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¿Qué es la Testosterona?
La testosterona es la hormona sexual predominante en el hombre (las mujeres también poseen testosterona
pero en menor cantidad). Se trata de un esteroide natural producido por el organismo, y que pertenece a la
clase de hormonas andrógenas, donde también se incluye la dihidrotestosterona (DHT),
dehidroepiandrosterona (DHEA), androstenediona, y androstenediol.
Existen 3 tipos de testosterona que se pueden encontrar fluctuando en la sangre:
1. Albúmina,
2. Globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG), y
3. Testosterona libre.
Las dos primeras se tratan de proteínas que se unen o enlazan a la
testosterona en sí, y no se encuentran disponibles para las funciones
que veremos a continuación, mientras que es la testosterona libre la
que finalmente nos aportará las propiedades descritas.
Para el caso de personas sanas, el límite de la producción de testosterona viene determinado por el ratio de
conversión del colesterol a la hormona pregnenolona. Como se puede apreciar, las dietas bajas en colesterol
puede ser un signo equívoco a la hora de mejorar la producción hormonal.
El primer paso hacia la «fabricación» de testosterona, donde se tienen dos posibles esquemas, pasando por
varias conversiones hormonales hasta llegar finalmente a la testosterona:
1. Colesterol -> Pregnenolona -> Progesterona -> Androstenediona -> Testosterona
2. Colesterol -> Pregnenolona -> DHEA -> Androstenodiol-> Testosterona
Una vez que la testosterona es enviada al flujo sanguíneo, casi el 98% se une con la albúmina y globulina, con
el propósito de protegerla para su transporte, o bien para reservarla o almacenarla en depósitos para solventar
alguna variación en plasma sanguíneo.
Sin embargo, hay factores como el estrés, la falta de ejercicio físico, los malos hábitos como el alcohol o el
tabaco, la falta de sueño o una inadecuada alimentación pueden agravar aún más la disminución de los niveles
de testosterona en los hombres.
Los síntomas que un hombre puede experimentar con niveles pobres de testosterona se reflejan tal que:
• Falta de deseo sexual
• Malas erecciones
• Baja producción de espermatozoides
• Pérdida de masa muscular
• Aumento del porcentaje grasa
• Fragilidad ósea
• Falta de energía
• Menor motivación
En ocasiones, esta baja producción de testosterona puede deberse a que la persona se vea
involucrada atravesando una determinada situación, donde aparecen los factores anteriormente mencionados;
de lo contrario, sería prioritario acudir al médico.
Dieta para aumentar la Testosterona
Buscamos alimentos con las siguiente premisas para incorporar a nuestra dieta que nos permitan mantener
unos hábitos favorables para establecer un mejor entorno hormonal:
• Grasas monoinsaturadas y también saturadas
• Alimentos ricos en micronutrientes, es decir, vitaminas y minerales esenciales
• Reducir al máximo alimentos refinados, y con alto contenido en azúcar
• Controlar la ingesta de alcohol
Ostras
Las ostras tienen un alto contenido en zinc que eleva la testosterona y la producción de esperma. También son
una buena fuente de magnesio y fósforo, muy buena fuente de proteínas, vitamina D, vitamina B12,
hierro, cobre, manganeso y selenio. El zinc regula una gran cantidad de procesos esenciales que afectan al
cuerpo, ayuda a formar nuevas células, estimula el sistema inmunológico, promueve el crecimiento, el estado
de alerta mental, ayuda a la función apropiada del cerebro y desempeña un papel activo en la salud del
sistema reproductor masculino y femenino que le da un aumento de la testosterona. El zinc es un inhibidor de
la aromatasa por lo que ayuda a bloquear la conversión de la testosterona en exceso de estrógeno.
Aguacates
Los aztecas llamaban al árbol de aguacate «ahuacatl», o «árbol del testículo». La naturaleza es sabia y más
allá del parecido a esa parte del cuerpo masculino, los aguacates contienen altos niveles de vitaminas y
minerales, como: vitamina A, K2, C, B2, B5, o B6, y minerales Zinc, Magnesio, y Cobre. La vitamina B6 que
actúa como un regulador de la producción de andrógenos, hormonas esteroides producidas de forma natural,
de manera que actúa como un precursor para la testosterona. Asimismo, la B6 ayuda a mantener bajos los
niveles de prolactina. Los aguacates son una excelente fuente de grasa monoinsaturada, con beneficios que
inciden sobre la producción hormonal.
Carne magra
Pocos alimentos tienen un impacto tan positivo en los niveles de testosterona como carnes magras, las cuales
están repletas de proteína, hierro, magnesio, zinc y grasas saturadas. Las proteínas son nutrientes clave
para optimizar la testosterona y promover la construcción muscular. Aunque no queremos demasiadas grasas
saturadas en nuestra dieta, necesitamos cierta cantidad para para producir testosterona. El hígado se encarga
de sintetizar colesterol para suministrar el nivel mínimo requerido para usarlo en las membranas de las células
y para producir testosterona y otros esteroides.
Huevos
Como hemos comentado anteriormente, la testosterona es sintetizada a partir del colesterol y el huevo es bien
conocido por su contenido de colesterol puro, sin adulterar. Además un reciente estudio demostró que el
exceso de colesterol en los huevos no es tan dañino como se pensaba anteriormente.
Las yemas de huevo son una fuente rica de la vitamina D. Esta vitamina ayuda a promover la función inmune
apropiada, regula los niveles de calcio y puede producir niveles más altos de testosterona.
Nueces de Brasil
Nutricionalmente, las nueces de Brasil son, quizás, la mayor fuente dietética de selenio, un oligoelemento
esencial y un antioxidante potente. Sólo 30g de nueces del Brasil contiene más de 10 veces la cantidad diaria
recomendada de selenio. El selenio puede aumentar los niveles de testosterona en los hombres y se ha
encontrado además que mejorar la producción de espermatozoides y su motilidad. Por otro lado, también
aportan colesterol, que como se ha mencionado podrás ser convertido en testosterona en las células de Leydig
localizadas en los testículos. Ofrecen una potente protección antioxidante.
Plátanos
Estos son ricos en vitaminas B y potasio que son ingredientes clave en la producción de hormonas
masculinas sanas. Los plátanos también contienen una enzima llamada bromelina que estimula la libido
masculina y también proporcionan un golpe de energía extra.
Frijoles
Los frijoles son una excelente fuente vegetal de zinc, además de vitamina D, lo que podría tener efectos
beneficiosos sobre los niveles de testosterona. Existen estudios que pueden demostrar la relación entre el
mineral zinc y el incremento hormonal.
Brócoli
Comer más verduras crucíferas como el brócoli, el repollo o la coliflor podría aumentar la producción de
testosterona en el cuerpo mediante la eliminación de exceso de estrógeno. El exceso de estrógeno en el
cuerpo disminuye la producción de testosterona. El brócoli además es muy rico en fibra que es excelente para
controlar el peso, ya queaporta un elevado índice de saciedad.
Ajo
El ajo puede mejorar los niveles de testosterona, según un estudio realizado en animales realizado por
investigadores de la Universidad de Kobe en Japón. En este estudio se descubrió que las ratas que se llevaban
a cabo una dieta alta en proteínas con ajo en polvo durante 28 días obtuvieron aumentos en los niveles de
testosterona. Los científicos encontraron que el disulfuro de dialilo, un compuesto que se encuentra en el ajo,
estimula la liberación de la hormona luteinizante y que es el causante del aumento de la producción de
testosterona en los testículos.
Atún
Los pescados azules son muy ricos en ácidos grasos Omega-3. Los ácidos grasos Omega-3 han demostrado
reducir la SHBG (Sex hormone-binding globulin) o Globulina de Unión a Hormona Sexual. Los niveles de
SHBG aumentan lentamente con la edad, lo que significa que más SHBG se une a la testosterona dejando
menos testosterona libre.
El efecto neto de tomar aceite de pescado es muy beneficioso para aumentar la testosterona libre. El aceite de
pescado también ha demostrado aumentar la hormona luteinizante, la hormona que activa o señala la
producción de testosterona en el organismo.