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Exclusión de un criterio absoluto y negación del ser, del conocer y del comunicar – Gorgias de
Leontium pertenece al número de los negadores de un criterio absoluto, pero no por iguales
razones a los secuaces de Protágoras. En efecto, en su libro Del no ser, o bien de la naturaleza,
establece tres principios, concatenados entre ellos: 1. Que no existe nada; 2. Que, aunque algo
exista, es inaferrable al hombre; 3. Que, aunque sea concebible, es inexplicable e incomunicable
al prójimo.
NADA EXISTE – Demuestra de la siguiente manera que nada existe: si algo existe, será el ser
o el no ser, o el ser y el no ser juntos. . . Y, en verdad, no existe el no-ser. Pues si existe, será y
no será al mismo tiempo, pues en cuanto es pensado no-ser, no será, pero, en cambio, en cuanto
es no-ser, será. Pero es absolutamente absurdo que una cosa sea y no sea al mismo tiempo;
luego, el no-ser no es. Y, de otra manera, si es el no-ser, el ser no será, pues son cosas contrarias
entre sí… Y ni tampoco es el ser. Pues si es, o es eterno, o engendrado, o engendrado y eterno
al mismo tiempo: pero, si es eterno… no tiene ningún principio… No teniendo principio, es
infinito. Y si es ilimitado no está en ningún lugar. Pues si estuviese en algún lugar, aquello en
lo cual está, es cosa diversa a él, y así, no será más infinito que el ser contenido en algo…; por
eso el infinito no está en ningún lugar. Y tampoco está contenido en sí mismo. Porque sería la
misma cosa el lugar y el contenido, y el ser se convertiría en dos, lugar y cuerpo… lo que es
absurdo… Pues si el ser es eterno, es infinito; si infinito, no está en ningún lugar, si en ningún
lugar, es que no existe… Pero tampoco puede ser engendrado el ser. Pues, si hubiese nacido,
habría nacido o del ser o del no-ser. Pero no ha nacido del ser; pues si es ser es no nacido, sino
que ya es; ni del no-ser, pues el no-ser no puede engendrar, debiendo el generador,
necesariamente, participar de la existencia… Análogamente, no puede ser lo uno y lo otro,
eterno y engendrado al mismo tiempo, pues estos términos se excluyen recíprocamente… Y,
además, si es, o es uno o múltiples; pero, si es uno, es o cantidad, o continuidad, o magnitud o
cuerpo. Pero cualquiera de éstos que sea, no es uno, sino que la cantidad será divisible, lo
continuo separable, y, de la misma manera, la magnitud no será pensada indivisible; y el cuerpo
triple, pues tendrá longitud, anchura y altura… Y tampoco es múltiple, porque si no existe el
uno, tampoco son los múltiples, pues lo múltiples son reunión de unidades… Por lo tanto, con
estas pruebas, está demostrado que no existe ni el ser ni el no-ser.
FUENTE: MONDOLFO, R., El pensamiento Antiguo, Ed. Losada, Buenos Aires, 1969, pp. 136-138