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Queridos hermanos nos aproximamos al final del año litúrgico, hagamos

conciencia de lo que profesamos en el Credo, con un solo corazón y una sola


alma, preparemos nuestra conciencia para recibir a Jesús, quien vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin, pidámosle que nos renueve
interiormente para experimentar su verdadero amor, consuelo, y misericordia. Con
esta firme convicción, participemos con fe, activamente en esta celebración
eucarística.

Liturgia de la palabra

La palabra de Dios nos invita a reflexionar sobre nuestras obras y la respuesta que
le damos al Señor por medio de la comunidad, en la justa y recta administración
de los talentos que hemos recibido de su bondad. Que esta liturgia de la Palabra
nos siga disponiendo a la espera gloriosa de la segunda venida de nuestro
salvador. Escuchemos con el corazón y la mente abierta el mensaje que nos trae
el Señor.

Peticiones

Por el Papa y todos los obispos para que sean ejemplo de servicio en nuestras
comunidades y, así, todos busquemos dar lo mejor de nosotros mismos por el bien
de la comunidad. Oremos al Señor.

Por la Iglesia, que peregrina en el mundo, para que, con la riqueza de los dones,
carismas y ministerios recibidos, anuncie sin desfallecer la esperanza del Reino
eterno. Roguemos al Señor.

Por los gobernantes de las naciones, especialmente de la nuestra, para que


promuevan siempre los talentos y capacidades de todos los ciudadanos.
Roguemos al Señor.
Por quienes ponen sus talentos al servicio de sus hermanos más necesitados,
para que su esfuerzo se vea recompensado y contribuya a la construcción de la
civilización del amor. Roguemos al Señor.

Por quienes estamos en esta celebración, para que, como servidores buenos y
fieles, desde la variedad y riqueza de talentos recibidos, trabajemos por construir
nuestra comunidad en justicia, paz y amor. Roguemos al Señor.

Ofrendas:

Deseosos de compartir con nuestros hermanos los dones de la unidad y de la paz,


agradezcámosle al Señor el que nos haya llamado gratuitamente a formar parte de
su santa Iglesia.

Comunión:

Participemos en el sacramento de vida eterna, acercándonos a recibir a Jesús en


la sagrada comunión, Él quiere darnos la fuerza para seguir proclamándolo como
nuestro Dios y Señor entre nuestros hermanos.

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