En los últimos años, con la normalización del uso de las redes sociales, tanto

Facebook como Instagram y otras plataformas se han convertido en un campo de

batalla donde los usuarios hacen esfuerzos por destacar por sobre los demás con la
única finalidad de obtener un poco de aprobación y tener la satisfacción de ser
admirados y reconocidos por otros; uno de los aspectos en los cuales destacan
algunos de los más importantes usuarios de estas plataformas son sus mascotas
exóticas.

Se puede pensar que el hecho de que estas personas tengan un dragón barbudo,
un caimán e incluso tigres en su casa y lo publiquen en redes sociales no afecta, sin
embargo, las nuevas generaciones (como todos hemos hecho en algún momento)
tienden a imitar las acciones y actitudes de las personas que consideran sus ídolos,
por lo que ha aumentado considerablemente la demanda de este tipo de especies
exóticas, haciendo que el tráfico y la introducción ilegal de especies a ecosistemas
que no son aptos para ellos aumente.

Esta actividad ilegal es considerada un problema de seguridad nacional e

internacional, ya que la introducción de las nuevas especies causa desequilibrios
graves en las cadenas tróficas del ecosistema que llegan a invadir;
lamentablemente esto pasa por la irresponsabilidad de los dueños, pues el adquirir
mascotas exóticas tiene responsabilidades que muchos no quieren tomar o terminan
siendo demasiado para ellos. Un claro ejemplo es el aumento de pitones en las
aguas de Florida, al ver que cuidar a una serpiente no es un juego y que puede
llegar a ser perturbador el verla alimentarse de otros animales vivos, los dueños se
deshacen de ellas dejándolas en ríos o reservas naturales donde afectan por
completo las cadenas tróficas ya establecidas, al aumentar el numero de
depredadores en la zona se reduce la cantidad de comida causando que estas
serpientes e incluso cocodrilos y caimanes salgan de su hábitat en busca de
comida, llegando a invadir casas para alimentarse.

Además, el contrabando de especies pone en peligro la supervivencia de cientos

de especies amenazadas en todo el mundo y los ecosistemas de donde son
arrebatadas, pues las personas que los capturan invaden su territorio dañando el
ecosistema y al transportarlos no tienen cuidado con ellos, causando que la mayoría
de las veces apenas un tercio de los animales lleguen vivos a su destino. En
conclusión, la vanidad y necesidad de aprobación y admiración de las personas por
adquirir animales exóticos ha llevado a la muerte a muchos de estos y ha fomentado
el tráfico de especies alrededor del mundo.