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CIVILIZACIÓN O BARBARIE

PUIGGRÓS, Adriana (2003). Civilización o barbarie. En: Qué pasó en la educación


argentina. Breve historia desde la conquista hasta el presente. Bs. As. : Galerna, cap
4, pp 57-72 (Resumen y notas: JC Paradiso, para uso de la cátedra).
La organización de los establecimientos educativos en forma de sistema escolar y los
principios de gratuidad y obligatoriedad (en los primeros años de la nación) estuvieron
defendidos por los caudillos tanto como por el conservadurismo liberal porteño.
Esta caracterización nos suena como contradictoria, al asociar dos términos de
significados opuestos. Es preferible usar las categorías que la misma autora propuso en
el capítulo anterior. Para nombrarlos según la caracterización de la autora: por la
pedagogía federalista popular y la pedagogía liberal oligárquica. (JCP)
Los caudillos pretendían que la organización de la educación reflejara su proximidad
política con la gente a la cual gobernaban. Su obra educacional estuvo dirigida a los
habitantes de los pueblos y del campo que confiaban en ellos. A su vez, el interés de la
oligarquía liberal estaba centrado en la educación de los dirigentes, junto con una
atracción estética por el progreso, que los seducía por ser una moda en Europa. Pero no
les interesaba como un eje de la vida de la población.
Rivadavia (pág. 57)

El arquetipo del conservadurismo liberal porteño fue Rivadavia, quien actuó en la


educación argentina desde el Primer Triunvirato. Adhería al utilitarismo inglés y a la
‘ideología’ (corriente europea de corte conservador). Su visión geopolítica se circunscribía
a los intereses de los “porteños de levita”. Subordinado a Inglaterra, contrata el
empréstito con la Baring Brothers, que podríamos señalar como fundador de nuestra
política de endeudamiento externo. Representando a capitales ingleses, disputó las
minas de Famatina al grupo riojano integrado entre otros por Facundo Quiroga. Creó la
Bolsa de Comercio. Su ley de enfiteusis es muy discutida en cuanto a sus resultados
efectivos. Aisló fuertemente a Bs As de las provincias. Su mentalidad administrativa y
centralista fue una de las primeras expresiones de la naciente oligarquía porteña.
Rivadavia introdujo el método lancasteriano en todas las escuelas de Bs. As., decretó la
obligatoriedad escolar y promovió escuelas para niñas, la educación media (Colegio de
Ciencias Morales, que más tarde origina críticas de Alberdi), crea la Universidad y
estimula la enseñanza de la ciencia.
¿Cuál era la diferencia entre el imaginario educacional de Rivadavia y el de los
caudillos progresistas?
Rivadavia opta por el modelo napoleónico, consistente en una pirámide cuya cúspide la
ocupa la universidad, rectora de todos los establecimientos educativos. Busca una
centralización completa de la educación en el poder porteño. La idea era absolutista en el
sentido que tenía lo público en la concepción napoleónica. Circunscribe la reforma a Bs
As. (Artigas trata de difundirla a las provincias del Litoral). Rivadavia aspiraba a formar
una minoría esclarecida y privilegiada (López vinculaba la educación de los provincianos
con la integración de la sociedad nacional).
Los caudillos progresistas promovieron Juntas Protectoras de Educación, provinciales y
locales, en la que los vecinos tuvieran activa participación y defendieran la autonomía de
los sistemas educativos de sus provincias.
El sujeto pedagógico imaginado por Rivadavia se caracterizaba por su aislamiento
respecto del resto de los connacionales, una mentalidad moderna, utilitaria,
economicista y desinteresada del contexto social. Un mismo método, en este caso el de
Lancaster, cobra dimensiones distintas en el discurso rivadaviano o en el de Artigas.
Del imaginario pedagógico rivadaviano se deriva un liberalismo elitista o un
conservadurismo modernizante; del de los caudillos progresistas surge un federalismo
pedagógico democrático que se engancha con las propuestas de Simón Rodríguez
(aunque éste sea un radical).
Caudillos conservadores:
Religión o muerte (pág. 59)

El tradicionalismo conservador, el nacionalismo y la exaltación de lo popular fueron


expresados en las propuestas educacionales de Juan Facundo Quiroga y Juan Manuel
de Rosas.
Quiroga
Defendía una educación tan contradictoria con el liberalismo porteño como con las
reformas provinciales progresistas. Prohispánico y localista, comparte la concepción
educacional colonial arraigada en el NOA y no se le ocurría dudar de que el campo de la
educación no fuera propiedad natural de la Iglesia Católica. Se opone a las concepciones
pedagógicas modernas, el laicismo liberal, el protestantismo y los intereses ingleses:
todos parecían parte de lo mismo. Defiende la vieja cultura y la educación tradicionales
bajo el lema “Religión o muerte” y dio cauce a la expresión de la cultura popular de su
provincia, que era muy tradicionalista.
Rosas
Sostuvo una pedagogía en la misma línea de Quiroga. La defensa del orden educativo
colonial fue coherente con al nacionalismo católico y conservador. El enfrentamiento de
Rosas con la Liga Federal tuvo como motivación una disputa entre los intereses
ganaderos de la provincia de Bs As y los ganaderos del interior, que defendían López,
Ramírez y Bustos.
Juan Manuel de Rosas establece una dura censura de prensa y quema libros
públicamente, persigue al Salón Literario, expulsa a los intelectuales liberales,
acusándolos de ‘afrancesados’ a la par que defiende la nación contra la escuadra
francesa. Lamentablemente contraponía los valores de democracia liberal con los de
defensa de la Nación.

🡪Rosas no se ocupó especialmente de la educación, que quedó en manos del inspector


general de escuelas, Saturnino Segurola. Los contenidos fueron homogeneizados al
conservadurismo popular. Se impuso la divisa punzó, el juramento a la Santa
Federación y otros rituales federales.
Se borraron del presupuesto los salarios docentes y se estableció que los padres pagaran
los gastos de educación, incluso de útiles escolares. Aquellas escuelas que no pudieran
sostenerse por esos medios debían clausurarse. Sus defensores argumentan que era por
la necesidad de fondos para la guerra con Bolivia y el bloqueo anglo-francés. Rosas se
oponía a la obligatoriedad escolar y a los principios de la educación pública.
Su principal asesor en cuestiones culturales, el italiano Pedro de Angelis, se manifestaba
a favor de la libertad de mercado en la educación y de la prioridad de la familia. El
Estado no debía financiar la educación, que debía estar en manos privadas. La
enseñanza debía ajustar los contenidos de acuerdo con el gobierno y la Iglesia.
Establecen aranceles en las escuelas primarias públicas y se despide a los niños que no
podían pagarlos. Cerró la casa de Niños expósitos y quitó el financiamiento a la
universidad.
En 1836 entrega la educación a los jesuitas, con quienes luego tiene diferencias políticas.
Rosas adjudicaba a la educación un papel más ligado al orden que al trabajo, a la
ritualización del régimen que a la formación de productores.
Con Rosas forma parte de una comisión para la revisión (y censura) de los libros de
texto. Como le gustaba polemizar, asume la defensa de Rosas contra los intelectuales
liberales, como Esteban Echeverría. Imaginativo, aventurero, culto, impulsivo y
oportunista. No pactó con la Iglesia sino con el poder estatal. Rosas, a su vez, no
subordinó su política cultural a la Iglesia, sino que trató de utilizarla para consolidarse.
Cuando se produjo alguna disputa de poderes, dio más importancia a los terrenales que
a los divinos y expulsó a los jesuitas.
(si desean ampliar la diferenciación conceptual entre caudillos y oligarquías, hay un
video sencillo en https://www.youtube.com/watch?v=mUNLj3xTqXQ)
Liberalismo pedagógico de la generación del 37(pág. 63)
La joven generación reunía a jóvenes liberales demócratas que se diferenciaban tanto de
los unitarios como de los federales rosistas, aunque no todos se enfrentaron a las
instituciones de Rivadavia. Más de 30 de ellos fundaron la Asociación de Mayo, para una
revolución moral, ya que la material no era entonces posible. Y pretendían prender
lentamente, sin violencia. Sus ideales tenían palabras claves: Mayo, democracia,
fraternidad, igualdad social, libertad, sufragio, representación, educación /ilustración,
ciudadanía, dignidad, trabajo, libertad de conciencia como condición, independencia
entre sociedad civil y religiosa, instrucción popular para superar la minoridad y la
necesidad de tutela.
Los subscriptores del Dogma Socialista ponen límites al elitismo: no basta con educar
una clase dirigente, si el pueblo no está educado.
Echeverría se ocupaba de los principios, Alberdi de la organización económica y las
instituciones, Sarmiento de la cultura y educación. En cierto sentido su obra es
precursora del positivismo pedagógico que se desarrolló hacia fines del siglo XIX. Pero
sería un error confundirnos: se trata de una generación más apegada al romanticismo.
Educación para el trabajo-.
Crítica de Alberdi a la concepción pedagógica de Rivadavia (pág. 65)

(Alberdi: ‘La educación no es la instrucción’)


Alberdi sostiene que los ensayos de Rivadavia llevaban a formar demagogos, sofistas,
monárquicos. En vez de un Colegio de Ciencias Morales debía haberse creado un colegio
de Ciencias exactas y aplicadas a la industria.
Ataca al catolicismo académico y la religión verbalista, pero lo distingue de la religión
práctica, vinculada con la sociedad y sus necesidades.
Sólo concibe al sujeto pedagógico como una proyección de la cultura francesa, de la
laboriosidad inglesa, de la eficiencia norteamericana. De acuerdo a Puiggrós, al igual que
Sarmiento borró al sujeto social real y volvió abstracta su propuesta educativa.
Sarmiento y la educación popular 66

Desde su diario ‘El Zonda’ y la Sociedad Literaria provincial de San Juan (filial de la
Asociación de Mayo) critica al rosismo, por lo cual debe emigrar a Chile.
En EEUU 67 se muestra complacido por la intervención de las municipalidades y
asociaciones civiles en la educación, donde la educación estatal estaba supervisada por
ciudadanos elegidos por voto popular.
Sarmiento http://servicios.abc.gov.ar/docentes/efemerides/11deseptiembre/htmls/educacion/
obra.html#:~:text=La%20obra%20educativa%20de%20Sarmiento,la%20educaci%C3%B3n%20de
%20la%20mujer.
(En ese link encontrarán una síntesis de su obra educativa).
Sarmiento propuso dar a la población una formación básica integral que elevara su
cultura. Dio importancia al desarrollo de las escuelas de artes y oficios y quiso una
educación racional y científica, pero no fue simplemente un utilitarista.
Sarmiento creía que la educación puede cambiar las sociedades, pero si los sujetos
son educables. Porque existían muchos bárbaros ineducables.
Sarmiento realizó dos cosas al mismo tiempo: ‘promovió el sistema educativo más
democrático de su época, pero al mismo tiempo realizó una operación de exclusión de los
sectores populares’.
Obsérvese que entre ambas constituyen un movimiento contradictorio en cuanto a lo que
llamaríamos par dialéctico inclusión/exclusión. Esto ocurre en muchas circunstancias
con esta generación y se verá reflejado en las políticas concretas de la generación del 80.
A la escuela pública del imaginario sarmientino concurría un sujeto abstracto, que jamás
llegó a existir. (pag 69)
Fundador de la sociología de la educación, antecesor del positivismo y del funcionalismo
pedagógico. 69
¿Por qué Sarmiento puede ser un antecesor del Positivismo? (sin ser positivista). Pueden
citarse, entre otros rasgos, el diseño del mobiliario escolar, control de los cuerpos,
regímenes disciplinarios y formas de selección de la población escolar.
Su modelo apuntaba a imponer una forma de ser, de sentir y de hablar, un modelo capaz
de operar sobre la sociedad cambiándola y controlándola. La idea de seleccionar a los
más aptos era coherente con la inmigración nord-europea y el apoyo a las campañas al
desierto. La disociación entre el pueblo real y el pueblo al cual se educaría
democráticamente era constitutiva del imaginario pedagógico de Sarmiento.
De EEUU y Europa extrajo los modelos más participativos, los sistemas de enseñanza
que tenían más capacidad para llegar a los confines del país, las experiencias que
garantizaban el arraigo de la educación en la comunidad. La instrucción pública sería
una responsabilidad colectiva. (pág 70)

Al Estado le asigna un rol fundamental: esto es bien conocido.

Sus principales sostenedores fuera del Estado serían las cooperadoras, las asociaciones
de padres, las sociedades populares y las bibliotecas públicas.“Sarmiento, que admiraba
la experiencia norteamericana, no reconocía la tradición que tenían en nuestro país las
asociaciones protectoras de la educación y las bibliotecas públicas”
Además de la escuela integrarían el sistema: instituciones educativas no formales,
instituciones de la comunidad.

Conferencias públicas y de predicación laica como las que observó en Massachusetts


(desarrolladas por H. Mann)
En ‘Educación Popular’ expuso sus ideas sobre los métodos de enseñanza de la lectura y
escritura, organización y administración escolar comparando diversos países.
El sistema requería de educadores profesionales. En Chile (durante su exilio) había
creado la primera escuela normal, escuela de preceptores de Santiago, formando
educadores laicos y profesionales. Ya Francia y USA habían tenido que formar maestros
profesionales laicos para instalar un sistema educativo moderno independiente del poder
eclesiástico.
Las tendencias educativas mencionadas no alcanzaron una síntesis. Existen elementos
incompatibles que pertenecen a proyectos enfrentados. (...)Sarmiento puso en marcha un
sistema que ya habían iniciado en muchas provincias los caudillos progresistas.
El sistema educativo creció de acuerdo con los parámetros de ‘prioridad’ del Estado y
siguiendo la forma de escolarización, pero dejó irresuelto el problema de la relación con
la comunidad y su mayor punto de conflicto fue su carácter unitario o federal. Y pese a
los principios organizadores liberales del sistema, el nacionalismo católico se instaló
fuertemente en el discurso.-

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