Cuento 4: El Viaje del Pequeño Pájaro Azul

En lo alto de una colina, en un pequeño nido entre las ramas de un árbol, vivía un
pájaro azul llamado Azur. Azur era un pájaro especial, con plumas del color del cielo
y un canto que llenaba el bosque de alegría. Sin embargo, a pesar de su belleza y su
canto melodioso, Azur siempre sintió que le faltaba algo.

Un día, mientras observaba cómo las nubes se movían en el cielo, Azur sintió un
impulso dentro de su corazón. Sabía que debía emprender un viaje, un viaje en busca
de algo que aún no comprendía. Con valentía y determinación, Azur extendió sus
alas y se lanzó al aire, dejando atrás su hogar y volando hacia lo desconocido.

Durante su viaje, Azur atravesó valles y montañas, siguiendo el curso de los ríos y los
susurros del viento. Conoció a otros pájaros y animales del bosque que le contaron
historias de lugares lejanos y aventuras emocionantes. Cada día, Azur se sentía más
cerca de descubrir el propósito de su viaje.

Finalmente, llegó a un lugar mágico y asombroso: el Valle de las Estrellas. Allí, las
estrellas brillaban como diamantes en el cielo y el aire estaba lleno de magia y
misterio. Azur se posó en una rama alta y observó maravillado el espectáculo
celestial.

Fue entonces cuando una estrella fugaz descendió del cielo y se acercó a Azur. La
estrella fugaz habló con voz suave y melodiosa, revelando el propósito del viaje de
Azur. Le dijo que él era el guardián de los sueños de los niños y que su canto tenía el
poder de llevar esperanza y felicidad a los corazones de aquellos que lo escuchaban.

Lleno de emoción y gratitud, Azur comprendió que su viaje había sido guiado por el
destino. Regresó a su hogar en el bosque con un nuevo propósito, dispuesto a
compartir su canto con el mundo. Desde ese día en adelante, todas las noches, Azur
cantaba una hermosa canción que llenaba los sueños de los niños con aventuras y
alegría.

Y así, el pequeño pájaro azul se convirtió en el guardián de los sueños, llevando

esperanza y felicidad a través de su canto mágico.