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EL CAMBIO DE NOMBRE:

Las disposiciones legales sobre el nombre dejan prevista la forma de subsanar errores de
inscripción, variaciones o cambios en el mismo, así como una cuidadosa protección en los casos de
uso indebido o usurpación.

Es un acto, reconocido en la mayoría todos los sistemas jurídicos, que permite legalmente que un
individuo adopte un nombre diferente al nombre que le fue dado en el nacimiento, casamiento, o
adopción. Los procedimientos y facilidades para cambiar el nombre dependen de cada Estado. Por
lo general, los Estados que siguen la tradición del Common law (Derecho anglosajón) poseen
pocas limitaciones respecto a cambios de nombre, mientras que los sistemas de Derecho
continental tienden a ser más restrictivos.

Cambio es la acción y efecto de ceder una cosa por otra. Modificación que resulta de ello.
Entonces el cambio de nombre es el trueque de los que se utilicen o figuren en la partida de
nacimiento y que puede realizarse por causas fundadas, siempre y cuando no se perjudique a
terceros.

Se consideran motivos para solicitar el cambio de nombre cuando cree graves inconvenientes de
pronunciación por ser extranjero, cuando sea irrisorio o cause deshonra.

Los cambios de nombre pueden consistir en la segregación de palabras, supresión de artículos o


partículas, traducción o adaptación gráfica o fonética; también en la substitución, anteposición o
agregación de otro nombre o apellido o parte del mismo.

El cambio de nombre procede en los siguientes casos, según nuestra legislación:

• Que existan personas con el mismo nombre

• Que un hombre lleve el nombre de mujer o viceversa  Que tenga varios nombres
y le sea molesto escribirlos todos.
• Que se tenga un nombre difícil de pronunciarlo o escribirlo.

LA IDENTIFICACIÓN DE LA PERSONA:

La identificación de la persona (aparte de los rasgos naturales que la caracterizan), se obtienen


mediante el nombre, que es el medio de individualizarla en las relaciones familiares y sociales, así
como en las jurídicas.

Ahora bien, debe tenerse presente que el nombre por sí solo no compre su objeto fundamental:
identificar, sin lugar a dudas, a la persona, dado, por ejemplo, que pueden existir varias personas
con los mismos nombres propios y apellidos. Es por ello que se han ideado sistemas
complementarios de identificación, utilizándose, aislada o conjuntamente, huellas digitales y de
fotografías, y en algunas oportunidades, números. En Guatemala, el pasaporte y la cédula de
vecindad son documentos que la ley acepta como medios para identificar a una persona, y se han
generalizado en la práctica con ese objeto y la licencia de piloto automovilista.

ORIGEN Y DEFINICIÓN DEL NOMBRE

ORIGEN: Como expresión de una necesidad sentida secularmente, el nombre ha sido objeto de
larga y cambiante evolución hasta alcanzar las formas ahora conocidas. En épocas remotas,
constaba solamente de una sola palabra (Noé, Abraham, Ciro), y no era transmisible ni significaba
nexo familiar alguno. Los romanos idearon y regularon un sistema completo (quizá el más
completo) del nombre, que consistía en integral uno de la siguiente manera: pre nombre (nombre
propio o de pila), nombre (especie de apellido común) y conombre (segundo nombre), utilizado
por la escasez de pre nombres masculinos. Posteriormente, al desaparecer el imperio romano,
volvió a agudizarse el sistema de un solo nombre.

PROENOMEN. En Roma y en algunos pueblos antiguos, de donde se originan varias de las


instituciones de derecho civil, el nombre estaba formado solo por una palabra: Noé, Abraham,
Ciro, Nerón. Estos pueblos acostumbraban a designar a cada persona un solo nombre,
exclusivamente perteneciente a ellos. Este nombre único era de carácter individual y no se
transmitía de padre a hijos; faltaba en él el elemento familiar. Encontramos esta costumbre entre
los hebreos, griegos, romanos, germanos. Este sistema se presentaba a confusiones porque el
número de nombres individuales de que se podía disponer en cada lengua era limitado (resultaba
que el mismo nombre era llevado por diferentes personas).

NOMEU O GEUS. Para subsanar esa dificultad, se adoptó la costumbre de agregar al nombre
individual una calificación nueva, derivada de alguna cualidad propia de la persona o del lugar de
donde procedía la misma: Tales de Mileto, Tarquino el Soberbio, Carlos el Hermoso, etc. Los
romanos por su parte, cuya civilización adquirió un mayor grado de desarrollo, llegaron a organizar
un sistema completo y complicado de nombres, en el cual aparece por primera vez el elemento
familiar o hereditario. En el sistema romano el nombre se compone de los siguientes elementos:

• Proenomen, nombre individual de la persona.

• Nomen o nomen gentilitium, nombre de familia: era el nombre común a


todas las personas de la misma gens; por ejemplo: Publius Cornelius
Scipio, Publius era proenomen, Cornelius el nombre gentilitium y Scipio
el cognomen.

En la época moderna el nombre propio y los apellidos constituyen la esencia de cada sistema los
nombres propios surgieron como denominaciones aisladas. Los apellidos, en cambio surgieron
como derivaciones de nombres propios, por referencias a ciudades, a regiones, a colores, a
minerales, a plantas, a características personales u otra clase de referencia, sin que sean escasos
los apellidos de cuya derivación se desconoce el origen, el nombre ha tenido y tiene tanta
importancia a que ha sido y es objeto de especial regulación legal, caracterizándose por su
obligatoriedad.

EL NOMBRE: Palabra o vocablo que se apropia o se da a una persona o cosa a fin de


diferenciarla y distinguirla de las demás. El nombre de la persona física, es la palabra o signo de
individualización que sirve para distinguir al hombre de los demás, constituye el principal
elemento de identificación de las personas.

El nombre es la designación o denominación verbal (las denominaciones no verbales las estudian


la iconología y la iconografía) que se le da a una persona, animal, cosa o concepto tangible o
intangible, concreto o abstracto, para distinguirlo de otros. Como signo, en general es estudiado
por la semiótica, y como signo en un entorno social, por la semiología.

La antroponimia u onomástica antropológica es la rama de la onomástica que estudia el


origen y significado de los nombres propios de persona, incluyendo los apellidos.

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