1. Respiración profunda: El niño debe sentarse o acostarse en un lugar tranquilo.
Luego, le pediremos que respire profundamente por la nariz durante unos segundos, sosteniendo el aire por un momento. Después, deberá exhalar lentamente por la boca. Lo repetiremos varias veces.
2. Respiración con globos: Le daremos un globo inflado y le pediremos que los
sostenga frente a su boca. Inhalar profundamente por la nariz y exhalar con fuerza, inflando el globo. Lo repetiremos 3 veces.
3. Respiración diafragmática: Se le pedirá al niño que se acueste boca arriba con
una mano o juguete sobre el abdomen. Le diremos que respire profundamente por la nariz, sintiendo cómo se expande el abdomen o como se mueve el juguete mientras inhala y se contrae al exhalar.
4. Juegos de soplo: Utiliza juegos que impliquen soplar, como hacer
burbujas, soplar una pajita para mover objetos pequeños o tocar una flauta.
5. Proyectar palabras: Se le pedirá al niño que inhale y luego suelte el aire
diciendo una vocal, sílabas o palabras; hasta que se le acabe el aire. De igual forma, resaltar que no debe elevar el volumen de la voz.
6. Respiración con cuentos: Lee un cuento al niño y pídele que respire de
cierta manera mientras escucha la historia. Por ejemplo, puedes decirle que inhale profundamente cada vez que menciones una palabra específica o que respire lentamente mientras se describe una escena tranquila.