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6 Narra una leyenda

1 La joroba del dromedario


En el principio de los tiempos, cuando el mundo apenas se había estrena-
do y los animales apenas comenzaban a trabajar para el ser humano, ha-
bía un dromedario que vivía en la mitad de un desolado desierto, porque
no quería trabajar. […]
De pronto apareció el Genio que está a cargo de todos los desiertos, dan-
do vueltas en una nube de polvo […].
—Genio de todos los desiertos —preguntó el caballo—. ¿Es lícito que al-
guien permanezca desocupado en un mundo que se acaba de estrenar?
—Ciertamente, no —replicó el Genio.
—Pues bien —siguió el caballo—, hay alguien en mitad de tu desolado de-
sierto […] que se niega a dar golpe desde la mañana del lunes. Se niega a
trotar.
—Pssssiu —exclamó el Genio con un silbido—. Por todo el oro de Ara-
bia, debe de tratarse de mi dromedario. ¿Qué dice acerca de ello?
—Dice «no me jorobes» —terció el perro— y se niega a llevar y traer co-
sas.
—¿No dice nada más?
—Solo «no me jorobes». Y se niega a arar los campos —dijo el buey.
[…] El Genio se envolvió de nuevo en su nube de polvo, dio una vuelta a
través del desierto y encontró al dromedario […].
—Mi grande y pomposo amigo —dijo el Genio—. He oído decir que te Desierto de Merzouga, en Marruecos.
niegas a hacer trabajo alguno en este mundo apenas recién estrenado.
—No me jorobes —contestó el dromedario. […]
—Yo en tu lugar no volvería a decir eso —sentenció el Genio—. […]
Y el dromedario repitió de nuevo «no me jorobes»... Y apenas había acaba-
do de decirlo, vio que su lomo, del que siempre se había mostrado orgullo-
so, se hinchaba e hinchaba hasta formar una enorme y flácida joroba.
—¿Ves eso? —le preguntó el Genio—. Es tu joroba propia y verdadera
que tú mismo has hecho crecer sobre ti por negarte a trabajar. Hoy es
jueves y no has dado golpe desde el lunes, cuando empezó el trabajo. […]
A partir de ahora, podrás trabajar durante tres días sin comer, porque
podrás vivir con las reservas de tu joroba y no digas jamás que nunca hice
nada por ti. Sal del desierto y únete a los otros tres. Pórtate bien y joróba-
te a ti mismo.
Rudyard Kipling, en A. Gómez y P. Zaragoza, Selección de textos literarios, Anaya.

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UNIDAD

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1 ¿Quiénes son los dos protagonistas de esta histo- 7 Resume esta historia.
ria?
8 Completa en tu cuaderno:
2 ¿Quiénes son los personajes secundarios? ¿En qué
trabajan? Este relato explica el origen de ... y por qué el
dromedario hoy en día puede vivir ... .
3 ¿Cuándo ocurren los hechos?
9 Escribe una oración con cada una de estas pala-
4 ¿Por qué están todos enfadados con el dromedario? bras: desolador, sumido, flácida.

10 Explica el significado de las expresiones:


5 ¿Qué contesta siempre cuando se dirigen a él?
– No me jorobes.
6 ¿Qué piensas sobre el dromedario? – No dar golpe.

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