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1.1.2. Ejercicios respiratorios con material.

En el trabajo de reeducación con niños se deben utilizar aparatos muy simples, para que su manejo
no les imponga ni les retraiga, y que más que aparatos los vean como objetos de juego, para de esta forma,
poder motivar su actividad. Será un material al alcance de cualquier reeducador y que está dirigido,
principalmente, a la realización de ejercicios de soplo, actuando de esta forma sobre la función respiratoria,
su dominio y disciplina.

A) Ejercicios de soplo con papeles.


1o. ejercicio.
Como esta serie de ejercicios están dirigidos al dominio del soplo, se puede comenzar simplemente haciendo
soplar al niño, en principio sin inflar las mejillas y después inflándolas.
Para facilitar el que durante el soplo no exista fuga de aire nasal, durante éste, se le puede tapar la nariz y así
obligar a que todo el aire salga por la boca.
2°. ejercicio.
Primero el reeducador soplará sobre la mano del niño, para que él sienta la fuerza del aire que sale.
Después se hará que sea él mismo el que sople sobre su propia mano, para que perciba la misma sensación
que antes. Este ejercicio se puede repetir en distintas intensidades. Primero se le indicará: "sopla flojo" o
"sopla fuerte". Después se soplará sobre su mano con una u otra intensidad para que el niño aprenda a
discriminarlas y a continuación las repita con la misma fuerza, sin más indicación que pedirle que sople igual
que lo ha hecho el reeducador.
3o. ejercicio.
Se pedirá al niño que sople sobre su propio flequillo, para levantar los pelos. Si no sabe hacerlo
espontáneamente se le indicará que debe sacar el labio inferior y después soplar.
4o ejercicio.
Se le pedirá que sople sobre su pecho, con la camisa abierta para que él pueda percibirlo, indicándole, si es
preciso, que, para ello, al contrario que en el ejercicio anterior, ahora debe montar el labio superior sobre el
inferior.
5° ejercicio.
Se hará que proyecte los labios unidos y que emita el soplo sólo por un pequeño orifico de los mismos.
6 o ejercicio.
Se suspende una tira de papel frente a la boca del niño y se le indica que sople y así vea cómo la fuerza de
la emisión del aire levanta el papel. Desde una distancia de 10 cm., aproximadamente, se le irá alejando
paulatinamente para que tenga que ir aumentando la fuerza del soplo, a medida que se le aleja el papel, para
que éste no deje de moverse.
7o. ejercicio.
Sobre una mesa se esparcen, en un pequeño radio, trozos de papel que el niño tiene que hacer volar de un
solo soplo. Se adaptará a la capacidad del niño, poniendo más ó menos papelitos sobre la mesa. En lugar de
trozos de papel, también se pueden utilizar pequeñas bolitas hechas con papel de seda, con el fin de que
sean ligeras y vuelen fácilmente, o pequeñas plumas.
8o. ejercicio.
El reeducador sostendrá una pequeña tira de papel sobre un espejo o cristal, indicando al niño que sople
sobre el centro de la misma. Al hacerlo, el reeducador retirará su mano y el papel debe quedar adherido al
espejo por la fuerza del soplo del niño. Aquí se ejercitará la fuerza del soplo, que ha de ser suficiente para
manten-ner el papel, pero no tan rápida que se agote en seguida y le haga caer, y a la vez se ejercita el niño
en la dirección del soplo, ya que éste ha de estar dirigido a un punto determinado. Se puede cronometrar el
tiempo que se mantiene en ejercicios sucesivos y así ver los avances que el niño realiza.

B) Ejercicios con velas encendidas.


1o. ejercicio.
Se coloca la vela encendida a la altura de la boca del niño, a una distancia de 25 ó 30 cm: Se hace inspirar al
niño profundamente por la nariz, soplando con fuerza sobre la llama en la espiración, para apagarla. En
ejercicios sucesivos y a medida que vaya logrando apagar la vela en la primera espiración, se va alejando
ésta a fin de que el niño aumente la intensidad del soplo.
2a. ejercicio.
Se colocan una serie de velas, cinco ó seis, sujetas en fila o sobre una tabla. Se comienza encendiendo dos
y situando la primera a la misma distancia del niño que en el ejercicio anterior. Se le hace inspirar en
profundidad y de un solo soplo deberá apagarlas. Si lo consigue, se repetirá el ejercicio encendiendo tres
velas y así sucesivamente.
3o. ejercicio.
Se situará la vela encendida frente al niño, como en los ejercicios anteriores. Después de una inspiración
profunda deberá soplar sobre la llama suavemente, haciéndola oscilar de forma continua durante todo el
tiempo que dure la espiración, pero sin llegar a apagarla.
4o. ejercicio.
Se comenzará como en el ejercicio anterior, pero iniciado el soplo y la oscilación de la llama, se irá acercando
paulatinamente a los labios del niño la vela encendida, con lo cual deberá disminuir la intensidad del soplo
para no llegar a apagarla.
5°. ejercicio.
Este ejercicio se iniciará como el tercero, pero cuando el niño
comienza a soplar se le irá alejando la vela, con el fin de que vaya aumentando la intensidad del soplo en la
medida adecuada, para que, sin dejar de oscilar la llama, no llegue a apagarse.
6o. ejercicio.
Este ejercicio es una combinación del cuarto y del quinto. Después de una inspiración profunda, iniciado el
soplo, se le irá alejando y acercando, indistintamente, la vela encendida, para que el niño, atento a este
movimiento, module la expulsión del aire en el soplo, aumentando o disminuyendo éste, para conseguir que
la llama oscile continuamente sin llegar a apagarse.
C) Ejercicios con pajas o tubos.
1o. ejercicio.
Se hará soplar al niño simplemente con una paja o tubo pequeño a la que adaptará los labios, obligándole, de
esta forma, a centrar el soplo en un punto, siendo de especial aplicación este ejercicio para aquéllos niños
que tienen dificultad para soplar y emiten un silbido en lugar del soplo.
2o. ejercicio.
Con el extremo de la paja sumergido en un vaso o recipiente con agua, se le hará soplar por el otro extremo
para que hagan burbujas. También se puede realizar este ejercicio deshaciendo jabón en el agua del vaso,
para que al soplar haga pompas. Otra variante será hacer aspirar y beber agua por medio de la paja.
3 o . ejercicio.
Se colocará la paja o el pequeño tubo en el lado derecho de la boca, a modo de pipa y se hará soplar al niño
por él. A continuación se repetirá el ejercicio colocándolo en el lado izquierdo.
Los ejercicios 6 y 8 del apartado A, realizados soplando sobre papeles, se podrán llevar a cabo también
soplando sobre los mismos a través de una paja.
De la misma forma, todos los ejercicios del apartado B, realizados con velas encendidas, se podrán repetir
haciendo soplar al niño en todos ellos a través de una paja o de tubos de distinta longitud, colocando la llama,
inicialmente, a 10 ó 15 cm. del extremo del tubo o paja.

D) Ejercicios con matasuegras.


1o. ejercicio.
Se dará al niño un matasuegras, de los que venden en las ferias. y se le pedirá que sople con fuerza, después
de una inspiración profunda, para conseguir extenderlo totalmente. Una vez conseguido, se puede utilizar este
ejercicio para cronometrar el tiempo que dura la espiración.
2o. ejercicio.
Se pedirá al niño que sople, pero sin llegar a extender totalmente el matasuegras, sino manteniéndolo
enrollado hasta la mitad, con lo cual tendrá que controlar y modular la expulsión del aire con una intensidad
determinada.
3 o. ejercicio.
Se combinarán los dos ejercicios anteriores en una sola espiración y, siguiendo las indicaciones del
reeducador, lo mantendrá extendido o lo replegará a la mitad, ejercitando de este modo el dominio del soplo.

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