Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Nuestros deseos, sueños, metas y proyectos a nivel personal son los que nos movilizan día a día
a trabajar, vivir y disfrutar de la vida. En la relación de pareja el proyecto común mantiene vivo el
amor, la pasión, el deseo, y fortalece el vínculo matrimonial.
Puede afirmarse que una pareja sin proyecto, o proyectos en común, es una nave sin rumbo
navegando en la incertidumbre de la rutina del día a día, sin aliciente ni futuro; teniendo como
puerto más cercano o más lejano del horizonte visible, la separación. Se quiera o no se quiera esa
indefinición se irá traduciendo paulatinamente en una vida entre conflictos, ataques y
culpabilidades recíprocas.
Los proyectos de la pareja comprenden todas las dimensiones: espiritual, afectiva, física,
intelectual, familiar, social, laboral, recreativa, entre otras; que pueden ser a corto o a muy largo
plazo; pueden sucederse en el tiempo o irse ampliando en el día a día, dichos proyectos pueden
llamarse cambio de casa, viajes, tener hijos, adoptar animales, adquirir compromisos o desarrollar
una empresa. Todos son buenos cuando de una u otra manera hacen que nuestra vida en pareja
se renueve, y en vez de sobrevivir como pareja.
La pareja es, al mismo tiempo, un camino propicio para descubrirnos, para crecer y evolucionar
como personas. Cuando somos capaces de llevar a cabo un proyecto de vida juntos que nos
motive y nos haga sentir plenos como personas, empezamos a conocer el amor incondicional, ese
que significa el placer y dolor de vivir juntos. El o los proyectos que van a integrar ese proyecto
común son los cimientos de las buenas relaciones de pareja, son la luz en el camino, lo que nos
permite mantenernos unidos tanto en lo bueno como en lo malo. Son también la fuerza que nos
impulsa a avanzar hacia las metas que nos hemos fijado y que forman parte de nuestro
compromiso personal.
Decidir vivir juntos es el compromiso que asumen dos personas que resuelven compartir una vida
en la que se plantean proyectos de futuro en las más diversas áreas: social, familiar, profesional,
financiera, etc. Estos proyectos sirven principalmente para nutrir la relación, para que sea más
productiva, y para que ambas partes puedan aportar, desde la transparencia y de corazón, su
propia verdad. Es importante hablar y sincerarse sobre aquello que esperamos de la vida en
común y de la relación.
Muchas parejas sienten que el amor ha muerto, que ya no existe atracción ni química, que no
interesa, que han descubierto que son muy diferentes, que no siguen el mismo camino, que tenían
razón cuando decían que no eran el uno para el otro. Pues bien, cuando se llega a esa situación es
que ya se está al borde de la ruptura y, consciente o inconscientemente, se comienza a creer que
es la otra parte la que no va bien, la que no encaja en la pareja.
Recordemos que en el matrimonio uno más uno son tres, es decir, tu + yo = nosotros. “… Se unirá
a su mujer y serán una sola carne”. Es el nosotros que nace con el matrimonio y se fortalece en la
entrega que cada uno hace desde su propia existencia, sin dejar de “ser” ella o él en cuanto a
proyectos y metas personales. “Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. La cuerda
de tres hilos no se rompe fácilmente” Eclesiastés 4. 1