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Introducción
¿Realmente deseas una relación?
¿La consciencia incluye al sexualness?
Humano o humanoide ¿cuál eres tú?
Los humanoides se juzgan a sí mismos
Esto es todo lo que hay
Humanos, humanoides, sexo y relaciones
Bueno, si tan solo consiguieras una televisión …
Encarnación gozosa ¿qué es eso?
¿Qué define al sexo?
La sensualidad
El sexo
La copulación
El sexualness
La sexualidad
¿El sexo tiene significado?
¿Cómo es el sexo como una expresión gozosa de la vida?
¿Qué crea tu energía sexual?
¿La simultaneidad de regalar y recibir o dar y tomar?
Comunión o relaciones
¿Estás realmente dispuesto a recibir?
Cuerpo ¿Dónde deseas que te toquen?
Cuerpo. ¿Con quién debería acostarme?
¿Cómo toca él o ella las cosas?
¿Te gustaría crear una gran intimidad?
Honor
Confianza
Permisión
Vulnerabilidad
Gratitud
Permisión, confianza, honor, vulnerabilidad y gratitud contigo mismo
Para los hombres: ¿Quieres seducir a una mujer?
¿Dónde está la energía? Encuéntrala antes de hacer el amor
El órgano más grande de tu cuerpo es tu piel
Para las mujeres: Tienes el control total
¿Te gustaría darle un orgasmo de cuerpo entero?
La mayoría de los hombres no son capaces de recibir
INTRODUCCIÓN
¿Cuáles son las preguntas que necesitas hacer para crear la relación
que quieres?
¿Qué haría falta para que una relación funcione para ti y no para
nadie más?
¿Qué haría falta para que te sientas expansivo en tu relación?
¿Qué haría falta para que percibas las posibilidades? No las
limitaciones.
¿Qué implicaría que dejes de juzgar a tu pareja y a ti y reconozcas
que tienes una elección diferente?
¿REALMENTE DESEAS UNA
RELACIÓN?
1
Sexualness es la energía sanadora, afectuosa, nutritiva, gozosa, generativa, expansiva, creativa y
orgásmica. Es aquello que hace falta en la vida y el cuerpo de la mayoría de las personas. N del T.
HUMANO O HUMANOIDE ¿CUÁL
ERES TÚ?
Una de las cosas más inesperadas que descubrimos con Access es que
aparentemente hay dos especies de seres en el planeta Tierra: los humanos y
los humanoides.
Los humanos viven juzgando a todos los demás y piensan que la vida es
como es, que nada esta bien y ni si quiera se molestan en pensar en otra
posibilidad.
Los humanoides, por otro lado, buscan formas de mejorar las cosas. Si
inventas cosas, si te gusta investigar y si siempre estás buscando una forma
mejor y más grande de crear algo, entonces eres un humanoide y no un
humano. Los humanoides son quienes crean los cambios. Son los inventores,
los músicos y los poetas. Ellos crean todas las cosas que surgen de la falta de
satisfacción con la situación actual.
La sensualidad
La sensualidad tiene que ver con lo que le gusta al cuerpo. Es la sensación
de ser acariciado. Es la sensación del sol en tu piel, o la de acostarte en una
cama acogedora. Es el olor de tu planta favorita o la sensación de ser sujetado
gentilmente por alguien a quien le importas.
El sexo
El sexo es cuando te sientes bien y te ves bien. Caminas erguido,
pavoneando tus cosas y todo el mundo lo sabe.
La copulación
La copulación es cuando se juntan los cuerpos.
El sexualness
El sexualness es la energía creativa de la vida en el planeta Tierra. Existe en
todo. Sexualness es recibir en este planeta. Es la forma en la que tenemos
comunión con todo. Recibimos de todo, en todas partes sin juzgar. Esa es la
idea.
La sexualidad
Con la sexualidad, por otro lado, siempre hay un juicio porque la sexualidad
te remite a una norma, que luego se convierte después en una fuente de
separación y división. Con la sexualidad se obtienen juicios y métodos para
destruirte a ti, a tu vida y a tu realidad.
Por ejemplo, quiero poder apreciar el sexualness de mis amigos “hombres”
así como también el de las mujeres, el de un gato, el de un árbol. Pero con la
sexualidad en vez de abrazar el sexualness en todos, pensamos “esto no es
apropiado para mí, el ver la energía sexual de mi hija, porque eso significa
que estoy teniendo malos pensamientos”, ¡no! es mejor que puedas ver lo que
tu hija puede hacer o lo hará cuando tú no quieras que lo haga. Más te vale
poder reconocer lo que está pasando. Tienes que ver el regalo que es cada una
de las personas y no hacer juicios de la sexualidad.
Una vez trabajé con un hombre que tenia una tienda de ropa en la sección
gay de la ciudad. Él tenía problemas con su negocio y me pidió que lo
ayudara a ver cuál era la causa. Lo examinamos todo y todo se veía bastante
bien; después le pregunté acerca de sus clientes. “Bueno, la mayoría son
simpáticos, pero odio cuando esa gente entra aquí”.
Le pregunté: “¿Quién es “esa gente”?”
Él dijo: “Ya sabes los chicos amanerados”.
Le pregunté: “Por qué odias que entren?”
Él dijo: “Porque son muy simpáticos conmigo”.
Yo le dije: “Bien, entonces, cuando estás en público ¿coqueteas con
mujeres?”
Él dijo: “No cuando mi esposa está cerca”.
Le dije: “Bien, pero sí coqueteas ¿cierto? ¿Eso significa que planeas
acostarte con esas personas?”.
Él dijo: “Bueno, no. Nunca engañaría a mi esposa”.
Le dije: “Esos chicos están coqueteando contigo pero no recibes la energía.
Si no puedes recibir la energía entonces no puedes recibir su dinero. Los estás
alejando de tu tienda. Tienes que estar dispuesto a recibir su energía y
regresarla. Tienes que aprender a coquetear con ellos. ¡No significa que
tengas que ir a la cama con ellos! Eso no es de lo que estoy hablando”.
Las personas identifican mal el sexualness y piensan que significa
copulación. Bueno, yo no copulo con los gatos pero si recibo el sexualness de
ellos. Es importante reconocer eso, porque puedes tener la energía de
sexualness de alguien, y eso no significa que irás a la cama con ellos.
Cuando estás en unicidad con todas las cosas entonces eres sexualness total
y no hay juicio. Estás dispuesto a recibir de todo en el planeta. Pero tan
pronto como dices “yo soy esto” creas una limitación.
Cuando haces sexualidad y dices “soy un hombre heterosexual”, no puedes
recibir la energía de los hombres homosexuales y cortas tu habilidad de
recibir de todo. ¡Eso es todo! No recibirás energía de las plantas, no recibirás
energía de los animales y especialmente no recibirás la energía de las
personas de tu mismo sexo.
Piénsalo por un momento. Si eres un hombre y no estás dispuesto a tener el
sexualness de otro hombre entonces, ¿cómo puedes tener todo lo que eres?
Cuando rechazamos recibir la energía de sexualness de las personas del
mismo sexo entonces, también, estamos rechazando nuestro propio
sexualness.
Si dices: “soy un hombre heterosexual”, entonces juzgas a las mujeres que
son gay, porque esto quizás afecte a tu novia, entonces tratas de dividir al
mundo y poner a las lesbianas lejos de tu vida para que así no coqueteen con
tu novia. Cortas lo que le permites recibir a tu novia y lo que te permitirías
recibir a ti mismo y te comienzas a dividir en formas de separación llamadas
sexualidad.
Si vives desde el lugar del sexualness y el no juicio entonces tienes la
libertad de recibir al mundo entero. Puedes tener todo lo que siempre has
querido. Eso es hacia donde apuntamos, a que reclames y poseas la totalidad
de tu sexualness y que lo vivas, en vez de pensar en eso como si estuviera
afuera de ti, como algo que hiciste en el pasado, algo que tienes que controlar
o algo que te gustaría hacer en el futuro. Lo tienes ahora mismo. Está todo
aquí.
¿EL SEXO TIENE SIGNIFICADO?
¿Qué crea tu energía sexual? ¿Es la atracción de alguien más hacia ti, tus
hormonas o lo que decides crear en tu propia cabeza?
¿Eres tú quien se enciende o es tu cuerpo? ¿Qué haces para encender o
apagar a tu cuerpo? ¿Tienes todas las perillas bajadas al menor denominador
posible? ¿Alguna vez has mantenido tu energía sexual apagada para así no
descontrolarte? Alguna vez has pensado: “No me importa cuánta diversión
tuve en el pasado. Recordaré lo genial que fue pero nunca permitiré que sea
así de intenso de nuevo”.
Si estás en la infinitud de tu ser, entonces eres sexualness total todo el
tiempo. El punto de vista humano es que tienes que apagar y prender tu
sexualness. “Oh, esa chica me enciende”. “Ese chico me enciende”.
¡Disculpa! ¿Por qué no estás encendido todo el tiempo? Cuando te pedí que
jalaras la energía del orgasmo a través de tu cuerpo hasta la parte superior de
tu cabeza, tu cuerpo se sintió genial ¿cierto? ¿por qué no haces eso siempre?
la razón por la que probablemente no permites que eso pase es porque tienes
que estar dispuesto a ser visto por quien realmente eres.
¿Has notado a la gente que se viste sexy, salvo que no hay ni un gramo de
sexualness en ellos? Están creando una imagen de lo que piensa que es
sexual, pero no están creando sexualness. ¿Y alguna vez has visto a alguien
caminando por la calle con ropa desteñida y piensas: “Oh, esa chica es sexy”.
“Ese chico es sexy”. ¿Por qué? Porque están encarnando su sexualness. No se
lo están poniendo. No es una imagen que estás creando. Es la realidad de
quien ellos son. Sexualness no tiene nada que ver con tu aspecto. Es quien
eres.
Tengo una amiga que piensa y se siente sexualness todo el tiempo y copula
constantemente. Tiene senos pequeños, un trasero bastante grande, un
abdomen pronunciado y el pelo malo. No es una chica hermosa pero cuando
ella camina por la calle, la gente le cae encima. No hay nada en las partes de
su cuerpo que sea hermoso, pero su ser, su sexualness y su presencia son
atractivos para todos, y la gente siempre coquetea con ella. Sexualness no es
acerca de las partes del cuerpo, se trata de lo que eres adentro.
Cuando encarnas la totalidad de tu sexualness encarnas la capacidad de
recibir de cualquiera; no importa quien te mira o piense que eres genial. Pero
lo que sucede a menudo es que suprimimos nuestro sexualness porque
pensamos que está mal ser así. La supresión es la manera en la que nos
dominamos, manipulamos y controlamos a nosotros mismos. Cuando no
encarnas la grandeza de ti y no estás dispuesto a recibirla, cuando no jalas
energía hacia ti, cuando no estás siendo la cualidad orgásmica de la vida
entonces la gente se aleja. Te comprimes y contraes y niegas la totalidad de
quien eres. De lo contrario la gente se siente atraída hacia ti. Viene a ti todo el
tiempo.
No es acerca de suprimir ninguna parte de ti. La idea es que puedas
experimentar todo con facilidad, gozo y gloria. Si quieres recibir
abundantemente en tu vida, entonces tienes que estar dispuesto a recibir
cualquier cosa… ya sea dinero o sexualness.
¿LA SIMULTANEIDAD DE
REGALAR Y RECIBIR O DAR Y
TOMAR?
A veces la gente me dice: “estoy listo para la comunión con alguien”. Tan
pronto como los escucho decir: “…con alguien” ya sé que están hablando de
relación incluso si fingen que están haciendo comunión. No te engañes
pensando que estás en comunión. La comunión no es con alguien. La
comunión es con todo. Cuando puedes tener comunión con todo, entonces
puedes recibir de todo. Eso no solo afectará a tu vida sexual y a tus
relaciones, sino que también se reflejará en el dinero y en cada parte de tu
vida, porque es acerca de la capacidad de recibir.
Por otro lado, en una relación todo es un activo o un pasivo. Es acerca del
saldo en el estado de cuenta de tu relación. Estás convirtiendo a tu relación en
sumas y restas. Piensas que todo es un activo y luego te das cuenta de que
todo es un pasivo. Entonces se terminó. Reconoce que hay un lugar diferente
desde el que puedes funcionar. Se llama comunión.
Yo tengo un caballo de carreras que no obedece nunca a nadie. la
obediencia no es parte de lo que hace. Dain no es un jinete con experiencia,
pero de verdad quería montar ese caballo y me lo pedía una y otra vez hasta
que finalmente sucumbí y lo dejé. El caballo le echó una mirada a Dain y
dijo: “¡Eres mío!” Aunque no obedecía ni al jinete más experimentado, hará
cualquier cosa que Dain le pida, porque él y Dain tienen comunión y una
conexión que desafía las leyes de esta realidad, que serían: “yo soy el dueño,
haces lo que yo diga”.
Dain puede montar este caballo con un cabestro. Nadie más en el mundo se
atrevería a montarlo con un cabestro. El caballo le ha estado mostrando a
Dain cómo saltar y Dain ahora puede hacer cosas con él que causaron que
alguien que ha estado montando por diez años comente: “no puedo creer que
hayas conseguido que ese caballo haga eso”. La respuesta de Dain fue: “No
conseguí que mi caballo hiciera eso, se lo pedí y él lo hizo”.
Muchas personas están dispuestas a tener esa comunión con un animal, pero
no están dispuestas a tenerla con la pareja. No están dispuestas a saber lo que
desea verdaderamente su pareja. Dicen que quieren que les digan: “dime lo
que quieres”.
Y la pareja dice: “no puedo creer que tenga que decirte qué es lo que quiero
que hagas”. ¿Qué? Estar en comunión les permitiría expresar realmente lo
que es posible. Si están en comunión y se requiere comunicación verbal, no
solo lo sabrán si no que también la tendrán. Estarán dispuesto a pedir lo que
les gusta. “Oh, eso siente muy rico. ¿Puedes hacer un poco más de eso? Un
poco más abajo por favor”.
Pide y se te dará.
¿ESTÁS REALMENTE
DISPUESTO A RECIBIR?
¿Cuántas veces has decidido tener sexo con alguien basado en el tamaño o la
forma de sus partes del cuerpo en vez de lo que tu cuerpo desea?
Si le pedimos a nuestro cuerpo que nos muestre con quién dormir nos dirá
lo que es mejor para él. Cuando dejas que tu cuerpo te diga quién te va a
nutrir y qué tipo de energía se va a sentir bien entonces puedes expandir lo
que vas a lograr con tu cuerpo. De otra forma, el sexo se convierte en una
limitación. Entras a la fuerza y la violencia con el sexo porque tratas de
anular lo que tu cuerpo sabe que es bueno para él.
Comienza a hablar con tu cuerpo y pídele que te muestre con quién
acostarte. Le hice esta pregunta a mi cuerpo y un domingo en Santa Bárbara
estaba caminando cerca de un mercadillo. Sentí un tirón en mi cuerpo, me di
la vuelta y ahí estaba la mujer más fea que había visto en mi vida.
“Grandioso”, pensé, “¿tengo que dormir con ella?”. Seguí caminando y sentí
otro tirón, miré y allí estaba un tipo gay y pensé: “Oh, ahora soy gay y me
gusta la gente fea”. Seguí caminando y otro tirón y había una mujer anciana
con andador y pensé: “feas, gay, geriátricas. Mis opciones se están
desvaneciendo rápidamente”. Continué mi caminata y sentí otro tirón y había
un niño de 10 años y pensé: “Ahora soy un pedófilo. Cuerpo: ¿Qué me estás
tratando de decir?”.
De pronto ¡lo entendí! Era la energía que esas personas tenían en común.
Todas esas personas tenían cierta energía que nutría a mi cuerpo. Nunca le
había preguntado a mi cuerpo lo que lo nutria o lo que sería maravilloso
respecto al sexo. Siempre había asumido el punto de vista de: “Bien. Quiero a
esa belleza de allá, la que tiene el cuerpo espectacular”. Tenia todos esos
criterios de lo que era genial pero nunca le preguntaba a mi cuerpo lo que
deseaba.
Esto es algo que la mayoría de nosotros hacemos. Invalidamos las
elecciones de nuestro cuerpo. Pero si dejas que tu cuerpo te diga lo que le va
a nutrir y qué clase de energía le va a hacer sentir bien, entonces podrás
expandir lo que logras con tu cuerpo.
He visto a muchos de mis amigos elegir una y otra vez a mujeres que son
totalmente equivocadas para ellos. Los miró y les digo: “Esta mujer te va a
comer”.
Dicen: “¡no! Ella es buena, es maravillosa y es todo lo que siempre he
querido”. Cinco semanas después se quejan: “Es una acosadora. No puedo
librarme de ella. Está loca. Es una amargada. ¿Por qué siempre elijo mujeres
así?”. Y vuelven a elegir a la misma mujer una y otra vez en un cuerpo
diferente.
Comienza a hablar con tu cuerpo y pídele que te muestre quién te va a
nutrir. Si comienzas a sentir que el hombre casado que está del otro lado de la
avenida te va a nutrir, reconoce que alguien más lo ha hecho muy bien. No es
acerca de tener a esa persona, se trata del tipo de energía que necesitas buscar
si realmente quieres crear una relación extraordinaria, maravillosa y
expansiva.
¿CÓMO TOCA ÉL O ELLA LAS
COSAS?
La relación más extraordinaria que he visto fue entre Mary, una amiga mía de
94 años y su esposo Bill. Nunca he visto una pareja que se quiera y se
preocupe tanto el uno por el otro que esas dos personas. La energía que fluía
entre ellos dos era hermosa.
Mary fue criada en Inglaterra por su abuela victoriana y llegó a los Estados
Unidos a inicios de 1920. Ella es notable en lo que es y ha pasado toda su
vida haciendo investigaciones metafísicas.
Cerca del final de su vida, Bill tuvo Alzheimer. Llegó al punto que no podía
recordar nada y le hacía las mismas preguntas a Mary una y otra vez. Pero
ella nunca se molestó. Simplemente repetía la misma información o
respuesta, como si nunca lo hubiera escuchado antes preguntar por eso.
Aprendí de Mary los cinco elementos para crear una gran intimidad. Ella
me mostró cómo la intimidad con tu pareja siempre comienza con la
intimidad contigo mismo. Observé como ella continuamente ponía en
practica estos cinco elementos: honor, confianza, permisión, vulnerabilidad y
gratitud en su relación con Bill.
Honor
El primer elemento para crear una gran intimidad es honor. Como dije:
“Esto comienza con honrarse a sí mismo”. Tienes intimidad contigo mismo y
te honras. No te divorcias de partes de ti mismo, ni las niegas o suprimes. Te
cuidas y haces lo que está bien para ti. Después debes honrar a tu pareja.
Honrar a tu pareja es tratarla con consideración. Confías en que la otra
persona se encargará de sí misma, que hará lo que está bien para ella y lo
honras. Y al mismo tiempo haces lo que está bien para ti.
Bill por ejemplo, creía que vivías una vez y morías y eso era todo. Te
convertías en comida para gusanos. No podía estar menos de acuerdo con el
punto de vista de Mary sobre la reencarnación, pero honraba su punto de
vista. Y ella hizo lo mismo con él. Ellos no discutían sobre eso; no se
criticaban, ni intentaban hacer que el otro cambiara de parecer. Cada uno
permitía que el otro tuviera su punto de vista.
Si lo que te honra es salir a montar caballo y eso no es lo que hace tu pareja,
sino lo que haces tú, entonces te honras a ti mismo si vas a montar. No
deshonras a tu pareja esperando que vaya a montar caballo. Y ella no te
deshonra molestándose porque no estás pasando todo el tiempo con ella.
En mi propia relación, mi exesposa gastaba el dinero tan rápido como lo
hacíamos y a menudo vaciaba nuestras cuentas de bancos y hacía cheques sin
fondo. Esto era una dificultad para mí porque yo escribía cheques a gente que
trabajaba conmigo solo para darme cuenta de que habían sido devueltos.
Finalmente comencé a dejar dinero aparte para tener suficientes fondos para
cubrir el pago de mis empleados. Cubría sus cheques devueltos con el dinero
en efectivo que había apartado y esperaba a que hubiera dinero en la cuenta y
lo recuperaba.
No había manera de que mi exesposa cambiará su comportamiento
financiero sin importar lo que yo hiciera, sin importar lo que dijera, y sin
importar lo mucho que habláramos de eso. Ella no podía cambiarlo. No
quería. Pensaba que hacía un gran trabajo manejando el dinero. Yo podía
honrar el hecho de que ésta era su manera de hacer las cosas, y al mismo
tiempo me podía honrar a mí mismo asegurándome de tener suficiente dinero
para cubrir mis obligaciones. Apartar dinero no la deshonraba, aunque ella lo
llamaba deshonesto porque no satisfacía lo que ella deseaba.
Finalmente llegué a un punto en esta relación donde vi que me divorciaba
continuamente de mí mismo para hacer funcionar a nuestro matrimonio. Esto
es lo que hace la mayoría de las personas. Se divorcian de sí mismas para
poder crear una relación (esto es lo que Mary y Bill no hicieron). Finalmente
decidí terminar nuestro matrimonio y al hacerlo me esforcé para honrar a mi
exesposa y a mí mismo.
No dije: “Tienes que cambiar estas cosas que sé que no puedes cambiar”, lo
que le dije fue: “Me doy cuenta de que pedirte que cambies estas cosas sería
como pedirle a un leopardo que cambie sus manchas. No sucederá y es una
deshonra pedirte eso”. También me honré a mí mismo. Mi punto de vista era:
“si esto no cambia no puedo seguir viviendo contigo”.
Me aseguré de que tuviera una base financiera razonable. No quería hacerle
daño ni matarla. Quería honrar el compromiso que hice con ella dándole un
ingreso decente por los siguientes 10 o 15 años, porque había prometido que
lo haría. No intentaba ser malo o grosero, solo no podía seguir viviendo con
ella. Entonces, me honraba a mí mismo y la honraba a ella al manejar el
divorcio de esta manera.
Al otro lado de este honrar a tu pareja, había una dama en una de mis clases
que decidió que Dain era el hombre perfecto para ella. Llamó a su esposo y le
dijo que Dain estaba interesado en ella y que necesitaba cambiar o ella lo
dejaría para irse con Dain.
Dain ni si quiera le ofrecía eso. Ella funcionaba desde un lugar de: “mi
esposo no hace lo que quiero, así que voy a controlarlo”.
No se honraba a sí misma, no honraba a su esposo ni honraba a Dain.
Cuando le pregunté acerca de lo que le había dicho a su esposo, ella dijo: “Le
dije eso porque quería ser honesta con él”.
Yo le dije: “Eso no es honesto. Eso es mezquino. Eso es jodidamente cruel.
Lo que hiciste fue clavarle una puñalada. ¿Por qué le harías algo así a alguien
que te importa? Incluso si hubieras decidido dejarlo, decirle eso no es algo
honesto o amable”. Ella no lo trataba con consideración.
Honrarse a sí mismo y a su pareja también se aplica al área de los llamados
“asuntos extramaritales”. Cuando la mayoría de las personas tienen sexo con
alguien que no es su pareja, es un engaño. No se trata de honrarse a sí
mismos y ciertamente no es acerca de honrar a sus esposos. Ocasionalmente,
sin embargo, tener sexo con alguien que no sea la pareja puede ser para
honrarse a sí mismo. Hemos trabajado con personas que nos han contado
historias acerca de tener sexo con otras personas y cómo cambió sus vidas de
manera verdaderamente beneficiosa. Cuando es ese el caso, tiene una energía
diferente a la del engaño.
Un hombre con el que trabajé me dijo que había vivido con su prometida
durante un año y medio y que habían llegado al punto de tener sexo menos de
una vez al mes y que estaba comenzando a tener problemas con su cuerpo. Se
fue a un evento de fin de semana sin su prometida y conoció a alguien allí y
tuvieron sexo. Esto abrió su universo y cambió completamente la forma en la
que él pensaba de sí mismo. Él dijo: “Vaya. Espera un momento, no estoy
muerto, no soy indeseable. No soy un cerdo. No soy un imbécil. No soy una
mala persona”. Tuvo sexo con esta mujer solo una vez y luego volvió a casa.
El hecho de que esta mujer lo recibiera de la manera que lo hizo fue
inmensamente transformador para él.
Esta experiencia lo honró profundamente y le permitió intimar más consigo
mismo. Se dio cuenta de que, como consecuencia de eso, también honró más
a su prometida. No fue a casa a contarle lo que había hecho. Solo tuvo esa
toma de consciencia para sí mismo.
En tal circunstancia, no hay necesidad de volver y decirle a la otra persona,
porque no se trata de ella. Es acerca de lo que necesitas saber de ti. No se
trata de salir sintiéndote culpable. Sales más consciente de ti mismo. Eres
más capaz de estar presente con tu pareja porque has dejado de divorciarte de
una parte de ti.
Generalmente, cuando comienzo a hablar acerca de esto, la gente dice cosas
como: “Si mi esposo alguna vez me engaña, ¡lo mato!”.
Quiero que entiendas que engañar no es honrarte, ni es honrar a tu
compañero. Si estás en una relación y tienes sexo con alguien más y lo haces
para demostrar: “Todavía soy sexy” o “me quiere”. Eso no es honrarte. En
realidad te estás deshonrando.
Si lo que haces es transgresión a tus propios ojos, entonces te has
deshonrado, y ni hablar de la otra persona. Una transgresión indica que has
hecho algo malo. Pero si has estado con alguien que no sea tu pareja y lo
haces desde el lugar del honor no tendrá un efecto perjudicial. No deshonras
a tu compañero porque no te estás deshonrando a ti. Esta distinción tiene que
hacerse.
En un punto de vista mucho más grande que el convencional. Si tu pareja
tiene una aventura con alguien, ¿se trata realmente de ella o de ti? Si lo hace
desde un lugar de honor no será algo que hizo en tu contra. Si necesita hacer
eso para sí misma entonces debería poder hacerlo. Y no debería decírtelo
porque eso sería deshonrarte.
Una vez Mary y yo hablábamos acerca de esto, y le pregunté: “¿Alguna vez
Bill te engañó?”.
Ella dijo: “No tengo ni idea, pero si necesitaba hacer eso para honrarse a sí
mismo, confío en que lo haría”.
Pregunté: “¿Qué pasa con las personas que tienen aventuras y regresan a
casa y tratan de limpiar su conciencia contándoselas a su pareja?”.
Ella dijo: “si vas a casa y pones tu ropa sucia encima de la cara de tu pareja,
y le pides que te demuestre que te ama, entonces no estás siendo nada
amable. Ustedes los jóvenes piensan que tienen que compartir sus trapos
sucios para tener una relación, pero están equivocados. De eso no se trata
honrar a tu pareja”.
El punto de vista de Mary es que: “Decirle al otro lo que piensas que está
mal de ti o lo que has hecho mal no es honrarlo”. Ella dijo: “No te degradas
de esa manera. No le dices al otro lo que no puede escuchar”. Ella creía que
honrar verdaderamente al otro era reconocer que no necesita ser parte de eso.
Confianza
El segundo elemento para crear una gran intimidad es la confianza. Quizás
pienses que la confianza significa fe ciega. Con eso te ciegas a todo lo que
pasa. No. No te ciegues. Sé consciente. Confía en que la persona siempre
hará lo que es mejor para ella. No tengas fe ciega en que te será fiel, en que
hará lo que quieres o en que será siempre buena. Date cuenta de que siempre
debe cuidar de sí misma. La confianza es simplemente saber que tu pareja
siempre hará lo que va a hacer. Como lo dijo Mary: “Sabía que podía confiar
en que Bill sería y haría lo correcto para él y siempre me honraría en
cualquier manera que pudiera”.
No confías en que la otra persona va a hacer lo que tú quieres que haga.
Confías en que hará lo que va a hacer. Si siempre deja la tapa de la poceta
arriba, entonces confías en que va a hacer eso. Si siempre se gasta todo el
dinero en ropa entonces confías en que eso es que va a hacer.
La gente que elige pareja alcohólica, por ejemplo, tiende a confiar en que el
alcohol va a cambiar por el amor que siente hacia ella. Espera que el
alcohólico se ponga sobrio por la relación o el amor que se tienen. Pero no
confías en que un alcohólico va a dejar de tomar. Si lo haces destruyes tu
propia consciencia; decides que lo que quieres es mayor que tu consciencia
de lo que es. La confianza es estar consciente de que es alcohólica y saber
que cómo tal va a beber.
Conozco una mujer cuyo punto de vista de su esposo era: “Es maravilloso.
Es fabuloso. Ahora, ¡si tan solo pudiera hacer que cambie!”.
Pero, ¿por qué te casarías con alguien que sientes que tiene que cambiar?
¿Te gusta comprar casas para remodelar? ¿Por qué eliges gente que tienes
que arreglar? ¿No preferirías mudarte a una casa y ser feliz con la forma en la
que está? No tienes que conformarte con un basurero para arreglar. Toma la
casa que has conseguido y ve lo que está genial y no esperes cambiarla. La
gente espera que su pareja se convierta en lo que quiere que se convierta en
vez de convertirse en lo que realmente se va a convertir. Y después se
molesta porque confió en que esa persona cambiaría. Eso no es confianza.
La confianza es: “Esta persona nunca será diferente a lo que es, a menos
que lo elija”. Confía en que, si comienzas una relación con alguien que
engañaba a su esposa, entonces probablemente te engañe a ti también. Confía
en que, si ella engañó a su exesposo y se fue contigo, entonces ella lo va a
hacer de nuevo. Confía en que un leopardo es un leopardo. No es un gatito. Y
desde allí, decide si es la persona que deseas en tu vida.
Hace muchos años cuando tenia compañeros de piso, la gente solicitaba ser
mi nuevo compañero, miraba la casa, que siempre estaba muy ordenada y
decía: “Soy una persona muy limpia”. Eso era siempre una mentira. La gente
siempre te va a decir lo que piensa que necesitas escuchar.
Decía: “Comparto mi comida”. Lo cual significaba que se comería toda mi
comida y se molestaría si yo me comía algo suyo.
Tuve un compañero de piso que nunca mencionó que era limpio, nunca
mencionó que era ordenado y nunca mencionó que compartía su comida, y
fue el mejor compañero de piso que tuve. Era fácil estar cerca de él.
Contribuía con todo. Puedes confiar en que cuando alguien dice que es esto o
lo otro, probablemente no lo es. Solo debes tener eso en cuenta y honrarte
con no cortar tu consciencia ni tratar de convertir una mentira en una verdad.
Permisión
La permisión es el tercer elemento para crear una gran intimidad. La
permisión es la actitud de todo lo que sucede es simplemente un punto de
vista interesante. Cuando estás en permisión entonces los pensamientos, las
ideas, las creencias y las emociones llegan a ti y se van y tú sigues siendo tú.
No te crees la idea de que lo que los demás digan tiene que afectarte; es solo
su punto de vista. No tienes que resistir o reaccionar ni tienes que alinearte o
estar de acuerdo. Cuando estás en permisión no tienes que hacer nada.
Simplemente, les permites tener su punto de vista y estás en permisión de lo
que hacen y de cómo lo hacen. Les permites ser todo lo que son sin esperar
nada de ellos.
Cuando están en permisión mutua, no critican. La critica se basa en:
“Quiero que lo hagas a mi manera”. Eso no es permisión. Eso es buscar que
se alineen y estén de acuerdo, lo cual te lleva a la resistencia y a la reacción.
Cuando no te alineas ni estás de acuerdo con el punto de vista de tu pareja
entonces dejas de hacer a la otra persona toda tu vida. Y cuando ya no te
resistes ni reaccionas, no tendrán discusiones. No trates de evitar que tu
pareja sea diferente a ti. Ten una vida. Deja que tu pareja tenga una vida.
Mary y Bill fueron un gran ejemplo de esto. Mencione que Mary dedicó su
vida al estudio de la metafísica. A Bill no le interesaba el tema en lo más
mínimo y hasta pensaba que lo que Mary hacía era raro. Pero su actitud era
de: “Si eso es lo que quieres entonces hazlo”. Nunca la detuvo, ni siquiera
cuando ella estuvo lejos de casa por largos periodos de tiempo tomando
clases. Nunca se opuso al dinero que ella gastaba en eso. No creía las mismas
cosas que ella, pero quería que ella tuviera su vida.
Le pregunté a Mary: “¿Cuánto tiempo estudiaste metafísica en Inglaterra?”.
“Tres meses”, contestó.
“¿Bill y tú se llamaban todo el tiempo?”.
“Nunca. Solo nos escribíamos cartas”.
“Bueno, cuándo Bill se ausentaba por viajes de trabajo ¿se llamaron?”.
“No. Me llamaba la noche antes de regresar a casa para saber si lo iba a
recoger a la estación del tren o si tomaba un taxi”.
¡Qué! Cuando yo estaba casado mi esposa me llamaba tres veces al día
cuando estaba trabajando. Ella quería asegurarse de que yo estuviera bajo su
control.
Lo único que Bill le pedía a Mary sobre sus estudios metafísicos es que ella
no charlara acerca de ellos con sus clientes. No es gran cosa ¿cierto? y ella
dijo: “Por supuesto”.
No te creas que las cosas de las que habla tu pareja te afectan. Lo que ella
dice es su punto de vista; no quien es. Es la persona con quien te casaste.
Solo mantente en permisión de lo que hace y de cómo lo hace. Permítele ser
todo lo que es sin esperar nada de ella.
Vulnerabilidad
El cuarto elemento para crear una gran intimidad es la vulnerabilidad. La
vulnerabilidad significa ser una herida abierta, sin costras, ni vendas y con
sensibilidad total. ¿Alguna vez te has golpeado un dedito del pie? ¿Has
notado que todos parecen pisarlo? Estas tan consciente de él, que sigues
protegiéndolo incluso cuando intentas no hacerlo.
Mary me dijo: “Tienes que ser totalmente vulnerable con la otra persona.
Sin barreras. Tienes que estar allí, presente”. Todo es posible. Recibes todo lo
que tienen y tú sigues con tus barreras abajo.
Si tu pareja se te acerca molesta, quédate allí y deja que la molestia te
atraviese. Te darás cuenta de que a los tres minutos se le bajaran los vapores.
Si no subes tus barreras, la gente no tiene nada contra lo que golpear y no
tiene que ejercer fuerza tratando de tener la razón.
Si deseas crear una relación extraordinaria tienes que notar cuando tus
barreras se suben automáticamente y aprender a mantenerlas abajo. Oblígate
a bajar las barreras y todo lo que la otra persona haga o diga no será bueno o
malo, correcto o incorrecto, sino solo un punto de vista interesante.
¿Cómo es eso en la vida real? Mi exesposa es una persona que creció con la
ira como fuente de poder. Entonces, cuando se molestaba por algo,
comenzaba a descargar su ira en mí. Cuando hacía esto, todos mis escudos
subían. Yo me paraba allí con mis escudos arriba y ella los golpeaba hasta
que yo los bajaba o hasta que salía corriendo.
Después de aprender acerca de la vulnerabilidad dije: “Está bien, tengo que
ser vulnerable sin importar lo que pase”, y comencé a forzarme a bajar mis
barreras. Si deseas crear una relación extraordinaria tienes que ver donde
colocas tus barreras automáticas y comenzar a forzarlas a bajar. Alguien que
está molesto quiere golpear cosas.
Quieren algo a lo que pegar. Si les quitas lo que pueden golpear, entonces
dicen: “No importa”. Y eso crea una realidad totalmente diferente. Te obligas
a bajar tus barreras y dejas que la otra persona te entregue lo que sea con la
actitud de que es solo su punto de vista en ese momento.
En un corto periodo de tiempo el enfado se disipa. Cuando yo bajaba mis
barreras, mi ex se quedaba sin fuerzas en minutos. Si mantenía mis barreras
arriba ella podía seguir enfadada por horas. Ten en cuenta que si tienes a
alguien que sigue y sigue es porque tienes tus barreras arriba. Bájalas.
Empújalas fuera del camino y la otra persona se quedará sin fuerzas. No
pueden seguir enviándote fuerza si no hay nada contra lo que rebote esa
fuerza. Cuando rebota y regresa a ellos les permite saber que están
obteniendo un resultado. Si solo dejas que pase a través de ti, entonces estás
siendo totalmente vulnerable.
Mientras la otra persona esté molesta, te va a seguir lanzando energía y no
estarás totalmente presente. Cuando presionas tus barreras hacia abajo
comienzas a tener una sensación de conexión y comunicación con la persona.
Dejas caer tus barreras y, una vez que se agotan, puedes estar presente con
ellos y tener una comunicación acerca del tema. La verdadera comunicación
no puede ocurrir mientras tengas barreras.
El enfado es una de las situaciones más intensas que tenderá a activar tus
barreras y, si puedes permanecer vulnerable y mantener tus barreras abajo
frente al enfado entonces lo haces bien. Hay muchas otras situaciones y áreas
en nuestras vidas en donde colocamos barreras y van desde lo más obvio
hasta lo muy sutil.
Las barreras son, en realidad, un sistema de defensa que la gente usa para
evitar una verdadera comunicación. Algunas personas usan su intelecto como
barrera. Dicen: “No sabes tanto como yo”.
Otras personas usan sus emociones como barreras. Pueden crear grandes
diatribas emocionales con trauma y drama y decir: “¡No me entiendes!” y
algunas personas usan el no sexo como barrera. El no sexo es: “Aléjate. Tú
no puedes venir aquí. No voy a tener sexo contigo. No estoy dispuesta a
recibir ninguna parte de ti”.
Reconoce que cuando pones una de estás barreras impides que la otra
persona esté presente contigo. Estás en tu propio pequeño mundo. Es una
forma de controlar todo, porque no hay una solución para la barrera que
colocas. Su único propósito es crear una separación entre tú y ellos para no
tener comunión ni intimidad.
Aunque, en ese momento, pueda parecerte contra intuitivo, solo siente la
barrera y di: “Voy a bajar esto, no lo voy a poner aquí”. Estás dispuesto a
luchar con la limitación que escondes detrás de la barrera. Estás dispuesto a
luchar por ti y por tu relación al forzarte a eliminar esas barreras.
Solo reconoce cuando comiencen a subir: “Oh, estoy poniendo barreras
aquí”. Y baja a las condenadas. Sé lo suficientemente consciente para saber
que es una barrera y bájala. La verdad es que si eres totalmente vulnerable
entonces nadie te hará daño.
Gratitud
El último elemento para crear una gran intimidad es la gratitud. Mary decía:
“Debes tener gratitud. No es amor lo que quieres, es gratitud”. La mayoría de
ustedes lo llamarían amor incondicional pero la realidad es que, si tienes el
punto de vista de amor incondicional, entonces también tienes la otra cara, la
actitud del amor condicional, lo cual significa que lo juzgarás. Con el amor
incondicional tienes que juzgar si es o no algo con lo que puedes ser
incondicional. Sigues juzgando, pero con la gratitud no puedes juzgar.
Estas agradecido por quien es la otra persona. Te importa, amas y nutres a
su cuerpo y te lo devuelve. Pero no se trata de la devolución. Es acerca del
regalo que puedes recibir cuando tienes ese punto de vista.
Estás agradecido de que ese cuerpo esté a tu lado porque esta calentito, es
tierno, peludito y tiene partes de las que te puedes agarrar. En el trabajo de
parejas, me he dado cuenta de que muchas veces a los hombres y a las
mujeres de verdad no les importa el cuerpo del otro sexo. No están
encantados con él y no piensan que sea maravilloso. El cuerpo de su pareja es
algo que usan para el sexo en vez de algo que les parece hermoso y que
quieren acariciar y mirar con cariño. Si puedes ver el cuerpo de la otra
persona y pensar “¡Oh, que bello!”. Entonces el cuerpo comienza a
reaccionar y a generar más energía sexual.
Comienza a desarrollar tu gratitud. ¿De qué estás agradecido de la persona
con la que estás? En esa gratitud por ellos se expande tu realidad y la suya.
Eso te llevará al sexualness, que puede incluir la copulación. Hasta que no
tengas gratitud la copulación no será tan genial como te gustaría que fuera.
¿Quieres seducir a una mujer? Bueno, invítala a tu casa. Cocínale una gran
cena. Ten velas, porcelana y buen cristal. Pon una buena música y hazle
preguntas acerca de sí misma durante toda la noche y nunca le digas nada
sobre ti. Al final de la noche dile: “¿Te gustaría que te lleve a casa o te
gustaría pasar la noche conmigo?”
Ella dirá: “Sabes, eres el hombre más interesante que jamás he conocido.
Me encantaría pasar la noche contigo”.
¿Quieres que una mujer se interese? Escúchala. Hazle muchas preguntas
acerca de su día, lo que hizo y cómo se siente. Pregúntale qué sería placentero
para ella; qué le gustaría.
Y, mientras lo haces, jala cantidades masivas de energía de ella para que se
sienta atraída por ti. Cuando comienzas a jalar energía a través de cada poro
de tu cuerpo y tu ser ella te verá y pensará: “Es un hombre tan atractivo”.
Y encima de eso, la escuchas. La acabas de seducir totalmente. Si escuchas
sin juzgar siempre conseguirás sexo. Te lo garantizo. Pero tienes que jalar
cantidades masivas de energía, así es como lo haces.
Usualmente lo que pasa cuando comienzas a ponerte cachondo es que
fluyes energía hacia las mujeres. Eso no funciona porque ellas dicen: “Asco,
eso se siente asqueroso”. Pero si jalas energía de ellas, dicen: “Oh, es tan
maravilloso. Es tan atractivo. No puedo quitarle las manos de encima”.
¿Alguna vez has tenido uno de esos días en que te sientes realmente bien, te
pavoneas, caminas con la cabeza alta, te ves bien y todo el mundo te mira?
¿Se detienen en la calle y te sonríen? No es que lleves ropa bonita o te sientas
bien ese día. No. Es que estás atrayendo energía, estás jalando energía de
todo el universo y permitiendo que te llegue. Estás totalmente dispuesto a
recibir en ese momento y todo el mundo quiere entrar en tu espacio.
¿Quieres ver a Madonna en su momento más sexy? Mírala en Dick Tracy
donde no mueve ni un músculo. Lo que le funciona es que jala energía. Puede
extraer el cromo de un Buick del 58 a 500 metros de distancia por la energía
que jala. Ella te chupa directamente. Esa es la diferencia entre alguien que
tiene una buena opinión de sí misma y jala energía y alguien que no la tiene.
Solo se necesita práctica, pero hay que ser consciente para saber que eso es
lo que se requiere para obtener lo que buscas. Debes ser atractivo y la única
forma de que la gente te considere atractivo es si les jalas energía. Solo le
pides a la energía que tire. Practícalo al ir a un Starbucks y jalando energía de
todos los que estén ahí hasta que todos volteen a verte. La advertencia es que
tienes que estar dispuesto a ser visto como tú.
¿Puedes tener sexo si no estás dispuesto a recibir? No. No puedes. Solo
puedes tener sexo cuando estás dispuesto a recibir. Cuando empujas la
energía hacia alguien, la alejas. Por eso las mujeres que no te interesan vienen
a ti. La forma más fácil de hacer que alguien que no está interesado en ti se
interese es jalar energía como un loco y hacer como si no estuvieras
interesado en esa persona.
Eso es lo que las mujeres hacen con los hombres. Es por eso por lo que los
hombres se vuelven locos por las mujeres. La mujer que encuentran atractiva
es la que les jala energía.
Lo que los hombres tienden a hacer es forzar la energía hacia la mujer,
pensando: “Ella está jalando energía entonces debe querer que le mande
energía”. Cuando haces eso todas las mujeres del mundo dicen: “¡Qué asco!
odio a este tipo”. Cuando fluyes cantidades masivas de energía ese es el
resulta de creas. Cuando haces eso el sexo que creas no es regalar y recibir, es
la fuerza y la violencia que es la pornografía y a la mayoría de las mujeres no
les gusta la pornografía.
Si sabes que las mujeres que te parecen atractivas están jalando energía,
entonces tienes un punto de referencia de cómo se siente y puedes hacerlo tú
también.
¿DÓNDE ESTÁ LA ENERGÍA?
ENCUÉNTRALA ANTES DE
HACER EL AMOR
El sexualness viene del ser que eres. No es acerca del cuerpo; es acerca de
quien eres y de lo que tienes adentro. La copulación por otro lado viene del
cuerpo. Si vas a disfrutar una copulación genial, entonces tienes que encender
su cuerpo para que las cosas funcionen. Encuentra la energía antes de hacer el
amor. ¿Dónde está? ¿Qué crea la energía sexual?
Uno de los lugares más sensibles del cuerpo de cualquier persona son los
pies. Si quieres comenzar a tener sexo entonces una gran manera de hacerlo
es dándole un masaje de pies, lo cual la va a relajar y la pondrá en
comunicación con su cuerpo. Comienza con el dedo gordo, y el segundo y el
tercer dedito y frota diligente pero suavemente desde la parte superior del pie
a la inferior al mismo tiempo. Después comienza gradualmente a presionar
los puntos detrás de los talones y eso comenzará a encender su cuerpo.
Después pídele que se ponga boca abajo y comienza por la planta de sus
pies. Tócala solo con el dorso de tus dedos, luego súbelos por sus piernas,
después sube por todo su cuerpo y acaríciala tan ligeramente que casi no la
toques. Comienza a soplar entre sus piernas y hasta la parte superior de sus
nalgas moviéndote hacia arriba por su cuerpo y frotando su cabeza un poco.
No lo hagas desde el punto de vista: “Bien, me voy a acostar con ella”,
porque eso mata la energía. Hazlo desde el punto de vista de: “¿Qué desea su
cuerpo?” Masajea donde su cuerpo te diga. Cuando toques en diferentes
lugares, pregúntale al cuerpo: “Dónde te gustaría que te tocaran y qué clase
de toque te gustaría tener?” Le estás regalando al cuerpo. La mayoría de la
gente sale de su cuerpo durante el sexo. Simplemente deja su cuerpo y se va,
pero si haces este ligero y gentil toque a una mujer, entonces la invitas a estar
presente en su cuerpo en vez de irse. Encenderás su cuerpo al preguntarle
dónde desea ser tocado y como desea ser obsequiado. El resultado final será
mucho más dinámico que cualquier cosa que hayas experimentado antes.
Mientras la acaricias huele las diferentes partes de su cuerpo, porque los
tobillos, las pantorrillas, los muslos y la entrepierna huelen diferente. La parte
trasera de las nalgas tiene su propio olor. Cada lugar tiene su propio perfume.
No es el perfume que se pone, es el aroma de su cuerpo; lo que la gente llama
feromonas. Cuando haces esto, eres sensual y también comenzará a
encenderte.
Si usas todas las sensaciones del cuerpo como una manera de encenderte,
entonces también la vas a encender a ella. Y a medida que tu cuerpo se
endurezca, que comience a excitarse, la energía sexual de tu cuerpo
encenderá a su cuerpo aún más. Eso comienza a preparar el proceso.
Pídele que se dé la vuelta y pregúntale nuevamente a su cuerpo dónde desea
ser tocado y haz el mismo toque suave. Ignora a la entrepierna hasta el ultimo
minuto posible. Sé que eso es duro, pero tienes que ignorarla. Mientras más
la ignores, más caliente se pondrá y más dispuesta estará a hacer cualquier
cosa que quieras.
Las axilas son puntos de seducción. Los lóbulos de las orejas, el interior de
las orejas, detrás de las orejas y el cuello; solo tócalos. No hagas la rutina de
besos y besos porque eso es lo que ella espera que hagas y entonces sabrá que
tiene el control. Cuando haces lo que estoy sugiriendo su cuerpo pierde el
control y comienza a exigirle que tenga sexo.
Cuando ella llega al punto donde apenas puede soportarlo y quiere que la
acaricies, pasa ligeramente sobre su entrepierna, toca ligeramente los pelitos.
No entres y escarbes, solo acaríciala ligeramente y cuando comience a gemir
y a retorcerse un poco, entonces puedes comenzar a masajear esa área con
suavidad.
No te apresures. Llega al punto donde tu energía sexual sea tan alta que su
cuerpo también se excite sexualmente. Se convierte en una comunión y una
cohesión de dos cuerpos trabajando juntos. Eso es lo que buscas. Los cuerpos
trabajan juntos y comienzan a facilitarse mutuamente en una experiencia
orgásmica. No es acerca de la fuerza. Es acerca de la intensidad y la ligereza
infinitas de la energía. Quieres más intensidad y menos fuerza. Mientras
menos fuerza uses, más intensa y expansiva es la experiencia.
Es importante que seas capaz de reconocer cuando tu pareja comienza a
desaparecer. Puedes preguntarle con gentileza: “Bien, ¿a dónde te acabas de
ir?”. Quieres mantenerla presente, porque si ella está presente, entonces
disfrutará del sexo y te disfrutará a ti. Al final, llegarás al punto en el que
podrás tener sexo con una mujer y sentir todo lo que siente su cuerpo y todo
lo que siente tu cuerpo. Experimentarás todo lo que tu cuerpo hace por su
cuerpo y todo lo que su cuerpo hace por tu cuerpo. Eso es comunión total,
una consciencia total de ambos cuerpos compartiendo la conexión y la
comunión, la intensidad de la infinitud.
Sabes que el clítoris es la parte más sensitiva del cuerpo de una mujer.
Entonces, mueve tu lengua como el ala de una mariposa sobre su clítoris
hasta que comience a elevarse hacia ti. Chupa un poco y usa más acción de la
lengua y mete tu dedo en su vagina. Pídele a su cuerpo que te muestre dónde
está el lugar más sensible y frótalo suavemente. Justo en el momento cuando
esté a punto de explotar, cuando se ponga realmente intensa, detente y
comienza a lamer muy lentamente hacia arriba y hacia abajo, tan lento que
comience a vibrar. Hazlo, al mismo tiempo que frotas tu dedo dentro de su
vagina, y deberías poder llevarla al punto en que tendrá entre siete y quince
orgasmos en aproximadamente una hora y media.
Cuando ya no pueda más y te exija que entres, no lo hagas ni si quiera en
ese momento. Aguanta hasta que sea tan intenso que ella no pueda soportarlo.
Será sexo como nunca lo has tenido antes. Agarra el vello púbico y tira un
poco. Si puedes, toca sus pezones y pellízcalos suavemente hasta que se
endurezcan, eso va a involucrar a todo el cuerpo en el proceso y no solo a los
genitales.
Haces todo esto mientras sigues la energía. Tienes que seguir la energía
porque quieres invitar a su cuerpo a un orgasmo. No lo fuerzas. La mayoría
de la gente trata de forzar el orgasmo poniéndose más intensa, con más
acción y más fricción. Buscas tener más energía y menos presión. Menos
presión y más invitación.
Una vez que hayas tenido un poquito de sexo, pon tu pene bien duro,
mantenlo dentro de ella y casi ni te muevas. Aumenta la intensidad de la
energía de casi ningún movimiento al punto donde ella comience a arrimarse
o correrse violentamente hacia ti con tu pene dentro de ella.
Entonces, si estás dispuesto a hacerlo y ella también, puedes sacarlo y hacer
sexo anal. Todos tus juicios acerca del sexo anal ¿los destruyes y descreas
todos por favor?
Mientras tienes sexo, si hicieras que los sentimientos que tienes sean
infinitos y atraes a la persona con la que estás teniendo sexo hacia esa
infinitud, se convierte en una intensidad que es bastante extraordinaria.
Una de las cosas que me gustaría que reconocieras es que una mujer tiene
control total sobre todo lo que pasa en el sexo. Si no lo sabes y no lo has
reivindicado y asumido, será mejor que comiences a considerarlo, porque los
hombres vienen cuando se los pides.
Pueden jadear todo lo que quieran, pero al menos que los elijas, no te
conseguirán. ¿Te has dado cuenta de eso? Deja de fingir que eres débil,
pálida y no obtienes lo que quieres, porque siempre obtienes lo que quieres si
vas a buscarlo.
Él quizás ande detrás de ti, pero siempre es tu elección si lo tomas o no. Un
hombre siempre va a elegir el sexo. Una mujer elige si tiene sexo o no.
¿TE GUSTARÍA DARLE UN
ORGASMO DE CUERPO
ENTERO?
Pídele que se acueste boca abajo en la cama y comienza a masajear sus pies.
Crea conexión entre su cuerpo y él, porque la mayoría de las personas no
están presentes durante el sexo. Quieres que esté tan presente que comience a
clamar por un orgasmo.
Dile que no puede moverse ni tocarte. Su trabajo es solo recibir y quieres
darle algo que nunca antes ha tenido. Comienza masajeando sus pies,
especialmente entre el dedo gordo, y el segundo dedo y ve subiendo por el
pie por encima del arco. Esto comenzará a meterlo en su cuerpo y lo
conectará. También comenzará a abrir los canales que permiten que la
energía fluya por todo el cuerpo.
Después, mientras todavía está boca abajo, comienza a acariciar su cuerpo
muy ligeramente con las uñas, tan sutilmente como puedas, para que los
vellitos de su cuerpo se ericen y alcancen tu mano.
Mientras haces esto, huele sus tobillos, detrás de sus rodillas, porque hay
olores distintos en cada uno de esos lugares. Cada uno de esos aromas es una
feromona diseñada para encender tu cuerpo, así que empezarás a encender
tanto su cuerpo como el tuyo y al mismo tiempo ambos se harán más
presentes. Mueve las manos lentamente hacia arriba y masajea sus glúteos. Si
te apetece lame la raja de sus glúteos. Continúa hasta la parte baja de su
espalda y bésala suavemente. Sube muy suavemente hacia sus hombros y
baja por sus brazos. Hazle cosquillas sutilmente en las manos. Después pasa
las manos por su cuello y por su cabello para conectarlo con todo su cuerpo.
Pídele que se dé la vuelta. Si lo hace y tiene una erección dile: “Está bien,
ahora quédate quieto. No hagas nada. No toques. No puedes tocar. Tienes que
recibir”.
Una vez más, comienza por sus pies y acaricia suavemente sus pies, sus
pantorrillas y sus muslos. Mueve tus dedos suavemente sobre su pene y sus
testículos acariciándolos tan sutilmente que apenas lo tocas. Continúa
moviéndote por todo el frente: su cara, sus orejas, la parte superior de su
cabeza.
Luego con el mismo toque suave, muévete despacio hacia abajo desde la
parte superior de su cabeza hasta su pene. Si para ese momento no está duro,
incluso si está blando, pon su pene en tu boca y masajéalo muy suavemente,
como si fuera la cosa más delicada y maravillosa que hayas experimentado en
tu vida.
A medida que se endurezca, haz que tu toque sea cada vez más sutil. Coloca
tu boca sobre su pene y pasa tu lengua sobre el pene muy ligera y sutilmente.
Sigue frotándolo de arriba a abajo como una serpiente pasando por la parte
superior del pene. Luego pon tus labios alrededor de la base de su pene tan
abajo como puedas llegar. Comienza a jalar y succionar un poco y usa el
interior de los dientes superiores, ligeramente, muy ligeramente, en la parte
inferior de su pene, para crear un poquito de fricción, o si puedes hacerlo más
fácilmente con el interior de tu boca o tus encías, hazlo. Pregúntale a su
cuerpo qué es lo quiere.
Si te apetece, puedes tomar el escroto y chuparlo en la boca o puedes
chupar sus testículos. Deja que su cuerpo te diga qué hacer. La idea aquí es
regalar y recibir. Le regalas y al hacerlo, recibes simultáneamente.
Antes de comenzar asegúrate de poner al lado de la cama un buen
lubricante anal; algo que lubrique muchísimo. Coloca algo de lubricante en tu
dedo medio o en dos dedos. La mayoría de los hombres nunca han jugado
con su ano, así que están un poquito apretados y no pueden manejar dos
dedos para empezar. Coloca mucho lubricante en tu dedo medio y comienza a
frotar alrededor de su ano. Mete el dedo y empieza a frotar. La próstata está
hacia la parte superior del cuerpo. Comienza a frotar esa área. No se trata de
entrar y salir sino de frotar esa área. Si puedes meter dos dedos ahí, frota los
dos dedos hacia atrás y hacia adelante como si intentaras hacerle cosquillas, y
sigue chupando su pene. La mayoría de las veces, cuando los hombres no han
tenido estimulación anal, perderán su erección, pero no importa, solo sigue
apretando su pene en tu boca y sé lo más suave que puedas. Mientras haces
eso jala energía.
Mantenlo totalmente presente. Si sientes que no está presente, entonces pon
la mano en su pecho y empuja energía allí y el comenzará a introducirse en su
cuerpo, para así poder poder realmente estar allí. Sigue adelante tan
sutilmente como sea posible. Mientras frotas la próstata comenzará a
endurecerse y justo antes de que eyacule se formarán como dos pequeños
testículos duros como piedras. Cuando llegue a ese punto sigue frotando y ve
más despacio en la mamada hasta que finalmente explote.
Cuando llegue la explosión, comienza a vibrar tus dedos contra la próstata.
Pon tu mano en su pecho y haz vibrar la energía por todo su cuerpo. Durante
las primeras veces de hacer esto el setenta por ciento de los hombres tendrá
un orgasmo de cuerpo entero. Comenzará a vibrar y saldrá de su cabeza y
nunca más podrás librarte de él.
Lo más importante es hacerlo suave y lentamente. No es la fricción. La
mayoría de los hombres cuando se masturban usan fricción y la velocidad.
No hagas eso. Invita a su cuerpo al orgasmo. Usa menos presión para crear
una intensidad más grande de la energía. Es acerca de la energía que estás
creando no de la cantidad de presión que estás usando.
Una vez que le regales un orgasmo de cuerpo entero será tuyo para siempre.
Asegúrate de querer ser su dueña antes de hacerlo.
LA MAYORÍA DE LOS HOMBRES
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