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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

ESCUELA DE POSTGRADO

SECCION DE POSTGRADO EN DERECHO Y


CIENCIAS POLITICAS

LA PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN LABORAL Y


LA REVALIDACIÓN DE LA PRETENSIÓN EN EL
DERECHO PROCESAL CIVIL

TESIS PARA OPTAR EL GRADO DE:


MAESTRO EN DERECHO

MENCION EN:

DERECHO DEL TRABAJO Y DE LA


SEGURIDAD SOCIAL

AUTOR: Br. FELIPE SANTIAGO MORALES ROJAS

ASESOR: Dr. MODESTO O. DE BRACAMONTE MEZA

TRUJILLO – PERU

2016
Reg. Nº ...................

I
JURADO DICTAMINADOR

__________________________
Ms. Humberto Saldaña Taboada
Presidente

__________________________________
Ms. Ricardo Miranda Rivera
Secretario

_________________________________
Dr. Modesto de Bracamonte Meza
Miembro

II
DATOS DEL TESISTA

 GRADO ACADÉMICO: Bachiller en Derecho

 PROFESION: Abogado

 DIRECCION: Bon Humbolt 273 – Urb. Daniel Hoyle - Trujillo

 TELEFONO: 937584946

 EMAIL: fsmr-abogado@hotmail.com.

III
DEDICATORIA

A Dios
Con eterna gratitud y amor
por iluminarme siempre
en los momentos más difíciles
de mi vida y por ser el eterno
e inseparable compañero y guía.

IV
Trujillo, julio de 2016
Srs. Miembros del Jurado Examinador.
Maestria en Derecho Laboral y Seguridad Social
Universidad Nacional de Trujillo
Trujillo.
De mi consideración:

Tengo el agrado de dirigirme a ustedes, para presentar el


trabajo de investigación titulado: “La Prescripción de la acción laboral y la
revalidación de la pretensión en el Derecho Procesal Civil”. La misma que
servirá como cumplimiento del requisito previsto en el Reglamento de
Grados y Títulos, y que me permitirá obtener, con vuestra aceptación, el
Grado de Magíster en Derecho Laboral.

La lectura de éste trabajo me ha resultado apasionante y no


obstante ser el tema poco familiarizado con las lecturas jurídicas, está
escrito en un lenguaje asequible, dado que al término de ésta, podremos los
abogados utilizar en nuestras defensas, como argumentos valederos para
todo lo relacionado con los derechos de socio laborales de los trabajadores.

Conocedor de mis limitaciones en el campo de la investigación,


agradezco vuestra indulgencia con los errores que de seguro descubrirán
tras la lectura del mismo; no obstante siendo éstas novatas experiencias
investigadoras el resultado de mi esfuerzo y del esfuerzo de mi familia, estoy
seguro que sabrán excusar y valorar mucho más que el contenido de la
presente.

Agradezco de antemano la atención que se brinde al presente,


quedo de ustedes, aprovechando la oportunidad para expresarles los
sentimientos de especial consideración y estima personal.

Atentamente.

FELIPE MORALES ROJAS

Bachiller en Derecho

V
RESUMEN

El presente trabajo tiene por finalidad plantear algunas líneas de


análisis acerca de la extinción de la relación laboral en el marco de las
reformas laborales producidas en el Perú desde noviembre de 1991,
teniendo en cuenta que la normatividad hace recaer la responsabilidad del
proceso en el Juez, que asume un rol activo y protagónico en el proceso
laboral.
A diferencia del régimen anterior, el Juez tiene ahora la obligación de
participar directamente en el proceso, debe conocer a las partes, sus
posiciones, los hechos, puede proponer conciliaciones y una serie de
facultades.
El estatuto de la prescripción ha tenido una evolución legislativa en la
normatividad nacional. Es así que en sus inicios se confundía con la
caducidad, como se puede observar en el Código de Santa Cruz de 1836,
que establecía un plazo de tres años, al igual que el Código Civil de 1852
que mantuvo el mismo plazo que el Código anterior. Se redujo el plazo a
seis meses mediante Reglamento de la Ley N° 4916 - Resolución Suprema
del 22 de junio de 1928. Es ya con el código de 1936 en el que se hace la
incipiente diferencia entre la prescripción y la caducidad, siguiendo la
influencia de la doctrina extranjera, la misma que la dejo establecida en 3
años la prescripción. Es por ello que a esta figura se reconoce su autonomía
legislativa a partir de éste último Código Civl
El presente trabajo busca de igual forma el beneficio de restituir
derechos a los trabajadores y ex-trabajadores afectados por quienes
incumplieron en su oportunidad con el pago de sus remuneraciones,
beneficios sociales o compensaciones por tiempo de servicios. Existe
asimismo, el beneficio intangible de restituir la confianza de miles de
trabajadores en el Sistema Normativo, y en el rol del Estado para
salvaguardar el cumplimiento de obligaciones y derechos de empleadores y
trabajadores.

Palabras clave: derecho laboral, prescripción de la acción.

VI
ABSTRACT
The present work has for purpose to outline some analysis lines about
the extinction of the labor relationship in the mark of the labor reformations
taken place in the Peru from November of 1991, keeping in mind that the
normatividad makes relapse the responsibility of the process in the Judge
that assumes an active and protagonistic list in the labor process.
Contrary to the previous régime, the Judge has the obligation now of
participating directly in the process, he should know to the parts, his
positions, the facts, it can propose reconciliations and a series of abilities.
The statute of the prescription has had a legislative evolution in the
national normatividad. It is so in their beginnings he/she with the expiration,
like one can observe in Santa Cruz's 1836, Code that established a three
year-old term, the same as the Civil Code of 1852 that maintained the same
term that the previous Code. He/she decreased the term to six months by
means of Regulation of the Law N° 4916 - Supreme Resolution of June 22
1928. It is already with the code of 1936 in which one makes the incipient
difference between the prescription and the expiration, following the influence
of the foreign doctrine, the same one that the accent settled down in 3 years
the prescription. It is for it that to this figure their legislative autonomy is
recognized starting from this last Code Civil
The present work looks for of equal it forms the benefit of restoring
rights to the workers and former-workers affected for who incumplieron in its
opportunity with the payment of its remunerations, social benefits or
compensations for time of services. It exists also, the intangible benefit of
restoring the trust of workers' thousands in the Normative System, and in the
list of the State to safeguard the execution of obligations and employers'
rights and workers.

Key words: labor law, statute of limitations

VII
TABLA DE CONTENIDOS
Jurado dictaminador ii
Dedicatoria iv
Resumen vi
Abstract vii
Índice viii

I. INTRODUCIÓN 1
1.- Realidad problemática 3
2.- Formulación del problema 10
3.- Hipótesis 10
4.- Variables 10
5.- Tipo de investigación 11
6.- Justificación e importancia 13
7.- Objetivos 16
8.- Material y métodos 18

II.- MARCO TEÓRICO 29

1. ASPECTOS GENERALES DE LA PRESCRIPCIÓN EN EL 29


DERECHO PERUANO

1.1. GENERALIDADES: 29
1.1.1. EL CARÁCTER IRRENUNCIABLE DE LOS DERECHOS: 31
1.1.2. EL ORDENAMIENTO INFRACONSTITUCIONAL: 32
1.2. LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA: 33

VIII
1.3. NOCIÓN HISTÓRICA Y NATURALEZA DE LA PRESCRIPCIÓN
EXTINTIVA: 34
1.4. NOCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA EN EL
ORDENAMIENTO Y DOCTRINA PERUANOS: 38
1.5. NOCIÓN Y NATURALEZA DE LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA A
EFECTOS DEL PRESENTE TRABAJO: 41
1.6. CARACTERÍSTICAS PRIMARIAS DE LA PRESCRIPCIÓN
EXTINTIVA: 42
1.6.1. El transcurso del tiempo como acto jurígeno: 43
1.6.2. La ausencia de actividad alguna por parte del acreedor
dirigida a proteger o ejecutar su crédito: 45
1.6.3. La extinción de la acción: 46
1.6.4. La subsistencia del derecho. 47
1.7. CARACTERÍSTICAS SECUNDARIAS DE LA PRESCRIPCIÓN
EXTINTIVA: 49
1.7.1. Posibilidad de suspensión o interrupción: 49
1.7.2. Naturaleza procesal (utilización como mecanismo de
defensa): 52
1.7.3. Irrenunciabilidad del derecho a prescribir: 53
1.7.4. Renunciabilidad de la prescripción ya ganada: 54

2.- LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA LABORAL 56


2.1. GENERALIDADES: 56
2.2. LA EXTINCIÓN DE LA RELACIÓN LABORAL 58
2.3. LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA LABORAL: 76
2.4. ACTUACIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN: 80
2.5. APLICACIÓN DE LOS PLAZOS PRESCRIPTORIOS DE
DERECHOS LABORALES EN EL PERÚ: 81
2.6. POSICIÓN DE LA JURISPRUDENCIA PERUANA: 87

3.- EL TRATAMIENTO LEGISLATIVO DE LA PRESCRIPCIÓN DE


ACCIONES EN EL ORDENAMIENTO LABORAL PERUANO 90

3.1. PROEMIO: 90
3.2. PLAZO Y CÓMPUTO DE LA PRESCRIPCIÓN LABORAL: 91
3.3. REGULACIÓN PROCESAL: 97
3.4. SUPUESTOS DE INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN
EXTINTIVA LABORAL: 98
3.5. DERECHOS DERIVADOS DE LA RELACIÓN LABORAL QUE
SON MATERIA DE PRESCRIPCIÓN: 103

IX
4.- LA REVALIDACIÓN DE LA ACCIÓN LABORAL POR LA VÍA DEL
PROCESO CIVIL 105

4.1. GENERALIDADES: 105


4.2. LA ACCIÓN - El derecho a tutela jurisdiccional y la acción
extinguible: 107
4.3. MATERIALIZACIÓN DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN: 110
4.4. TRATAMIENTO DE LA PRESCRIPCIÓN EN EL
ANTEPROYECTO DE LA LEY GENERAL DE TRABAJO: 110
4.4.1. Plazo y forma de cómputo: 111
4.4.2. Causales de suspensión del decurso prescriptorio: 114
4.4.3. Aplicación de normas sucesivas: 117
4.4.4. Efecto de la prescripción en la participación en utilidades: 118
4.5. OBSERVACIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN: 120
4.6. DETERMINACIÓN DE LA REVALIDACIÓN DE LA ACCIÓN: 122
4.6.1. LA VIABILIDAD DE LA ACCIÓN PRESCRITA: 124
A. PRESCRIPCION DEL DERECHO: 125
B. PRESCRIPCION DE LAS CONDICIONES DEL EJERCICIO
DE UN INTERES JURIDICAMENTE AMPARADO: 128

III. RESULTADOS 131

IV. DISCUSIÓN DE RESULTADOS 134

V. CONCLUSIONES 141

VI. RECOMENDACIONES 145

BIBLIOGRAFÍA 148

X
XI
I. INTRODUCCIÓN

La problemática que se presenta en el derecho, como consecuencia

del cambio social producto de las transformaciones políticas, científicas y

tecnológicas, es amplia y cada vez constante, la misma que irradia dentro de

la normatividad vigente a buscar su adaptación para que la misma, en el

tiempo, no se vuelva obsoleta, en la constante pretensión de regular las

conductas o realidades sociales.

Dentro de esta filosofía, de observar una variación casi constante en

el quehacer normativo, la inventiva del operador legislativo, es la de

aproximarse a la regulación de dicha realidad, atendiendo el clamor popular,

y muchas veces, con una conducta vanguardista; apuntar a ello, es estar al

mismo nivel que los sistemas legislativos comparado. Nuestra realidad legal

así lo ha demostrado hasta la fecha.

1
La presente investigación, no agota o no colma la totalidad de la

información temática que existe sobre el tema; en particular, la propuesta de

desarrollar esta investigación, me ha significado demostrar dentro de su

desarrollo, que existen marcadas diferencias entre dos polos, que suelen ser

las teorías respecto de un determinado fenómeno legal y la realidad

pragmática.

Así, planteo mi investigación en Tesis titulada “La Prescripción de la

acción laboral y la revalidación de la pretensión en el Derecho Procesal

Civil”, la cual analizará éstos parámetros desde la perspectiva del derecho

laboral y de la teoría general del proceso.

La metodología aplicada en el desarrollo de mi tesis, esta inmersa

dentro de los parámetros de encontrar respuestas de campo que coadyuven

al esclarecimiento del conocimiento propio existente sobre el desarrollo de

cada una de las categorías, pues es necesario, desde mi óptica particular,

obtener un impacto en cada uno de los conceptos propios y de ahí permitir

establecer las diferenciaciones presentes en cada una de ellas.

La dinámica ha sido hecha en dos períodos, el primer para obtener

información tanto de la doctrina nacional como extranjera, y la segunda el

recopilar información de campo que permita contrastar lo obtenido por la

doctrina. A partir de esta información, el suscrito ha podido desentrañar los

argumentos de las dos posiciones encontradas y firmes sobre los plazos en

2
las acciones laborales, siendo que el suscrito en la investigación se adscribe

a la idea de la posibilidad de revalidar la acción laboral en la vía del proceso

civil, al tratarse de una pretensión que no ha extinguido el derecho, sólo el

ejercicio de la persecución ejecutiva del mismo, es decir, de la acción.

Es en ese orden de ideas, que nuestra investigación se desarrolla,

teniendo en cuenta dos posturas doctrinarias definidas, la posición que el

ejercicio de la acción debe ser imprescriptible y por el otro lado, la posición

de existir una ampliatoria de los plazos de prescripción, y sobre la base del

mismo, la posibilidad material de revalidar el derecho en una vía distinta a la

vía originaria, argumento al cual me adscribo como fuente generadora de la

controversia desarrollada en esta investigación.

1. REALIDAD PROBLEMÁTICA:

Pueden encontrarse diferentes enfoques para el tratamiento de la

prescripción en sentido amplio: aspectos generales como el diseño y

fundamentación de la opción normativa (1) y la clasificación de las causas

1 Esta referida a la vigencia del ejercicio de la acción en el tiempo. La prescripción no sólo es patrimonio jurídico
cognoscitivo del Derecho Laboral, sino también se encuentra tratado en el Derecho Civil, Derecho Penal,
Derecho Tributario, en fin, es patrimonio jurídico cognoscitivo del Derecho en general. Al hablar de la
prescripción en un sentido amplio nos estamos refiriendo al concepto común de la misma, como el efecto
jurídico producido con ocasión del simple transcurrir del tiempo el cual general la adquisición de un derecho
(usucapion) o la imposibilidad de ejercitarlo (extintum o prescripción extintiva). En nuestro caso, abordamos el
hecho por el cual no se puede ejercer la acción por el que se pretende ejercitar un derecho, conocido como
prescripción extintiva.

3
del ejercicio de la acción laboral (2); o temas específicos como prescripción

benigna o la prescripción parcial de los derechos, las cuales encuadran y

mantienen vinculación con los argumentos laborales, en los cuales el

planteamiento no se ha circunscrito a aspectos estrictamente jurídicos sino

que ha recogido y se ha nutrido de consideraciones sociales, económicas,

políticas, culturales, entre otras, que han determinado y servido de base para

las opciones normativas (3).

En el curso de los últimos años, el Perú ha experimentado sustanciales

cambios en todas las áreas de la legislación laboral: desde 1996 en lo

individual se ha producido una flexibilización en temas sustantivos y

procesales; en lo colectivo, en la década de los ’90 se ha dictado una nueva

ley que regula integralmente la sindicación, negociación colectiva, huelga y

arbitraje; y en el campo procesal, la Ley Procesal del Trabajo, en vigencia a

partir del 23 de septiembre de 1996, ha sustituido a la legislación de 1980,

acogiendo nuevas bases y criterios de doctrina procesal.

También en la seguridad social se han producido cambios radicales con

la apertura del sistema a las administradoras privadas de fondos de

pensiones, la reforma institucional y administrativa del Instituto Peruano de

2 Al respecto, las causas del ejercicio de la acción laboral, están referidas a la motivación incidental que lleva a
la pretensión material a conseguir el otorgamiento o reconocimiento de un derecho, a partir de su vigencia, la
misma que se encuentra amparada en la norma jurídica.
3 TORRES VÁSQUEZ, Aníbal. Introducción al Derecho. Lima- Perú, Edit. IDEMNSA, 2001, 2da. Edic., Pág.
399- 400

4
Seguridad Social y la modificación del régimen de salud a través del D.Leg.

887.

Todos estos cambios han tenido como marco de referencia la

Constitución Política de 1993, que modificó la concepción de los sistemas

económicos, de relaciones laborales y de seguridad social. Se advierte un

cambio sustancial en la legislación con la entrada en vigencia de texto

procesal para los reclamos laborales (Ley 26636).

La finalidad de la investigación es la de plantear algunas líneas de

análisis acerca de la extinción de la relación laboral en el marco de las

reformas laborales producidas en el Perú desde noviembre de 1991, con el

D. Leg. 728, Ley de Fomento del Empleo (en adelante LFE), hasta el D.Leg.

855, a partir de la aplicación de la prescripción extintiva de la acción

regulada en la primera disposición transitoria del TUO del D.Leg. 728, sin

que en el mismo se establezca de qué manera se podrá hacer valer el

derecho por medio de otra pretensión o vía procedimiental, que pueda

atender el derecho laboral que habiendo prescrito no ha caducado ( 4),

asimismo en el proyecto de la Nueva ley general del trabajo, ya se habla de

una ampliación del plazo prescriptorio, sin embargo, según NEVES MUJICA

4 En la normatividad laboral, al igual que en la Civil, la caducidad de un derecho sólo opera en función de una
norma jurídica que la sancione expresamente. Cuando nos referimos al derecho que no ha caducado, nos
estamos referimos a aquel derecho laboral, cuya pretensión procesal ya no resulta ser viable en la vía laboral
mediante acción por estar prescrito, sin embargo el derecho subsiste. El ejercicio de la misma tendría que ser
atendido en otra vía procedimental, incluso bajo el sigma de otra pretensión, pues la vigencia del derecho al
subsistir permitiría que se logre su otorgamiento, amparando la irrenunciabilidad de dicho derecho.

5
(5) los derechos del trabajador son derechos de naturaleza irrenunciable y

que deberían ser imprescriptibles, la atención de esta problemática requiere

de una tutela legal que complemente o integre el vacío legal en el que se

encuentra inmerso el problema (6).

Así pues, conociendo que dentro de los fundamentos constitucionales de

amparar una vía alterna o pretensión alterna que permita revalidar (7) el

derecho laboral que no ha caducado pero cuya acción a prescrito ( 8), la

encontramos en el Artículo 2°, Inciso 15) de la Constitución Política del

Estado, que establece no sólo la libertad de trabajo, sino que éste debe estar

sujeto a la ley, igualmente el Artículo 26° Inciso 2) de la Constitución,

establece que en la relación laboral se respeta el principio de

irrenunciabilidad de los derechos del trabajador reconocidos por la

Constitución y la Ley.

5 NEVES MUJICA, Javier. Introducción al Derecho del Trabajo. Lima- Perú, Edit. ARA EDITORES, 1997,
1era. Edic., Pág. 35-40
6 Véase PASCO COSMOPOLIS, Mario. Extinción de la Relación Laboral en el Perú. Autores varios. En: La
Extinción de la Relación Laboral. Perspectiva Iberoamericana. AELE, 1987, Lima, Perú. El problema que se
hace entrever es el hecho mismo de dejar desamparado al derecho que en vía de acción laboral no puede ser
ejercitado por que el mismo ha prescrito.
7 Vid. DEVEALI, Mario. Lineamientos del Derecho de Trabajo – Nuevas Tendencias. Bs.As. – Argentina,
Edit. DEPALMA, 3era. Edic., Pág. 196; HERRERA, Enrique. Extinción de la Acción Laboral. Bs.As.-Argentina,
Edit. ASTREA, 1987, Pág. 63; MORALES CORRALES, Pedro G. Prescripción y Caducidad en Materia
Laboral. Trujillo-Perú, Edit. NORMAS LEGALES, 2003, Pág. 23 y ss; MURGAS, Rolando. La Terminación de
la Relación Laboral. Panamá – Panamá, Edti. PACÍFICO, 2002, Vol.II, Pág. 166-168.
8 Los fundamentos legislativos a los que hacemos mención, tenemos entre otros a los que ya definen su
aplicación como es el caso del Código Civil, el mismo que establece la forma en que ella opera, las condiciones
de su interrupción y de su suspensión, la que por supletoriedad se aplica a las disposiciones de la Ley N° 27321
que modifica al TUO del D. Leg. 728.
En esta situación, cuando nos referimos a vía alterna, estamos entendiendo el hecho de ejercitar la acción a
través de otra vía procedimental ajena a la laboral, siendo la más próxima la vía civil. En cuanto a la pretensión
alterna, se entiende por ella la forma en que se hace valer el derecho bajo otro argumento legal cuya pretensión
también se encuentra amparada en ley. Por ejemplo la pretensión de falta de pago de un beneficio social que ha
sido reconocido en el contrato de trabajo, puede incluso hacerse valer en la vía civil como inejecución de
obligaciones u obligación de dar sumas de dinero, aunque resulte ser forzada la figura propuesta.

6
El texto vigente de la Ley N° 27321 que sustituye la Ley N° 27022, señala

que las acciones por derechos derivados de la relación laboral, prescriben a

los cuatro años desde que se produce el cese – anteriormente regía la regla

que el plazo de prescripción corría desde cuando el derecho resulte exigible

-, esto implica que una vez producido el hecho causal del cese, el trabajador

tiene cuatro años para exigir el derecho, plazo que se verifica corto

considerando que los trabajadores se hallan mayoritariamente desprotegidos

y, frecuentemente, razones económicas, les impiden hacer valer sus

derechos, evidenciándose necesario ampliar el plazo prescriptorio a quince

años, pero igualmente el de establecer en qué manera se puede revalidar el

ejercicio de la acción en otra vía (9).

La figura de la prescripción en el ordenamiento jurídico laboral nace con

el Código Civil de 1936 (inciso 4° del Artículo 1168°). Posteriormente, con la

promulgación de la Constitución Política de 1979 (Artículo 49°), se establece

que "el pago de las remuneraciones y beneficios sociales de los trabajadores

es en todo caso preferente a cualquier otra obligación del empleador. La

9 ELÍAS MANTERO, Fernando. "El Contrato de Trabajo, Situación Actual". En Rev. Revista de Actualidad
Laboral. Lima-Perú, Edit. AELE, N° 246, Diciembre de 1996, Pág. 10, citando a DEVEALI, Mario.
Lineamientos del Derecho de Trabajo – Nuevas Tendencias. Bs.As. – Argentina, Edit. DEPALMA, 3era.
Edic., Pág. 196-198 y HERRERA, Enrique. Extinción de la Acción Laboral. Bs.As.-Argentina, Edit. ASTREA,
1987, Pág. 63-66.

7
acción de cobro prescribe a los quince años", derogándose, en

consecuencia, el Artículo 1168° del Código Civil de 1936 (10).

En la lógica del Derecho del Trabajo, los derechos laborales deberían ser

imprescriptibles, es decir, el decurso del tiempo no debería afectar su

exigibilidad ni producir su extinción. Por ello, la Constitución de 1979

reconoció el plazo de 15 años para la prescripción laboral considerando un

término mayor al de 3 años, señalado por el Código Civil de 1936 que regía

entonces de modo insuficiente para el ejercicio de este derecho.

En el Código Civil de 1984 el plazo ordinario para la prescripción

derivada de las acciones personales, se fija en diez años; con mayor razón,

el derecho laboral de origen especial impone el establecimiento de un mayor

plazo, atendiéndose al carácter social de la relación jurídica contractual de

carácter laboral, el cual coexistió con el plazo prescriptorio de la Constitución

de 1979 que lo fijaba en 15 años hasta la dación de la Constitución de 1993,

la misma que no se pronuncia sobre la prescripción, dejando entonces su

regulación al Código Civil de 1984.

10 El estatuto de la prescripción ha tenido una evolución legislativa en la normatividad nacional. Es así que en
sus inicios se confundía con la caducidad, como se puede observar en el Código de Santa Cruz de 1836, que
establecía un plazo de tres años, al igual que el Código Civil de 1852 que mantuvo el mismo plazo que el Código
anterior. Se redujo el plazo a seis meses mediante Reglamento de la Ley N° 4916 - Resolución Suprema del 22
de junio de 1928. Es ya con el código de 1936 en el que se hace la incipiente diferencia entre la prescripción y la
caducidad, siguiendo la influencia de la doctrina extranjera, la misma que la dejo establecida en 3 años la
prescripción. Es por ello que a esta figura se reconoce su autonomía legislativa a partir de éste último Código
Civl.

8
La solución consiste, en modificar la Ley N° 27321, por el cual quede

explícito que el plazo prescriptorio debe ser de 15 años tal como lo señalaba

la Constitución Política de 1979, al igual que lo han planteado en el Proyecto

de Reforma, sin embargo, la solución no se agota allí, sino en el hecho de

generar la viabilidad, mediante la revalidación (11), el cual debe de operar

mediante el reconocimiento jurisdiccional de la vigencia del derecho, el

mismo que convierte la pretensión en un crédito laboral exigible en la vía de

la acción civil.

La modificatoria introducida y lo planteado en el presente proyecto ayuda

de manera precisa las diferentes normas que reconocieron erróneamente los

plazos de prescripción de las acciones por derechos derivados de la relación

laboral. En ese sentido quedaría derogada la Ley N° 27321.

Finalmente se busca de igual forma el beneficio de restituir derechos a

los trabajadores y ex-trabajadores afectados por quienes incumplieron en su

oportunidad con el pago de sus remuneraciones, beneficios sociales o

compensaciones por tiempo de servicios. Existe asimismo, el beneficio

intangible de restituir la confianza de miles de trabajadores en el Sistema

11 Según MURGAS, Rolando. Op. Cit., Vol. II, Pág. 166-168, por la revalidación, debe entenderse el medio
jurídico procesal por el cual un derecho se hace valer nuevamente a través de otra vía procesal o pretensión
alterna distinta a la que originalmente se ha hecho valer, sin que en aquella el mismo no se de por prescrita o se
le sancione con prescripción. Es dar valor, vigencia, curso nuevamente a la pretensión que habiendo sido
desatendida en su vía de origen por estar prescrita, se puede lograr el otorgamiento del derecho, toda vez que
sobre ella no pesa la sanción de caducidad por disposición normativa. Revalidación se toma en el sentido de vía
alterna al que originalmente se utilizó para pretender alcanzar tutela jurisdiccional efectiva. En nuestra
investigación son tomados como sinónimos cognoscitivos. También Vid. DEVEALI, Mario. Op. Cit., Pág. 196-
198.

9
Normativo, y en el rol del Estado para salvaguardar el cumplimiento de

obligaciones y derechos de empleadores y trabajadores

2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA:

¿Es posible la vía alterna o revalidación de la pretensión laboral frente a la

aplicación de la prescripción de la acción laboral en el Derecho Procesal del

Trabajo en el Perú?

3. HIPÓTESIS:

La hipótesis que se plantea en la presente tesis es casual, y se enuncia de la

siguiente manera:

«Si procede la revalidación o vía alterna de la pretensión laboral frente a la

aplicación de la prescripción de la acción laboral, mediante el reconocimiento

legal de la vigencia del derecho, el mismo que convierte la pretensión en un

crédito laboral exigible en la vía de la acción civil».

4. VARIABLES:

4.1. Variable Independiente: El otorgamiento de validez a la

pretensión laboral en la vía alterna mediante la revalidación del

derecho laboral.

4.2. Variable Dependiente: La necesidad de establecer una viabilidad

al tratamiento de la prescripción laboral.

10
4.3. Variable Interviniente: La posibilidad del reconocimiento de los

derechos socio laborales en una vía in origine del proceso natural

laboral..

5. TIPO DE INVESTIGACIÓN:

5.1. Por su finalidad:

Aplicada, ya que este tipo de investigación al ser práctica o empírica,

dentro de la presente investigación se caracteriza porque busca la

aplicación o utilización de los conocimientos que se adquieren. La

investigación aplicada se encuentra estrechamente vinculada con la

investigación básica, pues depende de los resultados y avances de esta

última; esto queda aclarado si nos percatamos de que toda investigación

aplicada requiere de un marco teórico. Sin embargo, en una investigación

empírica, lo que le interesa al investigador, primordialmente, son las

consecuencias prácticas. Si una investigación involucra problemas tanto

teóricos como prácticos, recibe el nombre de mixta. En realidad, un gran

número de investigaciones participa de la naturaleza de las

investigaciones básicas y de las aplicadas, toda vez que dentro de un

margen temporal, pero sustentada en información jurídico-dogmática. La

investigación en este caso, referida a la revalidación de la acción laboral

en la vía del proceso civil una vez que la misma ha sido declarada

11
prescrita, persiguen orientar de mejor manera el problema a una solución

mas saludable que permita proteger el derecho más elemental del

trabajador, que en este caso es la identidad del derecho que aún existe.

5.2. Por su profundidad: Descriptiva – Explicativa:

Porque atiende a describir las formas más importante en relación a la

necesidad de la revalidación de la pretensión laboral en una vía no

originaria, y Explicativa, porque atiende a explicar el comportamiento de

las acciones de revalidación del derecho socio laboral.

Nuestra investigación busca el por qué de una realidad concreta y no

está destinado a la investigación pura o a la adquisición de conocimientos

teóricos, sino a la búsqueda de respuestas prácticas a preguntas

prácticas, ya que se puede observar el comportamiento de una realidad

determinada, más propiamente, en el caso de la revalidación y los efectos

que motivan su variación.

Por ello, el punto de partida de toda investigación debe consistir en

determinar con exactitud y precisión qué es lo que se desea conocer y

cómo se van a utilizar los conocimientos, toda vez que la hipótesis es

causal, pues en este caso lo constituye la necesidad de modificatoria del

plazo de la acción de prescripción.

12
6. JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA:

6.1. Importancia de Estudio:

Es importante nuestra investigación desde el punto de vista:

a. Social:

Es importante en el plano social, toda vez que es necesario el

reconocimiento y validación del contenido de las disposiciones sobre

la posibilidad de la revalidación de la acción laboral en una vía no

originaria, para asegurar el bienestar común y social del trabajador.

Así, desde el punto de vista social, nuestra investigación atiende la

necesidad de los grupos laborales, de asegurar los derechos que

parten del reconocimiento constitucional logrado por las constantes

luchas sociales, y que el Estado no es ajeno a su clamor.

b. Jurídica:

Es importante la investigación en el plano jurídico, por la

necesidad de contar con una adecuada conceptualización de ambas

categorías que permita separar sus efectos de las causas que

motivan su aplicación en un caso concreto, tanto de la revalidación

como de la prescripción así como del derecho en sí mismo, para de

esa forma conseguir la seguridad jurídica sobre el derecho a la

13
validez de la acción en una vía no originaria, no perdiéndose de vista

que incluso nuestro ordenamiento jurídico procesal prevé que los

medios probatorios son valorados conjuntamente; no obstante, la

eficacia probatoria para poder adecuar la revalidación que pueden

haberse admitido, deben de ser analizados desde la óptica de la

seguridad jurídica y la eficacia procesal.

c. Económica:

Es importante la investigación en el plano económico, por

cuanto la carga procesal y la economía procesal que están de la

mano en este tipo de acciones, disminuiría considerablemente, toda

vez que se permitiría una mejor atención a los beneficios sociales

logrados en el tiempo por el trabajador, y que no pueden ser

reconocidos por la inoperatividad en el tiempo o la aplicación a modo

de sanción de la prescripción.

d. Histórica:

Es importante en el plano histórico, toda vez que es necesario

establecer en la cadena del tiempo, la evolución dogmática y

legislativa de las categorías trabajadas, estableciendo sus

características así como elementos que lo conforman.

14
6.2. Justificación:

Se justifica nuestra investigación:

 Porque se requiere crear conciencia respecto de la

importancia de las instituciones como son la acción laboral,

la prescripción, la revalidación el proceso laboral, la

pretensión o pretensiones socio laborales, las cuales

permiten el conocimiento de la naturaleza jurídica de la

revalidación en sí.

 Porque es necesario establecer de que manera la

revalidación de los derechos socio laborales aseguran en el

tiempo beneficia de sobre manera el derecho universal de

la persona a la estabilidad y seguridad socio laboral.

 Porque es necesario establecer un marco conceptual que

permita al operador del derecho conocer lo que significa

cada una de las instituciones y de ese modo reconocer sus

diferencias y aplicabilidad en la realidad fáctica.

 Porque no se cuenta con una información dogmática

especializada sobre el tema planteado de manera exclusiva

que permita separar los efectos de la realización de las

distintas modalidades de las acciones socio laborales y su

15
posible revalidación en una vía no originaria, así como su

revisión jurisprudencial y práctica.

7. Objetivos:

7.1. General:

Explicar de qué manera la revalidación de la acción laboral

permitirá asegurar en el tiempo, la persecución y protección de los

derechos socio laboral del trabajador.

7.2. Específico:

 Realizar una revisión bibliográfica de los conceptos

contenidos en el enunciado del problema.

 Identificar los conceptos fundamentales enunciados.

 Determinar la importancia de los efectos de la

revalidación de la acción laboral.

 Establecer la condición de revalidación de la acción

laboral.

 Establecer de qué forma se puede modificar la

legislación sobre la aplicación en la revalidación de la

acción laboral.

 Estudiar y establecer como la falta de la revalidación de

la acción laboral por efecto de la prescripción del

16
derecho perjudica los beneficios alcanzados por el

trabajador en el tiempo.

 Aproximarse, de existir, a los criterios establecidos en el

derecho comparado.

17
8.- MATERIAL Y MÉTODOS

8.1 POBLACIÓN Y MUESTRA:

8.1.1. De las Entrevistas:

a. Población: Está formado por los Jueces especializados de

la Corte Superior de Justicia de La Libertad.

b. Muestra : Está formado por 5 Jueces especializados, de

los cuales 3 son especializados en lo Laboral y 2 en lo Civil

de la Provincia de Trujillo.

c. Distribución de la Muestra:

18
ENTREVISTADOS FRECUENCIA PORCENTAJE
Especialistas en Derecho Laboral. 3 60%
Especialistas en Derecho Civil. 2 40%
TOTAL 5 100%

JUECES ESPECIALIZADOS DE LA CORTE


SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD

2. 40%

3. 60%

Especialistas en Derecho Laboral


Especialistas en Derecho Civil

d. Muestreo:

Se utilizó el muestreo no probabilístico utilizando la

modalidad de muestras por expertos para las entrevistas y

ubicación de los Jueces especializados quienes asumieron la

absolución de las entrevistas.

8.1.2. De las encuestas:

a. Población: Está formado por Abogados y Estudiantes de

Derecho, de las distintas universidades de la ciudad de

Trujillo, cuyo conocimiento y dominio del tema les permite

establecer una conexión con nuestra problemática.

19
b. Muestra: Está formada por veinte personas, de los cuales

10 son abogados y 10 son estudiantes de Maestría en

Derecho Laboral, de la Universidad Nacional de Trujillo.

c. Distribución de la Muestra:

PERSONAS ENCUESTADAS FRECUENCIA PORCENTAJE


Abogados 10 50%
Estudiantes 10 50%
TOTAL 20 100.00%

PERSONAS ENCUESTADAS

10. 10.
50% 50%

d. Muestreo:abogados estudiantes

Se utilizó el muestreo no probabilístico utilizando la modalidad

de muestras por expertos, el mismo que aplicado a las encuestas, ha

permitido la ubicación del tema para un mejor conocimiento por parte

de los abogados y estudiantes.

20
8.1.3. De las Jurisprudencias:

a. Población: Está formado por la sentencias de los años

2006-2007 que en casación tiene vinculación con la acción

de prescripción y el régimen de los plazos aplicables en

cada una de ellas en sede Nacional. Además de ello

jurisprudencia extranjera.

b. Muestra: Está formada por 3 jurisprudencias extranjeras y

3 jurisprudencias nacionales de los últimos dos años (2006-

2007), sobre la acción de prescripción y el régimen de los

plazos y su ampliatorio.

c. Distribución de la Muestra:

JURISPRUDENCIAS UTILIZADAS FRECUENCIA PORCENTAJE


Jurisprudencia Nacional 3 50%
Jurisprudencia Extranjera 3 50%
TOTAL 6 100%

JURISPRUDENCIAS

Jurisprudencia Jurisrprudencia
Extranjera; 3; 50% Nacional; 3; 50%

Jurisrprudencia Nacional Jurisprudencia Extranjera

21
e. Muestreo:

Se utilizó el muestreo probabilístico utilizando la

modalidad aleatoria para bajo deducción encontrar las

jurisprudencias que más se vinculan al tema en referencia.

8.2 METODOS:

8.2.1. Lógicos:

8.2.1.1. Inductivo: En este método se parte de los fenómenos

particulares cuya incidencia forma la ley, de ahí que su

desarrollo parte de lo particular a lo general. Se aplica

este método a lo largo de toda la investigación sobre la

posibilidad de la revalidación de la acción laboral, sobre

todo en cuanto a la posibilidad de pretender el derecho

en una vía no originaria de la misma desde nuestro

proyecto de investigación, pues lo que encierra la

problemática de la revalidación es un tema de particular

atractivo en el desarrollo de la investigación jurídica.

Además, porque en el presente trabajo las

conclusiones que se pretendan extraer se obtuvieron

del estudio, tanto de las entrevistas, como del análisis

de algunos procesos que pueden tener vinculación con

nuestro tema, pues es necesario la reafirmación de un

22
esquema que se ajuste a la actual situación de la

utilización de los medios técnicos al derecho.

8.2.1.2. Casos: A través del cual se sustentó el

comportamiento de la hipótesis, partiendo de una

realidad concreta. Dada la situación que en nuestro

país no existe procesos judiciales sobre la materia, el

caso será de naturaleza hipotética, para poder observar

el comportamiento y aplicación de la norma jurídica que

pretendemos modificar. Al desarrollar el tema de la

revalidación de las acciones laborales en una vía no

originaria, debemos observar como es que en la

realidad concreta se puede manifestar la misma, es por

ello la hipótesis sobre el caso que deseamos plantear.

8.2.1.3. Analítico: La cual permitió determinar las similitudes

entre unidades de análisis originales por los mismos

factores, como es el caso de la prescripción y la

caducidad del plazo, y analizar a partir de ello, si la

doctrina esta acorde al marco dogmático de la

exposición de motivos que dispone como plazos de

prescripción frente a una doctrina mayoritariamente a

favor de la caducidad pues a través de ello se ha

permitido la estructura del Marco Teórico; también se

23
utilizó al momento de obtener los resultados y que ha

permitido contrastar la hipótesis, así como para

determinar cuales son las conclusiones y las

sugerencias de la presente investigación, y para

determinar nuestros objetivos los cuales fueron

trazados al inicio de la investigación.

8.2.1.4. Sintético: Porque se obtuvo varios resultados de las

entrevistas, y del análisis de las jurisprudencias,

haciendo indispensable este método, toda vez que nos

permitió concentrar los resultados obtenidos, para de

esa forma asegurar que la hipótesis planteada sobre la

modificatoria del plazo, permita establecer un mejor

derecho y calidad a la identidad socio laboral.

8.2.1.5. Histórico: Para conocer la evolución de la figura del

derecho de acción laboral que parte desde un

reconocimiento universal a través de los tratados de

OIT, hasta nuestra Carta Magna. Debemos reconocer

la necesidad de observar este comportamiento en la

figura legislativa cuya ausencia significativa, trasciende

en el devenir normativo la necesidad de regulación, y

así asegurar que la modificatoria de los plazos en un

caso, o de la posibilidad de alternar la acción en otros

24
casos. Este mejor derecho, esta referido a la garantía

suficiente de discusión jurídico-legal de los beneficios

socio laborales logrados y revalidados en una vía no

originaria a la laboral.

8.2.1.6. Deductivo: Este método es utilizado al analizar la

realidad problemática existente al hecho de la

modificatoria del plazo sobre nuestra actual

investigación porque nos ha servido para descubrir

consecuencias desconocidas pero partiendo de

principios conocidos. La deducción, aplicada sobre el

tema en referencia, permite a nuestra investigación

establecer criterios hermenéuticos sobre la

problemática de introducir esta modificatoria, y el

comportamiento del derecho en el ámbito sistemático,

pues es de nuestro conocimiento que la modificatoria

de la norma, implica también la modificatoria de un

sistema jurídico, en este caso, el de la revalidación.

8.3. Jurídicos:

8.3.1. Interpretativo: Por medio del cual en el caso de la

revalidación se observó en nuestra investigación la

obtención de un resultado racional en relación con el

comportamiento de la figura del plazo dentro de la

25
legislación, y a partir del mismo, se pudo entender de

que forma se a de estructurar una modificación del

sistema socio laboral en cuanto al plazo que por

ampliación se pretende modificar.

8.3.2. Dialéctico: Para analizar el problema social dentro del

contexto económico y socio-político respecto del margen

cualitativo, teniendo en cuenta el impacto de las

acciones que pueden ser revalidadas y en particular la

observación de nuestro tema relacionado con la

revalidación del derecho laboral.

8.3.3. Exegético: Mediante el cual se analizó las leyes que se

han aplicado al tema de la prescripción y de la

caducidad que son recurrentes en nuestra investigación,

y dentro de ello al caso concreto, observando su

aplicación: retroactiva para conocer los antecedentes

normativos de las acciones laborales; ultractiva, para

conocer como puede responder la norma a los cambios;

o, irretroactiva, para conocer la inmutabilidad de la

pretensión.

8.4. TÉCNICAS E INSTRUMENTOS:

Para la elaboración de la presente investigación se ha tomado en cuenta las

siguientes técnicas:

26
DIÁLOGO
La que se realizó directamente a los entrevistados, Jueces
especializados de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, en materia de Derecho Laboral, y Derecho Civil con
ENTREVISTAS los que se conversó mediante un diálogo abierto; primero se
les explicó el punto de vista del autor y posteriormente se
conversó con ellos acerca de la temática, haciéndoles
preguntas por escrito para tener la información siempre a
disposición.
.

VISIÓN:
Esta técnica fue utilizada principalmente para revisar los
OBSERVACIÓN materiales encontrados como libros o artículos de revistas, y
de ellos tomar puntos importantes y las piezas más
relevantes. También se acudió a las bibliotecas Universitarias
y revisando libros de diferentes autores e incluso se trabajó
con legislación comparada.

LIBROS:
Se utilizó sobre todo libros de Derecho Laboral Procesal del Trabajo
y Teoría General del Proceso, de las que se obtuvieron información
RECOPILACIÓN
DOCUMENTAL
doctrinal.
ARTÍCULOS DE REVISTAS:
Sobre materia especializada en cuanto a la problemática planteada
y deducida.

FOTOCOPIA:
Se utilizó más que todo para la elaboración del marco teórico,
FOTOCOPIADO buscándose libros de las distintas bibliotecas Universitarias
locales, así como de tesis sobre el tema. También se acudió
a la Corte Superior de Justicia para revisar los expedientes
sin obtener resultados positivos, pues no hay resoluciones
sobre la materia. Y todo esto se recogió en fotocopias.

PÁGINAS WEB:
Se buscó información sobre los antecedentes, así como a la página
INTERNET web del Ministerio de Justicia donde se encontró valiosa información
acerca del tema, la página web del Congreso de la República de
donde se obtuvo información relacionada con el tema. Se utilizó los
buscadores especializados como VLEX, TELELEY, y el INFOJUS.

CUESTIONARIO
El tipo de encuestas aplicadas son tipo reactiva dialógica, es decir, se
reduce a un cuestionario con alternativas que previamente se le
ENCUESTAS explica al participante, para luego de fundamentar de nuestro lado,
obtener la respuesta que mas se acerca a lo planteado como
alternativa. La que se realizó directamente a las personas de los
abogados y estudiantes de derechos. A este nivel la dificultad ha
estado presente por el hecho de la reserva en cada caso con las que
se conversó mediante un diálogo abierto primero se les explicó el
punto de vista del autor y posteriormente se conversó con ellos
acerca de la temática y se les hicieron las respectivas preguntas
siempre cuidando que estas sean plasmadas en un papel para tener
la información siempre a disposición.

27
8.5. PROCEDIMIENTO DE RECOLECCIÓN DE DATOS:

 La investigación comenzó estableciendo los criterios que motivan la

realización del trabajo, tratando de encontrar puntos de comparación

con otras temáticas similares.

 La investigación ha tenido, como punto de partida, la formación de un

acervo documentario de la investigación, aplicando la técnica del

fotocopiado de los documentos claves de nuestro tema.

 Luego de haber preparado el dossier conteniendo dicha información,

se ha procedido a fichar el material bibliográfico.

 Luego de la realización del dossier del trabajo de investigación, se

procedió al fichaje, el mismo que consistió en la síntesis de autores y

la nomenclatura del libro.

 Luego del acopio de esta información, se procedió a tratar de

encontrar investigaciones relacionadas con el tema, tanto a nivel de

tesis, tesinas y artículos periodísticos, los cuales no han sido

identificados con el tema, sino que se ha materializado la relación del

tema en referencia, forzando la figura.

28
II.- MARCO TEÓRICO

1.- ASPECTOS GENERALES DE LA


PRESCRIPCIÓN EN EL DERECHO
PERUANO
1.1. GENERALIDADES:

La seguridad ha sido, desde el inicio de la historia, una de las

preocupaciones principales de las personas en cada aspecto de sus

relaciones humanas, la búsqueda de certidumbre dio origen a las primeras

regulaciones de aplicación imperativa, que se plasmaron inicialmente en

mandatos consuetudinarios y luego en sistemas normativos escriturarios,

naciendo con ello el Derecho.

29
En consonancia con ello la seguridad jurídica se constituyó de modo

natural en uno de los fines del Derecho (conjuntamente con la justicia y el

bien común), materializándose en la expedición de normas que garantizan

la obtención y/o conservación de un determinado status quo que interesa al

orden público.

Una de las manifestaciones de la seguridad jurídica es la liberación

de obligaciones sin verificación real del cumplimiento bajo determinadas

circunstancias previstas en la ley: si bien la regla general es la protección

del acreedor frente al incumplimiento del deudor, excepcionalmente éste se

verá liberado de la obligación a su cargo sin haber tenido que ejecutar la

prestación que le era exigible, si es que se materializan aquellas

circunstancias contempladas en la normatividad. Tal situación ocurrirá

cuando se produzca cualquiera de las siguientes figuras: la prescripción de

acciones o la caducidad de derechos12.

En ambas, la ausencia de interés del acreedor -traducida en una

pasividad absoluta con respecto a la protección y cobro de su crédito

durante un cierto tiempo- generará en el deudor el derecho a oponerse al

pago que le fuere exigido después del período que la legislación establece,

dado que un patrimonio no puede estar permanentemente afectado a un

crédito -sin posibilidades de disposición- cuando el propio acreedor no está

12 Laseguridad jurídica se manifiesta, además de la prescripción extintiva y de la caducidad, en la cosa juzgada,


la publicidad registral, la irretroactividad de las leyes, la inexcusabilidad por ignorancia de la ley, y la prescripción
adquisitiva de dominio

30
interesado en el cobro del mismo, de lo contrario se llegaría a una situación

de inmovilidad del patrimonio que impediría el flujo de transacciones y el

desarrollo de la economía haciendo inviable el uso social de la propiedad.

Si bien no existe discrepancia doctrinaria en lo referente a la

aplicación de estas dos figuras a cualquiera de las ramas del Derecho, no

ocurre lo mismo cuando se trata de derechos derivados de la relación

laboral, y por lo mismo de obligaciones generalmente de naturaleza

económica a cargo del empleador. Para tener en cuenta esta situación, es

necesario no perder de vista el carácter irrenunciable de los derechos

laborales, así como la normatividad infraconstitucional.

1.1.1. EL CARÁCTER IRRENUNCIABLE DE LOS DERECHOS:

El carácter irrenunciable de los derechos laborales podría

revelarse incompatible con la extinción de acciones y derechos por

el simple transcurso del tiempo, debido a que puede sostenerse –no

sin algo de razón- que permitir la extinción de la obligación por dicha

causa significaría dotar de efectos jurídicos a una inacción que

puede ser entendida como una renuncia tácita, contraviniéndose así

el orden público; ello ha generado el debate –aún no concluido-

respecto a la conveniencia o no de la aplicación irrestricta de la

seguridad jurídica en materia laboral y de su limitación a aspectos

31
que no colisionen con la protección del trabajador que es el fin

supremo del Derecho del Trabajo.

1.1.2. EL ORDENAMIENTO INFRACONSTITUCIONAL:

Nuestro ordenamiento laboral infraconstitucional ha tomado

partido por la seguridad jurídica. Sin entrar a discutir la conveniencia o

no de dicha opción, en el presente trabajo realizamos un análisis

detallado de la prescripción como supuesto de inexigibilidad de

obligaciones (dejando el estudio de la caducidad para un posterior

trabajo) y del tratamiento que nuestro ordenamiento jurídico dispensa

a la extinción de las acciones derivadas de una relación laboral,

pasando previamente por el apunte de las nociones de prescripción y

acción.

Como quiera que se encuentre en discusión el Anteproyecto de

la Ley General de Trabajo elaborado por una comisión de expertos,

necesariamente nos vemos impelidos a efectuar un análisis del

contenido de dicho proyecto en su articulado relativo a la prescripción.

Finalmente, nuestro estudio termina con un esquema aplicativo de la

normatividad peruana sobre la materia, que tiene como objetivo aclarar el

confuso panorama producido en el área laboral a raíz de la aplicación

supletoria del Código Civil y de la sucesión continua de regulaciones que

32
modificaron los plazos de prescripción y la modalidad de cómputo de los

mismos en la última década (siendo la más reciente la Ley Nº 27321,

publicada el 22/07/2000) y que hacen complicada la tarea de los operadores

jurídicos cuando se trata de invocar (o solucionar casos en los que se ha

invocado) la prescripción de determinado derecho laboral.

1.2. LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA:

En materia jurídica el vocablo “prescripción” es polisémico. Alude en

primer lugar a mandato, orden, precepto o directiva (así se dice: “el Código

Civil prescribe en su artículo 1201 ...”); en segundo lugar alude a una forma

de adquisición del derecho real de propiedad, lo que doctrinariamente se

conoce como usucapión o “prescripción adquisitiva”, cuya fuente es la

usucapio romana (véase al respecto los artículos 950º-953º del Código Civil);

en último término, alude a la extinción de la acción dirigida a exigir el

cumplimiento de una determinada obligación, lo que se conoce como

“prescripción extintiva”, cuya fuente es la praescriptio temporis romana o

praescriptio actionum (véase los artículos 1989º-2002º del Código Civil)13. Es

13 La Real Academia Española define a la prescripción extintiva como el “modo de extinguirse un derecho”
(REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, 2001; p. 1239). En otro apartado, al definir el vocablo “prescribir”, señala que se
trata de un modo de extinguir “un derecho o acción de cualquier clase” (loc. cit.). En consecuencia, la definición
semántica oficial de la prescripción extintiva en nuestro idioma es que se trata de un modo de extinguir acciones
y derechos, lo cual la dotaría de los mismos efectos que posee la caducidad. Sin embargo, la naturaleza jurídica
de la prescripción extintiva no depende de una particular definición semántica sino de la regulación que cada
Estado adopte sobre aquélla: así, en algunos pocos Estados la prescripción extinguirá los derechos subjetivos
(como es el caso de Italia), en tanto que en la gran mayoría de sistemas normativos extinguirá sólo las acciones
dejando subsistentes los derechos (como es el caso de Perú). Debe entenderse, entonces, que la definición
adoptada por la Real Academia Española no es aplicable a todos los ordenamientos jurídicos, mucho menos al
nuestro que expresamente señala que la prescripción extingue sólo la acción (Artículo 1989° Código Civil)

33
este tercer significado el que nos interesa para efectos de nuestra

investigación, por lo que las líneas que siguen profundizan en el mismo.

1.3. NOCIÓN HISTÓRICA Y NATURALEZA DE LA PRESCRIPCIÓN

EXTINTIVA:

No existe un criterio unánime en los ordenamientos jurídicos

respecto a la noción y naturaleza de la prescripción extintiva. Esta falta de

uniformidad responde a la propia evolución histórica de la noción de

prescripción, que ha dado como resultado la existencia de tres

concepciones teóricas distintas.

En los albores del Derecho romano-germánico la doctrina confundía

las características de la usucapio romana (la hoy denominada prescripción

adquisitiva) con las de la prescripción extintiva, lo cual llevó a algunos

autores a manifestar su disconformidad con el tratamiento de la

prescripción de acciones en los sistemas normativos14.

En consonancia con ello el Code napoleónico -la más importante

codificación del siglo XIX, cuyos principios inspiraron en el Derecho

Comparado a gran número de codificaciones posteriores- reguló en un

mismo artículo (el 2219º) la usucapión y la prescripción extintiva bajo la

14 RUBIO CORREA cita como un claro ejemplo a SAVIGNY, quien menciona “un cierto número de casos
aislados que no podrían reunirse bajo una misma denominación” y que al producir la extinción del derecho por el
no ejercicio del mismo durante un cierto período “ha inducido a los jurisconsultos modernos a identificarlos con
la prescripción, encontrando así una aplicación importante, pero falsa y engañosa, la abstracción ... de una
praescriptio extintiva” (RUBIO, 1989; p. 17)

34
unitaria figura de la prescripción, la cual –a tenor del citado articulado-

consistía en “un modo de adquirir o de liberarse por transcurrir un espacio

de tiempo, en las condiciones determinadas por la ley”.

Esta regulación unitaria dio pie a que un sector importante de la

doctrina francesa, encabezada por JOSSERAND, interpretara que la

prescripción extintiva tenía como efecto la extinción de la obligación (con lo

cual no habría diferencia entre prescripción y caducidad, salvo el plazo); sin

embargo, otro sector (POTHIER, BAUDRY-LACANTINERIE,

GUILLOUARD, y los hermanos MAZEAUD, entre los más importantes) fue

de la opinión que lo que se extinguía era la acción dirigida a proteger el

derecho y no el derecho en sí mismo.

Es decir, ante un mismo texto legal, la doctrina francesa generó dos

interpretaciones excluyentes (la extinción de la obligación y la extinción

sólo de la acción), siendo la segunda la que obtuvo mayor receptividad.

Esta primera concepción será denominada por nosotros en este trabajo

como Sistema Doctrinario Francés.

Los pandectistas germánicos, de valiosa labor en la elaboración del

Código Civil alemán (conocido universalmente como BGB), hurgaron en las

fuentes romanistas y concluyeron que la usucapio y la praescriptio temporis

tenían funciones distintas: la primera era una forma de adquirir la propiedad

y la segunda un medio de defensa (excepción) que el deudor deducía

35
contra el acreedor que intentaba ejecutar su crédito a través de la actio

después de transcurrido un cierto período; es decir, ambas figuras sólo

compartían el transcurso del tiempo como elemento común, pero diferían

en lo esencial: la primera estaba relacionada con la adquisición de un

derecho real y la segunda estaba relacionada con la extinción de la

exigibilidad de un derecho subjetivo. Por lo tanto, siendo diferentes no

podían ser reguladas unitariamente. Esta conclusión fue recogida en el

texto del BGB, cuerpo normativo en el que se reguló por separado la

usucapión y la prescripción (es decir, la prescripción adquisitiva y la

prescripción extintiva), se introdujo el concepto de pretensión (creado por

WINDSCHEID para introducir el concepto de la actio romana en el Derecho

civil alemán, conforme lo señala LARENZ15 y se precisó que lo que se

extinguía era dicha pretensión mas no así el derecho. Esta segunda

concepción será denominada por nosotros en este trabajo como Sistema

Legislativo Alemán.

Finalmente, el tercer cuerpo normativo de gran influencia en la

codificación moderna, como es el Código Civil italiano de 1942, tomó

partido por la extinción del derecho -y por lo tanto la liberación absoluta de

la obligación- siguiendo la opinión del tratadista COVIELLO, quien

consideraba que la extinción de la acción equivalía en realidad a la

15 LARENZ, Karl. Tratado de Derecho Civil Alemán. Madrid-España, Edit. BOSCH, 1978, Pág. 315

36
extinción del derecho subjetivo16. Esta tercera concepción será

denominada por nosotros en este trabajo como Sistema Legislativo

Italiano.

En consecuencia, los sistemas normativos han adoptado tres

posturas en cuanto a la noción de prescripción extintiva: para la primera

ésta consiste en la extinción de la acción y la subsistencia del derecho

(Sistema Doctrinario Francés), para la segunda consiste en la extinción de

la pretensión y la subsistencia del derecho (Sistema Legislativo Alemán) y

para la tercera se trataría de la extinción conjunta de la acción y del

derecho (Sistema Legislativo Italiano). De ellas, la legislación comparada

ha adoptado en gran medida la concepción del Sistema Doctrinario

Francés, es decir la extinción de la acción dejando subsistente el derecho.

Sin embargo, debemos dejar sentado que la diferencia entre el Sistema

Doctrinario Francés y el Sistema Legislativo Alemán es sólo de

terminología, pues los efectos prácticos son los mismos: subsistencia del

derecho subjetivo y extinción de la coercibilidad de dicho derecho.

En cuanto a la naturaleza de la prescripción extintiva, si observamos

las tres posturas teóricas notaremos que en dos de ellas dicha naturaleza

es de corte procesal (toda vez que en el Sistema Doctrinario Francés y en

el Sistema Legislativo Alemán los efectos de la prescripción estarían

16 COVIELLO, 1949; Pág. 507

37
vinculados sólo a la validez de la movilización del aparato estatal para la

protección del crédito, sin afectar la esfera de la propia obligación) en tanto

que en la tercera se trataría de una naturaleza sustantiva (debido a que en

el Sistema Legislativo Italiano los efectos de la prescripción se producen en

la propia obligación)

1.4. NOCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA EN EL

ORDENAMIENTO Y DOCTRINA PERUANOS:

Nuestro ordenamiento ha seguido los vaivenes de la evolución

histórica de la prescripción extintiva. Siguiendo el modelo del Code

napoleónico, el Código Civil de 1852 se ocupó conjuntamente de la

prescripción adquisitiva y la extintiva en su Libro Segundo, Sección

Tercera, Título Primero, lo que fue considerado un defecto de técnica

legislativa por LEON BARANDIARAN, quien señaló que “como la

prescripción adquisitiva y la liberatoria son diferentes, en cuanto actúan en

campos de acción distintos, la primera siendo constitutiva de derecho real,

la segunda siendo extintiva de un derecho de obligación, no teniendo de

común sino el transcurso de tiempo en cuanto les da origen –otras

similitudes en el régimen de una y otra son circunstanciales-, resultaba un

38
defecto de técnica del antiguo Código [de 1852] referirse conjuntamente a

una y otra prescripción”17.

Mas la distinción realizada por la doctrina francesa y la codificación

alemana (respecto a la subsistencia del derecho subjetivo frente a la

pérdida de coercibilidad del mismo) repercutieron en todo el sistema

romano-germánico, siendo receptado por nuestros legisladores primero en

nuestro derogado Código Civil de 1936 y posteriormente en el vigente

Código Civil de 1984. Específicamente, ambas codificaciones optaron por

el modelo establecido por el Sistema Doctrinario Francés, señalando

expresamente que lo que se extinguía con la prescripción era la acción.

Al respecto, VIDAL RAMIREZ, ponente del articulado del Código

Civil de 1984 relativo a la prescripción extintiva, señala que ésta constituye

“un medio o modo por el cual, en ciertas condiciones, el transcurso del

tiempo modifica sustancialmente una relación jurídica”18.

Esta modificación a que alude el citado autor es la liberación del

obligado, conforme lo precisa LEON BARANDIARAN, para quien “el

decurso del tiempo puede tener un efecto decisivo en cuanto a la situación

recíproca del titular de un derecho frente al sujeto pasivo del mismo, dentro

de la órbita de la prescripción liberatoria. El resultado que sobreviene es

17 LEON BARANDIARAN, 1997; p. 80


18 VIDAL, 1996; pp. 63-64.

39
uno que modifica la situación entre los dos sujetos, en cuanto el segundo

resulta liberado”19.

Para RUBIO CORREA se trata de una institución jurídica “según la

cual el transcurso de un determinado lapso extingue la acción que el sujeto

tiene, para exigir un derecho ante los tribunales. Consustancial a la

prescripción extintiva es la despreocupación del sujeto para exigir su

derecho durante el lapso mencionado”20; acto seguido el mismo autor

precisa que aun cuando la prescripción comparte con la caducidad dos

aspectos fundamentales (la producción de efectos por el transcurso del

tiempo y la producción de extinción para el Derecho) existen notorias

diferencias entre ambas, siendo la más importante –a nuestro juicio- el que

la prescripción extingue sólo la acción dejando subsistente el derecho, en

tanto la caducidad extingue simultáneamente ambas21.

Estas definiciones efectuadas por nuestros más autorizados

especialistas en el tema, que se hacen eco de la postura teórica

predominante, permite que podamos reconocer las siguientes

características –que denominaremos primarias- para la prescripción

extintiva:

(i) El transcurso del tiempo como acto jurígeno,

19 LEON BARANDIARAN, 1997; p. 80.


20 RUBIO, 1989; p. 16.
21 RUBIO, 1989; p. 19.

40
(ii) La ausencia de actividad alguna por parte del acreedor dirigida a

proteger o ejecutar su crédito,

(iii) La extinción de la acción, y

(iv) La subsistencia del derecho.

Junto a éstas existe un segundo grupo de características no

contenidas en las definiciones consignadas pero sí establecidas en la ley –a

las que denominaremos secundarias y que también abordaremos-:

(i) Posibilidad de suspensión o interrupción,

(ii) Naturaleza procesal (utilización como medio de defensa),

(iii) Irrenunciabilidad del derecho a prescribir, y

(iv) Renunciabilidad de la prescripción ya ganada

1.5. NOCIÓN Y NATURALEZA DE LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA A

EFECTOS DEL PRESENTE TRABAJO:

Nosotros, en el estado actual de la cuestión y para efectos de nuestro

trabajo, definimos a la prescripción extintiva como una institución jurídica de

naturaleza procesal que sólo puede ser aplicada como medio de defensa

frente al ejercicio de la acción, y que por la inacción del acreedor durante un

determinado período de tiempo establecido en la ley extingue la protección

jurisdiccional del derecho subjetivo en juego sin afectar la existencia misma

41
de dicho derecho, facultando al deudor a oponerse al cumplimiento de su

obligación.

Obviamente, en nuestra definición personal nos permitimos discrepar

de la opinión vertida por LEON BARANDIARAN y por RUBIO CORREA

respecto a que la prescripción extintiva convierte al derecho subjetivo en una

obligación natural al extinguir la acción22, en cuyo caso sí se estaría

produciendo un efecto en la esfera del derecho subjetivo dotando a la

prescripción extintiva de una naturaleza sustantiva. Y nuestra discrepancia

se sustenta en que si el solo transcurso del tiempo mutara el derecho

subjetivo en una obligación natural, ésta no constituiría materia justiciable y

en consecuencia no podría ser amparado en vía de acción por el órgano

jurisdiccional (lo cual sí ocurre en caso el obligado no interponga la

correspondiente excepción de prescripción durante el proceso judicial)23.

1.6. CARACTERÍSTICAS PRIMARIAS DE LA PRESCRIPCIÓN

EXTINTIVA:

22 Para LEON BARANDIARAN “Si la prescripción sólo otorga al deudor un medio defensivo para oponerse a la
exigencia del acreedor, pero no es una causa destructiva del derecho mismo de éste, la obligación prescrita
queda en la condición de una natural” (LEON, 1991; p. 85). En la misma línea RUBIO CORREA señala que el
efecto directo de la prescripción es “la generación de obligaciones naturales, es decir, de derechos subjetivos
desprovistos de acción, pero que aún conservan un mínimo respaldo ‘pasivo’ del Estado” (RUBIO, 1989; p. 27)
23 Un supuesto de obligación natural es el de la deuda emanada de juego o apuesta no autorizados. El Artículo
1943° del Código Civil expresamente señala que tales actividades “no otorgan acción para reclamar por su
resultado”

42
Cuatro son las características primarias de la prescripción extintiva,

las mismas que han sido recogidas en los artículos 1989º y siguientes de

nuestro Código Civil

1.6.1. El transcurso del tiempo como acto jurígeno:

En la prescripción extintiva el tiempo es un factor jurígeno 24 en

tanto su solo transcurso tiene efectos en la esfera jurídica de las

partes involucradas. En este caso el sistema normativo otorga al

transcurso del tiempo la capacidad de extinguir la acción (en realidad

la protección jurisdiccional de un derecho subjetivo) bajo ciertas

condiciones.

Es decir, el primer requisito para que opere la prescripción es el

transcurso del tiempo prefijado en la ley.

En nuestro ordenamiento común el artículo 2001º de nuestro

Código Civil precisa el tiempo que debe transcurrir para que opere la

prescripción extintiva, estableciendo plazos distintos según la

naturaleza del derecho en juego y por lo tanto de la correspondiente

24 El término jurígeno es empleado por LEON BARANDIARAN para designar la cualidad que tiene determinado
hecho para generar efectos jurídicos (LEON BARANDIARAN, 1991; p. 23). Por su parte VIDAL RAMIREZ
prefiere el clásico término “hecho jurídico” utilizado primigeniamente por SAVIGNY (VIDAL, 1996; pp. 9-15)

43
acción (así la acción personal y la real prescriben a los diez años, la

acción revocatoria a los dos años, etc.).

La medición del tiempo precisa además del establecimiento de

puntos de partida y término, en tal sentido nuestra codificación señala

que el decurso prescriptorio se computa a partir del día en que puede

ejercitarse la acción (Art. 1993º) y que la prescripción se produce

vencido el último día del plazo (Art. 2002º); lo primero significa que el

decurso se computará a partir de la exigibilidad del derecho, lo

segundo requiere de una lectura concordada del artículo 2002º con el

inciso 5 del artículo 183º de nuestra codificación, lo cual nos lleva a

advertir que si el último día del plazo prescriptorio recae en día inhábil

la prescripción se producirá el primer día hábil siguiente.

Finalmente, el transcurso del tiempo puede no ser continuo,

pues a diferencia de la caducidad, el decurso prescriptorio puede

suspenderse e interrumpirse dejando sin efecto temporal o

definitivamente el lapso ya transcurrido; tal característica ha sido

recogida por la codificación peruana en sus Arts. 1994º-1998º, que

regulan las causales para que dichos cortes se produzcan,

conjuntamente con los mecanismos para la reanudación o reinicio del

decurso prescriptorio.

44
1.6.2. La ausencia de actividad alguna por parte del acreedor

dirigida a proteger o ejecutar su crédito:

Conjuntamente con el transcurso del tiempo, la prescripción

exige como requisito que el acreedor no haya efectuado ninguna

actividad destinada a proteger o ejecutar su crédito, incurriendo en

una pasividad que es sancionada por el Derecho en interés del orden

público. En tal sentido, cualquier acto dirigido a ejercitar los derechos

propios del acreedor significará la interrupción del decurso

prescriptorio y no se producirá la prescripción por ausencia de uno de

sus requisitos. En nuestra codificación se reconoce como actividades

que implican interés del acreedor en la protección o ejecución de su

crédito la intimación en mora (se entiende extrajudicial), la oposición

judicial de la compensación y la citación con la demanda (que

conlleva una intimación en mora judicial si es que no se produjo antes

la intimación extraproceso), de conformidad con el artículo 1996º del

Código Civil. Evidentemente que esta pasividad o ausencia de interés

en el cobro no debe ser imputable a factores o sujetos externos al

titular del derecho, pues si tal fuere el caso existirían circunstancias

que impedirían al citado titular perseguir su crédito; en tal sentido, es

correcto que el decurso prescriptorio se suspenda cuando la inacción

obedece a hechos que no dependen de la voluntad del acreedor y

45
que se encuentran previstos en la legislación, criterio que ha sido

recogido en el artículo 1994º de nuestro Código Civil.

1.6.3. La extinción de la acción:

Si las dos características anteriores constituían requisitos para

que opere la prescripción, la extinción de la acción constituye una

consecuencia de la misma. Tomado literalmente, esto implicaría que

el acreedor perjudicado con la prescripción no podría válidamente

movilizar el aparato coercitivo del Estado para ejecutar su crédito,

pues el poder de acudir a los órganos jurisdiccionales (accionar) se

habría extinguido.

Sin embargo, dicha lectura es incorrecta, debido a que la

prescripción opera sólo como medio de defensa procesal, como

excepción (al igual que la praescriptio temporis romana) luego de

haberse ejercitado precisamente una acción. No existe, pues,

impedimento alguno para que un acreedor cuya acción “se extinguió”

interponga la correspondiente demanda a efectos de procurarse el

pago de la obligación y eventualmente obtenga la satisfacción de su

crédito. Sobre esto volveremos más adelante, al estudiar la acción

con mayor detalle, por lo que nos remitimos al rubro pertinente.

46
1.6.4. La subsistencia del derecho.

Una segunda consecuencia es la subsistencia del derecho. Ya

se ha mencionado que en el ordenamiento italiano lo que se extingue

con la prescripción es la propia obligación, con lo cual los efectos de

aquélla serían los mismos que los de la caducidad, pero en el sistema

peruano se ha optado por la clarificación conceptual aportada por la

doctrina francesa y el pandectismo alemán, estableciéndose que el

derecho subjetivo subsiste aún cuando la protección jurisdiccional

haya quedado extinguida.

Así las cosas, parece un contrasentido que se posibilite la

supervivencia del derecho sin la garantía de la fuerza del poder

estatal. Sin embargo, ello no es así puesto que si el Derecho

reconoce las denominadas obligaciones naturales, que tienen una

cierta protección –aunque limitada- de parte del ordenamiento

jurídico, nada obsta para que existan otros derechos con un nivel de

protección restringida similar a aquellas. Quizás por ello LEON

BARANDIARAN y RUBIO CORREA asimilaron en sus esquemas

teóricos las obligaciones prescritas a las obligaciones naturales, al

señalar el primero que “la obligación prescrita queda en la condición

de una natural”25 y al establecer el segundo que “en el Derecho Civil

25 LEON, 1991; p. 85.

47
peruano la existencia de obligaciones naturales está reconocida en

los dos casos en que pueda ocurrir: bien cuando nunca hubo acción

para reclamar el derecho porque las normas no la reconocen (caso

del juego y apuesta no autorizados); bien cuando hubo acción en

algún momento, pero ella ya no existe porque prescribió

extintivamente por el transcurso del tiempo”26.

Mas directamente, RUBIO CORREA llega a considerar que el

efecto directo de la prescripción es “la generación de obligaciones

naturales, es decir, de derechos subjetivos desprovistos de acción,

pero que aún conservan un mínimo respaldo ‘pasivo’ del Estado”27.

Dicha tesis sirve para demostrar que determinado derecho

puede subsistir sin una acción destinada a su exigibilidad; pero se

sustenta en un equívoco sustancial: considerar que una obligación

prescrita es una obligación natural. Si ello fuere el caso, la ejecución

de una obligación prescrita no podría ser materia de demanda ante el

órgano jurisdiccional, toda vez que la característica fundamental de la

obligación natural es que la ley no le otorga acción para su

reclamación. Si consideramos que un acreedor con crédito prescrito

puede accionar válidamente en procura de su cobro y eventualmente

obtener amparo jurisdiccional si es que el deudor no alegó la

26 RUBIO, 1989; pp. 27-28.


27 RUBIO, 1989; p. 27.

48
prescripción de su obligación, caemos en la cuenta que una

obligación prescrita se diferencia de una obligación natural

precisamente en que la primera sí constituye materia justiciable. Por

todo lo anterior, un derecho subjetivo sin acción por efectos de la

prescripción sigue siendo, pues, un derecho jurídicamente exigible,

pudiendo ser materia de demanda, objeto de compensación y pago

voluntario. Lo que ocurre, simplemente, es que la exigibilidad de este

tipo de derechos es menor a la de aquellos que poseen acción

vigente.

1.7. Características secundarias de la prescripción extintiva:

Son igualmente cuatro las características secundarias de la

prescripción extintiva. A diferencia de las primeras (que se presentarán

siempre, sea cual fuere el área del Derecho que las regule), este grupo de

características puede sufrir variaciones en función de los principios propios

de cada área jurídica. Por ejemplo: si en el Derecho Civil peruano el decurso

prescriptorio se interrumpe recién con la notificación de la demanda, en el

Derecho Laboral tal interrupción se produce con la interposición de la misma.

1.7.1. Posibilidad de suspensión o interrupción:

A diferencia de la caducidad la prescripción extintiva es

susceptible de suspensión o interrupción. La primera situación tiene

49
como efecto que, una vez desaparecida la causal de suspensión, el

cómputo del plazo de prescripción continúe a partir del término ya

alcanzado antes de que se produjera el hecho suspensivo; mientras

que la segunda situación tiene como consecuencia que se compute

nuevamente el decurso prescriptorio dejando sin efecto el que había

venido transcurriendo. Nuestro Código Civil regula las causales de

suspensión en su artículo 1994º y las de interrupción en su artículo

1996º.

Las causales de suspensión se fundan en la incapacidad de las

personas o en las relaciones entre ellas, y han sido extensamente

comentadas por dos de nuestros más prestigiados especialistas28;

para un estudio de las mismas nos remitimos a sus obras, máxime si

el primero de ellos fue el ponente de la parte del Código relativa a

prescripción y caducidad.

Las causales de interrupción se fundan en la actividad del

acreedor o del deudor29; sobre sus efectos nuestra codificación

incurre en un defecto de regulación que podría llevar a

interpretaciones equivocadas: el artículo 1998º del Código señala que

28 (VIDAL, 1996; pp. 105-114 y RUBIO, 1989; pp. 47-54)


29 VIDAL RAMIREZ señala que “como la prescripción opera como consecuencia de la inacción del titular del
derecho si éste ejercita la acción correspondiente, o si el sujeto de la contraparte de la relación jurídica da
cumplimiento a su obligación, queda sin efecto el decurso prescriptorio y sólo podrá reiniciarse a partir de la
desaparición de la causa interruptiva y sin que pueda computarse el tiempo anteriormente transcurrido como
ocurre en la suspensión” (VIDAL, 1996; p. 116)

50
tratándose de las causales de interrupción previstas en los incisos 3 y

4 del artículo 1996º (notificación de la demanda y oposición judicial de

la compensación) “la prescripción comienza a correr nuevamente

desde la fecha en que la resolución que pone fin al proceso queda

ejecutoriada”; esta disposición podría hacernos concluir que para las

otras dos causales de interrupción (intimación en mora y

reconocimiento de la obligación) no se computará un nuevo decurso

prescriptorio, con lo que se llegaría a una situación de interrupción

permanente. En relación a tal vacío normativo VIDAL RAMIREZ,

ponente del articulado referente a la prescripción, sostiene que el

reinicio del decurso prescriptorio una vez interrumpido éste por efecto

de una intimación o del reconocimiento de la obligación se encuentra

implícito en el citado artículo 1998º30, con lo cual postula tácitamente

una interpretación extensiva de dicho dispositivo. Nos permitimos

discrepar de dicha opinión, pues el tenor del artículo 1998º del Código

revela que su aplicación se circunscribe expresamente a los límites de

los incisos 3 y 4 del artículo 1996º del mismo cuerpo de leyes; quizás

sea más factible, y nos aventuramos a hacerlo, sostener que el

artículo 1998º tiene como objetivo (ratio legis) precisar el momento a

partir del cual se computa el nuevo decurso prescriptorio cuando la

interrupción se ha producido a consecuencia de un proceso judicial, y

30 VIDAL, 1996; p. 117

51
que no se trata de una norma que excluya la reanudación para las

otras dos causales.

Como dato meramente anecdótico dejamos sentado que el

Anteproyecto de la reforma del Código contemplaba un artículo que

rezaba “la interrupción torna ineficaz el tiempo transcurrido y da inicio

a un nuevo período prescriptorio”31 que no fue acogido en la

redacción final de nuestra norma sustantiva y que hubiera servido

para no dejar dudas respecto a que en todas las situaciones de

interrupción se computa un nuevo plazo.

1.7.2. Naturaleza procesal (utilización como mecanismo de

defensa):

La praescriptio temporis constituyó en la antigua Roma un

mecanismo de neutralización de la actio; es decir, su naturaleza era –

como lo sigue siendo hoy- procesal; dicho instituto no eliminaba la

acción, sólo la contrarrestaba.

En nuestro sistema, aún cuando algunos autores consideran

que nada obsta para que el deudor obtenga la declaración de

prescripción accionando con tal fin32, es evidente que nuestra

31 PUCP, 1980; p. 693.


32 VIDAL RAMIREZ, en su condición de ponente del articulado referente a la prescripción, consideró
conveniente eliminar la disposición del artículo 1153º del Código de 1936 (que señalaba que la prescripción
operaba como excepción) a efectos de que no quedaran dudas de la posibilidad de obtener la declaración de

52
legislación dota a la prescripción extintiva de un carácter

eminentemente defensivo. Así se deduce no sólo del artículo 1992º

del Código Civil -que prohíbe la declaración de oficio de la

prescripción, por parte del juez, si no ha sido alegado por el deudor-

sino además de la regulación contenida en el Código Procesal Civil en

materia de excepciones (artículos 446º inciso 12 y artículo 451º inciso

5), norma que señala como una de las excepciones taxativas que se

permite deducir al demandado el de la prescripción extintiva y que su

amparo tiene como efecto anular lo actuado y dar por concluido el

proceso.

1.7.3. Irrenunciabilidad del derecho a prescribir:

La prescripción extintiva se origina en la necesidad de

seguridad jurídica que interesa al orden público. Por lo mismo el

derecho a prescribir se torna irrenunciable. Nuestro Código Civil ha

regulado tal prohibición de renuncia en su artículo 1990º, y al respecto

RUBIO CORREA hace una interesante alegación sobre esta

imperatividad normativa al señalar que “como la prescripción tiende a

estabilizar las relaciones y situaciones jurídicas en la sociedad, por

conveniencia global de la vida social en general, entonces se

establece que el derecho a prescribir es irrenunciable, y que resulta

liberación a través de una acción entablada por el deudor. Asimismo, menciona que entre los autores nacionales
partidarios de dicha postura teórica se encuentran León Barandiarán, Jorge E. Castañeda y Augusto Ferrero
(VIDAL, 1996; p. 92)

53
nulo todo pacto destinado a impedir los efectos de la prescripción (...)

que una acción prescriba no corresponde al interés individual del

beneficiario, sino al interés público encarnado en la normalización de

las relaciones jurídicas de la sociedad”33. Sin embargo, señala que el

deudor puede lograr que se produzca el efecto de una renuncia al

derecho a prescribir reconociendo y honrando la obligación antes de

que venza el decurso prescriptorio, es decir interrumpiéndolo 34;

opinión con la que discrepamos en vista que la materialización de la

prestación por parte del deudor durante el plazo de exigibilidad

jurídica absoluta de la misma no puede significar renuncia alguna,

sino simplemente el cumplimiento de una obligación que le era

exigible.

La irrenunciabilidad del derecho a prescribir tiene su línea de

acción en la actividad del acreedor (no pudiendo pactarse que la

inacción de éste no tenga como efecto la extinción de la acción);

mientras que la actividad del propio deudor es consecuencia de la

existencia de un crédito en contra suya.

1.7.4. Renunciabilidad de la prescripción ya ganada:

33 RUBIO, 1989; p. 32
34 RUBIO, 1989; p. 34.

54
Si bien no es posible renunciar a ser favorecidos con la

prescripción, sí es posible renunciar al beneficio liberador que dicha

prescripción acarrea. Ello se encuentra en consonancia con la

subsistencia del derecho. Se sustenta además en el hecho de que el

interés público ya ha sido satisfecho con el transcurso del plazo

requerido para la liberación del deudor, y a que en tanto existe aún

una mínima protección jurídica del crédito subsistente, su

cumplimiento no vulnera la seguridad jurídica.

La doctrina ha sido unánime en señalar que procede la acción

revocatoria cuando un deudor liberado de la obligación a su cargo

renuncia a dicha liberación y efectúa el pago; en tal supuesto los

acreedores de este deudor podrían oponer la prescripción ya ganada

para proteger el crédito que ellos tienen a su vez 35. Tal situación en

realidad acarrea una concurrencia de acreedores, en los que algunos

tienen créditos con acción vigente y otro sólo tiene una obligación

prescrita a su favor; pero prescrita o no, no cabe duda que el titular

del derecho es un acreedor válido, por lo que el cobro de su crédito

una vez extinguida la acción es igualmente eficaz y equitativo; ello

significa que la renuncia a la prescripción ya ganada no puede ser

considerada fraudatoria y no debe perjudicar al titular del derecho con

acción prescrita.

35 Así tenemos a LEON BARANDIARAN (1997; pp. 90-92), RUBIO (1989; pp. 36-41) y VIDAL (1996; pp. 88-91)

55
2.- LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA
LABORAL

2.1. GENERALIDADES:

La prescripción es una institución jurídica según la cual, por el hecho

del transcurso del tiempo, se adquiere un derecho (generalmente en el caso

de los derechos reales) o se extingue la acción para exigir el cumplimiento

de un derecho.

En el caso de esta última, llamada “prescripción extintiva”, ante el

reclamo que inicie un acreedor, el deudor puede liberarse del cumplimiento

de la obligación argumentando el simple transcurso del tiempo. En este

caso, el derecho del acreedor a la deuda existe pero la acción de reclamarlo

judicialmente se habría extinguido, es decir, habría prescrito.

56
En el Derecho del Trabajo, la prescripción es un medio de defensa

que el empleador puede sustentar para el pago de determinados derechos

laborales. Así, una vez transcurrido el tiempo fijado legalmente el empleador

puede negarse a cumplir con el pago de los derechos laborales adeudados,

pues la acción de cobro de éstos ya habría prescrito.

Así, y de acuerdo a la doctrina laboral, todos los derechos y, por

consiguiente, todas las actuaciones derivadas del contrato de trabajo decaen

con el transcurso del tiempo36. De este modo, autores de renombre como

PALOMEQUE señalan lo siguiente: “La prescripción es uno de los modos de

extinción de los derechos subjetivos por el transcurso del tiempo legalmente

fijado, pues resulta evidente la necesidad de dar seguridad jurídica a las

relaciones obligacionales, y, así, las acciones y pretensiones deben

ejercitarse dentro de los límites de un plazo temporal fijado legalmente” 37.

Como se puede apreciar de esta definición, para que analizar el tema

de la prescripción debe cumplirse con dos requisitos:

 Que el derecho subjetivo, renunciable o irrenunciable, haya nacido y

se haya podido ejercitar por el trabajador, y

36 ALONSO OLEA, Manuel y CASAS BAAMONDE, María Emilia. Derecho del Trabajo. 1998. Madrid. Edit.
CIVITAS. Pág. 499. En el mismo sentido SALA FRANCO, Tomás. “Derecho del Trabajo”. 1997. Madrid. Tirant
lo blanch. p. 771
37 PALOMEQUE LÓPEZ, Manuel-Carlos. “Derecho del Trabajo”. 1998. Salamanca. Editorial Centro de Estudios
Ramón Areces S.A. pp. 373-374.

57
 Que el tiempo transcurrido para su ejecución sobrepase el

legalmente hábil, aunque puede ser interrumpido38.

2.2. LA EXTINCIÓN DE LA RELACIÓN LABORAL:

Pueden encontrarse diferentes enfoques para el tratamiento de esta

materia: aspectos generales como el diseño y fundamentación de la opción

normativa y la clasificación de las causas de extinción; o temas específicos

como la estabilidad laboral, la causa justa o el despido, por ejemplo, en los

cuales el planteamiento no se ha circunscrito a aspectos estrictamente

jurídicos sino que ha recogido y se ha nutrido de consideraciones sociales,

económicas, políticas, culturales, entre otras, que han determinado y servido

de base para las opciones normativas.

Precisamente en el curso de los últimos años, el perú ha

experimentado sustanciales cambios en todas las áreas de la legislación

laboral: de 1996. en lo individual se ha producido una flexibilización en temas

sustantivos y formales; en lo colectivo, se ha dictado una nueva ley que

regula integralmente la sindicación, negociación colectiva, huelga y arbitraje;

y en el campo procesal, la Ley Procesal del Trabajo, en vigencia a partir del

23 de setiembre de 1996, ha sustituido a la legislación de 1980, acogiendo

nuevas bases y criterios de doctrina procesal y de reforma de la

administración de justicia.

38 PALOMEQUE LÓPEZ, Manuel-Carlos. Op. Cit. Pág. 374

58
También en la seguridad social se han producido cambios radicales

con la apertura del sistema a las administradoras privadas de fondos de

pensiones, la reforma institucional y administrativa del Instituto Peruano de

Seguridad Social y la modificación del régimen de salud a través del D.Leg.

887.

Todos estos cambios han tenido como marco de referencia la

Constitución Política de 1993, que modificó la concepción de los sistemas

económicos, de relaciones laborales y de seguridad social.

2.2.1. ALGUNOS ASPECTOS TEORICOS GENERALES:

A. La clasificación de las causas de extinción:

La doctrina postula diversas clasificaciones sobre la

extinción de la relación laboral. Una de las más difundidas

que el profesor PASCO (39) aplica a la legislación peruana

anterior a la LFE, es la reseñada por CABANELLAS (40) que

distingue entre causas derivadas del consentimiento de

ambas partes, ajenas a la voluntad de las partes, e

imputables a éstas.

39 Véase PASCO COSMOPOLIS, Mario. Extinción de la Relación Laboral en el Perú. Autores varios. En : La
Extinción de la Relación Laboral. Perspectiva Iberoame-ricana. AELE, 1987, Lima, Perú. Sentencia el profesor
PASCO en relación a la Ley 24514: nónimos, lo cual es incorrecto y trae negativas consecuencias.»
40 CABANELLAS, Guillermo. Contrato de Trabajo. Parte General. Volumen III. Editorial Bibliográfica OMEBA,
Buenos Aires, 1963, páginas 200 y ss.

59
Por su parte, SUAREZ GONZALES (41) con base en

el derecho común distingue entre extinción por

cumplimiento (decadencia del término y realización de la

condición) e ineficacia sobrevenida de mutuo disenso y

resolución por hecho sobrevenido que incluye

incumplimiento, excesiva onerosidad e imposibilidad.

También se distingue entre causas subjetivas u

objetivas según la terminación se origine en la voluntad de

las partes o en un hecho externo. Otras clasificaciones,

agrupan las causales en función de la parte a quien atañe la

causa, la voluntariedad en el origen de la causa y la

persona que toma la iniciativa extintiva (42).

Las clasificaciones tienen una finalidad didáctica pero

su aplicación a una legislación concreta permite analizar las

instituciones de modo coordinado y coherente. La LFE

puede encuadrarse en cualquiera de las clasificaciones

reseñadas -a diferencia de la Ley 24514- y se caracteriza

por establecer un listado general de las causas de

extinción, que deja abierta la posibilidad de agregar otras,

41 SUAREZ GONZALES, Fernando. La Estabilidad en el Empleo. En: Revista de Política Social. Nº70. Abril-
Junio 1966. Instituto de Estudios Políticos. España, páginas 245 y ss. También en La Terminación del Contrato
de Trabajo. Publicaciones del Real Colegio de España en Bologna. Madrid, 1970.
42 Véase por todos HERRERA, Enrique. Extinción de la Relación de Trabajo. Editorial Astrea, Buenos Aires,
1987, página 63 y ss. cita las clasificaciones de Manuel Alonso Olea, Rafael Caldera y Antonio Vásquez Vialard

60
como sucedió con la jubilación y el cese por necesidades

de funcionamiento de la LFE y con la terminación

automática por límite de edad de la Ley 26513.

B. La causa justa:

La protección de la legislación laboral se ha dirigido en el

campo de la terminación de la relación laboral (43) a restringir la

resolución discrecional del contrato de trabajo por parte del

empleador. Esta regulación de protección ha sido de dos tipos:

formal y sustantiva. En el primer tipo se encuentran las

exigencias de carácter formal o procedimental para el cese,

que varían desde un preaviso hasta las exigencias de

formalidad como requisito de validez ( 44), pasando por el

cumplimiento de requisitos de forma que sólo son ad

probationem; mientras que en el segundo tipo nos

encontramos ante la justa causa y la estabilidad (45).

43 La jurisprudencia francesa y belga acuñaron la teoría del abuso de los derechos desarrollada por Josserand
para limitar el derecho de denuncia del empleador en los contratos de trabajo. En esencia, este criterio
constituye un antecedente de la institución de la causa justa
44 GARCIA LOPEZ al referirse a la relación entre la causa del despido y la indemnización a cargo del
empleador señala: te obstativo». Para el autor, si el despido es un acto causal éste debería constituir un
elemento esencial para la existencia de la institución y su no acreditación conllevaría la nulidad del acto, Las
Consideraciones Jurídicas sobre el Despido. En Revista de Política Social, 1984.
45 No hay una secuencia unidireccional del desarrollo de la legislación de estabilidad ni menos aún un sistema
perfecto o la identificación entre el sistema de mayor protección con el mejor o más eficiente. Se trata en puridad
de opciones normativas y antes que evaluarse con criterio de o de debe recurrirse al criterio de conveniencia o
necesidad política, jurídica, económica, del mercado de trabajo

61
Casi la totalidad de las legislaciones reconocen la exigencia

de causa justa para la terminación del contrato de trabajo,

encontrándose en la legislación comparada términos como

"despido abusivo","socialmente justo","causa real y seria",,, .

En el Perú, la causa constituyó un requisito de validez del acto

de despido en el sistema de estabilidad laboral absoluta en el

que procedía, a elección del trabajador, la reposición

obligatoria; luego pasó a constituir un requisito de exclusión del

pago de la indemnización en el sistema de estabilidad relativa

de la Ley 26513.

En todo caso, la causa justa representa la base del sistema

de protección del empleo y de extinción de la relación laboral.

C. La estabilidad laboral:

La protección real a la conservación del empleo varía

según el sistema que adopte cada legislación encontrándose

así diversas formas de limitación, prohibición o admisión de la

decisión del empleador de poner término a la relación laboral.

Teniendo como fundamento el principio de continuidad y

el derecho al empleo, la doctrina postula la existencia de varios

sistemas de estabilidad sobre una idea-base que consista en

62
asumir que se trata de un principio en favor del trabajador para

la conservación de su empleo hasta que concurra alguna

causa que justifique la terminación.

En opinión del profesor DEVEALI (46) la estabilidad:

"consiste en el derecho del empleado a conservar el puesto de

trabajo durante toda su vida laboral (o sea, en el caso de existir

jubilaciones o pensiones por vejez o incapacidad, hasta cuando

adquiere el derecho a la jubilación o pensión), no pudiendo ser

declarado cesante antes de dicho momento, sino por causas

taxativamente determinadas».

Por su parte, MARTINS CATHARINO considera que: "es

la garantía de permanencia en un empleo asegurado a ciertas

especies de empleado, después de un determinado tiempo de

servicio en la misma empresa, consistente en la imposibilidad

jurídica de ser despedido".

.Teniendo en cuenta estas definiciones se han

establecido varias clasificaciones:

A.1. La clasificación tradicional.- Reconoce la

existencia de dos regímenes: el de estabilidad laboral absoluta

46 DEVEALI, Mario. Lineamientos del Derecho de Trabajo. Editorial Depalma. Buenos Aires, Argentina. 1963

63
y el de estabilidad laboral relativa, que se distinguen en función

de la sanción de validez o invalidez del despido injustificado.

 Estabilidad laboral absoluta.- PLA RODRIGUEZ,

siguiendo la clasificación de DEVEALI y DE LA

FUENTE - que retoma ERMIDA URIARTE (47) -

entiende por estabilidad absoluta aquélla que se

configura cuando la violación patronal del derecho

del trabajador a conservar el empleo, ocasiona la

nulidad del despido y, la consecuente

reincorporación del trabajador, así como el cobro de

los salarios generados entre el despido nulo y la

efectiva reincorporación. La estabilidad absoluta se

caracteriza por asegurar la reincorporación efectiva

del trabajador sin que el empleador pueda negar

ese reingreso.

 Estabilidad laboral relativa.- Se configura cuando,

afectado el derecho a conservar el empleo, no se

garantiza la reinstalación efectiva del trabajador. La

doctrina acepta dos sub-tipos de estabilidad

relativa: a) Estabilidad relativa propia: considera

47 PLA RODRIGUEZ, Los Principios del Derecho del Trabajo. Editorial Depalma, Buenos Aires, 1978. Véase
Deveali, Mario. Lineamientos.... De la Fuente, Horacio, Principios Jurídicos del Derecho a la Estabi-lidad y
Ermida Uriarte, Oscar, La Estabilidad del Trabajo. Protección real o ficticia.

64
nulo el acto de despido pero ante la imposibilidad

de obligar compulsivamente al empleador a la

reinstalación real, ésta no se produce. Siendo nulo

el acto de despido, no causa efectos,

entendiéndose que el contrato se mantiene

subsistente con el derecho del trabajador a percibir

los salarios que se devenguen desde la fecha del

despido hasta la terminación del contrato. El

trabajador continúa a las órdenes de su empleador,

con derecho a percibir las remuneraciones y

créditos laborales, aunque no se proceda a su

reincorporación efectiva. En los dos sistemas de

estabilidad (absoluta y relativa propia), el empleador

no tiene el derecho de despido sin justa causa, ya

que se parte de una prohibición del despido

injustificado sancionándolo con nulidad. El acto de

despido constituye aquí un acto causal, pues la

existencia de la causa determina su validez y la

falta de ésta trae como consecuencia su nulidad.

 Estabilidad relativa impropia.- Aquel sistema donde

el acto de despido ilícito no se anula, sino que se

sanciona pecuniariamente a través de varios tipos

65
de indemnización. Con claridad señala PLA

RODRIGUEZ (48). La terminación injustificada surte

efectos extintivos aunque sujetándola al pago de

una indemnización. El trabajador despedido sin

justa causa asume la condición de acreedor de una

obligación que consiste en el cobro de la

indemnización correspondiente por el despido.

Precisamente MARTINS CATHARINO (49) acuña el

término para referirse a las medidas que limitan el

derecho potestativo del empleador al despido, pero

que no niegan el derecho del empleador a despedir.

A.2. La estabilidad y la tendencia a la estabilidad: en

una segunda clasificación.-RUSSOMANO (50) niega las

categorías anteriores expresando que: "De acuerdo con esa

acepción, la estabilidad puede ser subdividida en estabilidad

relativa o impropia y estabilidad absoluta o propia. En el primer

caso, el despido se traduce sólo en un obstáculo a través de la

obligación de indemnizar. En el segundo caso, el despido es

48 PLA RODRIGUEZ, Américo. Los Principios del Derecho del Trabajo. Obra citada
49 Por su parte, las buscan eliminar el derecho del empleador a obtener el desligamiento definitivo del
empleador. Véase en MARTINS CATHARINO, José. La Estabilidad en el Empleo. En: Revista de Política Social
Nº70. Abril - Junio 1966. Instituto de Estudios Políticos
50 RUSSOMANO, Mozart Victor. La Estabilidad del Trabajador en la Empresa. Universidad Nacional Autónoma
de México. 1983

66
evitado por el reconocimiento del derecho a la reinstalación del

trabajador injustificadamente despedido»(...)

Con esta concepción, la estabilidad es la negación de la

prerrogativa patronal de despedir sin causa y así, la estabilidad

es absoluta o no es estabilidad. Si el empleador despide

injustamente la única consecuencia es la invalidez del acto.

En esta línea se ubica el profesor MURGAS (51) al

expresar que los supuestos para que efectivamente se

presente un régimen de estabilidad son tres: la nulidad del

despido injustificado, la opción por parte trabajo del trabajador

de la reinstalación y la existencia de mecanismos procesales

que aseguren el cumplimiento de la orden de reinstalación. Si

no se dan estos tres requisitos no se configura un régimen de

estabilidad sino uno que tiende a ella.

A.3. Los grados de protección del empleo. Así, en los

sistemas donde se declara nulo el despido, el empleador no

tiene el derecho a despedir sin causa, es decir, la causa

constituye elemento de validez del acto. A su turno, en los

sistemas donde se acepta la eficacia del despido incausado se

51 MURGAS, Rolando. La Terminación de la Relación de Trabajo en el Derecho Panameño. En: La Extin-ción


de la Relación Laboral. Autores varios. Obra citada

67
asume que el empleador puede despedir aunque sujeto a

limitaciones o sanciones pecuniarias.

Sin embargo, cada sistema positivo tiene sus propias

particularidades y matices admitiendo una idea-base de

protección contra el despido arbitrario. En realidad, la

regulación de protección del empleo es variadísima, como lo

evidencia la existencia de diferentes opciones normativas sobre

el tema. Por tal razón, es más conveniente hacer referencia a

los sistemas positivos con diversos grados de protección a la

estabilidad o al empleo.

Esta es la línea que asume la Constitución de 1993 que

reserva a la ley la regulación de la protección contra el despido

arbitrario. Crea un marco general, flexible, en el que tienen

cabida no una sino varias opciones normativas, con distinto

grado de intensidad de protección

2.2.2. LA REFORMA LABORAL EN EL PERU : CRITERIOS DE


DISTINCION:

La modificación se ha producido en todas las áreas del derecho

del trabajo asumiendo un signo distintivo en cada una:

A. La Reforma en el Derecho Individual del Trabajo: La


Flexibilización

68
A.1. En cuanto a la contratación.- El acceso de la población

económicamente activa al mercado de trabajo se realiza a través de

dos vías: la laboral con la apertura a las modalidades de contratación

modal y la no laboral como la capacitación laboral y la intermediación

de empresas de servicios y cooperativas de trabajadores (52).

a) Contratación laboral.- La apertura a nuevas causales de

contratación temporal ya se había producido con anterioridad a

la LFE (D.S.077-90-TR, Rgto. D.L.18138) aunque manteniendo

el principio de indeterminación de los contratos: se produjo una

ampliación de las modalidades de contratación temporal -

propiamente flexibilización pero conservando la temporalidad

como excepción. Posteriormente, la LFE consolidó la

regulación y distinguió las modalidades de contratación,

procedencia y formalidad.

La Ley 26513 flexibilizó aún más la contratación temporal

ampliando los plazos de contratación y haciendo más célere el

procedimiento de registro de los contratos.

b) Contratación no laboral.- La capacitación prelaboral tiene

tres figuras jurídicas: formación laboral juvenil, prácticas pre-

profesionales y aprendizaje; se inicia con el D.S.064-90-TR y

52 Se asume como no laboral en su relación con la empresa.

69
consolida con la LFE. La flexibilización se aprecia con

evidencia en el D.Leg. 855, que amplía los porcentajes

mínimos y los casos de contratación.

Situación similar de flexibilización se produce con la


intermediación laboral a través de la reciente reforma laboral
del D.Leg. 855, que amplía los porcentajes permitidos. (53)

A.2. En cuanto a la ejecución del contrato de trabajo.- Se han

producido importantes modificaciones en el tema de jornada de

trabajo, horarios y trabajo en sobretiempos (D.L. 26136 primero y el

D.Leg. 854 después) otorgando mayores facultades al empleador y

legitimando algunos supuestos de alteración de la relación laboral. El

D.Leg. 854 permite la modificación de los horarios de trabajo hasta

por una hora, además de la modificación y compensación de

jornadas.

También se ampliaron las facultades del empleador que

derivan de la subordinación. En un primer momento se admitieron las

clásicas facultades de dirección, normativa y disciplinaria,(art. 42º

LFE); luego la Ley 26513 contempló supuestos de alteración como la

modificación de turnos, días y horas de y el jus variandi.

53 El D.Leg. 855 elimina el límite porcentual para los servicios complementarios y amplía a 50% el porcentaje
permitido para los servicios temporales.

70
Además, la Ley 26513 introdujo la figura del pacto de

remuneración integral, en virtud del cual el empleador puede acordar

todos los beneficios legales y convencionales del trabajador con

carácter anual. Inicialmente sólo era permitido para el personal de

dirección y con el D.Leg.855 se amplió para cualquier trabajador con

un ingreso mensual de por lo menos 2 UIT.

A.3. En cuanto a la extinción de la relación laboral.- La

modificación se ha producido en tres etapas:

La primera se inicia con la LFE que relativizó la estabilidad al

conceder al Juez la posibilidad de sustituir para determinados

trabajadores la orden de reposición por el pago de una indemnización

en los casos en que por las circunstancias no fuera posible mantener

las condiciones previas al despido (Art.72º). La segunda etapa se

inicia con la Constitución de 1993 que a través del artículo 27º, crea

un marco general que puede acoger varios sistemas de protección

contra el despido arbitrario. En un tercer momento se dicta la Ley

26513 que modifica el régimen al pasar de una estabilidad absoluta -

relativizada con la LFE - a un régimen de estabilidad relativa o,

utilizando la clasificación que hemos propuesto, a un régimen de

menor intensidad de protección contra el despido arbitrario, en el que

la reparación ante el despido arbitrario consiste en el pago de la

71
indemnización, manteniendo la reposición en los casos de despido

nulo.

En cuanto el cese colectivo se ha flexibilizado el procedimiento

tanto en la LFE, la Ley 26513 y también en el D.Leg.855. En suma,

las reformas producidas en las normas laborales sobre derecho

individual del trabajo tienen como característica una flexibilización

porque se produce de modo horizontal sobre todas las áreas del

derecho individual: contratación, ejecución del contrato y su extinción,

además de introducir nuevas reglas sobre capacitación e

intermediación. En algunos casos, la flexibilización es de adaptación

porque modifica la regulación sin alterar la institución, mientras que en

otras puede calificarse de desreguladora.

B.- La reforma procesal: La posición del Juez en el proceso

y la admisión de otras formas de solución de las controversias

jurídicas.

Se advierte un cambio sustancial en la legislación con la

entrada en vigencia de un nuevo texto procesal para los reclamos

laborales (Ley 26636). La nueva regulación hace recaer la

responsabilidad del proceso en las propias partes y, especialmente,

en el Juez, que asume un rol activo y protagónico en el proceso

laboral. A diferencia del régimen anterior, el Juez tiene ahora

72
obligación de participar directamente en el juicio, debe conocer a las

partes, sus posiciones, los hechos, puede proponer conciliaciones y

una serie de facultades.

Por otro lado, y en el interés de obtener celeridad en la

resolución de los casos, la ley permite a las partes optar por la

conciliación y el arbitraje en las controversias jurídicas, en forma

alternativa a la solución judicial.

2.2.3. LA REFORMA LABORAL EN LA EXTINCION DE LA

RELACION LABORAL:

Puede ser enfocado desde dos planos: el cese individual y el

cese colectivo.

A. El Decreto Legislativo 728:

En cuanto al cese individual.- la LFE amplió las causas

de extinción de la relación laboral para comprender al despido

por defectos de capacidad, y no sólo al cese por defecto de

conducta, siguiendo así el esquema propuesto por el convenio

158 de la OIT.

En cuanto a la posibilidad del despido la LFE relativizó

las exigencias al diferenciar entre las formalidades esenciales y

73
no esenciales, otorgando al Juez la posibilidad de entrar a

revisar la justificación del cese si no se afectaba

sustancialmente la finalidad y fundamentos de la formalidad

(conocimiento de la situación evitando la indefensión del

trabajador, fijación de los temas del despido e inicio de la

prescripción o caducidad). Asimismo, en relación a la

estabilidad laboral, la LFE introdujo un matiz de flexibilización al

admitir la posibilidad judicial de variación de la reposición por el

pago de una indemnización por despido.

En el plano colectivo.- La LFE marcó una diferencia

conceptual entre el despido y el cese colectivo que la Ley

24514 había confundido. La diferencia es tan radical que en la

LFE el cese colectivo es considerado como una causa de

extinción distinta al despido y regula especialmente los

supuestos del cese colectivo, que son las causas objetivas.

Adviértase que en el cese colectivo el empleador se somete a

la decisión de la Autoridad de Trabajo y no actúa en forma

directa.

Asimismo, se reguló un procedimiento especial que

flexibilizaba el anterior contemplado en la Ley 24514.

74
B. La Constitución de 1993

La Constitución modificó radicalmente la norma y

contenido del artículo 48º de la Constitución de 1979 por una

fórmula más genérica y omnicomprensiva. Dice el artículo 27º: .

La norma privilegia la posición anotada en relación a la

existencia de niveles o grados de intensidad de la protección

contra el despido arbitrario, que pueden ser acogidos por la ley.

C.- La Ley 26513:

En materia de cese individual varió el régimen de

estabilidad laboral de una absoluta a una relativa -en la

clasificación tradicional de la estabilidad laboral- al sancionar el

despido arbitrario con el pago de una indemnización y no con la

reposición, la que sólo se mantenía para el caso de los

despidos discriminatorios que la LFE denomina nulos.

En materia de cese colectivo, la reforma incidió en

aspectos formales al flexibilizarse el procedimiento, pero la

concepción del cese colectivo como pretensión del empleador

sujeto a decisión definitiva de la Autoridad de Trabajo se

mantuvo. El punto de debate lo constituyó la figura del silencio

75
administrativo positivo, en el que el transcurso del tiempo

importaba la aprobación ficta de la solicitud del empleador (54).

2.3. LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA LABORAL:

Aplicando lo anterior al área laboral, podemos señalar que los

derechos laborales prescriben en el plazo que la ley de la materia señale,

por lo que transcurrido dicho plazo el titular del derecho sólo podrá obtener

el cumplimiento del mismo si el deudor renuncia a dicha prescripción y

efectúa el pago o si se produce una situación de acreencias mutuas que

permitan oponer una compensación de créditos.

Sin embargo, el tema no está exento de debate: el Derecho del

Trabajo posee como principio especial el denominado “Irrenunciabilidad de

derechos”, el mismo que establece que un trabajador no puede

desprenderse válidamente de aquellos derechos que le son otorgados por

las normas laborales con carácter de necesarios o mínimos. El fundamento

de dicho principio es la constatación de la situación de subordinación que

el trabajador mantiene respecto al empleador, presumiéndose que todo

acto de renuncia tiene su causa en presiones del patrono aceptadas por

necesidad. Consideramos que esta argumentación, si bien muchas veces

54 Advertíamos en relación al silencio administrativo positivo que tenía antecedentes en sede laboral en la
suspensión por caso fortuito o fuerza mayor, de acuerdo con el artículo 48° de la LFE. En caso fortuito o fuerza
mayor el empleador da por suspendida la relación laboral y se somete a una inspección del Ministerio de
Trabajo en la que se verifique la causal invocada. Si esta se verifica no se dicta resolución alguna; si, por el
contrario, no se acredita el hecho obstativo, la Autoridad ordena la reanudación de las actividades

76
es verificable en la realidad, encuentra su límite en la propia duración de la

relación laboral, pues una vez extinguida ésta no podría hablarse de

situaciones de coacción que deban ser aceptadas para conservar un

empleo, toda vez que precisamente el empleo ya no existiría. En tal

sentido, preferimos sustentar el carácter irrenunciable de los derechos

laborales en el orden público, principio que informa y da contenido a todo el

sistema jurídico.

Es preciso señalar que no todo derecho laboral es irrenunciable: la

doctrina italiana señala que existen derechos disponibles (emanadas de

leyes derogables) y derechos indispensables (originadas en leyes

inderogables); por su parte la doctrina española acuñó los términos

“derecho necesario absoluto” (indisponible en cualquier sentido), “derecho

necesario relativo” (indisponible hacia abajo pero disponible hacia arriba) y

“derecho dispositivo” (disponible en cualquier sentido)55. La

irrenunciabilidad de un derecho laboral, pues, estará en función de su

carácter de necesariedad (absoluta o relativa). Por otra parte, la

irrenunciabilidad no es patrimonio exclusivo del Derecho del Trabajo,

nuestra codificación civil establece la irrenunciabilidad de una serie de

derechos (entre otros el derecho a prescribir y el derecho a pedir

55 Para una profundización del tema sugerimos la lectura del texto “El principio de la irrenunciabilidad de los
derechos laborales” de DE LA VILLA GIL (recogido en NEVES MUJICA, 1998, pp. 223-236)

77
alimentos), sustentando dicha prohibición en que la renuncia a tales

derechos atenta contra el orden público.

Si ello es así, si existen derechos laborales considerados

irrenunciables, la posibilidad de que tales derechos queden desprotegidos

por la producción de la prescripción extintiva equivaldría a un

contrasentido, pues por una parte el ordenamiento impide que el acreedor

pueda por sí mismo disponer del derecho pero otorga al transcurso del

tiempo la capacidad de anular la coercitividad del mismo. Esta observación

ha llevado a un sector de la doctrina (PLA RODRIGUEZ y SARTHOU entre

otros) a postular la imprescriptibilidad de los derechos laborales, toda vez

que el no ejercicio de la acción durante un lapso de tiempo determinado

implicaría una renuncia tácita que el ordenamiento no debería amparar,

pues de lo contrario se estaría avalando indirectamente aquello que no

sería válido de otro modo56. Esta opinión no es privativa del Derecho del

Trabajo sino una derivación de la doctrina tradicional civilista que,

ocupándose de la prescripción civil, postuló como fundamento de aquélla la

existencia presunta de una renuncia a ejercitar la acción materializada en

la inacción del acreedor57; si bien tal opinión doctrinaria ha sido superada

56 SARTHOU, citado por RASO DELGUE, señala que “si no es posible renunciar expresamente a las normas
del derecho del trabajo no puede ser válida la renuncia tácita que, en esencia, es la prescripción en tanto
inacción mantenida por el plazo que establece la ley”. RASO DELGUE, Juan. “La prescripción de las acciones
laborales”. (En: FERRO y GARCIA, 1993, pp. 183-184)
57 Al respecto, señala VIDAL RAMIREZ que “la doctrina tradicional solía exponer un fundamento de carácter
subjetivo y otro de carácter objetivo. Por el fundamento subjetivo, se explicaba la prescripción mediante una

78
en el campo civil (entendiéndose hoy que la prescripción es un efecto

jurídico del transcurso del tiempo), su importancia se mantiene latente en el

campo laboral: la inacción no sólo constituye una renuncia a ejercitar la

acción sino que la prescripción constituiría una renuncia al derecho mismo.

A nuestro juicio, la prescripción extintiva no vulnera la

irrenunciabilidad de derechos laborales, dado que sus efectos se producen

sólo en vía de defensa. Si el deudor de la obligación laboral deduce la

excepción de prescripción es porque el trabajador acreedor ha accionado

contra él en procura del cobro de su crédito, y si éste lo ha hecho implica

que no ha renunciado a su derecho.

Pese al debate, la prescripción de las acciones derivadas de una

relación laboral constituye un lugar común en el Derecho Comparado.

Nuestra legislación no es la excepción, pues regula expresamente la

extinción de la acción si se produce una situación de inacción del titular de

un derecho que tenga origen en una relación de trabajo, tomando partido

por la validez de la prescripción de derechos laborales; sin embargo, esta

regulación es parcial, por lo que las omisiones en que incurre la

normatividad laboral al regular la institución obliga a nuestros tribunales a

aplicar supletoriamente las normas de nuestra codificación civil, aunque

presunción legis de renuncia del titular del derecho a ejercitar la acción y, por el objetivo, en la necesidad de
dotar de seguridad a las relaciones jurídicas” (VIDAL, 1996; p. 82)

79
con las restricciones propias de la naturaleza tuitiva del Derecho Laboral

conforme analizaremos más adelante.

Finalmente, como quiera que la prescripción extintiva es una

institución jurídica originaria del Derecho Civil, su recepción y regulación en

el ordenamiento laboral se revela sumamente deficiente por

desconocimiento de sus alcances. Un claro ejemplo lo constituye el

conjunto de disposiciones sobre dicha materia contenidas en el

Anteproyecto de la Ley General de Trabajo, actualmente en discusión, que

fue elaborado por una comisión de expertos conformada por seis

prestigiosos laboralistas, de indudable autoridad y solvencia en el área de

su desempeño profesional pero de un comprensible desconocimiento de la

naturaleza, características y límites del instituto civil de la prescripción que

se han visto precisados a receptar.

2.4. ACTUACIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN:

Se asume doctrinariamente que el ejercicio jurisdiccional de las

acciones laborales, como el de toda clase de acciones, ha de efectuarse

dentro de un plazo determinado, pues los derechos decaen o se pierden con

el paso del tiempo.

80
En este orden de ideas, la prescripción se instrumenta procesalmente

como una excepción, que el deudor podrá invocar en un proceso judicial 58,

es decir, como un mecanismo de defensa procesal que el empleador

demandado puede utilizar con la finalidad que el Poder Judicial declare

improcedente la demanda planteada en su contra al haber prescrito la acción

del trabajador respecto a los derechos reclamados.

En nuestro ordenamiento procesal, la prescripción extintiva se

encuentra recogida en el inciso 12 del artículo 446° del Código Procesal

Civil59 como un medio de defensa reconocido a favor del demandado para

oponerse a la demanda interpuesta en su contra.

De ello puede afirmarse que la prescripción tiene que ser

necesariamente invocada y fundamentada por la parte demandada en el

proceso no teniendo la autoridad jurisdiccional facultades para determinar la

prescripción de una acción de forma unilateral.

2.5. APLICACIÓN DE LOS PLAZOS PRESCRIPTORIOS DE

DERECHOS LABORALES EN EL PERÚ:

En el Perú, sucesivos cambios legislativos han determinado la

modificación de los plazos prescriptorios para la exigibilidad de los derechos

58 SALA FRANCO, Tomás. “Derecho del Trabajo”. 1997. Madrid. Tirant lo blanch. p. 771
59 Aplicable supletoriamente al proceso laboral de acuerdo a lo establecido por la tercera disposición
derogatoria, sustitutoria y final de la Ley Procesal del Trabajo

81
laborales. Así, las diferentes normas que han regulado este derecho y los

plazos de prescripción en ellas establecidos han sido las siguientes:

 Constitución de 1979 vigente desde el 15 de agosto de 1979. Plazo

de prescripción: 15 años desde la terminación de la relación laboral.

 Código Civil de 1984, aplicable al ámbito laboral desde que la

Constitución de 1993 sustituyó a la de 1979, es decir, desde el 30 de

diciembre de 1993. Plazo de prescripción: 10 años desde que el

derecho resultaba exigible.

 Ley N° 26513 del 28 de julio de 1995. Plazo de prescripción: 3 años

desde que el derecho resulte exigible.

 Ley N° 27022 del 23 de diciembre de 1998. Plazo de prescripción: 2

años desde el término de la relación laboral.

 Ley Nº 27321 de julio del 2000. Plazo de Prescripción: 4 años desde

el término de la relación laboral.

Ante esta sucesión de normas laborales, resulta indispensable

establecer el plazo de prescripción aplicable a cada caso concreto,

dependiendo esto del momento en que el derecho resultó exigible y la norma

aplicable en cada momento. Para este fin, debemos tener presente la

aplicación de un precepto que regula justamente el supuesto de sucesión de

normas prescriptorias.

82
Este es el artículo 2122° del Código Civil, el cual es aplicable en el

ámbito laboral de acuerdo a la Primera Disposición Complementaria,

Transitoria, Derogatoria y Final del Decreto Supremo N° 01-96-TR,

Reglamento del Texto Único Ordenado de la Ley de Fomento del Empleo. El

referido artículo señala lo siguiente:

“Artículo 2122°.- La prescripción iniciada antes de la vigencia de este

Código, se rige por las leyes anteriores. Empero, si desde que entra en

vigencia, transcurre el tiempo requerido en él para la prescripción, ésta surte

su efecto, aunque por dichas reglas se necesitare un lapso mayor.”

Interpretando los alcances de esta norma al ámbito laboral, el Pleno

Jurisdiccional de las Salas Laborales de las Cortes Superiores de Lima

acordó por unanimidad que el plazo de prescripción se computa conforme a

la norma vigente al momento que la obligación sea exigible, salvo que por

norma posterior se estipule un plazo distinto, en cuyo caso la prescripción

operará en el que venza primero.

En otras palabras, si al entrar en vigencia una nueva norma el saldo

del plazo prescriptorio establecido por la antigua (computado desde que el

derecho es exigible) es mayor al nuevo plazo (computado desde la fecha en

que entra en vigencia la nueva norma) se aplica la nueva norma, pero si el

saldo es menor se aplica la antigua norma.

83
Teniendo en consideración estos dispositivos podemos señalar los

siguientes supuestos de aplicación de las normas:

Caso 1.

Si un trabajador cesó el 30 de octubre de 1980 y se le adeudaba

beneficios sociales, el plazo para accionar se extendía hasta el 30 de

octubre de 1995, pese a que el 30 de diciembre de 1993 empezó a regir el

plazo de prescripción de 10 años del Código Civil. En este caso, y por

aplicación del artículo 2122° del Código Civil, el plazo prescriptorio se regula

por la Constitución de 1979 pese a que este el Código Civil señaló un plazo

menor.

Caso 2.

Si un derecho resultó exigible desde el 15 de agosto de 1990,

inicialmente tendría como fecha de cumplimiento del plazo prescriptorio de la

acción el 15 de agosto del año 2005, según la Constitución de 1979. Sin

embargo, al 30 de diciembre de 1993 resultó aplicable el Código Civil, con lo

cual el plazo prescriptorio vencería el 30 de diciembre del 2003. Dado que

esta fecha es anterior a la del cumplimiento del plazo antiguo, en este caso

se aplicaría el nuevo plazo, con lo cual la acción laboral prescribiría el 30 de

diciembre del 2003.

84
Sin embargo, el 28 de julio de 1995 se dictó la Ley N° 26513 en la que

se estableció un plazo de prescripción de 3 años que se computan desde el

28 de julio de 1995, el mismo que se cumplió el 28 de julio de 1998. De esta

forma, en este caso, al vencerse esta última fecha antes que la anterior (30

de diciembre del 2003), el nuevo plazo sustituye al anterior y la prescripción

habría ocurrido el 28 de julio de 1998.

Caso 3.

Si un derecho fuera exigible desde el 1° de diciembre de 1993, el

plazo de prescripción sería el señalado por el Código Civil, es decir 10 años,

con lo cual la acción laboral prescribiría el 1° de diciembre del 2003. Pero

como desde el 28 de julio de 1995 el plazo de prescripción se acortó a 3

años que se cumplieron el 28 de julio de 1998 y a esa fecha aún no ha

vencido el plazo antiguo plazo, se aplica el plazo de 3 años.

Caso 4.

Si un derecho fuera exigible a partir el 30 de octubre de 1998 el plazo

prescriptorio sería de 3 años de acuerdo a la Ley N° 26513 y vencerá el 30

de octubre del 2001. Pese a que con fecha 23 de diciembre entró en

vigencia el plazo de prescripción de dos años desde extinguido el vínculo

laboral establecido por la Ley N° 27022, de acuerdo a esta propia ley, la

prescripción iniciada antes de la vigencia de la misma se regirá por la ley

85
anterior, es decir, la Ley N° 26530, con lo cual, y como ya lo hemos

señalado, en el caso planteado el plazo de prescripción vencerá el 30 de

octubre del 2001.

Luego de presentar y analizar estos casos por aplicación de las

normas y criterios señalados anteriormente, y siguiendo el esquema

propuesto por Javier Neves, podemos sostener lo siguiente:

 Las acciones de cobro de todos aquellos derechos laborales que

resultaron exigibles hasta el 23 de diciembre de 1995 ya han prescrito

el 23 de diciembre de 1998, fecha en que se publicó la Ley N° 27022.

 Las acciones de cobro de los derechos laborales exigibles hasta el

día 23 de diciembre de 1998 prescriben el día 23 de diciembre del

2001, pues la Ley N° 27022 establece que la prescripción iniciada

antes de la vigencia de esta ley se rige por la norma anterior, es decir,

la Ley N° 26523.

 Las acciones de cobro de todos aquellos derechos laborales exigibles

desde el 24 de diciembre de 1998 prescribirán a los dos años de

extinguida la relación laboral que originó tales derechos.

Resulta importante señalar que el Ministerio de Trabajo y Promoción

Social, a través de una publicación interna denominada “Notas Laborales”,

presenta una interpretación coincidente con la sustentada en el presente

informe. De este modo, y tal como se señala en la página 4 de este

86
documento, “TODOS LOS DERECHOS O BENEFICIOS LABORALES

RECLAMABLES AL 28 DE JULIO DE 1995 PRESCRIBIERON EL 28 DE

JULIO DE 1998, pues a esa fecha transcurrió el nuevo plazo de prescripción

(tres años) vigente, sin importar que reste un plazo mayor de acuerdo a la

norma anterior”60.

Si bien esta afirmación no constituye una opinión oficial del referido

Ministerio, consideramos que constituye un elemento importante que puede

ser utilizado por las empresas al momento de sustentar la prescripción de

derechos laborales.

2.6. POSICIÓN DE LA JURISPRUDENCIA PERUANA:

A pesar de lo señalado anteriormente, la posición actual de la

jurisprudencia peruana ha sido contraria al contenido de las normas vigentes

sobre el tema.

Para efectos del presente informe conviene señalar dos

pronunciamientos judiciales: la sentencia recaída en el expediente N° 802-

96-PIURA emitida por la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte

Suprema de Justicia con fecha 6 de octubre de 1997 y la sentencia recaída

en el expediente N° 4886-96-BS-A emitida por la Segunda Sala Laboral de

la Corte Superior de Justicia de Lima con fecha 21 de diciembre de 1998.

60 “NOTAS LABORALES. Una publicación Interna del MTPS” Número 0, Semana 1, marzo de 1999. Pág. 4

87
En ambas sentencias se considera que los adeudos a cargo del

empleador (CTS, vacaciones y otros beneficios) sólo pueden prescribir tres

años después de que tales derechos resulten exigibles, considerando

inexplicablemente que se entienden exigibles a partir del momento del cese

de la relación laboral.

Este criterio jurisprudencial (que resulta a todas luces contrario al

contenido del texto expreso de la Ley N° 26513 que establece, como ya lo

hemos señalado, un plazo de prescripción de tres años desde que el

derecho resulta exigible) constituye en nuestro ordenamiento jurídico una

llamada “sentencia normativa”, es decir, un pronunciamiento judicial que se

configura como un precedente vinculante, cuando en él se interprete una

norma aplicable de carácter general y, en este caso, la interpretación dada a

la norma será obligatoria para todos aquellos casos en que la norma esté

involucrada61. La norma que regula estas “sentencias normativas” en el

Perú es el artículo 22° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, la cual

establece la obligatoriedad del precedente generado por las ejecutorias que

fijan principios jurisprudenciales emitidas por las Salas Especializadas de la

Corte Suprema, las que deben ser invocados por los magistrados de todas

las instancias judiciales, cualquiera que sea su especialidad.

61 NEVES MUJICA, Javier. “Introducción al Derecho del Trabajo”. ARA Editores. 1997. Lima. p. 89

88
Sin embargo, consideramos que, de acuerdo a lo señalado por el

propio artículo 22° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el carácter de

“precedente vinculante” de estas sentencias resulta relativo, en la medida

que, de forma excepcional, otros fallos de la misma Corte Suprema y las

instancias inferiores pueden excepcionalmente apartarse de su propio

criterio jurisprudencial señalando en forma expresa el precedente que deja

de ser obligatorio y de los fundamentos que invocan. De este modo, no está

cerrada la posibilidad que este criterio jurisprudencial pueda ser modificado

por la nueva Sala Transitoria de Derecho Constitucional y Social de la Corte

Suprema de Justicia o que las instancias inferiores a ésta puedan apartarse

de lo establecido en las sentencias señaladas líneas arriba.

89
3.- EL TRATAMIENTO LEGISLATIVO DE
LA PRESCRIPCIÓN DE ACCIONES EN EL
ORDENAMIENTO LABORAL PERUANO

3.1. PROEMIO:

En la última década se produjo una sucesión continua de

regulaciones respecto al término prescriptorio de las acciones derivadas de

una relación laboral, lo cual ha llevado a la aplicación ultractiva de una o

más de ellas dentro de una misma relación jurídica.

Asimismo, se encuentra en trámite un proceso de reforma laboral

dirigida a contar con una codificación del trabajo; fruto de dicho esfuerzo se

halla en discusión el Anteproyecto de la Ley General de Trabajo que

90
contiene entre sus disposiciones algunas relacionadas a la prescripción

extintiva.

3.2. PLAZO Y CÓMPUTO DE LA PRESCRIPCIÓN LABORAL:

La Constitución de 1979 establecía en su artículo 49º que la acción

de cobro de las remuneraciones y beneficios sociales de los trabajadores

prescribía a los quince años. La norma no establecía fecha de inicio del

cómputo, pero en vista que el Código Civil de 1936 -entonces vigente-

establecía que la prescripción de derechos laborales para ciertos casos de

vínculo subordinado se computaba a partir del cese de la relación jurídica,

la jurisprudencia se inclinó por la interpretación que señalaba que los 15

años debían computarse a partir del cese del trabajador. Este criterio no

fue variado con la expedición del Código Civil de 1984, pese a que éste

señala que la prescripción empieza a correr a partir de la exigibilidad del

derecho.

La entrada en vigencia de la Constitución de 1993 (01/01/94) trajo

cambios en materia de prescripción laboral, dado que su articulado no

contiene ninguna disposición sobre la misma. Esta situación obligó a

nuestra jurisprudencia a aplicar supletoriamente el artículo 2001 inciso 1

del Código Civil, que establece en 10 años el plazo de prescripción para las

acciones personales, computándose dicho término a partir de la exigibilidad

del derecho (artículo 1993º).

91
Esta es, asimismo, la postura de RUBIO CORREA, quien señala que

“la verdadera norma general para las acciones emergentes del Derecho

Civil, sería la contenida en el inciso 1 del artículo 2001, con un plazo de

prescripción de diez años. Toda acción que no pueda ser incluida en los

casos específicos, tendrá que ser referida a dicha norma general”62.

Posteriormente se dictó la Ley Nº 26513 (27/07/95), que modificando

al Decreto Legislativo Nº 728 (Ley de Fomento del Empleo) estableció un

nuevo plazo prescriptorio: tres años a partir de la exigibilidad del derecho.

Dicha modificatoria fue recogida en el TUO de la Ley de Fomento del

Empleo (primero en el D.S. Nº 005-95-TR, y finalmente en el D.S. Nº 003-

97-TR). Para regular la sucesión normativa, el vigente Reglamento de la

Ley de Fomento del Empleo (D.S. Nº 001-96-TR) estableció en su Primera

Disposición Complementaria la aplicación del artículo 2122º del Código

Civil, el mismo que señala que la prescripción iniciada antes de la vigencia

de la ley se rige por la legislación anterior, pero que si transcurre el nuevo

período de prescripción conforme a la nueva ley, ésta surtirá sus efectos

aún cuando la legislación anterior concediera un plazo mayor63.

62 RUBIO, 1989. p. 89.


63 NEVES MUJICA señala para la sucesión normativa una regla más clara que la propia redacción del artículo
2122º del Código Civil: “si al entrar en vigencia la nueva norma, el saldo del plazo prescriptorio establecido por la
antigua (computado desde que el derecho es exigible) es mayor al nuevo plazo (computado desde la fecha en
que entra en vigencia la nueva norma), se aplica la nueva norma; pero si dicho saldo es menor, se aplica la
antigua norma”

92
A nuestro juicio tal disposición (la que ordena la aplicación del plazo

menor) infringe el principio de irretroactividad de las leyes, que por lo

demás en nuestro ordenamiento se halla constitucionalizado, pues a su

amparo se permite que bajo ciertas circunstancias situaciones jurídicas

preexistentes a la expedición de la nueva norma prescriptoria sean

reguladas por ésta si el plazo previsto en la norma originaria es mayor.

Debemos reconocer, sin embargo, que tal disposición no ha sido materia

de controversia en la doctrina nacional.

El 22/12/98 se promulgó la Ley Nº 27022, que estableció como plazo

de prescripción dos años computados a partir del día siguiente al cese del

trabajador. Adicionalmente, derogó expresamente al dispositivo sobre

prescripción contenida en el TUO de la Ley de Fomento del Empleo, con lo

que tácitamente derogó también a la Primera Disposición de su

Reglamento que disponía la aplicación del artículo 2122° del Código Civil.

Finalmente, estableció que la prescripción iniciada antes de su vigencia se

encuentra regida por la legislación anterior. Esto significa que a partir del

22/12/98 quedó sin efecto la aplicación del plazo prescriptorio menor en

caso de sucesión normativa.

Finalmente, el 22/07/2000 se publicó la vigente Ley Nº 27321, que

amplía el término prescriptorio a cuatro años contados desde la extinción

de la relación laboral, deroga expresamente a la Ley N° 27022 y señala

93
que la prescripción iniciada antes de su vigencia se encuentra regida por la

legislación anterior.

Es decir, de acuerdo a la sucesión normativa, los plazos

prescriptorios serían como sigue:

 15 años desde el cese del trabajador (créditos hasta el 31/12/93).

 10 años desde la exigibilidad del derecho (créditos desde el 01/01/94

hasta el 28/07/95).

 3 años desde la exigibilidad del derecho (créditos desde el 29/07/95

hasta el 23/12/98).

 2 años desde el cese del trabajador (créditos desde el 24/12/98 hasta el

22/07/2000).

 4 años desde el cese del trabajador (créditos desde el 23/07/2000)

Pero, como se observa, para los créditos originados hasta el

23/12/98 se aplica el artículo 2122º del Código Civil en virtud de la Primera

Disposición Complementaria del Reglamento de la Ley de Fomento del

Empleo. Por lo tanto, para aquellos créditos se aplicará siempre el menor

plazo en la sucesión de términos prescriptorios. Ello nos obliga a desbrozar

el panorama de aplicación de las normas concluyendo en el siguiente

esquema:

94
a) Los créditos anteriores al 01/01/94 estarían inicialmente incursos en el

supuesto de prescripción establecido en la Constitución de 1979, por

lo que la prescripción debía ocurrir en principio el 31/12/2008. Sin

embargo, dicho término no se aplicará debido a que existe uno menor

producto de las posteriores normas expedidas, en cuyo caso debemos

averiguar cual es dicho lapso. Para ello, observamos que el 01/01/94 –

con la entrada en vigencia de la Constitución de 1993- empezó a

aplicarse el Código Civil en materia prescriptiva, estableciéndose el

término de 10 años a partir de dicha fecha, que vencerá el 01/01/2004.

Como el nuevo plazo es menor, entonces la prescripción se regiría por

la nueva norma (Código Civil). Mas, el 29/07/95 entró en vigencia la

Ley Nº 26513 que estableció un término prescriptorio de 3 años a

partir de la exigibilidad del derecho, con lo cual se entenderá que tal

plazo venció el 29/07/98, lapso menor que el aplicable bajo el imperio

de la codificación civil; por lo tanto, para este caso el plazo

prescriptorio aplicable es la señalada en la Ley Nº 26513.

b) Los créditos anteriores al 29/07/95 tendrían en principio 10 años para

ejercitar la acción (al amparo del Código Civil de 1984), por lo que la

prescripción debería ocurrir a mas tardar el 28/07/2005. Pero dicho

plazo se verá disminuido en virtud de la entrada en vigencia de la ley

Nº 26513, pues como ésta señaló un término prescriptorio de 3 años

desde la exigibilidad del derecho, que para el caso que nos ocupa

95
venció el 29/07/98, al hacer la comparación reparamos que el nuevo

plazo es menor, por lo que será el aplicable.

c) Los créditos exigibles anteriores al 24/12/98 se rigen por el plazo

prescriptorio de tres años establecido en la Ley Nº 26513, por lo que la

extinción de la acción se habría producido en principio el 23/12/2001.

Sin embargo ello ocurrió sólo para los trabajadores que mantuvieron

vigente su vínculo laboral hasta después del 23/12/99. Para aquellos

trabajadores que fueron cesados entre el 24/12/98 y el 23/12/99 les

sería aplicable el plazo de dos años desde la fecha de cese previsto

en la Ley N° 27022, por tratarse de un plazo menor. Esta situación se

explica por cuanto la Ley No 27022 establecía expresamente que los

créditos anteriores a su vigencia se regían por la ley anterior, y siendo

que la ley anterior disponía la aplicación del plazo menor en caso de

sucesión normativa, entonces para los trabajadores cesados hasta el

23/12/99 sus créditos generados antes de la vigencia de la Ley N°

27022 se regirían también por ésta.

d) Los créditos generados entre el 24/12/98 y el 22/07/2000 se rigen por

el plazo prescriptorio de dos años contados a partir del cese, en

aplicación de la Ley Nº 27022. No sólo porque no existe norma

posterior que establezca un plazo menor, sino porque además la

norma que disponía la aplicación del artículo 2122° del Código Civil

quedó derogada.

96
e) Los créditos generados a partir del 23/07/2000 se rigen por el período

de cuatro años computados desde el cese, en aplicación de la Ley Nº

27321. No sólo porque no existe norma posterior que establezca un

plazo menor, sino porque además la norma que disponía la aplicación

del artículo 2122° del Código Civil quedó derogada.

Sin embargo, debe anotarse que tales términos no son fijos, sino

que se establecen en base a un supuesto de transcurso ideal del tiempo,

sin causales de suspensión o interrupción. Es decir que si el decurso

prescriptorio se suspende o interrumpe, los plazos se moverán en función

del caso específico.

3.3. REGULACIÓN PROCESAL:

El Código Procesal Civil establece que el emplazado con una

demanda puede proponer en vía de excepción la prescripción extintiva

(artículo 446º inciso 12), lo cual como se observa responde a la naturaleza

de la praescriptio temporis romana. Sin embargo, a diferencia del derogado

Código de Procedimientos Civiles, dicho mecanismo de defensa no puede

ser opuesto en cualquier estado de la causa, sino tan sólo en la etapa

postulatoria. La Ley Procesal del Trabajo (Ley Nº 26636) no establece las

excepciones proponibles ni el plazo para deducirlas, razón por la que

aplicamos supletoriamente el Código adjetivo mencionado; sin embargo, se

desprende de su tenor que la oportunidad para oponer cualquier tipo de

97
excepción es la contestación de la demanda, pues el artículo 63º de la LPT

establece que una vez contestada la demanda el juez la notificará y

concederá al accionante un plazo de tres días para la absolución de las

excepciones.

Esto nos lleva a concluir que si el demandado no ha opuesto la

correspondiente excepción de prescripción, no podrá hacerlo más

adelante, produciéndose con ello un supuesto de renuncia tácita a la

prescripción ganada. Sobre esto, queremos incidir en que si bien el

derecho a prescribir es irrenunciable, no ocurre lo mismo con la

prescripción ya ganada, debido a que al subsistir el derecho puede

válidamente operar el cumplimiento de la obligación.

3.4. SUPUESTOS DE INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN

EXTINTIVA LABORAL:

El Código Civil, aplicable supletoriamente a las relaciones laborales,

señala en su artículo 1996º cuatro causales de interrupción de la

prescripción. La jurisprudencia se ha pronunciado por la inaplicación de

dos de ellas (intimación en mora y citación con la demanda) por los motivos

que indicamos a continuación. Las causales de interrupción son:

 El reconocimiento de la obligación, que puede ser expresa o tácita.

En este supuesto, ocurre que el deudor emite una manifestación de

98
voluntad o ésta se infiere de su conducta, durante el transcurso del

plazo prescriptorio, pues si ello ocurriese una vez vencido el término en

realidad se trataría de una renuncia a la prescripción ganada. Esta

causal de interrupción es plenamente aplicable a los derechos

laborales.

 La intimación para constituir en mora al deudor, que se realiza por

la vía extrajudicial (carta notarial, facsímil, carta certificada, etc.).

Nuestra jurisprudencia ha establecido que esta causal no es de

aplicación en materia laboral dentro de nuestra legislación, debido a la

existencia de la Ley Nº 25920, la misma que establece la mora

automática para las obligaciones económicas del empleador, no siendo

por ello necesaria la intimación en mora para el cómputo de intereses.

Sin embargo, esta interpretación es ajena al instituto de la prescripción,

debido a que la intimación en mora regulada en el artículo 1996º del

Código Civil lo está en calidad de hecho interruptor de la prescripción

(es decir como mecanismo procesal) y no en calidad de hecho

generador de intereses moratorios.

Esta postura llevada al extremo trae implícitos dos problemas

totalmente contrarios: en un extremo podría significar la interrupción

permanente del decurso prescriptorio bajo el argumento de que el

deudor ya se encuentra en mora (haciendo por tanto inaplicable la

prescripción), y en el otro extremo significaría impedir al trabajador que

99
interrumpa el decurso prescriptorio intimando al deudor a través de una

comunicación (con lo que la prescripción se produciría aun cuando haya

habido intimación). Por ello, nosotros somos de la opinión que el

trabajador debe y puede intimar en mora al empleador para que opere

la interrupción del decurso prescriptorio, independientemente del

cómputo automático de intereses aplicado a las obligaciones laborales.

 Citación con la demanda o por otro acto con el que se notifique al

deudor, aún cuando se haya acudido a un juez o autoridad

incompetente. La demanda posee un doble efecto: sirve para intimar

en mora judicialmente al deudor (si no se hizo extrajudicialmente) y

para exigir el respaldo del aparato coercitivo del Estado en el cobro del

crédito. Mas es preciso advertir que en nuestro régimen común la

interrupción de la prescripción no se produce por el hecho de la

interposición de la demanda, sino por su notificación al emplazado,

pese a que la acción puede ejercitarse hasta el último día del plazo.

Esta causal no es aplicada por nuestros tribunales debido a que es

incompatible con el carácter protector del Derecho del Trabajo: al no

tener control el trabajador sobre los plazos de emplazamiento (que

dependen directamente de la actuación del juzgador, el mismo que muy

escasa veces cumple con los términos procesales según lo revela

nuestra realidad) sería absolutamente injusto que su crédito se vea

perjudicado en el supuesto de que el traslado de la demanda se

100
produzca con posterioridad al vencimiento del decurso prescriptorio

pese a que la acción se ejercitó en el plazo pertinente. Al respecto

TOYAMA se muestra contrario a esta interpretación de nuestros

tribunales64 que ha dado origen a un acuerdo de Pleno

Jurisprudencial65; sin embargo, nosotros compartimos el criterio de

nuestras Cortes y creemos que existen argumentos a favor del mismo:

primero, la supletoriedad del Código Civil es practicable sólo en lo que

no colisione con la naturaleza de cada área específica del Derecho,

segundo, la extinción de la acción opera al vencimiento del decurso

prescriptorio, por lo que su ejercicio antes de dicho vencimiento es

válido y no puede encontrarse supeditado a la notificación de la

demanda si no existe norma expresa que así lo indique, tercero, por lo

menos en materia comercial encontramos un antecedente normativo de

esta postura, pues el artículo 955º del Código de Comercio establece

que la interrupción de la prescripción opera con la sola interposición de

la demanda.

 Oponer judicialmente la compensación, en cuyo caso ante un crédito

del empleador exigido en vía de acción puede oponerse la

compensación del crédito que a su vez se tiene contra éste. Si bien es

64 Véase al respecto su interesante comentario crítico “La aplicación supletoria de las reglas del Derecho Civil y
la prescripción de los derechos laborales”
65 El Pleno Jurisprudencial Laboral del año 1999, llevado a cabo en la ciudad de Trujillo, adoptó como su
acuerdo Nº 05-99 que “el plazo de prescripción de las acciones por derechos derivados de la relación laboral se
interrumpe con la presentación de la demanda ante el órgano jurisdiccional”, considerando entre otras cosas que
“el plazo de prescripción se cumple el último de su vencimiento, por lo que hasta esa oportunidad es posible el
ejercicio de la acción”

101
poco frecuente que el trabajador tenga obligaciones económicas frente

al empleador, que puedan ser compensadas con las que éste tenga

frente a aquél, y debido además a que los beneficios laborales son

intangibles y no pueden ser renunciados, parecería en principio que

esta causal sería de escasa aplicación en materia laboral. Sin embargo,

los artículos 47º-49º del TUO de la Ley de Compensación por Tiempo

de Servicios (D.S. Nº 001-97-TR) regulan la compensación de sumas

adeudadas por los trabajadores a sus empleadores, con lo que por lo

menos en materia de CTS se produciría la figura de la compensación;

por otra parte, pueden existir adeudos del trabajador hacia su

empleador nacidos de actos jurídicos extralaborales (por ejemplo un

mutuo). Es decir que, si el empleador acciona en busca del cobro de su

crédito, el trabajador puede válidamente oponer la correspondiente

compensación judicial. Nótese que este tipo de compensación

interruptor del decurso prescriptorio es el que se produce durante la

vigencia del derecho a accionar por parte del trabajador, pues una vez

que la acción se ha extinguido la compensación que se oponga no

podrá interrumpir plazo alguno aunque sí será amparada por

sustentarse en un derecho subsistente. Precisamente sobre la

compensación de créditos versa el acuerdo Nº 06-99 del Pleno

Jurisprudencial Laboral 1999, el mismo que descarta que el empleador

pueda hacerse cobro de la reparación civil ordenada en un proceso

102
penal entablado contra el trabajador, con cargo a la CTS, pues para

efectos de la indemnización por daños y perjuicios existe regulación

expresa estableciendo la vía ordinaria laboral y el plazo de caducidad

de treinta días desde el despido del trabajador que infligió el daño, por

lo que es pertinente concluir que la reparación civil no es un crédito

compensable.

3.5. DERECHOS DERIVADOS DE LA RELACIÓN LABORAL QUE

SON MATERIA DE PRESCRIPCIÓN:

La Ley Nº 27321, publicada el 22/07/2000, señala que se extinguen

por prescripción las acciones por derechos derivados de la relación laboral.

Por lo mismo, es necesario delimitar cuáles son estos derechos.

En principio, la norma es amplia dado que no establece que su universo de

aplicación son los derechos laborales, antes bien señala que se trata de

derechos derivados de la relación laboral, lo que podría llevar a considerar

que dentro de tal universo puede incluirse el derecho del empleador a

exigir indemnización por los daños y perjuicios ocasionados por el

trabajador durante el desempeño de sus labores. Nosotros creemos que

ello no es así, debido a que la acción por daños y perjuicios está sujeta a

plazo de caducidad (30 días desde el cese del trabajador y sujeto al

requisito previo del despido por falta grave, según el artículo 51º del TUO

de la Ley de Compensación por Tiempo de Servicios, D.S. Nº 001-97-TR).

103
Igualmente, no es prescriptible la indemnización por despido, dado

que se encuentra sujeta también a plazo de caducidad (30 días desde la

producción del despido arbitrario, según el artículo 36º de la Ley de

Productividad y Competitividad Laboral, D.S. Nº 003-97-TR). Por otra parte,

ante la irrefrenable sucesión normativa surgió una interpretación referente

a que los depósitos semestrales de CTS omitidos realizar por el empleador

antes de la vigencia de la Ley Nº 27022 (derogada por la vigente Ley Nº

27321) prescribirían a los tres años desde la fecha en que deberían haber

sido depositados, en aplicación de la Ley Nº 26513; esta interpretación no

se ajusta a ley, toda vez que la CTS es un beneficio social que se paga al

trabajador a su cese (artículo 44º del TUO de la Ley de CTS, D.S. Nº 001-

97-TR), salvo el caso de los retiros autorizados, por lo que el plazo

prescriptorio de dicho beneficio siempre se computará a partir de la

extinción del vínculo laboral.

En tal sentido, los derechos derivados de la relación laboral que

pueden ser materia de prescripción son los siguientes: remuneración,

asignación familiar, gratificaciones, CTS, remuneraciones vacacionales,

participación en utilidades y cualquier otro derecho de contenido

económico originado en la relación laboral y derivado de ley, pacto

colectivo, acuerdo particular o costumbre.

104
4.- LA REVALIDACIÓN DE LA ACCIÓN
LABORAL POR LA VÍA DEL PROCESO
CIVIL

4.1. GENERALIDADES:

En la doctrina, se afirmar que la prescripción extingue la acción y

simultáneamente permitir que el acreedor pueda válidamente accionar en

busca de la satisfacción de su crédito toda vez que para que surta efectos la

prescripción el deudor debe deducir la excepción pertinente. Y es que –

ateniéndonos a significados estrictos- si la acción se ha extinguido, entonces

el acreedor no debería poder accionar, por lo que al igual que lo preceptuado

para el caso de la caducidad, el juzgador debería desestimar de plano la

demanda interpuesta. Nos preguntábamos asimismo qué ocurre con la

105
acción ante el vencimiento del decurso prescriptorio ¿se extingue

automáticamente? ¿si es así, la no deducción de la excepción de

prescripción la restituye y es por ello que el juzgador debe amparar la

pretensión? ¿o es que para que opere la extinción de la acción es preciso

que el órgano jurisdiccional así lo establezca previa deducción de la

correspondiente excepción de prescripción?.

En otras palabras, ¿la resolución que ampara la prescripción es

declarativa o constitutiva de la extinción de la acción?66. Pese al

cuestionamiento de los procesalistas, dicho problema teórico no ha sido

abordado a profundidad por la doctrina civilista, la misma que se ha limitado

a señalar que la prescripción tiene como consecuencia la subsistencia del

derecho pero la extinción de la acción destinada a su exigibilidad, sin reparar

en que dicha inexigibilidad jurisdiccional es negada precisamente por el

ejercicio de la acción que puede culminar válidamente con una sentencia

favorable. Sólo LARENZ (y en la doctrina nacional VIDAL) señalan

tímidamente que la acción en realidad no se extingue, debido a que el

acreedor siempre tendrá derecho a solicitar la tutela jurisdiccional67, y que la

prescripción es sólo el fundamento de una excepción dirigida a neutralizar la

acción. Es por ello que en este acápite nos interesa sobremanera delimitar el

66 DEL AGUILA, 2000a; p. 91


67 LARENZ, 1978, p. 328, y VIDAL, 1996, p. 80.

106
contenido de la acción y los efectos prácticos que sobre el crédito acarrea su

extinción.

4.2. LA ACCIÓN - El derecho a tutela jurisdiccional y la acción

extinguible:

El procesalista uruguayo COUTURE señala que “la acción es (...) el

poder jurídico que tiene todo sujeto de derecho, de acudir a los órganos

jurisdiccionales para reclamarles la satisfacción de una pretensión”68; dicho

poder se materializa en la demanda, pues “el derecho a demandar (...) es,

justamente la acción. Denominamos acción a este poder jurídico, y el

derecho de demandar no es sino el ejercicio concreto del derecho de

acudir a la jurisdicción, ya que el proceso civil se halla regido por la máxima

nemo judex sine actore. La acción civil se hace efectiva mediante una

demanda en sentido formal, y ésta no es sino el ejercicio de aquélla”69.

A este mismo autor se debe la distinción entre acción, pretensión70 y

derecho, que es recogido en nuestra doctrina por RUBIO CORREA, quien

señala que la pretensión es “lo que el actor busca obtener de la

administración de justicia, al margen de que efectivamente tenga derecho o

no a ello. Así, no sólo son distintos acción (poder) y pretensión (hecho de

68 COUTURE, 1981. p. 57.


69 COUTURE, 1981. pp. 73-74.
70 Previamente la noción de pretensión había sido generado por WINSCHEID para introducir el concepto de la
actio romana en el Derecho civil alemán (LARENZ, 1978; p. 315). Sin embargo, COUTURE delimitó las nociones
de acción, pretensión y derecho

107
reclamar o afirmar que se tiene derecho); también son distintos pretensión

y derecho (siendo este último aquella situación en la que el actor tiene,

definitivamente, derecho a que se le satisfaga su pretensión)”71.

De lo anterior se deduce que se puede acudir a un órgano

jurisdiccional (accionar) con el objetivo de que se ampare una pretensión

determinada (que se me pague una suma “x” que considero se me adeuda)

aún cuando no se tenga derecho (ya se me pagó todo lo que se me debía).

Una primera aproximación a tal distinción permite concluir que la acción es

independiente del derecho, y que inclusive puede subsistir sin él (es decir,

puedo demandar sin tener derecho), pero también podemos concluir que

se hace equivaler la acción a la facultad de acudir a un órgano

jurisdiccional para solicitar algo (con o sin derecho), por lo que los

derechos de acción y de tutela jurisdiccional son uno mismo (como parece

indicar el artículo 2º de nuestro Código Procesal Civil). Y si ello es así,

siempre una persona tendrá la facultad de interponer cualquier tipo de

demanda, aún cuando la pretensión sea el cumplimiento de una obligación

prescrita, con lo cual en realidad la acción no se extingue.

¿Qué es pues, lo que queda extinguido por la prescripción?. No

parece ser la pretensión, como postula el Sistema Legislativo Alemán, pues

ésta se encuentra ligada al derecho subjetivo, y si se dice que el derecho

71 RUBIO, 1989. p. 87.

108
queda subsistente entonces es obvio que la pretensión materia de la

demanda es absolutamente válida. Tampoco es el derecho, como postula

el Sistema Legislativo Italiano, pues por la propia definición de la

prescripción aquel no es afectado por el transcurso del tiempo. A nuestro

juicio, debe entenderse que la acción en tanto poder de movilizar el aparato

coercitivo del Estado en defensa de un crédito posee un doble significado:

a) es el derecho inalienable a solicitar la tutela jurisdiccional (en cuyo

ejercicio se interpone la demanda), y

b) es el derecho a obtener el amparo del aparato coercitivo estatal (lo cual

ocurrirá sólo cuando se trate de un derecho exigible jurisdiccionalmente en

tanto no existan situaciones que neutralicen la pretensión).

El primero tiene que ver con una facultad o poder inalienable; el

segundo tiene que ver con las cualidades y condiciones del derecho

subjetivo.

Creemos, en dicha línea de pensamiento que lo que la prescripción

extingue es ese segundo significado: puedo demandar sin impedimentos,

pero al no tratarse de un derecho exigible jurisdiccionalmente el deudor

estará facultado a enervar los efectos de la acción mediante la

correspondiente excepción de prescripción.

109
4.3. MATERIALIZACIÓN DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN:

En este orden de cosas, creemos que la resolución judicial que

ampara una excepción de prescripción tiene una eminente naturaleza

declarativa, dado que la extinción de la acción (en el segundo significado

que hemos precisado) se produce por el solo transcurso del tiempo; ello se

desprende del análisis de la normatividad civil, pues al posibilitarse la

renuncia a una prescripción ya ganada (honrando la deuda ya sea en la vía

judicial o extrajudicial) se está afirmando indirectamente que no se requiere

más que el vencimiento del término fijado en la ley para ganar tal

prescripción.

En tal sentido, si el deudor no ha deducido la correspondiente

excepción se ha producido en realidad una renuncia a beneficiarse con la

prescripción, con lo cual se torna nuevamente exigible jurisdiccionalmente la

obligación demandada.

4.4. TRATAMIENTO DE LA PRESCRIPCIÓN EN EL ANTEPROYECTO

DE LA LEY GENERAL DE TRABAJO:

El Anteproyecto de la Ley General de Trabajo contiene tres

disposiciones relacionadas con el marco aplicativo de la prescripción

extintiva: el artículo 387° (que fija el plazo y la forma de cómputo), el

artículo 388° (que regula un supuesto de suspensión del plazo), y la

110
Primera Disposición Transitoria (que regula la aplicación de las normas

sucesivas). Adicionalmente, al regular la participación en utilidades

incorpora una cuarta disposición (el artículo 210°) relativo a los efectos de

la prescripción en dicha obligación legal. A continuación analizamos cada

una de ellas:

4.4.1. Plazo y forma de cómputo:

El artículo 387° del Anteproyecto señala que “la prescripción

de la acción de cobro de las remuneraciones, beneficios sociales y

otros créditos laborales de los trabajadores tiene un plazo de un año

y se inicia al extinguirse la relación laboral”.

Esta disposición mantiene el criterio de iniciar el cómputo del

decurso prescriptorio a partir del cese del trabajador, que fue

adoptado expresamente en las dos últimas normas sobre la materia

(la derogada Ley N° 27022 y la vigente Ley N° 27321). El sustento

de dicha opción estriba en que durante la vigencia de la relación

laboral es improbable que el trabajador accione en procura del cobro

de su crédito por temor a perder su empleo. Aplicar, pues, el criterio

civilista de la exigibilidad del crédito como punto de partida del

decurso prescriptorio conllevaría a desproteger a casi la generalidad

de la masa laboral.

111
Sin embargo, esta virtud de la disposición se ve contrapesada

por el establecimiento incomprensible de un período ínfimo para el

ejercicio de la acción: un año. Con ello, la opción asumida por el

Anteproyecto hace que la prescripción laboral se constituya en la

práctica en una caducidad de derechos, dada la brevedad del

término. Precisamente una de las diferencias entre la caducidad y la

prescripción es que la primera tiene una vocación de acortamiento

de plazos en tanto que el lapso de la segunda es relativamente

amplia, diferencia que no ha sido considerada por la comisión de

expertos72.

Esta disposición representa un retroceso en comparación a

las leyes precedentes, dado que la Ley N° 27022 había establecido

un período de dos años desde el cese y la Ley N° 27321 fija

actualmente un término de cuatro años a partir de la extinción del

vínculo. Asimismo, inexplicablemente el período propuesto para la

prescripción de las obligaciones laborales es mucho más corto que

el período regulado en la codificación civil para las obligaciones

derivadas de prestaciones de servicios no laborales; de tal modo

que aún cuando el Derecho del Trabajo tiene una naturaleza tuitiva

72 RUBIO CORREA señala claramente que “la reducción significativa de los plazos (…) constituye una vocación
de caducidad. Nos amparamos en que la prescripción, al poder ser suspendida o interrumpida, es permisiva
para con el titular de la acción, cosa que no ocurre con la caducidad sino por excepción…”. Concluye
categóricamente acotando que “una reducción de plazo es claro indicio de que el legislador prefiere la caducidad
a la prescripción, aunque no lo diga expresamente” (RUBIO, 1989; p. 94)

112
respecto a los derechos de los trabajadores, esta disposición

permite que la codificación civil se constituya en mucho más tuitiva

en relación a los derechos de los locadores, lo que llevaría al

absurdo de que a los trabajadores les sea más beneficioso ser

considerados como independientes. No otra cosa puede acotarse al

observar que el artículo 2001° inciso 3 del Código Civil establece

que prescribe “a los tres años, la acción para el pago de

remuneraciones por servicios prestados como consecuencia de

vínculo no laboral”.

Asimismo, la brevedad del término prescriptorio resulta

problemática por lo menos en un caso: la participación en utilidades.

De conformidad con el artículo 208° del Anteproyecto “la

participación de los trabajadores debe ser pagada dentro de los

treinta (30) días naturales siguientes al vencimiento del plazo

establecido legalmente para la presentación de la declaración jurada

anual del impuesto a la renta”. Si tomamos en cuenta que las

normas tributarias permiten la presentación de la declaración jurada

anual del impuesto a la renta a más tardar el último día del mes de

Marzo del año siguiente al ejercicio declarado, resulta evidente que

la participación en utilidades debe ser distribuida como máximo el 30

de Abril del año siguiente al ejercicio declarado. Supongamos que

un trabajador ingresa a laborar el 01 de Enero y cesa el 29 de Abril,

113
en aplicación del artículo 387° del Anteproyecto su crédito por

utilidades prescribiría el 29 de Abril del siguiente año, exactamente

un día antes de que le fuera exigible legalmente a su ex empleador

el pago de dichas utilidades, por lo que no tendría derecho a su

pago. La disposición, pues, resulta discriminatoria para quienes

cesen antes del 30 de Abril de cada año.

En consecuencia, estando el Anteproyecto en pleno proceso

de discusión, debería considerarse la posibilidad de efectuar una

regulación verdadera de la prescripción extintiva estableciendo un

plazo razonable para el ejercicio de la acción en función a su

naturaleza (quizás tres años, para equipararla al término establecido

en el Código Civil para las retribuciones de los locadores).

4.4.2. Causales de suspensión del decurso prescriptorio:

El tículo 388° del Anteproyecto establece que “la prescripción

se suspende, además de las causales previstas en el Código Civil,

por el emplazamiento al obligado por vía notarial, siempre que la

respectiva demanda sea interpuesta dentro de los treinta (30) días

siguientes”.

La doctrina se encuentra de acuerdo en que las causas de

suspensión se encuentran relacionadas a condiciones ajenas a la

114
voluntad del acreedor que se encuentran vinculadas a las

situaciones personales de las partes o a las relaciones entabladas

entre ambos, circunstancias que hacen imposible el ejercicio de la

acción73.

En cambio, las causas de interrupción están vinculadas a la

propia actividad del acreedor (para proteger o ejecutar su crédito) o

del deudor (para reconocer o cumplir su obligación)74. En

consecuencia, si existen una o más circunstancias involuntarias que

no permiten al acreedor ejecutar su crédito, es justo que se

suspenda el decurso prescriptorio durante la vigencia de tales

circunstancias y se continúe con el mismo una vez hayan

desaparecido aquellas. Igualmente, si el acreedor o el deudor

realizan actividades destinadas al reconocimiento o a la exigibilidad

de la obligación, es justo que el decurso prescriptorio se interrumpa

dejando sin efecto el plazo hasta ese momento transcurrido,

computándose uno nuevo.

73 LEON BARANDIARAN, referente inevitable en la doctrina nacional, precisa que “las causas de suspensión
son establecidas por la ley en consideración a las personas que son los sujetos pasivos de la obligación, o a las
relaciones que median entre aquéllas y las poseedoras del derecho (…) La prescripción sólo deja de correr con
referencia a las personas que indica la ley y por las consideraciones que determinan tal suspensión. ” (LEON,
1991; p. 100)
74 VIDAL RAMIREZ esclarece el tema al señalar que el sustento de la prescripción es la inacción del titular del
derecho, por lo que si éste ejercita la acción correspondiente, o si el deudor da cumplimiento a su obligación, se
interrumpe y queda sin efecto el decurso prescriptorio (VIDAL, 1996; p. 116)

115
Pese a la disquisición elaborada por la doctrina, el

Anteproyecto confunde las causales de interrupción con las de

suspensión. El dispositivo mencionado regula la intimación

extrajudicial que efectúa normalmente un acreedor a su deudor para

el pago de lo debido. El supuesto normativo consiste, pues, en una

actividad del acreedor que se practica en un único momento; en

consecuencia se trata de una causal de interrupción del decurso

prescriptorio, que debe dejar sin efecto el plazo ya transcurrido. Sin

embargo, el Anteproyecto considera equivocadamente a dicha

intimación como una causal de suspensión, como si la intimación

fuese una circunstancia perdurable temporalmente y ajena a la

voluntad del acreedor. Como colofón, el Anteproyecto agrava el

equívoco al disponer que los efectos de la intimación queden

supeditados al ejercicio de la acción en un lapso de 30 días

posteriores al hecho, lo cual desnaturaliza aún más la presunta

naturaleza suspensiva de la causal regulada.

En suma, sería mucho mejor que el Anteproyecto se refiriera

a la intimación como una causal de interrupción del decurso

prescriptorio, sin supeditarla a condición alguna, lo cual corregiría el

equivocado criterio jurisprudencial de considerar inecesaria la

intimación en materia laboral por la existencia de norma imperativa

que establece la mora automática del deudor.

116
4.4.3. Aplicación de normas sucesivas:

La Primera Disposición Transitoria del Anteproyecto dispone

que “la prescripción iniciada antes de la vigencia de esta ley se rige

por las leyes anteriores. Empero si desde que entra en vigencia

transcurre el tiempo requerido en ella para la prescripción, ésta surte

su efecto, aunque por dichas leyes se necesitare un lapso mayor”.

Esta disposición, presente originalmente en el artículo 2122°

del Código Civil, fue introducida al ordenamiento laboral por el

Reglamento de la Ley de Fomento del Empleo (Decreto Supremo N°

001-96-TR) y fue derogada tácitamente por la Ley N° 27022. Líneas

arriba hemos dejado sentada nuestra opinión respecto a que aún

cuando tal opción legislativa no ha sido materia de controversia en la

codificación civil (quizás porque los plazos prescriptorios allí

establecidos son razonables y no han sido objeto de modifiaciones

posteriores, lo cual genera un régimen estable), su aplicación

infringe el principio de irretroactividad de las leyes, dado que

dispone que -bajo ciertas circunstancias- situaciones jurídicas

preexistentes a la expedición de la nueva norma prescriptoria sean

reguladas por ésta si el plazo previsto en la norma originaria es

mayor. Adicionalmente, no cabe duda que una disposición de tal

117
naturaleza no es compatible con la naturaleza tuitiva del Derecho

Laboral.

No es pertinente, por ello, que una Ley General de Trabajo

establezca una disposición peyorativa como la que analizamos, que

por lo demás fue excluida del ordenamiento laboral en 1998 a través

de la Ley N° 27022, por lo que no cuenta con un precedente

inmediato.

4.4.4. Efecto de la prescripción en la participación en utilidades:

El artículo 210° del Anteproyecto establece que “al vencer el

plazo de prescripción, la participación no cobrada por algún

trabajador se agrega al monto a distribuir del ejercicio en que venció

dicho plazo”.

Esta disposición ha sido tomada de la actual regulación sobre

participación en utilidades (Decreto Legislativo N° 892). Tal vez éste

sea el único caso en que la consecuencia de la prescripción no sea

la liberación del deudor, sino tan sólo el cambio de beneficiario, y

constituye una innovación de la institución debido al carácter

protector del Derecho Laboral.

Aún cuando ello rompe con el esquema clásico de la

prescripción, no podemos sino manifestar nuestro beneplácito por la

118
introducción de fórmulas innovadoras aplicables a las figuras

jurídicas receptadas de otras áreas del Derecho, en función a la

naturaleza y los principios del Derecho del Trabajo. Sin embargo,

creemos que la fórmula actual desvirtúa la institución de la

prescripción extintiva, por lo que puede mejorarse a efectos de

ajustarla a su espíritu. Sabemos que la prescripción extingue la

acción pero deja subsistente el derecho, y que en consecuencia el

trabajador puede válidamente pretender la ejecución de la obligación

porque su crédito se encuentra vigente; mas, bajo la regulación

propuesta (que es además la actual), dicha posibilidad se

encontraría vedada debido a que si el trabajador acciona después

de transcurrido el decurso prescriptorio no podría obtener amparo

toda vez que su crédito ha pasado a formar parte de la masa

distribuible del ejercicio en que se produjo la prescripción. Es decir,

los efectos prácticos de la prescripción extintiva en materia de

utilidades son actualmente los mismos de la caducidad: extinguen

ineludiblemente el derecho del trabajador. Esta situación puede

resolverse si se dispone que la adición de las utilidades prescritas a

la masa distribuible del ejercicio quede sin efecto si el titular del

derecho acciona en procura de su ejecución antes de la distribución

de dicha masa. O en todo caso, si se señala expresamente que se

trata de un plazo de caducidad.

119
En consecuencia, sería conveniente que el Anteproyecto

mejorase la fórmula actualmente existente sobre la materia y

considerase reemplazar su artículo 210° por uno de los siguientes

planteamientos:

Artículo 210°.- Participación no cobrada. “Al vencer el plazo de

prescripción, la participación no cobrada por algún trabajador se

agrega al monto a distribuir del ejercicio en que venció dicho plazo.

Dicha adición queda sin efecto si el trabajador acciona para el

cobro de la participación antes de la distribución de las utilidades

del ejercicio señalado.”

Artículo 210°.- Participación no cobrada. “El derecho al cobro de la

participación caduca en un plazo similar al establecido para la

prescripción extintiva. Vencido dicho término, la participación no

cobrada por algún trabajador se agrega al monto a distribuir del

ejercicio en que venció el plazo”.

4.5. OBSERVACIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN:

La prescripción extintiva de acciones tiene como base la seguridad

jurídica y como efecto la liberación del deudor debido a la inexigibilidad

judicial de la obligación a su cargo. En materia laboral se discute acerca de

si es pertinente o no establecer la prescripción de acciones debido a que la

120
inacción del trabajador implicaría una renuncia tácita a sus derechos; sin

embargo, nuestra legislación ha tomado partido por la seguridad jurídica,

sancionando al trabajador que no acciona por el cumplimiento de sus

derechos con la extinción de la acción.

Hasta hace poco el plazo se computaba a partir de la exigibilidad del

derecho, pero la realidad revela que durante la vigencia de la relación laboral

es poco probable que el trabajador entable una demanda contra su

empleador debido a la inexistencia de estabilidad laboral y a la desigual

posición contractual que ostenta frente a éste; ello llevó a que nuestros

legisladores rectifiquen los criterios de cómputo estableciendo primero

mediante la Ley Nº 27022 y luego mediante la Ley Nº 27321, que la

prescripción corre a partir del cese del trabajador, solución mucho mejor que

la anterior. Sin embargo, ambas normas, al no ser retroactivas, no lograron

evitar la prescripción de numerosos derechos laborales generados antes de

la expedición de la Ley Nº 26513, pues debido a la aplicación supletoria del

artículo 2122º del Código Civil, el 28/07/98 se extinguieron las acciones

destinadas al cobro de las mismas. Sin embargo, al subsistir el derecho (y

por ende la obligación), puede el trabajador ver satisfecha su pretensión si el

empleador demandado renuncia a la prescripción que lo favorece.

Por otro lado el desconocimiento de los alcances de la prescripción

extintiva y de su aplicación al ámbito material queda al descubierto en la

121
escasa utilización de esta institución procesal como mecanismo de defensa

por parte de los operadores jurídicos y en la poco feliz regulación planteada

en el Anteproyecto de la Ley General de Trabajo. Si a ello aunamos la

incomprensión del problema de la extinción o no de la acción, por parte de la

doctrina civilista, caeremos en cuenta que queda mucho por descubrir en

cuanto al tema. El presente trabajo, pues, procura ser un aporte para la

comprensión de la materia y para una mejora de su tratamiento legislativo.

4.6. DETERMINACIÓN DE LA REVALIDACIÓN DE LA ACCIÓN:

En el campo de la acción, el ejercicio de la pretensión material

constituye uno de los vehículos que soporta el derecho que pretende ser

reconocido, declarado o ejecutado, según las circunstancias que han

motivado la vulneración de un interés o bien jurídico legalmente protegido.

Es pues, el ejercicio del derecho de la acción que viabiliza la tutela

jurisdiccional efectiva y la atención al debido proceso, toda vez que el

ejercicio del derecho de acción es una potestad exclusiva de la persona,

además de tener un rango constitucional, no tiene reserva ni limitación

alguna que signifique una imposibilidad de poder ejercitarla. Solo la ley

puede limitar las condiciones del ejercicio del derecho de acción, ya que la

norma jurídica, al establecer límites permite que no se exceda o se cometa

abuso de derecho al poder actuarla.

122
Resulta entonces que la ley viene a ser el limitante imperativo que

dispone que el ejercicio de la acción se realice bajo determinadas

condiciones de operatividad; la ley es el marco de referencia que instruye al

derecho de acción y la circunscribe a un campo netamente legal, pues la ley

al establecer estos parámetros atiende también al principio del debido

proceso, el mismo que guarda relación de proporcionalidad con el de tutela

jurisdiccional efectiva.

El equilibrio que debe existir entre las partes intervinientes en la litis,

permite un adecuado desenvolvimiento del derecho, sobre todo en la

formulación de la pretensión material. El contenido de derecho de acción no

debe alejarse ni debe distar de los contenidos jurídicos que aseguren la

existencia de un derecho el cual atiende la necesidad de un interés

particular, pues es esta necesidad (interés para algunos) la que se convierte

en el motor impulsor de la pretensión.

Es así que, bajo los contenidos disertados del derecho de acción y los

principios tutelares, que irradian al derecho que se encuentra contenido en

aquella, subsista y pretenda ser discutida mediante el mecanismo

heterocompositivo del proceso judicial. Por tanto el derecho que se pretende

discutir, al ser impulsado y ejercitado, debe ser atendido teniendo en cuenta

la limitaciones que anteriormente hemos explicado, sin embargo la atención

al derecho es de no desamparar la necesidad de tutela.

123
4.6.1. LA VIABILIDAD DE LA ACCIÓN PRESCRITA:

Dada las consideraciones del derecho de acción, es necesario

precisar los alcances conceptuales que permitan circunscribir un

concepto adecuado al propósito de nuestra investigación. Cuando

anteriormente hemos trabajo y estudiado la institución de la

prescripción, la hemos reconocido como una categoría jurídica

independiente la cual tiene como vertiente y fuente fundamental el

transcurso del tiempo.

Como sabemos, el simple desenlace del tiempo constituye el

requisito para la prescripción, toda vez que el mismo es uno de los

límites que la ley a diseñado para tal fin. Así, la prescripción entendida

como tal puede significar la extinción o la adquisición de un derecho.

En la realidad jurídica, toda vinculación entre personas, o de

éstas con bienes, genera relaciones que impactan al derecho y por

tanto son jurídicas en la medida que preexista una categoría de

imputación, cuyo marco de referencia es la disposición que la ley ha

resguardado para tal fin.

Existe pues un pequeño problema dogmático, al aplicar los

alcances de la prescripción a las relaciones jurídicas y además el de

determinar si lo que prescribe es el derecho o las condiciones de su

124
ejercicio para la adquisición o extinción para una determinada realidad

jurídica. Cuando afirmamos que la prescripción importa un transcurso

del tiempo, y su efecto se traduce en los contenidos jurídicos

regulados en la ley entonces significa que la prescripción como

institución atiende a las condiciones de ejercicio del interés de la

persona y no así al derecho. El derecho es el contenido general en el

cual se encuentra inmerso la prescripción, pues ésta es un derecho y

una garantía de validez, así como de vigencia de las condiciones para

el ejercicio de un interés.

Si asumimos la postura contraria, entraríamos a un conflicto

dogmático innecesario que nada ayuda a resolver el contenido

esencial de la prescripción. Por tanto, el análisis particular de la

prescripción en tanto significa atender al derecho o a las condiciones

del ejercicio de un interés, se puede observar la presencia de dos

corrientes o posturas ideológicas:

A. PRESCRIPCION DEL DERECHO:

Para esta corriente, el postulado inicial resulta en afirmar

que la prescripción es un efecto temporal que incide sobre los

derechos. Las condiciones de temporalidad para la validación del

derecho se encuentran contenido en la ley y es ésta la que

125
determina cuando, como, y de que manera resulta inviable el

derecho como resultado de la prescripción.

Es decir, el derecho existe en la medida que se

encuentre contenida en una disposición normativa (ley), ya que la

ausencia de un tipo legal que reconozca el derecho, no hace

posible imputar su otorgamiento a quien busca tutela de una

ventaja particular, y por tanto solicitar su prescripción.

Cuando se afirma que prescribe el derecho, se hace

alusión mas que nada a la ley que la contiene sin embargo, la

aplicación de la prescripción a este nivel no es por declaración de

oficio sino que siempre opera a pedido e instancia de parte, con

lo que se demostraría que la prescripción como institución

depende del interés y voluntad de la parte que la haga valer.

La prescripción del derecho constituye una petición

particular por la inacción de otro sujeto con interés sobre una

misma realidad jurídica, es por ello que la prescripción del

derecho no es constitutiva sino declarativa, pues al existir la

condicionalidad del cumplimiento de los supuestos normativos, el

órgano jurisdiccional procede a reconocerlos, dando validez a las

condiciones reales de existencia de la realidad jurídica

convergente con el derecho prescrito.

126
La prescripción del derecho tiene como significación

elemental la inacción, y como requisito el transcurso del tiempo,

significando ello que el derecho que reconoce una realidad

particular, ya no se encuentra sujeta a protección o amparo. Esta

clase de derechos, son de naturaleza prescriptoria, es decir que

sus consecuencias o efectos se encuentran subordinados a la

acción y el interés de los partes. El carácter de temporalidad de

estos derechos, permite conceder a otro sujeto, la posibilidad de

asegurar su propio interés. Así, la vemos traducida en le caso de

la prescripción adquisitiva de dominio, en que el simple

transcurso del tiempo otorga el derecho legítimo a la propiedad a

quien no goza de sus atributos, por ser un simple poseedor. La

inacción del propietario del bien prescrito, como consecuencia de

no ejercer Animus domini sobre el bien, demuestra el desinterés

a la propiedad, siendo que la misma debe ser disfrutada por

quien le ejerce con sus atributos. El Estado a partir de la ley

concede a aquel, el justo reconocimiento como propietario por el

beneficio del transcurrir del tiempo, el cual la propia disposición

normativa concede y ampara, sin que esto signifique una

vulneración o trasgresión al derecho de propiedad.

Como se observa, la prescripción en este caso

determina que en un conflicto de intereses la fijación de la

127
controversia se resuelva favorable a aquel que a obtenido los

beneficios de la prescripción, resolviendo a la otra parte, a modo

de sanción legal, la imposición de la prescripción como una forma

de determinar que su derecho ya no resulta viable.

B. PRESCRIPCION DE LAS CONDICIONES DEL EJERCICIO

DE UN INTERES JURIDICAMENTE AMPARADO:

Para esta corriente, lo que prescribe no es el derecho

sino las condiciones de ejercicio de un interés jurídicamente

amparado esto significa que la prescripción no determina la

anulación del derecho en el tiempo el cual subsiste, sino que, lo

anulado es el conjunto de condiciones que llevan a ejercitar un

derecho. En otras palabras la prescripción en este caso significa

que el interés que se encuentra jurídicamente amparado ya no

puede ser atendido por el órgano jurisdiccional para brindarle

tutela, toda vez que lo prescritos son las condiciones de ejercicio.

Se define como condición del ejercicio, al conjunto de

elementos que son los requisitos iniciales para poder hacer válida

una pretensión determinada que contiene un derecho. Se puede

decir entonces que la prescripción incide sobre aquella plataforma

que hace viable el amparo de un derecho, es decir, incide sobre el

“vehículo” que transporta el derecho hacia una finalidad

128
determinada, la que obviamente se encuentra sujeta a una

temporalidad.

Cuando nos referimos al concepto de interés

jurídicamente amparado, estamos dando por significado a aquel

conjunto de beneficios, provechos y ventajas que la persona

pretende le sean reconocidos y declarados por la aplicación del

tiempo como condición. Así por ejemplo la prescripción extintiva o

la prescripción adquisitiva, como concepto de prescripción

encierran un interés determinado. En el primer caso supone la

imposibilidad de poder pretensionar un petitorio, y en el segundo

caso supone la imposibilidad de seguir ejerciendo los atributos de

la propiedad por cuanto la misma por ley, le ha sido asignada a un

tercero.

Se observa pues, que la prescripción no anula el

derecho y es este principio el que reconoce nuestra legislación

nacional, solo en ese extremo, toda vez que lo prescrito es el

ejercicio de un interés jurídicamente amparado (acción) así lo

reconoce el Art. 1989 del Código Civil quien solo resguarda el

amparo de la prescripción para la extinción de la acción y no así

para el derecho como lo encontramos regulado a partir del Art.

950 del mismo cuerpo de leyes.

129
Como vemos estas dos posiciones tienden a entrar en conflicto de

acuerdo en un caso al derecho y en el otro al contenido del ejercicio. Claro

esta que el derecho no prescribe por sí, sino que lo prescrito son las

condiciones del ejercicio de un interés jurídicamente amparado. Razón ésta,

por la que se sustenta la viabilidad del derecho a través de la tutela de otro

mecanismo jurídico, el cual sin desnaturalizarlo, permite otorgarlo,

declararlo, reconocerlo y ejecutarlo, de ahí la problemática de nuestra

investigación en atender en derecho laboral del trabajador, cuyo amparo

parte siendo constitucional, y no deja por ello de ser necesaria su protección

y ejercicio en oto proceso que no sea el laboral, como puede resultar ser el

proceso civil.

130
III.- RESULTADOS

1. Se ha observado que la normatividad hace recaer la responsabilidad del

proceso en el Juez, que asume un rol activo y protagónico en el proceso

laboral (75). A diferencia del régimen anterior, el Juez tiene ahora la

obligación de participar directamente en el proceso, debe conocer a las

partes, sus posiciones, los hechos, puede proponer conciliaciones y una

serie de facultades. Por otro lado, y en el interés de obtener celeridad en

la resolución de los casos, la ley permite a las partes optar por la

conciliación y el arbitraje en las controversias jurídicas, en forma

alternativa a la solución judicial.

2. Se obtuvo como resultado que la relación laboral, es la vinculación

necesariamente objetiva resultado del mando de subordinación, donde el

75 Así ya se tiene reconocido dicho rol en el Art. I de la Ley Procesal Del Trabajo – Ley N° 26636,por el cual se
reconoce el principio de inmediación y el de dirección. Sus referentes normativos también se encuentran en el
Título Preliminar del Código Procesal Civil y en la Ley Orgánica del Poder Judicial.

131
esfuerzo típico del sujeto se sujeta a la producción (76), en otras palabras

la búsqueda de la satisfacción de las necesidades por parte de la

persona no sólo se ensimisma en el propósito privado de lograrlo

mediante el empleo, sino mediante la compensación por parte de la

disponibilidad de su labor a cargo de un tercero (77).

3. Se analizó que la relación laboral, así instituida, se asemeja a la

prestación por cuenta propia que es materia del derecho civil: pero no es

el propósito de nuestra investigación llegar a determinar de qué manera

se consolida el derecho laboral en la esfera privada, sino cómo impactan

sus efectos en las relaciones jurídicas entre los sujetos, sobre todo entre

el trabajador y el empleador. Es en esta naturaleza en donde podemos

encontrar una alternativa a la problemática de la prescripción: la vía civil

(78)

4. Se ha dejado establecido en la investigación que la diferencia entre el

Sistema Doctrinario Francés y el Sistema Legislativo Alemán en relación

al instituto de la prescripción es sólo de terminología, pues los efectos

prácticos son los mismos: subsistencia del derecho subjetivo y extinción

de la coercibilidad de dicho derecho, pues los sistemas normativos han

adoptado tres posturas en cuanto a la noción de prescripción extintiva:

para la primera ésta consiste en la extinción de la acción y la subsistencia

76 CABANELLAS, Guillermo. Contrato de Trabajo. Parte General. Volumen III. Editorial Bibliográfica OMEBA,
Buenos Aires, 1963, Pág 200 y ss
77 CALDERA, Rafael. Derecho del Trabajo Bs. As- Argentina, Edit. EL ATENEO, 7ma Edic., 2001, Pág. 270
78 DE LA FUENTE, Horacio. Tratado de Derecho del Trabajo. Bs. As. – Argentina, Edit. ASTREA, 1987, 2da.
Edic., Tom. III, Pág. 325-330

132
del derecho (Sistema Doctrinario Francés), para la segunda consiste en

la extinción de la pretensión y la subsistencia del derecho (Sistema

Legislativo Alemán) y para la tercera se trataría de la extinción conjunta

de la acción y del derecho (Sistema Legislativo Italiano). De ellas, la

legislación comparada ha adoptado en gran medida la concepción del

Sistema Doctrinario Francés, es decir la extinción de la acción dejando

subsistente el derecho.

133
IV.- DISCUSIÓN DE RESULTADOS

1. DISCUSIÓN SOBRE LAS CONSECUENCIAS LOGRADAS EN LOS

RESULTADOS:

1.1. Por la revalidación, debe entenderse el medio jurídico procesal

por el cual un derecho se hace valer nuevamente a través de otra

vía procesal o pretensión alterna distinta a la que originalmente se

ha hecho valer, sin que en aquella el mismo no se de por prescrita

o se le sancione con prescripción. Es dar valor, vigencia, curso

nuevamente a la pretensión que habiendo sido desatendida en su

vía de origen por estar prescrita, se puede lograr el otorgamiento

del derecho, toda vez que sobre ella no pesa la sanción de

caducidad por disposición normativa. Revalidación se toma en el

134
sentido de vía alterna al que originalmente se utilizó para

pretender alcanzar tutela jurisdiccional efectiva. En nuestra

investigación son tomados como sinónimos cognoscitivos.

1.2. Es cierto, sobre la responsabilidad del proceso que el mismo

recae en el Juez. Debe precisarse que este rol, debe no ser

temerario a la aplicación práctica de la naturaleza del

reconocimiento del derecho mismo del trabajador, atendiendo las

necesidades virtuales de amparo y de un fin protector al derecho

que aun no ha desaparecido a favor del trabajador. Como se sabe,

este rol activo del juzgador esta relacionado con las facultades que

le son inherentes en atención a resguardar el derecho laboral, que

en esencia, sigue siendo un derecho que no se extingue en el

tiempo. El resultado de la prescripción a este nivel, es mantener un

equilibrio entre el ejercicio mismo de la pretensión laboral, y la

posibilidad de reconocimiento y efectividad de cumplimiento por

parte del empleador.

1.3. Que, en cuanto a la relación laboral objetiva resultado del

mando de subordinación, debe observarse que esta

condicionalidad debe ser presente en el caso de la revalidación.

Es decir, debe existir primero el reconocimiento en sede judicial de

la existencia del vínculo laboral para pretender revalidar un

derecho que ha sido prescrito. No así en el caso que la relación

135
laboral esta suficientemente acreditada. Es por ello que no se

puede pretender revalidar una acción jurídico procesal que no esta

acreditada en el tiempo ni mucho menos tiene los elementos

convergentes que le dan la categoría de relación laboral.

1.4. Que, sobre la naturaleza del contenido de los derechos que

emergen de la relación laboral y la manera en que se consolida el

derecho laboral en la esfera privada, significa la posibilidad de

resguardo en el tiempo del derecho. La protección jurídica de la

norma debe extenderse no a la eficacia del derecho en si, sino a

su subsistencia. En dichas condiciones la acción revalidada sobre

el derecho prescrito en sede laboral, no podrá ser amparado,

tratándose de relaciones económicas o beneficios económicos, en

argumentos que determinen un incremento mesurado o paulatino

de los denominados intereses. Es suma, esta acreencia recurrible

en sede judicial alterna, que no resulta ser la originaria, no pude

pretender ampararse en el beneficio de la imputación de intereses,

mas los alcanzados cuando el derecho aún no estaba prescrito, la

misma que sería el límite jurídico procesal de amparo para la

revalidación de la acción material en vía del proceso civil.

2. DISCUSIÓN SOBRE LA HIPÓTESIS:

«Si procede la revalidación o vía alterna de la pretensión

laboral frente a la aplicación de la prescripción de la acción laboral,

136
mediante el reconocimiento legal de la vigencia del derecho, el mismo

que convierte la pretensión en un crédito laboral exigible en la vía de

la acción civil ».

2.1.- Diseño Experimental Clásico: Porque no está destinado a la

investigación pura o a la adquisición de conocimientos teóricos, sino a

la búsqueda de respuestas prácticas a preguntas prácticas. Mediante

la experimentación se puede observar el comportamiento de una

realidad determinada y los efectos que la motivan su variación según

las causas. Por ello, el punto de partida de todo programa debe

consistir en determinar con exactitud y precisión qué es lo que se

desea conocer y cómo se van a utilizar los conocimientos.

2.2.- Esquema:

A c A´

B E B´

 Donde:

C = CONTROL = Legislación actual de la Prescripción

laboral

E = ESTIMULO = Revalidación de la acción laboral.

137
 Aplicación:

A: Régimen de prescripción del Plazo.

C: Legislación actual del derecho laboral

A´: Efectos o consecuencias de la regulación actual.

B: Régimen de prescripción de la acción laboral

E: Revalidación de la acción laboral.

B´: Efectos o consecuencias después de la revalidación de la

acción laboral.

3. DISCUSIÓN SOBRE LA CONTRASTACIÓN DE HIPOTESIS:

1° ESCENARIO 2° ESCENARIO
 No existe ampliatoria del plazo  La ampliatoria no aseguraría
de prescripción. la consagración del derecho
laboral prescrito.
 No existe ejercicio de acción  Posibilita la existencia de
posterior a la prescripción del derechos posteriores y el
derecho. ejercicio de otras acciones
tendientes a asegurar la
relación laboral en su
contenido.
 Los plazos de prescripción se  La protección es abierta y no
restringen a proteger la restrictiva de derechos. Por
integridad laboral. tanto los plazos de
prescripción no se restringen a
proteger sólo la condición
maliciosa del ejercicio del
derecho y de amparo al
empleador deudor, sino que

138
va mas allá al proceder a
reconocer derechos propios
del individuo que sin el propio
ejercicio de la acción hubieran
sido conferidos.

 No existe un fundamento  Su fundamento siempre radicó


socio laboral definido de la en otro principio rector y
acción propia sobre la validez fundante del derecho laboral
del reconocimiento ulterior o en su arquitectura clásica: la
revalidación. estabilidad de las relaciones
socio laborales, y por ende del
emplazamiento del estado
jurídico procesal laboral.
 Queda totalmente desvirtuada
 Existe una misión específica la misión especifica de los
de los tribunales laborales tribunales especializados en
consistente en aplicar la ley asuntos laborales si estos se
en sus considerandos básicos limitan a decidir problemas
y elementales, sin pretender la socio laborales excluyendo la
existencia de vía alterna al posibilidad que aquellos
derecho laboral prescrito. derechos prescritos pierden su
naturaleza mediante la
aplicación de una suerte de
fórmulas, o modelos prefijados
desentendiéndose de las
circunstancias del caso que la
ley les manda concretamente
valorar.
 No existe circunstancias que  Las circunstancias que
desbordan las previsiones derivan de las relaciones
legales. laborales presentan
características que desbordan
las previsiones legales. Las
previsiones legales están
referidas al conjunto de
elementos que están
protegidos inicialmente por la
ley ante una eventual lesión o
trasgresión, como por ejemplo
del derecho a los intereses
laborales, beneficios sociales,
reconocimiento de la relación
laboral ulterior, etc.

139
4. DISCUSIÓN SOBRE LA CONCLUSIÓN DE LA HIPÓTESIS:

A´= B´: Si rechaza pues no son condiciones intrínsecas.

Esto debido a que no existe una modificatoria en el sistema jurídico procesal

laboral que ampare la revalidación como institución y como categoría. De ahí

la necesidad de su institucionalización, a partir de bases teóricas que

puedan advertir la existencia de una vía alterna que asegure que el derecho

laboral reconocido pero prescrito, tiene una oportunidad de eficacia material

en el proceso, y por tanto su exigencia y persecutoriedad. Al rechazar, según

el vértice metodológico, existe la sugerencia lógica, de reformar la norma

jurídica y permitir con ello que los efectos endógenos reconocidos sean

aplicables en el tiempo respecto del hecho de la revalidación. Esta posición

permitiría, conforme el esquema metodológico planteado asegurar una

correcta aplicación de la norma en salvaguarda de los intereses jurídicos de

las personas que postulan, bajo un juicio de tipicidad, el reconocimiento de

sus derechos.

140
V.- CONCLUSIONES

PRIMERO: al definir el vocablo “prescribir”, señala que se trata de un modo

de extinguir “un derecho o acción de cualquier clase” (loc. cit.). En

consecuencia, la definición semántica oficial de la prescripción extintiva en

nuestro idioma es que se trata de un modo de extinguir acciones y derechos,

lo cual la dotaría de los mismos efectos que posee la caducidad. Sin

embargo, la naturaleza jurídica de la prescripción extintiva no depende de

una particular definición semántica sino de la regulación que cada Estado

adopte sobre aquélla: así, en algunos pocos Estados la prescripción

extinguirá los derechos subjetivos (como es el caso de Italia), en tanto que

en la gran mayoría de sistemas normativos extinguirá sólo las acciones

dejando subsistentes los derechos (como es el caso de Perú). Debe

141
entenderse, entonces, que la definición adoptada por la Real Academia

Española no es aplicable a todos los ordenamientos jurídicos, mucho menos

al nuestro que expresamente señala que la prescripción extingue sólo la

acción

SEGUNDO: Cuando afirmamos que la prescripción importa un transcurso

del tiempo, y su efecto se traduce en los contenidos jurídicos regulados en la

ley entonces significa que la prescripción como institución atiende a las

condiciones de ejercicio del interés de la persona y no así al derecho. El

derecho es el contenido general en el cual se encuentra inmerso la

prescripción, pues ésta es un derecho y una garantía de validez, así como

de vigencia de las condiciones para el ejercicio de un interés

TERCERO: conociendo que dentro de los fundamentos constitucionales de

amparar una vía alterna o pretensión alterna que permita revalidar el

derecho laboral que no ha caducado pero cuya acción a prescrito, la

encontramos en el Artículo 2°, Inciso 15) de la Constitución Política del

Estado, que establece no sólo la libertad de trabajo, sino que éste debe estar

sujeto a la ley, igualmente el Artículo 26° Inciso 2) de la Constitución,

establece que en la relación laboral se respeta el principio de

irrenunciabilidad de los derechos del trabajador reconocidos por la

Constitución y la Ley. En esta situación, cuando nos referimos a vía alterna,

estamos entendiendo el hecho de ejercitar la acción a través de otra vía

142
procedimental ajena a la laboral, siendo la más próxima la vía civil. En

cuanto a la pretensión alterna, se entiende por ella la forma en que se hace

valer el derecho bajo otro argumento legal cuya pretensión también se

encuentra amparada en ley. Por ejemplo la pretensión de falta de pago de

un beneficio social que ha sido reconocido en el contrato de trabajo, puede

incluso hacerse valer en la vía civil como inejecución de obligaciones u

obligación de dar sumas de dinero, aunque resulte ser forzada la figura

propuesta

CUARTO: En la lógica del Derecho del Trabajo, los derechos laborales

deberían ser imprescriptibles, es decir, el decurso del tiempo no debería

afectar su exigibilidad ni producir su extinción. Por ello, la Constitución de

1979 reconoció el plazo de 15 años para la prescripción laboral

considerando un término mayor al de 3 años, señalado por el Código Civil de

1936 que regía entonces de modo insuficiente para el ejercicio de este

derecho.

QUINTO: Se busca de igual forma el beneficio de restituir derechos a los

trabajadores y ex-trabajadores afectados por quienes incumplieron en su

oportunidad con el pago de sus remuneraciones, beneficios sociales o

compensaciones por tiempo de servicios. Existe asimismo, el beneficio

intangible de restituir la confianza de miles de trabajadores en el Sistema

143
Normativo, y en el rol del Estado para salvaguardar el cumplimiento de

obligaciones y derechos de empleadores y trabajadores

144
VI.- RECOMENDACIONES

PRIMERA: Las iniciativas legislativas buscan modificar el momento desde el

cual se inicia el plazo de prescripción para ejercitar los derechos derivados

de la relación laboral por lo que se recomienda tener presente el origen

técnico legal de la prescripción.

La figura de la prescripción en el ordenamiento jurídico laboral nace en el

artículo 1168° inciso 4) del Código Civil de 1936, que estableció que

"prescriben a los tres años la acción de los abogados, médicos, cirujanos,

dentistas, maestros, boticarios, hoteleros, peritos, profesores, ingenieros,

agrimensores, arquitectos, procuradores, artesanos, mayordomos,

dependientes de casa o heredad jornaleros y sirvientes domésticos".

145
Posteriormente, con la promulgación de la Constitución Política de 1979, se

estableció en el artículo 49° que "el pago de las remuneraciones y beneficios

sociales de los trabajadores es en todo caso preferente a cualquier otra

obligación del empleador. La acción de cobro prescribe a los quince años",

derogándose en consecuencia el artículo 1168° del Código Civil de 1936 que

había previsto la figura de la prescripción de los salarios a los tres años a

partir en que cesaron los servicios.

SEGUNDA: La figura de la prescripción en nuestro ordenamiento jurídico

laboral debería contener mayores y específicas precisiones, pues la norma

actual viene generando confusiones e interpretaciones diversas,

susceptibles de acarrear perjuicios irreversibles a los trabajadores. En tal

sentido, siendo el contrato de trabajo de naturaleza especial, por sus

características de tracto sucesivo que genera obligaciones y derechos para

ambas partes de cumplimiento periódico y futuro, se justifica la necesidad de

computar el plazo de prescripción desde que se produce la extinción del

vínculo laboral.

La práctica y el ejercicio del derecho laboral refleja que durante la relación

laboral, el trabajador se muestra renuente a incoar acción administrativa o

judicial alguna contra su empleador para evitar la posibilidad de presuntas

represalias de éste. Ello motiva la formulación de necesarias precisiones a

efectos que el trabajador, al finalizar su vínculo laboral, se encuentre en la

146
posibilidad jurídica de exigir judicialmente sus derechos inherentes al

contrato de trabajo

TERCERO: En la doctrina se ha discutido si en el derecho laboral

corresponde admitir la prescripción de las acciones, puesto que mediante

ello, por la inacción del trabajador, se acepta que el derecho no ejercido

pierda su carácter de exigible y se convierta en un "derecho natural". Es

decir, la prescripción no elimina la relación jurídica ni extingue el derecho,

sino que se limita a afectar la medida de su protección, negando al titular de

la acción a reclamar judicialmente el pago, sin embargo, la obligación

subsiste, aunque no exigible, y si el deudor cumple voluntariamente no

obstante estar prescrita, el pago es irrevocable por tratarse de una

"obligación natural". Lo expuesto por la doctrina sobre el tema, que tiene

sustento en el plano fáctico de las relaciones laborales, no obsta ni perjudica

al trabajador a efectos que, durante el vínculo laboral pueda exigir el

cumplimiento de adeudos laborales por parte de su empleador. Por lo tanto,

modificar el momento desde el cual se computa la prescripción, resulta

beneficiosa para el derecho de los trabajadores de hacer valer aquellas

obligaciones impagas durante la relación de trabajo.

147
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