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CONTEXTO HISTÓRICO
La historia de Roma se divide en tres etapas:
1) La Monarquía (753-509 a. C.). Roma era gobernada por reyes. Según la
leyenda los gemelos Rómulo y Remo fundaron la ciudad, convirtiéndose
Rómulo en el primero de los siete reyes que tuvo la ciudad de Roma.
2) La República (509-27 a. C.). En el año 509, con la expulsión de Tarquinio el
Severo, se instauró la República romana, gobernada por dos cónsules y con
un enorme poder por parte del senado. Durante este periodo Roma fue
extendiendo su territorio a base de guerras contra las grandes potencias del
Mediterráneo.
3) El Imperio (27 a. C.- 476 d. C.). La victoria de Octavio sobre Marco Antonio
marcó el final de la República. En el año 27 a. C. el senado concedió a
Octavio los máximos poderes y se convirtió en el primer emperador romano.
La ciudad romana
Las ciudades conformaron la estructura civil y social de la civilización romana: se centralizaba el comercio, se
relacionaban los distintos pueblos conquistados, y, en general se controlaba a la población.
El diseño urbano de las ciudades romanas procede de la organización de los campamentos militares romanos, y
sigue unas pautas necesarias para el correcto funcionamiento de los servicios
públicos y militares.
Básicamente, la ciudad romana está compuesta por una serie de módulos iguales,
distribuidos ordenadamente -paralelos y equidistantes- y separados por calles.
Entre todos forman un conjunto de diseño rectangular que está rodeado por una
muralla perimetral con torres de vigilancia. Todas las calles son iguales, excepto
dos: la que va del norte a al sur _kardo maximus_ y la que va del este al oeste
_decumanus_, que son más anchas y que terminan en las únicas cuatro puertas
que tiene la muralla. En el cruce de estas dos calles se ubican el foro de la ciudad y
el mercado. Con estos módulos se diseñan los edificios públicos, el anfiteatro -dos
módulos de largo y uno y medio de ancho-, el teatro -un módulo-, el mercado -un
módulo-, el conjunto del foro -dos módulos-, etc. Estas normas urbanísticas se
desarrollan durante casi 10 siglos, creando las distintas ciudades. Dentro de las
Arquitectura religiosa
La religiosidad romana, al igual que la griega, estaba basada en una
compleja mitología jerarquizada, llena de divinidades (muchas provenientes del Olimpo griego) y de las
sociedades orientales conquistadas. Este hecho favoreció el sincretismo religioso, rasgo distintivo de a
civilización romana hasta la conversión del estado romano al cristianismo. Además era una religiosidad
doméstica, con dioses familiares (lares) a los que se ofrecían gestos de respeto, dones y plegarias. El mismo
emperador, como Pontifex Máximus, ejercía de intermediario entre el Estado y los dioses.
El modelo de templo romano sigue el planteamiento general griego, aunque con modificaciones:
Los templos de planta cuadrangular romanos, el tipo más numeroso, presentan características formales
singulares como la adición de podio que eleva notablemente el edificio y grandes escalinatas normalmente solo
en la parte frontal, destacando una fachada principal en
detrimento de la simetría griega, incluso abriendo entradas
porticadas laterales con escalinatas. Presentan una mayor
libertad compositiva, también dependiendo de la región en
la que se edifiquen, donde pueden apreciarse influencias
claras en oriente.Pero la mayor evolución y originalidad se
fundamenta en la creación de grandes espacios diáfanos
cubiertos con bóvedas sostenidas por arcadas, en la adición
de formas curvas, de los que resultan espacios interiores
imponentes, utilizando para ello innovaciones técnicas y de
materiales como los arcos cerrados con claves, cúpulas
pareadas, muros y cubiertas de hormigón, produciendo superficies esféricas absolutamente novedosas, y
creando templos circulares de grandes dimensiones. Y aunque la tipología circular ya se dio en Grecia en el siglo
IV con los tholos, los templos romanos, a lo largo del tiempo, se distanciarán notablemente de este modelo
inicial por escala, por su funcionalidad y por su sistema constructivo.
Algunos ejemplos: templo de “La Fortuna Viril” (s. I a de C.), Roma; la “Maison Carrée”, de Nimes (Francia) (19-
22 a de C.), y el templo de Vespasiano en Pompeya.
La Maison Carrée es un templo erigido en honor del emperador Augusto. Se ubica en el foro de la ciudad y está
dedicado a los dioses de Roma y a los nietos del emperador. En su estructura se observa la influencia griega y la
etrusca. Se encuentra en un perfecto estado de conservación. Fue construido en piedra caliza, se eleva sobre un
podio de gran altura (1,7 metros) y tiene una planta rectangular. Es hexástilo y pseudoperíptero, pues sus
columnas aparecen adosadas a sus paredes. Las columnas son de orden corintio y sostienen el entablamento
con arquitrabe, friso y cornisa. Sobre el arquitrabado aparece un frontón triangular. Se cubre con techumbre a
dos vertientes.
Ejemplos de templo de planta circular, derivado del
Tholos helenístico, son el “Templo de Vesta (142 a.
C.), en Roma, y ya en época imperial, destaca el
panteón de Agripa, una de las cimas de la
arquitectura romana. Este majestuoso templo
circular fue destinado a honrar a doce divinidades
celestes coronadas por el sol. Agripa, yerno del
emperador Augusto, encargó su construcción entre
los años 27 y 25 a.C. Es quizás el edificio antiguo
mejor conservado de Roma. Es una perfecta síntesis
de armonía e inteligencia constructiva, y nunca hasta
entonces el hombre se había atrevido a realizar una
cúpula tan gigantesca (43,50 m de diámetro). En el
Arquitectura civil
El genio arquitectónico romano tiene su máxima expresión en las obras, espacios y
monumentos públicos que, como las basílicas, termas, teatros, anfiteatros, arcos de
triunfo, etc., se agrupaban alrededor del foro de la ciudad, constituyendo impresionantes
y grandiosos conjuntos monumentales insertados dentro de la trama urbana.
Edificios públicos: la basílica y las termas
La basílica era la sede de la administración de justicia, centro de reunión para las
relaciones comerciales y los negocios, y lugar de encuentro. El modelo procede de la
Grecia helenística: tiene planta rectangular y consta de una nave central (con vanos en la
parte superior para facilitar la iluminación del recinto) y dos laterales de menor altura y
más estrechas, separadas por columnatas. El muro del fondo tiene forma semicircular
(ábside). La cubierta de este edificio era de bóveda de cañón. Este tipo de edificio tendrá
influencia en el arte posterior paleocristiano, que tomara la basílica romana para un uso
religioso. Ejemplo es la Basílica de Majencio, en Roma. Fue comenzada por el emperador
romano Majencio a principios del siglo IV y terminada por Constantino I, vencedor de
Majencio. Este monumento es el último y más grande edificio de la época imperial y
probablemente, en volumen, la sala más grande construida en la Antigüedad.
Las Termas (baños públicos y lugares de reunión) son edificios concebidos para el aseo
de los ciudadanos y su esparcimiento. De la sencillez de la sala de baño inicial, pronto se
pasó a la monumentalidad y variedad de
servicios (Bibliotecas, salas de masajes, salas de juegos, etc.) de la
época imperial. Solían tener varias salas de baño: frigidarium (agua
fría), tepidarium (agua caliente), caldarium (sala de vapor) y
apodyterium (vestuarios). Se trataba de construcciones de hormigón,
revestidas de mármol, de grandes proporciones. Estaban cubiertas
por bóvedas semiesféricas y de aristas. Ejemplo son las Termas de
Caracalla en Roma (s. III).
El anfiteatro es un edificio de creación romana. Es la fusión de dos teatros. Se dedicaba a los espectáculos de
lucha y fieras. Solía tener planta elíptica o circular, rodeada de graderíos, para facilitar la contemplación del
espectáculo desde cualquier ángulo. Se construye exento o aprovechando una colina para excavar parte de las
gradas. El espectáculo discurre en la arena, bajo la cual existía una compleja red de corredores, establos y
dependencias para el servicio propio del anfiteatro.
El ejemplo más importante es el llamado “Coliseo” (o anfiteatro Flavio), mandado edificar por el emperador
Vespasiano en el año 72 e inaugurado por Tito en el año 80. Se le comenzó a llamar Coliseo en honor al gran
coloso, una estatua de 40 metros de altura representando a Nerón. Tiene capacidad para 50.000 espectadores.
Emplea a bóveda de arista y arcos de refuerzo de ladrillo, dispuestos a trechos en la bóveda de hormigón. Su
trascendencia para la arquitectura es enorme: los edificios para los grandes espectáculos de masas
contemporáneos (plazas de toros, estadios de fútbol, etc.) siguen el modelo romano. La fachada exterior está
formada por tres pisos de arcos de medio punto en los que se superponen los tres órdenes: en el primero el
dórico, en el segundo el jónico y en el tercero el corintio. El cuarto piso fue acabado en época posterior y es un
ático de ventanas cuadradas. El
interior del edificio está formado por
un enorme graderío que rodea la
arena donde tenían lugar los
espectáculos. Debajo de la arena
existe un amplio entramado de
pasillos y espacios subterráneos que
eran utilizados para organizar los
juegos. Mientras que el circo se usaba
para carreras de carros y era
significativamente más grande, el
Coliseo se usaba para varios deportes
de sangre, incluyendo la caza de
animales, las ejecuciones de
prisioneros y el combate de
gladiadores. La arquitectura elíptica de
un anfiteatro está diseñada para
facilitar la visibilidad desde cada
asiento en la arena.
El arco de Triunfo tiene forma de puerta de ciudad, aislada del resto de la muralla. Se trata de un elemento muy
utilizado por los antiguos romanos para celebrar una victoria bélica, con el fin de que el emperador victorioso
pasase bajo su bóveda. Puede ser de un solo vano, de dos, tres o más. En ocasiones tiene planta cuadrada. Este
modelo arquitectónico combina el arco y elementos adintelados (entablamento), con profusión de elementos
decorativos como columnas de orden corintio y relieves que narran las hazañas del personaje a quien el arco
honra. La mayoría fueron construidos en piedra o mármol y son más de 100 los arcos de triunfo que han llegado
hasta nosotros. Como ejemplos más destacables: “Arco de Tito”, “Arco de Septimio Severo”, “Arco de
Constantino”, todos ellos en Roma.
La columna conmemorativa es una construcción de invención romana, tiene la misma finalidad y ubicación que
el arco de triunfo. Su fuste está recorrido por relieves históricos dispuestos de forma helicoidal, y en la parte
superior aparece la estatua del emperador realizada en bronce. Los ejemplos más importantes son: la Columna
de Trajano y la de Marco Aurelio, ambas en Roma.
La Columna de Trajano es un monumento erigido en Roma para celebrar la conquista de Dacia (actual Rumanía),
la máxima expansión del imperio. La celda que hay en su base tiene la función de sepulcro para los restos del
Arquitectura doméstica
La casa popular o de alquiler suele tener tres o cuatro alturas y en ella viven varias familias, son las denominadas
“ínsula”. La casa de las familias ricas es de una sola planta (Domus) y sus dependencias más importantes son: el
patio (atrium), alrededor del cual se encuentran las habitaciones (cubiculi) y el comedor (tablinum). Tenían
jardín o huerto al final de la casa.
Esta casa sufre algunas modificaciones a partir
del siglo II a de C., debido a la influencia griega.
El patio se rodea de columnas (peristilo) y se
hace descubierto, en su parte central se sitúa el
“impluvium” que recoge las aguas de lluvia.
Además de estos modelos destacan los palacios,
concebidos como verdaderas ciudades, al
servicio de los emperadores.
El relieve histórico
Se debe al deseo de eternizar en piedra los triunfos guerreros para que el pueblo los admire. Su origen procede
de oriente (ya se cultivaba en Mesopotamia). Técnicamente considerado, este relieve romano es de tipo
pictórico pues busca efectos de perspectiva. Las composiciones alcanzan un grado de densidad elevado
concediéndole mucha importancia al paisaje y a lo pintoresco. El sentido narrativo es el que marca la
composición.
De las obras más importantes destacan los relieves del Ara Pacis
(realizado entre el 13 - 9 a. C.), el altar encargado por el Senado de
Roma al regresar Octavio Augusto victorioso de Hispania y de la Galia.
El monumento y su programa escultórico tiene una finalidad
claramente política, de exaltación del emperador, al que se le
considera una persona que ha traído paz y prosperidad. Se inspira
claramente en el friso de las Panateneas griego, si bien el realismo del
tema y de la representación son claramente romanos. El monumento
se eleva sobre un alto pedestal y tiene dos puertas de acceso. Si las
puertas estaban cerradas indicaban tiempos de paz, la denominada
Pax Augusta. Destaca la jerarquización de los personajes en los
relieves. El altorrelieve subraya más protagonismo, mientras que los
personajes menos importantes aparecen en bajorrelieve o
difuminados. Asimismo destaca el movimiento de las figuras y la gran
diversidad de los gestos, las ropas y los rostros, que son auténticos retratos.
_ Los relieves del Arco de Tito. Hay dos relieves en el intradós representando el desfile de los soldados con el
botín de guerra (el candelabro de siete brazos) y la entrada triunfal del emperador en una cuadriga. La sensación
de profundidad está más conseguida que en el Ara Pacis, con más planos y buscando efectos de claroscuro.
_ En el siglo II sobresalen los de la Columna Trajana y los del Arco de Trajano en Benevento.
La pintura al temple o témpera es una técnica de pintura en la que el disolvente del pigmento es el
agua y el aglutinante algún tipo de grasa animal, glicerina, yema de huevo, caseína, otras materias
orgánicas o goma. La pintura al temple es la técnica pictórica más antigua que se conoce. Ha sido
usada desde la decoración de sarcófagos del antiguo Egipto, y es característica de la Edad Media
europea, una técnica muy utilizada en los estilos románico y gótico en el occidente europeo, y
también en los iconos bizantinos y ortodoxos, en Europa Oriental.
La encáustica es una técnica de pintura que usa la cera como aglutinante de los pigmentos; es una
técnica muy cubriente, con efectos densos y cremosos. La pintura se aplica con pincel o con espátula
caliente. El acabado es un pulido con trapos de lino de una capa final de cera caliente previamente
extendida. Es conocida ya en el Antiguo Egipcio.
El fresco es una pintura realizada sobre una superficie cubierta con dos capas de mortero de cal, la
primera de mayor espesor, con cal apagada, arena de río y agua, y la segunda más fina formada por
polvo de mármol, cal apagada y agua, sobre la que se van aplicando los pigmentos, cuando todavía
esta última capa está húmeda, de ahí su nombre. El fresco se ejecuta en jornadas de trabajo de 8
horas, ya que la cal comienza su secado en 24 horas y no admite más pigmentos. Por ello algunos
acabados se realizaban en seco, con temple. A esa técnica se le conoce como fresco seco.
Se cultivaron gran variedad de géneros: el histórico, el mitológico, el paisaje, la caricatura, el retrato, los cuadros
de costumbres, las imitaciones arquitectónicas y las combinaciones fantásticas de objetos naturales
constituyendo con estas últimas el género que los artistas del Renacimiento llamaron grutesco, hallado en las
antiguas Termas de Tito en Roma y que sirvió al célebre Rafael como inspiración para decorar las Logias del
Vaticano.
Hay que citar los retratos pintados. Los retratos merecen un comentario aparte
porque eran un elemento importante en el sistema religioso y social romano. El
uso del retrato es común en todo el Mediterráneo, no solo como recuerdo de
los muertos, sino también como ofrenda a los dioses y como alabanza a los
vivos, especialmente emperadores, generales y otras personalidades. Pero los
ciudadanos de a pie también podían tener sus rostros eternizados en un retrato,
ya que la pintura tenía un coste relativamente bajo, a diferencia de la estatuaria.
La mayor y más importante colección se ha recuperado en el Egipto romano, El
Fayum, siglos I y II. Los retratos exhiben un notable naturalismo, y la mayoría
están realizadas en encáustica o en temple; se asociaban a la momificación, y se
colocaban sobre el rostro del muerto a modo de máscaras mortuorias, dentro
de sarcófagos.
Igualmente en Pompeya (Italia), y pintados al fresco, se descubrieron magníficos
retratos como los del Panadero y su esposa, situados en el atrio de las domus.
El Imperio Romano se dividió en el año 395 tras la muerte del emperador Teodosio, que legó a cada uno de sus dos hijos una
de las partes: a Acadio, la parte oriental, con capital en Constantinopla, y a Honorio, la parte occidental, con capital en Rávena.
El arte bizantino nace y se desarrolla a partir del siglo IV después de Cristo en el imperio romano de oriente, donde florece
hasta el siglo XV (caída de Constantinopla en manos de los turcos otomanos en 1453).
Es un arte subordinado al poder del emperador, y cuando éste adopta la religión cristiana, al poder de la religión también. Este
arte manifiesta la presencia de tres influencias: la del cristianismo incipiente, la del racionalismo griego y la del Islam.
Varios eventos afectan su desarrollo: el movimiento iconoclasta del siglo VIII (movimiento que rechazaba las imágenes sagradas,
destruyéndolas, persiguiendo su culto y atacando a las personas que las veneraban), y en el siglo XI, la ruptura entre la iglesia
de oriente y la de occidente (Gran Cisma de 1054, o Cisma de Oriente, se rompe la unidad de la Iglesia estatal del Imperio
romano y el cristianismo se dividió entre la Iglesia católica en Occidente y la Iglesia ortodoxa en el Oriente, resultado de un
largo período de distanciamiento progresivo teológico y político entre las dos ramas eclesiásticas, separación que subsiste hasta
la actualidad. ). Este arte produce una arquitectura monumental manifestada en sus iglesias, unos espléndidos mosaicos e
impresionantes esculturas. Dos ciudades de particular interés para el arte Bizantino son Bizancio-Constantinopla y Ravena.
El arte bizantino se propició en algunas regiones del Este de Europa y de Oriente Medio entre los siglos IV y XV.
Al desarrollarse en la parte oriental del imperio, tiene influencias tanto romanas como helenísticas y orientales, y
es producto de una sociedad fuertemente teocrática, basada en el cristianismo ortodoxo. La fusión Iglesia-
Estado propia de Bizancio se refleja en su arte, donde se exalta lo divino y se glorifica el poder civil estableciendo
paralelismos entre el poder sobrenatural y el humano. Se utiliza la imagen como medio de educación para los
que no sabían leer ni escribir. El arte bizantino era muy pobre por los materiales que utilizaban para eso se
necesito mucha decoración por eso el mosaico fue un perfecto aliado por la gran policromía que encierra.
Los primeros cristianos heredaron de los judíos el rechazo a las imágenes, particularmente las escultóricas. La
crisis iconoclasta de los siglos VIII y IX en el Imperio Bizantino significó un momento de convulsión para la
representación visual y, en concreto, la creación de iconos, que entonces estaba completamente imbricada con
la devoción y lo sagrado. Los cristianos en Bizancio se vieron reflejados en el espejo de los musulmanes, ambos
imperios debían tomar posturas férreas que distinguieran una tradición de la otra, y ésto se debía evidenciar a
través de los monumentos y, sobre todo, a través del arte sacro y sus rituales.
La arquitectura bizantina
Las principales novedades de la arquitectura bizantina atañen al uso de la cúpula, al capitel y su relación con el
arco y a la decoración, sobre todo a los mosaicos. El edificio característico es la iglesia.
La utilización de la bóveda y cúpula de herencia romana, pero con adelantos técnicos que las mejoraron:
construyen sin cimbras, emplean piedras muy ligeras, porosas y elementos de cerámica huecos, con los que
forman la red interior de estas construcciones, que después se cubren con materiales de adorno, lo que genera
cohesión y levedad; el empuje generado por las cubiertas circulares no se contrarresta con el espesor de los
muros, como en el Panteón de Roma, sino que utilizan un sistema basado en que una gran cúpula se
contrarresta con otras más pequeñas, y así sucesivamente, llevando las presiones progresivamente a los
contrafuertes al muro exterior.
También aparece una nueva noción del espacio. Mientras que en Roma prevalece el orden, la división y el
estatismo, en Bizancio se valora el espacio continuo, que sugiere un efecto de infinitud, en clara relación con la
divinidad.
El templo bizantino tiene diferentes funciones, significados y simbolismos, ya que es tanto un lugar para la
reunión de los fieles, como el sitio donde se palpa la presencia de la Divinidad y a la vez se exalta al Emperador y
a la Iglesia. Su carácter trascendente y simbólico comienza con la orientación de las cabeceras hacia el este; la
rígida estratificación de la sociedad bizantina se manifiesta claramente en la jerarquización de la utilización del
espacio, con lugares reservados según la dignidad y el cargo; está presente también el simbolismo de las formas
geométricas y del número, así por ejemplo la forma circular de la cúpula, hace referencia a Dios, la Eternidad, las
dos torres, aluden a la doble naturaleza de Cristo, las tres naves a la Trinidad, etc.