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CÓMO PABLO PONE AL LIDERAZGO DE CABEZA

Efesios 5:21-33 a menudo es citado como un versículo-prueba para apoyar el


liderazgo masculino en el hogar.

En este texto, se instruye a las esposas a someterse a sus esposos como al


Señor, porque el esposo es la cabeza de la esposa, así como Cristo es la
cabeza de la iglesia. Bastante claro ¿verdad?

Bueno, tal vez no. Al igual que con otros pasajes, debemos tomar en cuenta el
contexto general para discernir qué es lo que está pasando.

La cosa más importante que tenemos que saber es que la relación entre
esposos y esposas no es el tema principal que Pablo está tratando.

Su preocupación teológica general es la vida en el Espíritu, por lo tanto, el


principio general que él afirma es “sed llenos del Espíritu” (5:18b). Luego él
expone varias maneras de aplicar este principio, uno de los cuales se relaciona
a la manera en que las esposas y esposos cristianos debían relacionarse entre
sí.

Por supuesto, no podremos ver que la vida en el Espíritu es el principal interés


de Pablo si solo leemos los versículos 21-33 de Efesios 5 (o peor, si solo
empezamos en el 22). A veces los predicadores son culpables de aislar este
texto de esa manera. Por ejemplo, algunos apelan a este texto como una
especie de manual para los matrimonios cristianos, a veces como parte de una
serie de sermones sobre las relaciones cristianas en el hogar.
Desafortunadamente, esto pasa por alto la idea principal del texto de Pablo y
termina con una interpretación incorrecta del texto.

Algunas veces traducciones incorrectas han contribuido al problema.

Varias versiones de la Biblia en español que usamos regularmente ignoran la


estructura y la gramática de Efesios 5:18-21. A veces se separa este pasaje es
separado en varias oraciones o párrafos diferentes. Sin embargo, el texto
griego original, en el cual se basan todas las traducciones, tiene solo una larga
oración que expresa dos mandatos (imperativos):
 No se emborrachen.
 Sean llenos del Espíritu.

El segundo de estos mandatos es seguido por cinco gerundios (verbos que


terminan en “…endo” y “…ando”) que sirven como aplicaciones del mandato.
Estos son:
 Animándose los unos a los otros
 Cantando
 Alabando;
 Dando gracias
 Sometiéndose los unos a los otros.

El siguiente diagrama representa la estructura gramatical del texto griego:

Sean llenos del Espíritu

Animándose los unos a los otros…


Cantando salmos…
Alabando…
Dando gracias…
Sometiéndose los unos a los otros…

Esposas y esposos (5:22-33)


Hijos y padres (6:1-4)
Esclavos y amos (6:5-9)

Esta estructura deja bien en claro que las palabras de Pablo acerca de la
sumisión en el matrimonio son dadas como una aplicación del tema principal,
que es la vida en el Espíritu.

Hasta aquí vamos bien. Pero, ¿Por qué Pablo les dice a las esposas que se
sometan a sus esposos? ¿Por qué es esto una aplicación apta de su vida en el
Espíritu?

Es importante notar primero que Pablo no les dice simplemente a las esposas
que se sometan.

De hecho, él comienza la subsección 5:21-33 con la frase gerundia


sometiéndose los unos a los otros, lo que él dirige a todos… las esposas a los
esposos en los versículos 22-24… y luego los esposos a las esposas en los
versículos 25-33. Pablo no repite la palabra “someterse” cuando aplica el
versículo 21 a las esposas o esposos; él simplemente dice “esposas, a
vuestros esposos”, y luego se dirige a los esposos al decirles que amen a sus
esposas.

Así que Pablo está alentando la sumisión mutua en el hogar, las esposas a los
esposos y los esposos a las esposas. ¿Por qué entonces él cambia de
“someterse” en los versículos 21-24 a “amar” en los versículos 25-33?
Llegaremos a eso pronto.

Consideremos la instrucción de Pablo a las esposas

Aunque Pablo está hablando acerca de la sumisión mutua en Efesios 5, en los


versículos 22-24 él enfatiza la necesidad de que las esposas se sometan a sus
esposos. No estamos seguros exactamente de porqué, ya que Pablo no nos lo
dice. Pero dada la naturaleza contextual de las epístolas de Pablo, es probable
que estuviera escribiendo para tratar problemas específicos que la iglesia
estaba enfrentando.

Sabemos que la iglesia en Éfeso estaba teniendo problemas con falsos


maestros, y muchos de estos eran mujeres que estaban abusando de su nueva
libertad en Cristo. Pablo estaba preocupado de que estas mujeres estuvieran
amenazando el orden social, lo que crearía obstáculos innecesarios para la
difusión del evangelio entre los paganos.

Vemos esta clase de preocupación en otros lugares. Por ejemplo, en 1 Pedro 3


y en Tito 2:5, donde Pablo escribe que las mujeres deben ser “bondadosas y
sumisas a sus esposos, para que no se hable mal de la palabra de Dios.” Pablo
no es un igualitario en el sentido moderno. Él da por sentado los códigos
legales domésticos tradicionales del antiguo mundo greco-romano y no busca
derribarlo, al menos no directamente. En vez de eso, su enfoque es aceptar los
valores domésticos tradicionales del mundo antiguo en la superficie, mientras
los transforma desde adentro. Él lo logra con sus impactantes instrucciones a
los esposos.

Consideremos las instrucciones de Pablo a los esposos.

Pablo les dice a los esposos que amen a sus esposas. Él se mueve del
lenguaje de la sumisión de los versículos 22-24 al lenguaje del amor en los
versículos 25-33. Al hacer esto, él no suaviza sus instrucciones a los hombres,
sino que las intensifica. De acuerdo al contexto general del pasaje, había algo
que estaba mal con los hombres en Éfeso. Ellos necesitaban que se les
instruyera a amar a sus esposas (vv. 25-33), a disciplinar a sus hijos con
gentileza y educación recta (6:4), y a tratar a sus esclavos con dignidad (6:9).

Pablo busca quebrar este patrón al apelar a Jesús como el modelo de amor
abnegado. Así como Cristo amó a la iglesia y dio su propia vida para salvarla,
de la misma manera los esposos son llamados a amar y servir a sus esposas.

Estas son instrucciones impactantes en el contexto del antiguo mundo greco-


romano.

Las fuentes antiguas no hablan frecuentemente de los esposos amando a sus


esposas. Los esposos tenían relativamente pocas obligaciones en el hogar
más allá de proveer comida y refugio. Y las mujeres generalmente era
consideradas como inferiores. Se espera que ellas tomaran la religión de sus
maridos. A menudo eran vistas como menos inteligentes y menos morales,
como una fuente de pecado y continua tentación para los varones. Pablo está
hablando en este contexto y busca subvertirlo.

¿Así que Pablo enseña liderazgo masculino en este pasaje? ¡Si!… bueno,
¡más o menos!

Él sí dice que los esposos son la “cabeza” de sus esposas, así como Cristo es
la cabeza de la iglesia. Por otro lado, él busca la manera de revertir las
nociones comunes del liderazgo masculino. Pablo está dando por sentado y al
mismo tiempo revirtiendo el liderazgo masculino. En esencia, él está diciendo:
¡Si, esposos, ustedes son la cabeza!… Ahora, así es cómo debe ser la cabeza
cuando reconocen a Cristo como Señor y buscan vivir la vida en el Espíritu.

Esta clase de liderazgo que Pablo apoya en Efesios 5 realmente es extraño.


Como “cabeza”, los esposos deben amar, servir e incluso someterse a sus
esposas (v. 21). ¡Curiosamente, es difícil distinguir en este pasaje la diferencia
entre ser una “cabeza” y ser un siervo!

Es importante indicar que Pablo no dice acerca del liderazgo del esposo.

 Él no dice que el esposo debe ser el único o el principal tomador de


decisiones.
 Él no dice que el esposo está a cargo de las finanzas de la familia.
 Él no dice que el lugar de la esposa debe estar en el hogar mientras el
esposo debe ser el único sostén de la familia.
 Él no está usando la palabra “cabeza” en el sentido con el que a menudo lo
usamos en español – como la cabeza de una institución, jefe, líder,
gobernante, etc.-
 Él revierte y transforma el lenguaje del liderazgo al redefinirlo en referencia a
Jesús.
 Jesús les dijo a los discípulos que los más importantes en su reino son
quienes viven para servir a otros.
 Él dijo que él mismo no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida como
rescate por muchos. Como una muestra de su gloria (Juan 13)
 Jesús se inclinó para lavar los pies de sus propios discípulos.
 Y en un acto supremo de amor y sacrificio, Jesús se convirtió en un esclavo
por nosotros, muriendo una muerte criminal sobre la cruz para salvarnos (Fil.
2:5-11).

La sumisión mutua es una de las prácticas que deben definir a los cristianos en
su vida común juntos en el Espíritu.

Los maridos y esposas son llamados a vivir esto en el hogar, como Jesús
mismo como su ejemplo. Las esposas deben someterse a sus esposos como
una expresión de su sumisión a Cristo. La sumisión a los esposos no es
absoluta ni virtuosa en sí misma: Jesús el Señor es la base, la motivación y
calificación de esa sumisión. Los esposos deben someterse a sus esposas al
amarlas abnegadamente y servirlas, así como Cristo amó y sirvió a la iglesia,
dando su propia vida por ella.

Si, Pablo apoyó el liderazgo de la cabeza en Efesios 5:21-33. ¡Pero también


puso al liderazgo de cabeza! Los igualitarios buscan tomar su iniciativa y
extender sus principios dentro de nuestro propio contexto contemporáneo, uno
que ya no está regulado por los códigos doméstico del antiguo mundo greco-
romano.

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