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El lóbulo parietal del cerebro es crucial para funciones sensoriales y cognitivas.

Sus aspectos
clínicos incluyen:

Sensación y percepción táctil:


El lóbulo parietal es esencial para la sensación y percepción táctil. El giro postcentral procesa la
información táctil, permitiéndonos sentir y reconocer objetos, texturas y temperaturas.
Lesiones en esta área pueden causar pérdida de sensibilidad en partes específicas del cuerpo y
dificultades en la percepción táctil.

Integración sensorial y espacio: El lóbulo parietal integra información sensorial y nos ayuda a
percibir y comprender el espacio que nos rodea. Lesiones aquí pueden afectar la capacidad de
interpretar y coordinar información de diferentes sentidos, así como nuestra percepción del
espacio.

Funciones motoras y cálculo: El lóbulo parietal está relacionado con funciones motoras, como
la planificación y coordinación de movimientos, y con el procesamiento numérico, incluyendo
el cálculo y las habilidades matemáticas.

Reconocimiento facial y lectura: El lóbulo parietal no es la región principal relacionada con el


reconocimiento facial; esta función se asocia principalmente al lóbulo temporal. El
procesamiento de la lectura implica una interacción entre el lóbulo parietal y el lóbulo
temporal.

Giros y surcos específicos tienen roles especializados: Los giros y surcos en el lóbulo parietal
tienen funciones especializadas. Por ejemplo, el giro postcentral se relaciona con la percepción
táctil, el giro angular y el giro supramarginal están implicados en la lectura y el lenguaje escrito,
y el área interparietal contribuye a la percepción espacial y la coordinación motora. Lesiones
en estas áreas pueden impactar estas funciones específicas.

Lesiones en esta área pueden causar síntomas como pérdida de sensibilidad, dificultades en el
lenguaje y habilidades matemáticas, problemas en la percepción espacial y en la coordinación
motora, entre otros.

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