Sigmund Freud nació en Freiberg, Imperio Austríaco, en el año 1856, en el seno de
una familia ucraniana de origen judío y situación económica humilde.
Al llegar el 1860, su familia se trasladó a Viena, y se asentó en esta ciudad durante
los años siguientes. Con 17 años, el joven Freud entró a la Universidad de Viena para estudiar medicina, graduándose poco después. Luego, hacia 1877, se especializó en el estudio del sistema nervioso en peces, área en la que destacó como investigador.
Según Freud la realidad psicológica comienza con el mundo lleno de objetos,
principalmente se enfoca en el cuerpo ya que este actúa para sobrevivir y reproducirse. Por otra parte, el cuerpo está guiado por sus necesidades fisiológicas. (sed, hambre, sexo y evitación del dolor). La estructura de la personalidad segun Freud se divide de la siguiente manera: El ello, que está al servicio del placer y se podría decir que es una representación mental de lo biológico. El yo, que está gobernado por el principio de la realidad debido a que es la única fuente de comunicación de la persona y el mundo exterior y de este modo intentar cambiar el principio de placer del ello. Y el superyó que representa los aspectos morales e ideales de la personalidad. La principal diferencia entre el yo y el superyó es que el superyó no está en contacto con el entorno y gracias a esto su necesidad de perfección es inalcanzable. También presenta la teoría del desarrollo psicosexual que consiste en diferentes etapas del desarrollo que empieza con la etapa oral (12-18 meses) donde la fuente principal del placer del bebé implica actividades enfocadas en la boca, sigue la etapa anal (18 meses-3 años) donde el niño recibe placer al retener y expulsar sus heces y empieza a controlar su esfínter, la etapa fálica (3-6 años) donde el niño se siente atraído por su progenitor del sexo opuesto y más adelante se identifica con su progenitor del mismo sexo, se empieza a desarrollar el superyó y su placer proviene de sus genitales, sigue la latencia (6 años-pubertad) se caracteriza por no tener una zona erógena concreta asociada y, en general, por representar una congelación de las experimentaciones en materia de sexualidad por parte de los niños, en parte a causa de todos los castigos y amonestaciones recibidas y por último está la etapa genital (pubertad-adultez) donde reemergen los impulsos sexuales de la etapa fálica pero canalizados a una sexualidad mas adulta donde les cuesta más el reprimir estos deseo como lo hacían antes debido a su desarrollo físico y mental.