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PLUTARCO NARANJO
AYAHÜASCA
religión y medicina
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SIBUCE
AYAHUASCA: RELIGION Y MEDICINA
1380
Dr. PLUTARCO NARANJO
Profesor de lo Universidad Central del Ecuador
Et nob otá ni ca
AYAHUASCA
RELIGION Y MEDICINA
Editorial Universitaria
Quito, 1970
.
INTRODUCCION
Introducción ..................................................................................... 7
Contenido ......................................................................................... 11
Pógs.
Parte Botánica
B. El género Banisteria
Linneo describió el género Banisteria con ¡los siguientes caracte
res: Cáliz 5—fido con glándulas en ¡la base, pétalos unguiculados, desi-
f f ü f ycym irw n 5 sb
i! Sí r% l M : h te
SJiu« iáJ ¿
AYAHUASCA: RELIGION Y MEDICINA 15
Banisteria Heteropterys
B. caapi Spr. H. beecheyana Juss.
B. heterosíyla Juss. H. cristata Benth.
B. ¡nebrions Morton H. macrostachya J'uss.
B. platyptera Gr. H. nervosa Juss.
B. rusbyana (Ndz) Mantón H. orinocensis (H.B.K.) Juss.
Banisteria
B. apiculata
B. argéntea (H.B.K. Spreng
B. argéntea (H.B.K.) var. acuminata Ndz.
B. argéntea (H.B.K.) Spreng. var. obtusiuscula Ndz.
B. cinerascens (Benth.) Griseb
B. cornifolia (Kth.) Spreng. var. typica Ndz.
B. cornifolia (Kth.) Sprehg. var. eliiptica Ndz.
B. cristata Griseb.
B. elegans Triana y Pl. var. grandifolia Ndz.
B. guatemaiensis Ndz.
B. lucida Rich. (Lindl.)
B. orbicularis Ndz.
B. platyptera Griseb.
B. sepium Juss.
AYAHUASCA: RELIGION Y MEDICINA 21
Heteropterys
H. acutifolia Juss.
H. acutifolia eglandulosa Ndz.
H. anoptera Juss.
H. Beecheyana Juss.
H. brachiata
H. cari nata Benth
H. cochleosperma Juss.
H. escallonifoüa Juss.
H. iaurofo'/ia Juss.
H. macrostachya Adr. Juss.
H. macrostachya Juss.
H. oblongifolia Gleason
H. purpurea (H.B.K.) var. puberula Ndz.
H. purpurea (H.B.K.) var. antiliana Ncfz.
H. suberosa Gríiseb.
H. venezolensis Ndz.
Banisteria
B. adamantium M art. B. latifPlia Juss.
B. adenopoda Juss. B. lucida Rich.
B. angustifo'ia Juss. B. megaphyila Juss.
B. anisandra Juss. B. membranifolia Juss.
•-i _i
B. argyrophylla Juss. B. metallico’or Juss. LO O
Hetaropterys
Banisterias
B. caapi Spr.
B. caducifoÜa Ndz.
B. cornifolia (H.B.K.) Spreng var. typica Ndz.
B. cristata Gr.
B. heterostyla Juss.
B. inebrians Morton
B. laevifolia Juss.
B. leiocarpa Juss.
B. ieptocarpa Benth.
B. longialata Ndz.
B. lucida Rich.
B. muricata Vav.
B. nigrescens Juss.
B. nutans Ndz.
B. padifofia (Poeppig) Ndz.
B. peruviana Ndz..
B. platyptera Gr.
B. pubipetafa Juss.
24 PLUTARCO NARANJO
Heteroptarys
H. anómala Juss.
H. beecheyans Juss.
H. grandiflora Juss.
H. cristata Benfh.
H. macrostachya Juss.
H. nervosa Juss.
H. orinocensis (H.B.K.) Juss.
H. Trasiens Ndz.
Parte Etnológica
te, sus necesidades y gozar entonces, de l.'Ds beneficios que puede pro
porcionar ese espíritu debidamente atendido, 'lo contrario significaba
exponerse a las consecuencias del enojo del espíritu. Más adelante
volveremos a referirnos, con mayor am plitud, ail culto de ios muertos.
La fitcriiim ia puede también hacer referencia a ciertas formas de
endocaoibailiismo que, como ha demostrado Biocca39, subsisten hasta
hoy, entre tribus de la Hoya Amazónica, especialmente en e<l área dell
Brasrí. Consiste en reducir a cenizas el cuerpo del fa m ilia r fallecido
y fuego en ceremonia especia!, beber él extracto de ayahuasca al que se
ha agregado parte de dichas cenizas. Esta práctica consagra también
el culto a ;los antepasados y simboliza la unión eterna con el fam iliar
desaparecido.
Algunos autores40 han interpretado 'la fitonim ia como: bejuco
amargo. Tanto él bejuco Como, sobre todo, su extracto concentrado es
sumamente amargo y este hecho podría dar lugar a ta)| interpretación;
desde luego en quichua amargo es ayac o hayac y no aya que, como se
indicó, significa muerto. Por otro lado, enorme número de especies ve
getales tienen tallos y extractos de sabor amargo, por '¡o mismo, tal de
nominación no caracterizaría a esta planta.
Desde luego, los aborígenes, si utilizaban el adjetivo ayac, en a l
gunas de las palabras compuestas don las que denominaron a ciertas
plantas. Por ejemplo, entre los nombres quichuas de las plantas hoy
conocidas como quinas, está la ayac-cara, que quiere decir "corteza
am arga"41.
Algunos autores han utilizado la h muda del español para escribir
haya-huasca, pasando a la fonética inglesa y de otras lenguas como
"jayahuasca", que debe considerarse como una mera variante ortográ
fica. Lo mismo las denominaciones aya-huasca, ayawasca, aya huasa,
ayahuashca.
Las plantas dél género Banísteriopsis y en especial B. caapi, son
conocidas con numerosos nombres aborígenes, según los grupos lingüís
ticos de América del Sur. Una denominación -muy común en parte del
Amazonas y eil Orinoco es capí, que es voz tupí1. Spruce3,4 consagró
él mencionado nombre en la nueva especie botánica Banisteria caapi;
pero duplicó la letra a, pese a que él fonema de lia lengua tupí corres-
30 PLUTARCO NARANJO
6. Antecedentes históricos.
mantiene por todo él día, ai| propio tiempo que b viuda, ib madre, el
hijo o los hermanos del difunto hacen una (larga lamentación, dtologan
con él muerto, ¡le piden ctteimencia y su protección56,57 (Véase ¡Fig 52).
Veamos (Ib que dice Fray José de Acosta52: "Comúnmente creyeron
los indios dell Perú, que lias ánimas vivían después de esta vida, y que
los buenos tenían glíoriia y líos mallos pena, y osí en persuadirles estos a r
tículos hay poca dificultad. Mas de que los cuerpos hubiesen de resu
cita r con las ánimas, no lo alcanzaron, y así ponían excesiva diligencia,
como está dicho, en conservar ios cuerpos y honrados después de muer
tos. Para esto sus descendientes les ponían ropa y hacían sacrificios,
especialmente ¡ios reyes ingas en sus entierros habían de ser acompaña
dos de gran número de criados y oficiales, para que fuesen a servir a la
otra vida. Cuando m urió Guaynacápac, que fue padre de Atahua'pa,
en cuyo tiem po entraron ¡los españoles, fueron muertas m-iif y tantas per
sonas de todas ‘lias edades y suertes, para su servicio y acompañamiento
en la otra vida. Matábanlos después de muchos cantares y borrache
ras, y él¡los se tenían por bienaventurados; sacrificábanles muchas cosas,
especiallmente niños, y de su sangre hacían una raya de oreja a oreja,
en el rostro del defunto*. La misma superstición e inhumanidad de
m atar hombres y mujeres para acompañamiento y servicio dell defun-
to en la otra vida, han usado y usan otras naciones bárbaras. Y aún,
según escribe Polo, cuasi ha sido general en Indias, y aún refiere el ve
nerable Beda que ¡usaban los ang'os antes de convertirse ól Evangelio,
la misma costumbre de m atar gente, que fuese en compañía y servicio
de fos defuntos. De un portugués que siendo cautivo entre bárbaros le
dieron ¡un flechazo con que perdió un ojo, cuentan que queriéndole sa-
(*) Según i!a mitología de algunas culturas indoomericanas, el hombre fue creado
por los dibses, de la propia sangre de éstos3S. La sangre representa la vida y
el espíritu divino. El indio, por lo genero!, tiene terror a perder una gota de
sangre. A cambio de esa sangre donada por los dioses, éstos exiigen la sangre
de los hombres y ciertos dioses más benignos se conforman con sangre de ani
males. Creencias mitológicas de este orden han obligado ai hombre primitivo
a hacer sacrificios humanos. En la cultura griega, pese ol alto nivel de desa
rrollo que alcanzó ésta en su época de oro, entre los siglos VI y V A. de C., aún
se ofrecían sacrificios de ciertos animales, específicamente, a algunos de los dio
ses: por ejemplo, el gollo a Esculapio.
AYAHUASCA: RELIGION Y MEDICINA 35
orificar para que acompañase un señor defunto, respondió que 'los que
moraban en la otra vida, tenían en poco di defunto, pues le daban por
compañero a un hombre tuerto, y que era mejor dársete con dos ojos; y
parecí ándales bien esta razón a dos bárbaros, te dejaron. Fuera de esta
superstición de sacrificar hombres oi defunto que no se hace sino con
señores muy calificados, hay otra mucho más común y genera1! en todas
fas Indias, de poner comida y bebida a lias defuntos sobre sus sepulturas
y cuevas, y creer que con aquejilo se sustentan, que también fue error
de los antiguos, como dice San Agustín. Y para este efecto de darle de
comer y beber, hoy día muchos indios infieles desentierran secreta
36 PLUTARCO NARANJO
mente sus defuntos, ,de las iglesias y cementerios, y tíos ervtiierran en ce
rros o quebradas, o en sus propias casas. Usan también ¡ponerles plata
en las bocas, en las manos, en ilos senos, y vestirles ropas nuevas y pro
vechosas, dobladas debajo 'de ¡la mortaja. Creen que las ánimas de sus
defuntos andan vagando, y que sienten frío y sed, y hambre y trabajo,
y por eso hacen sus aniversarios llevándoles comida, y hedida y ropa'.
A esta causa advierten con mucha razón les prelados en sus sínodos,
que procuren los sacerdotes dar a entender a los -indios, que ¡lias ofren
das que en ¡la iglesia se ponen en las sepulturas, no son comida ni be
bida de las ánimas, sino de los pobres o de ¡los ministros, y sólo Dios es
el que en lía otra vida sustenta las ánimas, pues no comen n¡¡ beben cosa
corporal. Y va mucho en que sepan esto bien sabido, porque no con
viertan el uso santo en superstición gentílica, como muchos lo hacen".
De esta cita se desprende que sacrificar seres humanes y animales
en homenaje a los muertos y a tos dioses fue una modalidad común a
muchas culturas prim itivas, inclusive la hebrea, ta l como se relata en
el A ntiguo Testamento.
Es probable que de este extendido culto a los muertos surgió la
fitooim ia ayahuasca, ya que mediante lia bebida de sus extractos, en
la fase alud-notoria, se puede ver a los antepasados, hablar con ellos,
conocer sus deseos, sus órdenes. También hay que recordar que en el
entierro de un señor o cacique y mucho más de un rey Inca, se enterra
ban tam bién una o más esposos vivas, antes de ¡lo cual se les adm inistra
ba una planta alucinante, en dosis bastante tóxicas, generalmente u ti
lizan el chamico (Fig. 8 ), o eíi buantug (Fig. 9 ), ambas pertenecientes
a la fa m ilia Solanáceas511"01 y bien pudo también haberse utilizado la
ayahuasca, aunque de este posible uso de la planta, no hemos encon
trado ninguna referencia precisa.
El español, el europeo del sigilo XV, que hacía mucho tiempo que
había¡ abandonado el pdlliteísmo, en favor del cristianísimo y que además
había desarrollado ¡una civilización, en muchos aspectos superior a la
del hombre americano, ¡miiró todo a través de su propio crista!!, juzgó
38 PLUTARCO NARANJO
rió di g unos de líos usos, por parte de los indios de las márgenes deil río
Vaupés.
Vi'Jllavicemcio18, en su "Geografía de la República del Ecuador",
publicado en New York, en 1858, dice que Jos indios záparos, jíbaros,
los de Santa Moríanlos mozones y ios anguteros: "Toman para adivinar,
prever y contestar con acierto en líos casos difíciles, ya sea para dar res
puestas oportunas a ios embajadores de las otras tribus cuando se trata
de hacer la guerra, ya para descubrir los pkmes del enemigo por medio
de esta mágica bebida y tomar las disposiciones convenientes paira el
ataque y defensa, ya en caso de enfermedad de un pariente para averi
guar cual brujo ío tiene en ese estado, ya para hacer unía visita amisto
sa a otras tribus, ya cuando íes iliega gente extraña como viajeros, ya,
en fin , para cerciorarse del amor de sus mujeres. Su acción parece
dirigirse a excitar el sistema nervioso; todos líos sentidos se avivan y to
das las facultades se despiertan; sienten vahídos y rodeos de cabeza,
luego la sensación de elevarse ail aire y comenzar un viaje aéreo; el po
seído empieza a ver en ios primeros momentos las imágenes más deli
ciosas, conforme a sus I¡ideas y conocimientos: tíos salvajes dicen que
ven lagos deliciosos, bosques cubiertos de frutas, aves (lindísimas que
les comunican 'lo que ellos desean saber de agradable y favorable, y
otras bellezas relativas a su vida salvaje. Pasado este momento em
piezan a ver fieras terribles dispuestas a desgarrarlos, -les falta e l vuelo
y bajan a tierra a com batir con las fieras quienes 'les comunican todas
las desgracias y desventuras que Ies aguarda; en este momento se le
vanta el salvaje que estaba como en estupor y procura tomar ¡las armas,
insulta a sus mayores amigos que lo contienen a la fuerza dentro de 'la
hamaca, hasta que se duerma, tío que no tarda mucho en suceder".
Pero él mérito de Vi'Mdvicencio no está dolo en haber descrito con
bastante precisión -los usos y efectos que los extractos de ayahuasca
producían en líos indios s'ino que él mismo, corriendo eH riesgo de una
intoxicación, hizo una auto experiencia clínica en uno de ¡los campa
mentos del río Ñapo. Describe ¡los efectos en ¡los siguientes términos:
"Cuándo tomé el ayahuasca, mi cabeza comenzó, inmediatamente, a
oscilar; entonces me parodió entrar en un viaje aéreo en el que vi los
más bellos paisajes, grandes ciudades, enormes torres, hermosos par
40 PLUTARCO NARANJO
señalado como él pajé probable otra m ujer muy vieja, y si la fam ilia
de ésta no hubiera sido la más poderosa del ¡río Uaupés — es tía de Ber
nardo de Urubú-corá— no hay duda de que la habrían matado.
"Por la tarde cavaron una grulla dentro de la casa y él cuerpo fue
depositado en eillíb, mientras la población se había reunido en e¡l lugar.
Se sentaron todos los que pudieren alrededor de la gruta; algunas lle
vaban varas de madera en sus manos; golpeaban la tierra que cubría
el cadáver para que el pajé no se lilevara él cuerpo. Cuando descendió
la noche, encendieron un gran fuego alrededor de ¡la gruta, pana que
sus ocupantes no se resfriaran con la humedad del suelo. Arrojaron
todas ifas cosas que pertenecían a la muerta: su hamaco, saya, canas
tas, cajas, etc. El fuego se mantuvo encendido y él pueblo cantaba y
lloraba toda la noche.
"Pregunté si creían que nada quedaba de la muerta fuera del cuer
po, y me contestaron que su anga (olma) se encontraba ahora en su
lugar de nacimiento (Ja mujer era oriunda de los Paapurís) donde rea
parecería en lio forma de algún animal.
"En relación con esta superstidión puede mencionarse que estos in
dios sienten gran repugnancia de matar las cuadrúpedos grandes, tales
como él ciervo, el ta p ir, etc., creyendo que estos animales son las mo
radas de sus antepasados. Dicen, por ejemplo: "cómo vamos a matar
al ciervo si es ¡muestro abuelo?". Sin embargo, siempre están dispues
tos a m atar a l pescado; y cuando un blanco mata y cuece un tapir, rara
vez rehúsan comerlo. Algunos días después prepararon una cantidad
de caxirí y caapí; ¡un gran grupo perteneciente a la aldea y a los sitios
vecinos se reunieron para seguir los lamentos a la memoria de la muer
ta. A ciertos Intervalos, partidas de echo o diez hombres tomaban un
poco de caapí y salían de la casa con lanzas y flechas, descargando
golpes mortales contra el suelo, y diciendo ¡que así lo harían con el pajé
Si estuviera en el lugar".
El mismo autor describió el uso de esta planta entre otras tribus,
en particular entre ilbs ubicadas en las ¡márgenes del Orinoco y en espe
cial entre los huaybos, quienes además solían ¡masticar ramitas secas
de la planta, de ¡Id cual existen algunas especies en dicha área geográ
fica.
42 PLUTARCO NARANJO
(* ) En la mitología griega, Apolo, hijo de Zeus, fue uno de los dioses más impor
tantes y se erigieron muchos templos pora su culto. Fbe el dios de la belleza
masculina, de la juventud, de la salud y la medicina, aunque luego su hijo
Esculapio se convirtió, más específicamente, en dios de la Medicina. En su eno
jo, era un dios temido. Pues bien, ail dios Apolo, los griegos lo identificaron con
el sol, con el astro que es capaz de ¡luminar todo o, inversamente, el sol (es
paredló el símbolo más Idóneo de su omnipotencia. Posteriormente as! como su
cedió con Esculapio, fue Helios el dios sol.
Rig. 1 1 .— Pieza de cerámica del período temprano de la cultura Nazca (Perú).—
Probablemente ídolo o figura de valor ceremonial. Representa una figura humana enro
llada por numerosas culebras. (Pieza perteneciente a la colección de Miehael Hollford,
tomado de Osborne104).
I
AYAHUASCA: RELIGION Y MEDICINA 49
pilcan y peco a poco será materia cuyo conocimiento estará solo ail al
cance del dirigente de la tribu, hechicero, brujo o shaman, quien trans
m itirá de una generación a otra su vasta Información sobre dioses y los
poderes específicos de éstos, 'los ritos y cultos que hay que practicar, en
honor de cada uno de ellos, los castigos que imponen, etc.
Conforme líos ¡primitivos mitos e ideas fueron convirtiéndose en
cuerpo de doctrina y los dioses amorfos transformándose en seres hu
manos y en ídolos, fueron surgiendo las religiones y perfeccionándose
los ritos o ceremonias. Se erigieron entonces líos templos para el¡ culto
a Apdlb o a Esculapio, entre gri egos y romanos, a QuetzaScoa#, entre
los nah'uas y nuestros aborígenes y especialmente entr© líos incas, los
mayores templos estuvieron dedicados a'í dios padre, a l dios sol, al Inti.
En un cierto momento de evolución tíe la mitología debió haber
surgido el Interrogante de en dónde se encuentran los dioses, dónde se
congregan. Surgieron las ideas de un lugar especial! de morada de (los
dioses. Surgió lia idea de cielo o 'de cielos, que según las culturas y
religiones pueden ser uno sólo, dos, tres, cinco, diez o más. Los nahuas
creían en la existencia de trece cielos58. En algunos casas se consideró
que en determinados montes se encontraban los dioses, fueron los mon
tes o cerros sagrados.
Mucho más tarde en lo evolución de las religiones surgió lia sepa
ración de uno o más dioses de bondad y uno o más dioses de maldad,
surgió Ib idea de demonio y con ella lia deil infierno.
d ifíc il deseo de dom inar a 'la naturaleza. En las culturas más p rim iti
vas una misma persona, un hombre superior física y mentalmente, ejer
cía tías funciones de jefe de grupo o etnio, de sumo sacerdbte, de brujo
y de médico y ell dlucinógeno lie convertía en ser todopoderoso.
La planta alucinante es, ol mismo tiempo, planta mágica. Confie
re poderes "sobrenaturales", quien la ingiere, es capaz no sólo de
ver a (tos dioses, sino también ver el futuro, hacer vaticinios. Gracias
a la alucinación puede el1hombre prim itivo cum plir con aquel to rtu
rante deseo de dom inar o ía naturaleza, convertirse el mismo en un
dios, en un mago. Como se verá -más adelante, e'l shaman o brujo ejer
ce sus funciones de ta l, ayudado por tías plantas aluo'mógenos.
La magia comprende dos aspectos58: el! uno de carácter positivo o
activo, en este caso, el brujo shaman, Imitando al| viento o al trueno
es capaz de íillamar a estos elementos sobrenaturales o Invocando a ¡les
dioses es capaz de detener ¡la ililiuvia y en el campo médico, adm inistran
do frutos de árbotles robustos y fuertes o carne de animales poderosos,
tratará de conferir fuerza ail moribundo y aún bastará el poseer una
parte de un animal! fuerte, un cdlmiilllo de un jaguar, una pliuma de un
ave ágil para poder adquirir 'los poderes de estos anlmailes. Surge así
el talism án y el tótem. Un anim al u otro ser se convierte en el protec
tor de la trib u y surgen, por extensión, nuevos dioses protectores. De
otra parte ila magia es de carácter represivo. Paro evitar el enojo de
los dioses, Itos trastornos y desgradias, no hay que hacer o tocar cier
tas cosas. Surgen entonces 'los diferentes y misteriosos tabús de cada
una de Has tribus prim itivas.
En una fase mucho más avanzada de la cultura y ila religión, de
lo pluralidad de dioses se avanza hacia su unidad, con un dios menos
ontropom orfizado, más ¡¡inmaterial e idealizado y surgen entonces los
religiones modernas. El período de transición estará 'lleno de herejías
y de herejes. El paso adeltomte requiere el sacrificio de ¡ios primeros y
Sócrates se verá forzado a apurar ¡la copa de cicuta.
En la práctica religiosa actual ya no es indispensable ía planta
alucinante, es posible tto comunión con ¡los dioses m edente una cere
monia mucho más simbólica e 'idealizada, pero aún subsisten ciertas efe-
mentas m ateriales, como él adm inistrar ¡la hostia o el beber el Vino,
por parte deil sacerdote.
AYAHUASCA: RELIGION Y MEDICINA 51
éstas han ejercido una gran influencia en la magia, i|a mitología, las
formas más rudimentarfias de relügitón y en lia medicina.
El uso colectivo de la ayahuasco y de otras plantas alucinantes
tiene un lindudable fondo m ístico y religioso, Uleno de simbolismo que,
desde fuego va perdiéndose ya. Entre los túcenos30 aún subsiste parte
de ese simbolismo. Tanto 'la olla o recipiente, donde se prepara ¡la be
bida (F¡ig. I 2) como el vaso para el reporto tienen dibujos especiales con
aquellos indios, perm itido por tos reyes Ingas, que son como brujos y
toman 'lo figura que quieren y van por el aire en breve tiempo y ¡largo
camino, y ven ilo que pasa, hablan con el demonio, el ouoll tes responde
en ciertas piedras u otras cosas que eÜ'os veneran mucho. Estos sirven
de adivinos y de decir lo que pasa en 'lugares muy rem otos". . . . "Para
hacer esta obución de adivinaciones, se meten en una casa cerrada por
dentro y se emborrachan* hasta ¡perder di juicio y después, atl cabo de
un día, dicen 'lo que les preguntan. Algunos dicen y afirm an que éstos
usan de ciertas hierbas y unturas. . . De este género de hechiceros hay
en todas partes a los cuales acuden muy de ordinario ¡los anaconas y
chinas, que sirven a ¡los españoles. . . Los hechiceros responden sí o no
habiendo hablado con ef demonio en lugar obscuro, de manera que sei
oye su voz, más no se ve con quien habitan ni ¡lo que dicen, y hacen mili
ceremonias y sacrificios para este efecto, con que 'invocan all demonio
y emborrachándose bravamente, y para este oficio particular usan de
una hierba ¡Illamoda vitlca, echando el zumo de é'ÜIa en lia chicha o to
mándola por otra vía".
En las páginas siguientes, intentamos efectuar un breve resumen
acerca de1! uso de ¡la ayahuasca por parte de tos tribus aborígenes def
Ecuador, en particular, de ilos jíbaros, refiriéndonos tanto a su empleo
en ritos y ceremonias, como en medicina mágica.
(* ) Lo versión de José de Acosta de que los hechiceros para adivinar o hacer vati
cinios, se "emborrachan" es, con todo probabilidad, incorrecta. La práctica de
entonces y aún de hoy, en muchas casos, es la ingestión de brebajes aludinantes,
cuyos efectos pueden ser confundidos con la embrioguez alcohólica.
( * * ) Shuara, quiere decir, en oposición a animal: gente, persona, humano, es equi
valente a la palabra quichua, runa. Desconocemos el origen de la palabra "jí
baro", utilizada y difundida por los de hobla castellana. Los de !a tribu ashuara
o achuara (ashuara-shuara), que se encuentran más al este de la tribu jíbara,
propiamente dicha, llaman a' éstos untsuri shuara, que quiere decir, literalmente,
muchas personas, es decir, tribu numerosa.
56 PLUTARCO NARANJO
peoiailimeote a !lo (largo de 'las lados deF río Pastaza y de varios de sus
tributarios, por !bs ríos Ohiguasa, Macuma, Cangaími, Cusutimi, Man-
goslzo, eí Upano y otros, especialmente, a lío (largo del Santiago, hasta
jos ríos Cenepa y Chinchipe, hacia da ¡parte más austrad del actuad te
rritorio ecuatoriano. Estas etnias oonstituiiríam eil grupo jíbara propia
mente dicho. Desde luego hay que considerar que, hace muchos siglos,
a p a rtir de un núciteo iriioial,, se habrán formado otros y otros, pero fue
ron dispersándose -por da boya amazónica y que hoy constituyen varias
tribus ¡ibéricas, con idioma y diadectcs semejantes, costumbres y tra d i
ciones parecidas. Más ad este de dos grupos jíbaros propiamente' dichos,
se halila-n dos ashuaras o achuaras y otras tribus que 'Plegan hasta el
Amazonas, en el actuad territorio pe ruerno. De este mismo tronco ét
nico y llingüístico derivan también dos huambísas y los aguarunas o
ahua runas.
Ya sea -porque durante -los últimos cien años se -han demostrado
poco belicosos, ya por da existencia de misiones católicas, asentadas en
territorios shuaras, desde da época de la Colonia, o ya también por da
facilidad de acceso a esas regiones, ésta es una de das tribus que más
minuciosamente ha sido estudiada en muchos aspectos etnológicos y an
tropológicos, en generad.
Las tribus más conocidas, en la actualidad, debido, por una parte,
a dos estudios de carácter científico que sobre alijas se han efectuado y
por otra, sobre -todo a dos artículos de revistas y periódicos dedicados a
turistas o a las -noticias sensaoionafetas de la prensa mundial son: dos
colorados, líos aucas y los jíbaros (Fíg. 14).
Los primeros, son conocidos por el llam ativo color rojo que u tili
zan para -pintarrajearse. La región que, por siglos han habitado, se
encuentra -hoy atravesada por carreteras asfaltadas que permiten la
fácil visita de turistas o periodistas que dos fotografían y publican a r
tículos más o menos inexactos. Los segundos, son famosos por su re
beldía a aceptar la civilización occidental y por su agresividad y dos
terceras, por da técnica- desarrollada de reducir ed tamaño de las cabe
zas de sus enemigos, conquistadas como trofeos.
La mencionada técnica de reducir cabezas a tzantzas, a vuelto
célebres en el -mundo a dos jíbaros. Ferguson118 y otros117, luego de una
'orga convivencia y a-mistad con estos aborígenes ha-n podido aprender,
detaddddamente, el proceso de reducción del tamaño de las cabezas,
técnica que en da actuadidad es utilizad o pa-rciallmente, para hacer
58 PLUTARCO NARANJO
Fig. 1 5 .— Casa jibara.— Las cosas o chozas jíboras son de aprediable tamaño y
sirven para atajar una gran fam ilia compuesta por miembros pertenecientes a dos o
tres generaciones. En la foto una casa de la zona de TaiHo, en la cual se ve parte de
sus habitantes. (Foto Bodo W uth).
Fig. 1 6 .— Jefe jíbaro.— El jefe jíboro que es un hombre de uno autoridad indis
cutible ejerce funciones de jefe de grupo y de sumo sacerdote; ocasionalmente también
de médico y mago. (Foto Bodo W uth).
60 PLUTARCO NARANJO
pero crl fin , cellbsos del amor de esa sola m ujer, riñeron y el más
fuerte Etso se convirtió en el sol y Nantú, el más débiií, en la liuna. Por
esto 'la 'lona da una luz que alumbra pero que no calienta. El sol es el
dios fuerte, nadie puede acercarse a él, es austero y exigente; maldice
y castiga a los hombres que no cumplen sus mandatos.
El volcán Sangay, uno de los más activos volcanes de Sudamérica
y cuya majestuosa presencia es tan famftlliar a 'los jíbaros, es uno de 'los
cioso, genera un muisac, él cual se escapa par ¡la boca del difunto y lue
go se convierte en un demonio, que vengará la muerte. Si él asesino
posee también un arutam y por lo mismo no podrá ser atacado, el m ui
sac se volverá contra la mujer o sus hijos.
Cuando el muisac logra abandonar él organismo se transforma en
uno de ios tres clásicos demonios o iguaacbis: en una culebra tremen-
Fig. 21 .— Joven jíbaro con tótem.— Como sucede en muchos otros tribus primi
tivos, el hombre es el qué se maquilla y odoma mucho más que la mujer. Este joven
de Sucúo usa collares de semillas y hueseei'llos, adornos ds plumos y sobre todo un tótem
en su cabeza, que le conferirá la agilidad y rapidez de las aves. (Foto Bodo W u th ).
72 PLUTARCO NARANJO
Fig. 2 2 .— Joven jíbaro pintándose la cara.— Este joven de Sucúa, con el auxilio
de un pedazo de espejo se encuentra adornándose la cara con figuras a colores que
envidiarían los modernos hippies. Se prepara para una fiesta tribal. (Foto Bodo
W uth).
tos casos, es considerada no como un fenómeno natural] sino como t|a con
secuencia de to agresión visible de un enemigo, que aprovechó el mo
mento en que Ca víctim a perdió su orutam o que previamente de fue ya
robado, o es consecuencia de fas flechas invisibles que lanzan ílos bru
jos enemigos, es necesario vengar 'la muerte de 'un fam iliar, de lo con
trario, el "espíritu de la venganza" se volverá contra 'los propios miem
bros de su fam ilia, en forma de un iguanchi. En cam bo, una vez que
su muerte sea vengada, se transform ará en espíritu bueno, espíritu
protector.
La tan difundida costumbre de pintarse el rostro, por parte de
¡ios hombres de la tribu, no soto tiene finalidades cosméticas (Fig. 22).
El jíbaro se pinta también para engañar al iguanchi, para evitar que te
reconozca y puede pintarse tanto, hasta volverse un monstruo, en cuyo
caso, inclusive, puede in fun dir miedo a! iguanchi y éste huirá. Por lo
demás, entre 'los jíbaros, el hombre es el que se adorna¡ y se acicala
con vstosos collares y sobre todo coronas o guirnaldas de hermosas
plumas de aves.
del vientre convulso dél vdlcón, entre ‘Mamas y lava salió Panlli o Pan-
gui, el padre de los demonios, en forma de una gigantesca anaconda
que se deslizó monte abajo hasta un Hago. La anaconda o boa am eri
cana o boa de agua (Eunectes mumnus), es illlamada en lengua shuara:
panlli, que quiere decliir también demonio. En quichua se to m a : ama-
run. Cada día e'l enorme (monstruo salía de¡| ¡Hago y devoraba a líos
hombres dé lid tribu, a ta l punto que (iban quedando sólo viudas.
Unda, e'l gran jefe, reunió a todos dos aparis o caberas de fam ilia
y a ¡los jóvenes guerreros con quienes marchó hacia tila cascada sagra
da. Cerca de Cilla erigieron tres altares, cada uno sobre tres pilares de
madera. Entonces eil brujo (ivishniu) preparó el divino (licor de la na-
tema. Tres órbefes fueron derribados y sobre cada tranco se colocó
un vaso o copa especial para beber la natema. Todos ayunaron por
tres días y di tercero bebieron e¡¡ 'licor sagrado ipara tener la fisió n del
Arutam huacani. Esa noche se (les aparecieron tres espíritus en forma
de humanos ante quienes el brujo presentó las quejas y temores de la
tribu e .imploró su ayuda y protección. Luego se bañaron en <las aguas
sagradas de la cascada.
La siguiente noche bebieron de nuevo fla natema y los tres espíri
tus reaparecieron y les 'instruyeron sobre el plan que había trazado
el Arutam huacani para la batalla contra di Panlli. Siguiendo dicha
inspiración mondaron a varios guerreros o las faldas del Songay a pe
dirle en nombre del Arutam que no perm itiera la salida de otros espíritus
malignos mientras se empeñaban en su Hucha contra eii Panlli. Ofrecie
ron sacrificios, en particular Ha vida de un paqui (puerco salvaje), al
cual, según el rito primero He amarraron contra cuatro postes. Con su
sangre se pintaron Ha porte anterior de las piernas como homenaje a las
espíritus deH bien. A la noche asaron al anim al, se comieran y a Ha ma
ñana siguiente, muy temprano, marcharon hacia la laguna. Es posible
que esta ceremonia que se practica hasta hoy (Figs. 23-25) tenga esta
base m itológica. Llegados a lia laguna ¡ía drenaron y descubrieron a Ha
gigantesca anaconda que aún digería plácidamente los últimos jíbaros
devorados. Organizaron lía batalla y al fin dieron muerte al monstruo.
De inmediato le decapitaron y redujeron su cabeza para Impedir que
salga Panlli, el espíritu del mol.
AYAHUASCA: RELIGION Y MEDICINA 77
Cualquiera que sea la base m itológica de lia "tza n tzitica ció n " de
las cabezas, parece que en el fondo, simboliza ta 'lucha del bien con
tra el mal y el triu n fo del bien, es decir 'de Ho que lia trib u considera
como bueno y que perm ite su supervivencia. En parte, por 'lo menos, ésto
78 PLUTARCO NARANJO
Fig. 3 4 .— Fiesta de la chicha blanca.— Otra festividad celebrada por los jíbaros,
es la de la iríjamanchi (chicha blanca), preparada de yuca, fiesta en la cual las muje
res dan de beber a los hombres. La fotografía corresponde a una festividad sucúa.
( Foto Bodo W uth ).
rfctudftmente inicia su conjuro con expresiones en 1as que dice: "Yo, yo,
en persona, Hamo a 'ios espíritus y conjuro a los demonios. . más ta r
de y en plena obscuridad inicia e'l trabajo de exorcismo, tiene que chu
par fuertemente la zona enferma a fin de sacar uno o más tunchis
según se consideren cuantas ftechas hayan sido introducidas en el or-
Fig. 3 7 .— La medicina entre los jíbaros.— El curandero o brujo llega hasta la ca
sa del paciente, vestido con sus prendas ceremoniales y llevando su guambaehi (bolsa
o saco en el cual lleva sus piedras mágicas, hojas de vegetales y otros materioiles). En
la fotografía, que corresponde a una curación en Sucúo, el marido de la enferma expli
ca al curandero sobre los sintomos y evolución de la enfermedad. (Floto Bodo W u th ).
Entre Jos jíbaros así como entre otras tribus, algunos miembros
de la comunidad, ya sea por su corpulencia física, sus capacidades inte
lectuales, su fuerza morail, por iposeer uno o más a ruta mes o por su
edad y experiencia, pueden actuar como brujas, se fes reconoce poderes
sobrenaturales y bajo acción de la ayahuasca, pueden "a d ivin a r" a
dónde ir a cazar o en qué momento atacar a los enemigos. El simple
arte de ita brujería no requiere ‘la iniciación y preparación sistemática
que requiere la curandería.
Fig. 41 .— Los cosos del mol pronóstico.— Cuando el curandero reconoce la gra
vedad y mal pronóstico de ciertos estados patológicos, puede deslindor su responsabilidad
y en algunos de estos casos, así como en afecciones crónicas, puede aconsejar al pacien
te ir hacia una cascada, que es el lugar más sagrado para líos jíbaros y ají i pedir el
auxilio del orutom, para obtener nueva salud. En la fotografía dos mujeres implorando
ol orutam, la de la Izquierda es la enferma. (Foto Bodo W u fh ).
AYAHUASCA: RELIGION Y MEDICINA 97
Fig. 4 3 .— Discusión sobre los honorarios.— Una vez que el brujo ha efectuado su
curación mágico se suscita una discusión con el jefe de familia acerca de los honorarios
que consiste en animales domésticos, un pedazo de tela, armas, etc. (Foto Bodo
W u th ).
100 PLUTARCO NARANJO
con este problema, son rnluy semejantes no dolo entre lias diferentes
tribus que aún se mantienen en estado de prim itivism o, sino también
entre los indios de actrituración de más de cuatrocientos años126"132. A
este respecto consúltese una reciente investigación de Mena133. A lgu
nas de estas ideas mágicas subsisten todavía en el bajo fondo de la
mente popular y se ¡manifiestan por una serie de tradiciones, de supersti-
Fig. 4 6 .— Envenenamiento de las flechas.— -El futuro brujo así mismo tiene que
oprender a preparar el veneno del curare y o envenenar la punta de las peligrosas
flechos. (Foto Bodo W u th ).
Fig. 49.— Indio cañori.— Los Indios de la zona de Cañar y Cuenca se encuen
tran entre los que más han asimilado la civilización occidental, pero al iguoll que otros
grupos indígenas, recurren a lo medicina oficial, y cuando ésta falla, recurren a sus
propios brujos. (Foto Stein).
108 PLUTARCO NARANJO
Rjg. 5 0 .— Indio cofín.— Los cofanes visten largos ponchos o túnicos y se ador-
non con abundantes collares. La foto corresponde o un asiento cofán, sobre el Rio
Durero. (Foto Bodo W u th ).
AYAHUASCA: RELIGION Y MEDICINA 109
nantes y que en las mujeres en cinta pueden provocar ell aborto o él parto
prematuro y en lias que están menstruando pueden hacer dism inuir
apreciablemente la cantidad de sangre menstrual!.
La ceremonia es nocturna, los participantes empiezan a lllegar
alrededor de 'las 7 de la noche y a diferencia de lo que sucede con los
tucanos, 'la ceremonia es bastante silfenciosa. Conforme van reunién
dose, cada uno ocupa un puesto o se recuesta en su hamaca y conver
san en voz baja. El rituall no es ¡gudl siempre n i entre 'los varios grupos
de cofanes. La distribución de la bebida puede comenzar entre las 8
a 9 de la noche o pasada la media noche. Mientras tanto conversan
quedamente sobre acontecimientos varios o eP problema que va a ser
objeto de una decisión colectiva.
La escena se completa con la al'la de la bebida del yagé, colocada
en sitio preferente de la casa y varios pequeños recipientes en Pos que
se quema algún incienso para ahuyentar ail¡ jaguar, que representa el
espíritu del mal o demonio.
Rig. 54.— Grupo musical "colorado".— Jóvenes de la tribu de los colorados tocan
do sus flautas en una de sus ceremonias. Es característica el arreglo del pelo con pin
tura roja y Ja pintura, de franjas en todo el cuerpo. (Foto Bodo W u th ).
114 PLUTARCO NARANJO
Fig. 5 6 .-—Joven calorada.-— También entre los colorados las mujeres se orna
mentan mucho menos que los hombres pero, como ellos, se pintan la cara y a veces
los brazos con franjas de color. (Poto Bodo W u th ).
AYAHUASCA: RELIGION Y MEDICINA 117
los yumbos, aídamas o quichuas, entre los cuates están los que habitan
a lo ¡largo dell río Ñapo, cfeil Bobonaza y otros ríos, y son canooidos como:
los canelos, tos quijos, etc. Costales y colaboradores138, en tuna ¡investi
gación reciente, han 'encontrado yumbos en 27 sitios a ío largo del río
Ñapo y sus afluentes, especialmente del Coca, con una población total
de cerca de 3.000, que representaría más del 90% de la población
aborigen de esa zona.
Las otras etnlias son: líos cushmas, ¡l¡os teetetes y tos aucas.
a !to largo del río San Miguel! y los cofanes, en tos aneas descritas ya,
entre 'Pos nlos Guamúes y Aguanico.
Desde el punto de Vista' ¡lingüístico, el siona, eí secoya (F.ig. 58),
y él angotero, forman un grupo de dialectos de! tucano occidental; son
entendibles entre sí. El teetete, también es de origen tucano, pero d i
fiere un poco más de líos tres dialectos anteriores.
Los cofanes, los aucas y los jíbaros, hablan lenguas completamen
te diferentes. Los ashuaras o achuaras, pequeño grupo, bastante ais
lado, hablan un dialecto de® jíbaro o shuara.
Los mitos, ideas religiosas, ceremonias tribales, etc. de los yumbos
o afdamas se parecen bastante a los mitos y costumbres de líos jíbaros.
Los yumbos creen también en ¡los varios tipos de espíritus; ciertas mon
tañas son sagradas como el monte Zumaco, el cual tiene carácter toté-
mico y en él habitarían ¡los espíritus de los antepasados y sobre todo las
almas de los enamorados. También ciertas cascadas y lagunas, co
mo la de Añango, tienen carácter sagrado, por considerar que ahí v i
ven animales tofémicos como tos boas y los jaguares.
También ellos, di igual que tos jíbaros, creen en to transmigra
ción de tos alPmas, en lia transformación de algunos espíritus o almas de
antepasados, en demonios (supay). Uno de los demonios más comu
nes es el sacha runa, es decir persona u hombre falso o simulado. El
sacha runa, es una especie de versión del duende, de los cuentos de oc
cidente. Es un hombrecito pequeño, de pelo negro abundante y largo,
se viste con pantalón, camisa y sombrero y habita en árboles enormes
denominados líahuanga o samona. Los yumbos tienen mucho recelo
de andar sotos por ¡la selva debido a que, inesperadamente, pueden en
contrarse con el] sacha runa, quien es capaz de llevar con astucias al
yumbo hacia el ‘interior de to selva y convertirlo en un enano, como
el propio sacha runa.
La boa o anaconda es animal que aparece en tos mitologías de
todos los grupos aborígenes de la Hoya Amazónica. Entre las yumbos
hay un m ito, una especie de versión aborigen de tos sirenas, según el!
cual en el fondo de los ríos existen mujeres bellísimas que suelen apa
recer a ¡los hombres cuando navegan solitarios a lio ¡largo de ¡tos
ríos, especialmente del Ñapo. Pero estas mujeres bellas son realmente
122 PLUTARCO NARANJO
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132 PLUTARCO NARANJO
Otavaleno (?) : indígena perteneciente al grupo de los atavaleños, los cuales habitan
en una parte de lo provincia de Imbabura., (Ecuador).
Pal (secoya) : nombre con el que los secoyas denominan o su propia lengua.
Pojé (?) : nombre del curandero, brujo o mago, entre los indios del río Vanpés y otras
zonas de Venezuela.
Pangui, deformación de Panlli.
Panlli (jíbaro) : boa de agua, anaconda. Sinónimo de amarun (véase).
Paqui (jíbaro) : puerco salvaje.
Pataca (paraca) : nombre de un pueblo y su culturo. Costa sur del Perú (100 años
A. de C .).
Pas ("colorado"): pliel.
Payacucha (quichua) : mariposa grande y de color gris, equiVale a. huompag (véase).
Pende (cotón) : curandero, médico, brujo, jefe de grupo o tribu.
Pi (cayapa) : agua.
Pilde: deformación de pinde (véase).
Pinde (cayapa) : nombre de la ayahuasca.
Pitlshca (quichua) : muerto o difunto.
Punga-huasca (quichua) : variedad de ayahuasca utilizada por canelos y yumbos.
Quetzalcoatl (náhuatl) : nombre de una de fas divinidades, representada por la famo
sa serpiente alada.
Quichi (quichua) : deformación de cuychi: arco iris.
Quichua = quechua, kechua, kechwa: grupo lingüístico que difundieron tos incas por
su dilatado territorio (tahuantinsuyo). Actualmente subsisten numerosos dialec
tos desde el Ecuador hasta Bolivia.
Quijos (?) : nombre de un grupo de indios de hablo quichua, de una región del oriente
ecuatoriano.
Sacha-runa (quichua) : un tipo de demonio, especie de duende, etimológicamente: fa l
so hombre.
Sagra (quichua local, en la zona de los q iiijo s ); médico, hechicero o brujo.
Sandurco-huasca (quichuo) : variedad de ayahuasca para ver a espíritus protectores.
Sangay (?) : nombre de un volcán muy activo, ubicado en la cordillera oriental, en
los Andes ecuatorianos.
Secoyas (?) : Nombre de una tribu ubicada en el oriente norte del Ecuador.
Séjeco (cofón) : flecha, dardo, enfermedad de origen divino, es sinónimo de tunchi
(véase).
Shaquema (jíbaro) : esposo de la diosa Nurvgüi.
Shiíinto (?) : Sinonimia de la planta Supay-huasca (?).
Shinguishingu (jíbaro) : nombre de una planta mágica, que en .el proceso de exorcis
mos o maniobras curativas, sirve para ahuyentor a los matos espíritus.
Shuara: véase untsuri-shuaras.
Sionas (?) : nombre de una tribu ubicada en el oriente norte del Ecuador.
Sucúa (jíbo.ro) : población jíbara del Ecuador.
140 PLUTARCO NARANJO
Yahé, yogué, ¡ogé: variantes ortográficos del mismo fonema tucono yogé.
Yojí (jíbaro) : nombre de una planta que se agrego a la natema, para la producción
de la bebida alucinante.
Yorló, yaká, yocó, posiblemente estos nombres, aplicacos a plantas del género Banis-
teriopsiis, son degeneraciones de yogé, ol pasar de un idioma o dialecto aborigen
a otro.
Yanacota-umava (?) : nombre de una de las tribus aborígenes del Brasil, ubicada en
la zona oriental de la hoya amazónica.
Yocó (cofán) : plonta y bebida que toman los cofones paro contrarrestar el molestar
que sigue a la noche de bebida de yogé.
Yuca (?) : nombre de la planta Manihot utilissimo, de raíces tuberosos.
Yumbos (?) : nombre de varios grupos de indios de habla quichua, que habitan a lo
largo de tas ríos Nap>o, Bobonaza y otros, en el oriente ecuatoriano.
Zárapas (?) : tribu del oriente ecuatoriano, casi extinguido ya.
■ • . . . .
(E ntre paréntesis el núm ero de la referencia b ib lio g rá fic a )
ALUCINACIONES ANTROPOLOGIA
de la oyahuasco . . 30, 32, 39 de los jíbaros .................... 57, 58
40, 42, 69, 90,, 118
ARUTAM
del yagé ..................................... 111
ceremonio del ........................... 67
símbolos de los-, .................... 52
en ¡la c u ra c ió n ........................... 96
AMAZONICA (hoyo) espíritu de los jib o ro s ................ 66
Banisterlopsis en la¡-,................. 19 misión del-, .............................. 78
endoconibalismo enla-, ............ 29 y la in m o rta lid a d ....................... 66
146 PLUTARCO NARANJO
E F
ECUADOR FIESTAS
Banisteriopsís en ......................... 24 de la chicha ............................. 88
de lo tzantiza .................. 80, 82
ENDOCANIBALISMO ...................... 29
y ayohuosco.................................. 29 FITONIMIA
de la oyahuosca .............. 38, 39
ENFERMEDAD de la ViUca .................................. 32
concepto aborigen ............ 33, 53
— en los c o to n e s ........................ 114 FLECHA (uso por los jíbaros) .. 102
— en los jibaros .............. 83, 85 103
— en los otavolos ..................... 119
— en los yumbos ..................... 122 G
— otras tribus ............................. 104
Dios y .......................................... 104 GANIPA AMERICANA ................ 89
Mogia y .................................... 86
GENESIS (según los ¡¡boros) . . . . 59
ENVENENAMIENTO
por flechas (curare) .................. 102 GERANIALES (arden) ------- 13
en lo Datura sanguíneo........... 37
en la Datura t o t u la .................. 35 GUADUA ...................................... 88
INFIERNO
HONORARIOS
(concepto aborigen) ................ 49
en medicina jíbara ......... 93, 99
l INHALACION
HUACANI
de plantas alucinogénicas . . . . 33
espíritu de los jíbaros . . . . 60, 64
INMORTALIDAD
HUAMBI'SAS (tribu) ........................ 57
concepto de los jíb a ro s ............ 66
i
MITOLOGIAS ABORIGENES . . 8, 34
M
37, 38, 47
MACANLLI .................................... 72 ayahuosco en la-, . . . 9, 38, 76
de los oldomas ......................... 121
MAGIA de los jíbaros ........................... 62
concepto en los jíbaros ........... 64 de los y u m b o s........................... 121
y curación ................................ 100 shuora (jíbara) . . . . 59, 62, 66
y enfermedad ........................... 86 — Anaconda .............................. 68
y plantas a lu cin a n te s......... 49, 50 — Ayumpúm .............................. 74
— Cujanchom .................... 66, 74
MAICOA ................................ 67, 88 — £tsa ................................ 62, 66
— Huochur ................................ 74
MAL C A B A LLO .............................. 104 — Huanupa ................................ 62
— Japaptonchac ....................... 66
MALPIGHIACEAS (fam ilia) 13, 14 — Jencham ................................ 74
18 — Nantú .................................... 62
hedido oluoinante ..................... 26 — Nungüi ......................... 62, 66
— S a n g a y.................. 63, 73, 75
M AQUI YO .................................... 122 — Tsunqui .................................. 62
I — Tzontza .......................... 75, 77
MARIHUANA ................................ 8
MITOS RELIGIOSOS ..................... 36
MARIPOSA plantos atocinantes en-, ......... 36
significado para los jíbaros . . . 65 49
152 PLUTARCO NARANJO
RELIGION ....................................... 8
ceremonias ................................ 49 T
en los jíb a ro s ...................... 59, 60 TABACO
la ayahuasoa en lo-, . . . . 13, 45 en la ceremonia del nuevo
32, 52 brujo ............................. 95, 97
plantos olucinógenas en la-, . . 51 en la ceremonia del yagé . . . . 110
en la curación 86, 88, 90, 93
RITO
y ayahuasca .................... 90, 93
entre los jíbaros
— de la chicha ......................... 88 y daturas .................................. 90
-—de la curación .................86, 88 y v ito ......................................... 90
— de la tzantza . . .80, 82, 85 TALISMAN (concepto aborigen) 50
— del yagé ................................ 106 en los jíb a ro s .................... 69, 99
otras t r ib u s ....................... 115, 119
TETRAHIDROH ARMI NA ... 19, 27
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FECHA DE DEVOLUCIÓN
IMPRESO EN EL ECUADOR
Editorial Universitaria.— Quito