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EL SEXO NO ES UNA GROSERÍA,

PERO LAS RELACIONES


MUCHAS VECES SÍ LO SON
POR
GARY M. DOUGLAS Y
DR. DAIN C. HEER
Título original: Sex Is Not A Four Letter Word
But Relationship Often Times Is
Derechos de autor © 2014 Gary M. Douglas y Dr. Dain Heer
Access Consciousness Publishing
www.accessconsciousness.com

El sexo no es una grosería, pero las relaciones muchas veces sí lo son


Copyright © 2020 Gary Douglas
ISBN: 978-1-63493-405-3
Access Consciousness Publishing

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proporciona no sustituye de ninguna forma el asesoramiento médico o
profesional. En caso de utilizar la información contenida en este libro para sí
mismo, el autor y el editor no asumen ninguna responsabilidad por las
acciones del lector.

Traducido del inglés por: Rebeca Montoya


CONTENIDO

Introducción
¿Realmente deseas una relación?
¿La consciencia incluye al sexualness?
Humano o humanoide ¿cuál eres tú?
Los humanoides se juzgan a sí mismos
Esto es todo lo que hay
Humanos, humanoides, sexo y relaciones
Bueno, si tan solo consiguieras una televisión …
Encarnación gozosa ¿qué es eso?
¿Qué define al sexo?
La sensualidad
El sexo
La copulación
El sexualness
La sexualidad
¿El sexo tiene significado?
¿Cómo es el sexo como una expresión gozosa de la vida?
¿Qué crea tu energía sexual?
¿La simultaneidad de regalar y recibir o dar y tomar?
Comunión o relaciones
¿Estás realmente dispuesto a recibir?
Cuerpo ¿Dónde deseas que te toquen?
Cuerpo. ¿Con quién debería acostarme?
¿Cómo toca él o ella las cosas?
¿Te gustaría crear una gran intimidad?
Honor
Confianza
Permisión
Vulnerabilidad
Gratitud
Permisión, confianza, honor, vulnerabilidad y gratitud contigo mismo
Para los hombres: ¿Quieres seducir a una mujer?
¿Dónde está la energía? Encuéntrala antes de hacer el amor
El órgano más grande de tu cuerpo es tu piel
Para las mujeres: Tienes el control total
¿Te gustaría darle un orgasmo de cuerpo entero?
La mayoría de los hombres no son capaces de recibir
INTRODUCCIÓN

Este libro sobre sexo y relaciones es una invitación a más consciencia y a


mayores posibilidades, y ofrece una nueva visión de cómo crear tus
relaciones. Esperamos que lo que hemos escrito te deje perplejo, te empuje a
hacerte preguntas y te haga decir: “¡No digas tonterías! ¿Cómo puedes decir
eso?”
Todo en este libro se trata de que te mires y mires a tus relaciones desde un
lugar diferente, para que puedas tener una posibilidad y una elección
diferentes.
Algunas de las cosas de las que hablamos contradicen todas tus creencias
sobre cómo deben ser las cosas. Tal vez cuestionaremos lo que te han dicho
en cada clase sobre el sexo y las relaciones que hayas tomado; todo lo que
has leído sobre este tema y cualquier cosa que te hayan dicho los llamados
expertos. Pero si esas cosas de verdad funcionaran, ¿No serían tus relaciones
libres, expansivas y gozosas desde hace mucho tiempo? Quizás, aprender a
cuestionar lo que no funciona abra las puertas para encontrar algo que sí
funcione. Después de todo, si lo que te han ensañado funcionara ¿no tendrías
ya un resultado diferente?
En términos convencionales, el éxito en las relaciones generalmente
significa que te casas, tienes hijos y mantienes ese matrimonio “hasta que la
muerte los separe”. Nuestro punto de vista es diferente. Creemos que la parte
más importante de una relación exitosa es tener verdadera intimidad con uno
mismo. Si tienes eso, puedes estar solo y ser feliz, y no juzgarte como un
soltero raro, una solterona o un chico gay. Puedes estar solo y disfrutar de ti,
que es realmente donde todos deberían estar. ¿A cuántas personas conoces
que tengan eso? Nuestro punto de vista es que, cuando tienes intimidad
contigo mismo solo entonces puedes crear una gran relación.
En este libro, discutimos los cinco elementos para crear una gran intimidad
y además ofrecemos muchos otros puntos de vista acerca del sexo y de la
naturaleza de las relaciones. ¡Esperamos que uses esta información para crear
relaciones extraordinarias que tengan chispa, brío, vitalidad y sexo constantes
como nunca has experimentado antes!
Para comenzar, aquí hay algunas preguntas para considerar:

¿Cuáles son las preguntas que necesitas hacer para crear la relación
que quieres?
¿Qué haría falta para que una relación funcione para ti y no para
nadie más?
¿Qué haría falta para que te sientas expansivo en tu relación?
¿Qué haría falta para que percibas las posibilidades? No las
limitaciones.
¿Qué implicaría que dejes de juzgar a tu pareja y a ti y reconozcas
que tienes una elección diferente?
¿REALMENTE DESEAS UNA
RELACIÓN?

¿Es una relación lo que realmente deseas? Personalmente, no estoy interesado


en una relación. Me interesa la consciencia y me interesa la comunión. La
comunión no es la oblea o el vino que tomas el domingo; es una consciencia
de todo y es la unicidad que todos somos. Cuando hablo de comunión, me
refiero a estar en comunión con todas las cosas, pero lo más importante…
estar en comunión con uno mismo y con su propio cuerpo. No puedes
comenzar a tener una relación con otro hasta que estás en comunión contigo
mismo y para estar en comunión contigo, tienes, por supuesto, que ser
consciente.

¿La consciencia incluye al sexualness?1


La consciencia y la espiritualidad no son exclusivas una de la otra, pero
tampoco son lo mismo. Mucha gente hace espiritualidad, pero la aborda
desde el punto de vista de: “yo tengo razón y tú estás equivocado”. Cuando
esto pasa, la espiritualidad se convierte en otra forma de religión y crea
separación en vez de comunión. La dificultad con la mayoría de las
actividades espirituales es que juzgan mucho. La consciencia, a diferencia de
este tipo de espiritualidad, incluye todo y no juzga nada.
¿La consciencia incluye la espiritualidad? ¿Incluye al sexualness? Por
supuesto que sí. El problema de juzgar es que cada juicio que haces te impide
recibir cualquier cosa que no coincida con él. Por ejemplo, si decides que tu
pareja es la pareja perfecta, te vuelves reacio a ver cuando hace algo en tu
contra. En el momento que juzgas a tu pareja como perfecta, dejas de
percibir.
¿Puedes ver como funciona esto? Tú decides que es perfecta y entonces, no
podrás ver nada más. No puedes percibir o recibir ninguna otra información.
No verás las maneras en las que no contribuye a hacer tu vida más expansiva.
No podrás ver cuando esté haciendo algo en tu contra. Dejas de estar presente
en tu relación como el ser infinito y omnisciente que eres realmente y
comienzas a eliminarte de la relación.
Si experimentas una limitación o dificultad en tu vida en torno al sexo, a las
relaciones o a cualquier otra cosa, tiene que haber algo que no estás dispuesto
a percibir. De hecho, si algo en tu vida no funciona es porque hay algo que no
estás dispuesto a percibir, saber, ser y recibir. Así es como nuestras relaciones
comienzan a ser limitadas e infelices. De hecho, es la única manera en la que
se limita nuestra realidad.
Cuando caminas en un bosque y no tienes ningún juicio acerca de nada, tu
mente está en silencio. Todo es tranquilo. Hay una sensación de belleza.
Estás en total conexión con todo. Este espacio que sientes cuando estás en la
naturaleza es la comunión que tienes con todas las cosas, lo cual es la
consciencia y la unicidad.
Somos todo. No hay nada que no hayamos sido o hecho en una vida u otra.
Si podemos reconocer nuestro llamado “lado malvado” tan fácilmente como
reconocemos nuestro llamado “lado bueno”, entonces no gastaremos tiempo
tratando de juzgar lo que está bien o mal en nosotros y avanzaremos hacia la
unicidad y consciencia.
Lo que buscamos es cómo llegar a la unicidad con el sexo, las relaciones y
la copulación. Si puedes hacer esto sin juzgar, entonces tienes libertad, pero
mientras tengas juicio, no eres libre. Cuando te reprimes con el juicio de que
eres malo o cualquier otra cosa, creas una limitación que, a la larga, te deja
fuera de ti.
Yo tengo un amigo que asistió a una clase de psicología donde el profesor
dijo a los estudiantes que el noventa por ciento de la población preferiría
tener una mala relación que no tenerla. En vez de estar solos y disfrutar, la
mayoría de las personas prefiere tener una pareja con la que se sienten
miserables, porque eso significa que tienen a alguien.
¿Es eso suficiente para ti? Si lo es, olvídate de este libro.
Pero si te gustaría tener algo más grandioso en tu vida que esa mierda que
la mayoría de las personas piensa que son las relaciones, entonces debes
comenzar a desarrollar una actitud más consciente hacia ti mismo y tu
cuerpo; hacia el sexo y hacia la comunión con los demás. Como dije al inicio:
“Lo que estamos buscando no es una relación, sino comunión, consciencia y
unicidad”. Si eso te suena interesante, sigue leyendo.

1
Sexualness es la energía sanadora, afectuosa, nutritiva, gozosa, generativa, expansiva, creativa y
orgásmica. Es aquello que hace falta en la vida y el cuerpo de la mayoría de las personas. N del T.
HUMANO O HUMANOIDE ¿CUÁL
ERES TÚ?

Una de las cosas más inesperadas que descubrimos con Access es que
aparentemente hay dos especies de seres en el planeta Tierra: los humanos y
los humanoides.
Los humanos viven juzgando a todos los demás y piensan que la vida es
como es, que nada esta bien y ni si quiera se molestan en pensar en otra
posibilidad.
Los humanoides, por otro lado, buscan formas de mejorar las cosas. Si
inventas cosas, si te gusta investigar y si siempre estás buscando una forma
mejor y más grande de crear algo, entonces eres un humanoide y no un
humano. Los humanoides son quienes crean los cambios. Son los inventores,
los músicos y los poetas. Ellos crean todas las cosas que surgen de la falta de
satisfacción con la situación actual.

Los humanoides se juzgan a sí mismos


Una de las cosas más importantes que hay que saber sobre los humanoides
es que se juzgan a sí mismos. Piensan que hay algo malo en ellos porque no
son como todos los demás. Se preguntan: “¿Qué me pasa que no puedo
hacerlo bien?” Se preguntan por qué no pueden conseguir ni hacer lo que
todos lo demás. Cuando alguien les miente o les hace algo malo, lo
tergiversan y buscan lo que han hecho mal. Se consideran equivocados y le
dan la razón al otro.
Un amigo mío humanoide llevaba mucho tiempo en una relación con una
dama y un día le dije: “Ella te está engañando. Lo sé. Te está mintiendo”.
Él me dijo: “No, no lo hace. Ella no haría eso. Es mi mejor amiga”.
Le pregunté: “¿Puedes confrontarla con esto?”
Entonces, él la llamó y habló con ella acerca de lo que yo había dicho y ella
se molestó mucho conmigo. Él respondió ante eso juzgándose horriblemente
a sí mismo por haberle preguntado.
¿Y cuántas semanas pasaron antes de que se diera cuenta de que era cierto?
Seis semanas después descubrió que lo estaba engañando. Lo que empeoró
todo fue que él había estado negando su saber. Él dijo: “Fue como si un
camión me golpeara y luego retrocediera y avanzara nuevamente sobre mí”.

Esto es todo lo que hay


Hablé con mi padrastro, quien definitivamente era humano, después de que
tuvo un ataque al corazón. Le dije: “Papá, ¿cómo fue para ti tener ese ataque
al corazón?” Nadie le había hecho esa pregunta.
Él dijo, “Bueno, me acuerdo de haber tenido el ataque al corazón y estar
parado al lado de mi cuerpo viendo a…” se apagó y comenzó de nuevo.
“Bueno, tuve este ataque al corazón y los vi poniéndome los electrodos en mi
pecho…” Otra vez, se detuvo a mitad de la frase, hizo una pausa y comenzó
de nuevo. “Bueno”, dijo finalmente, “Tuve este ataque al corazón y ellos
pusieron los electrodos en mi pecho y me resucitaron”.
Él no podía tener una realidad en la que estuviera fuera de su cuerpo viendo
ocurrir estas cosas. Fue un gran ejemplo de lo que sucede cuando la gente no
puede tener lo que no encaja en sus juicios de la realidad.
Su realidad era que se está en un cuerpo y eso es todo lo que hay. Un
humano nunca puede tener nada que no encaje con su punto de vista: “esto es
todo lo que hay”. Los humanos son las personas que no creen en la
reencarnación. No creen en otras posibilidades. No creen en los milagros. Los
médicos, los abogados y los jefes indios lo crean todo. Los humanos no crean
nada. Harán el mismo trabajo una y otra vez, y a veces muy bien y de forma
eficiente, pero nunca lo harán de manera diferente.
El cuarenta y siete por ciento de la población es humanoide y ellos son los
creadores de todo lo que cambia en esta realidad. Cincuenta y dos por ciento
son humanos. (¿Y el último uno por ciento? ¡Algún día te diré más acerca de
ellos!)
Los humanos se aferran a las cosas como son y nunca quieren que nada
cambie. ¿Alguna vez has estado en la casa de alguien que no ha cambiado sus
muebles en 30 años? Humano.
Los humanos vivirán en el mismo vecindario hasta que el vecindario se
caiga a pedazos, y con tal de no mudarse, pondrán barrotes en sus ventanas
para mantener a los delincuentes fuera de su casa. ¿Y quién está viendo por
los barrotes? Disculpa, ¡te acabas de encarcelar! Los humanos son los
contratistas que arrancan todas las plantas para poder remodelar una casa.
Matan todo para crear. “Así son las cosas”, dicen ellos. “Vamos a matar todo
y todo estará bien”. Los humanos juzgan a los demás porque todo en su vida
se trata de juicio, decisiones, fuerza y esfuerzo. Es el único lugar desde donde
crean.
Piensa en alguien que conozcas que sea humano. Siente su consciencia.
Ahora, siente la consciencia de una roca. ¿Cuál es más ligera? ¿La de la roca?
Bien. Hay más consciencia en la roca, así que nos juntamos con humanos
¿por cuál motivo? Todos tenemos amigos y familiares humanos, pero nos
juzgan y nos dicen lo equivocados que estamos en todo lo que hacemos.

Humanos, humanoides, sexo y relaciones


El punto de vista humano es que el sexo es para la procreación y debes
tener dos hijos y después de eso debes dejar de tener sexo. El punto de vista
humanoide es que el sexo es por diversión. Entonces, si eres humanoide, ten
sexo por recreación, excepto que si lo haces y la pasas bien, podrías juzgarte
como malo.
Claramente si eres un humanoide, necesitas una pareja humanoide. Pero
una de las más grandes dificultades para crear relaciones expansivas es que
los humanoides se sienten atraídos por los humanos. No quieres elegir una
pareja humana, pero puedes sentirte impulsado a hacerlo. Si lo haces, vivirá
juzgándote. Te dirá lo equivocado que estás en todo. Si te juzgas y la otra
persona también te juzga, se hace un poco difícil que te muestres como quien
eres realmente en la relación. Todos los juicios causan que comiences a
divorciarte de ti, así que no puedes estar en la relación.
Los humanoides siempre se preguntan por qué no pueden estar satisfechos
con las cosas como son y por qué no pueden tener relaciones monógamas con
facilidad. Si engañan a su pareja, acumulan cantidades horribles de juicio
sobre sí mismos, mientras que un humano engañará y dirá: “Tú me hiciste
hacerlo”.

Bueno, si tan solo consiguieras una televisión…


Para los humanoides, es un gran alivio saber que siempre nos juzgan y que
nunca encajamos. Nos esforzamos, pero no podemos encajar en el molde
humano. Todos en nuestra familia nos dicen: “Bueno, si tan solo consiguieras
una televisión, un automóvil nuevo, un trabajo normal, estarías bien”.
La idea de hablar de esto de humanos/humanoides no se trata de juzgar a
los humanos. Es acerca de tomar consciencia de cómo nos juzgamos los
humanoides.
Vemos a los humanos y decimos: “¿Cómo es que no puedo ser como ellos?
Ellos la tienen tan fácil”. Para ellos, la vida es simple porque lo tienen todo
categorizado.
Los humanoides siempre se preguntarán: “¿Qué me pasa que no puedo ser
como esta otra persona? ¿Qué esta mal conmigo que no quedo satisfecho con
menos? ¿Qué está mal conmigo?” Se juzgan a sí mismos en gran medida.
Todos los juicios que te has hecho por ser humanoide, por favor ¿Los
podemos destruir y descrear?
ENCARNACIÓN GOZOSA ¿QUÉ
ES ESO?

La mayoría de las enseñanzas espirituales, las iglesias y las religiones hablan


acerca de cómo tu cuerpo es algo malo. Enseñan sobre los pecados de la
carne y ven a la encarnación como un hecho negativo. Pero si tener un cuerpo
fuera algo malo ¿por qué seguirías reencarnando? Tienes elección ilimitada
en el universo y si sigues regresando debe haber algún motivo.
Debe haber una grandeza en la encarnación que aún no hemos reconocido,
por la que seguimos haciéndolo una y otra vez como si pensáramos que
vamos a crear algo diferente. Hasta que veas a la encarnación como una
expresión gozosa de ti, el ser infinito, y hasta que puedas moverte hacia la
grandeza de lo que es la encarnación, no puedes librarte de volver una y otra
vez.
Mira a un gato. Un gato ama a su cuerpo. Hace volteretas por exuberancia y
corre solo por la satisfacción de hacerlo. Cuando come, lo hace con gusto. No
come por obligación o porque es una oportunidad de hablar con alguien. Él
no se detiene para hablar contigo en medio de su cena. Los gatos están en
total comunión con sus cuerpos. No hay ningún sentido de separación con sus
cuerpos. Cuando caminan usan todos los músculos. Así es con los animales.
Pero cuando nosotros caminamos, ¿usamos cada músculo de nuestro cuerpo?
o ¿caminamos, como la mayoría de las personas, de rodillas hacia abajo,
como si fuéramos juguetes de cuerda? ¿Cómo crees que sería si no
tuviéramos una sensación de separación con nuestros cuerpos?
Tengo un amigo que dice que no es muy atlético y que no le gustan los
deportes, pero lo he visto correr. Cuando regresa de ir a correr sus brazos son
el doble del tamaño que eran cuando se fue, pero no por hacer pesas o
trabajar esos músculos en particular. Es porque a su cuerpo le encanta
moverse. Cuando corre no lo hace con una postura articulada, forzada de
“estoy trotando por mi salud”, si no por la pura delicia del movimiento.
Desafortunadamente, la mayoría de nosotros nunca experimentamos el
gozo en el movimiento de nuestros cuerpos. Empujamos a nuestros cuerpos
al ejercicio o lo forzamos a ir al gimnasio. Nunca les preguntamos qué
quieren comer o qué los haría sentirse genial.
Tengo otro amigo que puede tener sexo toda la noche y luego al día
siguiente trabajar todo el día; tener sexo toda la noche siguiente, ir a trabajar
al día siguiente y quizás dormir 4 horas durante todo ese tiempo. Nunca deja
de tener energía. Su cuerpo es un gozo para él. Es una de las pocas personas
que conozco que se deleitan tanto con su cuerpo. La mayoría de las personas
que tienen sexo toda la noche están agotadas al día siguiente y quieren ir a
dormir. Él no. Él está todo entusiasmado y listo para hacer más. Si vemos
esto como una posibilidad real, entonces, ¿Qué podemos crear con nuestros
cuerpos?
Trabajé con una señora que vino a verme con problemas de peso. Le dije
“habla con tu cuerpo acerca de qué lo hace sentirse bien y haz algo todos los
días que nutra a tu cuerpo”.
Ella recordó que cuando era una niña su madre solía ponerle talco todas las
noches después del baño. Así que compró un talco perfumado y comenzó a
empolvarse delicadamente cada noche. La hacía sentirse toda suave y
encantadora. Su cuerpo se sentía nutrido, cuidado y honrado, y ella perdió 25
libras en seis semanas.
Quiero animarte a experimentar la grandeza de la encarnación. Se trata de
aprender a honrar a tu cuerpo, a ocuparte de él y de reconocer que él desea
servirte. Desea hacer tu vida más genial.
El punto de vista no es: “tú estás a cargo de tu cuerpo y por lo tanto
deberías patearlo constantemente”. No. Tu cuerpo hará todo lo que quieras.
Todo lo que tienes que hacer es preguntarle. Pero si te miras al espejo y
juzgas lo gordo que estás y lo feo y fofo que es, obtendrás más de eso. Si te
paras frente al espejo y acaricias a tu cuerpo y le dices lo genial que es, es
sorprendente lo que puede ocurrir. Deberíamos estar aquí con este cuerpo
pero la mayoría de nosotros nunca le hemos siquiera preguntado lo que le
gustaría.
¿Y si pudiéramos desbloquear lo que nos impide tener el gozo de la
encarnación? ¿Y si pudiéramos tener comunión con nuestro cuerpo,
realmente amarlo y disfrutarlo? ¿Y si pudiéramos tener la plena exuberancia
de nuestro cuerpo y estar dispuestos a sentir cada parte de eso? ¿Qué pasaría
si pudiéramos vivir nuestras vidas como la calidad orgásmica que puede ser
la vida? Entonces quizás podría presentarse una realidad diferente aquí en el
planeta Tierra.
¿QUÉ DEFINE AL SEXO?

Los cinco elementos del sexo son: la sensualidad, el sexo, la copulación, el


sexualness y la sexualidad.

La sensualidad
La sensualidad tiene que ver con lo que le gusta al cuerpo. Es la sensación
de ser acariciado. Es la sensación del sol en tu piel, o la de acostarte en una
cama acogedora. Es el olor de tu planta favorita o la sensación de ser sujetado
gentilmente por alguien a quien le importas.

El sexo
El sexo es cuando te sientes bien y te ves bien. Caminas erguido,
pavoneando tus cosas y todo el mundo lo sabe.

La copulación
La copulación es cuando se juntan los cuerpos.

El sexualness
El sexualness es la energía creativa de la vida en el planeta Tierra. Existe en
todo. Sexualness es recibir en este planeta. Es la forma en la que tenemos
comunión con todo. Recibimos de todo, en todas partes sin juzgar. Esa es la
idea.

La sexualidad
Con la sexualidad, por otro lado, siempre hay un juicio porque la sexualidad
te remite a una norma, que luego se convierte después en una fuente de
separación y división. Con la sexualidad se obtienen juicios y métodos para
destruirte a ti, a tu vida y a tu realidad.
Por ejemplo, quiero poder apreciar el sexualness de mis amigos “hombres”
así como también el de las mujeres, el de un gato, el de un árbol. Pero con la
sexualidad en vez de abrazar el sexualness en todos, pensamos “esto no es
apropiado para mí, el ver la energía sexual de mi hija, porque eso significa
que estoy teniendo malos pensamientos”, ¡no! es mejor que puedas ver lo que
tu hija puede hacer o lo hará cuando tú no quieras que lo haga. Más te vale
poder reconocer lo que está pasando. Tienes que ver el regalo que es cada una
de las personas y no hacer juicios de la sexualidad.
Una vez trabajé con un hombre que tenia una tienda de ropa en la sección
gay de la ciudad. Él tenía problemas con su negocio y me pidió que lo
ayudara a ver cuál era la causa. Lo examinamos todo y todo se veía bastante
bien; después le pregunté acerca de sus clientes. “Bueno, la mayoría son
simpáticos, pero odio cuando esa gente entra aquí”.
Le pregunté: “¿Quién es “esa gente”?”
Él dijo: “Ya sabes los chicos amanerados”.
Le pregunté: “Por qué odias que entren?”
Él dijo: “Porque son muy simpáticos conmigo”.
Yo le dije: “Bien, entonces, cuando estás en público ¿coqueteas con
mujeres?”
Él dijo: “No cuando mi esposa está cerca”.
Le dije: “Bien, pero sí coqueteas ¿cierto? ¿Eso significa que planeas
acostarte con esas personas?”.
Él dijo: “Bueno, no. Nunca engañaría a mi esposa”.
Le dije: “Esos chicos están coqueteando contigo pero no recibes la energía.
Si no puedes recibir la energía entonces no puedes recibir su dinero. Los estás
alejando de tu tienda. Tienes que estar dispuesto a recibir su energía y
regresarla. Tienes que aprender a coquetear con ellos. ¡No significa que
tengas que ir a la cama con ellos! Eso no es de lo que estoy hablando”.
Las personas identifican mal el sexualness y piensan que significa
copulación. Bueno, yo no copulo con los gatos pero si recibo el sexualness de
ellos. Es importante reconocer eso, porque puedes tener la energía de
sexualness de alguien, y eso no significa que irás a la cama con ellos.
Cuando estás en unicidad con todas las cosas entonces eres sexualness total
y no hay juicio. Estás dispuesto a recibir de todo en el planeta. Pero tan
pronto como dices “yo soy esto” creas una limitación.
Cuando haces sexualidad y dices “soy un hombre heterosexual”, no puedes
recibir la energía de los hombres homosexuales y cortas tu habilidad de
recibir de todo. ¡Eso es todo! No recibirás energía de las plantas, no recibirás
energía de los animales y especialmente no recibirás la energía de las
personas de tu mismo sexo.
Piénsalo por un momento. Si eres un hombre y no estás dispuesto a tener el
sexualness de otro hombre entonces, ¿cómo puedes tener todo lo que eres?
Cuando rechazamos recibir la energía de sexualness de las personas del
mismo sexo entonces, también, estamos rechazando nuestro propio
sexualness.
Si dices: “soy un hombre heterosexual”, entonces juzgas a las mujeres que
son gay, porque esto quizás afecte a tu novia, entonces tratas de dividir al
mundo y poner a las lesbianas lejos de tu vida para que así no coqueteen con
tu novia. Cortas lo que le permites recibir a tu novia y lo que te permitirías
recibir a ti mismo y te comienzas a dividir en formas de separación llamadas
sexualidad.
Si vives desde el lugar del sexualness y el no juicio entonces tienes la
libertad de recibir al mundo entero. Puedes tener todo lo que siempre has
querido. Eso es hacia donde apuntamos, a que reclames y poseas la totalidad
de tu sexualness y que lo vivas, en vez de pensar en eso como si estuviera
afuera de ti, como algo que hiciste en el pasado, algo que tienes que controlar
o algo que te gustaría hacer en el futuro. Lo tienes ahora mismo. Está todo
aquí.
¿EL SEXO TIENE SIGNIFICADO?

Algunas personas piensan que el sexo debe tener un significado. Lo tiene. Se


llama diversión. El sexo es una expresión gozosa de la vida, pero cuando
tratas de hacerlo significativo te pones a juzgar y tan pronto como te pones a
juzgar, limitas la experiencia que puedes tener. Una vez que comienzas a
juzgar, dejas de estar presente.
¿Cómo son los juicios? “¿Será ella la ideal para mí?” “Me pregunto cómo
sería tener bebés con él”. “Tiene un gran trabajo”. “Sería una relación
maravillosa”.
Tan pronto como comienzas a crear significado y juicios acerca de lo que la
otra persona será para ti o sobre el significado del sexo, dejas de estar
presente. El juicio mata toda posibilidad. Es el clavo en tu ataúd.
La copulación debería ser una expresión gozosa de la vida y cuando se hace
desde ese punto de vista, es expansiva; y su intensidad, volumen y
posibilidades pueden aumentar. Pero cuando copulas desde el punto de vista
de que tiene un significado, disminuyes energéticamente lo que está
disponible. El significado que le das crea una limitación y lo que haces ya no
se expresa como espacio o posibilidades ilimitadas.
Por ejemplo, si alguien tiene el juicio de: “este hombre es para mí”. En el
fondo de su cabeza está pensando: “Bueno si voy a tener bebés con él,
entonces definitivamente no podemos tener sexo oral. Definitivamente no
podemos tener sexo anal. Definitivamente no podemos tener un trío porque
entonces no se casará conmigo”. Ella limita su comportamiento basado en el
potencial juicio futuro que su compañero quizás tenga.
Deja fuera los juguetes y las diferentes posiciones porque juzga que su
compañero quizás la juzgue como que no es la correcta para el futuro.
Suprime quien es para tratar de encajar en la proyección de lo que piensa que
puede ocurrir en el futuro.
Comienzas a limitar lo que puedes tener en el área de la copulación y el
sexualness basado en tus juicios. Mucha gente con la que he hablado acerca
de su vida sexual me dice que una vez que tienen hijos dejan de hacer
cualquier cosa, excepto la posición del misionero. Cuando les pregunto “¿Por
qué?” ellos dicen: “Bueno, nos preocupa que los niños se enteren”, disculpa
pero los niños ¡salen de sus cuerpos para verte tener sexo! ¿No sabías eso?
¿Les vas a enseñar que eso es todo lo que pueden tener?
Sé que muchas personas detienen su comportamiento basándose en los
posibles juicios futuros que alguien más pueda tener. Si esto no te tuerce la
cabeza, entonces piensa en la última relación en la que estuviste, cuando te
torciste tratando de adaptarte a algo de lo que no eras realmente capaz.
He visto toda clase de personas hacer esto y lo he hecho yo mismo. Trate de
tornarme en algo para poder encajar en mi idea del punto de vista de alguien
más. Eso funciona ¿basado en qué? cuando haces eso ¿de quién te divorcias?
¡de ti!
En los seminarios de Access hablo acerca del uno, dos y tres del sexo. La
primera vez es por diversión, la segunda vez para tener una relación y la
tercera vez para ir al altar. Un amigo mío pensó que yo decía tonterías cuando
le dije eso. Decidió probar esa teoría y regresó y me dijo: “¡tenías razón!”
Me dijo que él no pensaba que fuera cierto para él, porque él era muy
franco con estas cosas. Me dijo que fue muy claro con la siguiente persona
con la que copuló. Le dijo: “me encantaría tener sexo contigo pero no estoy
interesado en tener una relación”. Será expansivo y divertido si estás
dispuesta a que así sea. Y ella dijo: “por supuesto, yo tampoco estoy
interesada en una relación”.
Entonces, tuvieron sexo la primera vez y él dijo que fue espectacular. La
segunda vez ella quería pasar la noche. Al momento de despertar la mañana
siguiente, me dijo: “la oscuridad ya había comenzado”. Incluso cuando los
dos habían acordado que no querían una relación. Sin mencionar que ella
marcó su territorio dejando rastros de que había estado allí; dejó sus zarcillos
y un par de calzones en la cama. Continuaron teniendo sexo un tiempo más y
acordaron que también tendrían sexo con otras personas y fue expansivo y
divertido hasta que ella descubrió que él había copulado con alguien más.
Ella quería matarlo. Y él dijo: “lo mismo pasó con las siguientes diez mujeres
con las que tuve sexo”.
Los hombres hacen lo del uno, dos y tres del sexo tanto como las mujeres.
Después de divorciarme de mi primera esposa, recuerdo estar parado en la
ducha una mañana después de tener sexo con otra mujer por primera vez. Y
me encontré pensando: “¿me pregunto si será la indicada?”.
¿Si será la indicada? ¡Ni si quiera sabía su apellido y me estaba
preguntando si era la indicada! Pensé: “¡no puedo creerlo! Acabo de salir de
un matrimonio. No quiero entrar en otro”.
Nos metemos en estas cosas automáticamente porque hemos sido
programados para movernos en ese espacio. Es lo que hace todo el mundo.
La primera vez no intentas adueñarte de la persona, solo te diviertes. La
segunda vez comienzas a darle significado a lo que estás haciendo y
comienzas a crear una realidad donde juzgas lo que deberías estar creando si
tienes sexo. Bueno pues, tus padres te dijeron “no tengas sexo a menos que
estés en una relación”, “no te acuestes con ella a menos que te vayas a casar
con ella”. La importancia que le das crea una limitación y lo que haces ya no
se expresa como la ilimitada calidad del sexualness.
Lo que buscas es una vida sexual en constante expansión, no con
rendimientos decrecientes. Siempre se requiere un juicio para hacer algo
significativo, y así cuando haces algo significativo comienzas a tener
rendimientos decrecientes.

¿Cómo es el sexo como una expresión


gozosa de la vida?
Recuerda como fue el ultimo orgasmo que tuviste, incluso si fue hace 100
años. Jala esa energía a través de tus pies y que suba hasta la parte superior de
tu cabeza. ¿Cómo se siente tu cuerpo cuando haces eso? ¿Más vibrante?
¿Más vivo? Si mantienes esa cualidad orgásmica, te conviertes en una
invitación para que tu pareja desee más sexo. Su cuerpo quiere esa misma
vibración. Lo único que tienes que hacer es seguir jalando esa energía por
todo tu cuerpo.
Lo que estamos buscando aquí es un sentido de la capacidad orgásmica de
la vida y la celebración que la vida debería ser realmente. ¿Tienes el juicio de
que el sexo es demasiado serio como para que sea divertido? ¿Que no te
puedes reír durante un orgasmo? ¿Que no le puedes dar tantos orgasmos que
se ría histéricamente porque no puede soportar más esa intensidad?
¿Alguna vez has tenido una relación en la que podían acurrucarse como
cachorritos? ¿Solo se acoplan y disfrutan tocándose el cuerpo? No estás
tratando de conseguir nada. No estás tratando de hacer nada. Solo están allí,
cómodamente, permitiendo que sus cuerpos se entrelacen. Esa sensación de
ser como cachorritos es donde comienzas a jugar con tu cuerpo y a jugar con
el cuerpo de la otra persona en vez de hacerlo serio. Este cuerpo fue hecho
para divertirse.
El punto de vista es: “eso parece divertido”. ¿Qué más puedes hacer? ¿Qué
más es posible? Espero que tengas un poquito de esa curiosidad y permitas
que un sentido de diversión y vitalidad se aventure también en otras partes de
tu vida.
¿QUÉ CREA TU ENERGÍA
SEXUAL?

¿Qué crea tu energía sexual? ¿Es la atracción de alguien más hacia ti, tus
hormonas o lo que decides crear en tu propia cabeza?
¿Eres tú quien se enciende o es tu cuerpo? ¿Qué haces para encender o
apagar a tu cuerpo? ¿Tienes todas las perillas bajadas al menor denominador
posible? ¿Alguna vez has mantenido tu energía sexual apagada para así no
descontrolarte? Alguna vez has pensado: “No me importa cuánta diversión
tuve en el pasado. Recordaré lo genial que fue pero nunca permitiré que sea
así de intenso de nuevo”.
Si estás en la infinitud de tu ser, entonces eres sexualness total todo el
tiempo. El punto de vista humano es que tienes que apagar y prender tu
sexualness. “Oh, esa chica me enciende”. “Ese chico me enciende”.
¡Disculpa! ¿Por qué no estás encendido todo el tiempo? Cuando te pedí que
jalaras la energía del orgasmo a través de tu cuerpo hasta la parte superior de
tu cabeza, tu cuerpo se sintió genial ¿cierto? ¿por qué no haces eso siempre?
la razón por la que probablemente no permites que eso pase es porque tienes
que estar dispuesto a ser visto por quien realmente eres.
¿Has notado a la gente que se viste sexy, salvo que no hay ni un gramo de
sexualness en ellos? Están creando una imagen de lo que piensa que es
sexual, pero no están creando sexualness. ¿Y alguna vez has visto a alguien
caminando por la calle con ropa desteñida y piensas: “Oh, esa chica es sexy”.
“Ese chico es sexy”. ¿Por qué? Porque están encarnando su sexualness. No se
lo están poniendo. No es una imagen que estás creando. Es la realidad de
quien ellos son. Sexualness no tiene nada que ver con tu aspecto. Es quien
eres.
Tengo una amiga que piensa y se siente sexualness todo el tiempo y copula
constantemente. Tiene senos pequeños, un trasero bastante grande, un
abdomen pronunciado y el pelo malo. No es una chica hermosa pero cuando
ella camina por la calle, la gente le cae encima. No hay nada en las partes de
su cuerpo que sea hermoso, pero su ser, su sexualness y su presencia son
atractivos para todos, y la gente siempre coquetea con ella. Sexualness no es
acerca de las partes del cuerpo, se trata de lo que eres adentro.
Cuando encarnas la totalidad de tu sexualness encarnas la capacidad de
recibir de cualquiera; no importa quien te mira o piense que eres genial. Pero
lo que sucede a menudo es que suprimimos nuestro sexualness porque
pensamos que está mal ser así. La supresión es la manera en la que nos
dominamos, manipulamos y controlamos a nosotros mismos. Cuando no
encarnas la grandeza de ti y no estás dispuesto a recibirla, cuando no jalas
energía hacia ti, cuando no estás siendo la cualidad orgásmica de la vida
entonces la gente se aleja. Te comprimes y contraes y niegas la totalidad de
quien eres. De lo contrario la gente se siente atraída hacia ti. Viene a ti todo el
tiempo.
No es acerca de suprimir ninguna parte de ti. La idea es que puedas
experimentar todo con facilidad, gozo y gloria. Si quieres recibir
abundantemente en tu vida, entonces tienes que estar dispuesto a recibir
cualquier cosa… ya sea dinero o sexualness.
¿LA SIMULTANEIDAD DE
REGALAR Y RECIBIR O DAR Y
TOMAR?

Este mundo está basado en la practica de dar y tomar.


Es un punto de vista que dice, te doy esto y me das aquello. Si yo te la chupo,
entonces tú tienes que chupármela a mí. Es una modalidad de intercambio en
la que todos estamos atrapados. Regalar, por otro lado es la capacidad de
ofrecer a alguien y, en ese ofrecer, se recibe por igual. Con el regalar no hay
un intercambio separado. El regalar es el recibir y el recibir es el regalar, todo
el tiempo. Cuando tienes eso, tienes los elementos que te permiten tener un
verdadero sentido de comunión con todas las cosas.
Deja ir la idea del intercambio de energías y date cuenta de que todas las
energías son expansivas. Es una forma diferente de ver lo que le estás
ofreciendo a alguien. Le estás regalando y al hacerlo… recibes
simultáneamente.
Cuando tienes un lecho de flores hermosas, ellas te dan su fragancia y su
belleza y no piden algo a cambio. Lo que reciben de ti es la energía que les
das y la gratitud que tienes por lo hermosas que son.
Cuando estás en la naturaleza ¿te regala algo? ¿Espera algo a cambio? La
naturaleza ofrece todo lo que tiene todo el tiempo y como resultado recibe de
todo. Los árboles frutales crean frutas y te las regalan totalmente. ¿Retienen
algo?
¿Le has prometido alguna vez a tu pareja algo para conseguir lo que
quieres? Este es un punto de vista tonto. Te pone en una posición de dar y
tomar donde tienes que dar para conseguir. No le ofreces a la persona porque
regalar es un honor para ti; estás comerciando.
Le pones un precio. Sigues haciéndolo como si fueras a obtener un
resultado, pero no funciona porque la gente no está dispuesta a
intercambiarse a sí misma. Desea también ser honrada.
La mayoría de nosotros nos metemos en el proceso de dar y tomar.
Este proceso no es: “te la voy a chupar porque me encanta el sabor y me
encanta el olor y me encanta cada parte de eso y, caramba, ¿no es súper
divertido? y ¿cómo consigo más de eso?”.
Este proceso no es: “esto es tan divertido para mí que recibo en el
proceso”… pero eso es lo que puede ser.
Parte de la dificultad de las relaciones es que muchas de ellas son sobre: “si
yo hago esto por ti, entonces tendrás que hacer esto por mí”. “Si te doy esto,
tú me tienes que dar aquello”. Lo cual es: “si te doy entonces tomo”. Estás
intercambiando. Cuando das y tomas se crea una obligación. No honra la
simultaneidad de regalar y recibir y no es la manera de crear la comunión que
es realmente posible.
En el universo de dar y tomar, piensas que si das lo suficiente entonces la
otra persona te lo devolverá. ¡No! Si regalas no te importa si alguna vez te
dan algo a cambio. Cuando regalas te abres a recibir de todo en el universo,
no solo de la persona con la que estás. Cuando das y tomas estás buscando
que esa persona te regrese la energía que le has dado, lo cual es un flujo
pequeño en comparación al flujo expansivo que es posible. Cuando regalas
en totalidad te abres a recibir del universo entero y la infinita intensidad del
sexualness se hace posible.
Tienes que estar dispuesto a recibir del universo entero. Esta es la manera
en que funciona.
Si haces el dar y tomar entonces es un intercambio. ¿Quieres intercambiar
fluidos corporales o quieres regalar a la persona porque te importa?
COMUNIÓN O RELACIONES

A veces la gente me dice: “estoy listo para la comunión con alguien”. Tan
pronto como los escucho decir: “…con alguien” ya sé que están hablando de
relación incluso si fingen que están haciendo comunión. No te engañes
pensando que estás en comunión. La comunión no es con alguien. La
comunión es con todo. Cuando puedes tener comunión con todo, entonces
puedes recibir de todo. Eso no solo afectará a tu vida sexual y a tus
relaciones, sino que también se reflejará en el dinero y en cada parte de tu
vida, porque es acerca de la capacidad de recibir.
Por otro lado, en una relación todo es un activo o un pasivo. Es acerca del
saldo en el estado de cuenta de tu relación. Estás convirtiendo a tu relación en
sumas y restas. Piensas que todo es un activo y luego te das cuenta de que
todo es un pasivo. Entonces se terminó. Reconoce que hay un lugar diferente
desde el que puedes funcionar. Se llama comunión.
Yo tengo un caballo de carreras que no obedece nunca a nadie. la
obediencia no es parte de lo que hace. Dain no es un jinete con experiencia,
pero de verdad quería montar ese caballo y me lo pedía una y otra vez hasta
que finalmente sucumbí y lo dejé. El caballo le echó una mirada a Dain y
dijo: “¡Eres mío!” Aunque no obedecía ni al jinete más experimentado, hará
cualquier cosa que Dain le pida, porque él y Dain tienen comunión y una
conexión que desafía las leyes de esta realidad, que serían: “yo soy el dueño,
haces lo que yo diga”.
Dain puede montar este caballo con un cabestro. Nadie más en el mundo se
atrevería a montarlo con un cabestro. El caballo le ha estado mostrando a
Dain cómo saltar y Dain ahora puede hacer cosas con él que causaron que
alguien que ha estado montando por diez años comente: “no puedo creer que
hayas conseguido que ese caballo haga eso”. La respuesta de Dain fue: “No
conseguí que mi caballo hiciera eso, se lo pedí y él lo hizo”.
Muchas personas están dispuestas a tener esa comunión con un animal, pero
no están dispuestas a tenerla con la pareja. No están dispuestas a saber lo que
desea verdaderamente su pareja. Dicen que quieren que les digan: “dime lo
que quieres”.
Y la pareja dice: “no puedo creer que tenga que decirte qué es lo que quiero
que hagas”. ¿Qué? Estar en comunión les permitiría expresar realmente lo
que es posible. Si están en comunión y se requiere comunicación verbal, no
solo lo sabrán si no que también la tendrán. Estarán dispuesto a pedir lo que
les gusta. “Oh, eso siente muy rico. ¿Puedes hacer un poco más de eso? Un
poco más abajo por favor”.
Pide y se te dará.
¿ESTÁS REALMENTE
DISPUESTO A RECIBIR?

La mayoría de nosotros hemos recibido solo hasta: “como, bebo, me ducho,


cambio mi ropa y me compro cosas”. Eso es recibir para la mayoría de las
personas en este planeta. La mayor parte tiene que ver con el dar y tomar en
vez del regalar y recibir.
¿Eres una de esas personas que trabaja duro para obtener el resultado?
¿Trabajas demasiado duro en algo? Cuando haces eso no estás dispuesto a
recibir, solo estás dispuesto a dar. Das y das y das con la idea de que, de
alguna manera, algo de todo eso regresará a ti. ¿O eres alguien que no está
dispuesto a recibir porque piensas que tendrás que dar algo a cambio? No
dejas que nada entre debido a que no quieres que nada salga.
Aprender a recibir es lo más grandioso que puedes hacer. La limitación de
dinero, la limitación de sexo y la limitación de las relaciones se basa en lo
que no estás dispuesto a recibir. Cuanto más libres somos en lo que podemos
tener, más podemos recibir. Esa es la mayor limitación que veo en las vidas
de las personas. No recibirán ciertas cosas.
Si quieres descubrir como aumentar tu habilidad de recibir entonces ve al
centro de la ciudad y mira todas las cosas en todas las vidrieras de las tiendas.
Cada vez que veas algo y pienses: “odio eso”, o “no me gusta eso”, destruye
y descrea cada decisión que has hecho que crea ese punto de vista. Solo dite a
ti mismo o en voz alta: “destruyo todo lo que crea ese punto de vista”.
Una vez que puedas ver cualquier cosa y decir: “¡Oh! Eso es interesante”,
“Eso es bello”. “Eso es inusual”. “Eso es diferente”. entonces podrás
comenzar a recibir todo. Ya no tendrás un punto de vista fijo acerca de como
tiene que lucir algo y puede aparecer en tu vida algo totalmente diferente. Por
cierto, eso no quiere decir que tengas que comprar todas las cosas feas que
ves.
Yo solía pisar caca de perro todo el tiempo. Solía tener en mis zapatos y me
enloquecía porque no soportaba el olor. Así que finalmente me dije: “Bien.
Debo superar esto de la caca de perro. Tengo que ser capaz de recibir la caca
de perro”. Comencé a hacer un proceso de Access llamado los puntos de
creación para superar que lo de la caca de perro fuera un problema.
Entonces un día saliendo del auto escuché: “¡Cuidado!” y cuando miré
hacia abajo vi que estaba por pisar un montón de caca de perro. Caminé unos
tres pasos más y escuché: “¡Estoy aquí!” y era otro montón de caca de perro.
Ahora bien, nunca hay montones de caca de perro a tres pies de distancia la
una de la otra, especialmente en Santa Bárbara, y desde ese momento la caca
de perro me avisa que está allí. Nunca más la pisé. Ahora, no me importa.
Dain me contó acerca de una vez que estaba corriendo por un sendero en las
montañas de Santa Bárbara. Él comenzó a pensar: “Caramba, hay serpientes
grandes por aquí. Me pregunto qué pasaría si me mordiera una serpiente”.
Una milla más allá, mientras corría, fue a saltar sobre un pequeño arroyo y
mientras estaba en el aire, vio una serpiente de cascabel Diamondback al otro
lado, en medio del sendero, detenida mirándolo fijamente. De alguna manera
Dain dio la vuelta en el aire y regresó al otro lado del camino. Se detuvo allí y
la miró. Era la cascabel más hermosa que él había visto. La serpiente se sentó
allí y lo miró y Dain lo entendió: “¡Oh! Me estabas avisando que te
encontrabas aquí. ¿No es así?”.
Estaba dispuesto a recibir la información de que había una serpiente en el
camino, pero no estaba dispuesto a reconocer lo que significaba. La
información está allí si estás dispuesto a recibirla. Es así como la pregunta,
“¿Qué hay de bueno en esto que no estoy viendo?” sale a colación.
En el caso de Dain era: “Oh, bien. ¿Hay una serpiente en frente de mí? Sí.
Muy bien, tendré un poco más de cuidado”.
Muchas veces en una relación, cuando no estás dispuesto a ver a la
serpiente de cascabel, tomas decisiones como: “Oh, es la mujer más hermosa
en el mundo”. Ya decidiste que ella es hermosa y no verás cuando haga cosas
malas. No verás cuando ella está haciendo mierdas raras. No lo verás. Ya has
tomado una decisión. Hiciste la elección de no querer ver nada más.
Vas a obtener un resultado negativo porque no estás dispuesto a recibir
todo. Si estás dispuesto a recibir que hay cosas buenas, malas y feas en cada
persona, entonces puedes ver lo que hace y puedes tener total confianza en
ella. Sabrás que te comerá el corazón. Sabrás que te va a joder por un
centavo. Sabrás lo que va a hacer y no habrá sorpresas. Ahí es donde la gente
se equivoca en sus relaciones. Decide que alguien es perfecto y trata de ver
solo lo bueno.
¿Puedes ver lo que alguien está haciendo si no estás dispuesto a ver todo
acerca de él? Si no estas dispuesto a recibir sus limitaciones ¿estás realmente
dispuesto a estar en una relación con él? Has tomado una decisión y has
hecho un juicio, y cuando haces eso, nada que no encaje ese juicio puede
entrar en tu consciencia.
CUERPO ¿DÓNDE DESEAS QUE
TE TOQUEN?

Una de las maneras en las que puedes desarrollar la consciencia de lo que el


cuerpo de tu compañero quiere es preguntando a su cuerpo lo que le gustaría
y seguir lo que te diga. No tienes que preguntar en voz alta, aunque puedes
hacerlo, también puedes hacerlo en tu cabeza. Comienza desde el punto de
vista de que, si le preguntas al cuerpo dónde quiere ser tocado, te dirá dónde
poner tus manos. Simplemente pregúntale al cuerpo de tu pareja qué quiere y
confía en que tus manos responderán.
Esto te prepara para la parte más importante de una copulación grandiosa,
que es seguir la energía. Como todo lo demás, solo se requiere práctica.
Simplemente le preguntas al cuerpo de la otra persona: “Cuerpo, ¿dónde te
gustaría ser tocado?”. “Cuerpo, ¿qué necesitas? tienes que saber que tus
manos se van a mover automáticamente hacia ese lugar. La espalda quizás
necesite un masaje profundo para relajar cualquier tensión que se haya
creado. Los pies quizás quieran un masaje o el vientre quizás quiere ser
frotado suavemente por un largo rato.
Lo que haces se trata de sanar y te das cuenta al tocar el cuerpo de la otra
persona. La sanación es parte de la realidad del verdadero sexualness. Tu
cuerpo tratará de sanar al cuerpo de tu pareja. Y su cuerpo tratará de sanar al
tuyo, eso los va a expandir a ambos. De verdad, no es más que preguntarle al
cuerpo: “cuerpo ¿dónde deseas ser tocado?”.
¿Alguna vez has tenido un masaje de alguien que presionaba muy fuerte y
no se sentía bien? Es que no hablaba con tu cuerpo ni dejaba que le dijera lo
que deseaba recibir. Cuando alguien realmente habla con tu cuerpo lo toca
justo en el lugar correcto. Y es exactamente eso lo que quieres con el sexo,
alguien que toque tu cuerpo y lo toque bien.
Sexualness es sanación, cariño, nutrición, creatividad, expansión y te sana a
ti y a tu pareja.
Si hablas con el cuerpo de tu pareja mientras tienes sexo, su cuerpo te dirá
lo que necesitas hacer. Te dirá qué tan lento o rápido tienes que moverte.
Siempre ten la disposición de ir más despacio. La intensidad aumenta con la
lentitud y la suavidad, no con la rapidez, la fuerza y la fricción. Cuanto más
despacio vayas más intenso será, porque la otra persona comienza a
anticiparse.
El sexualness grandiosamente expansivo es acerca de preguntarle al cuerpo
qué quiere y seguir la energía. No es acerca de la fricción, no es acerca de la
fuerza, no es acerca de la violencia y no es acerca de las técnicas que usas.
Algunas personas usan técnicas como las que enseñan los practicantes de
sexo tántrico, pero hemos descubierto que esto es, en realidad, una
perspectiva limitada porque promueve el uso de una técnica en vez de la
consciencia.
Si sigues la energía, vas a saber exactamente donde tocar a alguien. Con las
técnicas, el sexo se convierte en algo que hacer y quieres que provenga del
ser. El sexualness siempre es desde el ser. Es parte de quienes somos. Si
quieres ser bueno en la cama entonces comienza a preguntarle al cuerpo de tu
pareja lo que quiere y créalo despacio con lentitud y suavidad.
Seguir la energía es un proceso continuo. Continúas siendo consciente.
Tocas el cuerpo donde te pide ser tocado, notas una diferencia en la energía y
luego preguntas: “bien, ¿qué más quieres que haga? ¿Qué más es posible?”.
Reconoces que todo el cuerpo es un órgano sexual y estás en constante estado
de movimiento y consciencia de lo que está pidiendo y cómo responde a lo
que estás haciendo.
Lo que algunas personas tienden a hacer es preguntarle al cuerpo lo que
desea y enfocarse en ese punto. “Okey”, piensan: “pondré mi atención en su
pecho y eso es todo lo que necesito hacer”. Pero la verdad es que hacer al
pecho el punto focal de su atención quizás no es lo que desea el cuerpo.
Necesitas recibir constantemente la información que el cuerpo te da y ofrecer
continuamente a la persona con la que estás. Incluso mientras tocas el cuerpo
en respuesta a su petición, eres consciente de que lo que le sucede como
resultado de tu toque y de la sintonía con lo que quiere a continuación.
Llamamos a este proceso de consciencia continua: Permanecer en la
pregunta.
Más adelante vamos a explicar cómo darle a tu pareja, femenina o
masculina, un orgasmo de cuerpo completo. Esperamos que aprendas a
preguntarle al cuerpo de tu pareja qué es lo que quiere y que confíes en que tu
cuerpo va a responder a esa solicitud, porque así es como comienzas a llegar
allí. Lo más importante es practicar, practicar y practicar tan seguido como
puedas.
CUERPO. ¿CON QUIÉN
DEBERÍA ACOSTARME?

¿Cuántas veces has decidido tener sexo con alguien basado en el tamaño o la
forma de sus partes del cuerpo en vez de lo que tu cuerpo desea?
Si le pedimos a nuestro cuerpo que nos muestre con quién dormir nos dirá
lo que es mejor para él. Cuando dejas que tu cuerpo te diga quién te va a
nutrir y qué tipo de energía se va a sentir bien entonces puedes expandir lo
que vas a lograr con tu cuerpo. De otra forma, el sexo se convierte en una
limitación. Entras a la fuerza y la violencia con el sexo porque tratas de
anular lo que tu cuerpo sabe que es bueno para él.
Comienza a hablar con tu cuerpo y pídele que te muestre con quién
acostarte. Le hice esta pregunta a mi cuerpo y un domingo en Santa Bárbara
estaba caminando cerca de un mercadillo. Sentí un tirón en mi cuerpo, me di
la vuelta y ahí estaba la mujer más fea que había visto en mi vida.
“Grandioso”, pensé, “¿tengo que dormir con ella?”. Seguí caminando y sentí
otro tirón, miré y allí estaba un tipo gay y pensé: “Oh, ahora soy gay y me
gusta la gente fea”. Seguí caminando y otro tirón y había una mujer anciana
con andador y pensé: “feas, gay, geriátricas. Mis opciones se están
desvaneciendo rápidamente”. Continué mi caminata y sentí otro tirón y había
un niño de 10 años y pensé: “Ahora soy un pedófilo. Cuerpo: ¿Qué me estás
tratando de decir?”.
De pronto ¡lo entendí! Era la energía que esas personas tenían en común.
Todas esas personas tenían cierta energía que nutría a mi cuerpo. Nunca le
había preguntado a mi cuerpo lo que lo nutria o lo que sería maravilloso
respecto al sexo. Siempre había asumido el punto de vista de: “Bien. Quiero a
esa belleza de allá, la que tiene el cuerpo espectacular”. Tenia todos esos
criterios de lo que era genial pero nunca le preguntaba a mi cuerpo lo que
deseaba.
Esto es algo que la mayoría de nosotros hacemos. Invalidamos las
elecciones de nuestro cuerpo. Pero si dejas que tu cuerpo te diga lo que le va
a nutrir y qué clase de energía le va a hacer sentir bien, entonces podrás
expandir lo que logras con tu cuerpo.
He visto a muchos de mis amigos elegir una y otra vez a mujeres que son
totalmente equivocadas para ellos. Los miró y les digo: “Esta mujer te va a
comer”.
Dicen: “¡no! Ella es buena, es maravillosa y es todo lo que siempre he
querido”. Cinco semanas después se quejan: “Es una acosadora. No puedo
librarme de ella. Está loca. Es una amargada. ¿Por qué siempre elijo mujeres
así?”. Y vuelven a elegir a la misma mujer una y otra vez en un cuerpo
diferente.
Comienza a hablar con tu cuerpo y pídele que te muestre quién te va a
nutrir. Si comienzas a sentir que el hombre casado que está del otro lado de la
avenida te va a nutrir, reconoce que alguien más lo ha hecho muy bien. No es
acerca de tener a esa persona, se trata del tipo de energía que necesitas buscar
si realmente quieres crear una relación extraordinaria, maravillosa y
expansiva.
¿CÓMO TOCA ÉL O ELLA LAS
COSAS?

Para un buen sexo quieres una pareja que sea sensual.


Si te interesa una mujer, observa cómo toca las cosas. Alguien que acaricia
todo en su vida también te acariciará a ti. Alguien que golpea las cosas y las
mueve muy rápido te usará a ti de la misma manera. Una mujer que lidera
cuando bailas también te golpeará.
Un amigo me contó que una vez estaba coqueteando con una mujer y ella le
dijo: “Déjame frotarte los hombros”.
Él dijo: “Está bien”. Y ella lo agarró y comenzó a apretar agresivamente sus
hombros. Él me dijo: “Ese fue el final del coqueteo, muchas gracias”. Supo
todo lo que necesitaba saber. No quería que lo estrellaran contra la pared.
La gente te dice muchas cosas por la manera en que mueve sus manos y lo
que hace consigo misma. Observa cómo mueve su cuerpo. A la gente a quien
le gusta su cuerpo se mueve diferente que a la que no. Cuando abrazas a
alguien, nota a los que se te encaraman. Siente a los que no están dispuestos a
recibir nada de ti y a aquellos que tratan de darte todo el tiempo.
Ellos te empujan en vez de invitarte. Nota a los que se mueven hacia ti y te
reciben. Eso comenzará a darte indicaciones de cómo elegir a alguien con
quién estar. Si no hay un verdadero recibir en un abrazo, entonces, no
recibirán en la cama. La gente te hará saber si está interesada en ti. Muchos te
miran y dicen: “Oh, te quiero a ti”. Pero después te dan un abrazo y sabrás
que no quieres eso.
Si te interesa un hombre observa como sostiene su copa de vino. ¿La
acaricia? Entonces te va a acariciar a ti. Nota cómo te abraza. Si te empuja
energía y no quiere fundirse contigo, entonces no será bueno en la cama. He
hablado con muchas mujeres acerca de sus relaciones con los hombres y les
pregunto: “¿A qué se dedica tu esposo?”.
Si ellas dicen: “Es carpintero”. Pregunto: “¿Te trata como si fueras un
tablón de madera? ¿Te martilla?”.
La mayoría del tiempo, ellas dicen: “¡sí!”.
Muchas veces para los carpinteros todo tiene que estar en el ángulo
correcto. Todo es correcto o incorrecto. No se trata de tocar. Si él hace
trabajo pesado de carpintero entonces probablemente tratará a tu cuerpo como
trabajo pesado. Tu serás otro palo que tiene que clavar.
Cuando pregunto a las mujeres casadas con ebanistas si sus esposos son
sensuales, dicen: “Sí. Es muy sensual”. Un ebanista mira la madera, siente su
grano y ve como funciona. Eso es lo que quieres, alguien que trabaje y
aprecie todo lo que hay en la naturaleza.
¿TE GUSTARÍA CREAR UNA
GRAN INTIMIDAD?

La relación más extraordinaria que he visto fue entre Mary, una amiga mía de
94 años y su esposo Bill. Nunca he visto una pareja que se quiera y se
preocupe tanto el uno por el otro que esas dos personas. La energía que fluía
entre ellos dos era hermosa.
Mary fue criada en Inglaterra por su abuela victoriana y llegó a los Estados
Unidos a inicios de 1920. Ella es notable en lo que es y ha pasado toda su
vida haciendo investigaciones metafísicas.
Cerca del final de su vida, Bill tuvo Alzheimer. Llegó al punto que no podía
recordar nada y le hacía las mismas preguntas a Mary una y otra vez. Pero
ella nunca se molestó. Simplemente repetía la misma información o
respuesta, como si nunca lo hubiera escuchado antes preguntar por eso.
Aprendí de Mary los cinco elementos para crear una gran intimidad. Ella
me mostró cómo la intimidad con tu pareja siempre comienza con la
intimidad contigo mismo. Observé como ella continuamente ponía en
practica estos cinco elementos: honor, confianza, permisión, vulnerabilidad y
gratitud en su relación con Bill.

Honor
El primer elemento para crear una gran intimidad es honor. Como dije:
“Esto comienza con honrarse a sí mismo”. Tienes intimidad contigo mismo y
te honras. No te divorcias de partes de ti mismo, ni las niegas o suprimes. Te
cuidas y haces lo que está bien para ti. Después debes honrar a tu pareja.
Honrar a tu pareja es tratarla con consideración. Confías en que la otra
persona se encargará de sí misma, que hará lo que está bien para ella y lo
honras. Y al mismo tiempo haces lo que está bien para ti.
Bill por ejemplo, creía que vivías una vez y morías y eso era todo. Te
convertías en comida para gusanos. No podía estar menos de acuerdo con el
punto de vista de Mary sobre la reencarnación, pero honraba su punto de
vista. Y ella hizo lo mismo con él. Ellos no discutían sobre eso; no se
criticaban, ni intentaban hacer que el otro cambiara de parecer. Cada uno
permitía que el otro tuviera su punto de vista.
Si lo que te honra es salir a montar caballo y eso no es lo que hace tu pareja,
sino lo que haces tú, entonces te honras a ti mismo si vas a montar. No
deshonras a tu pareja esperando que vaya a montar caballo. Y ella no te
deshonra molestándose porque no estás pasando todo el tiempo con ella.
En mi propia relación, mi exesposa gastaba el dinero tan rápido como lo
hacíamos y a menudo vaciaba nuestras cuentas de bancos y hacía cheques sin
fondo. Esto era una dificultad para mí porque yo escribía cheques a gente que
trabajaba conmigo solo para darme cuenta de que habían sido devueltos.
Finalmente comencé a dejar dinero aparte para tener suficientes fondos para
cubrir el pago de mis empleados. Cubría sus cheques devueltos con el dinero
en efectivo que había apartado y esperaba a que hubiera dinero en la cuenta y
lo recuperaba.
No había manera de que mi exesposa cambiará su comportamiento
financiero sin importar lo que yo hiciera, sin importar lo que dijera, y sin
importar lo mucho que habláramos de eso. Ella no podía cambiarlo. No
quería. Pensaba que hacía un gran trabajo manejando el dinero. Yo podía
honrar el hecho de que ésta era su manera de hacer las cosas, y al mismo
tiempo me podía honrar a mí mismo asegurándome de tener suficiente dinero
para cubrir mis obligaciones. Apartar dinero no la deshonraba, aunque ella lo
llamaba deshonesto porque no satisfacía lo que ella deseaba.
Finalmente llegué a un punto en esta relación donde vi que me divorciaba
continuamente de mí mismo para hacer funcionar a nuestro matrimonio. Esto
es lo que hace la mayoría de las personas. Se divorcian de sí mismas para
poder crear una relación (esto es lo que Mary y Bill no hicieron). Finalmente
decidí terminar nuestro matrimonio y al hacerlo me esforcé para honrar a mi
exesposa y a mí mismo.
No dije: “Tienes que cambiar estas cosas que sé que no puedes cambiar”, lo
que le dije fue: “Me doy cuenta de que pedirte que cambies estas cosas sería
como pedirle a un leopardo que cambie sus manchas. No sucederá y es una
deshonra pedirte eso”. También me honré a mí mismo. Mi punto de vista era:
“si esto no cambia no puedo seguir viviendo contigo”.
Me aseguré de que tuviera una base financiera razonable. No quería hacerle
daño ni matarla. Quería honrar el compromiso que hice con ella dándole un
ingreso decente por los siguientes 10 o 15 años, porque había prometido que
lo haría. No intentaba ser malo o grosero, solo no podía seguir viviendo con
ella. Entonces, me honraba a mí mismo y la honraba a ella al manejar el
divorcio de esta manera.
Al otro lado de este honrar a tu pareja, había una dama en una de mis clases
que decidió que Dain era el hombre perfecto para ella. Llamó a su esposo y le
dijo que Dain estaba interesado en ella y que necesitaba cambiar o ella lo
dejaría para irse con Dain.
Dain ni si quiera le ofrecía eso. Ella funcionaba desde un lugar de: “mi
esposo no hace lo que quiero, así que voy a controlarlo”.
No se honraba a sí misma, no honraba a su esposo ni honraba a Dain.
Cuando le pregunté acerca de lo que le había dicho a su esposo, ella dijo: “Le
dije eso porque quería ser honesta con él”.
Yo le dije: “Eso no es honesto. Eso es mezquino. Eso es jodidamente cruel.
Lo que hiciste fue clavarle una puñalada. ¿Por qué le harías algo así a alguien
que te importa? Incluso si hubieras decidido dejarlo, decirle eso no es algo
honesto o amable”. Ella no lo trataba con consideración.
Honrarse a sí mismo y a su pareja también se aplica al área de los llamados
“asuntos extramaritales”. Cuando la mayoría de las personas tienen sexo con
alguien que no es su pareja, es un engaño. No se trata de honrarse a sí
mismos y ciertamente no es acerca de honrar a sus esposos. Ocasionalmente,
sin embargo, tener sexo con alguien que no sea la pareja puede ser para
honrarse a sí mismo. Hemos trabajado con personas que nos han contado
historias acerca de tener sexo con otras personas y cómo cambió sus vidas de
manera verdaderamente beneficiosa. Cuando es ese el caso, tiene una energía
diferente a la del engaño.
Un hombre con el que trabajé me dijo que había vivido con su prometida
durante un año y medio y que habían llegado al punto de tener sexo menos de
una vez al mes y que estaba comenzando a tener problemas con su cuerpo. Se
fue a un evento de fin de semana sin su prometida y conoció a alguien allí y
tuvieron sexo. Esto abrió su universo y cambió completamente la forma en la
que él pensaba de sí mismo. Él dijo: “Vaya. Espera un momento, no estoy
muerto, no soy indeseable. No soy un cerdo. No soy un imbécil. No soy una
mala persona”. Tuvo sexo con esta mujer solo una vez y luego volvió a casa.
El hecho de que esta mujer lo recibiera de la manera que lo hizo fue
inmensamente transformador para él.
Esta experiencia lo honró profundamente y le permitió intimar más consigo
mismo. Se dio cuenta de que, como consecuencia de eso, también honró más
a su prometida. No fue a casa a contarle lo que había hecho. Solo tuvo esa
toma de consciencia para sí mismo.
En tal circunstancia, no hay necesidad de volver y decirle a la otra persona,
porque no se trata de ella. Es acerca de lo que necesitas saber de ti. No se
trata de salir sintiéndote culpable. Sales más consciente de ti mismo. Eres
más capaz de estar presente con tu pareja porque has dejado de divorciarte de
una parte de ti.
Generalmente, cuando comienzo a hablar acerca de esto, la gente dice cosas
como: “Si mi esposo alguna vez me engaña, ¡lo mato!”.
Quiero que entiendas que engañar no es honrarte, ni es honrar a tu
compañero. Si estás en una relación y tienes sexo con alguien más y lo haces
para demostrar: “Todavía soy sexy” o “me quiere”. Eso no es honrarte. En
realidad te estás deshonrando.
Si lo que haces es transgresión a tus propios ojos, entonces te has
deshonrado, y ni hablar de la otra persona. Una transgresión indica que has
hecho algo malo. Pero si has estado con alguien que no sea tu pareja y lo
haces desde el lugar del honor no tendrá un efecto perjudicial. No deshonras
a tu compañero porque no te estás deshonrando a ti. Esta distinción tiene que
hacerse.
En un punto de vista mucho más grande que el convencional. Si tu pareja
tiene una aventura con alguien, ¿se trata realmente de ella o de ti? Si lo hace
desde un lugar de honor no será algo que hizo en tu contra. Si necesita hacer
eso para sí misma entonces debería poder hacerlo. Y no debería decírtelo
porque eso sería deshonrarte.
Una vez Mary y yo hablábamos acerca de esto, y le pregunté: “¿Alguna vez
Bill te engañó?”.
Ella dijo: “No tengo ni idea, pero si necesitaba hacer eso para honrarse a sí
mismo, confío en que lo haría”.
Pregunté: “¿Qué pasa con las personas que tienen aventuras y regresan a
casa y tratan de limpiar su conciencia contándoselas a su pareja?”.
Ella dijo: “si vas a casa y pones tu ropa sucia encima de la cara de tu pareja,
y le pides que te demuestre que te ama, entonces no estás siendo nada
amable. Ustedes los jóvenes piensan que tienen que compartir sus trapos
sucios para tener una relación, pero están equivocados. De eso no se trata
honrar a tu pareja”.
El punto de vista de Mary es que: “Decirle al otro lo que piensas que está
mal de ti o lo que has hecho mal no es honrarlo”. Ella dijo: “No te degradas
de esa manera. No le dices al otro lo que no puede escuchar”. Ella creía que
honrar verdaderamente al otro era reconocer que no necesita ser parte de eso.

Confianza
El segundo elemento para crear una gran intimidad es la confianza. Quizás
pienses que la confianza significa fe ciega. Con eso te ciegas a todo lo que
pasa. No. No te ciegues. Sé consciente. Confía en que la persona siempre
hará lo que es mejor para ella. No tengas fe ciega en que te será fiel, en que
hará lo que quieres o en que será siempre buena. Date cuenta de que siempre
debe cuidar de sí misma. La confianza es simplemente saber que tu pareja
siempre hará lo que va a hacer. Como lo dijo Mary: “Sabía que podía confiar
en que Bill sería y haría lo correcto para él y siempre me honraría en
cualquier manera que pudiera”.
No confías en que la otra persona va a hacer lo que tú quieres que haga.
Confías en que hará lo que va a hacer. Si siempre deja la tapa de la poceta
arriba, entonces confías en que va a hacer eso. Si siempre se gasta todo el
dinero en ropa entonces confías en que eso es que va a hacer.
La gente que elige pareja alcohólica, por ejemplo, tiende a confiar en que el
alcohol va a cambiar por el amor que siente hacia ella. Espera que el
alcohólico se ponga sobrio por la relación o el amor que se tienen. Pero no
confías en que un alcohólico va a dejar de tomar. Si lo haces destruyes tu
propia consciencia; decides que lo que quieres es mayor que tu consciencia
de lo que es. La confianza es estar consciente de que es alcohólica y saber
que cómo tal va a beber.
Conozco una mujer cuyo punto de vista de su esposo era: “Es maravilloso.
Es fabuloso. Ahora, ¡si tan solo pudiera hacer que cambie!”.
Pero, ¿por qué te casarías con alguien que sientes que tiene que cambiar?
¿Te gusta comprar casas para remodelar? ¿Por qué eliges gente que tienes
que arreglar? ¿No preferirías mudarte a una casa y ser feliz con la forma en la
que está? No tienes que conformarte con un basurero para arreglar. Toma la
casa que has conseguido y ve lo que está genial y no esperes cambiarla. La
gente espera que su pareja se convierta en lo que quiere que se convierta en
vez de convertirse en lo que realmente se va a convertir. Y después se
molesta porque confió en que esa persona cambiaría. Eso no es confianza.
La confianza es: “Esta persona nunca será diferente a lo que es, a menos
que lo elija”. Confía en que, si comienzas una relación con alguien que
engañaba a su esposa, entonces probablemente te engañe a ti también. Confía
en que, si ella engañó a su exesposo y se fue contigo, entonces ella lo va a
hacer de nuevo. Confía en que un leopardo es un leopardo. No es un gatito. Y
desde allí, decide si es la persona que deseas en tu vida.
Hace muchos años cuando tenia compañeros de piso, la gente solicitaba ser
mi nuevo compañero, miraba la casa, que siempre estaba muy ordenada y
decía: “Soy una persona muy limpia”. Eso era siempre una mentira. La gente
siempre te va a decir lo que piensa que necesitas escuchar.
Decía: “Comparto mi comida”. Lo cual significaba que se comería toda mi
comida y se molestaría si yo me comía algo suyo.
Tuve un compañero de piso que nunca mencionó que era limpio, nunca
mencionó que era ordenado y nunca mencionó que compartía su comida, y
fue el mejor compañero de piso que tuve. Era fácil estar cerca de él.
Contribuía con todo. Puedes confiar en que cuando alguien dice que es esto o
lo otro, probablemente no lo es. Solo debes tener eso en cuenta y honrarte
con no cortar tu consciencia ni tratar de convertir una mentira en una verdad.

Permisión
La permisión es el tercer elemento para crear una gran intimidad. La
permisión es la actitud de todo lo que sucede es simplemente un punto de
vista interesante. Cuando estás en permisión entonces los pensamientos, las
ideas, las creencias y las emociones llegan a ti y se van y tú sigues siendo tú.
No te crees la idea de que lo que los demás digan tiene que afectarte; es solo
su punto de vista. No tienes que resistir o reaccionar ni tienes que alinearte o
estar de acuerdo. Cuando estás en permisión no tienes que hacer nada.
Simplemente, les permites tener su punto de vista y estás en permisión de lo
que hacen y de cómo lo hacen. Les permites ser todo lo que son sin esperar
nada de ellos.
Cuando están en permisión mutua, no critican. La critica se basa en:
“Quiero que lo hagas a mi manera”. Eso no es permisión. Eso es buscar que
se alineen y estén de acuerdo, lo cual te lleva a la resistencia y a la reacción.
Cuando no te alineas ni estás de acuerdo con el punto de vista de tu pareja
entonces dejas de hacer a la otra persona toda tu vida. Y cuando ya no te
resistes ni reaccionas, no tendrán discusiones. No trates de evitar que tu
pareja sea diferente a ti. Ten una vida. Deja que tu pareja tenga una vida.
Mary y Bill fueron un gran ejemplo de esto. Mencione que Mary dedicó su
vida al estudio de la metafísica. A Bill no le interesaba el tema en lo más
mínimo y hasta pensaba que lo que Mary hacía era raro. Pero su actitud era
de: “Si eso es lo que quieres entonces hazlo”. Nunca la detuvo, ni siquiera
cuando ella estuvo lejos de casa por largos periodos de tiempo tomando
clases. Nunca se opuso al dinero que ella gastaba en eso. No creía las mismas
cosas que ella, pero quería que ella tuviera su vida.
Le pregunté a Mary: “¿Cuánto tiempo estudiaste metafísica en Inglaterra?”.
“Tres meses”, contestó.
“¿Bill y tú se llamaban todo el tiempo?”.
“Nunca. Solo nos escribíamos cartas”.
“Bueno, cuándo Bill se ausentaba por viajes de trabajo ¿se llamaron?”.
“No. Me llamaba la noche antes de regresar a casa para saber si lo iba a
recoger a la estación del tren o si tomaba un taxi”.
¡Qué! Cuando yo estaba casado mi esposa me llamaba tres veces al día
cuando estaba trabajando. Ella quería asegurarse de que yo estuviera bajo su
control.
Lo único que Bill le pedía a Mary sobre sus estudios metafísicos es que ella
no charlara acerca de ellos con sus clientes. No es gran cosa ¿cierto? y ella
dijo: “Por supuesto”.
No te creas que las cosas de las que habla tu pareja te afectan. Lo que ella
dice es su punto de vista; no quien es. Es la persona con quien te casaste.
Solo mantente en permisión de lo que hace y de cómo lo hace. Permítele ser
todo lo que es sin esperar nada de ella.

Vulnerabilidad
El cuarto elemento para crear una gran intimidad es la vulnerabilidad. La
vulnerabilidad significa ser una herida abierta, sin costras, ni vendas y con
sensibilidad total. ¿Alguna vez te has golpeado un dedito del pie? ¿Has
notado que todos parecen pisarlo? Estas tan consciente de él, que sigues
protegiéndolo incluso cuando intentas no hacerlo.
Mary me dijo: “Tienes que ser totalmente vulnerable con la otra persona.
Sin barreras. Tienes que estar allí, presente”. Todo es posible. Recibes todo lo
que tienen y tú sigues con tus barreras abajo.
Si tu pareja se te acerca molesta, quédate allí y deja que la molestia te
atraviese. Te darás cuenta de que a los tres minutos se le bajaran los vapores.
Si no subes tus barreras, la gente no tiene nada contra lo que golpear y no
tiene que ejercer fuerza tratando de tener la razón.
Si deseas crear una relación extraordinaria tienes que notar cuando tus
barreras se suben automáticamente y aprender a mantenerlas abajo. Oblígate
a bajar las barreras y todo lo que la otra persona haga o diga no será bueno o
malo, correcto o incorrecto, sino solo un punto de vista interesante.
¿Cómo es eso en la vida real? Mi exesposa es una persona que creció con la
ira como fuente de poder. Entonces, cuando se molestaba por algo,
comenzaba a descargar su ira en mí. Cuando hacía esto, todos mis escudos
subían. Yo me paraba allí con mis escudos arriba y ella los golpeaba hasta
que yo los bajaba o hasta que salía corriendo.
Después de aprender acerca de la vulnerabilidad dije: “Está bien, tengo que
ser vulnerable sin importar lo que pase”, y comencé a forzarme a bajar mis
barreras. Si deseas crear una relación extraordinaria tienes que ver donde
colocas tus barreras automáticas y comenzar a forzarlas a bajar. Alguien que
está molesto quiere golpear cosas.
Quieren algo a lo que pegar. Si les quitas lo que pueden golpear, entonces
dicen: “No importa”. Y eso crea una realidad totalmente diferente. Te obligas
a bajar tus barreras y dejas que la otra persona te entregue lo que sea con la
actitud de que es solo su punto de vista en ese momento.
En un corto periodo de tiempo el enfado se disipa. Cuando yo bajaba mis
barreras, mi ex se quedaba sin fuerzas en minutos. Si mantenía mis barreras
arriba ella podía seguir enfadada por horas. Ten en cuenta que si tienes a
alguien que sigue y sigue es porque tienes tus barreras arriba. Bájalas.
Empújalas fuera del camino y la otra persona se quedará sin fuerzas. No
pueden seguir enviándote fuerza si no hay nada contra lo que rebote esa
fuerza. Cuando rebota y regresa a ellos les permite saber que están
obteniendo un resultado. Si solo dejas que pase a través de ti, entonces estás
siendo totalmente vulnerable.
Mientras la otra persona esté molesta, te va a seguir lanzando energía y no
estarás totalmente presente. Cuando presionas tus barreras hacia abajo
comienzas a tener una sensación de conexión y comunicación con la persona.
Dejas caer tus barreras y, una vez que se agotan, puedes estar presente con
ellos y tener una comunicación acerca del tema. La verdadera comunicación
no puede ocurrir mientras tengas barreras.
El enfado es una de las situaciones más intensas que tenderá a activar tus
barreras y, si puedes permanecer vulnerable y mantener tus barreras abajo
frente al enfado entonces lo haces bien. Hay muchas otras situaciones y áreas
en nuestras vidas en donde colocamos barreras y van desde lo más obvio
hasta lo muy sutil.
Las barreras son, en realidad, un sistema de defensa que la gente usa para
evitar una verdadera comunicación. Algunas personas usan su intelecto como
barrera. Dicen: “No sabes tanto como yo”.
Otras personas usan sus emociones como barreras. Pueden crear grandes
diatribas emocionales con trauma y drama y decir: “¡No me entiendes!” y
algunas personas usan el no sexo como barrera. El no sexo es: “Aléjate. Tú
no puedes venir aquí. No voy a tener sexo contigo. No estoy dispuesta a
recibir ninguna parte de ti”.
Reconoce que cuando pones una de estás barreras impides que la otra
persona esté presente contigo. Estás en tu propio pequeño mundo. Es una
forma de controlar todo, porque no hay una solución para la barrera que
colocas. Su único propósito es crear una separación entre tú y ellos para no
tener comunión ni intimidad.
Aunque, en ese momento, pueda parecerte contra intuitivo, solo siente la
barrera y di: “Voy a bajar esto, no lo voy a poner aquí”. Estás dispuesto a
luchar con la limitación que escondes detrás de la barrera. Estás dispuesto a
luchar por ti y por tu relación al forzarte a eliminar esas barreras.
Solo reconoce cuando comiencen a subir: “Oh, estoy poniendo barreras
aquí”. Y baja a las condenadas. Sé lo suficientemente consciente para saber
que es una barrera y bájala. La verdad es que si eres totalmente vulnerable
entonces nadie te hará daño.

Gratitud
El último elemento para crear una gran intimidad es la gratitud. Mary decía:
“Debes tener gratitud. No es amor lo que quieres, es gratitud”. La mayoría de
ustedes lo llamarían amor incondicional pero la realidad es que, si tienes el
punto de vista de amor incondicional, entonces también tienes la otra cara, la
actitud del amor condicional, lo cual significa que lo juzgarás. Con el amor
incondicional tienes que juzgar si es o no algo con lo que puedes ser
incondicional. Sigues juzgando, pero con la gratitud no puedes juzgar.
Estas agradecido por quien es la otra persona. Te importa, amas y nutres a
su cuerpo y te lo devuelve. Pero no se trata de la devolución. Es acerca del
regalo que puedes recibir cuando tienes ese punto de vista.
Estás agradecido de que ese cuerpo esté a tu lado porque esta calentito, es
tierno, peludito y tiene partes de las que te puedes agarrar. En el trabajo de
parejas, me he dado cuenta de que muchas veces a los hombres y a las
mujeres de verdad no les importa el cuerpo del otro sexo. No están
encantados con él y no piensan que sea maravilloso. El cuerpo de su pareja es
algo que usan para el sexo en vez de algo que les parece hermoso y que
quieren acariciar y mirar con cariño. Si puedes ver el cuerpo de la otra
persona y pensar “¡Oh, que bello!”. Entonces el cuerpo comienza a
reaccionar y a generar más energía sexual.
Comienza a desarrollar tu gratitud. ¿De qué estás agradecido de la persona
con la que estás? En esa gratitud por ellos se expande tu realidad y la suya.
Eso te llevará al sexualness, que puede incluir la copulación. Hasta que no
tengas gratitud la copulación no será tan genial como te gustaría que fuera.

Permisión, confianza, honor, vulnerabilidad y


gratitud contigo mismo
Porque, como dijo Mary, la intimidad con la pareja siempre comienza con
la intimidad con uno mismo, debes comenzar a desarrollar los cinco
elementos de la intimidad contigo mismo. Hasta que puedas tener permisión
contigo y para ti, confiar en ti, honrarte, ser vulnerable contigo y tener
gratitud por quien eres y por lo que estás creando en tu vida, no puedes tener
a nadie más en tu vida. Siempre estarás buscando a alguien que valide a tu
ser. “Me hace feliz”. No. Solo existe una persona que puede hacerte feliz: tú.
Una relación, por definición, es la distancia o la separación entre dos
objetos. Si estoy en una relación contigo eso significa que no soy tú. Una
relación elimina la posibilidad de la unicidad y crea una separación perpetua.
La gente se mete en una relación pensando: “Oh, ella es así y yo soy esto”. Y
después comienza a divorciarse de partes de sí misma para estar bien en la
relación. “Oh,no quiero hacer esto, porque después no le voy a gustar”.
Comienza a cambiar.
Una persona se enamora de ti. Ve por 10 segundos el increíble ser que
verdaderamente eres y dice: “Esa es la persona con la que quiero estar”.
Después tienes un juicio sobre ti, y dices: “Oh, no puedo dejar que vea esta
parte de mí porque está mal”. Te divorcias de una parte de quien eres para no
mostrarla.
Y luego, muy pronto, el otro se divorcia de partes de sí mismo. Los dos se
han divorciado tanto de quienes eran al inicio de la relación que ya no tienen
nada en común. En poco tiempo son dos extraños viviendo juntos.
Pero la realidad es que, durante esos diez segundos, la persona vio todo de
ti, lo bueno, lo malo y lo feo, y lo vio sin juicio. Si te permites ser todo lo que
eres todo el tiempo y no te divorcias de ti, entonces puedes tener una relación
extraordinaria.
Si practicas los cinco elementos para una gran intimidad, no te divorciarás
de ti mismo. No dejarás de ser tú cuando estés en una relación. ¿De cuánto de
ti te divorciaste en tu última relación? La mayoría de la gente diría, más o
menos, el 150.000 por ciento de sí misma. Casi nadie dice que menos del 90
por ciento. ¿Te divorciaste del 90 por ciento de ti para crear una relación?
¿Dónde quedas tú en la relación? Y ¿quién eres en esa relación? Y por cierto,
¿cuándo dejaste la relación?
Estaba trabajando con una señora que se quejaba: “Oh, mi esposo me
abandonó y estoy devastada. Mi vida apesta y nada funciona”.
Y le dije: “¿De verdad? ¿Cuándo dejaste la relación? ¿Tres meses antes de
casarte o tres meses después?”.
Ella comenzó a reírse. “¡Tres meses antes! Sabía que no funcionaría. Sabía
que no sería una buena relación”.
“¿Y cuánto tiempo te quedaste con él?”, le pregunté.
“Diez años”, dijo ella.
“¡Buena idea! Y, ¿por qué no terminaste la relación cuando supiste que no
iba a funcionar?”.
“Porque”, dijo, “las invitaciones a la boda ya estaban impresas y la comida
contratada y el salón estaba pagado”.
“Y no desperdiciarías $1000 a cambio de no tener 10 años de dolor y
sufrimiento ¿por qué motivo? Lo siento. Me parece que eres un poco demente
en esa área”.
Veo que la gente hace esto todo el tiempo. ¿De cuánto de ti te divorcias
para crear una relación? Si tienes que divorciarte de alguna parte de ti
entonces, ¡estás fuera! Si tu pareja no puede estar en permisión de
exactamente quien eres y si no puedes hacer lo que necesitas hacer y lo que
es bueno para ti, entonces vete porque no quieres estar con ellos si no estás
con ellos. Y ellos no están contigo. Sigue adelante. Hay miles de millones de
peces en el mar. Solo porque pescaste uno de ellos, no quiere decir que
tengas que comértelo (en el buen o mal sentido).
Si tener una relación con alguien expande tu existencia entonces ve a por
ello. Si se convierte en una contracción en tu vida, entonces te estás
muriendo. No es un buen trato. Eso no es la comunión. La verdadera
comunión permite que cada uno de ustedes expandirse.
Nunca tienes que renunciar a una parte de ti por la otra persona, porque ella
tendrá una gratitud total por ti, por ser exactamente como eres y nunca te
pedirá que cambies para poder estar con él o con ella.
Con los cinco elementos para la creación de la intimidad puedes eliminar la
relación, la separación entre ustedes y crear una comunión, que es un estado
constante de expansión.
PARA LOS HOMBRES:
¿QUIERES SEDUCIR A UNA
MUJER?

¿Quieres seducir a una mujer? Bueno, invítala a tu casa. Cocínale una gran
cena. Ten velas, porcelana y buen cristal. Pon una buena música y hazle
preguntas acerca de sí misma durante toda la noche y nunca le digas nada
sobre ti. Al final de la noche dile: “¿Te gustaría que te lleve a casa o te
gustaría pasar la noche conmigo?”
Ella dirá: “Sabes, eres el hombre más interesante que jamás he conocido.
Me encantaría pasar la noche contigo”.
¿Quieres que una mujer se interese? Escúchala. Hazle muchas preguntas
acerca de su día, lo que hizo y cómo se siente. Pregúntale qué sería placentero
para ella; qué le gustaría.
Y, mientras lo haces, jala cantidades masivas de energía de ella para que se
sienta atraída por ti. Cuando comienzas a jalar energía a través de cada poro
de tu cuerpo y tu ser ella te verá y pensará: “Es un hombre tan atractivo”.
Y encima de eso, la escuchas. La acabas de seducir totalmente. Si escuchas
sin juzgar siempre conseguirás sexo. Te lo garantizo. Pero tienes que jalar
cantidades masivas de energía, así es como lo haces.
Usualmente lo que pasa cuando comienzas a ponerte cachondo es que
fluyes energía hacia las mujeres. Eso no funciona porque ellas dicen: “Asco,
eso se siente asqueroso”. Pero si jalas energía de ellas, dicen: “Oh, es tan
maravilloso. Es tan atractivo. No puedo quitarle las manos de encima”.
¿Alguna vez has tenido uno de esos días en que te sientes realmente bien, te
pavoneas, caminas con la cabeza alta, te ves bien y todo el mundo te mira?
¿Se detienen en la calle y te sonríen? No es que lleves ropa bonita o te sientas
bien ese día. No. Es que estás atrayendo energía, estás jalando energía de
todo el universo y permitiendo que te llegue. Estás totalmente dispuesto a
recibir en ese momento y todo el mundo quiere entrar en tu espacio.
¿Quieres ver a Madonna en su momento más sexy? Mírala en Dick Tracy
donde no mueve ni un músculo. Lo que le funciona es que jala energía. Puede
extraer el cromo de un Buick del 58 a 500 metros de distancia por la energía
que jala. Ella te chupa directamente. Esa es la diferencia entre alguien que
tiene una buena opinión de sí misma y jala energía y alguien que no la tiene.
Solo se necesita práctica, pero hay que ser consciente para saber que eso es
lo que se requiere para obtener lo que buscas. Debes ser atractivo y la única
forma de que la gente te considere atractivo es si les jalas energía. Solo le
pides a la energía que tire. Practícalo al ir a un Starbucks y jalando energía de
todos los que estén ahí hasta que todos volteen a verte. La advertencia es que
tienes que estar dispuesto a ser visto como tú.
¿Puedes tener sexo si no estás dispuesto a recibir? No. No puedes. Solo
puedes tener sexo cuando estás dispuesto a recibir. Cuando empujas la
energía hacia alguien, la alejas. Por eso las mujeres que no te interesan vienen
a ti. La forma más fácil de hacer que alguien que no está interesado en ti se
interese es jalar energía como un loco y hacer como si no estuvieras
interesado en esa persona.
Eso es lo que las mujeres hacen con los hombres. Es por eso por lo que los
hombres se vuelven locos por las mujeres. La mujer que encuentran atractiva
es la que les jala energía.
Lo que los hombres tienden a hacer es forzar la energía hacia la mujer,
pensando: “Ella está jalando energía entonces debe querer que le mande
energía”. Cuando haces eso todas las mujeres del mundo dicen: “¡Qué asco!
odio a este tipo”. Cuando fluyes cantidades masivas de energía ese es el
resulta de creas. Cuando haces eso el sexo que creas no es regalar y recibir, es
la fuerza y la violencia que es la pornografía y a la mayoría de las mujeres no
les gusta la pornografía.
Si sabes que las mujeres que te parecen atractivas están jalando energía,
entonces tienes un punto de referencia de cómo se siente y puedes hacerlo tú
también.
¿DÓNDE ESTÁ LA ENERGÍA?
ENCUÉNTRALA ANTES DE
HACER EL AMOR

El sexualness viene del ser que eres. No es acerca del cuerpo; es acerca de
quien eres y de lo que tienes adentro. La copulación por otro lado viene del
cuerpo. Si vas a disfrutar una copulación genial, entonces tienes que encender
su cuerpo para que las cosas funcionen. Encuentra la energía antes de hacer el
amor. ¿Dónde está? ¿Qué crea la energía sexual?
Uno de los lugares más sensibles del cuerpo de cualquier persona son los
pies. Si quieres comenzar a tener sexo entonces una gran manera de hacerlo
es dándole un masaje de pies, lo cual la va a relajar y la pondrá en
comunicación con su cuerpo. Comienza con el dedo gordo, y el segundo y el
tercer dedito y frota diligente pero suavemente desde la parte superior del pie
a la inferior al mismo tiempo. Después comienza gradualmente a presionar
los puntos detrás de los talones y eso comenzará a encender su cuerpo.
Después pídele que se ponga boca abajo y comienza por la planta de sus
pies. Tócala solo con el dorso de tus dedos, luego súbelos por sus piernas,
después sube por todo su cuerpo y acaríciala tan ligeramente que casi no la
toques. Comienza a soplar entre sus piernas y hasta la parte superior de sus
nalgas moviéndote hacia arriba por su cuerpo y frotando su cabeza un poco.
No lo hagas desde el punto de vista: “Bien, me voy a acostar con ella”,
porque eso mata la energía. Hazlo desde el punto de vista de: “¿Qué desea su
cuerpo?” Masajea donde su cuerpo te diga. Cuando toques en diferentes
lugares, pregúntale al cuerpo: “Dónde te gustaría que te tocaran y qué clase
de toque te gustaría tener?” Le estás regalando al cuerpo. La mayoría de la
gente sale de su cuerpo durante el sexo. Simplemente deja su cuerpo y se va,
pero si haces este ligero y gentil toque a una mujer, entonces la invitas a estar
presente en su cuerpo en vez de irse. Encenderás su cuerpo al preguntarle
dónde desea ser tocado y como desea ser obsequiado. El resultado final será
mucho más dinámico que cualquier cosa que hayas experimentado antes.
Mientras la acaricias huele las diferentes partes de su cuerpo, porque los
tobillos, las pantorrillas, los muslos y la entrepierna huelen diferente. La parte
trasera de las nalgas tiene su propio olor. Cada lugar tiene su propio perfume.
No es el perfume que se pone, es el aroma de su cuerpo; lo que la gente llama
feromonas. Cuando haces esto, eres sensual y también comenzará a
encenderte.
Si usas todas las sensaciones del cuerpo como una manera de encenderte,
entonces también la vas a encender a ella. Y a medida que tu cuerpo se
endurezca, que comience a excitarse, la energía sexual de tu cuerpo
encenderá a su cuerpo aún más. Eso comienza a preparar el proceso.
Pídele que se dé la vuelta y pregúntale nuevamente a su cuerpo dónde desea
ser tocado y haz el mismo toque suave. Ignora a la entrepierna hasta el ultimo
minuto posible. Sé que eso es duro, pero tienes que ignorarla. Mientras más
la ignores, más caliente se pondrá y más dispuesta estará a hacer cualquier
cosa que quieras.
Las axilas son puntos de seducción. Los lóbulos de las orejas, el interior de
las orejas, detrás de las orejas y el cuello; solo tócalos. No hagas la rutina de
besos y besos porque eso es lo que ella espera que hagas y entonces sabrá que
tiene el control. Cuando haces lo que estoy sugiriendo su cuerpo pierde el
control y comienza a exigirle que tenga sexo.
Cuando ella llega al punto donde apenas puede soportarlo y quiere que la
acaricies, pasa ligeramente sobre su entrepierna, toca ligeramente los pelitos.
No entres y escarbes, solo acaríciala ligeramente y cuando comience a gemir
y a retorcerse un poco, entonces puedes comenzar a masajear esa área con
suavidad.
No te apresures. Llega al punto donde tu energía sexual sea tan alta que su
cuerpo también se excite sexualmente. Se convierte en una comunión y una
cohesión de dos cuerpos trabajando juntos. Eso es lo que buscas. Los cuerpos
trabajan juntos y comienzan a facilitarse mutuamente en una experiencia
orgásmica. No es acerca de la fuerza. Es acerca de la intensidad y la ligereza
infinitas de la energía. Quieres más intensidad y menos fuerza. Mientras
menos fuerza uses, más intensa y expansiva es la experiencia.
Es importante que seas capaz de reconocer cuando tu pareja comienza a
desaparecer. Puedes preguntarle con gentileza: “Bien, ¿a dónde te acabas de
ir?”. Quieres mantenerla presente, porque si ella está presente, entonces
disfrutará del sexo y te disfrutará a ti. Al final, llegarás al punto en el que
podrás tener sexo con una mujer y sentir todo lo que siente su cuerpo y todo
lo que siente tu cuerpo. Experimentarás todo lo que tu cuerpo hace por su
cuerpo y todo lo que su cuerpo hace por tu cuerpo. Eso es comunión total,
una consciencia total de ambos cuerpos compartiendo la conexión y la
comunión, la intensidad de la infinitud.
Sabes que el clítoris es la parte más sensitiva del cuerpo de una mujer.
Entonces, mueve tu lengua como el ala de una mariposa sobre su clítoris
hasta que comience a elevarse hacia ti. Chupa un poco y usa más acción de la
lengua y mete tu dedo en su vagina. Pídele a su cuerpo que te muestre dónde
está el lugar más sensible y frótalo suavemente. Justo en el momento cuando
esté a punto de explotar, cuando se ponga realmente intensa, detente y
comienza a lamer muy lentamente hacia arriba y hacia abajo, tan lento que
comience a vibrar. Hazlo, al mismo tiempo que frotas tu dedo dentro de su
vagina, y deberías poder llevarla al punto en que tendrá entre siete y quince
orgasmos en aproximadamente una hora y media.
Cuando ya no pueda más y te exija que entres, no lo hagas ni si quiera en
ese momento. Aguanta hasta que sea tan intenso que ella no pueda soportarlo.
Será sexo como nunca lo has tenido antes. Agarra el vello púbico y tira un
poco. Si puedes, toca sus pezones y pellízcalos suavemente hasta que se
endurezcan, eso va a involucrar a todo el cuerpo en el proceso y no solo a los
genitales.
Haces todo esto mientras sigues la energía. Tienes que seguir la energía
porque quieres invitar a su cuerpo a un orgasmo. No lo fuerzas. La mayoría
de la gente trata de forzar el orgasmo poniéndose más intensa, con más
acción y más fricción. Buscas tener más energía y menos presión. Menos
presión y más invitación.
Una vez que hayas tenido un poquito de sexo, pon tu pene bien duro,
mantenlo dentro de ella y casi ni te muevas. Aumenta la intensidad de la
energía de casi ningún movimiento al punto donde ella comience a arrimarse
o correrse violentamente hacia ti con tu pene dentro de ella.
Entonces, si estás dispuesto a hacerlo y ella también, puedes sacarlo y hacer
sexo anal. Todos tus juicios acerca del sexo anal ¿los destruyes y descreas
todos por favor?
Mientras tienes sexo, si hicieras que los sentimientos que tienes sean
infinitos y atraes a la persona con la que estás teniendo sexo hacia esa
infinitud, se convierte en una intensidad que es bastante extraordinaria.

El órgano más grande de tu cuerpo es tu piel


Nuestros cuerpos son, en realidad, increíbles órganos sensuales. Les gustan
las sensaciones y les encanta que los toquen. Usa todo el cuerpo para tener
sexo, no solo tu pene. El órgano más grande de tu cuerpo es tu piel. Siente las
sensaciones del cuerpo entero y comienza a desarrollar tu capacidad de sentir
totalmente en cada milímetro de tu piel.
Cuando te masturbas ¿tocas todo tu cuerpo o solo tocas tu pene? Comienza
a usar todo tu cuerpo cuando te masturbas y haz de la masturbación algo
intenso, no por la velocidad, si no por la lentitud. Esto comenzará a
desarrollar en tu cuerpo la sensación de ser acariciado y de ser invitado al
orgasmo en vez de ser forzado.
Desarrollarás la capacidad de la lentitud y la intensidad de la energía
orgásmica disponible para ti.
Si tienes pelo en tu cuerpo, ¿lo usas como algo que puede acariciarse?
¿Mueves tu cuerpo como una serpiente sobre el cuerpo de tu pareja? o
¿Tiendes a darle pan, pan, pan y ¡gracias, señorita!? Mientras más te puedas
mover con su cuerpo, entonces más puedes sentir las diferentes partes de su
cuerpo y de tu cuerpo entero, entonces lo mismo que está sucediendo en ti
sucederá en ella.
Pregúntale a su cuerpo lo que le gustaría y al regalarle a ella, su cuerpo
tratará de regresarte el favor porque le agradecerá a tu cuerpo. Los cuerpos
aman a los otros cuerpos y se cuidan mutuamente, si se los permites.
PARA LAS MUJERES: TIENES
EL CONTROL TOTAL

Una de las cosas que me gustaría que reconocieras es que una mujer tiene
control total sobre todo lo que pasa en el sexo. Si no lo sabes y no lo has
reivindicado y asumido, será mejor que comiences a considerarlo, porque los
hombres vienen cuando se los pides.
Pueden jadear todo lo que quieran, pero al menos que los elijas, no te
conseguirán. ¿Te has dado cuenta de eso? Deja de fingir que eres débil,
pálida y no obtienes lo que quieres, porque siempre obtienes lo que quieres si
vas a buscarlo.
Él quizás ande detrás de ti, pero siempre es tu elección si lo tomas o no. Un
hombre siempre va a elegir el sexo. Una mujer elige si tiene sexo o no.
¿TE GUSTARÍA DARLE UN
ORGASMO DE CUERPO
ENTERO?

Pídele que se acueste boca abajo en la cama y comienza a masajear sus pies.
Crea conexión entre su cuerpo y él, porque la mayoría de las personas no
están presentes durante el sexo. Quieres que esté tan presente que comience a
clamar por un orgasmo.
Dile que no puede moverse ni tocarte. Su trabajo es solo recibir y quieres
darle algo que nunca antes ha tenido. Comienza masajeando sus pies,
especialmente entre el dedo gordo, y el segundo dedo y ve subiendo por el
pie por encima del arco. Esto comenzará a meterlo en su cuerpo y lo
conectará. También comenzará a abrir los canales que permiten que la
energía fluya por todo el cuerpo.
Después, mientras todavía está boca abajo, comienza a acariciar su cuerpo
muy ligeramente con las uñas, tan sutilmente como puedas, para que los
vellitos de su cuerpo se ericen y alcancen tu mano.
Mientras haces esto, huele sus tobillos, detrás de sus rodillas, porque hay
olores distintos en cada uno de esos lugares. Cada uno de esos aromas es una
feromona diseñada para encender tu cuerpo, así que empezarás a encender
tanto su cuerpo como el tuyo y al mismo tiempo ambos se harán más
presentes. Mueve las manos lentamente hacia arriba y masajea sus glúteos. Si
te apetece lame la raja de sus glúteos. Continúa hasta la parte baja de su
espalda y bésala suavemente. Sube muy suavemente hacia sus hombros y
baja por sus brazos. Hazle cosquillas sutilmente en las manos. Después pasa
las manos por su cuello y por su cabello para conectarlo con todo su cuerpo.
Pídele que se dé la vuelta. Si lo hace y tiene una erección dile: “Está bien,
ahora quédate quieto. No hagas nada. No toques. No puedes tocar. Tienes que
recibir”.
Una vez más, comienza por sus pies y acaricia suavemente sus pies, sus
pantorrillas y sus muslos. Mueve tus dedos suavemente sobre su pene y sus
testículos acariciándolos tan sutilmente que apenas lo tocas. Continúa
moviéndote por todo el frente: su cara, sus orejas, la parte superior de su
cabeza.
Luego con el mismo toque suave, muévete despacio hacia abajo desde la
parte superior de su cabeza hasta su pene. Si para ese momento no está duro,
incluso si está blando, pon su pene en tu boca y masajéalo muy suavemente,
como si fuera la cosa más delicada y maravillosa que hayas experimentado en
tu vida.
A medida que se endurezca, haz que tu toque sea cada vez más sutil. Coloca
tu boca sobre su pene y pasa tu lengua sobre el pene muy ligera y sutilmente.
Sigue frotándolo de arriba a abajo como una serpiente pasando por la parte
superior del pene. Luego pon tus labios alrededor de la base de su pene tan
abajo como puedas llegar. Comienza a jalar y succionar un poco y usa el
interior de los dientes superiores, ligeramente, muy ligeramente, en la parte
inferior de su pene, para crear un poquito de fricción, o si puedes hacerlo más
fácilmente con el interior de tu boca o tus encías, hazlo. Pregúntale a su
cuerpo qué es lo quiere.
Si te apetece, puedes tomar el escroto y chuparlo en la boca o puedes
chupar sus testículos. Deja que su cuerpo te diga qué hacer. La idea aquí es
regalar y recibir. Le regalas y al hacerlo, recibes simultáneamente.
Antes de comenzar asegúrate de poner al lado de la cama un buen
lubricante anal; algo que lubrique muchísimo. Coloca algo de lubricante en tu
dedo medio o en dos dedos. La mayoría de los hombres nunca han jugado
con su ano, así que están un poquito apretados y no pueden manejar dos
dedos para empezar. Coloca mucho lubricante en tu dedo medio y comienza a
frotar alrededor de su ano. Mete el dedo y empieza a frotar. La próstata está
hacia la parte superior del cuerpo. Comienza a frotar esa área. No se trata de
entrar y salir sino de frotar esa área. Si puedes meter dos dedos ahí, frota los
dos dedos hacia atrás y hacia adelante como si intentaras hacerle cosquillas, y
sigue chupando su pene. La mayoría de las veces, cuando los hombres no han
tenido estimulación anal, perderán su erección, pero no importa, solo sigue
apretando su pene en tu boca y sé lo más suave que puedas. Mientras haces
eso jala energía.
Mantenlo totalmente presente. Si sientes que no está presente, entonces pon
la mano en su pecho y empuja energía allí y el comenzará a introducirse en su
cuerpo, para así poder poder realmente estar allí. Sigue adelante tan
sutilmente como sea posible. Mientras frotas la próstata comenzará a
endurecerse y justo antes de que eyacule se formarán como dos pequeños
testículos duros como piedras. Cuando llegue a ese punto sigue frotando y ve
más despacio en la mamada hasta que finalmente explote.
Cuando llegue la explosión, comienza a vibrar tus dedos contra la próstata.
Pon tu mano en su pecho y haz vibrar la energía por todo su cuerpo. Durante
las primeras veces de hacer esto el setenta por ciento de los hombres tendrá
un orgasmo de cuerpo entero. Comenzará a vibrar y saldrá de su cabeza y
nunca más podrás librarte de él.
Lo más importante es hacerlo suave y lentamente. No es la fricción. La
mayoría de los hombres cuando se masturban usan fricción y la velocidad.
No hagas eso. Invita a su cuerpo al orgasmo. Usa menos presión para crear
una intensidad más grande de la energía. Es acerca de la energía que estás
creando no de la cantidad de presión que estás usando.
Una vez que le regales un orgasmo de cuerpo entero será tuyo para siempre.
Asegúrate de querer ser su dueña antes de hacerlo.
LA MAYORÍA DE LOS HOMBRES
NO SON CAPACES DE RECIBIR

Para la mayoría de los hombres, el sexo nunca ha sido acerca de recibir,


siempre se ha tratado de dar o hacer. Es imperativo que, cuando le des un
orgasmo de cuerpo entero, reconozcas que le estás regalando algo a este
hombre que nunca antes ha recibido. De hecho, probablemente nunca ha
recibido sexualmente en toda su vida. Crea comunión con él y con su cuerpo
y regálale permitiendo que reciba.
Las mujeres en su mayoría nunca han aprendido cómo regalar. Para ellas, el
sexo ha sido acerca de cómo tienen que recibir y el punto de vista es que las
mujeres son el extremo que recibe y los hombres son la conexión. Lo siento,
pero no son enchufes eléctricos macho y hembra, así que superen ese punto
de vista.
Tienes que aceptar la idea de regalar y recibir y su simultaneidad. De
verdad, puede ser así si estas dispuesto a estar totalmente presente y el otro
también lo está.
Es importante que las mujeres sepan que los hombres nunca reciben, y que
no saben cómo. Nunca los han enseñado. Generalmente el punto de vista de
un hombre es: “Estoy dispuesto a tenerte”. Lo cual no es recibir. Si lo
piensas, una razón por la que muchos hombres solo saben como hacer
sexualidad desde la fuerza, la fricción y la violencia es porque ven películas
pornográficas. Ese es el único lugar donde ven a hombres teniendo sexo y
ciertamente, no hay regalar y recibir en una película porno.
A los hombres no se les enseña a ser sensuales. Se espera que una mujer sea
sensual, pero la mayoría de las veces ella tampoco sabe cómo hacerlo. La
verdad es que generalmente no sabe recibir mejor que un hombre. Ella solo
piensa que lo hace. De todas las mujeres que Dain y yo hemos conocido solo
ha habido muy pocas que realmente podían recibir sexualmente.
Es una gran tristeza para nosotros que la mayoría de las personas no sepan
como disfrutar de sus cuerpos, y experimentar la grandeza y las posibilidades
que pueden ocurrir cuando se está realmente presente y no se divorcia uno de
sí mismo para tener sexo.
¿Cómo sería si pudieras tener una gran copulación, una comunión increíble
y las infinitas posibilidades de una relación que es totalmente expansiva y
gozosa? ¿Cómo sería tener una relación que se ocupe de las cuestiones de la
vida en vez de atorarse en ellas? ¿Tener una relación que expanda tu vida, en
vez de matarla o contraerla? ¿Cómo sería crear tu vida en vez de existir en
ella o vivir por obligación? Esto es lo que deseamos que consigas. La
consciencia es el inicio.
Y recuerda: ¡la practica hace la perfección!

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