Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
"En los diversos informes efectuados por los organismos de control del sector
público nacional -Auditoria General de la Nación y Sindicatura General de la
Nación-, publicados en las respectivas páginas de internet, se pusieron de
manifiesto serios defectos o incumplimientos de la concesionaria actora, entre los
que podría mencionarse, a mero título de ejemplo: vencimientos de pólizas de los
seguros de bienes, responsabilidad civil y accidentes de trabajo; aplicación de
sanciones de elevados montos; que diversas obras a financiarse con fondos
provenientes de las tarifas no tuvieron principio de ejecución a pesar de que el
concesionario los había recaudado íntegramente; que se registraba un 0% de
cumplimiento en la adecuación de las estaciones para personas con movilidad
reducida, etcétera.-
Aunque el relieve de los hechos invocados en el decreto 798/04 y las
circunstancias -que son de público conocimiento- lo requerían, la juez dispuso la
suspensión de los efectos del acto de rescisión sin efectuar referencias concretas
y pormenorizadas que pudieran prima facie brindar verosimilitud al derecho de la
actora."
"Por ende, las deficiencias de las resoluciones de fs. 713/714 -en su integración
con la de fs. 232/233 vta.- y de fs. 747 imponen declarar su nulidad, lo que importa
-asimismo- privar de vigencia a los actos dictados en su consecuencia."
Texto completo
Y VISTOS:
PRETENSIÓN ORIGINARIA
II. Que, con fecha 22 de junio de 2004, la señora juez de primera instancia
entendió que no () era prudente ingresar en el examen de la medida cautelar
solicitada sin escuchar previamente a las autoridades de la Secretaría de
Transporte y de la Unidad de Renegociación -a menos que desde esa resolución
hasta la fecha de la audiencia fuera dictado el acto rescisorio- para que informaran
al tribunal el grado de avance y cumplimiento de las disposiciones del decreto
2075/02, en especial la presentación y características del plan de emergencia
aprobado en lo referente a la concesionaria, su grado de cumplimiento y los
desembolsos que se hubieran efectuado con aportes presupuestarios
encaminados al cumplimiento de ese plan y los relativos a la compensación de
diferencias por gastos de explotación.-
A esos fines fijó la audiencia del día 5 de julio, a las 10:30 horas, a la que deberían
concurrir, además de la actora, el Secretario de Transporte y el Secretario
Ejecutivo de la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios
Públicos.-
La juez afirmó que resultaba prematuro -en ese estado del proceso- emitir
pronunciamiento, en tanto sólo una vez realizada la audiencia establecida ella
contaría con la información necesaria para resolver sobre la medida cautelar
solicitada.-
III. Que, el 24 de junio (fs. 322/329 vta.), la actora denunció como hecho nuevo
que el Poder Ejecutivo Nacional había anunciado oficialmente el dictado de un
decreto ordenando la rescisión del contrato en cuestión, por lo que solicitó que se
hiciera efectiva la salvedad dispuesta en la sentencia de la a quo (fs. 322/329
vta.).-
Con posterioridad, el 28 de junio (fs. 692/711), aquélla hizo saber la publicación
del anunciado acto rescisorio mediante el decreto 798/04, planteó su ilegitimidad y
solicitó la suspensión de sus efectos.-
Sostuvo:
a) que el acto se encontraba viciado en su causa toda vez que los 70 expedientes
citados en el visto no se correspondían con incumplimientos sancionados y firmes
en su contra;;
b) que no era cierto que la garantía ofrecida hubiera perdido virtualidad, y que las
penalidades impuestas entre los meses de noviembre de 2002 y mayo de 2003 no
superaban el 30% de esa garantía;
c) que el mantenimiento del material tractivo era acorde a la exigencia contractual
y hasta superador del original transferido en concesión, dado que máquinas viejas
habían sido reemplazadas por nuevas, contando en la actualidad con un parque
activo de 19 locomotoras;
d) que no existía déficit alguno en materia de inversiones en costo de
mantenimiento, y que en la normativa vigente no existía parámetro que permitiera
evaluar esa circunstancia.-
Asimismo, reiteró los reclamos por incumplimientos del concedente y la excepción
de incumplimiento que habría opuesto; y señaló que la autoridad se había
autoimpuesto -normativamente- dictar un nuevo régimen de penalidades y no
efectivizar ni ejecutar las multas aplicadas con causa en la emergencia (sino sólo
informar a su respecto a la Unidad de renegociación), por lo que no podían
reunirse -para justificar la decisión- todas las sanciones aplicadas a la luz del
régimen no readecuado.-
Adujo también que la renegociación había sido ilegítimamente suprimida y que se
encontraban pendientes de descargo, en la CNRT, diversas intimaciones con
plazo aún no vencido.-
Además puso de resalto que se hallaba vigente una medida cautelar trabada por
un juez de San Martín, por la que se había ordenado al Estado Nacional que se
abstuviera de dictar cualquier acto rescisorio o anulatorio de la concesión de
Transportes Metropolitanos mientras que no fuera contemplada expresamente la
situación de los contratos de alquiler n° 501/2003 y 534/2004.-
Finalmente manifestó que el acto recurrido estaba viciado en los elementos objeto,
motivación, procedimiento y finalidad.-
VIII. Que -según surge de los autos principales que se tienen a la vista- contra la
resolución de fs. 747 el representante del Estado Nacional interpuso y fundó un
nuevo recurso de apelación (fs. 769/777 vta.).-
Sostuvo que no se había brindado justificación alguna para mantener la medida
cautelar, en tanto no se trataba ya de la prohibición de innovar sujeta a condición -
aunque sin plazo-, sino de la suspensión de los efectos de un acto administrativo
por el que se impedía la ejecución del servicio.-
Entendió que se había resguardado con mayor intensidad un supuesto perjuicio
económico, particular (cuya existencia negó), haciéndolo prevalecer sobre un
interés general, vinculado a la normal prestación de un servicio público.-
Agregó que no existía peligro en la demora para el actor sino para su parte, que se
veía impedida de realizar las tareas necesarias -previstas en el contrato de
concesión- para el retiro efectivo del concesionario.-
Puso de resalto, además, la normativa en la que se encontraba enmarcado el
proceso de renegociación, de la que se desprenderían fundamentos suficientes
para hacer caer la afirmación de la actora y la de la juez en torno de una
"presunta" renegociación.-
Añadió que, con la medida adoptada, se afectaban garantías constitucionales y se
cercenaban facultades de dirección y control propias del Poder Ejecutivo.-
Finalmente se agravió de que no se hubiera fijado contracautela.-
XI. Que la apelación fue desestimada a fs. 812, por entender la juez de grado que
-como ya lo había expresado a fs. 778- la medida apelada no era sino una
consecuencia de la dictada el 30 de junio, notificada a la CNRT oportunamente y
que no había sido recurrida por el organismo; se trataba, por ello, de una decisión
consentida por éste.-
XII Que, contra esa decisión de fs. 812, la CNRT dedujo un recurso de reposición
con apelación en subsidio (fs. 1200/1201 vta.).-
Sostuvo que, aunque no se considerara a la decisión de fs. 747 como una nueva
medida cautelar, no podía discutirse que se había prolongado en el tiempo la vida
de la primigenia y que -contrariamente a lo originariamente resuelto- no se había
establecido límite temporal a su vigencia.-
XIII. Que, con fundamento en que el auto por el cual se concedía o se denegaba
una apelación no era susceptible de recurso alguno -por haberse atribuido el juicio
de admisibilidad al tribunal de alzada-, la magistrada denegó la revocatoria
deducida (fs. 1202).-
XIV. Que, a fs. 1225, la actora solicitó que se hiciera efectivo el apercibimiento de
fs. 778, dado que la recurrente no había formado el correspondiente incidente de
apelación.-
Y CONSIDERANDO:
DECRETO 798/04
III. Por ende y más allá de la rescisión del contrato de concesión celebrado con
Transportes Metropolitanos General San Martín S.A., de la lectura integral del
decreto 798/04 surge que, por un lado, en lo que se refiere al destino de la
concesión, sólo se encuentran previstas medidas transitorias para asegurar la
continuidad del servicio, hasta tanto sea entregada su posesión a la empresa que
resulte adjudicataria de la licitación que se llevará a cabo para otorgar la
concesión de la línea ferroviaria en cuestión; y, por el otro, la adopción de medidas
dirigidas evaluar el desenvolvimiento y cumplimiento de la concesión a la luz de la
normativa vigente, en especial para conocer el estado de los bienes y la
posibilidad de iniciar acciones administrativas y legales.-
IV. Que debe ponerse de resalto que, en el sub lite, se encuentra en juego la
prestación en debida forma de un servicio público, en el que los incumplimientos
observados por la concedente afectarían su calidad e implicarían riesgos para la
seguridad de los usuarios, involucrando -por lo tanto- una cuestión en la que está
fuertemente comprometido el interés público.-
Ello lleva necesariamente a extremar los recaudos para examinar la procedencia
de una medida cautelar como la pretendida, en atención a su repercusión en la
comunidad.-
Es cierto que para el dictado de una decisión de esa naturaleza no se exige un
examen de certeza sobre la existencia del derecho pretendido, pero pesa sobre
quien la solicita la carga de probar la existencia de la verosimilitud en el derecho
invocado y del peligro en la demora: resulta exigible que se evidencien
fehacientemente las razones que la justifiquen (conf. CSJN, doctr. en Fallos
326:973, y muchos otros). Del mismo modo, debe el juez exponer las razones que,
en ese examen preliminar, lo llevan a tomar la decisión, máxime cuando está de
por medio un obrar estatal que goza de presunción de legitimidad y que tiene
grave incidencia en el bien público.
VI. Que ello es así, en primer lugar, porque sólo ha sustentado la decisión en la
necesidad de escuchar a los organismos públicos, y en alegaciones genéricas
acerca de eventuales contradicciones tanto entre los comportamientos de las
autoridades intervinientes, como respecto de los fundamentos de la rescisión y las
circunstancias invocadas para declarar la emergencia ferroviaria.-
Sin embargo, no puede obviarse que los diferentes medios de prensa han puesto
reiteradamente de resalto la deficiente prestación del servicio ferroviario bajo
examen.-
Al mencionado tratamiento periodístico de la cuestión, se añaden diversos
informes efectuados por los organismos de control del sector público nacional -
Auditoría General de la Nación y Sindicatura General de la Nación-, publicados en
las respectivas páginas de internet y a los que consiguientemente se puede
tenerse fácil acceso. En ellos se pusieron de manifiesto serios defectos o
incumplimientos de la concesionaria actora, entre los que podría mencionarse, a
mero título de ejemplo: vencimientos de pólizas de los seguros de bienes,
responsabilidad civil y accidentes de trabajo; aplicación de sanciones de elevados
montos; que diversas obras a financiarse con fondos provenientes de las tarifas no
tuvieron principio de ejecución a pesar de que el concesionario los había
recaudado íntegramente; que se registraba un 0% de cumplimiento en la
adecuación de las estaciones para personas con movilidad reducida, etcétera
(conf. www.agn.gov.ar y www.sigen.gov.ar).-
Aunque el relieve de los hechos invocados en el decreto 798/04 y las
circunstancias -que son de público conocimiento- lo requerían, la juez dispuso la
suspensión de los efectos del acto de rescisión sin efectuar referencias concretas
y pormenorizadas que pudieran prima facie brindar verosimilitud al derecho de la
actora.-
VII. Que, por otra parte, y en segundo lugar, la magistrada tampoco ha justificado
debidamente la existencia de peligro en la demora que sustentase el dictado de la
medida cautelar de suspensión de los efectos del decreto 798/04.-
En efecto, en el sub lite se encuentran en juego dos valores: por un lado, el interés
público involucrado en la prestación adecuada, eficiente y segura del servicio de
transporte ferroviario y, por el otro, el interés particular de la concesionaria de ese
servicio de no verse perjudicada económicamente por la decisión de rescisión. En
esa pugna, y ante la ausencia -preliminar- de arbitrariedad manifiesta en la
actuación de la Administración, cobra clara primacía el primero de dichos valores.-
Es que, si -por hipótesis- se confirmara la tutela solicitada y luego de sustanciado
el proceso se advirtiera que el decreto impugnado no es ilegítimo se habría
ocasionado un grave perjuicio a la comunidad, de difícil sino imposible reparación;;
pues es muy presumible que -dadas esas condiciones- el servicio se habría
seguido prestando con graves deficiencias para los usuarios. Por el contrario, si se
revocara la medida pretendida por no considerar configurados, en este estado
larval del proceso, los requisitos de verosimilitud del derecho y peligro en la
demora y, con posterioridad, sobre las bases de nuevas pruebas, se llegara a la
conclusión de que asistía razón a la demandante, el eventual daño ocasionado
con la denegatoria de la cautelar podría ser reparado no sólo mediante la
indemnización que pudiere -en su caso- corresponder, sino incluso con una
satisfacción en especie, reponiéndola en la prestación del servicio (ya que
mediante dicho decreto 798/04 no han sido adoptadas medidas definitivas que
impliquen un nuevo otorgamiento de la concesión a un tercero y la adquisición de
derechos por parte de éste con el consiguiente desplazamiento final de la empresa
actora).-
AUSENCIA DE CONTRACAUTELA
IX. Que, por último, es menester llamar la atención acerca de que en las
sentencias de fs. 232/233 vta. y 713/714 no se ha fijado la contracautela, tal como
se exige en las normas procesales (conf. art. 199 del código procesal). Ninguna
medida de seguridad fue adoptada al respecto.-
Se ha destacado la importancia que la decisión en debate reviste -para la
comunidad en general y, de modo particular, para los usuarios del servicio- por lo
que la juez no pudo prescindir de fijar la caución, graduando su calidad y monto de
acuerdo a las circunstancias del caso, para hacer frente a los eventuales perjuicios
que la medida pudiera ocasionar.-
X. Que, por ende, las deficiencias de las resoluciones de fs. 713/714 -en su
integración con la de fs. 232/233 vta.- y de fs. 747 imponen declarar su nulidad, lo
que importa -asimismo- privar de vigencia a los actos dictados en su consecuencia
(confr. Vistos XI, XIII y XV).-
Resta aclarar que no obsta a la solución propuesta la medida cautelar que habría
sido dictada por el Juzgado N° 1, Secretaría N° 1 en lo Civil, Comercial y
Contencioso Administrativo de San Martín, ya que ella sólo sería atinente a los
contratos de los locales comerciales situados en estaciones ferroviarias.-
COSTAS
XI. Que las costas deben ser impuestas a la vencida, ya que no existen razones
que justifiquen apartarse de la regla general en la materia (art. 68 C.P.C.C.N.).-