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INTRODUCCION

El país vive actualmente una crisis de inseguridad causada por el accionar de


la delincuencia común y el crimen organizado que repercute de manera
importante en el desarrollo de nuestra sociedad. Para que las personas,
organizaciones e instituciones puedan realizar sus actividades y cumplir con
sus objetivos es necesario que exista un escenario que garantice el estado de
derecho y la gobernabilidad democrática como condiciones indispensables
para estos fines.
El crimen organizado como fenómeno delictivo afecta el estado de derecho
porque socava las instituciones y el bienestar de las personas. Representa una
verdadera amenaza para nuestra democracia en la medida que crece y se
expande en nuestro territorio, constituyéndose en un problema público.
El Estado busca dar solución a ese problema público a través de políticas
públicas que en materia de seguridad ciudadana son viabilizadas a través de
diversas instituciones, entre las cuales se encuentra la Policía Nacional del
Perú.
Además, promulga leyes y diversas normas que tienen por objetivo dar las
herramientas jurídicas que respaldaran el trabajo policial. La Policía Nacional
del Perú como institución tutelar del Estado cumple diversas funciones
derivadas de su finalidad fundamental establecidas en el artículo 166 de la
Constitución Política. Entre ellas la de investigar y combatir el crimen
organizado. Para cumplir con dicha finalidad la PNP tiene como órgano de
apoyo a la
Dirección de Inteligencia que administra el Sistema de Inteligencia Policial
(SIDPOL). La Inteligencia como herramienta encuentra su marco normativo en
el decreto legislativo 1141 Ley del Sistema de Inteligencia Nacional.
La finalidad de la inteligencia es convertir la información en información útil
para ser empleada por las unidades operativas en el combate contra la
delincuencia y el crimen organizado. Es una herramienta eficaz para la captura
de delincuentes y desarticulación de bandas y organizaciones criminales. Por
tal motivo es empleado por las unidades especializadas, entre ellas la Dirección
de Investigación Criminal (DIRINCRI) a través de grupos especializados como
es el caso de la Oficina de Inteligencia Especial contra la Criminalidad
Organizada Génesis (OIECCO-GENESIS).
MARCO TEORICO Y DESARROLLO
La información e inteligencia policiales pueden estar estrictamente limitadas por
las leyes que rigen el tipo de información que puede poseer la policía, los
propósitos para los cuales puede disponer de ella y cómo ha de gestionarla.
Pueden existir leyes que prohíban terminantemente el acceso de terceros al
contenido de bases de datos del gobierno, incluidas las de la policía, o puede
haber leyes sobre libertad de la información que, por el contrario, proporcionen
considerable acceso a aquéllas. Sin embargo, siempre existe cierta parte de la
información que no puede difundirse más allá de los usuarios directos, sea por
preferencias culturales sobre el control de la información o por razones
operativas, por ejemplo, para que alguien no se entere de que lo están
vigilando.
El carácter delicado de ciertos tipos de información e inteligencia policiales, así
como las técnicas intrusivas que se utilizan a veces para reunirlas, hacen que
los mecanismos de supervisión y las medidas de seguridad establecidos
asuman particular importancia. Dichos mecanismos y medidas figuran
normalmente en las leyes o códigos de procedimiento.

LA INTELIGENCIA POLICIAL COMO HERRAMIENTA PARA COMBATIR EL


CRIMEN ORGANIZADO
El decreto legislativo 1141 del 10 de diciembre del 2012 de fortalecimiento y
modernización del sistema de inteligencia nacional establece que dentro de la
estructura del sistema de inteligencia nacional se encuentran los órganos de
del sector interior que “producen inteligencia policial y realizan actividades de
contrainteligencia en el campo de su especialidad, de conformidad con los
lineamientos establecidos en el Plan de Inteligencia Nacional – PIN”.
La Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional del Perú (DIRIN), según esta
misma norma, es un órgano de inteligencia del sector interior y produce
inteligencia para la institución. La DIRIN administra el sistema de inteligencia
policial (SIPOL) que está compuesto por la DIRIN como órgano rector y por
todas las Oficinas de Inteligencia de las unidades especializadas y territoriales
a nivel nacional.
La ejecución de las actividades especializadas de inteligencia que realizan las
unidades operativas policiales de acuerdo a las normas mencionadas es parte
de una política pública destinada a contrarrestar situaciones específicas que
afectan la seguridad ciudadana, como lo son la delincuencia y el crimen
organizado. En lo que se refiere al combate contra el crimen organizado, la
PNP cuenta entre sus órganos de línea a direcciones especializadas como la
Dirección.

Ejecutiva Antidrogas (DIREJANDRO), la Dirección de Investigación de Lavado


de Activos (DIRILA), la Dirección de Policía Fiscal (DIRPOLFIS), la Dirección
de Investigación Criminal (DIRINCRI). Cada una de estas unidades tiene en su
estructura una Oficina de Inteligencia y además cuentan con grupos especiales
operativos que hacen de la inteligencia su principal herramienta de trabajo.
La Dirección de Investigación Criminal (DIRINCRI) de la Policía Nacional es
una de las principales dependencias policiales encargada de investigar y
desarticular organizaciones criminales y capturar a sus integrantes para
ponerlos a disposición de las autoridades judiciales correspondientes. (Manual
de Organización y Funciones de la DIRINCRI; 2016).
¿QUE ES LA INTELIGENCIA?
El decreto legislativo 1141 del 11 de diciembre del 2012, señala que la
inteligencia es la “actividad que comprende un proceso sistemático de
búsqueda, evaluación y análisis de información, cuya finalidad es producir
conocimiento útil para la toma de decisiones”. Esta definición tiene mucha
implicancia para cualquier organización que haga uso de ella para su conseguir
sus objetivos, ya que no solo tiene que adecuar su estructura, sino que debe
contar con una metodología y procedimientos adecuados, además de personal
especializado para tal labor.
Asimismo, dicha norma establece y define que la inteligencia policial es el
“conocimiento útil sobre la capacidades y vulnerabilidades de actores de
interés, nacionales y extranjeros, para garantizar, mantener y restablecer el
orden interno, orden público y la seguridad ciudadana, con la finalidad de
preservar la gobernabilidad y el estado de derecho”. Se infiere que esta
definición busca ser coherente y vinculante con el decreto legislativo 1267, Ley
de la PNP, que dice que una de las funciones de la PNP es “garantizar,
mantener y restablecer el orden interno, orden público y seguridad ciudadana”.
Tener como finalidad preservar la gobernabilidad y el estado de derecho implica
actuar en el marco de la legalidad porque es precisamente lo que se busca
conservar y proteger. Es por ello que las actividades de inteligencia deben
marcar su actuación en procedimientos amparados no solamente en el
ordenamiento legal, sino por instituciones que garanticen el control democrático
de sus actividades como el Congreso de la República y la legalidad como es el
caso del Ministerio Público.
El Manual de Doctrina y Procedimientos de Inteligencia y Contra la inteligencia
Policial de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional del Perú
(DIRIN)define la inteligencia como “la información metodológicamente
procesada y lista para ser utilizada. También se le considera como el
conocimiento (de algún hecho fenómeno, persona o cosa en general) obtenido
con el máximo rigor científico posible, que tiene un grado óptimo de verdad o
de predicción, y que el determinado para una finalidad específica, como un
elemento de juicio para la tomade decisiones”

1. Finalidad de la investigación del delito


La investigación del delito tiene por finalidad la obtención de conocimientos
respecto a las circunstancias o móviles en que ocurrió el hecho; determinar si
el hecho es punible; la identidad e individualización del autor o participe, asi
como reunir los elementos probatorios. Lo antes expuesto guarda relación con
lo dispuesto en el artículo 3210 del epp, puesto que se indica que la
investigación tiene como finalidad: reunir los elementos de convicción, de cargo
y de descargo, que permitan al Fiscal decidir si formula o no acusación y, en su
caso, al imputado preparar su defensa. Determinar si la conducta incriminada
es delictuosa, las circunstancias o móviles de la perpetración, la identidad del
autor o partícipe y de la víctima, así como la existencia del daño causado.
¿Por qué planificar la investigación?
Los recursos en la administración pública son siempre escasos; por ello es
conveniente que se utilicen de la manera más racional y adecuada, para
cumplir los fines de la investigación; además, afianzar la teoría del caso;
orientar las medidas de coerción, practicar la incautación de bienes y los actos
de prueba anticipada, entre otros.
Planificar nos permite determinar a dónde queremos llegar y prever las
acciones y recursos que necesitamos para ello, desechando las acciones
innecesarias, inconducentes y las prescindibles, para concentrarnos en lo que
será útil para los fines del proceso penal. Elaborar un Plan de Investigación,
conlleva a orientar y organizar la metodología de investigación adecuada al
caso, para formular las hipótesis y desplegar el esfuerzo para contrastarlas.
Por otro lado, el Plan de Investigación permite definir de manera operativa la
forma como se realizará la investigación, estableciendo prioridades,
determinando responsabilidades y fijando plazos.
Contar con un Plan de Investigación nos permite hacer el seguimiento de cómo
se van realizando los actos de investigación y controlar el cumplimiento de los
plazos procesales; adicionalmente, se convierte en una guía de trabajo que
puede ser asumida por cualquier fiscal o policía.

1.2 El Manual para el Desarrollo del Plan de Investigación


El Manual para el Desarrollo del Plan de Investigación encuentra su sustento
jurídico en lo establecido por el inciso 4 del artículo 65° del Código Procesal
Penal 3; que preceptúa que es el fiscal quien decide la estrategia de
investigación adecuada al caso.
Un plan de investigación es una herramienta de trabajo para fiscales y policías
que permite ejecutar y evaluar la investigación del delito, según una
programación preestablecida de objetivos y actividades, lo que asegura
transparencia, eficiencia, responsabilidad y eficacia.

Se trata de aplicar una técnica para el análisis de la estructura del tipo penal,
con el fin de obtener los elementos materiales probatorios pertinentes,
conducentes y, sobre todo, útiles a la investigación del delito. Partiendo de la
formulación de hipótesis, se determinarán los objetivos de la investigación y
verificadas que sean, se podrá elaborar una teoría del caso.
El Plan de Investigación propicia el trabajo en equipo, permite visualizar el
desarrollo de la investigación, lo que se encuentra pendiente de realizar, el
registro histórico, el control de gestión, determinar los reajustes que sean
necesarios para la preparación del juicio o el requerimiento del sobreseimiento.

Rol del Ministerio Público y de la Policía Nacional en la investigación del


delito
Nuestro sistema jurídico ha establecido que tanto el Ministerio Público, en su
condición de titular del ejercicio de la acción penal, como la Policía Nacional en
cumplimiento de su finalidad de prevenir, investigar y combatir la delincuencia,
participan en la investigación del delito. En tal sentido, obliga a establecer
estrechas relaciones de trabajo basadas en el respeto y la confianza mutua, lo
que conlleva a un trabajo en equipo.
La Constitución asigna al Ministerio Público el rol de conductor de la
investigación y precisa que la Policía Nacional se encuentra obligada a cumplir
los mandatos de dicha institución en el ámbito de su función.
Esta definición de roles debe ser entendida como una relación técnica
profesional de ambas instituciones; es decir, que fiscales y po licias deben
trabajar en equipo en la lucha contra la delincuencia.
Lo que significa que deben integrarse y comprometerse en la definición y
ejecución de la estrategia de investigación4 Para ello el fiscal, en su labor de
conducción de la investigación, debe mantener una coordinación permanente
con la policía, por cuanto es el titular del ejercicio público de la acción penal en
los delitos y tiene el deber de la carga de la prueba, conforme lo prevé el inciso
1°, del artículo IV del Título Preliminar del nuevo Código Procesal Penal,
concordado con el inciso 2° del mismo artículo; es decir, respecto a la
conducción y control jurídico de los actos de investigación que realiza el Fiscal
a la Policía Nacional"- Es decir la conducción del fiscal no conlleva a una
relación jerárquica con la policía, sin embargo, los funcionarios de ambas
instituciones deben cumplir sus funciones que la Constitución y la ley les
asigna.
Por otro lado, el fiscal debe asumir un compromiso con la investigación, de
manera tal que su labor no sea sólo de escritorio, sino que debe intervenir o
delegar los actos de investigación durante la recopilación de los elementos de
convicción, realizar los actos de investigación urgentes y necesarios con la
Policía Nacional; es más, esta participación es la mejor garantía para que, en
caso de propiciarse una acusación conozca lo suficiente del caso para
sustentarla en la audiencia.
La coordinación entre el Ministerio Público y la Policía no termina con la
investigación; puesto que también para la etapa del juicio se requiere la
planificación y participación activa del equipo de trabajo (fiscal, policía) incluso,
los miembros de la policía son los principales testigos en la audiencia del juicio
oral. De allí la importancia del trabajo en equipo y el respeto por la función que
tanto el Ministerio Público como la Policía Nacional realizan en la investigación
del delito y el posterior juzgamiento.
La investigación como Acopio de documentos Vs. como recopilación de
información:
Los actos de investigación, en el modelo anterior, han generado la acumulación
de documentos, que en muchas ocasiones no eran útiles, pertinentes ni
conducentes, para cumplir con el objetivo de la investigación.
- La investigación del delito en el nuevo modelo procesal penal, debe
estar orientada a la verificación de las hipótesis pre establecidas; de
hecho, el expediente o la carpeta fiscal debe servir para registrar de
manera objetiva, sólo la información útil, pertinente y conducente para el
caso.
-
LA INVESTIGACIÓN UN PROCESO
La investigación puede iniciarse a partir de la intervención de la policía en un
hecho flagrante, mediante una denuncia de parte ante el Ministerio Público o
ante la Po licia Nacional; o de oficio por el Ministerio Público o la Policía
Nacional cuando llega a su conocimiento la comisión de un delito de
persecución pública. Desde el momento inicial de recepción de la noticia
criminal hasta la determinación del Fiscal por el archivo o la formulación de la
acusación, la investigación contiene una serie de etapas sujetas a plazos y al
control de las partes.
En este sentido, la investigación es un proceso dinámico que se inicia con las
diligencias preliminares realizadas por la Policía Nacional o dispuestas por el
fiscal, a fin de determinar si han tenido lugar los hechos, su relevancia penal e
individualizar a las personas involucradas en el hecho"' Conocida la noticia
criminal y establecida la necesidad de realizar actos de investigación
estaremos en condiciones de elaborar nuestro Plan de Investigación.
Con el Plan de Investigación podremos definir: hipótesis de trabajo, ¿Cómo voy
a demostrarlas?, ¿cuáles son los elementos de convicción necesarios?; fijar las
prioridades de la investigación, establecer los plazos, conocer quiénes son los
responsables de realizar las tareas trazadas por el equipo, identificar qué
recursos se requieren y con cuáles se cuenta, evaluar los logros que se van
obteniendo y definir la teoría del caso.

2. EL PLAN DE INVESTIGACIÓN Y EL CRITERIO DE SELECTIVIDAD


2.1. Justificación del Plan de Investigación
Los continuos avances en la administración de justicia y especialmente la
vigencia del nuevo Código Procesal Penal en nuestro país, exigen un cambio
en la forma de pensar y de actuar de los operadores de justicia y
principalmente de fiscales e integrantes de la Policía Nacional del Perú en
cuanto a la investigación del delito. Así la desaparición de la instrucción formal
del juez y la sustitución por una investigación conducida por el fiscal, a no sólo
fortalece la oralidad, con todas sus consecuencias (inmediación, contradictorio,
concentración, valoración objetiva de la prueba), sino que fortalece la dinámica
misma del proceso, el aspecto adversarial y su efectividad para buscar una
solución real al conflicto humano que lo provoca y lo nutre; por ende el
funcionario investigador debe contar con nuevos instrumentos y herramientas
que faciliten su labor.
Todo ello hace necesario una muy bien planificada política de persecución
penal en todas y cada una de las materias de su competencia, la cual debe ser
flexible, revisable y transformable conforme exijan las necesidades, sin
descuidar los valores y sentir de la comunidad.
No es posible pretender que cada fiscal, en cualquier lugar del territorio
nacional, adopte la política que según su criterio sea la más adecuada frente a
cierto tipo de delito, sino que haya una concreta política de persecución penal
que de ninguna manera deberá ser definitiva e inmutable, debiendo tender a
transformarse y adecuarse a los cambios y realidad social. Es decir, una
adecuada planificación sobre las formas de operar, las posiciones a asumir, las
estrategias, las alianzas y los acuerdos que puede adoptar el fiscal durante el
desarrollo de todo el proceso penal.
2.2. El Plan de Investigación aplicado a la investigación del delito
Para obtener el mayor número de elementos de convicción de cargo y
descarg09 , es importante tener en cuenta las necesidades de la investigación
como: de peritos, analistas, y abogados defensores; para ello, el investigador
debe conocer:
Plan de investigación
En este sentido, una vez conformado el equipo de trabajo, se procede a
establecer un plan de investigación, labor que implica fijar objetivos y metas
concretas que aseguren la efectividad de la misma.
En la investigación del delito se pueden presentar tres opciones:
~ La ausencia de plan de investigación, quizás porque hemos estado
acostumbrados a trabajar de manera individual, sin un plan específico y aún así
hemos obtenido algunos resultados buenos.
~ La existencia de un plan rígido, donde no se deja espacio alguno para el
cambio, no se admite el concepto de otros y se opta por nuestra posición como
la más acertada.
Ambas posiciones resultan perjudiciales para la investigación.
~ El plan de investigación debe caracterizarse por ser flexible, dinámico y
ajustarse al caso concreto. Un plan que surja del consenso y la comunicación
permanente entre los actores, conlleva a la eficacia y eficiencia de la
investigación
Asimismo, la elaboración de un Plan de Investigación, permite:
 Fortalecer los medios probatorios útiles y pertinentes para llegar a
probar tanto la existencia del delito como la responsabilidad de los
imputados.
 Contribuir a una eficiente participación de la Policía y Fiscalía en la
investigación
 como en el juicio, mostrando un registro histórico de la actividad
investigativa.
 Optimizar la aplicación de salidas alternativas.
 Realizar la investigación dentro de los plazos establecidos, con un
manejo adecuado de los recursos humanos y logísticos.
 Fortalecer el trabajo en equipo de fiscales y policías.
 Consolidar la teoría del caso.
La investigación del delito
La investigación del delito está orientada a obtener resultados eficientes y
eficaces, para coadyuvar al logro de una correcta administración de justicia, lo
que implica la utilización de una adecuada metodología de investigación.
La razón principal para utilizar una metodología de investigación, radica en que
la investigación no puede dejarse al azar, a lo que pueda suceder, sino que
debe tener una planeación, una conducción y control que aseguren la
obtención de resultados a corto plazo y permitan prever lo que podría suceder
a largo plazo.

Además, porque legalmente, se deben obtener los medios probatorios que


realmente sean útiles, pertinentes y conducentes a los fines de la investigación
y que permitan concretar la teoría del caso que se expondrá ante la
eventualidad de llegar a juicio.
Finalmente, porque no puede existir celeridad, ni economía procesal sin una
adecuada investigación.
El ciclo de la investigación del delito:

La noticia criminal e inicio del ciclo de la investigación


El hecho criminal o la noticia criminal, llega a conocimiento de la Policía
Nacional o del Ministerio Público de diversas maneras:
- Denuncias escritas de los ciudadanos (denuncia de parte), presentadas
ante las Mesa Única de Partes de las fiscalías provinciales Penales
Corporativas.
- Denuncias ante las Comisarias o ante las Divisiones Policiales, en tal
caso, la Policía Nacional recibe la denuncia e inmediatamente comunica
al Ministerio Publico por la vía más rápida.
- Denuncias ante la Fiscalía de la Nación, de ciudadanos, o de
organismos del Estado, en estos casos, los deriva a quien corresponda.
- Denuncia verbal que se toma levantando un acta en presencia del
Fiscal, y que generalmente se hace ante el despacho fiscal penal de
Turno.
- Denuncias en casos de flagrancia delictual
- Intervenciones de oficio por medios de comunicación de difusión masiva.
También constituye un modo de enterarse de algún hecho delictuoso, en
tal caso quien debe tomar conocimiento es el Fiscal de Turno Penal.
Las diferentes formas en las que se puede llegar a conocer un delito podemos
agruparlas en dos grandes grupos:
 Fuentes no formales:
Esta clase de noticia criminal se obtiene de informaciones difundidas por
medios de comunicación (escritos, hablados, visuales u otros como la prensa,
la radio, la televisión las fotografías, por ejemplo). En estos casos el Fiscal
deberá iniciar una investigación DE OFICIO.
 Fuentes Formales:
La noticia criminal que importa una investigación, puede llegar a través de
fuentes formales, tales como:
 Denuncia:
Puede ser presentada por persona natural, jurídica o su representante en forma
escrita o verbal. Cualquier otro medio de origen oficial, como informes de la
policía nacional o información de cualquier otra autoridad que haya tenido
conocimiento de la ocurrencia de un hecho delictual. Pueden recibirse
denuncias a través de la página web del Ministerio Público o la Policía
Nacional.
 Flagrancia:
Comunicación de detención efectuada por la policía en intervención directa o
arresto ciudadano.
VENTAJAS DE LA ACTIVIDAD POLICIAL BASADA EN LA INTELIGENCIA
En la empresa privada y en la comunidad empresarial, la información y la
inteligencia son factores esenciales para crear ventajas competitivas. En ese
aspecto, la labor encaminada al cumplimiento de la ley no es diferente, puesto
que la ventaja estratégica basada en la información, el conocimiento y la
inteligencia incrementa su eficacia para prevenir delitos e incidentes
relacionados con la seguridad, y desarticular redes y grupos delictivos. Pero no
basta con poseer información, conocimiento e inteligencia. Es necesario tener
un marco o un modelo adecuado para gestionar esa inteligencia y aprovecharla
al máximo, así como para asegurar que los datos y la información son
recopilados, procesados y utilizados en estricto cumplimiento de las leyes
nacionales y las normas internacionales en materia de derechos humanos.
La ILP permite adoptar un enfoque prospectivo y proactivo de la gestión
policial. El éxito de su aplicación en los últimos años en algunos países de todo
el mundo para hacer frente a los delitos graves y las amenazas
transnacionales, ha impulsado la aplicación de este concepto, que ha pasado
de utilizarse principalmente en la lucha contra la delincuencia organizada a
convertirse en un modelo de actividad estratégico, más general, para resolver
una amplia variedad de problemas policiales a nivel local, regional y nacional.
Ese avance está directamente relacionado con la búsqueda de métodos para
garantizar el cumplimiento de la ley que permitan a la policía tener una mayor
repercusión en la delincuencia, en su evolución y en el perjuicio social que
ocasiona, contando con recursos limitados y en momentos en que hay una
mayor demanda de responsabilidad.
La identificación y la gestión de riesgos forman parte de la actividad policial
moderna. El funcionamiento adecuado de la ILP en lo tocante a la recopilación
y el análisis de datos e información permite identificar y evaluar riesgos,
incluidos los relativos a eventos importantes, áreas geográficas, tipos de delito,
perjuicio social, delincuentes peligrosos y redes delictivas.

CONCLUSION
Las aportaciones para considerar a la inteligencia policial como una disciplina
científica se sustentan en una aproximación inicial hacia la definición de la
unidad de análisis, la identificación de un conjunto de teorías y procedimientos
metodológicos para orientar y realizar los productos que se derivan de las
actividades inherentes a este quehacer -como ya quedaron descritas-, y porque
se continúa en una labor permanente para incorporar nuevos hallazgos, no solo
como producto de sus propios estudios, sino de la interacción con otras
ciencias y disciplinas.
La anticipación de los riesgos derivados del conflicto social (en su función
desintegradora) se constituye en la unidad de análisis, el fin y el límite de la
inteligencia policial. Esto implica concebir nuevas entidades de análisis. Esta
propuesta es de suma relevancia, porque con base en la anticipación de los
riesgos se realizará un trabajo técnico y disciplinario para calcular el resultado
de relacionar la caracterización de la amenaza y el conocimiento de la
vulnerabilidad frente a los elementos propios del conflicto social, de manera
que se pueda identificar la interdependencia entre ellos, teniendo en cuenta
que son mutuamente condicionantes.
Para finalizar, el ámbito de protección será la convivencia, la cual se entiende
como el sistema social. El ente de policía, como encargado de regular,
administrar y ejecutar la función policial, tiene como responsabilidad garantizar
el orden social mediante la protección, mantenimiento, promoción y regulación
(restablecer cuando sea necesario) de la seguridad pública, la tranquilidad
pública y la salubridad pública, para el libre ejercicio de los derechos y
libertades públicas en un Estado Social de Derecho.

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