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Estrategias de subjetivación en la fluidez

Sobre los chicos en banda

Trabajo con materiales sobre los chicos que se lastiman. Estrategias de subjetivación en la
fluidez. La caída de las instituciones y los chicos en banda.
Cristina: Para tratar de continuar con el tema que vienen trabajando en torno a las formas de
padecimiento contemporáneo, les propongo que veamos una serie de materiales sobre el tema de
los chicos que se producen heridas en brazos y manos y que ha causado alarma entre padres,
maestros y medios de comunicación. Los materiales son algunos aportes en la Lista de Campo
Grupal y notas periodísticas que van a continuación, para que podamos discutir.

En un diario platense, primera plana:


Llamativa conducta de alumnos mendocinos: ALUMNOS IMITAN A "TUMBEROS" Y SE
CORTAN LA PIEL Copian a los protagonistas de la serie de TV, Se hicieron tajos para mostrar
su valentía, Dicen que es una moda. Hay preocupación.
El copete dice:
Ocurrió en la mayoría de las escuelas de General Alvear, en Mendoza. Se efectuaron raspones y
cortes para mostrar que no son "maricones", Algunos estaban en carne viva. Los chicos
contabilizan las heridas y las miden con una regla. Dicen que es una moda.
Y la noticia cuenta que una supervisora de la DGE mendocina tomó el tema y encontró más de
cien chicos. Que es un juego dicen los chicos, que lo hacen fuera de la escuela, "para demostrar
que no son maricones"- "El juego de Tumberos lo hacen muchos chicos que van a la escuela",
dijo un pibe de 10 años. -"En cuarto grado hay un chico que se hizo como diez cortes y es uno de
los que mas lastimaduras se hizo, pero ya se le están cicatrizando. Ése sí que es un tumbero de
verdad", dijo otro chico de 12, con marcas en la mano.
Un resumen, claro, es más truculenta la noticia, el diario es berreta, pero la cosa se trasparenta.
Me comuniqué con la escuela, y tenían el diario, estaban reunidas con este tema. Dicen que en el
barrio el juego empezó antes que Tumberos. Que eso es así. Y que hoy les habían recomendado
Chicos en Banda.
Envié el mismo mensaje a VeIHache, y me contestó una compañera médica que trabaja
alrededor de consumo de sustancias, VIH/Sida., etc. Su sobrino de 10 años llega de Uruguay con
marcas iguales. No le dio información, pero sus papás le contaron que en el colegio bilingüe al
que concurre se esta haciendo cada vez mas frecuente...
¿Producción de subjetividad, dijo? No le escuché bien...
PD: Recién me llega un msg, me cuentan que Magdalena Ruiz Guiñazú, una periodista de radio
clásica por acá, está entrevistando a la supervisora mendocina.

Enviado el: martes, 05 de noviembre de 2002 19:34 Para: Grupal Asunto: Chicos que se
lastiman Roman De: "Juan Luis Lovari" <lovarix@hotmail.com>Hola:
Esta comunicación pretende ser una viñeta que a su vez quisiera convocar a los compañeros
para el mapeo y reflexión sobre un hecho que me presentaron al visitar una escuela del Gran
Buenos Aires, cercana a un gran asentamiento precario. "Hay una moda", me dijeron las
directoras y una madre, "que nos tiene muy preocupadas".Los chicos se lastiman entre si de una
manera muy particular: empiezan como rascando al otro en el antebrazo hasta que lo lastiman,
y después siguen y siguen con la lastimadura hasta hacerla bien profunda. ¿Qué tan profunda?
Tanto que ya la piel no se regenera completamente, y quedan esas cicatrices rosadas, fibrosas,
atróficas. Un marca imborrable, en suma, y a veces de varios centímetros. ¿Como empezó? Los
pibes del noveno año, pibas incluidas... ¿Hasta dónde llegó? Hasta tercer año, chicos de 8 o 9
años. Se lo hacen a los hermanos mas chicos, etc. "Y qué" le decía la hija de doce a esta mamá
que estaba en la reunión, "soy villera". Y lastimaba a su hermanita de la misma manera. La
familia no vive en el asentamiento mencionado, sino en el barrio circundante, que no tiene la
misma connotación.Llamaron a tres o cuatro chicos de tercer grado, y medio que escondían las
lastimaduras, que eran varias y de diferente antigüedad (ahí pude ver las cicatrices definitivas
que les habían dejado). "Hay uno" decían, "que tiene una banda de estas"... Lo llamaron, y era
cierto. Había una cierta admiración hacia esa colección, pero también un sufrimiento particular
en esas heridas, que tardan en cicatrizar y duelen todo el tiempo. Conversando con ellos, vimos
que el club de fútbol del barrio es un escenario para esas agresiones, como que se las hacen
todos a todos...La directora llamo a reunión de padres, sorprendida porque no habían ido a
quejarse por el tema, y encontró que también en las casas los pibes se están haciendo unos a
otros estas lastimaduras, y que estaban un poco naturalizadas.En principio son lastimaduras un
tanto serias, muy sucias, que cierran en más de una semana, y que en principio los pibes
ocultan. Estamos tratando de averiguar si esto se repite en otras escuelas de los alrededores, y
que distribución etárea tiene. Parece tener una distribución "en mancha de aceite", como que
toman todo el territorio. Agradecería que quien tuviera conocimiento de pibes se lesionen de
esta manera me envíe una referencia geográfica, y la forma de expansión de la "moda" en el
lugar que conozca, a mi correo particular, <lovarix@hotmail.com>, para hacer reserva de
identidad. Son muchos chicos en esta barriada, parece, que se están lastimando unos a otros. La
dire les sugirió a los papás, como se imaginaran, que "es un llamado de atención de los chicos".
Dato interesante: en todos los grados de la escuela, hay mucho alboroto con Tumberos, la serie
carcelaria que se da por televisión abierta. ¿Qué será? Si alguien quisiera acercar una
reflexión, será muy bienvenida. Abrazos escolares (no me claves el compás!)El grumet7eOtro
documento. Ordenan estudios psicológicos para los chicos autoflagelados
Son un centenar; se practicaban heridas en manos y brazos.El gobierno mendocino emitió un
comunicado oficial en el que desmiente que los pequeños hayan imitado a una serie de televisión
Docentes e inspectores no opinan lo mismo Mendoza.- La Dirección General de Escuelas de
esta provincia ordenó ayer un profundo estudio psicológico de los cien alumnos de tres escuelas
primarias de la ciudad de General Alvear para determinar las causas por las que se
autolesionaron en manos y brazos en una competencia de resistencia al dolor que, se cree, fue
copiada de la serie televisiva "Tumberos".

La preocupación de autoridades escolares y padres se incrementó ayer al confirmarse la


aparición de heridas similares en las manos de alumnos de escuelas secundarias de la misma
jurisdicción del sur mendocino, que se suman a los casos de las escuelas Alas Argentinas,
Capital Federal y Constancio Vigil.

Estos juegos de autoagresión indican cierto estado depresivo en los chicos y manifiestan la
imposibilidad de expresar en palabras lo que les pasa", dijo a LA NACION la directora de Salud
Escolar y Orientación Psicopedagógica, Liliana Marín.

La funcionaria manifestó que del testimonio tomado ayer a 30 alumnos lastimados, la psicóloga
Mirta Gastaldo concluyó que "no hay indicios de que las lesiones fueran provocadas por
imitación de lo que sucede en la serie televisiva". La misma afirmación está contenida en un
comunicado oficial de la Dirección General de Escuelas provincial, pero ayer la inspectora
zonal de la sección 36 de General Alvear, María del Carmen Sosa, dijo a LA NACION que otros
niños reconocieron a sus maestros que habían copiado actitudes de la serie televisiva que aquí
se emite por Canal 7 en Mendoza y la televisión por cable.

"La causa de las lesiones es diferente según el testimonio de cada chico; algunos alumnos me
dijeron personalmente que se lastimaron por hacer un juego de resistencia al dolor, pero sé que
en otras escuelas hubo chicos que comentaron que lo vieron en televisión y ahora surge la duda
de dónde lo sacaron", agregó Sosa.

El grave suceso que afecta a un centenar de alumnos de escuelas estatales de General Alvear
despertó una inquietud generalizada en la Dirección General de Escuelas, cuyo titular, Hugo
Duch, se reunió con inspectores y directivos escolares para tomar medidas de prevención de
violencia escolar, entre ellas los estudios psicológicos de los afectados.

La autoridad escolar abona la hipótesis de que se trata de un juego llamado "abecedario", que
consiste en provocar una intensa fricción con el filo de una regla sobre una mano o el brazo,
mientras se dice el abecedario. Gana el alumno que soporta el dolor hasta llegar a la última
letra.

La mayor preocupación radica en "entender el mensaje de los chicos porque están tratando de
decir algo mediante un proceder tan autoagresivo", dijo Marín, quien aseguró que cabe
preguntarse qué figura de protección representan hoy los padres para esos niños.
Aclaró que los cien chicos lastimados no son de una misma condición social, pues se dieron
casos en escuelas rurales y urbano-marginales como en escuelas del pleno centro de General
Alvear.
El gobierno puso en vigor una resolución según la cual los docentes deberán dedicar una hora
semanal para que los chicos expresen sus sentimientos y conflictos sin restricciones mediante
juegos y diálogos. También los consejos escolares harán un seguimiento de los casos de
violencia.
Por Sergio Dimaría
Corresponsal en Mendoza

"Nada que decir"


"No hay nada que decir. Es un programa de ficción que se ve fuera del horario de protección al
menor." Así respondieron desde la producción de "Tumberos", consultados por las extrañas
competencias que realizan alumnos en General Alvear, Mendoza.
Ideas del Sur, la empresa del animador Marcelo Tinelli que produce la miniserie, prefirió no
emitir ninguna declaración.
"Rebelde Way", Acusado de promover la violencia
La ficción hecha realidad

Un extendido debate sacude a Mendoza, luego de que varios alumnos de primarios y


secundarios fuesen golpeados por compañeros, nucleados en "logias" inspiradas en el programa
de Cris Morena.
La mayor parte de la acción del programa transcurre en el exclusivo colegio "Elite Way
School". Los casos denunciados en Mendoza demuestran que los estudiantes copian a sus pares
de ficción.

Por Marcelo Torrez Página 12- 10/11/2002


Desde Mendoza
La capital provincial está siendo escenario de un debate socio-pedagógico generalizado,
amplificado por los principales medios de comunicación, al tomar estado público el cuarto caso
de violencia registrado en una escuela bajo la inspiración del programa televisivo "Rebelde
Way". En estos hechos, los protagonistas, chicos de entre 10 y 15 años, formaron "logias" como
las que muestra el programa creado por Cris Morena, dispuestas a agredir físicamente a otros
por diferentes causas. Porque se negaron a integrarlas, porque fueron considerados "genios" o
"tragas" o por haber sido considerados débiles por los líderes de estos grupos.

La mayoría de los expertos educativos coincide en que los chicos involucrados imitaron el
comportamiento de algunos de los integrantes del exclusivo Elite Way School de la ficción
televisiva y los llevaron, sin más, a la práctica. Vale la pena enumerar hechos de su conducta
imitativa: escribieron cartas amenazantes a otros compañeros de curso; algunas de ellas las
firmaron con la misma sangre que extrajeron de sus dedos al pincharse con una aguja; en otro
caso intentaron hacer beber agua del inodoro a una compañera y en dos más golpearon
salvajemente en el baño a un chico de 13 años y a una pequeña de 10.

El primero de estos hechos sucedió el 16 de septiembre pasado en la escuela rural 2 de Abril,


del distrito de Buen Orden, en San Martín, a unos 50 kilómetros al este de la capital provincial.
Allí, un grupo de chicos de 12 años amenazó a otro por medio de cartas. "Por ser el más genio,
te vamos a pegar", le escribieron en un papel. Fue así que, en uno de los recreos, el chico
amenazado fue corrido por ocho de sus compañeros, empujado al baño y golpeado con furia. El
joven debió ser asistido por una ambulancia que lo derivó al hospital Perrupato, de la villa
cabecera. En un primero momento, tanto las autoridades del colegio como de la Dirección
General de Escuelas le bajaron decibeles al episodio. Sin embargo, al registrarse al menos otros
tres casos similares en las últimas semanas en distintas escuelas, la preocupación ganó al
gobierno escolar, que comenzó por revisar su postura. Ahora, los funcionarios impulsan debates
en los colegios entre los chicos, los docentes y otros especialistas sobre el impacto que produce
el programa originado en Canal 9 de Capital Federal y sobre la violencia que emana, en
general, lo que ofrece la televisión.
Los chicos del episodio protagonizado en el apacible Buen Orden (una localidad pequeña,
compuesta por trabajadores de la tierra y chacareros en su mayoría) fueron suspendidos
preventivamente por cuatro días. Luego retomaron las clases. El chico golpeado recorría unos 3
kilómetros en bicicleta desde su casa hasta la escuela y lo hacía solo, según relató su madre a
los medios locales. Desde la golpiza es acompañado por sus familiares o conocidos, por temor a
recibir otros ataques. En esa misma escuela, otro grupo de chicos formó una logia al estilo de
"Rebelde Way", e invitó a los fondos del establecimiento, por medio de una carta firmada con
sangre, a uno de sus compañeros. El chico se negó a la invitación y entregó la carta a la
maestra.

El caso más reciente ocurrió hace diez días. El viernes 18, en una escuela primaria de Junín, un
departamento vecino a San Martín, la víctima de una supuesta logia resultó ser una chica de 12
años, que retornó a su casa, luego del horario de clases, llorando. Según le relató a su madre,
quien posteriormente hizo la denuncia del hecho, un grupo de sus compañeras la golpeó por
negarse a integrar una logia. El viernes 25, una semana después del ataque y luego de que el
hecho se hiciese de dominio público, las cámaras de la televisión local mostraron las piernas y
el cuello de la pequeña todavía con las marcas de hematomas, producto de las patadas y golpes
de puño que recibió. Hace una semana, una nena de quinto grado salió al recreo y se dirigió al
baño. Dos chicas la estaban esperando. Le cerraron la puerta del baño y para dejarla libre
intentaron obligarla a beber agua del inodoro. Sin embargo, la nena logró zafar y huyó del
lugar por el espacio que existe entre la puerta -del tipo vaivén- y el piso. El hecho sucedió en la
escuela Patricias Mendocinas, ubicada en el corazón de la ciudad capital. La directora admitió
que no tenía elementos para sancionar, luego de que un grupo de padres exigiera la expulsión
de las agresoras. La directora sostuvo al ser entrevistada por el diario Los Andes, en referencia
a "Rebelde Way", que los hechos están evidenciando que hay chicos "que no saben separar la
ficción de la realidad". Por eso, dijo: "Recomendamos a los papás que vigilen los programas
que los chicos ven en sus casas. Sabemos que a veces están solos frente al televisor". Luego de
eso, las chicas de esta escuela temen ir solas al baño. Ahora se dirigen de a tres: dos ingresan al
baño mientras que la restante custodia la puerta.

La preocupación de los padres por los hechos de violencia registrados en las escuelas ha ido en
aumento. En los medios de comunicación y en los propios establecimientos, grupos de padres se
reúnen para discutir el tema. Los más exaltados se inclinan porque se imponga la prohibición
lisa y llana a la emisión de la tira televisiva, que aquí es retransmitida por Canal 7, de lunes a
viernes a las 20. Otros, en cambio, optan por no dejar a sus hijos mirar el programa y están
aquellos que lo utilizan para generar una actitud crítica en los chicos, compartiendo juntos la
emisión. El gobierno escolar, luego de un primer momento de prescindencia, aconsejó a los
directores de escuela que debatan el problema "Rebelde Way", al menos una vez por semana,
junto a los chicos y padres que quieran sumarse. Para el próximo año, anunció, las sanciones
por faltas a las normas de convivencia en los colegios serán más duras: suspensiones en las
escuelas primarias y expulsiones en las secundarias para aquellas faltas consideradas graves,
como las agresiones físicas entre los chicos.

En la escuela General San Martín, de San Martín, la directora Malvina Sosa Escalada optó por
abordar el tema a fondo. Dispuso que los chicos discutan junto a los maestros el contenido del
programa. Para ello, los docentes grabaron la tira y la analizaron críticamente en las aulas.
Para ella, los hechos de violencia que se han sucedido imitando el programa tienen que ver con
la falta de contención de los propios chicos. Desde esa escuela surgió una propuesta que podría
estar llegando en los próximos días a la producción del polémico programa: la sugerencia para
que aborden aspectos que tienen que ver con la verdadera realidad de la mayoría de los chicos
argentinos. Eso, en caso de que alguna vez los responsables atiendan las llamadas que desde
hace tiempo les hacen desde esta provincia.
Podríamos vincular estas prácticas con el tema del padecimiento y, además, ver como interviene
aquí el discurso mediático.
Creo que lo más interesante es que son prácticas que se ofrecen sin significación. Por ejemplo, la
diferencia con el tatuaje es abismal, ya que este es algo pleno de significado, se trata de marcas
simbólicas, es pensado, elegido, como una representación. En cambio estas son heridas que no
tienen sentido y que se tienen que sentir porque los pibes insisten en mantenerlas abiertas.

- A mí me surgen dos cuestiones. Una es la relación con la frase del tango "la vida es una herida
absurda", como modo de situarme frente a algo que, en principio, incomprensible,
irrepresentable. Y la segunda es que, pensando en términos de fluidez y de velocidad del mundo
contemporáneo, me hace recordar a la película Memento, por esa necesidad de fijar, evitar el
olvido, recordar y fijar con marcas en el cuerpo.

¿Una desaceleración, una pausa? Sería: "Para no diseminarme me siento en esta herida, si no me
pulverizo".

- La velocidad es un atributo de nuestra sociedad neoliberal, pero además tiene un resultado que
es la desintegración porque no se puede responder tan veloz y eficazmente siendo una persona
integrada, es preciso despedazarse. Un operador de bolsa sólo puede ser eso cuando trabaja,
ninguna otra cosa, debe fragmentarse para lograr eficacia. Y estas lastimaduras pueden ser una
búsqueda de un detener esos flujos, esa velocidad, ese vértigo, en busca de integridad.

Justamente marcándose. Pero también, siguiendo la analogía, si la velocidad no marca, si nada se


puede instituir, si la institución era la operación de marcado por excelencia, acá sería hacerse una
marca en condiciones en las que nada marca.

- Para mí ahí entra en parte algo de lo del tatuaje. Veo claras las diferencias, pero creo que
también en el tatuaje hay alguna necesidad de detener un vértigo y hacer una marca que fuera
sólida y permanente. Para nosotros hay una incomprensión de esa marca imborrable, a
perpetuidad.

- El discurso de estar en contra de lo eterno, de lo perpetuo es lucha contra el estado, contra lo


instituido. Hoy la necesidad de detener el fluir rápido hace que aparezcan estas manifestaciones.
En relación con lo que dice Raquel, habría que ver que el tatuaje, como procedimiento, tiene
distinto sentido, una cosa es el tatuaje de los marineros o de los presos. En condiciones más
estables, disciplinarias, esas eran marcas propias, pero en lo que estamos viendo se trataría de
operaciones contra la instantaneidad y la fugacidad. En este tatuaje de los chicos no sería tan
importante la representación como la operatoria, pero quizás hace cuarenta años era más
importante con qué significación propia vos te marcabas. Aquí no se trata sólo de que dure sino
que se lo hacen repetidamente, día a día, permanentemente para que se sienta.

Una diferencia entre la marca en la fluidez y la marca en la solidez es que acá se trata de una
pura operatoria, no tiene que haber sentido. En el tatuaje el sentido es muy importante, más que
el procedimiento. En la fluidez hay un tatuaje que ya tiene casi estatuto de cicatriz, por como lo
viven los pibes. Si es tan efímera la condición subjetiva, sólo se siente que es cuando se está
produciendo dolor y en esa ejecución de esa marca. Si no, se desvanece.

- En los materiales que vimos creo que hay un forzamiento de la idea de la valentía. Una cosa es
tener aguante y otra es la rivalidad en la valentía.

Si uno se siente más que otro supone que se trata de subjetividades ya constituidas, o si uno se
siente algo. El otro punto notable acá es que es una práctica entre pibes, en banda, no es a sí
mismo sino que se lo hacen unos a otros. ¿Qué relación habría entre esas marcas y los pibes en
banda? Marcarse, producirse marcándose, en el puro hacer, sin sentido, marcarse en condiciones
en que nada marca es la experiencia de los chicos en banda, sin instituciones. Hay algo parecido
a lo del bautismo tal como está en el libro. Una práctica fraterna, un constituirse si entra, pero
para entrar hay que atravesar una serie de pruebas.

- El tatuaje de los números a los judíos en los campos sería el opuesto: marcar para que dejen de
ser personas.

- Nosotros empezamos hablando de los padecimientos, tratando de avanzar en eso. Es difícil


situar esto porque la percepción del padecimiento es a posteriori de una operación cohesiva, Si
vemos esto de los pibes como una posible repuesta al fluir y a la intrascendencia lo que
tendríamos que suponer es que también hay una respuesta a cierto padecimiento imperceptible.
Hay muestras de ese padecimiento. En el aburrimiento, por ejemplo, es una de ellas. Al no haber
operaciones ni marcas, contra ese sufrimiento la de las lastimaduras sería una operatoria, sería un
hacer.

- Yo cambiaría sufrimiento por padecimiento, ya que este último puede no ser experimentado, en
cambio el sufrimiento sí.
- En los boliches ahora hay pibes que consumen quetamina, un analgésico para caballos. Dicen
que los levanta veinte centímetros del suelo. Ahí sí pasa algo, aunque eso les deje el cerebro
arruinado.

- Esto me recuerda algo que anoté como comentario del libro Chicos en banda. Ustedes dicen ahí
que el estado y el mercado prometen. En realidad el estado es el que promete, el mercado ofrece,
no promete nada. La oferta del mercado es para el que la puede tomar, el que no, se jode.

- Ese puro ofrecer es lo que dispersa ¿no?


La promesa provoca un sentido, una dirección, un objetivo, establece unas prácticas, jerarquías,
ideales. Son dos lógicas temporales diferentes, por eso no puede haber promesas en el mercado,
es pura actualidad, puro hoy.

Volviendo a lo de las cicatrices, el hacérselas uno mismo y hacérselas con otros, como prácticas
fraternas, entre pares, y que se extendió muy rápidamente, no es algo para mostrar a otros, es
entre ellos, no hay mensajes. Las explicaciones de que están influidos por Tumberos o Rebelde
Way intentan darle sentido a algo que no lo tiene.

- Hay que aceptar que ni los padres ni la escuela son destinatarios de ningún mensaje.

Ahí los pibes declaran superfluos a padres o maestros. Se quiere ver una demanda en donde los
pibes se declaran totalmente autónomos, post familias, post escuelas.

- El tema de las bandas da para una continuación y es el de ver el componente de cuidado. Frente
a la caída de las instituciones cuidadoras, esas bandas, a su modo, proveen cuidados más
contenedores que los lazos familiares o escolares. Más aun, se podría ver a la familia como un
obstáculo a las relaciones colectivas.

La familia no puede cuidar porque es incapaz de pensar a estos chicos. Habría cuidado, en su
brutalidad, en la ceremonia del bautismo en el que los chicos son golpeados y violados como
manera de protegerlos de futuros golpes y violaciones.

- Claro, es como vacunarlos, se les inocula el germen para que se hagan resistentes.

En esas circunstancias de marginalidad esas prácticas brutales son una forma de cuidado. Ahora,
en estas prácticas de las lastimaduras, ¿cuál sería el cuidado?

- El establecer relaciones de otredad, de reconocimiento de y a otro, podría ser algo así.

- Como en la relación amorosa, el reconocimiento que pasa por el cuerpo, lo que aquí es por
medio del placer, entre estos chicos es a través del dolor.

El otro se constituye en es práctica, que es violenta pero que, al menos, es. Y deben producir
alguna pertenencia también.

- En esta línea habría que repensar algunas cuestiones en relación con la tortura. En general ha
habido mucha interpretación psicoanalítica o psicológica en torno del goce masoquista en el
torturado. Lo que yo he podido ver son situaciones en las que había un aniquilamiento tal que al
menos la tortura era algo. Ahora tal vez podemos pensar algo que en aquellas situaciones fue
sobrepensado.

En ese sentido hablaba yo de la reiteración, el volver a escarbarse, como expresando una


necesidad de sentir, sentirse.

- ¿Y no habría algo así como vergüenza ante los adultos en el ocultar esas heridas?

Yo creo que es una operación más de constitución y de defenderse de esos sentidos que vienen
desde los adultos.

- Si uno se atreviera a abandonar cualquier pretensión de ser interpelado por estos chicos, si
pudiéramos ser capaces de considerarnos como no existiendo significativamente, que no somos
ni los que vamos a retar o castigar, ni nada. Me parece más interesante tomar por este lado.

Si, uno está destituido, la escuela, los padres, todo. Cuando vemos los artículos periodísticos en
relación a estos hechos se puede ver una especia de máquina de producción de sentidos, porque
no se soporta la destitución.

Creo que se puede ver un paso importante cuando esto pasa de ser una práctica individual al ser
una práctica grupal. Se ve en la respuesta de los medios que el tema empieza a ser intolerable
cuando se manifiesta como grupal y además declaran superfluos a la familia y a la escuela.

- Admitamos que pensar que estas prácticas son productoras de subjetividad es algo poco
digerible. Como el ejemplo de Chicos en Banda, en el que la subjetivación pasa por la paliza y la
violación. No es extraño que esto cause rechazo en los medios o en las ciencias sociales.

En relación a esto podemos ver cómo funciona la máquina mediática. Cómo producen sentido
haciendo aquello contra lo cual van estas operaciones de los pibes. Esta idea de que los pibes
imitan a la televisión se sostiene desde el dispositivo pedagógico, es una hipótesis frecuente en la
escuela, en donde la televisión suele ser lo reprobable, lo que atenta contra su trabajo. Me parece
que es posible plantearse que algo se imita cuando hay institución pedagógica, es decir, uno que
sabe y otro que aprende, hay transmisión de un saber, entonces imitar supone un dispositivo, una
perduración en el tiempo. Esta idea, de imitar algo, en condiciones de fluidez no va, es un
contrasentido. Qué se va a imitar si algo se evapora instantáneamente. Creo que ahí cualquier
hipótesis de imitación de una conducta, de un modelo, es anacrónica, no serviría para explicar
estos fenómenos. Pero me parece interesante que sea la escuela la que aun supone que hay poder,
que hay transferencia de un saber, que se educa, en tanto los pibes están declarando
permanentemente agotado todo esto.
Una pregunta interesante es ¿cómo se interviene aquí? Decirle a un chico de estos "pensá en tus
padres, en tu futuro" suena muy desajustado.

- No cabría otra más que producir el ser en otro lado. No se trata de hablar de eso.

- Se podría lograr si hay operaciones cohesivas.


Claro, lo que se hace es iatrogénico, es saturar de sentido algo en lo que los chicos dicen basta de
sentido, basta de interpretación.

- Se me ocurre pensar una relación entre estas prácticas de las lastimaduras y el consumo de
drogas. El consumidor busca "ser otro", aquí se trata de "ser con otros". Mientras que una es puro
escape y provoca aislamiento, acá hay constitución subjetiva en grupo.

En ese pasaje es donde podríamos sostener la hipótesis de que hay producción de subjetividad.

- Bueno, en las drogas también hay prácticas grupales. Eso de pasarse el porro o compartir la
jeringa…

- No, eso siempre produce soledad y aislamiento, aun estando en grupo.

En la serie Nikita a veces los agentes, para salvarse, se tienen que pegar tiros unos a otros, como
forma de fraguar situaciones que les permitan escapar de torturas o castigos en la organización.
Hacerse con otro o ser con otro, muchas veces no excluye la crueldad o la violencia de recursos
extremos. En las drogas se busca ser otro desde una subjetividad instituida. Soy un yo y busco
ser otro.

- En un folleto del Cenareso hay en la tapa un código de barras y parece que eso intenta referirse
a "la marca", dejar marca, pero un código de barras es lo menos subjetivante, lo más masificante.
Algo que se me ocurre, en relación a lo de los chicos, es ese juego del abecedario que puede estar
ligado a la caída de la distinción entre ficción y realidad, en realidad allí no hay juego.
- Es el tutti-fruti de los tiempos de la fluidez…
El juego, como espacio de ficción, desapareció.

- El juego tiene que ver con la lógica estatal, es el espacio transicional en el que se permite jugar,
experimentar, crear, con la contención institucional que supone eso.

¿Y cómo será la relación de estos chicos con la televisión, por ejemplo? Yo creo que puede ser
tanto un operador de pensamiento como una total estupidez.

Por ejemplo, tanto Rebelde Way como Chiquititas en su tiempo, permiten ver por encima de su
carga de mensajes, algo por lo que los pibes se interesan tanto y es la cuestión de la fraternidad,
de las bandas, de prácticas que los enlazan entre ellos y que declaran superfluos a escuelas,
padres, etc. En Chiquititas directamente no hay padres, hay un orfanato.

La televisión, en tiempos de fluidez, otorga una conexión con algo.


En la actualidad la desvalidez se ha generalizado, no es sólo un tema de los chicos o los bebés.
Las operaciones que constituían al desvalido hoy son válidas para constituirnos todos. Por eso la
idea del cuidado entre todos, ya no se trata de que algunos armados ayuden a otros a armarse o
protegen al desarmado.

- La falta de cuidados es el ejemplo opuesto, como en el caso del micro en Catamarca. Iba
cargado con más gente que la que podía llevar, creo que eran peregrinos, en un colectivo viejo,
sin habilitación y los choferes hacen una colecta entre los pasajeros para coimear a los policías
de la ruta. Todos ponen plata y en un lugar de la ruta chocan, o se cae el micro y mueren
decenas. Todos pusieron plata para seguir en esas condiciones, sin poder establecer una conducta
de cuidados.

Si desaparece el semejante se caen las prácticas de cuidados. Como las maestras que
entrevistamos para el libro, nos decían que ellas insistían con los chicos en que no hagan a otros
lo que no quisieran que les haga a ellos. Como si hubiera un yo o otro.

- Ni secuencias o regularidades. ¿Por qué me va a pasar esto o no me va a pasar? ¿Qué garantiza


que eso vaya a ocurrir realmente? ¿O que en su lugar no ocurra cualquier otra cosa? ¿Qué ley es
la que rige los sucesos?

No es sólo que se altera la operación del cuidado porque la subjetividad semejante ya no te


incluye sino por esta lógica misma de la fluidez. Una cosa es cuidar cuando hay una regularidad,
entonces uno puede anticipar y cuidar, ¿pero cómo se cuida cuando hay puros eventos?
Organización: Estudio Lewkowicz Lugar:
Buenos Aires Coodinación: Cristina Corea Fecha: 15-11-02 Reunión N°: 029 Perfil:
Desgrabación Integrantes:

Raquel Bozzolo, Elena De La Aldea, Pancho Ferrara, Marta L'Hoste, Raquel Jaduzliwer, Beatriz
López, Claudia Lorenzetti, Sol Pelaez, Nina Stein Palabras clave: Tumberos Desgraba: Pancho
Ferrara Última revisión: 03-06-03
www.estudiolwz.com.ar

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