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Realizar una investigación acerca del tema de los contratos de adhesión y

la responsabilidad de las instituciones financieras sobre las cláusulas


abusivas contenidas en los mismos.

CONTRATO DE ADHESION
El Tribunal Supremo ha explicado en diversas ocasiones el concepto de
contrato de adhesión como aquel en el que "las cláusulas son predefinidas por
una de las partes y se imponen a la otra, sin que esta última tenga la capacidad
de negociar, hacer contrapropuestas o modificarlas, sino que simplemente
puede aceptarlas o rechazarlas" (Sentencia del Tribunal Supremo del 13 de
noviembre de 1998). Se subraya que "no se debe etiquetar un contrato de
adhesión solo porque una de las partes haya elaborado la regulación del
mismo, ya que esta circunstancia por sí sola no elimina la naturaleza
contractual del acuerdo realizado libremente, siempre que haya concurrencia
de consentimientos mutuos" (Sentencia del Tribunal Supremo del 30 de mayo
de 1998).
El contrato de adhesión se caracteriza por tener su redacción establecida por
una de las partes sin la participación de la otra, limitando la libertad contractual
de esta última a decidir si acepta o no las estipulaciones, si se adhiere o no al
contrato.
¿Es necesario firmar un contrato que ya está redactado previamente?
Considerando el contrato como un acto jurídico donde las declaraciones de
voluntad emitidas libremente por las partes buscan generar un efecto jurídico,
generalmente de índole patrimonial, reconocido por el Derecho; su principal
objetivo es establecer un vínculo obligacional derivado de la voluntad de las
partes. De hecho, se sostiene que el contrato es fuente de obligaciones, ya que
lo acordado entre las partes mediante contrato las obliga a cumplirlo
exactamente como si fuera una ley. "Los contratos tienen fuerza de ley entre
las partes", establece el artículo 1091 del Código Civil, permitiendo así que el
perjudicado pueda exigir su cumplimiento ante los Tribunales.
Las características generales de estos contratos son:
Ausencia de discusiones preliminares: las cláusulas o estipulaciones están
previamente determinadas y propuestas por una de las partes y la otra sólo
puede aceptarlas -y celebrar de este modo el contrato- o rechazarlas.
Supremacía económica y jurídica del oferente: El contrato por adhesión, tiene
como carácter distintivo la circunstancia de que tanto su contenido, como sus
modalidades peculiares, han sido formulados por una sola parte. Redacción
anticipada y unilateral del contrato: El contenido, en este tipo de contratos, es
obra exclusiva de una de las partes, y al cual la obra se somete o no, sin que
se modifique alguna. Se presenta, a los destinatarios como un todo unitario.
Destinatarios múltiples: en el contrato por adhesión el destinatario no es un
individuo determinado, sino una generalidad de personas, frente a la cual se
mantiene la oferta duraderamente con independencia de que sea aceptada o
no. Con el contrato de adhesión se debilita, por no decir desaparece, tanto la
libertad contractual como la libertad de contratación, pues en ocasiones no sólo
no se participa de la posibilidad de negociar, sino que existe necesidad o
urgencia igual del producto o servicio lo que determina falta de libertad para no
contratar. En este tipo de contrato muchas veces también el consentimiento es
sustituido por la confianza, la cual radica en el hecho de que a través de esta
forma de contratación lo que se busca es captar la confianza del consumidor
creando una expectativa razonable de que tal contrato se realiza en beneficio
de sus intereses, Los proveedores tienen la responsabilidad u obligación de
proporcionar la información necesaria para que el consumidor pueda efectuar
una adecuada y razonada elección. Dicha información debe contener las
características de los productos y servicios que se pretenden brindar al
consumidor, además debe ser verificable y escrita en el idioma español, así
como también indicar el precio, características, funcionamiento, calidad, origen,
naturaleza, peso, la misma tiene que tener detallar en orden de contenido de
sus ingredientes y componentes que permitan a los consumidores elegir
conforme a sus deseos y necesidades.
Las personas que resulten lesionadas o perjudicadas por bienes y servicios de
mala calidad, tienen derecho a ser compensadas o indemnizadas y pueden
ejercer acciones en contra de los proveedores de productos y servicios los
cuales pueden incurrir en responsabilidad civil o penal

Cláusulas Abusivas
De acuerdo con el artículo tres, numeral uno de la Ley de la Comisión Nacional
de Bancas y Seguros, se refieren a disposiciones que limitan los derechos del
usuario financiero, modifican las obligaciones o restringen las
responsabilidades por daños asumidos por la institución financiera, según lo
acordado en los respectivos contratos entre las partes.
La Comisión Nacional de Bancas y Seguros considera como cláusulas
abusivas, y por ende no válidas, aquellas que (según el artículo veinticuatro):
Limiten los derechos del usuario financiero o amplíen los derechos de la
Institución Financiera. Distorsionen las obligaciones o limiten la responsabilidad
por daños. Incluyan disposiciones que impongan la inversión de la carga de la
prueba en perjuicio del usuario financiero. Otorguen a la Institución Financiera
el derecho exclusivo de interpretar el significado, alcance y cumplimiento de las
cláusulas contractuales y prestaciones respectivas. Concedan a la Institución
Financiera la facultad de modificar unilateralmente el contrato durante su
vigencia, sin estar previsto contractualmente, o si, estando previsto, implica una
modificación sustancial en las condiciones contractuales. Obliguen al usuario
financiero a tener un representante o apoderado legal que lo sustituya en el
ejercicio de sus derechos derivados del contrato, sus accesorios, o en otros
negocios jurídicos. Impidan al usuario financiero elegir libremente un proveedor
de bienes o servicios necesarios como accesorios para la provisión de otros
bienes o servicios. Apliquen intereses o recargos a los pagos cuyos
vencimientos sean en días inhábiles y se realicen el día hábil inmediato
siguiente. Dispongan de las garantías proporcionadas por el usuario financiero
para una cuenta o contrato diferente al acordado previamente. Cualquier otra
que la CNBS considere aplicable. Según el Capítulo IX del Reglamento de la
Ley de Protección al Consumidor, las prácticas y cláusulas abusivas se definen
como términos o cláusulas que afectan de manera desigual al consumidor o
usuario en la comparación entre los derechos y obligaciones de ambas partes.
El artículo 79 establece que cuando las cláusulas contractuales de los
contratos por adhesión o similares sean consideradas abusivas, la Autoridad de
Aplicación dejará constancia y notificará al presunto infractor para que presente
su descargo y ofrezca pruebas. Se aplicará el procedimiento del Capítulo V de
la Ley.
En la clasificación de las infracciones según el Reglamento de la Ley de
Protección al Consumidor, contener cláusulas abusivas en los contratos
constituye una infracción grave, con una penalización de uno a cinco salarios
mínimos por primera vez.
La Dirección General de Protección al Consumidor puede actuar de oficio o a
solicitud de parte interesada. En casos de quejas de consumidores sin petición
de compensación personal, se iniciará el proceso de oficio. La instancia
conciliatoria solo procede en denuncias de particulares o Asociaciones de
consumidores registradas, y no en actuaciones iniciadas de oficio por la
Autoridad de Aplicación. Las denuncias pueden presentarse por vía telefónica o
electrónica, y la autoridad de aplicación establecerá los procesos para atender
reclamos, quejas y denuncias.
Para presentar una denuncia, se deben proporcionar documentos que
respalden la relación comercial objeto de la denuncia y otros que sean
necesarios para verificar los hechos denunciados. El nuevo reglamento
contempla sanciones a los proveedores de acuerdo con la gravedad de las
infracciones cometidas:
a) Muy graves: aquellas que pongan en riesgo la vida, salud y seguridad
humana en la adquisición, uso o consumo de bienes y servicios.
b) Graves: aquellas que perjudiquen los intereses económicos de los
consumidores.
c) Menos graves: aquellas que no impliquen riesgo para la vida, salud y
seguridad humana, y no violen los intereses económicos del consumidor.
Ejemplo de Cláusula Abusiva:
• Restringir los derechos del usuario financiero o ampliar los derechos de la
institución financiera.
• Alterar las obligaciones o limitar la responsabilidad por daños.
• Imponer al usuario financiero la necesidad de tener un representante o
apoderado legal que lo reemplace en el ejercicio de sus derechos derivados del
contrato, sus accesorios u otros negocios jurídicos.
Ejemplo de Práctica Abusiva:
• Exigir, forzar o permitir al usuario financiero que firme en blanco, total o
parcialmente, cualquier documento, contrato o título valor que genere
obligaciones para él.
• Revelar información o realizar cualquier acción que difame al usuario
financiero debido a las acciones que realice en el ejercicio de sus derechos.
• Impedir o denegar al usuario financiero la realización de pagos o abonos a la
deuda u obligación que tenga con la institución financiera.
Conclusión
los contratos de adhesión simplifican la formalización de acuerdos, pero
plantean desafíos en cuanto a equidad y protección de derechos. Se necesita
regulación para prevenir cláusulas abusivas y promover la transparencia,
mientras que la educación del consumidor es clave para una relación
equitativa.

Bibliografía
Abusivas, P. y. (22 de febrero de 2023).
https://www.segurosdelpais.hn/wp-content/uploads/2019/11/clausulasAbusivas-
1.pdf. Obtenido de
https://www.segurosdelpais.hn/wp-content/uploads/2019/11/clausulasAbusivas-
1.pdf: https://www.segurosdelpais.hn

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