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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DEL TÁCHIRA

VICERRECTORADO ACADÉMICO
DEPARTAMENTO DE LICENCIATURA EN MÚSICA
GERENCIA CULTURAL

Análisis Crítico del artículo "Política, cultura, políticas


culturales y consumo cultural en Venezuela"

Profesora: Sara Medina

Autora: María Victoria González Galaviz

C.I: V-27.311.227

Correo unet: mariavictoria.gonzalez@unet.edu.ve

San Cristóbal, 10 de abril de 2024.


En Venezuela, desde su conformación como sociedad y sus
primeros gobiernos, el tema de la política cultural ha sido muy poco
estudiada y no ha estado dirigida a un fin netamente recreativo, lo que
impacta directamente en el desarrollo cultural del país. El presente
análisis crítico estará basado en el artículo titulado como “Política, cultura,
políticas culturales y consumo cultural en Venezuela”, en el cual sus
autores Bermúdez, E. y Sánchez, N. nos ofrecen una visión de cómo las
políticas culturales del Estado venezolano han ido cambiando con el
tiempo, influyendo en el consumo cultural de las personas. En este
análisis se abordarán temas como las etapas de políticas culturales y sus
cambios en cuanto a ideologías o actores culturales, la centralización de
la cultura y cómo afecta la diversidad cultural del país, el consumo cultural
y el déficit que se presenta en muchas zonas del país, la situación cultural
que existe actualmente con el gobierno en vigencia con sus ventajas y
desventajas, y algunas recomendaciones finales dirigidas a los
ciudadanos venezolanos.

La investigación anteriormente mencionada expone cómo las


políticas culturales del país han atravesado distintas etapas desde finales
del siglo XIX hasta el año 2009 en que fue publicado el articulo, esta
última fecha podemos tomarla como actualidad a pesar de haber
transcurrido más de una década, debido a que las problemáticas allí
descritas no se han solucionado si no que se han acentuado conforme
pasa el tiempo. Las etapas pueden clasificarse de la siguiente manera: 1)
Etapa de construcción y modernización (finales del siglo XIX-1960):
intelectuales, artistas y políticos de diferentes bandos trabajan en conjunto
para la construcción de una sociedad civilizada y modernizada, primero en
busqueda de la independencia y luego en el avance de la sociedad. 2)
Etapa de democratización: los intelectuales y artistas se desligan del
ámbito político y se sumergen en el campo cultural. Destaca la creación
de instituciones culturales, el apoyo a la diversidad cultural, los valores
civilidad, la identidad y se fomenta el acceso de la cultura para toda la
población. 3) Etapa de centralización (1990-presente): existe un mayor
control estatal sobre las políticas culturales, disminución de la
participación de la sociedad civil, concentración de la inversión en
Caracas, y la cultura dirigida al consumismo y a la política.

En relación con lo anterior, la variable en estas etapas son los


actores culturales que dirigen el movimiento cultural, estos pueden ser
artistas, intelectuales o políticos. Es notable que las ideologías y principios
que estos posean influyen de gran manera al momento de fijar un rumbo
en las políticas culturales. Por ejemplo, un intelectual con tendencias
nacionalistas naturalmente optará por una visión de rescate y
preservación del folclore y de lo propio, y por otra parte, una dictadura se
inclinaría a hacer propaganda política por medio de las manifestaciones
culturales.

Así mismo, el texto estudia cómo las políticas culturales han


incidido en el consumo cultural de la población venezolana. Es innegable
que las políticas han tenido un efecto positivo con respecto a la
democratización del acceso a la cultura, y a su vez, según Bermudez, E.
et. al (2009, pág 549) “se defiende la existencia de una cultura nacional
homogénea fundada sobre la historia patriótica y sobre la búsqueda de
nuestra identidad” sin embargo, también se exponen algunas desventajas
como la escasez de diversidad en la oferta cultural puesto que se
exponen solo algunos símbolos y representaciones (maracas, cuatro,
arpa, joropo, etc) y se olvida el resto de riqueza cultural, también el
consumismo centralizado a las redes de comunicación como TV y radio, y
la influencia de las industrias culturales transnacionales.

Siguiendo el mismo orden de ideas, el artículo argumenta que en


muchas zonas del país se observa un gran déficit en el consumo cultural
debido a la situación económica por la que atraviesan los venezolanos.
En el texto se argumenta que “la recreación no es rentable para el
consumidor venezolano en esta época de contracción económica, a sus
ojos, y de no resolución del tema de las necesidades básicas” (Bermudez,
E. et al, 2009, pág 553), deducción que se da luego de realizar entrevistas
en la parroquia de Bolívar, Maracaibo, donde no existe preocupación por
tener instituciones o actividades culturales. Las personas prefieren usar su
tiempo en actividades que les den sustento económico seguro, que en
actividades recreativas

El nivel cultural de una comunidad dependería entonces de la


calidad de vida de la misma. Esto se refleja en todo el país dentro del
ámbito cultural y académico. Un ejemplo claro de lo anterior sucede en el
mundo de las artes, muchos suelen desertar en su carrera artística o
estudios académicos porque la situación económica los lleva a emplear
todo su tiempo en otra actividad mejor remunerada para poder subsistir, lo
que conlleva a otra problemática que es la desvalorización de las artes
que por lo general son mal pagadas y la falta de apoyo económico por
parte del estado a las instituciones culturales públicas.

Ahora bien, la forma de gobierno vigente en Venezuela desde 1999


en un principio difundió un discurso de renovación y revolución, centrado
en la defensa de la cultura nacional bajo una visión antiglobalizadora,
nacionalista y antiimperialista, en busqueda de la recuperacion de la
identidad nacional. Sin embargo, la realidad de la aplicación de estas
políticas es otra, aunque se han creado instituciones como la Misión
Cultura para llevar a cabo los objetivos de la política cultural del XXI, esto
no es visible gracias a la tergiversación de sus principios, puesto que “la
misión cultura está esencial y explícitamente dirigida al logro de los
objetivos políticos planteados por el gobierno” (Bermudez, et. al. 2009,
pág 362). Actualmente en Venezuela la política cultural sigue siendo de
visión nacionalista y exclusivista, el estado solo se centra en resaltar
algunos símbolos y tradiciones, llevando un mensaje único e ignorando la
diversidad.
En conclusión, podemos observar que el obstáculo actualmente es
político por la ideología que maneja el gobierno. Aunque el objetivo
original era garantizar la libertad de expresión, la paz, la creatividad y
otras virtudes, todo esto se ha distorsionado y manipulado para hacer de
la cultura un medio de difusión en pro del gobierno, lo cual es fácilmente
visible en las cadenas televisivas nacionales; también se ve en la
centralización del consumo cultural, el cual debería ir más allá de la
Televisión, radio, prensa y redes sociales, es necesario que el estado
fomenta las manifestaciones culturales en las comunidades y la
participación de la sociedad civil el desarrollo de políticas culturales
renovadas.

A pesar de esto, no podemos negar que en algunas áreas


culturales se han logrado grandes avances gracias a intelectuales
visionarios que han sabido usar a su favor las herramientas del estado
con el fin de beneficiar a las comunidades venezolanas. Tal es el caso de
Jose Antonio Abreu, quien fundó El Sistema en el año 1975, el cual es un
macroproyecto cuyo objetivo es hacer accesible el estudio musical para
cualquier persona, indistintamente de su raza, nivel económico, género o
edad. Su aporte, de la mano del apoyo económico del gobierno, ha
impactado ampliamente en el desarrollo humanístico e integral de la
población.

Por último, es de amplia importancia que como ciudadanos


contribuyamos al país formándonos como personas críticas y reflexivas,
capaces de discernir entre políticas y ofertas culturales disponibles y
escoger ir con sólo aquellas opciones que nos aporten a nuestro
desarrollo personal, puesto que el avance de una sociedad es el reflejo
del pensamiento de cada uno de sus integrantes.

REFERENCIAS

Bermúdez, E. & Sánchez, N. (2009) Política, cultura, políticas culturales y


consumo cultural en Venezuela. Espacio Abierto, vol. 18, núm. 3.
Maracaibo, Venezuela. Consultado: 9/4/2024. Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=12211825007

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