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Resumen
En este artículo se cuantifica el crecimiento que han experimentado las áreas urbanas en la
microcuenca del Río Bermúdez, basado en la fotointerpretación de varios mosaicos de fotografías
aéreas del Instituto Geográfico Nacional y dentro del marco de la sostenibilidad urbana y de los
modelos de ciudades sostenibles.
Abstract
This article quantifies the growth that urban areas in the micro-basin of the Bermúdez River
have experienced, based on the photo-interpretation of several mosaics of aerial photographs from
the National Geographic Institute and within the framework of urban sustainability and sustainable
city models.
Palabras claves: Ciudad, Urbano, Áreas urbanas, Crecimiento urbano, Espacio edificado.
Key words: City, Urban, Urban areas, Urban growth, Built up space.
1. Introducción
En Costa Rica los espacios urbanos han crecido y evolucionado sin ningún tipo de
planificación local, sin ningún tipo de estrategia o criterio gubernamental, ¿entonces que ha
condicionado su crecimiento y la dirección en la que han crecido?, ¿qué factores tienen el peso
suficiente para sustituir las inexistentes políticas de planificación?, ¿en qué condiciones se
articulan y se relacionan los actores que confluyen en estos espacios?, ¿y cuáles son las
consecuencias de estas relaciones?
2. Marco de referencia
a. La ciudad y lo urbano
Es en las ciudades donde las organizaciones sociales han maximizado e intensificado las
relaciones productivas y el intercambio de bienes y servicios, lo que ha producido espacios física
y funcionalmente diferentes a los que se puede encontrar a sus alrededores y aunque han existido
desde hace varios miles de años, en su configuración actual, las ciudades, solo tienen unos pocos
cientos de años. Según Donoso (2005) después de la revolución industrial hubo un cambio
sustancial en la configuración de las ciudades, no sólo crecieron mucho más rápido que en el
pasado, sino que también cambiaron en su fisonomía. Las ciudades industriales y postindustriales
crecieron con una fuerte segregación espacial, en la que las diferentes clases sociales se separaron,
geográficamente, en diferentes sectores de las ciudades según su nivel económico, perdiendo con
ello el alto grado de integración que tenían en la era preindustrial. Esta nueva fisonomía urbana
priorizó la producción y el intercambio de bienes de consumo y de mano de obra, con lo que se
marginó a aquellos individuos que no son parte del proceso productivo, como los niños, los
discapacitados y los ancianos.
Como espacios claramente definibles y distinguibles, las ciudades pueden ser entendidas
como organismos con una completa y compleja autonomía funcional, pero dependientes de un
flujo de insumos (energía, agua, alimentos, etc.) producidos externamente, como tales y al igual
que todos los organismos, las ciudades tienen un metabolismo, en el que se procesa los recursos
que ingresan en ellas, y con los que se genera, por un lado, los productos deseados o necesitados
por la población y por otro lado una serie de desechos no deseables y muchas veces no reutilizables
por el mismo metabolismo urbano o por el ambiente circundante.
Aunque existen muchas formas de delimitar las áreas urbanas en el mundo, cada forma
presenta dificultades conceptuales y técnicas cuando se tratan de aplicar en Costa Rica, por
ejemplo, para O’Sullivan (2009), una ciudad es “un área geográfica que contiene un gran número
de personas en un área relativamente pequeña”, para Glaeser (2011) las ciudades son ausencia de
distancia física entre personas, por lo que en términos muy sencillos una ciudad es mucha gente
en poco espacio. Pero en Costa Rica ¿Cuánta gente es mucha?, o ¿Cuánto espacio es poco?
Por otro lado, en algunos países el criterio para definir área urbana es el tamaño de la
población en una unidad administrativa dada. Por ejemplo, en Islandia se considera urbano las
localidades de 200 o más habitantes mientras que en Malasia son las que tienen una población de
10000 o más, pero, nuevamente, en Costa Rica las localidades (pueblos, caseríos, barrios u otros)
no están delimitados por lo que no es posible definir cuantos residentes tienen exactamente.
Figura 1. Comparación entre áreas edificadas y los distritos definidos como ciudades
Cuando las ciudades crecen horizontalmente y se conurban con otras se produce lo que
Gómez & Rosas llaman la ciudad difusa, que según estos autores tiene sus orígenes en el modelo
de Ciudad Jardín europeo, modelo que se reprodujo en primero en Estados Unidos y Canadá y
posteriormente en América Latina.
La expansión de las áreas edificadas es una realidad innegable en muchos países que tiene
como principal consecuencia un alto consumo de territorio, además, y según Viamonte (2011) la
dispersión urbana se caracteriza por la sectorización y concentración de servicios en áreas
determinadas, generalmente alejadas unas de las otras, lo que se traduce en constantes y mayores
desplazamientos y costos más altos para cubrir los diferentes sectores de las ciudades atendando
con los principios más básicos de cualquier modelo de sostenibilidad urbana.
Por su parte, Castro (2002) afirma que, los cambios estructurales en la economía, el
crecimiento demográfico y las variaciones en las pautas de comunicación, vivienda, transporte y
consumo, muchas veces asociados al aumento de las áreas edificadas, producen un deterioro del
medio ambiente urbano, los cuales pueden agruparse en factores de:
4. Índole territorial y urbanística: calles para los vehículos, escasez de espacios abiertos, edificios
enfermos, pocas zonas de recreo, consumo de suelo desordenado en la perimetría urbana,
suburbanización, necesidad de infraestructuras de transporte importantes, etc.
La Agencia de Ecología Urbana de Barcelona (2012) afirma que, el modelo urbano que
mejor se ajusta al principio de eficiencia, habitabilidad y sostenibilidad urbana es el de ciudad
compacta en su morfología, compleja en su organización, eficiente metabólicamente y
cohesionada socialmente y que la compacidad está determinada por la realidad física del territorio
y depende de la densidad edificatoria, la distribución de usos espaciales y el porcentaje de espacio
verde o de calles.
Ballén (2016) por su parte, afirma que el modelo de ciudad compacta propone viviendas
de alta densidad en centralidades urbanas y, dada su importancia, debe ejecutarse también bajo
condiciones de sustentabilidad ambiental. Si bien es cierto que la mayoría de las viviendas y
edificaciones se construyen de acuerdo con la demanda y en suelos disponibles con usos acordes
o en edificaciones existentes, es el Estado quien debe dictar unas directrices mediante el
planeamiento urbano y la ordenación del territorio que, en este caso, tiende hacia una mayor
consideración del entorno y del ambiente, así como la preservación de estos.
3. Metodología
Para determinar el ritmo y la dirección del crecimiento urbano en la microcuenca del Río
Bermúdez se analizó primero y de forma muy breve el emplazamiento de la ciudad más importante
en la microcuenca del Río Bermúdez, luego se desarrolló una forma de delimitar el espacio
edificado, asumiendo que esto es sinónimo de urbano, luego se aplicó la metodología desarrollada
en los años en los existía la información necesaria para su aplicación y finalmente se analizó la
dirección de crecimiento a partir del análisis de los mapas obtenidos para cada año del periodo
utilizado.
La distancia usada para las zonas buffer (25 metros) fue seleccionada a partir de una serie
de pruebas con diferentes distancias hasta que, se consiguió que el área edificada, calculada de esta
forma, coincidiese, moderadamente bien, con el área edificada determinada con fotointerpretación.
4. Resultados
a. Antecedentes
La historia de las áreas urbanas en la microcuenca del Río Bermúdez puede rastrearse hasta
el siglo XVIII cuando comienza el poblamiento y el desarrollo de la parte occidental del Valle
Central como centros de población. Según Meléndez (2001) en 1706 se fundó la primera ayuda
de Parroquia o ermita para no indígenas en el occidente del Valle Central, lo cual ayudó al
crecimiento demográfico y al desarrollo productivo de esta región, ya de por sí, rica en tierras
fértiles y ganaderas. Esta ayuda de Parroquia se funda en donde hoy está el barrio de Lagunilla y
se le llamó Alvirilla, donde según un censo de 1707, había 541 habitantes y de ahí, entre 1716 y
1717 se trasladó a las familias que lo habitan a Cubujuquí, que es donde se encuentra la ciudad de
Heredia.
El 5 de junio de 1824, la Asamblea Nacional en Guatemala le otorga el título de ciudad a
la villa Heredia y para el 7 de diciembre de 1848 el decreto Legislativo 167 menciona ya al cantón
de Heredia.
El 28 de octubre de 1856 se fijan los límites del distrito Santo Domingo, el 13 de mayo de
1880 los del cantón de Barva, el 12 de agosto de 1915 se crea el cantón de Flores y se definen sus
limites y por último el 18 de julio de 1961 se hace lo mismo con el cantón de San Pablo. (Sistema
de Información Jurídica, XXXX)
b. Emplazamiento
El crecimiento de las áreas edificadas en la microcuenca del Río Bermúdez presenta tres
períodos bien marcados, el primero es el que se da desde el año 1945, que es donde hay
información base (fotografías aéreas), pero seguramente desde antes, y hasta inicios de la década
de los años 90, en el que se da un crecimiento lento de las áreas edificadas, un segundo período a
partir de mediados de la década de 1990 y hasta los últimos años del siglo XX, que se caracteriza
por un aumento acelerado en las áreas construidas o edificadas y un último período desde inicios
del nuevo siglo caracterizado por una desaceleración de los ritmos constructivos en la
microcuenca.
De las etapas previas al primer período (antes de 1945) no hay información, solo se puede
suponer que el café era el cultivo más abundante y el que dominaba esta región, pero según Hall
(1991) en el área de la microcuenca del Río Bermúdez había para el año de 1935 un total de 74
fincas ganaderas con un área de 100 manzanas o más, lo que equivalía a un total de 5180 hectáreas,
y esta área correspondía a casi el 70% del área total de la microcuenca. (Mapa 1)
Mapa 1. Fincas cafetaleras de 100 o más manzanas. Fuente: Hall C., 1976.
A inicios del primer periodo, de las 7424 hectáreas que tiene la microcuenca del Río
Bermúdez solo 266.6 estaban edificadas en el año 1945, lo cual significa que únicamente el 3.59%
del área total estaba bajo algún tipo de infraestructura, y esto sin lugar a duda muestra lo poco
urbanizado que era el ambiente en la primera mitad del siglo XX (Mapa 1), pues los usos más
grandes y frecuentes en la microcuenca eran el café en primer lugar y los pastos en segundo lugar.
En este primer período en toda la microcuenca solo había 2168 edificios incluyendo
unidades residenciales, escuelas, negocios, beneficios de café y otros, lo cual se puede entender
como que había solo 0.30 edificios por cada kilómetro cuadrado. (Tabla 1)
Año Edificios Área Construida (Ha) Área Construida (%) Aumento (%)
1945 2168 266.63 3.59
1992 19927 1851.3 24.94 594.55
2005 70443 3152.98 42.47 70.31
2017 101903 4047.98 54.52 28.39
Tabla 1. Crecimiento del Área Urbana de Heredia, 1945-2017.
No obstante, lo anterior, en los 43 años de esta etapa (de 1945 a 1992) se construyeron
17759 edificios o construcciones nuevos en la microcuenca del Río Bermúdez, es decir, en
promedio, 378 por año (Mapa 2). La cantidad de edificios pasó de 2168 en 1945 a 19927 en 1992,
lo cual significa que la cantidad de edificios creció en un 594.55% en esos 47 años y que la
microcuenca pasó de tener 0.30 edificios por kilómetro cuadrado a 2.7 y el área edificada pasó de
3.59 a 24.94% lo que se traduce en un aumento de 819.1% del área edificada en la microcuenca
del Río Bermúdez. (Tabla 1)
Mapa 1. Áreas edificadas en la microcuenca del Río Bermúdez en 1945.
El último periodo, que va del año 2005 al 2017, tiene 12 años en los que se construyeron
31460 edificios o construcciones nuevas en la microcuenca del Río Bermúdez (Mapa 4), es decir,
en promedio, 2622 por año. La cantidad de edificios pasó de 70443 en el año de 2005 a 101903 en
el 2017 (Gráfico 1), lo cual significa que la cantidad de edificios creció en un 74.6% en esos 12
años y que la microcuenca pasó de tener 9.5 edificios por kilómetro cuadrado a 13.7 y el área
edificada pasó de 42.47 a 54.52% del área total de la microcuenca, lo que se traduce en un aumento
de 71.3% del área edificada en la microcuenca del Río Bermúdez. (Tabla 1)
Edificios
120000
100000
80000
60000
40000
20000
0
1945 1992 2005 2017
Lo mas sobresaliente de los resultados obtenidos en esta investigación es que hay una
marcada conurbación, ya visible desde el año 1992 (Mapa 3), en la microcuenca del Río Bermúdez,
que esta conurbación no se ha detenido, y que la ciudad más importante de la cuenca, Heredia, es
el punto alrededor del cual se concentran y conurban las principales aglomeraciones de edificios,
por lo que existen muy pocos espacios no edificados en esta ciudad o en sus cercanías y aunque el
ritmo de crecimiento de áreas edificadas ha bajado su acelerado ritmo, aproximadamente, desde el
año 2005, esto posiblemente se deba a que ya quedan pocos espacios para más proyectos
urbanísticos o constructivos y es solo en la parte alta de la cuenca, al norte y al oeste de la
microcuenca (Mapa 5) donde todavía hay grandes y medianos espacios sin edificios o sin grupos
de ellos.
Lamentablemente, la microcuenca del Río Bermúdez, al igual que el resto de la Gran Área
Metropolitana de Costa Rica, sigue hasta el momento, la tendencia de las ciudades norteamericanas
difusas, con un valor de la densidad urbana baja, cercana a los 40 habitantes por hectárea y valores
del indicador KPR (kilómetros-vehículo recorridos per cápita) cercanos a los 8 000 kilómetros por
vehículo per cápita. (Portilla & Rojas, 2017)
Visto la anterior, una conclusión bastante obvia es que la microcuenca del Río Bermúdez
tiene mucha población pero con muy baja densidad y que se debe elevar la densidad poblacional
mediante formas ya bastante conocidas como aumentar la construcción vertical, incentivar los usos
mixtos del suelo, entre otros, lo cual terminará por reducir los desplazamientos de las personas y
el uso del vehículo privado, se debe mejorar el servicio del transporte público para reducir los
valores del indicador KPR y acercaría la microcuenca al concepto de área urbana compacta y
sostenible. (Figura 3)
Figura 3. Consumo energético anual per cápita y densidad urbana de áreas urbanas, fuente. Original Fuente:
Agencia Europea del medio ambiente (2006). Adaptación propia con datos de Rojas & Portilla (2017)
Otro resultado importante, es que las áreas con las densidades de población mas alta no
ocurren en las ciudades propiamente dicho (distrito primero de cada cantón), si no que hay clara
tendencia a que los residentes se concentren en las periferias de las ciudades, principalmente en
las áreas suburbanas de la ciudad de Heredia. (Mapa 5), lo cual confirma que hay una muy marcada
preferencia de la población de alejarse de los centros de consumo, poblando áreas periféricas sin
criterios de planificación ni de ordenamiento territorial y esto, según Portilla & Rojas, (2017)
responde, en gran parte, a una idea generalizada de buscar una mejor calidad de vida, en sitios más
tranquilos y rurales y alejándose de los grandes centros urbanos y sus complejidades y conflictos,
lo que redunda en un modelo de crecimiento con un casco urbano muy poco denso y una zona
periférica en la que se incrementa gradualmente densidad de población.
Conclusiones
Además de hacer cambios en los patrones de desarrollo urbano en la microcuenca del Rio
Bermúdez, se debe desarrollar políticas agresivas orientadas al repoblamiento de los centros
urbanos tradicionales (ciudades o distritos primeros de cada cantón en Costa Rica), es decir se
debe buscar la forma de invertir la ciudad difusa y volver a los principios de la ciudad compacta,
se debe, primero que todo, evitar el éxodo de los ciudadanos hacia las áreas suburbanas de la
cuenca y en segundo lugar, se debe hacer que los centros de las ciudades sean atractivas para que
los habitantes de las áreas periféricas quieran volver a residir en ellos, con todas las ventajas que
ello lleva consigo, mayor cercanía a servicios, trabajo y actividades recreativas, mayor grado de
seguridad y sobre todo menor necesidad de utilizar autos que utilicen energía de combustión.
Es insuficiente desarrollar planes sin las acciones necesarias para su real implementación,
ya existen lineamientos orientadores del desarrollo de las ciudades sostenibles en Costa Rica. La
Política Nacional de Ordenamiento Territorial 2012 a 2040 (2012), hace tiene referencias
explicitas a la necesidad de transformar la GAM en una ciudad compacta y conectada y a lo
imperativo de desarrollar sistemas de transporte público intermodal y sostenible que conecte todos
los centros urbanos densos.
Referencias
Castro (2002). Indicadores de desarrollo Sostenible Urbano. Una Aplicación para Andalucía.
Tesis Doctoral. Málaga, Universidad de Málaga. Facultad de Ciencias Económicas y
Empresariales.
Donoso, R. (2005). Ancianos y Ciudad. Casa Abierta del Tiempo. Vol. (X), pp. 27-34.
http://www.uam.mx/difusion/casadeltiempo.
Glaeser, E. (2011) Triumph of the City: How our Greatest Invention Makes Us Richer, Smarter,
Greener, Healthier, and Happier. New York, The Penguin Press.
Gómez & Rosas (2018). Ciudad Compacta, Ciudad Difusa. Políticas de Redensificación en
México. Perspectivas Teóricas, Globalización e Intervenciones Públicas para el Desarrollo
Regional. México. ISBN UNAM: 978-607-30-0970-6, ISBN AMECIDER: 978-607-8632-01-5.
Hall, C. (1976) El Café y el desarrollo histórico-geográfico de Costa Rica. San José. Editorial
Costa Rica.
The European Environment Agency (2006). Urban sprawl in Europe. The ignored challenge.
Copenhague: EEA.