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Este mineral

recién
descubierto
desvela datos
desconocidos
sobre el manto
de la Tierra
Los científicos lo han encontrado en el interior de un diamante extraído
en Botswana. El mineral, llamado davemaotita, solo existe en el manto
de la Tierra y su hallazgo abre una nueva ventana al estudio de la
dinámica de los materiales en las capas profundas de la Tierra.

Un pequeño fragmento de roca atrapado en el interior de


un diamante tiene la clave sobre algunos secretos
geológicos de nuestro planeta. Este pequeño trozo de
roca ha abierto una ventana al conocimiento de la
composición y estructura de los materiales presentes
en el manto interior de la Tierra. El diamante procedía de
una mina de Botsuana y se formó a más de 660 kilómetros
de profundidad, en el límite superior del manto interior, y en
su interior se encuentra un mineral de silicato recién
identificado llamado davemaoita, del que hasta ahora no
se tenía conocimiento en el medio natural

Un pequeño fragmento de roca atrapado en el interior de


un diamante tiene la clave sobre algunos secretos
geológicos de nuestro planeta. Este pequeño trozo de
roca ha abierto una ventana al conocimiento de la
composición y estructura de los materiales presentes
en el manto interior de la Tierra. El diamante procedía de
una mina de Botsuana y se formó a más de 660 kilómetros
de profundidad, en el límite superior del manto interior, y en
su interior se encuentra un mineral de silicato recién
identificado llamado davemaoita, del que hasta ahora no
se tenía conocimiento en el medio natural.
Es la primera vez que los científicos consiguen demostrar
definitivamente su existencia, pues hasta la fecha
únicamente había sido documentado en experimentos
de laboratorio. El equipo bautizó el mineral en honor al
conocido geofísico sinoamericano Ho-Kwang Mao, cuyas
investigaciones han sido cruciales para la investigación de
las capas inferiores de la Tierra. El mineralogista Olivier
Tschauner, de la Universidad de Nevada en Las Vegas, y
sus colegas identificaron la composición química y la
estructura del nuevo mineral, que calificaron como un tipo
de silicato de calcio CaSiO3-perovskita a través de
técnicas analíticas, como la difracción cristalográfica de
rayos X, la fluorescencia y la espectroscopia.
Hasta la fecha la comunidad científica había estimado
que entre el 5 y el 7% del manto interior terrestre debía
estar compuesto por este mineral, muy difícil de observar
en esa capa terrestre (que se extiende hasta 2.700
kilómetros por debajo de la superficie del planeta). Y es
que, a esas profundidades y presiones, los minerales
empiezan a reorganizar sus estructuras
cristalinas modificándolas completamente.
“El material del manto se encuentra en movimiento debido
a los movimientos de convección. Por lo tanto, a cada nivel
de profundidad los minerales del manto están en equilibrio
termodinámico a una temperatura y presión dadas y en
función de la composición de toda la roca -explica
Tshauner a National Geographic España a través de un
correo electrónico-. A veces determinadas erupciones
volcánicas transportan fragmentos de roca de hasta
100 km de profundidad (algunos creen que 200 km) pero
no del manto inferior (660 a 2.700 km de profundidad)”.
Por otro lado, explica, los diamantes tienen la
particularidad de encapsular minerales de roca
circundante durante su formación, los cuales quedan
protegidos desde el punto de vista físico y químico. De ahí
que los minerales atrapados en el diamante puedan
permanecer a una presión remanente que sea lo
suficientemente alta como para mantenerlos en su
estructura original.

Una cápsula del tiempo


Los diamantes, pues, actúan como cápsulas del tiempo,
encerrando las formas minerales originales en su viaje a la
superficie. El descubrimiento de la davemaoita no solo
confirma su existencia, sino que revela la ubicación de
algunas fuentes de calor de las profundidades de la
Tierra. Y es que, aunque se trata de un mineral de silicato
de calcio, este nuevo mineral también contiene una serie
de elementos distintos que ‘se cuelan’ en su estructura
cristalina, lo que incluye elementos radiactivos como
el uranio (U), el torio (Th) y el potasio (K), así como
elementos de tierras raras y elementos radiactivos,
que, juntos producen aproximadamente un tercio de
todo el calor que circula en el manto inferior
terrestre. La identificación de la composición química de
este nuevo mineral permite ahora a los científicos confirmar
dónde residen estos elementos.
Esto es debido a que el diamante encontrado en Botswana
también contenía una forma de hielo de alta presión, así
como otro mineral conocido como wüstita (FeO). La
presencia de esas inclusiones ayudó a deducir las
presiones aproximadas a las que podría haberse formado
la davemaoita: en algún lugar entre 24 mil millones de
pascales y 35 mil millones de pascales, dice
Tschauner. Aunque es difícil deducir exactamente la
profundidad a la que se formó el mineral, sí que pueden
vincular su origen a partir de la acción conjunta de los
materiales de los que están formados y la acción
combinada del calor y el hielo.

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