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FÓSILES
LOS INVERTEBRADOS
FÓSILES
Editor Responsable
Horacio H. Camacho*
Editor Asociado
Mónica I. Longobucco*
Buenos Aires
Diseño gráfico y diagramación: Mariano Masariche
Reservados los derechos para todos los países. Ninguna parte de esta publicación, incluído el
diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni
por ningún medio, sea éste electrónico, químico, mecánico, electro-óptico, grabación,
fotocopia, CD Rom, internet, o cualquier otra, sin la previa autorización escrita de la Editorial.
Este trabajo refleja exclusivamente las opiniones profesionales y científicas de los autores. No
es responsabilidad de la Editorial el contenido de la presente obra.
Impreso en Argentina
Los Invertebrados fósiles / Horacio Camacho ... [et al.] ; dirigido por Horacio Camacho. -
1a ed. - Buenos Aires : Fundación de Historia Natural Félix de Azara :
Universidad Maimónides, 2007. 800 p. ; 29x21 cm.
ISBN 978-987-22121-7-9
1. Invertebrados Fósiles. I. Camacho, Horacio II. Camacho, Horacio, dir. CDD 562
1 Paleontología..................................................................................1
M. di Pasquo, C.R. Amenábar , C.L. Azcuy y H.H. Camacho
La paleontología y el conocimiento de las biotas más antiguas........12
M. di Pasquo
3 El Reino Animal.............................................................................47
A.M. Báez y C. Marsicano
4 Foraminiferida..............................................................................65
C. Nañez y N. Malumián
5 Radiolaria....................................................................................101
D. Boltovskoy e I. Pujana
7 Porifera.......................................................................................147
M. G. Carreras
8 Cnidaria.......................................................................................171
M.O. Zamponi
Conuláridos. Organismos de posición sistemática incierta.............196
N. Sabattini
9 Bryozoa.......................................................................................221
J. López Gappa y N. Sabattini
10 Brachiopoda................................................................................243
M.O. Manceñido y S.E. Damborenea
11 Mollusca......................................................................................293
H.H. Camacho
12 Gastropoda..................................................................................323
H.H. Camacho y C.J. del Río
13 Rostroconchia..............................................................................377
T.M. Sánchez
14 Bivalvia.......................................................................................387
H.H. Camacho, S. E. Damborenea y C.J. del Río
Glosario
Índice de términos
Índice sistemático
I
CONTENIDOS
15 Cephalopoda........................................................................................441
B. Aguirre-Urreta y M. Cichowolski
16 Problemáticos y Mollusca
incertae sedis.........................................................................................477
H.H. Camacho
Hyolíthidos . .........................................................................................494
N. Sabatini
17 Annelida..............................................................................................503
D.G. Lazo, E.G. Ottone y B. Aguirre-Urreta
18 Arthropoda..........................................................................................515
D. Roccatagliata y A.O. Bachmann
19 Trilobita..............................................................................................535
M.F. Tortello, B.G. Waisfeld y N.E. Vaccari
20 Crustacea.............................................................................................563
D. Roccatagliata, B. Aguirre-Urreta y O.F. Gallego
21 Ostracoda............................................................................................599
C. Laprida y S. Ballent
22 Chelicerata..........................................................................................625
C. Scioscia
23 Hexapoda............................................................................................655
A. O. Bachmann
Insectos fósiles sudamericanos............................................................673
R.G. Martins-Neto.
24 Echinodermata....................................................................................681
S.G. Parma
25 Graptolithina......................................................................................727
E.D. Brussa
Glosario
Índice de términos
Índice sistemático
LÓPEZ GAPPA, JUAN. División Invertebrados, Mu- ROCCATAGLIATA, DANIEL. Departamento de Biodi-
seo Argentino de Ciencias Naturales «Bernardino versidad y Biología Experimenta, Facultad de Cien-
Rivadavia». Av. Ángel Gallardo 470, C1405DJR Bue- cias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Ai-
nos Aires. E-mail: lgappa@mail.retina.ar res. Ciudad Universitaria, Pabellón II, C1428EHA
Buenos Aires. E-mail: rocca@bg.fcen.uba.ar
MALUMIÁN, NORBERTO. Servicio Geológico Mi-
nero Argentino. Benjamín Lavaissé 1194, C1107BJD SABATTINI, NORA. Departamento Paleontología In-
Buenos Aires. E-mail: malumian@mpgeo1.gov.ar vertebrados, Facultad de Ciencias Naturales y Mu-
seo, Universidad Nacional de La Plata. Paseo del
MANCEÑIDO, MIGUEL O. Departamento Paleontolo- Bosque s/n, B1900FWA La Plata. E-mail:
gía Invertebrados, Facultad de Ciencias Naturales y nsabatti@fcnym.unlp.edu.ar
Museo, Universidad Nacional de La Plata. Paseo del
Bosque s/n, B1900FWA La Plata. E-mail: SANCHEZ, TERESA M. Centro de Investigaciones
mmanceni@fcnym.unlp.edu.ar Paleobiológicas, Facultad de Ciencias Exactas, Físi-
cas y Naturales, Universidad Nacional de Córdoba.
MÁNGANO, M. GABRIELA. Department of Av. Velez Sarsfield 299, X5000JJC Córdoba. E-mail:
Geological Sciences, University of Saskatchewan. tsanchez@com.uncor.edu
114 Science Place, Saskatoon, SK S7N 5E2, Canadá.
E-mail: gabriela.mangano@usask.ca SCIOSCIA, CRISTINA. División Aracnología, Museo
Argentino de Ciencias Naturales «Bernardino
MARSICANO, CLAUDIA. Departamento de Ciencias Rivadavia». Av. Ángel Gallardo 470, C1405DJR Bue-
Geológicas, Facultad de Ciencias Exactas y Natura- nos Aires. E-mail: scioscia@macn.gov.ar
les, Universidad de Buenos Aires. Ciudad Universi-
taria, Pabellón II, C1428EHA Buenos Aires. E-mail: TORTELLO, M. FRANCO. Departamento Paleontolo-
claumar@gl.fcen.uba.ar gía Invertebrados, Facultad de Ciencias Naturales y
Museo, Universidad Nacional de La Plata. Paseo del
MARTINS-NETO, RAFAEL G. Universidade Federal Bosque s/n, B1900FWA La Plata. E-mail:
de Juiz de Fora UFJF. Campus Universitario - Martelos tortello@museo.fcnym.unlp.edu.ar
36.036-330 - Juiz de Fora, MG, Brasil. E-mail:
mtnsneto@icb.ufjf.br VACCARI, NORBERTO E. Centro de Investigaciones
Paleobiológicas, Facultad de Ciencias Exactas, Físi-
NÁÑEZ, CAROLINA. Servicio Geológico Minero cas y Naturales, Universidad Nacional de Córdoba.
Argentino. Benjamín Lavaissé 1194, C1107BJD Bue- Av. Velez Sarsfield 299, X5000JJC Córdoba. E-mail:
nos Aires. E-mail: cnaniez@mpgeo1.gov.ar evaccari@efn.uncor.edu
PARMA, SARA G. Museo Argentino de Ciencias Na- ZAMPONI, MAURICIO O. Departamento de Ciencias
turales «Bernardino Rivadavia». Av. Ángel Gallardo Marinas (Laboratorio de Biología de Cnidarios), Fa-
470, C1405DJR Buenos Aires. E-mail: cultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad
sgparma@yahoo.com Nacional de Mar del Plata. Funes 3250, B7602AYL
Mar del Plata. E-mail: mzamponi@mdp.edu.ar
PUJANA, IGNACIO. Geosciences Department,
University of Texas at Dallas, P.O. Box 830688,
Richardson, Texas 75083-068, USA. E-mail:
pujana@utdallas.edu
Figura 15. 1. A. Aspecto de un ejemplar actual de Nautilus. B. Corte longitudinal esquemático de un ejemplar actual de Nautilus
mostrando la anatomía interna.
ron ser similares a las del género moderno a éstas debieron tener los belemnoideos
Nautilus, cuya conchilla es planoespiral, con el mesozoicos.
exterior porcelanáceo y el interior nacarado. El cuerpo, en los calamares, es alargado y ter-
Su cabeza está cubierta por un capuchón o es- mina en un par de aletas (Figura 15. 2 A, B),
cudo que actúa como opérculo cuando el ani- mientras que Sepia tiene una aleta continua y
mal se halla recluido en la cámara habitación. periférica alrededor del cuerpo (Figura 15. 3
Rodeando la boca se hallan 80-90 apéndices, A). En los pulpos, el cuerpo es en forma de saco,
los más largos llamados brazos y los más cor- con un corto cuello que lo separa de la masa
tos tentáculos, que en número de 4 están modi- céfalo-pedal (cefalopodio). La mayoría posee
ficados en los machos para la cópula. La cabe- cromatóforos (Figura 15. 4 A, B).
za lleva un par de ojos sin córnea ni lentes, Los cefalópodos están adaptados para locali-
abertura bucal con un par de mandíbulas qui- zar a sus presas, por lo que disponen de ojos
tinoso-calcáreas, en forma de pico de loro, y grandes y complejos, y las capturan con los
una rádula con 13 elementos dentales (Figura brazos generalmente provistos de ventosas y
15. 1 A, B). a veces, también de ganchos. Con sus podero-
Los coleoideos decápodos tienen 10 brazos con sas mandíbulas muerden y desgarran los teji-
ventosas y 2 tentáculos con ventosas o gan- dos de las grandes presas, que luego pasan a la
chos, mientras que en los octópodos existen 8 cavidad bucal por acción de la rádula, para
brazos con ventosas. Los ojos, que pueden o no finalmente ser tragados. Frecuentemente se
tener córnea, son los órganos más notables del encuentran placas calcíticas pareadas asocia-
céfalo y se piensa que partes blandas similares das con amonoideos jurásicos y cretácicos, de-
nominadas ápticos (Figura 15. 18 F, G). Tam- paleal o branquial (Figuras 15. 1 B, 3 B y 4 B). La
bién hay anápticos, consistentes en placas sim- glándula digestiva está dividida en una peque-
ples de quitina u otro material orgánico, nor- ña zona difusa, a veces denominada páncreas,
malmente aplanadas, con forma de mariposa. y un hígado grande. La digestión es totalmen-
Durante mucho tiempo se discutió cuál sería te extracelular y la absorción se produce en las
la función de los ápticos y se los consideraba paredes del ciego (situado en el extremo ante-
un tipo de opérculo, mientras que a los rior del estómago) o en la glándula digestiva.
anápticos se los relacionaba con alguna estruc- Los desechos son eliminados por los chorros
tura mandibular. Pero los detallados estudios de agua exhalantes desde la cavidad paleal.
de Lehmann (1967, 1971, 1979) mostraron, sin La complejidad del sistema digestivo está
lugar a dudas, que el anáptico es una mandí- incrementada por la existencia de válvulas
bula inferior, originalmente en forma de V, aun- herméticas que impiden el retroceso de los ali-
que generalmente conservada aplanada. Los mentos y permiten que puedan tener al mismo
ápticos corresponderían a depósitos calcáreos tiempo un ciego lleno de comida en plena di-
que habrían crecido en la superficie ventral gestión, mientras que otras presas pasan al
externa de la mandíbula inferior. Más recien- estómago.
temente, se ha postulado que los ápticos po- Los coleoideos tienen dos nefridios, mientras
drían funcionar ya sea como mandíbulas infe- que en Nautilus existen cuatro; junto con el sis-
riores o como opérculos (Lehmann y Kulicki, tema reproductor, descargan sus productos en
1990). la cavidad paleal.
El aparato digestivo se compone de un esófa- El sistema respiratorio está representado por
go corto y musculoso que lleva los alimentos 2 o 4 branquias o ctenidios situados en la cavi-
hasta el estómago, del que parte un intestino dad paleal o del manto, la que ocupa una posi-
que termina en el ano, abierto en la cavidad ción ventral y está abierta anteriormente (Fi-
Figura 15. 3. A. Aspecto de una Sepia actual. B. Corte longitudinal esquemático de una Sepia actual mostrando la anatomía interna.
Figura 15. 4. A. Aspecto de un pulpo actual. B. Corte longitudinal esquemático de un pulpo actual mostrando su anatomía interna.
CEPHALOPODA
llega a la misma a través de una corriente in- recientes mostrarían que los coleoideos tienen
halante y, después de bañar a los ctenidios, sale desoves múltiples, las especies pueden deso-
llevando los productos del metabolismo y la var varias veces, comiendo y creciendo entre
reproducción. Los ctenidios son simétricos y dos eventos consecutivos y que exhibirían toda
bipectinados. la gama de estrategias reproductivas, desde
El sistema circulatorio es cerrado, a diferen- semélparas verdaderas hasta iteróparas.
cia del de los restantes moluscos, y la sangre A diferencia de lo observado en los nautílidos
siempre se halla en vasos; poseen hemocianina fósiles, es relativamente común encontrar en-
como pigmento respiratorio. El corazón, con- tre los amonoideos numerosas conchillas pe-
tenido en un pericardio, se compone de 1 queñas, que representan organismos muy jó-
aurícula y 2 ventrículos. venes. Esto sugeriría que los amonoideos eran
El sistema nervioso está muy desarrollado y organismos con tendencias semélparas más
relacionado con la destreza de la locomoción y que iteróparas. Además, la conchilla embrio-
los hábitos predadores de estos animales. Tie- naria era muy pequeña, entre 1 y 2 mm, mien-
nen una cefalización muy marcada donde los tras que la de los nautílidos postriásicos oscila
ganglios, típicos de los moluscos, se concen- entre 10 y 57 mm (Figura 15. 14 A, B).
tran y fusionan para formar un cerebro que
rodea al esófago y está protegido por una cu-
bierta cartilaginosa. CONCHILLA
Figura 15. 5. Conchillas de cefalópodos actuales. A. conchilla externa de Argonauta (hembra); B. conchilla externa de Nautilus; C-D.
conchilla interna de Sepia, en vista dorsal y ventral respectivamente; E. conchilla de Spirula, en vista lateral y frontal.
mara habitación. Cada septo tiene un pequeño dad bulbosa, alojada en la parte apical de la
orificio, de posición variable, por donde pasa conchilla y unida a la pared interna de ésta
el sifúnculo, que es una estructura presente por un tubo pequeño, el prosifón.
únicamente en los cefalópodos, correspondiente En algunos coleoideos modernos con conchilla
a una prolongación posterior de la masa interna, como Sepia por ejemplo (Figuras 15. 3 A,
visceral y que conecta todas las cámaras entre B y 5 C, D), las cámaras están recubiertas por
sí. Su comienzo se halla en una pequeña cavi- una membrana que cumple la función del sifún-
Figura 15. 6. Esquema de una conchilla de nautílido en vista frontal y lateral mostrando las distintas partes que la conforman.
Figura 15. 8. Tipos de conchillas de cefalópodos ectocócleos. A. girocónica; B. serpenticónica. C. nautilicónica; D. ortocónica
brevicónica; E. cirtocónica brevicónica; F. cirtocónica longicónica; G. ortocónica longicónica; H. torticónica.
SUTURAS
CEPHALOPODA
sinuosas, la deflección dirigida adapicalmente dos por un canal central; anulares o
se llama lóbulo y la adoral, silla; a su vez, estos anulosifonados, próximos al cuello septal, y
elementos pueden subdividirse en lóbulos y actinosifonados o actinosifunculares, integra-
sillas subsidiarios (Figura 15. 9). dos por láminas longitudinales (Figura 15. 11).
La diversidad y complejidad de las suturas Los depósitos endosifunculares habrían cum-
son características muy importantes en la plido una función hidrostática.
sistemática de los cefalópodos. Para su estu-
dio es suficiente con observar una sola de sus
mitades dado que la sutura, como los demás
elementos de la conchilla, responde a la si-
metría bilateral. En ella se diferencia una frac-
ción exterior, desde la parte media del vien-
tre hasta la línea de involución, y otra inter-
na, desde esta última hasta la parte media
del dorso.
Se reconocen cinco tipos principales de
suturas (Figura 15. 9):
CEPHALOPODA
nidades que mostrarían un escenario evoluti- sección del tabique con la pared de la conchilla
vo más complejo. Así, varios grupos tempranos determina una línea o sutura, de variable com-
estarían más relacionados evolutivamente con plejidad. Rádula presente, digestión extracelu-
los amonoideos, e incluso coleoideos, que con lar, respiración por branquias, sistema nervio-
Nautilus, por lo que el término Nautiloidea (que so muy bien desarrollado, sistema circulatorio
significa «como Nautilus») no sería correcto. No cerrado. Dioicos, la mayoría pelágicos, nadado-
obstante, se continúa usando esta forma de res activos y carnívoros. Cámbrico-Holoceno.
expresión.
Se han propuesto numerosas clasificaciones
de cefalópodos fósiles y vivientes que difieren SUBCLASE ENDOCERATOIDEA
en el número, rango y contenido de los grupos
considerados. Dada la falta de consenso en lo Formas medianas a muy grandes (hasta 10 m
que se refiere a las relaciones de parentesco de largo), generalmente con conchillas exter-
entre estos taxones, en el presente capítulo se nas ortocónicas y más raramente cirtocónicas.
adoptará la clasificación de Pojeta y Gordon Suturas simples, de tipo ortoceratítico, aun-
(1987) (Cuadro 15. 1). que pueden tener un lóbulo o una silla ventral.
Sifúnculo grande, que usualmente ocupa más
de un cuarto del diámetro total de la conchilla,
CLASE CEPHALOPODA de posición marginal o submarginal ventral,
aunque puede llegar a subcentral. Cuellos
Moluscos marinos con conchilla aragonítica septales retrocoaníticos y anillos conectivos
externa o interna, raramente ausente, y sime- delgados a gruesos. Sin depósitos camerales
tría bilateral. Interior de la conchilla dividido pero siempre con endosifunculares. El tamaño
en cámaras por tabiques. La mayor parte del comparativamente pequeño de la cámara ha-
animal se aloja en la última cámara formada, bitación y el gran tamaño del sifúnculo sugie-
conectándose con las anteriores por una ex- ren que, probablemente, gran parte de la masa
tensión tubular (sifúnculo), que se inicia en la visceral del organismo se alojaba en el sifún-
parte posterior del cuerpo y se prolonga hasta culo. Ordovícico Temprano-?Silúrico Medio,
el ápice de la conchilla. Cabeza bien diferen- aunque son muy comunes solo en el Ordovíci-
ciada, rodeada por un número variable de ten- co, mostrando ya una marcada declinación en
táculos, llevando una masa musculosa (hipó- su diversidad en el Ordovícico Tardío y
nomo) que cumple las funciones del pie, y un Silúrico. Son los invertebrados más grandes
capuchón que actúa como opérculo. La inter- de todo el Paleozoico. Se conocen ricas faunas
Figura 15. 15. Endocerida: A-B. Endoceras cancellatum, C 7625, x 0,75. Actinocerida: C. sifúnculo de Actinoceras sp., 33421, x 0,75; D.
Actinoceras oreleriseptum, 34048, x 0,75. Orthocerida: E. molde de Dawsonoceras annulatum, DUCG 2463, x 0,35. Oncocerida: F.
Gomphoceras pyriforme, 85395, x 0,75. Discosorida: G. Phragmoceras sp. C 3366, x 0,35 (Figuras A-D, F-G. ©The Natural History Museum
London; Figura E, colección University College London).
CEPHALOPODA
dío-Holoceno.
Formas medianas a grandes, la mayoría con
conchillas ortocónicas longicónicas, algunas Orden Ellesmerocerida
cirtocónicas. Sutura ortoceratítica; sifúnculo Constituye el tronco (stock) ancestral del res-
grande, de posición ventral marginal a sub- to de los nautiloideos, así como de los
central, pudiendo alcanzar la mitad del diá- actinoceratoideos y endoceratoideos. Muestran
metro de la cámara habitación. Poseen depósi- gran variedad morfológica; son formas peque-
tos endosifunculares con estructuras especia- ñas, con conchillas rectas a curvas, poco orna-
lizadas. Depósitos camerales, cuellos septales mentadas, cámaras cortas, sifúnculos peque-
retrocoaníticos y anillos conectivos cirto- ños a medianos, tubulares, marginales y ani-
coaníticos. La cámara habitación tiende a te- llos conectivos gruesos a delgados. Sin depósi-
ner una abertura reducida, con el máximo tos camerales ni endosifunculares. Es el único
diámetro en la región media. Tanto los depó- grupo de cefalópodos conocido en el Cámbrico
sitos camerales como endosifunculares se for- Tardío y su biocrón abarca hasta fines del Or-
maban progresivamente desde la región dovícico, con un solo registro dudoso en el
apical, de manera que el equilibrio permitía Silúrico.
mantener a la conchilla en posición horizon-
tal. Ordovícico Medio-Carbonífero Tardío, Orden Orthocerida
pero el acmé se registra en el Ordovícico Me- Organismos con conchillas rectas, longicóni-
dio a Tardío. A lo largo de su historia mues- cas, a veces débilmente cirtocónicas, de sección
tran una tendencia a aumentar de tamaño, circular. El sifúnculo es relativamente peque-
llegando a medir 6 m en algunas especies ño, de posición central, con cuellos retrocoaní-
carboníferas y también a disminuir el diáme- ticos cortos y anillos conectivos ortocoaníticos
tro del sifúnculo y simplificar los depósitos a cirtocoaníticos. En ejemplares de preserva-
sifunculares. En el Ordovícico se pueden reco- ción excepcional puede observarse que los de-
nocer tres centros principales de distribución, pósitos camerales están formados por una al-
uno integrado por América del Norte, la re- ternancia de laminillas de aragonita y materia
gión ártica y el norte de Groenlandia, otro co- orgánica que se ubican principalmente, en la
rrespondiente al este de Asia y el tercero en región ventral. Éstos llenan completamente las
Tasmania. En el Silúrico, América del Norte primeras cámaras, se hacen menos prominen-
permaneció como centro importante de dis- tes hacia la abertura y faltan completamente
tribución, agregándose Escandinavia y la re- cerca de la cámara habitación. Los depósitos
gión báltica. Los registros devónicos son más endosifunculares son pequeños, en forma de
raros y están casi restringidos a América del anillos cerca de los cuellos septales. En algunas
Norte. En el Carbonífero Temprano se los co- formas se ha observado truncamiento de la
noce en América del Norte, Inglaterra, Euro- conchilla. Ordovícico Temprano-Triásico Tar-
pa central y la ex Unión Soviética, persistien- dío, su acmé se registra desde el Ordovícico
do en el Carbonífero Tardío solo en Europa. Medio al Silúrico Medio. Poseen una distribu-
ción cosmopolita (Figura 15. 15 E).
Orden Actinocerida
Comparte todas las características de la Orden Ascocerida
subclase (Figura 15.15 C-D). Conchillas ligeramente curvadas, que en la
madurez tenían cámaras rellenas con gas ubi-
cadas por encima de la cámara habitación, y
SUBCLASE NAUTILOIDEA que podían desprender la parte apical de la
conchilla. Los componentes estructurales de
La diversidad de la subclase Nautiloidea es ésta eran muy delgados, y no poseían depósi-
tal que no resulta factible dar una diagnosis tos camerales ni endosifunculares. La parte
simple. La conchilla varía desde formas rectas juvenil abandonada de la conchilla es larga,
a curvadas con enroscamiento apretado. El si- ligeramente curvada, subdividida por septos
fúnculo, de posición variable dentro de la con- simples, con sifúnculo ortocoanítico submar-
chilla, puede ser delgado a moderadamente ginal ventral. La arquitectura de la conchilla
grande en diámetro, con cuellos septales cambia abruptamente en determinado mo-
ortocoaníticos o cirtocoaníticos y anillos mento del crecimiento cuando se expande, el
conectivos gruesos en las primeras especies, e sifúnculo se hace cirtocoanítico y los septos se
invariablemente delgados en las especies más extienden hacia adelante en la región dorsal,
avanzadas. Depósitos endosifunculares y de manera de ubicar la mayor parte de las cá-
hay gran cantidad de especies con costillas Los estudios de las vueltas más internas su-
gruesas y tubérculos, y otras de secciones sub- gieren que este grupo derivaría de Prolecaniti-
cuadradas que dan a la conchilla una aparien- da (Shigeta et al., 2001). Su diversidad es signi-
cia más robusta. ficativa y muestra la remarcable recuperación
La parte inicial del sifúnculo tiene posición de los amonoideos luego de la tremenda extin-
central pero gradualmente se mueve a posicio- ción en masa de fines del Pérmico. Solo unos
nes ventrales. Su característica principal es la pocos Ceratitida y Prolecanitida sobrevivie-
línea de sutura. Ésta tiene 4 lóbulos: el externo, ron a la crisis y poco tiempo después, este últi-
el interno y entre ellos un gran lóbulo lateral y mo grupo se extinguió. Apenas se estabilizaron
otro más pequeño de posición umbilical. Los las condiciones ambientales, los ceratítidos se
lóbulos son crenulados y las sillas redondea- diversificaron, particularmente en ambientes
das y simples. someros. Pérmico-Triásico, especialmente típi-
cos de este último período (Figura 15. 18 A).
Figura 15. 18. Ceratitida: A. Wasatchites tridentinus, C 2125, x 0,7. Phylloceratida: B. Monophyllites sphaerophyllus, LDUCG 113, x 0,35.
Lytoceratida: C. Lytoceras endesianum, CPBA 7504, x 0,7. Ammonitida: D. Psiloceras planorbis. LDUCG 121, x 0,7. Ancyloceratida: E.
Colchidites vulanensis australis, CPBA 11823, x 0,7. F-G. Apticos, CPBA 20214-17019 (Figura A. ©The Natural History Museum London;
Figuras B y D. colección University College London).
CEPHALOPODA
Es uno de los grupos más persistentes y con excelentes fósiles guía. Jurásico Temprano-Cre-
mayor distribución geográfica de todos los tácico Tardío (Figura 15. 18 D, F y G).
amonoideos mesozoicos. Se supone que deriva-
ron de Phylloceratida, de los cuales difieren
principalmente por ser más evolutos y en la lí- SUBCLASE COLEOIDEA
nea de sutura. Son formas generalmente de tipo
serpenticono, con costillas anulares simples y Comprende a la mayoría de los cefalópodos
numerosas constricciones. La amonitela (con- actuales, e incluye a los calamares, sepias, pul-
chilla embrionaria) es de tamaño variable, pero pos, Nautilus de papel o Argonauta y también a
siempre pequeña con una cámara inicial de 0,3 varios grupos extinguidos, entre los que se des-
a 1 mm de diámetro, y un prosifón curvo. El tacan los belemnites. Se los conoce además
sifúnculo es ventral, con septos procoaníticos. como Dibranchiata, ya que poseen un solo par
El rasgo diagnóstico del orden es la sutura com- de branquias en la cavidad del manto, rasgo
pleja, con una división distintiva de lóbulos y que los separaría de todo el resto de los cefaló-
sillas. En las especies más primitivas hay 2 ló- podos. Su tamaño varía desde pequeño a muy
bulos umbilicales, mientras que en formas más grande y el manto forma una cobertura exter-
avanzadas puede haber 3 o más. na del cuerpo. La gran mayoría tiene una con-
La vuelta de sección subcircular y la conchi- chilla interna aragonítica, denominada frag-
lla evoluta sugieren que los lytocerátidos no mocono, contenida en una estructura sólida y
eran muy hidrodinámicos ni muy buenos na- cónica, el rostro o guarda, secretada por el
dadores. Estos amonoideos se encuentran en manto, que generalmente es la única parte de
un amplio rango de ambientes sedimentarios, la conchilla que fosiliza. El fragmocono está
como los phyllocerátidos. Las facies de carbo- recubierto externamente por una pared delga-
natos de ambientes profundos del Jurásico del da, extendida dorsalmente hacia adelante, en
Mediterráneo son particularmente ricas en forma de espada, el proóstraco, raramente
amonites phyllocerátidos y lytocerátidos. Es- fosilizable. El proóstraco más la pared delgada
tos últimos habrían estado especialmente constituyen la conoteca. Algunos representan-
adaptados a vivir en aguas más profundas, ya tes actuales, como los pulpos, no poseen con-
que tienen septos gruesos y poco espaciados, chilla. La única excepción sería el caso de la
lo que los haría resistentes a una mayor pre- hembra de Argonauta, que segrega una conchi-
sión hidrostática. Jurásico Temprano-Cretáci- lla externa calcítica no tabicada y cuya fun-
co Tardío (Figura 15. 18 C). ción es alojar a los huevos (Figura 15. 5 A). La
forma de la conchilla varía de ortocónica a
Orden Ancyloceratida cirtocónica y pocas veces es espiralada como
Este grupo de amonoideos, también llamados
heteromorfos por sus conchillas que se alejan
de la forma planoespiral, muestra una gran
distribución geográfica y tiene importancia en
bioestratigrafía. En contraste con otros grupos
de amonoideos, tuvieron una amplia distribu-
ción a lo largo de todo el Cretácico Tardío. A
pesar de la enorme diversidad de formas pre-
sentes en la conchilla, todos los ancyloceráti- Figura 15. 19. Aspecto de un ejemplar actual de Spirula.
dos comparten una línea de sutura cuadrilo-
bada, similar en cierta medida a la de los en el género Spirula (Figura 15. 5 E). El cuerpo
lytocerátidos. Jurásico Tardío-Cretácico Tardío tiene aspecto de proyectil o bolsa, con un po-
(Figura 15. 18 E). deroso hipónomo y dos aletas que son utiliza-
das como órganos de equilibrio durante la na-
Orden Ammonitida tación (Figura 15. 19). La cabeza lleva ojos gran-
Es el grupo más numeroso de toda la subclase. des con córnea y lentes y la boca está rodeada
Fueron especialmente comunes y diversos en por 8 o 10 apéndices con ventosas; poseen ade-
ambientes someros y de profundidad modera- más mandíbula quitinosa y rádula con 7 ele-
da y habrían ocupado una variedad de nichos mentos. El tubo digestivo es en forma de U y el
ecológicos. Poseen suturas complejas de tipo ano se ubica en la cavidad paleal. Tienen un
amonítico. Un rasgo característico del grupo par de ctenidios y un par de nefridios. Algunos
es el corto rango estratigráfico de muchas de géneros poseen cromatóforos y una bolsa que
sus especies, en algunos casos solo unos cien- descarga tinta por el hipónomo, utilizada para
CEPHALOPODA
cia fuerte de que los fósiles fueron realmente agua. Sin embargo, este sistema de control de
sepultados cerca de su verdadero hábitat. De la flotabilidad funciona lentamente, de modo
todas maneras, para hacer un estudio pa- que durante el transcurso de un día, el agua
leoecológico es imprescindible tener en cuenta que puede ser removida de las cámaras por
los aspectos tafonómicos del grupo fósil en cues- este medio es insignificante respecto al peso
tión. del animal. El sifúnculo de Nautilus, y aparen-
En el caso de los endocócleos, los estudios pa- temente también el de sus parientes fósiles y el
leoecológicos utilizan como comparación a de los amonoideos, es demasiado pequeño para
muchos de los coleoideos modernos. Los que cambios diarios en la flotabilidad le per-
belemnites, uno de sus grupos fósiles más co- mitan migrar en dirección vertical sin gasto
nocidos, eran semejantes a los calamares ac- energético. Por eso, ahora se considera que es-
tuales en apariencia y hábitos, con la diferen- tos movimientos se realizan mediante nata-
cia de que tenían una conchilla interna más ción por propulsión a chorro a través del hipó-
desarrollada. Además, sus tentáculos poseían nomo. Algunos grupos, sin embargo, serían una
ganchos en lugar de ventosas. Se los encuentra excepción a ello, como la actual Sepia y los
comúnmente en los estómagos fosilizados de endoceratoideos del Paleozoico, que poseen un
reptiles marinos, como los ictiosaurios. La sifúnculo grande en relación con el volumen
mayoría eran criaturas de tamaño mediano; del cuerpo, lo que les permitiría utilizarlo para
sin embargo, en el Jurásico de Europa y Asia se migraciones verticales a corto plazo.
encontró una forma, Megateuthis, con un rostro Los rasgos evolutivos de los cefalópodos
de 50 a 60 cm de longitud, sugiriendo una lon- ectocócleos pueden interpretarse como el resul-
gitud de 2 m para la conchilla y de 3 m para el tado de una presión de selección tendiente a al-
tamaño total del animal. canzar un compromiso energético eficiente en-
Algunos grupos de coleoideos actuales acu- tre la regulación de la flotabilidad, la estabili-
mulan grasa dentro de los brazos o amonio en dad, la orientación, el diseño locomotor y el am-
los fluidos celómicos y tejidos blandos para biente (Crick, 1988). El control de la flotabilidad
disminuir la densidad y permanecer así con fue el factor de mayor peso en el proceso evolu-
una flotabilidad aproximadamente neutra, sin tivo, ya que todos los ectocócleos tuvieron que
la ayuda de una conchilla flotadora. regular la flotabilidad en alguna medida, como
Para un animal que vive en la columna de consecuencia del diseño de su conchilla (dividi-
agua en forma activa, el poseer una flotabilidad da en cámaras), y debido a que factores como la
neutra es ventajoso, ya que permite permane- estabilidad, la orientación, la locomoción, etc.,
cer a determinados niveles de profundidad sin dependen del equilibrio entre la flotabilidad y
gasto energético. De aquí la importancia del la masa (Crick, 1988; Teichert, 1988).
sistema de control de la flotabilidad que carac- La regulación de la flotabilidad se relaciona
teriza a las conchillas de los cefalópodos a par- con las características fisiológicas de los cefa-
tir del Cámbrico Tardío. lópodos ectocócleos, que permiten el ajuste del
Respecto al control de la flotabilidad median- cuerpo o de la conchilla para compensar el
te el uso del sifúnculo, se ha observado en cefa- empuje hacia arriba del agua de mar, y así
lópodos actuales (particularmente en Nautilus), mantener una posición estable y preferencial
que éste actúa como una bomba que genera una en la columna de agua. Existen diferentes efec-
diferencia osmótica (en el contenido de iones) tos de la flotabilidad en conchillas enroscadas,
entre la sangre de su interior y el líquido salino ortocónicas y cirtocónicas, longicónicas y
de las cámaras. Cuando esa diferencia alcanza brevicónicas.
cierta magnitud, el líquido comienza a atrave- Sin embargo, toda conchilla cefalópoda im-
sar la parte permeable del sifúnculo (anillos plica restricciones de profundidad de hábitat
conectivos), pasando desde las cámaras al si- debido a tres factores: la conchilla puede
fúnculo. De esta manera aumenta la implosionar desde las paredes, el último septo
flotabilidad total del animal. Mientras que si es capaz de implosionar hacia adentro y por
existe la necesidad de disminuir este paráme- último, el sifúnculo puede explotar dentro de
tro, el movimiento de líquido será inverso, es las cámaras. En los tres casos, la causa es la
decir, desde el sifúnculo al interior de las cá- presencia de cámaras llenas de aire a baja pre-
maras. sión. Se ha observado que la profundidad de
Durante mucho tiempo se creyó que el meca- implosión de la conchilla en Nautilus es de al-
nismo de bomba osmótica era usado en las rededor de 800 m y, en Spirula, se halla próxi-
migraciones diarias de Nautilus, es decir, que ma a los 1500 m. En las conchillas fósiles, esta
vaciando y llenando las cámaras de líquido los profundidad puede calcularse si se dispone
Figura 15. 21. Evolución de los diferentes tipos de conchillas en los cefalópodos ectocócleos. A. conchilla ancestral; B. conchilla recta
con endoconos; C. conchilla con depósitos anulosifonales; D. conchilla con depósitos camerales; E. conchilla ascocérida; F. conchilla
con fragmocono reducido y cámara habitación con la abertura apuntando hacia abajo; G-J. conchilla enroscada y con el fragmocono sobre
las partes blandas; H. conchilla enroscada planoespiral evoluta; I. conchilla torticona; J. conchilla planoespiral involuta.
CEPHALOPODA
superpredadores del Ordovícico y los endocé- co, junto con los discosóridos, y Chamberlain
ridos adultos, como los grandes cefalópodos (1991) ha sugerido que esta extinción se debe-
del Ordovícico y Silúrico, no tendrían preda- ría a la presión de predación de los peces
dores naturales. condrictios, dominantes para esos tiempos,
En los orthocéridos la conchilla es larga y del- sobre los cefalópodos de conchillas menos es-
gada, con poca ornamentación, y la cámara ha- tables, como las brevicónicas. Los cefalópodos
bitación generalmente es corta en relación a la que desarrollaron conchillas enroscadas ha-
longitud del fragmocono. Las paredes de la con- brían logrado evitar esta predación por ser
chilla son delgadas y los septos espaciados. El más compactos y móviles.
sifúnculo es de diámetro pequeño, con anillos La mayoría de los especialistas considera que
conectivos simples. Esta conchilla liviana, con los discosóridos tenían un hábito de vida
cámaras amplias, daba una gran flotabilidad al necto-bentónico. Westermann (1975) sugirió,
organismo. Para contrarrestarla se usaban mediante un análisis de la resistencia septal y
lastres de carbonato de calcio depositado en las de la estructura de los anillos conectivos, una
cámaras. Este grupo dominó la fauna nectónica profundidad máxima de 100 m para estos ani-
de cefalópodos desde el Ordovícico Tardío al males. Sus restos se encuentran asociados a
Carbonífero, y sobrevivió hasta el Triásico. facies de aguas someras. Como los oncocéridos,
La característica más llamativa de los acti- estas formas probablemente tendrían una
nocéridos es el sifúnculo de gran diámetro y movilidad limitada y derivarían con la cabeza
relleno con depósitos que forman un sistema hacia abajo cerca del fondo, buscando presas
de canales endosifunculares, el cual consiste con sus largos brazos.
en un tubo central con tubos radiales ramifi- En el mundo del Paleozoico Temprano, en el
cados a partir de los anillos conectivos. Este cual la mayoría de los cefalópodos eran for-
sistema funcionaría probablemente en forma mas masivas de movimientos lentos, los
hidrostática, con el propósito de remover los ascocéridos fueron únicos en su estructura.
fluidos camerales luego de la formación de los Este grupo habría resuelto el problema del con-
septos, o movilizar fluidos dentro de las cáma- trol de la flotabilidad truncando las porciones
ras para la formación de depósitos camerales. tempranas de la conchilla durante la etapa
Los orthocéridos, como los endocéridos y los adulta. La conchilla restante, ovoide y bulbosa,
actinocéridos, con sus conchillas largas y se conoce como «conchilla ascocérida». Las for-
gráciles, habrían sido predadores que nada- mas juveniles vivían probablemente como los
ban lentamente a través del agua, generalmen- orthocéridos (predadores necto-bentónicos),
te cerca del fondo marino, donde podían cazar con movimientos lentos, predando sobre pe-
trilobites y crustáceos con facilidad. Eran prin- queños invertebrados. El individuo maduro,
cipalmente necto-bentónicos y nectónicos. con su conchilla liviana e hidrodinámica, era
Los oncocéridos tenían generalmente conchi- un animal ágil tipo coleoideo.
llas longicónicas y cirtocónicas brevicónicas, Por último, el enroscamiento de la conchilla
aunque algunos grupos se extendieron a mor- también constituyó una forma de solucionar
fologías torticónicas, girocónicas y nautilicó- los problemas asociados a la flotabilidad. El
nicas. Ciertas formas especialmente delgadas enroscamiento del cono en forma planoespiral
usaban el amontonamiento de los septos como ubica el centro de flotabilidad directamente
forma de control de la flotabilidad, que es la sobre el centro de masa. Dada la cercanía de
más primitiva. La presencia de un fragmocono estos centros y su situación fija dentro de la
pequeño en la mayoría de estas formas las se- espiral, el hidrostático resultó ser el mecanis-
ñalaría como bentónicas, aunque la presencia mo primario de regulación de la flotabilidad y
de un seno hiponómico podría indicar cierta el enroscamiento parece haber sido el diseño
habilidad para moverse por propulsión. Estu- óptimo de conchilla disponible para cefalópo-
dios detallados de flotabilidad de algunos dos ectocócleos.
oncocéridos brevicónicos, con fragmoconos Uno de los grupos que muestran esta solu-
excepcionalmente grandes y aberturas con- ción es el de los tarphycéridos. Los barran-
traídas, podrían indicar que flotaban y vivían deocéridos representan un conjunto numéri-
pasivamente como miembros del plancton. camente pequeño, que tienen forma muy pare-
Probablemente, las formas enroscadas fueran cida a la de los tarphycéridos en lo externo pero
nadadores activos en la columna de agua, como con anillos conectivos más delgados.
el Nautilus moderno, pero con un límite de pro- En general, la versión nautílida para el control
fundidad de 150 m, según los datos de la resis- de la flotabilidad mediante el enroscamiento de
tencia de sus septos. la conchilla difiere de los barrandeocéridos y
CEPHALOPODA
ríodo. Igual que otros grupos de organismos nantes en el Triásico y, a fines de este período,
carboníferos, los de Europa y América del Norte se produce una importante extinción en masa,
se conocen con un detalle bastante considera- a la que sobreviven pocas especies que darán
ble, en comparación con los de otras regiones lugar a la radiación del Jurásico inicial de los
del mundo. Los cefalópodos carboníferos in- Ammonitina. Este grupo es el más utilizado en
cluyen unos pocos remanentes de Actinocera- bioestratigrafía de los ambientes marinos
toidea, que tuvieron una larga historia en el mesozoicos alcanzando una resolución de cen-
Paleozoico Temprano a Medio, además de tenas de miles de años. Dicha situación se man-
Nautiloidea y Ammonoidea que se diversifica- tuvo hasta la terminación del Cretácico, cuan-
ron rápidamente en dicho período. Este último do el grupo, ya declinante, fue afectado por la
grupo parece ser más cosmopolita que los Ac- crisis del final de dicho período. Otro grupo de
tinoceratoidea y Nautiloidea y su evolución y cefalópodos que ha resultado de relativa im-
zonación bioestratigráfica han sido extensa- portancia desde el punto de vista de su distri-
mente investigadas en Europa y América del bución bioestratigráfica y biogeográfica en el
Norte, dada su utilidad como fósiles guía. Los Jurásico y el Cretácico es el orden Belemnitida
estudios que han considerado la distribución (Stevens, 1973; Doyle, 1987, 1992; Challinor,
geográfica de los amonoideos en las reconstruc- 1999, Challinor et al., 1992; Christensen, 1990,
ciones paleogeográficas del Carbonífero mues- 1996).
tran un rango que se extiende desde los 60°N Las zonas de amonites jurásicos de la región
hasta los 50°S. circumpacífica fueron analizadas en forma
A pesar del detallado conocimiento que se tie- complexiva por Hillebrandt et al. (1992).
ne de la filogenia y la historia evolutiva de los En Argentina, secuencias marinas que co-
amonoideos del Pérmico, éstos son solo local- mienzan en el Triásico Superior y son especial-
mente abundantes en facies clásticas finas. La mente importantes en el Jurásico y Cretácico
zonación del Pérmico está basada en Inferior, han sido datadas bioestratigráfica-
goniatítidos, prolecanítidos y, ya en el Pérmi- mente sobre la base de sus amonoideos, espe-
co Tardío, en ceratítidos. cialmente en el ámbito de la cuenca Neuquina.
Estos estudios han permitido obtener
Cuadro 15. 2. Biozonación del Triásico Superior-Jurásico Inferior de la cuenca Neuquina, Argentina (modificado de Riccardi et al., 2000).
Figura 15. 22. Amonítidos del Jurásico de la cuenca Neuquina. A. Stephanoceras (Stemmatoceras) aff. frechi, CPBA 18111, Bajociano;
B. Phymatoceras aff. pseudoherbaense, CPBA 16514, Toarciano; C. Sonninia (Fissilobiceras) zitteli, CPBA 20215, Bajociano; D.
Megasphaeroceras magnum, CPBA 17052, Bajociano; E. Rehmannia (Loczyceras) patagoniensis, CPBA 17581, Calloviano; F. Pleydellia
cf. lotharingica, CPBA 16502, Toarciano; G. Peronoceras pacificum, CPBA 17529, Toarciano; H. Eurycephalites vergarensis, CPBA 7376,
Calloviano; I. Stehnocephalites gerthi, CPBA 7384, Bathoniano. Todas las figuras x 0,60.
CEPHALOPODA
noideos de probada edad kimmeridgiana. Los berriasianos presentan en general una pobre
amonoideos tithonianos son diversos y están preservación, lo que ha dificultado asignacio-
muy bien preservados, lo que ha permitido una nes específicas certeras. Sus afinidades se ha-
detallada zonación (Leanza, 1996). En el llan en Madagascar, India y el este de África
Berriasiano hay algunos géneros comunes en- (Riccardi, 1977). El registro faunístico
tre la cuenca Neuquina y el Mediterráneo occi- valanginiano resulta escaso, aunque es de des-
dental, mientras que en la parte media del tacar la presencia de Olcostephanus atherstoni,
Valanginiano se pueden realizar buenas corre- especie de amplia distribución geográfica y muy
laciones entre ambas regiones. El Hauteriviano abundante en la cuenca Neuquina, lo que la con-
en la cuenca Neuquina está representado por vierte en una especie muy útil para realizar
una serie de géneros andinos como correlaciones tanto intercuencales como
Holcoptychites, Hoplitocrioceras y Weavericeras, jun- intercontinentales.
to con componentes mediterráneos como Las faunas amonitíferas hauterivianas están
Olcostephanus, Spitidiscus y Crioceratites (Aguirre- ampliamente representadas por géneros endé-
Urreta et al., 2005). Las faunas barremianas son micos en esta cuenca (Favrella), otros de afini-
más escasas y se asemejan a formas del oeste dades boreales (Protaconeceras y Aegocrioceras) asi
del Tethys. como especies de Crioceratites que permiten su
En la cuenca Austral ubicada en el sur de la correlación con las zonas inversum/staffi del
Patagonia, rocas marinas de edad mesozoica Hauteriviano inferior alto-Hauteriviano supe-
han sido objeto de detallados estudios bioes- rior basal del norte de Alemania e Inglaterra
tratigráficos, que abarcan el Jurásico terminal (reino Boreal) y con las zonas nodosoplicatum/sayni
(Tithoniano) y desde el Berriasiano al Maas- de igual edad pero del reino del Tethys (Aguirre-
trichtiano (Aguirre-Urreta, 2002; Riccardi, Urreta, 2000).
2002). Las zonas del Tithoniano inferior a me- En el Barremiano, tradicionalmente se han
dio coinciden con las clásicamente distingui- distinguido dos zonas bioestratigráficas, una
das en la cuenca Neuquina y sus componentes inferior caracterizada por Hatchericeras patago-
muestran afinidades con las faunas de los Hi- nense y otra superior con Colchidites vulanensis
malayas y el Mediterráneo (Riccardi y australis (Riccardi, 1988). Recientemente, se ha
Cuadro 15. 3. Biozonación del Jurásico Medio de la cuenca Neuquina, Argentina (modificado de Riccardi
et al., 2000).
Cuadro 15. 4. Biozonación del Jurásico Superior de la cuenca Neuquina, Argentina (modificado de Riccardi et al., 2000).
CEPHALOPODA
se ubica en una posición estratigráfica interme- ca Austral están dominadas por representan-
dia entre la fauna de Hatchericeras abajo y la de tes de los órdenes Ancyloceratina (familias
Colchidites arriba. Tanto las especies componen- Ancyloceratidae y Helicancylidae) y Ammo-
tes de la zona de Hatchericeras como aquellas de nitina (familia Haploceratidae).
la de Colchidites muestran fuertes similitudes, a El Aptiano ha sido dividido en dos zonas: una
nivel específico, con las reconocidas en Sudáfrica, inferior de Australiceras cardielense y otra supe-
también poseen afinidades con las de los rior de Peltocrioceras deeckei, cuyos límites son
Cáucasos y, en menor medida, con aquellas de difíciles de establecer asi como su estricta asig-
Madagascar (Aguirre-Urreta, 2002). nación temporal, ya que la mayoría de las es-
Figura 15. 24. Amonoideos del Cretácico de la cuenca Neuquina. A. Spiticeras damesi, CPBA 9201, Berriasiano; B. Neocomites
wichmanni, SGM 7260, Valanginiano; C. Chacantuceras ornatum, CPBA 18380, Valanginiano; D. Spitidiscus riccardii, CPBA 20032.7,
Hauteriviano; E. Karakaschiceras attentuatus, CPBA 20217, Valanginiano; F. Olcostephanus (Olcostephanus) atherstoni, CPBA 11490,
Valanginiano; G. Paraspiticeras groeberi, CPBA 18378, Hauteriviano-Barremiano?; H. Pseudofavrella angulatiformis, CPBA 20219,
Valanginiano; I. Crioceratites diamantensis, CPBA 20218, Hauteriviano; J. Olcostephanus (Viluceras) permolestus, CPBA 13957, Valanginiano;
K.Hoplitocrioceras giovinei, CPBA 19234, Hauteriviano; L. Valanginites argentinicus, CPBA 18145, Valanginiano; M. Holcoptychites
magdalenae, CPBA 19823.2, Hauteriviano. Todas las figuras x 0,70.
Cuadro 15. 5. Biozonación del Cretácico Inferior de la cuenca Neuquina, Argentina (modificado de Aguirre-Urreta
et al., 2005).
CEPHALOPODA
Hoplitoplacenticeras plasticum. La primera de ellas maras producidas, por razones desconocidas
está dominada por amonites kosmaticerátidos en un molusco ancestral, podrían haber sido
que marcan el progresivo endemismo de las incorporadas como una adaptación para re-
faunas de la cuenca Austral en el Cretácico Tar- gular la flotabilidad de un cefalópodo progeni-
dío, mientras que la segunda está caracteriza- tor.
da por H. plasticum, Pseudokossmaticeras paulckei, La adquisición de la conchilla dividida en
Baculites cazadorianus, Saghalinites kingianus cámaras con un sifúnculo orgánico que
involutior, Gaudryceras varagurense patagonicum e intercambia fluidos, permitió la regulación de la
Hypophylloceras nera. Esta zona caracteriza al flotabilidad haciendo posible la invasión del rei-
Campaniano tardío. Finalmente, en el Maastri- no pelágico, en el cual, en esos tiempos, existía
chtiano se encuentra una fauna de Maorites poca competencia. Este modo de vida activo tuvo
densicostatus, Pseudophyllites loryi, Eubaculites? importantes implicancias con respecto al desa-
rioturbiensis, Baculites cf. anceps, Diplomoceras rrollo de los sistemas sensoriales, particularmen-
australe y Grossouvrites gemmatus que ha sido asig- te los ojos. También influyó en la concentración
nada por Riccardi (2002) a la zona de asocia- cefálica del sistema nervioso y la transforma-
ción de Maorites densicostatus. ción de la cavidad paleal, la que comenzó a inter-
En las cuencas andinas de Chile, los estudios venir en la locomoción gracias a la presencia del
bioestratigráficos de amonoideos jurásicos hipónomo (órgano tipo embudo).
han sido realizados por Bogdanic y Chong Los primeros registros de cefalópodos se co-
(1985), Hillebrandt (1987), Hillebrandt et al. nocen en estratos que afloran en China. Fueron
(1992), Hillebrandt y Gröschke (1995) y asignados al género Plectronoceras (del grupo de
Riccardi et al. (1989), entre otros, mientras que los ellesmerocéridos), que se extinguió en el Tre-
aquéllos del Cretácico Inferior se deben al re- madociano. Hay dos especies que se conside-
ciente trabajo de Mourgues (2004). ran las primeras formas, Plectronoceras cambria
En Perú, luego del importante trabajo sobre y P. liaotungense, de Shantung y Manchuria, res-
las faunas de amonoideos del Cretácico de pectivamente. A estas formas le siguieron rá-
Benavides Cáceres (1956), los estudios moder- pidamente otros géneros como Palaeoceras,
nos se refieren principalmente a aquéllas del Balkoceras y Ectenolites, todos de pequeño tama-
Albiano (Robert, 2002; Robert y Bulot, 2004). ño (10 mm de longitud aproximadamente), con
En Colombia, estudios sistemáticos y bioes- una conchilla cónica recta o curva. La mayor
tratigráficos de amonoideos cretácicos se de- parte de las formas curvas eran endogástricas
ben principalmente a los trabajos de Etayo- (curvatura con la parte ventral hacia adentro),
Serna (1964, 1979). a excepción de Balkoceras, que era exogástrica
En Brasil, los amonoideos se conocen princi- (curvatura con la parte ventral hacia afuera),
palmente de las cuencas marginales, especial- modo que dominó posteriormente.
mente la de Sergipe, de edad cretácica supe- Luego de los escasos registros conocidos del
rior (Bengston, 1979, 1983). Cámbrico Tardío, el grupo sufrió una radia-
ción evolutiva notable durante el Ordovícico,
posiblemente debido a los nuevos nichos eco-
ORIGEN Y EVOLUCIÓN lógicos existentes, dejados por la extinción de
los anomalocáridos al final del Cámbrico. Du-
Según el registro fósil, los cefalópodos habrían rante un corto intervalo de tiempo aparecen la
surgido en el Cámbrico Tardío (505 m.a.), pro- mayor parte de los grupos de alto rango, a par-
bablemente a partir de ciertos monoplacófo- tir de ancestros ellesmerocéridos. Hubo una
ros. El complejo funcional de cámaras y sifún- gran diversidad entre ellos, algunos tenían con-
culo constituye un rasgo derivado único de chillas largas y rectas, otras rectas y cortas,
ellos, y por eso es difícil develar la evolución curvadas, un poco enroscadas, y algunas en-
de estas estructuras a partir de otros molus- roscadas apretadamente.
cos que carecen de las mismas. La mayoría de La estructura interna de la conchilla tam-
los investigadores consideran que la evolución bién era muy diversa, principalmente la mor-
de la conchilla de estos moluscos fue a partir fología del sifúnculo. Los más grandes tenían
de una conchilla simple, en forma de gorro, y conchillas de hasta 3-5, incluso 10 m. A todas
que la adición posterior de cámaras en el ápice estas formas tempranas se las clasifica en el
habría generado el primer cefalópodo grupo, probablemente artificial, Nautiloidea.
cámbrico, probablemente similar al fósil En el Ordovícico surgen los ascocéridos, acti-
Plectronoceras. Sorprendentemente, la forma- nocéridos, barrandeocéridos, endocéridos,
ción de cámaras apicales ocurre en algunos intejocéridos, tarphycéridos, discosóridos,
oncocéridos y orthocéridos.
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PROBLEMÁTICOS
16 MOLLUSCA INCERTAE SEDIS
Horacio H. Camacho
SISTEMÁTICA
PROBLEMÁTICOS
escamas calcáreas (aragonita), de semejanza
superficial con las de Wiwaxia. La dificultad
principal no estaría en la distinta naturaleza
química de los escleritos sino más bien, el dife-
rente modo de su formación.
No obstante, existen similitudes entre los res-
pectivos planes estructurales que caracterizan
a Wiwaxia y los moluscos, que sugieren alguna
relación evolutiva a un nivel más elevado. En-
tre estas similitudes se halla la presencia de un
aparato alimentario que se aproximaría a la
rádula moluscana y, si se acepta la radiación
de los moluscos a partir de turbellarios, Wiwaxia
pudo ser uno de los tantos desprendimientos
desde ese tronco, durante la transición Prote-
rozoico-Cámbrico.
Familia Halkieriidae
Metazoos bilateralmente simétricos, con
escleritos calcáreos huecos, dispuestos en va-
rias zonas longitudinales, que alojaban tejidos
blandos en una cavidad central extendida en
canales laterales de variada longitud, conecta-
dos al cuerpo vía un foramen basal de diáme-
tro restringido. Los escleritos consisten de una
lámina y una región basal, que se encuentran
formando un ángulo. Sus paredes poseen una Figura 16. 2. Halkieria evangelista. Ejemplar MGUH 19728 (de C.
Morris y Peel, 1995).
estructura fibrosa. La ornamentación superfi-
cial está constituida por costillas longitudina-
les y a veces transversales, o por tubérculos Figura 16. 3. Reconstrucción de
sobre el lado superior de la lámina, mientras Halkieria evangelista (de C.
que en el inferior es más débil, con estriación Morris y Peel, 1995).
transversal. Por lo menos una conchilla pre-
sente (Conway Morris y Peel, 1995). Cámbrico
Temprano (región báltica, plataforma
siberiana, norte de Groenlandia), Cámbrico
Medio de Australia (Porter, 2002, 2004).
Incluye a los géneros Halkieria, Thambetolepis,
Australohalkieria y Sinosachites. Halkieria (Figuras
16. 2, 3), el mejor conocido de todos ellos, se
diferencia de Wiwaxia por carecer de espinas
dorsales y de un aparato alimentador denta-
do; además, en sus extremos lleva sendas con-
chillas similares a las de los monoplacóforos o
braquiópodos inarticulados, y es algo más an-
tiguo. Así, mientras los halkiériidos están muy
distribuidos en el Tommotiano y Atdabaniano,
el primer registro de Wiwaxia se produce en el
Cámbrico Medio, por lo que Conway Morris y
Peel (1995) consideran que Wiwaxia pudo tener Wiwaxia. En el año 1990, Conway Morris y Peel
origen en algún halkiériido. dieron a conocer el hallazgo de ejemplares com-
Por lo general, los halkiériidos han sido cono- pletos en la Formación Buen (Atdabaniano in-
cidos a través de escleritos aislados conserva- ferior) del norte de Groenlandia, los que con-
dos en los sedimentos. Los primeros procedie- firmaron las supuestas similitudes con el gé-
ron de la región báltica, en el año 1960, y poco nero de las Lutitas Burgess, aunque también
a poco se fue tomando conciencia de que de- mostrarían otras diferencias interesantes. Los
bían corresponder a un animal similar a ejemplares hallados miden entre 29 mm y 80
PROBLEMÁTICOS
más afines a los Epitheliozoa que a los damente hacia la parte anterior, y líneas de
Mollusca. crecimiento prominentes e irregularmente es-
paciadas. La supuesta valva ventral es relati-
vamente profunda, mientras que la dorsal es
STENOTHECOIDEOS más somera. Interiormente, algunas valvas
presentan surcos marginales laterales; los pri-
CONCHILLA meros se hallan muy próximos entre sí y casi
perpendiculares a los bordes laterales de la
Conchillas bivalvas diminutas, calcáreas, a valva, los segundos son más bajos y están más
menudo halladas desarticuladas en los sedi- ampliamente esparcidos, dispuestos de a pa-
mentos cámbricos. Podrían representar otro res, a cada lado de la línea media valvar y con-
desprendimiento temprano del tronco que fi- finados a la parte central de la valva.
nalmente, condujo a los moluscos. Stenothecoides probablemente fue una forma
sedentaria, que habría vivido sobre el fondo,
apoyado en una de sus valvas, sin fijarse
SISTEMÁTICA (Yochelson, 1969).
Las relaciones filogenéticas de los stenothe-
PHYLUM ?MOLLUSCA coideos son muy discutidas. Stenothecoides ori-
ginalmente fue asignado a los Crustacea, has-
CLASE STENOTHECOIDA ta que Knight y Yochelson (1960) lo clasifica-
(PROBIVALVIA) ron como un molusco monoplacóforo de la fa-
milia Cambriididae; Cambridium fue considera-
Conchillas de pequeño tamaño, calcáreas, do un Amphineura y Bagenovia, un
bivalvas, ligeramente inequivalvas y asimé- braquiópodo, pero todas estas asignaciones
tricas; interior valvar con aristas alargadas resultaron cuestionadas, predominando entre
paralelas a los bordes laterales; otras caracte- los especialistas la opinión, de que si bien se-
rísticas interiores desconocidas pero aparen- rían moluscos, la relación con alguna de las
temente, habrían carecido de músculos aduc- clases conocidas de dicho phylum resultaría
tores, línea paleal, ligamento y charnela den- incierta. Yochelson (1968, 1969), quien también
tada. Cámbrico Temprano y Medio de Améri- los consideró moluscos, concluyó que repre-
ca del Norte, Groenlandia, Europa, Siberia y sentarían una nueva clase a la que denominó
Australia. Stenothecoida. Casi al mismo tiempo,
Aksarina (1968) los llamó Probivalvia, pero
Orden Cambridioidea Stenothecoida tendría prioridad por haber sido
Caracteres de la clase. Incluye a los géneros introducido en el Abstract de una reunión in-
Stenothecoides, Cambridium y probablemente, ternacional realizada en Praga (República
Bagenovia. Checa) antes de la publicación de Aksarina.
Stenothecoides (Figura 16. 9), representado por
varias especies, tiene conchilla ovalada, asi-
métrica, con la superficie externa recorrida por MACHAERIDIOS
una cresta media marcadamente aguda en la
ESCLERITOMA
SISTEMÁTICA
PROBLEMÁTICOS
da. La primera es la más frecuente, mientras Figura 16. 14. Reconstrucción de
que la segunda solo se presenta en Lepidocoeleus Clarkeolepis clarkei (de Hoare,
sarlei, del Silúrico de Nueva York (Figura 16. Mapes, Yancey y Nestell, 1996).
11), en el que una serie de escleritos está des-
plazada posteriormente con relación a la otra
(Figura 16. 10).
Es probable que la articulación alternada con-
firiera mayor firmeza al escleritoma de
Lepidocoeleus, el que habría sido muy flexible y
hasta pudo enrollarse sagitalmente, quizá
como defensa.
L. sarlei fue un organismo epibentónico, móvil,
que habitaba sobre un fondo barroso en el cual
ocasionalmente habría podido sumergirse.
Hogström y Taylor (2001) hallan que existen
fuertes razones para considerar a los lepido-
coleomorfos como «segmentados», con la fija-
ción muscular similar a la de los millípedos.
Orden Turrilepadomorpha
Machaeridianos tetraseriados; la serie inte-
rior desarrollada a lo largo de todo el esclerito-
ma, la externa ausente en los dos primeros seg-
mentos. Escleritos internos de un segmento espinas marginales y generalmente, espinas
dado diferenciados morfológicamente (dere- apicales (Figura 16. 13), gruesas. Ordovícico-
chos e izquierdos); los externos resultando Pérmico. Géneros Turrilepas, Bouturrilepas (Devó-
como imágenes especulares uno de otro. En nico Medio), Clarkeolepis (Mississippiano Tar-
muchos casos, la recristalización ha destruido dío, Figura 16. 14).
la microestructura de los escleritos pero, cuan-
do se conservó, se observa un estrato externo Familia Plumulitidae
delgado y otro interno grueso, ambos extendi- Escleritoma en la parte media, de sección trans-
dos hasta las espinas marginales. Ordovícico- versal achatada (Figura 16. 12 C); escleritos ex-
Pérmico. ternos similares a los turrilepádidos, pero que
Comprende las familias Turrilepadidae y tienen diferente orientación con relación a los
Plumulitidae. internos. Estos últimos generalmente son más
pequeños y mucho menos plegados. Género
Familia Turrilepadidae Plumulites (Ordovícico-Devónico).
Escleritoma en su parte media, de sección Dzik (1986) asignó a los Machaeridia, orden
transversal subrectangular (Figura 16. 12 B); Hercolepadida, las especies Protobalanus
escleritos con arrugas gruesas, prominentes; hamiltonensis y Hercolepas signata que, a fines del
siglo XIX eran consideradas balánidos; ten-
drían tres hileras de placas y carecerían de pla-
cas de inserción, pero Adrain (1992), las exclu-
yó de los Machaeridia, mientras que Hoare y
Mapes (1995) opinan que podrían estar vincu-
ladas con los Multiplacophora, opinión con la
cual concuerdan Vendrasco et al., 2004.
MULTIPLACOPHORANOS
CONCHILLA
AGMATA
PROBLEMÁTICOS
modo que la cavidad apertural es relativamen- plares de Volborthella se encuentren mucho más
te profunda y se encuentra bastante distante alterados que los de Salterella, lo que a su vez
debajo del borde apertural. Las láminas se ha- pudo estar relacionado con el ambiente en que
llan depositadas alrededor de un tubo central vivieron dichos organismos. Salterella abunda
que, en sección delgada, parece perforarlas. en calizas y Volborthella en lutitas (Yochelson y
Posiblemente, el integumento calcáreo externo Kisselev, 2003).
haya sido aragonítico, pero hasta el presente Los Agmata habrían estado restringidos a los
no se lo ha podido confirmar. mares del Cámbrico Temprano, aunque en la
bibliografía se mencionan formas más jóvenes,
hasta ordovícicas, pero ésto requiere confirma-
ción. Salterella está difundida por América del
Norte y el noreste europeo, mientras que
Volborthella presenta una distribución menor
(noreste europeo). Sus biocrones se restringi-
rían a la zona de Olenellus (Cámbrico Inferior
alto), pero Volborthella se ubicaría algo más aba-
jo que Salterella, no existiendo superposición
entre ellos.
Las relaciones filogenéticas de estos organis-
mos aún son muy discutidas. Salterella fue re-
lacionado con los vermes y los pterópodos (mo-
luscos), mientras que a Volborthella durante
Figura 16. 16. Salterella pulchella (de Yochelson y Kisselev, 2003). mucho tiempo se lo consideró un ancestro de
los cefalópodos, debido a la presencia de un
En Volborthella (Figura 16. 17), el integumento tubo central interpretado como un sifúnculo,
externo es desconocido y las láminas descri- rodeado por una supuesta septación. Flower
ben una curvatura muy abierta, de modo que (1954) fue uno de los primeros en sospechar
en una sección longitudinal, parecen rectilíneas que no sería un cefalópodo y esta vinculación
y forman una «V» de brazos muy separados. se rechazó definitivamente al describirse
El tubo central, aunque presente, comúnmente Knightoconus (Yochelson et al., 1973), del Cám-
está poco destacado debido al relleno del mis- brico Tardío, e interpretárselo como un
mo por material orgánico. Apice y cavidad ancestro de los cefalópodos, aunque sin especi-
apertural desconocidos. Si bien no se conoce ficar el correspondiente phylum.
su integumento externo, es muy posible que
haya existido y fuera delgado, de naturaleza
calcárea, más bien que orgánica, y que desapa- PALEOECOLOGÍA
reciera debido a procesos tafonómicos poste-
La forma de vida de los Agmata también está
Figura 16. 17. poco esclarecida. Glaessner (1976), quien con-
Volborthella tenuis sideró que Volborthella era un anélido, opinó que
(de Yochelson y vivía con el ápice introducido en los sedimen-
Kisselev, 2003). tos, y la abertura proyectada sobre la interfa-
se agua-sedimentos.
Signor y Ryan (1993) reinterpretaron a
Volborthella como un esclerito o espina y cada
individuo formaría parte del escleritoma de un
organismo mayor, de cuerpo blando, no iden-
tificado aún. El mismo habría habitado aguas
someras, bajo la acción de las mareas.
Yochelson y Kisselev (2003) han criticado y
rechazado las ideas expuestas más arriba, apo-
yando en cambio lo propuesto por Yochelson
(1977). Los Agmata habrían habitado libre-
mente sobre el fondo marino, movidos por sua-
ves olas. La cavidad apical, como mínimo, alo-
jaba a la boca y algún tipo de aparato formado
por tentáculos, los que eran incapaces de loco-
TOMMÓTIDOS
ESCLERITOMA
PROBLEMÁTICOS
mitra y silla eran dos tipos discretos asimétri- Siberiana, oeste de Mongolia, noroeste de Eu-
cos, pero Landing et al. (1980) sugirieron que ropa (región báltica), sudeste de Terranova (Pla-
los mismos formarían parte de una serie de taforma Avaloniana), Australia, Antártida.
formas transicionales, aunque posteriormente
(Landing, 1984) reconoció que también podían Familia Tommotiidae
existir solo dos tipos. En consecuencia, se pu- Tommótidos con esqueleto multiunitario
dieron reconocer a tres tipos de escleritomas: anfimembrado, formado por una serie comple-
unimembrados, con un único tipo de esclerito, ta de escleritos que gradan insensiblemente
anfimembrados, compuestos por una serie desde cónicos simétricos (a menudo elevados)
completa y transicional de escleritos, y hasta helicoidales asimétricos (a menudo ba-
bimembrados o anfimembrados reducidos jos), o esqueletos bimembrados con escleritos
carentes de las morfologías intermedias que diferenciados netamente en cónicos y helicoi-
unen completamente a los tipos extremos. dales; escleritos no caracterizados por septos
diferenciados; los escleritos anchos y bajos
pueden tener un surco (silla).
SISTEMÁTICA Los Tommotiidae abundaron durante el Tom-
motiano-Atdabaniano y luego, desaparecieron.
Landing (1984) reconoció dentro del orden El género Camenella (= Tommotia) (Figura 16. 18)
Tommotiida, a las familias Tommotiidae, Tan- alcanzó gran distribución en estos tiempos.
nuoliniidae, Sunnaginiidae y Lapworthelliidae,
basándose en la diferenciación de los respecti- Familia Tannuoliniidae
vos planes esqueletales, unimembrados, con Tommótidos con esqueleto multiunitario,
escleritos bajos, girados, en pares simétricos bimembrado, formado por escleritos cónicos
(Sunnaginiidae); unimembrados con escleritos externamente simétricos a helicoidales asimé-
elevados, débilmente girados (Lapworthellii- tricos, con particiones transversales internas
dae) y bimembrados o anfimembrados, los se- continuas con las arrugas de crecimiento inte-
gundos con una serie transicional completa riores y penetradas por tubos verticales con
entre formas subsimétricas elevadas a helicoi- paredes de fosfato. Incluye al único género
dales bajas (Tommotiidae y Tannuoliniidae). A Tannuolina, de la región siberiana.
estas dos últimas familias, Bengtson (1970),
basado en similitudes compartidas, las reunió Familia Sunnaginiidae
en el orden Mitrosagophora y en 1989 incluyó Tommótidos con esqueleto multiunitario,
al orden Tommotiida en el phylum Procoelo- unimembrado, formado por escleritos bajos,
mata, al que consideró el tronco ancestral de cónicos, morfológicamente variables, helicoi-
otros phyla animales. dales de simetría derecha e izquierda, con sur-
Laurie (1986) agregó a la familia Kennardii- cos. Incluye al único género Sunnaginia, de la
dae, restringida a Australia y Antártida. región siberiana, con particiones transversa-
les imperforadas, continuas con las arrugas de
crecimiento externas, y unidas internamente
?PHYLUM por estratos prismáticos con estructura en for-
ma de pilares huecos, verticales.
?CLASE
Familia Lapworthelliidae
Orden Tommotiida Tommótidos con esqueleto multiunitario,
Metazoos bilateralmente (o birradialmente) unimembrado, formado por escleritos cónicos
simétricos, con esqueleto externo fosfático, elevados, morfológicamente variables, que
multiunitario, constituido por escleritos peque- pueden mostrar una ligera torsión; ornamen-
ños, acrecionados internamente en sus bases y tación comúnmente de líneas de crecimiento
que pueden tener particiones internas o septos, transversales, pero también pueden existir cos-
con o sin pilares interseptales. Esqueletos con tillas longitudinales y un surco; cavidad inter-
escleritos morfológicamente diferenciados en: na completamente hueca o con septos gruesos,
cónicos elevados, helicoidales bajos y series adventicios o particiones características cono-
completas transicionales (= anfimembrados) en-cono hasta vesiculosas, fosfáticas.
hasta abreviadas (= bimembrados) de Los Lapworthelliidae incluyen los géneros
escleritos cónicos elevados hasta helicoidales Lapworthella (Figura 16. 19) y Kelanella, entre
bajos; escleritos bajos y anchos, a veces con otros, de amplia distribución.
surco (silla) (Landing, 1984). Cámbrico Tem-
PROBLEMÁTICOS
tres capas: interna y externa de naturaleza or-
gánica (la externa mucho más delgada) e inter-
media microlaminar; microestructura cruza-
da irregular, compuesta por cristales tabula-
res hexagonales de calcita, de paredes rugosas,
que en su parte central llevan dos o tres poros
de función desconocida. Los cristales se dispo-
nen en láminas separadas entre sí por una pe-
lícula orgánica. Durante el crecimiento, las lá-
minas van siendo agregadas hacia adentro,
desde la más externa primaria.
Sobre la cara interna de las láminas emergen
diminutas saliencias cónicas (seudopunctas) o
tubérculos que habrían servido de fijación de
tejidos o para fortalecer la pared.
El interior de la conchilla se halla interrum-
pido por particiones transversales (tabiques),
generalmente perpendiculares al eje de creci-
miento, excepto los primeros juveniles, que son
inclinados. Estos tabiques presentan superfi-
cies planas o cóncavas, raramente convexas,
imperforadas, y su grosor aumenta con el cre-
cimiento; el último y más grueso, en la parte
adulta, constituye la base de una amplia cá-
mara, de paredes más delgadas, que habría es-
tado ocupada por el animal. El espaciamiento
entre los tabiques también es variable (Figura
16. 22).
La conchilla se inicia con una cámara embrio-
naria hueca en los individuos con paredes del-
gadas, hueca o sólida en las gruesas, termina-
da en punta o expandida en forma de un bulbo.
La sección juvenil contiene dos o tres tabiques
inclinados, los que se horizontalizan en la adul- Figura 16. 22. Figuras esquemáticas del exterior e interior de una
ta, a la vez que el ángulo de crecimiento dismi- conchilla tentaculítida, con los términos morfológicos principales
nuye. (de Larsson, 1979).
La abertura es normal u oblicua al eje de cre-
cimiento, de contorno circular o subcircular,
entera (sin interrupciones) y habría carecido
de opérculo.
Exteriormente, presenta engrosamientos o
anillos perpendiculares al eje de crecimiento
(excepto en la parte juvenil donde se hallan
inclinados) redondeados o angulosos, simé-
tricos o asimétricos, regular o irregularmente
espaciados, frecuentemente atravesados lon-
gitudinalmente por costillas elevadas y finas
(liras) separadas por surcos (estrías). La re-
gión adulta suele exhibir mayor irregulari-
dad en los anillos, diferenciándose de acuerdo
con su relevancia en primarios o secundarios;
los espacios entre los mismos son lisos o es-
tán ocupados por anillos menores (Figura 16.
23).
Otros engrosamientos existen en el interior
de la conchilla, los que pueden o no coincidir Figura 16. 23. Figura esquemática de la ornamentación externa de
un tentaculítido (de Larsson, 1979).
con los externos.
?PHYLUM
Orden Tentaculitida
CLASE TENTACULITA Conchillas de paredes gruesas, con superficie
interna lisa u ondulada, que refleja poco o nada
Animales marinos con conchilla calcítica la- la ornamentación externa; tabiques bien desa-
minar, de paredes gruesas o delgadas, abierta rrollados. Bentónicos. Ordovícico Temprano-
en un extremo, sin opérculo, cerrada en el otro, Devónico Tardío. Tentaculites crotalinus (Figura
cónica, rectilínea o curva, de simetría bilateral 16. 25 B, C) y Tentaculites jaculus (Figura 16. 25 D,
y sección circular. Cámara inicial cónica en for- E) son dos especies de amplia distribución en
ma de gota o bulbo; abertura entera, perpen- el Devónico Inferior sudamericano, y
dicular u oblicua al eje de crecimiento. Exte- Tentaculites trombetensis se halla en el Silúrico In-
rior con o sin ornamentación transversal o ferior brasileño.
Figura 16. 26. Conchillas de Tentaculitida. A. Tentaculites; B. Volynites; C. Homoctenus; D. Nowakia; E. Styliolina (de Fisher, 1962).
Figura 16. 27. A. Morfología y orientación general del esqueleto de un Hyolitha; B. Vista lateral oblicua mostrando el margen lateral y la
lígula; C-E. Vistas laterales mostrando variaciones de la curvatura del lado ventral; F-H. Modificaciones de la abertura: F. ortogonal, G.
oxigonal y H. ambligonal; I. Conchilla de un Orthothecida exhibiendo ornamentación longitudinal; J. Vista externa del opérculo; K. Vista
interna del opérculo; L, M. Ubicación del opérculo en los Hyolithida (L) y Orthothecida (M); N-O. Tipos de protoconcha; P. Reconstrucción
del sistema digestivo y musculatura de un Hyolitha; Q. Reconstrucción de las partes blandas de la región anterior de un Hyolitha; R.
Reconstrucción de un Hyolitha con su lado dorsal cubierto por un coral epizoico (A-E, M. de Pojeta, 1987; F-H, J-K de Malinky y Berg-
Madsen, 1999; I modificado de Yochelson, 2000; L. modificado de Pojeta, 1987; N-O. modificado de Dzik, 1978; P. de Runnegar et al.,
1975; Q. modificado de Marek y Yochelson, 1976; R. de Marek y Galle, 1976).
PROBLEMÁTICOS
Conchilla rectilínea, de sección transversal
redondeada, sin angulaciones, subcircular,
subsemicircular u ovalada, sin lígula. Opércu-
lo plano y ajustable dentro de la abertura. No
se conoce la presencia de helen. Cámbrico Tem-
prano-Devónico Medio (Figura 16. 27 I, M)
AFINIDADES SISTEMÁTICAS
CONSIDERACIONES
PALEOECOLOGÍA PALEOAMBIENTALES
Los hyolíthidos fueron organismos bentóni- Los Hyolitha son más abundantes en rocas
cos y de vida libre sobre el fondo marino, no pelíticas oscuras y en algunas calizas pero se
existiendo evidencias de que pudieran haber los encuentra en todo tipo de rocas sedimenta-
sido pelágicos o nectónicos (Marek y Yochelson, rias marinas, excepto aquéllas que indican
1976). Según Marek y Galle (1976) el hallazgo hipersalinidad o denotan un origen arrecifal.
de corales tabulados del género Hyostragulum Malinky y Sixt (1990) destacan que los
fijos al lado dorsal de sus conchillas (Figura Hyolitha del Paleozoico Superior de Estados
16. 27 R), confirma el hábito bentónico de las Unidos se hallan en gran variedad de facies
mismas y permite efectuar otras deducciones correspondientes a ambientes marinos desde
paleoecológicas. El hecho de que el coral solo someros hasta más profundos. En estos últi-
cubriera el lado más convexo dorsal, indica que mos, alejados de la costa, pobremente oxige-
el hyolíthido vivía apoyado sobre el lado ven- nados, habrían formado parte de comunida-
tral, más plano. Por otra parte, la fijación de la des disaeróbicas que se aislaron en ambientes
colonia coralina habría constituido una carga de relativa profundidad, donde el aumento de
que dificultaría a un posible hábito nadador o estrés fisiológico restringió la presencia de
flotador, lo que apoyaría la idea de que estos otros organismos competitivos, respondiendo
organismos fueron sésiles. Igualmente, se pue- a la hipótesis del refugio propuesta por
de descartar un hábito infaunal, dado que el Kammer et al. (1986). Es de destacar que los
mismo impediría la vida de los pólipos. Las Hyolithes correspondientes a facies marinas
conchillas se habrían orientado con la abertu- normales, por ejemplo en areniscas, se hallan
ra hacia la corriente nutricional más fuerte, en menor número que los que se registran en
permitiendo a ambos organismos simbióticos facies de estrés ambiental. Los medios disae-
un acceso más fácil al alimento; además, dicha róbicos habrían ofrecido un refugio a grupos
orientación habría motivado que los coralitos faunísticos que se desarrollaron en ambientes
se dispusieran en hileras longitudinales y cercanos a la costa en el Paleozoico Temprano.
subparalelas al eje longitudinal de la conchi- Con respecto a los Hyolithida del Paleozoico
lla, y en el mantenimiento de esta orientación Tardío de Argentina, las especies estudiadas
también pudieron haber colaborado los helen. por Pagani y Sabattini (1999) se hallan preser-
La verdadera función de los helen no se cono- vadas en pelitas oscuras, correspondientes a
ce. Según Yochelson (1978, 1999) los mismos biofacies que sugerirían un tipo de ambiente
habrían cumplido una función estabilizadora disaeróbico, de cierta profundidad, mientras que
de la conchilla, pero para Runnegar et al. (1975) los especímenes registrados por Pagani et al.
pudieron haber sido utilizados como «remos», (2002) se hallaron en niveles constituidos casi
mediante la desigual contracción de los mús- exclusivamente por lutitas grises con escasas
culos operculares; así, el animal se habría po- lentes calcáreas de tamaño inferior al metro, con
dido desplazar hacia el ápice de la conchilla presencia de abundantes y variados inverte-
donde, las pequeñas cámaras apicales (presu- brados fósiles que no parecen haber sufrido un
miblemente llenas de gas) habrían facilitado transporte significativo, lo cual indicaría un
una flotación del ápice suficiente como para hábitat rico en oxígeno y poco profundo.
mantenerlo por encima de la interfase agua-
sedimento.
Runnegar et al. (1975) opinan que el modo de BIOESTRATIGRAFÍA
vida bentónico, la limitada movilidad, el largo
y sinuoso intestino (indicador de una dieta Los Hyolitha se encuentran confinados al Pa-
herbívora) y la presencia de sedimento en el leozoico. Durante el Cámbrico fueron numero-
tracto digestivo, son evidencias de que estos sos y diversificados, pero el primer parámetro
organismos eran detritívoros. Para Marek y disminuye marcadamente hacia el Ordovíci-
Yochelson (1976) su fuente de alimentación co, aunque la diversidad a nivel genérico per-
habría sido una mezcla de detritos y microor- manece elevada. En estratos posordovícicos
ganismos vivientes sobre la interfase agua-se- son poco frecuentes y su declinación continúa
dimento, no descartándose que algunos géne- hasta finalmente, extinguirse en el Pérmico.
PROBLEMÁTICOS
Argentina proceden del Cámbrico de la Precor- ha descripto un representante del género
dillera (provincias de San Juan y Mendoza) Tajinella? del Cámbrico Superior de la provin-
(Rusconi, 1945, 1950 a y b, 1951, 1952 a y b, 1955, cia de Salta (Pagani et al., 2004) (Figura 16. 28 A).
1956 a y b; Borrello, 1971; Bordonaro y Martos, En el Carbonífero Inferior de la cuenca de Río
1985 b) donde se presentan con elevada diver- Blanco (San Juan), la Formación Malimán con-
sidad en calizas correspondientes a ambientes tiene una especie del género Hyolithes (Sabattini
de plataforma externa y talud continental y, con et al., 2001) (Figura 16. 28 B-C) y del Pérmico
menor diversidad, en el Cámbrico cuspidal- Inferior de la cuenca Tepuel-Genoa (provincia
Ordovícico Temprano de la Cordillera Oriental del Chubut) se describieron 5 especies del gé-
(provincias de Salta y Jujuy). De esta última re- nero Hyolithes (González y Sabattini, 1972;
gión se describieron Hyolithes sp., en el Cámbri- Pagani y Sabattini, 1999; Pagani et al., 2002)
co de Tincuya (Kayser, 1876), Hyolithus (Figura 16. 28 D-I).
(Orthotheca) multistriatus en el Tremadociano su- En el Devónico de Bolivia y Brasil se mencio-
perior de Jujuy (Harrington, 1937, 1938) y nan unas pocas especies asignadas a Hyolithes
Hyolithus sp. indet. en el Tremadociano inferior y Orthotheca.
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Figura 17. 2. Corte transversal esquemático de un anélido mostrando la organización de las partes blandas.
ANNELIDA
caso de tener proboscis, ésta es evertida fuera
de la boca e introducida en los tejidos del hués- La mayoría de los anélidos posee reproduc-
ped, y las mandíbulas cortan su tegumento. ción sexual existiendo especies hermafroditas
Dependiendo del tamaño de la presa, los y de sexos separados. Por lo general, en las for-
hirudíneos muestran una gradación desde la mas acuáticas, las gametas se expulsan fuera
depredación al parasitismo. Los vertebrados del animal y la fecundación es externa. Luego
son los principales huéspedes de las sangui- de la fusión de las gametas se forma un huevo
juelas ectoparásitas. que es incubado y protegido por el adulto, o
Los poliquetos presentan diferentes tipos ali- simplemente desarrollado en el plancton. A
mentarios. Hay depredadores que poseen una partir del huevo se forma una larva trocófora,
faringe evaginable portadora de dos o más planctónica o bentónica, de duración variable
mandíbulas (Cuadro 17. 1). El animal evierte entre las especies. La trocófora sufre metamor-
la faringe con rapidez por contracción de los fosis y se genera un individuo juvenil similar
músculos longitudinales y las mandíbulas se al adulto. Los oligoquetos tienen cópula y de-
abren atrapando a la presa, la que es detecta- sarrollo directo, surgiendo de cada huevo un
da por estímulos químicos o mecánicos. Hay individuo juvenil. En los oligoquetos e
poliquetos mandibulados que son carroñeros hirudíneos, los huevos fecundados son deposi-
u omnívoros y usan las mandíbulas, por ejem- tados en el clitelo, estructura anular de la epi-
plo, para arrancar fragmentos de algas. Los dermis que segrega una cápsula gelatinosa para
poliquetos deposítivoros no selectivos consu- alojarlos. La vida de los anélidos dura desde
men arena o fango aplicando directamente su meses hasta varios años.
boca contra el sustrato mientras excavan. Las La epitoquía es un fenómeno reproductivo
especies del género Arenicola son depositívoras característico de ciertos poliquetos que consiste
no selectivas que viven en tubos con forma de en la formación (transformación o gemación)
J, la cabeza dirigida hacia abajo y la boca en- de un individuo reproductor (epítoco) adapta-
frentando el sedimento. Ingieren arena, rica do a la vida pelágica, a partir de un individuo
en materia orgánica, de manera constante a no reproductor de vida bentónica (átoco). Los
través de la faringe, formando un cono ante- epítocos se juntan cerca de la superficie del mar
rior que colapsa continuamente. Al mismo y liberan sus gametas para la fecundación.
tiempo, los desechos son expulsados al exte-
rior por un tubo recto ubicado posteriormen-
te (Figura 17. 3). También se conocen polique- SISTEMÁTICA
tos depositívoros que seleccionan las partícu-
las a ingerir a través de estructuras cefálicas El phylum Annelida generalmente incluye a
especiales, como tentáculos ciliados, que se ex- las clases Polychaeta, Oligochaeta, Hirudinea y
tienden sobre o dentro del sustrato. Las espe- Myzostoma. A veces se reconoce una clase
cies del género Amphitrite extienden sus tentá- Archiannelida, representada por formas actua-
culos sobre el sustrato para seleccionar par- les marinas, que poseen cierta similitud con lar-
tículas alimenticias. vas de poliquetos, razón por la que algunos es-
Los poliquetos suspensívoros generalmente pecialistas las consideran primitivas, mientras
poseen expansiones especiales en la cabeza para que otros opinan que serían poliquetos cuyas
recolectar el alimento suspendido en la colum- estructuras experimentaron una simplificación.
na de agua. Las partículas se adhieren a la su- En el Cámbrico de China y Ordovícico-
perficie de las estructuras alimentadoras y son Silúrico de América del Norte se hallan los gé-
transportadas a la boca mediante tractos de neros Protoscolex y Palaeoscolex de gusanos
cilios. Los poliquetos de las familias Serpulidae segmentados, que representarían a otra clase
y Sabellidae poseen una corona de radiolas mo- denominada Palaeoscolecida, aunque la exac-
nopinnadas que se expanden fuera del tubo en ta ubicación sistemática de estas formas es un
el que habitan (Figuras 17. 4 y 6). El batido de tema de debate entre los especialistas.
los cilios de las pínulas produce una corriente
de agua que fluye a través de las radiolas. Las
partículas atrapadas son transportadas hasta PHYLUM ANNELIDA
un surco que recorre cada radiola, en cuya base
ocurre un proceso de selección. Las partículas Organismos vermiformes, celomados, de si-
mayores son rechazadas, mientras que el mate- metría bilateral, con el cuerpo compuesto por
rial fino es transportado por el tracto ciliar al somitos o metámeros y dividido en prosoma,
interior de la boca. soma y pigidio. Cada somito está dotado de un
Los escolecodontes son microfósiles orgánicos correspondientes a las mandíbulas y dientes de algunos grupos de
poliquetos, cuyo tamaño medio está en el orden de los 100 µm a 200 µm. En vida del animal, estas piezas se
hallaban unidas por músculos, mientras que luego de la muerte, se separaban y dispersaban en los sedimentos
circundantes. De naturaleza orgánica, se componen fundamentalmente de escleroproteína, incluyendo tam-
bién calcita o aragonita, glicéridos, sales de hierro y cobre y trazas de quitina. Se preservan como momificaciones,
por lo que son considerados palinomorfos (Szaniawski, 1996).
Los escolecodontes resultan útiles indicadores del ambiente marino, pero su valor bioestratigráfico es muy
limitado, ya que formas semejantes se dan en períodos geológicos diferentes.
En el orden Eunicida el aparato mandibular está compuesto por un par de mandíbulas ventrales, hasta cuatro
pares de maxilas dorsales dentadas o con forma de gancho, elementos maxilares asimétricos y un par de soportes
(Figura 17. 5). Estos escolecodontes se presentan desde el Ordovícico Temprano (Arenigiano) hasta el Holoceno,
pero son más comunes en el Paleozoico Temprano.
En Argentina son relativamente abundantes en el Ordovícico Inferior de Precordillera, en las Formaciones San
Juan y Gualcamayo (Eriksson et al ., 2002; Ottone y Holfeltz, 1992), estando también presentes en niveles
temporalmente equivalentes de Cordillera Oriental (Ottone et al., 1992). Hay además, registros en el Silúrico de
la Precordillera (Pöthe de Baldis, 1997), en el Devónico Medio a Superior de las Sierras Subandinas, en la
Formación Los Monos (Ottone, 1996) y en niveles marinos del Carbonífero Superior del centro-oeste del país, en
las Formaciones Santa Máxima y El Imperial (Ottone, 1988; García, 1990). En Brasil se hallaron aparatos
mandibulares articulados en el Devónico de Paraná (Lange, 1947, 1950).
En el orden Phyllodocida la armadura proboscídea está mucho menos diferenciada y es más simple que la
eunícida, incluyendo a dos o tres tipos de piezas en forma de cuña o gancho. El biocrón de los escolecodontes
fillodócidos es Triásico-Holoceno, pero no se conocen aparatos mandibulares completos.
Algunos cefalópodos, principalmente coleoideos, poseen ganchos quitinosos en sus brazos que también son
semejantes a los escolecodontes. Otro grupo formador de elementos similares son los onicóforos. Se trata de
invertebrados parecidos a gusanos, con características intermedias entre anélidos y artrópodos, que habitan
medios continentales húmedos, preferentemente en la hojarasca. Su aparato mandibular quitinoso se compone
de elementos en forma de gancho usados para morder y cortar los alimentos y que, a la muerte del animal, se
dispersan como piezas aisladas.
Finalmente, cabe aclarar que los escolecodontes no deben ser confundidos con los conodontes o piezas de
composición fosfática pertenecientes a los cordados, que en ocasiones pueden mostrar semejanzas morfológicas
superficiales con aquéllos.
libre toda su existencia y muchas sedentarias, laterales. Somitos en número variable, todos
llevan su tubo con ellas o lo abandonan y na- similares, excepto los 31-37 que llevan el clitelo.
dan libremente. Frecuentemente algunas se- Hermafroditas, estadio larval ausente, desarro-
dentarias habitan perforaciones en forma de llo directo, a veces con reproducción asexual.
U, abiertas en ambos extremos, conocidas des- Algunos tienen capacidad de regeneración. Res-
de el Proterozoico. Nereis (Holoceno) pasa gran piración por branquias o a través de la superfi-
parte de su existencia en ese habitáculo, mien- cie del cuerpo. Principalmente habitantes de
tras que Arenicola (Triásico-Holoceno) lleva toda aguas dulces o suelos húmedos hasta total-
su vida en dicho medio (Figura 17. 3). mente terrestres; algunos de ambientes mari-
Los poliquetos tubícolas segregan una muco- nos someros. Detritívoros, a veces comensales
sa que puede endurecerse con el agregado de sobre otros organismos dulceacuícolas. Reptan
granos de arena, láminas de mica, espículas de sobre el sustrato o viven en galerías que reali-
esponjas, cónchulas de foraminíferos, etc., for- zan en el mismo. Ordovícico-Holoceno.
mándose un tubo sólido dentro del cual vive el Actualmente comprenden a unos 4 órdenes
animal. Los serpúlidos (Ordovícico-Holoceno) pero, esta clase es más conocida por incluir a
como Serpula (Silúrico-Holoceno) y Spirorbis (Or- las lombrices terrestres, notables por su vida
dovícico-Holoceno), viven sobre conchillas de subterránea en galerías construidas median-
otros organismos, a veces en grandes cantida- te la remoción de gran cantidad de sedimen-
des (Cuadro 17. 2). Los tubos pueden llegar a tos.
enrollarse en espiral, como la conchilla de los Como fósiles, los oligoquetos son raros y dis-
gastrópodos, pudiendo dar lugar a confusio- cutidos, siendo conocidos en el Jurásico Tar-
nes. Sin embargo, los gastrópodos poseen una dío de Rusia y el Paleoceno de Wyoming
conchilla de tres capas siendo la interna de (U.S.A.). Para algunos especialistas, Protoscolex
nácar, mientras que los serpúlidos poseen solo batheri podría haber sido un oligoqueto mari-
dos capas y la interna nunca es nacarada. no que vivió en la región de Nueva York, du-
rante el Ordovícico Tardío-Silúrico Tardío.
CLASE OLIGOCHAETA
CLASE HIRUDINEA
Anélidos fuertemente segmentados, con la re-
gión cefálica no diferenciada, sin parapodios y Anélidos predominantemente de agua dulce,
pocas quetas por segmento, dispuestas en cua- pero también los hay marinos y terrestres, es-
tro grupos: dos dorso-laterales y dos ventro- tos últimos en su mayoría tropicales. Incluyen
La familia Serpulidae constituye un ejemplo de poliquetos con tubo calcáreo y un amplio registro fósil (Cámbrico-Holoceno). Posee
alrededor de 70 géneros actuales que se agrupan en 3 subfamilias: Filograninae, Serpulinae y Spirorbinae, siendo la gran mayoría de hábito
marino. La sistemática de los serpúlidos actuales está basada en caracteres de partes blandas, por esto el trabajo con formas fósiles
presenta dificultades, ya que los tubos calcáreos no poseen un número suficiente de rasgos que reflejen la diversidad específica real. A
ello se suma que algunas especies actuales pueden generar más de un tipo de tubo dependiendo de las condiciones externas.
Los serpúlidos actuales habitan en una gran diversidad de ambientes acuáticos con salinidades variables y solo una especie lo hace en
agua dulce. Todos llevan una existencia solitaria, pero un 10% de ellos suele adquirir, bajo ciertas condiciones ambientales, hábito
gregario. Los factores ambientales (físicos o químicos) juegan un papel importante como disparadores del gregarismo. El hábito de vida
solitario implica que a partir de la larva se forma un individuo adulto que vive relativamente aislado de adultos coespecíficos, mientras
que el hábito gregario implica el asentamiento de las larvas cerca o sobre adultos coespecíficos formando agregados monoespecíficos.
Este hábito posee muchas ventajas, de las cuales la más importante es aumentar el éxito reproductivo de los adultos; sin embargo, al
mismo tiempo aumenta las probabilidades de competencia intraespecífica. Existen también algunos serpúlidos con hábito de vida
colonial, lo que implica que de una larva se generan, por reproducción asexual, muchos individuos adultos. En la actualidad, los
serpúlidos forman agregados en masa que alcanzan diferentes dimensiones, desde pequeños arbustos hasta grandes y muy semejantes
en tamaño a los arrecifes de coral. Los agregados aparecen en zonas intermareales euhalinas, por ejemplo los géneros Pomatoceros y
Spirobranchus; en albúferas, fiordos y bahías mixoeuhalinos como Hydroides y Serpula, y en ambientes polihalinos e hiperhalinos
incluyendo albúferas, como Ficopomatus. Los agregados intermareales son relativamente pequeños, poseen entre 0,4 m y varios metros
de ancho y hasta 0,5 m de espesor, mientras que los de ambientes sublitorales protegidos suelen alcanzar mayores dimensiones. Los de
ambientes mixoeuhalinos poseen formas arbustivas de 1 a 2 m de diámetro y hasta 2 m de altura, y se forman entre 2 y 20 m de profundidad.
Por encima de esta zona predominan las algas verdes y rojas mientras que por debajo el agua tiene alta turbidez y bajos niveles de oxígeno,
ambas condiciones desfavorecen el desarrollo de los serpúlidos. Los agregados de ambientes polihalinos e hiperhalinos poseen geometría
en parches o microatolones de 2-3 m de altura y hasta 750 m de largo (Ten Hove, 1979; Ten Hove y van den Hurk, 1993).
En el registro geológico se han reconocido agregados en masa de serpúlidos en el Mesozoico. Así, en el límite Triásico-Jurásico de España
los de Filograna socialis fueron interpretados como formados en una rampa carbonática por debajo del nivel de ola de tormenta, aunque
dentro de la zona fótica. Es una acumulación que en total alcanza 25 m de espesor, pero se supone que en vida no superaba unos pocos
centímetros de altura. Los tubos se iban amontonando junto con el sedimento (Ten Hove y van den Hurk, 1993). En Argentina y Antártida
existen numerosos registros de serpúlidos en depósitos marinos mesozoicos y cenozoicos, de los cuales los más conocidos pertenecen
a los géneros Parsimonia, Rotularia, Sarcinella y «Serpula».
Rotularia construye un tubo calcítico planoespiralado o trocoespiralado cuyo registro estratigráfico abarca el lapso Jurásico Tardío-
Terciario Temprano. Generalmente aparece en depósitos marinos someros. Es cosmopolita y puede ser utilizado en biostratigrafía
localmente. Es un género peculiar dado que en el estadio adulto y, a diferencia del resto de los serpúlidos, el tubo calcáreo no está
cementado. Las vueltas iniciales frecuentemente no se preservan, mientras que la última es recta. Suele presentar incrustaciones
externas de briozoarios y cnidarios. Su morfología, similar a la de algunos gastrópodos actuales, sugiere un hábito de vida epifaunal sobre
fondos blandos (reclinante) con el ápice ubicado indistintamente hacia arriba o abajo (Savazzi, 1995). Varias especies de Rotularia han
sido registradas en la Formación López de Bertodano de edad maastrichtiana en la Península Antártica, lo cual permitió dividir dicha
unidad en cuatro biozonas (Figuras 17. 6 y 7 E; Macellari, 1984).
Parsimonia antiquata corresponde a tubos calcáreos aproximadamente cilíndricos, de corte transversal circular a elipsoidal, a veces
deformado por el contacto con otros tubos (Figura 17. 7 A, D). Poseen diámetro variable entre 3,4 y 12,7 mm, el cual se incrementa a lo
largo de un mismo tubo. Los de mayor diámetro son rectos a submeandrosos, mientras que los de menor diámetro suelen describir
meandros más marcados; se presentan tanto aislados como asociados entre sí formando haces. Se ha observado un máximo de 30 tubos
asociados que se disponen en forma subparalela y es común que presenten un diámetro similar. La pared del tubo muestra capas
concéntricas, su espesor aumenta con el diámetro máximo y la superficie se encuentra ornamentada con anillos delgados muy próximos
entre sí y otros más espesos y espaciados irregularmente. Esta especie es común en el Albiano superior y Cenomaniano inferior de
Inglaterra, sin embargo existen registros desde el Aptiano (Ware, 1975). En Argentina está registrada en el Valanginiano y Hauteriviano de
la cuenca Neuquina en las Formaciones Chachao (Damborenea et al., 1979) y Agrio (Weaver, 1931; Lazo, 2004). P. antiquata en el miembro
Pilmatué de la Formación Agrio forma agregados en masa en pelitas de plataforma interna, lo cual sugiere que el ambiente tuvo
probablemente una salinidad variable, al menos temporalmente.
Sarcinella occidentalis corresponde a haces de tubos calcáreos delgados, aproximadamente cilíndricos, de corte transversal circular y
recorrido recto a submeandroso (Figura 17. 7 B, C). El diámetro máximo de cada tubo es relativamente constante y se encuentra entre 0,7
y 1,8 mm. Los tubos se presentan cementados entre sí formando haces subcilíndricos, y están dispuestos en forma subparalela, aunque
se entrelazan. A su vez, los haces forman una estructura ramificada de aproximadamente 250 o 300 haces donde cada haz individual se
bifurca repetidas veces. Estas estructuras pueden alcanzar hasta 0,70 m de largo, 0,55 m de ancho y 0,15 m de alto. La superficie de los
tubos se encuentra ornamentada con anillos delgados muy próximos entre sí. Debido al ordenamiento parejo de los tubos en haces, S.
occidentalis sería una especie colonial. Ésto implica que de cada larva resultan múltiples tubos ordenados en haces por reproducción
asexual, a diferencia de P. antiquata considerada una especie solitaria que, bajo ciertas condiciones ambientales, adquiere hábito
gregario. S. occidentalis ha sido registrada en el Albiano de Antofagasta, Chile (Leanza y Castellaro, 1955) y en las Formaciones Chachao
y Agrio de la cuenca Neuquina, Argentina, en el lapso Valanginiano-Hauteriviano (Damborenea et al., 1979; Lazo, 2004).
«Serpula» patagonica es una especie registrada en el Mioceno de Patagonia (Ortmann, 1902). Son tubos calcáreos de unos 3 mm de
diámetro similares a P. antiquata que aparecen usualmente incrustando bivalvos (Figura 17. 7 F).
que son típicamente bentónicos, sin embargo de apoyo sobre el sustrato para poder avan-
existen especies capaces de nadar. Los anélidos zar. Las ondulaciones se generan por contrac-
presentan dos modos básicos de locomoción: ción alternada de músculos longitudinales de-
movimientos ondulatorios y movimientos rechos e izquierdos. Estas contracciones actúan
peristálticos. Ambos pueden combinarse y tra- contra el esqueleto hidrostático de volumen
bajar en conjunto con la faringe evaginable, constante compuesto por el líquido celomático.
los parapodios y las quetas. En algunos casos el avance del cuerpo se ve
Los movimientos ondulatorios o serpentean- favorecido por la proyección hacia delante de
tes se producen en un plano y son utilizados una prosbocis que actúa a modo de ancla. En el
por algunos anélidos cuando se mueven por caso de los poliquetos, las ondulaciones son
encima del sustrato. Si las ondas viajan desde acompañadas por movimientos ántero-poste-
la cabeza a la cola, el animal avanza; en caso riores de los parapodios y quetas.
contrario, retrocede. Las porciones del animal Muchos anélidos, sobre todo las formas ca-
que adquieren una posición oblicua con res- vadoras, combinan movimientos ondulatorios
pecto a la dirección de avance, son los puntos con un sistema peristáltico de locomoción. En
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Figura 18. 1. Segmento artropodiano. A. corte sagital; B. corte transversal; C. esquema de un apodema; D. esquema de una articulación
dicóndila (A, B. según Weber, tomadas de Kaestner, 1993; C, D. tomadas de Snodgrass, 1935).
secciones tubulares rígidas (podómeros) sepa- La cutícula presenta dos partes bien diferen-
radas por membranas flexibles. En este caso el ciadas: la epicutícula, de unos pocos micrones
movimiento de los podómeros está limitado de espesor, y la procutícula, que conforma el
por el desarrollo de uno o dos puntos de arti- resto, mucho más gruesa pero de espesor ex-
culación, llamados cóndilos. Éstos pueden ser tremadamente variado. Además de las diferen-
únicos (monocondilia) o dobles (dicondilia). cias señaladas, estas dos capas difieren en su
La articulación monocóndila (por ejemplo en composición química: la procutícula contiene
una cucaracha, la articulación de las antenas quitina, un polisacárido nitrogenado, ausente
con la cabeza) proporciona gran libertad de en la epicutícula (Figura 18. 2).
movimientos, tanto como lo permita la ampli- La epicutícula presenta una capa de
tud de la membrana articular. En la articula- lipoproteína curtida, a la que puede agregarse
ción dicóndila (en una cucaracha, la articula- en las formas terrestres otra de cera y, a veces,
ción de las mandíbulas con la cabeza, Figura una de cemento. La procutícula está formada
18. 1 D) el movimiento está restringido a un por microfibrillas de quitina, embebidas en una
plano, siendo el eje de giro la línea imaginaria matriz proteica. La procutícula recién secretada
que pasa por los dos puntos de articulación. es homogénea, pero tan pronto el animal muda,
Este tipo de articulación tiene menos libertad comienza el curtido de las proteínas. Este curti-
que la monocóndila, pero permite movimien- do es responsable de la diferenciación de una
tos más precisos y enérgicos. capa externa rígida, esclerotizada, llamada
exocutícula, y otra interna, más flexible, no
esclerotizada, la endocutícula (Figura 18. 2 A).
CUTÍCULA Y MUDA El curtido (o esclerotización) de la exocutícula
se produce por la acción de quinonas, que reac-
Los artrópodos están provistos de una cutí- cionan con los grupos aminos libres de las ca-
cula inerte, de quitina, secretada por la epider- denas proteicas adyacentes, uniéndolas firme-
mis subyacente (Figura 18. 2). mente (trabándolas).
Figura 18. 3. Línea ecdisial. A. cutícula madura; B. cutícula poco antes de hendirse (adaptadas de Chapman, 1998).
tegumento está plegado, ya que hasta este mo- ben, con mayor o menor claridad, los límites
mento el organismo estuvo encerrado dentro segmentarios (por ejemplo el abdomen de un
de su vieja cutícula de menor extensión. El des- insecto). A este proceso de fusiones parciales o
pliegue total de la nueva cutícula se logra in- totales, se agrega la modificación o pérdida de
mediatamente después de la ecdisis, mientras los apéndices correspondientes. El número de
que su completo endurecimiento (curtido) pue- tagmas y su composición metamérica difiere
de durar varios días. entre los distintos grupos de artrópodos.
La exocutícula se oscurece algo con el curti- El cuerpo de los trilobites está dividido en 3
do, hasta un color ámbar, pero según la canti- tagmas: el céfalon, el tórax, y el pigidio (Figura
dad de melanina depositada y la vía 18. 4 A). El céfalon lleva las antenas y cuatro
metabólica de su polimerización, puede llegar pares de apéndices locomotores. El tronco y el
al rojo vivo, al pardo oscuro o al negro. pigidio poseen un número variado de segmen-
La cutícula de los crustáceos se diferencia de tos, y llevan un par de apéndices locomotores
la de los insectos por estar impregnada con por segmento similares a los del céfalon. Los
carbonato de calcio y carecer de una capa de segmentos pigidiales están fusionados entre sí
cera. La ausencia de una capa hidrófuga de y con el telson, formando un escudo sólido.
cera es uno de los factores que limitaron a los Adviértase que este tagma no es homólogo a la
crustáceos en la conquista completa del me- región pos-segmental (pigidio) de los anélidos.
dio terrestre. En los crustáceos la segmentación del cuerpo
es muy variada (ver Capítulo 20).
Los hexápodos (Collembola, Protura e
METAMERÍA Insecta) presentan 3 tagmas: la cabeza, el tórax
y el abdomen (Figura 18. 4 C). La cabeza lleva
En el cuerpo de un artrópodo pueden recono- las estructuras sensoriales (ojos y antenas) y
cerse tres partes: el acron, el soma y el telson. los apéndices bucales. El tórax consta de 3 seg-
El acron o región preoral, homólogo del mentos, cada uno con un par de patas (de ahí el
prostomio de los anélidos, es indiviso y lleva nombre de Hexapoda), en tanto que el abdo-
el cerebro primitivo o «arquicerebro». El telson, men posee como máximo 12 segmentos. Los
o región final del cuerpo, homólogo del pigidio miriápodos (ciempiés, milpiés, etc.) poseen una
de los anélidos, es también indiviso, lleva el cabeza y un tronco con un número variado de
ano y está desprovisto de ganglios nerviosos. segmentos (hasta cerca de 200 en Geophilo-
Entre el acron y el telson se halla el soma, que morpha) (Figura 18. 4 D).
consiste en una serie de segmentos (también Los quelicerados (cangrejos cacerola, es-
llamados somitos o metámeros). corpiones, arañas, entre otros) no presen-
En muchos anélidos los segmentos son seme- tan una cabeza o región cefálica diferencia-
jantes entre sí (metamería homónoma). Al con- da. Su cuerpo está dividido en 2 tagmas: el
trario, en los artrópodos los segmentos están prosoma o región anterior, y el opistosoma
reunidos en grupos especializados en distin- o r e g i ó n p o s t e r i o r ( F i g u r a 18 . 4 B). El
tas funciones (metamería heterónoma). Estas prosoma tiene 6 segmentos, cada uno con
unidades funcionales se llaman tagmas. Uno un par de apéndices; el opistosoma puede
de estos tagmas es la cabeza o céfalon, que re- tener hasta 12 segmentos (13 en algunos es-
sulta de la fusión del acron con varios segmen- corpiones extintos), ser ápodo, o llevar apén-
tos del soma, desapareciendo casi por comple- dices modificados (patas branquíferas en los
to los límites segmentarios. En otros tagmas cangrejos cacerola, hileras en las arañas,
este proceso no ha avanzado tanto y se perci- peines en los escorpiones).
Cada uno de los tagmas se especializa en al- están equipados de músculos que los conectan
gunas funciones particulares; por ejemplo en al cuerpo, y de otros que conectan los distintos
Hexapoda, la cabeza participa de las percep- artejos o podómeros entre sí (Figura 18. 1 A).
ciones sensoriales y de la captura e ingestión En principio, cada segmento lleva un par de
del alimento, el tórax toma a su cargo la loco- apéndices, aunque a veces faltan en algunos,
moción, y el abdomen pierde la mayor parte por ejemplo en los segmentos abdominales
de sus apéndices y se especializa en las funcio- pregenitales de los insectos Pterygota. En los
nes vegetativas (digestión, excreción y repro- apéndices se distinguen dos partes: la basal,
ducción). llamada protopodito, con 1 o 2 (raramente 3)
Muchos crustáceos y quelicerados presentan artejos, y la distal, o telopodito con hasta 7
un telson conspicuo, y en algunos puede llevar artejos, pudiendo estar algunos de ellos subdi-
un par de ramas furcales, que no deben tomar- vididos secundariamente.
se por apéndices. En los escorpiones el telson Varias proyecciones en ocasiones surgen a los
lleva el aguijón, y contiene la glándula de ve- lados de los artejos del protopodito. Cuando se
neno. En los miriápodos y hexápodos el telson hallan dirigidas hacia el plano sagital del
está reducido a un delgado anillo que rodea el artrópodo se denominan enditas, y si lo hacen
ano, o falta por completo. hacia afuera, exitas. Las enditas son general-
mente esclerotizadas y pueden intervenir en
la manipulación y trituración del alimento, en
APÉNDICES cuyo caso se las conoce con el nombre de lámi-
nas masticatorias o gnatobases (Figura 18. 5
Los apéndices son formaciones pares que se A, E). Las exitas por lo general presentan una
insertan en el área pleural de cada segmento, y cutícula delgada y plegada, y funcionan como
Figura 18. 5. Apéndices. A. Trilobita; B. Anaspidacea (Crustacea); C. Copepoda (Crustacea); D. Orthoptera (Insecta); E. Anostraca
(Crustacea), los números indican las cinco enditas (A. tomada de Cisne, 1975; B. adaptada de Manton, 1977; C. tomada de Boxshall,
1992; D. tomada de Snodgrass, 1935; E. tomada de Cohen, 1982).
branquias, o pueden ser laminares con fuertes unirrámea es una adquisición forzosa relacio-
sedas, y utilizadas como cepillos para limpiar nada con la conquista del ambiente terrestre.
las branquias. También se ha sugerido que las Otra manera de clasificar a los apéndices es de
traqueobranquias de algunos insectos acuáti- acuerdo con su forma. Cuando el apéndice es
cos y las alas de los insectos adultos son exitas largo y delgado, aproximadamente cilíndrico y
(Kukalová-Peck, 1986). nítidamente segmentado, se lo denomina
Cuando la exita distal está muy desarrolla- estenopodio (Gr. stenos, angosto; podos, pata) (Fi-
da, el apéndice se denomina birrámeo. La exita gura 18. 5 A-D); cuando es laminar y carece de
involucrada toma el nombre de exopodito, y segmentación o está solo parcialmente
el telopodito, de endopodito (Figura 18. 5 B, C, segmentado, se lo llama filopodio (Gr. phyllon,
E). En este tipo de apéndice, característico de hoja; podos, pata) (Figura 18. 5 E). La mayoría de
los crustáceos, el endopodito cumple una fun- los artrópodos presenta apéndices estenopodia-
ción ambulatoria, y el exopodito, típicamente les, y solo unos pocos grupos de crustáceos
multiarticulado y con largas sedas plumosas, (Branchiopoda y Phyllocarida) tienen apéndi-
interviene en la natación (Figura 18. 5 B). Sin ces filopodiales.
embargo, solo algunos crustáceos muestran un
apéndice birrámeo con este plan de construc-
ción, así por ejemplo, en los Remipedia y Cope- ONDA MAXILÓGENA
poda ambas ramas tienen forma de paleta y
son utilizadas para nadar (Figura 18. 5 C). La formación de una región cefálica está liga-
El apéndice unirrámeo es típico de las formas da íntimamente a un proceso denominado
terrestres (insectos, miriápodos y arácnidos) onda maxilógena, que consiste en la modifica-
y tiene función ambulatoria (Figura 18. 5 D). ción de apéndices primariamente ambulato-
Muchos autores consideran que el apéndice rios, para la aprehensión y/o trituración del
primitivo es birrámeo, y que la condición alimento. Estos apéndices están más modifica-
ARTHROPODA
ces, que se denominan maxilípedos.
Los miriápodos pueden presentar, al igual que
los crustáceos, un par de mandíbulas y dos
pares de maxilas (formas trignatas), o un par
de mandíbulas y una pieza impar que cierra la
cavidad bucal por detrás, el gnatoquilario (for-
mas bignatas). En los Chilopoda (escolopendras
y formas afines) los apéndices del primer seg-
mento del tronco son muy robustos y termi-
nan en fuertes uñas, en cuyos extremos desem-
boca una glándula de veneno. Estos apéndices,
conocidos como maxilípedos o forcípulas, in-
tervienen en la captura de las presas (Figura
18. 4 D). Es decir que la «onda maxilógena» al-
canza aquí al primer par de apéndices del tron-
co.
En los quelicerados el primer par de apéndi-
ces, los quelíceros, son utilizados para asir y
dilacerar el alimento, y en las arañas como ór-
ganos inyectores de veneno (Figura 18. 4 B).
Los apéndices ubicados por detrás de los
quelíceros pueden presentar láminas mastica-
Figura 18. 6. Aspecto general en vista lateral de una cabeza de torias o gnatobases, pero no muestran otras
insecto y sus apéndices (adaptada de Snodgrass, 1935). modificaciones para auxiliar a la función
alimentaria.
dos cuanto más próximos se hallan a la boca. En los trilobites los apéndices son similares y
El alcance de la onda maxilógena difiere en los todos llevan láminas masticatorias (gnatoba-
distintos grupos. ses) en sus artejos proximales; por lo tanto, no
Los hexápodos, presentan tres pares de apén- podemos hablar en este grupo de onda
dices modificados para la manipulación del maxilógena (Figura 18 . 5 A).
alimento: las mandíbulas, las maxilas y el la-
bio (Figura 18. 6). La mandíbula es una pieza
simple y nunca lleva palpo. El labio constituye SISTEMA DIGESTIVO
una pieza impar que se origina por fusión de
los apéndices derecho e izquierdo; es homólo- Situado por debajo del vaso dorsal y encima
go a las segundas maxilas de los crustáceos. de la cadena nerviosa ventral, el canal alimen-
En los crustáceos, el panorama resulta más tario consta de tres sectores: el intestino ante-
variado; además de las mandíbulas, maxílulas rior o estomodeo, el intestino medio o
y maxilas, en muchos grupos se incorporan mesenterón, y el intestino posterior o procto-
apéndices del tronco a la función alimentaria. deo (Figura 18. 7). El intestino anterior y el pos-
Figura 18. 7. Principales divisiones del tracto digestivo de un insecto (adaptada de Dow, 1986).
SISTEMA RESPIRATORIO
ARTHROPODA
sectos Apterygota, los «riñones» labiales.
Los artrópodos presentan un sistema Los túbulos de Malpighi (Figura 18. 7) son tí-
vascular abierto. La sangre es bombeada por picos de las formas terrestres (arácnidos,
el vaso dorsal (corazón) a espacios sin paredes miriápodos e insectos), sin embargo, parecen
propias, los senos o lagunas, colectivamente haberse originado en forma independiente en
denominados hemocele. El corazón tiene aber- más de una ocasión. Estos túbulos, de los que
turas laterales pares en su pared, los ostíolos puede haber desde un par hasta alrededor de
u ostios, y está inmerso en un seno sanguíneo, 250, se disponen libremente en el hemocele y
la cavidad pericárdica. La sangre entra desde desembocan en el límite entre el intestino me-
el seno pericárdico al corazón a través de los dio y el posterior. Los desechos se excretan des-
ostíolos. Cuando el corazón se contrae estas de el hemocele al interior de los túbulos, y de
aberturas se ocluyen, y la sangre es impulsada éstos al canal alimentario, siendo finalmente
hacia el hemocele. La relajación del corazón eliminados a través del ano.
permite la abertura de los ostíolos y su nueva
repleción.
En la mayoría de los traqueados el oxígeno SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
llega directamente a los tejidos, no intervinien-
do la sangre en el transporte de gases respira- El sistema nervioso central de los artrópodos
torios. El sistema vascular es más completo en está compuesto por una masa supraesofágica,
las formas con branquias (cangrejos cacerola, el cerebro, y una cadena nerviosa que corre ven-
crustáceos superiores) o con pulmones (escor- tralmente con respecto al canal alimentario.
piones, arañas), que en las formas traqueadas El cerebro de un artrópodo consta de tres re-
(insectos, miriápodos, muchos arácnidos). giones, de adelante hacia atrás: el protocerebro,
Las funciones excretoras de los artrópodos el deutocerebro y el tritocerebro (Figura 18. 10).
son asumidas principalmente por glándulas En el protocerebro residen los centros ópticos,
de origen celómico y los túbulos de Malpighi. que están asociados a las células retinianas de
Las glándulas excretoras o nefridios mues- los ocelos y ojos compuestos. Del deutocerebro
tran cierta semejanza con los metanefridios de se originan los nervios que inervan el primer
los anélidos. Este órgano consta de un sáculo par de antenas de crustáceos (y las antenas de
terminal que se continúa por un canal replega- miriápodos e insectos), y del tritocerebro se
do sobre sí mismo (a veces dilatado en una ve- originan los nervios que inervan el segundo
jiga en su extremo distal), y que se abre al exte- par de antenas de los crustáceos. Tradicional-
rior a través de un poro (Figura 18. 9). El nom- mente se ha sugerido que el deutocerebro de
bre de estas glándulas deriva de la localiza- los quelicerados está muy reducido o ausente,
ción del poro excretor. Así en crustáceos tene- y que los quelíceros son inervados por el
mos las glándulas antenales y maxilares; en tritocerebro (estos serían entonces homólogos
quelicerados, las glándulas coxales asociadas a las antenas de los crustáceos). Por el contra-
al coxopodito de 1 o 2 pares de patas; en rio, varios autores recientes sugieren que los
quelicerados poseen deutocerebro, y que los
quelíceros están inervados por este último. De
confirmarse esta hipótesis, los quelíceros se-
rían homólogos a las anténulas de crustáceos,
y a las antenas de miriápodos e insectos
(Boxshall, 2004).
En crustáceos Branchiopoda el tritocerebro
no está incorporado al cerebro, y existen dos
cordones con ganglios, que a su vez se hallan
unidos por comisuras; en conjunto, esta cade-
na nerviosa ofrece el aspecto de una «escalera
de cuerda». En otros artrópodos el grado de
concentración del sistema nervioso central es
mayor, tanto por la fusión más o menos com-
pleta de los dos ganglios de un mismo segmen-
to, como por la de los ganglios de segmentos
sucesivos. En los cangrejos todos los ganglios
Figura 18. 9. Glándula coxal de un escorpión (adaptada de Millot
y Vachon, 1949). ventrales se fusionan en una masa única, de la
que salen en forma radial los nervios periféri-
ARTHROPODA
pigmentos sensibles a la luz. Estas microvello- permatozoides a la hembra desprovistos de tal
sidades forman en conjunto una varilla cen- envoltorio. En Collembola, Diplura, Thysanura,
tral o rabdoma. Cada omatidio está envuelto muchos miriápodos, Scorpionida, Pseudoscor-
por células pigmentarias que impiden que la pionida, etc., los machos dejan el espermatófo-
luz pase de una unidad fotorreceptora a otra. ro sobre el sustrato, y la hembra posterior-
El conjunto de axones de las células retinulares mente lo recoge. En Copepoda, Dendrobran-
de cada omatidio se conecta con interneuronas chiata, Euphausiacea, entre otros, los
que transmiten el estímulo al protocerebro. espermatóforos son adheridos a la superficie
Además de los ojos compuestos, los artrópo- del cuerpo de la hembra con la ayuda de algún
dos presentan otros tipos de fotorreceptores: apéndice modificado. En la mayoría de los in-
los ocelos dorsales y los stemmata (singular sectos, algunos crustáceos (Anostraca, Bra-
stemma) entre los insectos, los ojos simples de chyura, etc.) y unos pocos arácnidos, los ma-
los quelicerados y miriápodos, y el ojo chos poseen un órgano copulador (par o im-
nauplius de los crustáceos. En los miriápodos par) asociado a las vías genitales. Excepcional-
las especies de Scutigeromorpha, que son mente, los machos poseen órganos copuladores
predadoras y de gran actividad, presentan una independientes de las vías genitales, que car-
agrupación muy compacta de ojos simples a gan con esperma antes de introducirlos en los
cada lado de la cabeza, que se asemeja a un ojo gonoporos femeninos. Estos órganos pueden
compuesto. ser muy variados en forma y posición; por
ejemplo los pedipalpos en Araneae, uno (o dos)
pares de patas (gonópodos) en miriápodos
SISTEMA REPRODUCTOR Diplopoda, un dispositivo impar situado en la
base del abdomen de las libélulas (Odonata),
Las cavidades de las gonadas y de los con- etc.
ductos genitales derivan en parte de vesículas Además, muchos machos poseen apéndices
celómicas. Los artrópodos tienen un único par modificados para sujetar (o sujetarse) a la hem-
de gonadas, a veces fusionadas entre sí en ma- bra durante el amplexo (apareamiento): las
yor o menor grado, y un par de gonoductos antenas de Anostraca, algunos filopodios de
que desemboca en un orificio genital par o im- Diplostraca, los gnatópodos de Amphipoda, las
par (salvo Pycnogonida que puede tener orifi- patas y/o cercos de muchos insectos, etc.
cios genitales en la base de varios pares de pa- La mayor parte de los artrópodos son
tas). La posición de los orificios genitales es muy ovíparos (los huevos son fertilizados en el mo-
variada. En Hexapoda están en el extremo pos- mento de la oviposición, y la mayor parte del
terior del abdomen y en Chelicerata en la par- desarrollo tiene lugar fuera de la hembra).
te anterior del opistosoma (excepto Pycnogo- Otros son ovovivíparos (los embriones son re-
nida). Los miriápodos pueden ser progoneados tenidos e incubados dentro del tracto repro-
(con orificios genitales anteriores) u ductivo), como en la mayoría de las cucara-
opistogoneados (con orificios genitales poste- chas Blaberidae, algunos dípteros (Sarcopha-
riores). En Crustacea por lo general se abren en gidae), ciertos ácaros, etc. Finalmente otros son
la parte media del cuerpo. vivíparos (los embriones son retenidos y reci-
Los artrópodos presentan en su gran mayo- ben alimento de la madre), por ejemplo algu-
ría sexos separados (dioicos). Sin embargo, nas cucarachas Blaberidae, Dermaptera
varios grupos de crustáceos son hermafrodi- (Hemimerus), Diptera (Glossinidae, Hippobosci-
tas, como Remipedia, Cephalocarida, la mayo- dae, etc.), Homoptera (Aphidae), Hemiptera
ría de los cirripedios Thoracica, y algunos isó- (Polyctenidae), algunos escorpiones, etc.
podos parásitos (Cymothoidae y Cryptonis- Los camarones Dendrobranchiata y muchos
coida), tanaidáceos y decápodos. Entre los in- Euphausiacea descargan sus cigotos directa-
sectos se pueden citar unas pocas cochinillas mente al mar, en tanto que los Anaspidacea y
(Coccoidea). los Branchiura los depositan sobre piedras o
La partenogénesis es frecuente en algunos plantas acuáticas. Por el contrario, la mayoría
ácaros, muchos crustáceos Branchiopoda y al- de los crustáceos retiene sus puestas hasta que
gunos ostrácodos, en insectos Phasmida, la nacen las larvas o juveniles. Así los Anostraca
mayoría de los himenópteros, algunos las llevan en un ovisaco, los Notostraca sobre
homópteros (pulgones), ciertos coleópteros el onceavo par de filopodios, los Diplostraca en
(gorgojos), entre otros. una cámara dorsal por debajo del caparazón,
Varios grupos depositan los espermatozoides los cirripedios en la cavidad del manto, mu-
encerrados en un saco denominado esperma- chos Copepoda los portan en masas gelatino-
ARTHROPODA
más o menos complicadas. Cámbrico Tempra- traqueal o tegumentaria. El desarrollo, por lo
no-Holoceno. general, es epimórfico. Son acuáticos (Pycnogo-
nida, Xiphosura, algunos Acari) o terrestres (la
mayoría de los Arachnida). Cámbrico Tempra-
SUBPHYLUM TRILOBITOMORPHA no-Holoceno (ver Capítulo 22).
Cuerpo dividido en cabeza y tronco. Los apén- Algunos autores ubican a este taxón en la Cla-
dices son unirrámeos. La respiración es tegu- se Diplopoda. Incluye a Acantherpestes major, una
mentaria (Pauropoda) o traqueal (el resto de los forma que medía hasta 0,30 m de largo (Figura
miriápodos). Desarrollo epimórfico (solo en los 18. 12 A). Silúrico Medio-Carbonífero.
quilópodos Scolopendromorpha y Geophilomor-
pha) o anamórfico (los demás miriápodos). Los
orificios genitales están ubicados en la parte CLASE DIPLOPODA
posterior del cuerpo (formas opistogoneadas,
solo Chilopoda) o en la parte anterior del cuer- Son los comúnmente llamados «milpiés».
po (formas progoneadas, el resto de los Cuerpo generalmente impregnado con sales de
miriápodos). Con 3 pares de piezas bucales calcio. Con mandíbulas y gnatoquilario. Tron-
(mandíbulas, primeras y segundas maxilas), o co con 13 a más de 300 pares de apéndices (2
un par de mandíbulas y una pieza impar, el pares de apéndices por segmento, pero poseen
gnatoquilario. Con túbulos de Malpighi. El ce- también algunos segmentos ápodos y otros con
rebro es tripartito (con deutocerebro). Son te- 1 solo par de apéndices). Devónico Temprano-
rrestres. Predadores (Chilopoda) o herbívoros/ Holoceno. Esta clase se halló bien representa-
detritívoros (el resto de los miriápodos). Silúrico da durante el Carbonífero y el Terciario.
Temprano-Holoceno.
CLASE PAUROPODA
CLASE ARTHROPLEURIDA
Pequeños, miden de 0,3 a 1,7 mm de largo. Sin
Muchos autores incluyen esta clase entre los ojos. Las antenas tienen 3 flagelos y llevan un ór-
Myriapoda, pero su ubicación taxonómica es gano sensorial: el globulus. Con pseudoculi. Poseen
problemática. Fueron los artrópodos terrestres mandíbulas y gnatoquilario. Tronco con 9 (oca-
de mayor tamaño que se han conocido; llega- sionalmente 10 u 11) pares de patas. Holoceno.
Figura 18. 12. A. Escena del período Carbonífero mostrando a Acantherpestes major (Archipolypoda); B. Reconstrucción de Arthropleura
armata (Arthropleurida) en vista dorsal y ventral (A. según Scudder, tomada de R. F. Lawrence, 1984; B. tomada de Rolfe, 1969).
ARTHROPODA
Thoracica y los Decapoda.
Son los vulgarmente llamados «ciempiés». Los Chelicerata incluyen formas acuáticas
Tronco con 15 a 193 pares de apéndices (1 par (Xiphosura, Eurypterida, Chasmataspida y Pyc-
por segmento); el primer par modificado en nogonida) y terrestres (la gran mayoría de los
forcípulas, en cuyos extremos desembocan las Arachnida). El archivo fósil de Xiphosura se re-
glándulas de veneno. Con 3 pares de piezas monta al período Cámbrico, y solo quedan unas
bucales. Silúrico Temprano-Holoceno. Bien re- pocas especies como representantes actuales,
presentados en el ámbar eoceno del Mar Báltico. que habitan las costas marinas del este de Amé-
rica del Norte y de Asia. Los Eurypterida tienen
un origen marino pero se habrían adaptado a
CLASE SYMPHYLA las aguas salobres y dulces. Su registro fósil se
extiende desde el Ordovícico al Pérmico. Algu-
Pequeños, miden de 1 a 8 mm. Sin ojos. Cabe- nas especies de este grupo alcanzaron tamaños
za con 1 par de espiráculos traqueales y 3 pa- de cerca de 2 m, por lo que también se los conoce
res de piezas bucales. Tronco con 12 pares de con el nombre de Gigantostraca. No hay repre-
patas e hileras caudales (estructuras cónicas sentantes vivientes.
por cuyo extremo se secreta seda). Oligoceno- Pycnogonida es un grupo bentónico marino,
Holoceno. distribuido desde el intermareal hasta más de
7000 m de profundidad. Estos animales se ali-
mentan de hidrozoos, esponjas, briozoos, en-
tre otros invertebrados marinos, a los que
ECOLOGÍA Y PALEOECOLOGÍA succionan con sus proboscis. Se conocen algu-
nas formas fósiles del Devónico Temprano, y
recientemente Waloszek y Dunlop (2002) han
Los artrópodos actuales ocupan la mayor descripto una larva del Cámbrico Tardío
variedad imaginable de ambientes, hallándo- (Orsten) que presumen pertenece a este grupo.
selos tanto en el medio acuático, como en el Los Arachnida, exceptuando algunas arañas
terrestre y aéreo. La conquista del ambiente y ácaros que han adoptado existencia acuática
terrestre data del final del Silúrico Medio, pues secundaria, son terrestres. Sin embargo, los
con anterioridad los artrópodos habrían sido primeros Scorpionida (que datan del Silúrico)
exclusivamente marinos. eran, casi con toda certeza, parcial o totalmen-
Los Trilobita fueron artrópodos marinos ex- te acuáticos. Son principalmente predadores,
clusivos del Paleozoico. Su aparición en el Cám- pero hay también formas herbívoras
brico Temprano, fue seguida de una rápida di- (Opilionida) y parásitas (Acari).
versificación que alcanzó su máximo apogeo Los Myriapoda son terrestres, y viven bajo
durante el Ordovícico, colonizando todos los piedras y troncos, en la hojarasca, en el suelo,
ambientes marinos. Este taxón se extinguió etc. Se hallan ampliamente distribuidos en re-
hacia finales del Pérmico. giones templadas y tropicales. El diplópodo
Crustacea es el grupo de artrópodos que pre- Pneumodesmus newmani (Silúrico Medio) poseía
senta la máxima disparidad de planes estruc- espiráculos, siendo éste el artrópodo de respi-
turales. La mayoría de sus especies es marina, ración aérea más antiguo que se conoce (Wilson
pero hay también muchas estuariales y dul- y Anderson, 2004).
ceacuícolas, e incluso algunas semiterrestres y Los Hexapoda constituyen un grupo
terrestres. Se los puede encontrar a más de 4000 multitudinario que incluye más de la mitad de
m de altitud (por ejemplo, algunos Amphipo- los seres vivos. Muchos son plagas de cultivos,
da en los Andes) y hasta alrededor de 11000 m pero otros son imprescindibles para la polini-
de profundidad en el mar (algunos isópodos zación de las plantas con flores. Los hay tam-
Asellota). La temperatura no fue una barrera bién parásitos o vectores de enfermedades hu-
importante para su distribución, de ahí que manas y animales. Son esencialmente terres-
abunden tanto en las regiones polares como tres pero también abundan en los ambientes
ecuatoriales y aun, en las aguas termales. En- acuáticos. Aunque muchos hexápodos habitan
tre los grupos con mejor registro fósil encon- en el medio marino, solo unas pocas chinches
tramos a los ostrácodos, pequeños organismos patinadoras (género Halobates) han colonizado
encerrados por completo en un caparazón el océano abierto, viviendo en forma perma-
bivalvo que puede estar fuertemente impreg- nente sobre la superficie del agua. Los prime-
nado de sales de calcio. Otros dos grupos con ros Hexapoda conocidos datan del Devónico y
cutículas gruesas y calcificadas, y por ende con no tenían alas. Las primeras formas voladoras
ARTHROPODA
téridos y muchos arácnidos e insectos. De los llamado Ecdysozoa, fueron: Nematoda,
últimos, desapareció casi una tercera parte de Nematomorpha, Priapulida, Kinorhyncha,
los órdenes existentes entonces. Loricifera, Onichophora, Tardigrada y Arthro-
El Pérmico continental gondwánico presenta poda. El debate sobre Articulata vs Ecdysozoa
una interesante diversidad de crustáceos está abierto, ya que hasta el momento no hay
conchostracos, entre los que se destaca el géne- suficientes datos morfológicos, embriológicos
ro Leaia, cuya área de distribución en el Pérmi- o paleontológicos que apoyen, sin ambigüedad,
co Temprano incluía a Brasil, Argentina, Aus- alguna de las hipótesis en pugna.
tralia y Antártida. Los crustáceos pigocefalo- La filogenia interna de los artrópodos tam-
morfos gondwánicos eran formas endémicas bién es un tema muy debatido y aún no resuel-
de Brasil (Paulocaris) y Sudáfrica (Notocaris). Du- to. Tiegs y Manton (1958) sugirieron que los
rante el resto del Fanerozoico, las asociaciones artrópodos son difiléticos, y Manton (1964) y
de artrópodos se fueron modernizando paula- Anderson (1973) van aún más allá y los consi-
tinamente. En los ambientes marinos continua- deraron polifiléticos. Por el contrario, la ma-
ron dominando los ostrácodos y decápodos, yoría de los autores más recientes están a fa-
que a partir del Jurásico contaron con langos- vor de la monofilia de los artrópodos. A conti-
tas y camarones. En particular en el Triásico y nuación se revisan brevemente algunas de las
Jurásico, los decápodos desarrollaron mecanis- hipótesis propuestas.
mos eficientes para poder romper las conchi-
llas de los bivalvos. En las regiones marinas
litorales fueron frecuentes los limúlidos y
cirripedios, mientras que en los ambientes con-
tinentales abundaron los ostrácodos y
conchostracos. Pero sin duda, fueron los insec-
tos los que desplegaron la mayor abundancia
y diversidad en sus hábitos, incluyendo a los
grupos sociales.
En el Cretácico la presencia de las faneróga-
mas dio nuevo impulso al desarrollo de los in-
sectos, y en el Terciario Temprano el ámbar pro-
veniente de la secreción de gimnospermas prin-
cipalmente, contribuyó a la formación de im-
portantes yacimientos, como el del Mar Báltico,
que incluyen a numerosos insectos, miriápodos
y otros organismos casi inalterados.
ORIGEN Y EVOLUCIÓN
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Figura 19. 1. Morfología básica del exoesqueleto de un trilobite: A. vista dorsal; B. vista ventral.
Figura 19. 3. Céfalo (vista ventral). A. Calymene (Silúrico-Devónico); B. Proceratopyge (Cámbrico Medio-Ordovícico Inferior); C. Lygdozoon
(Silúrico); D. Ceraurinella (Ordovícico); E. condición flotante; F. condición coincidente; G. condición suspendida (modificado de Fortey,
1990 a; Kaesler, 1997).
medio en un lóbulo anterior conspicuo y otro ficie se disponían los apéndices cefálicos (un
lóbulo posterior más reducido. A su vez, el bor- par de antenas unirrámeas y tres pares de
de hipostomal suele presentar alas anteriores, apéndices birrámeos), de preservación infre-
alas posteriores y espinas póstero-laterales. cuente.
Sobre los surcos laterales del hipostoma gene-
ralmente se distingue un par de protuberan-
cias ovoides, las máculas, de posible función TÓRAX
sensorial o para la inserción muscular.
El hipostoma puede relacionarse con el resto El tórax está formado por segmentos simila-
del céfalo de diferentes formas (Figura 19. 3 E- res, los cuales se articulan entre sí y con el céfa-
G). En la condición flotante (natant) esta placa lo y el pigidio. El número de somitos del adulto
se sitúa por debajo de la porción anterior de la es variable según los grupos, oscilando entre 2
glabela y no contacta el margen posterior del y 61. Los surcos axiales dividen a cada seg-
doblez ventral, sino que se ubica ligeramente mento en un lóbulo central, denominado ani-
detrás de dicho margen. En la condición coin- llo axial, y un par de pleuras laterales (Figura
cidente (conterminant), el hipostoma se dispone 19. 4 A).
por debajo de la porción anterior de la glabela El anillo axial posee convexidad variable y
y se contacta con el margen interno del doblez puede ser liso o estar provisto de gránulos, tu-
cefálico a través de la sutura hipostomal. La bérculos o espinas. Cada anillo axial se pro-
condición suspendida (impendent) difiere de la longa hacia adelante para formar un
coincidente porque la posición del hipostoma semianillo articulante, el cual se dispone por
y de la anteroglabela no coinciden. debajo del margen posterior del segmento
El resto de la superficie ventral del céfalo es- torácico precedente, sirviendo como guía du-
taba protegida por un tegumento no minerali- rante la flexión del tórax. Este semianillo está
zado (tegumento ventral), que en la mayoría separado del resto del anillo axial por un surco
de los casos no se fosilizaba. Sobre esta super- articulante de disposición transversal.
En la mayoría de los trilobites cada pleura La superficie ventral del tórax está caracteri-
posee un surco pleural oblicuo que delimita zada por una serie de apéndices birrámeos y
una banda anterior y otra banda posterior. A un tegumento no calcificado, de preservación
su vez, las pleuras están divididas en una re- infrecuente.
gión proximal, de disposición horizontal o le-
vemente convexa, y otra región distal que sue-
le estar arqueada hacia abajo. El límite entre PIGIDIO
ambas regiones está marcado por una línea
denominada fulcro. Las partes proximales de Esta placa está formada por la fusión de un
las pleuras adyacentes suelen estar articula- número variable (desde 2 a más de 20) de seg-
das entre sí mediante el encaje de un reborde mentos caudales. Su contorno es generalmente
del margen anterior, dentro de una ranura dis- semielíptico, aunque en varios casos adopta
puesta sobre el margen posterior del segmento otras formas (semicircular, triangular,
precedente. A su vez, en ocasiones el fulcro po- pentagonal o subcuadrangular). Asimismo, su
see un proceso anterior que se acopla a una tamaño relativo varía considerablemente: el
foseta localizada sobre el borde posterior del trilobite es denominado micropigio si el pigido
somito vecino, fortaleciendo aún más la arti- es más pequeño que el céfalo, isopigio si am-
culación (Figura 19. 4 B). bas placas tienen dimensiones similares, y
Por su parte, las secciones distales de las macropigio cuando el pigidio es más grande
pleuras suelen estar separadas entre sí. Sus que el céfalo.
extremos pueden ser redondeados, truncados, Los surcos axiales delimitan un lóbulo axial
o estar prolongados en espinas de longitud convexo (axis) y un par de pleuras, las cuales
variable. El exoesqueleto de algunas familias se prolongan ventralmente para formar un
presenta un par de pleuras mucho más desa- doblez de desarrollo variable (Figura 19. 5 A).
rrollado que los pares restantes, con espinas El axis está formado por la sucesión de anillos
laterales de gran tamaño (macropleuras). A su axiales, cada uno de los cuales representa un
vez, algunos segmentos torácicos pueden te- somito corporal. Estos anillos pueden ser lisos
ner facetas articulantes que, cuando el orga- o estar ornamentados con gránulos, tubércu-
nismo está enrollado, se encajan por debajo del los o espinas. El anillo anterior desarrolla un
segmento precedente, permitiendo el acerca- semianillo articulante para facilitar la articu-
miento del céfalo y el pigidio. lación con el tórax.
La superficie interna del exoesqueleto dorsal Un surco del borde, dispuesto en forma pa-
presenta una sucesión de apodemas pares si- ralela al margen pigidial, divide a las pleuras
tuados por debajo del surco articulante, próxi- en dos regiones: campos pleurales y borde
mos a los surcos axiales (Figura 19. 4 C). Sobre pigidial. Los campos pleurales generalmente
estas estructuras se insertaban los músculos exhiben una segmentación manifiesta, repre-
relacionados con el movimiento de los apéndi- sentada por dos tipos de surcos: pleurales e
ces, la flexión del cuerpo y el enrollamiento. interpleurales. Los surcos pleurales suelen ser
Figura 19. 5. Pigidio. A. morfología general en vistas dorsal y ventral; B. Dichelepyge pascuali (Ordovícico); C. Proetida; D. Cheirurina (A.
modificado de Kaesler, 1997).
profundos y fuertemente curvados hacia atrás, minada por calcita con bajo contenido de
mientras que los interpleurales generalmente magnesio. Los cristales de calcita se disponen
son más superficiales y menos oblicuos (Figu- típicamente en dos capas (prismática y princi-
ra 19. 5 B). Los primeros son homólogos a los pal). La capa prismática (externa; exocutícula)
surcos pleurales torácicos, mientras que los es relativamente fina, abarcando entre 10 y 30 %
segundos representan las líneas de contacto del espesor total de la cutícula, y se compone de
entre dos somitos adyacentes. Como ocurre en cristales grandes con el eje c perpendicular a la
el tórax, los surcos pleurales dividen a cada superficie. Por su parte, la capa principal
segmento pleural en una banda anterior y otra (endocutícula) es mucho más gruesa y está for-
banda posterior. La banda posterior de un seg- mada por microcristales dispuestos en láminas
mento y la anterior del somito siguiente pue- paralelas a la superficie, fijadas por un cemento
den fusionarse para formar costillas pleurales. orgánico de naturaleza proteica. Las regiones
El borde pigidial presenta una convexidad periféricas de esta capa suelen tener láminas
variable y puede ser continuo o estar provisto dispuestas en forma apretada, mientras que la
de espinas marginales pares. A su vez, algunos región central posee láminas más espaciadas
taxones exhiben una espina impar de posición entre sí (Figura 19. 6 A). A su vez, como es típico
caudal (Figura 19. 5 C). Un par de facetas en los artrópodos, el exoesqueleto posee una
articulantes dispuestas en los ángulos ántero- epicutícula orgánica extremadamente delgada,
laterales del pigidio facilitaba la articulación que en general no se conserva fósil.
con el tórax durante el enrollamiento. La cutícula está atravesada por una serie de
La superficie interna del exoesqueleto pigidial canales porales perpendiculares a la superfi-
dorsal suele exhibir una sucesión de apodemas, cie (Figura 19. 6 A). Los mismos pueden ser rec-
los cuales ofrecían superficies de inserción a tos o enrollados en espiral y en general presen-
los músculos corporales y de los apéndices. tan la abertura terminal en forma de embudo.
Ventralmente, el pigidio presenta estructu- Su disposición no es homogénea, ya que suelen
ras que comúnmente no se preservan (apéndi- ser más abundantes en los bordes del
ces birrámeos y tegumento no mineralizado). exoesqueleto. Estas estructuras habrían aloja-
do órganos sensoriales (cilios) y glándulas
tegumentarias. Por analogía con los artrópo-
MICROESTRUCTURA DEL dos vivientes, dichos órganos pudieron ser ca-
EXOESQUELETO Y ÓRGANOS paces de captar información diversa sobre el
SENSORIALES ASOCIADOS ambiente (vibraciones, cambios químicos en el
medio, etc.).
El exoesqueleto tiene espesores variables, des- Numerosas familias de trilobites poseen un
de 5 µm hasta 1 mm, y una composición do- complejo sistema de repliegues subparalelos
entre sí, escalonados «en terraza» (líneas en órgano fotorreceptor. En algunos casos es una
terraza), que suele estar mejor representado en simple depresión circular sobre la superficie
los bordes del céfalo y del pigidio, el doblez interna del exoesqueleto, representada como
ventral, el hipostoma y la región distal de las un nodo delicado en los moldes internos. En
pleuras, generalmente en forma subparalela al otros casos, el tubérculo mediano puede ser un
margen del exoesqueleto (Figura 19. 6 B). Su domo, un tubérculo típico, o una estructura
función fue posiblemente sensorial, relaciona- más compleja caracterizada por tener cuatro
da con la detección de cambios en la dirección depresiones pequeñas dispuestas simétrica-
de las corrientes de agua. Asimismo, según al- mente alrededor de una perforación central
gunos autores las líneas en terraza pueden ha- más grande (Figura 19. 6 D). Este último es in-
ber facilitado el agarre del exoesqueleto al sus- terpretado como un órgano dorsal o un com-
trato, o reforzado el contacto del céfalo y el plejo glandular-sensorial comparable al de las
pigidio durante el enrollamiento (ver larvas de ciertos crustáceos actuales.
Paleoecología). Algunos taxones de la familia Cyclopygidae
La cutícula puede presentar otras estructu- (orden Asaphida) presentan un par de tubér-
ras sensoriales, tales como pústulas y gránu- culos sobre el tercer segmento torácico, que se
los (Figura 19. 5 D) de variado tamaño y distri- interpreta como un órgano luminiscente (Fi-
bución. A su vez, los tubérculos (Figura 19. 6 gura 19. 12 F). Los miembros de esta familia
C-D) son protuberancias que posiblemente alo- eran formas nectónicas que habitaban en aguas
jaban cilios de función táctil y quimiorrecep- profundas. Como ocurre en varios artrópodos
tora. Vistos al microscopio, reciben distintos mesopelágicos actuales, la emisión de señales
nombres: los domos poseen su región apical lumínicas cumpliría un papel importante en el
adelgazada y por debajo subsiste un espacio ciclo reproductivo, facilitando el reconocimien-
hueco; los tubérculos propiamente dichos tie- to de los miembros de una misma especie du-
nen un canal central que abre en el ápice, mien- rante periodos de madurez sexual.
tras que los seudotubérculos son estructuras El hipostoma de ciertos trilobites posee má-
provistas de un sistema de canales porales más culas (Figura 19. 3 D) cubiertas por pequeños
complejo (Figura 19. 6 C). Los mismos suelen tubérculos, los cuales asemejan las lentillas
concentrarse en regiones próximas a los már- de un ojo compuesto. Según algunos autores,
genes del céfalo, en donde la recepción de in- las máculas podrían homologarse con los ojos
formación sensorial era particularmente útil. ventrales de los limúlidos actuales. No obs-
La glabela y el anillo occipital frecuentemen- tante, otros autores las consideran áreas es-
te poseen un tubérculo mediano (occipital) (Fi- peciales de inserción de músculos hipostoma-
gura 19. 2 A y D) que habría constituido un les.
Figura 19. 7. Enrollamiento. A. Flexicalymene (Ordovícico), ejemplar enrollado; B-C. segmento torácico (vistas dorsal y ventral),
mostrando facetas articulantes y órganos de Pander; D-F. tipos de enrollamiento; G-H. estructuras coaptativas; G. doblez ventral del
céfalo de Phacops (Devónico), mostrando surco vincular y cavidades vinculares; H. doblez cefálico ventral con cresta (D-F. basado en
Bergstrom, 1973).
TRILOBITA
forzar el contacto de los rebordes ventrales del camente a ambos lados de la glabela, sobre las
céfalo y el pigidio. mejillas libres. Su forma es usualmente de me-
dialuna, o bien arriñonada, cónica o globosa.
Asimismo, su tamaño es extremadamente va-
ANATOMÍA riable, desde muy reducido (hapalopleúridos)
hasta excepcionalmente grande (telefínidos)
(Figura 19. 8 A-C). La superficie visual se dis-
OJOS pone sobre una plataforma ocular, la cual ex-
cepcionalmente puede proyectarse, junto al
El aparato ocular compuesto de los trilobites lóbulo palpebral, para formar un pedúnculo
reviste especial interés por su elevada comple- ocular (Figura 19. 8 D).
jidad morfológica y funcional. La microestruc- Cada ojo estaba formado por numerosas uni-
tura de sus lentes permitía una transmisión dades visuales (omatidios) dispuestas
muy eficaz de la luz, que seguramente deriva- radialmente, lo que permitía obtener un cam-
ba en la formación de imágenes de alta resolu- po visual amplio. Los omatidios consistían
ción. Dado que aparece tempranamente en la principalmente en una lente que reflejaba la
evolución (los primeros trilobites cámbricos luz a células fotorreceptoras (rabdoma) locali-
ya lo poseían), es el sistema visual más anti- zadas por debajo (Figura 19. 8 E). Cada lente
guo que se conoce. estaba formada por un cristal individual de
Figura 19. 8. Ojos. A-C. ojos con diferentes grados de desarrollo; D. Homalonotidae, pedúnculo ocular; E. omatidios (detalle de un corte);
F-H. ojo holocroal: F. aspecto general; G-H. lentes (en corte), mostrando el trayecto de los haces lumínicos; I-K. ojo esquizocroal: I.
aspecto general; J. lentes (en corte), mostrando el trayecto de los haces lumínicos; r.s.: región superior; r.i.: región inferior; K. lente
especializado, con cristales de calcita dispuestos en forma de abanico (modificado de Clarkson, 1998).
numerosas espinas, mientras que los podóme- La coxa sirve de base a las ramas interna y
ros distales portan sedas muy delicadas. A su externa del apéndice y, además, se articula con
vez, el extremo de la rama puede exhibir peque- el tegumento ventral. Este artejo basal suele
ñas espinas con forma de garfio. La función del ser grande y a menudo presenta espinas sóli-
endopodito era principalmente locomotora. das (enditas) sobre su margen interno, las cua-
El exopodito ocupa una posición dorsal res- les probablemente funcionaban como las gna-
pecto del endopodito y en general es más corto tobases trituradoras de algunos crustáceos
que este último. Su estructura típica es la de actuales (Figura 19. 9 B).
una varilla rígida, multisegmentada, que da Los apodemas y las barras tendinosas trans-
sostén a una serie de láminas branquiales diri- versales (ver más abajo) se disponen por enci-
gidas hacia atrás. Las branquias de diferentes ma de las coxas, proporcionando superficies
segmentos se solapan entre sí, y su función
debía ser esencialmente respiratoria.
TRILOBITA
de los trilobites es sumamente abundante y
completo. En primer lugar porque a lo largo de En contraste con la mayoría de los artrópo-
su vida un mismo individuo aportaba varios dos, el exoesqueleto de los trilobites se
exoesqueletos susceptibles de ser preservados mineralizaba muy tempranamente, durante
como fósiles, y en segundo término porque los los primeros estadios ontogenéticos. Gracias a
exuvios resultaban poco atractivos para los esta particularidad es posible reconstruir con
predadores. La cantidad de mudas generadas gran precisión buena parte de su desarrollo,
por cada individuo es incierta, pero segura- desde los estadios larvales posembrionarios
mente fue muy variable entre los distintos hasta la etapa adulta. El exoesqueleto resultante
taxones, dependiendo del tamaño máximo al- de cada episodio de muda representa una pe-
canzado por los adultos y del número de seg- queña fracción del ciclo de vida de un indivi-
mentos torácicos de la especie (ver Ontogenia). duo y permite conocer con gran detalle las ca-
Figura 19. 10. Ontogenia. A. Etapas que componen el ciclo de vida de un trilobite; B. períodos meraspis (M) de Conophrys; C. holaspis
de Conophrys; D. larva semejante a adulto, vistas dorsal y ventral; E. larva no semejante a adulto, vistas dorsal, lateral y ventral (A.
modificado de Speyer y Chatterton, 1989; C. redibujado de Clarkson, 1998; E. redibujado de Speyer y Chatterton, 1989).
TRILOBITA
Presenta varios caracteres primitivos: carece
Dentro de un plan básico de organización, los de sutura facial; la placa rostral es muy ancha;
trilobites muestran gran diversidad de formas, pleuras torácicas sin fulcros; protaspis no
lo que se refleja en el elevado número de fami- calcificada. Cámbrico Temprano.
lias descriptas, superior a 150. Los caracteres
morfológicos utilizados en la sistemática son Suborden Redlichiina
variados, aunque revisten especial importan- Sutura facial opistoparia; placa rostral angos-
cia los estadios ontogenéticos tempranos, la ta; tórax con o sin fulcros; protaspis calcificada.
región axial del céfalo y la relación del hiposto- Cámbrico Temprano-Cámbrico Medio.
ma con el resto del exoesqueleto.
Debido a que aún no se ha logrado un amplio Orden Agnostida
consenso sobre el agrupamiento de las fami- Trilobites muy pequeños (longitud promedio
lias en órdenes y subórdenes, la sistemática = 6-7 mm), la mayoría sin ojos ni sutura facial;
que se presenta a continuación (Cuadro 19. 1) tórax con dos o tres segmentos; isopigios; hi-
seguramente experimentará modificaciones en postoma flotante, con grandes aberturas. Cám-
el futuro. brico Temprano-Ordovícico Tardío (Figuras 19.
11 y 13 H).
Cuadro 19. 1. Sistemática de la Clase Trilobita.
Suborden Agnostina
Phylum Arthropoda Orden Corynexochida Sin ojos ni sutura facial; tórax formado siem-
Subphylum Trilobitomorpha Orden Ptychopariida pre por dos segmentos, el anterior carente de
Clase Trilobita Orden Lichida semianillo articulante. Cámbrico-Ordovícico.
Orden Redlichiida Orden Asaphida
Suborden Olenellina Orden Phacopida Suborden Eodiscina
Suborden Redlichiina Suborden Calymenina La mayoría ciegos y sin sutura facial, unos
Orden Agnostida Suborden Cheirurina pocos con ojos y sutura facial proparia; tórax
Suborden Agnostina Suborden Phacopina con dos o tres segmentos, el anterior con un
Suborden Eodiscina Orden Proetida semianillo articular bien definido. Cámbrico
Temprano-Cámbrico Medio.
Figura 19. 11. Relaciones filogenéticas de los principales grupos de trilobites (simplificado) (basado en Fortey 1990 b y
2001).
TRILOBITA
que pueden fusionarse formando lóbulos com-
puestos; campo preglabelar ausente; opistopa- MODOS DE VIDA
rios; hipostoma coincidente; micro, iso o
macropigios. Cámbrico Medio–Devónico (Figu- Los trilobites ocuparon diversos nichos eco-
ras 19. 11, 13 E-F y 14 F-K). lógicos y colonizaron todos los ambientes ma-
rinos, desde las cercanías de la costa hasta pro-
Orden Asaphida fundidades muy altas, por debajo de la zona
Protaspis (asafoide) muy globosa, planctó- fótica. En general se acepta que la mayoría de
nica; doblez ventral con sutura medial (por las formas adultas vivieron desplazándose so-
reducción y pérdida de la placa rostral); opisto- bre o cerca del fondo marino (bentónicos epi-
parios; la mayoría isopigios o macropigios; hi- faunales libres; nectobentónicos). A su vez, nu-
postoma flotante en los más primitivos y coin- merosos taxones desarrollaron la capacidad de
cidente o suspendido en el resto. Cámbrico Tar- enterrarse parcial o totalmente en el sedimen-
dío-Silúrico (Figuras 19.11 y 13 A-D, K). to (semiinfaunales/infaunales), mientras que
otros nadaban activamente (nectónicos) o vi-
Orden Phacopida vían suspendidos en la columna de agua (planc-
Larva protaspis de tipo phacopoide, la cual tónicos). Muchos trilobites tenían la facultad
tiene tres pares de espinas marginales promi- de enrollarse para protegerse del ataque de pre-
nentes. Cámbrico Tardío-Devónico. dadores, o en respuesta a variaciones drásti-
cas en las condiciones de temperatura, salini-
Suborden Calymenina dad, oxígeno disuelto o turbulencia. Los ojos,
La mayoría gonatoparios; ojos holocroales las antenas ventrales, y los diversos órganos
pequeños; glabela típicamente enangostada sensoriales de la superficie dorsal (tubérculos,
hacia delante, con 4 o 5 pares de lóbulos glabe- nodos sensitivos, etc.) monitoreaban el am-
lares bien definidos que disminuyen de tama- biente y captaban los cambios fisicoquímicos
ño hacia delante; hipostoma generalmente coin- que se producían en el medio.
cidente. Cámbrico Tardío-Devónico (Figuras 19. Sin embargo, en muchos casos el modo de
11 y 14 O). vida y los hábitos alimenticios de los trilobites
no son fáciles de interpretar. Esto se debe a la
Suborden Cheirurina ausencia de representantes actuales del grupo
La mayoría proparios, con la superficie del y, fundamentalmente, a la asombrosa varie-
exoesqueleto generalmente ornamentada con dad de tipos morfológicos descriptos.
gránulos o tubérculos; ojos holocroales peque- Las hipótesis acerca de las estrategias de
ños; glabela generalmente con surcos laterales vida de los trilobites se formulan en base a
bien definidos e hipostoma coincidente; tórax sus similitudes con algunos artrópodos mo-
frecuentemente con pleuras espinosas; pigidio dernos (isópodos, cangrejos), y al análisis de
lobulado o espinoso. Cámbrico Tardío-Devó- la funcionalidad de ciertas estructuras del
nico (Figuras 19. 11 y 13 G, L). exoesqueleto. Dado que el exoesqueleto es una
estructura compleja que responde a necesi-
Suborden Phacopina dades y funciones muy diversas del organis-
Proparios; ojos esquizocroales; glabela expan- mo, las inferencias que se realizan en base a
dida anteriormente; sin placa rostral; hiposto- su morfología resultan, en ciertos casos, am-
ma coincidente o suspendido. Ordovícico-De- biguas o contradictorias. Por ejemplo, las es-
vónico (Figuras 19. 11 y 14 L-N). pinas genales, pleurales o pigidiales pueden
representar dispositivos de soporte para evi-
Orden Proetida tar el hundimiento en sustratos fangosos, es-
Glabela grande con el margen frontal redon- tructuras defensivas frente a los predadores,
deado; opistoparios; isopigios; pigidio usual- o bien elementos que habrían cumplido fun-
mente con surcos pleurales profundos y el ciones hidrodinámicas en estrategias como la
margen desprovisto de espinas; la mayoría con natación o la flotación. De igual modo, deta-
placa rostral angosta e hipostoma elongado, lles de la ornamentación (líneas en terraza)
flotante (coincidente o suspendido en algunas han sido interpretados como dispositivos
formas derivadas). Protaspis (proetoide) ca- para la percepción sensorial, como elementos
racterizada por su glabela fusiforme y el hi- que contribuían en el proceso de cavado de
postoma sin espinas, flotante. Ordovícico-Pér- madrigueras o el enrollamiento, o como orna-
mico Tardío (Figuras 19. 11 y 14 A-E). mentos que facilitaban la mimetización con el
ambiente en situaciones de peligro.
TRILOBITA
profundidades mayores, entre los 150 m y los lares del fondo marino, es común encontrarlos
700 m. El registro geológico, y en particular la en ambientes y facies muy diferentes (desde
distribución paleogeográfica de estos trilobites relativamente someras a profundas) y en
confirma la estrategia de vida inferida en base paleocontinentes que habrían estado ubicados
a su morfología funcional. Dado que el princi- en latitudes similares.
pal control sobre la distribución de estos Otros trilobites de posible hábito nadador
trilobites es la temperatura del agua (variable (Selenopeltis, Jujuyaspis) presentan un
Figura 19. 12. Paleoecología. A. Paradoxides, trilobite epifaunal; B. Stenopilus, hábito semiinfaunal; C. Calymene, hábito infaunal; D.
Cybeloides, hábito infaunal; E. Carolinites, hábito nectónico, epipelágico; F. Prycyclopyge, hábito nectónico, mesopelágico; G. Jujuyaspis,
hábito necto-bentónico; H. esquema de trilobite filtrador; I. trilobite olénido, adaptado a ambientes pobres en oxígeno (A-C. basados en
Hammann, 1985; D. redibujado de Ingham, 1968; E y F. redibujado de Fortey, 1985).
TRILOBITA
cual se ubicaba en los niveles superiores de la más, era absorbido por las branquias, las cua-
cámara. En hárpidos (orden Ptychopariida) y les debieron ser grandes y numerosas.
trinucleidos (orden Asaphida) las genas se ex-
tienden considerablemente hacia atrás, gene-
rando una cámara de grandes dimensiones. BIOESTRATIGRAFÍA
Estas familias poseían bordes cefálicos provis-
tos de perforaciones muy particulares, que po- Los trilobites habitaron el ambiente marino
drían haber servido para evacuar las corrien- durante 300 m.a., y su historia a lo largo de tan
tes exhalantes (Figura 19. 12 H). El hábito extenso período es sumamente compleja. A con-
filtrador también se documenta en unos pocos tinuación se pondrá énfasis en los hitos más
ptychopáriidos cámbricos, y probablemente importantes, determinados por rápidos cam-
en algunos asáfidos y proétidos. bios en la composición y abundancia de los di-
ferentes grupos de trilobites debido al surgi-
miento de distintos clados, o bien a episodios
ADAPTACIONES DEL EXOESQUELETO A de extinción. Dichos eventos mayores afecta-
DISTINTOS HÁBITATS ron simultáneamente a otros grupos de orga-
nismos y corresponden a las conocidas «Ex-
Diversos factores ambientales (energía, luz, plosión o Radiación Cámbrica», «Radiación
oxígeno disuelto, predadores, etc.) probable- Ordovícica», y las extinciones del límite Ordo-
mente fomentaron el desarrollo de determina- vícico-Silúrico, Devónico Medio y Pérmico Tar-
dos tipos morfológicos. En términos generales, dío.
los trilobites de ambientes neríticos de alta La mayor abundancia y diversidad de los
energía poseen el exoesqueleto relativamente trilobites, a nivel de todas las categorías
grueso y, en varios casos, una ornamentación taxonómicas, tuvo lugar durante el Cámbrico
conspicua consistente en gránulos, tubérculos y Ordovícico. Rocas del Cámbrico Temprano
y espinas accesorias. Estas últimas, y la capa- (Atdabaniano), ubicadas por encima de las que
cidad de enrollarse completamente, conferían contienen elementos de la Fauna Tommotiana
una protección efectiva ante los numerosos (small shelly fauna), incluyen a los primeros re-
predadores de la plataforma, en especial a par- gistros bien documentados de trilobites. Los
tir del Ordovícico. Los gránulos y tubérculos Olenellina fueron los primeros en aparecer, se-
habrían representado una protección extra guidos algo más tarde por los Redlichiina y
contra nautiloideos y asteroideos, restándole Agnostida, dominantes en el Cámbrico Tem-
eficacia al ataque de sus ventosas. prano, junto con los Corynexochida y Ptycho-
En contraste, los trilobites de aguas profun- pariida (Figura 19. 11); posteriormente, este
das solían tener una cutícula más delgada, des- último taxón se hizo muy abundante en el Cám-
provista de ornamentación fuerte. En estos brico Tardío.
ambientes la presión de los predadores era li- En líneas generales, los grupos arriba men-
mitada o nula, pero resultaba necesario adap- cionados fueron morfológicamente conserva-
tarse a las particulares condiciones fisicoquí- dores y mostraron una variabilidad relativa-
micas del medio. Muchos taxones presentan mente escasa. Durante mucho tiempo se consi-
espinas genales o macropleuras torácicas de deró sorprendente que, ya en el Atdabaniano,
singular desarrollo, las cuales brindaban un los trilobites aparecieran diferenciados, desde
sostén eficiente, evitando que el organismo se el punto de vista paleogeográfico, en dos gran-
hundiera en el fango. Algunos ámbitos de pla- des reinos: Olenellina (especialmente en
taforma externa y talud albergaron comuni- Laurentia, Siberia y Báltica) y Redlichiina (Aus-
dades atelópticas (atheloptic assemblages) de tralia, China y Antártida), pero estudios re-
trilobites bentónicos con ojos reducidos o au- cientes sugieren que los trilobites tuvieron una
sentes, adaptados a vivir por debajo del nivel historia críptica, previa a su aparición en el
crítico de penetración de la luz. Por su parte, registro fósil cámbrico. Esta historia oculta se
ciertas familias (Olenidae, orden Ptychoparii- remontaría al Neoproterozoico, debiéndose la
da) son componentes típicos de facies de lutitas diferenciación biogeográfica al resultado de un
negras, depositadas en medios ricos en mate- evento de vicarianza asociado al desmembra-
ria orgánica y muy pobres en oxígeno. Estos miento del supercontinente de Pannotia, hace
trilobites sedimentívoros poseían un 600-550 m.a.
exoesqueleto muy delgado, pleuras muy an- Importantes grupos de trilobites dominan-
chas y numerosos segmentos torácicos (Figura tes durante el Cámbrico se extinguieron próxi-
19. 12 I). El escaso oxígeno disuelto en el agua mo al límite Cámbrico-Ordovícico y las cau-
Figura 19. 13. Trilobites de América del Sur. A, D. Merlinia megacantha, A. ejemplar completo con cranidio desplazado;
D. hipostoma, Ordovícico, Sierra de Famatina (orden Asaphida); B. Incaia deormacheai, Ordovícico, Precordillera
argentina (orden Asaphida); C. Hungioides intermedia, Ordovícico, Sierra de Famatina (orden Asaphida); E, F. Amphilichas
guandacolensis, E. cranidio, F. pigidio, Ordovícico, Precordillera argentina (orden Lichida); G, L. Pliomeridius sp. G.
cranidio, L. toracopigidio, Ordovícico, Sierra de Famatina (orden Phacopida, suborden Cheirurina); H. Geragnostus
(Geragnostus) nesossi, Ordovícico, noroeste argentino (orden Agnostida, suborden Agnostina); I, J. Kweichowilla piojensis,
I. cranidio, J. pigidio, Ordovícico, Precordillera argentina (orden Ptychopariida); K. Degamella famatinensis, Ordovícico,
Sierra de Famatina (orden Asaphida); M. Parabolina (Neoparabolina) frequens argentina, Cámbrico, noroeste argentino
(orden Ptychopariida); N. Arcuolenellus megafrontalis, Cámbrico, Precordillera argentina (orden Redlichiida, suborden
Olenellina); O. Illaenus sp., Ordovícico, Precordillera argentina (orden Corynexochida); P, Q, R. Annamitella tellecheai, P.
cranidio, Q. librígena, R. pigidio, Ordovícico, Precordillera argentina (orden Corynexochida).
Figura 19. 14. Trilobites de América del Sur. A. Australosutura gardneri, Carbonífero, cuenca Tepuel-Genoa (orden Proetida); B,
C, D, E. Telephina calandria, B, D. librígenas, C. cranidio, E. pigidio (orden Proetida); F, G, H, I, J, K. Ceratocara argentina, F, H.
librígenas, G. cranidio, I. segmento torácico, J. hipostoma, K. pigidio, Ordovícico, Precordillera argentina (orden Lichida); L.
Metacryphaeus sp., Devónico, Bolivia (orden Phacopida, suborden Phacopina); M. Tormesiscus gloriae, Devónico, Precordillera
argentina (orden Phacopida, suborden Phacopina); N. Paciphacops argentinus, Silúrico, Precordillera argentina (orden Phacopida,
suborden Phacopina); O. Flexicalymene? vaccarii, Silúrico, noroeste argentino (orden Phacopida, suborden Calymenina); P.
Scotoharpes sp., Ordovícico, Precordillera argentina (orden Ptychopariida).
TRILOBITA
tos, a la de los ptychoparioideos. tipos de ojos, la adopción de mecanismos de
A lo largo de su historia, y en particular a enrollamiento y articulación cada vez más so-
partir del Ordovícico Medio, los trilobites ex- fisticados, la reducción de la placa rostral y el
perimentaron escasos cambios evolutivos de incremento en el tamaño del pigido (de
magnitud. Entre las innovaciones mejor docu- micropigios a isopigios).
CRUSTACEA
pueden llevar proyecciones internas (enditas) de apéndices con funciones particulares: el par
o externas (exitas). Cuando las proyecciones de anténulas y de antenas con función senso-
internas están muy desarrolladas y ocupan por rial, los 3 pares de apéndices bucales con fun-
completo el margen del protopodito (o en el ción masticatoria, y aquéllos del tronco pri-
caso de existir más de un artejo, ocupan por mariamente locomotores.
completo el artejo más proximal del Las anténulas son consideradas primitiva-
protopodito) se las denomina gnatobases. Es- mente unirrámeas, pero pueden tener 2
tas láminas llevan sedas o espinas, y sirven flagelos, o más raramente 3 (Hoplocarida, Fi-
para la trituración y transporte del alimento. gura 20. 6 E y G). Pueden ser reducidas (Bran-
El término epipodito se aplica a un lóbulo o chiopoda, isópodos Oniscoidea) o muy desa-
proceso externo (exita) que se origina de la rrolladas (copépodos Calanoidea). En
precoxa o coxa. Éste puede presentar paredes Decapoda el primer artejo del pedúnculo lleva
delgadas y replegadas, e intervenir en el inter- un estatocisto (órgano del equilibrio). Las
cambio gaseoso (branquias), o ser una lámina anténulas de los Ascothoracida y Cirripedia
más o menos firme y provista de fuertes sedas, se utilizan como órganos de fijación al sustra-
que se utiliza para la limpieza de la cámara to; pueden ser prensiles (Ascothoracida) o po-
branquial. seer glándulas cementantes (Cirripedia). Los
En Malacostraca los toracópodos pueden po- machos de los copépodos de vida libre presen-
seer exopoditos; sin embargo, es común que fal- tan una o ambas anténulas modificadas en
ten o estén muy reducidos. Cuando está pre- claspers para sujetar a la hembra durante el
sente, el exopodito tiene función natatoria y apareamiento.
consta de numerosos artejos semejantes sobre Las antenas son primitivamente birrámeas,
los que se insertan largas sedas plumosas que y serían el primer par de apéndices del tronco
incrementan la superficie y mejoran la eficien- que tomó una posición secundariamente
cia propulsora. En cambio, el endopodito por lo preoral. Faltan en la larva cypris, y en los adul-
general interviene en la locomoción sobre el sus- tos de Ascothoracida y Cirripedia. La antena
trato. Éste consta de cinco artejos: isquiopodito de muchos grupos es unirrámea (falta el
(isquio), meropodito (mero), carpopodito exopodito); en otros el exopodito es
(carpo), propodito (própodo) y dactilopodito escamiforme (Stomatopoda, Mysidacea,
(dáctilo); sin embargo, esta segmentación no es Euphausiacea, muchos Decapoda y Tanaida-
siempre nítida ya que son frecuentes las fusio- cea). En Conchostraca, Cladocera y Ostracoda,
nes y subdivisiones secundarias. además de cumplir funciones sensoriales, la
Existen también patas birrámeas en las que antena es el principal órgano natatorio. Los
ambas ramas intervienen en la natación. Éste machos de Anostraca (Figura 20. 2 C) y de al-
es el caso de los toracópodos de Copepoda (ver gunas especies de Cumacea tienen las antenas
Figura 18. 5 C) y Branchiura (Figura 20. 4 G), modificadas en claspers.
así como también de los pleópodos de Los tres pares siguientes de apéndices son las
Euphausiacea (Figura 20. 8 E) y algunos mandíbulas, las maxílulas y las maxilas. La
Decapoda. Un caso curioso son los cirros de los larva nauplius, por lo general, tiene una
cirripedios, donde ambas ramas están com- mandíbula compuesta de un coxopodito (que
puestas por numerosos artejos e intervienen lleva una endita: el proceso masticador), y un
en la captura del alimento. palpo birrámeo formado por el basipodito, el
Los filopodios (ver Figura 18. 5 E) son típicos exopodito y el endopodito. La condición
de Branchiopoda y Leptostraca. Estos apén- birrámea solo persiste en los adultos de
dices son foliáceos, de cutícula muy delgada y Mystacocarida, los copépodos Calanoidea y los
carentes de segmentación (o está muy reduci- Ostracoda. En los restantes crustáceos el
da); la rigidez (turgencia) se logra gracias a la exopodito desaparece. En muchos crustáceos
presión de la sangre presente en su interior. El persiste un palpo unirrámeo formado por el
protopodito lleva en su margen interno 5 basipodito y el endopodito. En otros (Remipedia,
enditas (gnatobases) y en el extremo distal 1 Cumacea, etc.) el palpo está ausente, y la
exopodito natatorio (flagelo), todos ellos con mandíbula consta solo del coxopodito. Las
sedas marginales. A su vez, el protopodito por- mandíbulas de Malacostraca presentan un
ta sobre su margen externo 1-2 preepipoditos proceso incisivo y otro molar, y entre ambos
(solamente en Anostraca) y 1 epipodito (tam- puede existir un diente móvil o lacinia mobilis.
bién llamado bráctea o «branquia», pese a te- Los copépodos parásitos (Siphonostomatoida)
ner función osmorreguladora y no respirato- e isópodos Epicaridea tienen las mandíbulas
ria). transformadas en estiletes.
CRUSTACEA
ducen de un estadio al siguiente.
Algunos aspectos generales se han desarro- Debido al carácter introductorio de este capí-
llado en el Capítulo 18. Para un estudio más tulo nos limitaremos a dar solo algunos ejem-
completo de este tema se recomienda consul- plos. En Copepoda de vida libre, la secuencia
tar: Mantel (1983), Harrison y Humes (1992 a, larval incluye una «fase nauplius» en la que las
b) y Forest (1994). larvas nadan con las antenas, a la que le sigue
una «fase copepodito» en la que las larvas ya se
asemejan al adulto y nadan con los toracópo-
ONTOGENIA dos. El número primitivo de estadios larvales
sería de 6 nauplii y 5 copepoditos. En Cirripedia
Los crustáceos son ovíparos, y rara vez libe- también encontramos varias nauplii (por lo ge-
ran sus puestas directamente al medio; por el neral 6) a las que les sigue una única larva cypris.
contrario, las llevan consigo, ya sea en ovisacos, Ésta presenta un caparazón bivalvo, ojos com-
bajo el caparazón, en marsupios ventrales, puestos y 6 pares de toracópodos nadadores.
adheridos a sus pleópodos, etc. Por consiguiente, el pasaje de la última larva
El desarrollo puede ser directo o incluir el pa- nauplius a cypris implica un profundo cambio,
saje por uno o más estadios larvales. En el desa- una metamorfosis.
rrollo directo (también denominado epimórfi- Para los Malacostraca es posible presentar una
co), el organismo que emerge del huevo es se- clasificación general de sus larvas basada en el
mejante al adulto. Este tipo de desarrollo lo pre- tagma involucrado en la propulsión. Se recono-
senta el conchostraco Cyclestheria hislopi, los cen 3 fases larvales básicas: la «fase nauplius» en
Cladocera (excepto la especie predadora la que nadan con sus apéndices cefálicos, la «fase
Leptodora kindtii), Phyllocarida, Anaspidacea y zoea» que incluye aquellas formas que emplean
Peracarida. En Decapoda, al igual que en mu- uno o más pares de toracópodos en la natación,
chos otros grupos, existe una clara tendencia a y la «fase poslarva» en la que utilizan como ór-
que el período de vida larvario se vea acortado gano propulsor uno o más pares de pleópodos.
en las especies que viven en agua dulce, en lati- Por lo tanto, se observa que a medida que avan-
tudes altas o en aguas profundas. za el desarrollo, el tagma involucrado en la pro-
La mayor parte de los crustáceos presenta un pulsión se desplaza del céfalon hacia la región
desarrollo indirecto (también denominado caudal del organismo. El término «poslarva» es
anamórfico), es decir, tiene larvas. Éstas pue- poco adecuado, ya que parece indicar que se tra-
den permanecer en el plancton por algunos ta de la primera fase juvenil, y no de la última
días, semanas o incluso meses, contribuyendo fase larval. Por tal motivo, algunos autores pre-
así a la dispersión de las especies. fieren denominar a esta fase «decapodito» o
La larva básica de los crustáceos es la nauplius. «megalopa». Los camarones Dendrobranchia-
Esta larva presenta 3 pares de apéndices: las ta, considerados el grupo más ancestral de
anténulas, las antenas y las mandíbulas. El Decapoda, presentan las tres fases arriba men-
cuerpo no es segmentado y en la región frontal cionadas. En contraste, en los restantes
lleva un ojo impar, el ojo nauplius. El desarro- Decapoda el desarrollo es abreviado: la fase
llo se lleva a cabo por la proliferación de nue- nauplius transcurre en el huevo, y la primera
vos segmentos a partir del borde anterior del larva de vida libre es una zoea, es decir, una
telson, en el curso de sucesivas mudas. larva con caparazón y ojos compuestos que
Algunos grupos basales, tales como Cephalo- nada con los exopoditos de uno o más pares de
carida o Branchiopoda (excepto los Cyclesthe- toracópodos.
rida y la mayoría de los Cladocera), muestran
un desarrollo anamórfico gradual. Éstos na-
cen como larvas nauplius o metanauplius, y van SISTEMÁTICA
agregando segmentos y apéndices más o me-
nos en forma regular a medida que mudan y La clasificación de los Crustacea dista mucho
crecen. Sin embargo, por lo general, los crustá- de ser estable. En las últimas décadas varios
ceos presentan algunas mudas en las que se nuevos taxones fueron descubiertos, como
producen cambios más profundos que en otras, Remipedia, Tantulocarida, Thylacocephala y
quedando así el desarrollo larval dividido en Mictacea. En el presente capítulo se sigue la cla-
fases. La transformación que experimenta el sificación propuesta por Martin y Davis (2001)
organismo al pasar de una fase a la siguiente para la mayoría de los grupos vivientes, a la
se denomina metamorfosis. A su vez, cada una que se le han agregado las formas extintas (Cua-
de estas fases puede incluir varios estadios, sien- dro 20. 1). Otros listados taxonómicos pueden
consultarse en Moore y McCormick, 1969; lizados para agarrar y sostener a las presas.
Schram, 1982, 1986; Bowmann y Abele, 1982 y Tronco con apéndices en forma de remos (de
Lange y Schram, 1999. aquí el nombre del grupo).
CRUSTACEA
Sin ojos. Rama dorsal de las anténulas con tan sustancias tóxicas y/o histolíticas con sus
artejos largos (menos de 20). Tronco con hasta maxilas. Habitan en cuevas costeras que po-
32 segmentos, cada uno con 1 par de apéndices seen una conexión con el mar. Se conocen 9 es-
birrámeos. Segmento anal con 1 par de ramas pecies del Caribe, 1 de las islas Canarias y 1 de
caudales. Hermafroditas simultáneos (son Australia. Holoceno (Figura 20. 1 C).
Figura 20. 1. Clase Remipedia (A-C) y Clase Cephalocarida (D). A, B. reconstrucción de Tesnusocaris goldichi (Orden Enantiopoda); C.
Speleonectes ondinae (Orden Nectiopoda); D. Hutchinsoniella macracantha (Orden Brachypoda). md = mandíbula; mx1 = maxílula; mx2 =
maxila (A, B. modificadas de Emerson y Schram, 1991; C. modificada de Cals, 1996 y Emerson y Schram, 1991; D. modificada de Hessler
y Newman, 1975 y Sanders, 1957).
Figura 20. 2. Clase Branchiopoda. A. Rehbachiella kinnekullensis; B. Lepidocaris rhyniensis; C. Branchinecta sp. (Orden Anostraca); D.
Panacanthocaris ketmenica (Orden Kazacharthra); E. Triops sp. (Orden Notostraca); F. Lynceus sp. (Suborden Laevicaudata); G. Leptestheria
sp. (Suborden Spinicaudata); H. Daphnia sp. (Orden Cladocera) (A. modificada de Walossek, 1993; B. según Scourfield, modificada de
Schram, 1986; C. según Linder, modificada de Tasch, 1969; D. tomada de Novojilov, 1957; E. modificada de Pennak, 1989; F. según Sars,
tomada de Olesen, 1998; G. según Sars, tomada de Olesen, 1998; H. según Matthes, tomada de Ruppert y Barnes, 1996).
Figura 20. 3. Clase Branchiopoda. A-D. Orden Conchostraca. Suborden Spinicaudata. A. Triasoglypta santamariensis, valva izquierda.
Triásico Medio-Superior, Brasil (x 5); B. Euestheria forbesi, valva derecha. Triásico Medio-Superior, Argentina (x 4); C. Challaolimnadiopsis
mendozaensis, valva derecha. Triásico Medio-Superior, Argentina (x 4); D. Eosolimnadiopsis sp., valva derecha. Jurásico Medio-Superior,
Argentina (x 7); E. Orden Kazacharthra: Almatium gusevi, vista ventral. Triásico Medio-Superior, China (x 4) (A-B. tomadas de Gallego, 1999
a, b; C. tomada de Shen et al., 2001; D. inédita; E. tomada de Chen et al., 1996).
Orden Orstenocarida
CLASE MAXILLOPODA Este orden está basado en su único represen-
tante, Bredocaris admirabilis (Figura 20. 4 B) del
La clase Maxillopoda fue establecida por Dahl Cámbrico Superior de Suecia (fauna de Orsten).
en 1956 para englobar una serie de crustáceos Esta especie era pequeña (el adulto medía 0,85
extraordinariamente diversos, que se distin- mm), marina y habitaba la interfase agua-se-
guen por tener un céfalon de 5 segmentos, un dimento. Sus principales características son:
Figura 20. 4. Clase Maxillopoda. A. reconstrucción de Skara anulata (Orden Skaracarida); B. reconstrucción de Bredocaris admirabilis
(Orden Orstenocarida); C. Arcoscalpellum sp. (Orden Pedunculata); D. Balanus improvisus (Orden Sessilia); E. Derocheilocaris remanei
(Subclase Mystacocarida); F. Hemicyclops sp. (Subclase Copepoda, Orden Cyclopoida); G. Argulus sp. (Subclase Branchiura); H.
Cephalobaena tetrapoda (Subclase Pentastomida) (A. modificada de Müller y Walossek, 1985; B. modificada de Müller y Walossek, 1988;
C. modificada de Young, 1992; D. tomada de Young, 1994; E. modificada de Olesen, 2000; F. modificada de Ramírez y Escofet, 1973; G.
modificada de Ringuelet, 1943; H. según Heymons, tomada de Cuenot, 1949).
franca austral en aguas subantárticas viven. El primer par de cirros está próximo a
(Pastorino y Griffin, 1996). las piezas bucales (maxilipedios o cirros
bucales) y separado de los restantes cirros. El
abdomen es vestigial, con o sin furcas. Dioicos;
SUPERORDEN ACROTHORACICA hembras acompañadas por machos diminu-
tos. A juzgar por ciertos orificios hallados en
Organismos de vida libre que excavan peque- conchillas fósiles, los cirripedios Acrothoracica
ñas cavidades sobre corales, conchas de gas- habrían existido ya en el Pérmico, y quizá tam-
trópodos y otros sustratos calcáreos, en los que bién en el Devónico Tardío y Carbonífero.
CRUSTACEA
se hallan modificadas en fuertes ganchos de la línea troncal que dio origen a los crustá-
quitinosos o ventosas. Maxilas unirrámeas. No ceos modernos (Hou et al., 1996; Walossek y
hay maxilipedios. Tórax con 4 pares de apén- Müller, 2003).
dices birrámeos. Abdomen indiviso y bilobado,
usualmente con 1 par de diminutas ramas
furcales. Sexos separados; desarrollo anamór- CLASE MALACOSTRACA
fico. La subclase incluye 4 géneros. Holoceno
(Figura 20. 4 G). Cuerpo diferenciado en 2 tagmas: tórax (o
pereion) con 8 segmentos, y abdomen (o pleon)
con 6 (raramente 7) segmentos. Telson en gene-
SUBCLASE PENTASTOMIDA ral sin furca. Los orificios genitales de la hem-
bra abren en el 6º segmento del pereion, y los
Son parásitos de vertebrados, y viven en los del macho en el 8º. Poseen normalmente ojos
pulmones o en las cavidades nasofaríngeas. compuestos. Raramente nacen como larva
Infestan principalmente a reptiles, pero tam- nauplius. Cámbrico-Holoceno.
bién se hallan sobre anfibios, aves y mamíferos.
Tienen un aspecto vermiforme y pueden llegar
a medir 13 cm, siendo las hembras más grandes SUBCLASE PHYLLOCARIDA
que los machos. La región cefálica lleva la boca
y 4 garras con las que se fijan al hospedador. Se incluyen en esta subclase al orden
Éstas pueden estar sobre protuberancias con Leptostraca (con alrededor de 40 especies ac-
aspecto de patas, o directamente sobre la su- tuales) y otros 4 órdenes extintos. Presentan
perficie del cuerpo. Carecen de aparato respira- un caparazón bivalvo y un abdomen con 7 seg-
torio, circulatorio y excretor. Se conocen alrede- mentos (uno más que el resto de los Malacos-
dor de un centenar de especies. Cámbrico Tar- traca).
dío-Holoceno (Figura 20. 4 H).
Del Cámbrico Superior de Suecia (fauna de Orden Archaeostraca
Orsten), Walossek y Müller (1994) describen Caparazón con charnela. Telson estiliforme,
larvas muy parecidas a las de los pentastómi- proyectándose entre las ramas furcales. Se ha
dos actuales. Estas larvas estarían adaptadas reconocido la presencia de Caryocaris y
a vivir en las cámaras branquiales (u otras ca- Pumilocaris en el Ordovícico de Argentina
vidades similares) de algún cordado marino. (Racheboeuf et al., 2000). Ordovícico Tempra-
Si bien la posición filogenética de los no-Triásico Tardío (Figura 20. 5 D-F).
Pentastomida es controversial, Lavrov et al.
(2004) aportan nuevos datos moleculares que Orden Hoplostraca
ratifican la probable afinidad de éstos con los Caparazón sin charnela. Telson estiliforme,
Branchiura. ramas furcales pequeñas o ausentes. Devónico
Temprano-Carbonífero Tardío (Figura 20. 6 A).
Figura 20. 6. Clase Malacostraca. A-D. Subclase Phyllocarida: A. reconstrucción de Sairocaris sp. (Orden Hoplostraca), B. reconstrucción
de Hymenocaris vermicauda (Orden Hymenostraca), C. reconstrucción de Canadaspis perfecta (Orden Canadaspidida), D. Nebalia bipes
(Orden Leptostraca); E-G. Subclase Eumalacostraca, Superorden Hoplocarida: E. reconstrucción de Kallidecthes richardsoni (Orden
Aeschronectida), F. reconstrucción de Bairdops elegans (Orden Palaeostomatopoda), G. diagrama general (Orden Stomatopoda) (A.
modificada de Rolfe, 1969; B. modificada de Schram, 1986; C. tomada de Delle Cave y Simonetta, 1991; D. según Sars, tomada de Dahl
y Wägele, 1996; E. modificada de Schram, 1986; F. modificada de Schram, 1979; G. modificada de Manning, 1969).
2 especies del Cámbrico Medio de Burgess son 3500 m de profundidad. Incluye unas 40 espe-
Perspicaris dictynna y P. recondita. Hou y Bergström cies. Pérmico-Holoceno (Figura 20. 6 D).
(1997) describen Canadaspis laevigata del Cám-
brico Inferior de Chengjiang (China).
SUBCLASE EUMALACOSTRACA
Orden Leptostraca
Caparazón sin charnela. Con placa rostral Caparazón, cuando presente, nunca bivalvo.
móvil. Anténula con rama externa en forma de Pereiópodos de tipo estenopodial, rara vez to-
placa ovoide y rama interna flageliforme. An- dos similares. Anténulas y antenas primitiva-
tenas unirrámeas. Con 8 pares de pereiópodos mente birrámeas. Pleon con 6 segmentos (pu-
similares, foliáceos (filopodios), que constan de diendo haber reducciones por coalescencia),
un epipodito y un exopodito indivisos, y de un generalmente todos con apéndices (el último
endopodito segmentado. Seis pares de segmento lleva los urópodos). Marinos, estua-
pleópodos, los primeros 4 pares son birrámeos, riales, dulceacuícolas y algunos semiterrestres.
nadadores, y los últimos 2 pares son Devónico-Holoceno.
unirrámeos y pequeños; el pleonito 7 es ápodo.
El telson lleva 1 par de ramas furcales, y no se Orden Waterstonellidea
prolonga hacia atrás entre éstas. El desarrollo Pequeños organismos planctónicos o
es de tipo directo. Marinos, habitan entre 1 y nectónicos, con caparazón delgado y flexible,
CRUSTACEA
mo. Pedúnculo de las anténulas tan largo como pleópodos birrámeos, urópodos anchos, telson
el tórax. Todos los toracópodos similares, con lóbulos furcales. Solo 1 género reconocido:
birrámeos, con largas sedas distales. Los pri- Belotelson. Carbonífero (Figura 20. 8 B).
meros 5 pleómeros juntos son aproximadamente
iguales en largo a la suma del pleómero 6 y el Orden «Eocaridacea»
abanico caudal. Pleópodos birrámeos. Una úni- Brooks (1962) erige el orden Eocaridacea
ca especie reconocida: Waterstonella grantonensis para acomodar varias especies paleozoicas
(Figura 20. 8 A). Esta especie era aparentemente con aspecto caridoide. Más recientemente,
gregaria. Carbonífero Temprano (Escocia). muchas de estas especies fueron transferi-
das a otros taxones. Actualmente este orden
Orden Belotelsonidea incluye unas pocas formas mal conocidas
El caparazón cubre el tórax pero no está fu- (Eocaris, Devonocaris , Anthracophausia y
sionado al mismo. Todos los toracópodos simi- Essoidia).
Figura 20. 7. Clase Malacostraca. Subclase Eumalacostraca (A-E): A. Orden Palaeostomatopoda: Perimecturus sp. In. 35331 (x 0,95), B.
Orden Stomatopoda: Sculda syriaca s/n (x 1,9); C. Orden Pygocephalomorpha: Pygocephalus cooperi I. 13948 (x 2,85); D. ¿Orden Mysida?:
Elder sp. I. 44906 (x 1,9); E. Orden Isopoda: Archaeoniscus sp. I. 3039 (x 2,85); F. Clase Thylacocephala: Protozoea hilgendorfi J. 469-1 (x
0,95) (A-F. ©The Natural History Museum London).
8 sin exopoditos ni epipoditos. Pleómero 6 no dios. Los embriones son incubados en una cá-
fusionado al telson. Los pleópodos 1 y 2 siem- mara ventral o marsupio (ausente en Thermos-
pre presentes en el macho, formando el baenacea). Desarrollo directo. Libres o parási-
petasma. Triásico-Holoceno (Figura 20. 8 D). tos; marinos, de agua dulce y algunos semite-
Anaspidites antiquus (Triásico, Australia) es la rrestres. Carbonífero-Holoceno.
única especie fósil hasta ahora conocida
(Schram, 1984). Orden Spelaeogriphacea
El caparazón está fusionado al primer
Orden Bathynellacea toracómero y cubre parcialmente al segundo.
Primer toracómero libre (no fusionado al Con lóbulos oculares móviles pero sin elemen-
céfalon). Sin ojos ni estatocistos. Toracópodos tos visuales. Anténulas y antenas birrámeas.
1-7 con un endopodito de 3-4 artejos. Toracó- Toracópodos 1 modificados en maxilipedios.
podos 1 no diferenciados en maxilipedios. To- Toracópodos 3-4 con exopoditos biarticulados
racópodos 8 modificados en órgano copulador y setosos, 5-7 (a veces también el 8) con exopo-
en los machos, reducidos en las hembras. Con ditos simples y glabros. Abdomen con 5 pares
un pleotelson que lleva los urópodos y las ra- de pleópodos birrámeos (el quinto par reduci-
mas furcales. Solo 1 o 2 pares de pleópodos, do a un único artejo en Spelaeogriphus). Urópodos
que pueden faltar. Holoceno. birrámeos. Telson libre (no fusionado al últi-
mo segmento abdominal). Pequeños (los más
grandes no superan los 8,6 mm de longitud).
SUPERORDEN PERACARIDA Las 3 especies actuales conocidas viven en
aguas dulces subterráneas. Acadiocaris
Caparazón, cuando presente, nunca está fu- novascotica hallada en sedimentos marinos del
sionado a todos los toracómeros. Mandíbulas Carbonífero canadiense es el registro más tem-
con un diente móvil (lacinia mobilis) entre la zona prano que se tiene de este grupo (Schram, 1974).
incisiva y molar. Con 1-3 pares de maxilipe- Carbonífero (Mississippiano)-Holoceno.
Figura 20. 9. Subclase Eumalacostraca, Superorden Peracarida. A. reconstrucción de Tealliocaris woodwardi (Orden Pygocephalomorpha);
B. reconstrucción de Schimperella beneckei (Orden Lophogastrida); C. Elasmopus rapax (Orden Amphipoda); D. reconstrucción de
Hesslerella shermani (Orden Isopoda); E. reconstrucción de Anthracocaris scotica (Orden Tanaidacea); F. Diastylis cornuta (Orden
Cumacea); G. reconstrucción del caparazón de Ophthalmdiastylis parvulorostrum (Orden Cumacea) (A. modificada de Schram, 1979; B,
F. tomadas de Hessler, 1969; C. modificada de Lincoln, 1979; D. modificada de Schram, 1974; E. modificada de Schram et al., 1986; G.
modificada de Schram et al., 2003).
CRUSTACEA
los márgenes laterales del caparazón forman Los decápodos comprenden a los langostinos,
una cámara ovígera. Incluye una única espe- camarones, langostas, cangrejos ermitaños,
cie, Amphionides reynaudii, pelágica y de amplia centollas y los verdaderos cangrejos. Se los di-
distribución, habitando en casi todos los océa- vide en el suborden Dendrobranchiata (que
nos, particularmente en aguas tropicales y incluye a los langostinos y camarones
subtropicales entre los 35°N y 35°S. Holoceno. Penaeoidea y Sergestoidea), y el suborden
Figura 20. 10. Subclase Eumalacostraca, Superorden Eucarida, Orden Decapoda. A. Aeger tipularius In. 28846 (x 1); B. Eryon sp. CPBA
1199 (x 0,65); C. Hoploparia arbei CPBA 14564 (x 0,85); D. Meyeria magna 24602 (x 0,85); E. Chaceon peruvianus 28002 (x 0,55) (A, D-E.
©The Natural History Museum London; B-C. Área de Paleontología, Universidad de Buenos Aires).
CRUSTACEA
Los Thoracica y Acrothoracica son de vida li- cuentan con un registro fósil que se remonta al
bre, y sésiles en su etapa poslarval. Los «dien- Carbonífero. Los Amphipoda son la excepción,
tes de perro» (Thoracica: Balanomorpha) vi- siendo el fósil más temprano hasta ahora des-
ven adheridos a rocas u otros sustratos duros cubierto del Eoceno.
naturales (valvas de moluscos, caparazones de Los Decapoda son principalmente marinos,
crustáceos, la epidermis de ballenas, tortugas pero también se los halla en ríos, lagos y aguas
marinas, etc.) o artificiales (muelles, cascos de subterráneas, llegando algunos a adquirir há-
barcos, etc.). Los Acrothoracica habitan en pe- bitos terrestres. Algunas especies son pelágicas
queñas cavidades que ellos horadan median- y viven exclusivamente en la columna de agua
te la acción mecánica y química sobre sus- (por ejemplo, los camarones Lucifer, Sergestes,
tratos calcáreos (tales como corales o con- Oplophorus, el cangrejo Planes marinus, etc.). Sin
chas de moluscos). Los Rhizocephala son pa- embargo, la mayoría de los Decapoda viven
rásitos de otros crustáceos, principalmente sobre el fondo o asociados al mismo.
decápodos. Estos cirripedios están profunda- Los langostinos, camarones, langostas, etc.
mente modificados en su fase adulta, tanto que presentan un abdomen bien desarrollado,
resultan irreconocibles como crustáceos. Al- musculoso, totalmente expuesto y termina-
gunos de los efectos de los rizocéfalos sobre sus do en un abanico caudal. Estos grupos pue-
hospedadores son la castración parasitaria y den doblar el abdomen en forma brusca y
la feminización de los machos. Feldmann (1998) desplazarse rápidamente hacia atrás (reac-
halla cangrejos machos del Mioceno feminiza- ción de escape). Por el contrario en las
dos, por lo que sospecha que estaban infesta- centollas, cangrejos, etc. el abdomen está re-
dos por rizocéfalos. ducido y parcial o totalmente doblado bajo
Los copépodos exhiben una gran diversidad el cefalotórax.
de hábitos y hábitats. En el ambiente acuático Se postula que este proceso de acortamiento
se los halla en un amplio intervalo de y flexión del abdomen bajo el cefalotórax (de-
salinidades, formando parte del bentos o planc- nominado «carcinización») ocurrió indepen-
ton. Incluyen formas de vida libre, comensales dientemente varias veces en la evolución de
y parásitas. los Decapoda, alcanzando su máxima expre-
Los Ostracoda son crustáceos micrófagos; sión en los cangrejos Brachyura. En estos úl-
marinos, estuariales y dulceacuícolas; princi- timos el abdomen no lleva urópodos, y encaja
palmente bentónicos aunque existen algunas perfectamente en una depresión esternal. Un
formas planctónicas. En general, viven a esca- caso particular es el de los cangrejos ermita-
sa profundidad pero, hay también especies ños (Paguroidea), cuyos abdómenes son blan-
batiales y abisales. La morfología del capara- dos, carnosos, y por lo general adaptados a la
zón está asociada al ambiente en el que habi- cámara espiral de las conchas de los gastró-
tan: en las formas planctónicas éste es delgado podos en las que viven.
y liso, mientras que en las formas bentónicas Los camarones del fango (Thalassinidea), las
marinas es grueso y generalmente ornamen- langostas de agua dulce (Astacidae y
tado. Originalmente, los ostrácodos habrían Parastacidae), los cangrejos intermareales, etc.
sido exclusivamente marinos, y recién a partir excavan galerías en las que residen. Las gale-
del Paleozoico Tardío comenzaron a invadir el rías de los Thalassinidea son una de las tra-
ambiente acuático continental. zas fósiles más comunes en los estratos mari-
Entre los malacostracos, los Leptostraca se nos mesozoicos y cenozoicos. Estas trazas
distribuyen desde la costa hasta profundida- pueden incluir los restos de los organismos
des de más de 6000 m, los Euphausiacea son que habitaban las galerías (Bishop y Williams,
holopelágicos y constituyen el krill o «alimen- 2005).
to rojo» de las ballenas, y los Stomatopoda, si Se han hallado icnofósiles atribuibles a la
bien actualmente son marinos, en el Mesozoi- actividad de los Thalassinidea en el Meso-
co habrían contado con formas no marinas. zoico de cuenca Neuquina (Mángano y Bua-
Los Peracarida constituyen uno de los gru- tois, 1991) y en estratos cenozoicos patagó-
pos más exitosos de Crustacea. Son principal- nicos y rioplatenses (Carmona y Buatois,
mente marinos, pero también incluyen formas 2003; Verde, 2006). Se conocen construccio-
de agua dulce y terrestres. La mayoría es nes similares del Ordovícico del norte argen-
detritívora, pero hay además formas carnívo- tino, pero éstas habrían sido realizadas por
ras, herbívoras y parásitas. La posesión de una otros organismos, no por crustáceos decápo-
cámara de incubación, llamada marsupio, es dos (Mángano y Buatois, 2003; Carmona et
con toda probabilidad la clave de su éxito evo- al., 2004).
CRUSTACEA
el hallazgo de los primeros decápodos en el Pér- trucción del crustáceo ancestral. ¿Sus apéndi-
mico Superior de Sicilia y Siberia marcó un ces poscefálicos eran del tipo filopodial e inter-
cambio faunístico importante. En el Pérmico venían tanto en la alimentación como en la
se extinguieron los Pygocephalomorpha, pero natación (Cephalocarida), o eran paletas birrá-
los Syncarida se dispersaron por América del meas exclusivamente natatorias, estando la
Sur y en el Triásico lo hicieron por Australia, alimentación a cargo de los apéndices cefálicos
permaneciendo desde entonces en estas regio- (Remipedia)? En los árboles filogenéticos ela-
nes. borados por Wills (1997) y Schram y Hof (1998),
El Cenozoico habría sido una era favorable Remipedia se sitúa en la raíz de los mismos,
para los crustáceos, dado que no se registran sustentando así la segunda de las hipótesis
extinciones importantes sino que, por el con- arriba mencionadas.
trario, aparecen taxones tales como los copépo- Walossek y Müller (1998) proponen un esque-
dos (a partir del Mioceno) y los anfípodos (a ma de relaciones filogenéticas de los Branchio-
partir del Eoceno), y otros más antiguos como poda, que se reproduce en la Figura 20. 11. Se-
los cirripedios y los ostrácodos alcanzan du- gún estos autores, los Branchiopoda se habrían
rante esta era gran abundancia y diversifica- separado de los Maxillopoda durante el Cám-
ción. Los decápodos experimentaron una gran brico Tardío. Dentro de los Branchiopoda dis-
radiación en el Terciario, y los primeros isópo- tinguen dos linajes: los «Anostraca s.l.» y los
dos de hábitos terrestres aparecen en este pe- Phyllopoda. Los primeros incluyen a
ríodo. Rehbachiella kinnekullensis, una forma marina del
Cámbrico Tardío (Orsten), a Lepidocaris rhyniensis
del Devónico de Escocia, y a los Anostraca ac-
RELACIONES FILOGENÉTICAS tuales. Otros autores consideran a Rehbachiella
como grupo hermano de los restantes Bran-
Los crustáceos presentan gran disparidad de chiopoda. Rehbachiella y Anostraca poseen ojos
planes estructurales y una filogenia interna compuestos pedunculados (aparentemente au-
especialmente complicada. sentes en Lepidocaris), por otra parte Lepidocaris y
La clase Branchiopoda fue considerada por los Anostraca carecen de caparazón.
mucho tiempo el grupo más primitivo de Los Phyllopoda poseen ojos internalizados,
Crustacea, en virtud de su elevado número de es decir, invaginados dentro del cuerpo (pue-
segmentos y la extensa serie de apéndices si- den estar comunicados con el exterior a través
milares con procesos masticatorios (esto es es- de un pequeño poro). Walossek y Müller (1998)
pecialmente aplicable a Notostraca). Debido a reconocen dos linajes dentro de este taxón: Cal-
que los miembros de esta clase poseen filopo- manostraca y Diplostraca. Los Calmanostraca
dios, se sugirió que éstos eran los apéndices presentan hábitos de vida bentónica, e inclu-
arcaicos de los crustáceos. yen a los órdenes Kazacharthra (extinto) y
En 1955 Sanders descubre un pequeño crus- Notostraca. Los Diplostraca presentan capa-
táceo frente a las costas de Massachusetts, razones bivalvos, y abarcan a los Conchostraca
Hutchinsoniella macracantha, para el que erige la y Cladocera.
clase Cephalocarida. Este crustáceo presenta Dahl, en 1956, reúne a Mystacocarida, Cope-
una serie de apéndices similares, con procesos poda, Branchiura, Ascothoracida y Cirripedia
masticatorios y tres ramas. Además, la maxila en la clase Maxillopoda. Algunos autores tam-
es idéntica al primer apéndice del tronco, lo bién incluyen a Ostracoda en esta clase, y más
que pone de manifiesto su condición arcaica. recientemente han sido agregados los
Sanders (1957) sugiere que de un apéndice si- Tantulocarida, Facetotecta, Pentastomida y
milar al de los cefalocáridos pudieron haber varios grupos fósiles. Maxillopoda se caracte-
derivado todos los tipos básicos de apéndices riza por tener un tronco de hasta 7 segmentos,
de los crustáceos, y ubica a este taxón en la un abdomen de hasta 4 segmentos, maxílulas
base del tronco que dio origen a los crustáceos. y maxilas bien desarrolladas, y por la ausen-
En 1981 Yager describe a Speleonectes lucayensis cia de gnatobases en los toracópodos. En base
de las Bahamas, y crea la clase Remipedia para principalmente al escaso número de segmen-
incluir dicho taxón. Actualmente esta clase tos poscefálicos (11 como máximo), se ha suge-
posee 9 especies actuales y dos fósiles. Los rido que este grupo pudo haber surgido a par-
Remipedia tienen aspecto vermiforme, y lle- tir del estadio larvario de un malacostraco que
van un par de apéndices birrámeos, en forma adquirió madurez sexual temprana (progéne-
de paleta y sin procesos masticatorios, sobre sis).
cada segmento del tronco. El hallazgo de este
Figura 20. 11. Relaciones filogenéticas dentro de la Clase Branchiopoda. Apomorfías: (1) órgano nucal (osmorregulador); (2) apéndices
del tronco filtradores y canal alimentario ventral; (3) ojos compuestos expuestos, proyectándose hacia adelante; (4) ojos compuestos
internalizados y ubicados dorsalmente; (5) reducción del caparazón; (6) hábito de vida bentónico, apéndices anteriores adaptados para
capturar presas, tronco con numerosos segmentos; (7) caparazón bivalvo (modificada de Walossek y Müller, 1998).
Figura 20. 12. Relaciones filogenéticas dentro de la Clase Maxillopoda. Apomorfías: (1) tagmosis reducida (7 toracómeros + 4 segmentos
abdominales); (2) desarrollo con dos fases larvales, apareciendo abruptamente en la segunda fase la segmentación del tronco (tórax y
abdomen), los toracópodos y las ramas furcales articuladas; (3) desaparición de los ojos compuestos, reducción de las expansiones
laterales del escudo dorsal, y modificación del primer par de toracópodos en maxilipedios (modificada de Walossek y Müller, 1998).
La monofilia de Maxillopoda fue cuestionada en maxilipedios, entre otros). Esta rama inclui-
por varios autores, y las relaciones filogenéti- ría a Skaracarida, Mystacocarida y Copepoda.
cas entre los grupos que integran este taxón La particularidad más saliente de los Malacos-
son poco claras. Walossek y Müller (1998) pro- traca es la tagmatización del cuerpo en un
ponen una posible filogenia de Maxillopoda pereion de 8 segmentos y un pleon de 6 (excep-
(Figura 20. 12). Según estos autores, Dala peilertae cionalmente 7) segmentos. La filogenia de esta
del Cámbrico Superior de Suecia (fauna de clase no está clara, habiéndose publicado en los
Orsten) sería el grupo ancestral. Los últimos años varios esquemas filogenéticos
toracómeros de esta especie cumplían una do- (Schram y Hof, 1998; Wills, 1997; Richter y
ble función (locomoción y alimentación); en Scholtz, 2001; entre otros). En la Figura 20. 13 se
tanto que en el resto de los Maxillopoda la fun- presenta uno de los esquemas filogenéticos pro-
ción alimentaria está restringida a los apéndi- puestos por Schram y Hof (1998).
ces cefálicos. Luego, también durante los tiem- Los Phyllocarida han sido tradicionalmente
pos cámbricos, se escinden las líneas clasificados como los más primitivos Malacos-
Thecostraca y Copepoda. La primer línea man- traca (ver Calman, 1909). Schram (1986) agru-
tiene varias plesiomorfías (la presencia de ojos pa a los Phyllocarida, Cephalocarida y Bran-
compuestos y un escudo cefálico bien desarro- chiopoda en la clase Phyllopoda. Más reciente-
llado, entre otras), e incluiría a Bredocaris mente, Spears y Abele (1999) rechazan la hipó-
admirabilis, Tantulocarida, Thecostraca s. str., y tesis de la monofilia de Phyllopoda y confir-
quizá también a Branchiura y Ostracoda. La man la posición basal de Phyllocarida entre
línea Copepoda presenta varios caracteres de- los Malacostraca.
rivados (la reducción del escudo dorsal, la des- La filogenia de los Eumalacostraca es también
aparición de los ojos compuestos y la modifi- controvertida. Así, por ejemplo, los Hoploca-
cación del primer par de apéndices torácicos rida aparecen en diversas posiciones: asocia-
CRUSTACEA
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OSTRACODA
Cecilia Laprida
Sara Ballent
Figura 21. 1. Morfología interna de Cypridopsis vidua (Podocopida, Cypridoidea), no marino. Vista lateral interna de ejemplar femenino,
valva izquierda removida (modificado de Van Morkhoven, 1959).
boca en un estómago alargado, al que siguen el cuerpo. Ganglios más pequeños, conectados al
intestino largo y musculoso y un recto que cul- sistema central por nervios secundarios,
mina en el ano. El alimento ingresa a la cavi- inervan a todos los apéndices cefálicos.
dad bucal luego de haber sido procesado físi-
camente por mandíbulas y maxilas. La mayor
parte del proceso digestivo ocurre en el estó- ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS
mago, que recibe las secreciones de una glán-
dula, el hígado, ubicado en la zona de duplica- Gran número de ostrácodos carece por com-
dura, en estrecha relación con las valvas. pleto de ojos, pero la mayoría posee 1 ojo sim-
ple de posición mediana, el ojo nauplius, si-
tuado entre las anténulas, justo por debajo del
SISTEMAS CIRCULATORIO Y margen dorsal de las valvas. Además, todo el
RESPIRATORIO cuerpo está cubierto por pequeñas sedas cor-
tas sensoriales que cruzan las valvas a través
La mayoría de los ostrácodos carece de un sis- de poros y que son las encargadas de mantener
tema circulatorio definido y tampoco presen- el contacto con el medio exterior, aun cuando
tan un sistema respiratorio diferenciado. El in- el caparazón se halle cerrado. Estas sedas son
tercambio gaseoso se efectúa a través de la pa- particularmente abundantes en la región an-
red del cuerpo por simple difusión. Los exopo- terior del cuerpo, es decir, en la extremidad
ditos de las maxilas han sido interpretados cefálica.
como superficies de intercambio respiratorio.
Algunos autores consideran que los tejidos blan-
dos que ocupan el vestíbulo, un espacio interior APÉNDICES
situado cerca del margen de las valvas, partici-
parían del proceso de intercambio gaseoso. El rasgo morfológico más prominente, y el que
presenta mayor afinidad con el resto de los
crustáceos, es la presencia de apéndices pares
SISTEMA NERVIOSO articulados (Figura 21. 1). Los ostrácodos por-
tan apéndices tanto en el céfalo como en el tó-
El órgano más conspicuo del sistema nervio- rax. Con excepción de la anténula, todos son
so es un cerebro de posición subcentral. birrámeos, aunque el exopodito puede estar re-
Adicionalmente existe un anillo circunesofá- ducido. La cabeza lleva 4 pares de apéndices:
gico y una cadena ventral de pares de ganglios antenas I o anténulas (A1), antenas II (A2),
fusionados que recorre longitudinalmente el mandíbulas (Md) y maxilas (Mx).
OSTRACODA
cefálicos son estructuras largas y acintadas que ciones alimenticias (maxilipedios) o, en los
cumplen funciones sensoriales y motoras, uti- machos de algunas especies, para participar
lizándolas en la natación o en la reptación, de- en la reproducción como órgano de sujeción de
pendiendo del hábito de vida. Las antenas II la hembra durante la cópula. El segundo par
constituyen el órgano de locomoción más im- de patas es muy variable: puede ser idéntico al
portante. Son empleadas coordinadamente con primer par y participar activamente en la lo-
las A1 para nadar, o con el primer par de patas comoción, adoptar forma de una placa bran-
torácicas para reptar. Eventualmente, partici- quial interviniendo en la respiración, e incluso
pan en la alimentación. En los machos, la A2 tener funciones sensoriales asociadas a la re-
puede actuar como órgano de sujeción de la producción. En algunos grupos el segundo par
hembra en el proceso de cópula. Las mandíbu- de patas falta por completo. Del mismo modo,
las se ubican a ambos lados de la cavidad bu- el tercer par de patas puede ser morfológica-
cal y tienen funciones exclusivamente masti- mente idéntico al segundo par, actuando igual-
catorias. El podómero basal del protopodito mente en la locomoción pero, en otros grupos
está muy quitinizado, y suele presentar fuer- puede estar altamente modificado y contribuir
tes crenulaciones que intervienen en la parti- en la limpieza del interior del caparazón. En
ción mecánica del alimento. El cuarto par de algunos casos, al igual que el segundo par de
apéndices cefálicos, las maxilas, yace por de- patas, está completamente ausente. Un cuarto
trás de las mandíbulas. Son apéndices fuerte- par de patas es identificable en un único grupo
mente modificados: los artejos correspondien- viviente, la superfamilia Puncioidea.
tes al endopodito forman un palpo de funcio-
nes masticatorias, mientras que el exopodito
cumple funciones respiratorias. Por ello está MÚSCULOS ADUCTORES
expandido como una amplia placa branquial
con numerosas sedas en el margen posterior, En la mitad anterior del cuerpo, existe un pa-
que se extienden lateralmente al cuerpo y están quete de musculatura estriada que lo atravie-
constantemente en movimiento, asegurando la sa de lado a lado: son los músculos aductores.
circulación del agua dentro del caparazón. Las fibras musculares son perpendiculares al
El tórax lleva 1 a 4 pares de patas, de funcio- plano de unión de las valvas y se unen a su
nes y morfologías variadas. El abdomen, fu- cara interna por lo que, cuando se contraen, el
sionado al tórax, carece de apéndices y culmi- caparazón se cierra (Figura 21. 2 A). Al
na en un par de furcas. distenderse los músculos, las valvas tienden a
El primer par de patas torácicas presenta abrirse como consecuencia de la contracción
morfologías muy variadas en los distintos gru- de un ligamento elástico dorsal. En el punto de
pos. En algunos actúa como órgano de locomo- unión entre cada fibra muscular y el capara-
Figura 21. 2. A. esquema del corte transversal de un ostrácodo al nivel de los músculos aductores; B. esquema de detalle de la región
periférica anterior de la valva izquierda (modificado de Van Morkhoven, 1959).
Figura 21. 3. Representantes de los órdenes de Ostracoda. Esquemas del aspecto general de los caparazo-
nes indicando su orientación y detalle de las impresiones musculares.
OSTRACODA
tructura es altamente diagnóstica. La conexión nombre de crúminas, que han sido interpreta-
entre el órgano copulatorio y los testículos es dos como cámaras de cría (Figura 21. 4).
un grupo complejo de espermiductos Cuando el huevo eclosiona da lugar a una lar-
espiralados. En los Cypridoidea, los ductos va nauplius, que ya posee un caparazón
eyaculatorios se modifican y forman una es- bivalvo escasamente calcificado, de menor ta-
tructura musculosa, el órgano de Zenker, que maño que el adulto. Luego sigue un crecimien-
actúa como una bomba de esperma. En otros to discontinuo; el caparazón es eliminado pe-
grupos (Cytheroidea), la bomba espermática riódicamente y reemplazado por otro mayor,
está directamente incorporada a la estructura conforme a las nuevas dimensiones del cuer-
de los hemipenes. po. Este proceso se denomina muda o ecdisis.
Existen tres estrategias reproductivas en os- Se han descripto hasta 8 estadios larvales en-
trácodos. La reproducción bisexual implica tre la eclosión y la madurez sexual (Figura 21.
cópula y fertilización de las hembras por par- 5). Dado que existen 8 caparazones juveniles (es-
te de los machos de una misma población. La tadios A-8 a A-1) por cada individuo que llega a
mayor parte de las especies que habitan los adulto, la presencia de valvas juveniles es rela-
ambientes marinos se reproducen exclusiva- tivamente frecuente en sedimentos de grano
mente de este modo. Esta reproducción tiene fino asociados a ambientes de baja energía.
lugar también en ambientes continentales, en En los medios no marinos, ciertas especies
especial estables, tales como en la zona más habitan charcas temporarias, sometidas a de-
profunda de los grandes lagos. La reproduc- secación periódica. Estas formas producen hue-
ción partenogenética (sin la participación de vos resistentes capaces de soportar largos pe-
machos) es relativamente frecuente, y existe ríodos (hasta años) de sequía, eclosionando solo
un grupo (Darwinuloidea) en el cual virtual-
mente se desconoce la existencia de individuos
masculinos. La partenogénesis es una estrate-
gia reproductiva común, aunque no exclusiva,
en ambientes no marinos inestables. Un tercer
tipo de estrategia es la reproducción mixta, en
la cual una especie puede tener reproducción
tanto bisexual como partenogenética, depen-
diendo de las condiciones imperantes.
OSTRACODA
se caracterizan por la presencia de lóbulos y
surcos (Figura 21. 7). Los lóbulos son elevacio-
nes marcadas del caparazón que reflejan la
anatomía interna. Existen hasta 4 que se desig-
nan L1, L2, L3, L4 desde la parte anterior a la
posterior, los que se hallan separados por sur-
cos, depresiones elongadas denominadas S1, S2,
S3. El surco S2 corresponde al área de inserción
de los músculos aductores y es el único que
está siempre presente. El velo es una estructu-
ra amplia que se desarrolla a lo largo del mar-
gen libre de la valva.
Adicionalmente a la presencia de tubérculos,
lóbulos, surcos, expansiones alares o velos, las
Figura 21. 7. Esquema de morfología externa de un Palaeocopida, valvas pueden ser lisas u ornamentadas. La
marino, valva izquierda, amplete. Se observan el borde dorsal recto, ornamentación consiste de costillas, estrías,
ventral ampliamente convexo y superficie externa con lóbulos y surcos, tubérculos, reticulaciones, pequeñas
surcos. A. vista dorsal; B. vista lateral (modificado de Brasier, 1980). depresiones puntuales llamadas punctas, o
Figura 21. 8. Esquemas de morfología interna en Podocopida. A. valva derecha de Loxoconcha paranensis (Cytheroidea) marino. Holoceno,
Buenos Aires; B. valva derecha de Sclerocypris exserta (Cypridoidea), no marino. Holoceno, Namibia, África (A. modificado de Bertels y
Martínez, 1997; B. modificado de Horne et al., 2002).
OSTRACODA
el margen mismo de las valvas pudiendo ser largo del margen dorsal, que actúan como bi-
rectos o curvos, simples o bifurcados, de diá- sagra. Los elementos charnelares de ambas
metro constante o ensancharse en algún punto valvas son complementarios: si en la izquier-
de su recorrido (Figura 21. 8). En el margen da hay una foseta y una barra, en la misma
anterior, donde la duplicadura generalmente ubicación de la derecha habrá un diente y un
es más ancha, los canales de los poros margi- surco. Se reconocen tres tipos básicos de char-
nales suelen ser más largos y numerosos, lo nela (Figura 21. 9), de acuerdo al número y na-
que constituye una ayuda adicional para la turaleza de elementos que la conformen. En la
determinación del margen anterior. charnela adonta, existe un único elemento alar-
Existe otro tipo de poros que atraviesa la gado, una barra o surco, que puede o no estar
lamela externa: los poros normales, que son crenulado. La charnela merodonta lleva 3 ele-
canales cortos perpendiculares al plano de las mentos: anterior (diente o foseta), mediano alar-
valvas. A través de ellos se libera la secreción gado (barra o surco) y posterior (diente o
de ciertas glándulas y se proyectan hacia el foseta), los cuales pueden ser lisos o crenulados.
exterior sedas sensitivas cortas que el animal En la charnela anfidonta se reconocen 4 ele-
posee en la superficie del cuerpo. mentos constitutivos, como consecuencia de la
modificación del extremo anterior del elemen-
to mediano. Charnelas más complejas pueden
CHARNELA considerarse variantes de esta última.
En algunos grupos (por ejemplo Myodocopida)
Las valvas están articuladas dorsalmente la articulación se realiza simplemente por un
mediante una charnela. Ésta consta de una se- ligamento elástico situado en el margen dorsal
rie de elementos calcificados diferenciados (ba- de las valvas.
DIMORFISMO SEXUAL
OSTRACODA
los en 5 órdenes, que se detallan a continua- aguas poco profundas y con hábitos detritívo-
ción (Cuadro 21. 1). ros o filtradores en su alimentación. Otros fue-
ron reptadores y cavadores en fondos areno-
sos y fangosos. Exclusivamente marinos. Or-
PHYLUM ARTHROPODA dovícico-Pérmico, ?Triásico-Holoceno.
Las formas lisas y robustas, carentes de sur-
SUBPHYLUM CRUSTACEA cos y lóbulos y con el borde dorsal recto y muy
corto en relación al largo total del caparazón,
CLASE OSTRACODA han sido separados en el orden Leiocopida (Or-
dovícico-Pérmico) por Schallreuter (1973). Asi-
Crustáceos de cuerpo lateralmente compri- mismo, Adamczak (1961) reunió en Eridostra-
mido, contenido en un caparazón bivalvo más coda a formas primitivas del Ordovícico con
o menos calcificado y perforado; cabeza valvas multilaminadas, es decir, integradas
indiferenciada, presencia de 4 pares de apén- por la superposición de numerosas láminas
dices cefálicos, 1 a 3 (excepcionalmente 4) pa- retenidas después de la muda (aunque esta ca-
res de apéndices torácicos y 1 par de furcas. racterística puede no estar presente, según
Ordovícico-Holoceno. Schallreuter, 1993). Actualmente la posición de
estos ostrácodos es controversial; algunos au-
Orden Leperditicopida tores los incluyen en los Palaeocopida mien-
Caparazón grande, grueso y fuertemente cal- tras que otros los consideran branquiópodos
cificado, generalmente liso. Margen dorsal ho- marinos extinguidos.
rizontal, largo y recto, con ángulos cardinales Los Palaeocopida constituyen el grupo domi-
bien marcados. Charnela adonta. Tubérculo nante entre los ostrácodos paleozoicos y están
ocular en posición ántero-dorsal frecuente- diversamente representados en el Ordovícico
mente bien desarrollado. Margen ventral con- de la Precordillera argentina.
vexo. Borde anterior de menor altura que el Se incluye en este orden a los vivientes
posterior. Diseño de las impresiones muscula- Puncioidea (Mioceno-Holoceno, Figura 21. 3)
res consistente en un complejo compacto de (Horne et al., 2002), una superfamilia de ostrá-
numerosas cicatrices redondeadas (más de 200) codos marinos, extremadamente raros con ca-
ubicadas en la parte media anterior de la val- racterísticas exclusivas: poseen valvas con el
va. Tubérculo subcentral o un surco pueden margen dorsal recto y el ventral ampliamente
indicar su ubicación en vista externa. Valvas convexo con velo, y las valvas son capaces de
fuertemente desiguales, la derecha recubriendo extenderse lateralmente (amplia hiancia) de
a la izquierda. El caparazón liso, margen ven- modo que sus márgenes se apoyan horizontal-
tral ampliamente convexo y destacado tubér- mente sobre el sustrato. Asimismo sus prime-
culo ocular sugieren un modo de vida pelági- ros estadios ontogenéticos son univalvos.
co. Asimismo su gran tamaño indica una dieta
carnívora como los recientes Myodocopida. Orden Podocopida
Exclusivamente marinos. Ordovícico-Devóni- Caparazón generalmente inequivalvo, con el
co (Figura 21. 3). borde dorsal variablemente convexo y el ven-
tral ligeramente convexo, cóncavo o recto. Val-
Orden Palaeocopida vas lisas o diversamente ornamentadas. Di-
Caparazón grande (entre 0,5 y 50 mm) fuer- morfismo sexual a veces presente. Charnela de
temente calcificado. Margen dorsal largo y rec- diferentes tipos. Lamela interna calcificada de
to, y el ventral ampliamente convexo podía variable desarrollo; zona marginal con cana-
presentar adicionalmente un lóbulo ventral o les de poros marginales. Su separación en ca-
un velo. Tubérculo ocular prominente y usual- tegorías sistemáticas menores (subórdenes, su-
mente con un profundo surco vertical (S 2) en perfamilias) se basa en el diseño de las impre-
posición media-anterior, que corresponde al siones musculares. Este orden agrupa a la ma-
área de inserción muscular. Impresiones mus- yoría de los ostrácodos actuales bentónicos,
culares desconocidas. Lisos u ornamentados ocupando una amplia gama de hábitats. La
por lóbulos y surcos. Pronunciado dimorfis- morfología de los apéndices, la forma de las
mo sexual, incluyendo el desarrollo de valvas, su ornamentación y el tipo de charnela
crúminas en posición ántero-ventral. Lamela están en relación directa con el hábito de vida.
interna no calcificada. Charnela, cuando cono- Ordovícico-Holoceno.
cida, adonta. Una superfamilia de palaeocópi- El suborden Metacopina (Figura 21. 3), un gru-
dos, los Beyrichoidea (Figura 21. 4), fueron na- po marino extinguido, posee impresiones mus-
Figura 21. 12. Diagrama de las diferencias entre lagos bajo dos regímenes climáticos diferentes. A. la
precipitación es mayor que la evaporación (P>E); B. la evaporación es mayor que la precipitación (E>P). En
ambos casos, esta relación controla la salinidad del agua del lago, la naturaleza del sedimento y la
disponibilidad de nutrientes, y por ende, la composición de la fauna de ostrácodos.
OSTRACODA
entre el tamaño del vestíbulo en Krithe, un gé- PALEOBIOGEOGRAFÍA DE AMÉRICA
nero cosmopolita común en las profundidades DEL SUR
batiales, y las condiciones de oxigenación de la
interfase. La Paleobiogeografía, establecida con inde-
pendencia de los datos geológicos y geofísicos,
ayuda no solamente a la reconstrucción paleo-
CONTAMINACIÓN AMBIENTAL geográfica, sino también a la datación de las
etapas de desplazamiento de las masas conti-
Los ostrácodos son utilizados en estudios de nentales, al conocimiento de la evolución
contaminación ambiental, dado que las espe- topográfica de los fondos marinos, de los cam-
cies euritópicas se tornan dominantes a medi- bios climáticos y al establecimientos de corrien-
da que la polución se incrementa. No obstante, tes oceánicas.
cabe aclarar que, al igual que el resto de la Las microfaunas de ostrácodos ordovícicos
meiofauna, no soportan niveles de alta polu- de la Precordillera de San Juan evidencian cier-
ción, y son incapaces de vivir en medios fuer- to grado de endemismo, al que no son ajenos
temente contaminados. Un claro ejemplo lo otros grupos de invertebrados. Sin embargo,
constituyen las faunas del Mar Aral, que han la presencia de los géneros Berdanellina,
sufrido un incremento de salinidad de 10‰ a Saccelatia, Ningulella y Ordovizona indica afini-
35‰ en solo 30 años como consecuencia del dad con las regiones boreales de Báltica y
impacto antropogénico y de las condiciones Laurentia, mientras que los registros de Pilla y
climáticas que determinan una fuerte evapo- Eodominina muestran una relación con Austra-
ración. Bajo estas condiciones, de las 11 espe- lia, afinidad observada también en trilobites y
cies presentes en 1960 solo Cyprideis torosa so- braquiópodos. La ocurrencia de un importan-
brevive en la actualidad. En Argentina, Kaesler te número de taxones pandémicos entre los
et al. (1979) analizaron el efecto de la polución podocópidos podría estar relacionado con la
por hidrocarburos sobre la fauna de ostráco- preferencia de este grupo, durante el Paleozoi-
dos en el Estrecho de Magallanes. co Temprano, por las aguas de mayor profun-
didad de la plataforma y del talud (Siveter,
1984).
TAFONOMÍA En el Mesozoico, las profundidades oceánicas
constituyeron una barrera física prácticamente
También puede destacarse el valor de los os- infranqueable para los ostrácodos; el factor
trácodos en estudios de índole tafonómica. La tectónico tuvo asimismo una influencia de peso
morfología de valvas y caparazones, que faci- en la distribución del grupo. Acompañando al
lita su transporte aun por corrientes débiles, y desmembramiento de Gondwana se produje-
el crecimiento discontinuo, que da lugar a la ron sistemas de fracturas afectando, por un
presencia de juveniles, les otorga un gran po- lado, el nordeste de América del Sur y el cen-
tencial para los estudios bioestratinómicos. La tro-oeste de África y por el otro, los extremos
presencia de selección por tamaño y el estudio australes de América del Sur (en particular
de la relación entre adultos y juveniles permi- Argentina) y África (en particular Sudáfrica).
te inferir la presencia de transporte aun cuan- En el norte la fracturación inicial produjo es-
do no existan otras evidencias que lo indiquen tructuras tipo graben paralelas a las actuales
(Browers, 1988; Whatley, 1988). La distinción, costas; en el extremo austral, las fracturas
algunas veces dificultosa, entre sedimentos mayores son perpendiculares a los márgenes
pelágicos y turbidíticos puede ser dilucidada y de rumbo este-oeste. Como consecuencia de
en base a la abundancia y preservación de los ello los continentes migraron a lo largo de la
ostrácodos. Asimismo, se ha sugerido que la fractura de Malvinas de manera tal que, la
longitud de las valvas puede ser usada para comunicación física entre ambas regiones
estimar el tamaño de grano original en rocas australes continuó hasta tiempos albianos, no
sedimentarias recristalizadas. También se ha existiendo, hasta ese momento, barreras
demostrado su utilidad en la estimación de oceánicas entre ambos (Dingle, 1984). Sin em-
velocidad de sedimentación y energía y direc- bargo, la dorsal de Río Grande-Walvis repre-
ción de las paleocorrientes. sentó en algunos casos una barrera física efec-
tiva para impedir la migración de los ostrá-
codos. Así, la distribución de Procytherura du-
rante el Jurásico Temprano y Medio (Ballent y
Whatley, 2000) con registros boreales y austra-
OSTRACODA
A. Chattertonella corrugata, valva izquierda, amplete, unisurcada, borde dorsal recto, dos nódulos, superficie corrugada; B. Cribobolbina
cf. C. cribata, valva derecha, amplete, ángulos cardinales bien definidos, velo, superficie con débil reticulación; C. Cribobolbina cribata,
valva izquierda, levemente preplete, unisurcada, borde dorsal recto, superficie reticulada y con pequeñas papilas. D-F. Platycopida,
cuenca Neuquina. D. Cytherelloidea circunscripta, Jurásico Inferior, caparazón, vista lateral derecha, costilla paralela a los bordes
dorsal, posterior y ventral; E. Cytherella australoamericana, Paleoceno, valva derecha, superficie con punctuaciones; F. Cytherella
spirocostata, Paleoceno, valva derecha, costilla en espiral; G. Bairdiodea. Bythocypris sp., Paleoceno, cuenca Neuquina, caparazón,
vista lateral izquierda, superficie lisa; H-U. Cytheroidea. H. Procytherura transversiplicata, Jurásico Medio, cuenca Neuquina, valva
derecha, costilla longitudinal media, reticulado intercostal, tubérculo ocular; I. Sondagella theloides, Cretácico Inferior, cuenca Neuquina,
caparazón, vista lateral izquierda, costillas longitudinales, pequeñas papilas, tubérculo ocular; J. Echinocythereis sp., Holoceno,
Atlántico sudoccidental, valva izquierda, superficie con pequeñas espinas; K. Buntonia rocanortensis, Paleoceno, cuenca Neuquina,
valva izquierda, costillas longitudinales; L. Trachyleberis weiperti, Paleoceno, cuenca Neuquina, caparazón, vista lateral izquierda,
superficie con tubérculos y tubérculo ocular; M. Ambostracon bertelsae, Plioceno, Atlántico sudoccidental, valva izquierda, tubérculo
subcentral y ocular; N. Austroaurila theeli, Plioceno, Atlántico sudoccidental, valva derecha, superficie con retículo y tubérculo
subcentral; O. Cativella bensoni, Plioceno, Atlántico sudoccidental, valva derecha, costillas longitudinales, retículo y tubérculo ocular;
P-S. Holoceno, cuenca del Salado. P. Hemicytherura chuiensis, valva derecha, tubérculo ocular, costilla submarginal ventral marcada,
superficie ornamentada por hoyuelos y punctas; Q. Cytheretta punctata, valva derecha con costillas longitudinales chatas y anchas,
espacios intercostales con reticulación, tubérculo subcentral marcado; R. Cornucoquimba lutziana, valva izquierda con tubérculo
subcentral, tubérculo ocular y costilla marginal que recorre los extremos anterior y ventral; S. Oculocytheropteron micropunctatum, valva
derecha, superficie ornamentada por costillas cortas que forman un reticulado subpoligonal, costillas marginales subparalelas a los
márgenes ventral y anterior, espacios intercostulares con punctas; T-U. Holoceno, golfo de Vizcaya, Francia, T. Cytheropteron alatum,
proceso alar subtriangular muy marcado y proceso caudal medial agudo; U. Krithe sp., proceso caudal ventral subredondeado.
Las microfaunas marinas del Cretácico Supe- últimos eventos transgresivos. Bertels y
rior y Terciario de Patagonia son numerosas y Martínez (1997) y Bertels-Psotka y Laprida
han sido estudiadas ininterrumpidamente des- (1998) estudiaron los depósitos relacionados con
de 1970, estableciéndose correlaciones con zo- las transgresiones Querandinense y Platense en
nas bioestratigráficas de foraminíferos planc- el ámbito del estuario de Bahía Blanca y la cuen-
tónicos y nanofósiles. Estos datos fueron resu- ca del Salado, respectivamente.
midos por Echevarría (1984). Los ostrácodos del A lo largo del borde atlántico brasileño las
límite Cretácico-Terciario se hallan exhaustiva- variadas microfaunas de ostrácodos cretácicos
mente estudiados (Bertels, 1995), distinguién- también han demostrado ser elementos útiles
dose taxones endémicos tales como Neoveenia, para caracterizar las asociaciones bentónicas
Rocaleberis y Wichmannella y otros que reflejan (Viviers et al., 2000).
claras conexiones gondwánicas, como Togoina, Los ostrácodos provenientes de las cuencas
Nigeria y Afranticythereis. Delimitan el pasaje Cre- intracratónicas del Cretácico y Terciario Infe-
tácico-Terciario, entre otras, las especies Togoina rior del centro-oeste de América del Sur (Boli-
cretacea, T. semiinornata, Nigeria punctata, Wichman- via, Ecuador, Perú), también han sido objeto
nella cretacea, W. magna, Rocaleberis araucana y de estudio, en muchos casos estableciéndose
Afranticythereis venusta del Maastrichtiano, y correlaciones locales con los foraminíferos
Togoina argentinensis, Wichmannella meridionalis, planctónicos acompañantes (Durán y Salazar,
Rocaleberis nascens y Afranticythereis schilleri del 1990; Rodrigo et al., 1990, Musacchio, 1990).
Daniano inferior (Figura 21. 14). Respecto a las áreas caribeñas, cuyos ostráco-
Marengo (2000) caracterizó los depósitos ter- dos del Cretácico Tardío y Neógeno son cono-
ciarios relacionados con la transgresión cidos desde mediados del siglo pasado merced
Entrerriense-Paranense (Mioceno Medio-Tar- a los trabajos de Van der Bold, merecen espe-
dío) en la cuenca Chacoparanense y noroeste cial atención las recientes investigaciones so-
argentino, en base a microfósiles calcáreos, bre los ostrácodos de Cuba, los que tienen im-
incluídos los ostrácodos. portantes implicancias paleogeográficas debi-
Es abundante la bibliografía sobre los ostrá- do a sus afinidades con otras cuencas caribeñas
codos cuaternarios y recientes de la plataforma y del nordeste del Brasil y África occidental.
continental atlántica del Brasil, Argentina e is- Una mención aparte merecen los ostrácodos
las Malvinas (Whatley y Cusminsky, 2002; no marinos dada la ubicuidad de los mismos.
Whatley et al., 1997, 1998). Los ostrácodos de Hasta el momento no hay registros de éstos en
ambientes transicionales recuperados de depó- el Paleozoico de Argentina, siendo las micro-
sitos cuaternarios en la costa de la provincia de faunas del Paleozoico Superior de la cuenca de
Buenos Aires han permitido la caracterización Paraná las mejor representadas en territorios
paleoecológica de los ambientes asociados a los del Brasil (Sohn y Rocha Campos, 1990), Para-
OSTRACODA
Inferior, Patagonia. A. Cypridea craigi, valva izquierda, espinas cónicas, papilas y punctuaciones, pico bien desarrollado; B. Cypridea
australis, valva izquierda, punctuaciones fuertes, subpoligonales y papilas de tamaños variados, pico fuerte y moderadamente agudo; C-E.
Paleógeno, cuenca Neuquina. C. Ilyocypris sp., superficie reticulada con tubérculos expandidos; D. Limnocythere sp., valva izquierda,
superficie con reticulado subpoligonal; E. Cypridopsis (Prioncypris) sp., caparazón, vista lateral derecha, mayor altura en la parte media; F-
H. Oligoceno. F. Candona? mapuche, caparazón, vista lateral derecha, margen dorsal muy convexo, anterior muy oblicuamente redondeado;
G. Eucandona? patagonica, caparazón, vista lateral derecha, margen dorso-posterior muy oblicuo; H. Alicenula? sp., caparazón elongado,
vista lateral derecha, borde charnelar subrecto, ventral sinuoso; I-K. Mioceno, Patagonia. I. Candona? sp. aff. C.? mapuche, caparazón, vista
lateral derecha, mayor altura coincidente con la mitad del largo; J. Cyprinotus australis, molde interno de caparazón, vista lateral derecha,
margen dorsal muy convexo; K. Limnocythere colloncurense, molde interno, vista lateral derecha, margen dorsal recto, superficie reticulada;
L-M. Pleistoceno, cuenca del Salado. L. Cyprideis multidentata, valva derecha, superficie externa con punctas poco marcadas y denticulación
en el margen ántero-ventral; M. Perissocytheridea krommelbeini, valva derecha, superficie tuberculada, con tubérculo ocular bien diferen-
ciado e incipiente proceso alar, superficie externa con hoyuelos subcirculares marcados y finas costillas marginales subparalelas al margen
anterior; N-Q. Holoceno, provincia de Buenos Aires. N. Candonopsis brasiliensis, valva izquierda; O. Heterocypris sp., valva izquierda; P.
Chlamydotheca sp., valva derecha con espina póstero-ventral; Q. Cytheridella ilosvayi, valva izquierda con marcado surco ántero-dorsal y
superficie con punctas marcadas.
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PEDIPALPOS
CHELICERATA
inyección de jugos gástricos sobre la presa y
luego, succionan el fluido resultante. La locali-
zación de la boca varía en los distintos órde-
nes. Básicamente el tracto digestivo responde
al modelo artropodiano. El intestino anterior o
estomodeo a menudo está especializado por
sectores; en los xifosuros se curva hacia ade-
lante formando un esófago, un buche y una
molleja con crestas internas esclerotizadas que
pulverizan las partículas ingeridas. En los arác-
Figura 22. 2. Apéndice ambulatorio generalizado de un quelicerado
(modificado de Millot, 1949). nidos, partes del estomodeo se transforman en
órganos de bombeo que succionan el alimento
licuado. En escorpiones esta función se lleva a
basitarso (también llamado protarso, tarso I o cabo mediante una faringe muscular y en ara-
metatarso) y tarso propiamente dicho (tarso II ñas por un complejo estómago suctor. El intes-
o pretarso) que se prolonga en un postarso con tino medio porta ciegos digestivos pares y es el
uñas (Figura 22. 2). sitio de la digestión química final y de la absor-
Sobre este patrón básico, existen variaciones ción. Aparentemente, las enzimas producidas
dentro de los grupos, como las tibias, por la pared del intestino medio y secretadas al
basitarsos y tarsos multiartejados de la pata I lumen solo realizan una digestión extracelular
de los amblypígidos, tarsos subdivididos de proteica preliminar; la degradación final ten-
las patas posteriores de solífugos y ricinúlidos dría lugar en las células de los ciegos digestivos
o la reducción de artejos en las patas de algu- después de la absorción. El intestino medio puede
nos ácaros parásitos. En xifosuros, existen gna- expandirse y formar una bolsa estercoral, cerca
tobases en los tres primeros pares de apéndi- de su unión con el corto recto (o proctodeo), el
ces ambulatorios. cual desemboca en el ano en el último segmento
abdominal (Figura 22. 19).
APÉNDICES ABDOMINALES
SISTEMA RESPIRATORIO
Estos apéndices no son utilizados para la lo-
comoción, con excepción de las patas Los órganos de intercambio gaseoso de los
branquíferas, branquias en libro o filobran- xifosuros son únicos entre los quelicerados. La
quias de los xifosuros que, además de su fun- presencia de branquias está obviamente aso-
ción respiratoria, también se emplean para la ciada al estilo de vida acuático. La estructura
natación. Los xifosuros poseen 7 pares de apén- de las branquias en libro provee una amplia
dices abdominales: los primeros son los chilaria superficie para el adecuado intercambio gaseo-
(quilarios), ubicados entre las coxas del cuarto so; cada branquia presenta cientos de delga-
par de patas, pero pertenecientes al primer seg- das láminas que se asemejan a las páginas de
mento abdominal, formados por un único arte- un libro (filobranquias). Los euryptéridos tam-
jo con pelos y espinas y que funcionan como bién portaban 4 pares de apéndices branquífe-
gnatobases; el opérculo genital integrado por la ros en los segmentos III a VI. Los arácnidos rea-
fusión de los apéndices del segundo segmento y lizan el intercambio gaseoso a través de
5 pares de patas branquíferas en los segmentos filotráqueas o «pulmones en libro» (escorpio-
subsiguientes (Figura 22. 5). Los embriones de nes, uropígidos, esquizómidos, amblypígidos,
los arácnidos presentan primordios de apéndi- y algunas arañas), tráqueas tubulares que no
ces que luego desaparecen o persisten en los difieren mayormente de las de los insectos
adultos transformados en opérculo genital, pul- (pseudoescorpiones, solífugos, opiliones, rici-
mones en libro (o filotráqueas), peines senso- núlidos, ácaros y algunas arañas) o ambas es-
riales (en escorpiones) o hilanderas (en arañas). tructuras al mismo tiempo (la mayoría de las
arañas); algunos grupos, por su pequeño ta-
maño o sus hábitos de vida han perdido las
SISTEMA DIGESTIVO estructuras respiratorias y el intercambio ga-
seoso es cutáneo (palpígrados y ciertos ácaros).
Los quelicerados no poseen mandíbulas para Cada pulmón se forma a partir de una hendi-
morder o masticar; ingieren el alimento en for- dura (espiráculo o estigma respiratorio), como
ma líquida o semilíquida. La mayoría de las una invaginación del tegumento (cutícula más
Figura 22. 3. Estructura de un pulmón o filotráquea de arácnido (modificado de Kaestner, en Foelix, 1996).
una delgada hipodermis) que forma un vestí- de tráqueas está asociada al tercer segmento
bulo o atrio interno, donde la pared anterior se abdominal, pero la cantidad y ubicación de los
repliega nuevamente en numerosas invagina- espiráculos es variada: un par, próximo al sur-
ciones secundarias que foman un zigzag de co epigástrico o a las hilanderas; un único
laminillas huecas, delgadas, paralelas, equidis- espiráculo impar, ventral, mediano o próximo
tantes y superpuestas que asemejan las hojas a las hilanderas; o dos pares, uno por delante y
de un libro. Por el interior del atrio circula aire, otro por detrás del surco epigástrico en el caso
que penetra por entre las laminillas, separa- de arañas sin pulmones.
das entre sí por pelos quitinosos rígidos, que a
manera de pequeñas columnas dispuestas por
toda la superficie externa de las laminillas, evi- SISTEMA CIRCULATORIO
tan que éstas se peguen o colapsen. El atrio,
internamente, está en contacto con un gran seno El sistema circulatorio de los quelicerados es
hemolinfático, la sangre circula por el interior abierto; está formado por un corazón dorsal
de las laminillas y a ese nivel se produce el in- con ostíolos ubicados en un seno pericárdico
tercambio gaseoso (Figura 22. 3). abdominal que da origen a varios vasos abier-
Arañas del infraorden Araneomorphae y es- tos. La sangre al dejar los vasos entra en el
quizómidos presentan un par de pulmones, co- hemocele, donde baña los órganos y las estruc-
rrespondientes a apéndices del VIII segmento turas de intercambio gaseoso antes de regre-
posoral (segundo abdominal); uropígidos, am- sar al corazón (Figura 22. 19). La complejidad
blypígidos y arañas de los infraórdenes del sistema circulatorio y de las distintas es-
Liphistiomorphae y Mygalomorphae portan tructuras respiratorias depende fundamental-
dos pares (apéndices del VIII y IX segmento); mente del tamaño corporal; el sistema circula-
mientras que los escorpiones presentan cuatro torio más complejo es el de los xifosuros mien-
pares de pulmones (segmentos X-XIII), que no tras que los quelicerados muy pequeños como
son homólogos a los de los grupos precedentes. palpígrados y algunos ácaros han perdido
La ubicación de los estigmas traqueales varia muchas o todas sus estructuras circulatorias.
en los distintos órdenes; en solífugos, un par
en el prosoma entre las coxas II y III, dos pares
en los esternitos IX y X y un estigma mediano SISTEMA EXCRETOR
en el esternito XI que puede faltar; en pseudoes-
corpiones, dos pares (esternitos IX y X); en Los órganos responsables de la excreción en
uropígidos y amblypígidos, dos pares quelicerados son las glándulas coxales y los
(estenitos VIII y IX); en opiliones y esquizómi- túbulos de Malpighi. Los xifosuros tienen dos
dos un par (esternito VIII); en ricinúlidos, un complejos de 4 glándulas coxales cada uno dis-
único par prosomático por encima de las coxas puestos a lo largo de los lados del prosoma y
posteriores; en ácaros los estigmas son todos que dembocan en un poro excretor en la base
prosomáticos y su cantidad y ubicación es dis- de las coxas del último par de patas locomoto-
tinta en cada grupo; en las arañas, la presencia ras. Los problemas de excreción y balance
CHELICERATA
terrestres. Las glándulas coxales persisten en los ojos compuestos de otros artrópodos, los
muchos arácnidos (arañas, escorpiones, omatidios no están agrupados en forma com-
palpígrados), se encuentran en el prosoma y pacta.
abren en poros sobre las coxas de algunas pa- Los arácnidos poseen órganos de los sentidos
tas. Para los arácnidos son mucho más impor- bien desarrollados, de los cuales depende mu-
tantes los túbulos de Malpighi, que surgen de cho su comportamiento complejo; básicamen-
la pared del intestino medio próximos a la bol- te se agrupan en tres categorías: ojos, pelos sen-
sa estercoral o al recto (Figura 22. 19), tienen soriales (sensilas) y fosetas sensoriales (órga-
origen endodérmico y no son homólogos de sus nos en hendidura o liriformes). Gran parte de
equivalentes en insectos y miriápodos, ya que los «pelos» de una araña o un escorpión son
en estos últimos su origen es ectodérmico. Los mecanorreceptores. Estas sensilas pueden ser
desechos nitrogenados son volcados al intesti- pelos táctiles simples (setas) o tricobotrias, las
no y se eliminan junto con las heces. El princi- cuales son mucho más delgadas y sensibles a
pal producto de excreción es la guanina y en las vibraciones. Otros receptores de los arác-
mucha menor proporción el ácido úrico. nidos son los órganos en hendidura, que pue-
den distribuirse sobre la superficie del cuerpo
en forma unitaria o en grupos de hendiduras
SISTEMAS NERVIOSO Y SENSORIAL paralelas, en cuyo caso toman el nombre de
órganos liriformes. Dependiendo de su ubica-
El sistema nervioso consta de un cerebro com- ción y orientación, este tipo de estructuras,
puesto por el protocerebro o acron, derivado asociadas directamente con neuronas senso-
del ectodermo de los lóbulos cefálicos, centros riales, pueden funcionar como propioceptores
ópticos y de asociación, y el primer par de (como en las articulaciones), georreceptores,
ganglios del soma. Se ha afirmado siempre que mecanorreceptores, e inclusive como fotorre-
el cerebro de un quelicerado, a diferencia de otros ceptores. La quimiorrecepción es importante
artrópodos, está formado por el protocerebro y en los arácnidos ya que son capaces de perci-
el tritocerebro, faltando el deutocerebro, y por bir estímulos gustativos y olfatorios, princi-
consiguiente la ausencia de antenas en este gru- palmente en el reconocimiento de las parejas
po; sin embargo, estudios recientes basados específicas y de las presas. Los quimiorrecep-
principalmente en datos de genes Hox, ponen tores más importantes son posiblemente unos
en duda tal afirmación, por lo que la homología pelos erectos huecos con puntas abiertas que
de los quelíceros con las antenas I o II de los están distribuidos en los pedipalpos, alrede-
crustáceos se ha tornado dudosa. La cadena dor de las piezas bucales y en las puntas de las
ganglionar ventral toma la típica forma de es- patas. Las dendritas de las células neuronales
calera de cuerda solo en la etapa embrionaria; se extienden a lo largo del eje de los pelos hue-
más tarde, los ganglios de los segmentos II a cos hasta las puntas abiertas, donde son esti-
VIII, y a veces otros, migran hacia la parte ante- muladas por las sustancias químicas.
rior del cuerpo formando una masa subesofági- El sentido de la visión tiene diferente impor-
ca. Este proceso de cefalización alcanza su máxi- tancia en los distintos arácnidos debido a la
ma concentración en arañas y amblypígidos; variedad de hábitats y modos de vida; si bien
en ellos, todos los ganglios abdominales están existen formas ciegas, la mayoría posee algún
fusionados a la masa ganglionar subesofágica tipo de fotorreceptor, todos en la forma de ojos
desde donde salen los nervios a los distintos simples (directos o indirectos) y similares en
segmentos, apéndices, músculos y órganos de estructura. Estos ojos simples están constitui-
los sentidos (Figura 22. 19). dos por una combinación de córnea-cristalino
En xifosuros, los órganos de los sentidos in- que es una porción engrosada de la cutícula;
cluyen mecanorreceptores en forma de espi- por debajo del cristalino hay una capa de célu-
nas y cerdas, propioceptores, quimiorrecepto- las epidérmicas (cuerpo vítreo), subyaciendo
res y fotorreceptores; el prosoma presenta 2 a ella se encuentra la capa retiniana que con-
ojos simples en la línea media dorsal, y 2 ojos tiene las células fotorreceptoras; si éstas se ha-
compuestos laterales. Estos ojos laterales son llan orientadas hacia la fuente luminosa, el ojo
unidades rabdoméricas compuestas no presen- se denomina directo. En el ojo indirecto, la mem-
tes en los demás quelicerados y que también brana posretinal, denominada tapetum, refle-
difieren de los ojos compuestos de otros artró- ja la luz hacia los receptores.
podos; se hallan formados por 8 a 14 células La cantidad y tipo de ojos es variable en los
retinulares agrupadas alrededor de un distintos grupos: escorpiones (4 a 10, directos),
rabdoma, cada unidad se denomina omatidio, uropígidos (8, directos e indirectos), amblypí-
CHELICERATA
incluyó a todos los quelicerados acuáticos no lacionados con algún otro grupo de artrópo-
pycnogónidos, actuales y extinguidos, dividi- dos. Actualmente se aceptan tres sinapomor-
dos en las subclases Xiphosura y Eurypterida, fías morfológicas entre los pycnogónidos y el
y dentro de Xiphosura, los órdenes Aglaspida resto de los quelicerados, que soportan la aso-
(o Aglaspidida), Xiphosurida y Chasmataspi- ciación (Pycnogonida + Euchelicerata) en los
da. Actualmente, el concepto «merostomado» análisis más recientes: ausencia de antenas,
se refiere solo a un clado sin categoría taxonó- primer apéndice quelicerado y división del
mica, que reúne a varios grupos con una serie cuerpo en prosoma y opistosoma sin cabeza
de características en común. definida; mientras que la proboscis, las patas
La monofilia de la clase Arachnida y su status ovígeras, la fuerte reducción del abdomen y
taxonómico están apoyados por la mayoría de los gonoporos en las bases de las patas se con-
los análisis y en general no son objeto de dis- sideran autapomorfías de Pycnogonida.
cusión, al igual que la delimitación de los órde- En Arachnida, 3 órdenes extinguidos se con-
nes que agrupan a los representantes vivien- sideran actualmente válidos: Trigonotarbida
tes. Sin embargo, la posición de los escorpio- (sinonimizado con Antrachomartida), Hapto-
nes, dentro o fuera de Arachnida, es aún con- poda y Phalangiotarbida. Los fósiles asigna-
trovertida. Con respecto a los grupos de arác- dos en un principio a Kustarachnida, en reali-
nidos con representantes exclusivamente ex- dad son opiliones fósiles que habían sido mal
tinguidos, hasta hace poco tiempo, se conside- interpretados.
raban 5 órdenes: Anthracomartida, Phalangio- En consecuencia, la clasificación de los
tarbida, Haptopoda, Kustarachnida y Trigo- Chelicerata adoptada en este capítulo es la si-
notarbida. guiente:
Como resultado de recientes análisis integra-
dos, en los que se incorporaron caracteres de Subphylum Chelicerata
los grupos vivientes incluyendo secuencias Clase Xiphosura
moleculares, así como grupos extinguidos cu- Clase Eurypterida
yos fósiles fueron vueltos a analizar e inter- Clase Chasmataspida
pretar con criterios modernos, el concepto de Clase Arachnida
los Chelicerata fue redelimitado. Los Aglaspida Orden Scorpiones
(Cámbrico-Ordovícico) han sido removidos de Orden Uropygi
los Xiphosura e incluso de los Chelicerata (sensu Orden Schizomida
stricto) para pasar a ser un grupo hermano de Orden Amblypygi
éstos. Orden Araneae
El concepto monofilético actual de los Orden Palpigradi
Chelicerata comprende a las siguientes clases: Orden Solifugae
Xiphosura (que quedó prácticamente restringi- Orden Pseudoscorpiones
da al orden Xiphosurida), Chasmataspida (se- Orden Opilionida
parada de Xiphosura, donde se hallaba como Orden Ricinulei
un orden), Eurypterida, Arachnida y Pycnogo- Orden Acari
nida. Los géneros exclusivamente fósiles como Orden Trigonotarbida
Sidneyia, Emeraldella, Sanctacaris, Paleomerus y Orden Haptopoda
Lemoneites, que fueran originariamente conside- Orden Phalangiotarbida
rados quelicerados, se agrupan hoy en clados Clase Pycnogonida
de Arachnata que incluyen a los quelicerados, y
algunos están ubicados en el linaje troncal de
Chelicerata; sin embargo, ninguno de ellos se CLASE XIPHOSURA
considera actualmente un verdadero quelice-
rado, y han quedado agrupados en un conjunto Quelicerados marinos con un tamaño varia-
de organismos llamados genéricamente ble que llega hasta los 60 cm; prosoma y
«queliceromorfos» hasta que futuras evidencias opistosoma separados por una bisagra.
permitan nuevas interpretaciones. Prosoma formado por un gran caparazón en
La clase Pycnogonida, que incluye a los Pa- forma de herradura que cubre dorsalmente los
laeoisopoda, Palaeopantopoda y Pantopoda, se apéndices; ojos simples en la línea media dor-
mantiene en los Chelicerata; si bien tiene un sal y ojos compuestos laterales; quelíceros de
registro fósil escaso y sus representantes difie- tres artejos, pedipalpos similares a las patas
ren en muchos aspectos del resto de los queli- marchadoras, quelados al igual que los tres
cerados, nadie ha podido demostrar hasta el primeros pares de patas; las coxas de las patas
Figura 22. 4. Xiphosura. Vista dorsal de Limulus polyphemus Figura 22. 5. Xiphosura. Vista ventral de Limulus polyphemus
(modificado de Shipley, 1909). (modificado de Shipley, 1909).
Figura 22. 7. Eurypterida. Pterygotus Figura 22. 8. Eurypterida. Stylonurus Figura 22. 9. Eurypterida. Megarachne servinei. Car-
anglicus, vista ventral. Devónico, lacoanus , vista dorsal. Devónico, bonífero, Miembro Pallero, Formación Bajo de Véliz,
Escocia (según Boule y Piveteau, U.S.A (según Beecher, en Page, 1949). San Luis (Argentina) (de Hünicken, 1980).
en Fage, 1949).
Figura 22. 13. Scorpiones. Palaeophonus. A. P. nuncius, reconstrucción vista dorsal. Silúrico Superior, Suecia. B. P. caledonicus,
reconstrucción vista ventral. Silúrico Superior, Escocia (modificado de Pocock, en Waterlot, 1949).
CHELICERATA
sensorial con tarsos multiartejados y sin
patella ni uñas. Ojos reducidos o ausentes. Fe-
cundación por medio de espermatóforo. Oligo-
ceno-Holoceno (Figura 22. 16).
Reducido grupo de arácnidos con muy esca-
sa representación fósil, a veces reunidos en un
mismo orden con los uropígidos; 4 especies del
Terciario de U.S.A. y China, y unas 180 espe-
cies actuales que viven bajo piedras u hojaras-
ca en zonas tropicales y subtropicales de Asia,
África y América.
Figura 22. 17. Amblypygi. Charinus milloti, vista dorsal (modificado de Millot, 1949).
Figura 22. 19. Araneae. Anatomía interna de una araña (Araneomorphae) generalizada (modificado de Foelix, 1996).
Figura 22. 27. Opilionida. Pachyloidellus butleri, vista dorsal (modificado de Acosta y Maury, 1998).
tribuyen en casi todas las regiones geográfi- mostrar relaciones con otros arácnidos extin-
cas, incluyendo áreas subárticas, pero son ma- guidos. Se han encontrado unos pocos fósiles
yoritariamente abundantes en los trópicos de del Carbonífero y otros del Terciario, algunos
América del Sur y el sudeste asiático. Viven en incluidos en ámbar, como Hummelinckiolus
hojarasca, bajo piedras y troncos caídos y algu- silhavyi de la República Dominicana (Figura 22.
nos en cavernas; constituyen los únicos arácni- 28) (Cockendolpher y Poinar, 1998).
dos que pueden ingerir pequeñas partículas de Los pocos ejemplares fósiles que dieron ori-
alimento sólido, conjuntamente con el líquido gen al orden Kustarachnida, descriptos como
externamente predigerido de las presas. Son in- Kustarachne tenuipes, luego de ser reanalizados
teresantes desde el punto de vista evolutivo por con técnicas y criterios más modernos, fueron
Figura 22. 28. Opilionida. Hummelinckiolus silhavyi, incluido en Figura 22. 29. Opilionida. Kustarachne tenuipes, vista dorsal.
ámbar. Eoceno de la República Dominicana. Vista dorsal (modifi- Carbonífero, Mazon Creek, Illinois (U.S.A.) (modificado de Dunlop,
cado de Cockendolpher y Poinar, 1998). 2002).
Figura 22. 30. Ricinulei. Ricinoides feae, vista dorsal (modificado po sin segmentación evidente, dividido en un
de Millot, 1949). gnatosoma (formado por los quelíceros, los
pedipalpos y piezas bucales) que articula o se
confirmados como opiliones (Dunlop, 2002) (Fi- adosa ampliamente a un propodosoma o
gura 22. 29). idiosoma, o sea, el resto del cuerpo. Existe una
gran variedad en el plan corporal de los ácaros,
Orden Ricinulei (Ricinuleida, Rhinogastra) debido posiblemente a especializaciones de sus
Arácnidos pequeños, no mayores de 15 mm modos particulares de vida. Los quelíceros son
de longitud, con el prosoma totalmente cubier- triartejados en forma de pinza o estiliformes,
to por un caparazón, unido ampliamente al las coxas de los pedipalpos fusionadas se pro-
opistosoma indiviso y no segmentado. Quelí- longan hacia adelante para formar el piso y los
ceros de dos artejos, quelados, cubiertos por lados de la cámara prebucal, cuyo techo se ha-
un repliegue cefálico con forma de capuchón lla formado por un labro. Las patas pueden
anterior (cucculus) que puede ser elevado en el
momento de la captura de presas y alimenta-
ción. Las formas actuales sin ojos, mientras que
los ejemplares fósiles presentan un par de ojos
laterales. Órgano copulador presente en los ma-
chos en el tercer par de patas. Primera larva
hexápoda. Carbonífero-Holoceno (Figuras 22.
30 y 31).
Arácnidos con muy pocos representantes vi-
vientes; unas 60 especies descriptas en 3 géne-
ros, uno del oeste africano y dos de los trópicos
y subtrópicos de América; parecería que el gru-
po ha permanecido en hábitats cálidos y hú-
medos como hojarasca y cavernas a lo largo de
toda su historia geológica. Dos familias fósiles,
con 2 géneros cada una y 16 especies, todas del
Carbonífero; uno de los mejor conservados es
Curculiodes ansticii (Figura 22. 31); las especies
americanas, como Amarixys gracilis provienen
en su gran mayoría del Carbonífero de Mazon
Creek (U.S.A) (Selden, 1992).
Figura 22. 33. Trigonotarbida. Palaeocharinus rhyniensis, reconstruc- Figura 22.34. Trigonotarbida. Trigonotarbus johnsoni, reconstruc-
ción vista dorsal. Devónico, Escocia (modificado de Dunlop, 1996). ción vista dorsal. Carbonífero, Inglaterra (modificado de Dunlop,
1996).
conformación ocular variada, las primeras for- lares laterales; pata I elongada, con tarsos di-
mas presentaban ojos laterales multifacetados, vididos en 7 tarsitos, el resto de las patas con
mientras que en los últimos hubo una tenden- tarsos divididos en 5 tarsitos. Abdomen con
cia a perder dichos ojos; un par de ojos medios 11 segmentos, tergitos enteros; segundo
o sin ellos; esternón completo. Su característi- esternito con una placa genital amplia,
ca más destacable es el opistosoma con dos
suturas dorsales que divide a los tergitos en
placas medias y laterales; esternitos enteros.
Dos pares de pulmones o filotráqueas en el se-
gundo y tercer segmento abdominal. Silúrico-
Pérmico (Figuras 22. 33-36).
Los trigonotárbidos son los arácnidos extin-
guidos más abundantes y diversos, y los me-
jor conocidos debido a la excelente preserva-
ción de los fósiles del Devónico de Escocia y de
Gilboa (U.S.A.). Algunas formas poseen carac-
teres que recuerdan a opiliones. Existen unas
50 especies descriptas en 7 familias. Se los con-
sidera entre los primeros grupos de animales
terrestres conocidos y el grupo hermano de los
restantes arácnidos tetrapulmonados (Shear
y Selden, 1986). Gondwanarachne argentinensis se
halla en el Carbonífero de Argentina (Figuras
22. 35 y 36) (Pinto y Hünicken, 1980).
sas y succionar luego fluidos corporales y frag- palpos, se sabe poco sobre otros órganos sen-
mentos de tejidos. Algunos utilizan los soriales.
quelíforos para tomar pequeñas piezas de ali- Los pycnogónidos son en su gran mayoría
mento que luego introducen en la proboscis. dioicos, aunque se conocen algunos casos de
La cámara interna de esta última presenta una hermafroditas. Los ovarios o los testículos se
región de densas cerdas que contribuyen a ubican sobre los ciegos intestinales en el inte-
mezclar el alimento con enzimas digestivas, rior de las patas y desembocan en gonoporos
homogeneizarlo y filtrarlo antes de ser condu- ubicados, por lo general, en las segundas coxas
cido a la verdadera boca, que se encuentra en de cada pata. La fecundación es externa; a me-
el fondo de dicha cámara. El tubo digestivo se dida que los huevos son depositados por la
continúa con un corto esófago que conecta la hembra, el macho los va fertilizando, y al mis-
boca con el intestino, este último se divide en mo tiempo segrega una sustancia pegajosa
ciegos gástricos que se distribuyen interna- (proveniente de glándulas femorales) que
mente por todas las patas, desembocando en aglutina los huevos formando una masa esfé-
un corto proctodeo ubicado en el diminuto ab- rica que luego transporta con sus patas
domen que porta el ano. La digestión es predo- ovígeras, hasta el momento de la eclosión. De
minantemente intracelular. los huevos emerge una larva típica llamada
Estos animales no poseen órganos especiales protoninfon, que posee una pequeña proboscis
para el intercambio gaseoso o la excreción; es- y 3 pares de apéndices, de 3 artejos cada uno,
tas funciones se realizan por difusión. El siste- que corresponden a los quelíforos, palpos y
ma circulatorio está representado por un co- ovígeras, y le falta el resto de los segmentos
razón dorsal con ostíolos incurrentes pero sin corporales. Tras sucesivas mudas, los juveni-
vasos sanguíneos; la circulación se realiza por les van adquiriendo los segmentos y apéndices
diferencias de presión a través de una cámara restantes.
pericárdica y de los espacios hemocélicos del Existen unas 1150 especies vivientes descrip-
cuerpo y apéndices. tas en aproximadamente 90 géneros de 10 fa-
El sistema nervioso está formado por un ce- milias. Se distribuyen en todos los océanos des-
rebro dorsal supraesofágico, con conectivos de el Ártico y el Antártico hasta los trópicos;
circunentéricos que se continúan en un cordón algunos son litorales y otros viven en grandes
ganglionar ventral. Además del tubérculo ocu- profundidades, a más de 7000 m. El registro
lar con los 4 ojos simples, y algunos pelos sen- fósil es muy pobre, pero incluye una posible
sibles al tacto ubicados principalmente en los forma larval del Cámbrico Superior, unos po-
CHELICERATA
tes, y cuyos hábitos permanecen desconocidos. pública Checa y Mazon Creek en Illinois (U.S.A.)
(Selden, 1990), donde también se halló el
xifosuro Euproops danae, que habría desarrolla-
BIOESTRATIGRAFÍA do una importante actividad subaérea.
Durante el Carbonífero y Pérmico, los euryp-
Asumiendo que los Pycnogonida son quelice- téridos, xifosuros y arácnidos fueron bastante
rados, entonces el grupo hermano de los comunes en el hemisferio norte, principalmante
Chelicerata debe encontrarse entre los los arácnidos mostraron gran diversificación
Euarthropoda, pero no existe consenso sobre pero muchos de ellos, igual que los euryptéri-
cuál es ese taxón. No se conoce un fósil que dos, se extinguieron al final del Paleozoico.
reúna las características del ancestro hipoté- En el Mesozoico y Cenozoico, los xifosuros
tico de los quelicerados. Dentro del linaje mostraron una lenta declinación y en la actua-
troncal, en el Cámbrico Temprano, se encuen- lidad solo viven 3 géneros marinos y unas po-
tran Fuxianhuia de Chengjiang (China) consi- cas especies, mientras que los quelicerados
derado un probable quelicerado o un exitosos son las arañas, las que sin embargo ca-
euartrópodo primitivo por Chen et al., 1995, recen de la diversidad de las asociaciones
Paleomerus de Suecia y Lemoneites; en el Cámbri- paleozoicas. Los arácnidos son particularmen-
co Medio de Burgess Shale (Lutitas Burgess) de te raros en el Mesozoico y los registros del Ce-
la Columbia Británica (Canadá) se encuentra nozoico corresponden principalmente a formas
Sanctacaris, considerado un quelicerado primi- de aspecto «moderno» incluidas en ámbar.
tivo por Briggs y Collins (1988), pero desesti- En la región gondwánica se conocen restos de
mado posteriormente por carecer de quelíceros. euryptéridos en Australia, Sudáfrica, Brasil y
El más antiguo e inequívoco fósil de quelice- Argentina. Los más antiguos se hallan en el
rado es una pequeña larva de Pycnogonida del Ordovícico Medio (Llanvirn) de Bolivia (Toro
Cámbrico Tardío del «Orsten» de Suecia y Perez, 1978) y de Argentina (Ramos y Blasco,
(Müller y Walossek, 1986). 1975); del Ordovícico Superior de Sudáfrica se
El primer euryptérido del Ordovícico Tardío describió Onychopterella augusti; Slimonia bolivia-
encontrado en depósitos de Gondwana es na, proviene del Silúrico Superior de Bolivia
Onychopterella augusta, de Kerbos en Sudáfrica (Kjellesvig-Waering, 1973), Adelophthalmus? sp.
(Brady et al., 1999). del Devónico Inferior de Argentina (Kjellesvig-
A partir del Silúrico Temprano los euryptéri- Waering, 1961) y Pterygotus bolivianus, del De-
dos estuvieron muy difundidos por el hemis- vónico Medio boliviano (Kjellesvig-Waering,
ferio norte; aparecen los pycnogónidos y en el 1964). En el Pérmico del Brasil se menciona al
ambiente continental se hallan escorpiones. género Hastimima (White, 1908), mientras que
El Devónico Inferior del hemisferio norte con- del límite Carbonífero-Pérmico de Argentina
tiene restos de pycnogónidos muy similares a se ha descripto Megarachne servinei (Figura 22. 9)
los actuales y en Rhynie (Escocia, Devónico (Hünicken, 1980), inicialmente considerado una
Temprano) hay arañas y ácaros. Otros impor- araña gigante, pero que en realidad sería un
tantes yacimientos de arácnidos de edad simi- euryptérido similar a formas conocidas en el
lar son Alken-an-der-Mosel en Alemania y el Carbonífero de Escocia y Sudáfrica (Selden et
de Gilboa (Nueva York, U.S.A.) que proporcio- al., 2005). Del mismo yacimiento de Megarachne
nó restos muy bien conservados de ácaros y proviene el trigonotárbido Gondwanarachne
arañas (Selden, 1990). Del Devónico Temprano (Pinto y Hünicken, 1980).
del Macizo Renano, Alemania, se ha descripto
recientemente el phalangiotarbido más anti-
guo conocido, Devonotarbus hombachensis ORIGEN Y EVOLUCIÓN
(Poschmann et al., 2005). Al final de este perío-
do se registra la extinción de los Chasmataspi- Dunlop (2002) realiza una excelente sinopsis
da, formas similares a los euryptéridos, apa- de la evolución de los quelicerados, a partir de
recidas en el Cámbrico. una exhaustiva compilación bibliográfica que
Los trigonotárbidos aparecen en el Devónico permite resumir lo siguiente: el grupo herma-
y se extinguen hacia el final del Carbonífero. no de los Chelicerata es incierto; probablemen-
Los «merostomados» fueron comunes en el te se halle entre los Arachnata fósiles del Pa-
Carbonífero, con xifosuros muy similares al leozoico Temprano. Si bien se acepta la dicoto-
Limulus viviente. mía basal (Pycnogonida + Euchelicerata), las
Los siguientes registros de arácnidos apare- relaciones dentro de los Euchelicerata son ines-
cen en el Carbonífero Superior, en yacimientos tables. En los últimos años se ha discutido la
Figura 22. 40. Árboles filogenéticos recientes. A: Weygoldt y Paulus (1979); B: Shultz (1990); C:
Wheeler y Hayashi (1998). Las líneas engrosadas remarcan los grupos congruentes, comparti-
dos por los tres cladogramas (A y B. modificados de Harvey, 2002; C. modificado de Wheeler y
Hayashi, 1998).
CHELICERATA
tomata y Arachnida, siendo la posición de rama especializada de los euryptéridos y el
Scorpionida y los fósiles Eurypterida motivo resto de los arácnidos habrían surgido de los
de controversia. Los análisis cladísticos de escorpiones. Braddy et al. (1999) y Dunlop y
Weygoldt y Paulus (1979), Shultz (1990), y Webster (1999) destacan que si bien, según el
Wheeler y Hayashi (1998) (Figura 22. 40) han análisis cladístico, los escorpiones se hallan
apoyado fuertemente la monofilia de los arác- comprendidos en los Arachnida monofiléticos,
nidos y sostienen los mismos tres siguientes algunos caracteres usados en dichos análisis
clados: 1) Tetrapulmonata, posiblemente con podrían deberse a convergencias, mientras que
la forma (Araneae (Amblypygi (Uropygi + las similitudes entre las estructuras de los apén-
Schizomida))); 2) Haplocnemata con la forma dices mostrarían relaciones más estrechas en-
(Solifugae + Pseudoscorpiones); y 3) tre escorpiones y euryptéridos, y las sinapo-
Acaromorpha que agrupa (Acari + Ricinulei), morfías entre sus respectivos sistemas respi-
aunque se pone en duda la monofilia de los ratorios apoyarían que los mismos son grupos
Acari. Muchos acarólogos actualmente reco- hermanos.
nocen 3 órdenes de ácaros, agrupados en La evidencia fósil para la transición de la vida
(Acariformes (Parasitiformes + Opilioacarifor- acuática a los hábitos totalmente terrestres se
mes)). La posterior incorporación de los órde- conoce solamente en los escorpiones y está
nes fósiles (Trigonotarbida, Phalangiotarbida generalizadamente aceptado que los otros arác-
y Haptopoda) a la filogenia de los arácnidos nidos no emergieron de la línea de los escorpio-
podría invalidar algunos de esos clados, como nes terrestres. La diversidad de sistemas de ór-
por ejemplo Acaromorpha. ganos entre los grupos de arácnidos sugiere que
La posición de Opiliones y Palpigradi tam- estas líneas evolutivas divergieron temprana-
bién es controvertida. Las hipótesis disponi- mente en la historia de los quelicerados y cada
bles incluyen un clado Lipoctena (= todos los línea probablemente emergió a la tierra en for-
arácnidos no escorpiones), a su vez dividido ma independiente (Selden y Jeram, 1989). Sin
en arácnidos con pulmones y sin ellos, versus embargo no han aparecido los posibles ances-
un clado Dromopoda (= Opiliones (Scorpiones tros, ni los intermediarios.
(Solifugae + Pseudoscorpiones))). Curiosamente, la mayoría de los órdenes vi-
Los datos paleontológicos disponibles no per- vientes de arácnidos aparecen en rocas del Car-
miten conjeturar acerca del verdadero origen bonífero Superior; los fósiles del Carbonífero y
de los Chelicerata, cuyos precursores más an- del Mesozoico son estructuralmente tan com-
tiguos se hallarían en el Cámbrico Temprano, plejos y avanzados como lo son los del Cenozoi-
con formas que ya exhiben características si- co y las formas modernas. Los aproximadamen-
milares a euryptéridos y xifosuros. Por lo tan- te 300 m.a. que los separan no parecerían haber
to, como con otros artrópodos, sus progenito- influido significativamente en sus característi-
res se debieron hallar en el Proterozoico Tar- cas morfoestructurales, ni en sus comporta-
dío (Ediacárico). mientos y asociaciones ecológicas, los que se
Según Elredge (1974), los Chasmataspida y mantuvieron casi esencialmente similares a lo
Eurypterida serían grupos hermanos que com- largo del tiempo geológico. Este fenómeno aún
partirían un ancestro común cámbrico o no ha recibido una explicación satisfactoria.
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(22/03/05).
HEXAPODA
nillas, cuyas hembras carecen de alas, y pa-
recen larvas, y los machos son alados, y las La estructura general del canal alimentario
moscas blancas, cuyas larvas son inmóviles, se describió en el Capítulo Arthropoda (ver
aplanadas, con aspecto de cochinillas sin pa- Figura 18. 7). En los Hexapoda este canal suele
tas, y los adultos son gráciles, alados, con ser rectilíneo o poco contorneado, y raramente
patas, y muy activos. presenta ciegos importantes; la extensión de
sus partes, estomodeo, mesenterón y procto-
- Holometabolia: con diferencias muy marca- deo, puede ser similar, pero frecuentemente
das morfológicas, y casi siempre también fun- existen diferencias muy marcadas, pudiendo
cionales, entre las larvas y el adulto, diferen- alguna de ellas ser mucho más larga, o mucho
cias que se ven en todo el animal; en las lar- más corta que las otras, y cada una de ellas
vas no existen esbozos alares externos; con puede estar diferenciada en dos o más sectores
una fase intermedia, inmóvil o casi, la pupa, morfológicamente y/o funcionalmente diferen-
en la que se producen los profundos cambios, tes. El epitelio del mesenterón, glandular y de
tanto internos como externos; además casi absorción, se regenera periódicamente, todo al
siempre hay diferencias muy importantes de mismo tiempo o por partes, pudiendo existir
sus respectivas modalidades de vida. Solo se fases de reposo funcional; suele estar estructu-
producen mudas periódicas hasta alcanzar rado, teniendo las células en regeneración
el estado adulto, reproductivo. Ejemplos: Co- agrupadas en nidos, por lo que no interfieren
leoptera (escarabajos), Diptera (moscas, mos- con la actividad de las células activas; en los
quitos), Lepidoptera (mariposas), Hymenop- Coleoptera esos nidos están en el fondo de pro-
tera (abejas, hormigas, avispas), etc. Al paso fundas evaginaciones, asomando a la cavidad
del último estadio larval al de pupa suele general del cuerpo como dedos de guante (Fi-
llamársele empupar o pupar, y prepupa a la gura 23. 1). En unos pocos grupos, como los
larva en los últimos momentos antes de ha- Planipennia y la mayoría de los Hymenopte-
cerlo. A la muda que produce un cambio de ra, el mesenterón no está conectado con el pro-
estado suele designársela con el nombre del ctodeo en las larvas; los escasos materiales no
nuevo estado: muda pupal cuando se pasa del digeribles acumulados son eliminados como
estado larval al pupal, y muda imaginal cuan- meconio al abrirse esa comunicación, poco
do se pasa del estado pupal al de imago (adul- antes de la muda pupal.
to).
Figura 23. 1. Estructura de la pared del mesenterón. A. Esquema primitivo; B-E. Células regenerativas en nidos (rg). bmb: membrana
basal; dg: células digestivas; sb: microvellosidades; cmcl: capa de músculos circulares; lmcl: capa de músculos longitudinales; cpt:
cripta (de Snodgrass, 1935).
HEXAPODA
nectado a una neurona y funciona como sensilio pares torácicos y 8 pares abdominales; en cier-
mecanorreceptor; estos pueden hallarse muy tos grupos, algunos o todos los pares de espirá-
modificados y adaptados para estimar tempe- culos pueden ser no funcionales. Las tráqueas y
ratura (termorreceptores), o grado de humedad los espiráculos faltan en muchos Collembola, y
(higrorreceptores), ambos muy relacionados en algunas formas extremadamente especiali-
entre sí. Otros permiten percibir sustancias zadas de otros grupos, se hallan adaptadas a
químicas específicas, por ejemplo dióxido de ambientes acuáticos ricos en oxígeno, gas que
carbono, feromonas, etc. (quimiorreceptores). obtienen por difusión a través de la pared del
Otros son propioceptores, que perciben las po- cuerpo. Las larvas y pupas de ciertos insectos
siciones relativas de dos o más escleritos, por acuáticos tienen expansiones cuticulares exter-
ejemplo durante la marcha o el vuelo. Finalmente nas recorridas por tráqueas, las traqueobran-
hay pelos que carecen de conexión nerviosa, quias, que intercambian gases con el agua (Fi-
suponiéndose que no son perceptores. La dis- gura 23. 2). Otras pupas (como las de algunos
tribución de los pelos, o quetotaxia, es muy cons- Diptera y Coleoptera) tienen prolongaciones de
tante en cada especie, por lo que su estudio apor- las tráqueas, que sobresalen de los espiráculos,
ta bases firmes en la clasificación; tal constan- con una función similar. Casi siempre el siste-
cia está en relación con la disposición de las ma de tráqueas incluye 1 o 2 pares de troncos
neuronas que inervan esos pelos. traqueales longitudinales, que emiten ramas
hacia el dorso, el vientre y la línea media, pro-
veyendo aire a los diversos órganos. Los mús-
SISTEMA TRAQUEAL Y VENTILACIÓN culos, especialmente los de vuelo, de intensa
actividad metabólica, tienen una riquísima
Como se describió en el Capítulo Arthropoda, traqueación que se insinúa en profundos re-
la ventilación se hace en los Hexapoda casi siem- pliegues de la membrana plasmática de sus fi-
pre por tráqueas que abren al exterior a través bras (ver Figura 18. 8 C).
Figura 23. 2. Larva de Ephemeroptera con traqueobranquias abdominales (de Wesenberg-Lund, 1943).
Figura 23. 4. Estructura general (esquematizada) de los órganos reproductores masculinos (de Snodgrass, 1935).
HEXAPODA
están formadas por varios lóbulos alarga-
dos, separados las ovariolas y los folículos
testiculares, cada porción con un germario.
Estas unidades convergen en un cáliz, o en
un ducto eferente, respectivamente. El
gonoporo es casi siempre impar, ubicado en
la línea media ventral, pero primariamente
doble en los Ephemeroptera, y secundaria-
mente en los Dermaptera primitivos (Figu-
ras 23. 4 y 6).
Como se dijo en el Capítulo Arthropoda, los
machos pueden transferir los espermatozoi-
des incluidos en una envoltura, el esperma-
tóforo (Figura 23. 5), que colocan sobre el sus-
trato o sobre las hembras, desde donde ellas
los introducen a su vía genital, o bien los ma-
chos pueden introducir el espermatóforo, o
esperma líquido, directamente en la vía geni-
tal femenina, a veces hasta la espermateca;
esta última es un receptáculo dependiente del
gonoducto, y desde ella los espermatozoides
son extruidos hasta los huevos que están a
punto de ser puestos.
El desove puede ser masivo, muchos huevos Figura 23. 7. Huevo de un Odonata. A. con filamento enrollado; B.
en una misma ocasión, o progresivo, de a uno con filamento desenrollado (de Hinton, 1981).
o pocos por vez.
En algunas familias de Hemiptera existe inse-
minación traumática: el macho clava su órga-
no copulador en la pared abdominal de la hem-
bra, y descarga el esperma en la cavidad gene-
ral, desde donde los espermatozoides se des-
plazan hasta el ovario.
Los huevos están protegidos por un corion,
cubierta más o menos compleja, que presenta
uno o pocos micropilos, que son pequeñas aber-
turas por las que penetrarán los espermato-
zoides. Los embriones a término rasgan, con
diversos mecanismos, este corion, para salir
de él; en ese momento los insectos paurometá-
bolos y hemimetábolos están aún envueltos
en una membrana, equivalente a la cutícula
larval de los insectos holometábolos, que eli-
minan poco después (Figura 23. 7). Figura 23. 8. Ooteca de tatadiós (Mántido) (de Grassé, 1949).
En algunos insectos, como los Dictyoptera, los
coleópteros Hydrophiloidea y otros grupos no
relacionados entre sí, los huevos son deposita- los himenópteros superiores son haploides (es
dos en una ooteca elaborada por la hembra, decir con desarrollo partenogenético) y las
frecuentemente con seda u otras secreciones. hembras son diploides.
La protección de la descendencia es rara entre
los insectos, y la mejor parece ser la selección
de un lugar adecuado para el desove, lo que DIAPAUSA
disminuye tanto los riesgos de predación, cuan-
to el esfuerzo de los recién nacidos para hallar Durante el desarrollo del embrión, de las lar-
alimento (Figura 23. 8). vas de diversos estados, y del adulto, pueden
El sistema de determinación sexual es muy intercalarse periodos de diapausa, o sea repo-
variado, aunque el sistema XX (femenino), X0 so fisiológico hormonalmente regulado, es-
(o XY, masculino) es frecuente; los machos de pecialmente en periodos desfavorables, como
composición y abrasión que otras partes. La nuciosamente estudiada en todos los niveles
morfología comparativa de los escleritos tam- taxonómicos, tanto en los insectos extinguidos
bién es fundamental en estudios taxonómicos como en los actuales. El patrón básico de la dis-
neontológicos. Los insectos con partes muy es- posición de las nervaduras alares es el mismo
clerotizadas extensas se conservan mejor, y apa- en todos los Pterygota alados, lo que apoya fuer-
recen más frecuentemente en el registro fósil. temente la teoría de su monofilia, y permite
Todas las partes esclerotizadas son de inte- discutir con base firme cuáles fueron las vías
rés, pero la disposición de las nervaduras ala- evolutivas que llevaron a las distintas confi-
res, que presenta patrones muy estables, ha guraciones de nervaduras alares observadas
merecido mayor atención, habiendo sido mi- (Figura 23. 9).
Figura 23. 10. Articulación alar esquemática. T: tergo; ANP: lóbulo notal anterior; 1Ax: axilar 1; D: inserción del músculo flexor del ala; f:
articulación anterior de D; tg: tégula; HP: placa humeral; 2Ax: axilar 2; e: ápice del brazo; d: extremo anterior de la vena radial; bf: pliegue
basal; m, m’: placas medianas; c: ápice; Ju: yugo; PNP: lóbulo notal posterior; AxC: cordón axilar; 3Ax: axilar 3; jf: pliegue yugal; bf:
articulaciones mesales; Rm: área remigial; C: costal; Sc: subcostal; R: radial; M: media; Cu: cubital; Pcu: poscubital; vf: pliegue vanal;
Vn: área venal; 1V: anal 1; 2V: anal 2; nV: anal n (de Snodgrass, 1935).
HEXAPODA
blecer barreras reproductivas. Las porciones que homologaba las alas con las traqueobran-
de cutícula esclerotizada que intervienen en quias larvales de los Ephemeroptera, del mis-
esas actividades, presentan comúnmente es- mo origen.
trías, crestas, tubérculos, púas (pelos modifica- Las nervaduras, que se originan casi siempre
dos) u otras esculturas, que sirven para una iden- rodeando una tráquea, son escleritos largos y
tificación confiable, y que pueden conservarse delgados, que refuerzan la membrana alar, per-
aceptablemente en los procesos de fosilización. mitiendo las complejas deformaciones que se
Desde hace algunos años se cuenta con micros- requieren para el vuelo (Figura 23. 9).
copios electrónicos para superficies (de barri- Si la membrana alar es translúcida y flexible,
do, o scanning electronic microscopes, abrevia- o poco rígida, suele hablarse de alas membra-
dos como MEB, o SEM) adecuados para estudiar nosas, como en los 2 pares de los efemerópteros,
minúsculos detalles superficiales de la cutícula, himenópteros, etc.; si las alas anteriores son
y órganos cuticulares muy perqueños. Cuando algo rígidas, pero pueden reconocerse clara-
estas estructuras se conservan en el proceso de mente las nervaduras, se las llama tegmina
fosilización, pueden estudiarse sus detalles. (singular tegmen), como en los dictiópteros (cu-
carachas), ortópteros (grillos, saltamontes), etc.;
si son rígidas, y no se reconocen las nervadu-
ALAS Y VUELO ras, se las designa élitros, como en los
dermápteros (tijeretas) y los coleópteros (es-
Los Hexapoda son los únicos invertebrados carabajos), y si tienen la parte basal rígida y la
que conquistaron el espacio aéreo mediante distal membranosa, se las denomina
vuelo activo; tres grupos de vertebrados lo hi- hemiélitros, como en muchos hemípteros
cieron en forma independiente: los Pterodac- (chinches).
tyla, todos extinguidos, las Aves, y los Algunos insectos presentan sus alas reduci-
Mammalia Chiroptera (murciélagos). das, inadecuadas para el vuelo (condición
Las alas de los insectos pueden presentar di- braquíptera), o no presentan alas en absoluto
versas modalidades para aumentar la eficien- (condición áptera), a veces como adaptación a
cia del desplazamiento en el aire, en especial determinadas condiciones ambientales, o como
para aminorar los efectos de la turbulencia del economía de desarrollo en situaciones estables,
aire creada por sus propias alas, y para contro- que no requieren de una dispersión activa en
lar las maniobras de giro, ascenso y descenso. vuelo. De ellos, algunos presentan pterigopoli-
El origen filogenético de las alas fue discutido morfismo, es decir existencia de macrópteros
por varios autores durante más de un siglo; (con alas totalmente desarrolladas) y no vola-
Kukalová-Peck (1986) postuló que evoluciona- dores (braquípteros y ápteros) en una misma
ron a partir de una exita de la supracoxa (el especie, en proporciones ajustadas evolutiva-
segmento más basal) de las patas torácicas ori- mente (Figura 23. 13).
Figura 23. 13. Polimorfismo alar en Hemiptera. A. forma áptera; B. forma macróptera (de Wesenberg-Lund, 1943).
CLASE INSECTA
Figura 23. 17. Orden Zygentoma (de Borror y White, 1970).
SUBCLASE APTERYGOTA
SUPERORDEN BLATTOPTEROIDES
Orden Dictyoptera
Incluyen a los subórdenes Blattaria, las cuca-
rachas, y Mantodea, los tatadiós o mambore-
táes. Generalmente tienen alas grandes, aun-
que existen especies braquípteras y otras
ápteras. Si bien el aspecto y adaptaciones de
estos dos subgrupos son muy diferentes, com-
parten gran cantidad de caracteres, especial-
Figura 23. 18. Orden Ephemeroptera (de Borror y White, 1970).
mente en las alas, y la construcción de sus
ootecas. Es un grupo numeroso, de distribu-
ción especialmente tropical. Los Mantodea son
SUPERORDEN ODONATOPTEROIDES predadores, los Blattodea pueden ser fitófagos,
(ODONATOPTERA) zoófagos o detritívoros; algunas especies son
xilófagas. Unas pocas especies de cucarachas
Orden Odonata son domésticas. Carbonífero-Holoceno (Figu-
Conocidos como alguaciles y libélulas. Lar- ra 23. 20).
vas acuáticas, predadoras, y adultos (imagi-
nes) aéreos, éstos con amplias alas, longevos,
pudiendo reproducirse varias veces; son acti-
vos cazadores diurnos, raramente crepuscu-
lares, de insectos en vuelo. Muy bien represen-
tados en todo el mundo, pero más diversos en
los trópicos. Pérmico-Holoceno (Figura 23. 19).
Figura 23. 19. Orden Odonata Figura 23. 20. Orden Dictyoptera, Suborden Blattaria (cucaracha)
(de Borror y White, 1970). (de Borror y White, 1970).
Figura 23. 24. Orden Thysanoptera (trips) (de Richards y Davies, 1984). Figura 23. 25. Orden Hemiptera (chinche) (de Borror y White, 1970).
HEXAPODA
Orden Megaloptera Orden Coleoptera
Llamados escorpiones de las piedras en el Conocidos como escarabajos, cascarudos, gor-
noroeste argentino. De tamaño grande a muy gojos, etc. Conforman el agrupamiento más nu-
grande, con alas muy amplias, pero no son meroso del reino Animal. Caracterizado por su
buenos voladores; cabeza generalmente primer par de alas muy esclerotizado (élitros),
prognata. Larvas acuáticas, predadoras en ríos no apto para el vuelo; las alas posteriores pue-
de montaña, y adultos aéreos; estos viven poco den existir (formas voladoras), o ser cortas, o
tiempo y no se alejan de sus lugares de cría; es aun faltar (formas no voladoras). Su tamaño,
un grupo poco numeroso. Pérmico-Holoceno. modo de vida, y los lugares donde viven, tanto
las larvas como los adultos, son extremadamen-
te diversificados, no pudiendo generalizarse
Orden Rhaphidioptera sobre estos aspectos. Algunas especies son pla-
Grupo terrestre, poco numeroso en especies. gas agrícolas; otras atacan productos almace-
De tamaño mediano, alargados, protórax muy nados. Pérmico-Holoceno (Figura 23. 27).
largo, y cabeza prognata. Viven en la copa de
árboles. Larvas y adultos son predadores. Car-
bonífero-Holoceno.
SUPERORDEN MECOPTEROIDES
Orden Mecoptera
Sin nombre vulgar generalizado. Terrestres,
Figura 23. 26. Orden Neuroptera (hormiga león) (de Borror y White, de tamaño mediano, aspecto muy diversifica-
1970).
do, con 4 alas membranosas, raramente au-
Orden Trichoptera
Sin nombre vulgar generalizado. Adultos aé-
reos, parecidos a mariposas, con alas cubier-
tas de pelos, que suelen volar poco y no alejar-
se de sus ambientes de cría, y larvas acuáticas
detritívoras o fitófagas, que construyen un ca-
pullo de seda para empupar en él; muchas ve-
ces adicionan al capullo elementos extraños,
como granos de arena, piedritas, trozos de
madera o de hojas, etc.; en algunas especies las
larvas lo construyen mucho antes de empupar,
y lo portan durante parte de su vida larval, o
lo adhieren con seda a soportes firmes (piedras,
ramas). Pérmico-Holoceno.
Orden Lepidoptera
Conocidos como mariposas y polillas. Adul-
tos cubiertos de escamas, con alas generalmen-
te amplias, y aparato bucal formando casi
siempre una espiritrompa, adaptada para li-
bar néctar en flores. Las larvas son las llama-
das orugas, o gatas peludas si tienen largos
pelos, casi todas fitófagas, pudiendo comer Figura 23. 29. Orden Diptera (mosquito) (de Borror y White, 1970).
hojas, brotes, flores, frutos, etc.; unas pocas es-
pecies minan tejidos vegetales, incluso leño-
sos, y otras tienen orugas acuáticas. Las oru- Orden Diptera
gas predadoras son excepcionales. Es un orden Conocidos como moscas, mosquitos, tábanos,
numeroso. Varias especies constituyen plagas etc., forman otro de los órdenes muy numero-
agrícolas. Cretácico-Holoceno (Figura 23. 28). sos. Su característica principal es la de tener
solo el primer par de alas funcional, las poste-
riores están extremadamente modificadas en
balancines, órganos sensoriales que regulan las
maniobras en vuelo. Larvas muy
diversificadas, tanto morfológicamente como
por sus adaptaciones, y siempre ápodas; mu-
chas son acuáticas. Si bien son más diversos
en los trópicos, los hay en todas las latitudes,
incluyendo la Antártida. Las especies de va-
rias familias son hematófagas, y pueden trans-
mitir enfermedades al hombre y muchos ani-
males. Otras son plagas en agricultura. Pérmi-
co-Holoceno (Figura 23. 29).
Figura 23. 32. A. Archangelskyblatta vischniakovae, Blattoptera, Carbonífero Superior, Argentina; B. Xenoptera riojaensis, Paleodictyoptera,
Carbonífero Superior, Argentina; C. Taiophlebia niloriclasodae, Grilloblattida, Carbonífero Superior, Brasil; D. Argentinoglosselytrina
pulchella, Glosselytrodea, Triásico, Argentina; E. Notopamphagopsis bolivari, Orthoptera, Triásico, Argentina; F. Argentinocupes pulchra,
Coleoptera, Triásico, Argentina; G. Argentinoblatta herbsti, Blattoptera, Triásico, Argentina; H. Argentinocicada magna, Hemiptera,
Triásico, Argentina; I. Gallegomorphoptila breviptera, Hemiptera, Triásico, Argentina; J. Lapsoderma nordestina, Dermoptera, Cretácico
Inferior, Brasil; K. Anfitritia exhibitia, Hemiptera, Cretácico Inferior, Brasil; L. Caatingatermes celulosa, Isoptera, Cretácico Inferior,
Brasil; M. Cratolocustopsis contumax, Orthoptera, Cretácico Inferior, Brasil; N. Roesleriana exotica, Neuroptera, Cretácico Inferior,
Brasil; O. Caririraphidia sertaneja, Raphidioptera, Cretácico Inferior, Brasil; P. Catrocora crassa, Hemiptera, Cretácico Inferior, Brasil; Q.
Cratonerthra corinthiana, Hemiptera, Cretácico Inferior, Brasil; R. Alexcarabus megagnathus, Coleoptera, Cretácico Inferior, Brasil; S.
Taubatempis trombetilia, Diptera, Terciario, Brasil; T. Neorinella garciae, Lepidoptera, Terciario, Brasil. (A, B. de Würdig et al. 1998; C.
de Martins-Neto et al. 2004; D, E, I. de Martins-Neto et al. 2003; F, G. de Martins-Neto et al., 2004; H. de Martins-Neto y Gallego 1999
a; J, K, L, P, Q, R. de Martins-Neto 2002 a; M, S. de Martins-Neto 2003; N, O. de Martins-Neto 2002 b; T. de Martins-Neto et al., 1993).
HEXAPODA
te en la cuenca Araripe del Brasil, con por lo a); actualmente abunda en Australia, África,
menos 28 órdenes de insectos. Especial interés India, Oriente Medio, Mediterráneo, Asia y oes-
estratigráfico revisten algunos géneros de te de América del Norte. En América del Sur se
efemerópteros hexagenitoideos hallados en lo ha mencionado viviente para Argentina,
depósitos lacustres de América del Sur Chile, Perú, Venezuela y Bolivia, sobre la base
(Cratogenites), África (Hexameropsis), Europa de hallazgos efectuados entre los años 1920 y
(Hexagenites), Rusia (Hexagenites y Hexameropsis) 1950, aunque muchas de las especies citadas
y Asia (Hexagenites), por hallarse restringidos no pudieron ser confirmadas posteriormente,
al Albiano superior, además de ortópteros lo- por lo que el grupo puede considerarse extin-
custopsideos (Locustopsis en Europa, Cratolo- guido en este continente (Martins-Neto, 2002
custopsis en Brasil, Argentina y África), a).
elcanideos (Elcana en Europa, Cratoelcana en Bra-
sil e Inglaterra) y gryllideos, como el género
Araripegryllus, presentes en el Cretácico Inferior ORIGEN Y EVOLUCIÓN
del Brasil y de Inglaterra (Martins-Neto, 2002
a). Otros grupos interesantes, los neurópteros Los apterigotos fueron tradicionalmente di-
y rafidiópteros igualmente están bien represen- vididos en Entognatha (partes bucales inter-
tados en América del Sur y tienen una amplia nas) y Ectognatha (partes bucales expuestas) a
distribución mundial, señalando muy bien el partir del esquema de Hennig (1981). La
límite Aptiano-Albiano, como por ejemplo el entognatia es una característica compartida
género Cratoraphidia, presente en el Aptiano del por Ellipura (Collembola + Protura) y el orden
Brasil y de China (Martins-Neto, 2002 a, b). Diplura, mientras que ectognatia está presen-
El Cretácico también se caracteriza por el sur- te en Microcoryphia, Zygentoma y Pterygota.
gimiento de los insectos sociales (termites, avis- Bach de Roca et al. (2000) revisaron las relacio-
pas, abejas y hormigas) cuyos registros más nes filogenéticas propuestas por varios auto-
antiguos se hallan en el Cretácico Inferior sud- res, concluyendo que Collembola, Protura,
americano, como es el caso de los géneros Diplura, Microcoryphia y Dicondylia son gru-
Caatingatermes, Araripetermes y Meiatermes pos naturales (monofiléticos) y el taxón
(Isoptera, Cretácico Inferior del Brasil; Martins- Ellipura (Collembola + Protura) no está justifi-
Neto, 2002 a) y Cariridres (Hymenoptera cado, por lo que la designación Parainsecta
Formicidae, Cretácico Inferior del Brasil; (Collembola + Protura), de Kukalová-Peck
Brandão et al., 1989). (1991), también sería inválida.
El pasaje del Cretácico al Paleoceno no fue tan Los autores tampoco hallaron apoyo para
dramático para los insectos como resultó para considerar monofiléticos a los Apterygota, de-
muchos vertebrados e invertebrados. Familias biendo dicha designación ser definitivamente
estratigráficamente importantes en el Cretá- abandonada. El orden extinguido Monura, en
cico, pertenecientes a los ortópteros locustop- opinión de Bach de Roca et al. (2000) debería ser
sideos y elcanídeos, así como de efemópteros incluído como suborden de Microcoryphia.
hexagenitoideos, se extinguieron totalmente Los Collembola constituyen uno de los gru-
en dicho tránsito (Martins-Neto, 2002 a). En pos más antiguos de hexápodos, con registros
cambio, los grupos de ortópteros, gryllideos y desde el Devónico Inferior, en sedimentos de
efemerópteros siphlonurideos alcanzaron su Rhynie Chert, Escocia (Scourfield, 1940;
mayor diversidad y desarrollo, permanecien- Whalley y Jarzembowski, 1981; Greenslade,
do hasta la actualidad en las faunas tropicales 1988). Los fósiles originales fueron descriptos
y subtropicales (Martins-Neto 2002, a). como una especie única, Rhyniella praecursor,
Es interesante observar que los rafidiópteros, pero Greenslade y Whalley (1986) consideran
abundantes en el Cretácico sudamericano, des- la existencia de por lo menos 2 especies distin-
aparecen completamente en el Cenozoico, pero tas, asignadas a las familias vivientes Isotomi-
continúan siendo abundantes y diversificados dae y Neanuridae.
en la fauna actual de la Península Ibérica, El registro de Collembola es notablemente
Oriente Medio, Mediterráneo y oeste de Amé- pobre, con 2 especies conocidas en el Devónico
rica del Norte (Aspöck, 1986; Martins-Neto, Inferior, 1 del Pérmico Superior de África (Riek,
2002 a). 1976) y 8 del ámbar cretácico de Canadá
Otro particular grupo, el de los neurópteros (Christiansen y Pike, 2002).
nemopterideos también fue muy abundante En el Cenozoico se registran cuatro depósitos
en el Cretácico sudamericano pero, en el Ceno- de ámbar portadores de especies de colémbo-
zoico solo es conocido en el Oligoceno de Amé- los, todas atribuidas a géneros recientes
HEXAPODA
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analysis of the Protanisoptera (Insecta: Odonatoptera).
Geobios 35: 537-560.
Figura 24. 1. Ejemplos de las cinco clases vivientes de equinodermos. A. Antedon (estrella plumosa), Clase Crinoidea; B. Asterias
(estrella de mar), Clase Asteroidea; C. Holothuria (pepino de mar), Clase Holothuroidea; D. Ophiothrix (estrella quebradiza), Clase
Ophiuroidea; E. Echinus (erizo de mar), Clase Echinoidea (modificado de Nichols, 1969).
Figura 24. 2. Dos ejemplos de los diferentes arreglos tridimensionales del estereoma en las placas de los equinoideos (modificado de
Smith, 1984).
ECHINODERMATA
temas de órganos.
El origen de la simetría radial pentámera se Se compone de la boca, por lo general ubicada
desconoce y algunas formas del Paleozoico centralmente, el esófago, el estómago con glán-
Temprano carecen de ella, si bien se halla pre- dulas digestivas (Figura 24. 3), o un intestino
sente en Arkarua, del Proterozoico Tardío. largo, y el ano a través del cual es eliminado el
material de desecho como pequeñas bolitas
fecales. Algunas ofiuras y unas pocas estrellas
ANATOMÍA de mar carecen de ano y el material de desecho
es expulsado por la boca.
El interior del cuerpo de los equinodermos La longitud del sistema digestivo depende de
está integrado por cavidades celómicas, que la alimentación, siendo corto en las estrellas
contienen sistemas de órganos. de mar (carnívoras).
El celoma se origina por la invaginación del Los erizos de mar poseen en la región bucal
arquenterón o intestino embrionario, un pro- una estructura calcárea, la linterna de
ceso denominado enterocélico. En la mayoría Aristóteles que utilizan para raspar las super-
de las especies, el celoma está dividido en tres ficies duras en busca de alimentos (Figura 24.
pares de vesículas, las cuales varían en sus ca- 37). La integran 5 placas calcáreas, denomina-
racterísticas, si bien algunos caracteres son si- das pirámides, que se disponen radialmente,
milares y reflejan un origen común dentro del con cada lado conectado al de la pirámide ad-
phylum: el mesocele da lugar a todo el siste- yacente por músculos transversales o
ma hidrovascular y uno o ambos somatoceles interpiramidales. A lo largo de la línea media
constituyen el revestimiento de las cavidades de cada pirámide existe una banda media o
del cuerpo. Dichas cavidades celómicas se ha- guía cuyo extremo superior curvado es el área
llan ocupadas por un líquido de composición de formación de nuevos dientes o extremos
similar a la del agua de mar y a la presión nor- orales de las bandas que se proyectan más allá
mal, lo que ayuda a mantener la forma del de las puntas de cada pirámide; por lo tanto,
equinodermo. existen 5 dientes distales, muy duros y aguza-
Figura 24. 3. Clase Asteroidea. Morfología generalizada de una estrella de mar (modificado de Sprinkle y Kier, 1987).
SISTEMA NERVIOSO
ECHINODERMATA
de las distintas clases, estas larvas generaliza-
El intercambio gaseoso entre el agua de mar y das se convierten en otras especializadas como
el fluido celómico tiene lugar mediante estruc- la auricularia (holoturoideos), bipinnaria (es-
turas respiratorias muy simples y/o a través trellas de mar) y plútea (equinoideos).
de las paredes de los podios. En los asteroi- Los equinodermos son deuterostomados, es
deos, las branquias dérmicas o papilas son pro- decir, se caracterizan por presentar un modelo
yecciones de la pared corporal y del celoma de segmentación en el cual los primeros
perivisceral que se extiende entre las placas blastómeros muestran gran labilidad, por la
esqueléticas del disco y de los brazos. La es- formación de un mesodermo y de un celoma o
tructura respiratoria en los holoturoideos se enterocele, a partir de la invaginación de la
desarrolla a partir de la región posterior de su pared del arquenterón, por la persistencia de
intestino (Figura 24. 27) y está formada por dos un blastoporo (lugar donde comienza la
tubos principales que se dividen y subdividen gastrulación), con funciones de ano, o por la
constituyendo un sistema ramificado de tubos formación de un nuevo ano inmediatamente
ciegos que se extiende por el sistema junto al blastoporo cerrado y, si el desarrollo
perivisceral. es indirecto, por la formación de una larva
En los equinoideos regulares, los órganos respi- dipléurula.
ratorios principales son cinco pares de sacos o El tamaño de las larvas es casi microscópico
branquias, que se ubican en el peristoma y se y su aspecto resulta tan diferente al de los adul-
proyectan en el agua. En los equinoideos irregu- tos que en un momento, fueron consideradas
lares, los podios constituyen la única área de in- un grupo de organismos aparte. La metamor-
tercambio gaseoso, ya que no poseen branquias. fosis tiene lugar durante la permanencia en el
bentos.
Las larvas de algunos equinodermos, parti-
REPRODUCCIÓN Y DESARROLLO cularmente Echinoidea, poseen un esqueleto
calcificado, pero no se han reconocido larvas
Las gónadas son sencillas (Figuras 24. 27 y fósiles correspondientes al phylum. El esque-
35) y abren al exterior a través de uno o más leto larval puede constituir el núcleo de algu-
poros genitales o gonoporos ubicados en las nas placas adultas o ser reabsorbido parcial-
placas genitales (Figura 24. 33 B). En los mente durante la metamorfosis.
ofiuroideos ellas desembocan en sacos El desarrollo larval de los invertebrados ma-
genitales especializados (Figura 24. 24) y en rinos tiene lugar mediante tres tipos básicos:
los crinoideos son internas y están adheridas planctotrófico, lecitotrófico y por incubación,
a los apéndices. existiendo además tipos intermedios o combi-
La mayoría de los equinodermos son de sexos naciones de los mencionados (Cecca, 2002).
separados y el dimorfismo sexual no es claro. Las especies caracterizadas por un desarro-
Algunos son hermafroditas pero no existe llo larval planctotrófico producen gran canti-
autofecundación, ya que la madurez de las dad de huevos y las larvas que salen de ellos
gónadas no es simultánea en el mismo indivi- nadan libremente y se alimentan de pequeños
duo. Los Asteroidea, Ophiuriodea y Holothu- organismos planctónicos o de partículas orgá-
roidea son capaces de multiplicarse asexual- nicas. Estas larvas son capaces de sobrevivir
mente por escisión del cuerpo original en par- en el plancton por períodos prolongados de
tes, pero esto puede considerarse como un fe- tiempo (hasta 6 meses o más) y tienen una gran
nómeno de autotomía. capacidad de dispersión.
El método de reproducción más común es el En el desarrollo larval no planctotrófico, las
sexual, en el cual los óvulos de la hembra re- larvas lecitotróficas y las incubadas cuentan
sultan fertilizados por el esperma del ma- con las reservas nutritivas de los huevos don-
cho. Las gametas son eyectadas al agua de de se desarrollan. Las especies caracterizadas
mar, produciéndose la fertilización (externa). por este tipo de desarrollo tienen un potencial
La segmentación del huevo origina una de dispersión mucho menor, ya que las larvas
blástula ciliada y hueca, que se mueve libre- lecitotróficas pueden tener una pequeña exis-
mente en el agua y después de pasar por el es- tencia planctónica, mientras que las incuba-
tadio de gástrula, se transforma en dipléurula. das son retenidas dentro del cuerpo de la ma-
Esta última es un pequeño animal de simetría dre durante el desarrollo y, eventualmente,
bilateral con tracto digestivo completo y dos emergen como juveniles metamorfoseados.
bolsas celómicas laterales delimitadas por Un desarrollo larval planctotrófico ha sido
mesotelio. inferido del diámetro de los huevos en algunas
ESQUELETO
dermos y llegan a tener una longitud cercana a celómica y pueden no tener canales ni podios,
los 150 mm. Pueden ser proyecciones fijas a las usando la secreción de mucus y cilios para cap-
placas esqueletales, o móviles montadas sobre tar el alimento.
una base globosa. Un anillo de nervios y mús- Las superficies del esqueleto donde se inser-
culos ubicados en dicha base controla el movi- tan los apéndices que llevan los sistemas
miento de las espinas, las que sirven tanto para celómicos se denominan facetas articulares (Fi-
la protección como la locomoción. gura 24. 7).
Los erizos de mar y las estrellas de mar tie- El tallo o pedúnculo (Figuras 24. 8, 9, 10, 12,
nen estructuras con forma de pinza, deno- 13, 14, 15, 18, 19 y 21) se encuentra en la mayo-
minadas pedicelarios (Figuras 24. 6, 35 y 36) ría de los lirios de mar, actuales y fósiles, así
adheridas al esqueleto y formadas por dimi-
nutas placas. Las mismas sirven para remo-
ver pequeños objetos extraños de la superfi-
cie esqueletal y en la defensa.
Los brazos (Figuras 24. 9, 11, 13, 24, 25 y 26)
constituyen las principales extensiones radia-
les del cuerpo y los sistemas celómicos, así
como del esqueleto. Están presentes en número
de 5 o múltiplo de 5 y llevan ramas ambula-
crales y podios que sirven primariamente, para
la alimentación, y a veces para el movimiento.
En los lirios de mar, a cada lado del brazo hay
una hilera de apéndices articulados o pínulas
(Figuras 24. 9, 11, 13 y 14).
Las braquiolas (Figuras 24. 7, 15, 19, 20, 21 y
22) son apéndices pequeños utilizados para
captar el alimento, ubicados en las áreas am-
bulacrales recumbentes en equinodermos del
Paleozoico. Son erectas, delgadas, no
ramificadas y llevan un surco ambulacral cu-
bierto por una doble hilera de placas. Carecen Figura 24. 7. Morfología de las braquiolas en un equinodermo fósil
de extensiones importantes de la cavidad (modificado de Sprinkle y Kier, 1987).
Figura 24. 8. Morfología de un tallo (A) y un zarcillo (B) en equinodermos fijos (modificado de Sprinkle y Kier, 1987).
Figura 24. 9. Clase Crinoidea, Subclase Articulata. A. Ptilocrinus, lirio de mar con tallo y 5 brazos; B. Neometra, estrella plumosa sin tallo
y con 30 brazos (no se muestran todos los brazos) (modificado de Barnes, 1992).
ECHINODERMATA
mos. Este apéndice, largo o corto, que sirve para
la fijación al sustrato, está integrado por nu- Invertebrados marinos, en su mayoría de
merosas placas de formas variadas, denomina- vida libre, con algunos fijos. Simetría radial
das columnales, y se extiende desde la base del pronunciada, casi siempre pentámera en el
cáliz hasta el sustrato, al que se cementa o adulto, pero bilateral en la larva. Cuerpo re-
enraiza. Las columnales (Figuras 24. 8, 10 y 12) dondeado, cilíndrico, asteriforme; endoesque-
tienen una abertura central o lumen, por donde leto raramente ausente, formado por placas o
pasan las ramificaciones de los sistemas piezas aisladas entre sí. Su sistema hidrovas-
celómicos, se hallan unidas por músculos y li- cular es único en el reino Animal. Cabeza no
gamentos, y trabadas por estrías en zigzag de- diferenciada, superficie del cuerpo general-
nominadas crénulas, que impiden los movi- mente espinosa; sistema digestivo ausente en
mientos relativos entre columnales adyacentes. algunos; sistema nervioso primitivo. Órganos
Las placas nodales son columnales más gran- sensoriales poco desarrollados. La mayoría ca-
des que las restantes o internodales, y a veces rece de sistema excretor y respiratorio típico.
tienen pequeños apéndices compuestos por Sistema circulatorio o hemal presente; cora-
columnales más pequeñas o cirros (Figuras 24. zón ausente. Dioicos, excepcionalmente her-
8, 9 y 12). mafroditas; la larva sufre una gran metamor-
El zarcillo (Figura 24. 8 B) es un apéndice para fosis al pasar al estadio adulto. Cámbrico Tem-
la fijación al sustrato más primitivo que el ta- prano-Holoceno.
llo. Está compuesto por numerosas placas
poligonales pequeñas que rodean a un lumen
central grande. Se lo encuentra en varias cla- SUBPHYLUM CRINOZOA
ses extinguidas del Cámbrico.
Equinodermos con cáliz globoso, estrecha-
mente suturado. Muchos tienen tecas provis-
SISTEMÁTICA tas de varios círculos de placas, mostrando si-
metría pentámera bien definida. Brazos lar-
La sistemática adoptada en este capítulo si- gos y erectos con pínulas; sistema hidrovas-
gue la de Sprinkle (Sprinkle y Kier, 1987), basa- cular abierto. Boca centrada sobre la superfi-
da en la morfología esqueletal de los estadios cie superior del cáliz, ano excéntrico. La ma-
adultos. La misma se reproduce en el Cuadro yoría carece de hidroporos, gonoporos y es-
24. 1 con el agregado de algunos órdenes repre- tructuras respiratorias accesorias. Muchos fi-
sentativos de la Clase Echinoidea. jos al sustrato por extensiones distales de los
tallos o por cirros, que se
ramifican desde la base
Cuadro 24.1. Sistemática del Phylum Echinodermata del cáliz. Cámbrico Me-
Phylum Echinodermata dio-Holoceno, aproxi-
madamente 1025 géne-
ros vivientes y fósiles
(Figuras 24. 1A, 9-14, 43
B y 45). En el Devónico del
Brasil se han descripto
placas columnales perte-
necientes a los géneros
Exaesiodiscus y Laudonom-
phalus.
CLASE CRINOIDEA
ECHINODERMATA
puede estar modificada en un saco anal. brazos uniseriales o biseriales, con pínulas. Ta-
Los brazos se componen de placas braquiales llo compuesto de columnales que pueden llevar
(Figura 24. 11), que pueden ser uniseriales (Fi- cirros. Ordovícico Temprano-PérmicoTardío;
gura 24. 11 B y D), dispuestas en una sola hilera aproximadamente 210 géneros.
o biseriales (Figura 24. 11 C), en doble hilera de En el Devónico de Brasil se ha descripto el gé-
placas alternadas. nero Monstrocrinus.
Los brazos pueden no ramificarse o hacerlo En el Pennsylvaniano de Argentina se cono-
varias veces, y cada punto de ramificación tie- cen especies de ?Denarioacrocrinus, Patagonoacro-
ne una placa triangular o pentagonal, llamada crinus y Sueroacrocrinus.
axilar (Figura 24. 11 D). Si un brazo se ramifica
en dos segmentos iguales, la ramificación es
isotómica, en el caso de ser desiguales, en ta- SUBCLASE FLEXIBILATA
maño o longitud, se dice heterotómica.
Algunos crinoideos restringen los movimien- Crinoideos con copa cónica o en forma de cuen-
tos en la parte inferior de los brazos por medio co, dicíclica, integrada por placas unidas
de pequeñas proyecciones o procesos laxamente; parte inferior de los brazos e
pateloides. Cuando la parte inferior de los bra- interbraquiales incluidas en la parte superior
zos está incorporada al tope de la copa, por de la copa. Tegmen flexible, con muchas placas
arriba de las placas radiales y debajo del pequeñas; brazos uniseriales sin pínulas; pro-
tegmen, las placas modificadas se denominan cesos pateloides en las placas braquiales infe-
braquiales fijas. Los brazos y las pínulas lle- riores. Tallo con columnales circulares carentes
van numerosos podios y los surcos ambula- de cirros. Ordovícico-Pérmico; aproximada-
crales de los brazos, pínulas y tegmen tienen mente 60 géneros.
placas cobertoras (Figura 24. 11 A) que los pro-
tegen. Dichas placas se abren durante la ali-
mentación. SUBCLASE ARTICULATA
En el Pennsylvaniano de Argentina se han
descripto columnales perteneciente al género Crinoideos con copa reducida, dicíclica con
Tschironocrinus (Figura 24. 47 B, C). placas infrabasales ausentes o fusionadas du-
rante el crecimiento. Tegmen con pocas placas o
sin ellas. Brazos largos y uniseriales, ramifica-
SUBCLASE INADUNATA dos en la segunda placa braquial, y dotados de
pínulas. Tallo de sección circular o pentagonal,
Crinoideos con copa monocíclica o dicíclica, con cirros; algunas formas carecen de tallo y
cilíndrica o con forma de cuenco, integrada por llevan cirros fijos a una placa circular
placas unidas fuertemente; tegmen simple con centrodorsal, en la base de la copa. Triásico-Ho-
placas orales y anales que a veces, se extienden loceno; aproximadamente 165 géneros vivien-
en un gran saco anal. Parte inferior de los bra- tes y 90 fósiles (Figuras 24. 1 A, 9 y 47 A).
zos, libre; brazos primitivamente uniseriales, Comprende a todos los crinoideos actuales,
luego biseriales y pinulados. Tallo con tanto fijos (lirios de mar), como libres
columnales que pueden llevar cirros. Ordoví- (comátulas), y a casi todos los crinoideos fósi-
cico Temprano-Triásico Medio; aproximada- les pospaleozoicos. Un reducido número de es-
mente 480 géneros (Figura 24. 10). pecies se conoce en el Mesozoico y Terciario de
En el Devónico Inferior de las islas Malvinas América del Sur.
y en el Devónico de Brasil se conoce Botryocrinus, En el Cretácico del Brasil se ha descripto una
y del Carbonífero Superior del Brasil, se des- especie de Articulata perteneciente al género
cribieron especies de Erisocrinus y Dicromyocrinus. Roveacrinus y en el Cretácico de la isla Viceco-
modoro Marambio se halló Metacrinus (Figura
24. 47 A.).
SUBCLASE CAMERATA
ECHINODERMATA
hidrospira suspendidos en la cavidad celómica,
junto a los ambulacros y cruzando la sutura de las placas radiales y deltoideas, normales a
entre las placas radiales y las placas deltoideas; las suturas de éstas y paralelas al borde am-
8-10 grupos de hidrospiras presentes (a veces bulacral adyacente, de modo que existen 2
reducidas o ausentes sobre el lado anal); las hidrospiras por cada ambulacro. En las for-
hidrospiras pueden estar abiertas como fisuras mas más evolucionadas, cada hidrospira
a lo largo de su longitud o cerradas, con series quedaba suspendida de la placa radial, de ma-
de poros entre las placas laterales, más un nera que sus pliegues eran bañados por el lí-
espiráculo más grande con forma de poro en la quido celómico que circulaba entre ellos. Ro-
parte superior de la teca. Tallo largo pero de
diámetro reducido. ?Ordovícico Medio, Silúrico
Medio-Pérmico Tardío; aproximadamente 95
géneros (Figuras 24. 15-17, 43 B, 45 y 47 D).
La teca de los blastoideos consta de varios
círculos de placas: las 3 inferiores, dispuestas
alrededor de la articulación del tallo, se deno-
minan placas basales (Figura 24. 16 A); por arri-
ba se hallan 5 placas radiales, cada una soste-
niendo un ambulacro; por encima siguen 5 o
más placas deltoideas, que rodean la boca, en
la parte más elevada de la teca (Figura 24. 16
B). Cada ambulacro lleva una placa lanceta cen-
tral (Figura 24. 17) que sostiene a 2 pares de
placas laterales; cada par lleva una braquiola.
Las estructuras respiratorias de los blastoi-
deos se llaman hidrospiras (Figura 24. 17), con-
Figura 24. 18. Reconstrucción de un fondo marino del Ordovícico Tardío. A. Lepadocystis (Clase Rhombifera); B. briozoos ramosos; C.
braquiópodos; D. edrioasteroideos en asociación natural (modificado de Kesling, 1967).
Figura 24. 21. Clase Eocrinoidea. Rhopalocystis, Ordo- Figura 24. 22. Lichenoides, eocrinoideo del Cámbrico Medio (modificado de
vícico Superior (modificado de Ubaghs, 1967). Ubaghs, 1967).
ECHINODERMATA
ambulacrales; brazos grandes y huecos, con
las principales extensiones en los sistemas
celómicos (estrellas de mar) o pequeños pero
largos, formados por placas que se articulan, y
separados claramente del cuerpo (ofiuras). Los
surcos ambulacrales sobre los brazos contie-
nen al sistema hidrovascular abierto, con nu-
merosos podios. Placas pequeñas, numerosas;
simetría pentámera bien desarrollada. Boca
central sobre la superficie inferior del cuerpo;
ano (cuando presente) sobre la superficie su-
perior; madreporito en diversas posiciones. La
mayoría con estructuras respiratorias acceso-
rias. Ordovícico Temprano-Holoceno; aproxi-
madamente 755 géneros vivientes y fósiles (Fi-
guras 24. 1 B y D, 3, 4, 24, 43 C y F y 45).
CLASE ASTEROIDEA
Figura 24. 24. Clase Ophiuroidea. Morfología de un ofiuroideo actual (modificado de Sprinkle y Kier, 1987).
rosas placas delgadas, pequeñas a medianas. la fijación (tallo). Esqueleto con numerosas pla-
Un apéndice parecido a una «cola», fijo a uno cas que, en la mayor parte de las formas tiene
de los extremos de la teca, agrandado en la por- simetría pentámera bien desarrollada. La ma-
ción proximal y a veces, con espinas; un se- yoría posee la boca y el ano en los extremos
gundo apéndice más pequeño y parecido a un opuestos de la teca, hidroporo o madreporito
brazo en el extremo opuesto de la teca, cubier- y 1 a 5 gonoporos cerca de la boca. Cámbrico
to de placas. Boca en la base del «brazo», sobre Temprano-Holoceno; aproximadamente 1018
el lado inferior del cuerpo; ano excéntrico; pe- géneros (Figuras 24. 1 C y E, 6, 18 D, 27-42, 43 A,
queña abertura (hidroporo?) cerca de la boca. C, D, E, F, 44 y 45).
Cámbrico Medio-Devónico Temprano; aproxi-
madamente 12 a 13 géneros (Figuras 24. 26, 43
C y 45). CLASE HOLOTHUROIDEA
Figura 24. 27. Clase Holothuroidea. Morfología interna general de un holoturoideo actual (modificado de Sprinkle y Kier, 1987).
Figura 24. 28. Clase Edrioasteroidea. Superficie adoral de Carneyella, Ordovícico (modificado de Sprinkle y Kier, 1987).
ECHINODERMATA
el organismo podría elevarse sobre el sustra- bre la superficie inferior provista de un aparato
to (Figura 24. 43 A). Tribrachidium, del Protero- alimentario, compuesto por 5 piezas interra-
zoico Superior australiano, quizá pertenezca diales, similar al de equinoideos. Superficie
a esta clase. Cámbrico Medio-Pennsylvania- aboral con placas irregularmente dispuestas en
no; aproximadamente 35 géneros (Figuras 24. círculos. Ano sobre la superficie aboral (Figura
28, 43 A y 45). 24. 29 B) e hidroporo sobre la misma. Ordovíci-
co Temprano-Mississippiano Temprano;
aproximadamente 6 géneros (Figuras 24. 29, 43
CLASE OPHIOCISTIOIDEA E y 45).
Figura 24. 31. Clase Cyclocystoidea. A-C. vistas oral, aboral, y sección transversal de Cyclocystoides, Ordovícico Medio-Devónico Medio
(modificado de Kesling, 1966).
con aberturas al interior de la teca. Tallo com- para el pasaje de las branquias externas. El ano
puesto por pequeñas placas poligonales agru- o periprocto (Figuras 24. 33 B, 35, 39, 40 y 41) se
padas que forman columnales circulares. Or- encuentra en la superficie superior (dorsal) o
dovícico Medio; 1 género (Figuras 24. 32 y 45). inferior (ventral).
El sistema apical (Figuras 24. 33 B, 39, 40 y 41)
está integrado por un círculo de 10 placas: 5
CLASE ECHINOIDEA placas genitales, interambulacrales, perfora-
das para la salida de los productos genitales,
Echinozoa con esqueleto globoso o discoidal de las que una actúa como madreporito, y 5
compuesto de series de placas que engranan en- placas oculares, ambulacrales (Figuras 24. 33
tre sí y llevan espinas; 5 series de placas ambula- B y 38).
crales alternan con 5 series de placas interambu- El crecimiento del esqueleto se realiza median-
lacrales; boca en la superficie inferior, apoyada te: 1) el agregado de nuevas placas en el extre-
sobre el sustrato; mandíbulas y dientes presen- mo apical de las hileras ambulacrales e inte-
tes o no; ano en la superficie superior, dentro del rambulacrales y 2) por el incremento en el ta-
sistema apical, o desplazado al interambulacro maño de las placas ya existentes. Generalmen-
posterior sobre la superficie superior o inferior; te, el agregado de nuevas placas continúa toda
canales radiales internos. Ordovícico Tardío- la vida; las placas que inicialmente fueron
Holoceno; aproximadamente 765 géneros (Fi- aborales se mueven hacia la superficie oral,
guras 24. 1 E, 2, 6 y 33-45). manteniendo su posición ambulacral o
Los equinoideos tienen un esqueleto com- interambulacral (Figura 24. 34). En los Cly-
puesto de numerosas hileras de placas, aco- peasteroida y en muchos Spatangoida hay un
modadas radialmente, que son dobles en la pequeño número de placas ventrales que se es-
mayor parte del grupo. Las mismas se dispo- tablece muy temprano en la vida del organis-
nen en áreas alternadas: ambulacro, que tiene mo; durante el crecimiento posterior, las pla-
1 o 2 poros por placa para la salida de los po- cas continúan agregándose adapicalmente
dios, e interambulacro (Figuras 24. 6 y 33 B). pero no se mueven adoralmente, de tal modo
Las espinas móviles están adheridas a tubér- que las placas adorales se hacen muy grandes
culos (Figuras 24. 6, 33, 36 y 38) existentes en la para compensar, y el peristoma se agranda por
superficie exterior de las placas, generalmente expansión de la placa y no por reabsorción
las más grandes en las placas interambulacra- (Smith, 1984).
les. La mayor parte de los equinoideos llevan Entre los equinoideos se reconocen dos gru-
pedicelarios (Figuras 24. 6, 35 y 36). pos: regulares e irregulares. Los regulares son
La boca o peristoma (Figuras 24. 33 A, 35, 39, equinoideos con el periprocto incluido en el sis-
40 y 41) está localizada en el lado inferior o tema apical y tienen un esqueleto de contorno
ventral. Las escotaduras peristomales (Figura circular. Los irregulares poseen el periprocto
24. 33 A) son aberturas, que pueden ubicarse o fuera del sistema apical, con menor número de
no en el borde interambulacral del peristoma, placas genitales, y simetría bilateral; general-
Figura 24. 33. Clase Echinoidea. Morfología general de un equinoideo regular. A. vista adoral; B. vista aboral (modificado de Sprinkle y
Kier, 1987).
mente, son elongados en el sentido ántero-pos- esqueleto (Figuras 24. 41 A, 42 P y 48 A). Los
terior con el ano posterior. poros de los pétalos pares son respiratorios y
Los equinoideos regulares tienen ambulacros los del ambulacro anterior cumplen funciones
compuestos de placas simples e independien- sensoriales o sirven para cavar en el sustrato
tes, llamadas primarias o bien, compuestas (Fi- (Figura 24. 44 B-E).
gura 24. 33 A), integradas por la fusión de va- Muchos regulares e irregulares tienen poros
rias y generalmente, cubiertas por un tubércu- ambulacrales agrandados y agrupados cerca
lo grande. del peristoma, formando filodos (Figura 24.
En los equinoideos regulares e irregulares los 40), y los podios que emergen por ellos inter-
ambulacros son continuos desde el sistema vienen en la alimentación y adhesión al sus-
apical hasta el periprocto. trato. En muchos irregulares, los interambu-
En la mayor parte de los equinoideos irregu- lacros se hallan inflados sobre el borde
lares los poros de la superficie superior son peristomal, formando una estructura con as-
mucho más grandes, y determinan áreas, a pecto de cojín o almohadilla (burrelete) (Fi-
menudo alargadas, denominadas pétalos (Fi- gura 24. 40) donde se alojan espinas que em-
gura 24. 40) a través de las cuales emergen po- pujan los alimentos a la boca.
dios aplanados; en algunas especies de Spatan- Excepto los Clypeasteroida, todos los equi-
goida los pétalos están deprimidos dentro del noideos tienen un solo poro o un par de poros
Figura 24. 35. Corte transversal de un equinoideo regular (modificado de Sprinkle y Kier, 1987).
(poros pareados) en cada placa ambulacral, y a través del cual pasan la arena y los nutrien-
ninguno en los interambulacros. tes hacia los surcos ambulacrales, ubicados
En las placas ambulacrales y algunas interam- sobre la superficie oral (Figura 24. 39), trans-
bulacrales de los Clypeasteroida, además de los portando el material a la boca.
poros pareados normales, existen poros acce-
sorios que dan salida a los podios usados para
raspar el sustrato o transportar las sustancias EQUINOIDEOS REGULARES
alimenticias.
La linterna de Aristóteles se halla presen- Los equinoideos regulares se distinguen por
te en todos los regulares y en algunos irre- su esqueleto circular (visto desde arriba), si-
gulares. metría pentámera perfecta, ano dentro del sis-
Los espatangoideos (Spatangoida) tienen tema apical y en el centro de la superficie
fasciolas (Figura 24. 41 D, E) o bandas angostas aboral. Placas delgadas a gruesas que pueden
de pequeñas espinas ciliadas que rodean parte estar imbricadas. Ambulacros con 2 o más hi-
de la teca, las que originan corrientes que cola- leras de placas. Interambulacros con 1 o más
boran en la respiración, alimentación o excre- columnas de placas similares. Espinas largas.
ción. Las placas interambulacrales posterio- linterna de Aristóteles siempre presente. Or-
res, sobre el lado inferior (ventral) se hallan dovícico Tardío-Holoceno, 355 géneros (Figu-
muy agrandadas, formando una plataforma o ras 24. 1 E, 6, 33, 34, 35, 38, 42 A-H, 43 E-F 44 A-
plastrón (Figura 24. 41 B). C y 48 D).
Algunos Clypeasteroida presentan un orifi- En el Jurásico de Argentina y Chile se conoce
cio o lúnula (Figura 24. 39) cerca del borde tecal, Psephechinus (orden Phymosomatoida).
Figura 24. 36. Corte esquemático de la pared del cuerpo de un equinoideo (modificado de Barnes, 1992).
Figura 24. 39. Orden Clypeasteroida. Morfología general (modificado de Moore, Lalicker y Fischer, 1952).
terna de Aristóteles con dientes anchos en el m de longitud, mientras que crinoideos extin-
adulto. Paleoceno-Holoceno; 73 géneros (Figu- guidos tuvieron tallos de más de 20 m de largo.
ras 24. 34, 39, 42 M, 44 D y 48 B). Algunas especies poseen colores brillantes y
En América del Sur abundan los Monopho- otras apagados, dependiendo de la pigmenta-
rasteridae, Abertellidae y Mellitidae con géne- ción y del comportamiento, ya que los equino-
ros fósiles como Monophoraster, Amplaster (Figu- dermos suelen estar visibles u ocultos en sus
ra 24. 48 B), Iheringiella y Abertella y vivientes, hábitats. Son casi exclusivamente marinos,
como Mellita y Encope. solo unas pocas especies sobreviven en ambien-
tes salobres, y ocupan todos los ambientes
oceánicos, desde los charcos tidales hasta las
grandes profundidades, integrando la epifauna
ECOLOGÍA Y PALEOECOLOGÍA e infauna y exhibiendo hábitos diversos. En
zonas rocosas intertidales y en los arrecifes
coralinos pueden observarse estrellas de mar
Los equinodermos son organismos de tama- y equinoideos regulares, mientras que las
ño mediano, que no superan los 10 cm de lon- ofiuras habitan fracturas. Mar afuera, las
gitud o diámetro; las especies muy grandes no ofiuras y los equinoideos irregulares se entie-
son comunes, a pesar de que en la actualidad, rran en los sedimentos blandos, y llegan a for-
algunas ofiuras pueden exceder 1 m de diáme- mar verdaderos «horizontes». En aguas pro-
tro y existen pepinos de mar que superan los 2 fundas, los crinoideos pueden ocupar fondos
Figura 24. 41. Orden Spatangoida. A-C. vistas aboral, adoral y posterior de Linthia, Cretácico Superior-Plioceno; D, E. fasciolas de
espatangoideos (modificado de Smith, 1984 y Durham et al., 1966).
rocosos o blandos y los pepinos de mar domi- Entre las clases vivientes de los equinoder-
nan en los blandos de las planicies abisales. mos, los crinoideos y equinoideos son los de
Muchos son gregarios, especialmente los li- presencia fósil más importante, frente a los
rios de mar, y esta característica dataría del asteroideos, ofiuroideos y holoturoideos, cu-
Paleozoico. yos registros son más incompletos debido a
La locomoción es un proceso lento en los equi- tener esqueletos muy reducidos (holoturoideos)
nodermos, a pesar de que disponen de estruc- o no preservables bajo condiciones normales
turas locomotoras capaces de movimientos de fosilización (asteroideos y ofiuroideos). El es-
rápidos. Los pepinos de mar pueden deslizar- queleto de un equinodermo es interno y sus pla-
se sobre el fondo marino con ayuda de sus po- cas están unidas por material orgánico que,
dios o moverse como una babosa. Los equinoi- después de la muerte, se deteriora y, con excep-
deos, las estrellas de mar y algunas ofiuras son ción de algunos grupos como los equinoideos
capaces de avanzar lentamente ayudados por regulares, en los que la conexión entre las placas
sus grupos de podios. Los equinoideos regula- es muy estrecha, las placas individuales son
res también suelen recurrir a las espinas para dispersadas por las corrientes u otros organis-
el anclaje durante la locomoción. Algunas mos bentónicos, de manera que resulta poco
ofiuras cruzan el fondo marino, realizando común encontrar esqueletos completos, salvo
«saltos» mediante el «golpe» de sus brazos, y bajo condiciones de enterramiento rápido.
las comátulas «nadan» y se desplazan suave- Los crinoideos constituyen los únicos repre-
mente por el movimiento de los mismos, para sentantes vivientes de los Crinozoa y los
luego volver a adherirse al sustrato con sus Paracrinoidea (Figura 24. 14 A y B) habrían te-
cirros. nido un modo de vida similar. Los crinoideos
Figura 24. 42. Equinoideos regulares e irregulares. A, B, D. Orden Echinocystitoida; C. Orden Palaechinoida; E. Orden Echinothurioida; F,
G. Orden Cidaroida; H. Subclase Euechinoidea; I. Orden Pygasteroida; J. Orden Holectypoida; K, L. Orden Cassiduloida; M. Orden
Clypeasteroida; N, O. Orden Holasteroida; P. Orden Spatangoida (modificado de Smith, 1984).
ECHINODERMATA
estos organismos sugiere, por analogía con es- mismos en depósitos del Ordovícico Medio y
tructuras ambulacrales endoesqueletales de Superior de Europa y Australia, donde las tecas
equinodermos vivientes, que los Stylophora colapsadas están en un único plano de estrati-
fueron micrófagos, capturando pequeñas par- ficación, lo que indica condiciones de flujo tur-
tículas suspendidas en el agua de mar, o bien bio y agitado, poco favorables para estos orga-
capturando pequeñas presas por medio de sus nismos y, probablemente, enterramiento rápi-
tentáculos y mecanismos mucociliares do.
(Ubaghs y Caster, 1967). La mayoría de los Echinozoa (Figuras 24. 43
Los Homoiostelea (Figura 24. 26) son fósiles A, C-F y 44 B y E) se apoyan sobre el sustrato o
poco frecuentes pero, bajo condiciones excep- se mueven lentamente en el mismo pero, algu-
cionales, son muy abundantes. Se han encon- nos construyen túneles y unos pocos perma-
Figura 24. 43. Modos de vida de equinodermos fósiles y vivientes (modificado de Sprinkle y Kier, 1987).
ECHINODERMATA
medios de fijación, la ausencia de surcos am- cas eran captadas por sus cilios y llevadas a lo
bulacrales, el desarrollo de podios enormes, la largo de sus surcos «interambulacrales» hacia
posición aboral del ano, y por el aparente apa- la boca. Presumiblemente, solo en circunstan-
rato bucal masticatorio. La diversidad estruc- cias de peligro, frente a predadores o en condi-
tural de los podios en un mismo individuo re- ciones ambientales desfavorables o en perío-
fleja diferencias en la función; aparentemente dos de inactividad, el individuo se retraía. La
los tentáculos bucales fueron órganos senso- ausencia de una estructura especializada para
riales, como los podios bucales de los equinoi- la fijación indica que estos seres vivieron li-
deos, otros podios sirvieron como órganos bremente, y su modo de existencia pudo haber
locomotores, ayudando también a tomar pre- sido estacionario o bien móvil arrastrándose
sas y empujarlas hacia la boca. como muchos holoturoideos; otra posibilidad
Los Helicoplacoidea (Figura 24. 43 A) tienen es que estos organismos se apoyaran pasiva-
áreas ambulacrales muy pequeñas en compa- mente sobre el sustrato cuando estaban retraí-
ración con el volumen total del organismo, esto dos y en el estado expandido se moviesen sua-
sugiere que dichas áreas fueran primariamen- vemente mediante contracciones rítmicas de
te estructuras respiratorias. Es probable que su esqueleto.
la dermis fuera ciliada como en la mayoría de Los Cyclocystoidea no han sido encontrados
los equinodermos vivientes. El tamaño de la fijos a otros organismos y no hay razones para
boca (menudo) indica que se alimentaban de suponer que no fueran de vida libre. Como se
partículas pequeñas. Debido a la ausencia de han hallado en diversos tipos de sedimentos,
otros órganos para captar el alimento, se infie- se infiere que habitaron en diferentes tipos de
re que estos organismos estaban generalmente profundidades.
Figura 24. 44. Modos de vida de algunas especies de equinoideos (modificado de Sprinkle y Kier, 1987).
Figura 24. 45. Registro fósil de las clases de equinodermos mostrando los rangos estratigráficos y la diversidad genérica (modificado
de Sprinkle y Kier, 1987).
Figura 24. 46. Hipótesis sobre la evolución de los equinodermos. A. equinodermos directamente pentarradiados; B. equinodermos
indirectamente pentarradiados; C. equinodermos asimétricos (modificado de Gudo y Dettmann, 2005).
ECHINODERMATA
dos en la parte más baja del Cámbrico. Micraster (Echinoidea: Spatangoida) en el Cre-
Los Eocrinoidea son poco conocidos y fueron tácico de Europa y en el norte de África, Stokes
hallados en América del Norte, Europa, Rusia, (1975) reconoció provincias y subprovincias
Groenlandia y América del Sur (Bolivia, Ar- cuyos límites paleobiogeográficos cambiaron
gentina). de posición a través del tiempo.
Los Parablastoidea se han reconocido en Ru- Smith (1984) observó que durante el Cretáci-
sia, Nueva York y Quebec. co existió un mar circunecuatorial que permi-
Miembros de la clase Asteroidea se conocen tió la amplia distribución de los géneros. A pe-
de diversas partes del mundo, incluyendo sar de ello, el endemismo de nivel específico
América del Sur (Chile, Brasil, Argentina) y fue común, en particular hacia el fin del Cretá-
Antártida. Igualmente, los Ophiuroidea poseen cico, cuando el provincialismo fue más acen-
una amplia distribución, que abarca América tuado.
del Sur (Argentina, Venezuela, Chile, Brasil, Smith (1984) reconoció 6 centros de endemis-
Uruguay, Guyana) y el océano Atlántico. mo, 4 de los cuales pueden ser divididos en
Si bien la diversidad taxonómica de la clase varias provincias:
Stylophora parece ser modesta, su rango geo-
gráfico es extenso (Ubaghs y Caster, 1967). Se a. Centro Caribeano y del Golfo. En el Cretácico
ha reconocido en América del Norte, Europa, Temprano, las faunas de equinoideos de Méxi-
África, Nueva Zelanda, Australia y América co, Cuba, Florida y Texas son muy similares a
del Sur (Brasil). La clase Homoiostelea está las de la región circun-mediterránea en el ni-
mencionada para América del Norte, Europa vel genérico, pero carecen de la diversidad de
y Australia, y los Homostelea cuentan con unos cassiduloideos y holasteroideos. Esta fauna co-
pocos géneros en Europa y norte de África. mienza a hacerse distintiva a partir del Cretá-
Holothuroideos fósiles completos se conocen cico Tardío, particularmente dentro de los
solo de cinco localidades: dos en las calizas cassiduloideos. En el Cretácico Temprano, la
litográficas de Solnhofen, Alemania (Jurásico), fauna se extiende hasta Brasil y Perú, con alto
una del Devónico Inferior del mismo país, otra grado de endemismo en el nivel específico y
del Triásico Medio de España, y la quinta del diversidad muy reducida, y en el Cretácico Tar-
Pennsylvaniano Medio de Estados Unidos de dío del Brasil se observa una mezcla de influen-
América. Se han descripto escleritos aislados cias entre las faunas del Caribe y las del norte
provenientes de América del Norte, Europa africano. Durante el Cretácico Tardío, esta fau-
(Alemania, Francia, Austria), África (Egipto), na se extiende por el norte, llegando hasta Ca-
Australia y América del Sur (Argentina). nadá, con una diversidad reducida y endemis-
Los Edrioasteroidea se han reconocido en mo específico.
América del Norte, Europa, Rusia y Australia;
los Ophiocistioidea y la clase Cyclocystoidea b. Centro Circun-Mediterráneo. La fauna de equi-
en América del Norte y Europa, mientras que noideos del norte de África y del sur de Europa
los Helicoplacoidea se conocen solo en Améri- fue muy abundante y diversa. Esta región fue
ca del Norte y los Edrioblastoidea en Canadá. probablemente el centro más importante de
Los Echinoidea, como otros invertebrados diversificación (Smith, 1984) durante el Cretá-
marinos, tienen una diversidad específica cico Temprano y, aparentemente, los holaste-
máxima en los mares epicontinentales tropi- roideos y espatangoideos se habrían origina-
cales y subtropicales; sus géneros y do allí. El límite norte de esta región, relaciona-
subgéneros muestran una distribución geo- do con la temperatura de las aguas y el régi-
gráfica más o menos restringida. De las 50 fa- men de corrientes oceánicas, es difícil de defi-
milias actuales, 6 se hallan en aguas antárticas, nir ya que, formas típicas del norte de Europa
agrupadas en 44 especies y 5 géneros, lo que migraron hacia el sur y viceversa, producien-
significa menos del 5% de la diversidad espe- do una zona de fauna mixta. Elementos de la
cífica actual (Smith, 1984). Una situación si- fauna circun-mediterránea se extendieron ha-
milar, es decir una reducción de la diversidad cia el norte por el sur de Inglaterra, y hacia el
hacia las aguas polares, también tuvo lugar a sur, la fauna del norte de África, con gran en-
lo largo de la historia de los equinoideos. La demismo específico, alcanzó Angola en el
reducción de la diversidad igualmente se ob- Albiano, y con la abertura del Atlántico sur en
serva con el incremento de la profundidad. el Cretácico Tardío, la fauna del oeste de África
Se ha utilizado la restricción geográfica de comienza a mezclarse con la del Golfo y la del
ciertos géneros y especies para definir reinos norte de África. Hacia el este, la fauna circun-
y provincias biogeográficas. A partir de la dis- mediterránea se extiende hasta Palestina y
Figura 24. 47. Equinodermos pelmatozoos de la Argentina (sin escala). A. Metacrinus fossilis, Eoceno Superior-Oligoceno Inferior, isla
Vicecomodoro Marambio, Península Antártica; B, C. Tschironocrinus antinaoensis, vistas de la faceta articular de columnales, Pennsyl-
vaniano, Chubut; D, E. Malchiblastus cf. australis, D. molde de látex de placas radiales y deltoideas, E. molde de látex de detalle de la
zona ambulacral, Pennsylvaniano, Chubut; F. Macrocystella? durandi, Ordovícico, Jujuy; G. Lingulocystis cf. elongata, Ordovícico, Salta
(A. de Rasmussen, 1980; B, C. de Hlebszevitsch, 2004; D, E. de Sabattini y Castillo, 1989; F, G. de Aceñolaza y Gutiérrez-Marco, 2002).
ECHINODERMATA
de si bien muestra fuertes afinidades medite- Guinea y Brasil a través del corredor Trans-
rráneas, tiene una alta proporción de especies Sahara más que por la dispersión de las co-
y géneros endémicos. rrientes. Este patrón paleobiogeográfico con-
cuerda con la presencia de elementos
c. Centro Europa del Norte. Durante el Cretáci- tethysianos en el norte de Patagonia para el
co Temprano esta región tuvo una disipación límite Cretácico-Paleógeno (Parma y Casadío,
de la fauna circun-mediterránea aunque con 2005).
cierto endemismo de nivel específico. En el Cre-
tácico Tardío se desarrolló una fauna distinti-
va que se expandió por gran parte de Europa,
desde Inglaterra hasta Turquestán, el Cáucaso ORIGEN Y EVOLUCIÓN
y la Rusia asiática, todas estas áreas con sus
propias especies endémicas. Faunas de mez-
cla, europeas y mediterráneas, se han encon- Si bien no se dispone de datos paleontológi-
trado en Hungría, Turquía y Francia. cos referentes a los antecesores de los equino-
dermos, pues los primeros representantes apa-
d. Centro Indo-Madagascar. Los equinoideos del recen ya diferenciados en el Cámbrico Tempra-
Cretácico Temprano del norte de India tienen no, y las posibles relaciones entre equinoder-
afinidades europeas, y una fauna reducida está mos y cordados solamente tienen base
presente en el sur de Madras. Por otro lado, la embriológica y de anatomía comparada entre
fauna del este de África y Madagascar está vin- las formas actuales, hay razones para suponer
culada a la del norte de África y presumible- que todo el grupo de los equinodermos y los
mente, la principal barrera haya sido la exis- cordados por un lado, y el de los lofoforados
tente entre Madagascar y el sur de la India para (braquiópodos y briozoos) por otro, hayan de-
ese tiempo. Una fauna distintiva comienza a rivado independientemente de un antecesor
desarrollarse en el sur de India y Madagascar común, relacionado tal vez con los
hacia el fin del Cretácico, si bien retiene fuertes sipuncúlidos. La naturaleza de este ancestro
afinidades con el norte de África. común a cordados y equinodermos podría re-
lacionarse con algún estadio larvario precoz
e. Centro Japonés. Japón tiene una fauna distin- de los equinodermos y se ha propuesto que el
ta pero de baja diversidad, posiblemente por la organismo adulto podría haberse asemejado a
profundidad del agua. Hay solo 2 especies co- la dipléurula de los equinodermos actuales
nocidas de equinoideos regulares en el Cretáci- (Clarkson, 1986).
co y una mayoría dominante de equinoideos Recientemente, Gudo y Dettmann (2005) de-
irregulares y espatangoideos que sugieren afi- dujeron, sobre la base de características mor-
nidades con faunas de América del Norte. fológicas, que los equinodermos constituyen un
grupo derivado y muy modificado de los
f. Centro Antártico. En Patagonia y áreas adya- cordados, planteando un nuevo esquema evo-
centes de Antártida habría una fauna de equi- lutivo para el phylum (Figura 24. 46). A su vez,
noideos de baja diversidad, consistente de resumieron y discutieron las diversas hipóte-
Cyathocidaris y unos pocos holasteroideos. Esta sis planteadas hasta el momento, sobre el ori-
fauna se extiende por la costa este y oeste de gen y la evolución del grupo.
América del Sur, donde se ha reconocido una Garstang (1894, 1928), Romer (1959, 1966) y
cierta cantidad de formas de mezcla con afini- Nichols (1962, 1967) opinaron que los hemi-
dades caribeñas. cordados y cordados eran grupos hermanos.
Gislén (1930), Jefferies (1967, 1968, 1973, 1975,
Se han identificado patrones paleobiogeográ- 1984, 1986, 1988, 1990, 1991, 1997, 2001) y
ficos para equinoideos antárticos, sobre la base Holland (1988) consideraron a los hemicorda-
de modelos de circulación oceánica de superfi- dos como basales para los deuterostomados y
cie (Néraudeau y Mathey, 2000). La gran simi- postularon que los equinodermos y los
litud entre las faunas del Albiano tardío–Ce- cordados eran grupos hermanos.
nomaniano temprano del Brasil y Angola (que Para Jollie (1962, 1982), Peterson et al. (2000) y
incluye varias especies en común) es consis- Mooi y David (1988) los hemicordados y los
tente con el patrón de corrientes antihorario equinodermos serían grupos hermanos.
existente entre América del Sur y África. Gudo y Dettmann (2005) adoptaron la pers-
Néraudeau y Mathey (2000) observaron que, pectiva de Metschnikoff (1881), que combina-
durante el Cenomaniano tardío, equinoideos ba los hemicordados y los equinodermos en
Figura 24. 48. Equinodermos eleuterozoos de la Argentina (sin escala). A. Paraster joannisboehmi, Maastrichtiano-Daniano Superior, La
Pampa, Chubut, Río Negro y Mendoza; B. Amplaster alatus, Oligoceno Superior-Mioceno, Chubut; C. Platipygus posthumus, Eoceno
Superior-Oligoceno Inferior, Santa Cruz; D. Notocidaris? sp., Mioceno Inferior, isla King George, Antártida; E. Buterminaster elegans, vista
actinal o adoral, Eoceno Superior, isla Vicecomodoro Marambio, Península Antártica; F. Escleritos de holoturoideos, Paleoceno, Río Negro
(A. de Parma y Casadío, 2005; B. de Mooi et al., 2000; C. de Parma, 1989; D. de Jesionek-Szymansk, 1987; E. de Blake y Zinsmeister, 1988;
F. de Bertels, 1965).
ECHINODERMATA
dermos derivaron de los pterobranquios. dando como resultado un Eleutherozoa de vida
Holland (1988) asoció el desarrollo de los equi- libre. A partir de estos organismos con cuerpo
nodermos desde ancestros del tipo pterobran- voluminoso, evolucionaron exitosamente los
quios con repetidos cambios en el modo de ali- asteroideos, los equinoideos y los holoturoi-
mentación. Nichols (1967) dedujo que los equi- deos. Los ofiuroideos probablemente deriva-
nodermos evolucionaron de sipuncúlidos que ron de un ancestro separado parecido a un
ganaron la protección de predadores a través crinoideo con brazos muy delgados, porque
de una armadura esqueletal. teniendo en cuenta aspectos biomecánicos es
En la hipótesis de Gudo y Dettmann (2005) más natural explicar el origen de los elemen-
los equinodermos comprenden tres caminos tos esqueletales o vértebras de los ofiuroideos
evolutivos principales a partir de un ancestro desde un ancestro sésil, que desde un ancestro
común con simetría bilateral (Figura 24. 46): móvil parecido a los Asterozoa. Algunos equi-
A- equinodermos directamente pentarradia- nodermos fósiles como los edrioasteroideos y
dos; B- equinodermos indirectamente penta- blastoideos representan ramas laterales de
rradiados; y C- equinodermos asimétricos. este camino.
En los equinodermos directamente pentarra- En el segundo linaje evolutivo (Figura 24. 46
diados (Figura 24. 46 A) el intestino con forma B), solo se forma una vuelta adicional en el in-
de U del ancestro común adquiere dos vueltas testino del ancestro común, de tal manera que
adicionales. De esta manera, las fibras del me- las fibras del mesenterio se adhieren a la pared
senterio se adhieren a las paredes del cuerpo del cuerpo en solo tres regiones, resultando
en cinco regiones que limitan el posterior equinodermos trirradiales, y posteriormente
agrandamiento del cuerpo. Este linaje conduce pueden desarrollarse equinodermos pentarra-
a los equinodermos recientes, a todos los diales. Aquí, los tentáculos del ancestro común
Eleutherozoa fósiles y a los crinoideos. Los se fusionan con la superficie del cuerpo y final-
Eleutherozoa, que son equinodermos de vida mente, se diferencian en 4 y 5 ramas ambula-
libre con la superficie oral apoyada sobre el crales. En este linaje, al que pertenecen los
sustrato (excepto en Holothuroidea donde el Rhombifera, Diploporita, Edrioblastoidea y
organismo se apoya sobre uno de los lados del otros, no se forman brazos.
cuerpo) evolucionaron de ancestros parecidos Los equinodermos asimétricos evolucionaron
a los Pelmatozoa (equinodermos fijos al sus- en un tercer linaje (Figura 24. 46 C) en el cual el
trato mediante un tallo o pedúnculo) poseedo- tracto intestinal del ancestro común no formó
res de un pedúnculo móvil que les permitía ali- vueltas adicionales mientras el cuerpo se iba
mentarse directamente del sustrato. Desde este agrandando. A este linaje evolutivo pertene-
plan hay solo un paso para «soltar» la conexión cen los Homalozoa entre otros.
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Figura 25. 1. Estructura del esqueleto (rabdosoma) de los graptoloideos mostrando los principales caracteres morfológicos. A la
izquierda una forma uniseriada y a la derecha un biseriado, x 7 y x 12 aprox. (modificado de Bulman, 1970).
tura suelen también desarrollar espinas dor- otra distal, en el más alejado de la misma. Las
sales (Figura 25. 1). tecas pueden presentar distintos tamaños y
Las tecas de las diferentes colonias pueden ángulos de curvatura en las diversas partes
tener distinto tamaño y exhibir diversas for- del rabdosoma. También muestran formas
mas (Figura 25. 5). Algunas presentan tecas de muy variadas y estas diferencias son usadas
dos tamaños. Las mayores son denominadas para la identificación de los géneros y las espe-
autotecas y las más pequeñas, bitecas. cies. Las aberturas tecales igualmente exhiben
En las colonias es posible distinguir una par- variadas formas y algunas llevan espinas, gan-
te proximal, en el sector cercano a la sícula y chos o rebordes.
Figura 25. 2. Sícula y primera teca (11) de un rabdosoma de Figura 25. 3. Estructura interna de la pared del esqueleto. Parte del
graptolito planctónico mostrando sus principales caracte- peridermo mostrando el tejido cortical y el modo de crecimiento del
rísticas, x 35 aprox. (modificado de Mitchell, 1987). tejido fuselar (modificado de Bulman, 1970).
Los graptolitos se orientan ubicando el ápice declinados cuando las ramas están colgando
de la sícula hacia arriba. De esta manera, si los debajo de la sícula, manteniendo un ángulo
estipes se dirigen hacia abajo y las aberturas inferior a 180° entre sus lados ventrales, y
tecales están enfrentadas, se denominan pen- deflexos cuando la orientación es similar a la
dientes; si los estipes se desarrollan normales anterior, pero con la porción distal de los
a la sícula se llaman horizontales. Los estipes tendiendo a la horizontal (Figura 25. 6).
rabdosomas son reclinados cuando los estipes Hay rabdosomas escandentes biseriados y
se dirigen hacia arriba pero no se tocan. Si es- uniseriados, de acuerdo a si tienen una serie
tán orientados hacia arriba y la vírgula se ha- doble o simple de tecas orientadas hacia arri-
lla rodeada, se denominan escandentes. Son ba. También se pueden disponer de manera
Figura 25. 5. Morfología de las tecas. A. Glyptograptus, B. Climacograptus, C. Lasiograptus, D. Leptograptus, E. Dicellograptus, F.
Dicranograptus, G-M. tipos de tecas en monográptidos: G. ganchuda abierta (Monograptus priodon), H-I. lobulada (M. lobiferus), J. aislada
(Rastrites), K. simple (M. cyphus), L. ganchuda apretada (M. knockensis), M. auriculada (Cucullograptus) (modificado de Bulman, 1970).
Phylum Hemichordata
Clase Enteropneusta Holoceno
Clase Pterobranchia Cámbrico-Holoceno
Clase Graptolithina
Orden Dendroidea Cámbrico Medio-Carbonífero/Pennsylvaniano
Orden Camaroidea Cámbrico Tardío-Ordovícico Temprano
Orden Crustoidea Ordovícico Temprano-Silúrico Tardío
Orden Stolonoidea Cámbrico Tardío-Ordovícico Temprano
Orden Tuboidea Cámbrico Tardío-Silúrico Tardío
Orden Graptoloidea Ordovícico Temprano-Devónico Temprano
GRAPTOLITHINA
Graptoloidea (Cuadro 25.1).
PHYLUM HEMICHORDATA
CLASE PTEROBRANCHIA
Hemicordados marinos, coloniales o con los Figura 25. 9. Parte de una colonia de Rhabdopleura mostrando los
zooides sueltos y formando agregados, que zooides, brotes y estolón (modificado de Bulman, 1970 y Berry,
secretan una cobertura tubular proteica. Las 1987).
colonias o agregados pueden alcanzar varios
centímetros de diámetro y hallarse incrustan-
do conchillas, rocas u otros sustratos firmes. dio del cual, el individuo se puede fijar. El lóbu-
El zooide mide entre 1 y 3 mm de longitud y lo o disco preoral secreta el cenecio o esqueleto
su cuerpo consiste en un disco preoral (proto- de la colonia.
soma) anterior, un lofóforo medio y un pedún- El carácter más conspicuo es la estructura del
culo que contiene el tracto digestivo, por me- lofóforo, desarrollada a partir del segmento
Figura 25. 10. Características morfológicas de los órdenes de graptolitos menos representados. A. reconstrucción de parte del rabdosoma
de un crustoideo basado en Bulmanicrusta (x 40); B. detalle de las autotecas y bitecas de un tuboideo, Reticulograptus (x.35); C. detalle
del estolonoideo Stolonodendrum (x 25); D. reconstrucción del camaroideo Bithecocamara (x 55) (modificado de Bulman, 1970).
GRAPTOLITHINA
glo tecal, conociéndose unos 30 géneros. Cám- Temprano-Silúrico Tardío (Figura 25. 10 A).
brico Medio-Carbonífero Tardío (Pennsylva-
niano) (Figura 25. 17). Orden Stolonoidea
Graptolitos incrustantes o sésiles, con esto-
Orden Tuboidea lotecas muy desarrolladas e irregularmente di-
Graptolitos bentónicos, sésiles, mayormente vididas. El extraordinario desarrollo de los
incrustantes, algunos con estipes erectos. Es- estolones los distingue claramente de los res-
tas colonias habrían tenido una estructura tantes órdenes de la clase. Aparentemente en-
basal discoidal adherida al sustrato. Su mor- démicos de una región de Polonia. Cámbrico
fología es similar a la de los dendroideos, con Tardío-Ordovícico Temprano (Tremadociano)
autoteca y biteca distribuidas irregularmente (Figura 25. 10 C).
y estoloteca aparentemente ausente o confina-
da al disco incrustante. Las conotecas son es- Orden Graptoloidea
tructuras cónicas pequeñas, con abertura en el Graptolitos planctónicos muy variables en su
ápice, presentes en varios géneros. Cámbrico tamaño y forma. Algunas colonias formadas a
Tardío-Silúrico Tardío (Figura 25. 10 B). partir de una serie lineal simple de tecas, otras
con numerosos estipes, algunas espiraladas,
Orden Camaroidea otras con bifurcaciones, o en forma de pétalos.
Rabdosomas incrustantes con autotecas, La mayoría de las colonias miden pocos centí-
bitecas y estolotecas. Las autotecas diferencia- metros de longitud pero algunas alcanzan has-
bles en proximales (globosas con estructura de ta 1 m. Ordovícico Temprano-Devónico Tem-
bulbo, correspondientes a la parte incrustante) prano (Figura 25. 18). Estos graptolitos son los
y distales (más pequeñas y erectas, a modo de que usualmente vienen a la memoria cuando
tubos, a partir de la porción globosa). Aparen- se designa el término graptolito.
temente endémicos de una región de Polonia. Los especialistas reconocen numerosas divi-
Cámbrico Tardío-Ordovícico Temprano (Figu- siones (subórdenes, familias) dentro de este or-
ra 25. 10 D). den, las que varían según los criterios de los
autores.
Orden Crustoidea
Rabdosomas incrustantes con morfología
similar a los dendroideos, con autoteca, biteca PALEOECOLOGÍA
y estoloteca. Las autotecas son globosas en la
porción proximal y se contraen en la base de la Los graptolitos pueden ser agrupados en tres
distal; las aberturas presentan un repliegue y tipos básicos de acuerdo a su aparente modo
nacen a partir de un corto cuello. Aparentemente de vida. La mayoría parecen haber sido planc-
endémicos de una región de Polonia, solo se co- tónicos porque tienen una distribución mun-
Figura 25. 11. Detalle de la plataforma y del talud en un margen continental ordovícico con desarrollo de una zona de oxígeno mínimo.
Se muestran las zonas de alta productividad dentro de la columna de agua, zonas batimétricas, biotopos de graptolitos de acuerdo a la
profundidad y una selección de las principales especies representando los dos biotopos principales (modificado de Cooper et al., 1991;
Lenz et al., 1993; Golman et al., 1995 y Cooper, 1999).
Figura 25. 12. Modelo del hábitat de los graptolitos respecto a la profundidad mostrando los distintos biotopos (modificado de Cooper,
1999).
GRAPTOLITHINA
Estos graptoloideos de plataforma interna pu- superficie externa del peridermo, en algunos
dieron haber estado limitados a ciertas masas rabdosomas, y el entramado que forma una
de agua que tenían propiedades físicas y quí- estructura de red encontrado por fuera del pe-
micas que diferían de aquellas de océanos más ridermo principal, en ciertos taxones, pudie-
abiertos. ron haber ayudado a la flotación. De mayor
Los patrones de distribución exhibidos por significado potencial para ésta son las estruc-
los graptolitos planctónicos, junto con la in- turas en forma de paleta o veleta en los extre-
formación de los medios depositacionales, son mos del nema en algunas colonias inmaduras
útiles para interpretar los ambientes de los y en la punta de la vírgula de algunos taxones,
océanos antiguos. principalmente de aquellos con rabdosomas
El estudio de las asociaciones de graptolitos, biseriados escandentes. Si estas estructuras
debería incluir la información sedimentológica hubieran estado llenas con gas, podrían haber
con las características hidrodinámicas de las sido de gran ayuda para la flotación. Los bul-
unidades investigadas. La información estric- bos observados en los extremos de la vírgula
tamente paleontológica, si bien permite efectuar de las colonias maduras posiblemente servían
la identificación de un biotopo particular, como potencialmente como paletas para controlar
indicadora de una profundidad específica y de la orientación de la colonia.
la interpretación ambiental de los estratos que Unos pocos graptoloideos tienen rabdosomas
los componen, puede llegar a ser dificultosa. helicoidales o espiralados (Figura 25. 13). Sus
zooides pudieron haber desarrollado una acti-
vidad suficiente para lograr que la colonia gi-
MORFOLOGÍA FUNCIONAL DE LOS rara permitiendo un mayor pasaje de agua, con
GRAPTOLOIDEOS el fin de obtener los alimentos requeridos.
Los zooides en algunas colonias habrían ac-
Los graptolitos planctónicos (graptoloideos) tuado de acuerdo a la posición de ésta en la
exhiben ciertos caracteres morfológicos que les columna de agua. Algunos graptolitos quizás
pudieron haber permitido mejorar la flotación o experimentaron migraciones diurnas, simila-
al menos, retardar el hundimiento. El peridermo res a aquellas de cierto zooplancton moderno.
generalmente parece haber sido blando y de bajo Además, los zooides en determinadas colonias
peso. Buena parte del mismo es tejido fuselar y pudieron haber funcionado colectivamente de
en su mayoría tiene aspecto esponjoso. manera similar a grupos de zooides en colo-
Figura 25. 13. Las formas de algunos graptolitos sugieren que podrían haber rotado como espirales mientras vivían (modificado de
Bulman, 1970).
tino (Toro, 1994). Esta mezcla está representa- Zygograptus, entre otros (Brussa, 1994; Maletz y
da por la coexistencia de tetragráptidos de afi- Ortega, 1995).
nidades pacíficas como Tetragraptus approximatus Los taxones de la Provincia Atlántica como
y Tetragraptus akzharensis con Didymograptus (s.l.) Hustedograptus y Pseudoclimacograptus angulatus
protobalticus, Baltograptus vacillans y B. deflexus, aparecen durante el Llanvirniano temprano.
característicos de la Provincia Atlántica. La Los graptolitos registrados en las zonas de
presencia de formas que solo fueron encontra- Nemagraptus gracilis y Climacograptus bicornis en di-
das en la región china de Yangtsé y numerosas ferentes unidades de la Precordillera argentina
especies comunes con Baltoscandia es signifi- son cosmopolitas.
cativa. Esto sugiere una estrecha relación en- Los graptolitos del Caradociano medio a
tre los graptolitos del noroeste argentino y Ashgilliano (Hirnantiano) incluyen a una grap-
aquéllos de ambas regiones consideradas como tofauna con baja diversidad, en la que faltan
provincias de mezcla y localizadas en la zona las formas endémicas de Laurentia sugiriendo
transicional de latitudes intermedias. que la Precordillera ya no se encontraba ocu-
La mayoría de los graptolitos del Famatina pando bajas latitudes.
(Argentina) son pandémicos, y a ellos se aso-
cian formas reconocidas en Baltoscandia y es-
pecies de las Provincias Atlántica y Pacífica. BIOESTRATIGRAFÍA
En la Cordillera Oriental y en el Famatina,
como en la Puna argentina, se observa la mez- Los graptolitos planctónicos juegan un papel
cla de afinidades pacíficas y atlánticas junto a muy importante en la estratigrafía. La distri-
la presencia de especies de Baltoscandia, lo que bución vertical de las graptofaunas y, en espe-
sugiere una estrecha relación paleogeográfica cial, las formas guías son utilizadas en bioes-
entre estas regiones perigondwánicas durante tratigrafía de alta resolución permitiendo re-
el Arenigiano inferior a medio. conocer límites entre las diferentes unidades
Las asociaciones de graptolitos ordovícicos de estratigráficas a distinta escala, y colaboran-
la Precordillera presentan afinidades pacíficas do en el reconocimiento de estratotipos. Por
y están estrechamente relacionadas con la his- un lado, su valor como indicadores bioestrati-
toria paleogeográfica de esta cuenca (Benedetto gráficos se debe a que su forma de vida permi-
et al., 1991). Entre el Arenigiano medio al supe- te una amplia distribución. Por otra parte, las
rior las graptofaunas de las zonas de Isograptus graptofaunas tienen una gran variación en cor-
victoriae maximus, Oncograptus, Cardiograptus y to tiempo y de esta manera, el biocrón de mu-
Undulograptus austrodentatus muestran la diver- chas especies es breve (Fig. 25. 15).
sidad exhibida por la fauna de la biofacies de La expansión en la riqueza de especies y los
isográptidos de la Provincia Pacífica. Los prin- cambios en la estructura de la colonia en los
cipales componentes de esta provincia son los diferentes intervalos indican distintos even-
isográptidos del grupo de Isograptus victoriae y tos evolutivos. Por ejemplo, en el Ordovícico
especies de los géneros Paraglossograptus, Medio el registro de los diplográptidos y su
Oncograptus, Exigraptus, Pseudisograptus y evolución corresponde a uno de los mayores
Figura 25. 16. Características y rangos de algunos de los más importantes géneros y familias de graptolitos.
Figura 25. 17. Graptolitos argentinos. A. Rhabdinopora flabelliformis, x 0.4. Quebrada de Humahuaca, noroeste argentino; B. Ptilograptus
sp. cf. P. delicatulus, x 4.5. Sierra de la Invernada, Precordillera argentina; C. Rhabdinopora flabelliformis parabola, x 4. Sierra de Cajas,
noroeste argentino; D. Araneograptus murrayi, x 8. Área de Parcha, noroeste argentino (A y D. de Aceñolaza et al., 1996; B y C. de Ortega
y Rao, 1995).
das, desde el trabajo de Kozlowski (1966) hasta crucial para la comprensión del potencial de
las recientes investigaciones de Maletz et al. fosilización y el tratamiento taxonómico de
(2005). La ultraestructura del exoesqueleto ha los pequeños fragmentos de las colonias rela-
sido especialmente usada para inferir o recha- cionadas con los graptolitos.
zar las relaciones filogenéticas pero, también Los graptolitos más antiguos son los dendroi-
la ultraestructura de los tejidos fuselares y deos, que cuentan ya con especies en el Cám-
corticales fueron tomados como caracteres im- brico Medio, pero que en el Cámbrico Tardío
portantes. El principal problema para la iden- alcanzaron su mayor diversidad; a pesar de
tificación de estos caracteres en los pterobran- que persistieron hasta el Carbonífero, nunca
quios fósiles y en los graptolitos es el pobre llegaron a ser muy abundantes.
potencial de preservación de las colonias y La mayoría de los géneros eran de hábito ar-
sus zooides tan pequeños. Es siempre difícil borescente, reconociéndose las familias: Den-
observar los detalles estructurales y existe drograptidae, Ptilograptidae y Acanthograp-
material que fue erróneamente asignado a tidae. Los Anisograptidae son considerados
otros grupos de organismos, como por ejem- transicionales entre los dendroideos y los
plo las algas. Sin embargo, la preservación de graptoloideos. Sus estipes presentan autotecas,
estructuras fuselares verdaderas y la presen- bitecas y estolotecas, pero solo las primeras
cia de un sistema de estolones sigue relacio- son reconocidas en los graptoloideos. La des-
nando a los especímenes de graptolitos con aparición de las bitecas en la evolución de es-
los pterobranquios. Maletz et al. (2005) consi- tos últimos no está aclarada pero, se supone
deran que los estudios de la variabilidad de que su función pudo estar vinculada con la re-
los exoesqueletos en los pterobranquios ex- producción, actividad que en los graptoloideos
tintos (Cephalodiscida y Rhabdopleurida) es debió ser realizada por las autotecas.
GRAPTOLITHINA
aparecen en el comienzo del período Ordovíci- caracteres fueron adaptaciones de algún tipo y
co a partir de un grupo hermano dentro de Den- en general, se presume que han sido conduci-
droidea, por la supresión del asentamiento das por la selección de un mejoramiento en la
larval. Durante el transcurso del Ordovícico, adaptación a un modo de vida planctónico.
los graptoloideos procedieron a reducir el nú- Los especialistas acordaron que el orden
mero de ramas de las colonias mediante la pér- Graptoloidea exhibe un patrón de reemplazo
dida de las dicotomías de los estipes distales estratigráfico, desde graptolitos con numero-
hasta que quedaron solamente dos ramas. Ellos sas ramas a graptolitos biseriados escanden-
también perdieron la teca dimórfica más pe- tes, durante el transcurso del Ordovícico y, en
queña como, igualmente, el estolón escleroti- el Silúrico, por colonias uniseriadas escanden-
zado. Las evidencias actuales sugieren que es- tes (Figuras 25. 16, 17 y 18).
tos cambios a estructuras coloniales más sim- También, hay acuerdo en que estos cambios
ples tuvieron lugar varias veces en linajes in- han ocurrido repetidamente, en linajes sepa-
dependientes (Bulman, 1970; Fortey y Cooper, rados. Pero la homoplasia de gran distribución
1996). La repetida evolución de estructuras que acompañó esta historia condujo a un am-
Figura 25. 18. Graptolitos graptoloideos argentinos. A. Baltograptus turgidus, x 8. Área de Santa Victoria, noroeste argentino; B.
Didymograptellus bifidus, x 3.5. Noroeste argentino y Sistema de Famatina; C. Nemagraptus gracilis, x 3. Cerro Viejo de Huaco,
Precordillera argentina; D. Oncograptus upsilon, x 2.3. Región de Gualcamayo, Precordillera argentina; E. Dicellograptus sp. cf. D.
ornatus, x 4. Calingasta, Precordillera argentina; F. Tetragraptus (s.l.) quadribrachiatus, x 3. Noroeste argentino y Precordillera argentina;
G. Paraglossograptus tentaculatus, x 5.5. Sierra de La Invernada, Precordillera argentina; H. Corynoides sp. cf. C. calicularis, x 4.6. Sierra
del Tigre, Precordillera argentina; I. Isograptus victoriae divergens, x 2.8. Sierra de La Invernada, Precordillera argentina; J. Undulograptus
austrodentatus, x 7.5. Sierra de La Invernada, Precordillera Argentina; K. Orthoretiolites sp. cf. O. hami, x 5.3. Sierra del Tigre,
Precordillera argentina; L. Expansograptus constrictus, x 3. Noroeste argentino (de Toro y Brussa, 2003).
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CORDADOS INVERTEBRADOS
26 (Phylum Chordata)
Ana M. Báez
Claudia Marsicano
Figura 26. 1. Corte longitudinal de una ascidia solitaria. Las flechas blancas indican la dirección del flujo de agua; las flechas negras
indican la dirección del flujo de material alimenticio (modificado de Brusca y Brusca, 1990).
Figura 26. 2. Metamorfosis de una larva de ascidia a partir de su fijación. Estadios sucesivos donde se observa la reabsorción de la cola
seguida por una reorientación del cuerpo para ubicar a los sifones en la posición que tienen en el adulto (modificado de Brusca y Brusca,
1990).
CORDADOS INVERTEBRADOS
El más antiguo e incuestionable registro de un
urocordado proviene de la fauna de Chengjiang,
Cámbrico Inferior del sur de China (ver Capítu-
lo 3). Ese organismo, Shankouclava shankouense,
se asemeja a un tipo de ascidias viviente (Chen
et al., 2003). La asignación taxonómica está ba-
sada en el estudio de 8 ejemplares que presen-
tan túnica, faringe grande y perforada con en-
dostilo, y tubo digestivo simple en forma de U
que termina cerca de un sifón atrial (Figura 26.
3). Otros supuestos registros de tunicados de
diferente antigüedad y procedencia geográfica
son cuestionables (Valentine, 2004).
SUBPHYLUM CEPHALOCHORDATA
Figura 26. 4. Corte longitudinal de un cefalocordado (Branchiostoma) mostrando la anatomía general (modificado de Brusca y Brusca,
1990).
cuerpo con un movimiento sinusoidal similar ble cefalocordado, Pikaia (Conway Morris,
al de un pez. El sistema circulatorio es cerra- 1979), aún no estudiado en detalle si bien se
do, con varios corazones que bombean sangre conocen más de 100 ejemplares. El contorno
incolora carente de hemoglobina. La cavidad corporal se asemeja al de un anfioxo, presen-
celómica rodea al tubo digestivo y extensio- tando lateralemente, a lo largo del eje ántero-
nes de la misma corren dentro de las barras posterior, estructuras en forma de V inter-
branquiales y convergen ventralmente en una pretadas como miótomos. Una posible
cavidad angosta debajo del atrio. Los notocorda se extiende dorsalmente. Aunque
cefalocordados tiene sexos separados. La lar- su extremo anterior no está bien preservado
va, que no se alimenta, es densamente ciliada hay alguna evidencia de tentáculos orales y
y tiene desarrollo asimétrico. Recién después de hendiduras branquiales. Un registro más
de la metamorfosis el individuo se vuelve esen- reciente de un incuestionable cefalocordado
cialmente bilateral. proviene del Pérmico de Sudáfrica (Oelofsen
Los cefalocordados representan un ejemplo y Loock, 1981).
del plan básico de los cordados y se asemejan
a lo que pudo haber sido el ancestro de los ver-
tebrados. OTROS POSIBLES CORDADOS
INVERTEBRADOS
Figura 26. 5. Reconstrucción de Haikouella, cordado del Cámbrico Inferior de China. Vista lateral, con la parte anterior hacia la izquierda
(modificado de Holland y Chen, 2001).
CORDADOS INVERTEBRADOS
muy controvertidos. Yunnanozoon, representa- tras que los dos tercios posteriores muestran
do actualmente por cientos de ejemplares, ha paquetes musculares, terminando en una cor-
sido reconstruido como un cordado con bran- ta región caudal. En ese organismo se ha reco-
quias externas y una serie de paquetes muscu- nocido la presencia de 6 pares de arcos bran-
lares segmentarios a lo largo del cuerpo quiales de naturaleza proteica en la faringe, con
(Valentine, 2004). Presenta evidencias de en- dentículos diminutos a nivel del tercero de
dostilo, notocorda, gónadas metaméricas y fa- ellos. Una estructura interpretada como
ringe sostenida por un esqueleto visceral no notocorda se extiende a lo largo del 85% del
mineralizado. cuerpo, ventralmente a la serie de miómeros,
Otro taxón con plan corporal muy similar es como en Pikaia. La posición filogenética de
Haikouella (Figura 26. 5), representado por más Haikouella ha sido analizada recientemente,
de 300 ejemplares exquisitamente preservados, concluyéndose que constituiría el taxón her-
provenientes del Cámbrico Inferior del sur de mano de los vertebrados (Holland y Chen,
China (Chen et al., 1999). La región cefalofarín- 2001; Mallatt y Chen, 2003).
TRAZAS FÓSILES
DE INVERTEBRADOS
Luis A. Buatois
M. Gabriela Mángano
verá más adelante, este rasgo distintivo de las vronada (Protovirgularia) y al detenerse una tra-
trazas fósiles ha servido de base para la clasi- za de descanso en forma de almendra (Lockeia)
ficación etológica. El comportamiento refleja- (Figura 27. 1 B). Las estructuras que compren-
do puede variar desde sumamente simple (una den formas intergradacionales en las cuales un
pista dejada por un organismo vermiforme icnotaxón pasa gradual o directamente a otra
desplazándose sobre el sustrato) o extremada- se han denominado «estructuras compuestas»
mente complejo, tal como las complicadas es- (Pickerill, 1994), y son muy comunes en el re-
tructuras ilustradas por el icnogénero gistro icnológico.
Patagonichnus (Olivero y López Cabrera, 2005).
Un mismo icnotaxón puede deberse a más de un
Un mismo organismo es capaz de producir más organismo
de un icnotaxón Como contrapartida a la característica ante-
Dicha característica deriva de la anterior ya rior, existen determinados icnotaxones produ-
que éste puede exhibir diversos comportamien- cidos por distintos grupos de organismos, lo
tos. Como consecuencia, un organismo resulta cual refleja el principio de convergencia del
responsable de la generación de varias icnoes- comportamiento (Figura 27. 1 C). En general,
pecies, o incluso icnogéneros. El ejemplo clási- no es posible establecer una correspondencia
co es el de las actividades de un trilobite en biunívoca organismo-traza. Cuanto más sim-
relación al sustrato, según excave desplazán- ple es la estructura biogénica (Planolites,
dose y alimentándose (Cruziana), camine sobre Skolithos), más laxo es el vínculo entre la es-
él dejando las impresiones de sus apéndices tructura producida y su productor, pudiendo
(Diplichnites), raspe el sedimento con sus apén- la misma ser generada por representantes de
dices y se desplace oblicuamente (Monomor- distintos phyla. Por su parte, existen algunas
phichnus-Dimorphichnus) o se detenga a descan- estructuras de morfología compleja que pue-
sar (Rusophycus). Otro ejemplo es el de bivalvos den relacionarse con considerable precisión a
nuculoideos con pie bifurcado que al despla- un determinado grupo de organismos. Por
zarse, generan una traza de locomoción che- ejemplo, el icnogénero Tonganoxichnus ha sido
Las trazas fósiles poseen rango temporal extenso gura 27. 3 C). De este modo, las mismas guardan
La mayoría de los icnofósiles tiene un amplio una relación mucho más estrecha con el sustra-
rango en el registro estratigráfico, que en mu- to que las alberga que los cuerpos fósiles.
chos casos abarca la totalidad del Fanerozoico Un análisis de estas características sirve para
(Figura 27. 3 A). Por cierto, esto no significa que entender adecuadamente las potencialidades
los organismos productores sean los mismos, y limitaciones de las trazas fósiles. Por ejem-
ya que en realidad distintos grupos pudieron plo, la combinación del amplio rango tempo-
verse involucrados a lo largo del tiempo geoló- ral y el estrecho rango ambiental facilita com-
gico. Por el contrario, la clave reside en que paraciones paleoecológicas y paleoambienta-
ciertos comportamientos básicos se establecie- les de asociaciones de estas estructuras de dis-
ron tempranamente en la historia de la vida tinta edad. Como contrapartida, estas mismas
sin sufrir mayores modificaciones. Este hecho características limitan su utilidad en bioestra-
marca un contraste notable con los cuerpos tigrafía. A su vez, la común ausencia de
fósiles más apreciados por los bioestratígrafos: retransporte proporciona una ventaja en la rea-
los fósiles guía. lización de estudios paleoecológicos y paleoam-
bientales. Mientras que cuando nos propone-
Las trazas fósiles poseen rango facial restringido mos analizar las implicancias paleoecológicas
Esta característica se aplica más a las de una asociación de cuerpos fósiles debemos
icnocenosis que a icnotaxones individuales, po- evaluar, en primer término, el grado de trans-
niendo en evidencia que las mismas son un re- porte sufrido por el material, una asociación de
flejo de determinados parámetros ambientales trazas fósiles suele no requerir de esta primera
y tienden a caracterizar ambientes de sedimen- fase de estudio. Por su parte, el hecho de que las
tación. Las estructuras biogénicas representan mismas comúnmente sean producidas por or-
de este modo las respuestas de los organismos ganismos de cuerpo blando, quedando preser-
al complejo juego de interacciones bióticas y vadas en sucesiones carentes de cuerpos fósiles,
parámetros ambientales (Figura 27. 3 B). lleva a que en muchos casos las estructuras
biogénicas constituyan la única evidencia de
Las trazas fósiles raramente sufren transporte actividad biológica disponible, volviéndolas
Las trazas fósiles representan el registro de particularmente valiosas en estudios paleobio-
actividad biológica in situ y en la mayoría de los lógicos, evolutivos o paleoambientales.
casos carecen de desplazamiento secundario, es Estas características reflejan generalizaciones
decir no han sufrido transporte ni retrabajo (Fi- no exentas de excepciones. Por ejemplo, algu-
Figura 27. 3. A. Helminthoidichnites tenuis, una pista de pastoreo muy simple que se conoce desde el Precámbrico hasta el Holoceno.
Formación Puncoviscana, Cámbrico Inferior basal del noroeste argentino (barra = 1 cm); B. redes hexagonales correspondientes al
icnogénero Paleodictyon, que caracteriza ambientes marinos profundos, comúnmente albardones de canales turbidíticos o sectores
distales de lóbulos. Formación Tarcau, Eoceno, Rumania (barra = 1 cm); C. galerías de Ophiomorpha in situ. Pleistoceno de los
alrededores de Pehuencó, litoral de la provincia de Buenos Aires, Argentina (longitud del martillo = 33.5 cm); D. fragmentos de las
galerías ilustradas en C retrabajados e incorporados a un conglomerado (ancho del cubre lente = 5.5 cm).
nos icnotaxones poseen rangos temporales más phaera). Del mismo modo, conchillas o fragmen-
restringidos que los vuelven indicadores bio- tos de roca portadores de perforaciones pue-
estratigráficos valiosos (algunas icnoespecies den ser retransportados e incorporados en
de Cruziana y Rusophycus; la mayoría de las ic- otros sedimentos.
noespecies de Oldhamia). Asimismo, estudios
realizados por Genise (2000, 2004) demostra-
ron que el rango estratigráfico de la mayoría CLASIFICACIÓN DE LAS TRAZAS FÓSILES
de las trazas de insectos (escarabajos, abejas,
avispas y termitas) presentes en paleosuelos Existen tres esquemas principales para carac-
está restringido al Cenozoico. En menor medi- terizar a las trazas fósiles: preservacional,
da, las estructuras de macro y microbioerosión etológico y taxonómico. Estos tres sistemas no
suelen presentar rangos estratigráficos más son excluyentes sino que en realidad se comple-
restringidos (Bromley, 2004; Glaub y Vogel, mentan, por lo que en la práctica, un estudio
2004). A su vez, si bien es cierto que las trazas icnológico requiere de un cuidadoso enfoque que
fósiles son comúnmente producidas por faunas combine, al menos, estas tres perspectivas.
de cuerpo blando, existen numerosos organis-
mos con partes duras que poseen un buen re- Clasificación preservacional
gistro icnológico, siendo los vertebrados el caso Los sistemas más importantes de clasifica-
más obvio, pero también algunos grupos de ción de trazas fósiles desde el punto de vista
invertebrados (bivalvos, trilobites). Finalmen- preservacional han sido propuestos por
te, aunque en la gran mayoría de los casos las Seilacher (1964) y Martinsson (1970), los cua-
trazas fósiles que sufren transporte son des- les son ilustrados en la Figura 27. 4. Simpson
truidas por los procesos hidráulicos, existen (1957) y Chamberlain (1971) han propuesto
icnofósiles que pueden resistir cierto grado de esquemas alternativos que por ser de menor
movilización, tales como los fragmentos de uso, no serán analizados en este capítulo.
galerías de crustáceos (Ophiomorpha, Figura 27. Seilacher (1964) adoptó un esquema en base a
3 D) y las trazas de insectos, particularmente tres categorías principales: semirelieve, relie-
las que presentan paredes reforzadas (Coprinis- ve completo y estructuras biodeformacionales.
Figura 27. 5. Clasificación etológica de trazas fósiles (modificado de Buatois et al., 2002 a).
TRAZAS FÓSILES
taxonomía de trazas fósiles o icnotaxonomía icnoespecífico siempre que sea posible. Discu-
debe representar un sistema paralelo al de la siones detalladas sobre los procedimientos a
taxonomía biológica y paleontológica y no tie- seguir en una aproximación icnotaxonómica
ne que ser confundida con éstas (Osgood, 1970; pueden encontrarse en Magwood (1992),
Bromley, 1981). La clasificación de trazas fósi- Pickerill (1994), Bromley (1996) y Buatois et al.
les es morfo-etológica y no presupone la iden- (2002 a). La clasificación icnotaxonómica re-
tificación de los organismos que originaron las presenta el mejor sistema para elaborar un len-
estructuras. La icnotaxonomía se basa en la guaje común consensuado, que posibilite la
morfología de trazas como expresión de un de- comunicación entre los científicos de diversas
terminado comportamiento, independiente- áreas y permita la elaboración de conceptuali-
mente del organismo productor (Bromley, zaciones teóricas sobre bases firmes y compar-
1996), si bien esto no implica que la icnología tidas.
deba estar divorciada de la biología.
Bromley (1996) introdujo el concepto de
icnotaxobase con el objeto de clarificar qué ca- EL MODELO DE LAS ICNOFACIES
racteres morfológicos deben ser considerados
importantes a la hora de clasificar taxonómi- El concepto de icnofacies ha sido uno de los
camente una traza fósil. Una icnotaxobase es más exitosos de la icnología, derivando en un
una característica morfológica individualiza- modelo de gran aplicación y que, desde una
ble y suficientemente distintiva, que muestra perspectiva epistemológica e histórica, fue
variabilidad significativa (Buatois et al., 2002 crucial para el desarrollo conceptual y
a). Las icnotaxobases son funciones del com- metodológico de la icnología (Mángano y Bua-
portamiento, que proveen directa o indirecta- tois, 2001). Una icnofacies consiste en una aso-
mente información etológica a distintas esca- ciación de trazas fósiles que aparece
las. Entre las icnotaxobases más importantes, recurrentemente a lo largo del tiempo geológi-
cabe mencionar la morfología general, el tipo co y que se relaciona comúnmente con deter-
de pared, el tipo de bifurcación, la naturaleza minados parámetros ambientales. El modelo
del relleno y la presencia de spreite (Bromley, de icnofacies propuesto por Seilacher (1963,
1996). El término spreite hace referencia a dis- 1964, 1967) posibilitó encuadrar en una teoría
turbancias en el sedimento, que se repiten se- explicativa, observaciones efectuadas en el re-
gún un patrón concéntrico o paralelo, y mar- gistro fósil y en ambientes actuales. El estable-
can el desplazamiento del tubo causativo. Por cimiento del modelo de icnofacies trajo apare-
su parte, estructura meniscada refiere a un tipo jado un notable desarrollo de la icnología a
de retrorelleno de una estructura de alimenta- principios de la década del setenta, y un creci-
ción, que refleja un patrón de ordenamiento miento ininterrumpido que continúa hasta
selectivo del sedimento en forma de arcos nuestros días, llevando a la creación del pri-
(meniscos) y no debe ser confundido con el mer programa de investigación en icnología
spreite. Genise (2000, 2004) ha desarrollado el (Mángano y Buatois, 2001). Para muchos auto-
concepto de icnotaxobases en la clasificación res (Frey y Pemberton, 1984, 1985; Pemberton
de trazas de insectos con cámaras en paleosue- et al., 1992), la idea de icnofacies es el concepto
los. Algunas icnotaxobases, por ejemplo la mor- medular de la icnología.
fología general, entendida como la arquitectura En la definición de icnofacies hay dos aspec-
de las construcciones, y los tipos de pared, ad- tos que deben ser remarcados. En primer lu-
quieren gran complejidad y son icnotaxobases gar, se enfatiza que una icnofacies está asocia-
de primer orden, mientras que el tipo de bifur- da a determinadas condiciones ambientales.
cación juega un papel secundario. Justamente el éxito del modelo de icnofacies
Una clasificación icnotaxonómica apropiada reside en el análisis paleoambiental, y así se
es un complemento fundamental para las cla- explica su amplia difusión a partir de la pro-
sificaciones preservacionales y etológicas. A su puesta de Seilacher. En segundo término, en la
vez, representa una base firme sobre la cual definición se hace referencia al carácter recu-
asentar el análisis de implicancias paleoecoló- rrente de las icnofacies. Las icnofacies son aso-
gicas, paleobiológicas o paleoambientales. Las ciaciones arquetípicas que se repiten en el tiem-
denominaciones en nomenclatura abierta («tu- po geológico cuando las condiciones paleoam-
bos verticales», «trazas meniscadas») deben bientales también lo hacen. Un ejemplo que
ser evitadas cuando existe un nombre formal reviste solo carácter local, si bien puede ser
disponible. Incluso la clasificación a nivel muy valioso, no conduce necesariamente a la
icnogenérico es en muchos casos insuficiente, formulación de una icnofacies. Tal cual han
Figure 27. 6. Modelo de icnofacies arquetípicas (tomado de Buatois et al., 2002 a).
TRAZAS FÓSILES
ción de una icnofacies puede ser entendida y Frey, 1984; Buatois y López Angriman, 1991,
como análoga a la de un modelo de facies. Del 1992). Esto se debe a que las asociaciones de
mismo modo que los modelos de facies son el trazas fósiles reflejan condiciones ambienta-
producto del análisis de distintos ejemplos, a les locales, que pueden o no concordar con las
los que se les han eliminado las peculiaridades condiciones predecibles para determinada
locales para obtener el común denominador a profundidad. Los principales controles en la
todos ellos, las icnofacies seilacherianas cons- distribución de icnofacies incluyen tipo de sus-
tituyen asociaciones arquetípicas que engloban trato, energía, contenido de nutrientes, oxige-
los rasgos comunes de una serie de icnofaunas nación, salinidad y tasas de sedimentación y
particulares, por encima de sus peculiarida- erosión, siendo la batimetría un control de se-
des específicas. gundo orden. Los gradientes de reemplazo
Las icnofacies corrientemente aceptadas pue- batimétrico de icnofacies solo funcionan ade-
den dividirse en tres grandes categorías: 1) cuadamente en tanto y en cuanto los
icnofacies marinas de sustratos blandos, 2) parámetros paleoecológicos involucrados va-
icnofacies sustrato-controladas y 3) icnofacies ríen en forma acorde. Por otra parte, una
continentales. Las icnofacies marinas de sus- icnofacies, tal como una facies sedimentaria,
trato blando comprenden las icnofacies de requiere de extensión areal y continuidad late-
Psilonichnus, Skolithos, Cruziana, Zoophycos y ral. Este hecho tiene importantes implicancias
Nereites. Las icnofacies sustrato-controladas son para el reconocimiento de icnofacies sustrato-
las de Teredolites, Glossifungites y Trypanites, esta controladas. Un clasto con perforaciones
última subdividida en la de Entobia y asignables al icnogénero Trypanites no implica
Gnathichnus. Las icnofacies continentales in- que la presencia de un tronco portador de
cluyen las de Coprinisphaera, Scoyenia y Mermia. Teredolites no debe ser asignado a la icnofacies
Una reconstrucción esquemática del modelo se de Teredolites. Es el carácter autóctono de la aso-
presenta en la Figura 27. 6, mientras que el ciación el que permite el reconocimiento de la
Cuadro 27. 2 sintetiza las características prin- icnofacies (Bromley et al., 1984; Savrda et al.,
cipales de cada icnofacies. Revisiones sobre el 1993). Finalmente, debe enfatizarse que quie-
tema pueden encontrarse en Pemberton et al. nes aplican el concepto de icnofacies en el aná-
(1992), Buatois y Mángano (1995, 1998, 2004 a), lisis de sucesiones sedimentarias no se limitan
de Gibert et al. (1998), de Gibert y Martinell en la práctica a reconocer icnofacies, sino que
(1998), Genise et al. (2000) y McIlroy (2004 b). analizan las distintas asociaciones presentes
Frey et al (1990) señalaron que el concepto de efectuando subdivisiones locales de las
icnofacies está muy pobremente entendido. Al icnofacies, generalmente estableciendo
respecto, Buatois et al. (2002 a) realizaron una zonaciones onshore-offshore o modelos de facies
serie de clarificaciones tendientes a evitar con- a los que se incorpora la información icnológica
fusiones y errores. Si bien cada icnofacies es (Crimes, 1977; Howard y Frey, 1984;
denominada con un icnogénero típico, su defi- MacEachern et al., 1999; Buatois et al., 2002 b;
nición se basa en una serie de características Mángano et al., 2005).
diagnósticas y no en la presencia del icnogénero
epónimo. Por ejemplo, el icnogénero Cruziana
comúnmente no se presenta en la icnofacies de EL ENFOQUE DE LAS ICNOFÁBRICAS
Cruziana en asociaciones pospaleozoicas, pero
la icnofacies sigue estando presente. Del mis- El estudio de icnofábricas representa una de
mo modo, es común que icnogéneros conside- las nuevas líneas en icnología (Taylor et al., 2003;
rados típicos de una icnofacies se presenten en McIlroy, 2004 b). Se denomina icnofábrica al
otra icnofacies. Cruziana es un icnogénero que aspecto de la textura y estructura interna de
puede presentarse en depósitos fluviolacustres, un sedimento, que resulta de la bioturbación y
lo cual no implica la presencia de la icnofacies bioerosión a distintas escalas (Ekdale y
de Cruziana en tal situación, sino que el Bromley, 1983; Bromley y Ekdale, 1986). Mien-
icnogénero Cruziana puede ser un componente tras en los estudios icnológicos basados en
de la icnofacies de Scoyenia. Asimismo, si bien icnofacies, las trazas fósiles son clasificadas,
se ha enfatizado que las icnofacies marinas son interpretadas y agrupadas con el objeto de ca-
indicadoras de batimetría, éste no es necesa- racterizar paleoambientalmente una determi-
riamente el caso. Desde hace ya varias déca- nada sucesión sedimentaria, los de icnofábri-
das, se conoce que la zonación batimétrica ori- cas toman en cuenta no solo las estructuras
ginal puede presentar anomalías, es decir aso- discretas y clasificables taxonómicamente,
ciaciones que se encuentren desplazadas de su sino también aquellos moteados de bioturba-
TRAZAS FÓSILES
ples son análogas a una foto instantánea en la su emplazamiento se produce en sectores del
cual los actores tiene posiciones estáticas, las sustrato alejados de la interfase agua-sedimen-
icnofábricas compuestas son comparables a to, los cuales son relativamente estables.
una película en la cual los actores se Otro concepto de importancia es el de
reposicionan a lo largo del tiempo de acuerdo icnocolectividades (ichnoguilds). En la definición
a lo estipulado en el libreto. Es decir, las estruc- de icnocolectividad entran en juego tres ele-
turas biogénicas no se reordenan temporal- mentos: 1) plan estructural (se considera si las
mente al azar sino regidas por los factores que estructuras son permanentes o transitorias y
controlan la estructura de escalonamiento. las distintas categorías etológicas), 2) tipo
Contrariamente a lo que dicta el sentido co- trófico (suspensívoros, depositívoros, detrití-
mún, las icnofábricas compuestas son mucho voros y cultivadores) y 3) utilización del espa-
más comunes en el registro que las simples. cio (posición vertical relativa de los distintos
Comúnmente los sedimentos presentan pa- grupos de trazas o escalonamiento) (Bromley,
trones de bioturbación complejos que reflejan 1996). El concepto de icnocolectividad es su-
la yuxtaposición de distintos grupos de trazas mamente valioso a la hora de entender patro-
o icnofósiles individuales. La secuencia de em- nes recurrentes de utilización del ecoespacio
plazamiento de las mismas puede establecerse en comunidades bentónicas. Por ejemplo, se lo
determinando las relaciones de corte, las ca- ha aplicado para caracterizar la complejidad
racterísticas de la pared y el tipo de relleno de las comunidades endobentónicas en sedi-
(Bromley y Ekdale, 1986; Bromley, 1996; Bua- mentos de creta (Ekdale y Bromley, 1991), la
tois et al., 2003). En el caso típico de agradación evolución de las comunidades desarrolladas
del fondo marino, bajo condiciones de sedimen- en planicies de mareas del Paleozoico (Mánga-
tación por decantación en ambientes de plata- no et al., 2002; Mángano y Buatois, 2002, 2004 a)
forma y planicies abisales, las estructuras más y las particularidades de los ecosistemas ma-
profundas cortan a las más someras. Cuando rinos profundos del Cámbrico Temprano do-
existe suficiente tiempo para permitir intensa minados por el desarrollo de tapetes
bioturbación, las trazas someras son oblitera- microbiales (Buatois y Mángano, 2003 a).
das y la icnofábrica es dominada por estructu-
ras profundas. Por su parte, las estructuras
profundas usualmente exhiben paredes abrup- APLICACIONES DE LA ICNOLOGÍA
tas y límites bien definidos, y contienen un re-
lleno que contrasta con el del sedimento El estudio de las trazas fósiles tiene numero-
hospedante, lo cual refleja una cuidadosa se- sas aplicaciones en distintas disciplinas vin-
lección de las partículas por parte del organis- culadas tanto a la paleontología como a la geo-
mo, o introducción de material desde la super- logía sedimentaria. En esta segunda parte del
ficie (Bromley, 1996; Taylor y Goldring, 1993). capítulo, sin pretender un análisis exhaustivo,
A su vez, las excavaciones profundas crean un trataremos brevemente algunas de estas apli-
microambiente químico que favorece la inicia- caciones. En particular, nos referiremos a su
ción de procesos diagenéticos de mineraliza- utilidad en paleobiología, bioestratigrafía,
ción, que a su vez resaltan la visibilidad de las paleoecología evolutiva, paleoecología, análi-
trazas (Bromley, 1996). El potencial de preser- sis de facies sedimentarias, estratigrafía
vación y la visibilidad de las estructuras pro- secuencial y caracterización de reservorios.
fundas es por lo tanto mayor que el de las es-
tructuras someras.
El análisis de icnofábricas enfatiza la función PALEOBIOLOGÍA
de la tafonomía y nos recuerda que las trazas
fósiles reflejan principios de preservación pe- La icnología puede aportar información pa-
culiares, lo cual debe ser tenido en cuenta a la leobiológica de detalle. Algunas trazas fósiles
hora de efectuar interpretaciones paleoembien- registran casi fotográficamente la anatomía del
tales. Por ejemplo, las trazas someras, que po- organismo productor y pueden darnos certe-
seen potencial de preservación bajo, son las más ras pistas acerca del clado involucrado. Un caso
sensitivas a las condiciones ambientales del particularmente interesante es el de estructu-
fondo oceánico ya que se forman en proximi- ras sedimentarias biogénicas de descanso y
dad a la interfase agua-sedimento (Bromley y saltación de insectos apterigotos (no alados)
Ekdale, 1986). Por el contrario, las trazas pro- en depósitos marinos marginales del Paleozoi-
fundas, con alto potencial de preservación, son co Superior acumulados en paleolatitudes ecua-
las menos afectadas por cambios en las condi- toriales (Mángano et al., 1997, 2001; Braddy y
Figura 27.8. Morfología y posible productor del icnogénero Tonganoxichnus. A. Tonganoxichnus buildexensis, A1 = impresiones
anteriores de apéndices cefálicos (palpos maxilares), IF = impresión frontal cefálica, A2-A4 = impresiones coxales de apéndices
torácicos, A’2-A’4 = impresiones distales de apéndices torácicos, P1-P8 = impresiones de apéndices abdominales posteriores, PC
= proyección cilíndrica (ovopositor), ST = segmentos transversales, IFT = impresión filamento terminal; B. Tonganoxichnus buildexensis.
Holotipo. Probable ejemplar adulto hembra. Nótese la impresión del ovopositor (PC) y la marca discontinua del filamento axial
terminal. Miembro Tonganoxie Sandstone, Carbonífero Superior, Kansas. Barra = 1 cm; C. Tonganoxichnus buildexensis. Nótese la
presencia de una segunda serie de impresiones a ambos lados del cuerpo indicando el apoyo de segmentos distales de los apéndices
torácicos, solo parcialmente preservadas en el material de Kansas. La marca cefálica prominente y los tamaños relativos de céfalo,
tórax y abdomen sugieren un ejemplar subadulto. Formación Mansfield, Carbonífero Superior, Indiana. Barra = 0.5 cm. D. Tonganoxi-
chnus ottawensis. Nótese la presencia de marcas de rasguñadura con un arreglo en abanico en el sector anterior (representando
apéndices cefálicos y torácicos «en acción»), sector posterior (apéndices abdominales) con impresiones subredondeadas (izquierda)
o marcas en chevron (derecha) y coincidencia de las marcas del filamento terminal en un punto de pívot. La estructura en su totalidad
es interpretada como una traza de saltación lateral. Miembro Tonganoxie Sandstone, Carbonífero Superior, Kansas. Barra = 1 cm. E.
Reconstrucción de «Dasyleptus», proveniente del Carbonífero Superior, Illinois, probable productor de Tonganoxichnus. A = antena,
PM = palpos maxilares, M = mandíbula, PL = palpos labiales, AT = apéndices torácicos, AA = apéndices abdominales, OE =
ovopositor externo. FT = filamento terminal. Nótese la correlación entre la morfología del productor y de la traza fósil (A. basado en
Mángano et al., 1997, 2001; E. basado en Kukalová-Peck, 1997).
Briggs, 2002). Estas estructuras, incluidas en el icnoespecie tipo, T. buildexensis, muestra dos im-
icnogénero Tonganoxichnus, fueron originalmen- presiones anteriores subparalelas al eje axial
te descriptas del Miembro Tonganoxie Sands- (A1), una impresión en media luna u oval fron-
tone en Kansas (Carbonífero Superior), y poste- tal (IF), seguida por una región central toráxica
riormente halladas en la Formación Mansfield con una serie de impresiones elongadas o su-
de Indiana (Carbonífero Superior) y en el Miem- bredondeadas, oblicuas o perpendiculares al eje
bro Robledo Mountains de Nuevo México (Pér- (A2-A4) (Figura 27. 8 A-B), registrando el apo-
mico Inferior). El registro icnológico de insectos yo proximal de tres pares de robustos apéndi-
en el Paleozoico está mayoritariamente repre- ces toráxicos y una región posterior abdominal
sentado por interacciones plantas-artrópodos caracterizada por numerosas impresiones
preservadas en hojas fósiles, existiendo conta- transversales (ST) asociadas a sutiles marcas
das referencias de trazas producidas en el sedi- en chevrón (P1-P8) (impresiones de delicados
mento. La excepcional preservación de estas apéndices abdominales), culminando en una
estructuras en limolitas y arcilitas posibilitó la fina y larga extensión axial (IFT). Ocasionalmen-
documentación de extraordinarios detalles de te algunos especimenes pueden mostrar impre-
la morfología ventral de los productores y de siones subredondeadas laterales en la región
sus actividades sobre el sedimento. La toráxica (A´2-A´4) que registran el apoyo distal
TRAZAS FÓSILES
En el holotipo también se observa, en el sector gran caudal de información paleobiológica es el
caudal, una prominente proyección cilíndrica de estructuras biogénicas sedimentarias de in-
(PC) que registra la presencia de un ovipositor sectos en paleosuelos pospaleozoicos, funda-
externo (Figura 27. 8 A-B). mentalmente cenozoicos. Luego de la extinción
Esta morfología es fácilmente correlacionable de fines del Pérmico, la distintiva fauna de in-
con la típica tagmosis de los hexápodos (cabe- sectos paleozoica es sucedida por la gran diver-
za, tórax y abdomen), y en particular con el plan sificación de los linajes de insectos hemipteroides
morfológico de insectos apterigotos. La presen- y holometábolos (Labandeira y Sepkoski, 1993;
cia de impresiones de palpos (A1) y de una ex- Jarzembowski y Ross, 1993). Esta diversifica-
tensión axial posterior (PC) registrando la pre- ción se acentúa con la aparición de grupos de
sencia de un largo filamento terminal, así como insectos ecológicamente claves para los ecosis-
el tamaño de las estructuras biogénicas sugie- temas actuales durante el Cretácico Temprano,
ren sorprendentes similitudes con insectos junto con la aparición de las angiospermas. Esta
monuros, un grupo extinto de insectos no ala- radiación es ampliamente registrada icnológi-
dos, recuperados de sedimentitas de la misma camente por la aparición de los primeros nidos
edad, en particular con el género Dasyleptus (Fi- y cámaras pupales fósiles de insectos en el Cre-
gura 27. 8 E) (Kukalová-Peck, 1987). El tácico Tardío y la gran variedad y abundancia
icnogénero Toganoxichnus está representado por de trazas fósiles de insectos en paleosuelos del
un amplio rango de dimensiones que registra Cenozoico (Genise y Bown, 1994 a; Genise, 2004).
distintos estadios de desarrollo (instars) de los Como fue señalado, Genise y Bown (1994 a) pro-
productores, siendo la variación de tamaños re- pusieron la nueva categoría etológica calichnia,
lativos de los distintos tagmas explicable por para agrupar los nidos de coleópteros y estruc-
alometría (Figura 27. 8 B-C). Las icnoespecies turas de habitación y nidificación complejas de
reconocidas representan estructuras de descan- himenópteros sociales. Esta mejora en el regis-
so y de saltación (despegue y aterrizaje; Figura tro icnológico de insectos es atribuible no solo a
27. 8 D) y su estudio analógico con estructuras la evolución del comportamiento de nidificación
recientes de arqueognatos (grupo de insectos en distintos linajes de insectos modernos, sino
primitivos vivientes cercanamente emparenta- también a una mejora en su potencial de pre-
dos a los monuros) permite ampliar significati- servación al ser en su mayoría estructuras cons-
vamente la información proveniente del escaso truidas con una mezcla de sedimento con
registro de cuerpos fósiles. El estudio de estas secreciones glandulares, excremento u otros
asociaciones de trazas fósiles de insectos productos orgánicos que favorecen procesos de
apterigotos, representa una verdadera venta- diagénesis temprana y maximizan el potencial
na tafonómica a la paleobiología y de preservación (Genise y Bown, 1994 a). Otra
autopaleoecología de los productores, posibili- de las ventajas de este registro pospaleozoico
tando inferencias sobre el modo de locomoción, es que en numerosos grupos de insectos mo-
hábitos alimenticios, comportamiento repro- dernos el programa de comportamiento prác-
ductivo y modo de vida. Las marcas de ticamente no sufrió modificaciones desde su
rasguñadura dejadas por los palpos maxilares aparición hasta la actualidad, posibilitando el
en el sedimento registran la utilización de estos uso de análogos y aun homólogos modernos
apéndices para explorar la superficie del mis- para estudios evolutivos. Basado en cuatro pla-
mo posiblemente alimentándose de la delgada nes estructurales básicos, Genise (2000, 2004)
película algal. La existencia de una marca axial definió 4 icnofamilias para estructuras con cá-
en el sector posterior del abdomen de algunos maras encontradas en paleosuelos: Celliformi-
especímenes (Figura 27. 8 B) registra la presen- dae (atribuible a abejas), Coprinisphaeridae
cia de un ovipositor externo usado para inocu- (asignada a coleópteros), Pallichnidae (atribui-
lar huevos en el sedimento. El amplio rango de ble a coleópteros) y Krausichnidae (asignada a
tamaños registrando un plan morfológico si- hormigas y termitas). Por ejemplo, la comple-
milar indica la presencia de insectos ametábolos ja arquitectura de múltiples cámaras interco-
que posiblemente habitaban en grupos en las nectadas por galerías de distintos diámetros
adyacencias de cuerpos de agua rodeados por es indicadora de la icnofamilia Krausichnidae,
vegetación. La común asociación de marcas que incluye estructuras de insectos sociales, en
frontales de los palpos y marcas posteriores del particular hormigas y termitas. El análisis de
filamento terminal sugieren un comportamien- otras icnotaxobases como la naturaleza de la
to similar al de algunos arqueognatos de pati- pared, permite separar a las construcciones de
naje sobre un pelo de agua (sliding-on-the-water termitas con paredes construccionales y/o re-
behavior) (Mángano et al., 1997). vestidas, de las paredes simples sin revesti-
TRAZAS FÓSILES
gano, 2002, 2004 a). En el caso de las planicies
de inundación, un estudio icnológico puede re-
velar si los cuerpos de agua fueron colmatados
por desbordes provenientes del canal fluvial o
si experimentaron desecación. En el primer
caso, la asociación de trazas fósiles está domi-
nada por pistas de pastoreo simples
(Helminthopsis, Helminthoidichnites), trazas de lo-
comoción (Cochlichnus) y excavaciones horizon-
tales (Palaeophycus). Las trazas de tetrápodos,
las huellas de artrópodos y las trazas
bilobadas con marcas de rasguñaduras están
generalmente ausentes, al igual que las trazas
meniscadas. Las características de esta
icnofauna reflejan que la misma se emplazó en
un sustrato sumergido, en pequeños cuerpos
de agua que fueron subsecuentemente
colmatados sin experimentar el proceso de de-
secación. Por el contrario, las icnofaunas pre-
sentes en planicies de inundación desecadas
contienen abundantes huellas de artrópodos
(Diplichnites, Trachomatichnus), huellas de verte-
brados, trazas meniscadas (Scoyenia, Taenidum),
excavaciones ornamentadas (Spongeliomorpha,
Tambia) y trazas bilobadas con marcas de
rasguñaduras (Cruziana, Rusophycus). A su vez,
las icnofaunas de estas planicies pueden sub-
dividirse en dos icnocenosis distintivas: una
de predesecación caracterizada por trazas
meniscadas sin ornamentación (Taenidium,
Beaconites), desarrollada en un sustrato relati-
vamente blando, y otra de desecación formada
por trazas ornamentadas (Scoyenia, Spongelio-
Figure 27. 10. Macaronichnus en depósitos de anteplaya (foreshore), morpha), que corta a la primera y que se empla-
definiendo dos zonas con intenso moteado de bioturbación. Nóte- zó en un fondo firme.
se la estratificación entrecruzada de bajo ángulo asociada. Oligo- Por último, las evidencias icnológicas pueden
ceno, Venezuela. Ancho de la corona = 7 cm. llevar en algunos casos al reconocimiento de
ambientes depositacionales que no habían sido
detectados en análisis de facies clásicos. Un
da de muy bajo ángulo, interpretadas como ejemplo de esta situación lo constituye la iden-
depósitos de foreshore formados bajo condi- tificación de depósitos acumulados en valles
ciones de alta energía en la zona sometida a estuarinos (Pemberton y Wightman, 1992;
corrientes de saca y resaca. Macaronichnus es MacEachern y Pemberton, 1994; Buatois et al.,
justamente un icnogénero que caracteriza se- 2002 b). Desde el punto de vista icnológico, la
dimentación en ambientes de muy alta ener- clave para identificar estos ambientes reside
gía, típicamente en zonas de foreshore (Pem- en el reconocimiento de una particular asocia-
berton et al., 2001). ción de icnofósiles desarrollada bajo condicio-
Por el contrario, existen casos en los que el nes de estrés resultantes de la dilución del agua
análisis icnológico posibilita alcanzar un ni- marina. Las icnofaunas de aguas salobres se
vel de resolución mayor al obtenido por un caracterizan por: 1) baja icnodiversidad, 2) for-
análisis de facies estándar. Por ejemplo, el es- mas típicamente marinas, 3) dominio de es-
tudio detallado de la morfología de estructu- tructuras de organismos infaunales, 4) estra-
ras biogénicas proporciona información sobre tegias oportunistas, 5) mezcla de trazas de las
el grado de consolidación del sustrato. Esto per- icnofacies de Skolithos con una icnofacies de
mite obtener datos precisos sobre la historia Cruziana empobrecida, 6) grado de bioturba-
depositacional de distintos ambientes sedimen- ción variable, 7) asociaciones monoespecíficas
tarios, tales como cuerpos de agua desarrolla- y 8) reducción de tamaño en algunas formas
Figura 27. 11. Desarrollo de la icnofacies de Glossifungites en una discordancia erosiva. A. el sustrato fangoso es soterrado y
deshidratado, adquiriendo un carácter compacto; B. los depósitos fangosos son exhumados erosivamente, dando como resultado el
desarrollo de un sustrato firme; C. la colonización de la superficie de discontinuidad por los organismos de la icnofacies de
Glossifungites tiene lugar durante un hiato depositacional; D. las estructuras son pasivamente rellenadas durante el siguiente
episodio depositacional responsable de la acumulación del depósito arenoso (basado en MacEachern et al.,1992).
TRAZAS FÓSILES
tras la identificación de la icnofacies sustrato- bajo y transgresión amalgamadas (límites de
controlada permite el reconocimiento de una secuencia/superficies de inundación), estas úl-
discontinuidad erosiva, la interpretación timas conocidas también como superficies
genética de dicha superficie requiere del análi- coplanares (Pemberton et al., 1992).
sis detallado de las asociaciones de icnofósiles La integración de información icnológica con
de sustratos blandos que se presentan en las evidencias sedimentológicas y estratigráficas
unidades subyacente y suprayacente resulta de gran utilidad en la caracterización
(MacEachern et al., 1992; Pemberton et al., 1997). de parasecuencias. Esta aplicación se funda-
Las discontinuidades estratigráficas han sido menta en el hecho de que las asociaciones de
divididas en dos grandes grupos: erosivas y icnofósiles son excelentes indicadores de con-
no erosivas, habiéndose concentrado la mayo- diciones ambientales y comúnmente tales con-
ría de los estudios icnológicos en estratigrafía diciones varían de acuerdo a un gradiente
secuencial en el primero de estos grupos. Este batimétrico. En parasecuencias formadas por
esquema subdivide a su vez a las discontinui- progradación de la línea de costa, deben dis-
dades erosivas en discordancias de nivel bajo tinguirse dos situaciones según el proceso
(incluyendo incisión de cañones submarinos y depositacional dominante: costas dominadas
valles fluvio-estuarinos), superficies regresi- por oleaje y costas dominadas por mareas. Las
vas de erosión marina (bases de shorefaces de parasecuencias de costas dominadas por olea-
regresión forzada), superficies erosivas de je muestran un pasaje gradual, de base a te-
Figura 27. 12. Icnología de parasecuencias de costas dominadas por olas (de Buatois et al., 2002 b).
Figura 27. 13. Icnología de parasecuencias de costas dominadas por mareas (de Mángano y Buatois, 2004 c).
Figura 27. 15. Colonizadores multicapa. Icnofábrica de Ophiomorpha en turbiditas mesozoicas y cenozoicas e icnofábrica de Skolithos
en facies heterolíticas intermareales paleozoicas. Las excavaciones conectan capas de arena separadas por intercalaciones pelíticas
y sirven de conducto para la migración de fluidos (modificado de Buatois y Mángano, 2000).
TRAZAS FÓSILES
rinos someros (Figura 27. 15). Por su parte, las meabilidad entre las excavaciones y la matriz
excavaciones de crustáceos en superficies de pueden ser enormes. En el caso particular de
discontinuidad (icnofacies de Glossifungites) ge- reservorios triásicos de la Formación Sag River
neran comúnmente incrementos de porosidad de Alaska, la evidencia icnológica fue clave para
y permeabilidad (Gingras et al., 1999). Un ejem- la planificación de un pozo horizontal que re-
plo espectacular de esta situación ha sido do- sultó en una mayor producción del campo
cumentado por Pemberton et al. (2001), quie- (Pemberton et al., 2001).
Figura 27. 16. Modelo sedimentológico e icnológico integrado para el Miembro Alfarcito de la Formación Santa Rosita (Cámbrico
Superior-Tremadociano) del noroeste argentino (de Mángano et al., 2005 a).
Psammichnites,
Cylindrichnus
icnofauna puede ser abarcada de la manera cies sedimentarias y los principales mecanis-
más comprensiva posible, procurando su aná- mos depositacionales, postular un modelo
lisis desde los más diversos puntos de vista. sedimentológico e icnológico integrado (Figura
Esta aproximación al estudio de las trazas fósi- 27. 16), contextualizar a la icnofauna en un mar-
les, denominada «enfoque multidimensional», co estratigráfico-secuencial, evaluar su poten-
ha sido propuesta recientemente y llevada a cial en bioestratigrafía y discutir su importan-
cabo por Mángano et al. (2002) en un trabajo cia a nivel macroevolutivo. El enfoque multidi-
monográfico sobre una icnofauna formada en mensional al estudio de las trazas fósiles posi-
planicies de mareas del Carbonífero de Kansas. bilita extraer el máximo de información posible
Más recientemente, Mángano et al.(2005) han de las estructuras biogénicas y ubicar a la
encarado un estudio similar en depósitos ma- icnología como una disciplina que permite vin-
rinos del Paleozoico Temprano dominados por cular distintos campos de estudio. La filosofía
oleaje que caracterizan el Miembro Alfarcito subyacente a dicho enfoque sostiene que la
(Formación Santa Rosita), del noroeste argen- icnología adquiere su mayor relevancia cuando
tino. Los estudios realizados posibilitaron ana- se convierte en una disciplina capaz de estable-
lizar la composición taxonómica de la cer lazos entre campos de análisis que habitual-
icnofauna, determinar su relación con las fa- mente se presentan desconectados.
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A
Abapical: hacia el lado opuesto del ápice. Aeróbico: organismo capaz de vivir en presencia de
Abdomen: tagma posterior de los insectos, formado en oxígeno libre.
los actuales por 9 o 10 segmentos reconocibles. Aff. (affinis): término que en Biología indica relación
Abertura accesoria: abertura en la conchilla de foraminí- pero no identidad específica.
feros planctónicos que no conduce directamente a Afloramiento (upwelling): ascenso de aguas profundas
las cámaras principales, sino que se extiende a través y ricas en nutrientes a la superficie, donde favorecen
de estructuras accesorias. el desarrollo del fitoplancton; normalmente está aso-
Abertura interiormarginal: abertura en la conchilla de un ciado con zonas costeras. Ver surgencia, corriente
foraminífero enroscado, situada en la base de la últi- ascendente.
ma cámara, que puede ocupar una posición umbili- Agente de alteración: cualquier factor que en su
cal, extraumbilical o ecuatorial. interacción con restos o señales de organismos pro-
Abertura secundaria: abertura adicional o suplementaria voca cambios o modificaciones que dan lugar a su
en la cámara principal de un foraminífero, de posi- conservación diferencial.
ción areal, sutural o periférica. Agradacional: apilamiento de parasecuencias acumula-
Abiótico: de origen no biológico; ambiente caracteriza- das bajo una tasa de sedimentación aproximadamente
do por la ausencia de organismos. equivalente a la tasa de acomodación y que, por lo
Abisal: en el océano, profundidad superior al 1½ km. tanto, no refleja una tendencia neta de somerización
Aboral: opuesto al lado oral. o profundización.
Acelomado: organismo bilaterio que carece de Ahermatípico: coral que no contiene algas simbióticas
seudoceloma o celoma y por lo tanto, de una cavi- y puede vivir en profundidades a las que no llega la
dad corporal. luz solar. No integra arrecifes.
Aceptor: receptor. Albufera: laguna que forma el mar en las playas bajas.
Ácido nucleico: polímero orgánico de tipo ácido com- Alga: término que actualmente carece de valor formal
puesto por secuencias de nucleótidos (ejemplo: como taxón en una clasificación. En general, con el
ADN, ARN). mismo se alude a una gran variedad de organismos
Acmé: momento de mayor abundancia o diversidad de acuáticos (marinos, agua dulce), eucariotas fotosin-
un grupo de organismos. tetizadores, uni- o multicelulares, de gran importan-
Acontia: porción terminal libre de algunos mesenterios. cia como productores de compuestos ricos en ener-
Acreción: proceso por el cual pequeñas partículas y ga- gía y que constituyen la base de la cadena alimentaria
ses en la nébula solar se aglutinan para formar cuer- de toda la vida acuática animal.
pos mayores, eventualmente de tamaño planetario. Alga azul-verdosa: ver cianofitas.
Proceso por el que dos o más placas continentales Aloestratigrafía: esquema estratigráfico que enfatiza la
se fusionan para formar un continente mayor. presencia de discontinuidades y discordancias.
Acritarco: microfósil orgánico planctónico de afinida- Alopátricas: especies o poblaciones cuyas distribucio-
des biológicas desconocidas. nes geográficas no contactan entre sí, por lo que no
Acrosfera: en cnidarios, extremo globular de ciertos puede existir intercambio genético entre ellas.
tentáculos, con numerosos nematocistos. Aluvial: sedimento depositado por un río.
Actinofaringe: ver estomodeo. Alveolada (Alveolata): taxón incluido en los Protozoa.
Adapertural: en dirección a la abertura. Alveolar: superficie con numerosas pequeñas cavida-
Adapical: en dirección al ápice. Hacia el ápice. des que le confieren el aspecto de un panal.
Adaptación: desarrollo de características por parte de Alvéolo: en cefalópodos, cavidad profunda en la cual el
un organismo, que le permiten mejor condición de fragmocono se hunde.
vida en el ambiente que habita. Antapical: parte situada posteriormente a la apical.
Adaxial: sobre el mismo lado, o dirigido hacia el eje de Ámbar: resina vegetal fosilizada, en general bastante dura
un organismo. y usualmente de color castaño-amarillento, que per-
Adsorción: incorporación y adhesión de un gas, un lí- dió los componentes volátiles. Cuando la resina se
quido o una sustancia disuelta a una fina capa de mo- desliza desde el tronco de los árboles, comúnmente
léculas de la superficie de un sólido. arrastra insectos o restos vegetales que luego pueden
ADN (ácido desoxirribonucleico): material hereditario. encontrarse fosilizados como momificaciones.
Adoral: hacia la abertura. Ambiente: suma total de todas las condiciones externas
Adradios: en Scyphomedusae, los radios ubicados a (bióticas y abióticas) que actúan sobre un organis-
mitad de distancia entre los interradios. mo. Ver hábitat.
GLOSARIO
cuentemente implicado en la transferencia de ener- fondo de un río, lago u océano; organismos que vi-
gía del enlace fosfato. Está formado por adenosina y ven allí.
tres grupos fosfato. Principal fuente de energía celu- Big-Bang: ver Teoría del Big-Bang.
lar. Bilaterio: organismo perteneciente al grupo metazoo
Autapomorfía: estado derivado de un carácter presente de los Bilateria, caracterizado por su simetría bilate-
en un solo grupo taxonómico. Estado de caracteres ral y presencia de mesodermo.
propios de un grupo. Biocenosis: comunidad biótica formada por plantas y
Autigénico: mineral formado en un sedimento durante o animales que se condicionan mutuamente y se man-
después de su depositación. tienen a través del tiempo en un territorio definido y
Autóctono: oriundo o propio del lugar en el que se en estado de equilibrio. Conjunto de restos fósiles
encuentra. que permanecieron juntos en el lugar donde vivie-
Autoecología: ecología de un organismo o grupo indi- ron.
vidual, a diferencia de la ecología de toda la comuni- Biocorema: unidad biogeográfica de cualquier rango en
dad. la escala jerárquica.
Autogamia: autofertilización. Biocrón: espacio de tiempo abarcado por la vida de un
Autolisis: proceso de autodestrucción mediado por en- taxón o la extensión de una biozona.
zimas hidrolíticas. Biodiversidad: variedad de organismos considerados en
Autopaleoecología: estudio de las relaciones entre los todos los niveles; incluye a las comunidades de or-
organismos individuales y su ambiente. ganismos dentro de hábitats particulares.
Autotomía: pérdida deliberada de parte del cuerpo. Bioestratigrafía: estratigrafía de las rocas basada en su
Autótrofo: organismo capaz de sintetizar compuestos contenido fósil.
orgánicos complejos necesarios para su subsisten- Biofacies: caracteres biológicos o carácter fósil de una
cia. facies estratigráfica. Asociación de fósiles que refle-
Autozooide: pólipo con ocho tentáculos y mesenterios jan el ambiente y las condiciones de origen de la
bien desarrollados; constituye la única clase de póli- roca.
po en especies monomórficas. Pólipo más grande Biogénico: sedimento compuesto por restos vegetales
en especies dimórficas. A menudo es el término apro- y/o animales.
piado para definir a un pólipo. Biogeografía: estudio de la distribución de los organis-
Axoplasto: núcleo central del sistema axopodial (estruc- mos en el espacio.
tura citoplásmica). Bioherma: construcción sobre el fondo del mar con
forma de domo o lente, realizada por organismos
secretores de carbonato de calcio, incluidos proca-
B riotas, algas, foraminíferos y metazoos.
Bioindicador: grupo especial de organismos (fósiles)
Backshore: zona costera ubicada inmediatamente por que proporciona información precisa sobre
encima de la línea de alta marea. paleoclimatología, paleogeografía y paleoecología.
Bacteria: organismo unicelular (monera) en el que el Bioluminiscencia: producción de luz por organismos
material genético está disperso en el citoplasma; sin vivos.
núcleo diferenciado. Bioma: categoría superior de hábitat en una región parti-
Bafon: comunidad fanerogámica sumergida y los orga- cular del mundo, como la tundra de Canadá o la selva
nismos errantes convivientes. lluviosa del Amazonas.
Báltica: continente paleozoico constituido principalmen- Biomasa: peso o volumen de materia animal o vegetal
te por la península escandinava y la región rusa euro- por unidad de área.
pea hasta los Montes Urales. Biomaterial: materia que constituye los organismos.
Baltoscandia: antiguo continente que comprendía a los Biomineralización: depositación de mineral por la acti-
terrenos que ahora circundan el Mar Báltico. vidad biológica.
Barra axial: sinónimo de espina axial. Biopolímero: polímero que interviene en los procesos
Basurero (scavenger): organismo que se alimenta de biológicos (ejemplos: proteínas, ácidos nucleicos).
materia animal muerta. Biósfera: área ocupada por los organismos vivos. Inclu-
Batial: profundidad oceánica entre 200 y 2000 m. ye parte de la litósfera, hidrósfera y atmósfera.
Batipelágica: región pelágica entre 1000-4000 m de pro- Biostromo: cuerpo de rocas formado por organismos,
fundidad. más o menos paralelo a la estratificación.
Bentónico: organismo asociado al fondo de un cuerpo Biota: comunidad de organismos de una región dada o
de agua. En ambientes marinos, la región bentónica período determinado.
comprende las zonas: litoral o intertidal (delimitada Biotopo: área y zona de profundidad ocupada por una
por la baja y alta marea), sublitoral (hasta los 200 m de fauna o flora particular.
profundidad), batial (entre los 200 y 2000 m), abisal Bioturbación: alteración de un sedimento blando o firme
(entre los 2000 y los 6000 m) y hadal (por debajo de provocada por la actividad de los organismos.
los 6000 m). Los organismos bentónicos se clasifi- Biozona (Zona bioestratigráfica): unidad bioestratigráfi-
can a su vez en epibentónicos y endobentónicos o ca; la más pequeña usada en la correlación estratigrá-
infaunales. Los epibentónicos son aquéllos que vi- fica. Grupo de estratos identificado por su contenido
ven sobre el sedimento y los infaunales dentro de él. fosilífero o su carácter paleontológico. Se la deno-
Los epibentónicos pueden ser sésiles (fijos al sustra- mina por la especie o las especies más característi-
to) o móviles. cas.
GLOSARIO
microcristalina o criptocristalina. Puede ser de ori- obtener una representación lo más simple posible de
gen orgánico o inorgánico. sus relaciones mutuas.
Chevrón: en forma de «V». Cnida: nematocisto.
Cianobacteria: procariota fotosintetizador con clorofi- Cnidoblasto: célula epitelial de origen intersticial
la. Muchas son fotosintetizadoras aeróbicas (produc- formadora del cnida.
toras de oxígeno) y algunas son anaeróbicas (no pro- Cnidocil: diminuto pelo disparador que se proyecta des-
ductoras de oxígeno). Antes llamadas algas azul ver- de el extremo apical del cnida; a veces suficiente-
dosas, cianofitas o myxofitas. mente grande para ser visualizado por microscopía
Cianofita: alga azul verdosa. Cianobacteria. óptica.
Ciclo de la materia: recorrido que realizan en la Natura- Coal Measures: término estratigráfico europeo para la
leza los materiales utilizados por los organismos. parte superior del Carbonífero. Contiene importan-
Estos materiales son continuamente reutilizados y tes mantos de carbón.
reciclados dentro y entre los seres vivos. Coanoflagelado: flagelado en el que la base del flagelo
Ciclo de vida: período de tiempo que va desde el naci- lleva un collar transparente y delgado.
miento de un organismo hasta su muerte. Cocolito: placa calcárea que forma la cobertura externa
Cigoto: huevo formado por la unión de dos células sexua- de los cocolitofóridos.
les (óvulo y espermatozoide). Cocolitofórido: diminuta alga marina planctónica perte-
Cilindro de predación: superficie delimitada por la coro- neciente a las crisofitas, con dos flagelos y un cubri-
na tentacular de una medusa o pólipo. miento de pequeñas placas calcáreas.
Cilio: pequeña prolongación citoplasmática en la super- Colágeno: proteína fibrosa que forma parte de las fibras
ficie de muchas células, capaz de realizar un movi- de los huesos, cartílagos, tendones, ligamentos y
miento vibratorio; sirve para la locomoción celular otros tejidos conjuntivos.
y la creación de corrientes de agua. Colonia: grupo de individuos de una especie que viven
Cirro: tentáculo marginal sensitivo de longitud variable juntos y crecen unos a partir de otros.
y aspecto filiforme, formado por células vacuoladas. Columela: formación esqueletaria axial del lumen.
Citoplasma: protoplasma celular (excepto el núcleo). Columna: cuerpo de un pólipo Anthozoa.
Citostoma: boca. Comarginal: estructura que refleja el primer borde de la
Cladística: filogenética. conchilla, especialmente en bivalvos y gastrópodos;
Cladismo: forma de clasificación basada principalmente equivalente a concéntrico.
en la agrupación de los taxones en función de la po- Comata: en fusulínidos, material reabsorvido y vuelto a
sesión de caracteres semejantes («derivados») que depositar a cada lado de un túnel.
difieren de la condición ancestral. Comensalismo: asociación de dos o más organismos
Clado: grupo taxonómico formado por un taxón ances- (comensales) de diferentes especies, en la cual uno
tral y sus descendientes. Un grupo monofilético. o más se benefician y los otros no son dañados.
Cladogénesis: ramificación de un linaje para formar un Complejo núcleoaxopodial: conjunto de axopodios y
clado; evolución divergente causada por estructura central asociada a los mismos.
especiación. Compuesto refractario: compuesto resistente a la degra-
Cladograma: diagrama de árbol que representa las rela- dación microbiana.
ciones filogenéticas entre los taxones. Compuesto volátil: compuesto fácilmente degradado por
Clasificación: acción de agrupar a los organismos en la actividad microbiana.
una jerarquía de categorías (especie, género, familia, Comunidad: grupo de organismos que habitan en un
orden, clase, phylum, reino). ambiente común e interdependientes.
Clasificación «ranqueada»: clasificación que sigue el Cóndilo: protuberancia redondeada y dura de un
Sistema Linneano de reino, clase, orden, familia, gé- esclerito, que articula sobre la superficie cóncava de
nero y especie. otro esclerito.
Clasificación natural: clasificación que refleja la historia Cono en cono: concreción en forma de conos de fibras
evolutiva del taxón. carbonáticas, con sus ejes perpendiculares al plano
Clasteca: roca sedimentaria compuesta principalmente de estratificación.
de fragmentos derivados de rocas pre-existentes y Conodonte: elemento denticuliforme de composición
transportados mecánicamente a sus lugares de depo- fosfática que habría formado parte de un aparato
sitación. masticador. Son exclusivamente marinos y se los uti-
Cleptoparásito: parásito cuyas larvas se desarrollan en liza como indicadores bioestratigráficos.
los nidos de otras especies. Conoteca: en cefalópodos, proóstraco más la pared del-
Clitelo: porción glandular hinchada de la epidermis de gada que reviste al fragmocono.
ciertos anélidos, que segrega el capullo y el material Conquiolina: componente proteínico de una conchilla
nutritivo para el embrión. similar a la quitina de los artrópodos.
Clivaje: tendencia de un mineral a romperse a lo largo Consumidor: organismo que se alimenta de otros seres
de superficies paralelas a los planos internos atómi- vivos.
cos. Convergencia evolutiva: similitud entre órganos u orga-
Clorocruorina: hemoglobina de color verde. nismos debido a la evolución independiente a lo lar-
Cloroplasto: organela rodeada por una membrana, que go de linajes similares, más bien que a un ancestro
contiene clorofila y enzimas usadas en la fotosíntesis común.
por las células eucariotas. Copal: compuesto intermedio en la formación de ámbar
y que resulta de la maduración de la resina producida
por algunas plantas.
GLOSARIO
mas) diferentes en una única población. tera y Dermaptera, en las que no se reconocen las
Dinoflagelado (Dinofícea): protista marino o de agua nervaduras; no intervienen en el vuelo y forman un
dulce con un estadio nadador libre y dos flagelos «estuche» sobre el abdomen.
desiguales. Algunos con afinidades vegetales y otros Embrión: estadio inicial en el desarrollo de un organis-
animales. Muchos altamente tóxicos (marea roja). mo con reproducción sexual.
Dioico: las estructuras reproductivas de ambos sexos se Empupar: en los insectos holometábolos, paso del últi-
encuentran en individuos separados. Existen machos mo estadio larval al de pupa.
y hembras. Enanismo ecológico: fenómeno que ocurre cuando las
Diplobástico: organismo con dos capas embrionarias: condiciones ambientales son desfavorables a algu-
endodermo y ectodermo (diblástico). nas generaciones de organismos. Por ejemplo, cam-
Disaeróbico: falto de oxígeno o con insuficiente oxíge- bio en las condiciones climáticas o escasez de comi-
no. da pueden ser desfavorables a una determinada po-
Disco basal (disco pedal): base adherente y chata de blación de insectos lo que acarrea una reducción
muchos pólipos solitarios de Anthozoa. drástica de su tamaño corpóreo en las futuras genera-
Disco oral: extremo distal de un pólipo de Anthozoa ciones.
donde se encuentran la boca y los tentáculos. Endodermo (gastrodermis): capa celular interna de la
Discontinuidad: cualquier interrupción en la sedimenta- pared corporal de los invertebrados.
ción que puede representar un intervalo de tiempo, Endoesqueleto: esqueleto interno.
durante el cual la misma ha cesado y/o la erosión ha Endogamia: apareamiento entre individuos estrechamen-
ocurrido. te emparentados.
Discontinuidad de potencial redox: superficie que sepa- Endogástrico: en moluscos, enroscamiento de la con-
ra sedimento oxigenado de sedimento anóxico. chilla con la parte ventral hacia el lado interno.
Distribución disyunta: presencia de un taxón en áreas Endoparásito: parásito que vive dentro de su huésped.
separadas entre sí. Endoplasma: parte interna del citoplasma.
Divaricada: en moluscos, ornamentación constituida por Endosimbiosis: relación entre dos organismos diferen-
pares de costillas ampliamente divergentes. tes, en la que uno (el endosimbionte) vive dentro de
Diversidad: número de taxones en un área local o una los tejidos o células del otro, obteniendo beneficios
región. Medida de la variedad de taxones en una co- ambos organismos.
munidad que tiene en cuenta la abundancia relativa de Enroscamiento dextrógiro (dextrorso): en moluscos,
cada uno de ellos. conchilla enroscada en el sentido horario.
Dolomita: especie mineralógica compuesta por carbo- Enroscamiento levógiro (sinistrorso): en moluscos, con-
nato de calcio y magnesio. chilla enroscada en el sentido contrario al horario.
Dominio: máxima categoría usada en la clasificación bio- Enterocelomado: organismo que posee una cavidad cor-
lógica. Los reconocidos son Eukarya, Archaea y poral originada a partir del tubo digestivo larval.
Bacteria. Entidad conservada: cualquier resto o señal de un orga-
Durófago: aplícase a aquellos depredadores especiali- nismo del pasado. Entidad tafonómica.
zados en consumir presas provistas de conchilla o Entidad obtenida: entidad registrada que ha sido eviden-
caparazón. ciada u observada.
Entidad producida: entidad tafonómica que se encuentra
en la fase inicial del proceso de fosilización. Resulta-
E do del proceso de producción de una entidad tafonó-
mica.
Ecdysozoa: grupo monofilético de phyla protostomios Entidad registrada: cualquier evidencia de un organis-
que presentan muda. mo del pasado observable en el registro geológico.
Ecoespacio: hábitat disponible para el establecimiento Entidad tafonómica observable (observada o no).
de interacciones ecológicas. Entidad paleobiológica: organismo que vivió en el pasa-
Ecología: ciencia que estudia las relaciones de los orga- do
nismos con su ambiente físico y biológico. Entidad tafonómica: fósil. Entidad conservada. Cualquier
Ectodermo: capa celular externa de la pared corporal de evidencia de un organismo del pasado.
los invertebrados. Entosoleniano: en foraminíferos, que tiene una exten-
Ectoparásito: parásito que vive en la superficie externa sión apertural interior en forma de tubo.
del hospedador. Enzima: proteína que interviene acelerando reacciones
Ectoplasma: zona externa del citoplasma. químicas específicas. Importante en la síntesis y des-
Ectosoleniano: que tiene un cuello externo en forma de composición de otras moléculas.
tubo (ejemplo: Lagena). Ephyra: ver efira.
Ediacara: localidad de Australia considerada tipo del Epibentónico: organismo que vive sobre el fondo de
período Ediacárico. una cuenca.
Ediacárico: período con el que finaliza el Proterozoico. Epibionte: organismo que forma parte de una epibiosis.
Aproximadamente equivalente al Rifeico. Epibiosis: asociación de organismos que viven sobre
Efira (ephyra): medusa Scyphozoa inmadura que se eli- otros.
mina del escifistoma. Epidermis: ver ectodermo.
Eh: potencial de oxidación; capacidad oxidante de un Epifauna: animales que viven sobre la superficie de un
elemento. sustrato.
GLOSARIO
impredescible, donde son importantes los factores precipitados desde soluciones acuosas, debido a la
físicos, independiente de la densidad. Poblaciones evaporación.
muy fluctuantes. Evolución convergente: modelo evolutivo con desarro-
Estratificación entrecruzada hummocky: estratificación llo de morfologías más o menos similares, entre lina-
generada a partir de formas de lecho en domo y cu- jes no emparentados cercanamente.
beta. Evolución en mosaico: evolución resultante de una mar-
Estratigrafía secuencial: estudio de facies sedimentarias cada diferencia en la tasa evolutiva de diferentes ca-
genéticamente relacionadas dentro de un marco de racteres de un determinado taxón.
superficies con significado cronoestratigráfico. Evolución filética: evolución por incremento gradual de
Estrato nacarado: ver capa nacarada. cambios durante un largo tiempo.
Estrés ambiental: cambios importantes en el ambiente Evolución iterativa: modelo evolutivo en el que un gru-
capaces de ocasionar extinciones locales o mortali- po ancestral origina, periódicamente, descendientes
dad en masa. morfológicamente similares.
Estrobilización: proceso reproductivo en medusas Exita: en artrópodos, estructura ubicada en el lado «ex-
Scyphozoa por el cual se originan pre-medusas o terno» de un apéndice locomotor, de función varia-
efiras móviles. da.
Estróbilo: zona central del escifistoma. Exoesqueleto: esqueleto externo secretado por el
Estromatolito: estructura orgánico-sedimentaria produ- ectodermo.
cida por la captación, aglutinación y/o precipitación Exogástrico: en moluscos, enroscamiento de la conchi-
de sedimento como resultado del crecimiento y acti- lla con la parte ventral hacia el lado externo del eje de
vidad metabólica de microorganismos, especialmen- enroscamiento.
te algas cianofitas. Explosión evolutiva (Radiación evolutiva) Cámbrica: pro-
Estuario: zona de mezcla de agua marina y dulce en la liferación abrupta de taxones durante el período Cám-
boca de ríos, bahías o albuferas. brico.
Etología: ciencia que estudia el comportamiento de los Extinción en masa: desaparición de una proporción sig-
organismos. nificativa de especies vivientes en un horizonte
Eubacteria: bacterias verdaderas. Todas las bacterias con estratigráfico particular.
excepcion de las arqueobacterias. Se diferencian de Exumbrela: ver umbrela.
éstas en la química proteínica y celular, y por la pre- Exuvia: resto de exoesqueleto liberado durante la muda
sencia de peptidoglucano en la pared celular. de los artrópodos.
Eucariota: organismo cuyas células contienen un nú-
cleo diferenciado. Incluye a los protistas, hongos,
plantas y animales. F
Eucelomado: organismo que en estado adulto posee una
cavidad corporal revestida por mesodermo, que ro- Fábrica: relaciones espaciales que guardan entre sí los
dea al tubo digestivo. componentes de una estructura esqueletaria (conchi-
Euhalino: sinónimo de salinidad marina normal. Adjeti- lla de bivalvos o braquiópodos, por ejemplo).
vo que se aplica a cuerpos de agua que poseen una Facies: carácter general de una roca sedimentaria, parti-
salinidad variable entre 30 y 35 ‰. cularmente en lo referente a las condiciones en que
Eumetazoa: organismos con verdaderos tejidos que se originó.
cumplen variadas funciones. Se diferencian en Facies heterolítica: depósitos de arenisca y pelita inter-
triploblásticos o diploblásticos según tengan o no estratificados.
mesodermo. Familia: categoría taxonómica entre orden y género; un
Eurihalino: organismo tolerante a una amplia variación orden puede contener varias familias y cada una de
de salinidad. éstas, varios géneros.
Euritermo (euritérmico): organismo con amplia capaci- Fanerozoico: división de la historia de la Tierra con cate-
dad de tolerancia a los cambios de temperatura. goría de Eón que comprende a los períodos o siste-
Euritópico: habitante de aguas salobres en un ambiente mas Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico.
de transición donde las condiciones, especialmente Fango de radiolarios: sedimento pelágico formado, en
de salinidad, suelen ser muy variables. más de un 30%, por restos de radiolarios.
Eusociales: insectos en los que existe atención de crías, Faringotrema: hendidura branquial que perfora la farin-
convivencia de dos o más generaciones, y división ge.
del trabajo. Ejemplos: Isoptera (termites), Hymenop- Fauna: todos los animales de una región o de un perío-
tera (hormigas, algunas avispas, algunas abejas). do determinado.
Eustático: variación en el nivel del mar causada por Fauna evolutiva: conjunto de taxones superiores (espe-
movimientos tectónicos o crecimiento-derretimien- cialmente clases) que tienen historias de diversifica-
to de glaciares. ción similares y juntas dominaron las biotas de un
Eutrofización: proceso de incremento de la disponibili- intervalo extenso de tiempo geológico. Todos lo-
dad de nutrientes y, por ende, de biomasa de organis- graron al mismo tiempo su máxima diversidad.
mos. Fauna Evolutiva Cámbrica: dominada por trilobites, bra-
Euxínico: ambiente sin oxígeno pero con sulfuro de hi- quiópodos inarticulados, monoplacóforos, hiolítidos,
drógeno libre. eocrinoideos y arqueociátidos, además de taxones
problemáticos de la «pequeña fauna con conchilla»
GLOSARIO
obtiene la energía que necesita para vivir. Gnatoquilario: apéndice bucal impar que se halla por
Foveolado: dícese de una superficie cubierta por diminu- detrás de las mandíbulas en Diplopoda y Pauropoda
tos hoyuelos o depresiones, por lo general (Myriapoda).
subcirculares a subhexagonales. Gónada: órgano productor de gametas.
Friable: término aplicable a un sedimento o roca Gondwana: gran masa continental que existió en el Pa-
sedimentaria que se desmenuza con facilidad. leozoico y parte del Mesozoico en el hemisferio
Ftanita: pizarra silícea, compacta, criptocristalina, en la sur, constituida principalmente por la unión de Amé-
que no se puede reconocer la textura orgánica de los rica del Sur, África, Antártida, India y Australia.
esqueletos de radiolarios y diatomeas que la compo- Gonoducto: conducto por donde se descargan las
nen pues se han convertido en calcedonia y cuarzo. gametas desde las gónadas.
Furca caudal: en Crustacea, par de ramas fusionadas o Gonóforo: tejido modificado de protección o soporte
articuladas al telson. En Collembola (Hexapoda), apén- de los huevos de las medusas hembras de algunas
dice del cuarto segmento abdominal que constituye especies. Muchas veces se denomina esporosaco.
el elemento principal del aparato saltador. Gonoporo: abertura al exterior de un gonoducto.
Gonoteca: estructura tubular quitinosa que rodea al go-
nóforo; típicamente cerrado en el extremo superior
G hasta que la medusa o plánula se desarrolla y está lista
para ser eliminada.
Gameta: célula germinal (óvulo y espermatozoide). Gonozooide: pólipo encargado de la reproducción de la
Gamogonía: formación sexual de embriones. colonia.
Gamonte: generación formadora de gametas en la re- G.P.S.: global positioning system (sistema de posiciona-
producción sexual de los foraminíferos, generalmen- miento global).
te con conchilla megaloesférica. Grado: nivel de organización evolutiva obtenido por
Gastrodermis: ver endodermo. dos o más taxa.
Gastroporo: tipo de poro por el que se proyecta el póli- Gradualismo punctuado: evolución a través del tiempo
po gastrozooide. en la cual el cambio morfológico progresa gradual-
Gastrozooide: en cnidarios, pólipo encargado de la ali- mente pero está marcado por bruscos cambios rápi-
mentación de la colonia. dos.
Gástrula: estadio embrionario de los metazoos, poste- Gregario: que habitualmente vive en grupos de numero-
rior al estadio de blástula. Su aspecto recuerda a una sos individuos.
copa, con una cavidad (arquenterón) tapizada por el Grupo: reunión de dos o más formaciones que compo-
endodermo y abierta al exterior a través de un nen una misma sucesión estratigráfica. Término neu-
blastoporo. tro para un número de unidades taxonómicas relacio-
Gen: unidad funcional de la herencia. nadas.
Gen Hox (gen homeótico): gen que por medio de su Grupo amino: NH2.
expresión regula el plan general de desarrollo del Grupo carboxilo: COOH.
embrión. Grupo hermano: taxón o clado que comparte un ancestro
Género: categoría taxonómica ubicada por arriba de es- común inmediato con el grupo en cuestión.
pecie y debajo de familia. Incluye a un cierto número Guarda (rostro): estructura sólida con forma cónica que
de especies con características similares y constituye la zona apical de la conchilla. General-
emparentadas. mente es la única parte de ésta que fosiliza en los
Geolípido: lípido o productos de su descomposición Coleoidea (Cephalopoda).
que se han preservado en la geósfera.
Georreceptor: terminación nerviosa sensitiva especiali-
zada en responder a la fuerza de la gravedad. H
Geosinclinal: depresión de la corteza terrestre a gran
escala (+20 km) alargada y móvil, con un grueso Hábitat (ambiente): lugar y condiciones donde normal-
espesor sedimentario. mente vive un animal o una planta.
Germario: porción de la gónada donde se alojan y mul- Hadal: profundidad oceánica superior a los 6000 m.
tiplican los estadios precoces de las células Hadeano: lapso de tiempo geológico transcurrido entre
germinales. el origen de la Tierra y la edad de las rocas más
Glándula digestiva: en los cefalópodos, órgano prima- antiguas reconocidas en la corteza terrestre.
rio que secreta enzimas digestivas. También cumple Halófilo: organismo que crece en tierra o agua con alto
funciones de absorción y excreción. contenido de sales.
Glicérido: éster de alcohol glicerol en el que por lo Haploide: estadio en el ciclo reproductivo donde el
menos un grupo hidroxilo es reemplazado por un núcleo celular tiene la mitad del número total de
ácido graso. cromosomas.
Glicoproteina: proteína combinada con un carbohidrato. Hectocótilo: en cefalópodos, brazo modificado de los
Glomérulo: pequeño conjunto de capilares asociado con machos usado para la transferencia de los
el tubo urinario. espermatóforos a la hembra.
Glucolípido: lípido que presenta un hidrato de carbono Hematófago: animal que se alimenta de sangre de verte-
en su composición. Forma parte de la estructura de la brados.
membrana celular.
GLOSARIO
presión interna. en el desarrollo de algunos invertebrados; posee
Indígena: especie nativa, no introducida. forma de trompo con una banda ciliada ecuatorial y
Inductura: capa calcárea secretada por la superficie del mechones apical y distal.
manto de un gastrópodo, en el lado interno de la Larva veliger: larva desarrollada a partir de la trocófora,
abertura de la conchilla. en algunos invertebrados, dotada de un velo para
Infauna: animales que viven dentro del sedimento, en nadar.
un ambiente acuático. Larva zoea: larva de un crustáceo.
Infaunal: animal bentónico que vive dentro del sustrato. Laurasia: gran masa continental que existió en el Paleo-
Infralitoral: perteneciente a la parte más interna de la zoico y parte del Mesozoico en el hemisferio norte,
zona sublitoral (entre baja marea y unos 100 m de constituida por la unión de América del Norte, Asia
profundidad). y Europa; junto con Gondwana, integró la Pangea.
Insectívoro: animal que se alimenta principalmente de Laurentia: continente que tuvo existencia independien-
insectos. te entre el Proterozoico Tardío y Paleozoico Tem-
Insecto ametábolo: insecto que carece de desarrollo en prano, constituido principalmente por América del
estadios. Norte y Groenlandia.
Insecto holometábolo: insecto que presenta desarrollo Leiosfera: acritarco esporomorfo simple con una pared
en estadios (huevo, larval, pupal y adulto). relativamente lisa.
Integumento: envoltura, cobertura. Licofita: planta vascular sin semilla caracterizada por
Interfase: superficie de límite. crecimiento herbáceo o arbóreo, hojas micrófilas
Interfase sedimento-agua: límite entre la masa de agua dispuestas espiraladamente y esporangios asociados
y el sedimento infrayacente en el fondo de un lago, a las hojas.
laguna, mar, océano, etc. Lignina: polímero orgánico no polisacárido que junto
Interfluvio: región entre valles incisos. con la celulosa y las hemicelulosas forma la madera.
Interradios: en Scyphomedusae, los 4 radios situados a Lignito: variedad de carbón. Combustible fósil que
45°, entre los perradios. contiene entre un 60% y un 75% de carbono y resulta
Intersticial: perteneciente a los espacios entre las partí- de la compresión de la turba.
culas de arena. Organismo que vive en los intersti- Límnico: lacustre.
cios. Linaje: secuencia evolutiva ordenada desde la especie
Intertidal (zona): zona entre los niveles de mareas más ancestral a las especies descendientes (o viceversa).
alta y más baja, a lo largo de la costa de los océanos. Línea de compensación del carbonato de calcio: nivel o
Invertebrados: animales carentes de endoesqueleto óseo profundidad por debajo de la cual, en los océanos, el
o cartilaginoso. carbonato de calcio (calcita) se disuelve tan rápida-
Isótopo: cada una de las formas de un elemento químico mente como es depositado.
diferenciables por el número de neutrones presentes Linfa: líquido incoloro derivado del plasma sanguíneo
en el núcleo. al cual se parece por su composición; contiene
Iteroparidad: estrategia reproductiva en la cual las hem- leucocitos.
bras tienen más de un ciclo reproductivo durante su Lipasa: enzima que hidroliza lípidos.
vida. Lípido: compuesto orgánico insoluble en solventes
polares como el agua pero que se disuelve fácilmen-
te en solventes orgánicos no polares. Incluye las
L grasas, los aceites, las ceras, los esteroides, los
glucolípidos, los fosfolípidos y los carotenos.
Lacinia mobilis (pl. Laciniae mobiles): en Remipedia, Lisoclina: profundidad en la columna de agua a la cual
Peracarida y algunas larvas de Malacostraca, diente comienza la disolución de carbonato. Línea que mar-
móvil ubicado entre el proceso molar e incisivo de ca la separación entre la zona que recibe más carbo-
la mandíbula. natos de los que puede asimilar y la que no está satu-
Lacustre (límnico): perteneciente a los lagos. rada. Se la conoce analizando la química del agua, a
Larva: estado de desarrollo posembrionario sexualmente diferencia del nivel de compensación de la calcita,
inmaduro, que puede diferir del adulto en la morfolo- obtenido por inspección de los sedimentos.
gía, nutrición y hábitat. Litófago: organismo que perfora las rocas y establece
Larva actínula: larva de un pólipo de coral, con boca y en ellas su habitación.
tentáculos; por metamorfosis origina una medusa. Litoral: relativo a la costa del mar, especialmente la zona
Larva cidipoidea: larva de los ctenóforos Cydippida, de entre mareas (intertidal, intercotidal).
vida libre y muy parecida al adulto. Litósfera: porción sólida de la Tierra que incluye la par-
Larva pilidium: larva ciliada de los nemertinos marinos, te superior del manto y cuyo espesor es de 100 km.
con una boca ventral pero sin ano. Lobópodo: seudopodio con terminación redondeada que
Larva plánula: estadio larval nadador de un pólipo de interviene principalmente en la locomoción de los
coral. protozoos. Grupo de protozoos caracterizado por
Larva tornaria: larva pelágica de hemicordados que pre- sus apéndices lobulados.
senta una banda ciliada alrededor de la boca, a los Lofoforado: grupo de animales protostomios portado-
lados del cuerpo y el ano, para luego dividirse en res de una corona de tentáculos ciliados (lofóforo)
secciones dorsal y ventral. con funciones respiratoria y alimentaria.
Lofóforo: sistema complejo para la obtención del ali-
mento que puede estar constituido por un anillo de
GLOSARIO
moluscos cuando se la observa al microscopio. que viven juntas y se benefician de la asociación.
Micrófago: animal que utiliza organismos microscópi-
cos para su alimentación.
Micromareal: rango de mareas entre 2 y 4 m. N
Microtúbulo: estructura cilíndrica hueca hallada en el
citoplasma y nucleoplasma de protistas, que puede Nácar (madreperla): en bivalvos, capa más interna de
estar involucrada en la extensión y contracción del aragonita, lustrosa, iridiscente, depositada como ta-
protoplasma. Está presente en varias organelas. blillas poligonales o redondeadas sobre una matriz
Mineralización: adición o sustitución de componentes orgánica.
minerales. Nanoplancton: organismo planctónico muy pequeño.
Miocito: miofibrilla alojada en la célula epitelio-muscu- Nauplius (pl. nauplii): primer estadio larval en Crustacea,
lar. con un ojo impar (ojo nauplius) y solo 3 pares de
Mionema: diminuta fibra contráctil. apéndices funcionales: anténulas, antenas y mandíbu-
Mitocondria: estructura de la célula eucariota en la que las.
se produce la transferencia de la energía química de- Necrófago: organismos que se alimentan de cadáveres.
rivada de la rotura de los alimentos hacia el trifosfato Ver carroñero, basurero.
de adenosina (ATP). Contiene su propio material Necrólisis: proceso de desintegración y disolución de
genético. las células que forman los tejidos.
Mixoeuhalino (mixohalino): adjetivo que se aplica a cuer- Necrología: estudio de las causas y las consecuencias
pos de agua con una salinidad variable entre 30 y 40 ‰. de la muerte de los organismos.
Moco (mucus): secreción espesa y pegajosa. Néctico: ver nectónico.
Momificación: fósil en el que sus tejidos orgánicos ori- Nectónico (néctico): organismo capaz de nadar en las
ginales se encuentran preservados mostrando esca- aguas abiertas.
sa o nula alteración química o física. Ejemplos son Nefridio: glándula excretora de origen celómico res-
los palinomorfos o bien, restos vegetales o insectos ponsable de los procesos fisiológicos de excreción.
preservados en ámbar. Túbulo excretor que generalmente se abre al exterior
Monocondíleo: articulación de dos escleritos, con un a través de un nefridióporo. Su extremo interior pue-
solo punto móvil, que permite amplios movimien- de ser ciego (protonefridio), con células terminales,
tos; se aplica especialmente a las mandíbulas de los o abrir en el celoma (metanefridio) mediante un em-
insectos Archaeognatha. budo ciliado.
Monofilético: grupo de taxones que comparten un Nefridióporo: poro a través del cual el órgano excretor,
ancestro común. o nefridio, se comunica al exterior.
Monómero: unidad que compone a un polímero, como Nefrostoma: entrada ciliada desde la cavidad celómica
los nucleótidos en los ácidos nucleicos o los al nefridio.
aminoácidos en las proteínas. Nemakitiano Daldyniano: subpiso basal del Cámbrico.
Monosacárido: azúcar simple como la glucosa, la fructosa Nematocisto (cnida): cápsula urticante característica de
y la ribosa. celenterados (= cnidocisto).
Mortalidad en masa (episodios de): gran extinción lo- Neotenia: proceso de desarrollo que implica la reten-
cal, regional o global de organismos ocasionada por ción de caracteres juveniles, o embrionarios, en los
cambios drásticos en las condiciones ambientales, estadios tardíos, especialmente en el reproductivo.
como por ejemplo cambios en el clima, salinidad de Nerítico: organismo pelágico que vive más allá de la
los lagos, ríos y océanos, nubes tóxicas por erupcio- zona litoral, hasta el borde de la plataforma continen-
nes volcánicas, etc. Ver crisis biótica. tal.
Moteado de bioturbación: textura bioturbada sin preser- Nervadura: área esclerotizada delgada y generalmente
vación de trazas fósiles discretas. larga, que otorga cierta rigidez a las alas de los insec-
Movimiento metacrónico: en los artrópodos, movimien- tos. Se forma casi siempre rodeando una tráquea.
to producido por ondas rítmicas generadas desde Neurohormona: hormona producida por una neurona
atrás hacia adelante. secretora. Regula las características de la cutícula de
Muda: proceso que comienza con la separación de la los insectos.
vieja cutícula de la epidermis subyacente (apólisis) y Neurona: célula que forma el sistema nervioso.
termina cuando la vieja cutícula es eliminada (ecdisis). Nicho: conjunto de factores ecológicos que afectan a
Su regulación es hormonal. una especie. Ver nicho ecológico.
Muralla: capa protectora o teca que rodea al polipito de Nicho ecológico: ambiente de una población o de una
un cnidario. especie, incluyendo los recursos que utiliza y sus
Músculo esfínter: músculo circular situado cerca del relaciones con otros organismos.
extremo distal u oral de la columna en los Actiniaria y Nomenclatura binominal: sistema de nomenclatura se-
Zoantharia. gún el cual el nombre científico de un animal es de-
Músculo parietobasilar: en cnidarios, músculo oblicuo signado por los nombres genérico y específico (tri-
situado sobre la superficie exocélica de un mesente- vial).
rio, que conecta la pared columnar y la base de la Notocorda: soporte axial celular elástico dispuesto ven-
misma. tralmente al cordón nervioso en el estadio juvenil de
Músculo retractor: en cnidarios, músculo longitudinal todos los cordados.
situado sobre la superficie endocélica de un mesen- Nucleasa: enzima que hidroliza ácidos nucleicos.
terio; en los mesenterios directivos se localiza so-
bre la superficie exocélica.
GLOSARIO
actuales África y América del Sur. En el Ordovícico mático temprano.
Temprano, la colisión de Sweatina y Pannotia dio Pereion: tagma medio de crustáceos Malacostraca, que
nacimiento al supercontinente Gondwana. lleva los pereiópodos, es decir los apéndices
Panspermia: teoría que establece que la vida fue intro- torácicos no modificados en maxilipedios.
ducida en la Tierra a partir de algún otro sitio del Pericalyma: larva de bivalvos protobranquios y
universo. aplacóforos, con cilias para la locomoción.
Parafilético: agrupación taxonómica en la cual algunos Peridermo: perisarco.
de los miembros, pero no todos, son descendientes Perifiton: comunidad de organismos adherentes o fijos
de un antecesor común. sobre tallos y otras superficies de vegetales sumer-
Parálico: marginal. gidos, formando una cubierta discontinua o un con-
Parapodio: apéndice lateral, carnoso y en forma de pala junto localizado sobre sustrato vivo o inanimado.
de los poliquetos. Perisarco: exoesqueleto de los pólipos de la clase
Parasecuencia: sucesión relativamente concordante de Hydrozoa.
capas o conjuntos de capas, genéticamente relacio- Peristáltico: que actúa por contracción.
nadas, limitadas por superficies de inundación marina Peristomio: región que rodea la boca.
o sus superficies correlativas. Peritoneo: epitelio que tapiza el celoma. Generalmente
Parásito: organismo que vive sobre o dentro de otro, a posee una capa parietal y otra visceral.
expensas del mismo (huésped), sin producir su muer- Perla: depósito calcáreo formado en los tejidos del manto
te. de un molusco, o como una excrecencia en el inte-
Parasitoide: animal que vive a expensas de otro, a la rior de la conchilla.
manera de un parásito, pero provoca su muerte. Permafrost: suelo permanentemente congelado.
Parsimonia: explicación más simple o económica. En la Peronia: en cnidarios, profundas incisiones que cortan
filogenética se refiere a los árboles construidos con el cuerpo umbrelar hasta la subumbrela.
el menor número de cambios de estados de caracte- Perradios: en Scyphomedusae, los 4 radios umbrelares,
res. que forman ángulos de 90°, sobre los que yacen las 4
Partenogénesis: desarrollo de embriones normales sin esquinas de la boca.
intervención de espermatozoides. Petasma: en los machos de Malacostraca, primer par de
Partícula fecal: ver Pellet fecal. pleópodos profundamente modificado que intervie-
Parting: delgada lámina de pelitas. ne en la transferencia del espermatóforo durante la
Patagio: en radiolarios, enrejado más esponjoso y deli- cópula. En Anaspidacea se incorpora también el se-
cado que el resto de la concha, normalmente perifé- gundo par de pleópodos, que adopta forma de estile-
rico, presente en algunos Spumellaria. te.
Paurometábolo: tipo de desarrollo de insectos, con lar- Petróleo: hidrocarburo líquido naturalmente formado por
vas muy poco diferentes del adulto, con pterotecas la destrucción anaeróbica de la materia orgánica.
de desarrollo progresivo; generalmente ambos esta- pH: sigla de potencial de Hidrógeno o potencial de
dios comparten el hábitat y el modo de vida. óxido-reducción, que expresa el grado de acidez o
Pedalia: masa gelatinosa de los Carybdeida y Coronatida alcalinidad de una solución.
(Cnidaria), donde nacen los tentáculos. Phylum (filo, plural phyla): categoría taxonómica princi-
Pedernal: roca silícea densa y dura. pal por debajo del nivel de Reino.
Pedomorfosis: forma de heterocronía en la que animales Physa: extremo proximal redondeado o vesiculoso de
sexualmente maduros mantienen caracteres somáticos un pólipo del orden Actiniaria.
típicos de estadios de desarrollo temprano, presen- Picoplancton: plancton diminuto (0,2-2,0 µm ), común-
tes en taxones relacionados. Refleja un retardo somá- mente procariotas.
tico (neotenia) o un desarrollo reproductivo acelera- Pigidio: en algunos artrópodos, pequeña unidad termi-
do (pedogénesis). nal que contiene al ano en su superficie ventral.
Pedúnculo: ver estolón. Pinocitosis: absorción de gotas de líquidos por las célu-
Pelágico: organismo que vive en la masa de agua, tanto las.
en la región nerítica como oceánica. Pínula: procesos laterales de un tentáculo.
Pelita: roca sedimentaria detrítica principalmente forma- Piso: unidad cronoestratigráfica que representa aconte-
da por partículas de fango menores de 63 µm, dentro cimientos paleobiológicos conocibles por los fósi-
del rango de limo grueso a las arcillas más finas. El les que contiene.
término fangolita se utiliza como sinónimo de pelita. Pláncteres: organismos integrantes del plancton.
Pelítica: roca sedimentaria compuesta principalmente Plancton: organismos con capacidad de locomoción
de arcilla. muy limitada que viven en suspensión en la columna
Pellet fecal (fecal pellet): producto de egestión de algu- de agua.
nos animales acuáticos como pequeñas concrecio- Planetesimal: pequeño cuerpo celeste que habría existi-
nes de material de forma esférica u ovalada, frecuen- do en la primera fase del Sistema Solar.
temente rodeadas por una membrana. Plasmodial: masa ameboide plurinucleada sincicial.
Pelo: estructura de forma muy diversa, pero general- Plástido: organela de células eucariotas frecuentemen-
mente alargada y erecta, de la cutícula; suele estar te pigmentada.
conectado con una terminación nerviosa. A veces Plastogamia: fusión de adultos por la superficie umbili-
llamado «seta». cal en el momento de la reproducción sexual, que
Peramorfosis: adición de caracteres en los últimos esta- asegura la fertilización de las gametas (protozoa).
dios de la ontogenia, ya sea por retraso en la madura-
GLOSARIO
no, con 25%-50% de endemismo. gía liberada por reacciones químicas específicas.
Provincialismo: diferenciación en provincias biogeográ- Quiste (cyst): estado de reposo resistente, inmóvil en el
ficas y paleobiogeográficas. ciclo de vida de muchos protistas. En paleontología,
Psammon: ver meiobentos. los principales restos fósiles de dinoflagelados,
Psicrósfera: región marina abisal, donde circulan aguas prasinofitas y acritarcas.
frías originadas en las altas latitudes. Quitina: polisacárido formado por unidades de N-
Pteridofita: planta arquegoniada caracterizada por el acetilglucosamina presente en la cutícula de los ar-
gametofito taloide (prótalo) y el esporofito de tipo trópodos, el aparato mandibular de algunos polique-
cormofítico diferenciado en raíces, tallos y hojas. tos, la cutícula epidérmica u otras estructuras superfi-
Helecho. ciales de muchos invertebrados y las membranas
Pteridospermofita: planta vascular con semilla caracte- celulares de ciertos hongos.
rizada por crecimiento arbóreo, fragmentos foliares Quitinozoarios: grupo extinguido de microfósiles
en general pinnados, fructificación femenina tipo cú- quitinosos, con forma de botella, de afinidades in-
pula y masculina tipo sinangio, y reproducción por ciertas, pero probablemente metazoos.
medio de polen.
Pterigopolimorfismo: fenómeno en el cual existen indi-
viduos ápteros y alados en una misma especie de R
insecto.
Pterigota: subclase de los Insecta, primariamente pro- Radiación adaptativa (evolutiva): diversificación de una
vistos de alas; si éstas faltan, se trata de una reduc- especie o de un grupo de especies relacionadas,
ción adaptativa; es la subclase más numerosa. ocupando nuevas zonas ecológicas o geográficas,
Pteroteca: esbozo alar de las larvas de insectos para producir una gran variedad de especies y gru-
hemimetábolos y paurometábolos, y de las pupas de pos.
los holometábolos. Radiata: primeros eumetazoos que organizan y dispo-
Punctada: superficie con escultura de hoyuelos (pits) nen sus partes siguiendo planos de simetría radial.
someros y dispersos. Radio: en cnidarios, espacio triangular entre las inser-
Pupa: estadio de desarrollo de los insectos holometá- ciones mesenteriales.
bolos, después del larval y antes del adulto repro- Radiola: órgano tentacular derivado de palpos
ductivo. Generalmente es inmóvil o casi; siempre de prostomiales que forman una corona en el extremo
breve duración y de gran actividad metabólica. anterior de algunos serpúlidos. Cumple funciones
respiratorias y de recolección de partículas alimenti-
cias de la columna de agua.
Q Ramonear: alimentarse de hojas y ramas.
Ramoneo: acción de ramonear.
Queratina: proteína fibrosa que se encuentra en la piel, Rango: distribución estratigráfica de una forma.
pelo, cuernos y uñas. Receptor: terminación nerviosa u órgano sensorial ca-
Querógeno: mezcla heterogénea de polímeros insolu- paz de recibir y transformar ciertos estímulos am-
bles cuya composición es variable, ya que depende bientales en impulsos sensoriales.
del material que le ha dado origen, y de la historia Reclinante: modo de vida bentónico, posado sobre el
térmica del sedimento. Representa un medio ideal sustrato, sésil y sin capacidad de enterramiento.
para la preservación de lípidos. Reconstrucción filogenética: interpretación de la secuen-
Queta (seta): espina o cerda quitinosa que se origina en cia del cambio de caracteres en los organismos a
la dermis y sale al exterior del animal a través de un través del tiempo.
poro en la pared del cuerpo. En su base está conecta- Registro estratigráfico: registro sedimentario.
da con músculos diminutos que son capaces de diri- Registro fósil: conjunto de todos los restos y señales de
girla hacias atrás o adelante. Las quetas facilitan la entidades paleobiológicas que está en la litósfera.
locomoción sobre o dentro del sustrato y la suje- Registro geológico: comprende a los registros
ción al mismo. estratigráfico y fósil.
Quetotaxia: disposición de los pelos en la cutícula. Región: división primaria de la Tierra. En Paleobiogeo-
Quimioautótrofo: organismo que obtiene la energía para grafía, unidad entre Reino y Provincia, con 50%-75%
el crecimiento oxidando compuestos inorgánicos de endemismo.
como el sulfuro de hidrógeno. Resina: compuestos orgánicos exhudados por conífe-
Quimiorreceptor: terminación nerviosa sensitiva que ras y leguminosas y que por evaporación de los
responde a estímulos químicos, generalmente rela- compuestos volátiles (terpenos, ésteres) se transfor-
cionados con el gusto y el olfato. ma primero en copal y luego en ámbar.
Quimiosíntesis: forma de nutrición autótrofa de ciertas Reino: categoría elevada de la clasificación taxonómica,
bacterias, en la que la energía para la elaboración de solo superada por el Dominio. Cada Reino incluye
los hidratos de carbono es obtenida de materias pri- phyla (filos) o subreinos. Actualmente se diferencian
mas inorgánicas. cinco Reinos: Monera (procariotas), Protista, Fungi,
Quimiosintética: bacteria autótrofa que usa energía libe- Animalia y Plantas.
rada por reacciones inorgánicas específicas para im- Reloj evolutivo o molecular: hipótesis que sostiene que
pulsar sus procesos vitales, entre otros, la síntesis de la velocidad de acumulación de los cambios debidos
moléculas orgánicas. a la mutación, es constante.
GLOSARIO
o más taxa. to.
Simpodial: colonia de cnidarios con un punto terminal Superfamilia: categoría taxonómica inmediatamente arriba
estático a partir del cual la elongación continúa sola- de familia y debajo de orden.
mente por ramas sucesivas laterales. Supergrupo: asociación de dos o más grupos estratigrá-
Sinapomorfía: carácter derivado compartido por dos o ficos.
más taxa hermanos. Surco epigástrico: surco transversal muy neto, en la cara
Sinapsis: contacto de una célula nerviosa con otra, a ventral del opistosoma de las arañas, que separa el
través del cual se trasmiten los impulsos. tercio anterior (epigastro o área epigástrica) del res-
Sincicio: tejido animal plurinucleado sin límites celula- to (área posepigástrica); el área epigástrica corres-
res interiores. ponde al segundo segmento opistosómico o seg-
Sinéresis: contracción del sedimento producida por cam- mento genital; el gonoporo se encuentra inmediata-
bios en el volumen de los minerales de arcilla, proba- mente de dicho surco.
blemente generados por variaciones de salinidad o Surgencia (upwelling): ver afloramiento.
floculación. Suspensívoro: organismo que captura partículas alimen-
Sinsedimentario: que ocurre sincrónicamente con la ticias suspendidas en el agua.
depositación del sedimento. Sustrato: superficie a la que se adhiere un organismo.
Sistemática: estudio de la diversidad de los organis-
mos y de todas sus relaciones filogenéticas. Mu-
chas veces usado como sinónimo de clasificación T
y taxonomía.
s.l.: ver sensu lato. Tabulario: en cnidarios, esqueleto laminar formado por
Small Shelly Fauna: ver Fauna Tommotiana. tábulas.
Solenia: pequeño canal adyacente con la gastrodermis Tafocenosis: conjunto de restos orgánicos depositados
que penetra en el cenenquina formando una red e en un área de sedimentación. Contiene elementos
interconectando las cavidades gástricas de los propios, autóctonos de la biocenosis original y otros
pólipos y los canales más grandes. aportados por el transporte hidrodinámico.
Somito: segmento que integra el cuerpo de un artrópodo. Tafonomía: rama de la Paleontología relacionada con la
Sopa prebiótica: mezcla de compuestos químicos muerte, sepultamiento y fosilización de los organis-
inorgánicos y orgánicos a partir de la cual pudo ha- mos.
berse originado la vida en la Tierra. Tagma: agrupación de segmentos corporales de los ar-
Spreite: estructura biogénica laminada compuesta por trópodos en unidades funcionales, como cabeza, tó-
sucesivas paredes de un túnel generadas por el des- rax, cefalotórax, abdomen, etc.
plazamiento de la excavación dentro del sedimento. Tagmatización: poceso de estructuración de los tagmas.
s.s.: ver sensu stricto. Talud: pendiente abrupta dispuesta entre la plataforma
Stem group: formas (directamente sobre la línea hacia el continental y las grandes profundidades marinas. Se
grupo viviente o sobre ramas laterales extinguidas) define por su grado de inclinación; generalmente se
que muestran solo algunas de las apomorfías de los encuentra comprendida entre 200 y 2500 m de pro-
taxa existentes. fundidad.
Stemma (pl. stemmata): cada uno de los ojos simples de Tanatocenosis: conjunto de restos pertenecientes a or-
una larva de Endoneoptera. Suele haber hasta 6 en ganismos que murieron juntos.
cada lado de la cabeza. Tapete microbial: superficie estabilizada por la acción
Stenocalymma: forma larval de escafópodo, intermedia de comunidades de microbios.
entre la larva pericalymma de los Nemeniomorpha y Tasa de especiación: número de especies que se origina
la trocófora de los Conchifera. en un clado por unidad de tiempo.
Suberina: polímero constituido casi exclusivamente por Taxocenosis: conjunto de organismos pertenecientes al
oxiácidos grasos, específicos, saturados y no satura- mismo taxón supraespecífico (familia, orden, clase,
dos. etc.).
Subespecie: agregado de poblaciones definido Taxón (plural: taxa): cualquiera de las categorías de la
geográficamente, que difieren taxonómicamente de clasificación animal.
otras subdivisiones de la especie. Taxonomía numérica (fenética): método estadístico de
Subfamilia: categoría taxonómica intermedia entre fami- clasificación de organismos, basado en la compara-
lia y género. ción de caracteres medibles y que asigna la misma
Subphylum: categoría taxonómica inmediatamente por importancia a todos los caracteres utilizados en la
debajo de Phylum. valoración.
Subumbrela: ver umbrela. Tectina: seudoquitina. Polisacárido complejo secretado
Smectita: ver esmectita. por algunos protozoos.
Suite: conjunto de trazas fósiles, aproximadamente con- Tectónica: disciplina moderna de la geología. Analiza
temporáneas, emplazadas en el sustrato. los procesos dinámicos internos de la Tierra que lle-
Sulcal: lado del pólipo más cerca del sifonoglifo. van a la construcción o consumisión de nuevas ma-
Sulcus: sifonoglifo de Octocorallia que produce una sas continentales, océanos, cordilleras. Se basa en la
corriente inhalante. teoría científica de la tectónica de placas, que esta-
Sulfofílico: organismo (bacteria) que emplea el sulfuro blece que la litósfera (la porción superior más fría y
de las aguas para producir carbohidratos y rígida de la Tierra) está fragmentada en una serie de
GLOSARIO
Scyphomedusae.
Velo: banda anular musculosa que cierra parcialmente la
Xílico: sustrato de madera.
cavidad subumbrelar de una medusa.
Xilófago: animal que se alimenta de madera.
Véndico: sistema de rocas neoproterozoicas que
infrayace a las formaciones cámbricas en las platafor-
mas rusa y siberiana. Equivalente al Ediacárico.
Verruga: excrecencia hueca sobre la columna de mu- Z
chos individuos del orden Actiniaria.
Vesícula: en cnidarios, evaginación ampulosa, simple o Zona (bioestratigráfica): ver biozona.
compuesta, no adhesiva con varias categorías de Zona batial: fondo oceánico entre los 200-4000 m de
nematocistos. profundidad.
Vicarianza: diferenciación biogeográfica motivada por Zona de Asociación: cuerpo de estratos que contiene a
el aislamiento producido por una barrera física (río, un grupo de taxones diferente al de otros adyacen-
cordón montañoso) o geológica (desmembramien- tes. Se puede basar en todos los taxones presentes o
to de un continente). solo en algunos de ellos.
Vida: capacidad de realizar funciones orgánicas tales Zona de surgencia: zona de afloramiento de aguas ricas
como metabolismo, crecimiento y reproducción del en nutrientes (upwelling).
material genético. Zoófago: organismo que se alimenta de animales.
Virus: pequeño parásito intracelular a menudo formado Zooplancton: protistas planctónicos animales.
solo por unas pocas proteínas y ácido nucleico. Zooxantela: dinoflagelado simbiótico en muchos cnida-
Depende de la célula hospedadora para replicar su rios, obtenido por predación y retenido vivo en los
material genético y sintetizar sus proteínas. tejidos.
Vitelo: nutriente que posee el huevo, del que se alimen- Zooxanthales: algas simbióticas que viven en los teji-
ta el embrión. dos de los moluscos, al que proporcionan alimento
Viviparidad: producción de crias vivas dentro del cuer- utilizando la luz solar.
po del adulto.
Viviparismo: reproducción en la cual los cigotos dan
lugar a crías vivas dentro del cuerpo de la madre.
ÍNDICE DE TÉRMINOS
Biozona, 1 orales, 181
Biso, 387, 390 Breviconos, 448
Bitecas, 728 Briozoos, 221, 243, 282, 494
Bivalvos, 282, 377, 384, 387, 756 Brotación, 182, 187, 224
anfisifonados, 390 Buche, 522, 658
anisomiarios, 393 Burgess Shale, 38, 57, 58, 477, 527, 576, 579, 590, 748
apoyados, 420 Burrelete, 704
bisados, 418 Bursículas, 331
cementantes, 419 Búsqueda de fósiles, 43
de agua dulce, 425, 430
dimiarios, 393
endobisados, 418 C
epibisados, 418
excavadores, 421 Cabeza, 518, 655
heteromiarios, 393 prognata, 669, 671
homomiarios, 393 Cacerolas de las Molucas, 632
isomiarios, 393 Cadenas tróficas, 655
monomiarios, 5, 393 Cadiconos, 448
monosifonados, 390 Caetétidos, 151, 156
nadadores, 421 Calamares, 441, 459, 461
nidificadores, 424 vampiro, 462
opistosifonados, 390 Cálice, 203
perforantes, 423 Calichnia, 757, 765
pleurotéticos, 417 Calicoblasto, 185
tubícolas, 425 Cáliz, 203, 661, 686
Blastoideos, 693, 712, 723 dicíclico, 690
Blastoporo, 174 monocíclico, 690
Blastostilo, 176 Calizas de Solnhofen, 39
Blattópteros, 674 Callo, 342, 448
Boca, 105, 392 Calmónidos, 558
Bolsa/s de tinta, 460, 462 Calymeninos, 558, 560
incubadoras, 396 Calymma, 105
Bone beds, 37 Cámara/s, 67, 441, 445
Borde cefálico, 536 de incubación, 222, 233
pigidial, 540 de poros, 233
Bráctea, 565 habitación, 441, 445
Branquias, 296, 331, 389, 391, 443, 520, 522, 564, 565, Camarones, 525, 566, 567, 587, 589
627, 685 de la salmuera, 515
bipectinadas, 296, 332 renacuajos, 572
dérmicas, 685 Cambio ontogenético, 224
monopectinadas, 296, 332 Campo/s preglabelar, 536
secundarias, 331, 333 pleurales, 536, 539
Branquiópodo, 570 Canal/es, 342
Branquiostegitos, 564 alimentario, 656
Braquias, 247 centrípetos, 178
Braquidio, 247, 263 de los poros, 606
acuminado, 264 del manto, 250
atiroide, 264 pétreo, 684
atripoide, 264 porales, 540
deltiforme, 264 radiales, 684
espiriferoide, 264 renopericárdico, 336
en bandeleta, 264 sifonal inhalante, 342
en espiral, 264 Canalículos, 268
teloforme, 264 Cangrejo/s, 515, 564, 566, 578, 587, 589, 754
Braquióforos, 263 araña, 515, 563
Braquiolas, 686, 687 bayoneta, 632
Braquiópodos, 243, 280, 494 cacerola, 518, 524, 625, 632
articulados, 244 ermitaños, 566, 587, 588
inarticulados, 244, 479, 480 herradura, 632
Braquiuros, 588 Cañón, 315
ÍNDICE DE TÉRMINOS
Cochinillas, 525, 657, 670 gondwánicos, 574
Coeloscleritoforanos, 477, 478 Concreción, 35
Cola muscular, 745 Condición áptera, 665
Colémbolo/s, 522, 530, 677, 678 braquíptera, 665
Coleoideos, 442, 460, 474 coincidente, 538
Coleópteros, 515, 525, 665, 765, 674, 676 flotante, 538
Collar, 232, 379 suspendida, 538
peduncular, 260 Cóndilos, 516, 564
Colonia, 221 Condróforo, 407
Colonialismo, 223 Conductos genitales, 656
Columela, 203, 331, 340 Cono cristalino, 524
Columna, 176, 263 Conocardioidos, 384
Comátulas, 681, 691, 710 Conodontes, 506
Comedores oportunistas, 395 Conoteca/s, 459, 733
Comisura/s, 256, 336, 378, 400 Conquiolina, 298, 397, 406
Competencia alimentaria, 656 Constricciones, 196
de espacio, 656 Consumidores, 655
intraespecífica, 656 Contaminación ambiental, 615
Complejo núcleoaxopodial, 108 Contrasepto, 207
retrocerebral, 658 Controladores, 655
Computación, 12 Conuláridos, 196
Comunidades atelópticas, 555 Convexidad de las valvas, 255
Concheros, 324 Copa, 689
Conchilla/s, 65, 253, 293, 297, 315, 323, 338, 377, 397, Copal, 31
445, 483, 485, 486, 490, 494 Copépodos, 522, 563, 565, 578, 589, 591
anular, 67 Coral/es, 173
astróficas, 258 ahermatípicos, 212
bivalva, 299 hermatípicos, 212
cirtocónica, 299 pétreos, 185
conoespiral, 299, 343 rojo, 200
convoluta, 342 rugosos, 269
dextrógira, 343 tabulados, 494
embrionaria, 327 Coralio, 185
endogástrica, 299, 448 Coralito/s, 185, 189, 203
equilateral, 243 Corazones auxiliares, 658
equivalva, 402 de mar, 681
estreptoespiral, 67 Cordados, 506, 731, 745, 748, 721
estróficas, 257 Cordilos, 178
evoluta, 67, 448 Cordones nerviosos pédicos, 296
exogástrica, 299, 448 viscerales, 296, 336
fusiforme, 67 Corinexóchidos, 558
helicoidal, 299, 326, 343 Corion, 661
inequivalva, 243, 402 Corneola, 524
involuta, 67, 342, 448 Corredor de Mozambique, 429
isotrófica, 299 Corredor Hispánico, 285, 429, 616
lamelar, 69 Corriente de Malvinas, 429
lámpara, 243 Costillas, 196, 203, 261, 342, 379
levógira, 343 internas, 380
monolamelar, 70 opistoclinas, 342
multilocular, 67 ortoclinas, 342
multivalva, 299 pleurales, 540
ortocónica, 299 prosoclinas, 342
patelliforme, 299 Costulación axial, 342
planoespiral, 67, 299, 343 espiral, 342
planuladas, 448 Coxa, 544, 545, 564
tabicada, 344 Coxopodito, 544, 564
trocoespiral, 67 Cranidio, 536
trochiforme, 348 Crecimiento hemiperiférico, 254
unilocular, 67 holoperiférico, 254
univalva, 299 mixoperiférico, 254
monopodial, 189
ÍNDICE DE TÉRMINOS
Dorso, 448 Entomostracos, 563, 566
Dosel criboso, 268 Entomozoideos, 621
Ducto eferente, 661 Enzimas digestivas, 658
Duplicadura, 488, 604 Eocrinoideos, 712
Dysmorphoptilíneos, 678 Eodiscinos, 560
Eopteriidos, 384
Epibiosis, 149
Epichnia, 757
E Epicutícula, 516, 540
Epidermis, 171, 174
Ebridianos, 137
Epiespiras, 696
Ecdisis, 517, 546, 603, 656 Epigino, 639
Ectocócleas/os, 445, 462, 463 Epipodio, 331, 544
Ectodermo,171, 174 Epipodito, 565
Ectognatia, 677 Epirelieve, 757
Ectoplasma, 101 Epistoma, 225
Ectosifúnculo, 449 Epiteca, 186
Edades absolutas, 13
Epitelio, 165
relativas, 13
externo, 245
Edrioasteroideos, 723
interno, 245
Efemerópteros, 665, 677
Epítoco, 505
Efímeras, 656, 668
Epitoquía, 505
Efipio, 564
Equilibrichnia, 757
Efiras, 182, 191
Equinodermos, 484, 576, 681
Eje branquial, 331
Equinoideos,685, 704, 710, 714, 719, 723
de articulación, 256, 387
irregulares, 703, 707
de rotación, 256
regulares, 703, 705
Elementos paleoaustrales, 429
Equitabilidad, 113
traza, 398
Erizos de mar, 681
Eleozooides, 223
Escafognatito, 566, 588
Élitros, 665, 669, 671
Escafópodos, 282, 316, 318, 384
Ellesmerocéridos, 464, 473
Escarabajos, 657, 665, 671, 754, 756
Empupar, 657
Escifistoma, 182, 191
Encostramiento, 33
Escifomedusas, 178
Endichnia, 757
Escifopólipo, 191
Enditas, 519, 545, 565
Escleritoma/s, 477, 483, 488
Endoceratoideos, 452, 453
anfimembrados, 489
Endocéridos, 464, 473
bimembrados, 489
Endocócleas/os, 445, 462, 463
unimembrados, 489
Endocutícula, 516, 540
Escleritos, 184, 478, 480, 515, 663, 665, 686
Endodermo, 171, 174
axilares, 664, 667
Endoesqueleto,101, 105, 183, 686
cultrados, 480
Endoesternito, 625
dorsales, 664
Endoparasitismo, 671
palmados, 480
Endoparásitos, 658
siculados, 480
Endoplasma, 101, 105
ventrales, 537
Endopodito, 520, 544, 564, 599 Escleroblastos, 184
Endopunctos, 268 Esclerocitos ameboides, 148
Endospinas, 268 Esclerodermitos, 204
Endostilo, 747 Escleroproteína, 506
Endozona, 227 Esclerosponjas, 151, 482
Enfoque multidimensional, 777 Esclerotización/es, 516, 662
Enrollamiento, 542 Escolecodontes, 506
Enroscamiento anisostrófico, 343 Escolopendras, 521
isostrófico, 343 Escorpión/es, 518, 530, 625, 626, 627, 629, 631, 636,
miliolínido, 68 648, 649, 651
orbitoídido, 67 de las piedras, 671
polimorfínido, 68 de látigo, 636, 638
ultradextral, 343 de mar, 625, 632
Enterocélico, 683 de sol, 640
Enteropneustos, 731 de viento, 640
Entognatia, 677
ÍNDICE DE TÉRMINOS
Externa, 578 Filibranquias, 391, 434, 627, 632
Extracción de fósiles, 43 Filocáridos, 590
Extropunctos, 269 Filodos, 704
Exumbrela, 177 Filográptidos, 734
Exuvia, 517 Filopodios, 105, 520, 565
Exuviación, 546 Filotráqueas, 522, 627, 634
Exuviosis, 517 Filtradores, 554
F Filtro, 658
Fisión longitudinal, 182
Fábrica de calcita fibrosa, 266 transversal, 182
laminar entrecruzada, 266 Fisura hidrospiral, 694
prismática, 266 Fixichnia, 757
tabular, 266 Fixígenas, 536
Facetas, 702 Flagellum, 625, 640
articulantes, 539, 542 Flagelo, 565
articulares, 687 Flotabilidad, 463
Facópidos, 558 Fodinichnia, 757
Folas, 394
Facopinos, 558
Factores limitantes, 768 Folículos testiculares, 661
Falsos escorpiones, 640 Foramen, 68, 259, 333
Fango/s con pterópodos, 356 anfitírido, 260
de Globigerina, 84 epitírido, 260
de radiolarios, 112 hipotírido, 260
Farmacología Marina, 173 mesotírido, 260
Fasciola/s, 705 peduncular, 260
anal, 342 permesotírido, 260
sifonal, 342 submesotírido, 260
Fase copepodito, 567 Foraminíferos, 65, 282
decapodito, 567 aglutinados, 71
megalopa, 567 arenaceos, 71
nauplius, 567 bentónicos, 88
poslarva, 567 calcáreos, 75
zoea, 567 grandes, 89
Fauna de Beecher, 38, 39 silíceos, 86
de Burgess Shale, 530 Forcípulas, 521
de Ediacara, 165, 173, 191, 201, 560 Foresis, 641
de Holzmaden, 39 Forma aculeoide, 135
de Hunsrück, 38, 39 asperoide,135
de Orsten, 40, 530, 574, 579, 590, 593 de la conchilla, 400
ediacaraense, 210 fibuloide, 135
Evolutiva Cámbrica, 556 Troncal Cnidaria, 174
Evolutiva Paleozoica, 556 Formaciones de hierro bandeado, 53
Ibexiana, 556 Forónidos, 225, 243, 287, 494
Moderna, 167 Fosetas, 256, 405
Paleozoica, 167 dentales, 263
tipo flysch, 72 Fosildiagénesis, 25
Tommotiana, 555 Fósiles, 1, 25
Whiterockiana, 556 guía, 2
Fenestrados, 238 químicos, 2
Fenestras, 230 Fosilización, 25
Fenéstrulas, 230 Fossil Lagerstätten, 37
Fenograma, 48 Fotocistos, 174
Feodio, 105 Fotorreceptores, 629, 658
Feromonas, 659 Fotosimbiontes, 395
Fibras, 659 Fotosíntesis anoxigénica, 53
Filactolemados, 225, 239 oxigénica, 53
Filamentos abfrontales, 331 Fragmocono, 445, 459
bisales, 390 Fugichnia, 757
branquiales, 331, 391 Fulcro, 539
frontales, 331 Funciones de transferencia, 115
ÍNDICE DE TÉRMINOS
Hiancias, 378, 404 Icnología, 751
Hidrante, 176, 189 Icnotaxobase, 759
Hidrocaulo, 179, 189 Icnotaxón, 753
Hidromedusa/s, 171, 180 Icnotaxonomía, 759
Hidropólipo/s, 171, 179 Idiosoma, 643
Hidroporo, 684, 702 Imagines, 667, 668
Hidrorriza, 176, 189 Imago, 657
Hidrospiras, 693, 694 Impresión/es, 34, 546
Hidrozoos, 221 genitales, 253
Higrorreceptores, 659 mandibulares, 606
Hilanderas, 628, 634, 638 musculares, 251, 296, 602, 606
Hileras, 518, 638 Improntas, 35
Himenópteros, 525, 665, 674 Incertae-sedis, 477
Hiolíthidos, 494, 498 Incisión rostral, 610
Hiperstrófico/s dextrales, 343 Indicadores biogeográficos, 212
ultradextral, 343 Inductura, 342
Hipichnia, 757 Infraestructuras, 264
Hipónomo, 441 Inozoas, 155
Hiporelieve, 757 Insectos, 515, 518, 520, 522, 523, 524, 530, 531, 629,
Hipostoma, 176, 536, 537, 538 656, 658, 754, 756, 759
Hipóstraco, 307 alados, 670
Hippuritoideos, 269 apterigotos, 763
Hirudíneos, 503, 504, 505, 508, 512 ápteros, 665, 669, 670
Hocico, 379 braquípteros, 665, 669
Holaspis, 548 endoneópteros, 526
Holasteroideos, 719 eusociales, 526, 669
Holometabolia, 657 gregarios, 670
Holoturoideos, 685, 710, 714, 719, 723 hemimetábolos, 656, 661, 664
Homalonótidos, 558 holometábolos, 656, 661, 664
Hombrera, 342 macrópteros, 665, 669
Homeodeltidio, 260 paurometábolos, 661, 664
Homeomorfía, 226, 228 polimórficos, 669
isócrona, 269 sociales, 677
heterócrona, 269 Inseminación traumática, 661
Homeomorfos, 269 Instars, 548
Homeoquilidio, 260 Integripaleados, 394
Homoplasia, 741 Integumento, 324
Homópteros, 525 Intejocéridos, 464, 473
Homosíndrome, 224 Interambulacro/s, 684, 703, 702
Hormigas, 657, 673, 677, 765 Interárea, 257
Hormona juvenil, 656, 658 Interespacios, 196
Huellas, 35, 752 Interna, 578
Huevos, 661 Intervalo, 158
Inversión, 36
Isográptidos, 737
Isopigio, 539
I Isópodos, 525, 530, 565, 566, 586, 591
Isótopos estables, 90
Icnita/s, 35, 752 Isquio, 565
Icnocenosis, 755 Isquiopodito, 565
Icnocolectividad, 763 Istmo del manto, 389
Icnodiversidad, 768
Icnoespecies, 758
Icnofábrica/s, 761
compuestas, 762
J
simples, 762
Jellyfish, 190
Icnofacies, 759
continentales, 761
marinas de sustrato blando, 761
sustrato-controladas, 761, 770 K
Icnofamilia, 758
Icnofósiles, 3, 589, 751 Keriotheca, 77
ÍNDICE DE TÉRMINOS
Malleoli, 630, 640 Mesopeltidium, 636
Mamboretáes, 656, 668 Mesosoma, 632, 640
Mamelones, 155 Mesóstraco, 307
Mandíbula/s, 233, 315, 563, 601 Metabolitos, 658
dicondíleas, 667 Metacopinos, 617
monocondíleas, 667 Metagénesis, 182
Manto, 50, 245, 293, 324, 389 Metamería, 503, 518
Manubrio, 178 heterónoma, 518, 526
Marcadores biológicos, 2 homónoma, 518
Marcas de rasguñadura, 765, 766, 769 Metámeros, 503, 518
Marea roja, 388 Metamorfosis, 527, 567, 656, 664, 666
Margaritas de mar, 681 Metanefridios, 295
Margen charnelar, 257 Metapeltidium, 636
interno, 604 Metaseptos, 204, 207
umbrelar, 181 Metasícula, 727
Mariposa/s, 657, 672 Metasoma, 632, 640
monarca, 658 Metateca, 727
Marsupio/s, 297, 396, 566, 686 Metazoos, 50, 54
Masa bucal, 361 Microescleritos, 148
céfalo-pedal, 324, 327 Microescorpiones de látigo, 640
visceral, 294, 324, 331 Microescultura/s, 404
Matriz extracelular, 165 camptonectes, 405
Maxilas, 563, 601 shagreen, 405
Maxilipedios, 566, 601 Microestructura/s, 264, 298, 399, 540
Maxilípedos, 521 foliada, 298, 400
Maxílulas, 521, 563 granular, 226
Mecanorreceptor/es, 629, 659 hialina, 226
Meconio, 657 homogenea, 298, 400
Mecópteros, 678 laminada, 226
Medusa/s, 171, 175 laminar, 298, 400
craspédota, 177, 188 nacarada, 298, 400
holopelágicas, 209 porcelanácea, 400
meropelágicas, 209 prismática, 298, 400
Megaclona, 154 Microfósiles, 43
Megaescleritos, 148 Micropaleontología,
Mejillas, 536 Micropigio, 539
fijas, 536 Micropilos, 661
libres, 536 Milpiés, 528
Mejillín, 388 Mineralización, 32, 35
Mejillón, 388 temprana, 32
Membrana/s alar, 665 Mióforo, 263
córnea, 544 Miofragma, 263
frontal, 233 Miómeros, 747
intersegmentales, 515 Miomópteros, 674
intertentacular, 225 Mionemas, 182
plasmática, 659 Miriápodos, 520, 521, 523, 524, 526, 528, 530, 531,
Meniscos, 759 629, 678
Meraspis, 548 Mitras, 488
Mero, 565 Modelo de Icnofacies, 3, 751, 759
Meropodito, 565 Moldes compuestos, 35
Merostomado/s, 631, 649 externos, 35
Mesénquima, 148 internos, 35
Mesenterios, 171, 176, 199, 521 secundarios, 35
Mesenterón, 657, 658 Moluscos, 293, 477, 480, 512
Mesocel, 225 Momificaciones, 506
Mesocele, 683 Monaxona, 148
Mesodermo, 171 Monoactina, 148
Mesoesqueleto, 183 Monoclónidas, 154
Mesogastrópodos, 346, 371 Monocondilia, 516
Mesoglea, 174 Monofilética, 655
Mesohilo, 148 Monofilia, 531, 663
ÍNDICE DE TÉRMINOS
Ooteca/s, 661, 668 Ovario, 661
Oozoos, 356 Ovariolas, 661
Opérculo/s, 226, 233, 326, 494 Ovipositor, 526
dextrógiro, 327 Ovisaco/s, 525, 567
levógiro, 327 Oviscapto, 526
multiespirales, 327 Ovotesta, 337
pauciespirales, 327 Oxiconos, 448
Opiliones, 626, 630, 634, 641, 643
Opistobranquios, 325, 335, 337, 371 P
Opistoclado, 137
Opistogoneados, 528
Palaeocópidos, 621
Opistosoma, 518, 625
Paleobiogeografía, 2
Orden, 204
Paleobiología, 1
Ordenador, 658
Paleobotánica, 2, 11
Organismo/s anaeróbicos, 53
Paleoclimatología, 11
bentónicos, 38
Paleodictyópteros, 676, 678
cementantes, 282
Paleoecología, 2
clonales, 162
Paleoentomofauna, 674, 476, 678
cuasi-infaunales, 284
Paleoicnología, 3, 752
fixosésiles, 282
Paleoinformática, 12
hemisésil nectobentónico, 282
Paleontología, 1
hincados, 282
Cuantitativa, 3
liberosésiles, 282
de Invertebrados, 2
microfágicos, 101
de Vertebrados, 2
minimalistas, 281
Estratigráfica, 1
pelágicos, 38
Molecular, 2
plenipedunculado, 282
sudamericana, 3
posados, 282
Paleontólogos, 1
rizopedunculado, 282
sudamericanos, 3
Órgano/s copulador, 661
Paleopatología, 3
de Pander, 542
Paleópteros, 678
de Zenker, 603
Palinología, 2, 11
en hendidura, 629
Palinomorfos, 2, 506
liriformes, 629
Palíntropo, 258
luminiscente, 541
Palinuro, 588
Orictocenosis, 26
Pallets, 404
Ornamentación, 299, 379, 404, 450
Palpígrados, 626, 630, 634
cancellada, 343
Palpo/s, 521
comarginal, 260
labiales, 391
dactilar, 610
Pannotia, 555
divaricada, 379
Papaitos piernas largas, 641
radial, 260
Papilas, 685
reticulada, 343, 379
sensoriales, 331
Orthocéridos, 465, 473
Paragastrópodo, 363
Orthopteroideos, 678
Parapodios, 328, 503, 506
Orthotetidinos, 286
Pared/es aglutinada, 68
Órtidos, 286
fijas, 226
Ortoconos, 448
fusulinellida, 77
Ortópteros, 665, 674, 677, 678
granular, 69
Ortostrofía, 343
hialina, 69
Ortostróficos, 343
impunctuada, 269
Orugas, 672
laberíntica, 68
Ósculo, 147
libres, 226
Osfradio/s, 296, 331, 393
microgranular, 68
Osículos, 681, 686
mineralizada, 68
Ostíolos, 147, 523
orgánica, 68, 70
Óstraco, 298, 397
porcelanácea, 69
externo, 298
radial, 69
interno, 298
schwagerinida, 77
Ostrácodos, 525, 529, 530, 579, 589, 591, 599
vítrea, 69
Otocitos, 296
ÍNDICE DE TÉRMINOS
columelares, 342 Prodisoconcha, 398
Podios, 684 Prodisoconcha I, 399
orales, 699 Prodisoconcha II, 399
Podocópidos, 615, 621 Producción biogénica, 27
Podómeros, 516, 544, 599 tafogénica, 27
Polenizadores, 655 Proétidos, 554, 558
Poliembrionía, 232 Progénesis, 591
Polillas, 672 Progoneados, 528
Polimedusas, 177 Programa de Investigación Seilacheriano, 751
Polimorfismo, 176, 222, 227 Prolecanítidos, 456
alar, 670 Prolóculo, 66, 67
Polipidio, 221 Proóstraco, 459
Polípido, 221 Propeltidium, 636
Polipito, 203 Propioceptores, 629, 659
Poliplacóforos, 484, 486 Propodeo, 673
Pólipo, 171, 175 Propodio, 327
Poliqueto/s, 478, 503, 505, 507, 508, 512 Propodito, 565
Poríferos, 147 Própodo, 565
Poro/s accesorios, 705 Propodosoma, 643
ambulacrales, 684 Prosícula, 727
de comunicación, 226 Prosifón, 446, 459
genitales, 337, 685 Prosobranquios, 325, 336, 371
hidrospirales, 694 Prosoma, 518, 625
marginales, 607 Prostomio, 503, 518
murales, 226 Protandria, 199
normales, 607 Protaspis, 548
pareados, 705 Proteasas, 517
respiratorios, 698 Proteca, 727
supraneural, 232 Protégulo, 253, 254
suturales, 696 Proterosoma, 640
Porocito, 148 Protistas, 52, 133
Portales, 134 Protobranquiado, 434
Posplete, 606 Protobranquias, 391
Poster, 234 Protobranquios, 395
Potencial biótico, 655 Protocel, 225
de conservación, 28 Protocerebro, 523
de fosilización, 28 Protoconcha/s, 327, 339, 377, 445
de preservación, 28 desplazadas, 344
Praedichnia, 757 multiespiral, 339
Pre-bilaterios, 59 pauciespirales, 339
Precordillera, 286, 558, 560, 615, 736 Protoescorpiones, 648
Precoxa, 564 Protogina, 199
Precoxopodito, 564 Protoninfon, 647
Predadores, 554 Protoplanetas, 50
generalistas, 658 Protopodito, 519, 564
Prenucúlidos, 435 Protórax, 671
Preparación de fósiles, 42, 43 Protórtidos, 286
Preplete, 606 Protoseptos, 204, 207
Prepupa, 657 Protostilo, 295
Preservaciones excepcionales, 37 Protostomados, 526
Problemáticos, 477 Protostómidos, 480, 484
Proboscides, 392 Protostomios, 60
Proboscis, 330 Prototroco, 396
Procariotas, 52 Protozoos, 133
Proceso/s cardinal, 252, 263, 496 Proventrículo, 232, 658
de fosilización, 25 Provincia Apalachiana, 558
frontal, 536 Argentina, 430
pateloides, 691 Austral, 429
Proclado, 137 del Viejo Mundo, 558
Proctodeo, 521, 657, 658 Magallánica, 430
ÍNDICE DE TÉRMINOS
Riñones, 336 Seudomorfosis, 36
Rizocéfalos, 578, 589 Seudopodios, 105
Rizoclonas, 154 Seudópodos, 65
Rizoides, 222 Seudoporos, 231
Rombos respiratorios, 694 Seudopunctas, 491
Rostro, 379, 400, 459, 610 Seudopunctos, 268
Rostroconchio/s, 377, 433 Seudorrostro, 586
Rostrozooides, 223 Seudosegmentación, 293
Rudistas, 395, 415 Seudotráqueas, 566, 586
Seudotrazas, 752
S Seudotubérculos, 541
Siconoide, 147
Sabeláridos, 282 Sícula, 727
Saco/s anal, 691 Sifón/es, 390
compensador, 234 exhalante, 334, 390
del estilo, 295 inhalante, 334, 390
genitales, 685 Sifonoforos, 736
membranoso, 231 Sifonoglifos, 176, 199
proboscídeo, 330 Sifonozooides, 200
radular, 295 Sifúnculo, 441, 446, 449
respiratorios, 685 Silicoflagelados, 133
Saltamontes, 656, 664, 665, 669 Silla/s, 449, 488
Sanguijuelas, 503, 508 Simbiontes, 658
Schott, 196 Simetría bilateral, 681
Scutillaenidos, 558 birradial, 199
Seda, 529, 648, 658 hexámera, 199
Sedimentívoros, 554 octámera, 199
Segadores/cosechadores, 641 radial, 187, 202, 681, 683
Segmento/s artropodiano, 515 radiobilateral, 187, 199
posabdominales, 105 tetrámera, 194
Selenizona, 342 Simplesiomorfías, 49
Semianillo articulante, 538 Simpodito, 564
Seno, 342 Sinapomorfías, 49
bisal, 403 Sincicio, 157
céfalo-pedal, 336 Sinclado, 137
hiponómico, 448 Sinficio, 259
paleal, 380, 394 Sinrabdosoma, 736
subrenal, 336 Sinus, 234
visceral, 336 Siphogonuchítidos, 481
Senopaleados, 394 Sipuncúlidos, 721, 723
Sensilas, 629 Siringe, 263
Sensilio, 658 Sirius Passet, 477
Sistema apical, 703
Sepias, 441, 459, 462
Bernard y Munier-Chalmas, 405
Septalio, 263
epiatroideo, 337
Septibranquias, 391
gastrovascular, 178
Septibranquios, 435
hidrovascular, 681, 683, 684
Septo/s, 67, 158, 171, 196, 203, 441, 445, 504
alar, 207 hidrovascular abierto, 684
cardinal, 206, 207 hidrovascular cerrado, 684
de truncamiento, 454 hipoatroideo, 337
lateral, 207 linneano, 48
medio dorsal, 263 nervioso central, 658
medio ventral, 262 Sistemática, 47
menores, 207 Small shelly fauna, 56, 555
Serpenticonos, 448 Snorkel, 311, 313
Serpúlidos, 494, 507, 508, 510 Soldados, 669
Setas, 250, 251, 503, 629 Solenia, 199
marginales, 245 Solífugos, 626, 630, 640
Seudodeltidio, 260 Soma, 503, 518
Seudointerárea, 258 Somatoceles, 683
Somitos, 503, 518, 656
ÍNDICE DE TÉRMINOS
Toracómeros, 564 opistógiro, 402
Toracópodos, 563, 565 ortógiro, 402
Tórax, 105, 518, 536, 538, 563, 655 prosógiro, 402
Torsión, 324, 337, 371 terminal, 402
Torticonos, 448 Umbrela, 177
Trabécula, 204 Unidades cronoestratigráficas, 13
Transmisores de enfermedades, 655 geocronológicas, 13
Tráquea/s, 515, 522, 627, 656, 659, 665 Upwelling, 112, 734
Traqueobranquias, 520, 659, 665 Urocordados, 745, 747
Traqueolas, 522 Uropígidos, 625, 626, 627, 629, 636, 637
Trazas, 426 Urópodos, 566
bilobadas, 769
dentro de trazas, 754 V
fósiles, 3, 751, 752
meniscadas, 759, 769 Vaina tentacular, 232
Tremas, 334 Valva/s, 243, 299, 305, 377, 387, 599, 604, 606
Trepostomados, 238
aclinas, 402
Triactina, 148
derecha, 400
Triaene, 138
equilateral, 402
Triaxona, 148
inequilateral, 402
Trichópteros, 676
izquierda, 400
Triclónidas, 154
opistoclinas, 402
Tricobotrias, 626, 629
prosoclinas, 402
Trigonotárbidos, 645, 649
Várices, 342
Trilobites, 515, 518, 521, 526, 530, 535, 630, 756, 766
Varilla espiral, 727
epifaunales, 552
Vaso aferente, 331
infaunales, 552
dorsal, 658
necto-bentónicos, 554
eferente, 331
nectónicos, 552
Velo, 177, 297, 396, 605, 606
semiinfaunales, 552
Vendobionta, 55
Trilobitomorfos, 630 Ventana, 134 , 135, 137
Trinucleidos, 555 Ventanas tafonómicas, 37
Triploblástico/s, 60, 171, 526 Ventilación, 659, 660
Trips, 656, 670 Vermes, 493
Tritocerebro, 523, 658 Verrugas, 202
Trofonema, 182 Vertebrado/s, 579, 745, 769
Trompas, 392 homeotermo, 658
Tronco/s, 518, 563, 646 Vértebras, 698
traqueales, 659 Vesículas, 202
Tryblídidos, 371 de Haller, 630
Tryblidoideos, 433 podiales, 684
Tubérculo/s, 541, 703 Vestíbulo, 229, 600, 604
mediano, 536, 541 Vibracularias, 222, 233
occipital, 541 Vida, 51
ocular, 604 Vieiras, 388
subcentral, 604 Vientre, 448
Tubo/s neural dorsal, 745 Vinagrillos, 636
verticales, 759 Vinchuca/s, 517, 670
Túbulos de Malpighi, 523, 629, 658 Virguela, 727
Tucuras, 669 Vírgula, 727
Túneles, 308 Visceropalio, 441
Túnica, 745 Vista abapical, 340
Tunicados, 282, 745, 747 abaxial, 340
Turbellarios, 479 adapical, 340
adaxial, 340
anterior, 340
U apertural, 340
apical, 340
Umbón, 67, 254, 377, 400 dorsal, 340
Wiwáxidos, 481 Z
Zarcillos, 686, 689
X Zoario, 221
Zoecio, 221
Xenomorfismo, 420 Zona/s, 1
Xifosúridos, 530 adoral de membranelas, 140
Xifosuros, 625, 626, 627, 629, 630, 648, 651 ambulacrales, 684
Xilófagos, 658 de afloramiento, 112
Xylichnia, 757 de cambio astogenético, 224
de repetición astogenética, 224
de surgencia, 32
inmadura, 227
Y interambulacral, 684
madura, 227
Yacimiento Auca Mahuevo, 41
marginal, 604
de Alken-an-der-Mosel, 649
Zoófitos, 221
de Chengjiang, 166, 477, 580, 590 , 649, 747, 748
Zooide/s, 183, 221, 727, 735
de Coseley, 649
efébicos, 224
de Ediacara, 173
materno, 222
de Gilboa, 530, 649
neánicos, 224
de Mazon Creek, 530, 649
polimorfos, 222
de Nýøany, 649
Zygobranquia, 333
ÍNDICE SISTEMÁTICO
A Aequorea, 174
Aeschronectida, 582, 590
Abathomphalus, 85 Aetostreon, 429
Abatus, 708 Afranticythereis, 619
Abertella, 709 schilleri, 619
Abyssocythere, 616 venusta, 619
Abyssothyris, 269, 280, 282, 286 Agerchlamys, 428
Acadiocaris novascotica, 583 Aglaspida, 631
Acaeniotyle, 126 Aglaspidida, 631
Acaenoplax, 305 Agmata, 486
hayae, 304 Agnostida, 544, 549, 554, 555, 560
Acantharia, 101 Ahtiella, 273
Acantherpestes major, 528 Aioloceras argentinum, 472
Acanthina imbricata, 324, 362 Alabamina, 83
Acanthochaetetes, 156 Albaillellaria, 109
Acanthochitona, 310 Albatrossiella?, 143
Acanthochitonina, 310 Alcithoe, 366
Acanthodesia, 235 Alcyonacea, 200
Acanthopecten, 427 Aldanella, 363, 370, 371
Acanthostomella, 143 Alexcarabus, 674
Acari, 527, 529, 643, 651 Alispirifer, 278
Acarida, 643 Allogromia, 71
Acariformes, 651 Allogromiida, 70
Acaromorpha, 651 Allomorphina, 83
Acaulis, 183 Allonautilus, 455
Acephala, 314 Allonnia, 482
Acervulina, 83 Allorisma, 426, 428
Acetabularia, 53 Alveolinella, 78
Achatina fulica, 324 Alveolophragmium, 74
Acmaea, 332, 360 Amarixys gracilis, 643
subrugosa, 347 Amathia immurata, 238
Acoela, 214, 345 Amauropsis, 355
Acriaster, 708 Amaurotoma, 348, 364
Acrobrochus, 286 Amblema, 405
Acrothoracica, 577, 589 Amblycera, 670
Acrotreta, 271 Amblypygi, 634, 637, 646, 651
Acrotretida, 271, 288 Amblysiphonella, 154
Actaeocina, 356 Ambulacraria, 723
Actaeonella, 364 Ameghinomya, 429
Acteon, 356, 365 Ammobaculites, 74
Actiniaria, 202, 209, 214 Ammodiscus, 73
Actinoceratoidea, 453, 467 Ammodochium rectangulare, 139
Actinocerida, 453 Ammonia, 84
Actinodontoida, 413 tepida, 67
Actinopoda, 109, 133 Ammonitida, 459, 467, 471
Aculifera, 300, 303 Ammonoidea, 456, 467
Adelomelon, 355, 366, 367 Amosina, 275
ancilla, 324 Amphicoryna, 80
beckii, 323 Amphineura, 300
Adelophthalmus?, 649 Amphionidacea, 586
Ademosyne, 674, 676 Amphionides reynaudii, 587
Adenopoda, 301 Amphipoda, 525, 529, 566, 584, 589
Admete, 355 Amphistegina, 83
Aegiromena, 288 Amphitrite, 505
Aegocrioceras, 469 Amphorellopsis, 143
Aeneator, 355, 366 Amphorides, 143
Aenimetectus, 486 Amplaster, 709
Aequipecten tehuelchus, 388 Amplectella, 143
ÍNDICE SISTEMÁTICO
Ascothoracida, 564, 565, 576 Bacteria, 52
Asellota, 529 Bactritida, 456
Asketochiton chubutensis, 310 Bactritoidea, 455
Asmussia, 574 Baculites cazadorianus, 473
Asoella, 428 cf. anceps, 473
Asperiscala, 366 cf. kirki, 472
Aspidobranquia, 332 Bagenovia, 483
Aspidostoma, 235 Baggatella, 82
Astacolus, 80 Bagotum, 126
Astarte, 415 Bairdioidea, 610
Astartella, 426 Balanocidaris, 707
Astenognathus, 588 Balanoglossus, 731
Asterigerina, 83 Balanomorpha, 576
Asteroidea, 576, 681, 684, 685, 686, 697, 719 Balanophyllia, 205
Asterozoa, 697, 712, 716, 723 Balanus, 576
Astrocoenia, 205 Balkoceras, 473
Astrocoeniina, 205 Baltograptus deflexus, 736, 737
Astrononion, 83 vacillans, 737
Astrorhizida, 71, 72 Bancroftolithus, 560
Ataxocerithium, 355, 366 Barbatia, 411, 417
Atelelasma, 275 Barbosaia, 427
Atelocerata, 532 Barrandeocerida, 454
Athyridida, 278, 288, 289 Basommatophora, 345, 357, 364
Atomodesma, 427 Bathynellacea, 563, 583, 594
Atrina, 413 Bathysiphon, 72
Atrypa, 278 Bavlinela, 18
Atryparia, 278 Beaconites, 769
Atrypida, 278, 286, 288, 290 Beguina, 425
Attercopus fimbriunguis, 639 Belemnitella, 460
Aucellina, 429 Belemnitida, 460, 462, 467
Aulacocerida, 460, 462 Bellerophon, 350, 364, 371
Aulacomya ater, 388 Bellerophontida, 301
Australiceras cardielense, 471 Beloplaxus, 486
Australina, 278 Belotelson, 581
Australocoelia, 278 Belotelsonidea, 581
Australocystis 698 Beltanelliformis, 18, 21, 190
Australohalkieria, 479 Berdanellina, 615
Australospirifer, 278 Bergaueria, 203
Australosutura, 560 hemispherica, 203
Austroaporrhais, 353, 366 Beyrichoidea, 603, 605, 607, 609
Austroborus, 358 Bicuspina, 273
Austrobuccinum, 355, 366 Bigalea, 380, 385
Austrocallista, 429 Billingsellida, 275, 288
Austrocominella, 355, 366 Biloculinella, 77
Austrocucullaea, 429, Biomphalaria, 358, 368, 369
Austrodiscus, 358 walteri, 367
Austroimbricaria, 367, Bipedis, 126
Austromitra, 367 Biselenaria, 236
Austroneilo, 429 Bittium, 351
Austroneilssonia, 364 Bivalvia, 314, 318, 320, 387, 410
Austroneoimbricaria, 355 Blastoidea, 692, 716, 718
Austrosphaera, 355, 365, 366 Blastozoa, 692, 712, 716
Austrotrigonia, 429 Blattaria, 668
Autobranchia, 411, 435 Blattodea, 668
Autolamella branchi, 435 Blattoptera, 674, 676
Autolamellibranchia, 411 Blattopteroides, 668
Autolamellibranchiata, 411 Blittersdorffia, 674
Aviculopecten, 413, 426, 427 Boeckella, 578
Aylacostoma, 351, 367, 368, 369 Bolivina, 80, 88
Aysheaia, 57 Bolivinita, 81
Azygograptus suecicus, 736 Bolivinoides, 95
Boltovskoyella, 83
Bonata, 190
ÍNDICE SISTEMÁTICO
Carterinida, 78 Chileata, 272, 288
Carybdeida, 191 Chilenochonetes, 275
Caryocaris, 579, 590 Chilina, 358, 368
Caryophyllia, 205 parchappi, 369
Caryophylliina, 205 Chiloguembelina, 85
Caryosphaeroides, 17 Chilopoda, 520, 521, 528, 529
Cassianella, 428 Chione, 415
Cassianostroma, 190 Chionopsis, 429
Cassidaria, 365 Chirona (Chirona) varians, 576
Cassiduloida, 707, 708, 716 Chironex, 172
Cassis, 355, 365 fleckeri, 172
Castellaroina, 273 Chiton, 310
Casterella, 426 Chitonina, 310
Castracollis wilsonae, 590 Chlamys, 413
Catamarcaia, 435 Chlidonophora, 280, 282
Caucasina, 82 Chondrites, 754
Caudofoveata, 300, 304 Chondrophorae, 174
Cearagryllus, 674 Chonetidina, 275, 288
Cellana, 347 Chonioconarida, 492
Cellaria, 235, 236 Chonopeltis, 578
Cenoceras, 455 Chonostrophia, 275
Cephalaspidea, 356, 363 Chordata, 63
Cephalocarida, 525, 563, 566, 567, 570, 591 Choristida, 154
Cephalochordata, 745, 747 Chrysaora, 172
Cephalodiscida, 740 Chrysophyta, 133
Cephalodiscus, 732 Chuaria, 18, 21
Cephalopoda, 300, 303, 314, 320, 433, 441, 451 Chuiliella, 312
Ceratites, 474 Cibicides, 83
Ceratitida, 456 Cibicidoides, 82
Ceratobulimina, 86 Cidaris, 707
Ceratocara, 560 Cidaroida, 707, 716
Cercomya, 415 Ciliophora, 133, 141, 142
Cercozoa, 109 Cirripedia, 563, 564, 565, 567, 576, 589
Cerithiopsis, 355, 366 Cirsotrema, 366
Cerithium, 351, 362, 365 Cladaster, 697
Cetopirus complanatus, 576 Cladocera, 564, 565, 567, 570, 572, 591
Chaceon, 588 Cladochonus, 210
Chaetetes, 156, 208 Cladonema, 180
Chaetetida, 156 Claraia, 413
Chaetoderma, 300 Clarkecaris brasilicus, 582, 590
araucana, 304 Clarkeia, 278, 285
Chaetodermatida, 304 Clarkeolepis, 485
Chaetodermis, 300 Clavaxinellida, 154
Chaetodermomorpha, 300, 304 Clavigera, 278
Chaetognatha, 61 Clavilithes, 365
Chaetopleura, 310 Clavulina, 75
Chama, 415 Clevea?, 143
Chancelloria, 482 Climacocylis, 143
eros, 482 Climacograptus, 742
Chancelloriida, 478, 481 bicornis, 737
Chasmataspida, 529, 631, 633, 649, 651 Clionidae, 154
Chasmataspis laurencii, 634 Clitellata, 512
Cheilostomata, 223, 232, 233, 235, 239 Cloudina, 18, 21, 56, 58
Cheilotrypa, 232 riemkeae, 21
Cheirothyris, 269, 280 Clymeniida, 456
Cheirurina, 551, 556 Clypeasteroida, 704, 705, 707, 708, 716
Cheleutoptera, 669 Clypeopygus, 708
Chelicerata, 525, 527, 529, 532, 625, 630, 631, 649, Clypeus, 708
655 Cnidaria, 59, 171, 186, 730
Chelodes, 308, 311 Cobcrephora, 309
Chelodina, 308 Coccoidea, 525
Chelonethida, 640 Cocculiniformia, 331, 347
Chemnitzia, 351, 368 Cochlichnus, 769
Chernetida, 640 Codonaria, 142
ÍNDICE SISTEMÁTICO
Cyathocidaris, 721 Daviesiella, 244
Cyclacantharia, 275, 282 Decapoda, 529, 564, 565, 566, 578, 587, 589
Cycladophora davisiana, 112 Delpuenteblatta, 674
Cyclammina, 74 Deltoideum lotenoense, 432
Cycleryon, 588 Deltopecten, 413, 428
Cyclestheria, 572 Demospongea, 151
hislopi, 567, 570, 572 Demospongiae, 152
Cyclestherida, 567, 570, 572 Denarioacrocrinus, 691
Cyclestherioides, 572, 574 Dendrobranchiata, 525, 587
Cyclobranchia, 345 Dendroidea, 731, 732, 741
Cycloclypeus, 84 Dendrophyllia, 205
Cyclocystoidea, 702, 715, 719 Dendrophylliina, 205
Cyclodontina, 358, 369 Dendrostracus, 574
(Plagiodontes), 369 lagarcitoensis, 588
(Plagiodontes) dentata, 369 Dentaliida, 316
Cyclomedusa, 54 Dentalium, 315, 316, 318
Cyclopoida, 578 Derbyia, 273
Cyclopygoidea, 556 Dermaptera, 525, 526, 661, 669, 674, 676
Cyclospira, 289, 290 Dermapteroides, 669
Cyclostomata, 222, 226, 231, 232, 238, 239, 240 Desmoceras floresi, 472
Cyclotrypa, 232 Destombesium, 277
Cylichna, 356 Deuterostomia, 60
Cylindrobullina, 356, 364 Devonocaris, 581, 590
Cymatium, 355 Devonotarbus hombachensis, 649
Cymatocylis, 143 Diadeloplax, 486
Cymbiola, 355 Diagoniella?, 157
Cyndalia, 282 Diaphanoptera, 656, 674
Cypraea, 353, 365, 366 Diaphanopteroida, 664
Cypridea, 610, 616, 621 Diartus, 127
Cyprideis torosa, 615 Diasoma, 300, 303, 318, 320, 433, 434
Cypridina, 610 Dibranchiata, 459
Cypridoidea, 603, 610 Dickinsonia, 54, 188, 512
Cyprilepas holmi, 576 Dickinsonida, 188
Cyrtina, 282 Dicloeopella borealis, 144
Cyrtodontida, 411 Dicondylia, 677
Cyrtolites, 313 Dicroloma, 366
Cyrtonellida, 313, 370 Dicromyocrinus, 691
Cyrtosoma, 300, 303, 320, 433 Dictyocha, 134, 136, 137
Cystiphillida, 207, 208 Dictyocysta, 142
Cystoporata, 228 Dictyomitrella, 126
Cytherella, 610 Dictyoptera, 656, 661, 668
Cytherelloidea, 610 Didymaulichnus miettensis, 766
Cytheroidea, 603, 610 Didymocyrtis, 127
Cytheropteron, 611 tetrathalamus, 112
Cyttarocylis, 143 Didymograptus murchisoni, 736
(Expansograptus) hirundo, 736
protobalticus, 737
Dimorphichnus, 753, 766
D Dimorphicnites, 552
Dinocardium, 429
Dacryoconarida, 492, 493, 494 Dinocerithium, 366
Dactylocephalus, 558 Dinophyceae, 138
Dadayiella, 143 Diodora, 333, 337, 348
Daedalus, 767 patagonica, 367
Dailyatia, 490 Dipleurozoa, 188
Dala, 590 Diplichnites, 753, 769
peilertae, 593 Diplocyma, 351, 368
Dalmanella, 277 Diplodetus, 708
Daonella, 428 Diplodon, 413, 430
Daphnia spinulata, 574 matildense, 430
Darwinella, 482 simplex, 430
Darwinuloidea, 603, 610 Diplomoceras australe, 473
Dasyleptus, 765 Diplopoda, 525, 528
Daturella, 143 Diploporita, 695, 712, 718, 723
ÍNDICE SISTEMÁTICO
Erisocrinus, 691 Fischerina, 77
Erodona, 415 Fisherites, 160
Eryma, 588 Fissidentalium, 316
Essoidia, 581 Fissurella, 333, 348, 366, 367
Estheriina, 574 oriens, 324
astartoides, 588 Fissurelloidea, 348
Euarthropoda, 649 Fissuridea, 348, 366
Eubaculites? rioturbiensis, 473 Fistulamina, 229
Eubora, 369 Fistulipora, 232
Eucalathis, 286 Flabellifera, 586
Eucarida, 566, 586, 590, 594 Flabellum, 205
Euchelicerata, 631, 649 Flexibilata, 691, 716, 718
Eucrustacea, 590 Foraminiferida, 70, 133
Eudorina, 214 Fordilla, 410, 433
Eukarya, 52 troyensis, 433, 434
Eulima, 355, 366 Fredericella, 226
Eumalacostraca, 566, 580, 590, 593, 594 Fremontella, 560
Eumetazoa, 147, 165 Frenguelliella, 413
Eumycetopsis robusta, 17 Frondicularia, 80
Eunaviculopsis, 137 Fungiina, 205
Eunicida, 506 Furcirhynchia, 278
Euomphalopsis, 348 Fursenkoina, 81
Euomphalus browni, 348 Fusinus, 355
Euphausia superba, 586 Fusulina, 76
Euphausiacea, 564, 565, 586 Fusulinida, 75
Euphysa, 183 Fusus, 365
Euphysora, 179 Fuxianhuia, 649
Euproops, 632
danae, 649
Eupteriomorphia, 411
Eupulmonata, 358 G
Eurekapegma, 382
Eurydesma, 411, 428 Gabonestheria, 574
Eurypterida, 527, 529, 631, 632, 651 Gadilida, 316
Eurypterus, 632 Gadilimorpha, 317
Euscalpellum crassissimum, 576 Galeroconcha, 301
Eutaxicladina, 154 Gallegomorphoptila, 674, 676
Eutineura, 337 Gansserina, 85
Eutintinnus, 143 Gastraxonacea, 200
Evolvocassidulina, 81 Gastrochaenolites, 426
Exaesiodiscus, 689 Gastropoda, 300, 314, 320, 346, 433
Exigraptus, 737 Gastrotricha, 61
Exogyra, 413, 421, 429 Gaudryceras varagurense patagonicum, 473
Gaudryinopsis, 74
Gauthieria, 707
Gauthiericeras santacrucense, 472
F Gavelinella, 83
Gelatinosa, 151
Facetotecta, 576 Gemmellaroia, 282
Fagnanoa, 348, 365 Gemmula, 367
Fallax, 280 Genotia, 367
Falsilunatia limbata, 362 Geophilomorpha, 518, 528
Falsilunatica, 355 Geralinura bohemica, 636
Fasciolaria, 355 Gervillaria, 428
Favella, 143 Gervilletia, 428
Faviina, 205 Gibbirhynchia, 278
Favosites, 208 Gigantocypris, 579, 599
Favrella, 469 Gigantoproductus, 244
Fenestrata, 226, 229, 239 Gigantostraca, 529, 632
Ferrazia, 426 Gigi, 126
Ferrojapyx vivax, 678 Glabratella, 82
Ffynnonia, 277 Glabrocingulum, 364
Ficopomatus, 510. Glauconia, 365
Ficus, 355, 366 Glenobotrydium, 17
ÍNDICE SISTEMÁTICO
Hemiptera, 525, 656, 657, 658, 661, 662, 670, 674, 676 Hsuum, 126
Hemipteroides, 670 Huacoella, 273
Hemisinus, 367, 368, 369 Hummelinckiolus silhavyi, 642
Hemithecella, 308 Hungioides, 558
Henningsmoenicaris, 590 Hunickenolithus, 560
Heraultipegma, 380, 383, 384, 433 Huroniospora, 16
Hercolepadida, 485 Hustedograptus, 737
Hercolepas, 486 Hutchinsoniella macracantha, 570, 591
signata, 485 Hyalospongea, 151
Heronallenia, 82 Hydra, 180, 183, 189, 208
Hesselerella shermani, 586 Hydractinia, 180, 189
Heteractinida, 157 Hydrobia, 362
Heteralosia, 275 Hydroida, 189
Heterobranchia, 339, 356, 362, 363, 367, 368 Hydroides, 510
Heteroconchia, 413, 435, 436 Hydrophiloidea, 661
Heterocorallia, 208 Hydrozoa, 177, 188, 215
Heterodonta, 407, 415 Hymenocaris dubia, 590
Heterogastropoda, 345 Hymenoptera, 526, 657, 662, 671, 673, 674, 676, 677
Heterohelix, 84, 85, 96 Hymenopteroides, 673
Heterophyllia, 208 Hymenostraca, 579
Heteropoda, 355, 363 Hyolitha, 196, 493, 496, 497, 498, 499
Heteropora, 232 Hyolithes, 498, 499
Heterostegina, 84 Hyolithida, 496, 498
Heterostropha, 346 Hyolithus, 499
Heterotecta, 301 (Orthotheca) multistriatus, 499
Hexacorallia, 202 Hyostragulum, 498
Hexacorbula, 429 Hypechinus, 707
Hexactinellida, 151, 157 Hyperiidea, 584
Hexactinosa, 157 Hypophylloceras nera, 473
Hexagenites, 677 Hypoturrilites, 472
Hexameropsis, 677 Hypseloconida, 313, 314
Hexaphyllia, 208 Hypseloconus, 314
Hexapoda, 518, 524, 525, 527, 529, 532, 630, 655, 657, Hypsogastropoda, 353
665, 678
Hiatella, 423
solida, 417
Hidagaienites arcuatus, 492 I
Hindella, 278
Hinnites, 413, 419 Ibla, 576
Hippocardia, 380 Iheringiella, 709
Hipponix, 366 Iheringinucula, 429
Hippoporidra, 237 Iheringithyris, 280
Hippuritoida, 415 Ilyocypris, 621
Hirnantia, 277 Inadunata, 691, 716, 718
Hirudinea, 503, 507 Inarticulata, 269
Hoeglundina, 86 Inoceramus, 411
Holaster, 707 Inozoa, 151
Holasteroida, 707 Insecta, 518, 522, 655, 656, 661, 666, 667, 678
Holcoptychites, 469 Intejocerida, 452
Holectypoida, 707 Intihuarella, 435
Holectypus, 707 Involutina, 86
Holopeltidia, 636 Involutinida, 86
Holothuroidea, 681, 685, 699, 716, 723 Isastrea, 205
Homalozoa, 698, 712, 716, 723 Ischichucasyne, 674
Homoctenida, 492, 493 Ischnocera, 670
Homoctenus, 493 Isechinus, 707
Homoeospira, 278 Isofilibranchia, 411
Homoiostelea, 698, 713, 716, 719 Isognomun, 417, 419
Homoptera, 525 Isogramma, 272
Homostelea, 698, 716, 719 Isograptus victoriae, 736, 737
Hoplitocrioceras, 469 victoriae maximus, 737
Hoplitoplacenticeras plasticum, 473 Isopoda, 563, 566, 584
Hoplocarida, 565, 582, 590, 593, 594 Isoptera, 526, 662, 669, 674, 676, 677
Hoploparia, 588
ÍNDICE SISTEMÁTICO
Liphistiomorphae, 628, 638 Maclurites, 348
Lipoctena, 651 Macoma, 395, 415
Lipodonta, 410 Macrocheira, 588
Lipostraca, 570 kaempferi, 563
Lirioconarida, 492 Macrocystella, 694
Liriope tetraphylla, 180 Macrora, 135
Liripora, 232 Mactra, 415
Liris, 369 Mactromeris, 429
Lithiotis, 428 Magas, 280
Lithistida, 154 Magellania, 280, 286
Lithomyces, 205 venosa, 244
Lithophaga, 423 Maikhanella multa, 481
nigra, 397 Majungaella, 616
Lithorhizostomatida, 192 Malacostraca, 522, 526, 563, 564, 565, 567, 579, 590,
Litotrochus, 364 593
Littoridina, 353, 367, 369 Malchiblastus, 694
Littorinimorpha, 35, 366 Mandibulata, 532, 655
Lituolida, 73 Mantodea, 668
Livarella, 126 Maorites densicostatus, 473
Loboconcha, 301 Maoritrigonia, 428
Lobonotus, 588 Margarites, 348
Lobothyris, 280 Marginella, 355, 367
Lockeia, 426, 753 violacea, 324
Locustopsis, 677 Marginopora, 67, 77, 78
Loftusia 74 Marginotruncana, 85
Loligosepia, 460 Marginulina, 80
Longiverena, 369 Marrella, 57
Lonsdaleia, 207 splendens, 590
Lophogastrida, 584, 594 Martellia, 275
Lophophaena rioplatensis, 111, 112 Martesia, 415, 424
Lophotrochozoa, 60 Martinottiella, 75
Lopochites, 481 Martinssonia, 530, 590
Loricata, 305 Matthevia, 308, 311
Loricifera, 531 variabilis, 311
Lotorium, 355 Matutella, 272
Lottia, 347, 360 Maxillopoda, 574, 590, 591, 593, 608
Loxostomina, 81 Mazohidra, 190
Loxostomun, 81 Meandropsina, 78
Lucapina, 348 Meandrospira, 77
Lucapinella, 348, 365 Mecaster, 708
Lucifer, 589 Mecoptera, 671, 674
Lucina, 415 Mecopteroides, 671
Lucinisca, 429 Mediospirifer, 282
Lunulites, 235, 236 Medusinites, 190
Lychniscosa, 157 Medusozoa, 171, 175, 177, 183, 187
Lychniskida, 157 Megalobulimus, 358, 368
Lycophron, 558 Megalodon, 415
Lymnaea, 358, 361 Megaloptera, 662, 671, 674
viatrix, 369 Megamorina, 154
Lyothyrella, 280 Meganeura, 530
Lyramula, 135, 137 Megarachne, 633, 649
Lyria, 355, 366 servinei, 649
Lyrodesma, 435 Megatebennus, 348,
Lytoceratida, 459 Megateuthis, 463
Lyttoniidina, 275 Megatherium americanum, 3
Megathiris, 280
Meiatermes, 677
Melania, 351, 367
M Melicerita, 235
Mellita, 709
Macandrevia, 286 Mellopegma, 433
Macaronichnus, 768, 769 Melongena, 355, 365
Machaeridia, 484 Melonis, 83
Machilida, 667
ÍNDICE SISTEMÁTICO
Nemertea, 60 Nucleata, 280
Neoamphitrite, 508 Nucleolites, 708
Neobulimina, 81 Nucleopygus, 708
Neocalliostoma, 348 Nucula, 410
Neochonetes, 275 Nuculana, 426
Neocorbicula, 430 Nuculoida, 410
Neogastropoda, 345, 355, 361, 366 Nuculopsis, 428
Neogloboquadrina, 85 Nuda, 151
Neoimbricaria, 355, 367 Nudibranchia, 357
Neoinoceramus, 429 Nummodiscorbis, 82
Neoloricata, 309, 311 Nummulites, 84
Neomeniomorpha, 300, 304
Neomphalina, 360
Neomphalius, 350, 365 O
freterae, 348
Neopilina, 301, 302, 303, 313, 433, 434 Oberhauserella, 86
Neoplatyteichum, 348, 364 Obolella, 273
Neorhynchia, 269 Obolellata, 272, 288
Neorinella, 676 Obolellida, 288
Neoschwagerina, 76 Obolus, 271
Neospirifer, 278 Octactis, 135, 137
Neotaenioglossa, 351 pulcra, 135
Neotaxodonta, 411 Octocorallia, 199
Neotrigonia, 436 Octomedusa, 190, 193
Neoveenia, 619 Octopoda, 462
Nephrops norvegicus, 754 Oculina, 205
Nereis, 507 Ocypode, 588
Nereites, 761 Odonata, 525, 656, 662, 664, 668
Nerinea, 364, 365 Odonatoptera, 668, 674, 676
Nerinella, 365 Odonatopteroides, 668
Nerita, 350, 365 Odontocymbiola, 366
Neritaemorpha, 350 magellanica, 324
Neritimorpha, 346 Odontostomus, 358
Neritina, 364 Oehlertella, 271
ortoni, 369 Oelandia, 312
Neritoidea, 328 Oelandiella, 312
Neritopsina, 330, 337, 339, 350, 351, 363 Oepikila, 380, 384
Neritopsis, 364 Oina, 273
Neseuretus, 552, 558 Olcostephanus, 469
Neuroptera, 671, 674, 676, 678 atherstoni, 469
Neuropteroides, 671 Oldhamia, 756, 766
Nicholsonella, 228 antiqua, 766
Nigeria, 619 flabellata, 766
punctata, 619 radiata, 766
Ningulella, 615 Olenellina, 549, 555
Nisusia, 273, 288 Olenellus, 487, 560
Nodipecten, 429 Olenoides serratus, 544
Nodosaria, 80 Oligochaeta, 503, 507, 512
Nodospira, 364 Oligoneoptera, 670
Nonion, 83 Oligophylloides, 208
Nonionella, 83 Oligotrichida, 133, 142
Noradonta, 435 Olindias sambaquiensis, 181
Notiochonetes, 275 Oliva, 355
Notocaris, 531, 584 Olivancillaria, 355, 367
Notocidaris, 707 Olivella, 355, 367
Notoconorbina, 82 Ollenellina, 560
Notopamphagopsis, 674 Omphaloptycha, 364
Notoplanulina, 83 Omphalotrochus antiquus, 348,
Notoptera, 669 Oncocerida, 454
Notorotalia, 84 Oncograptus, 737
Notostraca, 525, 563, 564, 572, 591 Oniscoidea, 586
Novocrania, 251, 272, 286 Onniella, 277
Nowakia, 493 Onychophora, 62, 512, 531
ÍNDICE SISTEMÁTICO
africana, 198 Pedunculata, 576
anteloi, 198 Peelerophon oehlerti, 364
chesterensis, 196 Pelagia, 193
pulcheria, 198 Pelagiella, 363, 370
sueroi, 198 Pelagodiscus, 271, 281
tepuelensis, 198 Pelecypoda, 300, 303, 314
ugartei, 198 Pelicaria, 366
Paracrinoidea, 691, 710, 716, 718 Pelmatozoa, 723
Paracyclestheria sinensis, 572 Peltabellia, 560
Paradictyocha, 135 Peltocrioceras deeckei, 471
Paraeuthria plumbea, 362 Peneroplis, 78
Parafavella, 143 Penion, 355, 366
Parafissurina, 80 Pennatula, 201
Parafusulina, 76 Pennatulacea, 200
Paragastropoda, 370 Pensarnia, 435
Paraglauconia, 365 Pentamerida, 277, 282, 288
Paraglossograptus, 737 Pentameridina, 278, 288
tentaculatus, 617 Pentastomida, 579
Parahsuum, 126 Peonza, 355
Parainsecta, 677, 678 Peracarida, 526, 566, 567, 578, 583, 584, 589, 590, 594
Paralenorthis, 277 Periploma, 407
Parallelodon, 428 (Aelga), 429
Paramedusium, 190 Perissodonta, 353, 366
Paranaleaia, 574 Perissoptera, 365
Paranarkemina, 674, 676 Peristerothyris, 280
Paraneoptera, 670 Peronaeus, 367
Paranomia, 418 Perspicaris dictynna, 580
Paraplecoptera, 678 recondita, 580
Pararotalia, 84 Perugonia, 428
Parasitiformes, 651 Perulata, 365
Paraster, 708 Peruvispira, 364
Parathranium, 138 Petalobrissus, 708
Parazoa, 147, 165 Petalotricha, 142
Paronaella, 126 Petricola pholadiformis, 417
Parsimonia, 510 Petrocrania, 272
antiquata, 510 Petropoma, 365
Parundella, 143 Peytoia, 190
Parvancorina, 54, 530 Phacopida, 544, 548, 551, 556, 560
Parvicingula, 126 Phacopina, 544, 551, 556, 558
Parvilucina, 429 Phaeoconchia, 111
Patagonichnus, 753 Phaeocystina, 110
Patagonoacrocrinus, 691 Phaeodaria, 102, 105, 110
Patagorhynchia, 278 Phaeogromia, 110
Patella, 299, 333, 337, 340, 346, 360 Phaeosphaeria, 110
fuenzalidae, 347 Phalacrocidaris, 707
Patellina, 79 Phalangida, 641
Patellogastropoda, 297, 328, 330, 331, 332, 337, 339, Phalangiotarbida, 631, 646, 651
345, 346, 363, 365 Pharetronida, 154, 157
Paterina, 271 Phasmatoptera, 674
Paterinata, 271 Phasmida, 525
Paterinida, 271, 288 Phasmodea, 669
Patinigera, 347 Phestia, 427
deaurata, 324, 367 Pholadomya, 415
magellanica, 324 Pholadomyoida, 415
Patinopecten, 429 Pholas, 423
Paulinea, 435 Phoronida, 60
Paulocaris, 531, 584, 590 Phosphatocopida, 590
Pauropoda, 528 Phosphatocopina, 579, 599
Paxyodon priscus, 430 Phosphatoloricata, 309, 311
Pecten, 400, 413, 421 Photinula, 348
Pectinaria, 508 Phragmoteuthida, 460
Pectinatella, 225, 226 Phrynichida, 637
Pectinoida, 411, 413 Phrynus resinae, 638
ÍNDICE SISTEMÁTICO
Promytilus, 426, 427 Psocopteroides, 670
Proneomenia gerlachei, 304 Ptenoglossa, 355, 366
Propeamussium, 421, 432 Pteria, 403, 411
Proraster, 708 Pterioida, 400, 411
Proscaphella, 355 Pteriomorphia, 407, 411, 435, 436
Prosobranchia, 344, 345, 371 Pterobranchia, 730, 731
Prosopiscus, 558, 560 Pterobranchites, 732
Protacarus crani, 644 Pteroide, 201
Protaconeceras, 469 Pteromyrtea, 429
Protanisoptera, 678 Pteropoda, 345
Proterocarcinus, 588 Pterotrigonia, 413, 429
Proteroctopus ribeti, 462 Pterygota, 519, 527, 530, 656, 663, 666, 667, 677
Protista, 109, 133 Pterygotus, 632
Protobalanus, 486 bolivianus, 649
hamiltonensis, 485 Ptiloncodus, 304
Protobranchia, 410, 411, 435 Ptilosarcus, 201
Protocallianassa, 588 Ptomatis, 364
Protocaris marshi, 590 Ptychocylis, 143
Protoctista, 70, 133 Ptychomya, 415
Protodelphax, 674 Ptychopariida, 548, 549, 552, 554, 555, 556, 560
Protodipleurosoma, 189 Pugnellus, 365
Protohemichenopus, 353, 364 Pullenia, 83
Protohemiptera, 656 Pulleniatina, 85
Protohydra, 183, 189 Pulmonata, 344, 345, 357, 367, 368, 371
Protomedusae, 187 Pulsiphonina, 82
Protomonaxonida, 154 Pumilocaris, 579
Protorhabdonella?, 143 Pumilus, 280
Protorthida, 277, 288 Punastrophia, 278
Protorthoptera, 678 Puncioidea, 609
Protoscolex, 505 Puncturella, 348
batheri, 507 Pupoides, 367
Protoskenidioides, 277 Puzosia vegaensis, 472
Protospiralichnus, 766 Pychinella, 312
Protospongia?, 157 Pycnogonida, 525, 526, 527, 529, 630, 631, 646, 648,
Protovirgularia, 426, 753 649
Protozyga, 278 Pygaspis, 584
Protura, 518, 526, 527, 655, 656, 658, 660, 666, 677, 678 Pygaster, 707
Prunum, 367 Pygasteroida, 707
Psammichnites gigas, 766 Pygites, 280
Psammosphaera, 72 Pygocephalomorpha, 564, 584, 590, 591
Psephechinus, 705 Pygope, 280
Pseudestherites, 574 Pygopistes, 708
Pseudisograptus, 737 Pyramidina, 81
Pseudoclimacograptus angulatus, 737 Pyramus, 426, 427
Pseudoconocardium, 380, 384, 386 Pyrgo, 77, 78
Pseudofax, 366 Pyrgulifera, 351, 367
Pseudoheliodiscus, 126 Pyropsis, 365
Pseudoholaster, 707 Pyrrophyta, 133, 138
Pseudokossmaticeras paulckei, 473 Pyrula, 355, 366
Pseudoliva, 365 Pyrulina, 80
Pseudomonotis, 413
Pseudomyona, 382
Pseudonodosaria, 80 Q
Pseudonymphes, 674
Pseudophillipsia, 558 Quadratonucula, 427
Pseudophyllites loryi, 473 Quadrimedusina, 191
Pseudopolymorphina, 80 quadrata, 191
Pseudoscorpiones, 640, 651 Quadrimorphina, 83
Pseudoscorpionida, 525, 634, 636, 640 Quileanella, 312
Pseudosiderolites, 84 Quinqueloculina, 78
Pseudospiroplectinata, 74 R
Pseudotylostoma, 365
Psilonichnus, 761, 772
ÍNDICE SISTEMÁTICO
Schizomida, 634, 636, 646, 651 Siphonodentalioida, 316
Schizopeltidia, 636 Siphonodentalium, 315, 317, 318
Schizoporella, 235 Siphonopoda, 301, 314
Schizoramia, 532 Siphonostomatoida, 565, 578
Schizosmittina, 235 Siphonotreta, 271
Schuchertella, 269, 273 Siphonotretida, 271, 288
Schwagerina, 76 Sipuncula, 512
Sciponoceras santacrucense, 472 Skara, 530, 590
Scissurella, 348 anulata, 574
Scleractinia, 203, 214 minuta, 574
Sclerasterias, 697 Skaracarida, 574, 593
Sclerospongea, 151, 156 Skenidioides, 277
Scolodonta semperi, 367 Skolithos, 753, 761, 769, 772, 773
Scolopendromorpha, 528 Slimonia, 632
Scorpiones, 634, 651 boliviana, 649
Scorpionida, 525, 529, 634 Soberanea, 745
Scoyenia, 761, 769 Solariella, 348, 365
Scrippsiella nutricula, 105 Solemya, 395, 411
Scrobicularia, 395 Solen, 415
Scurria, 347 (Eosolen), 429
Scutigeromorpha, 525 Solenoconcha, 314
Scutopoda, 301 Solenogastres, 300, 301, 304
Scyphomedusae, 192, 198, 209 Solifugae, 634, 636, 640, 651
Scyphozoa, 174, 177, 191 Solpugida, 640
Sekwia, 21 Sorbeoconcha, 351, 363, 366
Selenaria, 237 Sorites, 78
Selenoides, 160 Sowerbyella, 273
Selenopeltis, 553 Spatangoida, 705, 708, 716, 719
Semaeostomeae, 193, 209 Spelaeogriphacea, 583
Sepia, 442, 446, 462, 463 Spelaeogriphus, 583
Sepiida, 461 Speleonectes lucayensis, 591
Septatopora, 226 Sphaeroidina, 82
Septemchiton, 309 Sphaeroidinella, 86, 96
Septemchitonina, 309 Sphenothallus, 196
Septibranchia, 415 Sphinctozoa, 151, 154
Septimyalina, 427 Spineilo, 429
Septocardia, 428 Spinicaudata, 564, 572
Septopora, 224 Spiriferida, 278, 289
Septosyringothyris, 280 Spiriferidina, 278
Sergestes, 589 Spiriferina, 280
Serpula, 507, 510 Spiriferinidina, 280
patagonica, 510 Spirillina, 79
Serpulorbis, 353, 366 Spirillinida, 79
Sessilia, 576 Spirobolivina, 81
Shankouclava shankouense, 747 Spirobranchus, 510
Sheppardiconcha, 351, 367, 369 Spirocyclina, 74
bibliana, 369 Spiroloculina, 78
Sidneyia, 530, 631 Spiroplectammina, 74
Sieberella, 278 Spirorbis, 507
Sigapatella, 353, 366 Spirosclerophorida, 154
Sigmoilinita, 78 Spirosigmoilinella, 73
Sigmomorphina, 80
Spirotrichia, 142
Silicoflagellata, 133
Spirula, 459, 462, 463
Silicoloculinida, 86
Spitidiscus, 469
Sinosachites, 479
Sinuites, 371 Spixia, 358, 369
Sinum, 355 Spondylus, 413, 419
Spongeliomorpha, 769
Siphogenerinoides, 81, 95
Spongilla patagonica, 153
Siphogonuchites, 481
Spongiomorphidae, 190
Siphonalia, 366
Sporobulimina, 80, 81
Siphonaptera, 672
Siphonaria, 357, 360 Spriggina, 54, 512
lessoni, 362 Spumellaria, 105, 110
ÍNDICE SISTEMÁTICO
Terebratulida, 280, 282, 290 Tornatina, 356
Terebratulidina, 280 Torquaysalpinx, 494
Terebratulina, 280, 286 Torquirhynchia, 278
Teredo, 395, 415, 423, 424 Torynelasma, 271
navalis, 395 Torynifer, 278
Teredolites, 426, 761, 770 Toxosoma, 369
Teresconularia argentinensis, 198 Tracheata, 532
Tergomya, 301, 303, 313, 370, 433 Trachomatichnus, 769
Terrestricytheroidea, 610 Trachylinida, 189
Tesnusocaris goldichi, 568 Trachymedusae, 188, 209
Testajapyx thomasi, 678 Trachypsammiacea, 201
Tetracorallia, 206, 210, 214 Trachyteuthis cf. hastiformis, 461
Tetractinella, 269, 278 Transversigerina, 81
Tetractinomorpha, 154 Trematobolus, 273
Tetragramma, 707 Trepostomata, 228, 238
Tetragraptus akzharensis, 737 Treptichnus pedum, 18, 766
approximatus, 737 Triassoblatta, 674
Tetrapulmonata, 651 Triassocampe, 125
Tetrarhynchia, 278 Tribrachidium, 681, 701
Teudopsis jeletzkyi, 461 Trichoptera, 662, 672, 674, 676
Teuthida, 461, 474 Trichotropis, 366
Textularia, 75 Tridacna, 415, 425
Textulariella, 74 gigas, 388
Textulariida, 75 Trifarina, 81
Thais, 362 Trigonia, 413, 428
Thalassinidea, 589 Trigonioida, 413, 435, 436
Thaliacea, 745 Trigonopora, 236
Thambetolepis, 479 Trigonotarbida, 631, 644, 651
Thaumaptilon, 201 Trigonotreta, 278
Thaumastoplax, 588 Trillus, 126
Thaumastus, 358, 368 Trilobita, 524, 527, 529, 530, 536, 549, 630
Thecideida, 280, 282, 290 Trilobitoidea, 527
Thecidellina, 280 Trilobitomorpha, 527, 532
Thecosmilia, 205 Triloculina, 78
Thecosomata, 356 Trimerella, 272
Thecospira, 290 Trimerellida, 272
Thecostraca, 576, 593 Trinucleina, 556
Thelyphonida, 636 Trinucleoidea, 556
Thermobathynella, 588 Triops, 572
Thermosbaenacea, 564, 584 Triphora, 355
Thoracica, 525, 529, 564, 576, 589 Triplesia, 273
Thracia, 415 Tripylea, 105
Thurmannella, 278 Tristix, 80
Thylacocephala, 530, 588 Tritaxia, 74
Thysanoptera, 656, 670 Triticites, 76
Thysanopteroides, 670 Tritoechia, 275
Thysanura, 525, 667 Trochammina, 75
Tintinnidium, 142 Trochamminida, 75
Tintinnina, 133, 140, 141, 142 Trochita araucana, 365
Tintinnopsis, 142, 144 Trochitropis, 353
Tissintia, 277 Trocholina, 86
Titanotheca coimbrae, 21 Trochus, 340, 348, 365
Tivertonia, 275 Trompetoconarida, 492
Togoina, 619 Trophon, 355, 366, 367
argentinensis, 619 geversianus, 362, 388
cretacea, 619 Tropicorbis, 358, 368
semiinornata, 619 Tropidobora, 369
Tolmachovia, 380, 381, 384 Tropidodiscus, 350, 364
andina, 381 Tropidostrophia, 364
Tomiopsis, 278 Trucizetina, 277
Tommotia, 489 Tryblidiacea, 300
Tommotiida, 489 Tryblidiida, 301, 313, 433, 434
Tonganoxichnus, 753, 754, 764, 765 Tryblidium, 303, 313, 433
ÍNDICE SISTEMÁTICO
Yorkia, 273 Zilchogyra, 368
Yunnania, 348, 364 Zoantharia, 202
Yunnanozoon, 749 Zonaria, 366
Yuwenia, 363 Zondarella, 156
Zoophycos, 761
Zooxanthales, 388
Z Zooxanthellae, 183
Zoraptera, 669
Zaphrentis, 207 Zoroaster, 697
Zaplaella, 436 Zugmayerella, 280
Zeacuminia, 367 Zygentoma, 656, 667, 677
Zeilleria, 280 Zygochlamys, 429
Zelandiella, 366 patagonica, 388
Zeliskella, 558 Zygograptus, 737
Zessinia, 674 Zygopleura, 368
Zylchogira, 35