LEGISLACIÓN COMPARADA DE PAÍSES DE LA REGIÓN, RESPECTO A LA ACTIVIDAD OPERATIVA

CHILE:

El 2 de octubre del 2004 fue aprobada la Ley N° 19974 que crea el Sistema de Inteligencia del
Estado (SIE) y la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI). La ANI como ente coordinador del SIE,
ostenta facultades para disponer que el resto de organismos de inteligencia que componen el
Sistema realicen actividades operativas, las que están dirigidas a grupos terroristas, organizaciones
criminales transnacionales y actores que pueden afectar la Seguridad Nacional. Dicha ley permite
actividades operativas al SIE, las que incluye aspectos relacionados con la intervención de las
comunicaciones y la existencia de agentes encubiertos.

BOLIVIA:

No cuenta con un Sistema de Inteligencia Nacional porque predomina la percepción de que los
países de Latinoamérica carecen de amenazas externas, por lo que han destinado a las Fuerzas
Armadas (FF.AA.) y a sus organismos de inteligencia las labores propias de la seguridad pública.

La inteligencia boliviana, se organiza bajo la tutela de la "comunidad de inteligencia de la Policía

y las FF. AA.” que a la vez conforman el Consejo Nacional de Seguridad del Estado. Este Consejo
está integrado por:

- Inteligencia del Ministerio de Gobierno (Interior) – MININT.

- Inteligencia de la Policía.
- Inteligencia del Ministerio de Defensa - Inteligencia de las FF.AA.

Todos trabajan bajo la coordinación del Comando en Jefe de Consejo Nacional de Seguridad del
Estado, quien centraliza las actividades de inteligencia y despacha directamente con el presidente.
Los tres departamentos de inteligencia dependen sólo administrativamente del Comando en Jefe,
pero para las operaciones especiales, cada uno lo coordina directamente con el presidente. Cada
rama militar tiene además un Departamento de Contrainteligencia y otro de Operaciones
Psicológicas.

Las labores de inteligencia son desarrolladas únicamente por las FF.AA. y la Policía Nacional, cuyas
operaciones especiales las realizan bajo coordinaciones directas y por orden del Presidente,
careciendo de un respaldo normativo especifico.

ECUADOR:

Crea en el 2009 la Ley de Seguridad Pública y del Estado, bajo esta visión se establece la prioridad
de contar con un sistema de seguridad integral que pueda articular la acción del Estado para el
cumplimiento de los objetivos planteados. Con este fin, la Ley establece la creación de un Sistema
de Inteligencia Nacional, cuyo órgano rector es la Secretaria de Inteligencia.
Asimismo, mediante el Decreto Ejecutivo N° 526, del 21 de septiembre del 2018, se suprime la
Secretaría de Inteligencia y se crea el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES), como ente rector
del Sistema de Inteligencia Nacional. A esta entidad de inteligencia la rige la actual Ley de
Seguridad Pública y del Estado, la cual define el Sistema de Inteligencia Nacional como: "Conjunto
de organismos de inteligencia independientes entre sí, funcionalmente coordinados y articulados
por el CIES que ejecutan actividades específicas de inteligencia, inteligencia estratégica y
contrainteligencia" Por lo descrito se establece que, por Ley, el CIES está facultado a desarrollar
actividades operativas para obtener información de utilidad para la producción de inteligencia.

COLOMBIA:

Mediante el Decreto 4179 del 3 de noviembre del 2011 se creó la Dirección Nacional de
Inteligencia (DNI) como un organismo civil de seguridad que desarrolla actividades de inteligencia
estratégica y Contrainteligencia para protegeros derechos y libertades de los ciudadanos y de las
personas residentes en Colombia, prevenir y contrarrestar amenazas internas o externas contra la
vigencia del régimen democrático, el orden constitucional y legal, la seguridad y la defensa
nacional.

La Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) de Colombia está facultada a realizar labores operativas
de inteligencia y Contrainteligencia bajo el estricto cumplimiento constitucional y legal. La función
de inteligencia y contrainteligencia es llevada a cabo por las dependencias de las Fuerzas Militares
y la Policía Nacional organizadas para tal fin, por la Unidad de Información y Análisis Financiero
(UIAF) y por los demás organismos que faculte para ello la Ley.

BRASIL:

El Sistema Brasileño de Inteligencia (SISBIN) fue creado el 7 de diciembre de 1999 por Ley N°
9.883, norma que también creó la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) y la instituyó como
órgano central y rector del SISBIN, perteneciente a la Presidencia de República.

La ABIN es responsable por planear, ejecutar, coordinar, supervisar y controlar las actividades de
Inteligencia del país; así como planear y ejecutar la protección de conocimientos sensibles
relativos a los intereses y a la seguridad del Estado y de la sociedad.

La misión del SISBIN y de la ABIN es proporcionar al presidente de la República conocimientos

relacionados con asuntos de Interés nacional. En esa línea, la norma precisa la función de evaluar
las amenazas internas y externas; la preservación de la soberanía nacional, la defensa del Estado
Democrático de Derecho y la dignidad de la persona humana.

Finalmente, como parte de sus actividades operativas, la ABIN participa de operaciones de

combate a crímenes ambientales de manera conjunta con efectivos de las FFAA. y del Instituto
Brasileño de Medio Ambiente y de Recursos Naturales Renovables (IBAMA). También participa en
operaciones con la Policía Federal para el traslado de presos de alta peligrosidad. En la
planificación de estas acciones se suele emplear datos e informaciones producidos por la ABIN.
ARGENTINA:

La Nueva Doctrina de Inteligencia Nacional prevista por el Decreto N° 1311/2015 del Poder
Ejecutivo Nacional, está orientada a la “protección y promoción de los intereses políticos,
institucionales, sociales, económicos y culturales del pueblo argentino”, con el objetivo de
resguardar el sistema democrático. En ese sentido, la norma reglamentaria establece que la
inteligencia nacional debe velar por la protección y el cuidado de los argentinos y no espiarlos. Así,
el Sistema de Inteligencia Nacional (SIN) se configura como un observatorio abocado
exclusivamente a la producción y gestión de conocimientos acerca del conjunto de problemáticas
relevantes en materia de defensa nacional y seguridad interior.

En el ámbito de la seguridad interior, comprende fenómenos delictivos de las libertades y

derechos de las personas y del Estado, específicamente relacionados a terrorismo; atentados
contra el orden constitucional y de la vida democrática; criminalidad organizada, en particular el
narcotráfico, la trata de personas sexual o laboral, la delincuencia económica y financiera, el
tráfico de armas, acciones contra la ciberseguridad, la confidencialidad, los sistemas informáticos,
las redes y los datos.

La Ley N° 25520 "Ley de Inteligencia Nacional" define a la Inteligencia Nacional como la actividad
consistente en la obtención, reunión, sistematización y análisis de la información específica
referida a los hechos, amenazas, riesgos y conflictos que afecten la seguridad exterior e interior de
la Nación. Asimismo, precisa que el Sistema de Inteligencia Nacional está integrado por la Agencia
Federal de Inteligencia, la Dirección de Inteligencia Criminal e Investigaciones del Ministerio de
Seguridad y la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar del Ministerio de Defensa y
debe contribuir a la toma de decisiones en materia de seguridad" de la Nación.

CONCLUSIÓN

Luego de revisar comparativamente el marco normativo legal que regula las actividades operativas
de las Agencias de Inteligencia de los países de la Región, se puede establecer que todas están
facultadas por Ley para la ejecución de tareas o actividades operativas, conceptualizándolas
mayormente bajo los términos de "obtención, recolección, búsqueda, o colección para la
producción de Inteligencia" como parte del ciclo o proceso de producción de Inteligencia. Este tipo
de actividades guardan estrecha relación con el marco doctrinario que las sustenta, encontrando
también una linealidad funcional con las políticas o estrategias nacionales en materia de
Inteligencia y Seguridad Nacional promulgadas al más alto nivel del Estado.

En virtud de ello se puede afirmar que la DINI de Perú, comparada con las agencias de Inteligencia
que representan sus pares de los principales países de la región, es la única que presenta una
manifiesta restricción en la Ley que la rige, para ejecutar actividades operativas como parte de sus
funciones, lo cual pone a la organización y al país en una riesgosa desventaja estratégica que
puede ser aprovechada por actores hostiles nacionales o transnacionales para afectar a la
seguridad y el desarrollo nacional, sin tener una capacidad de respuesta operativa respaldada
legalmente que permita contrarrestar la amenaza.

Por los motivos expuestos resulta necesario contar ahora con una norma perfeccionada,
actualizada y acorde con los nuevos conceptos doctrinarios de la seguridad multidimensional; y
coherente con la Política de Seguridad y Defensa Nacional, que permita reordenar y mejorar el
funcionamiento y la institucionalidad de los componentes del SINA para una eficiente producción
de inteligencia orientada al cumplimiento y logro de los intereses y objetivos nacionales.