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Inés Quintero
p. 71-86
https://doi.org/10.4000/caravelle.1576
Resumos
ESPAÑOLFRANÇAISENGLISH
En Venezuela, desde que se elaboraron los primeros manuales en el siglo XIX hasta el
presente, la enseñanza de la historia ha sido parte de un importante proceso de
discusión y reflexión acerca de los contenidos y las estrategias didácticas adoptadas. El
propósito del artículo es revisar los aspectos fundamentales que se han planteado en
torno a las carencias y problemas recurrentes en la enseñanza de la historia y analizar
las tensiones y conflictos que han suscitado la orientación y los contenidos referidos a la
Historia de Venezuela en los textos escolares elaborados y distribuidos por el actual
gobierno venezolano.
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En defensa de la Colección
Política, historia y memoria
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1 Sobre la historiografía venezolana del siglo XIX puede verse Quintero, I.,
L’historiographie vénéz (...)
2Se difundió entonces y con bastante éxito un relato homogéneo, sin mayores fisuras ni
desencuentros, mediante el cual se fijaron los referentes fundacionales básicos de la
historia nacional: la independencia como momento culminante; las fechas de perpetua
recordación; el culto a los héroes fundadores, especialmente el que consagra a Simón
Bolívar, como padre de la patria; el sentido épico de la historia; la presencia de
contenidos maniqueos que permitieran distinguir a los héroes de los villanos y a los
gobiernos buenos de los malos. Desde esta misma orientación se hizo una valoración de
los períodos de la historia mediante la cual se condenaron los 300 años de dominación
colonial y se exaltaron los logros alcanzados por la independencia, en abierto contraste
con las guerras, la anarquía y la intranquilidad política características del siglo XIX1. Esta
tendencia, por lo demás, no fue exclusiva de Venezuela, en otros países de América
Latina, se puede apreciar una orientación similar2.
4A partir de entonces y durante la primera mitad del siglo XX, la dirección y orientación
de los estudios históricos y la supervisión de los textos para la enseñanza de la historia
estuvieron parcialmente bajo la sujeción de esta institución del Estado sin que se
produjeran mayores alteraciones en los referentes históricos establecidos en el siglo XIX:
se mantuvo la preferencia por la historia épica y las glorias militares de los héroes y se
conservó la orientación maniquea del discurso, con los añadidos que se ajustaban a las
conveniencias de los distintos gobiernos4.
8Un ejemplo de ello fue la encuesta realizada por iniciativa de la Fundación Polar en
cinco importantes ciudades (Caracas, Maracaibo, Barquisimeto, Maturín y Mérida) a fin
de conocer con mayor detalle la situación de la enseñanza de la historia en Venezuela. El
estudio se hizo el 30 de noviembre de 1996.
10De acuerdo al análisis realizado sobre la data de la encuesta se pudo apreciar que la
información que manejan los estudiantes sobre la Historia de Venezuela es pobre,
desarticulada, escasamente conceptualizada y en muchos casos errónea. Las
conclusiones del estudio dejan ver que la motivación por el estudio de la historia es muy
baja y que las deficiencias advertidas expresan, entre muchos otros problemas «la
escasa efectividad de los métodos, las técnicas, los recursos y las estrategias de
aprendizaje aplicadas en la enseñanza de la Historia de Venezuela»8.
13El extenso y completo estudio Los programas de historia en la Escuela Básica realizado
por Carmen Aranguren9, coordinadora del grupo de investigación Teoría y didáctica de
las Ciencias Sociales y directora de la revista del mismo nombre, ofrece un conjunto de
consideraciones sobre las deficiencias presentes en los contenidos de los programas.
Entre los aspectos que destaca el estudio está la presencia de una concepción lineal de
la historia, descriptiva, sujeta a criterios cronológicos tradicionales, sin un análisis que
remita a la idea de proceso, donde el pasado aparece de manera estática, lejano,
desvinculado del presente, sin establecer la relación dialéctica y analítica entre pasado,
presente y futuro. Señala la autora la existencia de contenidos con una clara orientación
eurocéntrica; en los programas se desestima la presencia e historia de los grupos
indígenas y se desatiende la complejidad del proceso de mestizaje el cual es presentado
como una proceso natural y espontáneo entre los diferentes grupos étnicos: indígena,
blanco y negros esclavos. No se desarrollan los problemas sociales, la desigualdad y las
luchas sociales no forman parte de los contenidos programáticos; la independencia se
ofrece de manera épica y a través de la exaltación de los héroes; se omite la presencia y
actuación de los campesinos en las luchas del siglo XIX, no se explica ni se ofrece
información sobre la pobreza, no se le dedica atención a determinados períodos
históricos, como el gomecismo, tampoco se atienden los alcances de la explotación
petrolera y se presenta el período democrático como la etapa final de la historia y como
el legado de la independencia. La orientación didáctica de los programa de historia,
concluye la autora, refuerzan la actitud pasiva de los estudiantes en la medida que se
utilizan estrategias poco estimulantes, repetitivas y determinadas en su gran mayoría
por el docente.
10 Vásquez, B., Navas, B., «La ciencia histórica y el papel del docente en la
transformación de la re (...)
11 Vera, A., «Tiene sentido hoy en día hablar de enseñanza», in Jorge Bracho y Arístides
Medina Rubio (...)
12 Vászquez, B., Navas, B., Ferrer, N., Urdaneta, Y., «Reflexiones y propuestas para la
formación cie (...)
16En el mismo evento las profesoras Belín Vásquez y Betilde Navas, en coautoría con
Nereida Ferrer y Yeris Urdaneta, presentaron la ponencia «Reflexiones y propuestas
para la formación científica del docente en Historia para el nivel de Educación Básica».
Afirman allí que uno de los problemas fundamentales en las deficiencias que se
advierten en la enseñanza de la historia es «la desarticulación existente entre el
desarrollo de la historiografía y las investigaciones en didáctica y psicopedagía»12.
19Así como estos, otros estudios en torno al tema insisten sobre los aspectos ya
señalados dejando ver que son muchas las carencias y problemas presentes en la
enseñanza de la historia15. A ello se suma un conjunto de trabajos referido a los textos
de enseñanza y en particular a los de ciencias sociales e historia.
16 Medina Rubio, A., «Los manuales escolares» in Jorge Bracho y Arístides Medina Rubio
(comp.), ob. c (...)
20En este caso ocurre algo bastante similar: la mayoría de los estudios son críticos
respecto a los contenidos de los libros, al mismo tiempo ofrecen una serie de reflexiones
acerca de las principales debilidades y carencias que están presentes con bastante
frecuencia en los textos escolares. Sobre el tema es ilustrativa la ponencia titulada «Los
manuales escolares»16 presentada por el historiador Arístides Medina Rubio en el
seminario sobre enseñanza de la historia que se realizó en la UPEL en 1999.
21Además de hacer una breve reseña sobre la historia de los manuales de enseñanza,
desde finales del siglo xix hasta finales del xx, explica Medina los problemas e
insuficiencias que por lo general se advierten en los libros de texto. Un aspecto esencial
es que se guían, inescapablemente, por los programas y parámetros que fija el
ministerio, lo cual tiene un impacto directo en sus contenidos, incidiendo en el escaso
margen que se le ofrece a los autores y editores para llevar a cabo una elaboración más
creativa; sin embargo y a pesar de ello, es posible advertir diferencias entre unos libros y
otros en relación con la profundidad, extensión y complejidad con la que son tratados
los diferentes temas y períodos de la historia de Venezuela, más allá de la reiteración y
repetición bastante homogénea de nuestra historia, desde la época prehispánica hasta
el fin del siglo xx.
22En gran medida, según señala el autor, las carencias de los libros están asociadas a la
concepción y orientación que, de manera tradicional, han privado en la manera de
enseñar historia: la tendencia hacia la memorización y el aprendizaje mecánico; la
sucesión cronológica, la ausencia de análisis que den cuenta de los procesos más que de
los hechos; el culto a los héroes, la división maniquea de los sucesos y de los personajes
históricos; la preeminencia de la historia política; la división de la realidad en aspectos
militares, sociales, económicos, culturales o simbólicos; la reiteración de actividades
convencionales para el trabajo en el aula: organizar equipos, preparación de carteleras,
exposiciones, todo ello desde la conducción y dirección del docente.
23Otros estudios ofrecen miradas y reflexiones igualmente críticas sobre los contenidos
y orientación de los textos escolares. Una investigación realizada por el profesor Jorge
Bracho17 de la UPEL, publicado con anterioridad al trabajo de Medina, dedica un
capítulo al problema de la influencia del positivismo en los manuales de historia, en su
concepción cronológica de la historia, en la ausencia de noción de proceso, en su
desarticulación con la realidad nacional, sus carencias informativas y en su alto nivel de
politización.
18 Calzadila, P., Salazar, Z., «El negro: la presencia ausente. Negro y esclavitud, imágenes
en los t (...)
24Desde una orientación más puntual, los historiadores Pedro Calzadilla y Zalena Salazar
en analizan el tratamiento que se ha dado a la población negra y a la esclavitud en los
manuales de historia. El trabajo se titula «El negro: la presencia ausente. Negros y
esclavitud, imágenes en los textos escolares»18 y hace un seguimiento detallado de las
distintas maneras en que se omite, presenta o analiza, según sea el caso, la actuación de
los negros y de los esclavos en el proceso histórico venezolano. La conclusión es que se
trata más bien de una «presencia ausente», en la medida que no se hace un análisis
histórico ni problematizado de su cultura y condición social, sino más bien una recuento
superficial de las circunstancias y los hechos en los cuales su presencia ha sido objeto de
atención por parte de la historia.
19 Ramírez, T., El texto escolar en el ojo del huracán, Caracas, Fondo Editorial de
Humanidades y Edu (...)
25Un interesante análisis sobre algunos problemas de fondo que se advierten en los
textos de enseñanza es el que llevó a cabo el profesor Tulio Ramírez, coordinador del
Doctorado de Educación de la UCV, en su libro El texto escolar en el ojo del huracán19.
El estudio no solamente analiza el sentido y alcances de los textos escolares como
herramienta didáctica, sino que revisa de manera crítica el tratamiento de la mujer, el
blanco, el mestizo, el indio y el negro en las ilustraciones que acompañan un número
significativo y representativo de textos escolares venezolanos de distintos niveles de
Educación Básica publicados desde 1970 hasta 1999, a lo que se añade el estudio del
tema del nacionalismo también en una importante muestra de manuales.
26Sus conclusiones dejan ver la omisión recurrente de la presencia de las mujeres en los
más diversos ámbitos de la dinámica social venezolana, así como su asociación con
determinadas funciones sociales propias de la condición femenina; del mismo modo se
puede apreciar el tratamiento diferenciado que reciben los distintos grupos étnicos y los
lugares y roles que se les adjudica en el desenvolvimiento cotidiano de la sociedad,
dejando claro la valoración social que se tiene de cada uno de ellos, de acuerdo al lugar
que se les otorga según su origen y el color de su piel.
20 Del Valle, M. E., «Aproximación al estudio del discurso en los manuales de historia: la
figura del (...)
27En esta misma línea de análisis se encuentra el ensayo de María Elena del Valle20 en
el cual se destaca la valoración excesiva que se hace de la figura del héroe en los
manuales escolares a través de la utilización de epítetos, de la presentación de sus
proezas y cualidades superiores, en abierto contraste con el tratamiento que se le da a
los actores colectivos, como espectadores pasivos y sin injerencia directa en el
desenvolvimiento de la historia.
29Por la prensa, a través de las redes sociales, en numerosos foros, distintos encuentros
y acuciosos estudios, el tema ha sido objeto de un intenso debate lo cual resulta
inevitable y absolutamente insoslayable. Se trata de la elaboración de 42 millones de
manuales escolares por parte del Estado venezolano que han sido distribuidos a 6
millones de niños y jóvenes en edad escolar, a fin de que sirvan de soporte instruccional
desde el primer nivel de educación básica hasta el último año de bachillerato, con una
inversión de 1,5 millardos de bolívares, según registra la memoria del MPPE del 2013.
21 www.derechos.org.ve/2011/12/13/educacion-ucab-ante-la-coleccion-bicentenario-
elaborarada-por-el-mp (...)
32El documento de la UCAB también incorpora una serie de consideraciones críticas: los
contenidos de los libros, en su gran mayoría, no alcanzan el nivel requerido; la
información es incompleta; no cumplen con su función bibliográfica; están ausentes
numerosos temas que forman parte de problemáticas actuales y, en el caso de las
ciencias naturales, no siempre hay coherencia entre las actividades propuestas y la
metodología científica.
33Uno de los aspectos más sensible subrayado por el documento de la UCAB tiene que
ver con la numerosa y reiterativa presencia de información propagandística sobre el
presidente Chávez y sobre los programas del gobierno bolivariano, lo cual se hace más
visible y recurrente a medida que se avanza en los grados de enseñanza, de esta
manera, puntualizan los docentes, se convierte «… una importante herramienta
didáctica en propaganda política».
34En el caso de los libros de Ciencias Sociales, las conclusiones del informe dejan ver
que los textos de 4to y 6to grado no siempre cuentan con una estructura clara y un hilo
conductor que permita la comprensión de los procesos históricos; no está presente una
clara ubicación en el tiempo y el espacio; las estrategias didácticas no recurren al análisis
de documentos históricos, no se incentiva la investigación e indagación históricas y,
además, son frecuentes los juicios de valor y la descalificación de personajes y
situaciones del pasado. Nada de ello contribuye a una comprensión crítica y plural de
nuestra historia.
37Los problemas antes enunciados se hacen más evidentes y tendenciosos en los libros
de Ciencias Sociales y en el tratamiento de la Historia; es frecuente la descalificación del
pasado, los juicios de valor, el maltrato de la historia y la presencia «del socialismo en el
aula»; así lo expresó Javier Tarazona, presidente del Colegio de Profesores de Venezuela
en el estado Táchira. Carlos Calatrava, docente de la UCAB, también sobre el mismo
tema, explica que el tipo de precisiones que se hacen respecto a la historia no deja nada
libre a la interpretación, se trata, por tanto de un esquema cerrado; Migdalia Lezama,
profesora en la misma universidad, ha hecho una revisión exhaustiva de los textos
poniendo especial atención en algunos de sus errores y omisiones más sensibles, como
por ejemplo el mapa truncado de la Capitanía General de Venezuela y las consecuencias
que ello tiene en la comprensión y conocimiento del proceso de formación del territorio.
Tulio Ramírez, director del Doctorado de Educación de la UCV, en un estudio exhaustivo
sobre el libro de 6to grado, concluye en que no hay objetividad ni equilibrio en el
tratamiento del siglo xx, abundan las afirmaciones tendenciosas, se descalifica
abiertamente a un sector de la sociedad y se realiza un «ajuste de cuentas» con los
gobiernos del llamado período de la democracia representativa, los cuales se presentan
como los «responsables de la tragedia nacional». Leonardo Carvajal, coordinador de la
Asamblea de Educación, si bien reconoce que la gratuidad de los libros es un enorme
alivio para el bolsillo de los padres, rechaza que se pretenda ideologizar la educación «…
no puede haber una historia que sea chavista porque no es científico y la historia debe
mostrar logros, debilidades y fortalezas de cada uno de los gobiernos».
En defensa de la Colección
22 http://fundabit.gob.ve/noticias-del-ano-2013/noviembre/589-la-coleccion-
bicentenario-es-sinonimo-d (...)
38La ex-ministra Maryan Hanson, bajo cuya administración se elaboraron y
distribuyeron la mayor cantidad de libros, ha sido defensora irrestricta del proyecto;
desde su punto de vista los manuales de la Colección Bicentenario contribuyen al
pensamiento crítico, analítico y creativo para la transformación de la realidad. En
relación con las observaciones relativas a la presencia recurrente de la figura del
presidente Chávez, dio a conocer su parecer en una rueda de prensa realizada el 26 de
noviembre de 2013; sus palabras fueron: «Sí, aparece el Comandante Eterno porque es
la historia inmediata y no tenemos por qué negarla»22.
23 www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/ciudad/educacion/coleccion-bicentenario-se-
lee-desde-diferente (...)
39En una entrevista publicada en el periódico Últimas Noticias, el 12 de mayo del 2014,
el actual ministro Héctor Rodríguez expresó su apoyo a la Colección y, si bien afirmó que
son buenos, también dijo que había que mejorarlos; ha manifestado igualmente su
disposición a discutir y conocer cuáles son las observaciones, siempre y cuando no se
caiga en «politiquerías»23. Expresión de esta receptividad fue su proposición de realizar
una reunión en el ministerio con un grupo representativo de los docentes y expertos
que han hecho el estudio y análisis crítico de la Colección. Esta reunión no se realizó.
24 www.el-nacional.com/siete_dias/BICENTENARIO-COLECCION-HERRERA-
MILLAN_0_314368763.html (consultada (...)
40Menos permeables a considerar las críticas han sido algunos de los coordinadores y
autores de la Colección. En un reportaje publicado por El Nacional, el 8 de diciembre de
2013, María Elena Hurtado coautora de varios títulos del área de Ciencias Sociales,
frente a los comentarios sobre la propaganda afecta al gobierno expresó su parecer en
esos términos: «¿Cómo vamos a escribir en contra de la ideología del Estado?» La
profesora Zully Millán, del área de matemáticas, sobre el mismo tema afirmó: «… todo
docente es político; tú formas y tú educas y sabes hacia dónde estás direccionando»24.
25 www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/textos-coleccion-bicentenario-defienden-
libertad-pensamient (...)
41No solamente se reconoce que hay una posición política en el tratamiento de los
libros, sino que, además, se justifica y ratifica. El Estado, la educación y los textos están
al servicio de un proyecto político, el del gobierno bolivariano y punto. Esta posición
queda reafirmada en términos bastante similares en una entrevista a la profesora
América Bracho, coordinadora de los textos de Ciencias Sociales, publicada en El Correo
del Orinoco, el 29 de septiembre de 201325.
42Confiesa la profesora Bracho que se le ocurrió la idea de hacer los libros en una
oportunidad que estaba viendo al presidente Chávez por televisión. El fundamento del
proyecto editorial es la educación bolivariana, su soporte filosófico: el árbol de las tres
raíces. La orientación de los textos es «liberadora»; se busca la «libertad de
pensamiento» y el «pensamiento crítico»; el propósito es enseñar «la verdad», diciendo
lo que los otros libros omiten, lo que no les conviene. En su concepto, la educación es un
acto político e ideológico. Es, pues, esta premisa la que guía la orientación y contenidos
de los libros.
43No comparte las observaciones hechas por algunos críticos, según las cuales, están
presentes tergiversaciones y omisiones históricas. Frente a un Cipriano Castro
presentado anteriormente como dictador, se ofrece ahora un presidente nacionalista; a
los presidentes de la democracia se le reconocen sus obras públicas, pero se dicen sus
errores. Todo lo que se encuentra en los textos «es irrebatible», es «la verdad histórica»,
afirma Bracho de manera categórica.
45Los estudios sobre didáctica de la historia publicados en los primeros años del siglo
xxi, tanto en España como en América Latina, así como los seminarios que se han
realizado sobre esta temática, han insistido de manera especial en la diversidad de
herramientas que pueden utilizarse para acercar a los niños y jóvenes al conocimiento
de su pasado, así como la importancia que reviste incorporar una metodología de
trabajo en el aula en la cual se involucre a los alumnos en la construcción del
conocimiento, mediante el manejo directo de fuentes documentales, de testimonios, de
distintas miradas sobre los procesos históricos, con el auxilio de material bibliográfico e
iconográfico de diversa orientación. Los libros de texto, si bien no son el único recurso
instruccional, constituyen una pieza fundamental del proceso de enseñanza de la
historia, de allí la importancia de que sus contenidos y orientación favorezcan y faciliten
una lectura abierta, amplia, crítica y diversa sobre los procesos históricos, en su
redacción debe tenerse especial cuidado para evitar el uso de frases calificativas, de
epítetos y de juicios de valor; libros cuyos contenidos, lejos de antagonizar y polarizar,
fomenten el espíritu democrático; que el tiempo histórico y la periodización obedezcan
a criterios explícitos y claros que permitan la comprensión de los cambios ocurridos y de
los aspectos que se sostienen en el tiempo. Se trata de erradicar una práctica bastante
extendida mediante la cual las posiciones ideológicas de los autores, o de los gobiernos
de turno, terminan siendo viabilizadas a través de los textos escolares.
46Esta nueva didáctica de la historia fundada en la crítica, en la promoción del debate,
en la discusión abierta, en la búsqueda de las posiciones divergentes, en la indagación
constante y en la defensa de su autonomía frente a los intereses de la sociedad política,
contrasta abiertamente con el espíritu sectario, cerrado, ideologizado, maniqueo y
descalificador que está presente en los contenidos de los libros de Ciencias Sociales de la
Colección Bicentenario.
47Sin embargo, lejos de aceptar las consideraciones críticas que se han manifestado por
docentes, expertos, instituciones dedicadas al estudio de la enseñanza de la historia,
comunidades de representantes, historiadores y profesionales de la didáctica de la
historia, la distribución gratuita y masiva de los textos por parte del gobierno a través
del MPPE se ha mantenido sin variaciones. Está claro que existe una decisión política de
intervenir directamente en el proceso educativo a través del contenido claramente
ideológico y politizado que se advierte en los manuales de enseñanza de la historia. El
debate se mantiene abierto e involucra naturalmente aspectos particularmente
sensibles de la inevitable y necesaria confrontación entre historia, memoria y los
distintos actores que se encuentran involucrados en la construcción de conocimiento
sobre la historia.
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Notas
1 Sobre la historiografía venezolana del siglo XIX puede verse Quintero, I.,
L’historiographie vénézuélienne dans la seconde moitié du XIXe siècle, in Bertrand M.,
Marin R., Ecrire l’histoire de l’Amérique latine XIXe-XXe siècles, Paris, CNRS Editions,
2001, p. 67-82. Para el tema de los manuales en el siglo XIX, el artículo de Harwich, N.,
«La génesis de un imaginario colectivo: la enseñanza de la historia de Venezuela en el
siglo XIX», Caracas, Boletín de la Academia Nacional de la Historia, n° 282, 1988, p. 349-
387.
10 Vásquez, B., Navas, B., «La ciencia histórica y el papel del docente en la
transformación de la realidad social», Encuentro Educacional, Maracaibo, vol. V, n° 3,
1998, p. 137-148.
11 Vera, A., «Tiene sentido hoy en día hablar de enseñanza», in Jorge Bracho y Arístides
Medina Rubio (compiladores), ob. cit. , p. 9-25.
12 Vászquez, B., Navas, B., Ferrer, N., Urdaneta, Y., «Reflexiones y propuestas para la
formación científica del docente en Historia para el nivel de Educación Básica», in Jorge
Bracho y Arístides Medina Rubio, ob. cit., p. 81-96.
16 Medina Rubio, A., «Los manuales escolares» in Jorge Bracho y Arístides Medina Rubio
(comp.), ob. cit., p. 118-132.
17 Bracho, J., El positivismo y la enseñanza de la Historia en Venezuela, Caracas,
Tropykos, 1995.
18 Calzadila, P., Salazar, Z., «El negro: la presencia ausente. Negro y esclavitud, imágenes
en los textos escolares», Revista de Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales, Mérida,
ULA, n° 5, 2000, p. 99-125.
19 Ramírez, T., El texto escolar en el ojo del huracán, Caracas, Fondo Editorial de
Humanidades y Educación, Vicerrectorado Académico, UCV, 2004.
20 Del Valle, M. E., «Aproximación al estudio del discurso en los manuales de historia: la
figura del héroe y del colectivo», Revista de Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales,
Mérida, ULA, n° 14, 2009, p. 185-192. En su tesis doctoral Discurso Pedagógico en la
enseñanza de la historia (2010), la autora analiza los manuales escolares de Tomás
Straka, Napoleón Franceschi y Alberto Arias Amaro, así como el trabajo de varios
docentes en el aula.
21 www.derechos.org.ve/2011/12/13/educacion-ucab-ante-la-coleccion-bicentenario-
elaborarada-por-el-mppe (consultada 7/11/2014)
22 http://fundabit.gob.ve/noticias-del-ano-2013/noviembre/589-la-coleccion-
bicentenario-es-sinonimo-de-educacion-liberadora (consultada 7/11/2014)
23 www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/ciudad/educacion/coleccion-bicentenario-se-
lee-desde-diferentes-opt.aspx#ixzz32Am7zqr1 (consultada 7/11/2014)
24 www.el-nacional.com/siete_dias/BICENTENARIO-COLECCION-HERRERA-
MILLAN_0_314368763.html (consultada 7/11/2014)
25 www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/textos-coleccion-bicentenario-defienden-
libertad-pensamiento (consultada 7/11-2014)
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