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24 de marzo

Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

Fragmento del video de la universidad nacional de Quilmes (“comunica a la


población que a partir de la fecha el país se encuentra bajo el control operacional
de la Junta Militar Se recomienda a todos los habitantes el estricto
acatamiento a las disposiciones y directivas que emanen de autoridad
militar, de seguridad o policial, así como extremar el cuidado en evitar
acciones y actitudes individuales o de grupo que puedan exigir la
intervención drástica del personal en operaciones. Firmado Jorge Rafael Videla
teniente general comandante general del ejercito”)

“La memoria nos ayuda a iluminar el presente y a generar el fututo en la vida de


los pueblos y en nuestras propias vidas. La historia de la vida de los pueblos, que
se fue construyendo en el tiempo, entre luces y sombras entre el dolor y la
resistencia…” Estas palabras pertenecen a Adolfo Pérez Esquivel.

El 24 de marzo de 1976 es una fecha significativa para todos los argentinos ya


que nos remite a uno de los hechos más tristes de la historia de nuestra patria.
En esta fecha los tres comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas: Videla,
Massera y Agosti, se hicieron cargo del gobierno, iniciando el último gobierno
de facto de nuestro país.

Argentina atravesaba todo tipo de crisis y los militares para solucionar la


situación iniciaron el llamado “Proceso de Reorganización Nacional”.

Esta etapa le da comienzo a un nuevo esquema de poder caracterizado por la


disciplina social y represión, conocida como Terrorismo de Estado. Es un día
para conmemorar y rememorar la vulnerabilidad que tienen los Derechos
Humanos, derechos defendidos por las “madres en busca de sus desaparecidos”.

El “Proceso” que inicia el 24 de marzo de 1976 y culmina en 1983 con la vuelta


de la democracia, está teñido por un sinfín de acontecimientos y hechos, como
la noche de los lápices, un mundial de fútbol, una guerra por las Malvinas
argentinas y un país dividido…los argentinos conmemoramos todos los 24 de
marzo el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, porque dijimos
“NUNCA MAS” …
La historia de un pueblo vive en la memoria del pueblo y, para que esto sea
posible, se debe incluir a las nuevas generaciones en este “recuerdo colectivo”.

El 24 de marzo de 1976 señala un punto de inflexión en la sociedad argentina,


en la medida en que el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional
interrumpió la trama social, cultural y política que se venía constituyendo desde
mediados del siglo XX. No quiero decir con esto que la Argentina previa a 1976
era una sociedad ideal, que había resuelto todos sus problemas. Seguían
existiendo injusticias flagrantes, intolerancias varias, cerrazones del sistema
político para incluir a las mayorías, violencias sociales y políticas. Pero no caben
dudas que el terrorismo de Estado hirió y debilitó gravemente a la sociedad
argentina. Terrorismo de Estado que se desplegó sistemáticamente durante
seis años, y que fue una usina de miedo que paralizó en buena medida a la
población, dejando una huella de muerte, silencio, exilio e intolerancia.

Los Golpes de Estado no eran nuevos para los habitantes de nuestro país; desde
aquel 1930, cuando el General Uriburu destituyó del poder a H. Irigoyen, se
convirtieron en una triste costumbre argentina. La inestabilidad política fue
moneda corriente durante 50 años. Esto queda confirmado tomando nota de
los diferentes levantamientos militares de 1943, 1955 y 1966.
Pero este nuevo ataque a la democracia fue diferente, muy diferente a los
anteriores. Durante los siete años de dictadura militar se violaron
absolutamente todos los derechos de los argentinos. Ni uno sólo quedó vigente.
Derechos que hoy en día damos por sentados, aquellos derechos inherentes a
cualquier ser humano. El derecho a la vida, a expresar libremente nuestras
ideas, a poder elegir nuestros gobernantes, el derecho a no ser arbitrariamente
detenido, el derecho a no recibir torturas o tratos crueles, entre muchos.

Con la recuperación de la democracia en 1983, a paso lento y para la gran


mayoría de los ciudadanos, comenzó a restablecerse la vigencia de esas
garantías. La Memoria debe plantearse como un trabajo de todos, una
construcción plural. Decía un afamado filósofo alemán, “cada generación tiene
su propia cita con el pasado”.

En este aniversario debemos habilitar como comunidad un reencuentro con el


pasado, provistos de argumentos y herramientas para hacerlo propio;
fortaleciendo el compromiso de que todas las vidas merecen la pena, que
nuestra opinión cuenta y mucho, que hay un valor en vivir bajo el imperio de la
ley, y que es necesario seguir peleando por la justicia, como a cada generación
le corresponda.”

Nuestra patria necesita reconstruir la memoria para exigir justicia a los


genocidas, para decir no a las políticas que reproducen las injusticias.

Fragmento de video de la universidad nacional de Quilmes(“el 24 de marzo de


1976 un golpe militar comandado por Jorge Rafael Videla del ejército Emilio
Eduardo Masera de la marina y Orlando Agosti de la fuerza aérea derroco a la
entonces presidenta constitucional de la Argentina María Estela Martínez de
Perón comenzaba de esa manera una dictadura cívico militar que pasaría a la
historia bajo el eufemismo de proceso de reorganización nacional. Poco después
de comenzado el día a la una de la mañana el general José Rogelio Villareal le dijo
a Isabel Martínez de Perón señora las fuerzas armadas han decidido tomar el
control político del país y usted queda arrestada. (…) cuba estaba cerca y miles
de jóvenes creían que una revolución armada podía ser el comienzo de un
mundo más justo había inflación , crisis sindical violencia y una sensación de
ingobernabilidad absolutamente irreal, pero lo que se incoaba esa fatídica
madrugada sería peor , asumía el control del país una junta de comandantes en
jefe integrada por el teniente general Jorge Rafael Videla el almirante Emilio
Eduardo Masera y el brigadier Orlando Agosti control del país significo entre
otras cosas disolución de los partidos políticos y del congreso anulación de la
libertad de prensa y expresión remplazo de la corte suprema justicia supresión
de toda actividad política y sindical entrega económica y fundamentalmente
muerte. Entre 1976 y 1983 nuestro país sufrió la desaparición forzosa de más de
30.000 personas la hipótesis de la guerra anti subversiva maneja por los
militares en el poder se caía bajo su propio peso el informe de la comisión
nacional que investigaría los crímenes perpetrados por esta dictadura cívico
militar al regreso de la democracia la conadep llego a la conclusión de que solo
alrededor de 2.500 de los 30.000 desaparecidos eran en efecto miembros de
alguna guerrilla y el resto eran trabajadores, docentes, alumnos universitarios, o
del secundario lo cierto es que esa guerra no fue real la teoría de los dos
demonios justifico de algún modo los crímenes de lesa humanidad que se
cometieron durante aquellos años de plomo el Estado a cargo de los militares y
de un grupo de civiles podría haber accionado de otro modo en función de las
leyes haciendo cumplir penas efectivas a quienes se encontraban en la ilegalidad
prefirieron ellos mismos la ilegalidad sembrando el terror con métodos
inhumanos tales como torturas, desapariciones y apropiaciones ilegales de
recién nacidos. Muchos libros fueron quemados muchas películas fueron
censuradas muchos artistas y periodistas fueron perseguidos torturados y
desaparecidos algunos lograron exiliarse viviendo lejos de un país que los había
abrigado desde la cuna fueron 7 años de terror sin historia descubierta por
muchos argentinos luego de poder ejercer nuevamente su ciudadanía a 35
años…”) y del ministerio de desarrollo social de la nación

Hoy hace 48 años del golpe de estado de 1976.

Nosotros, cómo parte de una institución educativa estamos comprometidos a


construir memoria, a seguir trabajando para que nuestro país garantice una
vida mejor para todos, y a lograr que ustedes aprendan a sumarse a todos los
que buscamos un país mejor, con verdad, con justicia, con dignidad y con
igualdad.

En Argentina, desde el año 2002, se conmemora el día Nacional de la Memoria


por la Verdad y la Justicia en recuerdo a las víctimas políticas producidas por el
autoproclamado Proceso de Reorganización Nacional. Este episodio marca en
nuestra historia reciente una abierta violación a los derechos humanos.

Podríamos decir que un golpe, es una cachetada a las instituciones públicas que
conocemos y, que como de esto se deduce, a la gente que está dentro de dichas
instituciones.

Un golpe militar es la toma del poder por la fuerza, no en forma democrática –


por medio del voto popular- como en la actualidad. Aunque es válido y
conveniente aclarar que, para que este golpe se dé sin mayores sobresaltos,
siempre hay gente que lo apoya o que está un poco distraída.

¿Para qué un Golpe de Estado? Para imponer un nuevo modelo de sociedad. ¿Qué
tipo de sociedad? Una en la que la gente no se formule preguntas, no reflexione,
que acepte las reglas del juego de manera sumisa, que tome como “naturales”
las desigualdades sociales y la injusticia.

La junta de comandantes integrada por Videla, Masera y Agosti tomaron la


terrible decisión de violar, en nuestro país, los derechos humanos que hacía 61
años se habían hecho explícitos en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.

¿Cómo llevaron a cabo ese plan siniestro, al que irónicamente llamaron “Proceso
de Reorganización Nacional” dejaron como saldo decenas de miles de
desaparecidos?

Mediante el secuestro, tortura y la desaparición de personas, la censura de los


medios de comunicación, el cierre del congreso de la Nación, la prohibición y
quema de cientos de libros.

¿Por qué quemaron libros? Porque a partir de la lectura se pueden imaginar


nuevos mundos posibles. El plan cultural de la dictadura asumió como consigna
“prohibido pensar”. Así, la educación pública fue herida de muerte. La matrícula
decreció en todos los niveles. Muchas escuelas fueron cerradas y se
persiguieron implacablemente todas aquellas manifestaciones culturales
consideradas “perturbadoras”. Se prohibió por decreto la circulación y lectura
de algunos libros infantiles con el pretexto de “preservar la moral de la niñez”.
Además, hubo espionaje dentro de las escuelas para dar cuenta de profesores,
maestros, alumnos y alumnas sospechosos de ser opositores al régimen.

Recordar significa volver a pasar por el corazón las cosas buenas y malas que
hemos vivido, aunque sea por medio de las voces de otros.

Voy a cerrar con una frase que no me pertenece, sino a Graciela Montes:

“Algunas personas piensan que de las cosas malas y tristes es mejor olvidarse.
Otras personas creemos que recordar es bueno; que hay cosas malas y tristes
que no van a volver a suceder precisamente por eso; porque nos acordamos de
ellas, porque no las echamos fuera de nuestra memoria”.

Nuestra patria necesita reconstruir la memoria para exigir justicia a los


genocidas, para decir no a las políticas que reproducen las injusticias.

Hoy conmemoramos el día nacional de la memoria por la verdad y la justicia. No


se trata de una efeméride más, sino de un ejercicio de memoria colectiva sobre
la Historia reciente de nuestro país: 48 años de profundas transformaciones
ocurridas tras una dictadura militar que caló hondo en la sociedad argentina,
transformando una sociedad activa, comprometida por el bien común, en una
sociedad desesperanzada, pasiva, y temerosa al cambio. No es con el borrón y
cuenta nueva que se superan estas cosas, sino con una práctica activa de la
memoria colectiva, de lo que ocurrió en nuestro pasado, para mejorar nuestro
presente, para que esa historia trágica no se repita.

Se ha establecido, hacen muy pocos años, el 24 de marzo como el Día de la


memoria para conmemorar la pérdida en nuestro país del respeto de los
derechos humanos, producto del golpe de Estado realizado el 24 de marzo de
1976; fecha en que, por la fuerza, fue doblegada la Democracia.

Es difícil, a tan poco tiempo mirar fríamente lo sucedido entonces. Es casi como
querer ver claramente el camino recién recorrido, cuando aún el polvo
levantado sigue en suspensión. Según quien mire, a través de esa polvareda,
será el paisaje descripto.

En nuestro país todavía hay polvo en el aire, hay dolor por los seres queridos
que no están, hay posturas enfrentadas. No hay claridad.
Lo cierto es que el tiempo nos ha enseñado, que ante todo la Democracia, con
sus errores y aciertos, sigue siendo la forma de gobierno a cuidar, que siempre
es perfectible y que da un espacio para ejercer el derecho al disenso. No es poca
cosa saber que se puede opinar en contra, diferente y no por ello estar marcado.

También nos ha enseñado que ese disenso no es bueno solucionarlo con


violencia solo se logra generar más violencia; y es ahí, cuando ya no importa
quién tiene la razón, TODOS QUEDAMOS EN MEDIO DE ELLA, TODOS, sin
importar nuestras ideas somos víctimas de la violencia.

Nadie pregunta de qué lado estás, solo disparan, o estalla. A nadie entonces le
preocupó la vida de aquellos que no estaban inmersos en esa disputa de ideas. Y
fue así como vimos diluirse nuestros derechos humanos, el respeto por nuestra
vida y la de nuestros compatriotas. No importaba quienes quedaban en el
medio.

La MEMORIA se transmite a través de la palabra y los actos, de padres a hijos,


de abuelos a nietos para fortalecer nuestros pensamientos, nuestras vivencias,
nuestras vidas.

Mientras haya MEMORIA habrá pueblos vivos, fuertes, orgullosos de su pasado,


su presente y su futuro.

En el año 2002, la Ley 25.633 instituyó el 24 de marzo como DÍA NACIONAL DE


LA MEMORIA POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA. Ese día se recuerda el último
golpe de Estado contra la democracia en la Argentina ocurrido en 1976. Ese día
cambió la historia y la vida de muchos argentinos.

Este hecho histórico es el que nos convoca a reunirnos hoy, para recordar
nuestra historia y así podamos crecer, para que ejercitemos nuestra memoria,
para conocer la verdad y para seguir defendiendo como forma de gobierno a la
democracia.

La historia de un pueblo vive en la memoria del pueblo y, para que esto sea
posible, se debe incluir a las nuevas generaciones en este “recuerdo colectivo”.

Porque la verdad debe ser el fin último deseable de todo país que merezca ser
vivido. Porque la memoria es la facultad por medio de la cual se retiene y se
recuerda el pasado. Y porque la justicia es una de las cuatro virtudes cardinales,
que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece, recordamos hoy
que un 24 de marzo de 1976 se instaló en el país una dictadura militar que hirió
de muerte a las instituciones republicanas y sesgó la vida de decenas de miles
de argentinos, pero que fue echada, para nunca más volver.

No tengamos miedo de llamar a las cosas por su nombre. Se trató de un


verdadero genocidio. La comisión que investigó documentó nueve mil casos,
pero indicó que podía haber muchos otros no denunciados. Eran en su mayoría
jóvenes, entre quince y treinta y cinco años. Algunos pertenecían a las
organizaciones armadas, otros eran militantes de organizaciones políticas y
sociales, dirigentes gremiales de base, sacerdotes, intelectuales, abogados
relacionados con la defensa de presos políticos, activistas de organizaciones de
derechos humanos, y muchos otros, sólo parientes de alguien, o nombres
aparecidos en una agenda o en la mención en una sesión de tortura.

¿Resulta necesario recordarlos una y otra vez? Por supuesto que sí. Necesitamos
oírnos y contar las historias vividas, necesitamos hablar del pasado para
cambiar nuestro futuro. Es necesario entonces que los jóvenes conecten la
violencia del ayer con la violencia del hoy para lograr un compromiso personal
con la lucha por la vigencia plena de los derechos humanos.

Y esto significa que en el momento de recordar no nos quedemos sólo a


contemplar el pasado como una película triste, satisfechos de conmovernos
porque eso muestra que somos seres compasivos y sensibles. Tratar estos
hechos como observadores casuales no nos va a preservar de la reiteración de
modelos autoritarios, porque fundamentalistas habrá siempre y estos volverán
si no encuentran oposición en las generaciones que no recuerden lo que ese
pasado significó y las consecuencias que produjo.

Nuestra tarea es construir la memoria colectiva a partir de un consenso


compartido por quienes se identifican con la Argentina como comunidad
política democrática. Y seguramente, desde estos valores democráticos, que no
son los valores del pasado, construiremos una Argentina mejor.
Escucharon un triste recuerdo, pero sabiendo que todos juntos lucharemos sin
descanso diciéndole: Sí a la vida, Sí a la justicia, Sí a la paz y Sí a la democracia.

Canción la memoria de león gieco:


Letra:
“Los viejos amores que no están,
La ilusión de los que perdieron,
Todas las promesas que se van,
Y los que en cualquier guerra se cayeron.

Todo está guardado en la memoria,


Sueño de la vida y de la historia

El engaño y la complicidad de los genocidas que están sueltos,


El indulto y el punto final
A las bestias de aquel infierno.

Todo esta guardado en la memoria,


Sueño de la vida y de la historia

La memoria
Despierta para herir
A los pueblos dormidos
Que no la dejan vivir
Libre como el viento

Los desaparecidos que se buscan


Con el color de sus nacimientos,
El hambre y la abundancia
Que se juntan,
El maltrato con su mal recuerdo

Todo esta clavado en la memoria,


Espina de la vida y de la historia
Dos mil comerían por un año
Con lo que cuesta un minuto militar
Cuantos dejarían de ser esclavos
Por el precio de una bomba al mar

Todo esta clavado en la memoria,


Espina de la vida y de la historia

La memoria
Pincha hasta sangrar,
A los pueblos
Que la amarran
Y no la dejan andar
Libre como el viento

Todos los muertos de la A.M.I.A


Y los de la Embajada de Israel,
El poder secreto de las armas,
La justicia que mira y no ve

Todo esta escondido en la memoria,


Refugio de la vida y de la historia

Fue cuando se callaron las iglesias,


Fue cuando el futbol se lo comió todo,
Que los padres palotinos y Angelelli
Dejaron su sangre en el lodo

Todo esta escondido en la memoria,


Refugio de la vida y de la historia

La memoria
Estalla hasta vencer
A los pueblos
Que la aplastan
Y que no la dejan ser
Libre como el viento

La bala Chico Méndez en Brasil,


150.000 guatemaltecos,
Los mineros que enfrentan al fusil,
Represión estudiantil en México

Todo esta cargado en la memoria,


Arma de la vida y de la historia

América con almas destruidas,


Los chicos que mata el escuadrón,
Suplicio de Múgica por las villas,
Dignidad de Rodolfo Walsh

Todo esta cargado en la memoria,


Arma de la vida y de la historia

La memoria
Apunta hasta matar
A los pueblos que la callan
Y no la dejan volar
Libre como el viento
Libre como el viento”

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