar que el documento acompañado como prueba
en autos por el cual consta la Donación entre vivos del inmueble, es falso no puede establecerse a
través de una excepción perentoria, por lo que tampoco es idóneo promover la inexistencia como
defensa en este juicio, debiendo establecer su nulidad en otro procedimiento, por ello esta
excepción tampoco puede prosperar. Por todo lo anteriormente expuesto, este Tribunal estima
revocar la sentencia venida en grado.

DOCTRINA

Artículo 935. Concepto de Testamento: El testamento en términos generales y


comunes, es un escrito que se hace de manera formal y solemne, y que redacta el notario de
conformidad con lo que el testador expresa en forma clara y terminante. El propio testador y
únicamente el, en pleno uso de su capacidad, conciencia y libertad es quien nombra a las
personas quienes desea transmitir todos los bienes, derechos, acciones legales y por posesiones
que llegare a tener a momento de su muerte.

Las personas nombradas por el testador reciben el nombre de herederos o de legatarios


dependiendo de los derechos que el testador les confiere.

Artículo 943. Donación por Causa de Muerte: La donación por causa de muerte es de
utilidad cuando se desea disponer de un solo bien a favor de determinada persona y no de toda la
herencia, ya que para ello está el testamento. Los efectos de esta donación son para después de la
muerte del donante.

La donación por causa de muerte se rige por las mismas disposiciones de los testamentos
sobre legados, los mismos se encuentran regulados en el Código Civil en los artículos 1,002 al
1,025.
Por tal razón deben cumplirse todas las formalidades que se exigen para el testamento con la
diferencia que solo se está disponiendo de uno o más bienes determinados y no de toda la
herencia.
Esta disposición se puede hacer de una sola cosa o de una cantidad a favor de una persona
individual o jurídica.
CAPITULO II

DE LA FORMA DE LOS TESTAMENTOS

De las formas testamentarias

Testamento a escritura Publica

Citado de la siguiente jurisprudencia, Expediente 872-2021 de la CORTE


SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL. Guatemala, cinco de julio de dos mil
veintidós.

El tribunal de alzada se apoyó en las siguientes consideraciones: «…al realizar el análisis


respectivo del presente recurso y la sentencia impugnada refiriendo el apelante que el Juez A quo
no utilizó el sistema de la sana critica razonada expresamente en el principio de la derivación y/o
razón por considerar que en sus conclusiones el Juez A quo expresa (sic) En el juzgador, existe
duda insalvable en cuanto a que si efectivamente existe el bien inmueble que la acusada vendió a
los señores Julio César Tzunun García y Rosa Victoria TaySaquic, si efectivamente la acusada es
propietaria de dicho bien y que este razonamiento lejos de servir para no acreditar el delito, sirve
para acreditarlo, y con los testimonios: 1) Julio César Tzunungarcía, Carlos CojtinChach y 3)
Pablo César Calderón Orellana y de la 4) Inspección Judicial, claramente se establece que
efectivamente si existe el inmueble, que dice la señora Maldonado Ixcot, dijo es propietaria, lo
dijeron todos los testigos, además ya fue desalojada del inmueble por la entidad Chetumal. Los
que juzgamos en esta instancia somos del criterio que en base al principio de razón suficiente
atendiendo a la conclusión que arriba el Juez A quo al manifestar que existe duda insalvable en
cuanto a que si efectivamente existe el bien inmueble que la acusada le vendió a los señores Julio
César Tzunun García y Rosa VíctoriaTaySaquic; de esa cuenta se puede observar que se violenta
el principio de la razón suficiente, por considerar que si existe el inmueble no ha tomado
posesión la agraviada del inmueble y si no existe el referido inmueble la agraviada y la acusada
realizaron un documento contenido en escritura pública faccionado por un Notario que contiene
contrato de compraventa, es por ello no existe un proceso lógico que dé como consecuencia un
sustento a tal razonamiento del Juez A quo, en virtud que es contradictorio. El Juez A quo
manifestó que existe la duda insalvable, no obstante a ello el testigo Julio Tzunun expresa que
realizaron una escritura de compraventa, Carlos Chach que extendió el primer testimonio de la
escritura de compraventa, Pablo Calderón que evidenció que efectivamente existía un problema
con el inmueble de la agraviada y la Inmobiliaria Chetumal Sociedad Anónima, la inspección
judicial que establece el inmueble que dice la agraviada ser propietaria, por esta razón este
tribunal de apelaciones no comparte el criterio del Juez A quo, en virtud que no existe un
sustento lógico en el razonamiento del Juez A quo que establezca que existe una razón de ser en
base a todos los elementos de convicción presentados. En consecuencia, por lo anteriormente
considerado, el presente recurso deviene procedente.

Doctrina de testamento escritura publica

El testamento por escritura pública es el acto unilateral por el cual una persona otorga
ante el notario la disposición de sus bienes total o parcialmente para después de su muerte.

Ordena su propia sucesión dentro de los límites de la ley y resulta ejecutable y vinculante
sobre si cumple las formalidades especiales que la ley señala.

El testamento también puede contener disposiciones de carácter no patrimonial, aunque el


acto se limite a ellas.

En el testamento el otorgante puede hacer las declaraciones necesarias para su


identificación plena después de su muerte respecto de los actos y sus contratos con relevancia
jurídica en las cuales haya utilizado diferentes nombres.

Mediante el testamento el otorgante identifica a sus herederos, dispone de legados,


además puede identificar sus bienes.

El testamento es personal, solo puede ser otorgado individualmente.


Testamento del ciego Articulo 957 código civil

Testamento del sordo Articulo 958 Código civil

Jurisprudencia

Citado de la siguiente jurisprudencia, Expediente 164-2019 de la CORTE


SUPREMA DE JUSTICIACÁMARA CIVILSENTENCIAGuatemala, dos de febrero de dos
mil veintiuno.

toda vez que dicha persona demostró con los documentos valorados tanto en primera
instancia, como por la Sala, su incapacidad de visión y audición, y si su intención hubiera sido
heredar o donar sus bienes inmuebles a sus hijas, era necesario que compareciera un testigo
adicional por no poder darle lectura al documento por sí mismo y otro más, debido a que el señor
SohomSohom no sabe firmar, lo cual también es contradictorio en los documentos denunciados
de nulidad, ya que en estos se hace constar que deja su firma como señal de autorización y lo que
se observa es una huella digital; además que era necesaria la intervención de un intérprete, pues
manifestó también, que no habla el idioma español y los mismos se encuentran redactados en
este idioma.

Aunado a lo anterior, esta Cámara del análisis del fallo impugnado, aprecia que la Sala
acorde con los hechos que se tuvieron por acreditados, compartió el criterio sustentado por la
juez a quo, en el sentido que los pretendidos negocios jurídicos, eran nulos por carecer de
requisitos esenciales para su existencia, consideración que al ser confrontada con el artículo 1301
del Código Civil, es coincidente con el contenido: «no concurrencia de los requisitos esenciales
para su existencia», es decir que dentro del proceso se aportaron medios de prueba por parte del
actor, y no de las demandadas, quienes únicamente aportaron como prueba el memorial de
contestación de la demanda en sentido negativo; sin embargo la Sala tuvo por acreditado con
base en los elementos de prueba aportados por el demandante, que el pretendido negocio jurídico
contenido en los tres documentos que contienen “contrato de herencia entre vivos derechos
posesorios de bien inmueble (lote de terreno) a título gratuito”, otorgados por el señor Antonio
SohomSohom, son nulos de pleno derecho, toda vez que carecían de requisitos esenciales para su
existencia, como lo es capacidad física, pues quedó acreditado que tenía problemas de visión y
audición, y el consentimiento no debe adolecer de vicios.

Aunado a lo anterior, se estima pertinente agregar que los documentos se pretende su


nulidad contienen: “Contrato de herencia entre vivos derechos posesorios de bien inmueble (lote
de terreno) a título gratuito”, sin embargo este no se encuentre contemplado en nuestro
ordenamiento legal, ya que si el otorgante deseaba trasladar el dominio de sus propiedades, no se
podía realizar a través de un “contrato de herencia entre vivos”, como se le denominó, ya que
este supuesto contrato no existe, sino que en todo caso si se trataba de una herencia, esta figura
jurídica se encuentra contemplada en el Libro Tercero, Título I, Capítulo I del Código Civil y por
otra parte, se requiere de una serie de solemnidades para otorgarla, lo cual no se cumplió en los
documentos de los cuales se solicita su nulidad absoluta. Además, en estos documentos se
observa que existe una confusión al designar al señor Antonio SohomSohom, como “el donador”
y a las señoras Lucía SohomCuc y Manuela SohomCuc de Cotiy como “la heredera”. En ambos
casos, ya se trate de una donación o de un testamento, que son figuras totalmente distintas, la ley
exige requisitos esenciales y solemnes para su validez, los cuales como se advirtió anteriormente,
no se cumplieron.

Así las cosas, al haber resuelto la Sala aplicando el presupuesto señalado a los hechos
sujetos a su conocimiento, no se configura el vicio denunciado, y el submotivo deviene
improcedente, pues esta norma era la idónea para resolver la controversia y más bien lo que se
aprecia, es que la recurrente lo que pretende es que se modifiquen los hechos que se tuvieron por
acreditados, lo cual no es propio de denunciar por medio de este submotivo.

Ahora bien, al declararse la improcedencia de la aplicación indebida, esta Cámara estima


innecesario entrar a conocer de la norma denunciada como omitida, es decir el segundo supuesto
del artículo 1303 del Código Civil, con la que se complementó la tesis; en ese sentido, como se
indicó en párrafos iniciales, si se determina que no existen normas aplicadas indebidamente,
contraproducente resultaría analizar si existieron normas dejadas de aplicar, dado que, primero,
debe analizarse si la normativa ya aplicada en la sentencia es la adecuada y, si fuese el caso de
que no se utilizó un articulado pertinente, se procede con el análisis de las normas denunciadas
de omitidas, ya que éstas últimas deben suplir el fundamento jurídico dejado vacante, por una
norma declarada aplicada indebidamente.

En cuanto a la denuncia de inaplicación del artículo 26 del Código Procesal Civil y


Mercantil, es pertinente indicar que de conformidad con la naturaleza del recurso de casación y
atendiendo a su categoría de extraordinario, una de las condiciones que se exigen en el
planteamiento de la tesis, es que se deben formular argumentos observando los aspectos técnicos
jurídicos, que tanto la doctrina como la jurisprudencia, han establecido para el perfeccionamiento
de la impugnación, ya que a través de ellos se traza el marco de referencia sobre el cual la
Cámara debe pronunciarse.

La casacionista no ajusta su planteamiento a los lineamientos antes descritos, toda vez el


citado artículo 26, se refiere a la concordancia entre la petición y el fallo, aspecto que es
eminentemente procesal, por lo que resulta inapropiado citarlo como infringido, pues en el
submotivo invocado, al tener por objeto atacar las bases jurídicas que sirven de fundamento para
resolver el conflicto sometido a conocimiento, las mismas únicamente corresponden a normas de
naturaleza sustantiva, por lo que si la casacionista estimó la violación de normas de naturaleza
procesal, debió plantear el motivo y submotivo idóneo; en consecuencia, deviene improcedente,
también en cuanto a este norma.

Por todo lo anterior, esta Cámara concluye que los submotivos invocados devienen
improcedentes, en consecuencia, el recurso de casación debe desestimarse.

Doctrina del testamento del ciego

Por su incapacidad visual, de los testamentos comunes, el ciego tiene reconocido


solamente el testamento abierto, como garantía del texto autentico, o querido por el testador sin
vista, la ley suele establecer el requisito de doble lectura, por personas distintas, a fin de
aminorar las posibilidades de confabulación, esto es convalidado por fenech, quien afirmó el
ciego solo podrá otorgar el testamento abierto dándose lectura del testamento dos veces, una por
el notario, en voz alta, y otra, en igual forma, por una de los testigos u otra persona que el
testador designe.
Del análisis del artículo 957 del decreto-ley 106, Código civil, inferimos que el ciego
puede otorgar testamento abierto, conforme a las solemnidades que se observan para los
testamentos comunes,; como formalidades adicionales se encuentran; la intervención de tres
testigos uno más de lo estipulado para el testamento abierto, y la doble lectura en voz alta, del
testamento.. textualmente expresa “En el testamento del ciego debe intervenir un testigo más de
los que se requieren para el testamento abierto; será leído en alta voz dos veces; la primera por el
notario autorizante, y la segunda, por uno de los testigos elegios al efecto por el testador. Se hará
mención especial de esta circunstancia” En la doctrina es una cuestión discutida, si el ciego
puede además de esta forma, otorgar otra clase de testamento, Osorio que puede otorgar,
dependiendo de la legislación que se trate “testamento ológrafo” Nuestro código civil en forma
expresa descarta dicha posibilidad al estipular en su articulo 960 que “ No pueden hacer
testamento cerrado 1, el ciego y 2, el que sepa leer o escribir.

Doctrina de testamentos de sordos

En el caso de los sordos, no será suficiente la lectura por el Notario del texto, sino que
además deberá ser leida personalmente por el otorgante o por dos personas designadas
expresamente por el mismo, en el caso de que no sepa o no pueda leerlo. Dichas personas,
tendrán que firmar que han leído el texto y confirmar que esa es la voluntad del testador.

Testamento del ciego.


“Por su incapacidad visual, de los testamentos comunes, el ciego tiene
reconocido solamente el testamento abierto. […] Como garantía del texto auténtico, o querido
por el testador sin vista, la ley suele establecer el requisito de doble lectura por personas
distintas, a fin de aminorar las posibilidades de confabulación”168. Esto es convalidado por
Fenech, quien afirmó “el ciego sólo podrá. otorgar el testamento abierto, dándose
lectura del testamento dos veces: una por el Notario, en voz alta, y otra, en igual forma, por uno
de los testigos u otra persona que el testador designe”
Del análisis del Artículo 957 del Decreto-Ley 106, Código Civil, inferimos que el ciego
puede otorgar testamento abierto, conforme a las solemnidades que se observan para los
testamentos comunes; como formalidades adicionales se encuentran: la intervención de tres
testigos –uno más de los dos estipulados para el testamento abierto– y la doble lectura, en voz
alta, del testamento. Textualmente expresa “En el testamento del ciego debe intervenir un testigo
mas de los que se requieren para el testamento abierto, será leído en alta voz dos veces, la
primera por el notario autorizante, y la segunda, por uno de los testigo elegidos al efecto por el
testador. Se hará mención especial de esta circunstancia”. En la doctrina es una cuestión
discutida, si el ciego puede además de esta forma, otorgar otra clase de testamento,
Osorio refiere que puede otorgar, dependiendo de la legislación que se trate, “Testamento
Ológrafo”; nuestro Código Civil en forma expresa descarta dicha posibilidad, al estipular en su
Artículo 960 que “No pueden hacer testamento cerrado: 1º. El ciego y 2º. El que o sepa leer y
escribir”.

CAPÍTULO III

REVOCACIÓN, NULIDAD, FALSEDAD Y CADUCIDAD DE LAS


DISPOSICIONES

Jurisprudencia

Revocación

Articulo 983 Código civil

Citado de la siguiente jurisprudencia CASACIÓN 97-2005 CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA, CAMARA CIVIL. Guatemala, veintidós de noviembre de dos mil cinco.

El vicio de violación de ley por inaplicación, se configura jurídicamente cuando el


Tribunal sentenciador resuelve la controversia ignorando una norma que contiene el supuesto
jurídico aplicable a los hechos controvertidos. En el presente caso, el casacionista denuncia
infringidos los artículos 983 del Código Civil que establece: “todo testamento queda revocado
por el otorgamiento de otro posterior...” y el artículo 1 del Código de Notariado, el cual regula:
“El notario tiene fe pública para hacer constar y autorizar actos y contratos en que intervenga por
disposición de la ley o a requerimiento de parte”. Examinados los antecedentes del presente
caso, se aprecia que la controversia se origina como consecuencia de que el señor Humberto
Suárez Valdéz, otorgó un primer testamento, el cual está contenido en la escritura pública
número sesenta y dos, autorizada en esta ciudad el dos de septiembre de mil novecientos noventa
y dos, por el Notario César Israel Castro; y posteriormente el mismo compareciente otorgó un
segundo testamento, el cual quedó contenido en la escritura pública número ciento cuarenta,
autorizada en esta ciudad por el Notario Ramiro Fernando Asturias Castro, de fecha veintinueve
de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro. En el juicio de marras, los actores pretenden
la invalidez del primer testamento como consecuencia del otorgamiento del segundo; mientras
tanto la parte demandada, al contestar la demanda interpuso varias excepciones perentorias, por
medio de las cuales trató de impugnar de falsedad del segundo de los testamentos. A ese
respecto, la Sala sentenciadora, al emitir su pronunciamiento en el fallo que se impugna en
casación, consideró que la prueba aportada al proceso es insuficiente y como consecuencia,
revocó la sentencia de primer grado, declarando sin lugar la demanda de invalidez del primer
testamento. Esta Cámara estima que el pronunciamiento de la Sala provoca una situación de
incertidumbre jurídica, pues nos encontramos ante la presencia de dos testamentos, los cuales
con dicho fallo tendrían plena validez, lo cual no puede sostenerse. De acuerdo a lo sucedido
durante el proceso, al no haberse probado la falsedad del segundo de los testamentos, como lo
afirmó la Sala, éste tiene plena validez, por lo que si dicho tribunal hubiese aplicado los artículos
983 del Código Civil y el 1 del Código de Notariado, indubitablemente hubiese llegado a
determinar que el testamento autorizado en la escritura pública ciento cuarenta, se encuentra
garantizado por la fe pública notarial, y que con dicho documento el primer testamento ha sido
revocado, y como consecuencia debió confirmar la sentencia de primer grado. En virtud de lo
anterior, se arriba a la conclusión de que la Sala Segunda de la Corte de Apelación del Ramo
Civil y Mercantil incurrió en el vicio de violación de ley por omisión, al no haber aplicado al
asunto sometido a su conocimiento, los supuestos contenidos en los artículos 983 y 1 de los
cuerpos de leyes antes citados. Consecuentemente, debe casarse la sentencia impugnada, y al
resolver conforme a derecho, con apoyo en los preceptos antes citados, habiéndose establecido
que existe un testamento posterior, otorgado en escritura pública ciento cuarenta, por imperativo
legal debe declararse la invalidez del testamento otorgado mediante la escritura pública número
sesenta y dos autorizada en esta ciudad, el dos de septiembre de mil novecientos noventa y dos,
por el Notario Cesar Israel Castro y hacerse las demás declaraciones que en derecho
correspondan.
Doctrina de revocación

Clasificado por la doctrina como un remedio, es decir, de un medio de impugnación del


que conoce el mismo órgano judicial que dictó la resolución que se impugna, y lo
característico del mismo es que procede sólo contra los decretos (art. 598 del CPCYM),
esto es, contra las resoluciones determinadoras del trámite procesal (art. 141, a) de la L0J).
Recordemos que las resoluciones que existen son clasificadas como, Decretos autos y
sentencias, los últimos dos en algún momento ponen fin al proceso, sin embargo, los decretos
son resoluciones interlocutorias que sirven para impulsar el proceso, definidas como
resoluciones de impulso o determinaciones de trámite, es precisamente contra éstas que procede
el recurso de revocatoria. Tanto el art. 598 del CPCYM como el art. 146 de la LOJ disponen que
los decretos son revocables de dos maneras:

1) De oficio por el juez o tribunal que los dictó.


2) A instancia de parte por medio de la revocatoria.

En cuanto a la primera disposición es una disposición acertada pues es lógico que si


se trata de resoluciones de mero trámite, que no tienen mayor complicación, si el propio juez o
tribunal puede dejarlas sin efecto de oficio no hay razón para correr audiencia a la otra parte, sin
tener que alargar el proceso.

Esta segunda posibilidad constituye el medio de impugnación que es el remedio de


revocatoria, que se regula de modos distintos en el CPCYM y en la LOJ:

a) El remedio debe interponerse por la parte en plazo que es distinto según uno u otro
cuerpo legal, aunque es a contar siempre desde la última notificación:
1) Según el art. 598 del CPCYM dentro de las veinticuatro horas siguientes.
2) según el art. 146 de la LOJ (por remisión al anterior) dentro de
los dos días siguientes.
b) La tramitación también es distinta en uno y otro cuerpo legal, puesto que:
1) Según el art. 599 del CPCYM el juez o tribunal resolverá la revocatoria, sin más
trámite, es decir, sin audiencia de la parte contraría. Si el juez o tribunal puede revocar los
decretos de oficio, se entendió en el Código que, pedida la revocación, por una parte, no era
preciso dar audiencia a la otra parte.

2) Según el art. 146 de la LOJ la revocatoria debe tramitarse como la reposición, esto es,
dando audiencia por dos días a la parte Contraria Tenemos, pues, dos normas claramente
contradictorias, y la contradicción estimamos que debe resolverse a favor de la
norma dictada después en el tiempo [art. 8, b) de la L0.11, es decir, a favor de la Ley del
Organismo Judicial. A pesar de que la LOJ es una norma general, no creemos que
pueda defenderse que no ha modificado al CPCYM en este punto, sobre todo si se tiene en
cuenta que en aquella se tutela mejor el derecho de defensa de las partes.
c) El plazo para dictar el auto resolviendo la revocatoria también es distinto en
los dos cuerpos legales:
1) Según el art. 599 del CPCYM debe dictarse el auto en el plazo de veinticuatro horas.
2) Según el art. 146 de la LOJ (por remisión al anterior) con contestación de
la parte contraria, o sin ella, el juez o tribunal dictará auto en el plazo de tres días.
La contradicción entre los dos cuerpos legales, debe resolverse a favor de la LOJ, por las
mismas razones antes dichas. Procedimiento (Código Procesal Civil y Mercantil) Los Decretos
que se dicten para la tramitación del proceso, son revocables de oficio por el juez que
las dictó, la parte que se considere afectada también pueden pedir la revocatoria de los decretos
dentro de las 24 horas siguientes a la última notificación. El juez o tribunal ante quien se
interponga el recurso de revocatoria, deberá resolverlo sin más trámite dentro de las 24 horas
siguientes Procedimiento (Ley del Organismo Judicial)

Los decretos son revocables por el tribunal que los dictó y tanto la
solicitud como su tramitación se sujetarán a las siguientes disposiciones: La Solicitud se
presentará dentro de los 2 días siguientes a la última notificación, de dicha solicitud se dará
audiencia por dos días a la otra parte y con su contestación o sin ella, el tribunal resolverá dentro
de los tres días siguientes.
Si el proceso fuere verbal, el procedimiento se hará en comparecencia y
el Tribunal resolverá dentro de las 24 horas.

Nulidad

Jurisprudencia

Citado de la siguiente jurisprudencia, expediente 380-2006 CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA, CAMARA CIVIL. Guatemala, quince de julio de dos mil ocho.

Al hacer el estudio correspondiente se aprecia que la Sala sentenciadora omitió analizar


la escritura pública número dos, autorizada por el notario Víctor Manuel Ferrigno García, el
veintisiete de enero de mil novecientos ochenta y uno, que contiene el testamento otorgado por
María José Emilia Raskin Eichhoff viuda de Piñol; y los Estatutos del Instituto Filosófico
Manuel Enrique Piñol autorizados mediante Acuerdo Gubernativo número 578-83, por medio del
cual se le reconoce como persona jurídica, con personalidad propia a dicho instituto. En el
presente caso, la Sala sentenciadora no advirtió que el Instituto Manuel Enrique Piñol podía
impugnar la capacidad legal de algún heredero o legatario en juicio ordinario, y que además, los
inmuebles objeto de controversia fueron sujetos de anotación de demanda en el Registro General
de la Propiedad, por lo que el auto de declaratoria de herederos no ha sido ejecutado ni ha pasado
por autoridad de cosa juzgada, en consecuencia se omitió injustificadamente analizar los medios
de prueba que denunció el recurrente, los cuales son decisivos para resolver la controversia, ya
que con el Acuerdo Gubernativo 578-83, se demuestra inequívocamente que el Instituto
Filosófico Manuel Enrique Piñol, es una persona jurídica, con personalidad propia, con pleno
reconocimiento para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones por sí
misma, a través de su representante legal. Además, con el otro documento omitido que consiste
en la escritura pública número dos autorizada por el notario Víctor Manuel Ferrigno García, el
veintisiete de enero de mil novecientos ochenta y uno, que contiene el testamento otorgado por
María Emilia Raskin Eichhoff viuda de Piñol, se demuestra contundentemente la última voluntad
de la testadora que era instituir como heredero universal en todos sus bienes al Instituto
Filosófico Manuel Enrique Piñol, el cual como se mencionó, se encuentra facultado
jurídicamente por el reconocimiento que el Estado le otorgó, para ejercitar sus derechos por si
misma, pues de conformidad con el artículo 917 del Código Civil: “La sucesión por causa de
muerte se realiza por la voluntad de la persona, manifestada en testamento y, a falta de éste, por
disposición de la ley”. En tal virtud mientras el testamento abierto otorgado por la señora María
Emilia Raskin Eichhoff viuda de Piñol a favor del Instituto Filosófico Manuel Enrique Piñol no
haya sido declarado nulo, por falsedad o nulidad, la sucesión intestada no tenía lugar, conforme
lo regula el artículo 1068 de la ley referida, salvo que el testador haya dejado de disponer de
alguno o algunos de sus bienes, entonces el intestado solo procedería respecto de los bienes de
que no dispuso el testador. Esto, porque mientras el testamento abierto, otorgado por la señora
María José Emilia Raskin Eichhoff viuda de Piñol a favor del Instituto Filosófico Manuel
Enrique Piñol no haya sido revocado, anulado, demostrada su falsedad y caducidad de las
disposiciones testamentarias, el heredero de los bienes de la causante es el Instituto Filosófico
Manuel Enrique Piñol, y no la Asociación Salesiana de Don Bosco, toda vez que la señora viuda
de Piñol, por ser persona civilmente capaz, podía disponer de sus bienes por medio de
testamento a favor de cualquiera que no tuviera incapacidad o prohibición legal para heredar,
pues el único límite que existe es el derecho que algunas personas tienen a ser alimentadas, y
además, toda disposición testamentaria deberá entenderse en el sentido literal de sus palabras, a
no ser que aparezca claramente que fue otra la voluntad del testador, conforme lo estipulado en
los artículos 934, 936 y 940 del Código Civil. Además, si la Asociación Salesiana de Don
Bosco considera que ellos son los herederos de la causante, deben demostrar la invalidez del
testamento de la señora viuda de Piñol, para probar que a ellos les asiste el derecho de suceder a
la causante. De ahí que al no analizar la Sala de Apelaciones los citados documentos, su omisión
influyó en el resultado de la sentencia, perjudicando los intereses del Instituto Filosófico Manuel
Enrique Piñol. En virtud de lo anteriormente analizado, es evidente el error de hecho en que
incurrió la Sala por lo que debe acogerse el recurso de casación, y como consecuencia, casarse el
auto impugnado, y al resolver conforme a derecho, encontrándose demostrada con absoluta
certeza la verdad formal sobre los hechos controvertidos, en relación a que el legítimo heredero
universal en los bienes de la causante María José Emilia Raskin Eichhoff viuda de Piñol, es el
Instituto Filosófico Manuel Enrique Piñol, y así debe declararse, efectuándose las demás
declaraciones que en derecho correspondan.

Conforme lo regulado en el artículo 573 del Código Procesal Civil y Mercantil, es


imperativo condenar en costas a la parte vencida, por no concurrir ninguna de las causales
eximentes.
Doctrina de nulidad:
El testamento es nulo cuando se otorga en contravención a las formas prescritas por la
ley. Podemos decir que la nulidad es una invalidación del contenido del testamento, una
privación de efectos consecuencia de su incorrecto otorgamiento.

Es nulo el testamento que haga el testador bajo la influencia de amenazas contra su


persona o sus bienes, o contra la persona o bienes de su cónyuge o de sus parientes, pero podrá,
luego que cese la violencia o disfrute de la libertad completa, revalidar su testamento con las
mismas solemnidades que si lo otorgara de nuevo; de lo contrario será nula la revalidación.

Necesariamente la nulidad del testamento debe ser declarada por un juez de lo familiar,
de manera que la persona interesada en la nulidad del testamento debe entablar una demanda
para tal propósito. Lo anterior porque si bien el contenido del testamento es inválido, los
herederos, legatarios o acreedores del testador pueden no estar de acuerdo, y la controversia debe
dirimirse por la autoridad judicial.

Generalmente, la acción de nulidad de testamento va acompañada de la petición de


herencia, que es lo que sigue si prospera la declaración de nulidad del testamento, pues este deja
de existir y la herencia ha de repartirse de acuerdo con lo que dispone la ley exclusivamente.

La nulidad también puede ser declarada de oficio por el juez que conozca de un proceso
relacionado con la partición de la herencia que se base en un testamento.
CAPITULO IV

HERENCIA CONDICIONAL Y A TÉRMINO

Jurisprudencia

Recurso de casación interpuesto por el MINISTERIO DE SALUD PUBLICA Y


ASISTENCIA SOCIAL contra la sentencia dictada por la SALA PRIMERA DEL TRIBUNAL
DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, el veinticuatro de marzo de dos mil tres.

DERECHO DE CADA CONDUEÑO

No se puede disponer de un bien, si no se es dueño de la totalidad del mismo, pues cabría


el derecho de tanteo de los demás condueños. Si éstos ya fallecieron, debe acreditarse su
defunción con la certificación de la partida correspondiente.

Leyes analizadas: 491 del Código Civil; 621 del Código Procesal Civil y Mercantil.

RECURSO DE CASACIÓN 203-2003

RESUMEN DE

LA SENTENCIA RECURRIDA

La Sala Primera

del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, dictó sentencia en la que declaró con


lugar la demanda planteada por la Señora María A.A.L., revocó la resolución impugnada y le fijó
a la autoridad administrativa el plazo de cinco días para que proceda a darle trámite a la solicitud
de la actora. Para llegar a las conclusiones anteriores, la Sala consideró que:

A) “Tratándose de la transmisión de derechos hereditarios, no es necesario obtener


previamente la declaración de herederos respectiva, toda vez que de conformidad con el
artículo 918 y 1806 del Código Civil, los derechos a la sucesión de una persona se transmiten
desde el momento de su muerte, razón por la cual se pueden vender lícitamente”.

B) En el expediente administrativo se encuentra la providencia número ciento


veintinueve guión noventa y siete, suscrita por la encargada de títulos de la Administración de
Cementerios Nacionales, con fecha veintidós de octubre de mil novecientos noventa y siete, en la
que se hace constar que María A.A.L. es propietaria del mausoleo en cuestión, junto con los
señores L.F.A.L., M.L. viuda de A. y E.A.L.. Asimismo, durante el proceso, la actora presentó
certificaciones del Registro Civil de las Municipalidades de Huehuetenango, cabecera
departamental, y de la ciudad capital, mediante las cuales se comprueba el fallecimiento de los
otros copropietarios del indicado mausoleo. Asimismo se encuentra fotocopia del título de
propiedad extendido por el Administrador del Cementerio General con fecha veinticinco de
febrero de mil novecientos sesenta, con el visto bueno del Ministerio de Salud
Pública y Asistencia Social, donde consta que las personas anteriormente mencionadas son
propietarias del mausoleo en referencia. Finalmente en el proceso se encuentra copia de la
escritura pública número treinta y nueve, autorizada en esta ciudad por el Notario José Molina
Díaz, y su posterior ampliación, donde consta que la señorita María A.A.L. vendió sus derechos
hereditarios a doña M.L. viuda de A. y sus hermanos L.F. y Emilia, ambos de apellidos A.L.
(sic). Todos estos documentos probatorios conducen al juzgador a establecer, para los fines del
presente fallo, que la actora ha vendido legalmente sus derechos hereditarios.

C) “La declaratoria judicial en materia sucesoria, solo es requerida cuando se trata de


enajenación de bienes porque se opera una transmisión plena de dominio con efectos erga
omnes. Pero en el presente caso se trata simplemente de una venta de “derechos” entre
particulares con prevalencia del principio de autonomía de la voluntad, o si se quiere,
“expectativa de derechos, como lo señala la Procuraduría General de la Nación. En el caso
subjúdice se ha vendido un derecho hereditario, como lo establece el artículo 1806 del Código
Civil, en forma condicional, cuya gestión para la declaratoria de herederos y la posterior
consolidación del derecho de propiedad, queda confiada a los compradores.”.

EL RECURSO DE CASACIÓN

El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social interpuso recurso de casación contra la


sentencia relacionada, emitida por la Sala Primeradel Tribunal de lo Contencioso
Administrativo. Fundamentó el recurso en el artículo 621 incisos 1º y 2º del Código Procesal
Civil y Mercantil. Denunció la violación de los artículos 450, 496 y 497 del Código Procesal
Civil y Mercantil; 62 y 63 de la Ley del Impuesto sobre H., L. y Donaciones; 922 del Código
Civil y 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala. Estimó que se interpretó
erróneamente los artículos 918 y 1806 del Código de Salud (sic) y el 154 de la Constitución
Política de la República de Guatemala. Asimismo, denuncia error de hecho en la apreciación de
la prueba.

El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social manifestó, refiriéndose a los


artículos 1806 y 918 del Código Civil, lo siguiente: “ Los artículos anteriormente citados han
sido objeto de una mala interpretación por parte de esa Honorable Sala, toda vez que dichas
disposiciones legales son claras en indicar que los herederos pueden disponer únicamente de los
derechos sucesorios, pero no de los bienes de la mortual, que son dos cosas diametralmente
diferentes, tal y como lo aclara el artículo 922 del Código Civil y el 62 de la Ley Sobre el
Impuesto de Herencias, Legados y Donaciones ... Lo que las normas citadas quieren expresar es
que los herederos, una vez fallecido el causante, pueden disponer, incluso enajenar sus derechos
hereditarios, pero no así los bienes que conforman la mortual. Es decir, que un heredero puede
vender su derecho sucesorio sobre un bien, pero no puede vender directa y propiamente el bien,
toda vez que su derecho real aún no ha cumplido con todas las formalidades legales necesarias
para que su propiedad se perfeccione, como es el caso de ser declarado heredero, pagar los
impuestos correspondientes y obtener la inscripción registral de propiedad... Se ha explicado
someramente el proceso sucesorio y claramente se ha demostrado que existe un procedimiento
previamente establecido en las leyes para la tramitación del traspaso de bienes adquiridos por
sucesión, por esa razón, este Ministerio siempre actuó apegado a la ley al solicitar a los
interesados que previo a acceder a su solicitud, presentaran comprobante del pago del impuesto
de herencias, legados y donaciones, toda vez que ello supone el recorrido y culminación de todas
las etapas procesales previas del proceso sucesorio, que permiten acceder a la fase de registro a
nombre de los herederos o legatarios a su favor, y precisamente para cumplir con esas
formalidades legales es que se ha instituido el proceso sucesorio, tal y como lo indican los
artículos citados.... En la sentencia de mérito, esa Honorable Sala ordena a este Ministerio
violentar la ley y quebrantar los procedimientos previamente establecidos para la sustanciación
de procesos sucesorios”.

Para concluir con este apartado, me permito indicar que se ha demostrado que esa
Honorable Sala incurrió en el error de hacer una interpretación errónea de los
artículos 918 y 1086 (sic) del Código Civil, sobre los cuales fundamentó la sentencia impugnada
debido a que, como se demostró, no es lo mismo vender derechos hereditarios que vender un
bien. Estos dos artículos expresamente facultan a las personas para el primero de los casos, es
decir, vender derechos hereditarios, pero otra cosa muy diferente es vender bienes relictos antes
de agotarse las etapas del proceso sucesorio... Lo que en realidad sucedió en el presente caso, fue
que esa H.S. incurrió en un error de interpretación de los artículos 918 y 1086 (sic) del Código
Civil, incurriendo además ese órgano jurisdiccional también, en violación de los artículos 450 al
515 del Código Procesal Civil y M., como ya ha sido demostrado, al emitir una sentencia que
viola el procedimiento sucesorio...”.

LEYES APLICABLES

Artículos 12, 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala; 442, 485,


491 del Código Civil; 25, 26, 44, 51, 66, 67, 71, 79, 573,574, 620, 621, 626, 627, 628, 630, 635
del Código Procesal Civil y Mercantil; 16, 51, 52, 57, 75, 79 inciso a), 141, 143, 147, 149, la Ley
del Organismo Judicial.

CAPITULO V

LEGADOS

Jurisprudencia

27/08/2012

- CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO TRIBUTARIO

340-2011

Recurso de casación interpuesto por la SUPERINTENDENCIA DE


ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA contra la sentencia dictada por la Sala Segunda del
Tribunal de lo Contencioso Administrativo, el diecisiete de mayo de dos mil once.

LEYES ANALIZADAS

Artículos: 32 de la Ley del Instituto de Fomento de Hipotecas Aseguradas; 621 inciso 2º


del Código Procesal Civil y Mercantil.

RESUMEN DE LA SENTENCIA RECURRIDA

La Sala declaró sin lugar las excepciones perentorias interpuestas, y con lugar la demanda
presentada; como consecuencia, revocó parcialmente la resolución administrativa impugnada.
Para el efecto, consideró: «Cabe señalar que las cédulas hipotecarias, por su naturaleza de títulos
de crédito, sus intereses por mandato legal se encuentran exentos del Impuesto Sobre la Renta,
tal como lo preceptúa el artículo 32 de la Ley del Instituto de Fomento de Hipotecas Aseguradas.
Asimismo, el artículo 100 del Código Tributario determina si los intereses de la entidad
demandante son intereses de carácter de exentos, además la entidad tributaria considera que los
intereses objeto del ajuste antes referido, provienen de otros documentos, identificando como tal
el Certificado de Custodia de las cédulas hipotecarias. Al respecto, este Tribunal afirma, que el
certificado de custodia no es un título de crédito sin embargo dicho certificado incorpora el
derecho a exigir la entrega de los documentos que se encuentren en calidad de resguardo del
depositario, en el presente caso Banco de los Trabajadores, Sociedad Anónima (sic), (extremo
que consta en autos), afirmando además que dicho certificado representa un contrato de depósito,
en el que figuran: D.: Quién (sic) es la propietaria de la cosa, Depositario: Es el responsable de la
guarda de la cosa, entendido como cosa los títulos de crédito, las propias cédulas hipotecarias, las
cuales por imperio legal se encuentran exentas del Impuesto Sobre la Renta. Este Tribunal,
estima que el ajuste formulado por la Superintendencia de Administración Tributaria, carece de
fundamentación y argumentación jurídica, en virtud que los títulos antes señalados gozan de
exención y el certificado de custodia es un contrato de depósito y no título de crédito,
apreciándose aquí la diferencia entre la fuerza legal y características especiales que reviste el
Código de Comercio, sobre los Títulos de Crédito, circunstancia que es totalmente diferente al
certificado de custodia, que si bien es cierto tienen una obligación incorporada, pero también lo
es que la naturaleza de ambos son totalmente diferentes. En otro orden, se estima que dicho
ajuste, no debió haberse formulado porque los títulos de crédito gozan de exención, como tantas
veces se ha citado, ya que a juicio de este Tribunal se debió respetar lo relacionado a la
existencia de exenciones, vulnerándose así el artículo 243 de la Constitución Política de la
República de Guatemala. Consecuentemente, el ajuste formulado por el monto de veintidós mil
novecientos tres quetzales con setenta y cuatro centavos (Q.22,903.74), debe desvanecerse por
las razones señaladas...».
LEYES APLICABLES

Artículos citados y: 12 y 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala;


25, 26, 27, 66, 67, 619, 620, 621 inciso 2º, 627, 630 y 635 del Código Procesal Civil y Mercantil;
57, 74, 79 inciso a), 141, 143, 149 y 172 de la Ley del Organismo Judicial.

CAPITULO VI

DE LA ACEPTACIÓN Y DE LA RENUNCIA DE LA HERENCIA

Jurisprudencia

Citado de la siguiente jurisprudencia, Expediente 556-2009 SALA REGIONAL


MIXTA DE LA CORTE DE APELACIONES DE COBAN. Cobán, Alta Verapaz, cuatro de
marzo de dos mil diez.

Al analizar los argumentos esgrimidos por el apelante, sentencia apelada y demás


constancias procesales, se advierte que para resolver el presente recurso, es necesario acudir a los
hechos expuestos por el actor FRANCISCO COC, UNICO APELLIDO, en su memorial de
demanda, porque es en ese momento en el cual se fijan los hechos sobre el cual versa el presente
proceso, y por ende, sobre ello se debe aportar la prueba respectiva. En el memorial de demanda,
el actor FRANCISCO COC, UNICO APELLIDO manifestó “Soy Poseedor de un inmueble de
naturaleza rústica ubicada en la Aldea “Chicanib” el cual se identifica en el Registro General de
la Propiedad como finca No. 338 como finca ciento veintisiete (127), Folio nueve (09) del Libro
sesenta y tres (63) de Alta Verapaz, con las medidas y colindancias que constan en su respectiva
inscripción de dominio”; con la anterior afirmación es totalmente improcedente acceder a su
demanda, porque los hechos son incongruentes con la petición de fondo, ya que pidió que se le
mantenga en la posesión o tenencia del inmueble de autos, pero no hay claridad a qué inmueble
se refiere porque en los hechos que expuso indicó que es propietario de la finca trescientos
treinta y ocho como finca ciento veintisiete, pero como es sabido, en el Registro General de la
Propiedad las fincas existen en forma individual, o es finca número trescientos treinta y ocho, o
es finca ciento veintisiete, no ambas a la vez. También manifestó el actor, en su memorial de
demanda, que el inmueble lo obtuvo por herencia intestada que le dejara su señora madre
Marcela CocCuc o Marcela Coc, quien a su vez lo obtuvo por herencia intestada que le dejara su
señora madre (abuela del actor) Felipa CucChé o Felipa Cuc, a cuyo nombre aparece inscrito en
el Registro General de la Propiedad, del cual se está radicando proceso Sucesorio Intestado
Extrajudicial por el Notario Marco Antonio Díaz Delgado. En el presente caso, no quedó
acreditado en el proceso que el actor FRANCISCO COC, UNICO APELLIDO, sea heredero de
la señora Marcela CocCuc o Marcela Coc, porque no hay copia del auto de declaratoria de
herederos que lo indique expresamente. Con la copia del auto de declaratoria de herederos, de
fecha ocho de febrero de mil novecientos noventa y siete emitido por el Notario Marco Antonio
Díaz Delgado, que el juez a quo mandó a recabar por medio de auto para mejor fallar y obra a
folios setenta y cinco y setenta y seis del expediente de primera instancia, lo que se acredita es
que se reconoce a MARCELA COC CUC y a ROSARIO CUC, único apellido, como herederas
ab-intestado de todos los bienes, derechos, acciones y obligaciones que a su fallecimiento dejara
su madre, la causante FELIPA CUC CHE, y al señor MARIANO MO, sin otro apellido,
CESIONARIO de derechos hereditarios sobre una fracción que a Marcela CocCuc le
corresponden sobre la finca inscrita en el Registro General de la Propiedad con el número ciento
veintisiete, folio ciento setenta y nueve, del libro sesenta y tres de Alta Verapaz (finca totalmente
distinta a la finca objeto del presente proceso). Es decir, con la copia de ese auto, no se acredita
que el actor FRANCISCO COC, UNICO APELLIDO, sea heredero de MARCELA COC CUC O
MARCELA COC, ni siquiera existe incorporado legalmente, documento alguno que establezca
el parentesco entre el actor FRANCISCO COC, UNICO APELLIDO y la señora MARCELA
COC CUC O MARCELA COC, porque en el auto para mejor fallar de fecha veintisiete de
octubre de dos mil ocho, dictado por el Juez de Primera Instancia Civil, no ordenó incorporar ese
documento (véase folio sesenta y cinco del expediente de primer grado). El actor, en su
demanda, también manifestó que el inmueble lo posee de conformidad con la Escritura Pública
número ciento sesenta (160), de fecha catorce de abril del año dos mil cinco, autorizada en esta
ciudad, por el notario José Luis Samayoa Estrada, la cual adjuntó en fotocopia simple. Dicho
documento contiene DECLARACION UNILATERAL DE VOLUNTAD en la cual el señor
FRANCISCO COC, único apellido, indica que es legítimo poseedor de un inmueble rústico
ubicado en la Aldea Chicanib, jurisdicción de San Pedro Carchá, Alta Verapaz. De la lectura de la
copia de dicha Escritura Pública, se advierte que la finca a que se refiere dicho documento forma
parte de la finca inscrita en el Registro de la Propiedad bajo el número ciento veintisiete (127),
folio nueve (09), del libro sesenta y tres (63) de Alta Verapaz, pero dicha finca no apareció
claramente identificada en la demanda (como se indicó anteriormente). En auto para mejor fallar,
el juez a quo, mandó a recabar el historial completo de la finca número ciento veintisiete, folio
ciento setenta y nueve, del libro sesenta y tres de Alta Verapaz, no obstante que este documento
hace plena prueba por haber sido extendido por funcionario público, es insuficiente para
acreditar la posesión del actor, porque en el memorial de demanda, el actor no individualizó
correctamente el inmueble que posee y en la Escritura Pública que acompañó, se hace referencia
a la finca inscrita en el Registro de la Propiedad bajo el número ciento veintisiete (127), folio
nueve (9), del libro sesenta y tres (63) de Alta Verapaz, finca totalmente distinta a la mencionada
por el actor en su memorial de demanda, pues no coincide con el número de folio del libro en
que se encuentra registrado. El actor manifiesta que el inmueble que posee, según la Escritura
Pública ya relacionada, tiene las medidas y colindancias siguientes: AL NORTE: cincuenta
metros, con Juan Cuc; AL SUR: igual medida, con Francisco Coc; AL ORIENTE: ciento
cincuenta metros, con Lorenzo Caal; y AL PONIENTE: igual medida, con Rosario Cuc; pero en
el presente proceso, no hubo forma de establecer si el inmueble que indica el actor, es el mismo
que posee el demandado o que éste ocupa una fracción del inmueble del actor, debido a que en el
Reconocimiento Judicial practicado el dieciséis de mayo de dos mil siete, por el Juez de Paz de
San Pedro Carchá, Alta Verapaz no se pudieron constatar las medidas y colindancias que indica
el documento con el cual el actor amparó su derecho (que es una declaración jurada unilateral);
porque el Juez de Paz hizo ver en el acta faccionada, en el punto b) del reconocimiento, que no
se pudieron determinar medidas del inmueble porque no se contó con experto, y constató que los
siguientes colindantes: Por el rumbo norte: Pablo Cucul, único apellido, quien estuvo presente.
Por el rumbo sur: Francisco Coc, quien estuvo presente. Por el rumbo oriente: Leandro CucChoc.
Por el rumbo poniente: Marcos Ical y Francisco Coc, quienes estuvieron presentes. Es decir, no
hay forma para establecer la identidad entre la finca que el actor indica poseer, de conformidad
con el documento con el cual acreditó su derecho, y la finca objeto de reconocimiento judicial,
porque sus colindancias son distintas (únicamente coinciden con la colindancia por el rumbo
sur).

Doctrina de la Aceptación Y De La Renuncia de la Herencia

La renuncia o repudiación, se define como una declaración de voluntad unilateral, formal y expresa,
en virtud de la cual, la persona llamada a la herencia, manifiesta su deseo de no ser heredero. Se realizará
ante notario o el juez, a fin de que, conste frente a terceros su existencia y produzca efectos. Puede ser
abdicativa o pura y simple, acreciendo en la proporción establecida por la ley o el testamento, según
estemos ante una sucesión intestada o testada, a los demás herederos, y en su defecto al estado. O traslativa,
a favor de una persona determinada incrementando exclusivamente la adjudicación del designado.
Tanto la aceptación como la renuncia o repudiación de la herencia, son una declaración de voluntad
unilateral. No son actos personalísimos, formando parte de la esfera de la representación legal en el
supuesto de los padres y tutores respecto a los hijos sujetos a patria potestad, y el tutelado. Es irrevocable,
solo se puede aceptar o renunciar una vez. De eficacia retroactiva a la fecha del fallecimiento del causante.
Incompatibles entre sí, o se acepta o se renuncia, no siendo posible hacerlo a término o en parte.
El heredero que acepta o renuncia ha de tener capacidad de obrar plena, y no hallarse incurso en
causa de indignidad para suceder de las previstas en el artículo 757 del Código Civil, las vulgarmente
denominadas de desheredación.

CAPITULO VII

ALBACEAS

Jurisprudencia

Artículo 1061. Rendición de Cuentas

Citado en la siguiente Jurisprudencia, Expediente 83-2010 SALA REGIONAL


MIXTA DE LA CORTE DE APELACIONES DE RETALHULEU. RETALHULEU,
VEINTISEIS DE MAYO DEL AÑO DOS MIL DIEZ.

Al hacerse el estudio del caso, y realizar una revisión de las leyes aplicables al caso
concreto pero principalmente los escasos agravios que presenta la apelante, esta Sala, llega a la
conclusión que la sentencia apelada se encuentra ajustada a derecho; por las siguientes razones:
UNO. Nuestra ley adjetiva civil regula que toda persona que deba rendir cuentas, lo deberá hacer
cuando es requerida o en su caso en la primera audiencia antes de ser contestada la demanda, tal
como sucede en la primera resolución en el inciso IX La Juzgadora hace saber a la demandada
que deberá rendir cuentas provisionalmente y en caso de no hacerlo se tendrán por ciertas las
afirmaciones del actor y determinar el pagó de los daños y perjuicios. Esta situación la
demandada de conformidad con las actuaciones procesales se determina que en la audiencia
fijada no rindió cuentas provisionalmente, por lo que en la sentencia la juzgadora hizo acopio a
dicho apercibimiento. DOS. Dentro del proceso se ofrecieron una serie de medios de prueba
que fueron debidamente valorados por la Juzgadora al momento de dictar sentencia y dentro de
ellos se encuentran algunos medios de prueba que ofreció la demandada, por lo que no le asiste
la razón a la demandada en cuanto a lo que expone en sus agravios que no tomo en cuenta sus
medios de prueba, pues inclusive valoro la declaración de parte que presento el actor, es decir
que la conclusión a la cual llego la juzgadora fue tomando en consideración tanto los medios de
prueba valorados como la ley adjetiva y sustantiva civil. TRES. En virtud de que los agravios
invocados por la parte apelante resultan ser imprecisos, y escasos, esta Sala se encuentra en la
imposibilidad de analizar mas la sentencia venida en grado por lo que resulta procedente
confirmarse la misma y así debe resolverse.

Doctrina Rendición de Cuentas

La rendición de cuentas es una oportunidad para que la sociedad evidencie los resultados
de la entidad de acuerdo con el cumplimiento de la misión o propósito fundamental, además, de
la entrega efectiva de bienes y servicios orientados a satisfacer las necesidades o problemas
sociales de sus grupos de valor. Así mismo, permite visibilizar las acciones que se desarrollan
para el cumplimiento de los derechos de los ciudadanos y su contribución a la construcción de la
paz.

Albaceas

Naturaleza, obligaciones, pagos y precedentes de la misma.


(Enriquez, 2013) afirma que: Hablando de la representación de la sucesión, lo principal
para esto y a lo que se refiere el texto es la albacea.

El Albaceazgo.

La palabra albacea viene del árabe “al waci” que significa ejecutor. Y así lo consideran
varios países cuando se encuentra nombrado en el testamento llamándolo ejecutor testamentario.

El albacea testamentario tiene su origen en la conveniencia para el testador de la


existencia de una persona de su confianza que ejecutara su voluntad después de su muerte.
También es considerado como un órgano representativo de la comunidad hereditaria, ya que en
nuestro derecho también existen albaceas en las sucesiones intestadas.

La ejecución y pleno cumplimiento de la voluntad del testados, dentro de las exigencias


legales, se encargan naturalmente a los propios herederos, pero puede haber uno de ellos u otra
persona que, sin ser heredero, reciba la especial misión de velar por la ejecución de lo dispuesto
en el testamente; el albaceazgo es la institución destinada a asegurar el cumplimiento de lo
ordenado en la última voluntad del causante.

LA REVOCACIÓN DEL ALBACEA.


Refiriéndonos a la revocación como la anulación, casación o retractación de esta, siendo
que revocar es privar de efectos n acto jurídico o designación por causa de oportunidad o
conveniencia. Como ya sabemos, el albacea puede ser designado por el testador, por los
herederos, por los legatarios e incluso por el juez, en el caso de que el testador no haya hecho la
designación del albacea, debe ser nombrado por los herederos, estos lo nombraran por mayoría
de votos, la que se computara en relación con las porciones hereditarias, teniendo como requisito
que haya un mínimo de personas, equivalente a una cuarta parte de los herederos, cuando al
mayor porción está representada por menos de la cuarta parte de los mismos. El albacea que
nombren los herederos será por lo general, definitivo y universal.

La revocación del cargo es una causa pro las que el albacea puede terminar con su
encargo, además pro renuncia o por excusarse.

Es el acto por el cual los herederos cuando les parezca conveniente quitan al albacea de
su cargo, y no requieren de causa justificada o razón para hacerlo, simplemente lo quitan porque
así lo deciden. Dicha revocación puede hacerse por los herederos en cualquier tiempo, pero en el
mismo acto debe nombrarse el substituto.

Dicha revocación puede ser justificada, (en este caso se estará hablando de remoción) o
injustificada. Pueden llevarla a cabo los herederos en ambos casos; pero si es injustificada. El
albacea tendrá derecho a recibir lo que le haya dejado el testador como remuneración pro el
desempeño de su cargo, aunque si el albacea fue nombrado por el de cojus y le hizo un cargo
especial, al revocarlo del cargo de albacea no perderá la obligación de cumplir el encargo
especial, considerándole como ejecutor especial.
La revocación del cargo de albacea testamentaria es un acto jurídico ya que se genera por
la manifestación de la voluntad que, en este caso, de la mayoría de los herederos, y dicha
manifestación produce consecuencias de derecho, que en este caso en específico seria la
terminación de las funciones de albacea a la persona objeto de dicha revocación, designándole el
cargo a otra con todos los derechos y obligaciones que el mismo cargo le confiere.

DIFERENCIA CON LA REMOCION.


Como ya sabemos, la remoción es la destitución del albacea, pro parte de los herederos, a
causa de su incapacidad en el cumplimiento del testamento o si hubiera demostrado mala
conducta (dolosa o culposa) al cumplir sus funciones o hubieran sido declarada la quiebra en los
negocios. Debe resolverse judicialmente a petición de parte.

Ahora bien, la incapacidad significa la falta de aptitud para cumplir su cargo con
diligencia, no debiendo probarse la incapacidad física ni la jurídica; la mala conducta podría
configurarse en caso de ocultamiento de bienes, de obstaculizar la marcha del juicio sucesoria, si
no defendieran correctamente los intereses de la herencia, etcétera.

La remoción tendrá lugar por sentencia pronunciada en el incidente respectivo,


promovido por parte legitima como se mencionó anteriormente, además de dicha remoción
siempre presupone una causa justificada, ya que responsabilidad en que incurre el albacea puede
llegar tener carácter penal.

Para diferenciarlas, recapitulando podemos diferenciar entre estas dos figuras como: la
revocación del cargo de albacea es el acto jurídico que nace de la manifestación de voluntad de la
mayoría de los herederos, la cual produce como consecuencia de derecho la terminación de las
funciones del albacea y designándole a su vez, el cargo a otra con todos los derechos y
obligaciones que el mismo cargo le confiere. Por lo tanto, no se requiere una causa justificada
para que se lleve a cabo dicho acto jurídico, solo es necesario la manifestación de la voluntad de
la mayoría de los herederos que apruebe dicho acto.

Y, por otro lado, la remoción es el procedimiento que se lleva a cabo por medio del cual
el albacea es separado de su cargo por haber incumplido con sus obligaciones, esto es, por causa
justificada, que se promueva de forma incidental, por aparte legitima y haya una declaración
expresa por parte de juez, una sentencia que así lo establezca.
CAUSAS DE REVOCACION
Recapitulando las líneas anteriores, la figura del albacea tiene la obligación de acatar lo
plasmado en el testamento y hacerlo efectivo. Claro, puesto que al albacea le corresponde no
solamente ocupar por subrogación el lugar del difunto, sino también la facultad de hacer todas
las operaciones sucesorias, ejecutar e interpretar el testamento.

A veces estas interpretaciones son absolutamente necesarias, porque las dudas, en


ocasiones defectos de redacción, las contradicciones y demás ensombrecen la voluntad real del
testador.

Cuando dispone el testador un albaceazgo, claramente se observa que es su voluntad que


la herencia se realice, liquide y reparta, pero las precisiones del testador acerca del cómo,
cuando, de qué manera y contratando a quien se han de hacer dichas operaciones son
escasísimas.

Y es claro, que dado que el testador, quiere que los bienes se realicen evidentemente que
quiere también que el albacea, pueda interpretar y hasta integrar las clausulas del testamento, en
tanto que va a realizar, cumpliendo y acatando la voluntad final del testador, que evidentemente
quiso que el albacea, rellenara discrecionalmente lo preciso para conseguir la concreción y
realidad material y efectiva de esas disposiciones.

El testador, desconoce aquellas circunstancias que tras su muerte pueden surgir, y espera
que atienda su finalidad el albacea haga lo mejor según su criterio, interpretando la voluntad
testamentaria. E decir, el testador quiere que, si es menester, el albacea integre la voluntad de
aquel.

Dejemos pues, suficiente claro que el testador es quien decide una atribución u otra, pero
esto no significa que los herederos no puedan revocar al albacea nombrado en el testamento y
sustituirlo por quien, según ellos, pueda desempeñar mejor el cargo, cuando por estas
circunstancias ajenas al testador la capacidad interpretativa o decisiones de realice no sean las
mas idóneas para los herederos.

Es claro que no siempre tiene que ser así, ya que podrá haber casos en que esas
decisiones hechas por el albacea testamentario, Ser las correctas para los herederos, pero no
siendo así la revocación es la opción mas viable, puesto que el testador nunca imagino esas
circunstancias, ya que lo verdaderamente importante es realizar su voluntad.
Si bien es cierto que nombrar al albacea, es una de las voluntades del testador, la esencia
misma del testamento es la repartición del caudal hereditario y si por así convenir a sus intereses
les parece que el albacea testamentario nombrado no es el mas apto para eso, se lleve a cabo la
revocación y sustitución por parte de los herederos que son en definitiva a quien el albacea va a
representar.

Felipe Guzmán Nuñez dice que:

La figura del albacea en nuestro derecho sucesorio es de vital importancia, porque en ella
recae todo el peso de la liquidación de un patrimonio y, sobre todo, la ejecución y fiel
cumplimiento de la voluntad del causante; expresa en el caso de la sucesión testamentaria y
presunta en el de la intestada.

Como tal, la institución reciente en el derecho. Al respecto, Roca Sastre señala:

La institución del albacea en su proyección histórica comenzó a tener importancia en la


historia del derecho romano vivido en la época del ius commune o derecho intermedio, y fue
plenamente acogida oír Ka codificación civil moderna latino-germánica.

El derecho romano más bien ignoro el albaceazgo como figura jurídica de tipo general,
por cuya razón es inútil comprobar su existencia de instituto plenamente desenvuelto en el
Corpus iuris civilis. Fueron influencias de los pueblos germánicos, fomentadas por el derecho
canónico, ellas que introdujeron el albaceazgo propiamente dicho, esto es, como instrumento de
ejecución de la voluntad testamentaria.

Es justificado el análisis de esta institución y del albacea en particular, como ejecutor


testamentario, porque en las sucesiones mortis causa el heredero sucede al autor de la sucesión y
el adquirir es accesorio y como consecuencia del suceder. Si sucede, el causahabiente sub entra
en todas las relaciones jurídicas del cajus, que no se extinguen con la muerte, es decir en todas
aquellas relaciones y derecho no personalísimos del autor de la sucesión al suceder, toma la
misma posición que el causante tenía en vida; por tanto, es comprador, acreedor, deudor, etcétera,
según sea el cumulo de relaciones existentes en el patrimonio del causante.

Si el heredero sustituye al autor de la sucesión, parece razonable pensar en la inutilidad


de alguien que le entregue los bienes, que cumpla la voluntad del testador en el caso de que
exista en alguna de las formas señaladas por la ley; o de que las entregue y cumpla la voluntad
presta en el supuesto de la sucesión intestada.

En la sucesión que tiene como base el sistema del derecho romano, el heredero reemplaza
al autor de la sucesión en la posición jurídica del antecesor; 2, el sucesor adquiere un patrimonio
en bloque y de modo mediato, como consecuencia de la potestad o título con el que entra; 3. al
heredero pasan todos los derechos que tenía el autor. Como se ve, en este sistema resulta
innecesaria la persona del albacea, porque la función que éste desempeña, corresponde ejecutarla
al heredero como tal y por ser tal.

RESPECTO AL NOMBRAMIENTO:
Lo hace el testador, los herederos o el juez, según sea el caso. 1681 <el testador puede
nombrar uno o más albaceas>, 1682. <cuando el testador no hubiere designado albacea o el
nombrado no desempeñare el cargo, los herederos elegirán albacea por mayoría de votos. Por los
herederos menores votaran sus legítimos representantes>, 1684 <si no hubiere mayoría, el
albacea será nombrado por el juez. De entre los propuestos>

Saenz establece la Capacidad para ser albacea:

Como precedente, el antiguo derecho español, como dice Castán (77), establecería una
larga serie de incapacidades para ser albacea, en las que estaban comprendidas las de los siervos,
religiosos, mujeres, menores, locos, herejes, moros, judíos, sordomudos por naturaleza, alevosos,
traidores y condenados a muerte o extrañamiento.

Se menciona que no podrá ser albacea el que no tenga capacidad para obligarse.
TITULO III
DE LA SUCESIÓN INTESTADA
CAPITULO I
Disposiciones Generales

JURISPRUDENCIA

Gaceta de la Corte Suprema de Justicia: 325-2011 01/10/2012 Maximiliano


Marroquín Guerra.
Recurso de casación interpuesto por MAXIMILIANO MARROQUÍN
GUERRA contra la sentencia dictada por la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones de
Antigua Guatemala, el dieciocho de marzo de dos mil once.
LEYES ANALIZADAS
Artículo 621 del Código Procesal Civil y Mercantil.

RESUMEN DE LA SENTENCIA RECURRIDA


La Sala no entró a conocer la apelación planteada por las demandadas, relacionada con la
excepción previa de demanda defectuosa, por no tener la misma el carácter de apelable.
La apelación del actor Maximiliano Marroquín Guerra la declaró sin lugar, confirmando
la sentencia impugnada. Para el efecto la Sala, consideró: «… con relación a la Excepción previa
de CADUCIDAD, la misma fue declarada por la Jueza del conocimiento con lugar, ya que de
conformidad con el auto Declaratorio de Herederos de fecha quince de octubre de mil
novecientos noventa y tres, en las que fueron declaradas herederas las causantes de las
demandadas María Piedad Alvarado Álvarez y Liliam Judith Alvarado Álvarez, dicho auto no
fue impugnado dentro del plazo que la ley establece para hacerlo, por lo que la calidad que
ostentan las demandadas no fue perturbado en su momento por las personas que se consideraron
afectadas por dicha declaratoria, por lo que en este momento y etapa procesal deviene
improcedente hacer valer un derecho ya caducado de conformidad con el artículo 480 del Código
Procesal Civil y Mercantil. Y en relación a la Excepción Previa de PRESCRIPCIÓN la misma
fue declarada con lugar, tomando en consideración que el plazo que la ley concede para ampliar
o rectificar el Auto de Declaratorio de Herederos es de diez años, a partir de la fecha en que se
dictó el mismo, denotándose en consecuencia que ya prescribió dicho Auto de Declaratoria de
Herederos, de conformidad con el artículo 481 del Código Procesal Civil y Mercantil. En ese
orden de ideas, esta Sala estima que la resolución venida en grado está ajustada a derecho,
advirtiéndose que la Juez A quo, actuó dentro del ámbito de sus atribuciones que legalmente
tiene conferidas, motivo por el cual la misma debe ser confirmada y así deberá resolverse en la
parte dispositiva de la presente resolución».
MOTIVO Y SUBMOTIVOS INVOCADOS
Motivo de fondo
Submotivos
a) Violación de los artículos 929, 1070 y 1074 del Código Civil.
b) Aplicación indebida e interpretación errónea de los artículos 480 y 481 del Código
Procesal Civil y Mercantil.
c) Error de hecho en la apreciación de las pruebas.
Por razones de orden lógico, se examinara en primer lugar el submotivo de error de hecho
en la apreciación de las pruebas.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y: 12 y 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala;
25, 26, 619, 620, 621, 627, 630 y 635 del Código Procesal Civil y Mercantil; 57, 74, 79 inciso a),
141, 143, 149 y 172 de la Ley del Organismo Judicial.

DOCTRINA
Para CastánTobeñas “Puede ser definida la sucesión intestada, en nuestro Derecho, como
la sucesión hereditaria que se defiere por ministerio de la ley, cuando faltan, en todo o en parte,
los herederos testamentarios”1 Muy similar es la definición contenida en la Enciclopedia
Universal Ilustrada Europeo Americana2 con la única diferencia que indica que se da a falta de
testamento y no de herederos testamentarios, se enfoca en el instrumento más que en las
personas.
Así Federico Puig Peña indica que “Puede definirse la sucesión intestada como aquella
establecida por la ley, para regular la ordenación y distribución de los bienes dejados por una
persona, cuando muere sin testamento o con testamento ineficaz o insuficiente para poder
llevarse a cabo aquella distribución.”
CAPITULO II
ORDEN DE SUCESION INTESTADA

JURISPUDENCIA
Gaceta de la Corte Suprema de Justicia: 473-2006 16/04/2007 Mortual de Nicolás
Guch Patricio.
Recurso de casación interpuesto por Roberto Guch Ramírez, como representante de la
mortual de Nicolás Guch Patricio, contra la sentencia de fecha veinticuatro de octubre de dos mil
seis, dictada por la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones de Antigua Guatemala,
Departamento de Sacatepequez.

LEYES ANALIZADAS: Artículos: 621 inciso 1º., 622 inciso 4º. y 625 del Código
Procesal Civil y Mercantil.
MOTIVOS Y SUBMOTIVOS ALEGADOS POR EL RECURRENTE
Roberto Guch Macario, en la calidad con que actúa, interpuso recurso de casación por
motivo de forma y fondo.
Por motivo de forma invocó como subcaso de procedencia el siguiente:
Por no haberse recibido a prueba el proceso o sus incidencias en cualquiera de las
instancias, cuando proceda con arreglo a la ley, o se hubiere denegado cualquiera diligencia de
prueba admisible, si todo ello hubiere influido en la decisión. Contenido en el numeral 4°. Del
Artículo 622 del Código Procesal Civil y Mercantil.
Por motivo de fondo invocó como subcaso de procedencia el siguiente:
Aplicación Indebida de la ley contenido en el inciso primero del artículo 621 del Código
Procesal Civil y Mercantil.
ALEGACIONES
Con ocasión del día y hora señalados para la vista del presente recurso, las partes
procesales presentaron sus respectivos alegatos, con las argumentaciones que estimaron
pertinentes.
CONSIDERANDO I
MOTIVOS DE FORMA:
POR NO HABERSE RECIBIDO A PRUEBA EL PROCESO O SUS
INCIDENCIAS EN CUALQUIERA DE LAS INSTANCIAS, CUANDO PROCEDA CON
ARREGLO A LA LEY, O SE HUBIERE DENEGADO CUALQUIERA DILIGENCIA DE
PRUEBA ADMISIBLE, SI TODO ELLO HUBIERE INFLUIDO EN LA DECISIÓN.
Con relación a este submotivo el recurrente expuso: “APLICACIÓN DEL NUMERAL 4
DEL ARTÍCULO 622 DEL CÓDIGO PROCESAL CIVIL Y MERCANTIL: de acuerdo a lo
establecido en el código (sic) procesal (sic) civil (sic) y mercantil, (sic) en el numeral 4o. del
artículo 622, procede la casación por quebrantamiento sustancial del procedimiento por no
haberse recibido a prueba el proceso o sus incidencias en cualquiera de las instancias, cuando
proceda con arreglo a la ley, o se hubiere denegado cualquiera diligencia de prueba admisible, si
todo ello hubiere influido en la decisión. En el memorial de demanda ofrecí como medio de
prueba el reconocimiento judicial y en memorial de fecha uno de julio de dos mil tres propuse el
reconocimiento judicial sobre el proceso sucesorio extrajudicial intestado de la causante
Enriqueta GuchTzirin, Promovido ente el notario Jorge Rafael Urrea Lorenzini, por la
demandada Alicia Guch Ramírez, en cual como lo indiqué, se encuentra depositado en el
Archivo General de Protocolos registrado con en número nueve mil ciento veintiséis. El juzgador
de primera instancia, el juez de primera instancia civil y económico coactivo del departamento
de Chimaltenango, en resolución de fecha tres de julio de dos mil tres, resolvió que ‘en cuanto a
lo demás solicitado por el presentado, no ha lugar, en virtud de que el medio de prueba que
solicita, puede ser aportado al proceso, a través de los propios medios que el Código Procesal
Civil y Mercantil establece, específicamente la prueba documental. En memorial de fecha ocho
de julio de dos mil tres, protesté la no admisión del citado medio de prueba y el mismo juzgador,
en resolución de fecha diez de julio de dos mil tres la tuvo como protestada. Es obvio que el juez
de primera instancia no tuvo los alcances para poder entender el por que de la solicitud de
reconocimiento judicial en lugar de la solicitud de prueba documental, en principio, una vez
depositado el expediente no se puede sacar del registro de procesos sucesorios del archivo de
protocolos, únicamente se puede obtener certificación del mismo lo cual no es mas que
fotocopias del expediente original. Como lo estipula el artículo 174 del Código Procesal Civil y
Mercantil, el juez y las partes podrán hacerse acompañar por peritos de su confianza, los que en
el acto del reconocimiento podrán exponer sus puntos de vista verbalmente, sí fueren requeridos
por el juez por tanto, la parte actora a la cual representó necesitaba, de que tanto el juez como un
perito pudieran tener acceso al expediente original, ya que si se trata de una nulidad de un
proceso sucesorio por documentos falsificados es obvio que esta falsificación solo podrá
establecerse mediante un examen de los documentos redargüidos de nulidad no de sus
fotocopias, y el juez, por mas que esté empíricamente preparado, no puede dar fe de la falsedad
material del documento, por ello, la ley ha previsto que se asista de peritos quienes le harán saber
su punto de vista y este valorará el dictamen u opinión pericial de conformidad con los tipos de
valoración que el mismo código procesal civil y mercantil establece. El juzgador de primera
instancia privó a la parte actora del derecho de asistirse de peritos en la diligencia de
reconocimiento judicial del expediente relacionado y por lo tanto de poder establecer la
existencia de una falsedad material en los mismos, hecho que sin lugar a dudas hubiera cambiado
la decisión de los juzgadores de primera y segunda instancia y les hubiera obligado a dictar una
sentencia favorable a la parte actora. El hecho de que en primera instancia en auto para mejor
fallar se halla traído a la vista la certificación del expediente objeto de estas actuaciones
no podía probar, desde ningún punto de vista, la falsedad porque en primer término el juez no
está capacitado para detectar la falsedad material y segundo porque esta se prueba únicamente,
con el examen del documento original y no de las copias. Es por esto, que se infringió el
procedimiento al negársele al demandante la oportunidad de probar la falsedad que conllevaría
ineludiblemente la unidad del proceso sucesorio en cuestión y por consiguiente, y que se declare
con lugar la demanda planteada. “.

DOCTRINA
"El 'orden de sucesión intestada' es una jerarquía legal que establece quiénes son los
herederos de una persona que fallece sin haber dejado un testamento válido. Esta secuencia
determina quiénes tienen derecho a recibir los bienes y activos del fallecido en ausencia de
instrucciones testamentarias. El orden de sucesión intestada suele comenzar con el cónyuge
sobreviviente, seguido de los descendientes directos, los padres, los hermanos y hermanas, y
otros parientes en un orden específico según las leyes locales."
CAPITULO III

PARTICIÓN DE BIENES HEREDITARIOS

Jurisprudencia

Articulo 1085. Obligación del albacea de hacer la partición.

Expediente 253-2011 - AMPARO 27/06/2011,CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,


CÁMARA DE AMPARO Y ANTEJUICIO. Guatemala, veintisiete de junio de dos mil once.
I. Se integra con los Magistrados suscritos. II. Se tiene a la vista para dictar sentencia el
amparo solicitado por LUCIANO POP GUALIM, RAFAELA AC MORÁN, GUADALUPE
CAL SUC, AMALIA MARGARITA LEM SURAM, ROSENDO SUC IXIM y MARTA CAL
(único apellido) contra la SALA REGIONAL MIXTA DE LA CORTE DE APELACIONES DE
COBÁN. Los postulantes actuaron con el patrocinio del abogado Edgar Raúl Pacay Yalibat.

LEYES APLICABLES
Artículos citados y 265 de la Constitución Política de la República de Guatemala; 1º, 3º,
4º, 7º, 8º, 10, 12 inciso c), 19, 20, 42, 44, 46, 81 y 186 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal
y de Constitucionalidad; 77, 141, 142 y 143 de la Ley del Organismo Judicial; Auto Acordado 2-
95 de la Corte de Constitucionalidad; Acuerdos 44-92 y 9-95 de la Corte Suprema de Justicia.
Doctrina de obligación de albacea de hacer la partición

La partición de la herencia es el reparto de los bienes del fallecido entre los herederos en
proporción a la cuota que a cada uno de ellos corresponde. La partición deberá hacerse una vez
que se ha acreditado con el testamento o con la declaración de herederos quiénes son las
personas con derecho a la herencia y una vez que dichas personas han aceptado la herencia.

"Esta distribución reviste carácter jurídico, sin que resulte preciso que se proceda a una
división material de los bienes, porque la división material puede conllevar, en algunos casos, un
importante menoscabo del valor y utilidad de los bienes. Ello expuesto, y retomando las
consideraciones efectuadas anteriormente, hemos de reparar en lo siguiente: antes de llevarse a
cabo el acto particional los miembros de la comunidad hereditaria son titulares de una cuota
sobre la totalidad; tras la partición, serán titulares de una serie de bienes y derechos concretos
De acuerdo con el Artículo 1085 del Código Civil guatemalteco, luego de estar aprobado
el inventario y la cuenta de administración, el albacea debe hacer inmediatamente la partición de
la herencia, pudiéndose suspender la misma en virtud de convenio expreso de los interesados y
por un término que no pase de tres años, en donde la proindivisión de bienes se regirá por las
reglas de la comunidad de bienes, si los interesados no hubieren acordado las normas de
administrarla y regirla.

CAPITULO IV

EFECTOS DE LA PARTICIÓN

Jurisprudencia:

Articulo 1108

Expediente 706-2004 - 25/05/2005 – AMPAROCORTE SUPREMA DE JUSTICIA,


CÁMARA DE AMPARO Y ANTEJUICIO: Guatemala, veinticinco de mayo de dos mil
cinco.
I) Se integra esta Cámara con los Magistrados suscritos. II) Se tiene a la vista para dictar
sentencia el amparo promovido por Paulino Contreras Flores, contra la Sala Regional Mixta de
la Corte de Apelaciones de Jalapa. El postulante actuó bajo la dirección y procuración del
Abogado Otto René Marticorena Jurado.

CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL:

-II-

Argumenta el postulante, que tanto el Juzgado de primer grado como la Sala recurrida, al
resolver en la forma en que lo hicieron, “se fueron al margen de la legalidad”; puesto que,
debieron darle valor a la partición extrajudicial que en acta número ochenta y seis (86), folios
ochenta y cinco (85), ochenta y seis (86) y ochenta y siete (87) del libro de reconocimientos de
documentos de fecha treinta de junio de mil novecientos setenta y siete, que para el efecto se
llevó en la Comunidad de Indígenas del municipio y departamento de Jutiapa, en virtud de que la
misma fue realizada de común acuerdo entre ambos herederos en una entidad protegida
tradicionalmente por el Estado al haberlas reconocido constitucionalmente para respetarlas y
promover sus formas de vida, costumbres y formas de organización social. Asimismo indicó el
postulante, que: “(...) de ambos fallos fue lesionado el reconocimiento de la identidad de los
pueblos indígenas, vedándoles un derecho para la construcción de la unidad nacional basada en
el respeto y ejercicio de derechos no solo políticos sino también culturales, económicos y
espirituales y la superación de la discriminación histórica, especialmente el acuerdo sobre
identidad y derechos de los pueblos indígenas, suscrito en México, Distrito Federal, el treinta de
marzo de mil novecientos noventa y cinco, así como los artículos 1102 y 1108 del Código Civil;
2, 9, 10, 16 y 17 de la Ley del Organismo Judicial que establece: la COSTUMBRE regirá en
defecto de una ley aplicable, que los tribunales observarán siempre el principio de jerarquía
normativa y de supremacía de la Constitución Política de la República, sobre cualquier ley o
tribunal, que es inviolable la defensa de la persona y de sus derechos, y, que los derecho deben
ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe”.

-III-
IV) Se ordena que una vez firme el presente fallo el Notario Partidor proceda a
protocolizar el proyecto de partición presentado, sin hacerle ninguna modificación (...)”; f) El
demandado Paulino Contreras Flores, interpuso recurso de apelación contra la totalidad de la
sentencia de primer grado; en tanto que el demandante Miguel Contreras Flores, apeló
únicamente la exoneración a la parte vencida del pago de las costas procesales. Al conocer en
alzada la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones de Jalapa, confirmó en su totalidad la
sentencia de primer grado, bajo el argumento que: “(...) si bien es cierto que se hizo una partición
extrajudicial, también lo es que en dicha partición no se cumplió con la disposición de última
voluntad del señor Tomás Contreras Hernández, expresada en el testamento abierto que otorgó a
favor de sus dos hijos herederos, consistente en que el inmueble en litis debía repartirse en un
cincuenta por ciento para cada uno, pues para que la partición practicada por los herederos sea
legal y efectiva, es preciso que todos presten su consentimiento de manera absoluta, lo que no
ocurre en el presente caso, pues existe la inconformidad de uno de los herederos, por no haberse
repartido el inmueble en cuestión tal y como lo dispuso el testador”. También agregó la autoridad
reclamada que: “(...) la sentencia impugnada debe mantenerse por cuanto si bien es cierto el
terreno objeto de la litis cuya medida superficial es de treinta manzanas, se dividió en forma
extrajudicial correspondiéndole a cada heredero quince manzanas, también lo es que de
conformidad con el informe elaborado por el experto medidor Ingeniero Francisco Rafael Ramos
Sandoval, efectivamente la finca en cuestión en documentos, mide treinta manzanas, pero tiene
excesos que ascienden a diecisiete punto cuatrocientos treinta y siete manzanas (17,437) es decir
que la extensión superficial de toda la finca es de CUARENTA Y SIETE PUNTO
CUATROCIENTOS TREINTA Y SIETE MANZANAS y al haberse repartido únicamente
treinta manzanas, no se cumplió con la expresión de última voluntad del testador, quien dispuso
que la finca relacionada se repartiera en un cincuenta por ciento para cada uno de los hijos
Miguel y Paulino Contreras Flores, de donde deriva que el actor probó los hechos expuestos en
su memorial inicial de demanda”.
-IV-
Efectuado el obligado estudio de la acción de amparo y sus antecedentes, esta Cámara
estima que el primer acto reclamado –fallo de primer grado-, debe ser declarado sin lugar, dada
la falta de viabilidad provocada, debido a que éste quedó subsumido en la sentencia que dictó la
autoridad impugnada –Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones de Jalapa-, de tal manera
que por seguridad y certeza jurídica, a juicio por vía del amparo debió haber sido sometida
únicamente la resolución que se dictó por apelación en segunda instancia, en vista de que es el
acto que reviste la característica de definitividad en cuanto a la determinación de la autoridad
responsable.
En cuanto al segundo acto reclamado, esta Cámara al hacer el estudio y examen de los
antecedentes del presente amparo, estima que: I) El postulante señala como vulnerados los
artículos 1102 y 1108 del Código Civil, el primero se refiere a la partición extrajudicial, que
estipula que, cuando los herederos son mayores de edad y no haya ausentes o incapaces, podrán
partir los bienes como mejor les parezca, sin intervención judicial; por otro lado, el segundo de
los artículos citados contiene los efectos de la partición, al indicar que la misma legalmente
hecha, confiere a los coherederos la propiedad exclusiva de los bienes que les hayan sido
adjudicados; II) Esta Cámara estima que, no obstante que el postulante no señaló concretamente
que norma constitucional le fue vulnerada, ya que su acción se fundamentó en inobservancia de
normas de carácter ordinario (Código Civil, Código Procesal Civil y Mercantil y Ley del
Organismo Judicial), este tribunal constitucional en aplicación del artículo 42 de la Ley de
Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad (que establece que al pronunciar
sentencia, el tribunal de amparo examinará los hechos, analizará las pruebas y actuaciones y todo
aquello que formal, real y objetivamente resulte pertinente, examinará todos y cada uno de los
fundamentos de derecho aplicables, hayan sido o no alegados por las partes), concluye que le
asiste razón jurídica al postulante, al pretender que sobre la base de los artículos citados se
otorgue el amparo planteado y que como consecuencia se deje sin efecto la sentencia dictada por
la autoridad recurrida; en primer lugar, porque la autoridad impugnada al emitir la resolución de
fecha once de agosto de dos mil cuatro (segundo acto reclamado), no tomó en cuenta que el
documento de partición extrajudicial, que obra a folios treinta y nueve y cuarenta de la pieza de
primera instancia, fue firmado por los señores Paulino y Miguel Contreras Flores, ya que la
autoridad reclamada no le confirió valor probatorio al referido documento al indicar: “(...) para
que la partición practicada por los herederos sea legal y efectiva, es preciso que todos
presten su consentimiento de manera absoluta, lo que no ocurre en el presente caso, pues
existe la inconformidad de uno de los herederos, por no haberse repartido el inmueble en
cuestión tal y como lo dispuso el testador” (las negrillas han sido agregadas), sin tomar en cuenta
que sí hubo consentimiento de parte de los herederos al haber firmado dicho documento, y
porque dicho medio de prueba en ningún momento fue redargüido de nulidad o falsedad, ya sea
conforme el artículo 186 del Código Procesal Civil y Mercantil (al señalar que los documentos
privados que estén debidamente firmados por las partes, se tienen por auténticos salvo prueba en
contrario); o bien como lo estipula el artículo 1118 del Código Civil (al regular que las
particiones hechas extrajudicialmente sólo pueden ser rescindidas en los casos en que lo pueden
ser los contratos en general); III) De todo lo expuesto se extrae que, consta en los antecedentes
del presente amparo, que los señores Miguel y Paulino Contreras Flores suscribieron documento
en el cual realizaron la partición extrajudicial del bien inmueble heredado, contenido en acta
número ochenta y seis que aparece a folios ochenta y cinco, ochenta y seis y ochenta y siete del
libro de reconocimiento de documentos de la Oficina de la Comunidad de Indígenas de Jutiapa;
documento que con base en los artículos 1102 y 1108 del Código Civil surte efectos legales, al
haberse suscrito a través del Director de turno de la oficina de la Comunidad de Indígenas de
Jutiapa, señor Vicente Cardona C., el cual al no ser valorado conforme a las reglas de la sana
critica por parte de la autoridad reclamada, como era su obligación de conformidad con los
artículos 126 y 127 del Código Procesal Civil y Mercantil, vulneró al amparista el derecho
constitucional del debido proceso contenido en el artículo 12 de la Magna Lex, en virtud de
que: “(...) la garantía del debido proceso no sólo se cumple cuando en un proceso se desarrollan
los requisitos procedimentales que prevé la ley y se le da oportunidad de defensa a ambas partes
de esa relación procesal, sino que también implica que toda cuestión litigiosa debe dirimirse
conforme disposiciones normativas aplicables al caso concreto con estricto apego a lo que
dispone el artículo 204 de la Constitución y que se viola el debido proceso si a pesar de haberse
observado meticulosamente el procedimiento en la sentencia se infringen principios que le son
propios a esta garantía constitucional (...)” (Gaceta número 61, expediente No. 712-01, sentencia
de fecha diecinueve de septiembre de dos mil uno de la Corte de Constitucionalidad), pues el
hecho de que el inmueble en litigio contara con una superficie superior a lo que aparece en lo
legado, el juicio oral de división de la cosa común no es la vía idónea para discutir lo relativo al
exceso invocado, porque como se establece en el acta de mérito, la repartición de lo heredado lo
hicieron las partes de común acuerdo y como lo dispuso el legatario, ya que en dicho documento
consta que se dispuso sobre el ciento por ciento de lo testado. Por ello, esta Cámara es del
criterio que la autoridad reclamada al haber confirmado la sentencia emitida en primer grado, y
declarar sin lugar el recurso de apelación interpuesto por el postulante, violó el derecho
constitucional invocado por el amparista, y por lo mismo el amparo planteado debe otorgarse, sin
condenar en costas a la autoridad recurrida por estimarse que actuó con evidente buena fe.
LEYES APLICABLES:

Artículos: 12 y 265 de la Constitución Política de la República; 7, 8, 10, 12 inciso c),


19, 20, 42, 44 y 45 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 1102 y
1108 del Código Civil; 141 y 143 de la Ley del Organismo Judicial; Acuerdos 44-92 y 9-95
de la Corte Suprema de Justicia; Auto Acordado 2-95 de la Corte de Constitucionalidad.

Doctrina
El Artículo 1108, dispone que la partición legalmente hecha, confiere a los
coherederos la propiedad exclusiva de los bienes que les hayan sido adjudicados, pero todos
están obligados recíprocamente a indemnizarse en caso de evicción de los bienes repartidos;
sin embargo, la obligación de saneamiento cesará cuando al hacerse la partición entre
herederos mayores, se pactó expresamente y cuando la evicción proceda de causa posterior a
la partición o fuese ocasionada por culpa del que la sufre, el cual será indemnizado por los
coherederos, en proporción a sus cuotas hereditarias, pero si luego de hecha la partición
aparecieren algunos bienes omitidos en ella, se hará una división suplementaria, en la cual se
observarán las disposiciones establecidas para la partición hereditaria.
CAPITULO V

RESCISION Y NULIDAD DE LA PARTICION

Jurisprudencia
Gaceta de la Corte Suprema de Justicia: 350-2006 29/01/2007 Esther Adilia Eugenia
Colina Martínez viuda de Roesch y Residenciales Santander, Sociedad Anónima.
Rescisión de particiones extrajudiciales
Recurso de casación interpuesto por Esther Adilia Eugenia Colina Martínez de Roesch y
la entidad Residenciales Santander, Sociedad Anónima a través de Olga Adilia Roesch Colina de
Orellana en contra de la sentencia de fecha uno de agosto de dos mil seis, dictada por la Sala
Tercera de la Corte de Apelaciones del Ramo Civil y Mercantil.

LEYES ANALIZADAS

Artículo 621 inciso 2º del Código Procesal Civil y Mercantil.

DE LA SENTENCIA RECURRIDA
La Sala, de acuerdo a lo considerado y leyes citadas, al resolver declaró: “I) SIN LUGAR
el recurso de apelación planteado y en consecuencia CONFIRMA la sentencia venida en grado.”
Para llegar a la anterior conclusión, la Sala consideró: “III. Al valorar los medios de
prueba aportados al proceso de conformidad con las reglas de la sana crítica, haciendo uso
principalmente de la lógica y la experiencia, se arriba a la certeza jurídica que la sentencia
apelada se encuadra a derecho y a la realidad procesal; ya que quedó establecido que la
mandataria sin estar legalmente facultada, sin el consentimiento debido renunció a los derechos
de copropiedad sobre las fincas que constituyen los apartamentos Santander, adquiriendo para sí
los derechos de propiedad de los mismos lo que está prohibido por el artículo 1710 del Código
Civil; dándose la nulidad del negocio jurídico que nos ocupa por la ausencia de uno de los
requisitos esenciales par su existencia, pues se estableció la falta del elemento esencial como lo
es el consentimiento, por lo que el contrato de adquisición es nulo conforme el artículo 1710 del
Código Civil. Así mismo quedó establecido que el apoderado se excedió en los límites del
mandato; pues este no contenía facultades para otorgar contrato de cancelación de proindivisión
como lo hizo a través de la escritura pública número ciento cincuenta y nueve que obra en autos;
y como consecuencia de lo anterior deviene nulo también el negocio jurídico celebrado en
escritura pública número cuarenta y seis, autorizada en esta ciudad el veintisiete de julio de mil
novecientos noventa y dos por el Notario Ricardo Villanueva Carrera. En cuanto a las
Excepciones perentorias de: a) IMPROCEDENCIA DE LA PRESENTE DEMANDA DE
NULIDAD ABSOLUTA DE NEGOCIOS JURÍDICOS, COMO CONSECUENCIA DE QUE
EL PLAZO EN QUE DEBIO PLANTEARSE LA PRESENTE ACCIÓN PRESCRIBIÓ AL
TENOR DE LO QUE ESTABLECE EL ARTÍCULO 1727 DEL CODIGO CIVIL y b)
IMPROCEDENCIA DE LA PRESENTE DEMANDA ORDINARIA DE NULIDAD
ABSOLUTA DE NEGOCIOS JURÍDICOS COMO CONSECUENCIA DE QUE LOS VICIOS
QUE SEÑALA LA ACTORA QUE CONTIENEN LOS MISMOS, DARIAN LUGAR A SU
ANULABILIDAD Y NO A LA NULIDAD ABSOLUTA COMO ELLA
EQUIVOCADAMENTE SEÑALA; deben ser declaradas sin lugar pues las mismas, no tienen
ningún sustento legal: Por lo anterior, esta sala estima que la sentencia venida en grado, deber ser
confirmada declarándose sin lugar el recurso hecho valer.”

DEL RECURSO DE CASACIÓN

Esther Adilia Eugenia Colina Martínez Viuda de Roesch y la entidad Residenciales


Santander, Sociedad Anónima a través de la Gerente General Olga Adilia Roesch Colina de
Orellana, interpusieron recurso de casación por motivo de fondo y como submotivos el de error
de hecho en la apreciación de la prueba, contemplado en el artículo 621 inciso 2º del Código
Procesal Civil y Mercantil.

ANÁLISIS
Del análisis del recurso de casación presentado por las recurrentes se establece de un
análisis adolece de los errores siguientes: a) se señalan como infringidos los artículos 127 último
párrafo, 129, 177 último párrafo, 178, 186, primero y segundo párrafo del Código Procesal Civil
y Mercantil, cuando los mismos se refieren a estimativa probatoria, los que podrían ser
infringidos si se hubiera invocado, por la naturaleza y rigor técnico del recurso, error de derecho
en la apreciación de la prueba; b) El casacionista expuso: Que el tribunal prescindió de toda
valoración probatoria recaída en el testimonio de la Escritura Pública número ciento cuatro en
esta ciudad por el Notario William René Méndez, con fecha veintiocho de septiembre de
mil novecientos ochenta y nueve y el testimonio de la Escritura Pública número ciento cincuenta
y nueve de fecha dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y uno, autorizada por el Notario
Guillermo Antonio Porras Ovalle, de su análisis se establece que este argumento es propio del
error de derecho en la apreciación de la prueba, pero como se ha marcado con anterioridad, por
la naturaleza del recurso de casación en la forma planteada, resulta antitécnico para citarlo en el
submotivo de error de hecho en la apreciación de la prueba; c) por otra parte el artículo 1710 del
Código Civil preceptúa que: “ Sin la autorización previa y escrita del mandante, no puede el
mandatario usar ni adquirir para sí ni para sus parientes legales las sumas o bienes que de
él haya recibido o por su cuenta; bajo pena de nulidad y pago de daños y perjuicios que se
sobrevengan al mandante”.

LEYES APLICABLES

Artículos citados y 66, 67, 69, 71, 75, 79, 620, 621 inciso 2º., y 635 del Código Procesal
Civil y Mercantil; 79 inciso a), 141, 142 y 143 de la Ley del Organismo Judicial.

Partición anulable
Jurisprudencia
Gaceta de la Corte Suprema de Justicia: 135-2003 16/12/2003 Blas Oliverio Paraíso
Cabrera

Recurso de casación interpuesto por Blas Oliverio Paraíso Cabrera, contra la sentencia de fecha
veintidós de abril de dos mil tres, dictada por la Sala Sexta de la Corte de Apelacione.

Leyes analizadas:

Artículos: 621 del Código Procesal Civil y Mercantil.

CONSIDERANDO I

POR MOTIVO DE FORMA:

Por incongruencia del fallo con las acciones que fueron objeto del proceso:

Con relación a este submotivo, el recurrente expuso: “ La Sala sentenciadora al momento


de emitir su fallo de segunda instancia esta violando lo establecido en el artículo 26 del Código
Procesal Civil y Mercantil pues la Sentencia es totalmente incongruente con lo pedido por los
actores en su demanda inicial, pues manifiestan que ellos al momento de celebrar el negocio
jurídico tenían INCAPACIDAD RELATIVA pues estaban padeciendo de CEGUERA y por
consiguiente existían vicios en el consentimiento, toda la prueba ofrecida estaba dirigida a
demostrar eso. Ahora bien la Sala Sentenciadora en su fallo se olvida totalmente del (sic) lo
regulado en la norma procesal indicada en el artículo 26, pues la acción iniciada es otra y decide
a su sabor y antojo y en forma arbitraria al indicar en su Considerando que no existe
consentimiento en la celebración del negocio jurídico y que por lo tanto faltaba un requisito para
su validez sin indicar cual es ese requisito, y por lo tanto es Nulo dicho instrumento publico
(sic).

Los actores en su demanda en el apartado de los hechos letra F piden nulidad absoluta
por vicios del consentimiento por padecer de ceguera lo cual en el proceso nunca probaron tal
extremo, es decir existe total incongruencia entre el fallo y la pretensión presentada en la
demanda y que inició el veintiuno de julio del dos mil. EN CONCLUSION en cuanto al fallo
emitido por dicha Sala es totalmente INCONGRUENTE CON LA ACCION REQUERIDA POR
LOS SEÑORES LUIS AGUSTIN CABRERA Y CABRERA, MARÍA LUZ CABRERA Y
CABRERA Y ANITA DE JESUS CABRERA Y CABRERA VIOLANDO LO ESTABLECIDO
EN EL ARTÍCULO 26 DEL CODIGO PROCESAL CIVIL Y MERCANTIL, LO CUAL
CONSTITUYE QUEBRANTAMIENTO SUBSTANCIAL DEL PROCEDIMIENTO Y QUE
HABILITA EL RECURSO DE CASACION DE FORMA.”.

ANÁLISIS

Con relación al submotivo de incongruencia del fallo con las acciones del proceso, es
conveniente señalar que el principio de congruencia que regula el artículo 26 del Código
Procesal Civil y Mercantil, exige de los juzgadores la observancia de los límites sobre los cuales
deben emitir sus fallos, parámetros que son establecidos con las pretensiones de las partes, con el
objeto de que no se resuelva ni más, ni menos de lo pedido, o algo distinto a lo solicitado. Dada
esta circunstancia, esta Cámara ha establecido como criterio jurisprudencial, que para establecer
si existe incongruencia, ésta debe deducirse de la parte resolutiva de la sentencia, pues es allí
donde se determina lo que el juez otorga, y no en la parte considerativa, pues en ella únicamente
se exponen las razones por las cuales se accede o no a las pretensiones.

En el presente caso, el recurrente estima que existe incongruencia en el fallo,


argumentando que tal situación se da en virtud de que los actores en su demanda manifestaron
que al celebrar el negocio jurídico tenían incapacidad relativa para celebrar el mismo, pues
padecían de ceguera por lo que existía vicio en el consentimiento, y que la Sala en su
considerando señaló que no existe consentimiento, que faltaba un requisito para la validez del
negocio y que por lo tanto era nulo dicho instrumento. Al examinar los antecedentes del
proceso, se advierte que los demandantes, como pretensión de fondo, solicitaron que se declarara
la nulidad absoluta del negocio jurídico, de inscripción registral y además reivindicación de la
propiedad y posesión; y la Sala sentenciadora en el fallo impugnado declaró con lugar la nulidad
absoluta del negocio jurídico, con lugar la nulidad de la inscripción registral y con lugar la
reivindicación de posesión y propiedad.

CONSIDERANDO II

POR MOTIVO DE FONDO:

Error de derecho en la apreciación de las pruebas:

Con relación a este submotivo, el recurrente expuso: “a)se considera error de derecho que
demuestra de modo evidente la equivocación de la Honorable Sala Sentenciadora, quien en la
apreciación de prueba documental como lo es la escritura pública número doscientos treinta y
uno, autorizada por el Notario Rigoberto Urzua Sagastume, el día tres de julio de mil
novecientos ochenta y nueve, y con la cual la misma Sala Sentenciadora demuestra que en el
instrumento público es autentico que no tiene ningún vicio que sea objeto de Nulidad (sic) pues
tanto el tribunal de Primera Instancia como el de segunda Instancia le concede valor probatorio y
entonces TIENE PLENA VALIDEZ DICHO INSTRUMENTO publico (sic), Además (sic) en él
JAMAS se consignó que los comparecientes padecían de ceguera y por lo tanto no tenía que
comparecer un testigo que diera lectura al instrumento, y por la fe Pública que tiene el Notario
depositada por mandato legal y en virtud de que se cumplieron con todos los requisitos exigidos
en el código de Notariado para que el instrumento Público sea valido y principalmente por lo
regulado en el artículo 186 del Código Procesal Civil y Mercantil es un documento que hace fe y
es plena prueba por lo que al valorar dicho instrumento en la forma en que lo hizo la Honorable
Sala Sentenciadora, dándole un valor contrario a lo que la ley confiere, cometió ERROR DE
DERECHO como quedo demostrado. b) La honorable Sala sentenciadora a pesar de lo
establecido en el artículo 186 del código procesal civil (sic) y Mercantil que regula que ‘los
documentos autorizados por Notario o por funcionario público en el ejercicio de su cargo
producen fe y hacen plena prueba, salvo el derecho de las partes de redarguirlos de Nulidad o
falsedad’ le otorga pleno valor probatorio a dicho instrumento pero contrario al que debe por
mandato legal, porque con ello se demuestra que era un negocio jurídico distinto al que las partes
fueron convocados, y no obstante están dejando con esta apreciación de la prueba con validez
dicho instrumento público, lo que significa que el negocio jurídico celebrado en dicho
instrumento es valido, además la Sala Sentenciadora olvida totalmente que la parte actora en
ningún momento impugnó dicha situación pues según la demanda se alegó la INCAPACIDAD
RELATIVA en cuanto a que los actores eran NO VIDENTES y no podían celebrar dicho
negocio jurídico indicando además los actores en la demanda que este contenía vicios en su
consentimiento. c) No obstante que la Sala sentenciadora aprecia con valor probatorio dicho
instrumento en forma intencional cambia a favor de quien le otorga pleno valor pues se le
concede a la parte actora indicando que fuimos nosotros quienes ofrecimos dicha prueba, cuando
en la realidad fueron ambas partes quienes ofrecieron dicha prueba y que por negligencia de la
parte actora no diligenciaron dicha prueba de su parte, si no únicamente de nuestra parte. Si la
Sala hubiere cumplido con su obligación legal de analizar la prueba rendida como lo hizo el Juez
de Primer grado en el proceso, hubiese llegado a la conclusión que dicho instrumento publico
(sic) al no ser redarguido de nulidad o falsedad por los actores sigue conteniendo vigente el
negocio realizado y el negocio realizado es la compra venta de derechos, los cuales fácil resulta
deducir que sigue con plena validez dicho instrumento y al amparo de lo establecido en el
artículo 186 del Código Procesal Civil y Mercantil y el darle un valor probatorio distinto
constituye una violación a la Fe Pública establecida en el código de Notariado en el artículo 1º. y
que es depositada al Notario por mandato legal.”

Como puede apreciarse, la Sala resolvió exactamente lo que fue solicitado por los
demandantes en su primera solicitud, es decir, existe total congruencia entre las acciones que
fueron objeto del proceso y las pretensiones otorgadas en la sentencia impugnada. Lo que se
advierte en este caso es que el recurrente no está de acuerdo con los argumentos sustentados por
el Tribunal de Segunda Instancia en la parte considerativa del fallo, lo cual es inapropiado para
sustentar este submotivo, por lo que el mismo no puede prosperar.

LEYES APLICABLES

Artículos citados y: 12 y 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala;


25, 26, 44, 51, 66, 67, 71, 177, 619, 620, 621 incisos 1º y 2º , 627, 630 y 635 del Código Procesal
Civil y Mercantil; 1, 3, 5, 9, 10, 13, 16, 23, 51, 57, 58, 74, 79 inciso a), 80, 141, 143, 149 y 172
de la Ley del Organismo Judicial.

PARTICIÓN NULA

Jurisprudencia:

Gaceta de la Corte Suprema de Justicia: 586-2010 12/04/2012 Hans Wolf Albrand


Amézquita.

Recurso de casación interpuesto por HANS WOLF ALBRAND AMÉZQUITA contra la


sentencia dictada por la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones del Ramo Civil y Mercantil el
veintidós de febrero de dos mil diez.

RESUMEN DE LA SENTENCIA RECURRIDA


La Sala para llegar a la conclusión anterior, consideró: « Esta Sala concluye que con los
documentos anteriores y que fueron aportados por las partes al proceso, sólo prueban la
propiedad de los bienes en discusión y no la nulidad del negocio jurídico como pretende la parte
actora, ya que no se acreditó que no existiera el consentimiento del acreedor hipotecario, ni
tampoco que su objeto sea prohibitivo ni contrario a leyes expresas; y que además fueron los
aspectos que sirvieron de base para que el juzgador de primer grado haya dictado la sentencia
venida en alzada, dándoseles el valor probatorio de conformidad con lo establecido en los
artículos 177 y 186 del Código Procesal Civil y Mercantil.
Esta Sala habiendo analizado los documentos que ofrecieron las partes como prueba;
llega a establecer que: a) con los medios de prueba aportados por las partes y que fueron
diligenciados dentro del período probatorio del juicio en primera instancia, se ha establecido que
no se dan los presupuestos para decidir la procedencia de la pretensión del actor en lo que
respecta a la nulidad absoluta del negocio jurídico contenido en la escritura pública número
treinta y cinco, autorizada en esta ciudad el trece de noviembre de mil novecientos setenta y
nueve por el Notario CARLOS TEODORO RECINOS EZETA; y que como resultado del
anterior análisis no procede ordenar al Registrador de la Propiedad, realizar ninguna cancelación
registral de las pretendidas, en vista que tanto la parte actora como la parte demandada, no
aportaron prueba suficiente, como para que el juzgador de primer grado y en la alzada, se
pudiese acceder a lo pretendido con el Recurso de Apelación interpuesto por las partes y no
existen los presupuestos necesarios que indiquen la existencia de nulidad absoluta del negocio
jurídico, lo cual enmarca el caso en lo regulado por el artículo 1285 del Código Civil, el cual dice
así: “La simulación es absoluta cuando la declaración de voluntad nada tiene de real; y es
relativa, cuando a un negocio jurídico se le da una falsa apariencia que oculta su verdadero
carácter”.
Por ello el negocio jurídico, no produce efectos jurídicos conforme el artículo 1301 del
Código Civil.
Y al no haberse producido medios de prueba suficientes para llegar a tal convicción, en
consecuencia, esta Sala llega a la determinación que es procedente denegar el presente Recurso
de Apelación. Por lo anteriormente manifestado, este Tribunal y con fundamento en lo regulado
en el artículo 126 del Código Procesal Civil y Mercantil.
Y de igual manera esta Sala expresa: que por encontrarse ajustada a derecho y a las
constancias procesales, la resolución recurrida debe ser confirmada, incluyendo lo relativo a
eximir del pago de costas procesales a las partes, por estimarse buena fe.
EXPOSICIÓN DE MOTIVO Y SUBMOTIVOS ALEGADOS EN EL
RECURSO DE CASACIÓN
Con base en los incisos 1º y 2º del artículo 621 del Código Procesal Civil y Mercantil,
Hans Wolf Albrand Amézquita interpuso recurso de casación por motivo de fondo, invocando
como submotivos la violación de ley por omisión, aplicación indebida de la ley y error de hecho
en la apreciación de la prueba. Denunció como infringidos los artículos 836, 1132, 1134, 1145,
1146 y 1148 del Código Civil; y 29 inciso 7° del Código de Notariado, para el caso de violación
de ley por omisión; y para aplicación indebida el artículo 1285 del Código Civil.
Con el fin de guardar el orden lógico de la sentencia, en primer lugar se analizará el error
de hecho en la apreciación de la prueba denunciado por el recurrente.

Análisis
La aplicación indebida de la ley es un vicio que comete el juzgador al
momento de seleccionar las normas aplicables a los hechos controvertidos, fundamentando su
decisión en una norma que resulta inadecuada a los hechos que se presentan.
En el presente caso, la entidad recurrente argumenta que la Sala sentenciadora incurrió en
aplicación indebida del artículo 1285 del Código Civil, puesto que la sentencia impugnada se
fundamenta en él y después de afirmar que ninguna de las dos partes aportó medios de prueba
suficientes, más adelante declara: « no existen los presupuestos necesarios que indiquen la
existencia de nulidad absoluta del negocio jurídico, lo cual enmarca el caso en lo regulado por el
artículo 1285 del Código Civil. Agrega que la Sala no explica por qué motivo considera que
ocurre la simulación, lo cual confirma, a su criterio, la aplicación indebida de dicha norma.
Esta Cámara, al analizar el argumento de la recurrente y el fallo impugnado, concluye
que la Sala sentenciadora no incurrió en el vicio denunciado, pues no obstante, la Sala utilizó el
artículo denunciado como infringido, al efectuar sus consideraciones determinó con base en el
artículo 1301 del Código Civil que no se daban los presupuestos para decidir la procedencia de la
nulidad absoluta pretendida. Aunado a lo anterior, consideró que con los medios de prueba
aportados por las partes « no se dan los presupuestos para decidir la procedencia de la pretensión
del actor en lo que respecta a la nulidad absoluta del negocio jurídico contenido en la escritura
pública número treinta y cinco y que como resultado del anterior análisis no procede ordenar al
Registrador de la Propiedad, realizar ninguna cancelación registral de las pretendidas.
Estos argumentos claramente evidencian que la Sala sentenciadora, aunque citó el
artículo 1285 del Código Civil, esto no es determinante, ya que para fundamentar su decisión
también citó el artículo 1301 del citado cuerpo legal, que si era pertinente al presente caso, y en
los medios de prueba que fueron diligenciados dentro del proceso, no así en la norma que el
recurrente denuncia como aplicada indebidamente.
Lo anterior se confirma con el mismo hecho de que la Sala no explica por qué motivo
considera que ocurre la simulación, puesto que no era materia sobre la cual debía pronunciarse
dentro del presente proceso. En ese sentido, se concluye que la aplicación indebida del artículo
1285 del Código Civil en la sentencia impugnada no es determinante, pues no constituyó el
fundamento principal para la resolución de la controversia, situación que invalida el
planteamiento del recurrente, razón por la cual debe desestimarse el submotivo invocado.

CONSIDERANDO IV
El artículo 633 del Código Procesal Civil y Mercantil establece que si el tribunal
desestima el recurso de casación o considera que la resolución recurrida está arreglada a derecho,
deberá hacer la declaración correspondiente condenando al que interpuso el recurso al pago de
las costas y a una multa no menor de cincuenta quetzales ni mayor de quinientos, según la
importancia del asunto. En el presente caso, habiendo sido expuestas las razones por las que se
desestima el recurso de casación, procede condenar a la entidad interponente al pago de las
costas causadas y la multa respectiva.
LEYES APLICABLES
Los artículos citados y los siguientes: 12 y 203 de la Constitución Política de la
República de Guatemala; 619, 620, 621, 630 y 635 del Código Procesal Civil y Mercantil; 79
inciso a), 141, 143, 147 y 149 de la Ley del Organismo Judicial.
PARTICIPACION SUPLEMENTARIA

Jurisprudencia:

Gaceta de la Corte Suprema de Justicia: 4-2010 22/10/2010 Santiago Francisco Juan


Francisco.

Recurso de Casación interpuesto por Santiago Francisco o Santiago Francisco Juan


Francisco, contra la sentencia dictada por la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones del
departamento de Huehuetenango, el dieciséis de octubre de dos mil nueve.

Violación de ley
No puede prosperar el recurso de casación por motivo de fondo si se invoca
como sub motivo la violación de ley y se impugna con argumentos dirigidos a la admisibilidad y
valoración de un medio de prueba apreciado debidamente en la sentencia impugnada; por lo que
hay defecto de técnica en su planteamiento.

LEYES ANALIZADAS
Artículos 186, y 621 numeral 1º. y 2º. del Código Procesal Civil y Mercantil.

DEL RECURSO DE CASACIÓN


El señor Santiago Francisco o Santiago Francisco Juan Francisco interpuso recurso de
casación por motivo de fondo, contra la sentencia identificada en el apartado anterior,
fundándose en los numerales 1º y 2º del artículo 621 del Código Procesal Civil y Mercantil,
aduciendo violación de ley y como norma infringida consideró el artículo 1129 del Código
Procesal Civil y Mercantil; además alegó error de derecho en la apreciación de la prueba
considerando como norma infringida el artículo 186 del Código Procesal Civil y Mercantil;
finalmente alegó el error de hecho en la apreciación de la prueba.
CONSIDERANDO I
Esta Cámara ha sostenido en distintas ocasiones que con el fin de guardar el orden lógico
de la sentencia, cuando en el recurso se invocan los submotivos contemplados en los incisos 1º y
2º del artículo 621 del Código Procesal Civil y Mercantil, el análisis respectivo debe iniciar por
los submotivos de error de hecho o de derecho en la apreciación de la prueba, puesto que antes
de analizar la acusación del recurrente sobre si el órgano recurrido incurrió en
los submotivos relacionados con la infracción de normas jurídicas de carácter sustantivo, debe
analizarse si hubo o no error en la apreciación de la prueba, pues la determinación de los hechos
o el valor probatorio dado a los medios de prueba aportados al proceso son determinantes para
establecer si se incurrió en violación, interpretación errónea o aplicación indebida de ley. En ese
orden de ideas, se realiza el análisis correspondiente en el siguiente orden.

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https://citeseerx.ist.psu.edu/document?
repid=rep1&type=pdf&doi=006a21b206bee836d379f9026152df4c11da0690

ejemplo de legados y albacea :

https://revistas.cef.udima.es/index.php/ceflegal/article/view/13199/12945

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