En lo profundo de las entrañas de la tierra, las minas de Cerro de Pasco
guardan un secreto oscuro que ha perdurado por generaciones. Durante la fiebre del oro, un grupo de mineros desapareció misteriosamente sin dejar rastro alguno. Se dice que fueron consumidos por una presencia maligna que acecha en las profundidades de los túneles, una entidad que se alimenta de la desesperación y el miedo. Los valientes que se aventuran a explorar la mina nunca regresan, sumidos en la oscuridad eterna que devora sus almas. Se rumorea que en las noches sin luna se pueden escuchar los lamentos de los mineros perdidos, atrapados en un limbo entre la vida y la muerte. Los lugareños evitan hablar del tema, temerosos de atraer la atención de la maldición que yace bajo tierra. La mina, una vez fuente de riqueza y prosperidad, se convierte así en una prisión de pesadilla, donde los intrépidos se enfrentan a un destino peor que la muerte.