TAREA PROTOCOLO PROFÉTICO

Identifique, describa y señale dos protocolos dentro de la Biblia:

¿Qué significa esto, hermanos? Que cuando se reúnen, cada uno de ustedes tiene un salmo, o una
enseñanza, o una revelación o una lengua, o una interpretación. Todo se haga para la edificación.“
1 Corintios 14:26

Aquí Pablo nos deja una enseñanza terrible al traer a colación algo que sucede mucho entre
nosotros los seguidores de YESHUA, y es que al estar en una atmósfera espiritual o profética
todo aquel que esté en ella podrá recibir algo espiritual, pero no obstante a esto, nos hace saber
con determinación que todo esto es para edificación del pueblo o de alguien en particular,
debemos ser buenos administradores. Y por ende es un protocolo para nosotros y no para el
espíritu Santo.

”Y si acaso no hay intérprete, que guarde silencio en la iglesia y hable a sí mismo y a Dios.“
1 Corintios 14:28

En otra ocasión esta Pablo aclarándoles a la congregación que estaba pasando por una situación
con el don de lenguas, que en caso que no se este interpretando las lenguas para edificar al
pueblo; les exhorta que lo hagan para si mismos y para hablar con Dios porque así no estaban
edificando sino confundiendo a las personas que pudieran llegar en ese momento y no entiendan
de que se hablaba o que pasaba en ese momento. Debemos tener presente que aún nuestra
exposición de lo profético debe estar rigurosamente examinada para preservar la edificación y
crecimiento de la congregación.

Porque es importante cuidar la administración profética para la iglesia de

Cristo y en la Iglesia local?

Es importante el cuidado minucioso de lo profético porque la idea del Señor es edificar a su

pueblo y muchas veces podemos desvincular esto (la edificación), por una mala administración,
ya sea dicha administración errónea en el tiempo, escenario o palabras inconclusas, y en vez de
edificar al pueblo o la persona, podríamos terminar destruyendo a alguien (aun siendo el mismo
espíritu de Dios que nos hable), tenemos que ser dirigidos para llegar a ser un buen
administrador profético. No porque el espíritu Santo se equivoque, No. Sino porque nosotros en
nuestra humanidad podemos cometer errores.