Está en la página 1de 2

BAJOS SUBMERIDIONALES

RESPUESTA DE CORENOSA AL INFORME DE LA CONSULTORA (N° 6)

Para el 5 de Julio (falta una semana) es imposible realizar un análisis consistente de un informe
que abarca muchísimas cuestiones.

El mismo incluye un amplísimo marco teórico donde no queda realidad social, política,
económica, ambiental, productiva, legal, nacional e internacional sin tocar.

Para poner un solo ejemplo incluye los 17 objetivos de Desarrollo sustentable (ODS) de la ONU,
no solo como referencia bibliográfica inspiradora sino como modelo normativo y operativo. No
podemos dar nuestro parecer a un polémico desafío de dimensión global con infinidad de
aristas en tan poco tiempo.

Huelga aclarar que no todos comparten la sujeción de Argentina a una suerte de gobernanza
mundial y menos a la filosofía de estos 17 ODS; filosofía, por no decir ideología, en conflicto
con la producción agropecuaria en general y la ganadería en particular. Sin duda todos
aceptamos que debemos tener en cuenta estos factores externos (17 ODS, ONU) en términos
de un análisis macro (ref.: FODA, PEST), pero no todos estamos de acuerdo en que sean
nuestro modelo normativo, doctrinal e ideológico; máxime después de ver los desastres
provocados por la aplicación de estas recetas en Sri Lanka; el ataque a los ganaderos en
Holanda y el reciente comunicado de un grupo de científicos (Declaración de Dublín) pidiendo
que se terminen los disparates que se dicen y hacen con la ganadería desde los organismos
internacionales.

Provisoriamente y a riesgo de ser injustos, observamos que el informe es amplio en cuanto al


análisis, ambicioso y múltiple en sus propósitos, pero no termina de cerrar el diagnóstico y se
desorienta en la “intencionalidad”. Se va por las ramas. Suponemos que se debe a su carácter
preliminar.

Es necesario profundizar un poco más con la participación de los sectores productivos


interesados y organizados, más allá de las reuniones que se han hecho en distintos lugares.

Lo que nos preocupa de los BS es algo muy sencillo: la falta de sostenibilidad, no de la


producción, sino de los proyectos estatales. Por ejemplo y yendo al caso, el sistema de canales
y compuertas realizado a partir de 1983 que nos dejó en una peor situación que antes, cuando
las compuertas fueron robadas y nunca repuestas. Hoy el agua se escurre por esos canales no
solo en tiempos de inundaciones sino de seca y los BS o están inundados o padecen sequías
catastróficas. Este es “el gran problema a resolver” y la base para todo lo demás (clústers
productivos, medio ambiente, arraigo, comunidades originarias y de las otras, género,
educación, etc..). Las necesidades son infinitas pero los recursos son limitados y sin producción
no hay sistema que aguante.

Otra cuestión no menor, es la presión impositiva. Muchas cosas las podríamos hacer los
mismos productores, con sustentabilidad económica (nada hay menos sustentable que las
políticas públicas en este sentido). Ese es el camino.

Recientemente los productores hemos mejorado un camino, el comunal 2 entre la R 40 y la


entrada al Canal Interlagos Sur con los aportes de las deudas que tenían los productores con el
Comité de Cuencas aceptado y controlados por estos últimos, ahora solo faltan las alcantarillas
que es lo único que se comprometió a hacer la comuna de F Olmos y para lo que cobra
anualmente la TGI y que después de más de 1 año no hemos logrado tener una reparación
definitiva.

El arraigo y los clúster florecen cuando hay respeto a la propiedad privada e impuestos
razonables (tenemos el ejemplo de Paraguay donde gente de nuestra región va a invertir en
diferentes clústers que proliferan como hongos).

En vísperas de las elecciones, necesitamos más tiempo para un análisis minucioso, evitando
apuros electorales y poniendo las bases de una solución sustentable desde lo productivo, lo
ambiental y sobre todo lo político.

También podría gustarte