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FISICA 3 – Guía de estudio N° 7: El magnetismo en la materia – Año 2020

Introducción

Luego de haber transcurrido junto a ustedes un largo camino describiendo la electricidad,


en la primera parte, y algunas leyes del magnetismo, podemos hacernos algunas preguntas
disparadoras. Por ejemplo, hemos calculado utilizando la ley de B-S el campo magnético B
en los albores de un conductor por el cuál circulaba una corriente eléctrica. Aquí radica algo
interesante… ¿Qué ocurre si el material se encuentra en un medio distinto de vacío? La
respuesta puede ser obvia, de alguna manera el campo B se ve alterado porque ese medio
tiene átomos. Acá está bueno interpretar esto que dijimos tan seguros. ¿Por qué la
presencia de átomos modificaría el valor del campo B? Claro, los átomos tienen electrones,
de alguna manera al estar en movimiento originan corrientes atómicas que producen
campos magnéticos que provocan esos efectos de alteración.

Así, ya no nos resulta extraño pensar en que el magnetismo está en la materia, es parte de
vos y de mí. Vamos a estudiar cómo se entienden estas cuestiones de una manera muy
conceptual y amable.

El momento magnético

Cuando estudiamos los capacitores con dieléctricos, vimos que era oportuno discutir el
concepto de polarización eléctrica definiendo previamente el momento dipolar eléctrico.
Como veremos, para estudiar el magnetismo en la materia vamos a proceder de una
manera análoga. Vamos a la visión clásica del átomo donde se observa un electrón girando
alrededor del núcleo atómico con velocidad (v) y originando un campo magnético B cuya
dirección resultará perpendicular al plano de rotación.

Fig. 1: Modelo clásico del átomo.

Obviamente podemos hacer una analogía entre el átomo clásico y una espira de corriente.
Utilizando la ley de B-S podemos justificar que el campo magnético en el centro de la espira
adopta la forma:

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𝜇 𝐼
𝐵⃗ = 𝚥̌ (7.1)
2𝑟
expresando en función del área de la espira:
𝜇 𝐼𝐴
𝐵⃗ = 𝚥̌ (7.2)
2𝜋𝑟
Definimos entonces la cantidad momento dipolar magnético:
𝜇⃗ = 𝐼𝐴𝑛 (7.3)
que lo medimos en Am2. En la figura 1, se puede observar el momento magnético
establecido por el sentido de la corriente eléctrica.
Luego podemos expresar finalmente el campo magnético B en función del momento dipolar
magnético, coincidiendo en dirección y sentido:
𝜇
𝐵⃗ = 𝜇⃗ (7.4)
2𝜋𝑟
Cabría la posibilidad de preguntarnos porque lo llamamos momento dipolar magnético. En
este sentido, pensemos que podemos comprender a la espira como un imán y asignarle
polos. En la figura 1, con la corriente en el sentido ilustrado el campo apuntaría en la misma
dirección que el momento magnético estando el polo norte abajo y el sur arriba. Este punto
es importante: la corriente eléctrica que provee el electrón, genera un campo que nos da la
posibilidad de poner los polos norte y sur como pasa con el imán.
La corriente eléctrica asociada al movimiento del electrón se puede calcular:
𝑒 𝑒𝑣
𝑖= = (7.5)
𝑇 2𝜋𝑟
donde “v” es la velocidad tangencial del electrón. Así, podemos expresar el momento
dipolar magnético en función del momento angular del electrón:
𝑒𝑣 𝑒
𝜇 = 𝑖𝐴 = (𝜋𝑟 ) = 𝐿 (7.6)
2𝜋𝑟 2𝑚
o en términos vectoriales, incorporando un signo menos debido a que obviamente la
corriente tiene sentido opuesto al movimiento del electrón:
𝑒
𝜇⃗ = − 𝐿⃗ (7.7)
2𝑚
En la figura 1, se observan estos vectores opuestos. Ahora bien, el hecho de que el átomo
tenga un momento dipolar propio, nos presenta un escenario muy interesante. Uno de ellos
es que, si el átomo se encuentra en presencia de un campo magnético externo, sobre él se
manifiesta un torque; tal cual sucede con una espira en presencia de un B. El momento se

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puede calcular de manera análoga a lo que sucede cuando depositamos un dipolo eléctrico
en un campo eléctrico:

𝜏⃗ = 𝜇⃗ 𝑥𝐵⃗ (7.8)
De la misma manera, intuimos que debe realizarse un trabajo para poder cambiar la
orientación de un dipolo magnético en un campo B. La energía potencial asociada adopta
la forma:

𝑈 = −𝜇⃗ . 𝐵⃗ (7.9)

El vector magnetización

Como ya hemos dicho, el magnetismo está en la materia. Si hablamos de un material


magnético, entonces estamos pensando en un material que está constituido por un
conjunto de momentos dipolares magnéticos, que son los átomos individuales que se
comportan como espiras individuales de corriente.

Ahora bien, cuando queremos describir desde el punto de vista macroscópico el estado
magnético de una material introducimos un concepto muy importante que es el vector
magnetización (𝑀⃗ ) que nos representa el momento magnético por unidad de volumen de
una cierta región del material:

𝑑𝜇⃗
𝑀⃗ = (7.10)
𝑑𝑉

De alguna manera, conocer la magnetización nos da la información del estado magnético


de una cierta región del material. En este punto, podemos preguntarnos ¿cómo interpretar
este vector? La respuesta está en su definición. Para establecer la magnetización de una
cierta región debemos sumar vectorialmente los momentos magnéticos individuales de los
átomos y dividirlos por el volumen de esa región. Como cada momento individual de los
átomos conlleva la consideración de corrientes individuales, entonces la magnetización la
podemos interpretar como una magnitud que aparece a través de una suma de corrientes
atómicas.

Para poder comprender la física de lo que sucede con el estado de magnetización, vamos a
introducir el vector excitación magnética (𝐻⃗ ). Cuando se comienza con el estudio del
magnetismo podemos abordar las leyes considerando el vector H, dado que representa el
vector análogo al campo eléctrico en la electricidad. Lo podemos definir como la fuerza
magnética por unidad de masa magnética en analogía perfecta con el campo eléctrico y su
definición. Para aclarar un poco más este punto fijemos que, así como el campo E depende
de las cargas libres, H es el generado por las corrientes libres.

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Formalmente la relación entre los vectores B y H es:

𝐵⃗ = 𝜇 𝐻⃗ (7.11)

Ahora bien, la elección de traer H a nuestra discusión del magnetismo en la materia no es


casualidad. De hecho, podemos ver que los vectores H y M poseen la misma unidad (A/m).
Dejamos la verificación de esta afirmación para las/os estudiantes.

Sabemos entonces que, en un material, los momentos pueden estar orientados al azar. A
través de un campo magnético externo, podemos alinear los dipolos y magnetizar el
material. Así, existen dos aportes al campo total, el externo y el que “entrega” el material.
De esta manera podemos expresar la suma de estas dos contribuciones:

𝐵⃗
= 𝐻⃗ + 𝑀⃗ (7.12)
𝜇

notemos que hemos realizado esta suma de una manera conceptual, donde se vislumbran
que H y M poseen la misma unidad. Entonces, fijemos: el vector B indica el campo total en
el material, H es el generado externamente por las corrientes libres y M es el aporte del
material.

Ahora bien, en muchos materiales se observa que la magnetización es proporcional a H:

𝑀⃗ = 𝜒 𝐻⃗ (7.13)

a esta constante adimensional 𝜒 la llamamos susceptibilidad magnética. (notar la analogía


con la susceptibilidad eléctrica definida en el capítulo 3). Esta constante puede ser positiva,
negativa o nula como en el caso del vacío.

Ahora, relacionemos las expresiones (7.13) con la expresión (7.12):

𝐵⃗ = 𝜇 𝐻⃗ + 𝑀⃗ = 𝜇 𝐻⃗ + 𝜒 𝐻⃗ = 𝜇 (1 + 𝜒 ) 𝐻⃗ (7.14)

Así definimos la permeabilidad magnética del medio:

𝜇 = 𝜇 (1 + 𝜒 ) (7.15)

Donde la suma (1 + 𝜒 ) se conoce como la constante de permeabilidad y se denota 𝜅 .

En este punto vemos que en el caso del vacío 𝜒 es nula y la permeabilidad es obviamente
𝜇 . De esta manera podemos expresar finalmente en el material:

𝐵⃗ = 𝜇𝐻⃗ (7.16)

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donde se observa que ante un campo externo H, se puede reforzar el campo total en el caso
de que la magnetización sea positiva y se puede debilitar cuando la magnetización sea
negativa. Esta característica nos dará la posibilidad de caracterizar los materiales de
acuerdo a su comportamiento magnético. Además, 𝜇 se puede expresar en función de la
constante de permeabilidad: 𝜇 = 𝜅 𝜇 .

El anillo de Rowland

En este punto podemos preguntarnos cómo se pueden vislumbrar los conceptos


presentados en el apartado anterior. Por ejemplo, haciendo un experimento.

Enrollamos un conductor por el que circula una corriente en un material magnético como
se observa en la figura. A este esquema lo conocemos como toroide o anillo de Rowland.

Fig. 2: Anillo de Rowland.

A través del enrollamiento entregamos al material una corriente libre “i” que en términos
de la expresión (7.12) es entregar H. Luego el material aporta la magnetización. ¿Qué
implica esta última afirmación? Bien, dentro del material como ya hemos dicho hay átomos,
que poseen corrientes y momentos magnéticos individuales. Si hacemos un corte en la
sección del material, podemos ver que en el interior se cancelan los efectos y en forma neta
el material aporta con una corriente a la que suele llamarse corriente superficial porque se
encuentra en la superficie del material. La figura 3, muestra este efecto.

is

Fig. 3: Esquema de corrientes individuales.

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El anillo de Rowland, es como un solenoide cerrado en sí mismo. Según lo que hemos visto
en las unidades anteriores el campo magnético en vacío en el centro de este sistema lo
podemos calcular:

𝑁𝑖
𝐵=𝜇
𝑙

donde podemos identificar por simple inspección:

𝑁𝑖
𝐻=
𝑙

Si tenemos en cuenta el efecto del material en cuanto a la magnetización podemos escribir


el campo total (en módulo) en el anillo de una manera conceptual:

𝑁𝑖 𝑁𝑖
𝐵=𝜇 +𝜇 (7.17)
𝑙 𝑙

donde, se denotan los subíndices “l” y “s” que representan a la corriente libre y superficial
respectivamente.

El ferromagnetismo

Los materiales ferromagnéticos presentan efectos magnéticos muy grandes. Estos se


caracterizan por: 𝜇 ≫ 𝜇 y 𝜒 positiva.

En estos materiales, no hay una relación lineal entre la magnetización y el campo externo
dado que la permeabilidad y la susceptibilidad magnética dependen del campo externo. En
estas sustancias se observan, pequeñas regiones donde los momentos magnéticos se
mantienen alineados aún en ausencia de un campo externo. A estas regiones se las llama
“dominios magnéticos”. Se observa un esquema en la figura 4.

Fig. 4: Dominios magnéticos de una región del material.

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Cuando se aplica el campo externo, los momentos comienzan a orientarse hasta que el
material se magnetiza completamente, a este estado lo llamamos magnetización de
saturación. Algo importante es que si se retira el campo magnético externo el material no
vuelve a su estado magnético inicial, quedando magnetizado. Para poder sacarlo de ese
estado de “imán permanente” se le debe aplicar un campo en sentido contrario al que se le
denomina “campo coercitivo”.

El estado de magnetización en estas sustancias no sólo depende del campo externo,


también juega un rol importante la temperatura. Cuando se lo somete a temperaturas
superiores a un cierto umbral denominado “temperatura de Curie” (Tc) el desorden térmico
rompe los dominios magnéticos y el material sufre una transición a un estado
paramagnético.

Cuando estudiamos el estado de magnetización de un anillo de Rowland, donde el


conductor enrolla un material ferromagnético, podemos estudiar lo que se conoce como
histéresis. La figura 5, muestra este fenómeno.

B Ms

Br

O
H
-HC HC

-Br
-Ms

Fig. 5: Curva de histéresis.

En esta curva se observan cosas muy interesantes. En primer lugar, en el eje de las abscisas
graficamos H, que lo controlamos a través de la corriente externa. En “O” tenemos el
material desmagnetizado. Si empezamos a “entregarle” H, llega un momento que el
material se magnetiza completamente (Ms) llegando a la saturación magnética. En este
punto todos los dominios se encuentran alineados con el campo externo. Luego al disminuir
H vemos que, en el estado nulo del mismo, el material no vuelve a su estado original, de
hecho, queda magnetizado en un estado de imán permanente; presentando un campo
remante (Br). Para poder anular este campo, se debe aplicar un campo en sentido opuesto
(invirtiendo la corriente). Esto ocurre en (-Hc). A este valor se le llama campo coercitivo. Si
se sigue aumentando este valor en el mismo sentido se obtendrá la alineación completa de

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los dominios, pero en sentido opuesto (-Ms) al que obteníamos al empezar con la
magnetización. Después, vamos cerrando el ciclo invirtiendo la corriente nuevamente, pero
el material queda con un campo remanente de sentido contrario (-Br), anulándolo con un
Hc.

A partir del ciclo de histéresis podemos tener información de la energía que se pierde en la
inversión del campo externo. En este sentido si queremos utilizar un material como imán,
buscaremos un material que presente un gran Br, a estos materiales suelen llamarse
materiales duros. Ahora bien, si el propósito es utilizar materiales que no pierdan tanta
energía ante la inversión del campo, como por ejemplo en máquinas de corriente alterna,
se utilizarán materiales de ciclo estrecho a los que suelen llamarse materiales blandos.

El paramagnetismo

Los materiales paramagnéticos poseen sus momentos dipolares atómicos orientados al


azar. Estos se caracterizan por: 𝜇 > 𝜇 y 𝜒 positiva. De todas maneras, la permeabilidad
que presentan es débil y ligeramente mayor a la del vacío. Cuando se los somete a un campo
externo, los momentos tienden a alinearse, pero la agitación térmica reduce este efecto y
la magnetización disminuye conforme aumenta la temperatura. En 1895, Pierre Curie,
estableció la relación entre M y la temperatura. A esta relación la llamamos ley de Curie:

𝐻
𝑀=𝜒 𝐻=𝐶 (7.18)
𝑇

Donde C, es la constante de Curie y T la temperatura absoluta. Esta ley nos indica que los
materiales paramagnéticos aumentan su magnetización a medida que aumenta el campo
externo, y se desmagnetizan cuando aumenta la temperatura. Ahora bien, el rango de
validez de esta ley se reduce a campos bajos o temperaturas altas. Por debajo de la
temperatura de Curie (Tc) estos materiales se vuelven ferromagnéticos.

El diamagnetismo

Los materiales diamagnéticos, contrariamente a los paramagnéticos se caracterizan por


repeler campos magnéticos. Faraday en 1845, encontró esta propiedad en muestras de
bismuto. En estos materiales, la susceptibilidad magnética es negativa y la constante de
permeabilidad es ligeramente menor a la unidad.

Lo que sucede en estos materiales, es muy interesante. Al aplicarse el campo externo, se


induce una corriente opuesta a la variación del flujo (ley de F-L). Esta corriente inducida,
genera un campo magnético en sentido opuesto. Así la orientación de los momentos
magnéticos es opuesta a la del campo aplicado. De alguna manera, los átomos individuales
provocan una magnetización opuesta al campo externo. Ahora bien, cuando están

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presentes también los efectos paramagnéticos, la contribución diamagnética es


despreciable.

Circuitos magnéticos

El anillo de Rowland que estuvimos discutiendo en las secciones anteriores, presenta el


circuito magnético más simple. Siguiendo con las analogías presentadas en esta unidad,
haremos una más utilizando lo estudiado en los circuitos eléctricos de la unidad 4.
Planteemos el flujo magnético a través del anillo:
𝑁𝑖 𝑁𝑖
𝜙= 𝐵⃗𝑑𝑆⃗ = 𝐵𝑆 = 𝜇𝐻𝑆 = 𝜇 𝑆=
𝑙 𝑙
𝜇𝑆
Si observamos, vemos que el término “Ni” medido en (Ampere-vueltas) representa la
fuente que produce el flujo magnético en el circuito. A esta fuente la llamamos fuerza
magneto-motriz (fmm). El término en el denominador se lo conoce como reluctancia (Rm) y
nos representa la oposición al paso del flujo magnético.
Ordenando podemos expresar lo anterior:
𝑓 = 𝜙𝑅 (7.19)
que se conoce como ley de Hopkinson, y es análoga a la ley de Ohm para los circuitos
eléctricos. De esta manera:

𝑙
𝑓 = 𝑁𝑖 𝑅 = (7.20)
𝜇𝑆
A modo ilustrativo, consideremos el circuito de la figura 6.

0

Fig. 6: Circuito magnético serie.

En él, se observa un anillo de un material de permeabilidad () con una brecha de aire (𝜇 ).
Planteamos la ley de Hopkinson:

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𝑓 𝑁𝑖 𝑁𝑖
𝜙= = =
𝑅 𝑅 +𝑅 𝑙 𝑙
𝜇 𝑆 + 𝜇 𝑆

Analogía entre la electricidad y el magnetismo en la materia

A modo conceptual, para cerrar este resumen se muestra una gráfica con la analogía entre
las magnitudes eléctricas y magnéticas abordadas en el capítulo 3 y el presente.
Propiedad eléctrica Propiedad magnética
𝒑⃗ = 𝑞𝑑⃗ 𝜇⃗ = 𝐼𝐴𝑛
𝝉⃗ = 𝒑⃗𝒙𝑬⃗ 𝜏⃗ = 𝜇⃗ 𝑥𝐵⃗
𝑈 = −𝒑⃗. 𝑬⃗ 𝑈 = −𝜇⃗ . 𝐵⃗
𝒅𝑝⃗ 𝑑𝜇⃗
𝑃⃗ = 𝑀⃗ =
𝒅𝑽 𝑑𝑉
𝐸⃗ 𝐻⃗
𝝌𝑬 𝜒
𝑷⃗ = 𝝌𝑬 𝜺𝟎 𝑬⃗ 𝑀⃗ = 𝜒 𝐻⃗
𝜿 = (𝟏 + 𝝌𝑬 ) 𝜅 = (1 + 𝜒 )
𝜀 = 𝜺𝟎 (𝟏 + 𝝌𝑬 ) 𝜇 = 𝜇 (1 + 𝜒 )
𝜺 = 𝜿𝜺𝟎 𝜇=𝜅 𝜇
𝑫⃗ = 𝜺𝑬⃗ 𝐵⃗ = 𝜇𝐻⃗
𝑫⃗ 𝐵⃗

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