Está en la página 1de 11

Universidad de Costa Rica

AU-0007 Patología del Sistema Auditivo

Patología infecciosa del oído externo: Infecciones


Micóticas

Estudiantes:
Baltodano Vargas Melanny C20952
Rodríguez Vega Kristel C26726
Vindas Altamirano Joselyn Karina C28512

Docente: Dra. Victoria Guevara Arroyo.

Miércoles 23 de Agosto

2023

1
Introducción:
La otomicosis es un tipo de otitis externa, más específicamente una otitis externa
micótica o fúngica. ‘‘La otomicosis es la infección por hongos de la piel del conducto
auditivo externo’’ (Camacho et al., 2007, p.49). Es importante entender que existen diferentes
tipos de otitis externas y las micóticas (otomicosis) representan el 5-10% de ellas (Lecanu et
al., 2009, p.2). También existen las otitis externas bacterianas, que son las más comunes, pero
este documento solo se concentrará en la otomicosis que es caracterizada por la aparición de
hifas de diversas características dependiendo del agente patógeno que lo cause. La otomicosis
tiene una sintomatología específica y factores que favorecen su desarrollo los cuales serán
explicados más adelante.

1. Historia Clínica (anamnesis):


El primer paso a la hora de hacer algún diagnóstico independientemente del
padecimiento del paciente siempre será la anamnesis o la historia clínica del mismo ya que la
información que aporta puede ayudar a facilitar el diagnóstico. Dependiendo de las preguntas
que se le haga al paciente se puede entender las circunstancias que hicieron que apareciera el
padecimiento (Thomassin et al., 2009, p.2). Es de suma importancia poder reconocer la
mayoría de los antecedentes que podrían llegar a indicar un posible diagnóstico, en este caso
de otomicosis, antes de la exploración física del oído con el otoscopio.
Al igual que con la mayoría de las consultas se empezará con una ficha de
identificación general del paciente con el nombre, edad, sexo, procedencia, ocupación, etc. Ya
desde este punto se puede ir obteniendo información relevante para el diagnóstico, por
ejemplo, al saber dónde vive el paciente se puede identificar si el clima de ese lugar tiene las
condiciones óptimas para el desarrollo de una otomicosis.
Seguidamente, uno de los pasos más importantes es consultar las molestias principales
del paciente, los principales síntomas que se pueden encontrar en una persona con otomicosis
según Lecanu et al. (2009) son:
● Prurito (picazón).
● Otorrea ( secreción de líquido por el oído).
● Otodinia (dolor en el oído).
● Mal olor.
● Ligera pérdida auditiva ( Hipoacusia de conducción debido a inflamación del CAE).

2
Por último, se realizan todas las preguntas posibles para conseguir más datos sobre la
enfermedad actual y cómo se fue desarrollando. En cuanto a una sospecha de otomicosis se
puede podrían realizar las siguientes preguntas:
● ¿Desde cuándo presenta los síntomas que padece?
● ¿Es un nadador habitual?
● ¿Recientemente se bañó en el mar o en una piscina?
● ¿Visitó recientemente una región tropical o subtropical con climas húmedos y
calurosos?
● ¿Se suele limpiar el oído de manera frecuente?
● ¿Ya había tenido algún diagnóstico de otitis externa bacteriana que no responde al
tratamiento antibiótico?
● ¿Padece alguna enfermedad que le cause inmunodeficiencia o diabetes?

2. Examen Físico (Otoscopio)


El examen físico es muy determinante en cuanto a diagnóstico de otomicosis pues lo
que se puede encontrar en el CAE en su realización es muy característico. Pero según
Thomassin et al. (2009), además de la exploración física del CAE, la exploración física del
pabellón auricular también es un buen primer paso para el examen físico del paciente ya que
antes de usar el otoscopio un dolor al presionar el trago del paciente hacia atrás puede ser otro
indicativo de una otitis externa (p.2).
Ahora bien, cuando ya se hace uso del otoscopio en el CAE del paciente con
otomicosis autores como Lecanu et al. (2009) comentan que pueden haber hallazgos como la
inflamación de la piel del CAE y diversas secreciones dependiendo del hongo que haya
invadido el CAE, además con el otoscopio también se podrá observar hifas y filamentos de
aspecto parecido al de un algodón con un color que puede ser diferente y característico
dependiendo de cuál sea el agente patógeno (p.3). A continuación, se verán unos ejemplos de
lo mencionado anteriormente por Lecanu et al. (2009):
● Un hongo de color blanco podría indicar Candida.
● Un hongo de color blanco y negro podría indicar Aspergillus niger.
● Un hongo de color blanco y amarillo podría indicar Aspergillus flavus.
Es importante recalcar que una vez identificado el hongo patógeno se debe comprobar
si este no ha dañado la membrana timpánica pues esto implicaría una condición de otomicosis
más complicada y difícil de tratar. Esto se ve reflejado en la siguiente cita: ‘‘La asociación de
una perforación timpánica y de una otomicosis plantea dos problemas al médico: eliminar

3
una otitis externa invasiva y adaptar el tratamiento a esta perforación, que contraindica el uso
de muchos agentes locales ototóxicos’’ (Lecanu et al., 2009, p.4).

2.2. Hallazgos en la otoscopia según la fase de evolución:


En este apartado, se especificarán los hallazgos físicos según la fase en la que se
encuentre la otomicosis, sin embargo estas etapas se explicarán a detalle más adelante. Según
Lecanu et al. (2009), las características visibles son las siguientes:
Fase preinflamatoria:
● Secreción del CAE que puede diferenciarse de acuerdo al micromiseto causante
● Prurito
Fase inflamatoria:
● Edema del CAE
● Dolor
● Úlceras
● Miringitis granulomatosa
Fase crónica:
● Prurito
● Otorrea
● Restos cutáneos y secreción
● Conducto inflamado o con úlceras en la piel
● Inflamación o perforación de la MT
Otitis externa maligna probada:

● Fiebre
● Síndrome séptico
● Parálisis facial
● Síndrome meníngeo.

4
3. Epidemiología
La epidemiología es una rama de la salud de suma importancia en el estudio del
desarrollo en enfermedades. ‘‘Estrictamente, la epidemiología se encarga del estudio
relacionado con el proceso salud-enfermedad respecto a una población’’(Millán et al., 2015,
p.15).
Una vez entendido este concepto se puede mencionar como es la epidemiología de la
otomicosis. A lo largo del artículo de Lecanu et al. (2009) se puede encontrar mucha
información referente a este tema:
● Se ha visto que la otomicosis puede observarse a cualquier edad, pero quienes
suelen padecer más esta condición son los adultos jóvenes que tienen mayor
tendencia a bañarse en el mar o la piscina (factores favorecedores).
● Hay poblaciones que pueden estar más en riesgo que otras a esta enfermedad ya
que hay una mayor prevalencia de otomicosis en zonas tropicales y subtropicales
debido a sus factores climáticos favorecedores.
● Como se mencionó anteriormente, la otomicosis representa un 5-10% de las otitis
externas pero este porcentaje puede aumentar en verano y afectar a la población
aún más en esa época.
● Las otitis externas bacterianas son más comunes que las micóticas, pero estas
pueden desarrollarse de una infección que al inicio era bacteriana si se expone a
factores favorecedores.
● Algunos factores favorecedores son el calor, la humedad y la oscuridad.
● Dependiendo de la zona geográfica la población estará expuesta a diferentes
agentes patógenos que pueden causar otomicosis. En Europa hay más prevalencia
del agente patógeno Candida albicans, en países subtropicales hay mayor
predominio de Aspergillus.
4. Patogenia

Para empezar, según De Juan (1984) este término se refiere al estudio de los distintos
procesos que generan daño a los tejidos del cuerpo.

La patogenia de la otomicosis es ocasionada principalmente por los agentes


Aspergillus y Candida. La proliferación de los agentes productores de micosis mencionados

5
anteriormente se puede atribuir a algunas características del ambiente como: la humedad, el
calor y la oscuridad. (Lecanu et al., 2009)

La piel del tercio externo del CAE está formada por un epitelio especializado que
contiene glándulas para que la producción de cerumen sea constante, dicha secreción es
responsable de prevenir infecciones que puedan afectar incluso a la membrana timpánica.
Aparte de las glándulas, el cerumen tiene otras características que impiden el desarrollo de
agentes patógenos, y según Lecanu et al. son las siguientes: “Su carácter hidrófobo protege la
piel subyacente de la maceración; su pH ácido es inadecuado para el desarrollo de los agentes
patógenos y contiene inmunoglobulinas y lisozimas, cuya función aún está mal definida”.
(2009)

De la cita anterior se puede entender que si se realiza una limpieza exagerada del
cerumen que se encuentra en las paredes del CAE, entonces se estaría favoreciendo un
ambiente para el desarrollo de los agentes patógenos productores de la otomicosis, alterando
así el equilibrio de la flora ideal para que el CAE se mantenga saludable

En cuanto a la evolución clínica de dicha patología, Lecanu et al. (2009) explican en


su artículo que esta se encuentra dividida en cuatro fases con distintos hallazgos audiológicos
que como se mencionó en el apartado sobre la otoscopia, son las siguientes

1. Primero está la fase preinflamatoria.

2. Como segunda fase se encuentra la inflamatoria

3. La tercera fase recibe el nombre de “fase crónica”

4. La última fase es la otitis externa maligna probada

5. Hallazgos audiológicos

En cuanto a la audición como tal, en algunos casos puede encontrarse una hipoacusia
conductiva, esto debido a que según Domínguez et al. (2001) al obstruirse el conducto
auditivo externo como resultado de la inflamación, el hongo (no es lo más común, pero puede
suceder) o hasta las granulaciones, hacen que la transmisión del sonido se vea afectada
provocando una disminución en la capacidad auditiva del paciente.

6
6. Factores favorecedores:

Algunos de los factores que propician la aparición y desarrollo de la otomicosis según


lo explicado por Lecanu et al. (2009) son los siguientes:

● El uso de antibióticos, ya que se desequilibra la flora normal del oído y se favorece a


los micromicetos.
● La utilización de corticoides locales que estén o no relacionados con los antibióticos.
● La dermatitis seborreica o eccema presente en el CAE. Lo anterior se relaciona con el
prurito producido por los hongos el uso de corticoides locales, la maceración y la
descamación excesiva que modifican la barrera ceruminosa.
● Cirugía relacionada con el aparato auditivo, debido a las heridas cutáneas, la
maceración y el empleo de antibióticos locales.
● Si el paciente es nadador, ya que la estancia prolongada en el agua favorece la entrada
de agua al CAE y con ello el desarrollo de la otomicosis.
● Diabetes.
● Inmunodeficiencia, ya que el sistema inmunológico se encuentra deprimido.

7. Microbiología

Como se ha mencionado, comúnmente la otomicosis se da por dos grupos Aspergillus


y Candida, estos tienen variación dependiendo del clima y el ambiente. En algunas zonas son
de mayor frecuencia Candida como en Europa y en otras zonas es más frecuente Aspergillus.
Como lo menciona Lecanu et al. (2009) los países subtropicales tienen un mayor predominio
de Aspergillus.

Se debe tomar muestras en las formas inflamatorias graves, infecciones


postoperatorias, en caso de otitis externa resistente al tratamiento local y en caso de pacientes
diabéticos o inmunodeprimidos. Dicha muestra es obtenida por medio de un raspado
realizado generalmente con una cureta o por medio de la aspiración, una vez obtenida la
muestra se coloca en un recipiente estéril seco o en un medio de transporte específico para
poder analizar la muestra con el microscopio. Cuando se tiene sospechas de dermatofitos se
recogen escamas cutáneas de la concha. (Lecanu et al., 2009)

7
Para el estudio microscópico directo se utiliza el KOH (hidróxido de potasio) el cual
en su aplicación al 10% en la muestra se pueden observar hifas y esporas las cuales son
elementos característicos del hongo. “El cultivo debe realizarse en agar glucosado de
Sabouraud, con cloranfenicol o gentamicina y sin cicloheximida (actidiona), pues la mayoría
de las levaduras y mohos se inhiben en presencia de este compuesto” (García et al.,2001). Al
pasar unos días en ese cultivo aparecen unas colonias tardando alrededor de una semana para
obtener los resultados; es importante señalar que con esta técnica es posible la obtención de
resultados falso negativo, por lo que, se han implementado otras técnicas como lo son la
inmunofluorescencia y el inmunomarcado para obtener mejores resultados.

8. Prevención

Entre las medidas para prevenir la otomicosis se encuentran:

● Secar el oído, evitar mojarlo.


● No realizar limpiezas excesivas del CAE, debido a que el cerumen es una barrera
física y fisiológica contra las infecciones.
● Evitar tratamientos antibióticos que puedan desequilibrar la flora comensal del CAE.
9. Generalidades del tratamiento

Su tratamiento consiste en la mayoría de los casos en gotas óticas adaptadas,


recomendaciones en cambio de hábitos a los pacientes y cuidados locales. Debido a que la
otomicosis es una enfermedad cutánea su tratamiento se puede dar por medio de soluciones
terapéuticas cutáneas; sin embargo, algunos agentes patógenos son resistentes a estos
tratamientos o en ocasiones se presenta una perforación timpánica por lo que esto presenta un
problema en el tratamiento, es entonces cuando se debe de tratar por medio de la vía
sistémica y en ocasiones es necesario un tratamiento quirúrgico en caso de complicaciones
(Lecanu et al., 2009).

Cuidados locales y medidas higienicodietéticas:

● Se debe realizar aspiración y una limpieza completa del CAE en la primera consulta.
● Si se presenta una aspiración dolorosa o en casos de estenosis en el CAE se realiza
lavados con agua oxigenada boricada o suero con povidona yodada.

8
● Se da una prohibición estricta del agua en el CAE, esto quiere decir que se debe de
usar protección en el momento de la ducha o en ocasiones la prohibición de los baños.
● Se coloca una mecha en caso de estenosis del CAE o de inflamación grave.

Antisépticos locales:

Son funcionales debido a su pH ácido en el cual es poco probable que se dé un


desarrollo de las micosis.

Lecanu et al. (2009) señala que:

● Se debe usar los antisépticos locales exclusivamente en casos de otomicosis con


tímpano cerrado exceptuando el H₂O₂ boricada.
● La Povidona yodada, es un fungicida utilizado en casos de otomicosis con tímpano
abierto, pero se debe limitar su uso a los 7 días debido a que se puede presentar riesgo
de ototóxico dependiendo de su dosis.
● Violeta de genciana.
● Cresilato es una preparación compuesta de mertiolato, ácido M-cresil acético,
propilenglicol, ácido bórico y alcohol, es una solución muy utilizada y eficaz, al igual
que presenta ausencia en complicaciones en casos de tímpano abierto

Tratamientos antifúngicos específicos:

Estos se dan por medio de vía local o la vía sistemática, entre ellos están los
polienos(anfotericina B, nistatina) y los azoles ( ketoconazol, fluconazol, itraconazol).

Tratamientos antifúngicos locales

Con respecto a los tratamientos antifúngicos locales según Lecanu et al. (2009) se utilizan:

● Una asociación de polieno (nistatina) con un antibiótico y un corticoide. Es el único


tratamiento local elaborado específicamente para la otomicosis, su uso debe limitarse
a los 10 días, esto para evitar aparición de cepas más resistentes.
● Loción de anfotericina B, esta es una solución que se debe aplicar en el oído externo
dos veces al día durante 3 semanas. En caso de tímpano abierto no se debe utilizar.

9
● Imidazoles en solución local se utilizan específicamente para la aspergilosis
(infección causada por el Aspergillus). No se debe utilizar en caso de perforaciones
timpánicas. Su uso se da por 3 semanas.

Tratamientos antifúngicos por vía sistémica

El tratamiento por vía sistémica no debe tener una duración inferior a las 3 semanas y
están indicados en caso de: aspergilosis con tímpano abierto, candidiasis con tímpano abierto
persistente tras un tratamiento antiséptico, aspergilosis subaguda resistente a tratamientos
locales y otomicosis invasiva (Lecanu et al., 2009).

Como lo menciona Lecanu et al. (2009) se utiliza:

● Polienos (anfotericina B) y los azoles


● La anfotericina B se administra de forma intravenosa en casos de otitis invasiva.
● Los imidazoles se utilizan por medio de la vía oral y se utilizan productos como:
Ketoconazol, Fluconazol, Itraconazol y Voriconazol.
● Ketoconazol: Es indicado en caso de candidiasis resistentes con tímpano abierto.
● Fluconazol: Se utiliza en las candidiasis resistentes con tímpano abierto. Tiene
potentes propiedades fungicidas.
● Itraconazol: Es eficaz frente a candidiasis y mayormente contra las aspergilosis, por lo
que es tratamiento por elección en casos de aspergilosis del CAE resistentes y con
tímpano abierto.
● Voriconazol: Es indicado en casos de otomicosis resistentes por Aspergillus, pero de
igual manera es eficaz contra Candida. Al utilizar este medicamento se debe realizar
un control de las funciones hepática y renal.

10
Referencias:
Camacho, R., Albaja, J., Cenjor, C., Ciges, M., Gavilán, J., & Quesada, P. (2007). Manual de
Otorrinolaringología (2da ed). McGRAW-HILL/INTERAMERICANA.
De Juan, J. (2012). Introducción a la patología. Universidad de Alicante.
https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/24859/1/INTRODUCCION_BIOPATOLOGI
A.pdf
García, P., García, R., Domínguez, I., Noval, J. (2001). Otomicosis: aspectos clínicos y
microbiológicos. Revista de diagnóstico biológico, 50(1), 17-22.
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-79732001000100003&
lng=es&tlng=es.
Millán, R., Trujillo, B., & Caballero, J. (2015). Introducción a la epidemiología clínica y
estadística. Universidad de Colima. Introduccion-a-la-epidemiologia-clinica_426.pdf
(ucol.mx)
Lecanu, J., Erminy, M., Faulcon, P., & Théoleyre, B. (2009). Otomicosis. EMC -
Otorrinolaringología, 38(1), 1-9. https://doi.org/10.1016/S1632-3475(09)70292-9
Thomassin, J., Korchia, D., Danvin, J., Forman-Glard, C., & Baihache-Behima, A. (2009).
Exploración del oído. EMC - Otorrinolaringología, 48(4), 1-13.
https://doi.org/10.1016/S1632-3475(19)42991-3

11

También podría gustarte