0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
5 vistas3 páginas
El entrenamiento de reemplazo de la agresión es un programa de intervención conductual cognitiva desarrollado por Arnold Goldstein, Barry Glick y John Gibbs. Este programa consta de 3 componentes: 1) Transmisión de habilidades sociales, 2) Entrenamiento en control del enojo y 3) Entrenamiento en razonamiento moral.
El entrenamiento de reemplazo de la agresión es un programa de intervención conductual cognitiva desarrollado por Arnold Goldstein, Barry Glick y John Gibbs. Este programa consta de 3 componentes: 1) Transmisión de habilidades sociales, 2) Entrenamiento en control del enojo y 3) Entrenamiento en razonamiento moral.
El entrenamiento de reemplazo de la agresión es un programa de intervención conductual cognitiva desarrollado por Arnold Goldstein, Barry Glick y John Gibbs. Este programa consta de 3 componentes: 1) Transmisión de habilidades sociales, 2) Entrenamiento en control del enojo y 3) Entrenamiento en razonamiento moral.
El entrenamiento de reemplazo de la agresión1 es un programa de intervención
conductual cognitiva desarrollado por Arnold Goldstein, Barry Glick y John Gibbs. Este programa consta de 3 componentes:
1. Transmisión de habilidades sociales.
2. Entrenamiento en control del enojo. 3. Entrenamiento en razonamiento moral.
Los autores desarrollaron el entrenamiento de reemplazo de la agresión en
Estados Unidos durante de la década de 1980, tomando conceptos de una cantidad de teorías para trabajar con jóvenes y luego sintetizando una teoría, práctica y técnicas dentro de un sistema comprehensivo. Cada uno de los componentes emplea un proceso que asegura que los jóvenes aprendan las habilidades y las transfieran a nuevas situaciones fuera del grupo de entrenamiento.
El entrenamiento de reemplazo de la agresión (ERA) es un programa de diez
semanas con reuniones tres veces por semana con duración de una hora por cada componente.
1. Transmisión de habilidades sociales
El entrenamiento en aprendizaje estructurado constituye los componentes
conductuales del ERA. Muchos jóvenes con conducta criminal, y/o que tienen dificultades para controlar su enojo, carecen de habilidades sociales. Muchos conceptos del componente de habilidades sociales se extraen del trabajo de Albert Bandura. Existen muchas habilidades sociales diferentes que se considera que estos jóvenes carecen. La intervención del ERA se enfoca en las siguientes habilidades sociales que son especificas para reducir la conducta agresiva:
Presentar una queja
Comprender los sentimientos de los demás Lidiar con el enojo de alguien más Prepararse para una conversación difícil Mantenerse alejado de las peleas Lidiar con la presión grupal Lidiar con una acusación Ayudar a otras personas Expresar afecto a los demás Responder ante el fracaso
1 En inglés se le conoce como Aggression Replacement Training (ART).
Psicólogo Irving Pérez Méndez
C.Ps.P. 50265 Estas habilidades sociales se han dividido en varios pasos (pasos de pensamiento y acción). El facilitador discute la habilidad social del día sacando a relucir ejemplos relevantes. Luego el facilitador muestra una situación para brindarle a los jóvenes una idea de cómo realizar la habilidad. Se les pide a los jóvenes que señalen cada uno de los pasos. Luego, se le pide a cada uno de los jóvenes que usen una situación relevante que hayan experimentado recientemente en la que hayan empleado tal habilidad. Nuevamente, los demás jóvenes repasan y discuten cada uno de los pasos en cada ocasión.
2. Entrenamiento en control del enojo
El entrenamiento en control del enojo es el componente afectivo del ERA. Esto
se aleja de la enseñanza de habilidades sociales y se centra en la pérdida de las habilidades antisociales reemplazándolas con habilidades prosociales. El entrenamiento en control del enojo utiliza la cadena de control del enojo. Este es un proceso que se les enseña a los jóvenes para afrontar las situaciones que provocan que se enojen. Nuevamente, se enseña un segmento de la cadena de control del enojo cada semana y, luego, tanto los facilitadores como los jóvenes practican las nuevas habilidades con actividades vitales relevantes. La cadena de control del enojo es la siguiente:
Desencadenadores (públicos o privados): Es la situación que inicia el
descenso hacia el enojo y el autodiálogo que lo perpetua. Señales: Los signos físicos cuando uno empieza a enojar. Reductores de enojo: Son tres (respiración profunda, contar hacia atrás e imágenes placenteras) y nos ayudan a reducir o apartar nuestra mente de la situación. Recordatorios: Afirmaciones positivas cortas que nos decimos a nosotros mismos para reducir aún más los impulsos de enojo. Pensar a futuro: Identificar las consecuencias de nuestras conductas. Habilidad social: Implementar una habilidad prosocial en la situación. Evaluación: Recordar el momento en que se usó la cadena de control del enojo y evaluar cómo se le implementó.
3. Entrenamiento en razonamiento moral
El razonamiento moral es el componente cognitivo del ERA. Este componente
les proporciona oportunidades a los adolescentes para que se pongan en la perspectiva de las otras personas a parte de la suya propia, aprendiendo así a ver sus propios mundos de una forma más justa y equitativa. Los facilitadores grupales también identifican cuatro errores de pensamiento para facilitar la toma de perspectiva y remediar el retraso de desarrollo moral. Los cuatro errores de pensamiento que se identifican son los siguientes:
Pensamiento egocéntrico: “Todo se centra en mí”
Asumir lo peor: “Pasaría de todos modos” o “Ellos me lo harían a mí”.
Psicólogo Irving Pérez Méndez
C.Ps.P. 50265 Culpar a los demás: “Es culpa de ellos”. Etiquetaje erróneo / Minimización: “No es robar, es solo pedir prestado…” o “todos lo hacen”.
El componente de razonamiento moral del ERA se basa en las etapas de
razonamiento moral de Kohlberg. De acuerdo con Kohlberg existen seis etapas de razonamiento moral que se agrupan en tres niveles. Kohlberg sugiere que el progreso a través de estas etapas es lineal e invariablemente secuencial. Los pensadores de la primera etapa se adscriben al lema “No hay tal razón como el bastón”. Los pensadores de la segunda etapa adoptan una línea de razonamiento del tipo “tengo que conseguir lo mío antes que ellos consigan lo suyo”. Los pensadores de la tercera etapa están dispuestos a enfrascarse en una toma de decisiones prosocial si hay algún beneficio para ellos. Se alinean con una versión distorsionada de la “regla de oro”. Los pensadores de la cuarta etapa empiezan a considerar la amplia comunidad en su toma decisiones. La mayoría de los miembros de la sociedad se mantienen en la cuarta etapa.
Aldo Hernández and Marithza Sandoval - La Actividad Simbólica Humana: Una Revisión de Las Tendencias Contemporáneas en El Análisis Del Comportamiento Verbal