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El "Viernes de Dolores"

Antiguamente el viernes anterior a la Semana Santa se celebraba a la Virgen Dolorosa. En el calendario


actual no se contempla así, sino que es el viernes de la V semana de Cuaresma, a la bienaventurada Virgen
María de los Dolores se la celebra el 15 de septiembre, como memoria.

Pese a ello, no se ha desarraigado ese viernes previo al Domingo de Ramos de la devoción popular, y en
muchos lugares se le llama “Viernes de Dolores”. Por ello, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina
de los Sacramentos el 18 de marzo de 1995 emitió un decreto (Prot. 452/95/L), en el que permitió que en las
iglesias en las que exista una gran afluencia de fieles para honrar nuestra Señora de los Dolores, puede
celebrarse una misa votiva de esa advocación, es decir, pueden utilizarse los textos propios del 15 de
septiembre.

Así pues, esta es una excepción a la regla general de que en las ferias de Cuaresma no pueden celebrarse
misas votivas salvo por mandato o con licencia del Obispo diocesano.
Esa María que vivió todo eso....fue una Madre dolorosa.

Viernes de Dolores
Así le decimos al viernes preámbulo de toda una Semana de Pasión y Dolor, en el que se enaltece y venera a
una Madre enlutada
Por: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net

Viernes de Dolores, así le decimos al viernes preámbulo de toda una Semana de Pasión y Dolor, en el
que se enaltece y venera a una Madre enlutada, con una espada atravesándole el corazón, con lágrimas en
sus ojos y con sus manos de dedos entrelazados en señal de la angustia que brota de su alma.

Ella es una madre dolorosa. Esta mujer llena de dolor está representando a todas las madres del mundo
que han pasado por la prueba de amargura sin límite de ver morir a un hijo.

María la que llevó en su seno al Salvador del género humano, la que lo meció en sus brazos de madre
amorosa, la que lo buscó llena de angustia junto con su esposo José, cuando no lo encontraban en la
caravana que los regresaba a casa.... y más tarde lo hallaron en el Templo con los doctores de la Ley
cumpliendo la voluntad del Padre celestial, la que lo tuvo durante treinta años en el calor del hogar, hogar de
amor y trabajo.

María, la que lo vio partir un día y fue cuando su corazón supo que, "había llegado la hora"... La que supo de
su vida de predicación, de peregrino recorriendo caminos, aldeas y ciudades...

María, la que supo de una corona de espinas que rompió la suave piel de la cabeza del hijo querido, de una
espalda abierta por profundas heridas de salvajes latigazos, de unos dulces ojos nublados por el dolor, la que
lo vio cargando con un madero... y caer.

María, la que vio como atravesaban con clavos sus manos y pies amadísimos y como era levantado en alto
para quedar entre dos ladrones...

María, la que vio al hijo queridísimo, al hijo bueno, al hijo santo, al Dios hecho hombre convertido en una
figura rota y doliente, lleno de polvo, con el rostro sucio y triste, con el cabello, que ella tantas veces acarició,
ahora pegado en su cara, endurecido y aplastado por la sangre reseca....Esa María que vivió todo eso....fue
una Madre dolorosa.

No bajaron los ángeles para enjugar sus lágrimas. No hubo ningún paliativo celestial ni milagroso que
aminorara el dolor de la Madre de Dios. Ella soportó la muerte del hijo de pie, con el corazón roto pero de
pie, volviendo a decir "si" a la voluntad del Altísimo.

Y allí, por mandato de su hijo agonizante, se convirtió en nuestra madre.


Madre de misericordia. Madre de la Esperanza.
En este mundo tan difícil y desorientado, Cristo nos la dejó, nos la dio para que sea nuestro faro y consuelo de
nuestras penas, porque nadie como Ella lleva mejor el nombre de Madre Dolorosa.
Madre dolorosa... ruega por nosotros.
Viernes de Dolores: cuáles fueron los siete sufrimientos de la Virgen María, según la tradición católica

Este viernes se realiza la misa donde se incluye una plegaria que medita sobre los dolores de María, a causa
de los padecimientos que sufrió Jesús previo a la crucifixión

El Viernes de Dolores se celebra antes del Domingo de Ramos, exactamente una semana antes
del Viernes Santo. En la tradición católica se coloca un altar a la Virgen María para contemplar, consolar y
aprender de sus dolores. Los siete días antes de la Semana Santa se conocen como la Semana de Pasión,
la cual ocurre durante la Cuaresma y hace referencia a los dolores de la Virgen en la semana previa a la
muerte y resurrección de Jesucristo.

Los siete dolores son un conjunto de sucesos que vivió la Virgen María y se pueden ver representadas
visualmente con siete espadas que atraviesan su corazón. Están relacionados con Jesús porque el
sufrimiento de María proviene de lo que le hicieron. Los creyentes los rezan en el rosario ya que se
encuentran en la Biblia, después de rezar cada dolor se termina con un Ave María.
En México algunas familias siguen realizando esta celebración, donde las personas y los niños ofrecen oracio
e le

El segundo es La huida a Egipto, este considera el gran dolor que sintió María cuando San José fue
advertido por un ángel, por lo que tuvo que huir junto a José y Jesús con el objetivo de proteger a su hijo de la
masacre decretada por Herodes.

El tercer dolor de la Virgen es La Pérdida del Niño Jesús en el Templo, cuando María perdió a su hijo
regresó a Jerusalén y lo buscó durante tres días con gran dolor hasta que lo encontró en el templo. El cuarto
es cuando María se encuentra con Jesús camino al Calvario, la Virgen se reencontró con Jesús y lo vio
siendo torturado por látigos mientras caminaba arrastrando la cruz coronado de espinas.

las colonias de la Ciudad de León. (Foto: Facebook/Pbro José Francisco Cuevas)


El quinto es La crucifixión y muerte de Jesús y se trata del momento en el que colocan a Jesús en la cruz
mediante clavos en los pies y manos; la Virgen sufrió por ver a su hijo torturado de esa manera y oyó a Jesús
perdonar a sus enemigos. El sexto dolor es cuando María recibe a Jesús bajado de la cruz, considerado
como el momento más amargo que desgarró el alma de María al ver el cadáver de Jesús sobre su regazo,
cubierto de sangre y lastimado por las heridas profundas que le hicieron.

El último dolor es cuando Jesús es sepultado, María acompañó en todos los sufrimientos a su hijo y vio por
última vez su cuerpo mientras lo colocaron dentro de la tumba, y aunque sabía que resucitaría al tercer día
ella se quedó sola y llena de dolor.

La Virgen María sufriendo le dijo a Santa Brigida que quienes hicieran oración recordando sus dolores y pena
alcanzarían siete favores especiales: la paz en sus familias, confianza en el actuar de Dios, consuelo en las
penas, defensa y protección ante el mal, además de dar lo que pidan mientras no se oponga a la voluntad de
Jesús, visita en el lecho de muerte y perdón de todos los pecados.

El Viernes de Dolores es confundido con la festividad de Nuestra Señora de los Dolores pero esta se
realiza el 15 de septiembre.
La Iglesia Católica celebrará el Viernes de Dolores

Reflexionará sobre los siete dolores que padeció la Virgen Dolorosa

Este Viernes 31 de Marzo, se celebrará a Nuestra Señora de los Dolores con diversos actos religiosos
solemnes, como Misas, Rosarios, Viacrucis, ante el Altar de la Virgen Dolorosa.
Este “Viernes de Dolores” nos lleva a considerar los dolores de la Pasión de Cristo, que incluyen los de su
Madre Santísima. Previo a la Semana Santa, un viernes antes del Domingo de Ramos, que es como una
preparación espiritual para vivir con más intensidad el Viernes Santo, día en que Jesús muere en la cruz.
¿Cuál es el origen la devoción de los Siete Dolores?
En realidad, se puede decir que el origen está en los mismos Evangelios, como no podía ser de otra manera,
ya sea porque cada Dolor de la Virgen se encuentra recogido en ellos, ya porque San Juan, al pie de la cruz,
es el primer «devoto» de la Virgen dolorosa. De hecho, la Madre dolorosa es encomendada por Cristo a su
cuidado y San Juan «la acogió como algo propio» (Jn 19,27).
¿Cómo llegó hasta nuestros días esta tradición?
Fue en el siglo XIII cuando realmente floreció, se «sistematizó» y se extendió. Los siete santos fundadores
servitas, devotos de nuestra Señora, recibieron de la Virgen el Viernes Santo de 1239, el deseo de que
fundaran una Orden que practicara y difundiera esta Devoción.
¿En qué consiste?
-Esta forma de devoción mariana hace que el cristiano se asocie y viva con María los momentos que ella pasó
de dolor en su existencia. Nada de lo humano le es ajeno a la Virgen, tampoco el dolor.
Los Siete Dolores de Nuestra Señora son:
1.- La profecía del anciano Simeón (le anuncia que una espada le traspasará el alma: Lc 2, 34-35)
2.- La huida a Egipto (María tuvo que emigrar por la amenaza de Herodes: Mt 2,13)
3.- El Niño Jesús perdido (María vive un «infierno» con la pérdida de su hijo adolescente que se había
quedado en el Templo entre los doctores: Lc 2,48; Cant 3,3)
4.- El encuentro de María con Jesús en el camino al Calvario (María no dejó a su Hijo en el momento del dolor
y aunque la escena no es referida en los evangelios no hay duda de que ella estuvo a su lado camino del
Calvario, ya que estuvo al pie de la cruz).

5.- La Crucifixión y muerte de Jesús (María esta al pie de la Cruz con el discípulo amado y otras mujeres: Jn
19, 25)
6.- La lanzada que traspasó el Corazón de Jesús y su descendimiento de la cruz (María contempló la lanzada
del soldado sobre el cuerpo de Cristo: Jn 19,34)
7.- La sepultura de Jesús (a petición de José de Arimatea, Pilato concedió que Cristo fuera sepultado en una
tumba nueva y María tuvo que estar allí en las tareas de embalsamamiento y sepultura: Jn 19,38).
Esta devoción ¿tiene asociada alguna indulgencia?
-La Iglesia siempre ha concedido indulgencias a esta práctica, a lo largo de los siglos, y también hoy al rezo
del Rosario de los Siete Dolores de la Virgen se le concede indulgencia parcial.
¿Tiene una significación cuaresmal propia?
-En la medida en que la Cuaresma nos prepara a la Pasión podemos responder afirmativamente. Aunque el
centro es Cristo, María está asociada a la pasión de Cristo y, en ese sentido, María vive la Cuaresma, que no
es sólo conversión del pecado (ella no lo tiene), sino sobre todo adhesión y seguimiento de Cristo redentor en
la Cruz. Los dolores de María (especialmente los vinculados a la Pasión) nos ayudan a unirnos más a Cristo.
¿Tiene el número 7, también en este caso, una significación?
-Efectivamente, el número 7 es expresión de plenitud en la Biblia y adecuar los dolores de María a este
número implica que ella vivió todo dolor humano y en una intensidad y plenitud incomparables.
¿Hay una vinculación entre los dolores de la Virgen y la corredención, o ésta está vinculada
exclusivamente al “fiat” de la Anunciación?
-En absoluto. El «fiat» fue el inicio por el que María es asociada al misterio de su Hijo. La fidelidad de su «sí»,
comenzado en la Anunciación, llega a su culmen en la Pasión. Por eso María es llamada en el Concilio
Vaticano II «socia del Redentor», asociada. No se habló de corredención porque teológicamente es un tema
discutido. María no está, evidentemente, a la misma altura de Cristo en el misterio redentor (co-redentora
podría dar pie a entender que sí lo está) aunque haya sido asociada por Dios a él como alguien esencial.
Contemplando estos dolores surge una pregunta: ¿fue feliz la Virgen María?
-María disfrutó de un gozo pleno por su maternidad divina que no excluye el dolor, al que también fue
asociada. El malentendido para el mundo de hoy es que confunde felicidad con placer, que son cosas
distintas. Hay felicidad también cuando se sufre. Esto no quiere decir que el cristianismo sea un masoquismo.
La felicidad está en la entrega, la felicidad es «el resultado de dar lo mejor de uno mismo», como decía Viktor
Frankl: resultado, no fabricación ni compra… La felicidad de María radicó en su total adhesión y cercanía a su
Hijo, Dios y hombre verdadero.
Qué es el Viernes de Dolores y a qué hace referencia

La conmemoración del Viernes de Dolores se suele confundir con la festividad de Nuestra Señora de los
Dolores, pero no son lo mismo

Dentro de las celebraciones de la religión católica y algunas religiones cristianas, se encuentra el Viernes de
Dolores o Viernes de Pasión. Éste está enmarcado dentro de la Semana de la Pasión o mejor conocida
como la quinta de la Cuaresma, previa a la celebración del Domingo de Ramos.
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Los siete días que preceden a la Semana Santa se conocen como la Semana de Pasión, esto ocurre
durante la Cuaresma. Lleva este nombre en referencia a los dolores de la Virgen María en la semana
previa a la conmemoración de la muerte y resurrección de Jesucristo.
Muchas veces el Viernes de Dolores es confundido con la festividad de Nuestra Señora de los
Dolores (también conocida con Virgen de la Amargura, Virgen de la Piedad, Virgen de las Angustias o La
Dolorosa), pero ésta se realiza en el mes de septiembre.

Dentro de las acciones religiosas que se llevan a cabo, se realiza la misa por el Viernes de Dolores, en
ésta se incluye una plegaria que medita sobre los dolores María, madre de Jesús, durante la crucifixión.
Lleva por nombre “Stabat Mater” (Estaba la Madre, en latín).

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Esta plegaría es atribuida al papa Inocencio III y al franciscano Jacopone da Todi, data del siglo
XIII. Lope de Vega fue quien tradujo al español los versos, mismos que se han vuelto canción en algunas
ocasiones.
“La madre piadosa estaba junto a la cruz y lloraba mientras el hijo pendía. Cuya alma triste y llorosa,
traspasada y dolorosa, fiero cuchillo tenía”, dice uno de los párrafos de la plegaría.

La Pasión de Cristo refiere, en las religiones cristianas, a la agonía y sufrimiento que Jesús padeció
desde su oración en el huerto de Getsemaní (justo antes de ser capturado por los romanos) hasta su
muerte en la cruz.

Esta semana previa a la Semana Santa resulta fundamental para los creyentes cristianos porque es
interpretada como un vehículo de salvación, a la par de confirmar a Jesús como hijo de Dios.

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Este último punto es importante religiosamente porque la muerte de Jesucristo es vista como un signo de
amor de Jesús por sus hermanos (la humanidad), ya que cuando éste se entregó a sus captores,
sacrificó su vida por un bien mayor y es el perdón de los pecados.
La Semana Santa es una festividad religiosa que varía de fecha cada año, esto de acuerdo al calendario
lunar, ya que no es fija. Puede conmemorarse en el mes de marzo o puede realizarse a principios del mes de
abril.

También es conocida como la Semana Mayor dentro de las religiones cristianas, donde se conmemora
el “Triduo Pascual”, es decir, los momentos de la Pasión, la Muerte y la Resurreción de Jesucristo. Es
un periodo de ocho días que comienza con el Domingo de Ramos y culmina con el Domingo de Resurrección.

Está precedida por la Cuaresma que conmemora los más de 40 días que Jesucristo pasó en el desierto
como tiempo de preparación, comprenden desde el Miércoles de Ceniza hasta la víspera del Domingo de
Resurrección o Domingo de Pascua.

En algunas religiones, la cuaresma es un periodo donde los feligreses realizan ayunos y penitencia, esto
como preparación espiritual para conmemorar al hijo de Dios y pedir perdón por los pecados cometidos.
Durante este periodo, en la religión católica, los ministros de la iglesia usan vestimenta de color púrpura
que simboliza la tristeza, el dolor, la penitencia, el duelo y el sacrificio. El cuarto domingo utilizan el color
rosa. Mientras que el Domingo de Ramos usan el color rojo en honor a la Pasión de Cristo.

Arquidiócesis Primada de México hizo un llamado a los fieles para conmemorar las actividades previas
y de Semana Santa en casa y evitar aglomeraciones.

Informó que la celebración y conmemoración de los Días Santos se realizará a través de plataformas
digitales, medios de comunicación y en caso de realizar actos litúrgicos, que éstos sean a la intemperie o
dentro de las parroquias con un aforo del 30%.

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